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Provocando a Dios

Génesis 32:24-30; Lucas 8:43-48; Lucas 18:2-5

Introducción:

Estaba leyendo la Biblia en el libro de Génesis, cuando me encontré en el capítulo 32 en donde pelea un varón
(Dios) con Jacob, y yo miraba como Jacob estaba provocando a este varón para que le diera una bendición. Y
a como se ve el varón no le iba a dar nada a Jacob, pero él peleo (Provoco) a aquel varón para que le diese la
bendición.

1. Podemos provocar a Dios por medio de la perseverancia

Génesis 32:24-30; “24. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. 25. Y
cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de
Jacob mientras con él luchaba. 26. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si
no me bendices. 27. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28. Y el varón le dijo: No
se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.”

Aquí nosotros miramos que sucedieron una serie de cosas:

* Miramos que Jacob lucho (provoco)

* El varón le dijo que lo dejara ir, pero Jacob se aferró

* La perseverancia de Jacob, produjo una transformación

* De Jacob (engañador) a Israel (El que pelea con Dios)

Jacob antes de su experiencia con Dios, se llamaba “Engañador” esto quiere decir que a Dios no le importa lo
que tu fuiste antes de tener tu encuentro con él. Si no en lo que el te va a transformar.

Otro punto que es de mucha importancia es: La perseverancia de Jacob. Hay muchos que oran, solo un
momento y después ya se les olvida lo que habían dicho, Y jamás vuelven a orar por aquella petición. Pero no
así con Jacob, él fue perseverante. Sin importarle nada mas que recibir la bendición de Dios.

Esto nos enseña que hay necesidad de ser provocativos, hay que provocar a Dios para que él nos dé la
bendición. A través de la adoración, la oración, el ruego, y la súplica. Pero hay que hacerlo hasta que
tengamos resultados, no importa si nos llaman impertinentes, aferrados. Esto nos lleva a una historia de la
Biblia que nos anima a ser así.
2. Podemos provocar a Dios por medio de la insistencia

Lucas 18:2-5 “2Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3habia también en
aquella ciudad una viuda, la cual venía a él; diciendo: Hazme justicia de mi adversario.4 Y el no quiso por
algún tiempo; pero después de esto dijo entre sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre. 5Sin
embargo, porque esta viuda me es molesta (me provoca) le haré justicia, no sea que (persevere) viniendo de
continuo me agote la paciencia”

Este relata nos muestra la gran importancia que tiene la perseverancia, ser insistente, ser latosos. Hay que dar
lata hasta que se nos haga lo que nosotros necesitamos. Hay que provocar a Dios hasta que nosotros
obtengamos lo que él tiene para nosotros. Yo quiero que hoy cuando usted salga de este lugar que usted sea un
provocador cuando las cosas no salen como usted quiere, este es el momento de provocar a Dios, cuando tu
tienes problemas matrimoniales, cuando tus hijos son rebeldes y no quieren nada con Dios. Este es el
momento en que hay que ser como aquella viuda, insistentes, impertinentes. De modo que obtengamos lo que
queremos que haga Dios por nosotros.

3. Podemos provocar a Dios por medio de la obediencia

Éxodo 40:34-35 “Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová lleno el
tabernáculo. Y no podía entrar Moisés en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria
de Jehová lo llenaba”

Aquí nosotros miramos que Moisés provoco que la nube (La gloria de Dios) se derramara en el tabernáculo, a
causa de que él había obedecido a Dios en lo que Dios le había pedido que hiciera y que lo hiciera
exactamente como dios se lo había mandado.

Cuando tu y yo obedecemos a Dios en lo que él nos manda y exactamente como Dios nos lo manda entonces
tú y yo también como Moisés haremos que baje la gloria de Dios en nuestros hogares, en los trabajos, en la
iglesia.

4. Podemos provocar a Dios por medio de la necesidad

Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía 12 años, y que había gastado en médicos todo
cuanto tenia, y por ninguno había podido ser sanada, pero cuando ella había escuchado de un hombre llamado
Jesús. Ella quizás dijo en su corazón: Si tan solo yo pudiera tocar el borde de su manto, yo sería sana. Muchos
rodeaban a Jesús pero ninguno de ellos pudo sacar nada de él. Porque yo creo que según la fe y la necesidad
de cada persona es como se provoca a Dios para que aquello que necesitamos se haga. Hay algunos que
habían llegado a ver a Jesús solo por curiosidad, otros quizás para ver que se siente al estar cercas de él.

Pero esta mujer sin hacer mucho ruido, ni tampoco darse a conocer, fue la que obtuvo lo que andaba
buscando.

La Biblia también nos habla en el libro de Éxodo 2:23-25

“Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la
servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios, el
gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac, Jacob. Y miro Dios a los hijos de Israel, y los
reconoció Dios.»

Aquí nosotros podemos ver que el pueblo de Israel, ya estaba cansado de la esclavitud, y que los ancianos no
cesaban de cesar para que Dios pudiera liberarlos de esa horrenda manera de vivir. Y en una de estas
ocasiones de clamor, Dios hizo acto de presencia y la Biblia dice que él:

1. Los oyó

2. Se acordó

3. Los miro

4. Los reconoció

Por esto es que nosotros necesitamos insistir hasta que se haga lo que nosotros necesitamos, ¿acaso esta Dios
sordo? NO pero necesitamos perseverar, Dios tiene tres maneras de contestar a nuestras peticiones:

1. Si

2. No

3. Espera

Hay veces que nosotros no estamos satisfechos, si es que la respuesta a nuestra petición no es SI. Y nos
empezamos a desesperar, Hay que saber esperar en Dios. El salmista dijo. “Confiadamente espere en Jehová y
el me oyó” Salmos 40:1

Y si la respuesta es NO, es que no nos conviene. Pero nosotros seguiremos como la viuda aferrados a que
Dios nos bendecirá.

Conclusión

Yo te invito hoy amado, a que tu aprendas a provocar a Dios, para que así tu también como Jacob seas
transformado.

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