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Título de la Tesina: La memoria y la atención como elementos fundamentales en el

aprendizaje

Alumno: Pavón, Florencia Rocío (florpavon06@gmail.com)

Título: Profesora en Letras

Nombre de diplomatura: Neurociencias y educación

Director de la Tesina: Falkowski Juan Carlos (jcfalko@yahoo.com.ar)

Facultad: FCEQYN –POSADAS´

Sede: Puerto Rico- Misiones

Fecha de Presentación: 28 de noviembre de 2018


Índice
Introducción………………………………………………………………………………3

La memoria y la atención como elementos fundamentales en el


aprendizaje……………………………………………………………………………….4

Reconocer lo que ya
conocemos………………………………………………………………………………..5

La atención y su importancia en el
aprendizaje………………………………………………………………………………6

La memoria……………….……………………………………………………………..8

Conclusión………………………………………………………………………………..10

Bibliografía……………………………………………………………………………….11
Introducción:

En el siguiente trabajo se plantea la problemática de la importancia de la atención y la


memoria en los procesos de aprendizaje y enseñanza.

Primeramente se podrá contar con una breve contextualización en cuanto al concepto


mismo: se tendrá en cuenta en este cual es la importancia de las neurociencias, cuál es la
finalidad en plantearse en la educación. También la importancia de los procesos de
aprendizaje y de enseñanza y el hecho de la importancia de poner a trabajar en cerebro.

Luego, se introduce a la conceptualización de atención y cómo influye en la


memorización y en el aprendizaje en sí. Dentro de este apartado se tiene en cuenta el rol del
docente frente al alumno y reflexiones sobre las estrategias para una mejora del aprendizaje.
También se tiene en cuenta los aspectos que influyen en el aprendizaje: la buena alimentación,
el sueño, el ejercicio físico y las actividades cooperativas dentro del aula.

Finalmente, se introduce al tema de la memorización. Se presenta la definición, la


clasificación de los tipos de memoria, cuales son los procesos que influyen en esta:
codificación, almacenamiento y evocación.
La memoria y la atención como elementos fundamentales en el
aprendizaje

“El educador ya no es solo el que educa sino aquel que, en tanto que educa, es educado a través del
diálogo con el educando, quien, al ser educado, también educa.” (Freire, 1968, pág. 72 )

Últimamente la tecnología y las ciencias han avanzado de manera significativa, de


igual manera podemos decir que en la educación. En los últimos tiempos se ha puesto en
relieve el tema de las neurociencias en la educación pero ¿sabemos en realidad de qué se
trata?

Hablar de neuroeducación implica un montón de aspectos a tener en cuenta. Pero


centrémonos en lo principal: ¿qué es la neurociencias? Este nuevo aspecto que se pone en
relieve y que “trae” nuevos aportes al aprendizaje, incorpora un conjunto de disciplinas que se
orientan en el estudio del funcionamiento del sistema nervioso, la estructura y el propio
control de las reacciones que se producen dentro del cerebro.

Teniendo en cuenta esto, la neurociencia se incorpora a la educación con la finalidad


de tener en cuenta los procesos cognitivos en el aprendizaje para ayudar a comprender qué
sucede, cuales son los aspectos que favorecen el aprendizaje y así poder elaborar estrategias
para mejorar la adquisición o construcción de nuevos conocimiento de los alumnos. Visto de
esta manera, la neurociencias podría ser tomada como una herramienta de gran importancia
para los docentes de este siglo.

Hay que tener en cuenta que los procesos de aprendizaje y de enseñanza no son
aspectos que se desarrolla separadamente, no hay enseñanza sin aprendizaje ni aprendizaje sin
enseñanza, son conceptos que se relacionan mutuamente. El profesor en el aula no está
destinado simplemente a enseñar, aunque tenga la licencia que lo avala y que lo hace
posicionarse como tal frente al aula, sino que a la vez aprende, adquiere nuevos conocimiento
que quizás en su propia trayectoria formativa no había incorporado, además, le ayuda a
entender los procesos de cada alumno.

“El aprendizaje implica el tratamiento, almacenamiento y


recuperación activa de información que se recibe, y la enseñanza debe
ayudar a quienes deseen aprender para que puedan desarrollar
adecuadamente sus habilidades para procesar la información y aplicarlas
sistemáticamente a la solución de problemas de la naturaleza, la sociedad
y el pensamiento” (Valdez Veloz, pág. 1)

Muchas veces escuchamos a personas decir que “no es capaz de aprender” o que “no
tiene el gen”, ciertamente estas afirmaciones están muy erradas. Si bien es cierto que hay gran
diferencias en cuanto a lo anatómico y funcionan del cerebro de cada una de las personas, al
igual que todos tenemos estructura corporal diferente a todos.
Lo cierto que a pesar de eso, el cerebro es un órgano plástico y que puede
experimentar cambios a lo largo de nuestra vida. Lo importante es saber trabajarlo, es como
cuando una persona quiere tener mayor musculatura, para ello es necesario ejercitarse
continuamente y lograr la estructura que se quiera, lo mismo sucede con el cerebro.

“El aprendizaje involucra cambios en el cerebro que producen


variaciones duraderas en la conducta de un ser vivo, permitiéndole
adaptarse a las alteraciones que se producen en su entorno.” (León, 2014,
pág. 4)

Tal como decíamos anteriormente, aprender nuevas cosas, incorporar nuevos


conocimientos hacen que nuestro cerebro sufra transformaciones, estos tienen relación con la
edad o con el tipo de experiencias en el que es expuesta la persona, a sus vivencias cotidianas.

Reconocer lo que ya conocemos

Durante el proceso de aprendizaje podemos dar cuenta de diferentes aspectos. Por


ejemplo, a veces vemos algo nuevo pero lo relacionamos con algo que ya conocemos, que ya
aprendimos y lo incorporamos en nuestro cerebro.

Esto podría tener una relación por ejemplo, con el proceso de creación o elaboración
de un enunciado: nunca se enuncia algo de la nada, nadie llega y dice algo absolutamente
original, que nunca nadie haya dicho antes. Se enuncia desde lo que se conoce, aunque se diga
algo nuevo siempre se remite a aquello que alguien ya había dicho, por los que el enunciado
se convierte en algo polisémico, de múltiples voces. Así también podemos entender el proceso
de aprendizaje, quizás no conocemos algo pero lo podemos relacionar con algo que sí
conocemos o que nos haya dicho alguien, aunque sea totalmente nuevo, de esta manera
nuestro cerebro va modificándose y ejercitándose con el aprendizaje:

“Aceptando que determinadas características del cerebro están


genéticamente determinadas y pueden proporcionar a las personas un
determinado perfil emocional o cierta capacidad intelectual básica, la gran
plasticidad de este órgano permite la existencia de procesos de cambio
como la neurogénesis, la modificación de circuitos neuronales y de
cableado axonal, así como, en consecuencia, la existencia de procesos de
desarrollo emocional e intelectual en cada sujeto.” (León, 2014, Págs. 3-
4)

Teniendo en cuenta todos los aspectos mencionados con anterioridad, en el siguiente


apartado hablaremos de los procesos cognitivos de fundamental importancia en la enseñanza
y aprendizaje y las condiciones que favorecen estos: la atención y la memoria.
La atención y su importancia en el aprendizaje

Es evidente que la atención cumple un rol relevante en el aprendizaje pero esta está
relacionada enormemente con la motivación. Y este aspecto de la motivación está en manos
del docente.

Está claro que una monotonía rutinaria en las clases no captará de ningún modo la
atención de los alumnos. Llevar todas las veces cuestionarios, realizar los mismos resúmenes,
presentar los temas con una explicación tediosa, hará que en las clases los alumnos pierdan el
hilo. No es una tarea simple el hecho de tomarse el tiempo de planificar una clase y quizás por
este motivo algunos docentes caen en lo rutinario haciendo que los alumnos pierdan el interés
de aprender algún módulo.

“(…) la atención influye en procesos como la percepción o la


memoria, ésta se ve influenciada por otros como la motivación, que
interviene en la resistencia a la distracción. La motivación también
influye en procesos como la percepción, ya que los estímulos que
permiten satisfacer necesidades y deseos se perciben con más facilidad
(…)” (Lupons, Torrents, Quevedo, Pág. 1)

A partir de una buena motivación entonces se puede evitar la distracción dentro del
aula. Pero ¿todos los docentes motivamos en las clases? Claramente no es así pero es
sumamente necesario incorporar estas prácticas, ya que es de nuestra incumbencia el
aprendizaje de los alumnos.

A partir de la atención se pueden procesar los estímulos que el alumno recibe de


afuera, esto no ocurre solamente dentro del aula sino en su vida cotidiana. Como el alumno se
topa con un entorno amplio y que está en constantes cambios, es necesario que la información
que su cerebro decida incorporar, sea selectiva, no todo lo que vemos lo retenemos o lo
aprendemos, sino que nuestro órgano cerebral es quien lo decide, por ello es importante que
aquello que se enseña sea interesante para el que aprende.

“Los mecanismos selectivos de control atencional permiten dirigir


el procesamiento hacia la información pertinente, descartando la
irrelevante, controlar la orientación del foco atencional y la eficacia de los
procesos cerebrales, y da lugar a los contenidos mentales concretos (como
la percepción visual de una escena, un mensaje verbal o el recuerdo de un
acontecimiento particular, por ejemplo) que forman parte en cada
momento del continuo de nuestra experiencia consciente.” (Bernabéu,
2017, pág. 2)

Por ejemplo, en una de mis clases de Lengua y Literatura comencé con la obra literaria
“El mío Cid”, sabía que era una obra compleja de entender y quizás a los alumnos no les iba a
interesar algo escrito hace cientos de años entonces decidí partir desde la historia. A partir de
ello, muchos alumnos comenzaban a participar porque habían visto muchos documentales y
películas sobre la Época medieval, incluso incorporé algunos de ellos y los llevé a clases. Me
resultó más fácil que ellos pudieran comprender la obra relacionándola con su contexto de
época, no simplemente la obra aislada, porque cada vez que les preguntaba en las siguientes
clases algunas características o qué aspectos habíamos visto de ella, ellos no necesitaban
volver a sus apuntes sino que ya lo habían incorporado.

Por ello, es importante que tengamos en cuenta diferentes estrategias para llevar al
aula y guiar a los educandos en su trayectoria escolar.

Pero también hay que tener en cuenta que hay ciertos aspectos que influyen de manera
significativa en la capacidad de prestar atención en clases, no simplemente que un profesor
lleve una clase interesante sino otros aspectos que tienen que ver mucho más con la
cotidianeidad y estilo de vida del alumno.

Uno de esos aspectos es la buena alimentación, estamos muy seguros que si alguien
tiene hambre o quizás no se siente bien, no rendirá en ningún ámbito. Por lo tanto, si tenemos
en cuenta que un adolescente está en el auge de su propio crecimiento y desarrollo, es
imposible que venga a nuestras clases con ganas de aprender si no ha comido o no ha comido
bien durante su jornada.

Por otro lado, el hecho de tener buenas horas de sueño. Un adolescente debe dormir al
menos ocho horas al día, por lo que no cumplirlo es un riesgo no solamente dentro del aula
(puede que se duerma en clases) sino también que afecta a su propia salud y desarrollo físico
y cognitivo:

“Durante el sueño se origina una reactivación de lo aprendido,


pero en forma inconsciente, de manera que se repiten en el hipocampo y
la corteza cerebral, así como en otras estructuras como el tálamo y los
núcleos estriados, los procesos que se ejecutaron inicialmente, con lo que
se acrecienta la fortaleza de los aprendizajes y memorias implicadas.”
(León, 2014, pág. 6)

Además, el ejercicio físico también es importante para el aprendizaje, la atención y la


memoria, ya que esto es necesario para la oxigenación del cerebro y estimula la producción de
sustancias necesarias para fomentar la interacción.

Por último, la actividad interactiva. Es importante estimular de esta manera el


cooperativismo entre pares y la participación activa en las actividades que se presenten en el
aula, por ejemplo, el juego puede potenciar el cooperativismo y la interacción entre los
alumnos. Otra actividad podría ser la lectura en voz alta y la posterior puesta en común de los
trabajos áulicos, de cómo se fueron dando los resultados, qué procesos realizaron en el aula
entre sus compañeros para llegar a ciertas conclusiones.
La memoria

Hablar de aprendizaje, enseñanza y atención implica hablar también de manera


exclusiva de memoria. Tal como decíamos anteriormente, los patrones que llegan al cerebro
(una nueva información) son comparados con patrones que ya los tenemos incorporados para
que puedan ser internalizados o retenidos en la memoria.

Por lo tanto, al aprender algo se exige el fortalecimiento e internalización de esa


nuevas memorias, se concretizan nuevas conexiones y relaciones, ya que por más que ciertos
patrones sean nuevos, el cerebro lo va relacionando con los que ya se han internalizado o
memorizado.

Pero la memoria se diferencia en dos: a largo plazo y a corto plazo. A largo plazo es
aquella que se puede definir como el mecanismo cerebral que nos permite codificar y retener
una cantidad prácticamente ilimitada de información durante un periodo largo de tiempo. Por
otro lado, la memoria a corto plazo mantiene una información por un periodo de tiempo
menor.

“En el proceso de aprendizaje, la memoria a corto plazo permite


retener una pequeña cantidad de información durante poco tiempo,
mientras la memoria a largo plazo se produce por repetición o
rememoración reiterada de las memorias a corto plazo.” (León, 2017, pág.
5)

Además, hay que tener en cuenta que la memoria posee tres procesos básicos:

- Codificación de la información: en este proceso de preparar la información


para que pueda ser guardada. Puede ser imágenes, sonidos, acontecimientos,
etc.
- Almacenamiento de la información: se ordena y categoriza la información
para el almacenamiento, es un sistema complejo.
- Evocación o recuperación de la información: en este proceso se recupera la
información que en algún momento fue retenida.

La importancia de conocer estos aspectos de la memoria, hacen que entendamos que el


proceso de aprendizaje no es algo sumamente mecánico y que si no se quiere no se aprende,
hay veces que las condiciones mismas no son óptimas para que se produzca el aprendizaje.
Demás, teniendo en cuenta los procesos de la memoria podemos tener en cuenta ciertas
cuestiones, como por ejemplo, remitir a un tema en el aula a partir de los conocimientos que
el alumno posea, por medio de imágenes, canciones, videos, juegos, etc., algún aspecto que le
suene familiar para poder relacionarlo con lo que se desea enseñar.

Para que el proceso de memorización de algo nuevo, debe llamar la atención, ser
llamativo o tractivo para el alumno, no se trata tampoco de armar un circo en las aulas, sino
de darle importancia a aquello que a ellos les interesa, le es familiar o interesante para que su
atención se centre en ello.
También hay que tener en cuenta que se debe tener un periodo de descanso, aunque en
los tiempos de las escuelas está institucionalizado la hora del recreo, dentro de las aulas
también debe haber periodos de descanso como una charla entre todos sobre lo que se habló,
alguna actividad donde se ponga en juego la imaginación del alumno, etc.

Los docentes deben tener en claro que no se trata simplemente de llevar un tema al
aula, dar la clase con cuestionarios para que luego estudien/memoricen lo explicado, porque
tampoco se trata de una memorización mecánica o taxonómica, sino una memorización que
sea significativa, que no se pierda luego de ponerlo a prueba, sino que se mantenga en el
tiempo.

Es por ello que se debe tener en cuenta las estrategias que se utilizan en las aulas, por
más que se quiera legan con el programa dentro de ellas, hay que pensar en los alumnos, en su
desarrollo físico y más importante cognitivo, porque somos formadores de personas que
deben ser capaces de generar su propio conocimiento, de preguntar, de debatir y discutir
teniendo en cuenta los conocimientos adquiridos.

“La educación que se impone a quienes verdaderamente se


comprometen con la liberación no puede basarse en una comprensión de
los hombres como seres “vacíos” a quienes el mundo “llena” con
contenidos; no puede basarse en una conciencia especializada,
mecánicamente dividida, sino en los hombres como “cuerpos
conscientes” y en la conciencia como conciencia intencionada al mundo.“
(Freire, 1968, pág. 70)

Teniendo en cuenta la cita de Paulo Freire, podemos dar cuenta, con la neurociencias,
de la importancia de que se genere una educación donde el alumno pueda cuestionarse,
debatir y donde el docente conozca todos esos procesos cognitivos que son de mucha
importancia para poder generar este aprendizaje significativo y no llevar simplemente al aula
temas de manera monótonas que no ayuden a la atención y memoria del alumno.
Conclusión:
La neurociencias ha hecho grandes aportes en la educación, teniendo en cuenta los
procesos cognitivos para ayudar a una mejora del aprendizaje. Ciertamente puede ser una
herramienta para la formación docente y para su práctica misma porque ayuda a comprender
cuestiones que a veces son tomados como verdades cuando realmente no es así.

Es importante, por ello, hacer hincapié una vez más en la importancia de la atención y
la memoria.

Por un lado, la atención la cual es capaz de procesar los estímulos del entorno, es por
ello que el docente debe generar estrategias dentro del aula que fomente la estimulación de la
atención, que genere interés de algún modo para que el aprendizaje se pueda dar cuenta.
Además, el docente debe tener en cuenta también ciertas cuestiones que hacen a la atención
del alumno: si se ha alimentado, si es capaz de conciliar el suelo, si realiza actividad física,
etc. Todo esto influye en el aprendizaje.

Por otro lado, la importancia de la memoria, donde hicimos hincapié no en la


“memorización” sino en la memoria que pueda generar algo de manera significativa en el
alumno. Dentro de este apartado hablamos también de cuestiones como que se aprende
teniendo en cuenta patrones que ya habíamos aprendido para poder compararlo, esta es una
conceptualización sumamente importante porque con ella se puede hacer que el docente
reflexione sobre sus propias prácticas en el aula.
Bibliografía
J. Tirapu-Ustárroz a, J.M. Muñoz-Céspedes (2005): “Memoria y funciones ejecutivas”
en Revista Neurol.

M.C. Etchepareborda, L. Abad-Mas (2005): “Memoria de trabajo en los procesos


básicos del aprendizaje” en Revista Neurol.

Peso, Stella Marys, (2013): ”Desarrollo Cognitivo y Educación”, Ensayo, Atlantic


Internacional University.

Rosselli, Jurado & Matute (2008): “Las funciones ejecutivas a través de la vida” en
Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias

Pedro Cañal de León (2014): “Cerebro, memoria y aprendizaje: aportaciones de la


neurobiología a la didáctica y a la práctica de la enseñanza” en Investigación en la escuela
2014.

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