Está en la página 1de 41

Instituto Superior Particular Incorporado n° 4062

“SAN JUAN DE ÁVILA”

Profesorado de Educación Secundaria en Filosofía


(RES. 425/17)

Sociología

Examen Final

“La concepción de muerte y el trato con los


pacientes: Investigación en el Hospital de
niños Doctor Orlando Alassia”

Docente: Clérico, Gracia María


Alumno: Pautasso, Lucas Pablo

Santa Fe de la Vera Cruz


23/11/2018
ÍNDICE
-RESUMEN Pág. 03
-INTRODUCCIÓN Pág. 04
-METODOLOGÍA DE ESTUDIO Pág. 06
-RESULTADOS A PARTIR DE LA
PROBLEMATIZACIÓN DE ALGUNAS TEORÍAS
SOCIOLÓGICAS Pág. 06
-Problematizando desde el binomio individuo –
sociedad Pág. 06
-Problematizando desde la “Acción Social Total” Pág. 08
-Problematizando desde la Fenomenología Pág. 09
-Problematizando desde la Experiencia elemental Pág. 10
-RESULTADOS A PARTIR DE ALGUNAS
CATEGORÍAS SOCIOLÓGICAS Pág. 11
-Poder Pág. 11
-Autoridad Pág. 14
-Ideología Pág. 16
-Paradigma Positivista – Émile Durkheim Pág. 18
-CONCLUSIÓN Pág. 20
-BIBLIOGRAFÍA Pág. 22
-ANEXO 01 Pág. 23
-Problematizando desde el binomio individuo –
sociedad Pág. 23
-Problematizando desde la “Acción Social Total” Pág. 24
-Problematizando desde la Fenomenología Pág. 25
-Problematizando desde la Globalización Pág. 26
-Problematizando desde la Experiencia elemental Pág. 26
-ANEXO 02 – ENTREVISTA PILOTO Pág. 28
-ANEXO 03 – AUTOBIOGRAFÍA Pág. 30
-ANEXO 04 – ENTREVISTA FOCUS GROUP Pág. 33
RESUMEN

“La concepción de muerte y el trato con los pacientes: Investigación en el Hospital


de niños Doctor Orlando Alassia”

La investigación se centra en la repercusión que puede tener la concepción de muerte,


construida por los enfermeros a lo largo de su vida, sobre el trato que tienen con los
pacientes internados.
En el plano teórico, se realizó un primer acercamiento desde distintas miradas
sociológicas: Individuo-sociedad, Acción Social Total, Fenomenología, Globalización y
Experiencia elemental.
En el plano práctico, se realizó un Focus Group (nutrido por una entrevista piloto previa,
una autobiografía y preguntas a partir de la problematización de distintas corrientes
sociológicas) y los datos obtenidos se interpretaron a la luz de la teoría antes mencionada
y de las categorías sociológicas de Poder, Autoridad e Ideología. Para finalizar, se
profundizo desde el paradigma positivista de Émile Durkheim.
La técnica de Focus Group se revela como la más adecuada para conocer en profundidad
lo que pasa por el corazón y la mente de los enfermeros.

Palabras claves: Enfermero – Muerte – Paradigma Positivista – Categorías Sociológicas

ABSTRACT
"The conception of death and dealing with patients: Research at the Children's
Hospital Doctor Orlando Alassia"

The research focuses on the impact that the conception of death can have, constructed by
the nurses in the course of their lives, about the treatment they have with the inpatients.
On the theoretical level, a first approach was made from different sociological
perspectives: Individual-society, Total Social Action, Phenomenology, Globalization and
Elementary Experience.
On the practical level, a Focus Group was carried out (nourished by a previous pilot
interview, an autobiography and questions from the problematic of the different
sociological currents) and the results were interpreted in the light of the previously
mentioned theory and the sociological categories of Power, Authority and Ideology.
Finally, it was deepened from Émile Durkheim's positivist paradigm.
The Focus Group technique is revealed as the most appropriate to know in depth what
goes through the heart and mind of nurses.

Keywords: Nurse - Death - Positivist Paradigm - Sociological Categories


Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 4

INTRODUCCIÓN

“Jesús es el Señor, delante de Él la muerte física es como un sueño: no hay motivo


para desesperarse” Papa Francisco, Ángelus 1 de julio de 2018.

Soy Lucas Pautasso, tengo 29 años y soy de la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe.
Me encuentro en la etapa de formación inicial camino al presbiterado de la Iglesia
Católica, en el “Seminario Metropolitano Nuestra Señora de Guadalupe” de la
Arquidiócesis de Santa Fe. Dentro de la misma, los primeros cuatros años corresponden
a una base de formación filosófica, enmarcada por el Profesorado de Educación
Secundaria en Filosofía, hallándome en el 2do año del mismo.

El tema elegido para elaborar mi trabajo de investigación es “La concepción de muerte


que tienen los enfermeros del Hospital de niños Doctor Orlando Alassia y cómo eso
repercute en el trato con los pacientes”.
Cada sábado, como parte de la Pastoral que me fue asignada a principio de año por los
sacerdotes que están a cargo de la formación de los seminaristas, concurro a dicho
Hospital. Diversos son los casos que se ven en cada oportunidad, como diversos son los
sentimientos que se ven y viven, ya sea de parte de los pacientes, los familiares, los
acompañantes, el personal que presta sus servicios o de nosotros mismos, los
seminaristas.
De un momento de alegría por el “alta” recibido, se puede pasar a un momento de tristeza
por la muerte de un niño, de un segundo para otro, en un mismo suspiro, y sin tiempo a
anticiparse. Esa es parte de mi vivencia de los sábados, sin embargo esto forma parte de
la cotidianidad de los enfermeros del Hospital Alassia. ¿Habrá sido parte de su vocación
el enfrentarse a estos cambios de ánimos constantes? ¿Llegan a naturalizar la muerte de
un niño como parte de su trabajo? Son preguntas que a veces me surgen, y que intentaré
responder en algún momento.
Dice Norbert Elias1 que la “problemática sociológica de la muerte” aparece cuando se
considera que “lo decisivo para la relación del hombre con la muerte no es sencillamente
el proceso biológico en sí, sino la idea de la muerte”, idea que tiene una particularidad
socio histórica y que por lo tanto va cambiando, así como también las actitudes de los
hombres frente a ésta.
Es por eso que me pregunto:

¿La concepción que los enfermeros tienen sobre la muerte repercute en el trato con
los pacientes?

Este interrogante también puede hallar su origen más profundo en diversas vivencias y
cuestiones personales, más precisamente en dos datos significativos que tienen que con
mi vida personal. Uno de ello es la formación de mi papá. Al terminar la secundaria, él
comenzó a trabajar en los servicios de emergencias de la ciudad de Rafaela, tiempo
durante el cual estudió la carrera de enfermería y luego la licenciatura en enfermería.
Años más tarde comenzó la carrera de medicina, la cual no puedo concluir. A pesar de
ello, sus pasiones son la medicina y las emergencias médicas. Es algo que siempre nos
transmitió. Actualmente no ejerce su profesión de enfermero, sin embargo dicta cursos y
talleres de primeros auxilios y RCP de forma gratuita para aquellos que lo soliciten.

1
Norbert Elias (1897-1990) sociólogo judío-alemán.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 5

Otro dato significativo en la enfermedad que tuvo mi hermano. A la edad de 15 años


sufrió un ACV por lo cual estuvo en riesgo su vida. Pasó unos días en diferentes hospitales
hasta lograr el alta. El trato de los enfermeros para con él y con mis padres fue algo que
siempre agradecí, porque en momentos difíciles supieron hacer la situación más amena.
Sobre este hecho me extenderé aún más en mi autobiografía que se encontrara como
material anexo.

Inicialmente me planteo la hipótesis de que, si los enfermeros naturalizan la muerte como


parte de su trabajo, su trato no varía entre pacientes que no corren riesgo de vida y otros
que sí.
Como una segunda parte de la hipótesis, o bien la contracara de la misma, considero que
aquellos enfermeros que toman la muerte como un proceso con un desenlace doloroso,
tanto para ellos como para el paciente y sus familiares, su atención será más humana,
tratando de favorecer y brindar la mejor calidad de vida al paciente en sus últimos días en
este mundo.
Para poder investigar dicho tema y tratar de verificar las hipótesis, lo abordaré desde
distintas teorías y categorías sociológicas.

Como objetivos de este trabajo busco:


- Aplicar las técnicas de recolección de datos presentadas por la cátedra.
- Interpretar los datos obtenidos a la luz de algunas teorías sociológicas.
- Interiorizarme en la Pastoral asignada para los días sábados, conociendo más a
fondo la persona del enfermero.
- Realizar un pequeño aporte para los futuros seminaristas que aborden esta
temática.
- Favorecer mi formación sacerdotal, y la de mis compañeros, en lo que respecta a
la Pastoral de la Salud.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 6

METODOLOGÍA DE ESTUDIO
La herramienta por excelencia utilizada en la investigación fue una entrevista en
profundidad semiestructurada, realizada a través de un Focus Group. Las preguntas que
conformaron la misma tienen su origen en tres fuentes distintas:

- La problematización de la teoría sobre Individuo-sociedad, Acción Social Total,


Fenomenología, Globalización y Experiencia elemental.
- Una entrevista piloto realizada a un enfermero fuera de actividad, que fue de
utilidad para poner a prueba las preguntas y descubrir nuevas.
- Una autobiografía, atendiendo a tres hechos significativos relacionados con el
objeto de estudio.

Los tres documentos que dieron lugar a las preguntas se encuentran en el anexo de esta
investigación.
El material principal fue recogido en el Hospital de niños Doctor Orlando Alassia de la
ciudad de Santa Fe, Argentina. La población incluye a 6 enfermeras que se encontraban
en ocasión de trabajo. El trabajo de investigación duró 7 meses.

RESULTADOS A PARTIR DE LA PROBLEMATIZACIÓN DE


ALGUNAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
En base a las preguntas planteadas a partir de la problematización de la teoría sobre
Individuo-sociedad, Acción Social Total, Fenomenología y Experiencia elemental (el
desarrollo completo de la problematización de las teorías se encuentra en los documentos
anexos), y los datos obtenidos a través del Focus Group, trataré de dar algunas respuestas.

Problematizando desde el binomio individuo – sociedad

¿Qué vínculos se establecen entre los enfermeros y los pacientes?

En un primer momento parecería que el vínculo o la cercanía que se genera con el paciente
es meramente “utilitarista”, porque tiene de fondo facilitar el trabajo de los enfermeros.

Enfermera A: “No te podés meter demasiado, pero siempre tratar, dentro de lo que uno
tiene y debe, ser realista, tratar de ayudarlos. Porque se complica mucho más nuestro
trabajo sino.”

Sin embargo, cuando se les pregunta cómo fue variando su reacción a través del tiempo,
cada vez que se enteran del fallecimiento de un niño, mencionan el vínculo que se estable
con aquellos pacientes que tienen una internación prolongada, incluso como las afecta
anímicamente, al punto de intervenir en ciertos momentos de su vida personal.

Enfermera B: “Depende de cada caso puntual.”


Enfermera D: “Depende del vínculo que uno tiene con el nene.”
Enfermera F: “Depende de cuánto tiempo lo atendió también.”
Enfermera D: “Algunas de nosotros hicimos oncología, cuando oncología estaba acá, y
por ahí uno creaba un vínculo como más fuerte con los pacientes y no, no se supera. Hay
cosas que no las superas, que se yo.”
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 7

Enfermera A: “A mí por ejemplo, con la Cami, me paso lo de la Vaca Lola, que yo estuve
hasta este año recién, después de dos años que la nena falleció, que no podía escuchas
esa canción, porque esa nena la escuchaba todo el día.”
Enfermera D: “Eso es algo que compartimos la mayoría. Yo tengo mi sobrina y me
acuerdo que no le ponía la Vaca Lola, no la escuchaba, porque me hacía re mal.”

Enfermera A: “nos pasa de sentarnos acá y llorar todos juntos, porque es así. Con lo de
Wanda, que estuvimos todos mal, no había uno que diga ´bueno, si chicos ya está, que se
yo´, no. O nos pasa que capas que nos sentamos después de una urgencia acá y no habla
ninguno. Estamos 15 o 20 minutos, un hora, sentados sin hablar, hasta que procesas todo
lo que pasó. Y sino hablamos o lloramos o lo que sea, hasta que pasa.”

Claramente el vínculo que establecen no es meramente laboral, sino que muchas veces es
afectivo, y en algunos casos trasciende las paredes del hospital o bien se prolonga en el
tiempo, como el caso que relatan de Pierina, que estuvo internada 12 años, y al día de
hoy, después de 5 años de tener el alta, pasa por el hospital a saludar a las enfermeras.

¿Cómo perciben los niños el trato de los enfermeros?

Al escuchar el relato de diferentes situaciones con los niños, las enfermeras cuentan que
los niños cuando deben ser inyectados o tienen que realizarles alguna practica que les
genere incomodidad o dolor, su primera reacción es enojares. A pesar de ello, cuentan
que las “perdonan” rápido, y cuando se van, muchos le regalan cosas o las buscan para
darles un beso. Eso lo vemos cuando se les preguntó cómo los pacientes manifiestan su
agradecimiento:

Enfermera C: “Con el afecto, y te regalan muchos dibujos.”


Enfermera A: “Dibujos, fotos, que te saques fotos con ellos.”
Enfermera C: “Besos.”
Enfermera A: “Eso, te buscan antes de irse para poder saludarte.”

¿Están preparados los enfermeros para afrontar la muerte de sus pacientes?

La carrera de enfermería no los preparara para la muerte de los pacientes, ni cómo


acompañarlos en momentos difíciles. Termina siendo una formación a partir de la
experiencia de trabajo de cada una:

Entrevistador: “¿Creen que la carrera de enfermería las prepara para enfrentar estas
situaciones?”
Enfermera A: “No.”
Enfermera B: “La verdad que no.”
Enfermera F: “Por ahí tenemos psicología y eso, pero no, después se va viendo todo
cuando uno va trabajando.”

A pesar de ello, parece que nunca están preparadas para la muerte, porque después de
años de trabajo siguen sufriendo la perdida de cada niño, solo marcan que la experiencia
hace que en algunos casos lo superen más rápido, como se vio en la primer pregunta.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 8

¿Cómo es vista la labor de los enfermeros por la sociedad? ¿Es valorada?

Las enfermeras sienten que las personas que nunca estuvieron internadas o no tuvieron
alguien cercano que estuvo internado y lo acompañaron en esa etapa, no valoran su
trabajo. Esas personas son las que minimizan su tarea, por eso así perciben que son vistas
por la sociedad:

Enfermera C: “Como limpia c***, todos dicen que las enfermeras hacen eso.”
Enfermera A: “Cuando decimos que somos enfermeras nos dicen “yo no podría limpiar
un c***”.”

Enfermera F: “Pocas personas saben lo que realmente hacemos nosotras. Todos piensan
que ponemos inyecciones, pero no es lo único que hacemos.”

Enfermera B: “Como que no nos valoran. Y ahora hoy en día no somos ningunos brutos.
Estudiamos y todo.”

Sin embargo, quien pasó por la situación de estar internado, en su mayoría, valora un
poco más su labor:

Enfermera D: “…cuando les toca una situación así, ellos saben que sos el que los
escucha, el que lo habla, el que lo aconseja, lo educa, le cuida el nene.”

Problematizando desde la “Acción Social Total”

¿La concepción de muerte que tengan los enfermeros será igual en todos los sectores
del hospital?

Varias de las entrevistadas, anteriormente pertenecieron al sector de oncología. El relato


sobre Pierina que anteriormente se mencionó, muestra cómo su reacción ante la muerte
de un paciente es la misma a pesar del tiempo y los sectores del hospital. Por ello se podría
concluir que en todos los sectores se tiene una concepción similar de la muerte.

¿La relación que exista entre un enfermero y un paciente bastará para considerar
que todas las relaciones se dan del mismo modo?

No se podría responder afirmativamente a esta respuesta, porque cada relación enfermero-


paciente resulta única y particular. Por momentos se asegura que todas tuvieron la misma
reacción frente a la muerte de un paciente, dando a entender que todas tenían el mismo
vínculo con el mismo. Pero por otro lado, con ciertos “pacientes de estudio” no todas
pueden generar el mismo vínculo, principalmente por la personalidad y el carácter de cada
una.

Enfermera D: “Eso es algo que compartimos la mayoría. Yo tengo mi sobrina y me


acuerdo que no le ponía la Vaca Lola, no la escuchaba, porque me hacía re mal.”

Enfermera B: “…con el otro pibe no puedo, pero con esta bebé si….”
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 9

Problematizando desde la Fenomenología

¿Frente a la misma enfermedad, consideraran que tendrá el mismo desenlace?

En algunos casos la falta de esperanza hace que racionalicen lo que sucede con los
pacientes, considerando que los graves terminan falleciendo. A ello se debe la sorpresa
que les generó el caso de Pierina, que estuvo a punto de morir, nadie creía que podía salir
adelante, y sin embargo hoy va de visita al hospital.
También marcan que los niños tienen la capacidad de sorprenderlas y de salir adelante de
situaciones que no creían posible dicho desenlace.

Enfermera A: “Después, aparte, la fuerza que ellos tienen para salir adelante, que vos a
veces los ves totalmente destruidos, con pocas chances de nada, y salen adelante, como
si nada.”

¿De qué modo podré agrupar a los pacientes según como perciben el trato de los
enfermeros?

La información recabada corresponde a la visión de los enfermeros, por lo tanto, recurriré


al modo que tienen los pacientes de demostrar agradecimiento por la atención y la
cercanía de los enfermeros, según lo que estos manifestaron. De este modo se puede
agrupar a los pacientes en:
 Los que agradecen la cercanía y la atención.
o Lo hacen con gestos de cariño: besos, abrazos, etc.
o Lo hacen con gestos materiales: dibujos, fotos, comida, etc.
 Los que no agradecen y se van.

También se los puede agrupar según el trato que requieren por parte de los enfermeros:
 Trato serio.
 Trato delicado.
 Trato normal.

Otra forma es según la evolución que presentan:


 Los que evolucionan bien.
 Los que “hay que dejarlos ir”.
 Los que sorprenden por su evolución.

¿El concepto de muerte de los enfermeros cambia a partir de la muerte de algún ser
querido?

Precisamente no podría indicar que el concepto de muerte fue lo que cambio, pero si se
notan cambios en el modo de ver y valorar la vida.

Enfermera B: “Y le das más importancia a la vida en ese sentido, de que es importante,


lo valiosos que es cada momento con tus hijos y todo. Porque es como que al principio
no le das importancia y cuando pasa algo realmente grave o que pasó tiempo, como en
el caso del familiar de ella que estuvo en coma, ahí valoras la vida, valoras cada
momento que tiene.”
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 10

Por otro lado, la cercanía con la muerte y vivir la experiencia de estar acompañando a un
ser querido que se encuentra internado, hace que comprendan mejor a los familiares de
sus pacientes, que desarrollen al empatía con el otro.

Enfermera A: “Yo tuve a mi hija internada también acá, pero fue algo mucho más leve.
Pero si, a mí me pasó de entender la otra parte, porque nosotros acá somos enfermeras.”

Enfermera D: “Pero si, es más o menos eso, lo mismo que dijeron las chicas. Uno pone
más en práctica lo que es la empatía con el otro, porque por ahí uno se piensa que tus
problemas son los peores y el resto es venir, atender chicos, escuchar a los padres.”

Problematizando desde la Experiencia elemental

¿Cómo se manifiesta las exigencias de felicidad, verdad, bondad, belleza y justicia


en los enfermeros?

- Felicidad: esta exigencia se ve manifestada principalmente en la felicidad que


genera en los enfermeros la recuperación de los pacientes, o bien, se puede llegar
por el contrario, cuando denotan tristeza frente a la muerte de los pacientes.

Enfermera A: “…y después la ves que está genial y eso está buenísimo.”

Enfermera A: “…Con lo de Wanda, que estuvimos todos mal, no había uno que diga
´bueno, si chicos ya está, que se yo´, no. O nos pasa que capas que nos sentamos después
de una urgencia acá y no habla ninguno. Estamos 15 o 20 minutos, un hora, sentados sin
hablar, hasta que procesas todo lo que pasó. Y sino hablamos o lloramos o lo que sea,
hasta que pasa.”

- Verdad: se nota esta característica en lo sinceras que buscan ser cuando tienen que
hablar con los pacientes o los familiares. No dan falsas expectativas cuando la
realidad indica otra cosa.

Enfermera A: “Pero tampoco que le decimos ´bueno, está todo bien, no te preocupes´.”

- Bondad: resalta esta exigencia con sus gestos frente a los familiares de pacientes
delicados. Si bien indican que el trato con todos los pacientes es el mismo, no lo
es con los familiares, a los cuales le dedican más tiempo y atención.

Enfermera D: “No con los pacientes, pero por ahí con la familia uno trata de contener
un poco más, o estar más tiempo, escuchar a la familia, que se puedan desahogar.”
Enfermera A: “Por ahí te pasa que entras a la pieza y decís ´buen día´ y ellos te hablan,
te hablan, te hablan y capas que estás una hora, dos horas, pero por ahí es lo que ellos
necesitan.”
Enfermera F: “Si, te tomas un tiempito más.”

- Belleza: esta exigencia no es apreciada por las enfermeras en algo físico o


material, sino en la evolución que tienen los niños frente a la enfermedad. Es en
la mejoría de la salud donde radica para ellas la exigencia de la belleza.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 11

Enfermera A: “Es como que no tienen drama. Sí lloran y se enojan, pero son inocentes.
Entonces eso también está muy lindo porque son transparentes ellos, no tienen
problema.”

Enfermera D: “Lo lindo es ver la evolución de los chicos, y que uno trabaja todo el
tiempo con esa inocencia, con esa alegría que por ahí los adultos no tienen esas ganas.
[…]. Ellos están jugando y te demuestran otra realidad totalmente distinta. Eso es lo
lindo…”

- Justicia: esto se ve reflejado en dos situaciones bien marcadas. Por un lado la


injusticia que sienten cuando la sociedad no valora su trabajo o menosprecia su
actividad, reduciéndola a pequeñas acciones insignificantes. Por otro lado, cuando
su labor no es reconocido por parte de los enfermos y sus familiares, agravado por
el reconocimiento que le hacen a los médicos, cuando ellas consideran que
también fueron claves en el tratamiento de los pacientes, incluso hasta esenciales.

Enfermera F: “Pocas personas saben lo que realmente hacemos nosotras. Todos piensan
que ponemos inyecciones, pero no es lo único que hacemos.”
Enfermera A: “A veces, ha pasado acá, que salvan. Los enfermeros terminan salvándole
las papas a los médicos. Un montón de veces, pero un monto de veces.”
Enfermera C: “Si, porque nosotros somos las manos, los ojos, todos somos de ello. Y
muchas veces como nosotros estamos tan encima del paciente, ellos nos preguntan a
nosotros.”

Enfermera A: “Ponele, entre nosotras siempre los chistes que uno hace es ´siempre le
agradecen al médico´. Y el médico viene, lo mira y te anota en una carpeta como esa
´hacele tal cosa, tal otra´. Cómo llegamos a todo eso somos nosotras…”

Enfermera B: “Como que no nos valoran. Y ahora, hoy en día, no somos ningunos brutos.
Estudiamos y todo.”

RESULTADOS A PARTIR DE ALGUNAS CATEGORÍAS


SOCIOLÓGICAS

Poder
Según Ana Arendt “el poder se deriva básicamente de la posibilidad de actuar en común”.
No es la instrumentalización de una voluntad ajena para los propios fines, sino la
formación de una voluntad común en comunicación, orientada al entendimiento.
Existen dos visiones de poder:

Visión Clásica Visión Microfísica


Se concentra en un centro de Es múltiple, todos participan de
poder. Están quienes lo poseen y las relaciones de poder. No
¿Quién tiene el poder?
quiénes no. Hay poder y no existe el no-poder y no hay
poder. ausencia de poder.
Es un lugar definido y central, el Es omnipresente: no está
Localización del Estado. localizado ni tiene un solo
poder origen, y atraviesa todas las
relaciones sociales.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 12

Visión liberal: se ajusta a leyes A través de herramientas


sociales vigentes (legalismo) simples: vigilancia jerárquica y
Visión Marxista: efecto de la sanción normalizadora.
Legitimidad del poder dominación ideológica del poder
económico, donde le estado
capitalista tiene herramientas
poderosas para convencer.
En la comunicación verbal. En los cuerpos, los edificios, los
Forma de Plasmarse objetos en la distribución y usos
de espacios y tiempo.

Romano Guardini indica que el poder es algo de que se puede disponer, y que es
introducido en la relación de causa-efecto por el que obra. El poder solo se define cuando
el hombre cobra conciencia de él, decide sobre él, lo transforma en acción, todo lo cual
significa que debe ser responsable de él.
El efecto del poder es siempre una acción, hallándose bajo la responsabilidad de una
instancia humana, de una persona. Esto ocurre así aun en el caso de que el hombre que
ejerce el poder no quiera la responsabilidad.
Por sí mismo, el poder no es ni bueno ni malo, solo adquiere esa connotación por la
decisión de quien lo usa, pues es regido esencialmente por la libertad.
El poder también está definido por su carácter universal. Que el hombre tenga poder y
que al ejercerlo experimente una satisfacción especial, se vincula con todas sus
actividades y circunstancias. Toda acción, creación, posesión o goce producen
inmediatamente el sentimiento de tener poder, incluso refiriéndonos al poseer
conocimiento.
Simplemente por vivir estamos unidos con a conciencia del ejercicio y goce de poder. En
su sentido positivo, suscita la conciencia de disponer de sí mismo y de tener fuerzas
(acción productiva del poder, produce saber, ayuda a realizar deseos). En su sentido
negativo, se convierte en soberbia, orgullo y vanidad (función de represión, censura).
Al tener en cuenta la relación dominio-dominado, se advierte que no existen causas
unilaterales. Un ser actúa sobre otro porque éste hace posible y colabora a su realización.
En general, al ejercicio del dominio, corresponde a la larga en el dominado no sólo una
pasivo dejar hacer, sino también una voluntad de ser dominado, pues ello le descarga de
responsabilidad y de esfuerzo.
Llevando esta categoría sociológica a la investigación realizada, se puede identificar tres
actores puntuales que pujan por el poder. Ellos son: el paciente junto a su familia, los
enfermeros y los doctores.
En el siguiente fragmento de la entrevista realizada podemos verificar como los padres
creen poseer poder sobre las enfermeras, considerando que ellas están para servirlos,
incluso más allá de lo que su profesión les indica, situación que se encuentra dentro de
los aspectos negativos de la profesión, valorizado por las mismas enfermeras:

Enfermera B: “Por ahí la parte fea es el trato de los padres, de algunos padres, que creen
que somos niñeras, que limpiamos, como que desvalorizan nuestra profesión realmente,
esa es la parte fea.”

De este modo se utiliza el poder con una connotación negativa. Sin embargo, en otros
momentos de la entrevista, se puede verificar como las enfermeras utilizan de forma
positiva el poder que poseen, sabiendo que cuentan con las herramientas para poder
acompañar a los familiares de los pacientes en momentos difíciles:
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 13

Enfermera D: “No con los pacientes, pero por ahí con la familia uno trata de contener
un poco más, o estar más tiempo, escuchar a la familia, que se puedan desahogar.”
Enfermera A: “Por ahí te pasa que entras a la pieza y decís “buen día” y ellos te hablan,
te hablan, te hablan y capas que estás una hora, dos horas, pero por ahí es lo que ellos
necesitan.”
Enfermera F: “Si, te tomas un tiempito más.”

Este conocimientos que poseen y que sirve para acompañar a la familia de los pacientes,
se vuelve una carga cuando toca acompañar a familiares propios o seres queridos, incluso
cuando entre ellas tienen que brindarse apoyo por alguna situación particular:

Enfermera D: “…es lo peor que te pueda pasar entender y saber todos los procedimientos
y todas las cosas que le están haciendo a tus familiares…”

Enfermera A: “no querías preguntar nada porque después vos sabes que capas ella te
preguntaba y vos decís ´no, ¿Para qué la fui a ver?´ porque vos la veías y estaba mal, y
vos tenías que venir y con cara de nada y decir ´no, está bien, ahí la fui a ver´. Es difícil
porque uno sabe, ¿Me entendés? No es que le podes decir como a cualquier otra persona
´bueno, está mejorando, hay que tener paciencia´, no, porque nosotros sabemos cómo es,
entonces es más difícil todavía.”

Enfermera B: “…De saber ya me imaginaba cualquier cosa […] Ya me imaginaba lo


peor. […] Como dicen, el saber es peor porque se te va la cabeza al extremo, a lo peor.”

Por otro lado, cuando la puja de poder se juega entre los enfermeros y los doctores, la
situación es un poco más tensa. Quien posee el saber práctico parece ser quien debería
tener el poder, o por lo menos eso reclaman. Es por eso que puede advertirse en la
entrevista que las enfermeras reclaman reconocimiento por parte de los doctores y los
pacientes, porque son ellas las que tienen el poder de “salvar vidas” y de tomar las
decisiones más adecuadas para cada caso:

Enfermera A: “A veces, ha pasado acá, que salvan. Los enfermeros terminan salvándole
las papas a los médicos. Un montón de veces, pero un monto de veces.”

Enfermera C: “…como nosotros estamos tan encima del paciente, ellos nos preguntan a
nosotros.”

Enfermera A: “La urgencia del Ciro la manejo un enfermero de acá, fue él el que masajeó
y él le decía a la médica “hacele tal cosa, hacele tal otra, ¿y si le hacemos tal otra?”. Y
las médicas daban el ok porque obviamente son ellas las que tienen que indicar.”

Enfermera D: “la gente que realmente tuvo algún problema grave de salud, que pasó
mucho tiempo internado y demás, saben que los enfermeros son los que manejan los
hospitales, porque es así.”

Enfermera B: “Como que no nos valoran. Y ahora hoy en día no somos ningunos brutos.
Estudiamos y todo.”
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 14

Enfermera F: “Muchas veces por un criterio de enfermería, se le cambia el tratamiento


al paciente o algo, no porque nosotros lo decimos, sino porque nos escuchan y el médico
es el que pone el sello.”
Enfermera A: “Claro, el sello o la firma, que es lo que legalmente corre. Es así.”

Incluso se advierte como el conocimiento puede ser tomado como sinónimo de poder
cuando hablan de su formación profesional. Sin embargo, al mencionar que “el sello o la
firma, que es lo que legamente corre” lo poseen los médicos, se rinden frente a la realidad
que indica que el poder legal no está en los enfermeros, sino en los médicos.
La concepción de poder que se identifica en la Vision Clasica, donde el poder reside solo
en un lugar definido y central, con una mirada un tanto marxista, por lo que se advierte
una “lucha” por poseer el poder, aunque no sea indicado de modo explícito.

Autoridad
”Europa envejece comprueba la demografía. Pero, ¿adónde han ido los adultos?
pregunta la antropología.”

La frase de Alain Finkielkraut expresa de manera sintética y al mismo tiempo elocuente


la situación de crisis de autoridad de la que tanto se habla y se escribe desde hace unas
décadas. Lo que se puede constatar con llamativa frecuencia en la actualidad es que los
adultos no asumen las responsabilidades que les corresponden, que han renunciado a su
misión específica, que prolongan indefinidamente la etapa juvenil, que no ejercen su rol
de referencia y guía de los niños y adolescentes y que, como consecuencia de estas huidas,
producen un vacío que los abandona en la desorientación.
La autoridad implica una obediencia en la que los hombres conservan su libertad y por
este motivo solo es posible su legítimo ejercicio si los adultos son capaces de ofrecer
propuestas cuyos contenidos provoquen el deseo de constatar su correspondencia con las
exigencias constitutivas de la razón y del corazón humanos y la adhesión voluntaria para
recorrer el itinerario de verificación.
Hannah Arendt en los años 50 dijo que “los adultos desecharon la autoridad” y que “esto
sólo puede significar una cosa: que se niegan a asumir la responsabilidad del mundo al
que han traído a sus hijos”- Esto se presentan hoy de manera aún más intensa y
preocupante.
El problema crucial de la actual es que los adultos ya no tienen la certeza de poseer algo
bueno, inteligente y bello para proponer a los niños y los adolescentes en la familia y en
la escuela.
Las nuevas generaciones reconocen autoridad a los adultos que viven una intensa relación
con la realidad, a aquellos en los que emerge continuamente una curiosidad, un atractivo,
una búsqueda apasionada del significado de todo lo que existe, una conmoción, un
estupor, un saber y un gozo que desea ser comunicado, participado, propuesto a los niños
y a los jóvenes. Es autoridad quien convoca continuamente a los valores últimos, quien
provoca con su presencia una tensión continua a los grandes ideales, quien suscita respeto,
asombro, deseo de crecer.
El “yo” es la conciencia de toda la realidad, el “punto” donde la realidad entera es
valorada, el “lugar” en el que emerge el sentido de todas las cosas. Dondequiera que el
“yo” se encuentre debilitado, disgregado o directamente no esté presente, la realidad
desaparece o se torna insignificante. En un “yo” ausente las exigencias constitutivas
elementales de la razón y del corazón humano dejan de ser la fuente última y criterio de
juicio, de acción y de afecto en relación a los acontecimientos y las circunstancias de la
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 15

vida, de lo que resulta un “yo” fragmentado, inconsistente, diluido en una multitud de


instantes fugaces, zarandeado de un lado a otro por los sucesos y las corrientes de opinión
mayoritarias.
He aquí la raíz profunda de la crisis de autoridad la ausencia y la fragmentación del “yo”
que caracteriza la cultura de masas de los tiempos actuales. Las personalidades se van
impregnando de la incapacidad para conmoverse, del desinterés, del escepticismo, de la
desconfianza, de la desafección, de la rutina inercial, de la desesperanza, de la carencia
de entusiasmo por la vida, de la pérdida de un sentimiento bueno acerca de sí mismo y de
los demás. En estas condiciones nadie puede ayudar a crecer a los demás.
El primer paso del necesario despertar del “yo” es mantener intensamente vivo el deseo
humano de felicidad, de alimentar continuamente la tensión hacia el significado último
toda la realidad y de la propia existencia, de ensanchar la razón hasta el Infinito. Ante un
“yo” así despierto cualquier intento de reducir su deseo está destinado al fracaso porque
nunca se contentará con las migajas que le ofrezcan las circunstancias de la vida o los
poderes de turno.
Al pensar esta categoría en relación a la investigación llevada a cabo, se han podido
realizar algunos hallazgos a partir del Focus Group.
En algunas ocasiones las enfermeras tienen de demostrar cierta dureza y frialdad, lo que
hace pensar en una imagen que quieren mostrar en post de no perder el respeto y la
autoridad ganada frente a los padres y los pacientes. Es visible esta situación cuando
relatan como es el después de juntarse en la sala de enfermeros a llorar por alguna
situación que las movilizó:

Enfermera B: “No, es nuestro nomás. Pero siempre acá y después a cara lavada salimos
y los padres no se dan cuenta. Es al interno nomas.”

También, para mantener la autoridad frente a algunos pacientes complicados, apelan a un


carácter más duro:

Enfermera A: “Si, porque hay veces que necesitas ser más duro y hay veces que necesitas
ser más dócil.”

Enfermera B: “…Ponele ahora hay un chico grande, de 14 años, que está acá por
tratamiento de un caso a estudiar, que se le dice así cuando son casos de chicos que están
en la calle, marginados, adictos a las drogas. Y es un pibe difícil, y a mí ya me toma el
pelo, sabe cómo, entonces yo ahora no lo estoy atendiendo, porque me puede, yo me rio
de los chistes que hace y no, hay que estar serio con él. Y después hay otro caso que nada
que ver, que es todo lo contrario, que es el tema de la Viki, que ella viene por maltrato y
ella quiere todo suave, con amor, porque pasó de todo esa bebe y donde vos sos brusco
o algo se asusta. Entonces obviamente, con el otro pibe no puedo, pero con esta bebé
si…”

Por otro lado, marcan la diferencia que hay en el trato con niños que con adultos. En
algunos casos los pequeños no reconocen autoridad en los enfermeros, y estos no pueden
tomar las riendas de la situación, por lo que prefieren el trabajo con adultos:

Enfermera B: “Claro, porque hay gente que sí, que no puede con los chicos. Pero, qué
se yo, a una persona grande vos le hablas, es distinto. Es distinto.”
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 16

Las enfermeras también consideran una falta de autoridad frente a la sociedad que no
conoce la labor de las enfermeras, y que tampoco las reconocen:

Enfermera B: “Como que no nos valoran.”


Por último, frente al ejemplo que deberían ser para sus pacientes respecto del cuidado de
su salud, del físico y de su espiritualidad, las enfermeras plantea que no pertenecen a
ningún grupo u organización y que ni siquiera asisten al gimnasio, amparándose en la
falta de tiempo, producto de os horarios rotativos en el hospital:

Enfermera A: “No es por escusa, pero hay veces que pertenecer a algo se te re complica
por los horarios que tenemos.”
Enfermera D: “Si, por nuestros horarios.”
Enfermera A: “Ni si quiera podemos ir al gimnasio. Es difícil pertenecer a algo que tenga
horarios y días, no podes asumir el compromiso. No es escusa, pero es complicado.”

Ideología
La ideología designa inicialmente ciertos procesos de deformación, de disimulo, en virtud
de los cuales un individuo o un grupo expresa su situación, aunque sin saberlo o sin
reconocerlo.
La ideología es siempre un concepto polémico. Lo ideológico nunca es la posición de uno
mismo, es siempre la postura de algún otro, de los demás, es siempre la ideología de ellos.
La gente nunca dice que es ideológica ella misma, el termino siempre está dirigido contra
los demás.
Hay distintos sentidos de ideología a saber:
- Doctrinas u opiniones determinadas o motivadas por intereses: por ejemplo el
interés económico. Una persona que posee muchos bienes materiales defiende una
concepción de la propiedad privada en que el dueño pueda hacer lo que quiera con
lo suyo, sin reconocer las consiguientes cagas sociales. Piensa así “porque le
conviene”. Podemos distinguir aquí dos aspectos:
o A algunas escuelas de pensamiento, al menos en su origen, podríamos
llamarlas “ideologías”, como lo fue el liberalismo económico.
o Podemos hablar de “ideología individual”, cuando nos referimos a modos
de pensar que adoptamos, sin darnos cuenta, para escapar a la verdad y al
bien y a sus riesgos. Esto se debe a que como somos racionales tendemos
a justificar nuestro actuar en términos de bien y de razonabilidad, y por
eso nos fabricamos esquemas mentales para auto justificarnos.
- Monocausalismo: es una ideología como doctrina o modo de pensar, que explica
toda la realidad por un solo factor. Por ejemplo, hay una dependencia de los países
subdesarrollados para con los países desarrollados, y se atribuye todos los
problemas del primero a esa dependencia. Si bien puede ser una de las causas,
deben existir concausas. El error está en la generalización.
Ahora bien, generalmente se toma como negativo el concepto “ideología” porque todos
captamos que la expresión “pienso como me conviene” no es lo mismo que “pienso
porque es la verdad o porque es lo bueno”, y que lo primero es ilegítimo por oponerse a
esto último. Estamos hechos para la verdad. Estamos hechos para justificar nuestro actuar
con la recta razón, no con nuestra conveniencia. Sin embargo, no todo error es ideología
sino que con verdades se puede hacer ideología.
La ideología para el marxismo sería una forma de pensamiento que se caracteriza por ser
determinada socialmente por otra cosa, que sirve de “pantalla” para descubrir la “relación
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 17

de dominación”, no teniendo relación con la realidad, por lo que sería falsa. Por ejemplo,
al que es explotado por su patrón se le dice que en la vida eterna recibirá el ciento por
uno, y esto funciona como una especie de narcótico que anestesia al hombre y le impide
reaccionar. Por eso dice que la principal ideología es la religión, y la llama “opio de los
pueblos”.
La mejor manera para poder identificar la ideología dentro de la investigación fue
tomando el concepto de conjunto ideas que sostienen la posición de alguien o de un grupo
de personas frente a determinados hechos. En algunos casos es tomado de forma positiva
(cuando reflejan la realidad) y en otros de forma negativa (cuando detrás de la idea hay
una realidad distinta a la considerada).
En un primer fragmento de la entrevista vemos que existe la idea general que el trabajar
con chicos está solo reservado al trabajo de las maestras jardineras. Esto se considera de
forma negativa porque la realidad indica otra cosa:

Enfermera A: “A mí, por ejemplo, me pasa que trabajar con chicos, más allá que no me
siento una maestra jardinera, la conexión que se hace con los chicos no te pasa con
todos.”

Por otro lado, también de forma negativa, se puede ver como frente a una determinada
pregunta, una enfermera contesta, pero en su respuesta incluye a todas, haciéndolas
partícipes de su pensamiento:

Enfermera C: “Yo creo que a nosotros nos gusta todo, tanto la parte mala como la parte
buena, que nos ayuda mucho a crecer, tanto en lo laboral como acá (señala su cabeza).
Porque nosotros tenemos que aprender mucho a manejar todo eso, porque es lo que nos
toca enfrentar.”

También se puede observar que cuando uno experimenta estar del “otro lado” tiene la
posibilidad de conocer la realidad de otro modo y romper con la ideología que nos
acompaña, logrando así empatizar con alguien que anteriormente parecía ser nuestro
“enemigo” por no compartir nuestro conjunto de ideas:

Enfermera A: “Yo tuve a mi hija internada también acá, pero fue algo mucho más leve.
Pero si, a mí me pasó de entender la otra parte, porque nosotros acá somos enfermeras.”
Enfermera F: “Ponerse en el lugar del otro.”

A su vez, la ideología negativa que posee la sociedad respecto de los enfermeros, las
afecta porque no refleja la realidad, sino que encubre una profesión valiosa y necesaria
para todos, detrás de una aparente profesión reducida a trabajos desagradables:

Enfermera D: “Como gordas, ese es el primer ítem.”


Enfermera C: “Como limpia c***, todos dicen que las enfermeras hacen eso.”
Enfermera A: “Cuando decimos que somos enfermeras nos dicen ´yo no podría limpiar
un c***´.”
Enfermera D: “Se lo limpian los padres.”
Enfermera A: “Y si así lo hiciéramos, es parte de la profesión.”
Enfermera F: “Pocas personas saben lo que realmente hacemos nosotras. Todos piensan
que ponemos inyecciones, pero no es lo único que hacemos.”
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 18

Paradigma Positivista – Émile Durkheim


Los sociólogos anteriores veían la sociología no como un ámbito autónomo de
investigación, sino a través de acercamientos psicológicos u orgánicos. Durkheim, por el
contrario, concibió la existencia de fenómenos específicamente sociales (“hechos
sociales”), que constituyen unidades de estudio que no pueden ser abordadas con técnicas
que no sean las específicamente sociológicas. Así mismo redefinió la sociología como la
ciencia que tiene como objeto el estudio de estos hechos.
A su vez, definió los hechos sociales como “modos de actuar, pensar y sentir externos al
individuo, y que poseen un poder de coerción en virtud del cual se imponen a él”.
Dichos “hechos sociales” existen con anterioridad al nacimiento de un individuo en
determinada sociedad y por lo tanto, son exteriores a él. Son colectivos porque son parte
de la cultura de la sociedad, y son coercitivos porque los individuos se educan conforme
a las normas y reglas de la sociedad solo por el hecho de nacer en ella. Durkheim afirmó:
“Si existían antes es que existen fuera de nosotros”, y menciona como ejemplos la lengua
natal, la escritura y el sistema monetario.
Durkheim también afirmó que la sociedad era algo que está fuera y dentro del individuo
al mismo tiempo, gracias a que este adopta e interioriza sus valores y su moral. El hecho
social tiene una fuerte capacidad de coerción y de sujeción respecto del individuo. Por
ende el hecho social no puede reducirse a simples datos psicológicos, y la conciencia
colectiva prima siempre sobre el pensamiento individual, siendo entonces la sociedad, y
no el individuo, la unidad de análisis primordial de la sociología.
“Amar la sociedad es amar algo más allá de nosotros mismos y algo en nosotros mismos”,
es una curiosa frase de Émile Durkheim que expresa la influencia que puede tener la
sociedad en las personas. Reconociendo que la sociedad existe más allá de nosotros
mismos, ella es mucho más que los individuos que la componen. La sociedad tiene una
vida propia que se extiende más allá de nuestras experiencias personales. La sociedad
tiene el poder de determinar nuestros pensamientos y acciones.
A su vez, el hombre no puede vivir en medio de las cosas sin forjarse ideas, de acuerdo
con las cuales regula su conducta. Como nuestra experiencia de los fenómenos sociales
es muy limitada, las prenociones terminan por reemplazar a esa experiencia.
Dice Durkheim: como estas nociones nos son más próximas y están más a nuestro alcance
que las realidades a que corresponden, tenemos una tendencia natural a sustituir a éstas
por aquéllas y a hacer de ellas el tema mismo de nuestras especulaciones. Entonces, en
lugar de observar las cosas, de descubrirlas y de compararlas, nos contentamos con tomar
conciencia de nuestras ideas. Con analizarlas y combinarlas.
Los hombres no han esperado al advenimiento de las ciencias sociales para forjarse ideas
sobre el derecho, la moral, la familia, el Estado o la propia sociedad, pues no podían
prescindir de ellas para vivir. Es sobre todo la sociología donde estas prenociones están
en situación de dominar a las inteligencias y de sustituir a las cosas. Las cosas sociales,
parece que no son otra cosa que la puesta en ejecución de ideas, innatas o de otro tipo,
que llevamos dentro de nosotros.
El punto de partida para una sociología científica son los hechos mismos. De ahí que
Durkheim propone tratar a los hechos sociales como cosas. En efecto, es cosa todo lo que
se da, se ofrece o, más bien, se impone a la observación.
Existe un colorario del método propuesto por Durkheim:
1- Hay que desechar sistemáticamente todas las prenociones: el sociólogo tiene que
tener claro que el sentimiento es objeto de estudio de la ciencia, no criterio de la
verdad científica.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 19

2- No tomar nunca como objeto de nuestra investigación más que un grupo de


fenómenos previamente definidos por ciertos caracteres exteriores que le son
comunes, e incluir en la misma investigación a todos aquellos que corresponden
a esta definición.
3- Cuando el sociólogo se propone explorar un orden cualquiera de los hechos
sociales, debe esforzarse por considerarlos desde un ángulo en que se presentan
aislados de las manifestaciones individuales.

Llevando la propuesta de Durkheim a la investigación realizada sobre los enfermeros y


su trato con los pacientes, se debería eliminar la mirada subjetiva de cada uno de los
profesionales y comenzar a pensar que todos los profesionales piensa del mismo modo
frente al mismo hecho, fruto de vivir en una sociedad que tiene ideas previas que se
transmiten a cada uno de los miembros que la componen.
A su vez, a la hora de comenzar esta investigación, debería despojarme de todos los
preconceptos que podría tener y que influyen en la mirada acerca del hecho social
investigado (la concepción de muerte de los enfermeros y sus repercusiones sobre el trato
a los pacientes), como ser el creer que los enfermeros católicos tendrán un trato mejor,
que el hecho de trabajar con niños los sensibiliza más, que la frecuencia de la muerte de
los niños genera que naturalicen esta situación, etc.
Considero que Durkheim tomaría la categoría sociológica de ideología, puesto que la
sociedad está por encima del individuo, por ende las ideas colectivas están por sobre las
individuales. Este conjunto de ideas que puede sostener la sociedad puede reflejarse en el
concepto que tiene la gente sobre las enfermeras, dicho por ellas mismas, y que tanto peso
parece que les genera. Por otro lado, la experiencia hace que las enfermeras forjen
también ciertas ideas sobre la salud de sus pacientes, considerando que los más graves no
podrán salir adelante.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 20

CONCLUSIÓN
Muchas de las preguntas que fui planteando en el trabajo, en algún momento de mi
experiencia pastoral fueron surgiendo de modo individual al visitar a los niños que están
internados en el Hospital Alassia.
Al intentar abordar este tema desde la sociología, descubro que la misma me aporta
conocimientos que aluden al hombre como ser social, dejando de lado la mirada
individual que tuve en un comienzo, tratando de observar de forma integral a toda la
comunidad del Hospital, y llegado el caso, transpolar la experiencia al resto de los
Hospitales.
Mis preguntas sobre casos particulares adquirieron connotación de “colectivas” al
abordarlas desde un análisis sociológico.
A su vez, conocer los métodos de recolección de datos de la sociología y apropiármelos,
me ayudó a poder obtener datos más relevantes, que talvez de otro modo no hubiera
obtenido, o interpretarlos de modos distintos que antes no lo hubiera hecho, como por
ejemplo hacer el ejercicio de tratar de descubrir cuáles son las exigencias humanas que
se esconden detrás de cada respuesta de los enfermeros.
Por otro lado, la frase “basta un botón para muestra” trajo paz a mi corazón, puesto que
en un primer momento hubiera querido entrevistar a todos los enfermeros,
preocupándome el hecho de no llegar a hacerlo, no poder contactar a todos e incluso dejar
alguno de lado sin advertirlo. Sin embargo, aplicando métodos de muestreo, uno puede
realizar el trabajo de campo y obtener los resultados necesarios para poder elaborar
conclusiones que apliquen a la realidad del hospital en su totalidad.
Dejando de lado mi experiencia personal, me gustaría repasar algunos datos que me ayudarán a
confirmar o refutar mis hipótesis:
- Los enfermeros ven a la muerte como la parte fea de su trabajo
- A los enfermeros le cuesta nombrar la muerte, reemplazándola por las frases “cuando uno
se va” o “urgencias que no salen”
- Tratan a todos los pacientes por igual, no hacen diferencias con aquellos que tienen mayor
riesgo de vida, pero si tienen mayor atención con los padres y familiares de niños graves.
- Los enfermeros no naturalizan la muerte, siendo con dolor cada vez que sucede,
especialmente cuando sucede con alguno de los pacientes con los cuales forjaron un
vínculo.
- La religión y la fe ayuda a los enfermeros a sobreponerse luego de los desenlaces fatales.
- Los enfermeros valoran más la vida después de cada muerte.
- Los enfermeros, luego de ciertas experiencias personales logran empatizar con los padres
de sus pacientes.
- Los enfermeros son muy sentimentales, se juntan a “descargarse” y llorar y se apoyan
mutualmente, imagen que no muestran a la sociedad.
Por todo esto concluyo que ninguna de las dos hipótesis planteadas en el inicio del trabajo se
confirma plenamente, pero tampoco puede rechazarlas por completo. Mientras la primera dice “si
los enfermeros naturalizan la muerte como parte de su trabajo, su trato no varía entre
pacientes que no corren riesgo de vida y otros que sí”, la segunda, como contracara,
afirma “aquellos enfermeros que toman la muerte como un proceso con un desenlace
doloroso, tanto para ellos como para el paciente y sus familiares, su atención será más
humana, tratando de favorecer y brindar la mejor calidad de vida al paciente en sus
últimos días en este mundo”.
La realidad indica que los enfermero no naturalizan la muerte, la ven como un proceso
doloroso que afecta al paciente, sus familiares y a ellos mismos, provocando que se
generen reuniones improvisadas en las salas de enfermería para poder apoyarse entre
todos y recomponerse ante un hecho fatal. Sin embargo, esto no deviene en un trato
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 21

diferente de un paciente a otro, incluso cuando saben que la muerte es inminente. Tratan
a todos por igual, con la dedicación y delicadeza que pude observar a lo largo de los
sábados que me toco asistir al hospital. El trato sí varía con respecto a los padres y
familiares de los niños graves. Se nota en esa relación una especial atención por parte de
los enfermeros, seguramente producto de empatizar con ellos y conocer cuáles son sus
sentimientos por haber pasado previamente por situaciones similares con alguno de sus
seres queridos.
Mis visitas al hospital, y principalmente este trabajo de investigación, hicieron que
cambie la mirada que tengo respecto de los enfermeros, y en especial me ayudó a
comprender aquella pasión que intenta trasmitirme mi papá desde pequeño sobre su
profesión, que tanto ama.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 22

BIBLIOGRAFÍA
Apuntes de clases y material aportado por la cátedra. (s.f.).
Cantero, C. R. (2015). La autoridad pedagógica de los docentes. Memorandum 28, 206-
220.
Clérico, G. M. (Diciembre de 2012). La unidad en la Diversidad: estudio crítico de la
experiencia elemental de niños migrantes en una escuela pública de a ciudad de
Córdoba. Cuadernos de Educación(10).
Guardini, R. (1982). El poder. Madrid: Cristiandad.
Mayo, A. (14 de agosto de 2016). Miseria de la sociología. Obtenido de
http://miseriadelasociologia.blogspot.com/2016/08/durkheim-y-el-metodo-
sociologico-tratar.html
Ricoeur, P. (1994). Ideología y Utopía. Barcelona: Gedisa.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 23

ANEXO 01

Problematizando desde el binomio individuo – sociedad


Podemos entender la Sociología como el estudio del hombre relacionado con la sociedad
(pobreza, fracaso escolar, fenómenos sociales, el hombre y sus contextos, roles, etc). De
la interacción que existe entre el hombre y la sociedad, surge la Sociología Relacional:
megateoría que incorpora teorías de distintas corrientes sociológicas, poniendo el foco en
la relación social (objeto de estudio de la Sociología Relacional)
Estudiar la realidad social en cuanto realidad relacional significa asumir, implícita o
explícitamente, pero siempre conscientemente, una perspectiva filosófica según la cual el
objeto es identificado como “modo relacional del ser”.
La sociología es por lo tanto la investigación de tales conexiones reales típicas,
conexiones que son al mismo tiempo “acciones” y “funcionamientos”, intersubjetividad
y estructura organizada. Los asuntos y las hipótesis no son, ni pueden ser, de tipo
evolucionistas pero sí de carácter evolutivo, con diferentes grados de contingencia. La
lógica de lo social es de hecho una lógica intencional y “teleológica” (en el sistema de
acción) al mismo tiempo que lo es la doble contingencia y no específica. Por lo tanto, el
principio de explicación de la realidad social no puede ser ni de causalidad mecánica ni
de “indeterminación”, sino más bien de determinación simbólicamente mediada.
El “todo” social no es la simple “suma” de las partes, sino sobre todo su “producto”.
Como tal, la sociología relacional está abierta a establecer relaciones significativas con la
metafísica.
Ahora podemos tratar de entrar más a fondo en el paradigma sociológico relacional, en
base al cual podemos definir la sociología como disciplina teórico – práctica, ya que:

 La sociología ha nacido y se desarrolla siempre, en relación con los puntos de


vista prácticos. A los fines de la investigación sociológica, aun cuando sea puramente
cognoscitiva (por lo tanto, mira el conocimiento en sí y por sí) mueven siempre a los
“puntos de vista práctico” que juegan de premisas en la investigación (asuntos de
fondo).
 Sus conocimientos se mueven por y son orientados a resolver problemas prácticos.
 Ofrece “leyes sociales” que sean aplicables a situaciones singulares como
previsión de un resultado necesario a ciertos procesos. Puede permitirse operar en el
sentido de que advierte:

 Las elecciones de valor que puede hacer un sujeto.


 Las probables consecuencias de cierto curso de acción.

La sociología es capaz de favorecer la combinación y lectura del fenómeno social, como


encuentro y diálogo entre planos diferentes, entre la realidad de hechos y el “deber ser”.
Una sociología así no puede no estar inspirada en el “realismo relacional”, aquella
aproximación crítica frente a cualquier tentación sociologista (materialista, positivista,
nomininalista). Trataré a continuación de explicitar cual es el objeto y el método que
utiliza la sociología:

 Objeto: la realidad social (el actuar humano, en acto o latente y ya condensado en


instituciones) bajo el aspecto de relaciones. No procura conocer la esencia del hombre
y de la sociedad, sino el modo en cual ellas se manifiestan por el hecho de “estar en
relación con”.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 24

Con el término “realidad social” se entiende el conjunto de relaciones con las cuales
el hombre (como individuo, como grupo, como movimiento colectivo) ha estado y
estará involucrado.
 Método: es “objetivo”, positivo pero no positivista, en el sentido de que, a través
de procedimientos científicos de observación y de experimentación, procura alcanzar
resultados válidos y confiables acerca de la comprensión y la explicación de la acción
humana.

Desde esta mirada, me surgen las siguientes preguntas:


- ¿Qué vínculos se establecen entre los enfermeros y los pacientes?
- ¿Existen vínculos que trascienden las paredes del Hospital?
- ¿Cómo perciben los niños el trato de los enfermeros?
- ¿Los enfermeros se limitan a lo estrictamente profesional o acompañan a los
pacientes desde lo humano y lo espiritual?
- ¿El trato humano por parte de los enfermeros ayuda a la recuperación de los
pacientes?
- ¿Están preparados los enfermeros para afrontar la muerte de sus pacientes?
- ¿Es la muerte considerada “injusta” por la sociedad, especialmente en niños?
- ¿Cómo es vista la labor de los enfermeros por la sociedad? ¿Es valorada?

Problematizando desde la “Acción Social Total”


Las acciones sociales totales, son hechos sociales que presentan de manera arquetípica la
característica de la totalidad. Poseen ciertas características distintivas:

 Se trata de acciones individuales concretas que manifiestan, a manera de síntesis,


la confluencia de lo fisiopsicológico, lo histórico y lo sociológico.
 Revelan el carácter sistemático de lo social, pues muestran “a la vez y de golpe”
no sólo el conjunto de instituciones sociales (religiosa, jurídica, moral, política,
familiar y económica) sino también el orden que fundamenta las mismas.
 Los intercambios entre los miembros de distintas colectividades pueden ser
considerados como los hechos sociales de naturaleza más intensamente total, pues
movilizan el conjunto de la experiencia total de cada parte y evidencia la naturaleza
comunicativa y transaccional de la existencia humana.

La noción de hecho social total está vinculada al momento en que el análisis revela la
unidad inconsciente de lo individual y lo colectivo. Expresa la coincidencia, dentro de los
actos individuales, de lo sociológico (sincronía), con lo histórico (diacronía) y con lo
fisiopsicológico.
Coincidencia debida a la naturaleza concreta de la acción individual y a su capacidad para
desarrollarse como síntesis real de todos los aspectos que caracterizan a los seres humanos
(el físico, el fisiológico, el psíquico y el sociológico).
La índole “total” de cualquier acción social se deriva, entonces, de su capacidad para
integrar en lo concreto los anteriores aspectos mencionados.

Desde esta mirada, me surgen las siguientes preguntas:


- ¿La concepción de muerte que tengan los enfermeros será igual en todos los
sectores del hospital?
- ¿Los pacientes de todos los sectores necesitan ser tratados del mismo modo?
- ¿Los enfermeros de todos los hospitales trataran a los pacientes del mismo modo?
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 25

- ¿Todos los pacientes percibirán el mismo trato por parte del mismo enfermero?
- ¿La relación que exista entre un enfermero y un paciente bastará para considerar
que todas las relaciones se dan del mismo modo?

Problematizando desde la Fenomenología


Tomare la Fenomenología como método de investigación. La misma:
 Investiga las vivencias de los seres humanos frente a un fenómeno.
 Describe de qué modo se organiza una cultura para acceder a niveles culturales
diferentes.
 Está atenta a los elementos fundantes para acoger allí un posicionamiento referido
a lo humano.
 Ve lo esencial (fundante, elementos comunes) y lo accidental.

Schutz incorpora el concepto de “mundo de vida”, el cual lo considera como un mundo


social que aparece a los individuos de forma pre-estructurada, lo toma como algo ya dado.
Hacen al concepto:
 La actitud natural: postura asumida ante los hechos objetivos que considera que
las condiciones para su acción son impuestas por los objetos que los circundan, por
las intenciones de los otros actores, por las costumbres y leyes, etc.
 Factores que orientan la conducta de cualquier individuo en su mundo de vida: las
condiciones y oportunidades para conseguir sus objetivos, en base a sus experiencias
antecedentes. El individuo está en una “situación biográficamente determinada”: Es
imposible que dos individuos experimenten la misma situación del mismo modo.
 Los medios que orientan la conducta del individuo en diversas situaciones: el
inventario de experiencias y de conocimientos disponibles. Ante toda nueva acción
consulta su propio repertorio de experiencias previas (algunas son relevantes, otras
no). Tiende a asumir un carácter rutinario.
 Sujeto es guiado en mundo de vida por instrucciones, exhortaciones e
interpretaciones que les son ofrecidas por los otros.
 La construcción de su propia visión sobre el mundo es hecha con la ayuda de los
otros.

Desde esta mirada, me surgen las siguientes preguntas:


- ¿El concepto de muerte es un elemento esencial o accidental?
- ¿Las repetidas experiencias de fallecimientos de niños afecta el concepto de
muerte de los enfermeros?
- ¿Frente a la misma enfermedad, consideraran que tendrá el mismo desenlace?
- ¿De qué modo se podrá clasificar a los enfermeros de acuerdo a su mirada sobre
la muerte?
- ¿De qué modo podré agrupar a los pacientes según como perciben el trato de los
enfermeros?
- ¿De qué modo podré agrupar la relación que se establece en el vínculo paciente-
enfermero?
- ¿El concepto de muerte de los enfermeros viene dado por sus experiencias
personales o se fue formando en el Hospital?
- ¿El concepto de muerte de los enfermeros cambia a partir de la muerte de algún
ser querido?
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 26

Es necesario aquí hace una epoché y dejar de lado algunas ideas previas que pueden
entorpecer el trabajo de investigación:
o Los enfermeros cristianos tratan mejor a sus pacientes.
o Los enfermeros no logran estrechar vínculos afectivos con los pacientes, sino que
son objeto de su trabajo.
o El hecho de que los pacientes sean niños, moviliza más a los profesionales.
o Tener una visión negativa de la muerte, produce que los enfermeros se enojen con
Dios frente al fallecimiento de los niños, considerándolo una injusticia.

Problematizando desde la Globalización


Desde dicha mirada, podemos abordar los diferentes modelos que se postulan ante la
Diversidad Cultural:

 Asimilacionista: es un modelo que amenaza la integridad y la cohesión social,


intenta eliminarla o reducirla. Obliga a renunciar a la identidad cultural, genera
desarraigo. Somete a las culturas a los procesos de desintegración.
 Integracionista: plantea plena igualdad de derechos para todos. Considera el
fenómeno multicultural como déficit cultural. Forma actitudes positivas hacia la inter
cultura. Busca eliminar prejuicios y actitudes racistas.
 Pluralista: promueve la incorporación de todos los sistemas culturales en igualdad
de condiciones: todas tienen el mismo valor (relativismo cultural) y se afirman
ratificando sus diferencias. Acentúa dicotomía entre las culturas. Legitima diferencias
culturales en la sociedad pluralista. Busca la toma de conciencia de situaciones de
opresión de los grupos: explicita el papel de los mecanismos de poder.
 Intercultural: considera la interacción entre culturas como riqueza. Promueve la
diversidad cultural. Fomenta la emancipación y la reconstrucción social.

Desde esta mirada, me surgen las siguientes preguntas:


- ¿Es aplicable, a los enfermeros, alguno de los modelos que se postula ante la
diversidad cultural?
- ¿Existen elementos comunes en el concepto sobre la muerte en los enfermeros
que no son de la ciudad de Santa Fe? ¿Y los que son de la ciudad tienen todos el
mismo concepto?
- ¿El vínculo que se establece entre el enfermero y el paciente, es favorecido por la
procedencia del interior de la provincia del paciente?
- ¿Cómo se expresa la diversidad cultural de los enfermeros en este tema?

Problematizando desde la Experiencia elemental


Esta mirada permite reconocer de qué modo aparece en las distintas personas,
provenientes de distintos contextos, la misma experiencia elemental, bajo el supuesto que
las personas, que provienen de distintos contextos culturales, manifiestan exigencias
humanas de igualdad y alteridad.
Se sostiene que todos los hombres comparten la misma experiencia elemental, constituida
por sus exigencias humanas fundamentales, como lo describe Giussani, el cual subraya
que todos los hombres tienen una idéntica estructura original, constituida por sus
exigencias de verdad, de belleza, de bondad, de justicia, de felicidad. Estas exigencias
son el centro de valoración, y se despiertan con el impacto del yo con la realidad.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 27

Desde esta mirada, me surgen las siguientes preguntas:


- ¿Cómo se manifiesta las exigencias de felicidad, verdad, bondad, belleza y justicia
en los enfermeros?
- ¿La muerte de los pacientes, atenta contra dichas exigencias?
- ¿Las exigencias de los enfermeros se ven modificada a partir de la muerte de los
pacientes?
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 28

ANEXO 02 – ENTREVISTA PILOTO


La entrevista fue realizada a un enfermero, en ocasión de una visita a su casa. Quienes
intervienen en la entrevista son:

Entrevistador (EE): Lucas Pautasso, autor del trabajo de investigación.


Darío (D): enfermero de 50 años

EE: ¿Hace cuantos años que es enfermero?

D: Hace 18 años que soy enfermero profesional, pero hace 28 años que hice mi primer
curso de paramédico, en el año 1990, y en el 1993 hice un curso de auxiliar de enfermería.

EE: ¿Porque eligió esta profesión?

D: Elegí eta profesión porque siempre quise ayudar, siempre me motivo el poder ayudar
a alguien. De chico siempre quise saber cómo poder salvarle a alguien la vida. Había
intentado con medicina dos veces, pero no. Entonces elegí lo más cercano que tenía que
era enfermería. Primero hice el curso de paramédico y luego el de enfermero, y esa fue
una forma de canalizar la inquietud que yo tenía de ayudar a alguien.

EE: ¿Qué edad de pacientes prefiere acompañar?

D: Los pacientes que prefiero acompañar me es indistinto. Me han tocado de todas la


edades. Me gusta mucho trabajar con chicos, me gustan más que los adultos. Si tendría
que elegir, elijo la pediatría.

EE: ¿De qué modo ve a los pacientes?

D: A los pacientes los veo justamente como pacientes, como personas muy vulnerables,
por eso siempre me gusto la cercanía y poder estar lo más cerca posible para poder
ayudarlos. Sobre todo niños, que me parece el grupo más vulnerable, más cuando están
internados o les ocurre algún accidente.

EE: ¿Cómo maneja la cuestión afectiva con los pacientes?

D: El tema de la afectividad lo trabajamos mucho con lo que se llama “distancia óptima”:


lo suficientemente cerca para poder ayudar y lo suficientemente lejos para que no te afecte
tanto. Pero de cualquier manera siempre te afecta no poder solucionar la cuestión por la
cual vienen o cuando fallecen y no se puede hacer más nada.

EE: ¿Cómo reacciona ante la noticia de la muerte de alguno de sus pacientes?

D: Frente a la muerte de algunas de las personas, me ha tocado paciente que de algún


modo me había acercado afectivamente, y bueno, fallecieron, familiares, conocidos. Es
la parte más fea del trabajo, pero es parte del trabajo.

EE: ¿Recuerda cómo fue la reacción que tuvo frente al primer fallecimiento de uno
de sus pacientes? ¿Qué diferencias existen con los actuales?
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 29

D: El primer paciente que falleció en una de las emergencias que tuvimos, fue un chiquito
que se había electrocutado. La verdad que siempre lo recuerdo porque fue la primera cosa
traumática que nos pasó. Éramos dos equipos trabajando, más la guardia del hospital, y
no se puedo hacer nada porque habíamos llegado demasiado tarde. Teníamos todo todo,
los elementos, gente, medicamentos, no nos faltaba nada, pero bueno, no hubo forma de
poder salvarlo.
Respecto a los actuales, uno ya se acostumbra, lamentablemente. Pero siempre te afecta,
más cuando es niño

EE: ¿Qué piensa del hecho de la muerte? ¿Y especialmente en niños?

D: Nosotros somos una ciudad chica, entonces todos los pacientes con alguna patología
más grave van a las grandes ciudades, entonces no se ven tanto, a pesar de que los chicos
sufren las mismas enfermedades que los grandes. En si tiene todo un proceso bastante
parecido, pero más traumático. Siempre la pérdida de un niño te llega, de alguna u otra
forma llega, más cuando uno es papá.

EE: ¿Cómo cree que la sociedad ve a su profesión?

D: La enfermería es un trabajo muy oculto, no se ve. Pero la enfermería esta desde que
uno nace hasta que muere, porque el medico interviene cuando hay algún problema o de
visita, o para corregir alguna cosa, pero el que está al lado de un paciente internado es el
enfermero, el que recibe todos los palos siempre y las gracias siempre. La gente no sé si
ve todo el trabajo que hace enfermería, es un trabajo muy muy oculto, es parte del trabajo,
que no se vea tanto pero que tenga resultado.

EE: Saliéndonos del ámbito laboral, ¿Tiene usted hijos? ¿Cuántos? ¿De qué edad?

D: Tengo tres hijos varones, de 29, 24 y 11 años.

EE: ¿Participa de algún grupo u organización? ¿Cuál? ¿Hace cuánto?

D: Participo en familia de una comunidad de la Iglesia Católica de Rafaela desde hace


varios años. Yo me formé en una escuela católica, pero después por un tiempo estuve
alejado. Participamos ahí en familia, acompañando a los grupos de jóvenes en sus
campamentos y distintas actividades. Yo particularmente por ser enfermero acompaño
mucho a los grupos, como servicio, como apostolado.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 30

ANEXO 03 – AUTOBIOGRAFÍA
Como instrumento de recolección de datos para la investigación sobre si “La concepción
de muerte que tienen los enfermeros influye sobre el trato con los pacientes”, utilizare mi
autobiografía, acotada a tres momentos significativos, relacionados con la temática
elegida. Por gracia de Dios, nunca me tocó estar internado ni acompañar a algún familiar
que lo esté, solo de visita. Es por ello que relataré tres hechos donde la muerte fue cercana.

- Acompañar a seres queridos: un medio día caluroso de febrero de 2009, emprendí


viaje a la ciudad de San Vicente junto a un compañero de la facultad. Íbamos a la
casa de otro compañero, que vivía en esa localidad, a prepararnos para un examen
final. Arribamos a las 14.30hs, y entre saludos y charla, comenzamos a estudiar a
las 15hs. No pasaron mucho minutos hasta que recibí un SMS de mi mamá que
simplemente decía “Lucas llamame”. Como no tenía crédito, pedí para usar el
teléfono fijo de la casa. Al comunicarme con mi mamá, solo me preguntaba a qué
hora volvía, lo cual me parecía medio ilógico, puesto que hacía poco tiempo que
me había ido y porque siempre volvía a la misma hora, cerca de las 21hs. Frente
a la insistencia por la hora de regreso y las preguntas para ver si podía volverme
antes, consulte los motivos del pedido, a lo que mi mamá respondió: “falleció el
tío Dante”.
Él era mi padrino, sin embargo nunca tuvimos una relación muy cercana. A pesar
de ello, cuando comencé la facultad en el 2007, mi grupo de amigos se hizo amigo
de un grupo de chicas con las cuales nos juntábamos todos los fines de semana a
comer, jugar a las cartas, ir a bailar, etc. Entre ellas, se encontraba mi prima Laura,
que tiene la misma edad que yo, pero tampoco habíamos sido muy cercanos hasta
ese momento. Dante era el papá de Laura, con la cual hacía 2 años antes del
fallecimiento de su padre nos habíamos vuelto muy compinches. Es por eso que,
frente a la conversación con mi mamá, lo primero que hice fue preguntar por ella,
recibiendo como respuesta: “Laura te necesita, volvete”. No dude en pedirle a mi
compañero que me lleve de vuelta a la Rafaela en el auto. Él sin problemas y
entendiendo la situación accedió.
El viaje fue eterno, a pesar que duró el mismo tiempo que el viaje de ida. Al llegar
a la casa de mis tíos, el panorama fue horrible. Lleno de gente por toda la casa,
mis primas, entre ellas Laura, cada uno con una reacción diferente. Mi tía en el
patio con cambios de ánimo constantes. Realmente pensé que estas situaciones
sucedían solo en las novelas, nunca imaginé una situación tan dramática.
Frente a esta realidad, me dispuse a acompañar principalmente a Laura, que a mi
criterio era la que peor estaba. Me quede junto a ella todo el día. Llegada la noche,
mi abuelo me dio las llaves de su auto me dijo: “vos encárgate de las nenas”,
haciendo referencia a mis dos primas. Es así como los próximos 3 días las
acompañe a sol y sombra, durmiendo en la casa de nuestra abuela, llevándolas de
acá para allá y atendiendo todas sus necesidades. Nunca lo hice para que me lo
agradezcan, pero hasta el día de hoy ellas tienen presente ese momento y me lo
agradecen. Nuestros vínculos se fortalecieron aún más.
En esta oportunidad, aún yo no había comenzado a participar de los grupos de la
Iglesia. El hecho de la muerte de mi tío no hizo que valore más o menos mi vida,
puesto que en ese momento para mí lo prioritario fueron mis primas y su bienestar
y nunca me detuve a pensar en el valor de la vida.

Las preguntas que me surgen a partir de este relato para incorporar a una entrevista:
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 31

 ¿Alguna vez te tocó estar lejos cuando te enteraste de un hecho de gravedad


sobre seres queridos? ¿Cuál fue tu reacción?
 ¿Cómo sos acompañando personas en situaciones difíciles?
 ¿Cómo valoras tu vida y la de los demás?
 ¿Perteneces a algún grupo de parroquia, ONG o agrupación? ¿Crees que eso
influye en tu manera de ver la vida? ¿De qué modo?

- Lucha cara a cara de la muerte y un ser querido: a principios de agosto de 2009,


una siesta fría, me encontraba en mi casa junto a mi mamá y mi hermano Tiago
que tenía 2 años. En un momento llaman de la Escuela Técnica, donde se
encontraba mi hermano Franco, para avisar que él había sufrido un desmayo y que
no reaccionaba, si podían y los familiares a ver qué pasaba. Al cortar el teléfono,
mi mamá se puso nerviosa y yo quería calmarla diciéndole: “mamá, hoy en día
todo el mundo se desmaya, no te hagas tanto espamento, tranquila”. Claramente
desconocía gran parte de los hechos.
Mi mamá se comunicó rápidamente con mi papá que se encontraba en su
carpintería, el cual fue rápidamente hasta el colegio. Minutos más tarde nos avisan
que a mi hermano lo internaban en la terapia de una clínica de Rafaela, por lo que
mi abuelo buscó a mi mamá para llevarla y yo me quedé al cuidado de mi hermano
más chico, esperando noticias de lo que estaba sucediendo.
Una hora más tarde, me llaman llama por teléfono mi papá y me da aquella triste
noticia: “Franco tuvo un derrame cerebral, dicen que no pasa de esta noche”. La
voz de mi papá se notaba quebrada. Aquel hombre fuerte que durante años vivió
enfrentado a la muerte por su profesión de enfermero, se desmoronaba frente a
esa realidad que lo tocaba de cerca, y que esta vez no podía contarme fríamente
como cuando me contaba casos de terceros.
Corté el teléfono y por unos minutos no entendí nada. No sabía qué hacer. No
sabía para donde correr. Simplemente atiné a llamar a unos amigos para que me
acompañen en ese momento y me ayuden a tomar decisiones.
No pasaron muchos minutos hasta contar con la compañía de aquellos jóvenes
con los cuales compartía la vida. Ellos supieron acompañarme en cada instante, a
veces con silencios, otras veces con palabras.
Mis amigos me llevaron a la clínica y se hicieron cargo de mi hermano más chico.
Yo me encontré con mis papas y con el mundo de gente que los estaba
acompañando. Recuerdo que salieron de terapia dos sacerdotes que conocían a mi
hermano porque él iba a los grupos juveniles de la Catedral y fueron a darle a
Unción de los enfermos. En el colectivo de las personas está la idea que la Unción
se aplica cuando la persona se va a morir, lo cual entristeció mucho a mi mama,
pero el sacerdote le dijo: “tranquila mamá, la Unción también cura”.
Llegada la media noche, volví a mi casa con mi mamá y mi hermanito a esperar
la peor noticia de todas, cuando de repente sonó el teléfono. Mi papá que estaba
en el hospital nos quería avisar que mi hermano estaba muy bien y que pidió comer
porque tenía mucha hambre (aparentemente un buen signo). Si bien nos alegró,
aún seguimos expectantes de como seguía la cosa.
Los días pasaban y mi hermano mejoraba. Luego lo trasladaron a Rosario para
poder realizar una pequeña intervención y suturar la arteria que le producía el
sangrado.
Finalmente el 19 de agosto (día del cumpleaños de mi papá), mi hermano obtuvo
el alta del sanatorio y volvió a mi casa.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 32

Este hecho hizo que familiarmente nos replanteemos el valor de la vida y como la
estábamos cuidando. Para ese entonces, yo tuvo un primer acercamiento a la
Pastoral Universitaria, por lo cual, la oración personal y comunitaria ayudaron
mucho en ese tiempo y comencé a participar de la misa diaria.

Las preguntas que me surgen a partir de este relato para incorporar a una entrevista:
 ¿Tuviste que acompañar alguna vez a un ser querido en alguna situación donde
su vida estaba en riesgo? ¿Qué rol adoptaste?
 ¿Cómo fue acompañar al resto de tus seres queridos que también se veían
tocados por esta situación?
 ¿Dónde encontraste las fuerzas necesarias para poder enfrentar los hechos?
¿En quién te apoyabas?
 ¿Cómo varió tu vida a partir de este hecho?

- Despedir un ser querido: durante los primeros años de facultad, junto a dos
compañeros (Virginia y Joaquín) conformamos un grupo de estudio. Mi abuela,
que vivía sola, tenía un dormitorio desocupado en su casa, el cual convertimos en
sala de estudio. Mañana y tarde nos juntábamos a estudiar, y muchas veces
también de noche. Mi abuela tenía alrededor de 85 años, pero se manejaba sola
con las compras y las tareas del hogar. Por la mañana iba al almacén nosotros le
entregábamos al lista de las cosas que necesitábamos para pasar la mañana de
estudio y ella nos compraba todo. Siempre quiso respetar nuestro espacio y el
silencio, por lo cual no interrumpía y trataba de hacer el menor ruido posible, a
pesar de que a nosotros no nos molestaba su presencia.
Una mañana de mayo de 2010, ella se cayó en su dormitorio, y para no
interrumpirnos, se levantó sola. Esto hizo que haga una mala fuerza y le quede un
dolor permanente de cadera y brazo. Aparentemente fue algo muscular. Eso le
cambio por completo su actividad diaria, a tal punto que ya no quería salir de la
casa y se convirtió en una persona totalmente sedentaria. Pasaron los días y llego
junio, y su ánimo cada vez decaía más. Extrañaba su vida activa, pero su físico no
le permitía recobrarla.
Tal fue la depresión y la inactividad, que ya no podía estar más sola, por lo cual
fue necesario llevarla a un hogar de ancianos para que la asistan a toda hora. Sin
embargo, a los dos días de llegar a su nuevo hogar, el panorama empeoro y fue
necesario internarla. Nadie podía creer como decayó tan rápidamente, hasta que a
los tres días de internada, cuando me disponía a ir al hospital a cuidarla, me
llamaron para avisar que no vaya, que mi abuela había fallecido.
To fue muy rápido, pero en esta oportunidad mi preparación fue distinta. Desde
el comienzo del declive, comencé a rezar para que ocurra la voluntad de Dios y
todos la aceptemos sea cual sea el desenlace. La verdad que todo se dio en un muy
buen clima, agradecidos por la vida que tuvimos junto a ella y aceptando esta
realidad como venida de Dios.

Las preguntas que me surgen a partir de este relato para incorporar a una entrevista:
 ¿Alguna vez viviste la pérdida de un ser querido cercano? ¿Cómo era su
relación antes del hecho?
 ¿Cómo se vio modificada tu vida a partir de dicha ausencia?
 ¿Cómo fue tu aceptación del hecho?
 ¿En qué o quién te refugiaste para sobrellevar el dolor de la perdida?
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 33

ANEXO 04 – ENTREVISTA FOCUS GROUP


La entrevista fue realizada a un grupo de enfermeras del Hospital de niños Doctor Orlando
Alassia, del sector cuidados intermedios. La modalidad utilizada fue la de Focus Group.
Quienes intervienen en la entrevista son:

Entrevistador (EE): Lucas Pautasso, autor del trabajo de investigación.


Enfermera A (A): 30 años.
Enfermera B (B): 34 años.
Enfermera C (C): 38 años.
Enfermera D (D): 28 años.
Enfermera E (E): 37 años.
Enfermera F (F): 39 años.

EE: para empezar, cuéntenme de que localidad son oriundas cada una.

A: De acá de Santa Fe.


D: De Santa Fe Capital todas.

EE: ¿Cómo están compuestas sus familias o con quién viven?

A: Yo vivo con mis dos hijas, solas, de 4 y 2 años.


B: Yo vivo con mi esposo y mi hija de un año y medio.
C: Yo con mis dos hijos, uno de 18 y la otra de 13.
D: Yo con mi novio.
E: Con mi mamá que tiene 60, mi bebe que tiene 2 años, y mis hermanos de 35 y 32.

EE: ¿Y hace cuanto que son enfermeras?

A: 5 años y medio, casi 6.


B: 4.
C: Yo que trabajo 7 años ya, pero que me recibí hace 5 años.
D: Yo lo mismo, casi 6 trabajando, pero que me recibí hace 5.

EE: ¿Y por qué eligieron ser enfermeras? ¿Qué fue lo que despertó sus ganas de ser
enfermeras?

C: Yo ni pensé en ser enfermera. Me puse a estudiar, salió la carrera para estudiar. Tuve
la suerte que nos llamaron, rendimos y empezamos. Después con el tiempo empezamos
enseguida gabinete, como a fin de año, a los meses. Y de ahí una cosa lleva a la otra. Cada
vez me gustaba más y me gustaba más.
A: Yo porque iba a estudiar mi hermana, y al final ella nunca arrancó y yo sí. Y lo mismo,
ir conociendo la carrera me hizo que me gustara mucho más.
B: A mí me pasó que tuve familiares internados mucho tiempo. Tuve internado a mi
hermano como 40 días acá mismo cuando era más chico y ahí me empezó a llamar la
atención y después tuve también otros familiares en el Cullen. En realidad yo quería
medicina, pero después hablando con enfermeros me contaban como era y me gustó más
enfermería.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 34

D: Yo tengo mi hermana que es enfermera y creo que por ese lado viene, verla estudiar a
ella. Yo siempre quise algo referido a medicina, pero con medicina olvida que estudie un
año previo para hacer el ingreso y todo, así que me metí en enfermería.
E: Yo también estudié enfermería porque quedé.
D: Pero claro, lo hice de onda. Una amiga mía se anotó, me llamó y me dijo “yo ya te
anoté a vos y vamos a arrancar juntas” Después me dejó re sola porque ella no arrancó.
A: Mi hermana también. Ella recién ahora está estudiando después de 6 años que yo
arranqué, bah, hace mucho más que arranqué. Yo rendí con sus apuntes y bueno, a mí me
gustó, arranqué y todo, y ella ahora se decidió después de 8 años.

EE: ¿Qué es lo que les gusta más de enfermería y que es lo que les gusta menos del
trabajo de enfermera?

A: A mí, por ejemplo, me pasa que trabajar con chicos, más allá que no me siento una
maestra jardinera, la conexión que se hace con los chicos no te pasa con todos. Después,
aparte, la fuerza que ellos tienen para salir adelante, que vos a veces los ves totalmente
destruidos, con pocas chances de nada, y salen adelante, como si nada. Después el tema
de que le tenés que hacer cosas que le duelan y ellos después te perdonan. Es como que
no tienen drama. Sí lloran y se enojan, pero son inocentes. Entonces eso también está muy
lindo porque son transparentes ellos, no tienen problema.
B: Son sensibles. Por ahí la parte fea es el trato de los padres, de algunos padres, que
creen que somos niñeras, que limpiamos, como que desvalorizan nuestra profesión
realmente, esa es la parte fea. O de recibir casos complejos, que hoy en día se ven
maltratos a los nenes. Nos partió más el alma un caso particular que nos marcó mucho.
A: O cuando los chicos se van también. Te tocan urgencias que no salen y vos decís, los
trataste un montón de tiempo y no te queda otra que, si ya no hay nada más por hacer,
dejarlos, esa parte también es fea. O como se dan las urgencias, que nos pasó ahora hace
poco, que fue algo terrible, que ni siquiera esperamos que pase, y fue algo tan feo la
situación que también quedamos todos re mal y te afecta un montón eso. Obviamente que
uno tiene que seguir, es el trabajo que uno eligió y es la parte buena y mala de la profesión
que uno tiene.
C: Yo creo que a nosotros nos gusta todo, tanto la parte mala como la parte buena, que
nos ayuda mucho a crecer, tanto en lo laboral como acá (señala su cabeza). Porque
nosotros tenemos que aprender mucho a manejar todo eso, porque es lo que nos toca
enfrentar.
D: Más o menos lo mismo que las chicas. Lo lindo es ver la evolución de los chicos, y
que uno trabaja todo el tiempo con esa inocencia, con esa alegría que por ahí los adultos
no tienen esas ganas. Por ahí un adulto, ante cualquier enfermedad, lo mínimo, se tira a
la cama, no sale. Y acá por ahí vos ves que los chicos están con fiebre y es como que
nada. Ellos están jugando y te demuestran otra realidad totalmente distinta. Eso es lo
lindo, y que todo el tiempo aprendes de todo, ya sea de la profesión de nosotros, de la
vida, de cómo manejar las emociones, todo. Lo feo es lo que dijeron las chicas, los casos
de maltrato, violación, las muertes obviamente, que nos tocan acá en el servicio.
E: Lo mismo (risas).
D: Es que es más o menos todo lo mismo.
C: Lo más lindo creo que es cuando vemos a los chicos bien, que evolucionaron bien,
que se van con su alta, se van contentos. Pierina, por ejemplo.
A: Pierina, Ludmi, todos esos chicos que vos los viste totalmente destruidos y que no
había una persona que tenga fe en que iban a salir. Está chica estuvo como 12 años
internada, estuvo en terapia con la cabeza inflada, la panza toda abierta, drenaje por todos
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 35

lados, había hecho infartos cerebrales. Nadie le daba chances a esa nena, y hoy en día
viene a saludarnos, tiene 17 años y está esplendida, pero esplendida, no tiene nada nada,
está genial. Así que ella sigue viniendo, nos saluda, todo. Y vos la ves y decís, la vimos
tan mal, nos ha hecho llorar, porque obviamente uno trata de hacer una pared pero es
imposible, porque vos los tratas mucho tiempo y te encariñas. De ir a visitarla a otro
servicio para saber cómo está, que esas cosas en teoría no las deberíamos hacer, pero las
haces igual, y verlos así te volvés llorando porque vos decís “no tiene chance” y que se
yo, y después la ves que está genial y eso está buenísimo.

EE: ¿Cómo manejan entre ustedes, ya sea individual mente o en grupo, las emociones
que aparecen en el trato con los pacientes?

B: Este es nuestro diván.


D: Así, hablándolo.
B: Dialogándolo.
A: Hablando, llorando.
B: Todo, incluso nuestros problemas personales. Tenemos como una conexión y lo
hablamos entre todos. Pero si, es como que ya hicimos un grupo, una amistad.
A: Aparte es como que siempre hay uno que está fuerte. Van rotando igual, porque por
ahí te toca que uno está destruido y los otros tratamos de que salga y le decimos que ya
va a pasar, o nos pasa de sentarnos acá y llorar todos juntos, porque es así. Con lo de
Wanda, que estuvimos todos mal, no había uno que diga “bueno, si chicos ya está, que se
yo”, no. O nos pasa que capas que nos sentamos después de una urgencia acá y no habla
ninguno. Estamos 15 o 20 minutos, un hora, sentados sin hablar, hasta que procesas todo
lo que pasó. Y sino hablamos o lloramos o lo que sea, hasta que pasa.
B: Incluso hasta a veces no es que nos reímos de cosas, pero nos terminan tentando cosas
en particular que vivimos. Qué se yo, que uno se cayó de la camilla o se hizo algo que
nos termina dando gracia. Nos pasan todos los extremos, de llorar, de reírnos, de estar así.
Lo tratamos entre nosotros acá.

EE: ¿Y surge de ustedes o es una propuesta que les hace el hospital?

B: No, es nuestro nomas. Pero siempre acá y después a cara lavada salimos y los padres
no se dan cuenta. Es al interno nomas.

EE: En la relación que van adquiriendo con los pacientes y los padres, ¿Suelen darle
consejos para enfrentar la enfermedad, consejos de aliento?

A: Eso siempre. No te podés meter demasiado, pero siempre tratar dentro de lo que uno
tiene y debe ser realista, tratar de ayudarlos. Porque se complica mucho más nuestro
trabajo sino.
B: Como parte de lo nuestro. Más allá de la educación que le damos y todo, siempre como
que hablamos para ayudarlos a salir adelante.
A: Pero tampoco que le decimos “bueno, está todo bien, no te preocupes”.

EE: ¿Y los pacientes son de agradecerles su trabajo y su cercanía?

A: Si, algunos si, otros no, como en todo.


D: La mayoría sí.
B: Por ahí vas a una habitación y ya se fueron (risas).
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 36

A: Si, hay algunos que no te dan ni bola.

EE: ¿De qué modo lo manifiestan?

C: Con el afecto, y te regalan muchos dibujos.


A: Dibujos, fotos, que te saques fotos con ellos.
C: Besos.
A: Eso, te buscan antes de irse para poder saludarte. Los padres a veces te traen cosas,
facturas, biscochos o torta de cumpleaños. Hay algunos que ni siquiera los ves, ni te
enteras que se van, y cuando pasás por la pieza ya se fueron. Pero hay otros que son
mucho más demostrativos.

EE: Recordando como trataban ustedes los pacientes al principio que empezaron a
trabajar y como los tratan ahora ¿Notan que hay cambios en su modo de tratarlos?

C: Si si.
D: Si

EE: ¿En que lo notan?

C: Capaz que en el carácter.


A: Si, porque hay veces que necesitas ser más duro y hay veces que necesitas ser más
dócil. Aparte hay chicos que tenés que entrarle con la psicología, tratar de jugar y caerles
bien para poder hacer cosas, porque si no es más complicado. Porque hay algunos que
tenés que entrarle con la simpatía.

(Llega la enfermera F y se suma a la entrevista a pedido de las otras enfermeras)

A: Aparte al principio como que te afecta todo, o por lo menos a mí me pasó que me
afectaba todo. Todo me ponía bien o mal, todo me traía una emoción diferente.
F: Es por la experiencia que cada una va teniendo.
D: Está haciendo catarsis (risas). Esto es lo que hacemos siempre nosotras, hacemos
catarsis de grupo. Ahora te lo grabamos para que vos te lo lleves. Yo me iba llorando
todos los días a mi casa, durante dos semanas. Y bueno, después ya arranqué.
B: Yo hasta ahora lloro, yo soy así. A mí hasta ahora todo me puede, porque yo soy así.
Ponele ahora hay un chico grande, de 14 años, que está acá por tratamiento de un caso a
estudiar, que se le dice así cuando son casos de chicos que están en la calle, marginados,
adictos a las drogas. Y es un pibe difícil, y a mí ya me toma el pelo, sabe cómo, entonces
yo ahora no lo estoy atendiendo, porque me puede, yo me rio de los chistes que hace y
no, hay que estar serio con él. Y después hay otro caso que nada que ver, que es todo lo
contrario, que es el tema de la Viki, que ella viene por maltrato y ella quiere todo suave,
con amor, porque pasó de todo esa bebe y donde vos sos brusco o algo se asusta. Entonces
obviamente, con el otro pibe no puedo, pero con esta bebe si, incluso de hablarlo nomas
ya me pongo sensible. Yo por ejemplo no domino el tema de mis emociones, me pueden
mucho, soy muy sentimental.
F: A medida que pasa el tiempo vas adquiriendo experiencia. También tiene mucho que
ver cómo está uno emocionalmente en ese momento. Por ejemplo hay períodos por los
que uno está atravesando distintas situaciones en su vida personal que cuando te encontrás
con situaciones así, venís llorando todos los días. Tiene que ver cada caso particular.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 37

EE: Por lo que cuentan, parece que cuando un paciente esta grave eso las afecta, no
son ajenas a lo que sucede.

B: Yo creo que acá con frialdad nadie trabaja. Una persona no aguanta venir por solo
trabajar, no puede.

EE: Y cuando se enteran que un paciente está grave o es terminal ¿De qué modo lo
acompañan? ¿Cambia su trato?

D: No con los pacientes, pero por ahí con la familia uno trata de contener un poco más, o
estar más tiempo, escuchar a la familia, que se puedan desahogar.
A: Por ahí te pasa que entras a la pieza y decís “buen día” y ellos te hablan, te hablan, te
hablan y capas que estás una hora, dos horas, pero por ahí es lo que ellos necesitan.
F: Si, te tomas un tiempito más.
D: Que fue lo que nos pasó con el gordito, el bebito, que tenía el tumor. Que no tenía
nada quizás el nene, pero por momentos tenía todo, pero vos entrabas igual a la habitación
y te parabas media hora o 45 minutos hablando con los padres o los familiares, porque
por ahí ellos se desahogan más con nosotros que con los médicos, se sacan las dudas, lo
que sea.

EE: Una noticia que parece ser fuerte para ustedes es enterarse que un paciente
falleció. Haciendo memoria de los primeros fallecimientos que se enteraron hasta
ahora, que más o menos hace cinco años para todas ¿Cómo fue cambiando su modo
de llevarlo?

A: Ahora lo superamos más rápido. Igual depende del caso de cada chico.
B: Depende de cada caso puntual.
D: Depende del vínculo que uno tiene con el nene.
F: Depende de cuánto tiempo lo atendió también.
D: Algunas de nosotros hicimos oncología, cuando oncología estaba acá, y por ahí uno
creaba un vínculo como más fuerte con los pacientes y no, no se supera. Hay cosas que
no las superas, que se yo.
B: Si, están por largo tiempo, pasan meses, hasta años.
A: A mí por ejemplo, con la Cami, me paso lo de la Vaca Lola, que yo estuve hasta este
año recién, después de dos años que la nena falleció, que no podía escuchas esa canción,
porque esa nena la escuchaba todo el día. Nosotros le prestábamos nuestro teléfono y ella
escuchaba esa canción, todo el día la Vaca Lola. Y cuando ella falleció, yo no podía. Me
pasó una vez que fui al teatro con mis hijas a ver una obra de la granja y cuando empezó
la Vaca Lola empecé a llorar como una pavota. Mi hermana no entendía nada que pasaba
y después le conté. Y recién ahora, después de dos años, tres capas, la puedo escuchar.
D: Eso es algo que compartimos la mayoría. Yo tengo mi sobrina y me acuerdo que no le
ponía la Vaca Lola, no la escuchaba, porque me hacía re mal.
A: Yo tampoco, a mis hijas no las dejaba escuchas esa canción.
F: Porque estuvo mucho tiempo.
B: O la otra nena que escuchaba “corre, corre corazón”.
D: Si, también. Pero si, todo depende del vínculo que uno tiene con el paciente, o con el
familiar. Porque por ahí te llega más el familiar, si es un bebito, que el bebé.

EE: ¿Creen que la carrera de enfermería las prepara para enfrentar estas situaciones?
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 38

A: No.
B: La verdad que no.
F: Por ahí tenemos psicología y eso, pero no, después se va viendo todo cuando uno va
trabajando.
B: Vos te recibís de enfermera pero podes ser para adulto o para niños, no tenés una
especialidad como en los médicos que sí, que tenés pediatría, por ejemplo, acá es así, salís
enfermero.
D: Es en general.
A: Es más, hay chicos que trabajan acá y trabajan con adultos, en la parte privada trabajan
con adulto y acá con chicos.
B: Entonces es difícil, yo siento eso, con los chicos es especial en todo sentido, no es lo
mismo que con un adulto.
A: Es cuestión de gusto también.
B: Claro, porque hay gente que sí, que no puede con los chicos. Pero, qué se yo, a una
persona grande vos le hablas, es distinto. Es distinto.

EE: Hasta ahora hablamos de pacientes, pero ¿Alguna vez les tocó esta situación con
algún familiar, o ser querido, tener que acompañarlo en algún momento difícil de
enfermedad?

(Risas)

D: Ya saco el libro gordo de Petete (Risas). Es horrible, es lo peor que te pueda pasar
entender y saber todos los procedimientos y todas las cosas que le están haciendo a tus
familiares, es lo peor que te puede pasar. Ahí es cuando vos decís “¿Por qué no estudie
otra cosas?”.
B: O tal vez no es algo tan grave.
A: Si, o ponele, a ella (refiriéndose a la enfermera D) le pasó algo con su sobrina que
estuvo acá en la terapia y a veces nosotras la íbamos a ver. Y vos la veías y no querías
preguntar nada porque después vos sabes que capas ella te preguntaba y vos decís “no,
¿Para qué la fui a ver?” porque vos la veías y estaba mal, y vos tenías que venir y con
cara de nada y decir “no, está bien, ahí la fui a ver”. Es difícil porque uno sabe, ¿Me
entendés? No es que le podes decir como a cualquier otra persona “bueno, está mejorando,
hay que tener paciencia”, no, porque nosotros sabemos cómo es, entonces es más difícil
todavía.
D: Horrible.
B: En mi caso particular, que vos, de alguna cosa que te pasa, que no es tampoco es tan
grave, pero se te viene el mundo abajo. Yo tuve a mi hija que cayó internada por
convulsiones, entonces para mí se me vino el mundo abajo. De saber ya me imaginaba
cualquier cosa, que tenía algo re grave, que por qué era, y no. Fueron dos episodios que
hizo y después nunca más hasta ahora, pero nada, esta medicada y todo, pero ese miedo
viene, ¿Qué le pasará? Ya me imaginaba lo peor. Acá hay chicos que están re mal, re
graves, todo, con estatus convulsivos que no paran más y quedan secuelados y todo, y yo
ya veía a mi hija en esa situación. Y gracias a Dios no fue nada, pero bueno, es como que
te potencia a lo peor cuando es un familiar. Como dicen, el saber es peor porque se te va
la cabeza al extremo, a lo peor.
A: Si, eso, siempre se te va a lo peor.

EE: A partir de esos hechos personales que vivieron, ¿Creen que su vida cambio,
alguna concepción sobre la vida o la muerte?
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 39

A: Yo tuve a mi hija internada también acá, pero fue algo mucho más leve. Pero si, a mí
me pasó de entender la otra parte, porque nosotros acá somos enfermeras.
F: Ponerse en el lugar del otro.
A: A mí me tocó ser mamá acá, estar internada, estar acá horas, encerrada con tu hijo.
Más allá que mi hija no estuvo mal, sino que necesitaba oxigeno por algunos días y nada
más, pero el entender eso, los horarios que se manejan acá, el estar fuera de tu casa, estar
fuera. Yo tenía mi otra bebé recién nacida, entonces como que a mí me pasó que entendés
un poco más a los padre que están acá hace meses internados y decís “pobre, si tienen un
mal día, bueno, entendelo, hace meses que están internados acá, tienen miles de líos en
su casa”. Porque a uno le pasó, y es difícil.
B: Y le das más importancia a la vida en ese sentido, de que es importante, lo valiosos
que es cada momento con tus hijos y todo. Porque es como que al principio no le das
importancia y cuando pasa algo realmente grave o que pasó tiempo, como en el caso del
familiar de ella que estuvo en coma, ahí valoras la vida, valoras cada momento que tiene.
A: A parte te sirve en lo personal, porque vos ves cada cosa, cada situación que pasan
otros, que vos decís “bueno, yo me quejo por una pavada”, porque ponele, a mi ahora se
me rompió el teléfono y estoy enojada, pero hay un montón de cosas súper importantes
que hay que agradecer que no te están pasando, y lo ves diferente.
D: Pero si, es más o menos eso, lo mismo que dijeron las chicas. Uno pone más en práctica
lo que es la empatía con el otro, porque por ahí uno se piensa que tus problemas son los
peores y el resto es venir, atender chicos, escuchar a los padres. Y sí, tenemos padres, por
ejemplo uno de los chicos que está acá tiene como dos años, y desde que nació que está
internados acá, y los padres no salen a ningún lado, el chico tiene que estar conectado
todo el día, así que uno se va poniendo en el lugar del padre o de los familiares también.

EE: Y más allá de estas reuniones de grupo que ustedes hacen ¿Dónde encuentran las
fuerzas para venir, y saber que pueden enfrentarse a todo esto de nuevo? ¿Dónde
encuentran la fuerza para enfrentar otro día de trabajo?

F: Y, en la familia de cada una, bah, creo que les pasa a todas lo mismo que a mí.
A: En lo que uno trabaja, que realmente le gusta. Ayer justamente hablábamos del tema
de las licencias, y los últimos días de licencia ya querés volver a trabajar, porque este es
como tu lugar, tus cosas. A mí me pasa, por ejemplo, que más allá de que en mi casa yo
estoy re cómoda y estaría de licencia toda la vida, pero llega un punto que decís “necesito
venir”. A mí me paso de tener problemas personales y encontrarme perdida en la calle,
no saber a dónde ir, y vine acá, hable con mi jefa, con mis compañeros, porque era como
mi lugar también. Es mi lugar.
F: Es como nuestra segunda casa.
A: Entonces te ayuda un montón el decir que vas con gusto a trabajar, más allá de que
obviamente tenés un montón de problemas acá, pero vas con gusto.
B: También en la fe de cada uno, es lo importante también. Si vos no tenés una fe, un eje,
algo que te ayude a decir por que pasan las cosas, tampoco te levantas. Yo soy también
creyente, y creo que si no me avoco a Dios o algo no podes salir tampoco.

EE: ¿Cómo creen que la sociedad las ve como enfermera? ¿Qué piensan de ustedes?

(Risas)

D: Como gordas, ese es el primer ítem.


C: Como limpia c***, todos dicen que las enfermeras hacen eso.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 40

A: Cuando decimos que somos enfermeras nos dicen “yo no podría limpiar un c***”.
D: Se lo limpian los padres.
A: Y si así lo hiciéramos, es parte de la profesión.
F: Pocas personas saben lo que realmente hacemos nosotras. Todos piensan que ponemos
inyecciones, pero no es lo único que hacemos.
A: A veces, ha pasado acá, que salvan. Los enfermeros terminan salvándole las papas a
los médicos. Un montón de veces, pero un monto de veces.
C: Mayormente.
B: O sea, nadie ve realmente el lazo que tenemos con los médicos.
C: Si, porque nosotros somos las manos, los ojos, todos somos de ello. Y muchas veces
como nosotros estamos tan encima del paciente, ellos nos preguntan a nosotros.
A: Aparte que te manejas mucho con residentes acá. Y hay veces que…
D: Hay que apurarlos un poquito.
A: La urgencia del Ciro la manejo un enfermero de acá, fue él el que masajeó y él le decía
a la médica “hacele tal cosa, hacele tal otra, ¿y si le hacemos tal otra?”. Y las médicas
daban el ok porque obviamente son ellas las que tienen que indicar.
C: Ellos dicen “no, está bien, está bien” y nosotros “no, que no, que no”, insistimos,
insistimos, y terminan por ahí haciendo nuestro punto de vista.
D: Pero igual yo creo que, o sea, la gente que no tuvo familiares o que no estuvo
internado, esa es la gente que no valora el trabajo de enfermería. Pero la gente que
realmente tuvo algún problema grave de salud, que pasó mucho tiempo internado y
demás, saben que los enfermeros son los que manejan los hospitales, porque es así.
F: Hasta que no lo ven, como que pasamos desapercibidas para la gente nosotras.
D: Para los que no lo tienen que vivir, nosotras somos las limpia c***. En cambio cuando
les toca una situación así, ellos saben que sos el que los escucha, el que lo habla, el que
lo aconseja, lo educa, le cuida el nene.
F: El que está todo el día.
A: Ponele, entre nosotras siempre los chistes que uno hace es “siempre le agradecen al
médico”. Y el médico viene, lo mira y te anota en una carpeta como esa “hacele tal cosa,
tal otra”. Cómo llegamos a todo eso somos nosotras, porque a veces te dicen “ponele una
vía” y sabes que no tiene nada, y vos vas, y tratas, y tenés que agarrar a la madre y
convencerla que tenés que volver a pinchar, agarrarlo al chico para que se deje y buscar
la manera que sea. O la medicación o el estudio que sea, se llega al resultado que el
médico quiere por nosotros, porque es así. Y después vienen los padres y dicen “gracias
al médico, que me salvó la vida”. Es así.
F: Es la gente que no aprende nada.
A: No se desvaloriza lo que ellos hacen, pero es como que ellos tienen su trabajo. Yo
siempre digo “el medico trabaja con la cabeza y nosotros con el cuerpo y las manos”,
porque es así, haces todo, y el médico bueno...
B: Como que no nos valoran. Y ahora hoy en día no somos ningunos brutos. Estudiamos
y todo.
D: Antes era más tecnicismo la carrera, pero hoy por hoy es más humanizada, ciencia
aplicada.
F: Muchas veces por un criterio de enfermería, se le cambia el tratamiento al paciente o
algo, no porque nosotros lo decimos, sino porque nos escuchan y el médico es el que pone
el sello.
A: Claro, el sello o la firma, que es lo que legalmente corre. Es así.
Lucas Pautasso – ISPI n° 4062 “San Juan de Ávila” – 2do Filosofía – Sociología 41

EE: Por último, fuera el hospital ¿Alguna pertenece a alguna organización o grupo o
alguna Iglesia? ¿Qué hacen? ¿Creen que eso influye en su trabajo, su forma de ver la
vida?

A: Yo no.
D: Yo no hago nada.
F: Actualmente ahora no, pero yo estuve mucho tiempo yendo a un grupo de la Iglesia
Católica, y si me ayudó mucho a sobrellevar un montón de situaciones que pasan acá.
Ves de otra forma las cosas y podes interactuar con la gente de otra forma, un poco más
amigable. Ahora porque se me complica con mi hijo no puedo, pero me gusta esa parte,
soy muy creyente también.
A: No es por escusa, pero hay veces que pertenecer a algo se te re complica por los
horarios que tenemos.
D: Si, por nuestros horarios.
A: Ni si quiera podemos ir al gimnasio. Es difícil pertenecer a algo que tenga horarios y
días, no podes asumir el compromiso. No es escusa, pero es complicado.
D: Estamos todas gordas, y limpiamos c***.

(Risas)

También podría gustarte