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Documentales Amazonicos
Documentales Amazonicos
en tres documentales
amazónicos peruanos
Emilio Bustamante
(Universidad de Lima)
Recibido: 12/3/2013
Aprobado: 15/4/2013
L
a Amazonía ha sido tema y que selecciona lo que se ve y escucha
escenario de varias películas y rige —además— conductas ante la
peruanas desde décadas atrás cámara, el documental interactivo (o
(Cinencuentro 2011). En los últimos participativo) plantea la intervención
años han destacado en el país algunos explícita del director para crear situa-
documentales que plantean diferentes ciones y permitir la acción espontánea
formas de representación de los indí- de los actores sociales.
genas amazónicos. Históricamente, En los documentales antropoló-
los documentales sobre poblaciones gicos se pasó de los filmes con una
originarias y sus costumbres han voz over imbuida de sabiduría que
oscilado entre el exotismo (aún hoy describía a una audiencia occidental
practicado, especialmente por cade- los hábitos, ritos o festividades de los
nas internacionales de televisión) y el indígenas, a documentales observa-
objetivo antropológico. En este último cionales en una búsqueda de mayor
caso, los filmes han evolucionado de la objetividad en la representación, pero
modalidad expositiva a lo observacio- se cayó en una mirada vacía que era
nal, y de allí a la interactiva. llenada fácilmente por la fascinación
Para la distinción de las modalida- o el prejuicio. Entonces, los cineastas
des nos basamos en Nichols (1997). El occidentales decidieron hacer partici-
documental expositivo es aquel que par al indígena en la realización de los
hace uso de una estructura semejan- audiovisuales, darle voz e iniciativa, e
te a la de un filme clásico de ficción. interactuar con él. Aun así, la mirada
Tiene comúnmente tres actos: en el que prevalece en estos documentales
primero se plantea el problema, en el participativos es la del documentalis-
segundo se debate y en el tercero se ta. El indígena sigue siendo represen-
resuelve. Prima la palabra. Un narra- tado por otro. Representar a otro, y ser
dor, a menudo omnisciente, ilustra al representado por otro, implica siem-
público sobre la cuestión y deja escu- pre una relación de poder. Surge así
char a especialistas, para al final emi- la demanda de la autorrepresentación.
tir una conclusión que tiene fuerza de En algunos países de Latinoamérica
verdad revelada. A su estructura, a se han llevado a cabo documentales
menudo acusada de autoritaria y lo- donde las poblaciones originarias han
gocéntrica, se opone el documental de intervenido en la producción, mane-
observación, con largas tomas de re- jo de la cámara, edición y aprobación
gistro y sonido directo, donde el docu- del resultado final. Esos documentales
mentalista aparentemente desaparece han servido para apoyar luchas rei-
y los actores sociales fingen ignorarlo. vindicativas o preservar la propia cul-
Frente a la supuesta hipocresía de esta tura mediante el registro de efeméri-
modalidad que oculta a un realizador des o actividades cotidianas (Carreño
2007). No falta, sin embargo, también su pueblo, con tintes naturales sobre
en estos casos, cuestionamientos a es- lienzos obtenidos de cortezas de ár-
tas representaciones donde, de todos boles (llanchama). El filme comienza
modos, participan instructores oc- con Churay tratando de hallar el color
cidentales formados en un modo de azul natural. Luego de viajar a Lima
representación institucionalizado por y presentar con éxito una exposición
la cultura dominante, y entidades no de sus cuadros, Churay inicia estudios
gubernamentales con financiamiento de historia en la Universidad Nacional
extranjero. Mayor de San Marcos, aunque se da
Si bien en el Perú estas experiencias tiempo para regresar a Pucaurquillo.
de representación son menos numero- El documental presenta testimonios
sas que en otros países, los documen- de sus familiares y amigos, imágenes
tales a los que aquí nos referiremos su- de sus pinturas, y al mismo Churay
ponen ensayos plausibles y debatibles. opinando sobre sí mismo, su labor y
sus aspiraciones. La voz over de una
narradora informa al inicio sobre el
Buscando el azul desplazamiento de boras de Colombia
al Perú durante la época de la explo-
Fernando Valdivia es un comunicador tación de caucho; más adelante va re-
social con una maestría en Estudios latando algunos incidentes en la vida
Amazónicos, como se lee en su blog del pintor, e incluso se permite opinar
Las rutas del Yashingo (Valdivia 2011). sobre la modernidad, la pobreza de las
Es el realizador peruano que en los comunidades amazónicas y el peligro
últimos años más se ha ocupado de del olvido de conocimientos ancestra-
temas amazónicos. Viaja constante- les. Churay confiesa, en una escena,
mente a la selva y ha realizado con sus aspiraciones políticas, y la búsque-
la empresa Teleandes los documenta- da del azul se convierte entonces en
les Buscando el azul (2003), La travesía un símbolo del deseo de protección y
de Chumpi (2009) y Masato y petróleo permanencia de su cultura. En la se-
(2009). En el 2011 estrenó Shipibo, la cuencia final, el artista se despide de
película de nuestra memoria, que tiene su familia y su pueblo rumbo a Lima.
como eje el rescate de un antiguo filme En off se escuchan sus palabras: «Yo
antropológico norteamericano que re- voy a regresar siempre, no tengo la fe-
gistra a una comunidad shipiba. Aquí cha, ni el mes ni el año, pero yo voy
comentaremos Buscando el azul. a regresar acá, a Pucaurquillo». Un
Buscando el azul es una película de cartel nos revela, sin embargo, que el
45 minutos sobre el pintor bora Víctor pintor murió en Lima poco después,
Churay, oriundo de Pucaurquillo a los 29 años, aparentemente víctima
(Loreto), quien plasmaba la histo- de un asalto. Tras unas imágenes en
ria, mitos, leyendas, y el presente de las que se le ve a la orilla del río en un
atardecer a contraluz, aparece un últi- mina el relato con una afirmación con-
mo cartel: «Víctor Churay, el Azul que tundente sobre dónde se encontraba
buscabas siempre estuvo en ti». el bien que buscaba. La voz over de la
El documental ha ganado pre- instancia enunciadora es omnisciente
mios internacionales: el Premio y poseedora de un saber cuasi divino
Rigoberta Menchú en el III Encuentro que transmite a los espectadores. Esta
Hispanoamericano de Video indepen- instancia se manifiesta también en los
diente «Contra el silencio, todas las vo- carteles finales. No sabe únicamente el
ces» (México, 2004); y el Gran Premio pasado de los bora, conoce además el
Anaconda (La Paz, 2004) otorgado itinerario vital de Churay y lo que se
por el Programa Regional de Apoyo hallaba dentro de él (y que el mismo
a los Pueblos Indígenas Amazónicos pintor parecía ignorar). Valdivia ha
(Praia), el Consejo Latinoamericano tratado de justificar la modalidad de
de Cine y Comunicación de los representación elegida en una entre-
Pueblos Indígenas (Clacpi), el Fondo vista a Carlos P. Reyna:
Internacional de Desarrollo Agrícola Mi idea siempre fue que la voz sea del
(FIDA) y la Corporación Andina de protagonista sin la participación de
Fomento (CAF). Fue elegido, asimismo, un narrador externo (en off ) y de esta
el mejor cortometraje de la Muestra manera ser coherentes con la idea de
Amazónica de Filme Etnográfico mostrar una historia «desde el pun-
(Manaus, 2006). to de vista indígena». En realidad tal
«punto de vista indígena» no era posi-
Buscando el azul fue grabado duran- ble en la medida que yo era el director
te varios años, y se terminó de editar y mi punto de vista cinematográfico
después de la muerte de Víctor Churay. construiría finalmente el discurso de
La imagen que resulta del protago- Víctor Churay; yo sería el encargado
nista es bastante positiva. Se trata de de articularlo en un diálogo con mi
un joven pintor con conciencia social, propuesta narrativa. Creo que esa
amado por todos (paisanos y limeños), apuesta intercultural cinematográfica
es la sinergia final del filme: un salto
talentoso y estudioso de la historia de
continuo entre el testimonio directo
su pueblo, algo bohemio, con preten- del protagonista y nuestra interven-
siones políticas y sentido del humor. ción como articuladores y contextua-
Sin embargo, aunque el pintor toma la lizadores en ciertos momentos (Reyna
palabra muchas veces, es muy eviden- 2008).
te que la mirada es externa. Buscando
el azul no deja de ser un documental En la misma entrevista, Valdivia
expositivo donde se presenta a un per- añade: «[…] creo que el documental es
sonaje con una meta, se le sigue en su una construcción conjunta con Víctor,
recorrido vital con testimonios pro- un encuentro intercultural mediante
pios y de gente cercana a él, y se cul- el audiovisual gracias a nuestra mu-
más allá del río en el que pesca para Paradójicamente, la jerarquía que se
comer, sus historias podían encantar». pretende romper, por el contrario, se
La intención de los jóvenes realiza- consolida. La solución a ese problema
dores citadinos que integran Mercado es, en verdad, difícil. Probablemente
Central es hacer conocer artistas y pasaría por abrir más las puertas a la
manifestaciones artísticas populares intervención, el diálogo y la participa-
contemporáneas a un público occiden- ción, de modo que la forma misma del
tal y urbano. Construyen sobre ellos documental fuera invadida y modifi-
una mirada empática e invitan a los cada por el representado. Pero en ese
espectadores a que la compartan. La caso ya estaríamos a las puertas de la
opción se aleja del documental de ob- autorrepresentación.
servación y se acerca a la modalidad
participativa; pero esta no es realizada
a fondo, pues los documentalistas in- La frontera
tervienen menos de lo deseable, y ello
La frontera (2010), de Salomón Senepo,
impide ahondar en el conocimiento
es un documental de 52 minutos, rea-
de los representados (muchos de sus
lizado dentro de Doctv, un programa
códigos quedan en sombras, como los
de fomento a la producción y difusión
del mambeado y la maloca).
televisiva de documentales latinoa-
Por otro lado, si bien la modalidad mericanos. Previamente, el proyecto
participativa busca poner la mirada había ganado el concurso nacional de
del realizador a salvo del paternalis- selección.
mo del documental expositivo clásico,
En La frontera vemos al inicio del
no parece suficiente para eliminar del
filme que el cineasta Salomón Senepo
todo la jerarquía que existe entre quien
Gonzales realiza un documental so-
conduce y otorga la participación, y
bre los conflictos existentes entre
quien se mueve dentro de los márge-
asháninkas y colonos. En el transcur-
nes que el otro le permite. Si bien esta
so, sin embargo, va descubriendo se-
desigualdad entre representante y re-
cretos que él mismo ignoraba sobre su
presentado es lógica e inevitable en
propio origen e identidad.
cualquier documental participativo,
el asunto se complica cuando el rea- Dividido en tres actos (como
lizador es un artista que actúa dentro Buscando el Azul), en el primero el do-
de la cultura de elite y el representado cumentalista llega a Marankiari Bajo y
un artista popular. Las imágenes crea- entrevista a nativos asháninkas y co-
das por el artista popular son incor- lonos de origen andino. Informa que
poradas (e incluso intervenidas) por el centro poblado fue fundado en 1939
el orden simbólico de la otra cultura. por los asháninkas, pero los colonos de
la sierra que fueron llegando después
son ahora mayoría. Los nativos acu- Antes de retornar, sin embargo,
san a los colonos de haberse apropia- el documentalista constata mediante
do indebidamente de sus tierras y los entrevistas realizadas en Marankiari
colonos reprochan a los asháninkas Bajo que muchos nativos están per-
su falta de ambiciones. Queda claro diendo sus conocimientos, lengua y
que para los nativos el progreso no creencias originarias como efecto de
tiene la misma importancia que para la occidentalización. El documental,
los colonos. Senepo entrevista a una entonces, da un giro que nos introdu-
pareja mixta, en cuyo hogar se nota la ce en el segundo acto. Senepo decide
influencia de culturas distintas. A con- dirigirse al interior de la selva para in-
tinuación, el realizador deja escuchar dagar por la existencia de comunida-
su voz para hacer una revelación: des asháninkas donde aún se hable la
lengua nativa y perduren las costum-
Durante las grabaciones fui compren-
bres y creencias antiguas. Llega así a
diendo que yo tenía una motivación
personal para estar interesado en la Shimuyani; allí los nativos, si bien vis-
situación social de Marankiari Bajo, ten ropas occidentales, se comunican
pues sin ser muy consciente todavía entre ellos en su lengua y conservan
me veía reflejado en el conflicto entre saberes heredados de sus antepasa-
pobladores asháninka y colonos. Mi dos. En la escena culminante de esta
padre nació en Yurimaguas y sus an- parte del filme, Senepo baila con un
tepasados son selváticos; mi madre es
joven líder de la comunidad, quien ha
del Cusco, y desciende de españoles
sido su anfitrión. El joven canta unos
e indígenas andinos. Es decir que yo
vivo dentro de mí el mismo conflicto versos en su lengua mientras bailan:
entre andinos y amazónicos que se da «Ya no, ya no, ya no lo voy a ver, / A
en Marankiari Bajo. mi amigo no voy a ver, / A mi amigo
no voy a ver. / Estoy triste, estoy muy
Senepo confiesa, luego, haber vivi- triste. / A mi amigo que está aquí, / Ya
do de espaldas a su linaje amazónico, no lo voy a mirar. / Vuelve, vuelve otra
y atribuye ello a que «en el Perú todos vez, / Pero tienes que volver saltando».
preferimos ignorar nuestro lado indí-
Entonces el relato da un nuevo giro
gena y solo reconocemos nuestra parte
hacia una búsqueda más íntima de
extranjera por poca que esta sea». No
identidad. El documentalista relata
obstante, recuerda que su padre dejó
que al regresar a Lima halló el manus-
antes de morir un manuscrito con
crito de su padre. Senepo, antes, se ha
anécdotas de su vida y descripciones
referido en el filme a las semejanzas
de la Amazonía, y anota su voluntad
entre él y su progenitor. Él es un ca-
de encontrar ese texto al regresar de la
marógrafo viajero, y su padre, quien
selva porque «en él descubriría segu-
trabajaba como policía y tenía que
ramente cosas sobre mi padre, sobre
cambiar de domicilio constantemente
mis ancestros, y sobre mí mismo».
por razón de su oficio, llevaba siempre
consigo una cámara, pues era aficiona- película. Sin embargo, Senepo sí expe-
do a la fotografía. En el manuscrito rin- rimentó un cambio en el conocimiento
de cuenta de la actividad que realizaba de sí mismo y sus ancestros amazóni-
más allá de su labor policial. Se puede cos, y ese tránsito de la ignorancia (o la
leer allí: «Para aumentar el dinero de negación) al saber (y el reconocimien-
mi pensión y no quejarme de la vida, to) no careció de conflicto. Lo que su-
trabajo de reporter gráfico. Capto imá- cede es que el proceso comenzó antes
genes increíbles, por eso me considero de realizado el documental, durante la
un historiador plástico». Guiado por el etapa de investigación que condujo a
texto de su padre, el documentalista la elaboración del proyecto.
decide viajar a Yurimaguas en busca Este fue realizado con el aporte del
de sus raíces, donde conoce a algunos guionista Jaime Luna Victoria, quien
de sus parientes y recaba información no solo sugirió la estructura del rela-
sobre su familia. Un comunero lo ilus- to y la definición de la modalidad del
tra: «Han sobrevivido a estos siglos de documental, sino que también actuó
dominación, cuatro grupos aquí en como interlocutor del realizador en el
San Martín: los tabalosos, los lamistas, curso de la indagación que este inicia-
los chasutinos y los moyobambas». ra sobre sus orígenes amazónicos. La
De regreso nuevamente en Lima frontera, en realidad, es el producto de
descubre, en un libro, una relación un proceso de autoconocimiento que
de indígenas tabalosos del siglo XVII se inició antes de que empiece el roda-
donde figura el apellido Chasnamote, je, continuó durante este, y permanece
segundo apellido de su padre. Luego abierto. Planteado inicialmente como
de comunicarse con el editor del volu- un proyecto de documental expositi-
men, recibe de parte de este la trans- vo sobre los conflictos entre nativos
cripción de un documento de 1663 y colonos, derivó en un proyecto que
donde se menciona al cacique tabaloso adoptaba lo que Bill Nichols denomi-
Juan Senepo. La voz del director con- na modalidad performativa. Para Bill
cluye: «Una nueva etapa en la búsque- Nichols, el documental performativo
da de mis orígenes se iniciaba». indaga por la complejidad del cono-
La voz over del cineasta parecería cimiento del mundo, resaltando la
describir un proceso que se fue dan- dimensión subjetiva y afectiva, enfa-
do durante la realización del filme. tiza la complejidad emocional de la
Pero, en realidad, no ocurrió así. En el experiencia y la memoria, y adopta
proyecto presentado a Doctv ya se re- un carácter autobiográfico a menudo
señaba, en lo esencial, ese proceso de bajo la forma de un diario del cineas-
autoconocimiento llevado luego a las ta (Nichols 2001). Las críticas a esta
imágenes, de modo que hay un cierto modalidad enfatizan el excesivo sub-
grado de representación ficcional en la jetivismo que puede derivar de ella.