Está en la página 1de 30

UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ANÁLISIS DE FALLOS

INTEGRANTES:
GÉNESIS RODRIGUEZ 8-922-1960
ARELIS FOSSATI 8-927-1131
RAFAEL FARRUGIA

PROFESORA:

ASIGNATURA: PRÁCTICA FORENSE

TEMA: HOMICIDIO DOLOSO

SALÓN: lV E

TURNO: NOCTURNO

FECHA DE ENTREGA: 17 DE JUNIO DE 2019.


HOMICIDIO DOLOSO
A. RESEÑA HISTÓRICA
El delito de homicidio se encuentra consagrado en los artículos que van del 131 al 135.
Esta figura delictiva es una de mayor impacto en la sociedad, ya que atenta contra los
principios cristianos y morales de cada unos de sus miembros. Esto es así, pesto que uno de
los mandamientos es no mataras. Recordemos que la mayoría de las poblaciones profesa la
religión cristiana.
Los aspectos bajo análisis del delito del homicidio con los planteamientos en el mapa
conceptual que sigue a continuación:

DELITO DE HOMICIDIO

Marco Derecho internacional


Conceptual y otras leyes

Situaciones jurídicas
Verbo Tipo derivadas o
relacionadas con el

Objeto Jurídico Tipicidad subjetiva/


forma de culpabilidad

Bien Jurídico Sujeto


Tutelado Circunstancia
Modificadora de la Clase de Delito
responsabilidad penal

 Marco Conceptual: El delito de homicidio es definido desde el punto de vista legal,


en el artículo 131 del Código Penal, en los siguientes términos: “Quien cause la
muerte a otra será sancionado con prisión de diez a veinte años”.

La excerta ley citada, se refiere a toda aquella persona que realice actos idóneos concatenados
entre sí, de forma consciente de tal manera que entienda lo que está haciendo, sin intención

Eduardo López Betancourt, Delitos en particular, pág. 62


Ob. Cit. pág. 63
de evitar o minimizar su acción, con la finalidad de privar de la vida a una persona humana,
habrá incurrido en el delito de homicidio.
En el transcurso de la historia, el delito de homicidio ha sido severamente castigado, ya
que atenta contra el valor más preciado que tiene el hombre: la vida.
Las primeras referencias las tenemos con la Ley del Talión, la que rezaba “vida por vida,
ojo por ojo, diente por diente”, la cual se practicaba en entre los hebreos, babilonias y
griegos.
En el primitivo derecho romano, el homicidio se castigaba con la expiación religiosa, en
razón de su carácter consuetudinario y por haber estado ligado a la monarquía y al colegio
de los Pontífices, principalmente. Con el rey Numa Pompilio, se redactan las leyes que son
el punto de partida de la desacralización del derecho romano, conocidas como leges
regiae, en las que se hace referencia al homicidio, castigándolo con la pena de muerte,
pero solo para los homicidas de hombres libres y ciudadanos. Si el homicidio recaía en un
siervo manos de su amo, o en el hijo por conducto del pater familias, éstos no
constituyeron hechos punibles, hasta la época de Justiniano y Constantino.1
Cuando estuvo vigente la ley de las XII Tablas, existieron jueces especiales que atendían
los procesos de homicidio, los cuales fueron llamados “quaestores parricidi”, y durante la
vigencia de la Ley Cornelia, el conocimiento y castigo de este delito se delegó a un jurado
presidido por magistrados denominados “quaestiones”, los que imponían la pena
interdictio aqun et igni para el ciudadano romano y la muerte para los esclavos. 2
En la época del imperio romano a los nobles se les castigaba con el destierro y a los
esclavos los arrojaban a las fieras, aunque con Justiniano se amplió la pena de muerte
para todos los homicidas, y con la Ley Aquila, cuando el homicidio era involuntario, era
posible resarcir a los deudos con la reparación pecuniaria.
Con el surgimiento del derecho Canónico, se hizo la distinción entre el homicidio culposo y
el homicidio doloso, dividiéndose a su vez en homicidio calificado y simple. A este último
se les castigaba con pena pecuniaria y pena de muerte al que cometiera homicidio
calificado.
Con el Fuero Juzgo aparecen modalidades de este delito, como el homicidio voluntario,
concepción que modifica el Fuero Real al hacer la diferencia entre homicidio voluntario e
involuntario, situación que es retomada por la ley de la Siete Partidas. En el Código
Francés de 1810, el homicidio calificado se castigó con la pena de muerte, y el Código
Belga de 1867, los denomina “Crímenes y delitos contra las personas”, subdividiéndoles
en dos capítulos: “Del homicidio y de las lesiones corporales voluntarias” y en “Del
homicidio y las lesiones involuntarias.3

En Mesoamérica, durante el periodo prehispánico, el derecho era jurisdicción del rey, de


manera que nadie podía tomarse justicia por propia mano, pues existían tribunales
encargados de administrar justicia, razón por el cual el homicidio se castigaba con la pena
de muerte. En la época colonial, como en el caso de las lesiones, se aplicaron las leyes

1
Eduardo López Betancourt, Delitos en particular, Editorial Porrúa, pág. 60
2
Ibídem
3
Ob. Cit. pág. 61
españolas, en las que se alcanzó a diferenciar la intención del agente, desde que se crean
las leyes del Fuero Juzgo, el Fuero Real y la ley de las Siete Partidas.

Edad Media

La edad media: durante la edad media desaparece el Imperio romano, y con él la unidad
jurídica de Europa.
Las invasiones de los bárbaros trajeron costumbres jurídico-penales diferentes, contrapuestas
muchas de ellas a los principios del derecho del Imperio romano.
A medida que el señor feudal fortalece su poder, se va haciendo más uniforme el derecho,
como fruto de la unión del antiguo derecho romano y de las costumbres bárbaras.
Así cobra fuerza el derecho canónico, proveniente de la religión católica que se imponía en
Europa por ser la religión que se había extendido junto con el Imperio romano.
El derecho canónico que comenzó siendo un simple ordenamiento disciplinario crece y su
jurisdicción se extiende por razón de las personas y por razón de la materia. llegando a ser
un completo y complejo sistema de derecho positivo.
El delito y el pecado (se homologaban) representaban la esclavitud y la pena la liberación; es
fruto de esa concepción el criterio tutelar de este derecho que va a desembocar en el
procedimiento inquisitorial.
Se puede destacar que el derecho canónico institucionalizó el derecho de asilo, se opuso a las
ordalías4 y afirmó el elemento subjetivo del delito.
Es muy debatido si se distinguía el delito del pecado, pero la mayoría de los autores coinciden
en que, aunque haya existido una distinción teórica, en la práctica la misma se desvanecía.
Basta con mencionar algunos de los actos que se consideraban delitos: la blasfemia, la
hechicería, el comer carne en cuaresma, el suministro, tenencia y lectura de libros prohibidos,
la inobservancia del feriado religioso, etc.
Los Glosadores y los Post glosadores: Con la concentración del poder en manos de los reyes,
y la consiguiente pérdida del mismo por parte de los señores feudales, se sientan las bases de
los Estados modernos.

Eduardo López Betancourt, Delitos en particular, pág. 64


Se produce entonces el renacimiento del derecho romano. En las universidades italianas,
principalmente, se estudia este derecho, como también las instituciones del Derecho
Canónico y del derecho germano.
Los glosadores avanzan sobre el derecho romano a través del Corpus Iuris de Justiniano,
recibiendo su nombre por los comentarios (glosas) que incluían en los textos originales.
Los post glosadores ampliaron el campo de estudio, incluyendo también las costumbres
(derecho consuetudinario).

Las Partidas: Las Siete Partidas de Alfonso el Sabio constituyen un código aparecido entre
los años 1256-1265, que ejerció luego una enorme influencia en la legislación general. Las
disposiciones penales de Las Partidas se encuentran en la partida VII, completándose con
numerosas disposiciones procesales atinentes a lo penal contenidas en la Partida III.
Queda definitivamente consagrado el carácter público de la actividad represiva, y se establece
que la finalidad de la pena es la expiación, es decir, la retribución del mal causado, como
medio de intimidación, para que el hecho no se repita.
Se distingue conforme con la influencia del derecho romano el hecho cometido por el
inimputable (por ejemplo el loco, el furioso, el desmemoriado y el menor de diez años y
medio, sin perjuicio de las responsabilidades en que incurran los parientes por su falta de
cuidado). Distinguida así la condición subjetiva para la imputación, estableciéndose que a
tales sujetos no se les puede acusar, queda firmemente fijado el sentido subjetivo de esta ley
penal, la cual, en este terreno, traza nítidas diferencias entre la simple comisión de un hecho
y su comisión culpable.
Contiene también, especialmente en el homicidio, la diferencia entre el hecho doloso, el
culposo y el justificado. Se prevén ciertas formas de instigación, de tentativa y complicidad.
La Carolina
En 1532 Carlos V sancionó la Constitutio Criminalis Carolina u Ordenanza de Justicia Penal,
que, si bien no era obligatoria para los señores feudales en sus territorios, igualmente sustentó
el Derecho penal común alemán.
Tipificaba delitos tales como la blasfemia, la hechicería, la sodomía, la seducción, el incesto,
etc. y las penas variaban entre el fuego, la espada, el descuartizamiento, la horca, la muerte
por asfixia, el enterramiento del cuerpo vivo, el hierro candente y la flagelación.
La Carolina es un código penal, de procedimiento penal y una ley de organización de
tribunales. En realidad no tiene un verdadero método, sino que es una larga y compleja
enumeración de reglamentaciones, admitiendo la analogía y la pena de muerte cuya
agravación en diversas formas admite, mostrando claramente que el objeto principal de la
pena es la intimidación.
Su importancia radica en la reafirmación del carácter estatal de la actividad punitiva. Por otra
parte, desaparece definitivamente el sistema composicional y privado, y la objetividad del
derecho germánico, con la admisión de la tentativa.
Derecho penal liberal.
César Bonesana (Cesare Beccaria) fue el autor de los delitos y las penas (1764) al cual se
considera como la obra más importante del Iluminismo en el campo del Derecho penal.
La pretensión de Beccaria no fue construir un sistema de Derecho penal, sino trazar
lineamientos para una política criminal.
Según Jiménez de Asúa, «Beccaria fue el primero que se atrevió a escribir en forma sencilla,
en italiano, en forma de opúsculo, y concebido en escuetos silogismos y no en la de aquellos
infolios en que los prácticos trataban de resumir la multiplicidad de las leyes de la época.
Sobre todo, Beccaría es el primero que se atreve a hacer política criminal, es decir, una crítica
de la ley».
Sin embargo, no se puede dejar de mencionar en la misma línea a Montesquieu, Marat y
Voltaire.
Beccaria parte de los presupuestos filosóficos imperantes de la época (el Contrato Social, de
Rousseau) como origen de la constitución de la sociedad y la cesión de mínimos de libertad
a manos del Estado y su poder punitivo para la conservación de las restantes libertades.
La crítica surgida del libro de Beccaria conduce a la formulación de una serie de reformas
penales que son la base de lo que conocemos como Derecho Penal liberal, resumido en
términos de humanización general de las penas, abolición de la tortura, igualdad ante la Ley,
Principio de Legalidad, proporcionalidad entre delito y pena, etc.
Uno de los más importantes difusores de la obra de Beccaria fue Voltaire.
Escuela clásica o liberal: El primer representante de esta "escuela" es Francisco Carmignani.
Su obra "Elementos de Derecho Criminal" propone un sistema de Derecho penal derivado de
la razón, siendo uno de los primeros en trazar un sistema científico del Derecho penal en
lengua no germana.
Siguiendo a Carmignani, pero superándolo, aparece en el escenario de la escuela liberal
Francesco Carrara, conocido como "el Maestro de Pisa". En su Programa del Corso di Diritto
Criminale (1859) la construcción del sistema de Derecho penal alcanza picos de depuración
técnica, tanto que cuando muere Carrara se empieza a visualizar el proceso de demolición
del Derecho penal liberal.
Positivismo.
Ante los avances de la ciencia y el afán por superar el Estado liberal no intervencionista,
buscando afrontar su ineficacia respecto al nuevo crecimiento de la criminalidad, nace el
positivismo.
Su idea es que la lucha contra la criminalidad debe hacerse de una forma integral permitiendo
la intervención directa del Estado.
Las mayores críticas contra los autores positivistas radican en el olvido de las garantías
individuales, ya que su foco es la peligrosidad social del delincuente.
Escuela Positivista Italiana:
Su fundador fue César Lombroso quien cambió el enfoque del delito como ente jurídico para
dirigirlo hacia el delincuente como hecho observable. Lombroso escribió ‘L’uomo
delinquente’ en 1876, colocando al delincuente como fenómeno patológico, respecto del cual
sostiene la existencia de una predisposición anatómica para delinquir, por lo que afirma la
existencia de un delincuente nato por una malformación en el occipital izquierdo.
Para Lombroso el que delinque es un ser que no ha terminado su desarrollo embriofetal.
Lombroso no era un jurista, por lo que Enrico Ferri será quien les dé trascendencia jurídica
a las teorías de Lombroso. Ferri rotula como ‘delincuente nato’ al ‘uomo delinquente’ de
Lombroso. El punto central de Ferri es que para su positivismo el delito no es la conducta de
un hombre, sino el síntoma de un mecanismo descompuesto. El delito es síntoma de
peligrosidad, por ello la medida de la pena está dada por la medida de la peligrosidad y no
del acto ilícito.
Con el ‘estado peligroso sin delito’ se quiso limpiar la sociedad de vagos, alcohólicos y todo
aquel que demostrara peligrosidad pre delictual.
Con Rafael Garófalo se completa el trío positivista italiano, y con él queda demarcada la tesis
de ‘guerra al delincuente’. Con él surge la idea de un ‘delito natural’, ya que las culturas que
no compartían las pautas valorativas europeas eran tribus degeneradas que se apartaban de la
recta razón de los pueblos superiores, y que eran a la humanidad lo que el delincuente a la
sociedad. El delito natural sería el que lesione los sentimientos de piedad y justicia, que eran
los pilares de la civilización occidental.
Teoría del delito
Para Josué Fossi la constatación de un hecho punible es una situación compleja referida a un
conjunto de hechos separables pero que forman una unidad. Constatar si determinado
comportamiento es jurídico-penalmente relevante es de manera amplia establecer que hubo
un comportamiento empíricamente observable, a través del cual se produjo un resultado (o
se intentó alcanzarlo) y que ese resultado puede ser imputado a una persona. Esta secuencia
solo es posible por medio de una teoría del delito que dé cuenta primero de la acción (u
omisión) verificada en el mundo exterior, que se constate la lesividad del resultado y que
exista la posibilidad de atribuir los dos elementos anteriores a una persona con capacidad de
culpabilidad.5
Es un instrumento conceptual útil para realizar una aplicación racional de la ley penal al caso
concreto (Bacigalupo). Se le atribuye una doble función: por un lado, mediar entre la ley
penal y el caso concreto. Por otro lado, mediar entre la ley penal y los hechos materiales que
son objeto de juicio. Para Bacigalupo se trata de una teoría de la aplicación de la ley penal,
ya que primero debemos verificar que una conducta humana (acción) se adecua a la
descripción realizada por el tipo (tipicidad), luego que la misma no esté autorizada ni que
goce de un permiso por el ordenamiento jurídico (antijurídicas). Y, por último, comprobar
que el autor posee las condiciones personales para imputarle dicha conducta (culpabilidad).
Esta es una construcción doctrinal, surgida a fines del siglo XIX. Comienza en Alemania
(con los planteamientos de Von Lizt, quien adopta este sistema para poder enseñar Derecho
penal a sus alumnos) y luego se difunde por toda Europa en países tales como Italia, España,
Portugal, Grecia.
Luego es acogida en América Latina por la influencia española, pero países como Corea y
Japón no adoptan este sistema.
La Teoría del delito es creada por la Dogmática Alemana con el propósito de entregar
seguridad jurídica para resolver un caso concreto y además establecer una pena justa y
proporcionada. Esta es un sistema categorial por niveles que nos permite saber cuando un
determinado hecho (delito)le podemos asociar una pena:
Elementos:
1 Conducta (acciones y omisiones). Es un conjunto de reglas que tiene por objeto ordenar
y garantizar la vida en sociedad de la persona humana.
2 Tipicidad. Es la descripción precisa de las acciones u omisiones que son considerados
como delito y a los que se asigna una pena o sanción.
3 Antijuricidad. Es un atributo de un determinado comportamiento humano y que indica
que esa conducta es contraria a las exigencias del ordenamiento jurídico.
4 Culpabilidad. Es la acción que se caracteriza por la violación a un deber de ciudadano.
5 Punibilidad. Es un adjetivo que refiere a lo susceptible o merecedor de ser castigado.
Dados estos elementos, de forma tal que la falta de uno anula el siguiente paso, podemos
afirmar que estamos ante la presencia de un Delito.
FALLO #1

1. Se manifiesta que hubo dos incidentes: en el primero de ellos intervinieron SEÑOR (2) y
SEÑOR (1) solamente este último portaba arma de fuego, mientras que en el segundo
incidente SEÑOR (3) también portaba arma de fuego y le disparó a SEÑOR (4); además
participó un tercer sujeto apodado SEÑOR (5).

PROCESO SEGUIDO A FERNANDO ABDIEL LASSO ORTEGA Y JOSÉ MANUEL


BERGUIDO POR EL DELITO CONTRA LA VIDA Y LA INTEGRIDAD PERSONAL
EN PERJUICIO DE ALDO EUGENIO RIVAS. PONENTE: JERÓNIMO MEJÍA E.
PANAMÁ, VEINTITRÉS (23) DE FEBRERO DE DOS MIL DOCE (2012).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: Jerónimo Mejía E.
Fecha: 23 de febrero de 2012
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 306-F
ANÁLISIS
El ilícito reprochable a SEÑOR (1), consiste en haber agredido con arma de fuego y con la intención
de matar a SEÑOR (2) quien recibió lesiones que le ocasionaron incapacidad definitiva de 120 días,
tal como consta el informe de medicina legal, como también a SEÑOR (3), con la intención de matar,
quien recibió lesiones que le ocasionaron incapacidad provisional de 90 días y a SEÑOR (4), (sic)
consiste en haberle ocasionado a SEÑOR (5), un disparo con proyectil de arma de fuego.
La Fiscal Superior considera que el señor SEÑOR (1), debió ser condenado por delito de homicidio
agravado en grado de tentativa, descrito en el numeral 2 del artículo 132 del Código Penal de 1982,
vigente al momento de la comisión del hecho, es decir, por premeditación, porque los afectados
SEÑOR (2) y SEÑOR (4), refieren en sus respectivas deposiciones juramentadas que horas antes de
ser lesionados se registró un incidente en la tienda "Dos Hermanas", momento en el que SEÑOR (1)
y SEÑOR (3), amenazaron a SEÑOR (4); posteriormente este último, SEÑOR (5) viajaban en un
vehículo que fue interceptado por SEÑOR (1) y SEÑOR (3), quienes los hicieron bajarse del carro y
les dispararon con la intención de causarles la muerte.
La señora Fiscal manifiesta que hubo dos incidentes: en el primero de ellos intervinieron SEÑOR (2)
y SEÑOR (4) y solamente este último portaba arma de fuego, mientras que en el segundo incidente
SEÑOR (1) también portaba arma de fuego y le disparó a SEÑOR (3); además participó un tercer
sujeto apodado SEÑOR (5).
De lo anterior deduce que está demostrado que entre el primer incidente y el hecho criminoso existió
un período de planificación y obtención de las armas que se utilizaron para cometer el delito por el
cual SEÑOR (1) fue condenado (homicidio en grado de tentativa), ya que anteriormente fue visto en
posesión de un cuchillo intentando agredir al sujeto conocido como "flauta".
Respecto a la situación jurídica del señor SEÑOR (3), la Fiscal Superior estima que debió ser
condenado por homicidio doloso agravado por motivo fútil, por la intrascendencia de los motivos por
los cuales ultimó a SEÑOR (5).
La Sala debe manifestar que las declaraciones de los testigos analizadas conjuntamente conforme a
las reglas de la lógica y la experiencia, permiten colegir que hubo tiempo suficiente para el
planeamiento o ideación del hecho, ya que los procesados en un primer momento habían tenido un
problema con SEÑOR (2) y SEÑOR (4) ; éstos se retiraron del lugar en un vehículo y a su retorno
fueron agredidos por los procesados quienes, portando armas de fuego, los estaban esperando en un
punto del camino, a altas horas de la noche.
Además, la agresión se dio aproximadamente dos horas después de la discusión inicial, por lo que se
aprecia el transcurso de tiempo razonable, en sede de deliberación y ejecución del acto censurable.
Por tanto, está comprobada la concurrencia de la circunstancia atenuante específica alegada por la
señora Fiscal.
Sobre esta circunstancia de agravación punitiva, la Sala debe indicar que en términos jurídicos el
motivo fútil ha sido definido por la Jurisprudencia patria como aquellas circunstancias baladíes,
nimias, insignificantes, sin importancia, que motivan al agente a cometer el delito de homicidio. Debe
quedar claro que cuando se habla de 'motivo fútil' no se alude a la ausencia de motivos, sino a la
existencia de motivos intrascendentes, como ocurriría en el caso de que una persona mate a otra
porque la víctima descuidadamente lo haya pisado.
La futileza es la falta de correspondencia de motivos con la acción dolosa de resultado muerte,
ocasionada por motivos intrascendentes, baladíes o poco serios. Algunos autores establecen que es la
casi ausencia de relación entre la causa y el efecto, es decir, entre lo que impulsa la conducta y el
resultado que se obtiene.
Concluido el examen del expediente la Sala considera que la acción desplegada por FERNANDO
ABDIEL LASSO ORTEGA encuentra ubicación jurídica en el numeral 2 del artículo 132 del Código
Judicial de 1982, es decir, el homicidio doloso agravado por premeditación, cuya sanción oscila entre
doce (12) y veinte (20) años de prisión.
La pena base se fija en doce (12) años prisión, con un incremento de una sexta parte, es decir, veinte
(20) meses de prisión por el segundo hecho, quedando la pena a imponer en trece (13) años y ocho
(8) meses de prisión.
Por lo anterior, la pena base se fija en quince años de prisión, siendo la pena líquida a imponer porque
no concurren circunstancias modificadoras de la responsabilidad penal. De igual manera se impone
la pena de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por el mismo término de la pena
principal.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema, Sala de lo Penal, administrando justicia en nombre de la


República y por autoridad de la Ley, REFORMA la Sentencia N° 9 de 8 de febrero de 2010 proferida
por el Segundo Tribunal Superior en el sentido decondenar a SEÑOR (1), a la pena base de trece (13)
años y ocho (8) meses e inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por igual término como
autor de los delitos de homicidio doloso agravado en grado de tentativa en perjuicio de SEÑOR (3) y
SEÑOR (5), a la pena de quince (15) años de prisión e inhabilitación para el ejercicio de funciones
públicas por igual término como autor del delito de homicidio doloso agravado en perjuicio de
SEÑOR (4).

FALLO #2

2. El delito cometido (en este caso nos referimos al homicidio doloso), es de naturaleza grave y
demuestra la voluntad de los procesados en matar a las víctimas.

RECURSOS DE APELACIÓN PROMOVIDOS POR LOS DEFENSORES IDALIA


RIVERA Y VÍCTOR BUSTAMANTE BENÍTEZ, EN REPRESENTACIÓN DE
ROSARIO MARÍA VÁSQUEZ BATISTA Y JULIO CÉSAR MEDINA LAY,
RESPECTIVAMENTE, CADA UNO EN CONTRA DE LA SENTENCIA N 11 DE 8
DE JUNIO DE 2015, PROFERIDA POR EL SEGUNDO TRIBUNAL SUPERIOR DE
JUSTICIA DEL PRIMER DISTRITO JUDICIAL DE PANAMÁ, DENTRO DEL
PROCESO PENAL SEGUIDO A ROSARIO MARÍA VÁSQUEZ BATISTA Y JULIO
CÉSAR MEDINA LAY, POR DELITO DE HOMICIDIO DOLOSO, COMETIDO EN
PERJUICIO DE LOS SEÑORES DEMETRIO ZÁRATE VILLARREAL Y CARMEN
HERNÁNDEZ Y POR EL DELITO DE HOMICIDIO DOLORO EN GRADO DE
TENTATIVA, EN PERJUICIO DE RAYDDACKLIV A. ROMERO HERNÁNDEZ Y
LOS MENORES I.I.A.Z.R. E I.I.Z.R. PONENTE: JOSÉ E. AYÚ PRADO CANALS.
PANAMÁ, DIECISIETE (17) DE AGOSTO DE DOS MIL DIECISIETE (2017).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: José Eduardo Ayu Prado Canals
Fecha: 17 de agosto de 2017
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 173-16
ANÁLISIS
Se advierte en la sentencia atacada que el motivo del delito, en ese caso está constatado con el odio,
rencor y constante acoso y agresiones verbales injustificadas de los procesados contra las víctimas,
siendo evidente, la culpabilidad de éstos por lo que deben ser declarados culpables por los delitos
de homicidio doloso, cometido en perjuicio de los señores (1) y además, homicidio doloso imperfecto
(tentativa), llevado a cabo en detrimento de la señora (3) y los menores I.I.A.Z.R.; I.I.I.Z.R.
- Los hechos fueron ejecutados en presencia de la comunidad, eso produjo alarma en la vecindad,
además, los vecinos manifestaron, los señores procesados acosaban, agredían verbalmente a las
víctimas y varios de ellos escucharon cuando éstos manifestaban el propósito de matar a las víctimas.
- No consta en el expediente medio probatorio alguno para comprobar antecedentes penales o
policivos, esto significa, la certificación de la autoridad respectiva no ha sido incorporada (historial
penal y policivo), luego entonces, debemos interpretar, son delincuentes primarios los procesados.
- En este caso, el bien afectado es importante, estamos hablando de la vida de dos personas.
- Los señores procesados tenían superioridad y ventajas cuando ocurrieron los hechos, porque
incendiaron la residencia de las víctimas, ellos no tuvieron oportunidad para defenderse y los hechos
ocasionaron gran impacto en la vecindad.
Siendo ello así, en cuanto al homicidio doloso, debemos fijarle la pena base a cada uno de los
procesados de treinta (30) años de prisión, sin disminución porque no han concurrido circunstancias
atenuantes.
Como complemento de lo anterior, también procede aplicar a cada uno de los señores procesados, la
pena accesoria de tres (3) años de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas".
De la síntesis que de los respectivos testimonios se hizo con anterioridad, es dable observar que para
la fecha de autos, los "vecinos problemáticos" de la casa 147 los señores, momentos antes del
siniestro, gritaron improperios y amenazas a los hoy occisos calcinados de la casa 145.
Como se puede ver, existen pruebas directas, que demuestran que, en efecto, los procesados señores
1, motivados por odio o rencor provocaran el incendio para lograr la muerte de los habitantes de la
casa 145, que ya habían vaticinado; a esta conclusión atinadamente arribó el fallador al reparar todas
las versiones que rindiesen dentro de la actuación y cobra sentido lo expuesto en la sentencia atacada
de que de éstos testimonios, surge el grado de certeza necesario para fundar en ellos una sentencia
condenatoria.
De acuerdo con estas declaraciones, se tiene también, que las amenazas y maniobras ejecutadas por
los procesados en contra de los occisos, se remontan a años atrás "alrededor de diez (10) años"; "desde
el 2009, y desde esa época escuchaba los improperios" y amenazas.
Ante todo lo planteado, hasta este momento, ha quedado probado que la capacidad criminal de los
sentenciado SEÑORES (1), pese a que no se extracta ninguna sentencia condenatoria ejecutoriada
que en su contra profiriese la justicia por un delito violento, precisamente homicidio; se ha descrito
que ambos guardan un perfil de personalidad proclive a pasar por alto elementales normas de
convivencia social, ya que como se dijo, las muchas sindicaciones, documentadas en el expediente
los catalogan como personas con "mal genio y amargura", "groseras y hostiles", "con actitud procaz
y metiche"; que en más de una ocasión manifestaron a viva voz, amenazas de muerte hacia los
desafortunados, lo que a juicio de esta Sala son indicios pertinentes y que revistan de la fuerza suasoria
en el caso concreto, dado que el delito aquí atribuido es de naturaleza violenta.
De consiguiente, se valoran, los indicios egoístas y desalmados personificados por SEÑORES (1),
pues como se dijo carece la encuesta de prueba pericial que logre explicar el actuar advertido por los
intervinientes al indicar que el día del siniestro, éstos pese a ser vecinos del ala derecha de la casa
incendiada; se dijo sobre esto: "nunca salieron y viven al lado; "ellos fueron los únicos que salieron
después que el fuego estaba apagado, no le preguntaron nada a nadie y salieron vía contraria"; "se
quedaron dentro de su casa, a pesar de que desde su residencia era más fácil ingresar para intentar
mitigar las llamas"; "ellos como que se encerraron...Es más ellos están actuando natural como si nada
hubiese pasado"; "le pedimos ayuda a la casa de al lado...ellos se reusaron (sic), no quisieron"; "ni se
preocuparon que su casa se pudo haber quemado.

FALLO #3
3. La responsabilidad penal que corresponde LOS SEÑORES (2), es la de
autor de HOMICIDIO DOLOSO en perjuicio de LOS SEÑORES (1), y
de TENTATIVA DE HOMICIDIO DOLOSO en perjuicio de SEÑORES
(4).
RECURSO DE APELACIÓN DENTRO DEL PROCESO QUE SE LE SIGUE A
VICTOR MANUEL JAÉN SIANCA Y ERIC ROBERTO JAEN SIANCA
POR HOMICIDIO DOLOSO EN PERJUICIO DE JOSÉ DIOMEDES VARGAS
(Q.E.P.D.) Y POR HOMICIDIO DOLOSO EN GRADO DE TENTATIVA EN
PERJUICIO DE PERGENTINO VARGAS. PONENTE: JERONIMO MEJIA.
PANAMÁ, CUATRO (4) DE ABRIL DE DOS MIL DIECIOCHO (2018).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: Jerónimo Mejía E.
Fecha: 04 de abril de 2018
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia absolutoria apelada
Expediente: 270-17S-A
ANÁLISIS
PRIMERO que los hermanos SEÑORES (1) llegaron al local de trabajo del señor Vargas Cedeño,
que esperaron a las víctimas y las agredieron, deduciéndose que hubo provocación por parte de los
imputados. SEGUNDO que los que se defendían eran las víctimas. El único testimonio que difiere de
estos dos presenciales, es la declaración de SEÑORES (2), y por ende con interés en faltar a la verdad.
Incluso del resto de las declaraciones en lo que aporta presenta un escenario donde los hermanos
SEÑORES (1), agredieron con ensañamiento a las víctimas.
Las pruebas científicas es que emerge del protocolo de necropsia de SEÑORES (1), establecen que
recibió múltiples heridas en la cavidad abdominal, además de presentar a su ingreso un shock
hemorrágico, y también una fractura deprimida en región temporal izquierda. SEÑORES (1), murió
debido a las complicaciones producidas por las lesiones causadas por las heridas de arma blanca.
Esta prueba científica demuestra que SEÑORES (2), recibió múltiples agresiones por parte de
SEÑORES (1), en áreas vitales de su cuerpo como la fractura en la cabeza y las distintas heridas en
el área abdominal, que fueron estas últimas las que provocaron su muerte. Estas agresiones distan
mucho de representar maniobras de defensa legítima para repeler una agresión, puesto que al
inmediatamente producirse cualquiera de las heridas antes mencionadas la persona quedaba
evidentemente en condición de vulnerabilidad, estaba vencido, pero los agresores no se detuvieron,
continuaron agrediéndoles y le provocaron otras heridas en también áreas vitales de la anatomía de
SEÑORES (2).
Por otra parte, en el caso de la otra víctima, el señor SEÑORES (3), observamos que también recibió
múltiples heridas durante la agresión, según el resultado de la evaluación médico legal.
Como se hace evidente de la prueba pericial, se demuestra que tanto el fallecido en este hecho,
SEÑORES (3), recibieron agresiones con arma blanca, lo que contradice la versión del Tribunal en
absolver de responsabilidad a SEÑORES (4), con el pretexto que sólo se ubicó el arma blanca que
poseía SEÑORES (1), ya que el hecho que no se haya localizado las armas utilizadas por los
agresores, no significa que esta no existan, puesto que una de las reacciones de los agresores en estos
casos es deshacerse de las evidencias inculpatorias, pero las pruebas científicas sí demuestran la
existencia y la forma en que fueron agredidas las víctimas, dentro del contexto del intercambio de
agresiones entre ambas partes.
En cuanto a la magnitud de la lesión o del peligro y la mayor o menor voluntad de dañar: se comprobó
que los señores SEÑORES (2), querían causarle la muerte a SEÑORES (1), por lo que lo golpearon
con objetos contundentes en la cabeza y cuerpo hasta dejarlo indefenso en el suelo, momento que es
aprovechado por SEÑORES (2), para causarle violentamente la muerte mediante múltiples puñaladas
en el abdomen.
Las circunstancias de modo, tiempo y lugar. El hecho ocurrió de noche frente a la Bodega propiedad
de las víctimas, quienes al salir del local fueron sorprendidos por los imputados golpeándolos con
objetos contusos y punzo cortante. La calidad de los motivos determinantes. Según la víctima
sobreviviente, SEÑORES (4), se trató de una venganza por rencillas anteriores contra su hijo. La
conducta del agente inmediatamente anterior, simultánea y posterior al hecho. Se tiene que SEÑORES
(1).
En mérito a lo expuesto, la Sala Segunda de lo Penal de la Corte Suprema, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, REVOCA la Sentencia Penal de 2 de mayo de
2017, dictada por el Segundo Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial de Panamá, Sala
Transitoria, y en consecuencia condena a SEÑORES (2) a VEINTE (20) AÑOS DE PRISION y la
pena accesoria de INHABILITACIÓN para el ejercicio de funciones públicas por un término de DIEZ
(10) AÑOS, que tendrá que cumplir una vez sea ejecutada la pena principal, por su participación en
calidad de AUTOR en el delito de HOMICIDIO DOLOSO SIMPLE, en perjuicio de SEÑORES (1),
También se le condena a la PENA DE CINCO (5) AÑOS DE PRISION como AUTOR DE
TENTATIVA DE HOMICIDIO SIMPLE, en perjuicio de SEÑORES (4).
SEÑORES (3) la pena de QUINCE (15) AÑOS DE PRISION y la pena accesoria de
INHABILITACIÓN para el ejercicio de funciones públicas por un término de CINCO (5) AÑOS, que
tendrá que cumplir una vez sea ejecutada la pena principal, por su participación en calidad de
COMPLICE PRIMARIO en el delito de HOMICIDIO DOLOSO SIMPLE, en perjuicio
de SEÑORES (4.
También se le condena a la PENA DE CINCO (5) AÑOS DE PRISION como AUTOR DE
TENTATIVA DE HOMICIDIO SIMPLE, en perjuicio de SEÑORES (2).

FALLO #4

4. El delito de HOMICIDIO DOLOSO AGRAVADO por premeditación y


por motivo fútil, de el SEÑORES (1).

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA LA SENTENCIA NO.21 DE 18 DE MARZO


DE 2002, PROFERIDA POR EL SEGUNDO TRIBUNAL SUPERIOR DEL PRIMER
DISTRITO JUDICIAL, POR LA CUAL CONDENA A ALBERTO ERNESTO
MORALES ANTIOCO A LA PENA DE 9 AÑOS DE PRISIÓN E INHABILITACIÓN
DE FUNCIONES PUBLICAS POR IGUAL PERÍODO, POR EL
DELITO HOMICIDIO DOLOSO EN PERJUICIO DE MARIO JULIO IGENIO
COPPIN. MAGISTRADA PONENTE: GRACIELA J. DIXON C. PANAMÁ,
VEINTITRÉS (23) DE JULIO DE DOS MIL DOS (2002).

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE LO PENAL.


ANÁLISIS
El presente negocio trata de la muerte violenta de SEÑORES (1), hecho ocurrido el 12 de junio de
1999, en horas de la madrugada, en la estación de combustible de la FENACOTA, Ciudad de Colón,
Provincia de Colón.

De conformidad con la experticia médica forense, la causa de muerte de SEÑORES (1), fue a
consecuencia de shock hemorrágico, laceraciones de corazón y pulmones por herida con arma de
fuego.

Como presunto responsable del hecho, fue llamado a responder en juicio criminal el señor SEÑORES
(2), quien se acogió al juicio con intervención de jurados de conciencia, en el cual los jueces legos le
declararon culpable de haber causado la muerte a SEÑORES (1),

La Fiscal estima que de las declaraciones juradas se desprende que el hecho punible es
el homicidio doloso agravado por premeditación, por lo cual corresponde analizar las constancias
procesales para decidir lo que en derecho cabe.
Expresa el indagado que los dos primeros disparos los hizo como a unos 4 metros de distancia y los
3 disparos siguientes se los hizo a quemarropa estando MARIO tirado en el piso.

Esta última afirmación denota el ánimo del procesado en llevar a cabo la consumación del hecho, el
propósito firme y reflexivo, así como la frialdad de ánimo del actor a que se refiere la doctrina y la
jurisprudencia.

En otro orden de cosas, no se puede soslayar que en la primera declaración que presentan ante las
autoridades, éste manifiesta que el motivo por el cual le causó la muerte a SEÑORES (2), fue porque
éste le había pegado delante de su madre, cuando fue a ponerle la queja de que le había puesto una
luz infrarroja.

De lo anterior se desprende que la conducta se adecúa al motivo fútil, que es aquel que carece de
importancia y de consistencia, es el motivo insignificante que no guarda proporción respecto del
delito cometido. Aunado a ello, estima esta Sala que le cabe razón a la señora Fiscal cuando en calidad
de apelante plantea que se está ante un homicidio por premeditación.

Por tanto, se procede a fijar la pena. El delito de homicidio agravado por premeditación y por motivo
fútil, contemplado en los numerales 2 y 3 del artículo 132 del Código Penal, respectivamente, conlleva
como sanción la pena de prisión que fluctúa entre 12 a 20 años. Así, de conformidad con los
parámetros del artículo 56 del código punitivo, establecemos la pena base en dieciocho años de
prisión, y al no observar circunstancias agravantes ni atenuantes que considerar, aquella es la pena a
imponer. Por igual término se le impondrá la pena de inhabilitación para el ejercicio de funciones
públicas.
FALLO #5

5. la responsabilidad penal que les cabe a los procesados por delito


de HOMICIDIO DOLOSO AGRAVADO en perjuicio de SEÑORES (4).
PROCESO SINDICADO A RICARDO ALFREDO WILSON GUTIÉRREZ Y
OTROS, SINDICADO POR DELITO CONTRA LA SALUD PÚBLICA.
MAGISTRADA PONENTE: GRACIELA J. DIXON C. PANAMÁ, TREINTA (30)
DE ABRIL DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE (1999)

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE LO PENAL.


ANÁLISIS
Se plantea que el arma que causó la muerte de SEÑORES (4), fue la que utilizó el otro sindicado, no
la que portaba su defendido. De igual manera, manifiesta que éste no registra antecedentes penales ni
policivos, siendo un delincuente primario y que debería aplicársele el contenido del artículo 2112 del
Código Judicial y bajársele hasta la mitad de la pena por su colaboración con las autoridades. (F. 350)
En cuanto a la comisión del hecho punible, se tiene que son dos los procesados, SEÑORES (1),
SEÑORES (2), cuyo actuar ilícito fue tipificado bajo la figura del homicidio doloso agravado, tal
como se observa en la resolución que se pretende reformar: "de autos se infiere, claramente, que el
móvil del crimen fue el robo del dinero de las bolsas de depósito de la compañía ..., ello configura los
elementos o presupuestos del homicidio doloso calificado, tipificado en el artículo 132 numeral 5 del
Código Penal, cuya sanción oscila entre los 12 y 20 años de prisión.
En ese orden de ideas, corresponde entrar a examinar los medios probatorios que existen en el
expediente frente a las pretensiones de los recurrentes, con el fin de pronunciarnos si hay lugar a la
rebaja de la pena solicitada por los letrados.
En declaración indagatoria, SEÑOR (5) señaló que trabajaba como agente de seguridad de la Primera
Agencia de Seguridad de Colón y que su función era la de vigilar la Cervecería Barú Panamá en la
ciudad de Colón, cuidando que personas ajenas a la empresa no robaran o penetraran en la misma.
Indica el procesado que se puso de acuerdo con SEÑORES (3) para llevar a cabo el robo en el depósito
de esa compañía. En la noche del sábado 23 de marzo de 1996, entraron por la parte de atrás del local,
hicieron ruido para llamar la atención del guardia de seguridad y éste se dirigió a donde estaban ellos.
En ese momento, SEÑORES (1), agarró al guardia de seguridad por la espalda, le apuntó con su
revólver mientras que SEÑORES (2), lo desarmaba, y entre ambos procedieron a amordazarlo,
amarrarle las manos y le vendaron los ojos con cinta adhesiva, llevándole a una parte oscura del
depósito y lo dejaron allí.
De allí en adelante se formó el intercambio de disparos y ellos (los asaltantes) salieron corriendo y
dejaron a SEÑORES (3) disparando. Pasado tres días, se enteró que el supervisor estaba muerto.
De igual manera, señalan los agentes captores que:
"no está demás informarle que al entrevistarle al sujeto SEÑORES (1), el mismo aceptó haber
participado en el caso de homicidio del señor Alberto González y dijo que el arma que el
(SIC) portaba para esa fecha era la que se le ocupó en su residencia manifestando que la
otra ... se la quitaron al seguridad que amordazaron y que esta arma la utilizó su compañero
SEÑORES (2), Dijo que los dos le dispararon al seguridad que murió ... El sujeto RICARDO
ALFREDO GUTIÉREZ (a) RICKI se entregó voluntariamente a este despacho.
Como se observa en el informe calendado 11 de abril de 1996, las unidades del Sub-DIIP de la
Provincia de Colón, señalan que se dirigieron a la Primera Agencia de Seguridad donde efectuaron la
detención de ADOLFO HYNES FAIRCLOUGH, ya que fue "señalado por el joven RICARDO
WILSON ... como su compañero de haber participado en el Asalto a la Cervecería del Barú" en donde
fue ultimado el señor GONZÁLEZ LÓPEZ.
El señor SEÑORES (3) se entregó ante las autoridades de policía el 11 de abril de 1996, 19 días
después de la comisión del hecho punible, cuando ya las autoridades tenían conocimiento de la muerte
de SEÑORES (4), No obstante, hay que tomar en cuenta que la entrega fue voluntaria, ya que el
imputado se presentó por sus propios medios a la estación de policía pues su hermano, SEÑORES
(1), había sido detenido e implicado en el caso y el imputado se presentó con el fin de que se dejara
en libertad a su hermano. Aunado a lo anterior, se desprende de la encuesta penal que las autoridades
no tenían conocimiento de que SEÑORES (2), había participado en el asalto a la empresa citada y en
el homicidio en perjuicio de SEÑORES (4), motivo por el cual consideramos que si es viable el
reconocimiento de esta atenuante a favor del procesado.
Luego de examinar el expediente compartimos el criterio del Tribunal de primera instancia al
considerar que el hecho punible perpetrado por los señores SEÑORES (2), SEÑORES (3) se enmarca
dentro de la figura del homicidio doloso agravado, que se encuentra tipificado en el artículo 132 del
Código Penal, cuya pena es de 12 a 20 años de prisión.
Tomando en cuenta que el Segundo Tribunal Superior fijó la pena a cumplir por SEÑORES (1), en
diez (10) años y ocho (8) meses, y siendo que concurre la atenuante del numeral 5º del artículo 66 del
Código Penal, estima la Sala que al procesado le es aplicable una disminución de la cuarta parte de
la pena, por lo que la pena líquida a imponérsele a éste procesado es de ocho (8) años y once (11)
meses de prisión.
FALLO #6
6. Para que exista premeditación, debe haber un plan tendiente a incrementar las
posibilidades de lograr el delito de homicidio.

RECURSO DE APELACION EN CONTRA DE LA SENTENCIA DE PRIMERA


INSTANCIA N 15 DE 31 DE OCTUBRE DE 2014, EMITIDA POR EL SEGUNDO
TRIBUNAL SUPERIOR DEL PRIMER DISTRITO JUIDICIAL, DENTRO DEL
PROCESO SEGUIDO AL SEÑOR JUAN BAUTISTA FUENTES PÉREZ, POR LA
COMISIÓN DEL DELITO DE HOMICIDIO DOLOSO SIMPLE CONSUMADO, EN
PERJUICIO DE ……. (Q.E.P.D.). PONENTE: JOSÉ E. AYÚ PRADO CANALS.
PANAMÁ, VEINTITRES (23) DE AGOSTO DE DOS MIL DIECIOCHO (2018).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: José Eduardo Ayu Prado Canals
Fecha: 23 de agosto de 2018
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 274-17SA
ANÁLISIS : El actuar del acusado, se debió a una discusión que tuvo con la víctima en fechas
anteriores a la ocurrencia del hecho, es decir, el 5 de noviembre del 2011, y se encuentra de manera
casual el 20 de noviembre del año 2011, y sin mediar motivo, tal como lo señala el testigo ……. lo
agarra por el suéter a la altura del pecho, y en cuestión de segundos, sin mediar palabra, sacó un
cuchillo, cacha de venado de la cintura y apuñaló al occiso; ocasionándole la lesión que le causó la
muerte, considerando que estamos en presencia del delito de Homicidio Doloso Simple Consumado.
Derivado de este delito se declaró penalmente responsable al señor……., como autor material del
delito de HomicidioDoloso Simple Consumado, en perjuicio de …... (Q.E.P.D), siendo condenado a
la pena de VEINTE (20) AÑOS DE PRISIÓN y a la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio
de funciones públicas por el término de diez (10) años, una vez cumplida la pena principal.
La decisión fue impugnada por la Fiscal y el defensor de oficio del procesado.
FUNDAMENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN POR PARTE DE LA FISCAL: Señala la
recurrente que, la ubicación de la herida con que el procesado, ejecutó el homicidio es indicativo de
su resolución y premeditación de ejecutar el resultado de muerte del hoy occiso, no hablo, llegó, y
arteramente lo atacó en área noble e idónea para causar la muerte, tal y como desde el día del suceso
del robo y reclamo lo decidió.
Agrega la censora que esta forma de ejecución del delito dentro del marco del tiempo del suceso
primario (robo y reclamo) del 5 de noviembre de 2011 y el homicidio el 20 de noviembre de 2011,
no es más que la presencia de la agravante denominada por la doctrina y la ley penal como la agravante
premeditación en la conducta del procesado, que lo ubica como autor material del delito
de Homicidio Doloso Agravado, contemplado en el numeral 4 del artículo 132 del Código Penal.
Finalmente, solicita, se reforme la sentencia impugnada, en cuanto a la dosificación de la pena, y
aumente el quantum de la misma, tomando en cuenta la circunstancia agravante contemplada en el
numeral 4 del artículo 132 del Código Penal.
FUNDAMENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN POR PARTE DEL DEFENSOR:
Señala el recurrente que, el a quo no valoró de manera integral los factores, elementos y circunstancia
objetivas y subjetivas, personales y materiales que incidieron en el proceso, para condenar a …………
a la pena máxima establecida en el artículo 131 del Código Penal, máxime, cuando el Tribunal expreso
" pues no existe indicio alguno que el acusado haya premeditado las graves lesiones que le ocasionó
al señor ………. (q.e.p.d) o haya incurrido en alguna de las agravantes establecidas en el artículo 132
del Código Penal..."
DECISIÓN DE LA SALA
Antes de adentrarnos al fondo de la sentencia, esta Superioridad advierte que se basará solo en lo
referente a los puntos de disconformidad planteados por el recurrente.
Dicho lo anterior, es dable resaltar, que sobre la figura de la premeditación como circunstancia
agravante específica de la responsabilidad penal en el delito de homicidio ha señalado:
La premeditación como circunstancia agravante, no presupone que la mente humana quede
concentrada y petrificada fríamente durante ese período de tiempo relevante en el que la decisión de
cometer el delito debe mantenerse de modo constante. En otras palabras, para que exista
premeditación debe haber un plan tendiente a incrementar las posibilidades de lograr el delito de
homicidio y también para poder escapar de la escena y no ser identificado".
Realizadas las anteriores anotaciones de los aspectos jurisprudenciales, esta Sala entra a valorar, de
acuerdo al caudal probatorio que reposa en la presente encuesta penal, entiende la Sala entonces, que
el escenario descrito no indica con certeza que la actuación del inculpado …..… haya sido reflexiva,
resuelta luego de una fase de preparación, toda vez que, de la lectura del testimonio de …………, se
desprende que el día de los hechos………., se encontrabajugando dados con un grupo de personas en
Samaría sector 5, detrás del lugar conocido como la preferida y que todo estaba bien hasta que llegó
el hoy occiso………...
En ese sentido, el marco circunstancial en el que se desarrolló la acción criminosa, no permite colegir
que, en efecto, ………… tuviera conocimiento que ……….. (Q.E.P.D), llegaría al lugar donde se
encontraba jugando dados, por lo que carece de un plan previo, quedando evidenciado que el
encuentro entre ambos, al momento en que la víctima es lesionada, fue casual.
Además de ello, no se lograron verificar los elementos constituyentes de la premeditación ya
señalados en líneas precedentes.
Concluye este Tribunal de Apelaciones que no le asiste la razón a la Fiscal Segunda Superior del
Primer Distrito Judicial de Panamá, toda vez que, la presente causa no cuenta con los elementos de
prueba que permitan tener por demostrada la premeditación.
En cuanto a la apelación del defensor de oficio del procesado………, referente a que no se valoraron
de manera integral los factores, es dable resaltar que, existe jurisprudencia de esta alta corporación,
en lo que se refiere a la discrecionalidad del juzgador en cuanto a fijar la pena base, misma que debe
ser respetada por el Tribunal de alzada, en aras de la independencia judicial que tienen los jueces de
instancia al momento de hacer la dosificación a imponer.
En este sentido, se evidencia que el Tribunal a quo, al momento de calificar la conducta penal lo hizo
en atención al contenido del artículo 131 del Código Penal, el cual tiene una penalidad de 10 años a
20 años de prisión. La Sala ha expresado que la pena base impuesta no es modificable cuando no se
observen vicios de ilegalidad manifiestos, por lo que en aras de la independencia judicial, se debe
respetar la discrecionalidad del Tribunal de Primera Instancia.
Así las cosas, para la Sala, la pena base fijada se encuentra dentro del límite que señala la ley, por lo
que lo procedente es confirmar la sentencia venida en apelación.
FALLO #7

7. Motivo intrascendente se da por la ausencia de justificación válida que lleve al agente a


lesionar el bien jurídico tutelado.

RECURSO DE APELACION EN CONTRA DE LA SENTENCIA PENAL DE 30


DE NOVIEMBRE DE 2016, EMITIDA POR EL SEGUNDO TRIBUNAL
SUPERIOR DE JUSTICIA DEL PRIMER DISTRITO JUDICIAL, DENTRO
DEL PROCESO SEGUIDO AL SEÑOR JUAN CARLOS MUÑOZ
VILLANUEVA, POR LA COMISIÓN DEL DELITO
DE HOMICIDIO DOLOSO AGRAVADO CONSUMADO, EN PERJUICIO DE
KARIM ABDUL MOLINA LAGUNA (Q.E.P.D). PONENTE: JOSÉ E. AYÚ
PRADO CANALS. PANAMÁ, VEINTITRES (23) DE AGOSTO DE DOS MIL
DIECIOCHO (2018).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: José Eduardo Ayu Prado Canals
Fecha: 23 de agosto de 2018
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 141-18 SA
ANÁLISIS: Se declaró penalmente responsable al señor ………., como autor del delito
de Homicidio DolosoAgravado Consumado, en perjuicio del señor ……… (q.e.p.d).
La decisión en su momento fue impugnada por el defensor público, quien anunció y sustentó recurso
de apelación en término procesalmente oportuno.
FUNDAMENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN DE LA DEFENSA:
El defensor público, al sustentar el recurso de apelación, manifestó que, su disconformidad con el
fallo apelado radica en que el tribunal de instancia, condenó a su representado a la pena de 20 años
de prisión por delito de Homicidio Consumado, ubicándolo en el numeral 6 del artículo 132 del
Código Penal, cuando debió ubicar su conducta en el Homicidio Simple.
Señala el recurrente que, no comparte que la conducta de …………, se adecue en el numeral 6 del
artículo 132 del Código Penal, es decir ejecutar el delito de homicidio por motivo intrascendente, ya
que es imprescindible conocer las condiciones ambientales como las condiciones físicas o psíquicas
en que se encontraban tanto el imputado como la víctima. Estos aspectos indican que los hechos
ocurren en el momento en que el autobús estaba oscuro, además del hecho que el procesado y la
víctima habían ingerido bebidas alcohólicas; los testigos indican que el sancionado y la victima
sostuvieron una discusión previa, que luego hubo un forcejeo entre los precitados, donde …….. fue
golpeado por la víctima, lo que indica que hubo una situación precedente, antes que ………. hiriera
mortalmente a …………., por lo cual no fue una acción instantánea, sin ninguna motivación relevante
como establece la sentencia atacada.
Al respecto concluye el recurrente que la jurisprudencia toma en cuenta la discusión previa entre
víctima y agresor para desestimar la aplicación del tipo penal del numeral 6 del artículo 132 del
Código Penal.
Finalmente, solicita, se reforme la sentencia impugnada, en el sentido que se ubique la conducta de
JUAN CARLOS MUÑOZ VILLANUEVA, en el tipo penal de Homicidio Simple y se realice una
nueva dosificación de la pena cónsona y proporcional a los hechos
DECISIÓN DE LA SALA
Conocida la disconformidad del recurrente, le corresponde a esta Sala analizar y decidir el recurso
interpuesto, sólo sobre los puntos de la resolución a que se refiere el apelante, tal como lo establece
el artículo 2424 del Código Judicial.
Ahora bien, la disconformidad de la defensa del procesado con la resolución apelada, radica en que
se debió ubicar la conducta de su representado en el Homicidio Simple y no con la agravante
establecida en el numeral 6 del artículo 132 del Código Penal.
En la Sentencia apelada, el Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial, en
cuanto a este aspecto, desarrolló lo siguiente:
En vías de ubicar la conducta reprochada, bajo las previsiones típicas del Código Penal, se concluye
que estamos en presencia de un Homicidio Doloso Agravado, que se encuentra normado en el artículo
131, aprobado por la Ley 14 del 18 de mayo de 2007, en concordancia con los artículos:
"Artículo 131. Quien cause la muerte a otro será sancionado con prisión de diez a veinte años".
Artículo 132. El delito previsto en el artículo anterior será sancionado con pena de veinte a treinta
años de prisión cuando se ejecute:
6...Por motivo intrascendente,...
La Sala concluye en lo anterior, ya que de las declaraciones y de las pruebas recabadas se desprende
que existió una conducta agravada.
Procederemos a analizar las piezas para establecer en que se fundamenta el Tribunal para llegar a la
conclusión anterior.
Al analizar la conducta desplegada por el señor ……., según las declaraciones, se observa que,
contrario a lo manifestado por el recurrente en su aludido escrito de apelación, somos del criterio que,
el Tribunal de Grado realizó una correcta valoración al adecuar la conducta realizada por ………. en
la agravante del numeral 6 del artículo 132 del Código Penal, "Por motivo intrascendente".
El Motivo intrascendente se da por la ausencia de justificación válida que lleve al agente a lesionar el
bien jurídico tutelado, y en el caso que nos ocupa al traer a colación los testimonios del Testigo
Protegido; no encontramos motivos trascendentales o razonables, que hayan llevado a ……. a
lesionar a ………. (q.e.p.d), ya que el hecho de que la víctima lo rosara o de que recostara su brazo
sobre el espaldar del asiento donde estaba sentado el precitado………., no es una razón suficiente
para que se haya producido un resultado de tanta trascendencia, máxime cuando los testigos señalan
que el hoy occiso no hizo nada, que estaba sentado tranquilo.
Además, como bien señaló el A quo, no se ha demostrado en el proceso que la víctima y el procesado
se conocieran o tuvieran una enemistad que diera lugar a cometer el ilícito,
Por otra parte, aun cuando el recurrente pretende justificar la conducta de su representado en la ingesta
de bebidas alcohólicas, no consta examen toxicológico de .……. que acredite o descarte esa
condición.
En mérito a lo expuesto, la Sala Segunda de lo Penal de la Corte Suprema, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, CONFIRMA la Sentencia de Primera Instancia.

FALLO #8

8. Para ser autor o cómplice de un delito, no es absolutamente indispensable tomar parte en


todos los actos preparativos y de ejecución, solo basta una determinada actuación.

RECURSOS DE APELACIÓN ANUNCIADOS Y SUSTENTADOS POR LA


LICENCIADA MIREYA RODRÍGUEZ MONTEZA, EN REPRESENTACIÓN
DE ELIAS BLADIMIR PEREZ Y LICENCIADO ERNESTO MUÑOZ
GAMBOA, EN REPRESENTACIÓN DE TOMÁS GUTIÉRREZ HERRERA,
CONTRA LA SENTENCIA NO.22 DE 6 DE OCTUBRE DE 2011, DICTADA
POR EL SEGUNDO TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL PRIMER
DISTRITO JUDICIAL, DENTRO DEL PROCESO PENAL SEGUIDO POR
DELITO DE HOMICIDIODOLOSO AGRAVADO, EN PERJUICIO DE
RAMIRO ANTONIO DE LEÓN (Q. E. P. D.) PONENTE: JOSÉ E. AYÚ PRADO
CANALS. PANAMÁ, CINCO (5) DE JUNIO DE DOS MIL DIECISIETE (2017).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: José Eduardo Ayu Prado Canals
Fecha: 05 de junio de 2018
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 10-15SA
ANÁLISIS : Se dictó sentencia de primera instancia, en la que condenó a Elías Bladimir Pérez Ortega
y Tomás Gutiérrez a la pena de veinticinco (25) años de prisión e inhabilitación para el ejercicio de
funciones públicas por un lapso de cinco (5) años luego de cumplir la pena de prisión, el primero en
calidad de instigador y cómplice primario y el otro en calidad de autor material del hecho que
propinaron heridas con arma blanca que llevaron a la muerte al señor …….. (Q.E.P.D).
Recurso de apelación interpuesto por los defensores de los procesados ..……. y ……... contra la
Sentencia No.22 del 6 de octubre de 2011, mediante la cual el Segundo Tribunal Superior de Justicia
del Primer Distrito Judicial de Panamá impuso una condena de veinticinco (25) años de prisión e
inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por un lapso de cinco (5) años, luego de cumplir
la pena de prisión, al hallarlos responsables del cargo de Homicidio doloso agravado.
FUNDAMENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN DE LAS DEFENSAS:
La abogada defensora del señor ……….., solicita la reforma de la Sentencia apelada, y, en
consecuencia que se aplique la pena que corresponda a su patrocinado por el grado de participación
como cómplice secundario en la ejecución del hecho y además le sean consideradas a su favor las
atenuantes de cooperación y colaboración en la investigación.
La abogada defensora indicó que en las motivaciones del Tribunal de la causa se hacen afirmaciones
que no responden a la realidad, puesto que ……. afirmó en la diligencia de Reconstrucción de los
Hechos que su patrocinado, ……. se fue del lugar de los hechos antes de que éste ocasionará las
heridas al señor ………. desistiendo del robo y no prestando ninguna participación para la comisión
del homicidio. Considera que la única ayuda que presta su patrocinado, fue posterior al hecho, cuando
en la huida le ofrece un suéter para que Gutiérrez se limpie la sangre. De allí, es que considera la
apelante que la conducta desplegada por su representado se enmarca dentro del artículo 49 del Código
Penal.
Por otro lado, el licenciado …….., defensor particular del señor ………., centra su disconformidad,
en la dosificación que realizara el A-Quo, al no aplicar, a favor de su defendido, las atenuantes
contenidas en el artículo 90 del Código Penal en los numerales 2 y 7, que se refieren a no haber tenido
la intención de causar un mal de tanta gravedad, como el que se produjo y cualquier otra circunstancia
no preestablecida por la ley que a juicio del Tribunal deba ser apreciada.
Repara el letrado, que a su representado …….. no se le tomo en cuenta la circunstancia establecida
en el numeral 2 del artículo 90 del Código Penal, pues éste no planificó, participó y procuró el
homicidio del señor ……… (q.e.p.d), la intención era despojarlo del dinero.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Se halla plenamente demostrada la participación de .…….., pues la evidencia procesal permite
pregonar una clara división de atribuciones, donde cada uno de los involucrados acogieron los hechos
como suyos, cumpliendo importantes funciones, luego de la determinación del delito por parte del
apelante, pues uno; …….. era el encargado de someter a la víctima y coaccionar con el cuchillo y el
otro, ……… debía colaborar con la reducción de la víctima.
Sin embargo, al examinar la propia declaración del encartado, donde reconoce que participó de la
realización de una actividad delincuencial, en compañía de otra persona, que tenían como propósito,
realizar un robo a un taxista. El mismo sujeto acepta sin mayor reparo, que este ilícito que ideó, se
desarrolló con la utilización de armas cortante. Por tanto, quedan plenamente satisfechos los
elementos para que se configurará el delito de homicidio agravado. Sobre el particular, debe
precisarse que para ser autor o partícipe o cómplice de un delito, no es absolutamente indispensable
tomar parte en todos los actos preparativos y de ejecución, sino que basta una determinada actuación
en cualquiera de los aspectos del iter criminis.
Por otro lado, señaló la apelante como otro motivo de apelación, al finalizar su escrito impugnatorio,
expuesto lo anterior, se procede a examinar los argumentos presentados por el licenciado …….
defensor de ……. que guardan relación, específicamente, a circunstancias atenuantes contenidas en
los numerales 2 y 7 del artículo 90 del Código Penal, que sustenta, fueron obviadas por el A-Quo al
momento de emitir su sentencia.
Por ello, la Corte ha sostenido que la atenuación solamente es aplicable en aquellos casos en que el
agente haya ideado la comisión del delito previendo su resultado, pero, luego de cometerlo produce
un mal mayor o más grave del que previó. En conclusión, la Sala considera que la gravedad de las
heridas infringidas al occiso, demuestra que revestía toda la severidad como para causar la muerte a
una persona..
En cuanto al reconocimiento de la atenuante contentiva en el numeral 7 del artículo 90 del Código
Penal actual, , no disminuye la malicia ni la gravedad del delito por tener 18 años y sin estudios
culminados; por tanto, no lo hace merecedor de una disminución de la pena.
En este orden de ideas, se procederá al proferimiento del fallo de reemplazo acorde con la disposición
más favorable para el procesado en punto de la dosificación punitiva, respetando los parámetros
expuestos por el fallador de primera instancia.
Así las cosas, se impondrá a los señores ……. y ……. el máximo de pena previsto en el artículo 131
del Código Penal, esto es veinte (20) años, por otro lado, no sobra anotar que no se altera el monto de
la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por un lapso de cinco (5)
años luego de cumplir la pena principal, declarada en el fallo de primera instancia, dado que se fijó
en atención a lo normado en el artículo 68 del Código Penal y CONFIRMA en todo lo demás.

FALLO #9
9. La premeditación, propósito de matar asumido con ánimo frío y sereno, con tiempo y
buscando la ocasión para perfeccionar el crimen según el deseo.

RECURSO DE APELACIÓN ANUNCIADO Y SUSTENTADO POR EL


LICENCIADO DANILO MONTENEGRO, EN REPRESENTACIÓN DE JUAN
RODRÍGUEZ, CONTRA LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA N 03 DE 22
DE JULIO DE 2014, DICTADA POR EL SEGUNDO TRIBUNAL SUPERIOR DE
JUSTICIA DEL PRIMER DISTRITO JUDICIAL DE PANAMÁ, DENTRO DEL
PROCESO PENAL SEGUIDO AL PRENOMBRADO, POR DELITO DE
HOMICIDIO, AGRAVADO, EN PERJUICIO DE JULIO ROA CÓRDOBA (Q. E.
P. D.). PONENTE: JOSÉ E. AYÚ PRADO CANALS. PANAMÁ, SIETE (7) DE
MARZO DE DOS MIL DIECISIETE (2017).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: José Eduardo Ayu Prado Canals
Fecha: 07 de marzo de 2017
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 75-16SA
ANÁLISIS: El imputado en primer lugar entra a la casa del occiso ya que se encontraba abierta la
puerta y como el señor ……… no se encontraba en la vivienda, salió y desde la vereda realizó disparos
hacia la casa, luego estuvo toda la mañana y parte de la tarde dando vuelta por el sector y como a las
3:45 de la tarde, observa que por la vereda venía caminando ……… (q. e. p. d.), hacia su residencia
sin intercambiar palabras el imputado le dispara en cinco ocasiones, cayendo esté en el suelo, cerca
de un poste de luz eléctrica, ocasionándole las lesiones que le producen la muerte, por lo que
consideramos que nos encontramos frente al delito de Homicidio Doloso Agravado.
Posteriormente, el Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial de Panamá,
dictó Sentencia de Primera Instancia N° 03 de 22 de julio de 2014, imponiendo al prenombrado la
pena principal de veinticinco (25) años de prisión, y accesoriamente, se le inhabilita para el ejercicio
de funciones públicas, por el término de quince (15) años, contados a partir del cumplimiento de la
pena principal, como autor del delito de Homicidio Doloso Agravado en perjuicio de ……….. .
Al notificarse personalmente de la referida sentencia, el Licenciado Danilo Montenegro, defensor
oficioso, así como su representado, JUAN RODRÍGUEZ, anunciaron recurso de apelación contra la
misma.
FUNDAMENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN DE LA DEFENSA:
El Licenciado sustentó el recurso de apelación promovido contra la sentencia de grado, señalando
que fueron insuficientes los planteamientos del Tribunal Superior para estimar probada la existencia
de la agravante de premeditación, descrita en el numeral 4 del artículo 132 del Código Penal.
El recurrente cuestiona que el Tribunal Superior, no haya advertido de las declaraciones juradas
rendidas por ……... y ……. que la actuación de su representado, que le causó la muerte a ………. (q.
e. p. d.) estuvo motivada en la ira que le provocó el hecho de saber que la víctima había herido a su
padre, con arma blanca, en uno de sus brazos. A juicio del recurrente, tal situación no es constitutiva
de la circunstancia agravante específica de premeditación, pues ésta requiere que el hecho punible
esté precedido de una deliberación previa, frialdad de ánimo, propósito firme, reflexivo y bien
meditado. Asegura que, lejos de un plan preconcebido, lo sucedido se asemeja más a un evento
emocional durante el cual, su representado no se preocupó de ser visto e identificado por muchas
personas.
FUNDAMENTOS DE LA DECISIÓN:
Laa doctrina, representada en esta oportunidad por Carmignani, citado a su vez por Enrique
Bacigalupo, define la premeditación, aplicada al delito de homicidio, como "Propósito de matar
asumido con ánimo frío y sereno, con tiempo y buscando la ocasión para perfeccionar el crimen según
el deseo."
Asimismo, la jurisprudencia de esta Sala se ha encargado en reiteradas ocasiones de explicar cómo y
cuándo se estima que un delito de homicidio viene precedido de la premeditación. Veamos:
"...para considerar que existe premeditación deben concurrir los siguientes componentes: a)
Ejecución voluntaria de un hecho, con deliberación previa y decisión persistente, lo cual presupone
que el sujeto activo, voluntariamente, haya determinado ejecutar el ilícito sin probabilidad de cambio
de opinión. b) Transcurso de tiempo razonable en sede de deliberación y ejecución del acto
censurable, para que se configure este componente de la premeditación, se requiere que exista un
intervalo de tiempo entre la ideación o planificación del ilícito y la ejecución material o realización
efectiva del hecho punible. c) Idónea selección de los medios de ejecución: Este factor esencial de la
premeditación requiere, a criterio de la Sala, que el sujeto activo se procure, de manera consciente,
los instrumentos necesarios para realizar su tarea delictiva.
Las anteriores definiciones, adaptadas al hecho sub júdice, nos permiten corroborar que pasaron
varias horas entre el hecho detonante del homicidio, y el homicidio propiamente tal, lapso de tiempo
durante el cual ……. , persistió en su intento de dar con el paradero de la víctima, llegando hasta su
residencia, e incluso, irrumpiendo ilegalmente en la misma, y efectuando detonaciones de arma de
fuego dentro del inmueble, frente a menores de edad. El procesado profirió amenazas contra los
familiares de la víctima, que se encontraban en estado de vulnerabilidad, y les adelantó la intención
de segar la vida de ………, lo cual concretizaría horas más tarde. Se denota entonces, la deliberación,
y el ánimo persistente y firme de cometer el delito, sin que nada lo hiciera cambiar de opinión respecto
a la resolución adoptada.
Como segundo componente de la premeditación la Sala ha determinado en la jurisprudencia, la
necesidad de que haya transcurrido un tiempo razonable en sede de deliberación y ejecución del acto
censurable. A este respecto, se dijo anteriormente, que transcurrieron varias horas, entre el proceso
de deliberación y la ejecución del homicidio, período de tiempo en que el victimario, mantuvo su
intención homicida y lo demostró vociferando, amenazando verbalmente y materialmente, efectuando
disparos contra la residencia de la víctima, ocultándose en medio de matas, frente a la casa de la
víctima para esperar su regreso al hogar, y a pesar de haberse retirado, volvió a pasar frente a la casa
de la víctima, hasta que finalmente, luego de tanto buscarla, la encontró y procedió a ultimarla de
varios disparos. En consecuencia, la Sala estima plenamente probado que hubo una resolución previa
para la ejecución del hecho punible, con el firme propósito de causar la muerte al ofendido.
PARTE RESOLUTIVA
En mérito de lo anteriormente expuesto, LA SALA SEGUNDA DE LO PENAL DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la
Ley, CONFIRMA, en todas sus partes la Sentencia de Primera Instancia N° 03 de 22 de julio de 2014,
dictada por el Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial de Panamá, dentro
del proceso penal seguido contra ………., por delito de Homicidio Doloso Agravado en perjuicio
de ……. (q. e. p. d.)
FALLO #10

10. Quien se defiende lo hace con tal intención, por no haber otra forma o vía para escapar de
la agresión de la cual es objeto.

RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO DENTRO DEL PROCESO


SEGUIDO A HARRY BENDIBURG RODRÍGUEZ POR EL DELITO
DE HOMICIDIO DOLOSO EN PERJUICIO DE JOSÉ ANTONIO
FERNÁNDEZ (Q.E.P.D.). PONENTE HARRY A. DÍAZ. PANAMÁ, SEIS (06)
DE JULIO DE DOS MIL QUINCE (2015).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Segunda de lo Penal
Ponente: Harry Alberto Díaz González
Fecha: 06 de julio de 2015
Materia: Penal - Negocios de segunda instancia
Sentencia condenatoria apelada
Expediente: 64-14
ANÁLISIS: El 31 de octubre de 2010 se realiza diligencia de reconocimiento y levantamiento de
cadáver por parte del personal de la Fiscalía Auxiliar de la República, en la Policlínica Generoso
Guardia, ubicada en el sector de Santa Librada, en la cual se observa un cuerpo masculino de tez
trigueña, cabello lacio, con bigote, peso aproximado 170 libras, 1.70 de altura, el cual presenta un
orificio en la parte frontal del abdomen, un orificio en la parte derecha del costado parte baja,
escoriaciones en el hombro derecho e izquierdo, herida en la pierna izquierda a la altura de la rodilla,
una herida en el labio superior, una escoriación en la barbilla, una herida en la ceja izquierda, herida
en la parte trasera de la cabeza lado derecho, una escoriación en la espalda parte superior del lado
izquierdo, el cuerpo que correspondía al nombre de ……… .
El Segundo Tribunal Superior del Distrito Judicial de Panamá condenó al señor procesado, a la pena
de DOCE(12) AÑOS DE PRISIÓNEINHABILITACIÓN PARA EL EJERCICIO DE FUNCIONES
PÚBLICAS POR EL TÉRMINO DE DOS AÑOS, una vez cumplida la pena principal, como del
Delito de Homicidio Doloso en perjuicio de ……… (Q.E.P.D.).
FUNDAMENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN DE LA DEFENSA:
El licenciado defensor particular de ………. señaló que su defendido efectuó mas de tres disparos al
suelo antes de dispararle al hoy occiso José Antonio Hernández, que lo atacaba con un cuchillo. Los
testigos establecieron en todas sus deposiciones que el occiso y HARRYS BENDIBURG
RODRÍGUEZ mantuvieron una pelea en el Mini Súper El Veraguense, ubicado en Nueva Libia,
Alcalde Díaz y producto de ese hecho, fue que la víctima buscó el arma blanca con la que atacó a su
defendido. En ese sentido, señala que el actuar del señor procesado HARRYS BENDIBURG
RODRÍGUEZ se enmarca en lo señalado en el artículo 32 del Código Penal, relativo a la legítima
defensa.
El apelante haciendo un recuento de los testimonios de Julio Aldis González (fs.19-23), Juan García
(fs.108-115), Adriano Cisnero (fs.158-162), Diana Sánchez (fs.163-166) incorporados a la
investigación, señala además que su representado se encontraba en los supuestos del artículo 33 del
Código Penal y actuó en estado de necesidad, reiterando con ello que José Antonio Hernández
(Q.E.P.D) atacó varias veces a su defendido, por lo que solicita se dicte una sentencia absolutoria a
favor de HARRYS ULISES BENDIBURG RODRÍGUEZ.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Conocidos los argumentos, la Sala procede a revisar la sentencia apelada dentro de los parámetros
impuestos por el artículo 2424 del Código Judicial, no sin antes revisar las principales piezas. Para
efectos prácticos Sala estima necesario realizar el análisis de cada uno de los supuestos en los que se
configura la legítima defensa.
1. Agresión injusta, actual o inminente del que resulte afectado por el hecho
Con relación a este requisito, la doctrina sostiene que:
"...esta agresión debe ser injusta, es decir, antijurídica, lo cual es indicativo de que debe darse una
"efectiva puesta en peligro de bienes jurídicos defendibles, que con la agresión esté en verdadero
riesgo inminente de ser lesionado"(MUÑOZ CONDE, Francisco, "Teoría General del Delito",
Editorial Temis, Bogotá, 1990).
En este aspecto podemos señalar que las declaraciones acopiadas confirman que el procesado no
sufrió una agresión injusta frente a la que se produjera una acción defensiva, ya que no se ha logrado
acreditar el origen de las diferencias o la motivación del hecho, por tanto, no se puede establecer que
no hubo provocación por parte del procesado hacia el occiso.
2. Medio racional para impedir o repeler la agresión
Según la doctrina, la racionalidad guarda relación con los medios de que disponga el agredido. Si
puede optar entre varios diversamente gravosos para el atacante, ha de elegir aquel que permita repeler
o impedir la agresión con el menor daño del injusto agresor (RODRÍGUEZ DEVESA, José María.
En este punto, se evidencia de las constancias probatorias que el procesado hizo uso de un arma de
fuego para agredir al occiso (fs.149), la que no fue proporcional al medio utilizado por este, teniendo
en cuenta que el occiso mantenía un cuchillo y que de acuerdo a las declaraciones de los testigos,
hubo lugar para que la situación iniciada por la pelea no llegara a tan graves consecuencias como las
acontecidas.
3. Imposibilidad de evitarla o eludirla de otra manera
La doctrina destaca que la acción defensiva es necesaria en sus medios, cuando el atacado estaba en
imposibilidad relativa de acudir a medios menos vulnerantes que los desplegados efectivamente
(GÓMEZ LÓPEZ, ORLANDO. Legítima defensa. Edit. Temis. Bogotá. 1991. p.267).
La jurisprudencia por su parte sostiene que la necesidad de la defensa o imposibilidad de evitar o
eludir la agresión de otra manera supone que quien se defiende lo hace con tal intención, por no haber
otra forma o vía para escapar de la agresión de la cual es objeto.(Fallo de 7 de agosto de 1992; R.J.
Agosto, 1992, pág. 11).
Lo señalado en líneas superiores reviste especial importancia, pues, a pesar de los testimonios
acopiados no se ha logrado determinar a ciencia cierta los motivos que originaron el altercado entre
el señor ………… y el señor …….. (Q.E.P.D.), los testimonios de ………. Y ………., han indicado
que luego de haberlos separado, ambos regresan al punto donde se originó la pelea, pero regresan
armados, por lo que mal podríamos establecer que hubo intención de evitar o eludir la agresión por
otros medios, sino todo lo contrario.
En síntesis, la Sala estima que las constancias procesales permiten determinar que no se configura la
legítima defensa, y, por lo tanto, no se configuran los argumentos de censura del recurrente la CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA, SALA PENAL, administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley, CONFIRMA la Sentencia 1ra. Inst.

También podría gustarte