Hábitos de Estudio que sea siempre el mismo sitio, que esté
Cada cierto tiempo resurge en los
ámbitos educativos el debate acerca
de si la importancia de crear una
disciplina respecto a los hábitos de
estudiantes. Más allá de las diversas
opiniones en esta discusión, lo cierto es
que hoy por hoy los deberes
académicos son una parte fundamental
en el proceso y formación de estos
hábitos. La existencia de tareas para el
hogar tiene varios aspectos
positivos: ayuda a crear hábitos de
responsabilidad y disciplina en los
estudiantes, refuerza su concentración,
permite afianzar lo aprendido durante el
día en clase y también sirve para
estrechar la relación entre padres e hijos.
El problema es que los estudiantes a
menudo son resistentes a dedicar tiempo
en casa a los deberes de la escuela. Por
este motivo es indispensable encontrar
estrategias donde los padres cumplan
un papel importante en el desarrollo de
los hábitos de estudio, para estimular a
los niños, jóvenes a hacer sus deberes
sin dar problemas y obtener los mejores
resultados.
Diez consejos prácticos para que como
padres contribuyan en la construcción
de estos hábitos de estudio y el
cumplimiento de los deberes escolares:
1. Establecer un sitio apropiado para
hacer los deberes. No tiene por qué ser
en un escritorio, pero sí debe respetarse
en el aprendizaje y fortalece
bien iluminado y tratar que en ese
momento no tenga distracciones. Y con
el paso del tiempo, se llegue a asociar
con el estudio
2. Fijar un momento del día. Elegido el
momento, se debe cumplir. Esto
contribuye a crear hábitos de estudio y
disciplina, y también ayuda a evitar
discusiones; cuando llega la hora, toca
hacer los deberes. Lo más
recomendable es que sea temprano,
después de un rato de distracción tras
volver de la escuela. Cuanto más tarde
se haga, el niño o el joven estarán más
cansados y tendrá menos ganas, le
costará más y los resultados serán
peores.
3. Establecer reglas y horarios, ser firmes
en su cumplimiento. En este aspecto no
quiere decir que haya que ser inflexibles
de un modo radical, pero cuando se
establecen estas, se deben cumplir pues
forma el carácter y se disciplina en las
rutinas, para llegar a la autonomía.
4. Acompañar y guiar mientras hacen las
tareas. Significa estar cerca de ellos,
pero no "hacerles" los deberes. Dejar que
ellos realicen sus actividades del modo
más independiente posible, es una
forma de reconocer su autonomía, su
inteligencia y su capacidad de hacer las
cosas por sí mismos, aunque no salgan
perfectas. Esta actitud les ayuda mucho
su
autoestima y responsabilidad.
5. Predicar con el ejemplo. Esto es muy
positivo: que el adulto, siempre que sea
posible, haga sus propios "deberes" a la
vista del niño, mientras este hace los
suyo: cálculos relacionados con la
economía hogareña, revisión de
facturas u otros papeles, leer un libro,
etc. Será una motivación extra por dos
motivos: por un lado, porque los niños y
los jóvenes siempre intentan parecerse a
sus mayores, y por otro, porque es una
excelente manera de demostrarles que
lo que aprenden ahora les servirá para
su vida en el futuro.
6. Más que enseñar, dar instrumentos
para pensar. En muchas ocasiones los
mayores podrán aclarar las dudas de los
estudiantes, pero tal vez no siempre
puedan hacerlo. En tales casos, no hay
que agobiarse: el rol de los padres es
acompañar a los hijos y proporcionarles
ideas, instrumentos para pensar y buscar
alternativas. No es conveniente
regañarlos por no haber resuelto las
dudas en la clase, sino alentarlos para
que en la siguiente no olviden hacerlo.
7. Revisar los deberes hechos. Esto refleja
una demostración de interés por parte
del adulto hacia las actividades de sus
hijos, lo que para él, resulta fundamental
por la motivación que representa. La
revisión siempre debe comenzar por
destacar lo positivo: las cosas que ha
hecho bien, los avances y mejoras que
se detecten, etc. Esto será tomado por el
estudiante como un reconocimiento por
su trabajo y lo animará a seguir
adelante. Después sí será el momento de
mencionar los errores o fallos cometidos,
sin dramatismos ni exageraciones. Por
graves que sean, son faltas que se
pueden corregir y forman parte del
proceso de aprendizaje.
8. Evitar las "recompensas" por hacer los
deberes. Una cosa es la motivación y
otra la promesa de un premio a cambio
de que el niño haga sus tareas. Con una
oferta de este tipo, se corre el riesgo de
que la situación se desnaturalice y el
pretendido premio se convierta en una
especie de "soborno". Lo más apropiado
es que las motivaciones y los incentivos
sean de otra clase.
10. Prestar atención. Es el inicio de todo, http://www.redpapaz.org/aprendiendoa
si no presta atención en el salón de serpapaz/index.
clase, más tarde no podrá entender
aquello que debe estudiar. Sus padres
pueden hablar con el niño o el joven
sobre qué es lo que lo distrae o cuáles
son sus dificultades para atender, luego
buscar estrategias o soluciones como
ayudarle a hablar con los maestros para
solucionar cualquier problema que le
impida atender en clase. También es
fundamental que se acostumbre a INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICO
tomar notas durante las clases. Eso le INDUSTRIAL CARLOS HOLGUÍN
ayudará después a recordar las MALLARINO
explicaciones del maestro.
ESCUELA DE PADRES
"Juntos por la calidad educativa como
estilo de vida"

9. Hablar de los deberes escolares con

términos positivos. La connotación de las
palabras es fundamental en este sentido: “Aquí podrás encontrar conferencias o
si los padres se refieren a los deberes con información que te ayudara con la
expresiones que lo presentan como un crianza de tu hijo(a)”
castigo, algo malo o aburrido, seguro
que los niños los vivirán de esa manera.
Por eso siempre lo adecuado es que,
cuando se hable de las tareas, se haga
con palabras "buenas", que destaquen
lo mucho que el niño aprenderá, para
Papaz@Red Papaz
qué le servirá en el futuro, lo interesantes
#AprendiendoaSerPaPaz Conozca estas
que pueden ser los conocimientos, etc.
herramientas TIC para PaPaz