Capitulos 1 y 2:

Todas lo creado (incluso nosotros) esta bajo la autoridad de Dios (lea:

He.1:3).

La rebelión (desobediencia) es el principio de Satanás y fue la causa de su

(y de nuestra) caída: Isa.14:12-15 (cp. Ez.28:13-17); Gn.3:1-6.

Para obedecer a la autoridades delegadas por Dios, antes, debemos tener

un encuentro con la autoridad inherente de Dios (Lea: Hch.9:1-19).

¿Quiénes somos para determinar o decidir lo que es bueno o malo? Eso le

corresponde a Dios; a nosotros nos toca ¡Obedecer!

El que se rebela contra las autoridades delegadas por Dios se rebela

contra el mismísimo Señor Soberano (lea: Ro.13:1-7; cp. Con Gn.3:1-9).

Dios no desea sacrificios, El espera que le obedezcamos (lea: 1Sam.15:22-

23; Ose.6:6; Lc.22:42).