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Ingeniería Sanitaria, Udec.

Estado del Arte del uso de la Osmosis Reversa (OR) para la desalinización de agua de mar.

Simón Rojas Morgan.

16 de Junio, 2015.

1. RESUMEN EJECUTIVO:

Se realizó una investigación referente a la desalinización de agua de mar a través de la Osmosis Reversa, principalmente por el hecho
de conocer el proceso en forma global. Se encontraron muchos puntos a favor del proceso, tales como el tremendo potencial de
evolución que tiene principalmente por el hecho de que su fuente de alimentación es tremenda. Se encontró que esta es quizás la
mejor opción para suplir de agua potable en el futuro a zonas costeras y se trazaron las posibles mejoras por donde debe
encaminarse el perfeccionamiento del proceso. Además, se encontró que frente a fallas de aumento de tamaño de poros, el proceso
puede ser muy deficiente. Finalmente, se concluyó que, teniendo alternativas de agua dulce, el proceso no puede aún competir con
la distribución común y corriente, pero se ve como la solución más viable, cuando esta opción ya no este.

2. INTRODUCCION:

La escasez de agua en el mundo y el acceso insuficiente para el saneamiento de esta se han posicionado como un reto importante
para el ser humano para los próximos años. Se ha establecido que alrededor de 1200 millones de personas carecen de acceso al
agua potable, 2600 millones tienen que enfrentarse al escaso o nulo saneamiento de esta, y millones mueren a causa de
enfermedades transmitidas por el agua insalubre o excrementos humanos. Para comenzar a encaminarnos a la solución de este
problema, es urgente desarrollar un mecanismo que permita obtener agua limpia de fuentes confiables. El agua de mar y otros
acuíferos salinos que representan el 97,5% de toda el agua en el planeta se supone son alternativas de extracción tremendamente
prometedoras y la principal fuente de suministro de agua potable en el futuro cercano y lejano. A través de mejoras continuas, las
tecnologías de desalinización pueden utilizarse para desalinizar el agua de mar de forma fiable, al igual que el agua obtenida de otras
fuentes como ríos o lagos (Zaidi et al., 2015).

Las principales tecnologías de desalinización operando actualmente, se basan en membranas y procesos térmicos. Se ha establecido
que la presencia de los métodos de desalinización con membranas han alcanzado el 44%, en donde los mecanismos térmicos
dominan el medio oriente, con una presencia del 87%. Esta última técnica se prevé que disminuya gradualmente ya que el
combustible se está agotando. Muchos otros factores también están limitando el uso de la desalinización térmica: ineficiencia en el
uso de energía, problemas con la corrosión, alto requerimiento de capital y costos de operación (Zaidi et al., 2015).

La membrana, considerada como el principal elemento en lo que respecta al mecanismo de la Osmosis Reversa (OR), puede ser
definida como una barrera de permeabilidad selectiva entre dos fases homogéneas. Debido al gradiente de potencial entre las dos
fases, una molécula o una partícula pueden ser transportadas de una fase a otra. El desempeño de la membrana está determinado
principalmente por dos parámetros: el flujo de agua y el rechazo del soluto. Diferentes fuerzas impulsoras impulsan el transporte de
los dos, por ejemplo, el transporte de agua es impulsado por la presión y la diferencia de potencial químico a través de la membrana
mientras que la sal o el transporte de iones es impulsado por diferencia de concentración (Zaidi et al., 2015).

La compresión del proceso de Osmosis a cabalidad, tanto en forma global (visión sistémica) como en forma particular (diseño de la
membrana usada), son vitales para encontrar soluciones a las problemáticas que se pudieran presentar, principalmente en lo que
respecta a los componentes del agua de alimentación. Por ello, en el presente trabajo, se detallan los mecanismos participantes en
el proceso y los principales inconvenientes encontrados.

3. OBJETIVOS:

La presente investigación, tiene como finalidad principal, instruir tanto a quien investiga como al lector sobre la utilización de la
Osmosis Reversa (OR) para la producción de agua potable a través de agua salada debido al gran potencial extractivo que se tiene en
nuestros mares y océanos y a la importancia que toma este método en el futuro debido a las cada vez más escasas fuentes de agua
dulce. Lo anterior pensado en el hecho de que cada día se hace más necesario tener fuentes alternativas de tratamiento de agua
potable, debido entre otros factores a la contaminación de las fuentes de agua dulce naturales.
En segundo lugar, se pretende comprender el proceso en lo que concierne al uso de energía, extracción de componentes
(contaminantes), inclusión de otros, infraestructura necesaria y potenciales inconvenientes.

En tercer lugar, se desea comprender quizás el mayor limitante que posee el proceso, el factor económico, y las alternativas para
hacer más accesible el tratamiento al bolsillo de las zonas que manifiesten interés.

Finalmente, se pretende conocer la realidad chilena sobre el tema, la presencia actual de esta tecnología en nuestro país y
proyectarse al futuro para ver la potencialidad de desarrollo que esta tiene.

4. DESARROLLO:

En una primera instancia, se comienza con la descripción del proceso en cuestión para luego seguir con los mecanismos de
transporte de sal y agua a través de la membrana y la presencia de uno de los problemas más comunes en la tecnología: la
polarización de la concentración. Luego se hace una descripción de los factores que contribuyen al transporte de propiedades, para
seguir con una pequeña reseña a la evolución de los costos de producción en los últimos años, además de una descripción sobre la
eficiencia del proceso. Finalmente, el autor se refiere a la realidad chilena sobre el tema, enfocándose principalmente en el norte del
país.

Descripción del proceso:

Los dos componentes principales de una planta de desalinización moderna son: (i) la planta de energía necesaria para proporcionar
los requerimientos de energía del proceso (la electricidad puede ser proporcionada por la red nacional) y (ii) la unidad de
desalinización que produce el agua purificada. Un esquema típico de una planta de desalinización de agua de mar RO se muestra en
la Fig. 1.

Fig. 1. Diagrama de Bloques de una planta de Osmosis Reversa típica.

Como se ve, se compone de: un diseño de la instalación para la ingesta mar abierto con lo que se asegura un suministro de agua de
mar continua, un pre-tratamiento que implica adición de productos químicos, el escenario principal del proceso de separación: OR
asociado con una unidad de recuperación de energía eficiente, pos-tratamiento: introducir alcalinidad de carbonato y calcinación al
agua desalada libre de minerales con el fin de hacer el agua apetecible y no corrosiva, así como para cumplir con el requisito de las
instituciones de salud, distribución (generalmente responsabilidad de la compañía de aguas local) y un sistema de descarga de
concentrado (Miller et al., 2014).

Otros procesos de desalinización de agua tales como la Congelación y la Destilación, conllevan cambios de fase, con su consecuente
y masivo uso de energía. Por otro lado, la Osmosis Inversa, no conlleva un cambio de estado, lo que implica directamente diferencias
sustanciales en la inversión necesaria para el proceso. Este proceso, conlleva la utilización de presión que se imparte al agua contra
una membrana semipermeable para provocar la separación de una disolución salada, del agua menos salada(o libre de sal)
propiamente tal. La presión Osmótica del agua de mar es de aproximadamente 30 atm. Esta es la presión que se necesita para
detener el flujo desde el lado de la membrana en donde se encuentra el agua pura, hacia el otro lado en donde se encuentra la
disolución salina o agua de mar. Si la presión aumenta más allá de las 30 atm, lo que se provoca es que el proceso se invierte,
provocando flujo desde el agua salada hacia el agua pura. Este proceso es más económico que la destilación (debido principalmente
al elevado costo que se requiere para alcanzar el calor de vaporización) y no contiene los inconvenientes técnicos de lavado de hielo,
que si posee el congelamiento. La principal desventaja sin embargo, se relaciona con el hecho de crear una membrana lo
suficientemente permeable para dejar pasar agua, pero lo suficientemente impermeable como para detener los iones disueltos.
Además, la alta presión que se requiere para realizar el proceso, conlleva la creación de una membrana lo suficientemente resistente
en el tiempo que perdure en la repetición del proceso. Una vez resuelto este inconveniente, se presupone que este mecanismo de
producción de agua pura será ampliamente el más utilizado en el futuro para abastecer a la población de agua fresca (Chang, 2007).

Ahora bien, como ya se mencionó anteriormente, la OR elimina gran parte de las sales presentes naturalmente en el agua de mar
para producir un agua que es deficiente en calcio y otros minerales esenciales, por lo que para utilizar esta agua para fines
bebestibles o de agricultura, se debe hacer un pos-tratamiento en donde se le agreguen estos componentes nuevamente. Esta
deficiencia en sales divalentes combinado con la presencia de CO2, provoca un pH bajo (alrededor de 5,5) y un índice de Langelier
negativo (LSI), lo que implica un agua corrosiva y mal equilibrada. Para la agricultura esto significa que la SAR (relación de adsorción
de sodio) no está equilibrada, lo que puede causar desestructuración y la impermeabilización de suelos debido a intercambio de
sodio y calcio. También uno de los principales temas en la desalinización para la agricultura es la toxicidad del boro para diferentes
cultivos y la transferencia de este compuesto a través de membranas de ósmosis inversa. Esto es especialmente problemático para
el agua de mar y la razón por la cual en muchas plantas requieren un segundo proceso de OR (Burn et al., 2015).

Mecanismos de transporte de sal y agua:

Las membranas producidas actualmente para ósmosis inversa se hacen típicamente depositando una película delgada sobre un
polímero anisotropico micro-poroso. Tal membrana normalmente se compone de tres capas: capa activa, capa de soporte y la capa
de refuerzo. Hasta hace poco, las membranas de ósmosis inversa se preparaban a partir de acetato de celulosa mediante técnicas de
inversión de fase. Se encontró que estas membranas eran químicamente inestables bajo los cambios en el pH del agua de
alimentación y se han sustituido casi por completo por otros materiales poliméricos. Actualmente, casi todas las membranas de RO
se producen a partir de poliamidas aromáticas debido a su excelente estabilidad química en un intervalo de pH más amplio de 3-11.
Estas membranas se fabrican depositando una película delgada de poliamida sobre una capa de soporte de polisulfona micro-porosa
reforzada por una capa polimérica subyacente, que generalmente está hecha de un material compuesto de banda de poliéster. En sí,
la poliamida de película delgada se forma por polimerización interfacial sobre el sustrato.

Los monómeros típicos que han sido ampliamente utilizados para la preparación de poliamida son fenilendiamina y cloruro de
trimesoilo. Estos dos monómeros se disuelven en diferentes disolventes, la amina se disuelve en agua mientras que el cloruro de
acilo se disuelve en un disolvente orgánico tal como un hexano normal. La amina reacciona con cloruro de acilo en la interfaz entre
dos fases inmiscibles, y cuando se produce la reacción, la amina se difundirá de forma continua dentro de la película existente hasta
que ya no puede seguir produciéndose el proceso dentro de esa película. En este punto, la polimerización interfacial se detendrá ya
que uno de los monómeros ya no es capaz de penetrar la película (Zaidi et al., 2015).

La membrana de ósmosis inversa, ya sea de material compuesto de película delgada o anisotropica, se puede suponer no porosa.
Este término se utiliza básicamente sólo para describir que los poros son tan pequeños, acercándose a tamaño molecular,
típicamente alrededor del tamaño de permeado (menos de 10 Å), pudiendo casi considerarse que la membrana no tiene poros en
absoluto. La ambigüedad del concepto de membrana porosa o no porosa aparece cuando se trata de determinar cuál es
exactamente el mecanismo de transporte de membrana apropiado, es decir, por difusión o flujo hidrodinámico o ambos. Aparte de
tener un muy pequeño tamaño de poro, la capa activa es también muy delgada con un espesor que oscila de 300 a 3000 nm (Zaidi et
al., 2015).

El proceso de la OR utiliza presión relativamente alta para superar tanto la presión osmótica como la polarización de la
concentración. En un proceso normal de ósmosis, el agua o disolvente pasará a través de la membrana desde el lado de agua pura
para alimentar el lado de la solución de sal. Si la presión aplicada sobre el lado de alimentación aumenta gradualmente, el agua de
reflujo desde el lado permeado se reducirá gradualmente. El flujo de agua de un lado permeado con el tiempo se detendrá si se
aplica cierta presión hidrostática al lado de alimentación (30 atm). La presión hidrostática requerido para detener el flujo desde el
lado de permeado se llama presión osmótica. Para que el proceso de ósmosis inversa se produzca, se requiere una presión más alta
que la presión osmótica para que el agua fluya en sentido inverso del lado de alimentación hacia el lado permeado.

Polarización de la concentración:
Durante el curso del proceso de OR, el agua pasa continuamente a través de la membrana, mientras que la sal en su gran mayoría,
se encuentra retenida por esta. Esta se acumula en la superficie de la membrana creando un fenómeno que se llama polarización de
concentración. Esta acumulación de solutos en la proximidad de superficie de la membrana, básicamente, conducirá a una mayor
concentración al lado de la alimentación del agua. La Polarización de la concentración se produce en dos direcciones: en primer lugar
desde la superficie hasta la solución de alta concentración (del lado de la alimentación) como también desde la superficie hasta el
lado del permeado. La acumulación de solutos genera un gradiente de concentración que impulsa a las moléculas de soluto fuera de
la membrana. Este primer efecto se denomina comúnmente como el transporte de solutos hacia atrás. Dado que en el estado
estacionario, la sal de reflujo es típicamente muy pequeña, el transporte de sal desde el cuerpo de agua de mar sin intervenir a la
superficie de la membrana es igual a la del transporte difusivo de vuelta. En consecuencia, estas sales se estancan en la región justo
adyacente a la superficie de la membrana. Este evento conduce a otros efectos negativos, tales como el aumento de la presión
osmótica así como la formación de incrustaciones que pueden eventualmente bajar el flujo de agua y reducir la vida útil de la
membrana (Zaidi et al., 2015).

La polarización de la concentración se produce no sólo en el lado de alimentación, sino también en el lado del permeado pero esta
se puede despreciar. Sin embargo la polarización de la concentración trae muchos inconvenientes en términos de rendimiento. Hoy
en día, casi todas las membranas se instalan en un sistema en que el flujo de alimentación es perpendicular a la dirección de
permeado. Este sistema ha sido desarrollado con el objetivo de combatir la concentración de polarización que a su vez también
produce la reducción de la tendencia de ensuciamiento.

El modelo más sencillo para describir la polarización de concentración es el “Modelo de Polarización de gel”. En este modelo, se
asume que existe una capa delgada de fluido sin mezcla de espesor δ entre la superficie de la membrana y la solución de agua salada
bien mezclada mientras ν es la velocidad mayor axial. De balance de masa en la capa límite, el perfil de concentración puede
obtenerse como sigue:

, donde Cm es la concentración de sal en la superficie de la membrana, Cb es la concentración de esta en el agua de mar sin tratar, y
Cp es la concentración del lado del permeado. Jw es el flujo disolvente (agua en este caso). El coeficiente de difusividad del soluto
(Di) varía según la concentración, sin embargo, para efectos de simplicidad, siempre se puede usar un promedio (Zaidi et al., 2015).

Factores que contribuyen al transporte de propiedades:

a) Propiedades de la sal: es bastante intuitivo que el tamaño de los granos de sal en cuestión, y más bien de los iones que
conforman la solución salina, son de crucial importancia para la efectividad del proceso. Sin embargo, se debe tener
cuidado con el término "tamaño iónico", ya que de lo contrario puede llevar a conclusiones erróneas. Por ejemplo, entre las
principales especies de cationes presentes en agua de mar, el potasio se considera que tiene el tamaño más grande de
cristal iónico (1,4 Å), mientras que el calcio, sodio, litio y magnesio son respectivamente más pequeños. Las conclusiones
erróneas son que la permeabilidad de K es la más pequeña seguida por Na, Ca, Li, Mg. Sin embargo, el tamaño absoluto del
cristal iónico no se debe utilizar en el análisis del efecto del tipo de ion en el transporte de membrana, ya que en agua
medio ambiental, las moléculas de agua siempre están rodeando los cationes. Estos cationes van a interactuar de manera
diferente con el disolvente y, en consecuencia, un número diferente de moléculas de agua rodean cada catión. Este número
es directamente proporcional a la carga iónica e inversamente proporcional al tamaño de los iones. Por lo tanto, el radio
real de un catión es el que considera las moléculas de agua alrededor de él (radio de ion hidratado).Otros aspectos como el
tipo de carga (negativo o positivo) y la fuerza iónica afectan el transporte de sal a través de la membrana debido a su
interacción con la membrana de OR que también está cargada. Se sabe que hay dos potenciales en la membrana: Donnan y
de superficie potenciales (de valores negativos a valores típicos de PH). El potencial de Donnan es la densidad de carga
disponible dentro de la membrana que se encuentra sólo un poco fuera de la interfaz agua-membrana, mientras que el
potencial zeta es la densidad de carga en la superficie de la membrana. La magnitud del potencial de Donnan depende
fuertemente de la densidad de carga. La densidad de carga efectiva, expresada en densidad de volumen, aumenta a medida
que el tamaño de poro disminuye. Por lo tanto, para una membrana que tiene un extremadamente pequeño tamaño de
poro tal como una membrana de OR, el potencial de Donnan puede ser mucho mayor que el potencial zeta. Esto significa
que la membrana de OR puede tener densidad de carga efectiva que es lo suficientemente grande como para afectar a la
partición de iones, incluso si el potencial zeta es pequeño. El potencial de membrana de Donnan rechazará iones del mismo
signo y al mismo tiempo atraerá iones contrarios. Estos contra-iones se depositaran en la interface agua-membrana y
actuaran como escudo iónico. El potencial de Donnan se debilita cuando se presentan cationes con más valencia en el agua
o si la concentración de sal es relativamente alta (Zaidi et al., 2015).
b) Efecto de la temperatura: Cadotte estudio el efecto de la temperatura sobre el rendimiento la membrana FT-30 de
ósmosis inversa. A través de esta investigación se informó que el efecto de la temperatura en el agua de alimentación y el
porcentaje de sal retenida por la membrana, son reversibles después de aumentar a 60 ° C y regresar de nuevo a 20 ° C. Un
estudio reciente muestra que algunos materiales de membrana no muestran reversibilidad en términos de efecto de la
temperatura. El aumento del flujo permeado respecto a la temperatura puede ser explicado por el cambio en las
propiedades principalmente el tamaño de poros de la membrana, su distribución de tamaño de poros y el coeficiente
difusividad. En general el tamaño de poro promedio aumenta cuando aumenta la temperatura y se conduce al aumento de
la permeabilidad de agua y sal. La alteración del tamaño de poro de la membrana puede ser explicado por el cambio de
estructura de esta y la morfología es decir, la expansión y reorientación. En algunos casos, una disminución paulatina en la
temperatura del caudal de alimentación, producirá una disminución del tamaño de los poros de la membrana, y en otros
casos, el daño es irreversible (Zaidi et al., 2015).
c) Efecto de la presión aplicada: el efecto de la presión es bastante intuitivo. A medida que esta sea mayor, se espera que el
caudal permeado aumente. Sin embargo, debe tenerse cuidado con aumentarla de sobremanera, ya que un uso excesivo de
esta puede producir daños permanentes en la membrana y una vida útil menor. A pesar de lo anterior, con el tiempo, se
han ido construyendo membranas cada vez más resistentes que pueden soportar grandes presiones.
d) Efecto del PH: el efecto del pH puede no aparecer explícitamente en la teoría de difusión-solución pero afecta el
rendimiento de la membrana. Este afecta el rendimiento de la membrana cambiando su potencial, hidrofilicidad y su
estructura. Como se mencionó anteriormente, a valores típicos de PH, las membranas de poliamida tienen un potencial
zeta negativo. Sin embargo, en un rango de pH más amplio, las membranas de poliamida muestran un comportamiento
anfótero. Un pH muy bajo, provoca un potencial zeta positivo y disminuye gradualmente a medida que el pH aumenta. Lo
anterior provoca un escaso rendimiento que puede rondar en torno al 60% de rechazo de sal, para rangos de PH de
alrededor de 3, a porcentajes de 90% para rangos de PH en torno a 5 (Zaidi et al., 2015).

Osmosis Reversa-Costos de Desalinización:

Debido al gran crecimiento en el número de plantas que utilizan OR a nivel mundial, a más de 15.000 en 125 países, se ha
producido una disminución general en el costo de producción de agua desalada obtenida por OR. Sin embargo, ha habido una
creciente tendencia al crecimiento en los precios debido principalmente a la construcción de las plantas y al costo de la energía
cada vez más elevado, tal como indica la Fig. 4 (Burn et al., 2015).

Entre 1980 y 2000 la cantidad de energía necesaria para la desalinización de agua de mar se redujo a la mitad debido a las
mejoras en bombas y otros equipos, y se ha reducido nuevamente a la mitad, con los nuevos sistemas de recuperación de
energía que reutilizan el 97% de la energía utilizada. Actualmente el costo de producción de agua desalada se estima que es de
sólo US $ 0.50 / m3 para las plantas de ósmosis del agua de mar inversa a gran escala en lugares específicos y condiciones (que
pueden incluir incentivos y subsidios locales), mientras que en otros lugares el costo está más cerca de los $ 1,0 / m3 (Burn et
al., 2015).
Fig.2. Evolución de los costos de desalinización por OR.
Pretratamiento:

El desarrollo en los últimos años en el pretratamiento de las aguas para desalinización, se vio impulsado en gran medida, por un
conjunto de fallas que experimentaron plantas de tratamiento de gran envergadura en los años 80. Lo anterior conllevo a desarrollar
esta técnica e impulsarla en lo que respecta a ahorro de energía en la Osmosis Inversa (Henthorne y Boysen, 2014).

El tipo de pretratamiento que se utiliza con el agua, dependerá en gran medida de la fuente de la cual se está extrayendo el vital
elemento: agua de mar, aguas residuales municipales e industriales, aplicaciones de agua ultra pura, etc. A pesar de tener una idea
general en lo que respecta a las fuentes de agua usadas en el proceso, las plantas deben estar alertas frente a hechos fortuitos: por
ejemplo, una planta aguas abajo de un sistema lago-rio debe estar capacitada para soportar fuertes caudales con todo tipo de
contaminantes derivados de los cerros y quebradas, luego de una lluvia potente (Henthorne y Boysen, 2014).

El pretratamiento dependerá entonces fuertemente de la fuente de alimentación. Un tratamiento para la elaboración de agua ultra
pura usando una fuente profunda de por ejemplo un estuario no influenciado por puertos cercanos, podrá necesitar posiblemente
solo dosificación química de algunos componentes; el tratamiento de agua de mar superficial en cambio extraída de un puerto,
conlleva riesgos relacionados con algas y petróleo. En este caso, el pretratamiento requerirá quizás al menos 5 unidades operando
en serie (Henthorne y Boysen, 2014).

Eficiencia energética y configuraciones de sistemas utilizados:

Respecto a los ahorros de energía que podemos realizar para optimizar el proceso de desalinización por OR, es importante tener en
cuenta que nos estamos acercando a los límites termodinámicos. La energía libre de Gibbs es responsable de más de la mitad de la
energía especifica necesaria para desalinizar agua de mar, por lo que estamos incapacitados de optimizar el proceso actual en más
de un 50%. Sin embargo, las perdidas en el sistema a causa de la fricción, es un proceso que aún puede mejorarse y se trabaja en
ello. Además, se ha comprobado que la utilización de membranas de alta permeabilidad por si solas, producen un funcionamiento
no optimo, debido principalmente al alto costo de energía que debe invertirse para lograr producir un caudal efluente considerable
(Shrivastava et al., 2015).

Teniendo en cuenta que los costos involucrados en la operación de una planta de OR son: operacionales, de energía y de capital, es
importante considerar que los energéticos contribuyen con alrededor del 50% del total de ellos (en agua de mar; en agua
parcialmente salada, este porcentaje alcanza a alrededor del 10%). Por ello, queda de manifiesto, que encontrar mejoras en el
ahorro y optimización de la energía, contribuirá enormemente a abaratar los costos involucrados totales (Shrivastava et al., 2015).

Aplicando el 2° principio de la termodinámica a la situación que estamos examinando, es vital notar que la energía involucrada para
producir la mezcla entre agua y sal, será la mínima requerida para producir el proceso inverso: desalinizar agua. Sin embargo, y
teniendo en cuenta la ineficiencia de un proceso que químicamente no es espontaneo (como si lo es la mezcla entre agua y sal), la
energía involucrada para separar el agua de la sal, es mayor a la energía requerida para producir la mezcla entre los dos
componentes (energia libre de Gibbs) (Shrivastava et al., 2015).

De esta manera, podemos definir la eficiencia del sistema de la siguiente manera:


, en donde arriba y abajo del cuociente mostrado se muestra la energía libre de Gibbs de desalinización y W es el trabajo extra o la
energía adicional necesaria requerida para lograr el separado, teniendo en cuenta las ineficiencias del sistema por causa del roce,
tipo de membrana o distinto proceso utilizado.

De lo anterior, puede deducirse que, la energía necesaria para complementar el proceso, puede separarse en dos:

1. La energía necesaria, independiente de la tecnología utilizada: Energía de Gibbs de ‘’desmezcla’’ o separado.

2. La energía necesaria para completar el proceso, que si depende de la tecnología en cuestión: W. Lo anterior dependerá de: tipo de
membrana a utilizar, eficiencia de las bombas que permiten bombear el caudal de alimentación, el roce en todo el sistema, entre
otros factores.

Respecto al primer punto, es importante considerar que las plantas de OR operan generalmente a una eficiencia del 50%, por lo que,
si miramos la Fig. 5, se observa que la energía especifica mínima requerida (independiente de la tecnología) para desalinizar agua, es
de 1kWh/m3, para concentraciones típicas del agua de mar (32000 mg/l) (Shrivastava et al., 2015).

Fig.3. Mínima energía requerida en función de la eficiencia.

Respecto al segundo punto, las configuraciones generales para optimizar el uso de la planta, son variadas. Entre ellas se encuentran:

a) La más básica, y en una sola etapa, contempla el uso directo del caudal de alimentación para luego producir el efluente deseado
con agua desalada, y el concentrado respectivo. Vale preguntarse eso sí, si se podría haber aprovechado de mejor manera el caudal
con el concentrado. De esta manera, surgen los diseños de sistemas en más etapas (Fig.6) (Salas, 2013).

Fig. 4. Configuración de planta de OR en una etapa.

b) Configuración del sistema en dos etapas: el concentrado pasa a una nueva ‘’etapa’’ de filtrado, en la que contribuye al caudal
producido inicialmente en la primera etapa, y su ‘’residuo’’ es el concentrado final no utilizado del sistema. Se necesita un menor
caudal de alimentación y se produce una disminución en el caudal concentrado. Se pueden además considerar la posibilidad de
utilizar distintas membranas en las distintas etapas. En general no se mejora demasiado la calidad del agua producida a través de
esta configuración, y es por ello que suele utilizarse en aguas parcialmente salinizadas (como en los estuarios) pero también puede
utilizarse en agua de mar. La producción del caudal de agua desalinizada es en paralelo. Además, y por necesitar menor caudal desde
el océano, se necesita menor energía para tratar con esta tecnología, lo que produce abaratamientos en los costos (Fig. 7) (ver forma
de reutilización de energía más adelante) (Salas, 2013).

Fig. 5. Configuración de planta de OR en dos etapas.

c) Configuración del sistema en dos pasos: cada paso produce su propio concentrado y el segundo paso ocupa la alimentación de lo
que produjo el primer paso. La configuración de la producción final de agua desalinizada es en serie. Se mejora la calidad final del
agua pero se incrementan los costos. De la misma manera que lo mencionado en la configuración anterior, se pueden utilizar
distintas membranas para cada paso, siendo la primera en general más grande que la segunda (3:1)(Fig.8) (Salas, 2013).

Fig. 6. Configuración de planta de OR en dos pasos.

d) Configuración combinada: a través de este método, se permite minimizar el vertido de salmuera, además de adaptarse a cada
situación respecto al requerimiento de agua que se necesite (Fig. 9) (Salas, 2013).

Fig. 7. Configuración combinada de planta de OR.

Ahora bien, respecto a la eficiencia y recuperación de energía, tal cual se vio anteriormente, es vital preocuparse de la optimización y
el uso lo más eficientemente posible de esta para disminuir los costos. Existen muchas maneras de reutilizar la energía, pero la más
comúnmente utilizada, es a través del aprovechamiento de la energía en forma de presión que sale desde el efluente con el agua ya
desalinizada, para contribuir a través de una turbina Pelton o Francis al almacenamiento de la energía y a la reutilización de esta. Un
esquema para definir lo anterior se detalla en la Fig.10 (Salas, 2013).

Fig.8. Esquema típico para la Reutilización de Energía en una planta de Osmosis Inversa.

Realidad chilena sobre el tema:

Actualmente, la OR está siendo muy considerada en el país, principalmente en el norte.

Por razones de gran demanda de agua, principalmente por el hecho del crecimiento demográfico, lejanía con fuentes de agua dulce,
y gran presencia de mineras, que necesitan de agua fresca para sus procesos, la tecnología en cuestión ha llegado para quedarse.

Las plantas de OR en el norte del país actualmente operando como las que se encuentran en proyecto se pueden apreciar en la
fig.11 (González, 2013).

Fig.9. Plantas de OR tanto operando como en carpeta, presentes actualmente en el norte de Chile
Como se puede apreciar, actualmente existen 3 plantas de OR en el norte del país, con una producción que oscila entre los 150 y los
600 l/s. Sin embargo, existen una gran variedad de proyectos para ampliar esta tecnología, principalmente en la región de Copiapó,
en donde hay 4 proyectos en carpeta (González, 2013).

La forma de producción actual consiste principalmente en la extracción del rio Loa para las localidades cercanas o, la extracción de
fuentes de agua subterránea entre las regiones de Tarapacá y Atacama principalmente. Antofagasta en tanto, se suple
mayoritariamente por la planta desalinizadora La Chimba, con capacidad para 600 l/s, siendo actualmente está, la de mayor
capacidad en el país. Taltal en tanto, posee una desalinizadora que lo suple, pero a una oferta muy escasa de 5 l/s (González, 2013).

Sin embargo, actualmente el país no ocupa la OR para ningún otro efecto que no sea la potabilización, como si lo hacen otros países
en la reutilización de agua principalmente para fines industriales (Petrinic et al., 2015).

Teniendo en cuenta que en el norte del país, en las zonas costeras vive alrededor del 70% de la población, se hace de vital relevancia
que en el futuro, se logre suplir la demanda constantemente creciente, en un 100% por agua de mar para así no depender de una
fuente de agua dulce como el rio Loa, que muchas veces puede ser impredecible en su caudal, para producir agua de una fuente que
puede considerarse infinita para tales efectos: el océano.

Margo legal:

Actualmente, la institución encargada de fiscalizar la producción de agua potable en Chile, y responsable de que se cumpla con las
normativas establecidas, es la SISS.

El agua distribuida por las empresas distribuidoras, debe cumplir con la Nch409. En su primera parte, la norma establece límites
aceptables de los distintos componentes del agua de distribución, y en la segunda parte se establecen procedimientos de muestreo
que deben exigirse a las concesionarias al momento de fiscalizar su producción.

Según la investigación realizada, las 3 plantas actualmente operando, son periódicamente fiscalizadas como establece la ley, y según
información entregada por ellas, cumplen con todos los requisitos que esta exige.

5. CONCLUSIONES Y DISCUSION:

La desalinización de agua de mar a través de membranas que ocupen osmosis reversa, tiende a ser un método bastante prometedor
en lo que se ve de aquí al futuro principalmente por la tremenda fuente potencial del elemento que poseemos en los océanos.
Muchos países se han dado cuenta del plus que posee invertir en este tipo de plantas, principalmente costeros con pocas fuentes de
agua dulce (medio oriente, Australia), llegando con ello a más de 15000 plantas a nivel mundial actualmente. Los esfuerzos actuales
deben enfocarse en aumentar la eficiencia respecto a la energía ocupada en el sistema, junto con economizar en los costos en los
que se debe incurrir al construir las plantas. Del mismo modo, deben tenerse presente los inconvenientes más comunes que aquí se
presentan, como son los cambios bruscos de temperatura en el afluente de alimentación, como las presiones a las que se ve
sometida la membrana, que con el tiempo va produciendo desgaste, lo que produce aumento en el tamaño de sus poros, y por ende
una disminución de su eficiencia. Del mismo modo, los cambios bruscos en el PH del agua de alimentación producen problemas de
ineficiencia como ya se explicó. Sin embargo, las cada vez más escasas fuentes de agua dulce y limpia, hacen de la utilización del
agua con un pretratamiento de osmosis reversa una alternativa viable para economizar recursos, casi indispensable en lo que se
viene de acá en adelante.

Finalmente, se cree que esta alternativa es una gran oportunidad para seguir diversificándo en el norte del país, con la gran industria
minera que se posee, pero pensando además en la demanda residencial. Solo invirtiendo en investigación evocado a este tema y
arriesgándose a implementar esta tecnología cada vez en mayor cantidad, se lograra seguir optimizando el proceso, adecuándolo
obviamente a la realidad chilena. Sin embargo, y en lugares en donde las fuentes de agua dulce aun estén presentes, será esta
opción la más viable económicamente.

6. RECOMENDACIONES:

Es recomendable a raíz de todo lo visto, comenzar a implementar la tecnología en el norte del país pero a una pequeña escala en la
primera fase, para luego con la experiencia, ir diversificando la producción de agua y así optimizar el proceso. Quizás sería deseable
comenzar con la producción de agua a través de este mecanismo en pequeños barrios residenciales del norte del país, para en caso
de falla, hacer las correcciones pertinentes de forma inmediata, y luego de perfeccionar el proceso, implementarlo en la gran
minería.

Del mismo modo, y una vez implementada la tecnología, se espera poder realizar los controles de calidad de agua en forma
periódica, dependientes principalmente del estado de la membrana.

Finalmente, las grandes masas de concentrado de sal producidas a través del proceso, que muchas veces son botadas en vertederos,
pueden implementarse para la exportación: la demanda por sal para consumo humano referida a los alimentos, es muy poca, pero,
los países con grandes nevazones durante el año, dependen muchas veces del vertido de sal en las calles para habilitar en forma más
rápida las redes viales.

7. BIBLIOGRAFIA:

 Sydney Miller, Hilla Shemer, Raphael Semiat, 2015. Energy and environmental issues in desalination,
DESALINATION, paginas 2-8, volumen 366, Israel.

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 Cristian Wedeles, 2014. Desalinización: El mar como fuente de agua para el norte de Chile, OSMOFLO
(http://www.unap.cl/prontus_ciderh/site/artic/20140807/asocfile/20140807180625/presentacion_cristi
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25/06/2015).
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192, volumen 369, USA.

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