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[Primer párrafo e inicio del segundo en mi traducción revisada. Nótese que en el título ilustración no debe ir
con mayúscula en español, ni llevar el artículo “la”. S.H.]
“Ilustración es la salida del ser humano de su autoincurrida inmadurez. Inmadurez significa la incapacidad
[del ser humano] de servirse de su propio entendimiento sin la conducción de otro. Autoincurrida es esta
inmadurez cuando la causa de la misma no se debe a la carencia del entendimiento, sino a la falta de coraje
para servirse de aquél [entendimiento] sin la conducción de otro. “¡Sapere aude!, ¡ten el coraje de valerte
de tu propio entendimiento!”, es pues el lema de la Ilustración.
La pereza y la cobardía son las causas por las cuales una parte tan grande de la humanidad, después de
haber sido liberada por la Naturaleza desde hace mucho de conducción ajena (naturaliter maiorennes),
permanezca, no obstante, toda la vida gustosamente inmadura, y por lo cual se vuelve tan fácil a otros
erigirse en su tutora. Es tan cómodo ser inmaduro.”
(Fuente: Immanuel Kant, “¿Qué es la Ilustración?”, en Ensayos sobre la paz, el progreso y el ideal
cosmopolita, prólogo de Manuel Garrido, traducción de Agapito Maestre y José Romagosa, Editorial
Tecnos, Madrid, 2005, p. 21. He hecho algunas adecuaciones a esa traducción que, en general, me parece
mejor que la de Ímaz publicada por el FCE.)
1
Immanuel Kant, „Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung“, [“Contestación a la pregunta, ¿qué es
ilustración?"] Berlinische Monatsschrift, Tomo 4, 1784, pp. 481-494; (esta cita de la p. 481). Aufklärung
ist der Ausgang des Menschen aus seiner selbst verschuldeten Unmündigkeit. Unmündigkeit ist das
Unvermögen, sich seines Verstandes ohne Leitung eines anderen zu bedienen. Selbstverschuldet ist diese
Unmündigkeit, wenn die Ursache derselben nicht am Mangel des Verstandes, sondern der Entschließung
und des Muthes liegt, sich seiner ohne Leitung eines anderen zu bedienen. Sapere aude! Habe Muth
dich deines eigenen Verstandes zu bedienen! ist also der Wahlspruch der Aufklärung.
Faulheit und Feigheit sind die Ursachen, warum ein so großer Theil der Menschen, nachdem sie die Natur
längst von fremder Leitung frei gesprochen(naturaliter majorennes), dennoch gerne Zeitlebens
unmündig bleiben; und warum es Anderen so leicht wird, sich zu deren Vormündern aufzuwerfen. Es ist so
bequem, unmündig zu sein.
Este País, México, D.F., núm. 248, diciembre de 2011, pp. 22-26
(Artículo libremente consultable en: http://estepais.com/site/?p=36233)
Este artículo fue originalmente publicado en la revista El Viejo Topo, núm. 282-283, Barcelona, julio-agosto
de 2011, pp.53-59, bajo el título “Qué quiere decir Aufklärung hoy en día”. De esa edición ha sido tomada
Massacre de André Masson (1933).
1
por su propia culpa”, declaró culpable de su situación al hombre mismo y a la vez lo
convocó a la llamada “Sapere aude! Ten el valor de servirte de tu propia inteligencia”. Con
esta proclama, la autoliberación del individuo de cualquier tutela se convirtió en la divisa de
la Aufklärung. En la Europa progresista del siglo XVIII, el interés se centró ante todo en la
liberación del comercio de la tutela del Estado y la liberación de los individuos de los
dogmas de fe. Siguiendo la concepción historicista de la Aufklärung, ese siglo también se
conoció como el “Siglo de las Luces”, ya que, en efecto, la Aufklärung está relacionada con
la luz; la Aufklärung quiere sustituir la oscuridad de la ignorancia por la luz del
conocimiento. Pero la designación de un siglo como “siglo de la Aufklärung” corresponde a
la protohistoria de los cronistas acostumbrados a relatar lo que pasó sin entender su
significado. La división e interpretación de la historia por épocas conserva el pobre modelo
de la crónica. Sólo por medio del entendimiento y la explicación, de la búsqueda de la
razón histórica, el pasado largamente concebido como crónica se transforma en Historia,
para con esta poder admitir que el fundamento de la Aufklärung sí consiste en el uso de la
propia inteligencia. La duda y la crítica de la Aufklärung son mucho más antiguas y
significan mucho más que un hecho histórico ubicado en una época específica. Las
preguntas de Sócrates, por ejemplo, así como su manera de someter todo a duda,
requieren Aufklärung, igual que la pregunta de un niño por el funcionamiento del mundo y
lo que lo conserva unido. ¿Puede la Aufklärung haber acompañado toda la historia de la
humanidad? ¿Fue quizás algo que después de todo la puso en movimiento? A la búsqueda
de la verdad y el deseo de liberarse del miedo, propios de la condición humana; al esfuerzo
por explicar lo inexplicable y perseguir la justicia establecida en los derechos humanos
universales, responde la concepción de la Aufklärung como progreso de la humanidad, tal
y como lo pensó Kant. ¿Produciría la Aufklärung el avance de todos los individuos hacia un
mundo justo y equitativo donde cada quien encontrara la felicidad a su manera, como se
ha soñado alguna vez? ¿Debería ser esta la meta de la Historia?
El que esto no sea así, nos lo dice la propia Aufklärung. Mientras la mitología griega puede
entenderse como una cierta proto-Aufklärung producida en contra del mundo mágico, la
Aufklärung empobrecida por un conjunto de símbolos es presentada por la sociología de
Auguste Comte como una nueva religión cuya gran intención es restaurar el pasado. 5 O
cuando la Aufklärung se limita a la divisa del racionalismo crítico anglosajón: “lo que no es
conmensurable, no existe”6 y se transforma en el vehículo del puro progreso tecnológico,
esto es, en sirviente del crecimiento económico capitalista cuyas fuerzas de producción se
convierten, con la divisa de la lucha de todos contra todos, en fuerzas de destrucción. En
este estado ya no coloca al homo faber ante las preguntas: ¿por qué y para quién hago lo
que hago?; ¿qué consecuencias acarrean estos hechos? Incluso cuando el intento de
de la Aufklärung. Por eso he propuesto traducir Unmündigkeit por “individuo subdesarrollado”, entendido como “individuo no autónomo”.
Esto tiene muchas consecuencias: solo un individuo autónomo puede solidarizarse con otros individuos; solo un individuo autónomo
puede articular sus propios intereses políticos. En alemán las palabras Mündel, unmündig, etcétera, se refieren siempre a personas
dependientes, en general menores de edad, mientras mündig es una persona que tiene personalidad jurídica, que puede participar en
elecciones y aceptar responsabilidades en la sociedad civil.
5
Auguste Comte, Filosofía de la Religión, Porrúa, México 1979; Wolf Lepenies, Auguste Comte, die Macht der Zeichen, Ed. Hanser,
München 2010.
6
Véase Max Horkheimer, „Der neueste Angriff auf die Metaphysik“, en: Zeitschrift für Sozialforschung, tomo VI, año 1937, p. 4; y
Theodor W. Adorno u.a.: Der Positivismusstreit in der deutschen Soziologie. 6. Ed., Luchterhand, Darmstadt/Neuwied 1978. Esta crítica
por parte de dos miembros de la Escuela de Frankfurt culminó en la llamada „querella sobre el positivismo“, en la cual Max Horkheimer y
Theodor W. Adorno criticaron desde su Teoría Crítica al Racionalismo Crítico de Karl Popper. Aunque todos estaban de acuerdo en que
cualquier teoría sale siempre de un juicio de valor, los defensores de la Teoría Crítica insistieron en un concepto de totalidad, mientras
los defensores del racionalismo crítico sostuvieron que cualquier ensayo de solución de los problemas sociales debe referirse
necesariamente a los aspectos singulares. Interesante en esta controversia es cómo los representantes de la Teoría Crítica conciben
toda verdad como verdad histórica mientras para los representantes del racionalismo crítico la historia no es más que una crónica.
2
liberación de los individuos de cualquier tutela y explotación se reduce a los dogmas del
llamado materialismo dialéctico, los cuáles, de acuerdo con los administradores de esta
doctrina, no se deben cuestionar, el ensayo de liberación humana pasa a ser una nueva
contra-Aufklärung con la cual la opresión y explotación del hombre por el hombre, esta vez
revestidas de acciones humanitarias, vuelven a imponerse sin resistencia notoria.
Cada Aufklärung produce una contra-Aufklärung que a veces aparece disfrazada como
Aufklärung.7 Pero el sometimiento de una sociedad a una nueva doctrina política no se
puede esclarecer exclusivamente invocando el miedo a la libertad,8 pues a ese
sometimiento también contribuyen las fuerzas de la imposición y conservación del poder
político y económico. De esta forma, sobre los débiles y temerosos ensayos de liberarse de
la tutela de la iglesia católica, esta institución instrumentó su imperio de dominación en la
Inquisición y el exterminio de los infieles a sangre y fuego; y al movimiento de la reforma
protestante respondió con una inmensa contrarreforma que, al menos por unos siglos, ha
garantizado que la Aufklärung no eche raíces en las zonas más católicas de Europa en
España y Polonia, sobre todo y tampoco en América Latina. Instrumentos semejantes
emplearon los fundamentalistas protestantes en otras zonas de Europa para después
emigrar y arraigar en los Estados Unidos de Norteamérica. Poco después, las
revoluciones burguesas, cuyo liberalismo preveía ser el medio para alcanzar una sociedad
donde cada individuo se desarrollara libremente,9 fueron anuladas con la contra-
Aufklärung, con la restitución del ancien régime como administrador del sistema económico
capitalista que tomó algunos elementos técnicos de la Aufklärung como instrumentos de
dominación, pero no condujo a los seres humanos a su liberación individual.10 Tanto en
Europa como en América, la contra-Aufklärung del siglo XX recurrió a las formas de
organización corporativa procedentes de una interpretación cristiano-medieval del mundo y
de un desatinado bricolage de mitos de origen. Muchas almas necesitaría el nacionalismo
para imponerse como la nueva religión de Europa y América, no tanto en el siglo de su
surgimiento (el siglo XIX), sino en las décadas subsecuentes, con la carrera armamentista,
las guerras mundiales, las dictaduras militares, los totalitarismos, etcétera.
7
Es el caso de la actualmente en boga ideología de la “sociedad del conocimiento”.
8
Véase Erich Fromm, El miedo a la libertad, Paidós, Madrid 2008.
9
Véase Adam Smith, La teoría de los sentimientos morales, Alianza, Madrid 1997 y Adam Smith, Una investigación sobre la naturaleza y
causas de la riqueza de las naciones, Alianza, Madrid 2002.
10
Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI, México 1999.
11
Max Horkheimer/Theodor W. Adorno, Dialektik der Aufklärung, Fischer TB, Frankfurt Main 1971, p. 7.
3
El temor a un mundo en el cual cae el ser humano al nacer para entrar en serios conflictos
es algo que lo ha acompañado desde tiempos inmemoriales.12 El miedo conduce a los
seres humanos a protestar contra el amenazador y angustiante status quo, y la negación
de este status quo es el motor más fuerte de la historia. Contra los imponderables del
mundo exterior e interior13 se ha inventado la magia ejecutada por los chamanes. Las
explicaciones mágicas del funcionamiento del mundo han sido tranquilizadoras y han
proporcionado una cierta seguridad frente lo inexplicable de esa naturaleza siempre
amenazante. Restos de esta proto-Aufklärung la encontramos hoy en día en la actitud de
la gente frente la ciencia, sobre todo frente a la medicina, cuando los chamanes en blanco
o verde curan con placebos o con la simple imposición de sus manos sobre los cuerpos. Y
cuando los chamanes con su incomprensible magia perdieron credibilidad, fueron
sustituidos por héroes y dioses cuyo interés siguió siendo el mismo: dar protección a la
gente frente a esa naturaleza plagada de monstruos que los héroes y santos sí podrían
combatir y vencer.14 Como siempre, en el fondo yacía la oferta de superar las
enfermedades y la azarosa muerte que conduce a todos los seres humanos a su
desaparición en la nada. Esto explica porqué los fundadores de las religiones el fundador
de la religión cristiana por ejemplo aparecen como curanderos aliados de fuerzas
superiores, o de un dios todopoderoso, preferiblemente un creador del mundo,
responsable, protector y mantenedor de las cosas. Y cuando además estos fundadores
prometen una vida eterna en un más allá después de la muerte, la gente queda mucho
más tranquila que acudiendo a cualquier otro medio de evasión de la realidad.15 Por eso
las religiones, al igual que los pequeños grupos reunidos en torno de curanderos, las miles
de sectas que brotan cada día como hongos o los grandes movimientos monoteístas,
forman parte de la historia de la Aufklärung, aunque a menudo parezcan parte de la contra-
Aufklärung que acompaña a su historia. Entonces, la Historia como historia de la
Aufklärung es un proceso dialéctico pues también contiene su movimiento contrario. En
este sentido, Klaus Heinrich ha escrito:
Aufklärung es, en el sentido objetivo, un [...] proceso irreversible; el intento de salirse de él,
ficticio; el intento de recaer detrás de él también forma parte de la historia de este proceso,
cortado solo está cuando quienes lo practicaron fueron extinguidos por catástrofes
confeccionadas por seres humanos. Para la Aufklärung como concepto de un proceso, el
axioma crucial fue que la especie humana recorre un camino, da un paso que la lleva
afuera de las cuevas para entrar en casas situadas en la luz. Es un paso que la lleva
afuera del embotamiento de una percepción que comparte con otra animalia, a un
conocimiento con el cual puede auxiliar a otra animalia.16
12
Véase Horst Kurnitzky, “Tauschverhältnisse, die Kunst mit Geld und guten Worten ans Ziel der Wünsche zu gelangen“, en: Oliver
Decker, Christoph Türcke, Tobias Grave (Ed.), Geld, Kritische Theorie und psychoanalytische Praxis, Serie Psyche und Gesellschaft,
Psychosozial-Verlag, Gießen 2011; Horst Kurnitzky, Edipo, un heroe del mundo occidental, siglo XXI, México 1992.
13
Para nuestros lejanos antepasados la muerte no fue algo natural sino algo producido por hechicerías o fuerzas desconocidas.
14
Véase Horst Kurnitzky, „Tauschverhältnisse, …“, op. cit.
15
La inseguridad de la vida, sobre todo en el llamado tercer mundo, se observa hoy en día en la incesante y mensual fundación de miles
de nuevas iglesias de corte cristiano o animista. En general son grupos pequeños cohesionados alrededor de un curandero que promete
liberarlos de sus miedos.
16
Klaus Heinrich: Aufklärung in den Religionen, gesellschaftlich vermitteltes naturverhältnis, Dahlemer Vorlesungen Bd. 8, Stroemfeld,
FFM/Basel 2007, p. 42.
4
la época contemporánea, como el camino dialéctico entre Aufklärung y contra-Aufklärung.
Por eso resulta incierto que la Aufklärung nos lleve necesariamente a la autodestrucción,
tal y como Horkheimer y Adorno lo sospecharon. Porque la búsqueda de liberarse de la
oscuridad y la ignorancia propias de cualquier fe, inclusive de la fe en una Aufklärung
reducida, o la renuncia a indagar las cosas y a dominar el miedo y la violencia nos
conduciría, por el impulso humano vital, a una nueva forma de Aufklärung. Un contrato
social que logre equilibrar los intereses de las distintas partes de la sociedad y garantice la
vida tranquila y satisfecha de la gente, libre de la violencia de la lucha de todos contra
todos por la sobrevivencia del más fuerte, que no pare de indagar, preguntar y resolver los
conflictos inherentes al ser humano, fue igualmente una meta de la Aufklärung; por ello la
Aufklärung se inscribe en el proceso de la civilización.17
17
Véase Horst Kurnitzky, Una civilización incivilizada, El imperio de la violencia en el mundo globalizado, Océano, México 2005.
18
Véase Horst Kurnitzky, La estructura libidinal del dinero, Una contribución al la teoría de la femineidad, Siglo XXI, México 1978/1992.
19
Kurnitzky, Una civilización incivilizada, …, op. cit.
20
Carl L. Becker, The Heavenly City of the Eighteenth-Century Philosophers, Yale University Press 1932, second edition as Yale Nota
Bene book 2003.
5
En efecto, unas pseudociencias ocuparon el lugar de las religiones hay hechos del
mundo que no se ponen en tela de juicio y, con esta actitud, han ejercido una fatal
influencia en las ciencias sociales desde hace más de medio siglo. Me refiero a la
adopción de la frase darwinista del survival of the fittest (“la sobrevivencia del más apto”)
por la doctrina neoliberal (Friedrich Hayek, Milton Friedman, et al.) y su transferencia a la
economía, falseando la frase original por “la sobrevivencia del más fuerte”.21 Hasta hoy, no
existe una doctrina económica influyente cuyas bases no se sustenten, de una u otra
manera, en el postulado de la libre competencia económica como fundamento del
progreso, el crecimiento y el bienestar sociales. Con el abandono de la Aufklärung, el
liberalismo económico radical renunció a las metas humanas de la sociedad para
convertirse en apologista de la lucha brutal que impone la competencia social. La batalla
por la sobrevivencia en su forma más desnuda ha alcanzado los últimos rincones del
mundo y, en este proceso de destrucción, la sociedad no ha podido generar una reflexión
sobre las perspectivas ni las metas de la vida con fundamentos en la historia, la economía
y la sociedad; solamente ha abonado el terreno para la emergencia de nuevos
movimientos salvacionistas.
6
Vivir no quiere decir únicamente sobrevivir físicamente sino también vivir mentalmente
satisfecho. De eso estamos muy lejos.
Por todas partes encontramos formas de violencia que se han extendido al grado de darse
por sobreentendidas en la vida cotidiana. La violencia se expresa tanto en el trato mutuo
entre los individuos como en las formas de auto-representación individual. Cuando los
lazos de unión se disuelven a causa de la lucha por la supervivencia, la ausencia de
solidaridad se compensa con subordinación y conformismo. Simplemente la uniformación
global a través de la ropa y el comportamiento, inclusive a través de las lenguas de una
supuesta comunicación, permite advertir que la presión por la adaptación social es enorme,
y la gama de accesorios con los cuales se puede establecer una identidad es más bien
reducida. Paso a paso se expande una cultura estimulada por elementos militares que
prolifera en la vida cotidiana y penetra hasta el interior de los hogares de gente carente de
algún tipo de ansiedad por la guerra. El juguete electrónico popular convierte al hogar en
un centro de comando, el diseño de los aparatos, en especial de los automóviles réplica de
vehículos militares y el lenguaje y el espíritu de los juegos de estrategia, impiden
diferenciar con claridad la guerra de la paz. Lo privado se vuelve militar, así como la guerra
se convierte en un asunto privado. Las formas de organización militares, con los emblemas
correspondientes que proporcionan identidad, así como el conformismo se expanden de
manera epidémica en contra de aquella vieja esperanza de que con la eliminación de todos
los obstáculos que hasta ahora han afectado a la economía también los individuos se
libren de cualquier clase de obligación y restricción.24
24
Kurnitzky, Una civilización incivilizada, …, op. cit.
25
Véase Horst Kurnitzky, “Digresión sobre el fetiche y el fetichismo”, en: Horst Kurnitzky, La estructura libidinal del dinero, op. cit.
7
Con la reducción de la Aufklärung a la racionalidad de la acumulación capitalista o
socialista fue posible, a través de una crítica igualmente simplificada, quitarle a la
Aufklärung su fundamento en el humanismo universal, para dejar enormes montañas de
basura y el caos de las sociedades en descomposición, como los llamados estados
fallidos,26 donde los organismos sobrevivientes del capitalismo salvaje se han podido
prolongar en formaciones mafiosas que con terror y violencia arrebatan la riqueza de las
naciones. El miedo y el juego con el miedo favorecen el surgimiento de esos movimientos
fundamentalistas de salvación que, como en la época medieval, protestan contra la miseria
y prometen salidas a la crisis universal. Esto conecta el frente de salvación del Islam con el
nuevo fundamentalismo del Vaticano, con las numerosas sectas y movimientos de
salvación guiadas por gurúes, y con las derechas y las izquierdas unidas en la fascinación
por promover el culto al líder, el autoritarismo y la formación de falanges y guerrillas. En
este contexto, el neoliberalismo actúa como una variante adicional asociada a las nuevas
doctrinas de salvación, todas ellas vinculadas por el consenso común de la contra-
Aufklärung. El retorno a los mitos eternos y la tendencia a la mistificación del mundo
parecen ser características de las doctrinas de salvación posmodernas, pues en lugar de
esclarecer los conflictos y fines sociales y reflexionar en torno a sus perspectivas, esperan
que potencias oscuras y místicas arriben del más allá para salvar al mundo: las
desconocidas fuerzas del mercado regulándose a sí mismas.27
Aufklärung quiere decir hoy en día cuestionar radicalmente todo lo que parezca seguro,
poner en duda todos los supuestos hechos porque los hechos siempre están hechos por
seres humanos, examinar, dudar y criticar aquello donde no cabe duda alguna, lo que
parece evidente, lógico, natural. Entonces, criticar a la misma Aufklärung es emprender
una tarea no siempre fácil, porque algunas veces la contra-Aufklärung aparece como
crítica a la Aufklärung en un falso sentido de Aufklärung, es una contra-Aufklärung
disfrazada como Aufklärung, o tal vez como autocrítica simulada de ella. Por ello, la
Aufklärung tiene que ocuparse de preguntar sobre todo de una cosa: ¿por qué tanta
atención a la Aufklärung para negarla?, ¿por qué rechazarla, intentar destruirla o ver en
ella a la culpable de los males?, ¿por qué la gente desea fugarse?, ¿por qué no quiere
saber cómo andan las cosas como, por ejemplo, qué se esconde detrás de una irrefutable
verdad?, ¿por qué la gente se evade o corre a cobijarse debajo de una imaginada fuerza
mayor, sea una magia, una religión o un dios todopoderoso? ¿Por qué la gente rechaza
madurar y desea refugiarse en el retorno a la etapa infantil que la convierte en inocente, le
quita cualquier responsabilidad sobre sus hechos? Estas son algunas preguntas que una
sólida Aufklärung debe plantear y discutir actualmente. Esta es la Aufklärung de hoy: la
Aufklärung que explica las razones de la contra-Aufklärung.
26
Según Fund for Peace (Fondo por la Paz), un centro de estudios estadounidense, los Estados fallidos no son capaces de aplicar sus
leyes de manera uniforme, tienen altas tasas de criminalidad y corrupción política, un vasto mercado informal, una burocracia y un
aparato judicial ineficiente, interferencias militares en la criminalidad, poderes civiles no estatales con presupuestos y poder político muy
superiores al los del Gobierno. Entre estos estados este centro ha listado a algunas naciones africanas, sobre todo de África central,
otras en Asia, sobre todo en los países árabes, y en America Latina.
27
Kurnitzky, Una civilización incivilzada, …, op. cit.