Está en la página 1de 24

Filosofía Prof.

Roberto Machuca

 Filosofía: definición etimológica y real


 Origen histórico
 Origen existencial de la reflexión filosófica: el asombro. La duda y las situaciones límite.
 Problemas fundamentales que busca resolver la filosofía.

 Filosofía: definición etimológica y real

Filosofía, etimológicamente hablando, significa “amor a la sabiduría”. Del griego, “φιλoσoφία”, se deriva del verbo
“phileo” amar, y de “sophía” saber, sabiduría. Pero, “amor a la sabiduría” es una traducción excesivamente
convencional y grandilocuente. Así, se considera más apropiado traducir el término como “saber teórico”, o, en
palabras de Aristóteles, como «entendimiento y ciencia». De igual manera, “philos”, el “amigo” o el “amante” de
este saber intelectual puede entenderse, a la manera de Platón, como aquel que desea o está ávido1 de saber. Pero, el
primer pensador o filósofo que se autodenominó como tal fue Pitágoras. Los considerados hoy filósofos anteriores a
Pitágoras, los Filósofos Presocráticos, se denominaban, simplemente “sabios” -sofos-.
Definiciones actuales de filosofía.

Según Gustavo Bueno, la filosofía es un saber crítico de segundo grado, esto quiere decir que la filosofía no se
ocupa directamente de los hechos, sino de las ciencias intentando esclarecer la estructura metodológica del saber
científico y también sus límites. En definitiva, la filosofía nos muestra los límites hasta dónde puede llegar la
ciencia.
En cambio, para J. Habermas la filosofía es un saber crítico que debe ocuparse de ser el vigilante interprete de la
realidad. Es decir, la filosofía debe vigilar las diferentes interpretaciones de la realidad para detectar qué intereses y
prejuicios existen tras esas interpretaciones e ideologías, incluida la propia ciencia.

 Origen histórico
La filosofía nace en el siglo VI a.C. en Grecia (Asia Menor) como un intento racional de explicar fenómenos
que acontecen en la naturaleza, al promocionar las propias capacidades humanas y al alejarse de las
explicaciones míticas que hasta entonces predominaban en esta cultura. El origen de la filosofía occidental
aparece ligado, pues, a la civilización griega, en concreto a su primer pensador, Tales de Mileto (siglo VII.VI).
Frente a las explicaciones de la realidad de carácter mítico y religioso, este filósofo nos ofrece por primera vez
una explicación basada en la razón.
La filosofía oriental surgió en la misma época que la occidental, tanto en China como en la India. En China
apareció durante la época de la primavera y otoño (722 a.C.) y el título de “primer filósofo” se le atribuye a
Confucio (551-479 a.C.) que tuvo más de 300 seguidores y fundó la Escuela de los letrados. Confucio funda el
confucianismo como una filosofía práctica, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado
al perfeccionamiento de uno mismo. Su objetivo, en último término, no es la salvación, sino la sabiduría y el
autoconocimiento.
Existen ciertas semejanzas entre los mitos griegos y orientales, en cuanto que ambas culturas disponen de una
mitología y de unas creencias religiosas similares. Así, ambas coinciden en ofrecer narraciones acerca de la
solución de un problema, del origen del mundo, etc., recurriendo a fuerzas sobrenaturales. También existen
algunas similitudes en la temática que tratan las filosofías orientales y occidentales, sobre todo en aspectos
relacionados con la antropología y con la ética.

No obstante, a pesar de estas semejanzas, en el siglo XX diversos autores defienden la hipótesis del origen
griego de la filosofía, al considerar que esta disciplina es una creación original del pueblo griego. Las causas
que fundamentan la aparición de la filosofía en Grecia, según estos autores, son principalmente las siguientes:
- La evolución desde un pensamiento mítico a un pensamiento racional. La filosofía toma algunos conceptos
propios del mito, pero los dota de un nuevo significado. Así, diversos términos que ya existen en los mitos,
se utilizan después en las teorías de los pensadores, como por ejemplo la justicia, la ley, la naturaleza, Dios,
el alma, el cuerpo, etc.
- Circunstancias geográficas. Grecia es un país eminentemente navegador gracias a sus puertos, que
posibilitan un acceso sencillo al Mediterráneo, al Jónico y al Egeo. Esta circunstancia unida a ciertos
momentos de escasez de alimento propició una búsqueda marítima de nuevos lugares que permitieran la
alimentación de una población en continuo crecimiento. Por tal causa, los griegos se convirtieron en
fundadores de pequeñas colonias marítimas.
De esta manera, la Grecia clásica recibió numerosas influencias de otros pueblos. Estas influencias externas
fomentan que una población enriquezca su cultura y la hagan propensa a querer conocer otros tipos de vida.
- Circunstancias socioeconómicas. La organización social griega estaba estructurada en torno a la nobleza
que poseía la riqueza y los instrumentos de poder. Junto a los nobles, destacaban los pequeños propietarios
Filosofía Prof. Roberto Machuca
de tierras. Estos propietarios dependían económicamente de los nobles hasta tal punto que, en definitiva, ni
siquiera eran los verdaderos dueños de sus tierras, ya que tenían que recurrir continuamente su ayuda
mediante la petición de préstamos desfavorables y de difícil devolución.
Esta situación da lugar a lo que se conoce con el nombre de colonización. El pueblo se ve en la obligación de
emigrar en una búsqueda de mejores condiciones de vida, aprovechando una situación geográfica favorable.

Por otra parte, la Grecia del siglo VI a.C. se estructura políticamente en torno a la democracia; si bien no se
trata de una democracia en el sentido actual del término, ya que era mucho más restringida. Este tipo de
organización política fomentó la participación ciudadana en los asuntos públicos y la libertad de pensamiento y
expresión. La posibilidad de una reflexión libre es pieza clave en el surgimiento de la filosofía.

 Origen existencial de la reflexión filosófica: el asombro. La duda y las situaciones límite.

Asombro
Platón decía que el asombro es el origen de la filosofía. Nuestros ojos nos “hacen ser partícipes del espectáculo de
las estrellas, del sol y de la bóveda celeste”. Este espectáculo nos ha "dado el impulso de investigas el universo. De
aquí brotó para nosotros la filosofía, el mayor de los bienes deparados por los dioses a la raza de los mortales”. Y
Aristóteles.: “Pues la admiración es lo que impulsa a los hombres a filosofar: empezando por admirarse de lo que
les sorprendía por extraño, avanzaron poco a poco y se preguntaron por las vicisitudes de la luna y del sol, de los
astros y por el origen del universo.”
El admirarse impele a conocer. En la admiración cobro conciencia de no saber. Busco el saber, pero el sabes mismo,
no “para satisfacer ninguna necesidad común”.
El filosofar es como un despertar de la vinculación a las necesidades de la vida. Este despertar tiene lugar mirando
desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo preguntando qué sea todo ello y de dónde todo ello venga,
preguntas cuya respuesta no serviría para nada útil, sino que resulta satisfactoria por sí sola.

Duda
Una vez que he satisfecha mi asombro y admiración con el conocimiento de lo que existe, pronto se anuncia la
duda. A buen seguro que se acumulan los conocimientos, pero ante el examen crítico no hay nada cierto. Las
percepciones sensibles están condicionadas por nuestros órganos sensoriales y son engañosas o en todo caso no
concordantes con lo que existe fuera de mí independientemente de que sea percibido o en sí. Nuestras formas
mentales son las de nuestro humano intelecto. Se enredan en contradicciones insolubles. Por todas partes se alzan
unas afirmaciones frente a otras. Filosofando me apodero de la duda, intento hacerla radical, mas, o bien
gozándome en la negación mediante ella, que ya no respeta nada, pero que por su parte tampoco logra dar un paso
más, o bien preguntándome dónde estará la certeza que escape a toda duda y resista ante toda crítica honrada.
La famosa frase de Descartes “pienso, luego existo” era para él indubitablemente cierta cuando dudaba de todo lo
demás, pues ni siquiera el perfecto engaño en materia de conocimiento, aquel que quizá ni percibo, puede
engañarme acerca de mi existencia mientras me engaño al pensar.
La duda se vuelve como duda metódica la fuente del examen crítico de todo conocimiento. De aquí que sin una
duda radical, ningún verdadero filosofar. Pero lo decisivo es cómo y dónde se conquista a través de la duda misma
el terreno de la certeza.
Entregado al conocimiento de los objetos del mundo, practicando la duda como la vía de la certeza, vivo entre y
para las cosas, sin pensar en, mí, en mis fines, mi dicha, mi salvación. Más bien estoy olvidado de mí y satisfecho
de alcanzar semejantes conocimientos.
Las situaciones límite
A las situaciones límites reaccionamos, cuando nos damos cuenta realmente de ellas, con la desesperación y con la
reconstitución: Llegamos a ser nosotros mismos en una transformación de la conciencia de nuestro ser.
Pongámonos en claro nuestra humana situación de otro modo, como la desconfianza que merece todo ser mundanal.
Nuestra ingenuidad toma el mundo por el ser pura y simplemente. Mientras somos felices, estamos jubilosos de
nuestra fuerza, tenemos una confianza irreflexiva, no sabemos de otras cosas que las de nuestra inmediata
circunstancia. En el dolor, en la flaqueza, en la impotencia nos desesperamos. Y una vez que hemos salido del
trance y seguimos viviendo, nos dejamos deslizar de nuevo, olvidados de nosotros mismos, por la pendiente de la
vida feliz.
Filosofía Prof. Roberto Machuca
Pero el hombre se vuelve prudente con semejantes experiencias. Las amenazas le empujan a asegurarse. La
dominación de la naturaleza y la sociedad humana deben garantizar la existencia.
El hombre se apodera de la naturaleza para ponerla a su servicio, la ciencia y la técnica se encargan de hacerla digna
de confianza.
Con todo, en plena dominación de la naturaleza subsiste lo incalculable y con ello la perpetua amenaza, y a la postre
el fracaso en conjunto: no hay manera de acabar con el peso y la fatiga del trabajo, la vejez, la enfermedad y la
muerte. Cuanto hay digno de confianza en la naturaleza dominada se limita a ser una parcela dentro del marco del
todo indigno de ella.
Y el hombre se congrega en sociedad para poner límites y al cabo eliminar la lucha sin fin de todos contra todos; en
la ayuda mutua quiere lograr la seguridad. En las situaciones límites, o bien hace su aparición la nada, o bien se
hace sensible lo que realmente existe a pesar y por encima de todo evanescente ser mundanal. Hasta la
desesperación se convierte por obra de su efectividad, de su ser posible en el mundo, en índice que señala más allá
de éste.
tactot.blogspot.com/2011/06/el-asombro-la-duda-y-las-situaciones.htm

 Problemas fundamentales que busca resolver la filosofía.

A medida que iba desarrollándose históricamente, la Filosofía se iba perfilando sus ramas y objetos de estudio.
Teniendo en cuenta la historicidad de la Filosofía, podemos establecer la siguiente clasificación:
Metafísica u ontología. Es la disciplina más “puramente “filosófica. Su objeto de estudio es la realidad en su más
última y radical esencia, la realidad última, el origen y razón de todo lo existente. La ontología es, literalmente el
“estudio del ser” (ontos viene del griego, y significa "ser"). La ontología vendría a ser una parte de la metafísica,
aquella destinada a la indagación e investigación del ser.

Epistemología o gnoseología. Es la rama de la Filosofía que se ocupa del conocimiento y de cuestiones adyacentes
como, por ejemplo, la verdad, los niveles de certeza, la posibilidad de conocer, o no, la realidad, etc.
La Lógica ha sido una disciplina tradicionalmente filosófica, aunque en los últimos tiempos y desde finales del
s.XIX se ha configurado como una ciencia formal independiente que, por derecho propio, investiga la estructura
de los razonamientos.

La Ética constituye otra faceta de la Filosofía. De carácter pragmático, se centra en el ser humano, en concreto trata
de fundamentar las normas morales, definir qué es el bien, lo moralmente correcto, y establecer el deber.

La Estética es la rama de la Filosofía que reflexiona acerca del arte, la belleza y sus diferentes formas y
manifestaciones.

La Antropología Filosófica se diferencia de la antropología cultural y de la paleoantropología. Éstas estudian


respectivamente, la cultura humana y el origen del hombre, mientras que la antropología filosófica se dedica a
analizar al ser humano tratando de encontrar y definir su esencia, su naturaleza real.

La Filosofía, entendida como investigación acerca de los fundamentos últimos de alguna cuestión, puede aplicarse a
muchos campos del saber y actividades humanas. Por ejemplo, a la política. Así, tendríamos la Filosofía Política,
que constituye un área del conocimiento en torno a los fundamentos del orden social, el poder, la formas de
gobierno, etc.

Si observamos atentamente esta clasificación de las ramas de la Filosofía parece claro que podríamos hacer tres
grandes grupos de ramas o especialidades filosóficas:

 En primer lugar, podríamos hablar de las ramas de la filosofía que se ocupan de la realidad objetiva, como la
metafísica y la ontología.
 En segundo término, tendríamos que hablar de aquellas ramas que tratan del conocimiento, como la
epistemología y la lógica.
 Y, en tercer lugar, podríamos mencionar las ramas del conocimiento que giran en torno al ser humano, como
la ética o la filosofía política.

La realidad es que, tradicionalmente, se ha dicho que los grandes problemas de la filosofía, o las preguntas que los
filósofos tratan de responder, son precisamente tres:

La pregunta o el problema del ser. Esta es la cuestión metafísica por excelencia, la cuestión que indaga en lo
que existe, en lo que es en tanto que existe. La mirada filosófica, volcada hacia el exterior, hacia el mundo
objetivo que captamos a través de los sentidos, trata de encontrar respuestas ante la perplejidad que nos
produce encontrarnos inmersos en esta realidad. La mirada filosófica tiene a preguntarse en qué consiste lo
real, cuál es su sustancia esencial, su sentido último.
Filosofía Prof. Roberto Machuca
La pregunta o el problema del conocimiento. Aquí la Filosofía da un giro de 180 grados y se vuelve hacia el
interior, hacia la subjetividad. Los filósofos siguen planteándose el problema de qué es lo real, su origen y
sustancia básica, pero lo hacen conscientes de que lo real es algo que aparece en nuestra consciencia, que
nosotros nos representamos en la mente. Así que el foco de interés se desplaza hacia las cuestiones vinculadas
al conocimiento: ¿puedo conocer lo real y cómo puedo estar seguro del conocimiento que poseo?

La pregunta o el problema del hombre. La Filosofía se centra ahora en la cuestión del ser humano y la
sociedad. Es el giro antropológico de la Filosofía, volcada en encontrar respuestas a las cuestiones del bien y el
mal, de lo que se debe o no hacer, de cómo ordenar la convivencia entre los seres humanos, y, por supuesto, la
gran cuestión: ¿qué es el ser humano?

www.acfilosofia.org › Materiales › Filosofía y Ciudadanía › El Saber Filosófico

Grandes preguntas filosóficas

¿Por qué hay algo en vez de nada?


¿Nuestro universo es real?
¿Tenemos libre albedrío?
¿Dios existe?
¿Hay vida después de la muerte?
¿Hay algo que en realidad se pueda experimentar objetivamente?
¿Cuál es el mejor sistema moral?
¿Qué son los números?
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Unidad II
Los Primeros Filósofos
 La Filosofía Presocrática: Representantes, Arké.
 Sócrates: Pensamiento, Método
 Platón: Pensamiento y teorías
 Aristóteles: Pensamiento y teorías
 Las Escuelas tras la Muerte de Aristóteles
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Los Sofistas y Sócrates


Después de la Filosofía Presocrática, el centro de interés de la filosofía va a sufrir un cambio radical: de la
preocupación por la naturaleza (physis) se va a pasar a la preocupación por el hombre y su convivencia en
la vida social (polis) Los que protagonizaron este cambio fueron los Sofistas –Sofista, pese a la actual
carga peyorativa del término, significa simplemente sabio- Estos pensadores han pasado a la historia como
mercaderes de la sabiduría, porque cobraban sus clases: los sofistas educaban a los hijos de las élites
atenienses para que triunfaran en el ágora o plaza pública. Esta valoración es injusta y se debe
fundamentalmente a las críticas de Sócrates y Platón a estos pensadores.
El pensamiento de los Sofistas se caracteriza por el escepticismo y el relativismo. Si es imposible la
verdad absoluta, el sabio es aquel que sabe argumentar, para seducir a sus interlocutores y conducirles por
donde quiere. En definitiva, el sabio sofista es un buen retórico. Sócrates va a reaccionar frente a este
escepticismo.
Características generales de los Sofista.
Los Sofistas –siglo V a.C.- no constituyen una escuela o corriente de pensamiento homogéneo, pero
podemos destacar algunos rasgos comunes en el pensamiento de los diferentes autores:
a. El escepticismo: supuestamente se debe a la influencia de Heráclito, si todo cambia y nada es estable
entonces es imposible un saber seguro y necesario. El escepticismo es una doctrina filosófica, en la que se
incluye a los Sofistas, que sostiene la imposibilidad de llegar a verdades absolutas. No podemos superar
definitivamente la duda, es imposible la certeza.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

b. El relativismo: tesis epistemológica, moral y política que sostiene que las verdades, valores y leyes
dependen de las condiciones, momentos y circunstancias en que son formuladas. Por tanto, el relativismo
es una consecuencia del escepticismo.
c. El subjetivismo: cuando las verdades, valores y leyes dependen de condiciones “internas” al sujeto,
entonces hablamos de subjetivismo. Así, cuando Protágoras habla del hombre como medida de todas las
cosas, hace depender el conocimiento de las consideraciones del sujeto. Por tanto, la verdad y el bien no
están en la cosa, sino en el sujeto, nada es objetivo.
d. Indiferencia moral y religiosa: los Sofistas son conscientes de que cada pueblo tiene sus propios
dioses y sus propias costumbres. Por eso concluyen que los dioses son sólo una imagen de cómo los
hombres se ven a sí mismos. 1 e. El convencionalismo y relativismo jurídico: el Derecho no se basa en
leyes naturales, las leyes pueden cambiar, y son resultado de las convenciones humanas.
f. El oportunismo político: lo que importa no es tanto la verdad como ser persuasivos y elocuentes
interviniendo a favor no de las causas más nobles, sino de las más oportunas. g. El utilitarismo: el discurso
tiene como meta conseguir los fines de quien lo utiliza, la verdad no importa, sino persuadir al auditorio
para que apoye nuestros intereses.
h. Cierta frivolidad: al desprestigiarse el contenido del discurso se le da cada vez más importancia a la
forma, a los adornos, los detalles y la retórica. Los Sofistas no pretendían formar hombres justos ni buenos
ciudadanos, sino especialistas eficaces en la política y el derecho. Frente a este pensamiento estará
Sócrates que se propone como fin de su filosofía educar a los ciudadanos en la virtud.
Los Sofistas más destacados:
PROTÁGORAS. Es el representante más importante de los Sofistas. Siguiendo la tradición de Heráclito,
va a aceptar el escepticismo y relativismo: a. Respecto al escepticismo, para Protágoras las cosas ni son
(contra Parménides), ni no son (contra los que exageraron el movilismo de Heráclito) Las cosas están en
perpetuo cambio. La verdad es solamente apariencia, opinión que no podemos contrastar con una realidad
estable, es imposible llegar a verdades absolutas. b. Respecto al relativismo, Protágoras afirma que el
hombre es la medida de todas las cosas. La realidad en sí no existe, es una realidad mediada por el
conocimiento humano. Por tanto las verdades dependen de las condiciones impuestas por el hombre, por
el sujeto (subjetivismo)
GORGIAS. Autor del famoso argumento a favor del escepticismo absoluto. El argumento está inspirado
en Parménides, pero para criticarlo, y es el siguiente:
1º. No existe el no-ser, porque admitirlo sería caer en una contradicción.
2º. El ser tampoco existe, porque la evidencia del cambio nos lleva a concluir su no existencia.
3º. No sólo no existe el ser, sino que aunque existiera no podríamos conocerlo.
Además, en el caso de que alguien llegara a conocerlo no podría comunicarlo. Por tanto, para Gorgias la
verdad es inaccesible para el ser humano.
Otros Representantes
PRODICO DE CEOS: Se hizo famoso por su actitud pesimista ante la vida, decía que una muerte
temprana era un regalo de los dioses. Como otros sofistas, defendió el relativismo ético y desarrollo una
teoría psicológica acerca del origen de la religión: los hombres primitivos veneraron aquello de lo que
dependían sus vidas: el sol, el agua, el fuego; pero cuando comenzaron a desarrollar las técnicas, pasaron a
adorar a los inventores de las mismas, por ejemplo, adorar a Dionisos como el inventor del vino.
HIPIAS DE ELIS: Este sofista se destacó por lo enciclopédico de sus conocimientos. Consideró la ley no
solo como convencional sino que incluso llegó más lejos: afirmó que era contraria a la naturaleza, por lo
que reclamaba la autarquía del individuo y la rebelión contra las leyes que siempre oprimen a los más
débiles. Hipias se opone a Protágoras en el sentido en que para éste la ley es una consecuencia de la
naturaleza, mientras que para Hipias, la ley va en contra de ella, porque se hace necesario volver a la
naturaleza.
CALICLES: A la muerte de Pericles las discusiones acerca de la ley y el derecho se intensificaron
notablemente. Algunos defendieron la doctrina del derecho natural del más fuerte.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Calicles afirmaba que la ley había sido dada para proteger a los débiles; pero la naturaleza (tanto en los
animales como en los humanos) hace que los fuertes dominen a los débiles, lo cual es lo justo.
LICOFRON: Defendió el derecho natural del débil, declarando la igualdad natural de todos los hombresm
considerando la aristocracia de nacimiento como algo injustificable. Afirmó que "la naturaleza no ha
hecho a nadie esclavo" y se cree que habría iniciado un movimiento de emancipación cultura y política de
la mujer (algo de esto se menciona en las comedias de Aristófanes)
Sócrates
La figura de Sócrates (470-399) está llena de misterio. Nunca escribió nada y los testimonios que nos han
llegado son bastante contradictorios: Aristófanes nos lo muestra en su comedia "Las nubes" como un
sofista disparatado; Platón lo exalta como a un hombre bueno y sabio.
Su frase más conocida: Sólo sé que no sé nada, tiene el siguiente origen. Un amigo suyo fue al oráculo de
Delfos a preguntarle a la pitonisa quién era más sabio que Sócrates, a lo cual contestó: NADIE. Sócrates
lo interpretó así: sólo la divinidad es sabia y frente al saber divino nada vale el saber humano. El hombre
que, como él, afirma que no sabe nada está más cerca de la sabiduría que aquellos que dicen saberlo
todo. Es clara la alusión a los sofistas. Aunque no es de extrañar que a Sócrates se le pudiera confundir
con un sofista, al menos en algunos aspectos: era un gran retórico y constantemente usaba la ironía y
argumentos engañosos para humillar a sus adversarios. No compartía con ellos ni el relativismo ni el
escepticismo.
Fue injustamente condenado tras el gobierno de los Treinta Tiranos a la pena de muerte por impiedad, y
por ser un ejemplo nocivo para la juventud. La verdadera razón de la condena era política.
El objetivo de su filosofía era el hombre, y muy especialmente la ética y la política.

La reacción de Sócrates frente a los Sofistas. Sócrates vive en el siglo V a.C y, a diferencia de los Sofistas,
era ateniense, sólo salió de Atenas para luchar en las Guerras del Peloponeso contra Esparta. Su vida se
caracterizó por deambular por Atenas preguntando a los ciudadanos, formándoles en el arte del diálogo y
la discusión. Al final de su vida, después de la dictadura de los Treinta Tiranos se le consideró un Sofista
más. Se le acusó de impiedad y de ser un corruptor de la juventud. En la sentencia final se le condenó a
morir envenenado por impiedad (supuestamente no creía en los dioses).
El conocimiento y la verdad. Para Sócrates la verdad existe y la podemos conocer. Con ello, Sócrates
critica el escepticismo y relativismo de sus contemporáneos Sofistas. La verdad no está en el mundo
exterior, sino que está en el interior de cada uno (daimon). Mediante el método dialéctico de preguntas y
respuestas se consigue sacar a la luz la verdad. El maestro no es el protagonista en este proceso, sino que
es el alumno el que llega por sí mismo a la verdad. Según Sócrates en todas las almas existe la verdad,
pero en estado latente, y sólo es preciso tener habilidad para poner en orden nuestros razonamientos.
Definiciones. Sócrates es el descubridor de los conceptos y las definiciones como método adecuado para
filosofar. Mediante la intuición de lo semejante (abstracción), prescindiendo de las diferencias, podemos
llegar a los universales o conceptos. Platón va a denominar estos conceptos esencias o ideas, y para él son
la verdadera realidad.
El Método de Sócrates
La búsqueda colectiva de la verdad a través del diálogo La aportación filosófica fundamental de Sócrates
es la búsqueda de la definición universal, de la verdad, a través del diálogo, centrando sus indagaciones en
cuestiones éticas. Dicha búsqueda consiste en encontrar la característica común (esencia) que comparten
todas las cosas a las que aplicamos una misma palabra. Sócrates piensa que debe haber una característica
común a todas las cosas que llamamos justas (la justicia), así como a todas las cosas que llamamos buenas
(el bien), a todas las cosas bellas (la belleza), etc. Es esa característica común lo que sirve de criterio para
distinguir respectivamente lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo, lo bello de lo feo. La búsqueda de la
definición universal acerca de los valores morales la realiza el maestro, el propio Sócrates, a través del
diálogo con sus interlocutores.
Este método se conoce como método mayéutica y tiene dos fases o etapas.
a) La primera fase es la ironía: el objetivo perseguido por el maestro en esta fase es lograr que el
interlocutor ponga en cuestión todo aquello de lo que creía estar seguro y convencido y caiga en la cuenta
de que en realidad no sabe, es decir, ignora aquello que creía saber (por ejemplo, creía saber qué era la
Filosofía Prof. Roberto Machuca

justicia o la belleza y acaba dándose cuenta de que no lo sabe). En este sentido es célebre la sentencia
socrática en la que afirma: “Solo sé que no sé nada”. Mediante la ironía, Sócrates se enfrenta a los que
pretenden poseer el saber, y a los que creen que lo pueden enseñar. Se opone a la concepción del saber
como mercancía que puede comprarse, venderse o adquirirse, tal como defendían los sofistas.
b) La segunda fase es la mayéutica: una vez reconocida la ignorancia, el maestro trata, a través de
preguntas y respuestas, de ayudar a que el interlocutor alcance la definición objetiva y universal de
aquello que se pretendía definir. Es la fase en la que, con ayuda del maestro, el discípulo da a luz el
concepto. La verdad socrática no consiste en aprender algo concreto, sino en que el interlocutor se
replantee su propia vida. Platón hace decir a Sócrates en su Apología “Para el hombre, no tiene objeto
vivir una vida sin examen”.
La Ética Socrática
El Intelectualismo moral: la educación y el bien. Sócrates, frente a la filosofía anterior, la cual se
ocupaba de la Physis, descubre la interioridad humana: siguiendo la máxima del Oráculo de Delfos,
conócete a ti mismo. Sócrates propone que el hombre sincero conoce en su interior tanto el bien como la
verdad. La importancia que le da a la Filosofía y al entrenamiento de la razón se debe a que supuestamente
nos ayuda a conocer qué es el bien. Para Sócrates, sólo el sabio es bueno: a esto se le llama
Intelectualismo Moral. Por tanto, esto implica que el mal tiene su origen en la ignorancia: para los griegos
la voluntad tiende siempre al bien, es decir, es imposible querer el mal a sabiendas. Esta teoría va a ser
una característica común a Sócrates, Platón y Aristóteles, dando gran importancia todos ellos a la
educación. Para Platón son los mejores, los que han llegado a la cumbre del saber, los que deben gobernar.
Platón llamará a esta teoría la Teoría del Filósofo-Rey.
La influencia de Sócrates en Platón.
Sócrates influye en Platón en varias ideas:
- Según Sócrates en todas las almas existe la verdad en estado latente y sólo es preciso tener la
habilidad para poner en orden nuestros razonamientos. Platón va a asumir esta idea, con la Teoría
de la Anamnesis o Reminiscencia, como ya hemos dicho.
- Sócrates, al igual que Platón, criticará el escepticismo y el relativismo: la verdad existe y podemos
conocerla.
- Sócrates es el descubridor de los conceptos y definiciones como método adecuado para la filosofía.
Platón convierte los conceptos y las definiciones en esencias e ideas, la verdadera realidad.
- Para Sócrates sólo el sabio es el bueno (intelectualismo moral) Esta idea está presente en Platón.
Sócrates va a dar gran importancia a la educación, y, como veremos la utopía política de Platón se
basa sobre todo en la educación.
- Sócrates propone el diálogo como forma de descubrir la verdad interior, Platón va a asumir el
método dialéctico como forma de ascender en la jerarquía del conocimiento.

Diferencias entre Sócrates y los Sofistas.

1ª. El pensamiento de los Sofistas se caracteriza por el escepticismo y el relativismo, la verdad no se


puede conocer y moralmente está todo permitido. Mientras que para Sócrates la verdad existe y podemos
conocerla, además la verdad está en todas las almas en estado latente, y sólo es preciso tener habilidad
para poner en orden nuestros razonamientos.
2ª. Para los Sofistas el sabio es aquél que sabe argumentar para seducir a sus interlocutores y conducirles
por donde quiere, es decir, sabio es el buen retórico. Para Sócrates, sabio es el hombre bueno y virtuoso.
3ª. Los Sofistas no pretendían formar hombres justos y buenos ciudadanos, sino especialistas eficaces en
la política y el derecho. Sócrates se propone educar a los ciudadanos en la virtud.
4ª. Para Sócrates la dialéctica (mayéutica) es el camino para sacar a la luz la verdad interior, mientras que
para los Sofistas el lenguaje no ayuda a esclarecer la verdad, sino que es el arte de la seducción al margen
de la verdad y de la justicia de los discursos.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Unidad III
Filosofía y sus Métodos
Es necesario un método para alcanzar el conocimiento.

El método es un camino, un modo de obrar ordenado para hacer una cosa. En filosofía significa el
procedimiento que se sigue para la búsqueda de la verdad y también para transmitir esos conocimientos.

El método socrático es la mayéutica, que consiste en encontrar definiciones por medio de preguntas, cuyas
respuestas se van descartando hasta llegar a conocer lo esencial de cada objeto.
Platón, siguiendo a Sócrates, se centra en las definiciones de lo universal, a partir de hipótesis, utilizando
las ideas mismas y el razonamiento abstracto de la inteligencia, y con el método dialéctico, llega a las
conclusiones que derivan de los primeros principios.
El método aristotélico trata de obtener el conocimiento de las causas, por medio de la deducción, (de lo
general abstracto a lo singular concreto), de la inducción, (de lo particular se infiere lo universal) y de la
analogía (de la relación de semejanza entre cosas distintas).
El método cartesiano, de Descartes, promueve la duda como método y considera conocimiento a todo lo
que se basa en un criterio de evidencia.
El método de Immanuel Kant, es la razón, y se fundamenta en el análisis de las condiciones “a priori” del
conocimiento. Kant parte del racionalismo y recibe influencias del empirismo, principalmente de Hume.
Kant se dedicó al análisis de dos nociones importantes, la existencia, predicable, no deducible
analíticamente del sujeto; y la causalidad, cuyo fundamento es la experiencia.
Según Kant, el conocimiento humano tiene una intuición receptiva, el espacio y el tiempo, que son
determinaciones formales singulares de la sensibilidad, condiciones “a priori” de los fenómenos. La
diversidad empírica se ordena según formas “a priori” y su resultado son los fenómenos.
El método fenomenológico, cuyo principal representante es Husserl, Edmund (1859-1938), intenta llegar
al conocimiento de las esencias de las cosas por medio de la reducción fenomenológica, que
sucesivamente va apartando del objeto todo lo que no es esencial.
El método dialéctico que comienza con Plotino, filósofo helenístico (204-270), reduce la realidad a un uno
activo, libertad absoluta, del que emana gradualmente y sin corromperlo la multiplicidad; y continúa con
la dialéctica de Hegel y con el materialismo dialéctico de Marx, que se basa en los conceptos de
movimiento, cambio, transformación y desarrollo.
El auge de las ciencias naturales a partir del siglo XVIII dio impulso a la formulación de nuevos métodos
no tradicionales en filosofía, como el estructural, que se basa en el análisis de las estructuras formales
características de cada fenómeno u objeto; el genético, que tiene como fundamento el análisis del
desarrollo temporal de los fenómenos; el histórico comparativo que se utiliza para el estudio de los
fenómenos culturales, el psicoanalítico, que se basa en la aplicación de la teoría de las asociaciones libres
y de la transferencia, a partir del Psicoanálisis de Sigmund Freud; el constructivo, que estructura
sistemáticamente los objetos que pueden ser considerados en un sistema y las aseveraciones que acerca de
ellos se hagan.
Los métodos no se agotan en la medida que surjan nuevas formas de acceder al verdadero conocimiento

A lo largo de la historia se han desarrollado diversos método filosóficos, cada uno de los cuales aporta un modo de
entender el objeto de la filosofía y también una peculiar articulación de las fuentes de conocimiento, la razón y la
sensibilidad, que hacen posible alcanzarlo.
Método empírico-racional.
Este método tiene su origen en Aristóteles y ha perdurado a lo largo de la historia hasta nuestros días. En él se parte
de la convicción de que contamos con dos fuentes de conocimientos: los sentidos y el entendimiento. A través de
Filosofía Prof. Roberto Machuca
ellas accedemos a dos niveles de la realidad: el sensible y el inteligible. El primer nivel de la realidad está
constituido por los datos que nos proporcionan los sentidos; según estos datos la realidad es múltiple y cambiante.
Pero a partir de ellos el entendimiento concibe algo permanente en la realidad por medio de la intuición y del
razonamiento.
Este segundo nivel de la realidad es el de lo que las cosas son y lo que hace que sean. Nuestro entendimiento lo
expresa mediante conceptos o formas de ser y de decir lo que es, llamadas categorías, entre las que tiene primacía la
de sustancia, que es el sustrato básico de cada cosa concreta. Es decir, el entendimiento capta que hay algo
permanente, algo que no cambia y que actúa como soporte (sustrato, sustancia) de todos los cambios que
experimenta una cosa. Para explicar esos cambios son necesarias tres nociones: la de “ser en potencia”, aquello que
cada ser todavía no es, pero puede llegar a ser; la de “ser en acto”, lo que cada ser ya es, y la teoría de las causas:
material, formal, eficiente y final, como principios de la realidad.
Este método se denomina “empírico-racional”, porque empieza por la experiencia física del cambio y del
movimiento, y culmina en las elaboraciones del entendimiento, de manera que “nada hay en el intelecto que antes
no haya estado en los sentidos”. Pretende conocer lo que es común, universal y necesario a todos los seres: el ser en
tanto que ser.

Método empirista.
El empirismo separa las dos fuentes de conocimiento que el método empírico-racional considera
necesarias: experiencia y razón.
La razón es la fuente adecuada para elaborar las ciencias formales como la lógica y las matemáticas,
porque las afirmaciones de estas ciencias son “verdades de razón”, es decir, podemos descubrir su verdad
o falsedad analizándolas racionalmente, sin necesidad de recurrir a la experiencia. Por eso, las verdades de
razón son analíticas, es decir, no aumentan el conocimiento, sino que lo explican.
Sin embargo, las ciencias no formales, como las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales, se
componen de enunciados cuya verdad sólo puede comprobarse en la experiencia. Sus verdades son
“verdades de hecho”, y la fuente de conocimiento apropiada es la experiencia. Las verdades de hecho son
sintéticas, es decir, aumentan el conocimiento por medio de la experiencia.
En este campo, la razón sólo puede relacionar y combinar unas sensaciones con otras, pero nada nos
asegura que estas construcciones coincidan con el mundo exterior al sujeto si no recurrimos a la
experiencia.
En general, es empirista toda filosofía según la cual el origen y el valor de nuestros conocimientos
dependen de la experiencia sensible y que, por tanto, se sirve del método inductivo en la investigación.
Como no podemos llegar a conocer y explicar la totalidad de la realidad, la filosofía debe explicar el
origen de todos nuestros conocimientos, y su objeto será, pues, el funcionamiento de la mente y de los
mecanismos mentales, los sentimientos y las costumbres; en definitiva, la “naturaleza humana”.
Los autores más destacados del empirismo clásico moderno son Locke, Berkeley y Hume en los siglos
XVII y XVIII, muy influyentes en las diversas formas del empirismo contemporáneo.
Método racionalista.
De las dos fuentes de conocimiento, el racionalismo, nacido en la Edad Moderna, afirma la primacía de la
razón. La razón puede darnos certeza de que los conocimientos elaborados por ella son verdaderos por dos
motivos:
• Lo primero que tenemos ante nosotros no son las sensaciones que vienen del exterior, sino el
entendimiento mismo: “nada hay en el intelecto que antes no haya estado en el sentido, excepto el
intelecto mismo”.
• Entre nuestras ideas, las más claras, evidentes y ciertas son las que proceden de la razón, las ideas
innatas, mientras que las que proceden de los sentidos son confusas e inciertas.
De ahí se deriva la primacía de la razón, que se constituye así en fuente y criterio del conocimiento,
aunque pueda tener también en cuenta lo dado a los sentidos.
Los principios del conocimiento son las verdades de razón que juzgan de lo verdadero y conveniente, y
nos infunde certeza sobre nuestros conocimientos, porque el afán de certeza preside la indagación de los
racionalistas.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Descartes encuentra el fundamento del conocimiento en una idea “clara y distinta” cuya verdad es
evidente: cogito ergo sum, “pienso, luego existo”.
Leibniz encuentra ese fundamento en dos principios: el de no-contradicción, “A no es no A”, que es el
fundamento de las verdades de razón, y el principio de razón suficiente, “nada sucede sin razón”,
fundamento de las verdades de hecho.
A partir de estos fundamentos, el método adoptado por el racionalismo clásico es la combinación de
intuición y deducción, según el modelo de la matemática, considerada la ciencia racional más perfecta.
Los autores más destacados son Descartes, Spinoza y Leibniz en los siglos XVII y XVIII.
Ahora bien, hay diversos modos de entender la razón, y por ello no todo racionalismo seguirá el ideal
matemático ni intentará buscar fundamentos seguros para el conocimiento y la acción. Éste es el caso del
racionalismo crítico del siglo XX, creado por Karl Popper y Hans Albert, según el cual, para mostrar que
un conocimiento es verdadero provisionalmente, es preciso ponerlo a prueba en la experiencia más que
fundamentarlo.
Método trascendental.
El método trascendental, creado por Kant en el siglo XVIII, no trata de indagar cuál es el origen de
nuestro saber, como ocurría con el empirismo y el racionalismo clásicos, sino de fundamentarlo, de dar
razón de él. Por ejemplo, puedo haber aprendido en mi familia que no es bueno dañar a otros ni a mí
mismo. El origen de este saber mío es mi familia. Sin embargo, yo me pregunto: “¿es verdad esto?”. Y mi
respuesta no puede ser: “es verdad porque lo he aprendido en mi familia”, ya que con eso sólo estoy
aludiendo al origen de mi conocimiento. Si además, quiero fundamentarlo, tengo que dar una razón
independiente de la fuente de donde lo he aprendido.
Para dar razón de todo el saber racional humano es preciso intentar responder a tres preguntas, que
expresan los intereses de la razón.
*¿Qué puedo yo saber? Es la pregunta por mis posibilidades de conocer.
*¿Qué debo yo hacer? Es la pregunta por cómo debo orientar mi acción.
*¿Qué me es permitido esperar? Es la pregunta por cuál será el futuro de aquellos que obran bien.
Estas tres preguntas se resumen en una última: ¿Qué es el hombre? El hombre es conocimiento, acción y
esperanza.
Para dar razón de nuestro saber en estos tres ámbitos es preciso descubrir las condiciones de
conocimiento, de acción y de esperanza que son comunes, universales y necesarias para todos los
individuos, para todo tiempo y lugar. Kant busca las condiciones que hacen que podamos conocer, actuar
y esperar, siendo este procedimiento lo que constituye lo más propio y específico del método
trascendental. Lo que busca en definitiva son las estructuras y condiciones universales y necesarias sin las
cuales ni son posibles, ni puede entenderse en qué consisten el conocimiento, la acción y la esperanza. A
este conjunto de estructuras y condiciones es a lo que Kant llama sujeto trascendental.
Se produce así lo que se ha llamado la “inversión copernicana” en filosofía porque, de la misma manera
que Copérnico trató de explicar los movimientos del sistema solar cambiando el punto focal, Kant intenta
explicar nuestro saber cambiando de perspectiva: en vez de hacerlo desde el ser, intenta explicar nuestros
saber desde el sujeto.
Así Kant descubre que el ser humano cuenta con dos fuentes de conocimiento: la sensibilidad y las
facultades intelectuales. Las facultades intelectuales son tres: el entendimiento, la razón y la facultad de
juzgar.
La sensibilidad es la capacidad de recibir impresiones. Por ella, dice Kant, “nos son dados los objetos”, es
decir, tenemos “intuiciones” que en el conocimiento humano siempre son sensibles.
El entendimiento es una facultad que elabora conceptos o categorías, por medio de los cuales ligamos
entre sí las impresiones sensibles, de modo que, en vez de captarlas como un conjunto desordenado de
sensaciones, las captamos de forma ordenada. Por ejemplo, las personas cambiamos totalmente desde el
nacimiento hasta la muerte y, sin embargo, decimos de alguien que es él mismo, aunque antes fuera niño y
ahora adulto, porque el entendimiento liga la apariencia de niño y la de adulto mediante la categoría de
sustancia: la persona es una sustancia, que permanece siempre igual bajo los cambios accidentales que nos
Filosofía Prof. Roberto Machuca

muestran los sentidos. Gracias al orden que introduce el entendimiento en la experiencia sensible podemos
hacer ciencias como la física y la matemática.
La razón es la fuente de las ideas. Las ideas son conceptos que no sirven para conocer el mundo natural,
pero son indispensables para ordenar nuestro conocimiento de dicho mundo y para nuestra vida moral,
política y religiosa. Kant señala tres ideas: la libertad en el mundo, la inmortalidad del alma y la existencia
de Dios. El entendimiento y la razón son dos modos de usar la capacidad racional: el uso teórico, que nos
permite construir la ciencia natural, y el uso práctico, que abre el mundo de la moral y de la libertad.
Por su parte, la facultad de juzgar nos permite un puente entre los mundos natural y moral.
La tarea emprendida por Kant será proseguida de diverso modo por otros representantes del idealismo
alemán, como Fichte y Hegel en los siglos XVIII y XIX. Pero el impulso de la filosofía trascendental
pervive en la filosofía contemporánea, de modo especial en la pragmática trascendental de Apel y en la
pragmática universal de Habermas.
Método analítico-lingüístico.
El método de la llamada “filosofía del análisis del lenguaje” nace en el siglo XX. Sus defensores
consideran que la mayor parte de los problemas filosóficos se plantean porque las expresiones filosóficas
son imprecisas y oscuras y dan lugar a confusiones. Por eso, la tarea de la filosofía será analizar el
lenguaje y tratar de aclararlo. En general, estos filósofos no pretenden conocer la realidad (el ser), ni
investigan las capacidades o facultades del conocimiento, como el racionalismo, el empirismo y Kant,
sino que concentran su interés en el lenguaje.
Método hermenéutico.
La palabra “hermenéutica” procede del vocablo griego hermeneuo, que significa “interpretar” y
“comprender”. En principio, la hermenéutica consistió en el arte de interpretar y comprender el sentido de
los textos, principalmente religiosos y jurídicos, pero también literarios, científicos y filosóficos. Para ello
es necesario conocer el contexto en que se escribieron y los problemas a los que trataban de responder.
Sin embargo, en el siglo XIX y por obra de Schleiermacher, este arte se lleva más allá de los textos y se
universaliza: todas las acciones humanas, todos los acontecimientos históricos necesitan ser comprendidos
e interpretados, porque tienen un sentido.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Unidad IV
La metafísica
El Problema Metafísico
El origen de esta palabra, metafísica, parece ser el siguiente:
Andrónico de Rodas (70 a. de C.) coleccionó los escritos de Aristóteles. Después de publicar los libros que tratan
del ente natural, sujeto a la experiencia sensible, y que llevan el título de ta fiska,ordenó los escritos del mismo
autor que se refieren a los principios comunes y las causas primeras de las cosas, y los denominó ta meta ta fiseká,
que quiere decir: los que siguen a la Física. Los latinos trasformaron la expresión en una sola palabra compuesta:
metafísica.
Platón llamó a esta parte de la Filosofía, Filosofía Real, porque trata de las cosas consideradas en sí mismas.
Posteriormente tuvo un significado más amplio como filosofía primera, o sea el saber que intenta ver más allá o detrás del
ser físico.

Según Aristóteles, la filosofía primera es la ciencia que estudia el Ser en tanto que Ser; y los principios y las causas más
elevadas. Lo que Es tiene ciertos principios o axiomas que se aplican a toda substancia como tal y no a un tipo particular
de substancia. Esta filosofía primera se ocupa de lo que Es y de su conocimiento.
Este Ser supremo se puede entender de dos modos:
- Como estudio formal, que luego se llamará ontología; o bien:
- Como estudio de la substancia separada e inmóvil, primer motor, Dios, y se llamará teología.

Los escolásticos medievales se ocuparon con frecuencia del problema del objeto de la metafísica y de las relaciones
entre la metafísica y la teología.
Casi todos los autores están de acuerdo es que la metafísica es una ciencia primera, una filosofía primera; pero
luego surgen las controversias.

Para Santo Tomás, la metafísica estudia las causas primeras y la causa primera es Dios. Dios es el objeto de estudio de la
metafísica.

Por otro lado la metafísica es la ciencia del Ser como Ser y de la substancia, o sea que se ocupa del ente primero separado
de la materia; aunque no se trata de dos objetos de estudios sino de dos modos de considerar la metafísica.

El contenido teológico de la metafísica es dado por la revelación, o sea que se halla subordinada a la teología.

Para Duns Escoto, así como antes para Avicena, la metafísica primaria es la ciencia del ente, previa a la teología, porque
el conocimiento del Ser es el fundamento del conocimiento del Ser infinito.

En general, todas estas opiniones sobre la metafísica son verdades parciales.

La metafísica es la ciencia del Ser en cuanto Ser, concebido como trascendente, dice Suarez.

En la época moderna Francis Bacon considera que la metafísica es la ciencia de las causas formales y finales, mientras la
física es la ciencia de las causas materiales y eficientes.

Para Descartes es una filosofía primera que se ocupa de la existencia de Dios y de la distinción real entre el cuerpo y el
alma.

La metafísica sólo puede ser una ciencia cuando se base en una verdad absolutamente cierta, mediante la cual se puedan
alcanzar verdades eternas.

Aún hoy continúa siendo la ciencia de lo trascendente pero basada en el yo pensante.

Otros autores rechazan la posibilidad del conocimiento metafísico y de toda realidad trascendente, como Hume; y están
quienes hacen una distinción entre metafísica y ontología.

El problema de la metafísica es que no tiene un objeto de estudio tangible, plantean las ciencias positivistas particulares y
lo mismo ocurre con la filosofía.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Kant realiza una crítica de las limitaciones de la razón y funda la dialéctica trascendental, que es su metafísica.

A fines del siglo XIX y a principios del siglo XX surgen varias tendencias anti positivistas.

El Existencialismo y el Bergsonismo así como otras corrientes, son de carácter metafísico, mientras otras la siguen
considerando una pseudo ciencia.

Algunos sostienen que la metafísica es una ilusión y un abuso del lenguaje. Sin embargo en los últimos años se han
planteado cuestiones consideradas metafísicas, aún en corrientes positivistas y analíticas, o bien ha disminuido la firme
oposición contra la posibilidad de la metafísica.

Fuente: Diccionario de Filosofía Abreviado, José Ferrater Mora.

La escuela tradicional, aristotélica y tomista: De acuerdo con las enseñanzas de esta escuela filosófica, el objeto de
la Metafísica es el estudio de los seres del tercer grado de abstracción y de los que son inmateriales por naturaleza.
a. El primer grado de abstracción consiste en prescindir de toda materia sensible individual, y considerar
solamente la materia sensible común.

La parte de la Filosofía que estudia la materia sensible común se llama ahora Filosofía Natural antes se denominaba
Física.
b. El segundo grado de abstracción consiste en prescindir de toda materia sensible individual y común, y
considerar solamente lo que suele llamarse la “materia inteligible”; vale decir, la pura cantidad.

De esta abstracción de segundo grado se originan los seres matemáticos; y naturalmente, su estudio corresponde a
las Ciencias Matemáticas.
c. El tercer grado de abstracción consiste en prescindir de toda materia, tanto sensible como inteligible, y
considerar solamente aquellas determinaciones que son comunes a los seres materiales y a los inmateriales.

Ejemplos: Por el tercer grado de abstracción formamos conceptos como éstos: ente, uno, verdadero, bueno, acto y
potencia.
Estos seres de tercer grado de abstracción constituyen el objeto de los estudios de la Metafísica General.
El estudio de los seres inmateriales por naturaleza, como Dios y los espíritus, constituye el objeto de la Metafísica
Especial.
División de la Metafísica:
a. La Metafísica General u Ontología: En ella la razón se esfuerza por hallar soluciones válidas a los siguientes
problemas:
- ¿Qué es el ser? ¿Qué noción tenemos de él?
- ¿Cuáles son las propiedades trascendentales del ser? (Unidad, verdad, bondad.)
- ¿Cuáles son los principios constitutivos del ser? (Acto y potencia, esencia y existencia.)
- ¿Cuáles son los supremos géneros o categorías del ser? (Sustancia y accidente.)
- ¿Cuáles son las causas del ser? (Eficiente, final, ejemplar, material, formal.)
- ¿Qué división puede hacerse del ser, habida cuenta de sus perfecciones? (Infinito, finito, necesario, contingente.)

b. Metafísica Especial: En ella la razón se dedica al estudio especializado de cada uno delos primeros principios.
La Metafísica Especial comprende estas partes:
a) La Cosmología, que trata de averiguar el origen, la naturaleza, propiedades generales y destino de la materia, y
por ende, de los seres materiales. Asimismo, investiga los principios y las condiciones de la vida en general.
b) Sicología Racional, que estudia el origen, naturaleza, propiedades generales y destino del alma humana, su
distinción del cuerpo y su modo de unión con él.
Filosofía Prof. Roberto Machuca
c) Teodicea o Teología Racional, que trata de averiguar todos los conocimientos posibles que sobre la causa
primera, o Dios, es capaz de alcanzar la razón humana con sus solas luces naturales.

Patricio Hopkins, Filosofía, p. 265-268, ediciones Almagro, Bs.As, Argentina, 1975

La metafísica pregunta por los últimos fundamentos del mundo y de todo lo existente. Su objetivo es lograr una
comprensión teórica del mundo y de los principios últimos generales más elementales de lo que hay, porque tiene
como fin conocer la verdad más profunda de las cosas, por qué son lo que son; y, aún más, por qué son.
Tres de las preguntas fundamentales de la metafísica son:
¿Qué es ser?
¿Qué es lo que hay?
¿Por qué hay algo, y no más bien nada?

No sólo se pregunta entonces por lo que hay, sino también por qué hay algo. Además aspira a encontrar las
características más elementales de todo lo que existe: la cuestión planteada es si hay características tales que se le
puedan atribuir a todo lo que es y si con ello pueden establecerse ciertas propiedades del ser.
Algunos de los conceptos principales de la metafísica son: ser, nada, existencia, esencia, mundo, espacio, tiempo,
mente, Dios, libertad, cambio, causalidad y fin.
Algunos de los problemas más importantes y tradicionales de la metafísica son: el problema de los universales, el
problema de la estructura categorial del mundo, y los problemas ligados al espacio

La metafísica puede proceder de distintas maneras:


Es especulativa, cuando parte de un principio supremo, a partir del cual va interpretando la totalidad de la realidad.
Un principio de este tipo podría ser la idea, Dios, el ser, la mónada, el espíritu universal, o la voluntad.
Es inductiva, en su intento de consolidar de manera unificada los resultados asociados a todas las ciencias
particulares, configurando una imagen metafísica del mundo.
Es reduccionista (ni empírico-inductiva, ni especulativa-deductiva), cuando se la entiende como un mero constructo
especulativo a base de presupuestos de los cuales los seres humanos siempre han tenido que partir para poder llegar
a conocer y actuar.
Grondin, Jean (2006). Introducción a la metafísica. Editorial Herder

Según se desprende de lo dicho hasta ahora, los temas tratados por Aristóteles en su Filosofía Primera (el ser, la
substancia, Dios, los modos, los trascendentales, etc., fijaron el contenido posterior de toda especulación metafísica,
aunque el tratamiento de sus temas, así como la jerarquía establecida entre ellos varió a lo largo de los siglos.

Por ejemplo, durante toda la Edad Media se hizo imprescindible establecer una relación exacta entre la filosofía y la
revelación, o dicho en otros términos, entre la fe y la razón. Si para la mayoría de los autores la filosofía debía
subordinarse a la teología (metafísica especial), siendo concebida como su sierva, para otros, como Tomás de
Aquino, se debían armonizar las "verdades" de estos dos ámbitos. Este mismo autor estableció una diferenciación
de máxima importancia que no se encontraba en la metafísica aristotélica: la diferenciación entre la esencia y la
existencia como pilar fundamental para explicar la creación del mundo ex nihilo, de la nada. Aunque ambos eran
concebidos como parte del ser, no del ente: únicamente en el concepto de Dios está incluida la existencia, en el resto
de los seres no, de ahí la jerarquía entre el ser necesario (Dios) y los seres contingentes (las criaturas).

Otra controversia metafísica muy importante desarrollada desde Aristóteles y ampliamente tratada en la Edad media
fue la de determinar si los universales debían ser considerados como entidades reales o no, lo que dio lugar a dos
posturas enfrentadas entre sí: el realismo, defendido por Platón y Aristóteles, contestaba afirmativamente esta
pregunta. El nominalismo, representado por Duns Escoto y Guillermo de Ockam, negativamente. Para éstos últimos
el universal es sólo un nombre, una proyección de nuestro propio modo de hablar y pensar.

La postura nominalista, que degrada al grado de ficción los conceptos universales, fue de alguna manera retomada
en la modernidad. Por ejemplo Wittgenstein (1889-1951) afirmó que "el mundo es la totalidad de hechos, no de las
cosas", por lo tanto, son los hechos o asuntos los que determinan cómo son las cosas, no al revés.

En la época moderna la metafísica deja atrás el problema del ser para centrarse en la substancia. El esquema
categorial aristotélico queda reducido a tres: substancia (lo que no necesita de otra cosa más que de sí misma para
Filosofía Prof. Roberto Machuca
existir), atributos (características esenciales y definitorias) y modos (modificaciones y cualificaciones) de la
substancia.

La diferencia entre las concepciones metafísicas de los diferentes autores podría analizarse dependiendo del número
de substancias aceptadas que componen la realidad. Así, Descartes aceptó únicamente tres (res infinita, res cogitans
y res extensa), Spinoza una sola (Deus sive natura) y Leibniz una infinidad de ellas. Los filósofos que han propuesto
la existencia de un único principio se denominan monistas y a la doctrina que acepta una pluralidad de ellas,
plularismo metafísico. En el caso de Descartes, la metafísica derivó hacia un sistema dualista, en el que dos ámbitos
de la realidad (cuerpo y alma), se consideraban heterogéneos e incluso incompatibles entre sí: el mundo material,
los animales y el cuerpo humano son máquinas que se comportan siguiendo las estrictas leyes del mecanicismo. La
mente (res cogitans), sin embargo, no puede ser reducida a lo puramente mecánico, rigiéndose por otros principios
absolutamente divergentes.

Por lo tanto, dependiendo de si lo que existe se concibe como una entidad material o una entidad puramente
espiritual, la metafísica genera dos concepciones radicalmente distintas: el materialismo (Demócrito, Epicuro,
Hobbes, Marx y Engels, etc.) y el idealismo (Platón, Berkeley, Hegel, etc.), concepciones que se reflejan no sólo en
el ámbito estrictamente filosófico, sino en la propia ciencia que, como es obvio, no está libre de presupuestos
metafísicos. Aristóteles concibió su física como una continuación de su filosofía primera. Es más, la propia
metafísica era considerada una ciencia, cuestión ésta que creó una interesante polémica en los siglos posteriores.

La primera crítica ferozmente dirigida hacia la metafísica la encontramos en el empirista David Hume, para el cual,
esta disciplina no cumple el requisito fundamental de su gnoseología: toda idea que se precie de ser verdadera ha de
provenir de una impresión sensible de la cual sea copia. En el caso de las ideas fundamentales de la metafísica
(substancia, yo, Dios), esto no sucede, por lo que habrá que rechazar cualquier especulación sobre ella.

Siguiendo la crítica de Hume, Kant intentará responder a la pregunta, desde una postura crítica trascendental, de si
la metafísica es posible como ciencia, es decir: si son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica, únicos
juicios capaces de fundamentar la ciencia por ser extensivos e independientes de la experiencia. En su monumental
obra, Crítica de la razón pura, Kant analizará el uso lógico de la razón (Dialéctica trascendental) y concluirá que las
ideas trascendentales de la metafísica (alma, mundo y Dios) son de carácter ilusorio, por rebasar los límites de toda
experiencia posible. Según Kant, no es posible establecer una metafísica como ciencia, por lo que su función será
meramente reguladora del uso del entendimiento y habrá de relegarse al ámbito de la moralidad.

Actualmente, y pese a las feroces críticas que ha recibido esta disciplina a lo largo del siglo XX, la metafísica no ha
desaparecido de la investigación filosófica. La filosofía fenomenológica y hermenéutica de Heidegger, expresada en
su obra Ser y Tiempo, denuncia precisamente el olvido del ser que, a favor del ente, había caracterizado a la
metafísica tradicional. Heidegger intenta llevar a cabo un deconstrucción de la ontología tradicional, en la que es ser
es entendido ahora no como una cosa, sino como una posibilidad, un proyecto abierto y siempre inconcluso que
sitúa al ser humano, el Dasein, en el centro de la reflexión metafísica, proyecto que ha sido retomado por numerosos
filósofos contemporáneos, como por ejemplo, Emmanuel Lévinas.
cibernous.com/glosario/alaz/metafisica.html

La Ontología
La ontología es definida por el Diccionario de la Real Academia Española de la siguiente manera: “Parte de la
metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales”.
De esta diferenciación se puede citar como precedente a Abraham Calovius, quién en su “Rationalis et realis
philosophia”de 1642 diferencia la metafísica en general como “lo referido al orden de las cosas” de la ontología en
particular como relativo “al objeto mismo”. Así lo recoge el “Diccionario Filosófico Ferrater Mora”:
“Según Calovius, la scientia de ente es llamada Metaphysica con respecto al "orden de las cosas", a rerum ordine, y
es llamada (más propiamente) οντολογία [ontología] con respecto al tema u objeto mismo, ab obyecto proprio.”
Filosofía Prof. Roberto Machuca

filosofia.about.com › About en Español › Filosofia › Áreas de la Filosofía › Metafísica

El término ONTOLOGIA viene del campo de la filosofía , y se define como la rama de la filosofía que se
ocupa de la naturaleza y organización de la realidad, es decir de lo que "existe". En el campo de la
Inteligencia Artificial "lo que existe es aquello que puede ser representado".
Algunas definiciones:
a) Una ontología es una especificación explícita de una conceptualización, es decir proporciona una
estructura y contenidos de forma explícita que codifica las reglas implícitas de una parte de la realidad,
independientemente del fin y del dominio de la aplicación en el que se usarán o reutilizarán sus
definiciones.
b) Una ontología define el vocabulario de un área mediante un conjunto de términos básicos y relaciones
entre dichos términos, así como las reglas que combinan términos y relaciones que amplían las
definiciones dadas en el vocabulario.
personales.upv.es/ccarrasc/doc/2001-2002/ontologias/DEFONTO.htm

Universales
Con el término universal nos referimos a aquello que es común a un conjunto de entes y que se suele
identificar con la esencia. Se considera que Sócrates, al buscar la definición universal de virtud, intenta definir ese
esencia universal, común a todas las acciones virtuosas, dando así lugar al nacimiento del universal como problema
filosófico. Para Aristóteles, el universal se predica por naturaleza de varios entes, y por lo que debe coincidir con la
esencia y tiene un carácter abstracto. En la edad media se discutió el problema de los universales, defendiéndose
tres posiciones fundamentales: el realismo, el nominalismo y el realismo moderado.
(del latín “universus”: general). Así se denominaban, en la Edad Media, las ideas generales. En la polémica
en torno a los universales, se trataba de si éstos son objetivos, reales, o de si son únicamente nombres de las cosas.
Los universales existen “antes que las cosas”, idealmente (punto de vista del realismo extremo, de Erigena); los
universales existen “en las cosas” (punto de vista del realismo moderado, de Tomás de Aquino). Concepción
opuesta: los universales existen sólo en la mente, “después de las cosas”, bajo el aspecto de estructuraciones
especulativas (Conceptualismo) o incluso constituyen simplemente palabras
(nominalismo extremo, Roscelino, Guillermo de Occam). Diccionario filosófico · 1965:474
El nominalismo es la denominación suele aplicarse a cualquier sistema filosófico, antiguo o moderno, que
niega toda objetividad, ya sea real o potencial, a los universales, es decir, nominalistas no conceden la universalidad
de los conceptos mentales fuera de la mente. En este sentido, los sistemas filosóficos de Epicuro, Guillermo de
Occam, George Berkeley, David Hume, John Stuart Mill, y del análisis lingüístico contemporáneo puede ser
llamado nominalista en el que se atribuye universalidad sólo a las palabras (nomina), los hábitos mentales, o
conceptos y mantener la existencia objetiva sólo de lo concreto e individual. Nominalismo es al mismo tiempo se
opuso al idealismo filosófico de Platón y el realismo moderado de Aristóteles y Santo Tomás de Aquino. La
principal objeción de los nominalistas es la atribución de existencia objetiva a las ideas formalmente, tal como
existen en la mente y fundamentalmente (o potencialmente), tal como existen en los datos que tiene cierta similitud
entre sí en cualquier clase o especie.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Unidad V

El problema gnoseológico
Gnoseología: Parte de la filosofía que estudia los principios, fundamentos, extensión y métodos del
conocimiento humano.

EL CONOCIMIENTO
¿Es una cualidad inherente al ser humano? ¿Depende de la voluntad?
El conocimiento si no se sabe aplicar es peor que la ignorancia.
Charles Bukowski (1920-1994) Escritor estadounidense.

Introducción a la Teoría del Conocimiento


Para que se pueda comprender mejor el tema relacionado al conocimiento es importante la revisión
de una manera soslayada La teoría del conocimiento.
La Teoría del Conocimiento o Gnoseología (del gr. gnosis: conocimiento) y constituye junto con la
Lógica un grupo (grupo gnoseológico) distinto de la metafísica. Es bueno señalar que muchos pensadores,
preferentemente neoescolástico, no comparten esa terminología ni su distribución en el cuadro de
problemas filosófico. En efecto, llaman Crítica o Criteriología a la disciplina filosófica encargada del
problema del conocimiento y la consideran una rama de la metafísica. Otros, por fin, llaman a esta
disciplina Epistemología (del gr. episteme: ciencia), término que más generalmente se emplea para
designar la Filosofía de las ciencias.
Quizá haya sido Locke el primero en tratar separadamente la Teoría del conocimiento; tras él se
suceden los tratados especiales sobre el problema. Baumgarten1 introduce el vocablo Gnoseología
promediando el siglo XVIII y Kant lleva a primer plano el problema gnoseológico, al punto que toda su
obra no es más que una Teoría del conocimiento. Desde entonces buena parte de la filosofía se ha venido
transformando día a día en una investigación gnoseológica.
Una descripción del conocimiento, tal como éste se da, ha sido realizada sagazmente por
Hartmann2, y la misma se ha convertido casi en paso obligado para la introducción en esta disciplina.
Observando el fenómeno que se llama “conocer”, Hartmann3 señala varios rasgos, los que si bien puede
variar según las diferentes concepciones permiten el enfrenamiento de la cuestión. Los principales rasgos
registrados son:

- El conocimiento consiste en una relación entre un sujeto que conoce y sujeto conocido.
- Esta relación es una correlación, pues el sujeto cognoscente es tal en tanto conoce, y el objeto es tal en
cuanto es conocido.

1
Filósofo alemán, conocido principalmente por su pensamiento estético. Nació en Berlín. Estudió filosofía con Wolff y fue el
principal representante de esta corriente en la Ilustración alemana. Obras principales: Reflexiones filosóficas acerca de la poesía
(1735), Metafísica (1739), Estética (inacabada, 1750-58), Ética filosófica (póstuma).
2
Filósofo alemán, nacido en Riga, se formó en la escuela de Marburgo con H. Cohen y P. Natorp. Enseñó en las universidades
de Marburgo, Colonia, Berlín y Gotinga, ciudad en la que murió. En los años anteriores a la primera guerra mundial militó en el
ejército alemán. (www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=baumgarten-alexander)
Filosofía Prof. Roberto Machuca

- Esta correlación es irreversible: función de uno es aprehender y función del otro es ser aprehendido.

La gnoseología es la encargada de estudiar esta relación y todos los problemas que de ella emergen: ¿Es
posible conocer? Y si es posible ¿cómo?; ¿por qué medios conoce el sujeto?; ¿es el objeto independiente?;
¿qué validez tiene esta operación?; etc.

Las soluciones

De los problemas que plantea el conocimiento vamos a considerar ahora tres fundamentales: el
problema de la posibilidad, el del origen, y el de la esencia del conocimiento.

A. La posibilidad del conocimiento

Este problema puede sintetizarse en la pregunta ¿puede el sujeto aprehender efectivamente el objeto?, o
sea, ¿se da la relación sujeto-objeto? En otras palabras ¿puede el hombre conocer? Y si puede ¿hasta
dónde?

 El dogmatismo: (del gr. dogma: doctrina) señala una posición ingenua y optimista ante el
conocimiento. Podría decirse que para el dogmatismo no existe el problema y da por supuesto que el
conocimiento es posible. Pero la denominación de “dogmático” ofrece dificultades y cabría distinguir
modalidades diversas de dogmatismo.

 El escepticismo: (del gr. skeptesthais: examinar) es la posición extrema contraria al dogmatismo; pues
afirma la imposibilidad de la relación entre el sujeto y el objeto, o sea que niega que sea posible
conocer. El más escéptico de los filósofos y que motiva el vocablo parece ser Pirrón de Elis (360-
270 a.C.) Sostiene la imposibilidad de conocer y por lo tanto la suspensión de todo juicio.

En esta misma línea cabe señalar un antecedente en el sofista Gorgias. Proclamaba Gorgias que “La
verdad no existe, si existe no se podría conocer, y si se puede conocer, no se puede comunicar”. Esto es lo
que se puede llamar un escepticismo radical o absoluto, pero existen otros tipos de escepticismo que
admite varias gradaciones y ordenamientos. Se podría, por oposición al absoluto, hablar de un
“relativismo relativo” (pero esto ya requiere una exploración más amplia, que por las razones expuestas
anteriormente no la vamos hacer).
Hay escépticos en su punto de partida, pero que luego afirman contundentemente la posibilidad de
conocer (Descartes y su duda metódica); hay escépticos para un sector de la realidad, pero no para toda (el
psicologismo de Hume, el positivismo de Locke o Comte, por ejemplo); hay escépticos para valores éticos
o religiosos (la actitud ante la moral de Montaigne o el agnosticismo de Spencer, pero no un escepticismo
absoluto. Por lo tanto, igual que en el dogmatismo, no es aconsejable hablar de escépticos, salvo en los
pocos casos mencionados al principio

 El relativismo: menciona actitudes muy diferentes, algunas muy cercanas al escepticismo. En general
niega la posibilidad de conocer verdades universalmente válidas; cuando limita la validez al
sujeto que conoce se llama subjetivismo, aunque, a veces, reciben este nombre posiciones que
establecen la validez del conocimiento en el género humano.

Una posición relativa muy cercana al escepticismo es el probabilismo, sostenidos por la mayoría de las
escuelas platónicas posteriores cuyos representantes más conocidos son Arcecilao y Carneades, según el
cual los conocimientos no poseen certezas sino tan solo probabilidad; cuando emitimos un juicio, sólo
podemos adjudicarle una probabilidad mayor o menor de corresponder a la realidad, pero nunca podemos
tener seguridad al respecto.

Otra forma de relativismo aunque algunos autores la colocan afuera es el pragmatismo (del gr. pragma:
acción), no es posible conocer la verdad en el sentido de concordancia entre el pensamiento y las cosas,
pero reemplaza esa imposibilidad por la “verdad pragmática”, evitando así el escepticismo. Y “verdad
pragmática” es todo aquello que sea útil, valioso para un fin determinado, marcando de esta forma la
primacía de la acción sobre la pura actividad intelectual. Verdad, en última instancia, para el pragmatismo,
es aquello que sirve para vivir.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

 El criticismo: (del gr. krisis: elección, juicio) señala una posición donde la crítica ocupa un lugar
destacado. El criticismo por antonomasia sería, entonces, el de Kant, que coloca el problema del
conocimiento en primer plano. Algunos, en efecto, llaman criticismo sólo al kantismo. Pero, según ya
vimos al hablar de dogmatismo, reflexiones sobre la posibilidad y validez del conocimiento las
hallamos en los griegos y en toda la filosofía medieval y prekantiana. Y también, claro está, después
de Kant hasta nuestros días.

B. Origen del conocimiento

¿Cuál es la fuente del conocimiento? ¿Cómo conoce el hombre? ¿Qué papel desempeña los sentidos, la
razón, la irracionalidad? Este es el segundo grupo de problemas que plantea el análisis del conocimiento.
Este es el segundo grupo de problemas que plantea el análisis cognoscitivo
 El racionalismo: indica, obviamente, la primacía de esa facultad humana que es la razón (también
llamada intelecto por algunos autores). Conocer por la razón implica logicidad y universalidad, es
decir que los conocimientos válidos son aquellos que surgen por necesidad lógica y se imponen a
todos los seres racionales.

 El empirismo: (del gr. empeiría: experiencia) es la posición contraria al racionalismo. Niega


categóricamente la existencia de ideas innatas y considera la experiencia sensible como la fuente de
todo conocimiento. Locke, refutador de Descartes y gran teórico del empirismo

 El intelectualismo: El intelectualismo es una solución al problema del origen del conocimiento que
ofrece un aspecto común con el racionalismo y otro con el empirismo, representando una síntesis o
posición intermedia entre ambos, lo cual no significa que históricamente derive de ellos, ya que los
precede en sus formulaciones más acabadas.
Tanto los sentidos como la razón son necesarios para el conocimiento.

 El apriorismo: (de “a priori”) es la solución al problema del conocimiento sostenida por Kant en su
Crítica de la razón pura, y se la puede juzgar como al intelectualismo como una posición intermedia
entre el racionalismo y el empirismo.

C. Esencia del conocimiento

Bajo este título se cobija un grupo de interrogantes que constituye el tercer gran problema del
conocimiento. ¿Qué se conoce efectivamente? ¿Priva el sujeto sobre el objeto, o este sobre aquel? ¿Cuál
es la verdadera realidad? También aquí las respuestas son diversas y el ordenamiento es tan difícil como
en las demás.

 El realismo
(del lat. res: cosa) el término menciona posiciones diferentes, pero unidas por un común denominador; la
existencia de objetos reales independientemente del sujeto que conoce.

El realismo admite a la vez ciertas distinciones; de esta forma se tiene el realismo ingenuo (propio del
hombre de la calle); el realismo natural (Aristóteles, los escolásticos) el realismo crítico (Locke),
también los neoescolásticos se autodenominan realistas críticos.

 El idealismo
Al igual que realismo puede significar muchas cosas. En general, el idealismo sostiene que no hay
objetos independientes del sujeto, es decir, que no existen cosas fuera de la conciencia que conoce. No
existe objeto sin sujeto. Esta afirmación no se ajustaría, exactamente, según veremos, a todas las
corrientes idealistas; desde ya, no a platón y a Descartes.
El idealismo presenta modalidades diferentes. en primer lugar se puede mencionar el llamado idealismo
subjetivo o psicológico. Es la posición de Berkeley y, más radicalmente la de Hume.
Berkeley inaugura lo que se ha denominado conciencialismo, es decir, la afirmación que solamente
existen estados de conciencia
En cambio Hume lleva la postura de Berkeley a sus últimas consecuencias: sólo existen sensaciones,
regidas por leyes de asociación.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

Además del psicológico, hay un idealismo objetivo-lógico, llamado también idealismo crítico, para el cual
la realidad no es de índole psicológica sino lógica, es decir, las percepciones dejan lugar a los conceptos y
a los juicios. Para esta posición sólo existen objetos ideales.

 El fenomenalismo
Llamase fenomenalismo a la posición de Kant. Kant no niega que existan cosas fuera de la conciencia,
pero afirma que sólo es posible conocer fenómenos, de ahí el rótulo de esta doctrina, y no las cosas tal
como realmente son. El conocimiento, regido por las estructuras “a priori” del entendimiento, es
impotente para penetrar la realidad en sí (noúmeno). Como ya se dijo, la doctrina kantiana es llamada
también, con rigor, “idealismo trascendental”. Recordando que también se la conoce como “apriorismo”.

 El empirismo lógico
Afirma la necesidad de dos cosas: considerar la experiencia sensible como criterio de verdad, y efectuar
un análisis lógico del lenguaje. Ambas exigencias se traducen en solo resultado: desechar palabras y
proposiciones que no posean un significado fundado en la experiencia sensible, es decir, que no sean
verificables; de no cumplir esta condición, resultan pseudoconceptos, pseudoproposiciones. Esta exigencia
supone, para los empirista lógico, la negación de toda metafísica (neopositivismo)

 La razón vital
No queremos dejar de decir una palabra sobre la posición de la llamada Escuela de Madrid, constituida
en torno a la figura de Ortega y Gasset. Este enfrenta al realismo y al idealismo. No hay independencia de
las cosas como afirma el realismo; ni tampoco del yo como sostiene el idealismo; lo que hay es el “yo con
las cosas”; la realidad, -eso que llamamos vida- consiste en lo que el yo hace con las cosas; es, pues, una
tarea. “Yo soy yo y mi circunstancia”, dice Ortega, sintetizando en esta fórmula toda su doctrina.

De esta manera el Conocimiento es:

Proceso por el cual el hombre refleja (por medio de conceptos, leyes, categorías, etc.) en su cerebro las
condiciones características del mundo circundante. El conocimiento es una de las formas que tiene el
hombre para otorgarle un significado con sentido a la realidad.

TIPOS DE CONOCIMIENTO

Al conjunto de todas las representaciones abstractas que se tienen sobre una determinada realidad
empírica se lo conoce bajo el nombre de conocimiento. La epistemología es la ciencia que se encarga de
su estudio. Según el criterio y autor que se tome, existen distintos tipos de conocimiento.

Según el pensador inglés John Locke hay tres niveles de conocimientos:


1. Intuitivo: según Locke, este tipo de conocimiento es el más seguro y claro que la mente alcanza.
El conocimiento intuitivo surge cuando se percibe inmediatamente el acuerdo o desacuerdo de las
ideas sin que se dé algún proceso de mediación. Un ejemplo de esto es el conocimiento de la
existencia propia, la cual no precisa ningún tipo de demostración o prueba.
2. Demostrativo: este conocimiento se da, según Locke, cuando se establece el acuerdo o
desacuerdo entre dos ideas acudiendo a otras que actúan de mediadoras a lo largo de un proceso
discursivo. De este modo, este conocimiento es una seguidilla de intuiciones que permitirían
demostrar el acuerdo o desacuerdo entre las ideas. Un ejemplo de este conocimiento, sería para el
autor inglés el de la existencia de Dios, el cual se logra demostrar, como todo conocimiento por
medio de ciertas certezas intuitivas. Se llega a la demostración de la existencia de Dios por medio
de la demostración intuitiva de la existencia humana, la cual demuestra la necesidad de dicha
existencia.
3. Sensible: este tipo de conocimiento es el que se tiene sobre las existencias individuales, que están
más allá de nuestras ideas, permite conocer las cosas sensibles.

Según el modo de conocer:


1. Conocimiento vulgar: es el modo corriente, común y espontáneo de conocer, se adquiere a partir
del contacto directo con las personas y las cosas, en la vida cotidiana. Este tipo de conocimiento se
posee sin haberlo estudiado o buscado, sin haber reflexionado ni aplicado ningún método. Se
caracteriza por ser sensitivo, subjetivo, y no sistemático.
Filosofía Prof. Roberto Machuca

2. Conocimiento científico: este tipo de conocimiento se adquiere a partir de procedimientos


metódicos, usando la reflexión, los razonamientos lógicos y responden a una búsqueda
intencionada, que delimita los objetos y los medios de indagación.

Características del conocimiento


- Su fin es alcanzar una verdad objetiva.
- Es un proceso dialéctico basado en la contemplación
- viva sensación, percepción y representación.
- Asimila el mundo circulante.

El Giro Copernicano en Kant


Kant explica el cambio que supone su filosofía en la concepción del conocimiento basándose en una
analogía con la revolución copernicana.
En astronomía, Copérnico comprendió que no se podía entender el movimiento de los objetos celestes con
la tesis según la cual la Tierra está en el centro del Universo y el Sol y los demás objetos celestes giran a
su alrededor, supo que para entender el movimiento de los objetos celestes era necesario cambiar la
relación poniendo al Sol en el centro y suponiendo que es la Tierra la que gira a su alrededor.
Kant considerará que en filosofía es preciso una revolución semejante a la copernicana. La filosofía
anterior a Kant suponía que en la experiencia de conocimiento el sujeto cognoscente es pasivo, que el
objeto conocido influye en el sujeto y provoca en él una representación fidedigna de la realidad. Con esta
explicación podemos entender, en todo caso, el conocimiento empírico, pero no el conocimiento a priori
pues lo extraordinario de este último es que con él podemos saber algo de las cosas antes de
experimentarlas, es decir, antes de que puedan influir en nuestra mente.
Kant propone darle la vuelta a la relación y aceptar que en la experiencia cognoscitiva el sujeto
cognoscente es activo, que en el acto de conocimiento el sujeto cognoscente modifica la realidad
conocida. Según Kant, podemos entender el conocimiento sintético a priori si negamos que nosotros nos
sometemos a las cosas, si aceptamos que son más bien las cosas las que se deben someter a nosotros: dado
que para conocer un objeto antes ha de someterse a las condiciones de posibilidad de toda experiencia
posible, es decir a las condiciones formales -a priori- impuestas por la estructura de nuestras facultades
cognoscitivas. De este modo es posible saber a priori alguno de los rasgos que ha de tener cuando esté
presente ante nosotros, precisamente los rasgos que dependen de dichas condiciones.
Por ejemplo, a priori no podemos saber nunca si la figura que vamos a ver en la pizarra es un triángulo, ni
las características contingentes de dicha figura (como su tamaño, su forma concreta,...) pero sí podemos
saber a priori que si es un triángulo ha de poseer todas las propiedades descritas por la geometría, ya que -
según Kant- éstas son una consecuencia de la peculiar estructura de nuestra mente, y a ellas se debe
someter todo objeto del cual podamos tener experiencia.
Estas ideas las resume Kant con la siguiente frase: sólo podemos conocer a priori de las cosas aquello que
antes hemos puesto en ellas. En resumen, el giro copernicano hace mención al hecho de que sólo podemos
comprender el conocimiento a priori si admitimos que sólo conocemos los fenómenos y no las cosas en sí
mismas

REVOLUCIÓN COPERNICANA EN FILOSOFÍA

Revolución En Astronomía En Filosofía


problema a
el movimiento aparente de los astros el conocimiento a priori
explicar
el sujeto llega al conocimiento cuando se
somete a las cosas;
antes de la la Tierra en el centro del Universo y el sujeto es pasivo
“revolución” el Sol girando a su alrededor
Objeto ————› Sujeto

no se puede explicar el movimiento no se puede explicar el conocimiento a


consecuencia
aparente de los astros priori
después de el Sol en el centro del Universo y la el sujeto impone características a las
la revolución Tierra girando a su alrededor cosas que se van a experimentar;
Filosofía Prof. Roberto Machuca

el objeto se pliega al sujeto en la


experiencia de conocimiento

Sujeto ————› Objeto

se puede explicar el movimiento se puede explicar el conocimiento


consecuencia
aparente de los astros sintético a priori

También podría gustarte