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Redactar un ensayo en sólo una mañana parecerá una tarea tan apresurada como desayunarse en menos de

diez minutos. Sin embargo, lo invitamos a comprobar que no provocará mala ingestión de conocimiento o
indigestión escrita, ya que hemos preparado el presente material para ser masticado, saboreado y deglutido en
pocas horas y para que su asimilación arroje como producto una interesante rumia de palabras, que de las 8:00
hasta las 12:00, se convierta en un primer intento, en un primer ensayo.

Para lograrlo, comience por degustar los extractos, esencias y fragmentos de célebres ensayistas. En ellos
saboreará exquisitas pistas para la composición de su ensayo y descubrirá estilos, maneras, modalidades y
variaciones que le ayudarán a que su escrito se parezca y, en el mejor de los casos, pertenezca a este particular
género.

Hemos querido homologar la función de alimentarse a la de escribir un ensayo: en ambos procesos ingerimos
ingredientes que mezclan, se transforman y nutren nuestro propio organismo de creación.

Así, con párrafos descansados, simples y argumentativos. Guiaremos su camino por este experimento práctico
de composición escrita, cuyo funcionamiento se asemeja al de un menú o carta de restaurante, en el que existe
un orden sugerido de aperitivo – entrada – plato fuerte – postre pero a su vez se presentan varias opciones. De
modo que, ya no hablaremos como Daniel Cassany, de la “cocina” de la escritura; sino que nos dedicaremos
en esta mañana a su “gastronomía”, pues si bien cocinar supone más tiempo y preparación, comer implica un
proceso delicioso e interesante: consiste en aprovechar, como lo hemos mencionado, los ingredientes – las
otras voces – para obtener nuestro propio nutriente –el ensayo como producto final en esta mañana-.

Asi que, la mesa esta servida. Su misión consiste en elegir los platos de su agrado, disfrutarlos y producir un
ensayo con las siguientes características

El tema será precisamente “LA REVOLUCION INDUSTRIAL EN COLOMBIA”, con una extensión que
oscila entre 3 y Hojas, para su desarrollo serán necesarias 4 citas y 2 notas.
Al redactar su ensayo, escriba lo que piensa, pero no escriba como piensa. Para escribir, debemos reducir,
sintetizar todo aquello que pensamos, en una idea clara y contundente a la que, poco a poco, moldeamos hasta
dar forma escrita capaz de comunicar lo que inicialmente pensamos.

Redactar implica preguntarnos qué de todo lo que se nos está ocurriendo en la mente será lo esencial del
escrito y qué no; así mismos, qué de todo aquello va primero y qué debe ir en segundo lugar, etcétera.

La redacción, entendida como proceso, nos lleva a la secuencia PENSAR – ORDENAR – ESCRIBIR.

 No dé muchas vueltas en torno de un mismo tema. Defina el objeto de redacción y delimítelo.

 No busque llegar al tema por el camino más largo, ni invente ramificaciones innecesarias: sea claro y
defina su punto de vista. Sólo así podrá fortalecer su argumento y todas las ideas que surjan de su idea
básica darán soporte a su escrito.

 Afortunadamente siempre se encontrará con que deberá escribir algo concreto acerca de algo más vago.
Un punto de vista, un subtema, una idea para referirse al objeto de redacción, de tal forma que pueda
construir lo que será la “columna vertebral” de su escrito.

Después de una lluvia de ideas1, es recomendable identificar lo que será la columna vertebral del escrito, es
decir, la idea fundamental que le va a dar forma a lo que deseamos escribir. En este punto es oportuno
preguntarse, ¿hacia a donde apuntan todos los conceptos, todas las ‘gotas’ de mi lluvia de ideas? ¿Qué
concepto se repite más en la lluvia de ideas?, o aun mejor, ¿ De todas las ideas, con cuál de ellas me quedo?
¿ Qué me interesa realmente argumentar?

Una vez seleccionada la idea fundamental del escrito, habrá ideas que pasaran a un segundo plano, y otras a
un tercero, y así sucesivamente, hasta tal punto que se podría armar un árbol – imaginario o no – como el
que sigue:

Música en la publicidad

Creatividad
Expresar con notas, sentimientos, sensaciones
Procesos de composición
La inspiración versus el negocio publicitario

Y es, ese árbol, precisamente el esbozo del escrito. Constituye el esqueleto de lo que se ira a redactar.

1
En la lluvia de ideas, con relación al tema que va a desarrollar en su ensayo, escriba todos los pensamientos
que se le vengan a la cabeza, aunque éstos no se relacionen entre sí y parezcan desordenados. Pero, ese es el
comienzo.
Falta, entonces, rellenar el esqueleto del texto con músculos y tejidos. Y esa musculatura sólo la
proporcionaran las palabras organizadas en oraciones, y estas últimas organizadas en párrafos. Luego,
mediante la organización de ideas se logra que el escrito tenga sentido y orden lógico para el lector.
Dicho en otras palabras, si seleccionamos adecuadamente la columna vertebral del escrito, si
organizamos ideas y sabemos cual es el principal, cuales secundarias y cuales complementarias,
obtendremos una estructura de texto coherente y clara.

 Escriba todas sus ideas y pensamientos que se le ocurran


 Seleccione la idea fundamental de su escrito. Distíngala de las secundarias.
 Arme el árbol o esbozo del texto que piensa escribir, señalando Idea Principal e Ideas Secundarias.

Cuanto más detallado es el árbol, es decir, cuantas más ramificaciones posee –ideas secundarias, dentro de las
secundarias, detalles, etc., más fácil será redactar el texto, pues en el momento de escribir, se tendrá una guía
bastante cercana al escrito final.

Y cuando se ha completado el árbol, se puede visualizar, además de las ideas fundamentales y secundarias, el
orden que todas ellas llevaran dentro del escrito y la relación entre unas y otras.

No hay más seductor que un buen comienzo. Julio Cortazar se refería a los comienzos de sus escritos como
Knock-outs fulminantes que dejaban atónito al lector y acaso daban tiempo para parpadear y continuar
leyendo.

El inicio de su ensayo debe cumplir la doble función

 Uno: Exponer, en forma clara y sencilla la tesis de su escrito, el argumento básico que defenderá durante
el ensayo. Es decir, que los primeros dos renglones deberán aclarar al lector que idea va a ser la
‘ensayada’.
 Dos: Cautivar al lector, con la firme intención de que lea todo el ensayo o de que, por lo menos, se
interese por comenzar a leerlo.

Se aconseja que la tesis o argumento básico del ensayo sea corto, sustancial, directo y sencillo. El periodo de
la frase o frases iniciales que constituyen su tesis no debe sobrepasar las 20 palabras. Piense que para quien
lee es más asimilable esta frase:

“Para nadie es secreto que la educación en Colombia es un negocio”


.... que esta otra:

“Por todos los indicios y conjeturas que investigadores del tema, docentes, auditores, incluso, los mismos
estudiantes de educación básica, media y superior, se podría decir, sin lugar a equivocaciones, que los
procesos de educación en nuestro maltrecho país se han convertido en un negocio”

Cuando hablamos de la tesis inicial del ensayo, apelamos, entonces, a una conocida frase que en muchas
misceláneas aparecen pegadas en la pared, justo al lado del teléfono publico:
SEA BREVE

Tan importante como elegir acertadamente la tesis argumental, resulta tejer ideas dentro del escrito, mediante
párrafos. Estas unidades conforman la estructura del ensayo y dan sentido a lo que se suscribe, por cada
párrafo contiene frases estrechamente relacionadas.

Existen algunas maneras de estructurar un párrafo

1. La idea principal o tesis de un párrafo se puede desarrollar mediante ejemplos. Para explicar, en un
párrafo, que “el trafico de Bogotá es insoportable en las llamadas ‘horas pico’”, basta con ejemplificar
que “para desplazarse desde Cedritos hasta Chapinero, en un viernes ‘de quincena’ o ‘de concierto’, se
necesitan por lo menos dos horas para lograrlo”

2. Otra forma útil y sencilla de estructurar un párrafo consiste en contrastar elementos que conformen la
tesis y comparar de modo que se facilite al lector la composición del escrito. Con el mismo caso del
trafico capitalino, veamos como resultaría: “En Bogotá, un alto porcentaje de semáforos permanece en
mal estado: en Medellín, Barranquilla y otras ciudades del país, los semáforos son garantía para peatones
y conductores.

Si deseamos guiar aun mejor a nuestros lectores, recomendamos una tercera forma de desarrollo de párrafos
la que se denomina “desarrollo de párrafos por encuadramiento”. Consiste en que, al iniciar el párrafo,
guiamos al lector hacia donde iremos. “Existen dos causas claras del insoportable tráfico de Bogotá: La
primera, el deterioro de las vías principales, que por ser .......; La segunda, el poco sentido de solidaridad que
muestran .....”.

Párrafo narrativo: También llamado cronológico. Úselo cuando desee desarrollar una idea relatando hechos a
través del tiempo o, simplemente, acciones que suceden una tras otra. Este tipo de párrafo persuade al lector,
porque lo transporta en el tiempo por medio de datos verídicos. “Durante décadas, el trafico vehicular de
Bogotá estuvo concentrado en la avenida Jiménez con ...” . Otra forma de párrafo narrativo, es toda aquella
que explique un procedimiento o algoritmo de tareas para llevar a cabo una acción. “ Para tomar un servicio
de taxi en Bogotá, primero procure que el lugar al que se dirija coincida con la ruta que lleva el taxista. Luego
pregúntele ...”.

Párrafo expositivo - argumentativo: este tipo de párrafo pretende ser más persuasivo hacia el lector, su
objetivo primordial es convencer a quien lee, de que la tesis es cierta. De ahí que los elementos que en el se
utilizan deben ser muy claros y contundentes. Para esto ayudan mucho los datos que muestran y no simples
datos ‘declaratorios’, como si lo que se expone en el párrafo fuese una especie de ley. “ Los
embotellamientos en los principales cruces de vías arterias, los reportes radiales del transito, en los que la
mayoría de emisoras coinciden y las múltiples quejas de los ciudadanos, son pruebas reales de que el trafico
vehicular en Bogotá es un verdadero desastre. Y es que, basta sólo con ...”.

Párrafo descriptivo: úselo cuando desee involucrar más al lector en las tesis o ideas de su escrito, creándole
atmósferas y ambientes mediante la descripción de lugares, personajes o cosas. “Tener que soportar desde
muy temprano el desafinado concierto de bocinas y pitos de todos los calibres y observar las caras de angustia
en algunos, de resignación en otros, y aun de histeria en unos cuantos, resulta decepcionante”.

Nada mejor que los famosos conectores, aquellos inseparables amigos de los párrafos, que le permitirán
articular y relacionar las partes de su ensayo. La carencia de ellos2, causara cierta sensación de
desorganización y aislamiento entre ideas y párrafos. Su exceso3, termina por saturar el escrito y por fatigar y,
en el peor de los casos, confundir al lector. Así que4 , debe existir un equilibrado manejo de los conectores,
que impriman un buen ritmo al ensayo y a la vez logren la entera comprensión de quien lee.

Basta con encontrar expresiones o conectores que sean validos para las frases o párrafos que desee relacionar
y lo más importante, asegurarse de que sean de lógica y fácil comprensión para el lector.

Numerosos estudios han aportado a la lingüística conectores que, seguramente, usted habrá utilizado o ira a
utilizar para su ensayo. Las categorías y los conectores lógicos mas usados son los que hemos enlistado a
continuación.

De relación causa – efecto: entonces, por lo tanto, por ende, por consiguiente, por tanto, así que, etc.

De adversidad: no obstante, empero, sin embargo, pero, a pesar de, si bien, en cambio, mientras que, etc.

De síntesis: en fin, en ese orden de ideas, resumiendo, etc.

De explicación y reconfirmación: es decir, esto es, o sea, dicho en otras palabras, mejor aun, etc.

De tiempo: primero que todo, antes que nada, cuando, luego, después, finalmente, para concluir, etc.

De similitud: así mismo (o asimismo), de igual forma, del mismo modo, etc.

De suma: adicionalmente, también, incluso, inclusive, y, además, también es cierto, y como si fuera poco, etc.

De conclusión: para terminar, finalmente, por ultimo, etc.

2
“De ellos” es una forma de conectar la frase anterior “Ellos” hace referencia, precisamente, a “Los
conectores”
3
Se comienza esta frase refiriéndose aun a los conectores, sin embargo, nótese que la frase se conecta sólo
porque “su exceso” se refiere a “el exceso de conectores”, sino también porque contrasta y se opone a “la
carencia de ellos”
4
Mediante esta forma de conector – que hace las veces de “entonces” – se invita al lector a que comprenda
qué es lo que debe hacer con respecto a los conectores, ya que antes hemos advertido que ni la carencia ni el
exceso son buenos.
Como ya se ha insinuado en las pistas iniciales de este material, el ensayo tiene la particularidad de fortalecer
como genero textual, a partir de las voces de otros para producir su propio pensamiento. Vale la pena recordar,
entonces que el ensayo, en su gran porcentaje no es producto de la “inventiva” o inspiración del autor, sino
que, mas bien, es producto de la buena asimilación y aprovechamiento de los recursos bibliográficos a que ha
recurrido para producir sus propias ideas.

Después de dos puntos, abra comillas y traslade, lo que dice el citado. En este caso, debe aparecer el nombre
del autor que se cita. Como lo anota Serpa Uribe, en repetidas ocasiones: “¡Mamola!”.

Recuerde que no siempre las citas son textuales, también puede hacerse alusión a alguien o a algo dicho por
alguien. Gracias a los medios de comunicación, el popular “¡Mamola!” de Serpa Uribe goza ya de resonancia
internacional.

Vale la pena que le eche un vistazo a algunas paginas del presente material, en las que, al practico estilo de
computador, hemos utilizado “notas al pie”.

Con frecuencia las notas se suelen utilizar de dos maneras:

Cuando algún termino, palabra, expresión o frase necesita ser ampliada o explicada en detalle, fuera del
párrafo que la contiene. Entonces, se ubica el pequeño numero o “superíndices” al final de la ultima palabra
que se va a referenciar. Y abajo, en el extremo inferior de la pagina, con justificación a la izquierda, se repite
el superíndice y se redacta la nota.

Cuando se expone alguna idea, pensamiento, aporte, comentario o argumento ajeno que, sin ser textual, se
debe referenciar como bibliografía. En ese caso, se repite el procedimiento del superíndice al final de la
ultima palabra de esa idea y se lleva al final de la pagina, en donde se escribe el apellido del autor – en
mayúsculas – después una coma y el nombre en minúsculas; luego un punto seguido y el titulo del libro
después un espacio para la editorial, seguida de este la ciudad y el año de impresión.

Aunque las bases epistemologías de su ensayo surgen a partir de otras voces y en repetidas ocasiones sentirá
la necesidad de citar, anotar, glosar o referenciar, el ensayo es el reflejo de quien lo escribe; por eso, debe
llevar aquella impronta personal, aquella señal particular, producto del estilo que sólo usted da a sus escritos.

Es evidente que el estilo se aprecia o se comienza a reconocer después de cierto numero de escritos a través
del tiempo; se recomienda, sin embargo, comenzar a esculpir el propio de cada quien.

Ahora bien, el toque personal va desde el ritmo propio que da la puntuación al texto, hasta la forma estructural
del párrafo. Este estilo se vislumbra también en la manera de argumentar o de crear interés en el lector.

En todo caso, el estilo o toque personal equivale – en términos “gastronómicos” del ensayo – al “toque
secreto” de que, por lo general, gozan los buenos platos.

No es pecado descubrir nuestro propio estilo, si este es el producto de una mezcla de estilos de otros autores.
Quizás signifique la identificación o simpatía estilística que profesamos hacia ellos.
El titulo de su ensayo tiene una misión muy clara: llamar, atraer, seducir al lector. El titulo es esa insinuante y
coqueta invitación a la lectura. De ahí que juegue un papel coprotagonico, al lado de la tesis y del argumento
inicial.

A continuación, algunos trucos para encontrarle el titulo mas apropiado a su ensayo:

 Relea el ensayo en su totalidad y escriba en un papel, a manera de lluvia de ideas, cinco títulos que se le
ocurran.
 No utilice el tema de su ensayo para el titulo, o mejor, no confunda el titulo con el tema.
 Busque un titulo sugestivo, insinuante, sutil, es decir, que solo de una vaga idea de lo que será el ensayo,
pero que a la vez cree incertidumbre en el receptor e invite a la lectura.
 Subraye la(s) o palabra(s) o expresión(es) que más se repite(n) en el ensayo y úsela como titulo o como
parte de este.
 Piense en un titulo que resuma, contenga o sintetice la idea general de su ensayo. En este caso, le pueden
ser útiles la organización de ideas y el árbol o estructura del escrito.

 Si bien podemos escuchar que un escrito termina “en punta”, esto no significa que va a quedar
inconcluso. Los finales “en punta”, además de resultar divertidos para el autor, hacen que el lector
disfrute, con múltiples interpretaciones, las posibles derivaciones de ese “final virtual”

 El ensayo bien escrito da la instrucción a su autor para que encauce las ideas hacia la conclusión y, con la
practica el autor sabrá cuando debe terminar, cuando ha dicho todo y no le queda nada por decir.

 Al igual que el comienzo de ensayos, el final debe ser pensado en función de quien lee, pensando en que
permanezca interesado y que, cuando llegue al final, exclame: “¡hurra, terminé y valió la pena haberme
leído este ensayo!”. Así como el comienzo atrapa e invita, el culmen debe también interesar al lector y
debe confirmarle el interés por el escrito.

 La conclusión puede resumir todo lo que se desarrollo, sintetizando en forma sencilla la idea del
argumento inicial, al fin y al cabo, fue aquello que se defendió durante el ensayo.

 Existe otra manera de concluir, y es proponiendo o invitando al lector a una acción o propósito
relacionado directamente con el tema del ensayo, dejando ver cierto nivel de compromiso del autor con el
tema del escrito.

 Los finales “en punta” que ya mencionamos, a menudo forman parte de otra forma de concluir; terminar
el ensayo pensando en el efecto que pueda causar en el lector, para ello, usted puede recurrir a una
situación divertida, curiosa o, incluso, anecdótica. Por ejemplo: “ ...y quizás cuando termine el ensayo al
medio día, comprenda que, definitivamente, es más fácil desayunar en menos de diez minutos”

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