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LA CELULA

En biología, es la unidad más pequeña que puede vivir por sí sola y que constituye
todos los organismos vivos y los tejidos del cuerpo. Una célula se compone de tres
partes principales: la membrana celular, el núcleo y el citoplasma. La membrana
celular rodea la célula y controla las sustancias que entran y salen de esta. El
núcleo es la estructura dentro de la célula que contiene el nucléolo y la mayoría
del ADN de la célula. También es la parte donde se elabora la mayor parte del
ARN. El citoplasma es el líquido dentro de la célula que contiene otras partículas
celulares diminutas con funciones específicas, como el aparato de Golgi, las
mitocondrias y el retículo endoplasmático. El citoplasma es donde sucede la
mayor parte de las reacciones químicas y se elabora la mayoría de las proteínas.
El cuerpo humano se compone de más de 30 billones de células.

CELULA ANIMAL

La célula animal no es otra cosa que una especie de célula que conforma las
estructuras, tejidos y órganos de todos los cuerpos que pertenecen al reino
animal.

Se trata de células eucariotas que difieren de las procariotas por poseer un núcleo
real cargado de material genético o ADN.

Se cree que existen cerca de 200 tipos diferentes de célula animal, las cuales
desempeñan funcionas específicas dentro de los organismos y que explicaremos
más adelante.
CELULA VEGETAL

Una célula vegetal es el tipo de célula eucariota de la que están compuestos


muchos tejidos vegetales. A menudo, es descrita con los rasgos de una célula del
parénquima de una planta vascular. Pero sus características no pueden
generalizarse al resto de las células meristemáticas o adultas de una planta y
menos aún a las de los muy diversos organismos imprecisamente llamados
vegetales.

Las células adultas de las plantas terrestres presentan rasgos comunes,


convergentes con las de otros organismos sésiles, fijos al sustrato, o pasivos,
propios del plancton, de alimentación osmótrofa, por absorción, como es el caso
de los hongos, pseudohongos y de muchas algas. Esos rasgos comunes se han
desarrollado independientemente a partir de protistas unicelulares fagótrofos
desnudos (sin pared celular). Todos los eucariontes osmótrofos tienden a basar su
solidez, sobre todo cuando alcanzan la pluricelularidad, en la turgencia, que logran
gracias al desarrollo de paredes celulares resistentes a la tensión, en combinación
con la presión osmótica del protoplasma, la célula viva. Así, las paredes celulares
son comunes a los hongos y protistas de modo de vida equivalente, que se
alimentan por absorción osmótica de sustancias orgánicas, y a las plantas y algas,
que toman disueltas sales minerales del medio y realizan la fotosíntesis. Y también
cabe agregar que no tienen centriolos en su interior.

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