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Presentado por:
Ivonne Juliette Duran Lozano ID:656039
Carolina Rodríguez Rico ID:655882
Melisa Hernández ID: 669995
Asignatura
Procesos Psicológicos Básicos
Docente
José Alveiro Pedreros Marulanda
Diseño de Intervención
HISTORIA DE LA PROBLEMÁTICA
Pedro tiene una capacidad intelectual media. Muestra actitudes dentro del
promedio para su edad, pero su rendimiento está algo por debajo de la media en
las áreas de Comprensión Verbal y Velocidad de Procesamiento.
En relación a los aspectos atencionales, en su ejecución general muestra
problemas en atención selectiva y sostenida, costándole centrarse en una tarea
sin atender a otros estímulos del entorno y permanecer atento durante largos
periodos de tiempo. Asimismo, la información que aportan los padres y el colegio,
denota que dichos problemas se aprecian en los distintos contextos y a lo largo del
desarrollo. Paralelamente, Pedro muestra un estilo cognitivo impulsivo, costándole
planificar y generar estrategias adecuadas para la resolución de las pruebas que
así lo requieren. Muestra asimismo inquietud motora.
A nivel de problemas de conducta, Pedro presenta rabietas, dificultades de
autocontrol e inhibición. Éstas las muestra especialmente en el colegio, están
relacionados con las dificultades mencionadas que repercuten en un escaso
autocontrol especialmente en situaciones que le generan frustración.
En cuanto a los aspectos emocionales, Pedro no es consciente de sus dificultades
de atención, impulsividad y autocontrol. Sin embargo, se muestra pendiente de la
atención del adulto. Muestra inseguridad e inquietud en las tareas en las que
anticipa dificultad.
En relación al área social, su repertorio de habilidades sociales es adecuado, sin
embargo, su elevada impulsividad ante las situaciones que le generan frustración,
puede repercutir de forma negativa en una adecuada resolución de conflictos.
Por sus resultados en las pruebas, así como por la observación conductual, su
estilo impulsivo y sus dificultades en atención y concentración, planificación,
memoria de trabajo e inhibición de conductas.
TRATAMIENTO
Una vez diagnosticada, el tratamiento deberá ser llevado por el profesional, los
padres quienes deberán pedir colaboración de los profesores. Algunos
medicamentos modifican las señales químicas del sistema nervioso central, lo que
puede ayudar a las personas con TDAH porque aumenta el nivel de
neurotransmisores en el cerebro, que reciben el nombre de “dopamina” y
“norepinefrina”. Los expertos aseguran que los medicamentos son seguros y
eficaces cuando se toman bajo la supervisión de un psiquiatra o médico, pero el
uso indebido del medicamento puede causar algunos problemas graves de salud
como por ejemplo aumento del ritmo cardiaco y la presión arterial, temblores
incontrolables, cambios de humor, confusión, paranoia, alucinaciones, delirios y
respiración irregular. El tratamiento debe incluir terapia y modificaciones en la
escuela, clase y casa.
INTERVENCION EN EL PACIENTE
Estrategias de intervención
En este caso se utilizará terapia cognitiva y conductual.
El psicólogo le podrá enseñar al niño manejo de la ira, de las emociones,
autocontrol, tolerancia a la frustración, entre otros, desarrollando así herramientas
que le sirva para enfrentar los acontecimientos cotidianos; a los adultos se les
asesorará en técnicas de educación asertiva, límites, seguir las instrucciones y a
su vez, que los padres tengan tolerancia y lleven una relación empática. Los
profesores deben comprender que si el niño se porta desafiante, desorganizado,
no es por mala educación desde casa, así que se les dará información adecuada
sobre las características de un TDAH y se le podrá sugerir adaptaciones en su
metodología para facilitar el aprendizaje; es importante un trabajo interdisciplinario
puesto que dependiendo de los límites, enseñanza, el trabajo adecuado que se
tenga con el niño, éste se podrá adaptar de manera positiva a las diferentes
etapas de la vida.
Es necesario que el niño se perciba competente y que no considere las fichas y
ejercicios como un castigo. Para evitar esto, se utilizan fichas con dibujos y temas
preferentemente lúdicos. Comenzamos con fichas breves y sencillas, para
garantizar experiencias de éxito, que ayuden a disminuir la anticipación de
dificultad, aumentar la percepción de capacidad y aumenten así la motivación por
la tarea. Con el paso de las sesiones, vamos utilizando fichas más complejas y
que requieren más tiempo atencional.
Las conductas adecuadas en casa que los padres refuerzan son: escuchar el
cuento que se le lee en la cama, tranquilo; Comer todos los alimentos que se le
ponen y terminarse la comida del plato; Cariñoso, saluda sonriente y da un beso a
los invitados (abuela y otros familiares); Natación. Sobre estas conductas, las
primeras semanas pedimos a los padres que las refuercen explícitamente y lo
registren. Con esto, aseguramos que estas conductas adecuadas aumentan y se
mantengan. También conseguimos aumentar la tasa de reforzadores que se aplica
al niño, para que éste se sienta suficientemente atendido, busque menos llamar la
atención con conductas inadecuadas. Respecto a los padres, también es
beneficioso comenzar con los reforzadores las primeras semanas, para
asegurarnos que los padres entienden la sistematicidad en la aplicación de
contingencias, comienzan con el seguimiento de nuestras pautas y vayan
obteniendo resultados positivos. Durante las 4 primeras semanas, les pedimos
que refuercen explícitamente al menos 4 veces al día cada uno. Cuando
introducimos el siguiente paso de la intervención, dejamos de registrar
reforzadores, y dejamos a su elección el reforzamiento explícito, recordándoles su
importancia y utilidad.
Las conductas inadecuadas que queremos extinguir son: gritar, decir palabrotas,
pegar a su hermano, y golpear cosas.
Entre las normas, introducimos las conductas que queremos instaurar: recoger los
juguetes cuando termina el juego, dejar la ropa sucia en el cubo y lavar los dientes
antes de dormir. Éstas, las introducimos más adelante, y gradualmente, ya que el
objetivo prioritario es eliminar las conductas disruptivas.
Las conductas inadecuadas que queremos extinguir son: gritar, decir palabrotas,
pegar a su hermano, y golpear cosas.
Entre las normas, introducimos las conductas que queremos instaurar: recoger los
juguetes cuando termina el juego, dejar la ropa sucia en el cubo y lavar los dientes
antes de dormir. Éstas, las introducimos más adelante, y gradualmente, ya que el
objetivo prioritario es eliminar las conductas disruptivas.
PRONOSTICO,
Lo que puede suceder con el chico que continua su tratamiento, es que aumentan
las posibilidades de que su condición vaya mejorando con la edad, tener una
calidad de vida mejor en el transcurso de sus etapas, principalmente infantil y/o
escolar, e incluso poder suspender los tratamientos y llevar una vida normal en
una edad más avanzada.
Si el chico no continua con el tratamiento, es muy posible que se vea limitado en
sus aptitudes académicas y de socialización, esto implicaría un retraso cada vez
más difícil de superar y con consecuencias negativas para su autoestima y la
presencia de problemas de conducta, y aumentaría al riesgo de conflictos en las
etapas de su vida.
REFERENCIAS