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COMENTARIO DE OBRA

Rafael Pérez Duarte

La obra a comentar corresponde con el fresco de El nacimiento de la Virgen en la


capilla Tornabuoni, Santa Maria de Novella, Florencia (1486-90), pintado por Domenico
Ghirlandaio y de estilo renacentista, pertenece al Quattrocento florentino. La iglesia se
encuentra en Piazza S. Maria Novella, snc, Florencia, Italia. La iglesia empezó a edificarse el
1279 y terminada a mediados del siglo XV, el interior de cruz latina está dividido en tres
naves. En el centro, detrás del altar se encuentra la capilla Tornabouni1.

El 1 de septiembre de 1485 se llega al acuerdo entre Domenico y su hermano David


con Giovanni Tornabuoni, por el cual los pintores debían ejecutar dentro del coro de Sta.
María Novella una serie de frescos que ilustrasen la vida de la Virgen María y del santo San
Juan Bautista. En el contrato se exponen con precisión cuales debían ser los personajes y sus
detalles pero se deja a criterio de Domenico, dentro de ciertos límites la representación
artística. El taller de Domenico recibiría 1100 florines de oro, y el trabajo se iniciaría en mayo
de 1486 y se terminaría en mayo de 1490. Dentro del acuerdo se especifica que si el trabajo
resulta del agrado de Giovanni, éste pagaría 200 ducados más. De hecho, cuando el trabajo
estuvo terminado éste reconoció que se mecería los 200 ducados, aunque rezó por que se le
perdonaran, hecho que así fue, Ghirlandaio renunció generosamente a su reclamo2. Como
ayudante Domenico tuvo a su alumnos Bastiano di Bartolo de Gimignano Mainardi, Jacopo
del Tedesco, Niccolò Ciedo, Jacopo dell Indaco, Baldino Baldinelli y sus hermanos David y
Benedetto. Como en todos los trabajos realizados por varios artistas es difícil discriminar
quién realizó cada parte de los frescos, pero si hay alguno que puede otorgarse sin ninguna
duda a Ghirlandaio es El nacimiento de la Virgen. De hecho, es de los pocos trabajos firmados
por él, en uno de los paneles que se encuentran sobre la cama de Santa Ana, aparece la palabra
BTGHORDI aludiendo a su verdadero nombre y en el panel derecho GRILLANDAI, esta es
una forma plural para cubrir el trabajo de todos los hermanos3.

El autor de la obra es Domenico Bigordi de Tommaso Ghirlandaio , mas conocido


como Ghirlandaio, conocido pintor florentino, aunque fue también orfebre y mosaiquista.

1 https://www.smn.it/it/opere/cappella-tornabuoni-o-cappella-maggiore/
2 Gerald S. Davies, Ghirlandaio, Londres, 1909, pp. 103-104.
3 Ibíd., pp. 107-110.
Junto con sus hermanos Benedetto (1458-1497) y David (1452-1525) regentaron uno de los
talleres artísticos más exitoso y conocido del Quattrocento florentino. De la parte
administrativa se encargaba su hermano David y Domenico era el genio creativo detrás de las
obras de arte que salieron del taller. Fue uno de los mayores representaste del estilo narrativo
documental, utilizado en una gran cantidad de retratos de personalidades de la época junto con
una decoración antigua. Sus obras más famosas son los frescos sobre La Vida de la Virgen y
La vida de San Juan Bautista en la capilla Tornabuoni, Santa Maria de Novella, Florencia
(1486-90). Domenico nació en Florencia alrededor de 1448-49 en una próspera familia de
artesanos y pequeños comerciantes. En su juventud fue admitido en la cofradía de San Pablo
en 1470. Antes de 1475 algunos frescos y pinturas murales se le atribuyen únicamente por
motivos estilísticos. Las primeras obras reconocidas de Domenico son el Bautismo de Cristo y
la Virgen con Niño en el trono entre los Santos Sebastián y Juliano en S. Andrea a Brozzi en
las afueras de Florencia. Estas obras mostraban un parecido con el estilo de Andrea de
Verrocchio, revelando una afinidad con los últimos desarrollos en el arte florentino; sin
embargo, su principal contribución artística se basa en el ordenamiento rectilíneo de la
composición que unificó el espacio físico con el representado. En 1475-76 fue llamado a
Roma por el Papa Sixto IV para decorar, con retratos de los padres de la Iglesia y filósofos
clásicos, la Biblioteca Apostólica del Vaticano. El encargo refleja una muestra del gran
respeto que ya se le tenía al taller de Ghirlandaio. En 1476 se puso a trabajar en La Última
Cena en Badia a Possignano, también a las afueras de Florencia, donde desarrolló su técnica
usando el espacio real para crear un mayor efecto de profundidad y una atmósfera más real,
demostrando una capacidad de evolución en su arte para crear una mayor sensación de
monumentalidad. Los frescos de la Capilla de S. Fina en la colegiata de Pieve en San
Gimignano (1477), La Última Cena y San Jerónimo en su estudio (1480) en la iglesia de
Ognissanti en Florencia, muestran su habilidad para crear una atmósfera tensa, usando las
formas angulares que definen las sombras y las luces, con un acabado brillante. Los trabajos
más importantes de Domenico Ghirlandaio los realizó en la década de 1480, durante la cual
recibió los encargos de las personalidades más prestigiosas de la época. En 1481-82 regresó a
Roma con el encargo de pintar La llamada a San Pedro y San Andrés en la Capilla Sixtina. En
este trabajo ya domina el adecuado equilibrio de monumentalidad típico de sus obras además
del uso del oro por primera vez, que posteriormente vuelve a aparecer en su obra. Retrataba a
los personajes llenos de vida, con una visión de los mismos en los que los menores detalles
podían superar en delicadeza y finura al tema central de la obra, son llamativos también las
pinturas de personas agrupadas libremente. En su estancia en Roma pudo codearse con
grandes artistas de la época, de los que sin duda asimiló sus conocimientos, entre los que se
encontraban Botticelli, Perugino y Cosimo Rosselli. Fruto de estas colaboraciones junto a
grandes artistas, son las escenas de La vida de San Francisco (1483-86) en la capilla Sassetti,
en Santa Trinita en Florencia, donde lo sagrado, lo antiguo y lo contemporáneo coexisten en
un todo de forma equilibrada. Entre sus clientes se encuentra los Medici a los que retrata en
un ambiente realista y mundano. El aspecto narrativo y documental de su obra hizo que
Ghirlandaio fuera un artista reconocido y valorado, su taller tenía gran cantidad de proyectos
y una clientela selecta. Su valía personal le proporcionó la comprensión y el respeto de sus
mecenas, a los que satisfacía en sus gustos y aspiraciones. Su mecenas más importante fue
Giovanni Tornabuoni, que el encomendó la realización de los frescos sobre La Vida de la
Virgen y La vida de San Juan Bautista en la capilla Tornabuoni, Santa Maria de Novella,
Florencia. Son la cumbre artística de Domenico, están llenas de complejas y exquisitas
imágenes, estos frescos contienen toda la síntesis de la narrativa sagrada unidas a las
costumbres de su época, a las que unía el retrato de las personalidades de su tiempo, en ellas
se incluyen ricas perspectivas además de amplias arquitecturas que formaban parte de la
composición de sus frescos. El proyecto, que tardó cuatro años en terminarse, no sólo fue su
ciclo monumental más ambicioso sino que también fue su último gran fresco. Aunque la
demanda popular de los frescos de Domenico Ghirlandaio disminuyó a partir de 1490, su
taller continuó con otros trabajos de forma continuada. Hay que destacar igualmente sus
pinturas en caballete entre las que destacan La Visitación y un retrato soberbio, lleno de vida y
realismo, Abuelo y nieto, ambos en el Musée du Lovre de París. Su trabajo fue de gran
influencia para Raphael y en 1488 tuvo de aprendiz a Miguel Ángel. Murió en Florencia en
enero de 14944.

La obra representa el nacimiento de la Virgen como si fuera una escena más de la vida
cotidiana de una familia florentina. El fresco muestra el interior de un palacio, como es
habitual en la pintura renacentista nos muestra el ideal de arquitectura clásica. En el medio del
fresco nos encontramos con dos mujeres que están ocupadas con el recién nacido, una de ellas
está vestida de balia5 y llevando en brazos al recién nacido. El bebe se chupa un dedo, como

4 Para la biografía del autor he consultado:


Cossard, P., “Ghirlandaio, Domenico (1448/49-94)”, en Clayton J. Drees (Ed.), The Late Medieval Age of
Crisis and Renewal, 1300-1500: a Biographical Dictionary, London, 2001, pp. 189-190.
Ed. Rundle, D., The Hutchinson Encyclopedia of the Renaissance, Universidad de Michigan, 1999, versión
digital 2010, pp. 293-294.
https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/ghirlandaio-domenico, consultada el 14-11-2019.

5 Enfermera que cuida a un recién nacido.


lo haría cualquier bebe, una muestra más de sincera realidad. Ella mira hacia el bebe con una
sonrisa en su cara, mientras la otra se da la vuelta para hablar con la joven que tiene a su lado,
ésta lleva un vestido de brocado dorado, se cree que la figura corresponde a Lodovica
Tornabuoni, hija de Giovanni Tornabouni. Es una de las características del arte de
Ghirlandaio, su capacidad como retratista para intercalar en una escena religiosa los rostros de
miembros de las familias que le pagaban. A su lado cuatro mujeres, bien retratadas y con
vestidos elegantes a la moda florentina, se encuentran de pies. A la derecha se encuentra Santa
Ana (madre de la Virgen) que está mirando al grupo desde la cama, una segunda balia que
entra corriendo para verter agua en una palangana de latón, la sensación de movimiento la da
sus ropas, con la falda y la bufanda revueltas por la prisa. Esta figura tiene mucho del encanto
de figuras similares pintadas por Filippo Lippi y Botticelli, aunque menos delicada y
fascinante pero con una mayor sensación de realismo como cabría esperar de Ghirlandaio. La
figura del agua se deleita en su feminidad, aunque sólo sea una enfermera, la representación
de la figura muestra la tensión del movimiento que se refleja en lo bien plantado que tiene el
pie en el suelo, sostiene la jarra firmemente con sus dos brazos y vierte con cuidado el agua en
el centro de la palangana. En la esquina superior izquierda nos encontramos con Santa Ana y
Joaquín en lo alto de unas escaleras que contrastan con su humildad con el resto de la
estancia, se encuentran abrazados en la representación de la concepción de la Virgen María
según los evangelios apócrifos, en los que se refiere al abrazo que ambos se dan para la
concepción de la Virgen de forma inmaculada. La representación de la arquitectura de la
estancia es solo un marco de referencia, Ghirlandaio disfruta con los problemas físicos que se
encuentra para iluminar correctamente la habitación, con el contraste y las sombras del
interior que se produce por la luz del día que entra del exterior por la ventana de la parte
superior derecha. A la hora de decorar la estancia, Ghirlandaio dibuja un friso de puttis
jugando, bailando y tocando algunos instrumentos musicales, en las que Domenico utilizó con
gran maestría el claroscuro sobre un fondo azul. Sosteniendo el techo se encuentran pilares
decorados al estilo clásico. Hay en la cornisa una inscripción en latín que se refiere al
nacimiento de la Virgen: “Tu nacimiento, oh virgen madre, anunció el jubilo a todo el
universo…”. En todo el fresco se muestran detalles finamente pintados, el pasaje del fondo
muestra una bóveda de cañón que sale de la estancia y da muestra de profundidad, pero no
sólo por perspectiva lineal y el punto de fuga sino también por la atmósfera que se respira en
la sala6. Existe un gran equilibrio en la composición de toda la escena, la paleta cromática
utilizada por el autor en tonos tierra ofrece como consecuencia una imagen de armonía y paz

6 Gerald S. Davies, op Cit., pp. 110-111.


que se desprende en todo el fresco. La pintura muestra un gran naturalismo, propio de la
época, Ghirlandaio se interesa más en los detalles de la vida cotidiana que en representar una
escena religiosa. El mundo que pinta Ghirlandaio es el de todos los días, es la vida que se
desarrolla a su alrededor, pero descrita de forma elegante y digna para su mecenas. La
realidad de la vida se muestra en los ropajes, a la moda de la época, en la decoración de la
sala, en los gestos de todos los integrantes del fresco, en la atmósfera retratada. La escena del
nacimiento de la Virgen es una muestra más del realismo que intentó mostrar al presentar el
nacimiento como un esfuerzo colectivo femenino, cerca de lo mundano, lo indecoroso de la
situación y casi un elemento irreligioso en un fresco de gran contenido religioso y cívico 7. El
significado del agua es importante en la escena, al igual que en el fresco de bautismo a San
Juan, en este caso el agua significa el bautismo de María y el recipiente donde cae el agua se
asemeja a una pila bautismal. La figura de la joven que entra en la escena para echar el agua
tiene, como hemos dicho la falda y la bufanda revueltas contrasta con el convencional aire
burgués del resto de mujeres que observan la escena, simboliza la liberación de la mujer,
interpretada como síntoma de los nuevos tiempos del renacimiento respecto de la oscuridad de
la Edad Media8

El Renacimiento, tuvo en Florencia el centro generador del arte en Italia. La ciudad de


Florencia poseía una sociedad bien situada, llena de banqueros y comerciantes muy
influyentes, que vieron en el arte una forma de situarse en la sociedad, con ganas de disfrutar
de la vida, con otras respuestas a las preguntas de la existencia. Busca un arte mas cortesano,
más propagandístico, las grandes familias florentinas no sólo quieren deslumbrar a sus iguales
sino imponerse a la nobleza y poder vincularse a ellos, todo ello configuro la figura del
mecenas, una personalidad que pagaba por tener a los mejores artistas a su servicio con el fin
de obtener el beneplácito de la sociedad. Los pintores del Renacimiento florentino del
Quattrocento buscaron la forma para estar a la altura de las otras artes en Italia. Los nuevos
gustos que llegaron con el Renacimiento necesitaban de una forma nueva de representación.
Este nuevo arte estaba en consonancia con las mentalidades que traía el humanismo, un arte
para disfrutar, sin misticismos, ni mediatizado por la Iglesia. Esta nueva forma de ver el arte
les llevaría a algunos pintores a renunciar a las normas tradicionales que todavía estaban
alrededor de muchas pinturas. Uno de estos cánones era que los asuntos religiosos no se
7 Simons., P., “The Social and Religious Context of Iconographic Oddity: Breastfeeding in Ghirlandaio`s
Birth of the Baptist”, en Gisela Sperling, Jutta (Ed.), Medieval and Renaissance Lactations. Images,
Rhetorics, Practices, New York, 2016, pp. 213-233.
8 García Mahíques, R., Iconografía e iconología. Vol 1. La Historia del Arte como Historia Cultural, Madrid,
2008, pp. 106-113.
podían confundir con los hechos de la vida cotidiana. Pero en la medida que los encargos de
los mecenas fueron cada vez más específicos empezaron a modificar las composiciones y se
abrieron a otros temas que no siempre eran relacionados con la religión. Para ello necesitaban
otro lenguaje que hiciera posible lo que querían representar como realidad. En esta evolución
por captar la realidad, el descubrimiento de la perspectiva constituyo un medio para que el
artista pudiera unir arte y experimentación. Esto permitió a los artistas apoderarse de la
representación de la realidad y avanzar hacia nuevas formas de expresión . En este contexto se
movió Ghirlandaio quien puso su arte al favor de las familias florentinas. En estos encargos,
muchas de las veces para decorar capillas privadas, mezcló entre los temas religiosos los
retratos de dichas familias, además de personalidades de la ciudad, con un gran detalle
individualizado, en vista de su portentosa técnica como retratista. A lo largo del siglo se
fueron dando los pasos para que la pintura supusiera un avance respecto a las épocas
anteriores. Domenico Ghirlandaio al igual que muchos autores renacentistas tuvo en el
mecenazgo una base sólida que le permitió convertirse en el autor más prolífico de Florencia
en la década de 1480 al 90. Como característica del Renacimiento nos encontramos con el
redescubrimiento de las obras de la antigüedad clásica, algo a lo que no fue ajeno Ghirlandaio
aunque mostró poco interés por la mitología como si lo hicieron Botticelli y sus seguidores.
La obra de Ghirlandaio muestra a la perfección todos los cánones que se estaban dando en el
Renacimiento, La Vida de la Virgen es el ejemplo perfecto del espíritu inquieto de su autor,
de la búsqueda de la belleza en la realidad, de la experimentación con la perspectiva, de la
importancia de la luz y el color, del reformulado de los temas de la fe desde una visión casi
fantástica a presentar esta realidad desde la fidelidad del universo que prendía presentar como
realidad9.

BIBLIOGRAFÍA.
Cossard, P., “Ghirlandaio, Domenico (1448/49-94)”, en Clayton J. Drees (Ed.), The Late
Medieval Age of Crisis and Renewal, 1300-1500: a Biographical Dictionary, London, 2001.
Ed. Rundle, D., The Hutchinson Encyclopedia of the Renaissance, Universidad de Michigan,
1999, versión digital 2010.
García Mahíques, R., Iconografía e iconología. Vol 1. La Historia del Arte como Historia
Cultural, Madrid, 2008.
Gerald S. Davies, Ghirlandaio, Londres, 1909.

9 Naval Mas, A., Historia del Arte en la Edad Moderna: Renacimiento y Barroco, Ciudad Real, 2004, pp. 32-
49.
Naval Mas, A., Historia del Arte en la Edad Moderna: Renacimiento y Barroco, Ciudad Real,
2004.Simons., P., “The Social and Religious Context of Iconographic Oddity: Breastfeeding
in Ghirlandaio`s Birth of the Baptist”, en Gisela Sperling, Jutta (Ed.), Medieval and
Renaissance Lactations. Images, Rhetorics, Practices, New York, 2016.
https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/ghirlandaio-domenico
https://www.smn.it/it/opere/cappella-tornabuoni-o-cappella-maggiore

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