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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN PENAL
SALA SEGUNDA DE DECISIÓN DE TUTELAS

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO


Magistrado Ponente

STP1298-2015
Radicación N° 77569
Aprobado acta N° 46

Bogotá, D.C., doce (12) de febrero de dos mil quince


(2015).

VISTOS

Procede la Sala a resolver la impugnación interpuesta


por el apoderado del accionante VÍCTOR MANUEL MUÑOZ
COLLAZOS, contra la sentencia adoptada el 26 de
noviembre de 2014 por la Sala de Decisión Penal del
Tribunal Superior de Cali, con la cual negó el amparo para
los derechos fundamentales que se afirman vulnerados por
el Juzgado Décimo Penal del Circuito con Funciones de
Conocimiento de esa misma ciudad.
Radicación No. 77569

I. ANTECEDENTES Y FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN

Según se desprende de las diligencias, en contra de


VÍCTOR MANUEL MUÑOZ COLLAZOS se inició
investigación penal en cuyo trámite el Juzgado Noveno
Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de
Cali, realizó el 14 de enero de 2014 audiencias preliminares
concentradas de legalización de captura, formulación de
imputación e imposición de medida de aseguramiento,
imputándosele cargos como presunto autor del delito de
fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego,
accesorios, partes o municiones, frente a los cuales se
allanó el imputado. Oportunidad en la que se otorgó la
medida sustitutiva de detención domiciliaria al imputado,
con permiso para laborar de 6:00 de la mañana a 6:00 de la
tarde, habiéndose fijado como dirección para su
cumplimiento la calle 25 No. 41A-26 Barrio San Judas de
Cali, teléfono 3174904501.

Seguidamente el trámite del proceso fue asumido por


el Juzgado Décimo Penal del Circuito con Funciones de
Conocimiento de Cali, despacho que fijó como fecha para
llevar a cabo audiencia de individualización de pena y
sentencia, el 3 de julio de 2014, diligencia que no se realizó

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Radicación No. 77569

por cuanto el defensor de confianza del procesado no se


hizo presente.
Se fijó nuevamente para el 15 de agosto de 2014, no
pudiéndose llevar a cabo por cuanto el apoderado del señor
MUÑOZ COLLAZOS informó telefónicamente que había
presentado renuncia al poder con escrito radicado el día
anterior en el centro de servicios.

Como consecuencia de lo anterior, se remitió oficio No.


1620 de fecha 22 de septiembre de 2014 a la Cárcel de
Villahermosa en Cali, informándole al procesado sobre la
renuncia de su abogado de confianza y requiriéndolo para
que procediera a nombrar otro profesional que representara
sus intereses, o en su defecto se le designaría un defensor
público. Asimismo, se indicó que la audiencia se llevaría a
cabo el 31 de octubre de 2014.

Llegada la fecha y hora de la audiencia, se hizo


presente el defensor público designado para representar al
procesado, a quien se le condenó a la pena de 94 meses, 15
días de prisión y se le negó el subrogado penal así como la
prisión domiciliaria, ordenándose en consecuencia, su
traslado a un centro carcelario. Decisión que fue notificada
en estrados y tras no ser recurrida por las partes, fue
declarada su ejecutoria.

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Radicación No. 77569

Agotado lo anterior VÍCTOR MANUEL


MUÑOZ
COLLAZOS promovió mediante apoderado demanda de
tutela, en procura de amparo para los derechos
fundamentales al debido proceso y defensa que estima
conculcados por el Juzgado Décimo Penal del Circuito con
Funciones de Conocimiento de Cali, al interior de la
actuación penal reseñada.

En sustento de la demanda, afirmó el libelista que su


representado no concurrió a la audiencia de
individualización de pena y sentencia, por indebida
notificación.

En tal sentido, refirió que si bien no es obligatoria la


comparecencia del imputado privado de la libertad a la
audiencia de individualización de pena y sentencia, lo cierto
es que debe existir la manifestación del interno que no es
su deseo asistir a dicho acto, situación que no se dio en el
presente caso dado que no obra escrito alguno en ese
sentido, así como tampoco se informó por parte del
procesado que carecía de recursos para contratar un
abogado de confianza, por lo que surge evidente que se

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designó un defensor público sin tener en cuenta el


consentimiento del imputado.

Agregó, que por obvias razones la juez consideró que


la
citación a la audiencia de individualización de pena y
sentencia se le había enviado al señor VÍCTOR MANUEL
MUÑOZ COLLAZOS a su domicilio, tal como consta en el
audio de la audiencia -de cuyo contenido se extrae que la directora
de la diligencia dejó constancia que el imputado no acudió a pesar de
habérsele citado a su dirección-, pero no sucedió así toda vez

que por un error involuntario del juzgado, envió oficio a la


Cárcel de Villahermosa solicitando la remisión del interno.

Indicó, que no está dentro de las facultades del INPEC


notificar a los imputados de las audiencias programadas
por los jueces, y menos, procurar hacerlo de un día para
otro, de allí que haya resultado infructuosa la gestión que
realizó el funcionario del INPEC al llamar a un abonado
telefónico que no corresponde al suministrado por el
interno, por lo que ante la imposibilidad de ubicar al señor
MUÑOZ COLLAZOS era su obligación trasladarse a su
domicilio en la fecha señalada para la audiencia y llevarlo al
juzgado que lo requería y no simplemente rendir un
informe.

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Advirtió que además de la irregular notificación de


quien se encontraba privado de la libertad, el despacho
judicial accionado hizo más gravosa la situación jurídica del
procesado, al proferir la sentencia y no correrle traslado de
la misma o notificarla en su domicilio, con lo que omitió dar
aplicación al artículo 168 del Código de Procedimiento Penal
y cercenó el principio de la doble instancia.

En consecuencia, solicitó se revoque la sentencia


condenatoria proferida el 31 de octubre de 2014.

Del mismo modo, peticionó que se decrete la nulidad


de todo lo actuado en el proceso, a partir del auto que
convocó a la audiencia de individualización de pena y
sentencia, para que se tramite nuevamente dicha diligencia
y así realizar la respectiva notificación al imputado de
manera oportuna.

II. TRÁMITE DE PRIMERA INSTANCIA

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El Tribunal Superior de Cali dispuso, además de la


notificación del Juzgado Décimo Penal del Circuito con
Funciones de Conocimiento de Cali, la vinculación de la
Cárcel de Villahermosa y del Juez Coordinador del Centro
de Servicios Judiciales de los Juzgados Penales de Cali.

El Juzgado Décimo Penal del Circuito con Funciones


de
Conocimiento de Cali acudió al trámite, presentando un
recuento de la actuación surtida ante ese despacho dentro
del proceso seguido en contra de VÍCTOR MANUEL MUÑOZ
COLLAZOS.

Destacó que de la revisión de lo actuado se evidencia


la falta de interés por parte del procesado, quien era
conocedor del proceso que cursaba en ese despacho, como
también debía saber que su abogado de confianza había
renunciado al poder y a pesar de ello no hizo nada para
nombrar otro defensor, procediendo a hacerlo cuando ya se
había emitido sentencia en su contra.

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De allí que estimó, la actuación judicial gozó de la


ritualidad penal para la convalidación de la condena, por lo
que solicitó se declare improcedente la acción incoada.

A su turno, el Juez Coordinador del Centro de


Servicios Judiciales de los Juzgados Penales del Circuito de
Cali presentó una relación de las diligencias que encontró
luego de la revisión de la documentación y anexos de la
demanda, como de las anotaciones plasmadas en el
aplicativo “Registro de Actuaciones” utilizado por esa
dependencia como herramienta de ayuda para el
cumplimiento de sus funciones.

Precisó que los empleados del grupo de trabajo que


tienen la función de elaborar las comunicaciones para las
audiencias que se programan por los jueces, tienen como
fundamento la información que en cada caso concreto
consigna el juez encargado del trámite en la
correspondiente planilla con la que se alimenta el sistema,
de allí que en el oficio No. 174935 -con el que se citó para la
audiencia- se registró entre paréntesis la letra “N” para

significar que el procesado no se encontraba en


domiciliaria, conforme lo había dejado sentado el Juzgado
de Conocimiento en la planilla que programó el acto
procesal, en la que se advirtió que el señor MUÑOZ

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COLLAZOS se encontraba detenido en el centro de reclusión


de Villahermosa.

De acuerdo con lo anterior, afirmó que el Centro de


Servicios Judiciales desplegó las actividades que se le
delegaron a efectos de cumplir con la programación de la
audiencia en el asunto en cuestión, basado en la
información registrada, al punto que los demás
intervinientes acudieron en forma oportuna a la diligencia.

Concluyó por indicar, que las causas


que
supuestamente generaron amenaza o violación de las
garantías constitucionales del actor, no son de resorte del
centro de servicios, por lo que corresponde al juzgado
accionado e incluso, al INPEC, ofrecer las explicaciones que
estimen pertinentes frente a los cuestionamientos
propuestos. Aporta copia de algunas piezas procesales.

Por último, la Directora del Establecimiento


Penitenciario de Mediana Seguridad Carcelaria de Cali
allega copia de la cartilla biográfica correspondiente a
VÍCTOR MANUEL MUÑOZ COLLAZOS.

III. EL FALLO IMPUGNADO

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El Tribunal Superior de Cali negó el amparo invocado,


tras advertir que la vinculación al proceso penal le impone
como obligaciones al aquí accionante, de un lado, estar
atento al trámite procesal y a las decisiones que se tomen y,
de otro, permanecer en su domicilio entre las 6 de la tarde y
las 6 de la mañana por virtud de la detención en su lugar
de residencia con permiso para trabajar, por consiguiente,
si el funcionario del INPEC llamó a su lugar de domicilio a
las 9:30 de la noche del 30 de octubre de 2014 con el fin de
notificarlo de la diligencia judicial y no fue posible por haber
estado fuera de su domicilio en el horario señalado, tal
situación no puede constituir la vía de hecho que se alega,
pues, conforme a la máxima de derecho, nadie puede alegar
su propia culpa, de tal manera que fue la actitud asumida
por el actor la que le impidió comparecer a la audiencia y
ejercer su derecho a la contradicción a través del recurso de
apelación.

De otra parte, precisó que no puede sostener el


accionante que se le vulneró el derecho a la defensa por
haber sido asistido por un defensor público en la audiencia
de individualización de pena y sentencia, toda vez que el
peticionario contó con suficiente tiempo para nombrar un
abogado de confianza luego de la renuncia de su apoderado
el 14 de agosto de 2014, empero, no lo hizo razón por la

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cual se le designó uno adscrito al sistema de Defensoría


Pública.

Por lo demás, advirtió que el accionante no cumplió


con la carga de demostrar cuáles fueron las faltas en la
defensa técnica que afectan sus garantías constitucionales
o desconocen la estructura básica del proceso judicial, ni el
daño concreto causado.

IV. LA IMPUGNACIÓN

El apoderado del accionante impugna la sentencia


de tutela insistiendo en la procedencia del amparo, efecto
para el cual retoma los argumentos de la demanda.

Además, precisa que el error cometido por el juzgado


accionado en la notificación del procesado no puede
catalogarse como insignificante, pues a partir de ello existe
una sentencia condenatoria en firme que no puede ser
recurrida por su representado, precisamente porque el
juzgado no desplegó actividad necesaria y suficiente alguna
para enterarlo de su decisión, irregularidad que configuró
un defecto procedimental absoluto.

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Por último, destaca que si bien el funcionario del


INPEC indicó en su informe que el señor “JOSÉ MUÑOZ”
recibió una llamada, no está probado que el mencionado
resida en el mismo domicilio de VÍCTOR MANUEL MUÑOZ
COLLAZOS, de ahí que la afirmación del Tribunal cuando
sostiene que el actor tenía conocimiento de la diligencia,
resulta ser una apreciación subjetiva de la cual no se tiene
soporte alguno.

V. CONSIDERACIONES DE LA CORTE

De conformidad con la preceptiva del artículo


1º,
numeral 2º del Decreto 1382 del 12 de julio de 2000, es
competente esta Sala para pronunciarse sobre la
impugnación interpuesta, en tanto lo es en relación con la
sentencia de tutela adoptada por la Sala Penal del Tribunal
Superior de Cali, de la cual es su superior funcional, en
actuación que comprende al Juzgado Décimo Penal del
Circuito con Funciones de Conocimiento de esa misma
ciudad.

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Referente a la acción pública que nos ocupa, ha de


precisarse que el artículo 86 de la Constitución Política
establece que se trata de un mecanismo concebido para la
protección inmediata de los derechos fundamentales,
cuando estos resulten amenazados o vulnerados por
cualquier acción u omisión, siempre que no exista otro
recurso o medio de defensa judicial, a menos que se utilice
como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable.

Criterio reiterado y unánime de esta Sala ha sido


mostrar lo equivocado que resulta tomar la acción de tutela
como mecanismo para controvertir las actuaciones y
decisiones judiciales, pues la tutela no puede entenderse
que es un recurso más de libre escogencia por parte del
interesado y en cualquier tiempo, sino que debe preservarse
la necesidad de que se comprenda que el legislador
circunscribió y previó las oportunidades para formular
las
quejas o cuestionamientos que se consideren necesarios.

Sin embargo, se ha aceptado la eventual injerencia


del juez de tutela cuando está de por medio la presencia de
una situación que conlleve la necesidad de amparo por
razón de una determinación judicial que posee

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implícitamente una lesión a un derecho constitucional, y el


afectado no cuente con mecanismos judiciales idóneos para
abogar por la vigencia de dicha prerrogativa.

Ahora bien, el derecho al debido proceso en las


actuaciones judiciales exige que todo procedimiento previsto
en el ordenamiento jurídico patrio se adecue a las reglas
básicas derivadas del artículo 29 de la Constitución Política,
tales como la existencia de un proceso público sin
dilaciones injustificadas, con la oportunidad de refutar e
impugnar las decisiones, en donde se garantice el derecho
defensa y se puedan presentar y controvertir pruebas, so
pena de vulnerar los derechos fundamentales de los sujetos
procesales y de alterar las reglas mínimas de convivencia
social fundadas en los postulados del Estado Social de
Derecho.

En el asunto que concita la atención de la Sala, es


claro
que la invocación de tutela para los derechos
fundamentales al debido proceso y defensa del ciudadano
VÍCTOR MANUEL MUÑOZ COLLAZOS, se sustenta en dos
actos irregulares: i) indebida notificación del procesado para
que asistiera a la audiencia de individualización de pena y
sentencia que tuvo lugar el 31 de octubre de 2014 y, ii) falta

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de notificación de la sentencia al procesado privado de la


libertad. Situación que a juicio del accionante, le impidió
utilizar todos los medios de defensa ordinarios que el
legislador tiene previstos.

En orden a resolver la presente impugnación habrá de


abordarse lo referente a la notificación del procesado,
efecto para el cual resulta necesario remitirnos al contenido
del artículo 169 de la Ley 906 de 2004, que al tenor literal
señala:

“Por regla general las providencias se notificarán a las partes


en estrados.

En caso de no comparecer a la audiencia a pesar de haberse


hecho la citación oportunamente, se entenderá surtida la
notificación salvo que la ausencia se justifique por fuerza mayor
o caso fortuito. En este evento la notificación se entenderá
realizada al momento de aceptarse la justificación.

De manera excepcional procederá la notificación mediante


comunicación escrita dirigida por telegrama, correo certificado,
facsímil, correo electrónico o cualquier otro medio idóneo que
haya sido indicado por las partes.

Si el imputado o acusado se encontrare privado de la libertad,


las providencias notificadas en audiencia le serán comunicadas

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en el establecimiento de reclusión, de lo cual se dejará la


respectiva constancia.

Las decisiones adoptadas con posterioridad al vencimiento del


término legal deberán ser notificadas personalmente a las
partes que tuvieren vocación de impugnación”.

Sobre los alcances del artículo 169 citado, la Sala ha


precisado (decisiones de febrero 13 de 2008, Rad. No.
29119; noviembre 24 de 2008, Rad. 30606 y 14 de
septiembre de 2009, Rad. No. 32300):

“La disposición en comento deja en claro que el acto de


notificación se cumple dentro de la audiencia respectiva. De tal
forma que si a renglón seguido señala la comunicación que debe
hacerse al detenido, deriva incuestionable que lo último hace
referencia solamente a que se lo entere, en tanto el acto judicial
de notificación se ha cumplido en la vista.

(…)

“La notificación en estrados prevista en la Ley 906 de 2004


(sistema de enjuiciamiento penal acusatorio) consiste, sin más
formalidades, en que la providencia que es dictada en el curso
de la audiencia queda notificada allí mismo y ese día, a todas
las partes aunque no hayan concurrido a la diligencia”.
Ahora bien, en sentencia emitida con posterioridad la
Corte retomó el estudio del asunto advirtiendo que la línea
jurisprudencial reseñada, merece una precisión respecto del

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sindicado, cuando quiera que el mismo se encuentre


privado de su libertad en establecimiento carcelario.

Así lo dejó sentado en providencia del 6 de febrero de


2013, Rad. 38975:

De tal manera que para que se admita como válido y único acto
de notificación el realizado en estrados, debe constatarse
previamente que, enterado con suficiente antelación, el detenido
se negó a asistir a la audiencia, lo cual no puede ofrecer mayor
obstáculo en la aldea global de hoy que ofrece infinidad de
medios de comunicación instantáneos.

Lo que no consulta con el deber de garantizar el ejercicio del


derecho, es que, por citar ejemplos, los oficios solicitando la
remisión del acusado se envíen y/o lleguen tardíamente, o que
el establecimiento carcelario no cuente con la estructura
necesaria para el traslado del recluso, y que tales supuestos
totalmente ajenos al sindicado se carguen en su contra,
aplicándole el lineamiento señalado en la jurisprudencia, que si
bien es de buen recibo para las demás partes e intervinientes,
mal puede admitirse en el caso del detenido, quien no puede
acceder libremente a salir de la cárcel cuando a bien tenga.

La precisión, entonces, apunta a que cuando s e trate de


un
sindicado detenido en una cárcel, cuando quiera que se
convoque una audiencia para enterar una decisión, aquel

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solamente puede tenerse como debidamente notificado en


estrados, siempre y cuando su remisión hubiere sido solicitada
en forma oportuna y se constate que su no presencia obedeció
exclusivamente a su voluntad y no a la actuación del Estado,
entendido este como jueces, fiscales, autoridades carcelarias,
que tienen la carga de trasladar al recluso al estrado judicial.

Lo anterior, en el entendido de que el detenido tenga vocación


de impugnación, como evidentemente acontece cuando se trata
de la notificación de la sentencia de segunda instancia, como
que el acusado, si bien no está facultado para presentar
demanda de casación, sí lo está para interponer el respectivo
recurso. La solución no es la misma cuando el recluso carezca
de tal vocación, como sucede, por vía de ejemplo, con la
notificación del fallo de casación, pues contra el mismo no
procede ningún medio de gravamen. En el último supuesto, la
ausencia del acusado (así sea abonable a la poca diligencia
estatal) resultaría inane, intrascendente.

3. Con ese entendimiento, que surge de los mandatos


señalados, se tiene que las reglas del artículo 169 procesal de
tener por notificada en estrados la decisión, parten de la
exigencia necesaria de la citación oportuna y de que la parte
pudiese ejercer su voluntad de asistir o no. Tanto ello es así,
que la norma y la jurisprudencia reseñada admiten la
posibilidad de que la decisión no se tenga por notificada cuando
el sujeto procesal justifique su ausencia por caso fortuito o
fuerza mayor, y sin necesidad de entrar en disquisiciones sobre
el alcance de estos institutos, no admite discusión que para el
recluso resulta ajeno a su voluntad salir del centro reclusorio si
las autoridades se lo impiden o no le habilitan el camino para
hacerlo.

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4. En el evento en que el detenido con vocación de impugnación


no pueda asistir a la audiencia, la comunicación dirigida al
centro carcelario para enterarlo de la providencia deja de tener
connotación de simple acto de comunicación, para convertirse en
uno de notificación, y de resultar este el último trámite de
enteramiento, a partir del mismo comienzan a contabilizarse los
plazos legales.

En este supuesto no se trata de que se admitan ejecutorias


parciales, sino que por las específicas circunstancias del caso se
está ante una especie de notificación mixta (en estrados para
quienes, citados oportunamente, se hicieron o no presentes en el
acto) y personal respecto del sindicado detenido en centro
carcelario, quien teniendo vocación de impugnación no pudo
salir del establecimiento por circunstancias ajenas a él. En tal
caso, los plazos de ley se contabilizan a partir del último acto
válido de notificación.

Las anteriores consideraciones resultan de gran


utilidad para abordar el planteamiento que formula el
recurrente en esta oportunidad, pues si bien la situación
del accionante no se pregona idéntica a aquélla que fue
sometida al escrutinio de la Sala en sede de casación, en
tanto que VÍCTOR MANUEL MUÑOZ COLLAZOS no se
encontraba privado de la libertad en establecimiento
carcelario, toda vez que la detención intramural se le había
sustituido por detención domiciliaria, con permiso para
trabajar entre las 6:00 de la mañana y las 6:00 de la tarde,
circunstancia que en todo caso le imponía una restricción

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en su libre locomoción por fuera de su residencia, así como


demandaba del juzgado accionado mayor diligencia al
momento de cumplir con los actos de notificación frente al
procesado.

Así, de las diligencias allegadas al presente trámite, en


especial del informe allegado por el Juzgado Décimo Penal
del Circuito con Funciones de Conocimiento de Cali, se
logra extraer que inicialmente se fijó como fecha para
audiencia de individualización de pena, el 3 de julio de
2014, diligencia que no se perfeccionó por cuanto el
apoderado del procesado no se hizo presente, habiéndose
señalado para el 14 de agosto siguiente, no pudiéndose
llevar a cabo tampoco en esa ocasión ante la renuncia
presentada por el defensor de confianza que venía
actuando, razón por la que el despacho cognoscente
mediante oficio de fecha 22 de septiembre de 2014 remitido
a la Cárcel de Villahermosa, requirió al señor MUÑOZ
COLLAZOS para que otorgara poder a otro abogado, so
pena de proceder a la designación de un defensor público,
comunicación que no pudo ser entregada al procesado por
no encontrarse privado de la libertad en el centro carcelario
en mención.

Lo anterior, para significar que aun conociendo con


suficiente tiempo de antelación que el procesado no se

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encontraba interno en la Cárcel de Villahermosa, pues


obsérvese que desde el mes de julio de 2014 se había
convocado para la audiencia, el juzgado accionado persistió
en su error enviándole las notificaciones y citaciones a
dicho lugar, cuando de haber desplegado un actuar más
cuidadoso, habría advertido tal situación y enderezado el
trámite de notificación de manera que se tuviera certeza de
haber cumplido con la citación del procesado en debida
forma.

Adviértase además, que fue el actuar poco diligente de


las autoridades intervinientes en el procedimiento, lo que
no permitió en este caso garantizar la notificación correcta y
oportuna del señor MUÑOZ COLLAZOS. En efecto, aunque
la citación para la audiencia fue recibida en la Cárcel de
Villahermosa desde el 3 de octubre de 2014, esto es, casi
un mes antes de la fecha para la cual fue programada la
diligencia, ninguna gestión se llevó a cabo por parte del
centro carcelario al respecto, en el sentido de hacerle saber
al juzgado que no procedía la remisión allí solicitada por no
encontrarse el procesado privado de la libertad en ese
centro carcelario, y solo aparece que un día antes de la
audiencia -30 de octubre de 2014-, un funcionario del INPEC
intentó comunicarse en horas de la noche con el procesado,
sin que ello hubiese sido posible ante la respuesta de quien
indicó que el requerido no se encontraba en el domicilio.

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Entonces, contrario a lo considerado por el


juez
constitucional de primer grado, no podría afirmarse que fue
el actuar del procesado lo que no le permitió comparecer a
la audiencia y ejercer el derecho de contradicción frente a la
sentencia, porque de hacerlo se le estaría trasladando una
carga que no le corresponde y que se encuentra en cabeza
del juzgado, como lo es agotar la debida y oportuna
notificación de las partes e intervinientes, trámite del cual
no se tiene plena certeza frente al procesado, dado que solo
se cuenta con el informe presentado por un funcionario del
INPEC donde se advierte sobre el intento que se hizo la
noche anterior al día de diligencia, por comunicar vía
telefónica la citación, sin que se hubiese logrado determinar
si la persona que recibió la llamada en el número telefónico
donde se dijo ubicar al actor, le informó sobre la diligencia,
por manera que la situación a que alude el Tribunal cuando
realiza tal afirmación si bien podría tener alguna
repercusión frente a los beneficios otorgados al procesado,
no así puede calificarse como circunstancia demostrativa de
la falta de interés del actor por acudir a la audiencia.

Lo expuesto en precedencia, nos lleva a señalar que se


apresuró el juzgado accionado al tener por notificado en
estrados al procesado, cuando no se daba la circunstancia

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a que alude el artículo 169 de la Ley 906 de 2004, y que


hubo de destacar la Sala en la providencia citada en
párrafos previos, al precisar que “aquel solamente puede
tenerse como debidamente notificado en estrados, siempre y
cuando su remisión hubiere sido solicitada en forma
oportuna y se constate que su no presencia obedeció
exclusivamente a su voluntad y no a la actuación del
Estado”.

De ahí que, al no obrar en el proceso elemento de


juicio de donde emerja con claridad que a pesar de haber
sido convocado oportuna y correctamente, el imputado
privado de la libertad -detención domiciliaria- se negó a asistir a
la audiencia, surgía para el despacho judicial el deber de
notificarle la sentencia y contabilizar a partir de tal
enteramiento los plazos legales para que hiciera uso del
recurso de apelación, si era su deseo, toda vez que como
viene de verse, en estos particulares casos la notificación
deja de ser un acto de mera comunicación y se torna en
uno obligatorio de notificación personal.

Las falencias reseñadas constituyen una vía de hecho


- defecto procedimental que abre paso a la prosperidad del
amparo solicitado, pues con el actuar del juzgado accionado
se vulneraron flagrantemente el debido proceso y el derecho

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a la defensa de los cuales es titular VÍCTOR MANUEL


MUÑOZ COLLAZOS, sin que frente a la actuación
reprobada el proceso penal ofrezca en este momento
alternativa alguna para cuestionar su validez, por lo que la
Sala revocará el fallo objeto de impugnación.
Para dar cumplimiento al amparo, se dispone dejar sin
efecto la notificación de la sentencia proferida el 31 de
octubre de 2014 por el Juzgado Décimo Penal del Circuito
con Funciones de Conocimiento de Cali, despacho al que se
ordenará, que en un término de 48 horas contadas a partir
de la notificación de la presente decisión rehaga dicha
actuación, de tal forma que se le ofrezca la posibilidad al
accionante de proponer los recursos legales frente al fallo.

Se concede en los anteriores términos el amparo,


porque en virtud de la orden emitida se habilitó la
posibilidad para que el actor ejerza el derecho de
contradicción frente a todo lo decidido en la audiencia de
individualización de pena y sentencia, a la cual no fue
debidamente convocado.

De acuerdo con las anteriores consideraciones, LA


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN
PENAL, SALA SEGUNDA DE DECISIÓN DE TUTELAS,
administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley,

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RESUELVE

1.- REVOCAR la sentencia objeto de impugnación, y


en
su lugar, CONCEDER el amparo al debido proceso y defensa
vulnerados al ciudadano VÍCTOR MANUEL MUÑOZ
COLLAZOS, conforme a las anteriores motivaciones.

2.- Como consecuencia de ello, DEJAR sin efecto el


trámite de notificación de la sentencia proferida el 31 de
octubre de 2014 por el Juzgado Décimo Penal del Circuito
con Funciones de Conocimiento de Cali y, ORDENAR al
mencionado despacho judicial, que en un término de 48
horas contadas a partir de la notificación de la presente
decisión rehaga dicha actuación, de tal forma que se le
ofrezca la posibilidad al accionante de proponer los recursos
legales frente al fallo.

3.- Notifíquese de conformidad con el artículo 30 del


Decreto 2591 de 1991.

4.- Remitir el expediente a la Corte Constitucional para


la eventual revisión de este fallo.

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Notifíquese y cúmplase.

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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Radicación No. 77569

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