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Biografía de Pablo de Tarso

Pablo de Tarso nació en el seno de una familia de artesanos, quienes eran judíos fariseos de la
cultura helenística y que además poseían el estatuto jurídico que los convertía en ciudadanos
romanos. Recibió estudios hebreos en su pueblo natal y luego sus padres lo enviaron a
Jerusalén para que siguiera estudiando en la escuela con los mejores doctores de la Ley,
principalmente con el famoso rabino Gamaliel. De esta forma logró adquirir una sólida
formación teológica, filosófica, jurídica, mercantil y lingüística pues hablaba griego, latín,
hebreo y arameo.

No vivía en Jerusalén cuando se dio la crucifixión de Jesús de Nazaret; pero habitaba en la


ciudad santa cuando fue lapidado el diácono Esteban, mártir de su fe. Siguiendo su educación,
basada en las tradiciones farisaicas, Pablo se proclamó como un acérrimo perseguidor del
cristianismo, que era considerado en ese tiempo como una secta herética del judaísmo.
Inflexiblemente ortodoxo, el joven Pablo de Tarso estuvo presente en la lapidación de Esteban.

Luego de su conversión y después de estar en Damasco, donde, recobró la vista, y se puso en


contacto con el grupo de seguidores de Jesús, empezando a evangelizar. Tiempo después fue
atacado por judíos radicales, por lo que tuvo que huir a Jerusalén, donde fue visto por
Bernabé, quien lo llevó con Pedro y con Santiago. Fue a Cesarea, y luego, a Tarso, donde se
encuentra con Bernabé, y juntos van a Antioquía, donde pasan un año evangelizando
convirtiendo a Antioquía en el centro del cristianismo.

Y así fue como San Pablo, se convirtió en uno de los principales difusores del mensaje que
había dejado Jesús, arriesgando su vida, sufriendo persecuciones, encarcelamientos y,
finalmente, perdiendo la vida al ser decapitado en Roma entre los años 58 y 67, durante el
gobierno de Nerón.

Conversión

En el año 36, Pablo de Tarso fue enviado a buscar y detener a los partidarios de Jesús en
Damasco. De camino a la ciudad, fue testigo del poder divino deslumbrado por una misteriosa
luz, fue arrojado a tierra y perdió la visión por un tiempo. Este hecho cambió su vida, y decidió
convertirse en cristiano. Fue bautizado y adoptó así el nombre de Pablo. Ya que, según el
relato del mismo libro de Hechos, capítulo nueve: “Le rodeó un resplandor de luz desde el
cielo. El cayó en tierra y oyó una voz que le decía —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él
dijo: —¿Quién eres, Señor? Y él Respondió: —Yo soy Jesús, a quien Tú persigues. Pero
Levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que te es preciso hacer…”

Viajes de Pablo de Tarso

Primer viaje

San Pablo y Bernabé iniciaron su primer viaje en Antioquia, Turquía y de ahí viajaron a Chipre.
En la isla desembarcan en Salamina, donde en una Sinagoga local y parten a Páfos. Aquí San
Pablo se enfrentará al “mago” Elimas, quien quiere impedir que Pablo convierta un cónsul al
cristianismo. Luego viaja a Antioquia. Embarcan hacia Galicia, hogar de los Gálatas donde
predican provocando la ira de las comunidades judía. De Antioquia viajan a Iconia donde San
Pablo hace curaciones. Luego van a Derbe de donde regresan al punto de partida.
Segundo viaje

Visitó las iglesias fundadas y quiere seguir predicando por Asia Menor pero un mensaje del
cielo se lo impide y lo envía a Europa. Ahí encuentra al evangelista San Lucas y Timoteo, que
será su más fiel secretario y servidor. La primera ciudad que visitó en Macedonia fue Filipos.
Tuvo cariño por los filipenses y les dirigió una de sus más cariñosas cartas, la Epístola a los
Filipenses. Luego fue a Atenas y partió a Corinto de donde saldrían las cartas a los corintios.

Tercer viaje

Pablo de Tarso viajó a Éfeso donde logró que muchas personas entendieran que la diosa Diana
era un simple ídolo. Los que fabricaban estatuillas de Diana promovieron una persecución
contra él. Viajó a Jerusalén donde les dijo a sus discípulos que el Espíritu Santo le había dicho
que en Jerusalén iban a pasar cosas graves, y que por eso no lo volverían a ver.

Viaje de la cautividad

Los judíos planearon una persecución en su contra. Al enterarse su hermana, mandó un


sobrino a avisarle. Fue llevado a Cesarea donde estuvo preso por dos años. Pidió ser juzgado
en Roma, por lo que fue enviado en barco custodiado por 40 soldados. En el viaje estalló una
tormenta y el barco se hundió pero por una promesa de Jesucristo todos se salvaron. Llegando
a roma fue encarcelado dos años y fue visitado por judíos y cristianos.

Muerte

Pablo de Tarso fue condenado a muerte. Debió haber sido quemado por su condición de
“mago” pero su condición de civis romanus, el ser miembro de una familia que sirvió a Roma y
sus orígenes le ayudaron por lo que únicamente fue decapitado. Fue sacado de prisión hasta
llegar a Aquas Salvias, lugar donde le cortaron la cabeza, ésta, al caer, rebotó tres veces, y en
cada una de ellas se produjo un milagro. Algunos dicen que en cada uno de los lugares en
donde la cabeza tocó el suelo brotaron tres fuentes nuevas, otros afirman que del cuello, brotó
leche en lugar de sangre.

Cartas de Pablo de Tarso

El objetivo de las cartas era dar instrucciones a los cristianos sobre cómo comportarse y
responder a sus inquietudes. Fueron 13 cartas o epístolas de las cuales cuatro son personales a
Filemón, a Tito, Primera y Segunda a Timoteo, y el resto son colectivas, que son la Primera y
Segunda a los Tesalonicenses, a los Gálatas, Primera y Segunda a los Corintios, a los Romanos,
a los Filipenses, a los Colosenses y a los Efesios.

Personalidad

Tenía un temperamento de jefe, su voluntad era de hierro y poseía una constancia


inquebrantable. Tenía iniciativa y capacidad de trabajo, su carácter era el de un conquistador,
apasionado y dominante. Era sensible y su corazón estaba lleno de ternura. Era un hombre que
lograba crear interés en torno a él y atraía a los demás, era agradecido y sabía cómo debía
manejar a los que estaban en contra él.

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