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Andrea Martínez Ribeiro

FECHA: 18/01/2020 - 15:08 


FUENTE: EITB.EUS 

 
"Hemos podido cultivar las células del ojo de la ballena varada en 
Sopela” 
El Bizkaia Aretoa acoge una exposición única con imágenes que muestran
cómo van creciendo esas células. La catedrática en biología celular de la
UPV, Elena Vecino, nos explica cómo lo han conseguido.

Hace un año, apareció una ballena varada en la playa de Sopela. La catedrática en biología celular
de la UPV, Elena Vecino, pidió permiso a las autoridades para extraer el ojo que le quedaba y
llevárselo a su laboratorio. El hallazgo fue sorprendente. Había células vivas aún. Ha rescatado
neuronas de la retina y las está cultivando y observando su crecimiento. Es una oportunidad única
que está despertando el interés de la comunidad científica. Y es que abre un abanico de
posibilidades para conocer más sobre el control de presión de estos animales que viven bajo
muchos metros de agua. Y la presión es una de las causas del glaucoma, que provoca ceguera
irreversible y que afecta a casi 80 millones de personas en el mundo.

Otra oportunidad única es la que nos brinda Elena Sobrino. Ha creado una exposición en la que
se muestra en imágenes lo que ella y su equipo observan en el microscopio, cómo van creciendo
esas células. Además, podemos ver tal y como lo hacen las ballenas. Han recreado la forma en la
que perciben en el mundo a través de los ojos y de los sonidos. Y han trabajado muy intensamente
para que personas con baja visión o ceguera total puedan percibirlo también.
Resumen 
El hallazgo de células vivas en el ojo de una ballena abre un abanico de posibilidades al campo de
la ciencia para adquirir más conocimiento acerca de estos animales, lo que nos podría ayudar a
nosotros también con la ceguera.
 
Comentario 
Es una avance bastante interesante. No sabía que a través de las células del ojo de una ballena, en
concreto las neuronas de la retina, pudiesen ayudar (en un futuro) a que personas que padecen
ceguera o baja visión puedan llegar a percibir el mundo de una forma similar a la de las ballenas.
La vida de los seres acuáticos siempre me llamó la atención, en especial la de aquellos que son
capaz de notar las ondas del agua o de saber cuando tienen la presa lo suficientemente cerca
como para atacar.
Cuando leo avances de este tipo no puedo evitar pensar en que pasará dentro de 200 o 300 años,
¿habremos sido capaces los seres humanos de encontrar una cura para todas las enfermedades? ¿o
al menos un tratamiento?
Nose si esto será posible, lo que sí es evidente que poco a poco vamos avanzando hacia esa
‘realidad’.

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