Está en la página 1de 41

TEORÍAS DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO

NEOCLÁSICOS

I.1.1 ROBERT M. SOLOW

El trabajo más importante en la teoría neoclásica moderna es, sin duda, “A


Contribution to the Theory of Economic Growth” de Solow . Surgió como una
critica al modelo keynesiano dominante Harrod-Domar, la famosa concepción del
“filo de navaja” (knife-edge) que conducía al desequilibrio, ya sea a un creciente
desempleo o a una prolongada inflación. Hasta hoy en día el trabajo seminal de
Solow sigue siendo el punto de partida de la discusión más reciente. Solow
considera los supuestos del modelo keynesiano como “dudosos”, por tanto los
resultados son “sospechosos”. Cuestiona “la poderosa conclusión” de que en el
largo plazo el sistema económico está, en el mejor de los casos, balanceado sobre
el “filo de la navaja” en el crecimiento de equilibrio; los supuestos claves del
modelo criticado son la tasa de ahorro, la relación capital-producto (K/Y) y la tasa
de incremento de la fuerza de trabajo, los cuales “si llegaran a desplazarse,
aunque sólo ligeramente del centro, las consecuencias serían de un creciente
desempleo o una prolongada inflación”.
En el modelo de Harrod -reseña Solow- la cuestión crucial del equilibrio se reduce
a una comparación entre la “tasa natural de crecimiento” la cual depende, en
ausencia del cambio tecnológico, del incremento de la fuerza de trabajo, y de la
“tasa garantizada de crecimiento” que a su vez depende de los hábitos de ahorro e
inversión de las familias y empresas. Esta oposición, entre las dos tasas, surge del
supuesto esencial que la producción se realiza bajo condiciones de proporciones
fijas, en donde no hay posibilidad de sustituir el trabajo por el capital; si este
supuesto es abandonado, entonces “la noción del filo de la navaja de equilibrio
inestable se va con él.” Solow desecha las proporciones fijas que consisten en que
el producto es proporcional al capital invertido; pero también que la inversión es
proporcional al ahorro (rendimientos constantes) y aplica la ley de proporciones
variables (rendimientos decrecientes); con éste supuesto el producto aumenta a
una tasa menor que el incremento del capital.
El modelo de Solow acepta todos los supuestos de Harrod-Domar con excepción
de las proporciones fijas. Supone que la mercancía se produce por el trabajo y el
capital bajo las condiciones neoclásicas estándar. Su conclusión básica consiste
en que cuando se realiza la producción bajo éstas condiciones no es posible la
oposición entre la tasa natural y la tasa garantizada de crecimiento de los
keynesianos, y por tanto, no puede haber ningún “filo de navaja”, porque “el
sistema puede ajustarse a cualquier tasa dada de crecimiento de la fuerza de
trabajo y finalmente acercarse a un estado de expansión proporcional uniforme”.
Solow explica en 1987, en su discurso de aceptación del Premio Nobel de
Economía, que él se “enredó con la teoría del crecimiento económico” al
considerar que los supuestos de Harrod-Domar eran equivocados y la “receta” del
modelo era inverosímil. En el caso de los supuestos, la tasa de ahorro, la tasa de
crecimiento de la fuerza de trabajo y la relación capital-producto (K/Y) son datos
constantes. Señala que se entendía que todos los supuestos eran capaces de
cambiar de tiempo en tiempo, pero esporádica y más o menos
independientemente. En ese caso, sin embargo, la posibilidad de crecimiento
constante “sería un golpe de suerte”, y por tanto, la mayoría de las economías, la
mayor parte del tiempo, no tendrían “ruta de crecimiento de equilibrio”. Si fuera
correcta la posición Harrod-Domar entonces “la historia de las economías
capitalistas alternaría de largos periodos de grave desempleo a largos periodos de
grave escasez de trabajo”. Para Solow la anterior disyuntiva no se ha demostrado
en la realidad, en cambio si ha existido una ruta o senda al crecimiento equilibrado
a largo plazo .
Solow critica la “receta” de Harrod-Domar: si las condiciones para un crecimiento
uniforme son que la tasa de ahorro (inversión) sea igual al producto de la tasa de
crecimiento del empleo y a una relación de capital–producto (K/Y)
tecnológicamente constante, entonces para doblar la tasa de crecimiento
simplemente se duplica la tasa de ahorro: “quizá a través del presupuesto público”.
Para mejorar el modelo, Solow reemplazó la relación capital-producto (K/Y) y
trabajo-producto (L/Y) constantes por una “más rica y más realista representación
de la tecnología” y determinó que la tasa de crecimiento de producto por unidad de
trabajo (Y/L) es independiente de la tasa de ahorro ( y por tanto, de la inversión) y
“depende enteramente de la tasa de progreso tecnológico en el sentido más
amplio.” Esta idea es una violación completa de los supuestos keynesianos.
Un segundo importante trabajo de Solow, “Technical Change and the Aggregate
Production Function” , también se convirtió en la base de la conformación de la
corriente neoclásica moderna. Partiendo de la función producción Cobb-Douglas,
con el supuesto del cambio tecnológico neutral, con rendimientos constantes y el
pago a los factores de acuerdo a su productividad marginal, encuentra para
Estados Unidos que el crecimiento del producto por hora-hombre (Y/L) se duplicó
en cuarenta años. El trabajo de Solow, se considera pionero en la investigación
econométrica que da origen a lo que posteriormente se llamó growth accounting .
Es un estudio de la economía de Estados Unidos en el periodo 1909-49, donde
analiza la fuerza de trabajo y el stock de capital, y resultó que la producción por
hora hombre (Y/L, productividad del trabajo) aumenta de 0.623 a 1.275 dólares
reales; el producto se había multiplicado por dos en cuarenta años, en tanto que la
curva de la “función producción” se desplazó hacia arriba en 80 por ciento, con
una trayectoria de rendimientos decrecientes, “pero la curvatura no resulta muy
aparatosa”. Es una curva clásica de manual que parte del origen, tiende a subir
con rendimientos crecientes al principio y decrecientes después. Lo más
sorprendente, de los resultados fue que sólo una octava parte, 12.5 por ciento, del
aumento del producto era imputable al incremento del capital (o intensidad del
capital), mientras que las siete octavas partes, 87.5 por ciento se debía al “cambio
técnico”.
Solow cita que Solomon Fabricant unos años antes llegó a las mismas
conclusiones en un estudio del periodo 1871-1951, en donde el 90 por ciento del
aumento del producto era atribuible al cambio técnico. Posteriormente, con el
mismo método y la función producción, J. Kendrick en 1967, E. Denison en 1962 y
1985, y O. Aukrust en 1965, confirmaron lo anterior: el progreso técnico producía
alrededor de las dos terceras partes del producto por hora-hombre en los países
capitalistas industrializados . Edward Denison fue el primero en desglosar todos
los determinantes del crecimiento en sus partes constitutivas, en particular el
“progreso técnico”; en su trabajo de 1985 que comprende el periodo 1929-82 para
Estados Unidos encuentra los siguientes determinantes básicos: primero, el nivel
de educación constante del trabajo, segundo, las calificaciones educativas del
trabajador promedio, tercero, el capital, cuarto, la asignación mejorada de los
recursos (el movimiento del trabajo de la agricultura de baja productividad a la
industria de alta productividad), quinto, economías de escala, y sexto, crecimiento
del conocimiento o progreso tecnológico en el “sentido estrecho”. El 12 por ciento
de la productividad lo aportó el capital, y el 88 por ciento el “cambio técnico en
sentido ampliado”, desglosado en cinco componentes. Revelaba una excelente
confirmación y mejoramiento del método de Solow que satisfizo plenamente al
Nobel .
El descubrimiento de que el cambio técnico era el determinante del producto por
hombre (Y/L) fue impresionante porque nunca antes se había medido el
crecimiento a partir de sus componentes. Lo normal consistía en considerar todos
los factores productivos como causa del crecimiento. Con el hallazgo, se
descartaban relativamente algunos factores, concentrándose en el más
determinante para el crecimiento: el progreso técnico. Aunque, al principio, se
llegó al absurdo de minimizar la acumulación de capital (o tasa de inversión),
cuando se planteó por parte de Solow la hipótesis del progreso técnico
“desincorporado”, es decir, que no está presente en algo físico; idea que llegó a
considerarse realista, aunque después fue cuestionada y desechada por él mismo.
En su trabajo de 1957 reconoce que sin la tasa de inversión el progreso técnico
“hubiera sido mucho menor o se hubiera reducido hasta anularse” y que las
“innovaciones” deben concretarse en nuevas plantas e instalaciones. También en
su artículo de 1962 afirma que la nueva tecnología puede introducirse en el
proceso de producción únicamente, a través, de inversiones en nuevas obras y
equipo industrial. No es posible, afirmó juiciosamente, que aumente el producto sin
inversión en mano de obra y en capital, y que el “cambio tecnológico” sea la única
causa. Pero, insistió, este último resultaba el determinante más decisivo en el
crecimiento del producto a largo plazo.
El cambio técnico resultó ser un fenómeno “inesperado y raro”, a tal grado que se
consideró “exógeno”; esto es, “fuera” del modelo y del sistema económico, un
fenómeno determinado desde fuera, en donde el mercado no tiene el control .
También se le llama “residual” porque quedó como un “residuo”, es decir no es
claramente “observable”, no es “explicado”, comparado con la evidente
participación cuantitativa del capital y la mano de obra. Dicho de otra manera, para
ser más claro: se mide la participación de los factores materiales y la diferencia
con el 100 por ciento es el residuo, o sea el progreso técnico. La exogenidad del
modelo Solow, es considerada como una importante “deficiencia teórica” por
autores neoclásicos –como Barro- porque la tasa de crecimiento a largo plazo
depende, enteramente de factores no determinados dentro del modelo, como son
la tasa de crecimiento de la población (en sentido inverso) y del progreso técnico,
siendo éste el único que influye en el crecimiento per cápita a largo plazo .
En un tercer ensayo, “Technical Progress, Capital Formation, and Economic
Growth”, Solow afirma que es “necesaria una alta tasa de formación de capital si
se va acelerar el crecimiento del producto y la productividad”, pero no cree que
eso sea “todo” lo necesario, porque, concluye: “la formación de capital no es la
única fuente del crecimiento de la productividad”. En concordancia con sus
trabajos anteriores, “la inversión es en el mejor de los casos una condición
necesaria pero no suficiente para el crecimiento”, e incorpora a su perspectiva
“recientes estudios” que indican la importancia en el proceso del crecimiento
económico de actividades como la investigación, la educación y la salud pública.
Sin embargo, estima que éstos aún se encuentran lejos de tener “estimaciones
cuantitativas de la rentabilidad social de los recursos dedicados a tales
actividades” . En 1962, Solow, se hace eco de trabajos que señalaban otros
determinantes del crecimiento, pero aún, no arrojaban suficientes evidencias
cuantitativas. Se abrían nuevos campos de investigación o vetas para incorporar
nuevos factores del crecimiento, que se sumarían a su aportación original.
Para entender los “impresionantes resultados” de los neoclásicos, se puede
confrontar con un trabajo de Alvin Hansen de 1939 donde esboza su famosa “tesis
del estancamiento” . Hansen parte de la teoría de Smith y de tres factores para
explicar el crecimiento de Estados Unidos: la población, la apertura de nuevos
territorios y las innovaciones. Los dos primeros fueron responsables del 40 por
ciento del crecimiento del nuevo capital formado durante el siglo XIX, en Estados
Unidos y Europa. Sin embargo, ambos factores se encontraban en declive, y por
tanto, se estaba “cerrando una importante salida a la inversión”, que significaba un
estancamiento económico y desempleo, e incluso “la viabilidad del sistema de libre
empresa”. Hansen ve la importancia de la tecnología aunque no cuantifica su
participación. En realidad, difícilmente se podía saber con precisión la
participación de cada factor, porque no existían datos suficientes y confiables,
como tampoco metodología para calcularla, quedando sólo en “aproximaciones”.
En la evidente situación de estancamiento, de la década de los treinta, donde dos
factores estaban en declinación, sólo quedaba esperar -según Hansen- a que las
“fuerzas de recuperación” se volvieran a manifestar o la intervención de un
programa gubernamental, al estilo keynesiano. Ese era su argumento. No sacó el
“residuo”, que hubiera sido el 60 por ciento, y por tanto, le hubiera correspondido a
las innovaciones, que es otra forma de llamarle al progreso técnico.
Los estudios de Solow y de sus contemporáneos demostraron cuantitativamente la
importancia de la acumulación de capital y el progreso tecnológico en la
producción per cápita a largo plazo (o productividad del trabajo, que es lo
importante a largo plazo). Pero, sobre todo vieron a la tecnología, la calificación de
la mano de obra y las innovaciones como los principales motores del crecimiento
económico. Por tanto, se descartaban factores como el incremento de la población
y la apertura de nuevos recursos naturales o alguna política económica que
pretendiera estimular la economía y la acumulación de capital como se había
planteado hasta entonces. Implicaba una conclusión radicalmente distinta a la de
Hansen.
¿Por qué es trascendental el descubrimiento de Solow? Sin duda alguna los
factores mencionados son importantes porque impactan en el crecimiento del
producto; todos han sido considerados por los clásicos, los keynesianos y
cualquier otra corriente. ¿Por qué se desechan o se minimizan?: “la inversión es
necesaria pero no suficiente” dice Solow. La respuesta que encontré está en los
plazos, en la productividad marginal (o rendimientos decrecientes) y en la
producción total (o niveles) y en la producción per cápita (productividad).
A corto plazo la inversión de capital total impacta en el crecimiento ; hay más
plantas, más equipos, mano de obra, ingreso, consumo, etcétera; el modelo
Harrod (1939) y de Domar (1947) relacionan el crecimiento con el ahorro, entre
más ahorro mayor inversión y aumento de la capacidad productiva, del ingreso y,
por tanto, creación de más ahorro. La ecuación básica de ambos señala que la
tasa de crecimiento de la inversión y del ingreso tiene que ser igual a la tasa
marginal de ahorro multiplicado por la relación capital-producto (K/Y, productividad
de la inversión o del capital), para que haya pleno empleo; en tanto que para el
crecimiento de la economía debe aumentar la productividad del capital (K/Y) y el
ahorro a una tasa cada vez mayor: “no basta que el ahorro de ayer sea invertido
hoy o, como se dice a menudo, que la inversión sea igual al ahorro. La inversión
de hoy tiene que ser siempre superior al ahorro de ayer. La simple ausencia de
atesoramiento no basta. Es preciso que exista, día a día, una inyección de
moneda fresca (o bien desatesoramiento). Además, dicha inyección debe
producirse en términos absolutos a un ritmo acelerado. La economía ha de
expansionarse continuamente” afirma Domar .
El modelo anterior se basa en la relación ahorro-inversión-ingreso-productividad
del capital, es decir en la acumulación de capital y sin duda el resultado a corto
plazo es crecimiento económico, empleo y rendimientos crecientes. Pero de
acuerdo al análisis neoclásico y también clásico -Ricardo, Malthus, Marx- no
alcanzará una tasa de crecimiento más alto de manera permanente debido a los
rendimientos decrecientes. Solow argumenta que la tasa a largo plazo del
crecimiento del producto por hombre (Y/L) “depende completamente de la tasa de
progreso tecnológico en el sentido amplio”, y por tanto es independiente de la tasa
de ahorro (de la tasa de inversión) .
En el modelo Harrod-Domar el medio para el crecimiento es la acumulación de
capital, mientras se mantiene constante el cambio tecnológico, por tanto no
influye. La acumulación de capital significa una “intensificación del capital” (K/L),
en términos marxistas es la composición orgánica del capital (c/v). La
intensificación eleva la producción por trabajador (Y/L), o productividad del trabajo,
y, por ende, se eleva la productividad marginal del trabajo y del capital (es decir,
los salarios y beneficios), pero, a largo plazo hay rendimientos decrecientes del
capital, disminución del beneficio y un “estado estacionario o estable” (en términos
de Marx, se da la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (pv/C) y se
produce la crisis), y se revierte el proceso: la relación K/L deja de aumentar, los
salarios reales no crecen, el “rendimiento del capital” se mantiene constante o
decreciente y deja de aumentar el nivel de vida. Entonces, cae el nivel de vida o
“desarrollo” porque hay una disminución del producto per cápita (Y/L) debido al
incremento de la población trabajadora (o población total). Este es el panorama
contemplado por los clásicos, incluyendo a Marx. El capital levantó sus propios
límites, una acumulación exitosa lleva a un estado de crisis o estacionario.
El análisis de Solow de 1957 y estudios posteriores, demostraron que en países
capitalistas avanzados el cambio tecnológico contrarresta los rendimientos
decrecientes, obteniendo más producción, aún con la misma cantidad (o valor) de
los factores o con la misma cantidad de capital-trabajo (K/L). Entonces, es posible
considerar la intensificación del capital y también los avances tecnológicos para
mantener la tasa de crecimiento per cápita a largo plazo, al igual que los salarios y
el beneficio real. Factores como la invención, el mejoramiento de la mano de obra
y de los procesos productivos, contrarrestan la tendencia descendente de los
beneficios. La prueba real que presentan los neoclásicos es que ha habido un
resultado neto en la producción por trabajador (Y/L), un incremento en los salarios
reales y un mejoramiento del nivel de vida. Para entender la posición neoclásica
del crecimiento de las economías avanzadas, ayudan mucho los clásicos y
particularmente Marx, porque hay una similitud teórica en este punto. La
contribución de Solow es que lo demostró empírica (o cuantitativamente) mientras
que otros economistas lo analizaron sólo teóricamente. De tal suerte que coexiste
una evidente complementación .

2. Reseña histórica de las teorías del crecimiento económico

El crecimiento económico es una temática relativamente nueva dentro de la historia del


pensamiento económico, éste surge con la revolución industrial de mediados del siglo XIX
en Inglaterra. El desarrollo de la técnica, la acumulación de capital para invertir y el espíritu
empresarial fueron los estímulos para la revolución, que no sólo generó cambios
económicos sino que también impulsó profundas transformaciones sociales.
Los primeros aportes a la conformación de la teoría del crecimiento económico aparecen
con William Petty y François Quesnay en los esfuerzos por establecer los determinantes de
la riqueza. Años más tarde Adam Smith profundiza en el esfuerzo por conocer dichos
determinantes, construyendo análisis sobre la base del mundo real.
Entre los planteamientos de Adam Smith destaca (heredado por los fisiócratas) la
consideración de que el Estado debía de abstenerse de intervenir dentro de la economía, ya
que consideraba que ésta era natural y que por lo tanto debería dejársele actuar según el
libre arbitrio de sus leyes. Además, sostiene que si los seres humanos actúan guiados por
sus intereses, la suma de los esfuerzos de cada uno contribuiría a aumentar la riqueza de la
nación. Esos esfuerzos, según él, estarían controlados por una mano invisible que los
convertiría en beneficios para todos.
En palabras de Smith,"Es sólo por su propio provecho que un hombre emplea su capital en
apoyo de la industria; por tanto, siempre se esforzará en usarlo en la industria cuyo
producto tienda a ser de mayor valor o en intercambio por la mayor cantidad posible de
dinero u otros bienes... En esto está, como en otros muchos casos, guiado por una mano
invisible para alcanzar un fin que no formaba parte de su intención. Y tampoco es lo peor
para la sociedad que esto haya sido así. Al buscar su propio interés, el hombre a menudo
favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo"
También Smith trata el progreso técnico, la productividad y el crecimiento. Con respecto al
crecimiento económico establece que éste tiene una base en la división del trabajo, la
acumulación del capital y el progreso tecnológico, considerando todo bajo un marco legal
según el cual las fuerzas del mercado puedan actuar.
Como ya se ha establecido, para Smith la libertad era una cuestión bastante importante, y
por lo tanto, consideraba que dicha libertad llevaría a la máxima riqueza posible. Según él,
los productores intentarían maximizar su beneficio, pero esto sólo se lograría en la medida
en que éstos respondieran a las necesidades de la población. Además, dicha producción
debería de ser en cantidades adecuadas con la finalidad de evitar excesos de oferta o de
demanda que pudieran provocar cambios en los precios.
Cabe mencionar que "la mano invisible" también influiría dentro del mercado de factores
productivos; en esta ocasión intervendría "imprimiéndole" armonía, siempre y cuando
dichos factores productivos buscaran las rentas máximas y estuvieran en libre competencia.
Si esto ocurría sería porque se habrían producidos los bienes adecuados a los precios
adecuados, de esta manera la sociedad obtendría la máxima riqueza posible mientras rigiera
la libre competencia.
Smith también llega a mencionar en su obra cómo un sistema de libre comercio podría
beneficiar países pobres a través de países ricos. El esfuerzo de Smith se convertiría hasta la
fecha en uno de los más importantes aportes a la economía política y sería la fuente de
estudio de economistas posteriores (como John Stuart Mill o Karl Marx) que lo utilizarían
para tratar de establecer con objetividad qué es lo que realmente genera la riqueza y el
crecimiento de ésta.
En el siglo XIX, David Ricardo (precursor de la escuela clásica al lado de Smith) parecía
también preocupado por averiguar las causas del crecimiento económico. Una de sus
principales inquietudes era la tendencia a la baja de los beneficios, que consideraba como
inevitable dentro de la economía inglesa, ya que ésta fue la tendencia que se presentó en
dicha economía durante varios años.
David Ricardo establecía que el remedio que se necesitaba para este "mal" era el apoyo al
comercio exterior, entendido de forma diferente a la de Adam Smith (quien apoyaba la
exportación de manufacturas basadas en la división del trabajo). David Ricardo afirmaba
que el apoyo debería estar orientado a la importación de cereales baratos que impedirían
que subiera el salario normal y, por lo tanto, facilitaría el aumento de los beneficios y la
acumulación necesaria para el crecimiento. De allí que "Para la prosperidad general, no
puede considerarse nunca excesiva la facilidad que se de a la circulación e intercambio de
toda clase de propiedad, ya que es por ese medio que el capital de toda clase tiene la
posibilidad de encontrar el camino hacia las manos de aquellos que mejor emplearán en
aumentar el producto del país."
Ricardo también introduce el concepto de rendimientos decrecientes. Con este concepto
establece cómo la inversión adicional hecha en la tierra da como resultado niveles de
producción cada vez menores, lo que provoca, a su vez, niveles de crecimiento menores
(aunque se tenga la ayuda del comercio, decía).
En el siglo XX, cuando Estados Unidos y Europa experimentaban la crisis económica de
1929, surgen las teorías económicas del británico John Maynard Keynes. Con "Teoría
general del empleo, el interés y el dinero" (1936), Keynes presenta un modelo
macroeconómico con el que trata de explicar la determinación de la renta y el empleo en
una economía monetaria moderna.
Keynes refuta algunos de los planteamientos neoclásicos, como el del pleno empleo,
aduciendo que en el sistema económico capitalista pueden aparecer situaciones
permanentes de desempleo, que no es voluntario necesariamente. Según él, se debe tomar
en cuenta que los sindicatos no estarán dispuestos a aceptar cantidades mayores de trabajo a
cambio de menores niveles saláriales.
En el modelo Keynesiano se establece que la renta y el empleo deben determinarse
conjuntamente a partir del volumen de demanda global existente. Para mantener el volumen
de renta y empleo debe de invertirse la diferencia entre la renta y el consumo, o sea el
ahorro; de esta manera se identifica a la inversión como un multiplicador del empleo, pero
si la inversión privada no es suficiente para alcanzar el nivel de ingreso de pleno empleo,
entonces el estado debe intervenir, a través del gasto público, para "llenar ese vacío".
En este sentido, el principal aporte de Keynes fue el reconocimiento de que los gastos
públicos no son una interferencia en la inversión privada, sino su complemento. Por esto, a
diferencia de las teorías clásicas, en el modelo Keynesiano el estado queda incorporado en
la actividad económica.
Esta teoría logró mayor acogida en los países como Suecia, Alemania Federal y Gran
Bretaña con un modelo de estado denominado de bienestar, intervensionista o social de
derecho.
Posteriormente, en 1937, se publica "A Model of General Economic Equilibrium", por Von
Neuman, en éste se hace un análisis de crecimiento económico relacionado con el tipo de
interés, y se establece que la tasa de crecimiento tiene que ser igual a la del tipo de interés
real, con la condición de que todos los beneficios se reinviertan. Esta teoría más tarde daría
lugar a los estudios de crecimiento óptimo.
Ahora bien, después de la segunda guerra mundial los países desarrollados se enfrentaron a
la realidad de que sus teorías no estaban orientadas a explicar y orientar los problemas de
países que todavía dependían de la tierra; es decir, de países con estructuras económicas no
modernas. A pesar de no estar preparados para esto ya tenían una experiencia significativa
heredada por el "Plan Marshall", éste les brindó la idea de que así como los países europeos
habían recibido ayuda, después de las guerras mundiales, que les habían llevado a su
reconstrucción y desarrollo, de esta misma manera se ayudaría a los países pobres
proveyéndoles lo necesario para crecer lo suficiente y poder desarrollarse.
En este contexto surgen las teorías de las "etapas lineales" (etapas de crecimiento
económico); estas etapas sugieren que cada país debe realizar ciertos pasos para lograr el
crecimiento (o desarrollo, ya que acá se consideran sinónimos). "Era primordialmente una
teoría económica del desarrollo donde la cantidad y la combinación adecuadas de ahorro,
inversión y ayuda extranjera era todo lo que se necesitaba para que los países del tercer
mundo siguieran una ruta de crecimiento económico que históricamente habían seguido los
países más desarrollados".
El pionero de la doctrina de las etapas de crecimiento económico fue W. W. Rostow, él
establecía que cada sociedad, de acuerdo a su dimensión económica, debería ser
considerada dentro de alguna de las siguientes "etapas": la sociedad tradicional; las
condiciones previas para el despegue hacia el crecimiento autosostenido; el despegue; el
camino hacia la madurez; y la era del consumo masivo. Con esto se argumentaba que los
países subdesarrollados que se encontraran en la primera o segunda etapa alcanzarían un
nivel de crecimiento autosostenido siempre que siguieran un conjunto de reglas; dentro de
las que resaltaba, principalmente, el fomento del ahorro interno y externo en forma tal que
con ese ahorro se proporcionaran los recursos necesarios para mantener un nivel de
inversión suficiente con el que se generara crecimiento.
Luego de la doctrina de Rostow surge una teoría del crecimiento fundamentada en las ideas
del británico John Maynard Keynes. Dicha teoría sentó las bases del crecimiento
económico de la postguerra en los países industrializados y enfatiza en un equilibrio
económico a largo plazo. Los encargados de su elaboración fueron Evsey Domar y Roy
Harrod.
Harrod y Domar se preocuparon por averiguar cuan capaz sería una economía de crecer en
estado estable. Dicho estado se refiere a un período en que la producción y el empleo
crecen de una forma proporcional y constante, así como el ahorro y la inversión capaces de
generar la existencias de capital suficientes para mantener la relación capital-producto fija.
Dentro del modelo Harrod-Domar se distingue la producción de una única mercancía
compuesta que puede consumirse, o acumular como existencias de capital; además, la
oferta de trabajo es homogénea. Este modelo toma en cuenta los siguientes supuestos:

1. La población y la mano de obra crecen a una tasa proporcional constante (n) y


además son determinadas exógenamente.
2. La proporción de ahorro neto (s) e inversión neta con respecto al producto neto es
invariable o fija.
3. No hay cambio tecnológico. La tecnología está representada por coeficientes fijos
que son: la fuerza de trabajo necesaria para cada unidad de producción, y la relación
capital / producto(nivel de capital necesario para cada unidad de producción, v).

Harrod y Domar establecen que estos supuestos son válidos en la descripción de


"economías en crecimiento" si y sólo si el ahorro es igual al producto de la relación capital /
producto por la tasa de crecimiento de la población y de la mano de obra, o sea s = vn. Si
una economía logra esto, entonces, habrá llegado al estado estable.
La ecuación de crecimiento de Harrod-Domar refleja que la tasa de cambio del PNB está
determinada por la razón del ahorro nacional y la relación capital/producto, así: PNB = F(s,
v), de esta manera se establece que lo único que las economías necesitan, para crecer
rápidamente, es aplicar una política económica orientada a ahorrar e invertir
(productivamente) más.
Tanto la teoría de las etapas de crecimiento de Rostow como el modelo Harrod-Domar
pasaron a ser tan sólo una herramienta intelectual con respecto a los países
subdesarrollados, ya que el deseo de querer implantar un "nuevo Plan Marshall" a dichas
economías (a las que se transferían enormes cantidades de capital) no funcionaría, pues a
diferencia de los países europeos después de la segunda guerra mundial, los países
subdesarrollados no contaban con las condiciones necesarias para que la ayuda que se les
proporcionara se tradujera en crecimiento y mucho menos en desarrollo. Además, de esto
se deduce que el ahorro y la inversión son características necesarias del crecimiento, pero
no suficientes.
Con los modelos neoclásicos de cambio estructural se superan algunos de los problemas de
las teorías del crecimiento por etapas. La teoría del cambio estructural centra su análisis en
la manera en la que los países subdesarrollados, (que poseen estructuras económicas de
subsistencia) modifican su estructura para convertirse en sociedades más modernas y
complejas que dan mayor importancia al rol de la industria y de los servicios dentro de su
economía.
W. Arthur Lewis elaboró uno de los aportes más representativos a la teoría del cambio
estructural. Este modelo es conocido como "dos sectores con exceso de mano de obra" y
fue considerado en la década de los años cincuenta y los sesentas como la teoría del
desarrollo que debería aplicarse a todos los países subdesarrollados que tuvieran exceso de
mano de obra.

La teoría del cambio estructural de Lewis se distingue por contar con un sector tradicional o
agrícola, en el que la productividad marginal del trabajo es nula y, por lo tanto, existe un
"excedente" de trabajadores que pueden ser retirados de la actividad agrícola, sin reducir la
producción, transfiriéndolos al sector moderno del modelo; es decir, el sector industrial que
posee elevados niveles de productividad.

El modelo hace énfasis en el mecanismo por el que se transfiere el exceso de mano de obra,
así como en la forma en la que el sector moderno aumenta la producción y el nivel de
empleo.

Los supuestos principales del modelo de Lewis son:

1. El aumento de la producción dentro del sector moderno provoca crecimiento del


empleo y la transferencia de mano de obra.
2. La transferencia de trabajadores al sector moderno se realiza de forma gradual.
3. El ritmo de crecimiento de la producción depende de la tasa de inversión y de la
acumulación de capital en el sector moderno.
4. Los "capitalistas" obtienen ingresos mayores que los salarios que pagan y
reinvierten todo su beneficio.
5. El salario del sector moderno es constante e igual al salario medio del sector
tradicional más un pequeño margen.

El sector moderno, a diferencia del sector tradicional, actúa bajo competencia perfecta (el
salario real es igual a la productividad marginal del trabajo). De esta manera los
empresarios maximizan su beneficio, tomando en cuenta el nivel de salario que deben pagar
para cada nivel de mano de obra que desean contratar; pero debido a que el salario del
sector tradicional es fijo (y menor que el del sector moderno) el excedente de trabajadores
que posee prefiere ofertar su mano de obra en el sector industrial y, por lo tanto, los
empresarios pueden contratar la cantidad de trabajo que deseen sin tener que aumentar el
salario real. Así se realiza la transferencia de trabajadores de un sector a otro.
El beneficio que los empresarios obtienen es reinvertido provocando el aumento de la
producción y el empleo total del sector industrial. Esto se repite continuamente hasta que
este sector absorba toda la mano de obra excedente del sector agrícola.
Aunque el modelo de Lewis responde en alguna medida a la experiencia de desarrollo de
algunos países en occidente, varios de los supuestos principales no se aplican a la realidad
de los países subdesarrollados. Primeramente, los beneficios de los empresarios no siempre
se reinvierten; pero si esto se realiza, el ritmo al que se transfiere trabajo y se crea empleo
en el sector moderno no necesariamente es proporcional a la tasa de acumulación de capital
en este sector. Además, no se puede asegurar la existencia de exceso de mano de obra en el
sector rural y "pleno empleo en las zonas urbanas". Finalmente, el mercado de trabajo del
sector industrial de las economías subdesarrolladas no actúa bajo competencia perfecta.
Por otro lado, la Teoría Neoclásica del Crecimiento surge a finales de los años cincuentas y
en los años los sesentas; en ella se hace énfasis en los determinantes del crecimiento del
PIB per cápita y no de la producción total. El PIB per cápita resulta de dividir el PIB entre
la población.
Con la teoría neoclásica se pretende establecer que el capital y el trabajo son los principales
determinantes del crecimiento
económico. Esto se realiza presentando un modelo de crecimiento en el cual la economía
alcanza a largo plazo un equilibrio denominado equilibrio del estado estacionario. El estado
estacionario se refiere a una combinación entre PIB per cápita y capital per cápita con la
que la economía se encuentra en reposo.
Para alcanzar dicho estado se supone la no existencia de progreso técnico; además, se
supone que la productividad marginal del capital es decreciente; es decir, en la medida en
que se van añadiendo nuevas máquinas dentro de la estructura productiva, el rendimiento
que de ella se obtenga será cada vez menor (cada nueva unidad de capital incorporada
generará un incremento en la producción que será menor que el que generara la unidad que
se incorporó la última vez). Esto provoca que el producto marginal sea decreciente (éste es
el verdadero motivo de por qué la economía llega a un estado estacionario o de reposo).
La economía llegará hasta el estado estacionario siempre que la renta y el capital per cápita
sean invariables. Los valores que presenten estas variables en el estado estacionario deben
ser aquellos con los que la inversión necesaria para reponer las máquinas depreciadas y
para proveer de capital a los nuevos obreros es igual al ahorro realizado por la economía.
En otras palabras, los valores de la producción y el capital per cápita de "reposo" son los
niveles con los que el ahorro agregado y la inversión necesaria se encuentran en equilibrio.
Esta teoría también establece que la inversión necesaria está en función del nivel de la
población y de la tasa de depreciación. Con respecto a esto supone que la población crece a
una tasa constante (n); además, la depreciación también resulta ser una proporción
constante del stock del capital (d).
Dentro del proceso de crecimiento de la economía la relación fundamental es la de la tasa
de ahorro e inversión comparada con la de depreciación y de crecimiento de la población
(inversión necesaria). Por ejemplo, si la tasa de ahorro y de inversión efectiva es inferior a
la tasa de inversión necesaria, entonces, la relación entre el capital y el trabajo (K/N = k)
debe disminuir para alcanzar el estado estacionario; o sea la relación capital trabajo
disminuye hasta alcanzar el valor con el que la inversión efectiva y el ahorro agregado
correspondientes a esa relación son exactamente iguales a la inversión necesaria. De esta
manera se alcanza el estado estacionario debido a que si la inversión efectiva es igual a la
necesaria la relación capital trabajo (k) no varía.
Algunas implicaciones de la teoría Neoclásica del crecimiento son:

1. En el estado estacionario tanto el capital per cápita (k) como la producción per
cápita (y) son constantes.
2. Dado que la renta per cápita es constante en equilibrio, la producción total crece a la
misma tasa que la población(porque la tasa de crecimiento del PIB es igual a la tasa
de crecimiento del PIB per cápita más la tasa de crecimiento de la población, según
esta teoría).
3. La tasa de crecimiento (a largo plazo) correspondiente al estado estacionario no
depende de la tasa de ahorro.
4. Si la tasa de crecimiento de la población aumenta, entonces disminuye el nivel de
capital per cápita, y la producción per cápita correspondiente al estado estacionario.
5. Una disminución de la tasa de crecimiento de la población disminuye la tasa de
crecimiento de la producción agregada correspondiente al estado estacionario.

La tasa de crecimiento de la población posee una relación inversamente proporcional con la


producción per cápita y una relación directamente proporcional con la producción agregada
.
Además, una de las implicaciones más importantes de esta teoría es la siguiente: "Los
países que tienen las mismas tasas de ahorro, las mismas tasas de crecimiento de la
población y la misma tecnología(es decir la misma función de producción) deben acabar
convergiendo y teniendo la misma renta, aunque el proceso de convergencia puede ser
bastante lento".
Por otro lado, en los primeros desarrollos de los modelos de crecimiento, como el modelo
Harrod-Domar, lo esencial para explicar el crecimiento era la acumulación de capital, por
medio de políticas económicas orientadas a ahorrar e invertir productivamente, hasta
alcanzar un estado estable o estacionario de crecimiento.
"El objetivo de estos modelos es el análisis de los determinantes de la evolución del
producto per cápita (Y/L) de una economía a lo largo del tiempo y, por extensión, mejorar
los instrumentos de medición de la evolución de las macromagnitudes" (Pablo D’Este
cukierman)
Con los resultados del estudio de Robert Solow se rompe con la tradición de considerar que
la acumulación del stock de capital sea el principal determinante del crecimiento
económico.
La teoría moderna del crecimiento neoclásica se basa en 2 artículos de Robert Solow y
Trevor Swan publicados en Febrero de 1956. El artículo de Solow surge como una
oposición al pesimismo del modelo Harrod-Domar en lo concerniente, principalmente, a los
coeficientes fijos de la tecnología. Con respecto a su artículo, Solow afirma: "...La mayor
parte de este ensayo se ocupa de un modelo de crecimiento a largo plazo que acepta todos
los supuestos de Harrod-Domar, excepto el de las proporciones fijas" (Solow 1956).
De esta manera, en el modelo de crecimiento de Solow se permite la sustitución de un
factor por otro (capital por trabajo) en la producción, es así como se admite la posibilidad
de progreso técnico y, por lo tanto, la movilidad de la función de producción.
Solow ha tratado de medir la contribución de cada uno de los factores productivos al
crecimiento económico a través de las técnicas de la contabilidad del crecimiento(ésta
explica qué parte del crecimiento de la producción total se debe al crecimiento de los
diferentes factores de producción).

Supuestos del modelo de crecimiento de Solow:

1. Yt = F(Kt, Lt)
Una función de producción mide el volumen máximo de producción que puede
obtenerse con una cantidad dada de factores.
Si se utilizan dos factores en la producción (como K y L) las relaciones de
producción pueden ser representadas gráficamente por medio de una isocuanta, que
no es más que el conjunto de diferentes combinaciones de K y L con los que se
puede obtener un nivel de producción determinado.
De esta manera se establece que se puede obtener el mismo nivel de producción
utilizando diversas técnicas. Además, para medir la relación a la que se tendrá que
sustituir un factor por otro para mantener constante el nivel de producción se utiliza
la relación técnica de sustitución (RTS).
2. Existen dos factores productivos, el capital (Kt) y el trabajo (Lt), por lo que la
función de producción es:

SYt(K, L)

3. La fracción ahorrada de la producción es una constante s, de forma que el volumen


de ahorro es

Kt = sF(Kt-1,Lt-1) + Kt-1

4. El stock de capital de un período es el stock de capital del período anterior más el


aumento de la inversión del período anterior.

Kt – Kt-1 = s F(Kt, Lt)


D K = s F(Kt, Lt) ó
K = sYt(K, L)

5. La variación del stock de capital (la inversión neta) es igual al ahorro

Yt= At Kαt L1-αt


El parámetro A puede adoptar valores arbitrarios y mide, aproximadamente, la
escala de producción; es decir, el nivel de producción que se obtiene si se utiliza una
unidad de cada factor. Además, los parámetros α y 1-α miden la respuesta de la
cantidad de producciσn a las variaciones de los factores.

6. La relación funcional de F se expresa por medio de una función de producción


Cobb-Douglas.
7. La producción presenta rendimientos constantes de escala.
8. Los factores productivos capital (K) y empleo (L) están sujetos a la ley de
rendimientos decrecientes.
9. El pago al factor trabajo está determinado por la productividad marginal de éste
(PML = Wm); o sea hay competencia perfecta.

En su artículo de 1957, Solow indicó, a diferencia de las tradicionales concepciones, que no


es la evolución del stock de capital el principal determinante del crecimiento de la
producción; esto como consecuencia del supuesto de rendimientos decrecientes de los
factores.
Tomando los datos de la evolución de la renta de Estados Unidos para los años 1900 a 1949
Solow estimó que sólo el 15% del aumento real total del producto por hora hombre, se
explica por la evolución del stock de capital; y que el 75% restante del crecimiento de la
producción se explica a través de otras variables que no se encuentran explícitamente en el
modelo.
"Lo que Solow demostraba es que las tasas de crecimiento de los factores de producción
capital y trabajo (D K/ K y D L/ L) no daban cuenta más que de una porción muy baja de la
tasa de crecimiento de la renta de los EE.UU., y que había un residuo (D A/ A) que era el
que explicaba los mayores porcentajes de dicha evolución".
Según el "residuo de Solow" la principal causa que explicaba el crecimiento era el progreso
técnico, dejando en segundo lugar al capital y, por lo tanto, al ahorro. Además, el progreso
técnico era considerado, en última instancia, dependiente de factores que se determinaban
exógenamente.
Lo que Solow establece es que a medida que el stock de capital aumenta, la producción
comienza a disminuir hasta llegar a un estado estacionario, lo que hace necesario una serie
de avances técnicos para seguir creciendo, pero el modelo en sí no explica dichos avances,
ya que se consideran exógenos.

RESUMEN

El crecimiento económico es un objetivo de todos los Estados por cuanto constituye el medio para
que los individuos podamos elevar nuestra calidad de vida; afirmación valedera en la medida que
ha quedado demostrado que sin crecimiento económico no es posible erradicar la pobreza.

El crecimiento económico constituye un derrotero para las distintas disciplinas del saber humano,
habiendo motivado en el ámbito de la economía un viraje en torno al objeto de estudio. En este
contexto surge la Nueva Economía Institucional que considera que el desarrollo económico se
encuentra estrechamente vinculado al correcto funcionamiento de las Instituciones (económicas,
políticas y jurídicas), a la existencia de una “Calidad Institucional”.

El presente ensayo, sobre la base de los postulados de la Nueva Economía Institucional y


consiente de importancia de la institución de la seguridad jurídica para los acreedores
(propietarios) ante el fenómeno del incumplimiento contractual, comprenderá un estudio de la tutela
jurídica del crédito, el cual estará dirigido no sólo a establecer cual es el “debe ser” de aquella
protección por parte de las organizaciones (en nuestro caso sólo abordando al Poder Legislativo y
al Poder Judicial), sino fundamentalmente a efectuar un análisis crítico de la regulación actual en
nuestro país a efectos de postular una serie de recomendaciones tendientes a lograr una debida
“Calidad Institucional”.

PALABRAS CLAVE: INSTITUCIONALISMO. CRECIMIENTO ECONÓMICO, CRÉDITO.


SEGURIDAD JURÍDICA

KEY WORD: INSTITUTIONAL. ECONOMIC GROWTH, CREDIT. LEGAL SECURITY


I. EL CRÉDITO: ENFOQUE ECONÓMICO Y JURÍDICO

La presente sección tiene por finalidad desarrollar el enfoque económico y jurídico del crédito, que
sin ánimos de establecer una distinción entre ambos aspectos, procura evidenciar concepciones
distintas pero estrechamente ligadas ante el supuesto de un incumplimiento contractual, que
acarrea la puesta en marcha de un conjunto de instituciones legales destinadas a reestablecer la
confianza del acreedor quebrantada por la conducta del deudor.

1. ENFOQUE ECONÓMICO DEL CRÉDITO: FINANCIAMIENTO

1.1. CONCEPTO

El crédito, según el Diccionario de la Real Academia Española, es la “Cantidad de dinero o cosa


equivalente, que alguien debe a una persona o entidad, y que el acreedor tiene derecho de exigir y
cobrar”[2]

ANDRADE ESPINOZA define el crédito como el “(…) derecho de disponer de un dinero ajeno o de
retrasar, por un cierto plazo, el pago de cantidades debidas, a cambio de cierto interés”.[3]

Por nuestra parte, el crédito desde un enfoque económico se identifica con el financiamiento,
entendido como el acto de disposición de un determinado bien, por lo general una cantidad de
dinero, que efectúa una persona denominada acreedor a favor de otra persona denominada
deudor, a cambió de la devolución integra de aquel bien mas una adicional ventaja económica por
el disfrute de aquel bien (intereses).

2. ENFOQUE JURÍDICO DEL CRÉDITO: DERECHO DE CRÉDITO

2.1. CONCEPTO

El crédito, según DIEZ-PICAZO, “(…) es el derecho que el acreedor ostenta, para obtener la
satisfacción de su propio interés y que se concreta fundamentalmente en la posibilidad de exigir del
deudor aquella conducta patrimonialmente valiosa que es la conducta de prestación”[5].

Por nuestra parte, el derecho de crédito constituye el derecho subjetivo que detenta una persona
denominada acreedor y que le concede un conjunto de facultades y deberes, siendo la principal
potestad la de exigir a la otra parte integrante del vinculo obligacional denominada deudor, el
cumplimiento de lo prometido (prestación).

3. EL CRÉDITO EN EL PERÚ

La situación del crédito en el Perú se encuentra caracterizada por las limitaciones en su acceso por
la gran mayoría de ciudadanos, pese a que se reconoce su desarrollo y masificación en nuestro
medio.

El Ministerio de Economía y Finanzas señala que la falta de acceso al crédito en el Perú se


manifiesta de dos maneras: primero, pocas son las empresas que acceden al crédito y, segundo,
de ellas la mayoría lo hace en condiciones muy onerosas. Esto limita el crecimiento de las
empresas y detiene la generación de riqueza en el país. Peor aun, impide que las empresas
peruanas compitan en igualdad de condiciones con empresas extranjeras que acceden a fuentes
de financiamiento más baratas[13].

El Derecho debe contribuir a ofrecer un marco que estimule el acceso al crédito, lo cual está
íntimamente ligado al reestablecimiento de la confianza del acreedor ante el incumplimiento del
deudor. El acreedor debe estar seguro que ante el supuesto de un incumplimiento de la obligación,
el sistema jurídico lo protegerá a través de la recuperación de su acreencia, ya sea reprimiendo
practicas fraudulentas o mediante la realización oportuna y ordenada del patrimonio del deudor
para la satisfacción de la acreencia (judicial o extrajudicial[14]).

II. LA TUTELA JURÍDICA DEL CRÉDITO

El crecimiento económico es importante, no como objetivo per se, que trata de cómo aumentar la
producción, sino como el medio para que los individuos podamos elevar nuestra calidad de vida,
pues ha quedado demostrado que sin crecimiento económico no es posible erradicar la pobreza.

Las teorías de crecimiento tradicionales explicaban el crecimiento económico como producto del
aumento de la inversión productiva y la creación de más empleos. Sin embargo, las teorías del
crecimiento modernas, como la Nueva Economía Institucional, toman en cuenta que una buena
parte de éste se origina por el aumento en la productividad total de los factores o lo que llamamos
"eficiencia económica.", el cual depende de condiciones como la estructura competitiva de la
economía y de su apertura al comercio internacional; la estabilidad política; el nivel del capital
humano; la eficiencia del gobierno y de las políticas económicas.

La presente sección, en primer lugar abordará la calidad institucional, exponiendo la importancia de


las instituciones en el crecimiento económico; en segundo lugar desarrollará la relación existente
entre instituciones jurídicas (principalmente la seguridad jurídica) y crecimiento económico; y, en
tercer lugar expondrá la necesidad de tutela del crédito (propiedad de los acreedores) para
fomentar el crecimiento económico.

1. INSTITUCIONES Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

1.1. INSTITUCIONES

1.1.1. CONCEPTO

Las instituciones, según SEBASTIÁN, son “(…) las reglas de juego desarrolladas por los hombres
para regular sus relaciones políticas y económicas. Están constituidas por normas de distinto rango
y por organizaciones creadas por esas normas, y por otras creadas por acuerdo de participantes
en actividades concretas. A este conjunto de reglas las llamamos Instituciones Formales”. Agrega
el autor que “Pero también son relevantes para regular las relaciones políticas y económicas el
grado de cumplimiento de las normas y los valores y códigos de conducta que condicionan la
aplicación e interpretación de las normas y configuran, más allá del contenido de las mismas, lo
que es permisible o no en las relaciones humanas. A estos condicionamientos los llamamos
Instituciones Informales”.[15]

NORTH define las instituciones como “(…) restricciones humanas que estructuran las interacciones
políticas, económicas y sociales, y que consisten en reglas formales e informales”.[16]

GHIO define a las instituciones como "(…) conjuntos de reglas que gobiernan las relaciones entre
los individuos o los grupos. El marco institucional delimita, por un lado, las elecciones con las que
cuentan los individuos; y por otro, la restricciones que estos enfrentan en su relación con los otros.
Las instituciones facilitan la interacción entre las personas ayudándoles a dar forma a las
expectativas que pueden mantener en sus relaciones.” [17]

El Banco Mundial define a las instituciones como "(…) las normas que configuran el
comportamiento de organizaciones e individuos dentro de una sociedad. Estas pueden ser
formales (constituciones, leyes, reglamentos, contratos, procedimientos internos de determinadas
organizaciones) o informales (valores o normas)”.
1.1.2. IMPORTANCIA

La importancia de las instituciones se encuentra determinada, según NORTH por cuanto “(…)
proveen una estructura que los hombres imponen a las interacciones humanas para disminuir la
incertidumbre."[18]. BRENNAN y BUCHANAN, por su parte, argumentan que "(…) los individuos
necesitamos las reglas para vivir juntos, por la simple razón de que sin ellas seguramente nos
pelearíamos, pues lo que un individuo desease sería apetecido, casi con certeza, por cualquier
otro. Las reglas definen los espacios privados, dentro de los cuales cada uno de nosotros podemos
llevar a cabo nuestras propias actividades, y esto hace más eficiente la vida en sociedad."[19]

1.1.3. CLASIFICACIÓN

GHIO señala que "Las instituciones pueden ser formales –leyes u organizaciones – pero pueden
también existir informalmente como producto de la repetición y las costumbres.”[20]. En este
sentido, las instituciones se clasifican en formales e informales.

1.1.3.1. INSTITUCIONES FORMALES

Las Instituciones Formales son la Constitución, las leyes, reglamentos y otras disposiciones y las
organizaciones como la Administración Pública (y de la Justicia) o los mercados organizados, pero
también los contratos privados y asociaciones creados por iniciativa privada.

1.1.3.2. INSTITUCIONES INFORMALES

Las Instituciones Informales son el grado de cumplimiento de las normas y contratos, los sesgos en
los que incurren los que tienen la función de aplicar las normas o de gestionar aspectos de la vida
pública y las irregularidades cometidas por esas mismas personas.

Las instituciones formales e informales se interrelacionan de maneras obvia. En efecto, una


determinada norma regulará de forma diferente las relaciones humanas dependiendo del grado de
su cumplimiento. La calidad de la institución formal (Administración de Justicia) dependerá de lo
creíble que resulten las normas sobre cuyo cumplimiento tiene que pronunciarse y del grado en el
que los códigos de conducta imperantes consideren lícito o ilícito determinados incumplimientos.
Las consecuencias de determinadas normas sobre la conducta de los ciudadanos no serán las
mismas si son anónimas y son gestionadas con transparencia y equidad que si existen importantes
sesgos a favor de grupos determinados.

ACEMOGLU, JOHNSON Y ROBINSON distinguen instituciones políticas y económicas.

1.1.3.3. INSTITUCIONES POLÍTICAS

Las Instituciones Políticas son las normas y códigos de conducta que regulan las relaciones de
poder y las organizaciones sociales.

Asimismo, denominan Instituciones Políticas de Iure a las que nosotros llamamos Instituciones
Formales (las leyes y organizaciones) e Instituciones Políticas de facto Iure a las que nosotros
llamamos Instituciones Informales y que consiste en el poder de determinadas personas o grupos
para sesgar el resultado de las instituciones de iure o alterar su contenido. Esta última distinción
hace posible explicar como países con instituciones políticas formales (de iure) similares tienen
instituciones económicas diferentes (y resultados económicos muy distintos).

1.1.3.4. INSTITUCIONES ECONÓMICAS

Las Instituciones Económicas son las instituciones formales e informales que organizan y regulan
las relaciones económicas.

1.2. INSTITUCIONES Y ECONOMÍA

Las instituciones económicas configuran los incentivos de los agentes económicos. Las personas,
naturales o jurídicas, que deciden realizar actividad empresarial estarán condicionadas por las
regulaciones existentes, por la seguridad que perciban en el marco normativo, por la confianza en
que podrán disfrutar de los frutos de su esfuerzo, que no necesariamente podrá estar representado
por la percepción de ganancias o utilidades[21].

En este contexto, la seguridad jurídica deviene en un elemento esencial para estimular la inversión
para el inicio de actividades económicas; es necesario que las reglas de juego estén claras e
inalterables después de iniciada la actividad empresarial pues a través de ello logra garantizarse la
consecución del objetivo que motivo dicho acto inicial: el disfrute de resultados futuros. Así, el
sistema jurídico juega un papel importante, pues ante el quebrantamiento de la expectativa o
confianza de los inversionistas en el cumplimiento de contratos y acuerdos, éste debe intervenir
para restablecer dicha confianza y así proseguir el espíritu original que motivo al inversionista.

Los fallos de mercado actúan en contra de nuevos empresarios, y en particular, de aquellos


innovadores. Empero, igualmente constituyen obstáculos para la economía los fallos
institucionales, como por ejemplo la indefinición o ineficacia del marco normativo, favoritismo legal,
incumplimiento del ordenamiento legal y acuerdos contractuales.

2. INSTITUCIONES JURÍDICAS Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

2.1. INTRODUCCIÓN

La hipótesis de que las Instituciones son la causa fundamental del crecimiento a largo plazo,
presenta en la actualidad mucha evidencia a su favor y resultado de ello es que se ha ido abriendo
camino tanto en el mundo académico como en los profesionales de organizaciones
internacionales. Empero, no se ha visto exenta de críticas desde distintos grados de cercanía al
enfoque institucional.

Las Instituciones más relevantes para el crecimiento económico, según SEBASTIÁN[22] son las
siguientes: 1°) normas reguladoras de la actividad de los agentes económicos; 2°) seguridad
jurídica; 3°) eficacia y transparencia de las administraciones; 4°) políticas macroeconómicas; y, 5°)
valores sociales.

La Seguridad Jurídica constituye la institución jurídica vinculada al crecimiento económico.[23]

2.2. SEGURIDAD JURÍDICA

2.2.1. CONCEPTO

La palabra Seguridad, según VÁSQUEZ BOTE, citado por GONZÁLES LOLI deriva
etimológicamente del vocablo latino securus, significando sin cuidado, sin temor, indiferente;
adjetivo compuesto del prefijo se y del sustantivo cura (ae) en su acepción de cuidado, manejo;
esto es como auto cuidado, auto manejo[24]. En este sentido, seguridad es equivalente a la
actividad realizada con propio control, hecha exclusión de sucesos imponderables estimados casi
como inexistentes. Presupone por lo tanto una certeza acerca de la que se considera excluido
cualquier riesgo.

JEREMÍAS BENTHAM sostiene que todas las funciones del Derecho pueden resumirse en cuatro
objetivos básicos, a saber: proveer a la subsistencia, aspirar a la abundancia, fomentar la igualdad
y mantener la seguridad. Sobre este último objetivo añade “De estos cuatro objetivos de la
regulación jurídica, el principal y fundamental es la seguridad. La seguridad pide que la persona, el
honor, la propiedad y el status de un hombre queden protegidos por el Derecho y que sean
castigados como delitos todos los actos lesivos para esa seguridad”[25].

La Seguridad Jurídica, según ALONSO, WHEBE, GASTALDI y FERRO, es “(…) el conjunto de


condiciones que posibilitan una actuación libre de todo riesgo o daño y que, consiguientemente,
presuponen la eliminación de toda arbitrariedad en el ejercicio de las facultades reconocidas al
hombre, creando un ámbito de vida en el que aquél pueda desenvolver su existencia con
conocimiento de las consecuencias de sus actos, obrando con libertad y responsabilidad”[26].

Por nuestra, la Seguridad Jurídica es la certeza que deben tener los miembros de una sociedad de
que el sistema jurídico que los regula va a proteger eficazmente sus derechos, o que su conflicto
de intereses o incertidumbre jurídica pueden resolverse con cierto grado de predictibilidad.

2.2.2. CLASES

La seguridad jurídica presenta dos aspectos complementarios entre sí: uno objetivo y otro subjetivo

Ÿ La seguridad jurídica objetiva, según DELOS es “La garantía dada al individuo de que su
persona, sus bienes y sus derechos no serán objeto de ataques violentos o que, si éstos llegan a
producirse, le serán asegurados por la sociedad, protección y reparación. En otros términos, está
en seguridad aquél que tiene la garantía de que su situación no será modificada sino por
procedimientos societarios y por consecuencia regulares”.[27]

La seguridad jurídica desde la perspectiva objetiva configura un estado de cosas en un orden


social dado, es decir, lleva implícita la existencia de una organización de hecho, la cual pretende
concretar otra situación real: la integridad de las personas y de los bienes de los individuos.

La concepción objetiva, que es la más generalizada, ha sido denominada por la doctrina como
Seguridad por medio de Derecho, habiendo obtenido tal aceptación que algunos diccionarios
jurídicos definen la seguridad jurídica bajo tal óptica como “La garantía que representa la
organización estatal en orden al mantenimiento del derecho y a la consiguiente protección del
individuo.”[28]
La definición objetiva parte de la existencia previa de condiciones materiales dadas, o sea, la
prevalencia de un determinado orden jurídico y de un aparato público al que se le confía su
aplicación.

Ÿ La seguridad jurídica subjetiva, según DELOS es aquella en que “(…) la seguridad por medio del
derecho conduce a la cristalización de un hecho psicológico cierto, impulsor de una sensación
colectiva, de un sentimiento de la sociedad, que propicia el mejor desarrollo del hombre. La
convicción que tengo de que la situación de que gozo no será modificada por la violencia, por una
acción contraria a las reglas y los principios que rigen la vida social”.[29]

La seguridad jurídica desde la perspectiva subjetiva debe entenderse como una certidumbre del
Derecho; es decir, como la certeza de que cualquier eventual atentado contra el patrimonio o la
vida serán efectivamente conjurados por la sociedad y la organización estatal. Esto implica, desde
luego, la confrontación del individuo con el entorno social objetivo que lo envuelve. Esto es, se
requiere la perceptibilidad cierta del Derecho, de la norma jurídica y de su aplicación al caso
concreto. De otra suerte, tal certidumbre no pasaría de ser un mero dogma o una simple creencia.

THEODOR GEIGER[30] clasifica la seguridad jurídica en dos dimensiones diferentes: a) Como


seguridad de orientación o certeza del ordenamiento, y, b) Como seguridad de realización o
confianza en el ordenamiento.

Ÿ Respecto de la primera dimensión, se puede decir que ésta existe cuando se conoce cabalmente
el significado del contenido y sentido de lo que se establece en una norma, lo que equivale a un
“saber a que atenerse”; según sus palabras: “Yo sé qué tipo de acción esperan o no esperan de mí
los otros, y sé también qué conducta he de esperar o no de los demás. Sé con claridad qué tipos
de acciones y en qué situaciones por mi parte y por parte de los otros, están libres de riesgo en un
sentido absolutamente definido, a saber, libres de riesgo de arrastrar tras de sí los inconvenientes
sociales del tipo denominado “reacción pública”. En resumen y dicho popularmente: conozco mis
deberes y mis derechos. No obstante, si las leyes son imprecisas, complicadas, rápidamente
cambiantes; si las competencias de los órganos de la administración no están claramente
circunscritas y la práctica de los tribunales es variable, me encuentro en la inseguridad de
orientación: no sé con qué conducta caigo en la zona de riesgo social.

Ÿ Respecto de la segunda dimensión, la seguridad de realización o confianza en el ordenamiento


existe cuando se tiene la certidumbre de que lo dispuesto en la proposición normativa habrá de
aplicarse en caso de que alguien incurra en la hipótesis prevista por la misma. En consecuencia,
se dice que existe falta de seguridad jurídica cuando la legislación: “Deja al criterio de los órganos
de la administración un margen de libertad demasiado grande, de tal manera que nadie sabe de
antemano qué clase de decisión prefiere tomar la autoridad en un caso particular. Pero la
inseguridad jurídica surge también si se acumulan demasiadas y complicadas disposiciones
legales respecto de un hecho, de modo que ‘nadie las conoce ya a fondo’, o si las disposiciones
referidas a un hecho son modificadas rápidamente varias veces, de tal forma que los ciudadanos
no tienen tiempo de acostumbrarse a una situación jurídica y de ser versados en ella”.[31]

2.2.3. ELEMENTOS

La seguridad jurídica no surge mágicamente o de modo espontáneo a partir de que se ha expedido


oficialmente por el órgano legislativo una declaración escrita (por más que ésta, al igual que el
Estado, sea una precondición); su existencia real emana de la conjugación de diversos elementos
que se traducen objetivamente en una situación o circunstancia concreta.

La seguridad jurídica, grosso modo, es básicamente producto de la existencia e interrelación de


tres factores:
a) Una norma sustantiva, compuesta por disposiciones vigentes que reconozcan derechos o
establezcan obligaciones;
b) Una norma adjetiva, representada por procedimientos y reglas que hacen posible la
instrumentación y aplicación de la norma sustantiva, y
c) Órganos estatales encargados de la aplicación de las mismas en lo que se conoce como el
proceso de impartición de justicia.

2.2.4. RELACIÓN SEGURIDAD JURÍDICA Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

Los agentes económicos responden a los incentivos del contexto en ambientes con mayor o menor
grado de certidumbre respecto del futuro, y cayendo en potenciales errores de previsión, es decir,
actúan de acuerdo a probabilidades de no sólo recuperación de inversión, sino en la obtención del
fin que motivo dicha actuación. En efecto, la inversión de capital material, la decisión de
acumulación de capital humano, así como la investigación y desarrollo en ciencia básica y
aplicada, se fundan en anticipaciones falibles de un futuro incierto.

La incertidumbre multiplica los escenarios posibles en la evaluación de alternativas de las tres


clases de inversión: capital material, capital humano e investigación y desarrollo. La ponderación
de las alternativas exige una jerarquización, pero en condiciones inciertas ésta se efectúa
necesariamente en base a asignaciones subjetivas de probabilidades de ocurrencia de cada
escenario, y los sujetos, en esa evaluación, están condicionados por la apreciación del entorno al
elaborar sus índices de probabilidad. Aquí es donde el mayor o menor grado de seguridad jurídica
que los agentes esperan para el futuro se hará presente en la decisión de inversión. Si a la
incertidumbre propia del fenómeno económico se le agrega la que deviene de la posibilidad de
mutación del marco normativo, los deseos de invertir se verán afectados negativamente.
La incertidumbre en la vida económica reconoce como fuentes el propio mercado, la tecnología
cambiante y la inseguridad jurídica.

La incertidumbre sobre la plena disposición de la propiedad, afecta el valor de ésta. La Seguridad


Jurídica que provee el Estado es un bien público, y su cumplimiento está resguardado por la fuerza
coercitiva que significa el monopolio de la violencia legítima de aquél.

3. LA TUTELA JURÍDICA DEL CRÉDITO

El derrotero inferido del desarrollo de la Nueva Economía Institucional es que para que cualquier
economía experimente un proceso sostenido de desarrollo económico, una de las condiciones
esenciales es contar con un marco institucional eficiente. En efecto, tal como lo señala NORTH
citado por KATZ[32], “Las instituciones económicas, que comprenden a las organizaciones
económicas y al marco legal, juegan un papel muy importante para proveer un ámbito adecuado en
el cual las transacciones entre los diferentes agentes económicos se llevan a cabo y que es crucial
en el proceso de desarrollo económico al reducir los costos de transacción y promover la
especialización en el trabajo.”

Sin duda, uno de los elementos claves dentro del marco institucional lo constituye una eficiente
definición de los derechos de propiedad sobre los recursos que poseen los agentes económicos de
un país. El otro, la certidumbre de que estos derechos estarán, además de eficientemente
definidos, protegidos y garantizados por un Poder Judicial que será independiente, imparcial,
eficiente y expedito, el cual tendrá como función primordial garantizar que los contratos entre las
partes se cumplan.

La tutela jurídica del crédito está vinculada a la manera como las organizaciones velan por la
seguridad jurídica del derecho de propiedad de los acreedores respecto de los activos. El presente
trabajo sólo abordará el estudio de dos organizaciones: Poder Legislativo y Poder Judicial.

3.1. LA TUTELA LEGISLATIVA DEL CRÉDITO

La relación entre Poder Legislativo y crecimiento económico queda reflejada en el importante papel
que le corresponde asumir, esto es, de constituirse en una organización formal encargada de
brindar un marco normativo que posibilite la plena definición de los derechos de propiedad, que
asegure su estabilidad en el tiempo a favor de los titulares y que establezca políticas de represión
de conductas fraudulentas destinadas al incumplimiento de obligaciones que afectan de manera
directa la propiedad de los acreedores (activos).

KATZ define los derechos de propiedad como “(…) las relaciones de comportamiento, sancionadas
legalmente, entre los agentes económicos, que surgen de la existencia de bienes y que atañen a
su utilización” [33]
Por nuestra parte, los derechos de propiedad son las reglas que regulan el ejercicio de todas las
facultad atribuidas a un sujeto de derecho de manera exclusiva respecto de un determinado bien,
sea éste material o inmaterial.

La economía en la cuál los derechos de propiedad están bien definidos, posibilitará que los
propietarios cuenten con el incentivo, actuando voluntariamente, para asignarlos a aquéllas
actividades en las cuales esperan obtener el mayor rendimiento posible que se derive de su
utilización.

La importancia que reviste la obtención de normas que definan los derechos de propiedad y que
brinden Seguridad Jurídica en torno a su plena vigencia puede degenerar en una distorsión que
afecta la inseguridad jurídica, el cual es la intervención dentro de la estructura estatal buscando,
por esta vía, garantizarse que no se le cambien las “reglas de juego” al propio sector.

El panorama generado por la distorsión sería un mercado en que se dificulta sobremanera la


racionalidad económica, es decir, el método para seleccionar alternativas. El resultado son fuertes
incentivos a pugnar por entrar dentro de la estructura gubernamental y hacer desaparecer el riesgo
jurídico (mercantilismo). Pero, ser gobierno y gobernado al mismo tiempo es peor aún para el país;
ello pues con ese poder rápidamente el agente económico busca otros beneficios.

3.2. LA TUTELA JUDICIAL DEL CRÉDITO

La eficiente protección judicial de los bienes representa otra de las condiciones esenciales para
que los recursos sean asignados eficientemente a su uso más productivo tal que ello derive en un
proceso sostenido de desarrollo económico, para lo cual se requerirá de un Poder Judicial
independiente, imparcial y eficiente, que no tenga ningún interés personal en la disputa, y que
garantice el cumplimiento de los contratos, tanto entre particulares como entre estos y el gobierno.
NORTH citado por KATZ, señaló que “(…) la inhabilidad de las sociedades para desarrollar un
sistema eficiente y de bajo costo para garantizar el cumplimiento de los contratos, es la fuente más
importante tanto del estancamiento que históricamente ha afectado a los países del Tercer Mundo
así como del actual subdesarrollo de estos países”.[34]

En este contexto, si las partes que entran en un contrato, sea este civil o mercantil, no tienen la
garantía de que en caso de que una de ellas viole el contrato, la afectada podrá acudir ante el
Poder Judicial independiente e imparcial para que sea éste el que obligue a la parte violatoria a
cumplir con el contrato, ya que de lo contrario, el riesgo implícito de obtener el rendimiento
esperado sobre los activos propiedad de la empresa será mayor.

El agente económico que sacrificó consumo presente y ahorró para invertir en la acumulación del
acervo de capital de la economía y en consecuencia ampliar la capacidad de producción, requiere
contar con la garantía de que se podrá apropiar del ingreso que se derive de la utilización de los
recursos de su propiedad. Si ésta no se le otorga a los inversionistas por parte del Poder Judicial,
el rendimiento exigido ex ante para llevar a cabo los proyectos de inversión será mayor, lo que se
traducirá en una menor inversión en la economía y en menor crecimiento económico. Esto es de
suma relevancia en un entorno global cada vez más competitivo, en donde cada uno de los países
busca atraer mayores flujos de inversión extranjera directa o inclusive incrementar los flujos de
comercio exterior.

La labor del Poder Judicial es de suma relevancia para el crecimiento económico; afirmación que
queda reflejada en el impacto negativo que genera contar con una Administración de Justicia
ineficiente.

EDWARDS al respecto señala “Un sistema judicial inefectivo y, peor aún, corrupto, aumentará los
costos de transacción asociados a la iniciativa privada, y se traducirá en niveles de inversión por
debajo del óptimo. (…) El aplazamiento de las reformas institucionales no sólo afectará la eficiencia
de la economía, sino que probablemente también generará efectos distributivos indeseables.”[35]

BUSCAGLIA y DAKOLIAS[36] señalan que la repercusión económica de un sistema judicial


ineficiente y débil proviene de tres fuentes:
1) La pérdida del valor de los derechos de propiedad debido a la falta de predecibilidad del
enforcement de las normas,
2) Los mayores costos de transacción que resultan de operar en un disfuncional y corrupto sistema
de adjudicación de normas, y
3) Las oportunidades económicas desperdiciadas debido al alto riesgo o a la falta de acceso a la
Justicia.

En este contexto, el Poder Judicial debe ser una organización imparcial y eficiente encargada de
velar por el respeto del derecho de propiedad de los particulares, ya sea ante intentos de
afectación de particulares o del propio Estado, a bajos costos de transacción. Asimismo, le
compete otorgar plena certeza y predictibilidad en torno a sanciones contra el incumplimiento de
las obligaciones vinculadas a los activos de los acreedores (propiedad).

III. ANÁLISIS CRÍTICO DE LA TUTELA JURÍDICA DEL CRÉDITO EN EL PERÚ

1. LA TUTELA LEGISLATIVA DEL CRÉDITO EN EL PERÚ

La labor del Poder Legislativo estriba en brindar un marco normativo que posibilite la plena
definición de los derechos de propiedad, que asegure su estabilidad en el tiempo a favor de los
titulares y que establezca políticas de represión de conductas fraudulentas destinadas al
incumplimiento de obligaciones que afectan de manera directa la propiedad de los acreedores
(activos).

Respecto de la represión de conductas fraudulentas, pese al reconocimiento de una realidad y las


constantes propuestas normativas tendientes a reprimir los efectos nocivos de la misma, hasta la
actualidad el ordenamiento jurídico no ha previsto sanciones expresas contra el denominado
“Abuso de la Personalidad Jurídica”.

La persona jurídica al detentar subjetividad constituye un sujeto de derecho, formalmente distinto


de los miembros que la componen, de tal suerte que quien contrata con una persona jurídica no
está contratando con los miembros que la integran, sino con el sujeto de derecho creado por éstos.

La concepción primigenia de la subjetividad de la persona jurídica postulaba una separación


absoluta entre persona jurídica e integrantes, es decir, una rigidez de la subjetividad de la persona
colectiva, imposibilitando penetrar en el sustrato material de la persona jurídica, ya que se trata de
un sujeto de derecho autónomo y distinto de los miembros que la integran.

Empero, hoy en día, la mayoría de la doctrina coincide en el carácter relativo de la persona jurídica
y, en consecuencia, señalan la posibilidad de investigar la situación real en ciertos casos y para lo
cual hay necesidad de "correr el velo de la personalidad jurídica", para encontrar a la persona
natural que está actuando detrás de la formalidad cubierta por dicho velo.

La relatividad de la subjetividad de la persona jurídica es un tema extremadamente delicado,


porque podría generar un resquebrajamiento del concepto de persona jurídica que es tan
importante y útil para la sociedad moderna. Sin embargo, la casuística nos plantea la necesidad,
en determinados casos, de dejar de lado la estructura formal de la persona jurídica, para penetrar
en el sustrato mismo y encontrar a los miembros integrantes, que son los que realmente actúan y
atribuir a ellos la responsabilidad hasta ese momento exclusiva de la persona jurídica.

La expresión “Abuso de la Personalidad Jurídica“ comprende todos aquellos casos generados por
el uso indebido o ilícito de la abstracción que genera la personalidad jurídica, en particular, de la
separación de patrimonios entre la sociedad y los socios individualmente considerados.

QUIROGA PERICHE[37] señala que el ejercicio abusivo de la personalidad jurídica comprende dos
supuestos: en primer lugar, “(…) el abuso de la forma jurídica (una modalidad del abuso del
derecho: el actuar bajo la forma social), con la aplicación de esta doctrina la consecuencia es la
desestimación de la persona jurídica, es decir que se desconoce la existencia de la sociedad; y, en
segundo lugar, “(…) el abuso de la responsabilidad limitada, que es otra modalidad de abuso,
distinta a la anterior, pero íntimamente ligada”.

El ordenamiento jurídico peruano carece de una regulación especifica para la imposición de la


sanción de la inoponibilidad de la responsabilidad patrimonial limitada en el ordenamiento jurídico
peruano, recurriéndose a instituciones jurídicas genéricas, como la buena fe contractual, el abuso
del derecho y la justicia y la equidad. En este contexto, surge la interrogante ¿es necesaria la
regulación normativa expresa para la imposición de la sanción de la inoponibilidad de la
responsabilidad patrimonial limitada?.

La tendencia actual peruana postula la regulación expresa del fenómeno del ejercicio abusivo de la
personalidad jurídica, recogiendo en cierta forma la Teoría del Desistimiento de la Personalidad
Jurídica, pese a ser innecesaria desde una concepción tridimensionalista de la persona jurídica,
por ser diferente del supuesto sobre el cual se erige, como es la perspectiva exclusivamente formal
resultante de la rigidez del planteamiento kelseniano que delinea una clara y absoluta separación
entre personas naturales y personas jurídicas, es decir, entre los miembros integrantes y la
persona jurídica.

En efecto, la Comisión de Reforma del Código Civil de 1984 proyecta una norma que contemple el
llamado "Abuso de la Personalidad Jurídica", la misma que se vería redactada del siguiente modo:
“El Juez, en caso de uso indebido de la forma de la persona jurídica o de fraude a la ley, puede
responsabilizar directamente a los miembros, directores y administradores de la persona jurídica,
sin perjuicio de las demás acciones a que hubiere lugar'.

Por nuestra parte, consideramos que si es necesaria la existencia de una regulación expresa del
procedimiento sancionador a aquellos actos que representan un ejercicio abusivo de la
personalidad jurídica; marco normativo que comprendería los supuestos que configuran un
ejercicio abusivo de la personalidad jurídica, el reconocimiento expreso de la sanción de
inoponibilidad de la responsabilidad limitada y el procedimiento sancionador.

2. LA TUTELA JUDICIAL DEL CRÉDITO EN EL PERÚ

La función del Poder Judicial, como ya se ha señalado, es la de ser una organización imparcial y
eficiente encargada de velar por el respeto del derecho de propiedad de los particulares, ya sea
ante intentos de afectación de particulares o del propio Estado, a bajos costos de transacción.
Asimismo, le compete otorgar plena certeza y predictibilidad en torno a sanciones contra el
incumplimiento de las obligaciones vinculadas a los activos de los acreedores (propiedad).

La realidad, sin embargo, muestra un Poder Judicial que se encuentra muy distante del adecuado
desempeño de la función que le corresponde para la contribución al crecimiento económico, lo cual
responde a factores internos y externos.

2.1. DIAGNOSTICO

La administración de justicia en el Perú se caracteriza por tres rasgos: 1°) los procesos judiciales
son ineficientes; 2°) las decisiones judiciales son inciertas; y, 3°) el acceso al servicio judicial no es
equitativo.

2.1.1. INEFICIENCIA PROCESAL

La ineficiencia del Poder Judicial se expresa en la demora de los procesos judiciales y el gasto
excesivo del Estado y de los usuarios.

2.1.2. INCERTIDUMBRE JUDICIAL


El problema de la incertidumbre sobre las decisiones judiciales no ha recibido suficiente atención,
al menos de acuerdo con la importancia que le asignan los postulados de la Nueva Economía
Institucional. Es mucho más difícil adaptar las decisiones económicas cuando existe incertidumbre
sobre el servicio que uno está "comprando" que cuando el servicio es simplemente muy costoso.

No existen al momento estadísticas que describan esta situación, pero el que las decisiones
judiciales en Latinoamérica tengan serios problemas de inconsistencia, tanto con los méritos
legales como entre casos similares, es ciertamente una opinión generalizada. Dada la importancia
de este problema, la construcción de indicadores de la incertidumbre judicial es necesaria para el
diseño y evaluación de reformas judiciales.

Los resultados de las encuestas a la opinión pública muestran cuán poca confianza tiene la gente
en el sistema judicial peruano, especialmente aquellos que han participado en un procedimiento
judicial.

2.1.3. DESIGUALDAD EN EL ACCESO

Si los costos de utilizar el servicio judicial son elevados, una importante fracción de la población se
verá de facto excluida. Esta situación es particularmente grave por la usual prohibición de la auto-
representación y la falta o ineficiencia de sistemas de ayuda legal (BM, 1994). Adicionalmente, aún
cuando no se dispone de la información necesaria, es de esperar que la infraestructura judicial esté
muy centralizada y que por lo tanto la calidad del servicio judicial varíe de lugar a lugar. De este
modo, algunos segmentos de la población serían discriminados en la provisión del servicio.

En las encuestas para el caso peruano, el problema del acceso es destacado como uno de los que
más afectan al Poder Judicial. En entrevistas a la opinión pública, la falta de acceso de la población
a la justicia es el segundo problema en número total de menciones recibidas (excluyendo la
corrupción), equivaliendo al 45% del total. En las entrevistas a agraviados la falta de acceso fue,
detrás de la corrupción, el problema que recibió un mayor número de primera menciones.
Asimismo, recibió el 45% del total de menciones. (IA, 1993)

2.2. IMPACTO ECONÓMICO

EYZAGUIRRE señala que las deficiencias del sistema judicial peruano acarrean un impacto
económico negativo, el cual puede ser desagregado en tres aspectos fundamentales[38].

2.2.1. IMPACTO DIRECTO

Este es el impacto más inmediato y se refiere básicamente a los costos de proveer y utilizar el
sistema. Un servicio judicial excesivamente lento y costoso genera el desperdicio de recursos que
podrían ser utilizados de manera más productiva tanto por los usuarios (las partes), como por el
Estado (el Poder Judicial).
2.2.2. INHIBICIÓN DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA

SEBASTIÁN y SERRANO señalan que “La existencia de un sistema judicial que garantice el
cumplimiento de los contratos es un elemento fundamental para la defensa de los derechos de
propiedad de las empresas. La existencia de una administración de justicia ágil y poco costosa
hace que las empresas tengan mayores facilidades de crecimiento al no tener que descontar el
riesgo de impago o unos costes de recuperación elevados”[39].

La inefectividad del Poder Judicial como el ente que garantiza el cumplimiento de los contratos es
especialmente importante en las transacciones impersonales e intertemporales, típicas de una
economía moderna. Un sistema judicial costoso y particularmente incierto genera que la variedad
de relaciones contractuales se vea limitada (especialmente las más complejas), que la extensión
del mercado sea restringida y que sus efectos positivos a través de la competencia y la
especialización se vean disminuidos. Asimismo, la lentitud incentiva un mayor incumplimiento de
contratos y una mayor incidencia de actividades criminales con el consiguiente costo para los
afectados.

La situación descrita puede también llevar a una organización ineficiente de las actividades
económicas. Por ejemplo, el afán de evitar depender de una extensa red contractual puede
generar distorsiones que resulten en una excesiva integración vertical, o actividades
potencialmente rentables que requieran una red contractual extensa pueden simplemente no ser
emprendidas.

2.2.3. DESIGUALDAD ECONÓMICA

La desigualdad existente en el acceso al servicio judicial ciertamente no contribuye a superar los


severos problemas de desigualdad económica que confrontan en la actualidad los países de
América Latina.

En este contexto es importante resaltar que las deficiencias del sistema judicial generan una
desigualdad en las posibilidades de lograr una mejora económica, afectando negativamente a
aquellos con menos ingresos. La convivencia con un marco institucional deficiente, permite que
sólo una minoría puede participar activamente en los mercados. Las conexiones con miembros del
gobierno o con funcionarios públicos, una mayor capacidad económica permiten a algunos obtener
garantías para la protección de sus derechos, garantías que debieran ser provistas por el sistema
judicial. La mayoría de la población, en cambio, no recibe estas garantías, sus posibilidades de
desarrollar actividades económicas se ven limitadas y, por consiguiente, no goza de los beneficios
derivados del mercado, particularmente en el contexto de una economía moderna dominada por
transacciones intertemporales e impersonales.

CONCLUSIONES
Una de las primeras conclusiones, y pilar de las siguientes, es que las instituciones, entendidas
como las reglas de juego desarrolladas por los hombres para regular sus relaciones políticas y
económicas; pudiendo ser formales (constituciones, leyes, reglamentos, contratos, procedimientos
internos de determinadas organizaciones) o informales (valores o normas), son de suma
importancia para el crecimiento económico de los Estados, pues a través de su observancia se
provee de una estructura que disminuye la incertidumbre en la interacción humana.

Asimismo, que la seguridad jurídica – institución jurídica- guarda una estrecha vinculación con el
desarrollo económico, dado que no puede esperarse que aparezcan y se mantengan empresarios
con capacidad de innovar si no confían en que se mantengan y se cumplan las leyes, se cumplan
los contratos, se les respete la propiedad de sus activos y de los rendimientos de los mismos, etc.
En este sentido, el Estado debe garantizar a los gobernados un ambiente de paz y tranquilidad
respecto de sus personas, bienes y derechos, a fin de auspiciar la búsqueda permanente de su
propio mejoramiento y progreso y de mantener su gestión dentro de los márgenes de la
gobernabilidad.

Por otro lado, la tutela jurídica del crédito está vinculada a la manera como las organizaciones
velan por dos aspectos: 1°) la eficiente definición de los derechos de propiedad sobre los recursos
que poseen los agentes económicos; y, 2°) la certidumbre de que los derechos de los agentes
económicos estarán protegidos y garantizados por un Poder Judicial independiente, imparcial,
eficiente y expedito. Ésta tutela del crédito se produce desde dos vertientes: desde el ámbito
legislativo y desde el ámbito judicial.

La tutela legislativo del crédito consiste en la existencia de un marco normativo que defina de
manera eficiente los derechos de propiedad, que asegure su estabilidad en el tiempo a favor de los
titulares y que establezca políticas de represión de conductas fraudulentas destinadas al
incumplimiento de obligaciones que afectan de manera directa la propiedad de los acreedores
(activos).

La tutela judicial del crédito consiste en el respeto del derecho de propiedad de las personas a
bajos costos de transacción, a través de pronunciamientos predecibles en torno a las sanciones
contra el incumplimiento de las obligaciones vinculadas a los activos de los acreedores
(propiedad). En este sentido, un sistema judicial ineficiente genera una repercusión económica
negativa en el mercado por tres factores: 1) la pérdida del valor de los derechos de propiedad
debido a la falta de predecibilidad de las normas; 2°) los mayores costos de transacción que
resultan de operar en un disfuncional y corrupto sistema de adjudicación de normas; y, 3°) las
oportunidades económicas desperdiciadas debido al alto riesgo o a la falta de acceso a la Justicia.

Finalmente, la realidad nacional no permite advertir una adecuada tutela jurídica del crédito, por
cuanto: 1°) el Poder Legislativo aún no reprime evidentes conductas fraudulentas como el
denominado “Abuso de la Personalidad Jurídica”; y, 2°) el Poder Judicial no es una organización
eficiente debido que los procesos judiciales son prolongados, las decisiones judiciales son inciertas
y el acceso al servicio judicial no es equitativo, lo cual responde a factores internos y externos.

RECOMENDACIONES

La descripción de la realidad nacional y la confrontación con los postulados teóricos desarrollados,


nos posibilitan formular las siguientes recomendaciones:
Ÿ En primer lugar, una mayor difusión académica de la Nueva Economía Institucional a efectos de
concientizar a la sociedad de la importancia del respecto de las instituciones -como la seguridad
jurídica- para la consecución de un sostenible crecimiento económico del país a efectos de exigir a
las organizaciones -como el Poder Legislativo y el Poder Judicial- un comportamiento responsable
dirigido a asegurar una adecuada “calidad institucional”.

Ÿ En segundo lugar, respecto de la tutela legislativa del crédito, consideramos necesaria la


existencia de una regulación expresa del procedimiento sancionador a aquellos actos que
representan un ejercicio abusivo de la personalidad jurídica; marco normativo que comprendería
los supuestos que configuran un ejercicio abusivo de la personalidad jurídica, el reconocimiento
expreso de la sanción de inoponibilidad de la responsabilidad limitada y el procedimiento
sancionador.

Ÿ En tercer lugar, respecto de la tutela judicial del crédito, consideramos necesaria la


implementación de todas aquellas condiciones materiales y humanas para una mejora de la
administración de justicia que la torne en una organización eficiente, en la medida que ha quedado
demostrado que un sistema judicial inefectivo y, peor aún, corrupto, aumentará los costos de
transacción asociados a la iniciativa privada, y se traducirá en niveles de inversión por debajo del
óptimo.

BIBLIOGRAFÍA

ALONSO, Analía; WHEBE, Pablo; GASTALDI, Santiago y FERRO, Gustavo.- "Crecimiento


económico y Seguridad Jurídica". Río Cuarto. Abril – 1993.
ANDRADE ESPINOZA, Simón.- “Diccionario de Economía y Finanzas”. Segunda Edición.
Aumentada y Corregida. Editorial Andrade. Lima – Perú. 2003.
BODENHEIMER, Edgar.- “Teoría del Derecho”. Fondo de Cultura Económica. México. 1983.
BRENNAN, G. & J. BUCHANAN.- “La Razón de las Normas: Economía Política Constitucional”.
Unión Editorial. S.A., Madrid – España. 1987.
CALLE CASUSOL, Jean Paul y ALVA RODRÍGUEZ, Sonia.-“Guía rápida de preguntas y
respuestas sobre la nueva Ley General del Sistema Concursal”. Primera Edición. Gaceta Jurídica
Editores. Lima - Perú. Enero - 2003.
DAKOLIAS, Maria, I., BUSCAGLIA, Eduardo.- “The Judicial Sector In Latin America And Caribbean
- Elements Of Reform”. World Bank Technical Paper Number 319 - First printing June 1996.
DELOS, José T.- “Los fines del Derecho: bien común, seguridad, justicia”. Editorial Imprenta
Universitaria. México. 1975.
DIEZ-PICAZO, Luis.- “Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial”. Volumen Segundo. Las
Relaciones Obligatorias. Quinta Edición. Editorial Civitas. Madrid – España. 1996.
EDWARDS, Sebastián.- “Las Regulaciones Económicas en la Argentina Riesgos y Oportunidades -
Estudios Públicos, Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina. Buenos Aires –
Argentina. 1998.
GEIGER, Theodor.- “Estudios de Sociología del Derecho”. Fondo de Cultura Económica. México.
1983.
GHIO, José María.- "América Latina después de la reforma: incertidumbre institucional y
crecimiento económico". Buenos Aires - Argentina. Mayo - 1998.
GONZÁLES LOLI, Jorge Luis.- “Seguridad Jurídica y Registros Inmobiliarios: un enfoque desde el
Análisis Económico del Derecho”. Artículo publicado en “Derecho Registral”. Editora Gaceta
Jurídica. Lima – Perú.
MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS.- "Documento de Trabajo: Facilitando el Acceso al
Crédito mediante un Sistema Eficaz de Garantías Reales”. Lima – Perú. Julio - 2001.
NORTH, Douglass.- “Instituciones, Cambio Institucional y Comportamiento Económico”. Fondo de
Cultura Económica. México. 1993.
PINA, Rafael y LARRAÑAGA, José.- “Diccionario Jurídico”. Editorial Porrúa. México. 1978.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.- “Diccionario de la Lengua Española”. Vigésima Segunda Edición.
Volumen 6. Espasa. 2005.
SEBASTIÁN, Carlos y SERRANO, Gregorio R.- "Limitaciones institucionales en el sistema
financiero”. Octubre – 2006.

LINKOGRAFÍA

EYZAGUIRRE, Hugo.- "Instituciones y desarrollo económico: reforma judicial en América Latina".


Banco Interamericano de Desarrollo. Departamento de Desarrollo Sostenible División de Estado,
Gobernabilidad y Sociedad Civil. Trabajo publicado en http://www.iadb.org/sds/doc/sgc-Doc12-
S.pdf Washington, D.C. - EEUU. Febrero – 1996.
INDACOCHEA, C, Alejandro.- "El Financiamiento en la sociedad informal". Artículo publicado en
http://centrum.pucp.edu.pe/docentes/t_completo/aindacochea_libros/REVISTAS_INTL/Balas_Finan
ciamiento_Sociedad_Informal.pdf Lima - Perú. Noviembre – 1987.
KATZ, Isaac M.- “La constitución y los derechos privados de propiedad”. Artículo publicado en
Cuestiones Constitucionales. Revista Mexicana de Derecho Constitucional.
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/4/art/art2.htm#P1
QUIROGA PERICHE, Carlos Enrique.- “Teoría del Levantamiento del Velo Societario: ¿es
aplicable en el derecho peruano?”. Artículo publicado en
http://www.teleley.com/articulos/art_leva_velo_soc.pdf.
SEBASTIÁN, Carlos.- "Instituciones y Crecimiento Económico: Un marco conceptual". Artículo
publicado en http://www.calidadinstitucional.org/ourdocs/instituciones_y_economia.pdf Septiembre
- 2006
TREBILCOCK, M. y WILLIAM, D..- “What Role do Legal Institutions Play in Development”. Artículo
publicado en www.imf.org/external/pubs/ft/seminar
URQUIDY Martín Ramírez y MUNGARAY MOCTEZUM Ana Bárbara.- “Instituciones y cambio
económico. El caso de Baja California”. Artículo publicado en
http://aplicaciones.colef.mx:8080/fronteranorte/articulos/FN32/3-
f32_Instituciones_y_cambio_economico_caso_BC.pdf

[1] Magister en Derecho con mención en Derecho Civil y Comercial. Egresado del Doctorado en
Derecho de la Escuela de Post Grado de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Secretario
General de la Universidad Señor de Sipán. Docente de Derecho Empresarial de la Facultad de
Derecho de la Universidad Señor de Sipán.
[2] REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.- “Diccionario de la Lengua Española”. Vigésima Segunda
Edición. Volumen 6. Espasa. 2005. Pág. 459.
[3] ANDRADE ESPINOZA, Simón.- “Diccionario de Economía y Finanzas”. Segunda Edición.
Aumentada y Corregida. Editorial Andrade. Lima – Perú. 2003. Pág. 22.
[4] INDACOCHEA señala que el sistema de pandero o juntas o "fondo colectivo", consiste en “(…)
formar grupos o juntas de personas unidas por similitud de actividades, los mismos que dan un
aporte periódico con el cual se constituye una "bolsa de de dinero" que usualmente se adjudica a
través de un sorteo o remate. Los miembros de un pandero junta pueden tener como objetivo: la
ayuda mutua, el ahorro-inversión o la obtención de un financiamiento para sus operaciones.
INDACOCHEA, C, Alejandro.- "El Financiamiento en la sociedad informal".
http://centrum.pucp.edu.pe/docentes/t_completo/aindacochea_libros/REVISTAS_INTL/Balas_Finan
ciamiento_Sociedad_Informal.pdf Lima - Perú. Noviembre - 1987. Pág. 6.
[5] DIEZ-PICAZO, Luis.- “Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial”. Volumen Segundo. Las
Relaciones Obligatorias. Quinta Edición. Editorial Civitas. Madrid – España. 1996. Pág. 101.
[6] DIEZ-PICAZO, Luis.- “Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial”. Volumen Segundo. Las
Relaciones Obligatorias. Quinta Edición. Editorial Civitas. Madrid – España. 1996. Pág. 101.
[7] Artículo 1132 Código Civil del Perú.- El acreedor de bien cierto no puede ser obligado a recibir
otro, aunque éste sea de mayor valor.
[8] Artículo 1074 Código Civil del Perú.- Cuando el bien dado en prenda se deteriora hasta temerse
que será insuficiente para garantizar la deuda, el acreedor, con aviso previo al constituyente,
puede pedir autorización judicial para vender el bien, a menos que el deudor o el constituyente
ofrezca otra garantía que el juez considere satisfactoria.
[9] Artículo 1427 Código Civil del Perú.- Si después de concluido un contrato con prestaciones
recíprocas sobreviniese el riesgo de que la parte que debe cumplir en segundo lugar no pueda
hacerlo, la que debe efectuar la prestación en primer lugar puede suspender su ejecución, hasta
que aquélla satisfaga la que le concierne o garantice su cumplimiento.
[10] DIEZ-PICAZO, Luis.- “Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial”. Volumen Segundo. Las
Relaciones Obligatorias. Quinta Edición. Editorial Civitas. Madrid – España. 1996. Pág. 105.
[11] CALLE CASUSOL, Jean Paul y ALVA RODRÍGUEZ, Sonia.-“Guía rápida de preguntas y
respuestas sobre la nueva Ley General del Sistema Concursal”. Primera Edición. Gaceta Jurídica
Editores. Lima - Perú. Enero - 2003. Pág. 15.
[12] Artículo 26 Ley General del Sistema Concursal.- Uno o varios acreedores impagos cuyos
créditos exigibles se encuentren vencidos, no hayan sido pagados dentro de los treinta (30) días
siguientes a su vencimiento y que, en conjunto, superen el equivalente a cincuenta (50) Unidades
Impositivas Tributarias vigentes a la fecha de presentación, podrán solicitar el inicio del
Procedimiento Concursal Ordinario de su deudor. (…)
[13] MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS.- "Documento de Trabajo: Facilitando el Acceso al
Crédito mediante un Sistema Eficaz de Garantías Reales”. Lima – Perú. Julio - 2001. Pág. 4.
[14] El Ministerio de Economía y Finanzas señala que “La ejecución judicial en el Perú toma un
promedio de entre 18 y 24 meses. Esta demora genera un impacto en la tasas de interés. Si el
acreedor pudiera recuperar su dinero en un plazo prudencia del tres meses desde que se produce
el incumplimiento, la tasa de interés aplicable al financiamiento podría reducirse hasta en tres
puntos porcentuales”. MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS.- "Documento de Trabajo:
Facilitando el Acceso al Crédito mediante un Sistema Eficaz de Garantías Reales”. Lima – Perú.
Julio - 2001. Pág. 5.
[15] SEBASTIÁN, Carlos.- "Instituciones y Crecimiento Económico: Un marco conceptual". Artículo
publicado en http://www.calidadinstitucional.org/ourdocs/instituciones_y_economia.pdf Septiembre
- 2006. Pág. 2.
[16] URQUIDY Martín Ramírez y MUNGARAY MOCTEZUM Ana Bárbara.- “Instituciones y cambio
económico. El caso de Baja California”. Artículo publicado en
http://aplicaciones.colef.mx:8080/fronteranorte/articulos/FN32/3-
f32_Instituciones_y_cambio_economico_caso_BC.pdf
[17] GHIO, José María.- "América Latina después de la reforma: incertidumbre institucional y
crecimiento económico". Buenos Aires - Argentina. Mayo - 1998. Pág. 4.
[18] NORTH, Douglass.- “Instituciones, Cambio Institucional y Comportamiento Económico”. Fondo
de Cultura Económica. México. 1993. Pág. 2.
[19] BRENNAN, G. & J. BUCHANAN.- “La Razón de las Normas: Economía Política
Constitucional”. Unión Editorial. S.A., Madrid – España. 1987. Pág. 41.
[20] GHIO, José María.- Íb. Ïdem. Pág. 4.
[21] En efecto, la presente afirmación no excluye a las personas jurídicas sin ánimo de lucro, como
las personas jurídicas no societarias (empleando la terminología del nuevo Reglamento ), pues
ellas igualmente pueden realizar actividad empresarial 8producir bienes o prestar servicios, pero
sin procurar la obtención de utilidades o ganancias.
[22] SEBASTIÁN, Carlos.- "Instituciones y Crecimiento Económico: Un marco conceptual".
Septiembre - 2006. Pág. 2.
[23] El análisis de la interacción entre el sistema jurídico y el proceso de desarrollo es una reflexión
relativamente poco explorada desde el marco propio de sus ámbitos de análisis. Hasta hace poco,
la Teoría del Desarrollo no consideraba una reflexión específica sobre el papel del sistema jurídico
en los fines del desarrollo. TREBILCOCK, M. y WILLIAM, D..- “What Role do Legal Institutions Play
in Development”. Artículo publicado en www.imf.org/external/pubs/ft/seminar. El estudio del
derecho, por su parte, ha considerado de manera muy limitada las consecuencias económicas de
las leyes y de las decisiones judiciales. No obstante, la reflexión sobre los vínculos entre derecho y
desarrollo floreció como una preocupación específica de análisis desde mediados de los 60 y se ha
mantenido bajo el ánimo de sociólogos del derecho, economistas y teóricos del desarrollo. Los
inicios de tal interés se correspondieron con el movimiento “Derecho y Desarrollo" el cual vio la luz
como parte de las políticas de asistencia para el desarrollo encabezadas por el gobierno
estadounidense hacia África, América Latina y Asia y entraría en crisis a mediados de los setenta
especialmente como producto de las críticas internas a sus objetivos, métodos y puntos de partida
teóricos. A finales de los 80 el tema recobra connotación nacional e internacional bajo los
planteamientos de la Nueva Economía Institucional (NEI) y de las políticas del Banco Mundial y
demás bancos regionales de desarrollo y organizaciones internacionales, quienes llaman la
atención sobre la necesidad de conformar un verdadero Estado de Derecho como condición para
el desarrollo económico.
[24] GONZÁLES LOLI, Jorge Luis.- “Seguridad Jurídica y Registros Inmobiliarios: un enfoque
desde el Análisis Económico del Derecho”. Artículo publicado en “Derecho Registral”. Editora
Gaceta Jurídica. Lima – Perú. Päg. 87.
[25] BODENHEIMER, Edgar.- “Teoría del Derecho”. Fondo de Cultura Económica. México. 1983.
Pág. 202
[26] ALONSO, Analía; WHEBE, Pablo; GASTALDI, Santiago y FERRO, Gustavo.- "Crecimiento
económico y Seguridad Jurídica". Río Cuarto. Abril – 1993. Pág. 6.
[27] DELOS, José T.- “Los fines del Derecho: bien común, seguridad, justicia”. Editorial Imprenta
Universitaria. México. 1975. Pág. 47.
[28] PINA, Rafael y LARRAÑAGA, José.- “Diccionario Jurídico”. Editorial Porrúa. México. 1978.
Pág. 347.
[29] DELOS, José T.- “Los fines del Derecho: bien común, seguridad, justicia”. Editorial Imprenta
Universitaria. México. 1975. Pág. 48.
[30] GEIGER, Theodor.- “Estudios de Sociología del Derecho”. Fondo de Cultura Económica.
México. 1983. Págs. 91-93.
[31] GEIGER, Theodor.- “Estudios de Sociología del Derecho”. Fondo de Cultura Económica.
México. 1983. Pág. 93.
[32] KATZ, Isaac M.- “La constitución y los derechos privados de propiedad”. Artículo publicado en
Cuestiones Constitucionales. Revista Mexicana de Derecho Constitucional.
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/4/art/art2.htm#P1
[33] KATZ, Isaac M.- “La constitución y los derechos privados de propiedad”. Artículo publicado en
Cuestiones Constitucionales. Revista Mexicana de Derecho Constitucional.
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/4/art/art2.htm#P1
[34] KATZ, Isaac M.- “La constitución y los derechos privados de propiedad”. Artículo publicado en
Cuestiones Constitucionales. Revista Mexicana de Derecho Constitucional.
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/4/art/art2.htm#P1
[35] EDWARDS, Sebastián.- “Las Regulaciones Económicas en la Argentina Riesgos y
Oportunidades - Estudios Públicos, Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina. Buenos
Aires – Argentina. 1998.
[36] DAKOLIAS, Maria, I., BUSCAGLIA, Eduardo.- “The Judicial Sector In Latin America And
Caribbean - Elements Of Reform”. World Bank Technical Paper Number 319 - First printing June
1996.
[37] QUIROGA PERICHE, Carlos Enrique.- “Teoría del Levantamiento del Velo Societario: ¿es
aplicable en el derecho peruano?”. Artículo publicado en
http://www.teleley.com/articulos/art_leva_velo_soc.pdf. Pág. 4.
[38] EYZAGUIRRE, Hugo.- "Instituciones y desarrollo económico: reforma judicial en América
Latina". Banco Interamericano de Desarrollo. Departamento de Desarrollo Sostenible División de
Estado, Gobernabilidad y Sociedad Civil. Washington, D.C. - EEUU. Febrero - 1996
[39] SEBASTIÁN, Carlos y SERRANO, Gregorio R..- "Limitaciones institucionales en el sistema
financiero”. Octubre – 2006.
Fisiocracia: La escuela fisiócrata
A medida que se adentraba en el siglo XVIII, Francia se encontraba con un descenso de la
producción y la Renta nacional, debido en gran parte a las costosas guerras y al elevado
Gasto público en que incurrió Luís XIV durante su reinado. Al amparo de Quesnay, la
fisiocracia aglutinó a un grupo de escritores, que se hacían llamar "economistas", como una
reacción al excesivo Gasto de la corona y planteó como principal bandera la eliminación al
máximo de la intervención estatal en la economía.

La escuela fisiócrata adoptó la forma de un grupo elitista. Con Quesnay como maestro
supremo, un reducido número de discípulos fieles (entre ellos Mirabeau, Dupont de
Nemours, Mercier de la Riviére y Baudeau) se juntaba normalmente en la casa del doctor a
discutir asuntos económicos. El grupo realizó varias publicaciones. Cabe mencionar, sin
embargo, que el más destacado y conocido de los seguidores de esta doctrina, Jacques
Turgot, nunca quiso pertenecer a la fisiocracia.

La premisa básica de la fisiocracia era respetar la naturaleza ante todo, ya que sus
disposiciones son perfectas y sus leyes expresan la voluntad de dios. La razón principal es
que para los Fisiócratas los intereses individuales de las personas se armonizan
espontáneamente, por lo que la autoridad debe intervenir lo menos posible (en materia
económica debe remitirse, fundamentalmente, a garantizar los derechos de Propiedad). De
ahí que la famosa frase "Laissez Faire" sea la que mejor resume la doctrina fisiócrata, la
que terminaría influenciando en gran medida al Liberalismo económico de los siglos
posteriores. Si Bien los Fisiócratas defendieron la autoridad absoluta de la monarquía
francesa, su Interés era que estuviera supeditada a un poder superior: las leyes de la
naturaleza.

A pesar de la preferencia política de los fisiocratas por el despotismo monárquico, la


economía política era peligrosa en aquella época de absolutismo y censura, lo que explica
que Quesnay publicara la mayoría de su obra bajo pseudónimos o a través de sus
discípulos.

Con Quesnay por primera vez se concibe el proceso de interacción mutua de los agentes
económicos como un Flujo circular de renta y Gasto. Se representó un sistema en
Equilibrio en el que interactúan tres clases económicas que producen la Renta nacional:
campesinos, terratenientes, artesanos. De ellos, el único sector productivo era el agrícola.

Quesnay hizo el primer análisis de Equilibrio general en la economía, al comparar todos los
movimientos económicos con los del cuerpo humano, considerando que un trastorno en una
parte de la economía se transmite, tarde o temprano, al resto del sistema.

Así, por ejemplo, un desorden en la producción ocasiona un desorden en la Demanda y


viceversa, a causa de la mutua Dependencia entre ambas.

La Tabla Económica de Quesnay es la primera representación gráfica de los flujos de


Dinero en una economía
Quesnay, como médico, había participado de las discusiones sobre el proceso circular que
se habían generado luego que William Harvey descubriera la circulación de la sangre, a
principios del siglo XVII. Por lo tanto, Quesnay representó la idea de la corriente circular
en 1758 en su "tableau économique" (tabla económica), un diagrama similar a los actuales
modelos macroeconómicos, que representa todos los flujos de la economía, y en el que los
procesos productivos interactúan en un Tiempo determinado como un flujo circular de
Renta y Gasto.

De este modo, se establecía que cualquier política que produjera el efecto de ampliar el
flujo circular era coherente con el Crecimiento Económico, mientras que si lo limitaba, no
lo era.

Fue tal la fascinación del marqués de Mirabeau con la invención de Quesnay que señaló
que habían tres grandes invenciones en la historia: la escritura, el Dinero y la Tabla
Económica de Quesnay. Si Bien esta apreciación puede ser exagerada no cabe duda que el
Flujo del médico fue un avance teórico importantísimo para la economía.

Con la muerte de Quesnay la fisiocracia sufrió un duro golpe, y con la llegada de la


Revolución Francesa recibió, paradójicamente, la estocada final.

También podría gustarte