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Se recomienda antes de realizar el baño, o durante recitar los salmos 26 (25) o 51

(50).

Al terminar el baño, ya vestido, recitar de igual manera el salmo 23 (22).

Salmo 26 (25)

1 Hazme justicia, Dios, pues yo camino en mi entereza, me apoyo en Dios y no vacilo.


2 Escrútame, Dios, ponme a prueba, pasa al crisol mi conciencia y mi corazón;
3 está tu amor delante de mis ojos, y en tu verdad camino.
4 No voy a sentarme con los falsos, no ando con hipócritas;
5 Odio la asamblea de malhechores, y al lado de los impíos no me siento.
6 Mis manos lavo en la inocencia y ando en torno a tu altar, Dios,(Darse la bendición)
7 Haciendo resonar la acción de gracias, todas tus maravillas pregonando;
8 amo, Dios, la belleza de tu casa, el lugar de asiento de tu gloria.
9 No juntes mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios,
10 que tienen en sus manos la infamia, y su diestra repleta de soborno.
11 Yo, en cambio, camino en mi entereza; rescátame, ten piedad de mí;
12 mi pie está firme en suelo llano; a ti, Dios, bendeciré en las asambleas.

Salmo 51 (50)
1 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
2 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
3 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
4 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu
justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
5 Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre.
6 Más tu amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me enseñas la sabiduría.
7 Rocíame con el hisopo, y seré limpio, lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
8 Devuélveme el son del gozo y la alegría, exulten los huesos que machacaste tú.
9 Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.
10 Crea en mi, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mi renueva;
11 no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mi tu santo espíritu.
12 Vuélveme la alegría de tu salvación, y en espíritu generoso afiánzame;
13 enseñaré a los rebeldes tus caminos, y los pecadores volverán a ti.
14 Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación, y aclamará mi lengua tu justicia;
15 abre, señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
16 Pues no te agrada el sacrificio, si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
17 El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, no
lo desprecias.
18 ¡Favorece a Sión en tu benevolencia, reconstruye las murallas de Jerusalén!
19 Entonces te agradarán los sacrificios justos, holocausto y oblación entera – se ofrecerán
entonces sobre tu altar novillos.

Al salir del baño

Salmo 23 (22)
1 El señor en mi pastor, nada me falta.
2 Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce,
3 y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre.
4 Aunque pase por el valle tenebroso, ningún mas temeré, porque tú vas conmigo; tu vara
y tu cayado, ellos me sosiegan.
5 Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza,
rebosante está mi copa.
6 Sí, dicha y gracias me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de
Dios a lo largo de los días.

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