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¿¿66
COLECCIÓN

DB

LIBROS ESPAÑOLES
RAROS Ó CURIOSOS

TOMO VIGÉSIMOPRIMERO
TOMOS PUBLICADOS

D E L I C A D O . — L a L o z a n a Andaluza.
V E R D U G O . - G u e r r a de Frisa. - -1in
M u Ñ Ó N . — T r a g i c o m e d i a de L i s a n d r o y R o s e l i a .
CANCIONERO l l a m a d o de S t ú m g a .
VILLEGAS S E L V A G O . - C o m e d i a S e l v a g i a .
L O P E DE V E G A . — C o m e d i a s m e d i t a s . T o m o 1.
M I L Á N . — E l Cortesano.
PERO T A F U R . — A n d a n z a s é v i a j e s .
S I L V A . — S e g u n d a Celestina. .
LUCAS R o D R Í G U E Z . - R o m a n c e r o h i s t o r i a d o .
HURTADO DE MENDOZA. Obras poéticas.
TIRSO Y GUILLEN DE C A S T R O . — C o m e d i a s .
Varias R e l a c i o n e s del P e r ú y C h i l e .
Varias R e l a c i o n e s de F l a n d e s
G u e r r a d é l o s e s p a ñ o l e s en Africa, en 1 5 4 2 , 1 5 4 3

M O N T E A N O S . — M e m o r i a s antiguas del P e r ú .
ALMANSA Y M E N D O Z A . — C a r t a s .
Cartas y A v i s o s del año 1 5 8 1 .
T r e s R e l a c i o n e s históricas.
P í o IV y F e l i p e S e g u n d o .
F R A Y BARTOLOMÉ DE L A S CASAS.-De las
antiguas g e n t e s del P e r ú .
DE

LAS ANTIGUAS GENTES


DEL PERÚ

POR EL PADRE

FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

MADRID
TIPOGRAFÍA DE MANUEL G. HERNÁNDEZ

Libertad, ¡6 duplicado.
1892

BUBLUQTECfi

Luis úipsaíes
ADVERTENCIA

Con éste son tres los libros publica-


dos en esta COLECCIÓN por nuestro
querido amigo D. Marcos Jimenez de
la Espada; agotados los dos anterio-
res, no dudamos que á éste le quepa la
misma suerte dentro de poco tiempo,
pues es, si cabe, más curioso que sus
antecesores. D e todas maneras damos
las gracias al ilustre americanista por
el trabajo ímprobo que se ha tomado,
desentrañando la historia apologética
del P. Las Casas, para formar el pre-
sente tratado DE LAS ANTIGUAS GEN-
TES D E L PERÚ

Madrid 20 Abril 1892.


:

' . 7 -
Á

MR. BENDIX KOPPEL


EN TESTIMONIO

DE

AMISTAD Y DE AGRADECIMIENTO

Al. J. de la Espada.
PRÓLOGO

A
unque no lo dijera (que v o y á de-
cirlo ahora mismo), pronto sabría
el lector á que atenerse respecto
al título y condiciones del libro publi-
cado en este tomo con el nombre del
P. Fr. Bartolomé de las Casas; bastaría-
le llegar al comienzo de la Declaración
que precede al primer capítulo. Pero
me creo obligado á declararlo y o antes
que él lo averigüe, advirtiéndole desde
las primeras líneas del Prólogo, de que,
si bien es verdad que sólo unos pocos
de sus párrafos son conocidos y han
visto la luz en obra de difícil consulta
para muchos, el texto De las antiguas
XIV PRÓLOGO

gentes del Perú no constituye por sí


tratado aparte ni tal fué la mente de su
verdadero autor, ni tampoco es cosa
nueva ó ignorada de eruditos y biblió-
filos, sino sencillamente una ordenada
agrupación de los capítulos íntegros ó
en extracto que atañen al Perú en la
Apologética historia sumaria cuanto á
las cualidades, disposición, descripción,
cielo y suelo de las tierras, y condiciones
naturales, policías, repúblicas, maneras
de vivir y costumbres de las gentes des-
tas Indias occidentales y meridionales,
cuyo imperio soberano pertenece á los
Reyes Castilla.
Por lo cual, en realidad y esencia,
mi trabajo es mera continuación del co-
menzado por los Señores Marques de
la Fuensanta del Valle y D. José San-
cho Rayón en el Apéndice á la Historia
de las Indias del mismo P. Las Ca-
sas (i), sustituyéndolos, previo el con-

(i) Col. de doc. inéd. para la Hist. de Espa-


ña, t. LXVJ.
PRÓLOGO XI

sentimiento indispensable, en la pacien-


tísima tarea de proseguir su primer
propósito, y a anunciado en la Adver-
tencia prelimÍ7iar del tomo con que
finaliza la parte conocida de la expre-
sada Historia, de publicar, «sino todo
lo que quedaba inédito de la Apologé-
tica,, al menos lo que se refiere á Méxi-
co y al Perú, que es la mayor parte.»
Como del imperio de Moctezuma se
me alcanza muy poco, y por otra par-
te, mis preferentes aficiones han sido y
continúan siendo por el de íos Incas,
he optado por éste dejando el primero
para otros de más competencia en el
asunto.
Los ilustrados y diligentes editores
de la Col. de docum. inéd. para la Histo-
ria de España, en la parte publicada de
la Apologética, adoptaron un plan que
me parece excelente y sobre todo muy
práctico, dadas las condiciones de esta
obra: ceñirse á lo pertinente á su prin-
cipal objeto y descargarla del refuerzo
y máquina de alegaciones y citas que
XII PRÓLOGO

el Apóstol de los indios llama en auxi-


lio y defensa de su tema. Porque, no
obstante el calificativo de sumaria que
le impuso y de llamarla obre cilla algu-
na que otra vez, compone un volumen
en folio de 830 fol. con multitud de in-
tercalaciones y adiciones marginales, y
calculando por lo corto, de esos 830 fol.
una tercera parte corresponde álos tex-
tos auxiliares, aducidos con frecuencia
in extenso y sacados de la Sagrada Es-
critura, de los Santos Padres y de los
filósofos, historiadores y poetas clási-
cos; estupendo y magnífico alarde de
erudición para aquel tiempo, ilustración
necesaria á la generalidad de los que
entonces habian de persuadirse á favor
de los indios y de la excelencia de to-
das sus cosas, pero hoy casi del todo
inútil, porque el convencimiento de los
modernos americanistas no suele venir
por el camino de aquellas autoridades,
y las que algún prestigio pudieran con-
servar, han descendido ya á simples ru-
dimentos de erudición histórica y cien-
PRÓLOGO XIII

tífica. Perdóneme, pues, el insigne pre-


lado chiapense si imito el ejemplo de
los Señores Fuensanta y Sancho Rayón,
si bien más en pequeño, y agradézcame
en cambio la vista que he perdido y
la paciencia de indio que he gastado en
desenmarañar los capítulos de mi tex-
to, adivinando á veces la escritura, toda
de su mano, llena de tachones, enmien-
das y arrepentimientos no siempre co-
rregidos, reflejo fiel de su estilo, como
su caracter, vehemente, apresurado, fe-
bril, á pesar de las trabas de un hipér-
baton tan complicado y de remate tan
tardío, que no parece sino que sentia
en el alma arrancar del regazo materno
nuestro gallardo y y a en aquella sazón
vigoroso romance.
Descartada de sus accesorios y ane-
jos la materia esencial de los capítulos
que agrupamos con el epígrafe De las
antiguas gentes del Perú, basta un lige-
ro examen, acaso una sola lectura, para
convencerse de que no es homogénea
ni todos sus elementos componentes
XIV PRÓLOGO

del mismo valor. Desde luego da moti-


vos á la distinción, el lugar donde Las
Casas compuso algunos de los antedi-
chos capítulos comparado con la fe
cha de varios de los documentos que
en ellos utiliza. El lugar es la Isla Es-
pañola, que vió por última vez el año
de 1544, y los documentos á que alu-
do son de 1547, 1552 y 1553; incom-
patibilidad que por ventura depende
de no haber tenido tiempo de dar las
últimas manos á su obra y corregir es-
tos descuidos y otros, como las llama-
das y citas de capítulos que aún no de-
bía haber escrito (1). Pero, apurado un
poco más el análisis y lectura de ellos,
afírmase enteramente aquella convic-
ción con la coincidencia, en muchos
casos literal, de varios pajes de la Apo-
logética con lugares de escritores cono-
cidos ó que pueden fácilmente cono-
cerse.

(1) Verv.gr., al fin del 83 dice: «porque de


aris, que son los altares, denominan y nombran
aríolos, como arriba en el cap. 145 se dijo »
PRÓLOGO XV

Uno de ellos es Miguel Estete, cuya


relación de viaje, impresa con la de Fran-
cisco de Xerez, menciona por la edición
de Salamanca de 1547. Otro, el mismo
Xerez, sin nombrarlo; otro, Pedro de
Cieza de León, omitiendo asimismo su
nombre, y el cuarto, un seglar, como
Las Casas le llama, y que según todas
las señas es el P. Cristóbal de Molina,
autor de la Relación de muchas cosas
acaecidas en el Perú, en suma,para en-
tender á la letra la manera que se tuvo
en la conquista y poblazon destos reinos,
etc., escrita uno ó dos años despues del
fallecimiento del virey D. Antonio de
Mendoza, acaecido en la noche del 21
de julio de 15 52. De todos cuatro toma
lo que le conviene, y á veces, no diré
falseándolo, porque se trata de un res-
petable prelado, pero si aderezándolo
de manera que resulte lo más apologé-
tico posible. En la cosecha, sin em-
bargo, merece sus preferencias el se-
glar, como puede verse por los trozos
de su relación, que, acotados con lia-
XVI PRÓLOGO

madas á las páginas del texto principal,


damos por Apéndice.
L o demás que no encuentro en es-
tos escritores, ignoro quién pudo pres-
társelo á Las Casas. Sus repetidas y
terminantes afirmaciones (i) de que lo
sabia por relaciones de religiosos de
su Orden y de otras y aun de seglares,
no bastan para dar con el autor, aun-
que garanticen la legitimidad de su
procedencia. Pero lo que á mi juicio es
indudable, es que ni por tales relacio-
nes ni con motivo de ellas ni de las
citas de los de autores conocidos, re-
sulta que el de la Apologética recogiera
personalmente el más mínimo dato en
el Perú. Hasta de las cosas más trivia-
les y sabidas de aquel país habla por
referencia. Un ejemplo: ¿quién de los
que estuvieron un dia siquiera entre
aimaraes y quichuas por los años de

(i) Véase en especial la del párrafo i . ° del


cap. X I V , p. 104, y principio del cap. X V I , pá-
ginas 127 y 128,
PRÓLOGO XVII

Las Casas, hubiera escrito como él


acerca del hayo de Tierra Firme: «Y
esta yerba es la misma coca que en las
provincias del Perú es tan preciada,
como parece por testimonios de reli-
giosos y de indios que han venido del
Perú que la vieron y conocieron en la
dicha isla de Cuba y con mucha abun-
dancia?» (i).
Deslindados, aunque someramente,
los orígenes de las noticias del antiguo
Perú recopiladas por Las Casas en la
más genial y apasionada de sus obras,
no huelga que expongamos nuestro
parecer acerca de su valor documental
y del provecho que pueden reportar á
la historia y protohistoria de aquel fa-
moso imperio en la forma y manera
que el recopilador nos las ofrece.
Respecto á las procedentes de las
relaciones de Estete, Xerez y de la cró-
nica de Cieza de León, y a sabemos á

(i) Apoiog., cap. 167.


XVIII PRÓLOGO

qué atenernos, pues conocemos los


originales y estamos acostumbrados
á la autoridad de que gozan hace si-
glos; y en cuanto al P. Molina, aunque
apasionado, es testigo presencial de lo
que narra.
Las restantes, que son las más y me-
jores, hay que recibirlas con su cuenta
y razón; porque es casi indudable, que
antes de pasar á las páginas de la Apo-
logética, tuvieron que sufrir modifica-
ciones más ó menos esenciales á fin de
acomodarse á la intención y delibera-
do propósito de demostrar con ellas la
suprema excelencia de las razas ame-
ricanas y ponerlas, no al nivel, pero
encima de las más famosas del antiguo
mundo. El traslado de los textos de
Cieza y Molina confirma nuestra supo-
sición y nos ofrece á mayor abunda-
miento una prueba de las demasías del
fanatismo apologético del Apóstol in-
diano, en las descripciones de los mo-
numentos arquitectónicos y otras obras
de arte de los primitivos peruanos.
PRÓLOGO XIX

Para el representaban lo más ostento-


so, estupendo y sublime de esa ma-
nifestación del espíritu humano; la se-
renidad y gracia divinas de los templos
griegos, la abrumadora magnificencia
de las fábricas romanas, el místico
idealismo de nuestras góticas catedra-
les y el encanto y primor exquisitos
de los alcázares sevillanos y granadi-
nos, ni un recuerdo le merecen al en-
tusiasmarse con los bárbaros muros
ciclópeos de la Casa del Sol, aforrada
de toscos y pesados tablones de oro
y techada de paja.
Conviene también que reparemos en
el método expositivo de la sucesión y
relaciones cronológicas y otras más
intimas de los fenómenos y manifesta-
ciones de la antigua sociedad peruana,
máximamente en la era de los Incas,
apogeo de su cultura, en concepto de
casi todos los que recogieron á raíz de
Ja conquista y en tiempos inmediatos
y elevaron á historia, las tradiciones y
leyendas tomadas á boca de los hijos,
XX PRÓLOGO

deudos, cortesanos y servidores de


aquellos monarcas. Y o no dudo en que
estos celosos investigadores las trasla-
daron concienzudamente al papel ó
las fiaron sin segunda intención á su
honrada memoria; pero lo cierto es
que en los escritos suyos llegados has-
ta nosotros se notan dos maneras dife-
rentes, y por lo regular bien definidas,
de exponer los hechos más culminan-
tes y trascendentales de la vida y cul-
tura de la raza inqueña. Unos los acu-
mulan en un solo reinado, el de Hui-
racocha, el de Pachacútec ó el de Tú-
pac-Inca-Yupanqui, dejando á sus as-
cendientes (salvo el gran Manco-Cá-
pac, á quien rodean casi siempre las
prestigiosas nieblas de la fábula) en la
semioscuridad de la insignificancia, y
para sus descendientes el oficio de me-
ros continuadores del estado de cosas
que encontraron al ceñir á sus sienes
la mascapaicha ó borla imperial, y sin
otra obligación, demás de ésta, que la
de extender á los cuatro suyus ó rum-
PRÓLOGO XXL

bos cardinales, por medio de amiga-


bles anexiones ó por la fuerza de las
armas, el territorio del imperio, la re-
ligión solar y la sagrada y servil obe-
diencia, con los cuantiosos provechos
que le correspondían como hijo del
astro más luminoso del cielo. Otros re-
parten los hechos y adelantos realiza-
dos por la dinastía de Manco entre los
diferentes soberanos, siguiendo una ley
ascendente ó progresiva, con la cual se
acomoda mejor (ó se contenta) nuestro
moderno criterio y se libra de meterse
en más honduras y tiene lo suficiente
para asentar un fundamento razonable
de la paleohistoria peruana.
Por desgracia, nuestro obispo, ó los
autores de los documentos que apro-
vechó, siguen el primer camino; pero
en compensación, Las Casas es de los
pocos que conceden importancia, si
bien no toda la debida, á los pueblos y
sociedades gobernadas por curacas, sin-
chis y otros reyezuelos con mucha an-
terioridad á la época de los Incas, sin
XXII PRÓLOGO

caer en las ridiculas exageraciones y


devaneos pseudo-bíblicosdel Licencia-
do Don Fernando de Montesinos.
Estas generalidades con más aparien-
cia que realidad de crítica, son, en mi
concepto, las únicas observaciones que
acerca de los capítulos de la Apologé-
tica relativos al Perú, caben en tan es-
trecho lugar como un prólogo que tie-
ne que acomodarse á las imprescindi-
bles condiciones de nuestra edición.
Por otra parte, descender al examen,
cotejo y apreciación de todos los ma-
teriales nuevos ó viejos parala historia
que puedan contener, sería dar princi-
pio, sin poder darle fin, á un estudio
largo, minucioso, dificilísimo. El con-
tingente tributado por Las Casas con
su Apologética á la antigua historia del
Perú, constituye una pequeña, aunque
valiosa, porción del tesoro que posee-
mos, fruto de pacientes é ignoradas in-
vestigaciones. Cuando se logre agru-
par estos materiales en un solo y or-
denado conjunto , cuya forma nos
PRÓLOGO XXIII

ahorre tiempo, paciencia y , además,


hipótesis, probabilidades, suposiciones
y otras aventuras del ingenio , será
ocasión de avalorar equitativamente y
sin cargos de conciencia la certidum-
bre, duda ó falsedad, importancia y
utilidad histórica de los hechos y la fe
y autoridad que merecen el documen-
to ó la persona por donde los conoce-
mos. Otra cosa es gastar el tiempo en
ejercicios de habilidad y de fantasía,
que, si para algo sirven, es para fingir
reputaciones y hacer alardes, interesa-
dos ó inocentes, de saber lo que se
ignora.

Al señalar hace poco algunas dedu-


ciones de la lectura de la Apologética
como fuertes indicios, casi pruebas, de
que su autor no estuvo en el Perú, no se
rae ocultaba que iba á encontrarme
frente á frente con tres textos muy gra-
ves y celebrados: la Historia de la pro-
vincia de San Vicente de Chiapay Gua-
temala, etc., por el Presentado Fr. A n -
XXIV PRÓLOGO

toniode Reraesal, y dos biografías de


Las Casas, una por el Sr. Carlos Gutié-
rrez, guatemalteco expatriado y muerto
harádos ó tres años en Donostiarra, otra
por el Excrno. Sr. D . Antonio María
Fabié, exministro reciente de Ultramar.
En realidad de verdad, insistir, des-
pues de leídos los capítulos titulados
De las antiguas gentes del Perú, en la
demostración de que Las Casas no puso
jamás los pies en esta tierra, tiene algo,
y aun algos de lo que llaman nuestros
vecinos enfoncer une porte ouverte. Mas,
por deferencia, por consideración á la
insigne trinidad biográfica (tres bió-
grafos distintos y uno solo verdadero),
he de hacerme cargo de su razones,
siquiera sea para rectificarlas ó com-
batirlas, pues que pasarlas en silencio
fuera afectado é irrespetuoso desden
que nuncan merecerían, por malas que
pareciesen, viniendo de tan alto. Y
como para mí el solo verdadero es el
P. Remesal (dicho sea sin menoscabo
de la reputación literaria de los otros
PRÓLOGO XXV

dos), con él voy á tratar directamente


de la jornada de Fr. Bartolomé, sin
perjuicio de acudir, cuando el caso lo
exija, á los Sres. Gutierrez y Fabié.
Para lo cual, ya que dichos señores,
aunque devotos obsecuentes del cro-
nista dominico, trasladaron á sus bio-
grafías con cierta negligencia y no con
toda religiosidad el texto que los guia-
ba, es preciso poner anticipadamente
ante los ojos los dos párrafos que aquel
consagra al apostólico viaje de su her-
mano , en el cap. I V del lib. III,
págs. 104 y 105 de la citada Historia;
no sin advertir, empero, para más cla-
ra inteligencia de su contenido y bajo
la fe del mismo cronista, que el objeto
del viaje de Las Casas era notificar con
toda urgencia á los capitanes D. Diego
de Almagro y D. Francisco Pizarro,
ocupados á la sazón en la conquista
del Perú (1), una cédula que habia ob-

(1) Que liabian sojuzgado al poder (sic) de Es-


paña (en 1530!!), dice el Sr. Fabié.
XXVI PRÓLOGO

tenido para ellos sobre la libertad de


los indios á fuerza de sermones, ale-
gatos y luchas diplomáticas en Corte,
durante seis meses del año de 1530 (1);
cédula «que está (habla Remesal) en
»el primer tomo de los cuatro que p o r
»orden del rey Prudente se imprimie-
»ron del gobierno de las Indias».
Dicen los párrafos anunciados:
« 1 . — T o d o s los religiosos [Fr. Bar-
tolomé de las Casas, Fr. Bernardino d e
Minaya y Fr. Pedro de Angulo] salie-
ron de México á principios del año
de 1531, y habiéndose de embarcar
en el puerto de Realejo, que es en la
provincia de Nicaragua, les fué forzoso
pasar por la ciudad de Santiago de los
Caballeros de Guatemala. Aposentá-
ronse en el convento de Santo Domin-
go, que habia un año que estaba sin
morador, causándoles mucha lástima
aquellas paredes desiertas en tierra tan

(i) Remesal, ob. cit. , lib. Ill, cap. Ill,


pág. 103.
PRÓLOGO XXVII

necesitada de predicación y dotrina.


A la voz de que habia frailes en el
convento de Santo Domingo, acudió
toda la ciudad á verlos y á saber la
causa de su venida. Pero cuando se
encontraron con el Padre Fr. Bartolo-
mé de las Casas, continuo fiscal de
conquistadores, se les aguó el conten-
to que llevaban, porque entendieron
que traia algunas cédulas y provisio-
nes reales contra ellos, que el servicio
de los esclavos no les tenia muy se-
guras las conciencias, y de cualquier
aire se temían. Con todo eso, c o m o
discretos, disimularon y mostraron gus-
to con tan honrados huéspedes, y mu-
cho mayor y con más exceso sin disi-
mulación ni fingimiento alguno el Li-
cenciado Francisco Marroquin, cura de
la parroquial de aquella ciudad, que
como tan letrado y buen cristiano, de-
seoso del bien de los naturales, se hol-
gara harto que salieran ciertos los mie-
dos de los feligreses. En el discurso de
la conversación se supo el viaje de los
XXVIII PRÓLOGO

Padres, que era al Perú, á fundar con-


ventos y predicar en la tierra, y c o m o
110 dijeron más, todos se convertían en
ruegos y plegarias que se quedasen
allí en donde y a tenían convento fun-
dado y la tierra sosegada y pacífica
(cosa que aun no se habia alcanzado
en el Pirú) y con mucha necesidad de
dotrina. Instaba más en esto el Padre
Cura, no entendiendo cuan imposibili-
tados iban los Padres de darle gusto.
Súpose esto en la ciudad y contentá-
ronse con detenerlos quince dias, en
que el Padre Fr. Bernardino de Minaya
les predicó tres sermones de grande
espíritu y edificación; y de cuanto fru-
to hayan sido, lo vi escrito en un me-
morial del Obispo Marroquin (i). Apre-

(i) Con efecto, el obispo Marroquin escri-


bió este memorial y habla de él al Emperador
en una de sus cartas del año de 1537; por cierto
que nombra en ella al A p ó s t o l de los indios un
Fr. Bartolomé dé las Casas; prueba que no le co-
nocía tanto como supone Remesal. Despues pa-
rece que le conoció mejor.
PRÓLOGO XIX

suraba el P. Fr. Bartolomé de las Ca-


sas su jornada, porque en el prevenir
los capitanes del Pirú antes que toma-
sen posesion de hacer esclavos, tenia
librado todo el buen suceso de la jor-
nada, y P ° r esto se salió de la ciudad
mas presto que los vecinos quisieran.
Al fin se partieron dejando el convento
tan solo como le hallaron, despues de
haber sido muy regalados de la gente
noble, que con gran liberalidad les dió
todo lo necesario para el camino.»
«2.—Llegaron al puerto del Reale-
jo, y fué á tan buena ocasion, que se
estaba apercibiendo un navio para el
Pirú que llevaba gente y bastimentos á
Diego de Almagro y D o n Francisco
Pizarro, y con solos veinticuatro dias
que se detuvieron, se embarcaron en él;
lo cual no fuera así á decir el despacho
que llevaban, porque como la mayor
riqueza de aquellos reinos era el trato
de los esclavos, no permitieran ir en
su compañía quien les iba á quitar su
Ínteres y ganancia. Notificada la cédu-
XXX PRÓLOGO

la real á los dos capitanes, prometie-


ron de guardarla y obedecerla como
en ella se contenia y la publicaron por
todo el ejército con mucho ruido de
pifaros y atambores, añadiendo penas
á las que traia expresadas para poner
más puntualidad en su ejecución y
guarda; porque como aquella conquis-
ta no se hacia á costa del R e y , sino de
D o n Hernando de Luque, que era y a
obispo de Panamá, y de los dos D i e g o
de A l m a g r o y D o n Francisco Pizarro,
para mostrar su fidelidad al R e y de
Castilla, y cómo, aunque peleaban y
ganaban la tierra á su costa, le eran
obedientes vasallos, se esmeraron siem-
pre en obedecer todo lo que se les
mandaba, aunque fuese tan contra su
gusto é Ínteres como esto. Hecha esta
primera diligencia, trató el P. Fr. Bar-
tolomé de las Casas de la segunda co-
misión, que era fundar conventos y
asentar la orden para la enseñanza de
los naturales en aquella tierra; y des-
pues que comunicó este intento con
PRÓLOGO XXXI

Fr. Vicente de Valverde, varón doctí-


simo y de gran virtud, que estaba nom-
brado por primer obispo de aquella
tierra, y con el P. Fr. Reginaldo de
Peraza, vicario general de los Padres
de Santo Domingo, que andaban en
compañia de los españoles, viendo que
las cosas estaban poco sosegadas, por
no se haber acabado la conquista, y
los indios alterados por las guerras y
muerte de su gran señor Atabaliba, tú-
vose por buen consejo volverse á la
provincia de Santa Cruz ó á la Nueva
España hasta que la tierra del Pirú se
acabase de pacificar. Algunos religio-
sos que andaban con los conquistado-
res estaban muy descontentos por la
poca seguridad que traían de la vida,
los incomportables trabajos de la con-
quista y la poca esperanza que se tenia
que en breve se dispondrian las cosas
de modo que la predicación del Evan-
gelio se comenzase con la paz y so-
siego que se requiere en el alma de
quien la ha de recibir; y viendo la de-
XXXII PRÓLOGO

terminación del P. Fr. Bartolomé de


las Casas y sus dos compañeros, la
abrazaron ellos también y se embarca-
ron juntos para Panamá; á donde, des-
pues de haberse detenido algunos dias,
se vinieron al puerto del Realejo, que
es en la provincia de Nicaragua, dos
meses andados del año de 1532.»
Aquí viene de molde aquello de «va-
mos por partes, >> porque lo que hay
que decir y preguntar de cada una de
las del texto de Remesal no puede re-
ducirse á conjunto ni expresarse en tal
forma.
Si era tan apretada y el único des-
velo del impaciente procurador de los
indios la urgencia de notificar la cédu-
la, á tanta costa lograda, á los capitanes
Pizarro y Almagro, que debian hallar-
se y a en Panamá, ¿por qué en vez de
tomar el camino más corto y ordina-
ria y frecuentada travesía de la Isla Es-
pañola á Nombre de Dios, dió el in-
menso rodeo por México, Guatemala y
Nicaragua para embarcarse en el Rea-
PRÓLOGO XXXIII

lejo y navegar despues hasta su en-


cuentro con los conquistadores del
Perú? ¿O por ventura en aquella sazón
le importaron más las cuestiones elec-
torales de su Orden que la libertad de
los indios peruanos?
Me resisto á creer que fuese tan ex-
clusiva, particular y limitada á dichos
caudillos su misión apostólico-política,
que no pudiera utilizarla ni hacer valer
el carácter y autoridad de que le re-
vestía la sola circunstancia de llevarla,
contra los mercaderes y tratantes de
esclavos indígenas de Nicaragua, que
descaradamente y á vista del legado y
vicario dominico, y con el mismo bar-
co en que se conducía á su destino se
entregaban á su inicuo comercio. Pre-
cisamente por aquellos años en ningu-
na parte de las Indias era tan escan-
daloso el cabotaje de estas piezas de
mercancía como entre Nicaragua y Pa-
namá. Diríase que el ardentísimo celo
de Las Casas sufria intermitencias opor-
tunistas. Así lo creo yo, como que la
XXXIV PRÓLOGO

humanidad del «gran padre y media-


nero de los indios,» como le llamaba
Fr. Pedro de Angulo, no llegaba al ne-
gro ni alcanzaba al blanco.
Dice el P. Remesal que Fr. Bartolo-
mé y sus adláteres partieron de Méxi-
co para su legacía á principios del año
I 5 3 I ¿Cómo compaginar esta partida

con la elección en la Española del Pro-


vincial Fr. Francisco de S. Miguel y la
rebelde agitación que produjo entre los
dominicos de aquella ciudad, apacigua-
da gracias á la prudencia de Las Casas,
sucesos ambos acaecidos en los meses
de agosto á noviembre del mismo año
de 1531?
Gran salto da el cronista dominica-
no del Realejo á la notificación de la
cédula; no hubieran estado demás el
nombre del paraje y la fecha en que la
notificó á los dos capitanes, pero sin
duda no se atrevió con las serias difi-
cultades que el caso ofrecía. Primero,
porque clon Francisco Pizarro salió d e
Panamá á principios del año de 1531 y
PRÓLOGO XXXV

tardó todo él y más de la mitad del si-


guiente en llegar á los límites septen-
trionales del verdadero Perú. En agos-
to de 1532, cuatro meses despues del
regreso de Las Casas al Realejo, el
conquistador no había pasado de Túm-
bez. Segundo, porque Diego de Alma-
gro, el otro capitan, se quedó en Pana-
má, y no le acompañó en esta jornada.
Los dos socios principales de la Con-
quista no se reunieron hasta mediado
el mes de febrero de 1533, en Caxa-
marca.
El Maestre-escuela de la Iglesia de
Tierra Firme, Fernando de Luque, el
consocio de Pizarro y de Almagro, no
era ya, porque nunca lo fué, obispo
de Panamá: la silla episcopal que obtu-
vo por la capitulación de la conquista
del Perú, en cambio de los dineros con
que ayudó á la empresa, fué la de Túm-
bez, en la que no llegó á sentarse.
Mal pudo tratar Las Casas con Fray
Reginaldo de Pedraza (no Peraza) y el
doctísimo y virtuoso varón Fr. Vicen-
XXXVI PRÓLOGO

te de Valverde que estaba ya nombrado


por primer obispo de aquella tierra, el
nogocio de la fundación de los conven-
tos, toda vez que el ferviente catequis-
ta y juez criminal de Atauhuállpac no
obispó hasta el ano de 1535, ocupando
la sede eclesiástica peruana trasladada
de Túmbez al Cuzco.
No pudieron tampoco ser obstáculo
á la fundación de conventos en el Perú
y motivo del regreso de Las Casas y
de sus compañeros, en unión con los
Padres dominicos que andaban descon-
tentos con los trabajos de la conquista
y poca seguridad de la vida, las alte-
raciones de los indios ocasionadas de
las guerras y muerte de su gran señor
Atabaliba, porque este fué agarrotado
por el mes de agosto de 1533 (1). Y

(i) Según el P . Juan de Velasco \HisU ant. de


Quito) en 29 de dicho mes; pero como ese día
es el de la D e g o l l a c i ó n de S. Juan Bautista, y dice
el Padre que p o c o antes de morir le bautizó F r a y
Vicente Valverde con el nombre de Juan, y el
PRÓLOGO XXXVII

acompañando á Pizarro y su gente por


el tiempo en que, al decir de Remesal,
se hallaba con ellos Las Casas, no ha-
bía más que dos frailes dominicos de
los seis que el gobernador del Perú
sacó de España: su vicario Fr. Reginal-
do de Pedraza y Fr. Vicente de Val-
verde; de los cuatro restantes, que fue-
ron Fray Tomas de Toro, Fr. Alonso
Púrgales, Fr. Pablo de la Cruz y Fray
Juan de Yepes, uno no llegó á Tierra
Firme, dos quedaron en Nombre de
Dios, y el otro regresó á España. Fray
Reginaldo se volvió á Panamá por fe-
brero de 1532, y habiendo enfermado,
murió allí el 29 de mayo siguiente.
El Sr. Fabié, comprendiendo la ab-
soluta imposibilidad de convenir las
fechas de la elección de Fr. Francisco
de S. Miguel y de las turbulencias la-

nombre que llevó realmente para la otra vida fué


el de su matador D o n Francisco Pizarro, no me
fio de la fecha, que parece coincidencia buscada
para misterio.
XXXVIII PRÓLOGO

mentables que produjo entre los do-


minicos de México, con la partida de
Fr. Bartolomé para tierras peruanas,
traslada este suceso á los principios
del año siguiente de 1532; mas sin caer
en la cuenta de que, dejando, como
deja, su regreso al Realejo en marzo
del propio año, rebajando los treinta
y nueve días de estada en Santiago de
Guatemala y en aquel puerto y otros
pocos en Panamá, quedábales al por-
tador de la cédula y compañeros para
acabar con su doble y larguísima jor-
nada, menos de una quincena. Y en ese
tiempo, á la verdad, apenas si los An-
geles de Isaías (líe, Angelí veloces, etc.),
de que tanto han abusado nuestros
misioneros en América, hubieran po-
dido cumplir con el encargo.
Otra alteración introduce el Sr. Fa-
bié en el relato del P. Remesal, que
dudo mucho quepa dentro de las atri-
buciones de un historiador que afirma
ó niega al amparo y bajo la responsa-
bilidad de otro á quien sigue y copia,
PRÓLOGO XXXIX

pues no es de pura forma, sino que


afecta esencialmente al sentido, valor
é intención del testimonio aducido. Re-
fiérome á la muerte de Atauhuállpac,
de que hace caso omiso el ilustre bió-
grafo del Apóstol de los indios. Es
evidente que aliviadas aquellas pági-
nas de la crónica chiapense de este
enorme anacronismo, resulta más en
ayuda del que las aprovecha ; pero
también lo es que con enmiendas y re-
formas de esa clase, cualquier texto
sirve para un apuro.
Más cauto el Sr. Gutierrez, no entra
en terreno tan dificultoso é inseguro
como la narración del Cronista domini-
co, sin prevenirse con la condicional de
parece, con dejar las fechas en vago y
confesar ademas lealmente que el pe-
ríodo de la vida de Las Casas (desde
15 30 hasta el regreso á Nicaragua) « es
asaz oscuro» y que «ni los escritores
sus contemporáneos ni los que han
venido despues nos ayudan mucho
para aclararlo.» Y tan oscuro!; como
XL PRÓLOGO

que el buen Padre anda á tientas y sin


poder topar con el apóstol viajero, ni
en aquel período, ni en otros posterio-
res en que ejercitaba su ardentísimo
celo por tierras y entre indios que co-
rrespondían á la jurisdicion de la Cró-
nica de Chiapa y Guatemala.
Escribe Remesal, y con lo escrito se
conforman los Sres. Gutierrez y Fabié,
que en el año de 1534 intentó Las Ca-
sas un segundo viaje apostólico al
Perú, que se frustró á causa de las ma-
las condiciones del barco y de una fu-
riosa tormenta que no le dejó pasar de
la mitad del camino; y que en el mis-
mo año (no dice si á la ida ó á la vuel-
ta) (1), en L e o n de Nicaragua se opu-
so con su característica energía á
cierta expedición proyectada por el
gobernador Rodrigo de Contreras. L a

(1) Pero Antonio de H e r r e r a , que esta v e z


muestra conocer el asunto, asegura que despues
de su cuestión con R o d r i g o de Contreras, L a s
Casas se vino á Castilla.
PRÓLOGO XLI

tentativa es cierta; refiérelo el mis-


mo Las Casas; el año no, porque fué
en 1536, como consta por informacio-
nes actuadas en aquella ciudad en 23
de marzo, 30 de junio y 23 de agosto
de dicho año. Contreras, en cumpli-
miento de mandato real, proyectaba y
disponía una expedición al descubri-
miento del ri©- San Juan ó Desaguade-
ro de la laguna de Nicaragua. Las Ca-
sas intentó disuadirle de la empresa,
declamando ser en deservicio de Dios
y de S. M., haciéndose, como era cos-
tumbre, por soldados bajo la conducta
de un capitan. Que solamente seria
lícita dirigiéndola él, poniendo á sus
órdenes cincuenta hombres sin más
capitan, con los cuales se obligaba á
hacerla. El gobernador no vino en
ello, si bien invitó á Las Casas á que
fuese en la jornada como él la habia
ordenado; y Fr. Bartolomé se negó y
desatóse contra él en los púlpitos y ex-
comulgó á cuantos fuesen á la jornada.
En la tercera de las informaciones,
XLII PRÓLOGO

la de 23 de agosto, ha y testigos que


coneuerdan en sus declaraciones y
confirman ciertos hechos que conviene
consignar aquí, á saber: «que habrá
dos meses, F r a y Bartolomé de Las
Casas y otros frailes dominicos, que
estaban en el monasterio de San Fran-
cisco (de León), quisieron irse, desam-
parando y dejando sólo el monasterio.
Porque no lo hiciesen, fueron á hablar
á Casas y su compañero Fray Pedro
de Angulo, de parte del gobernador,
los alcaldes Mateo de Lazcano y Juan
Talavera, y los regidores íñigo Martin,
Juan de Chaves y el bachiller Guzman.
Viéndoles empeñados en irse, les ro-
garon que siquiera dejasen á F r a y Pe-
dro para doctrinar los indios, y no qui-
sieron, y se fueron aquella tarde sin te-
ner causa ni razón, pues se les ofreció
se les daria todo lo necesario, como
personas móviles y deseosos de mu-
danzas y novedades. Y así quedó el
monasterio, retablo é imágenes des-
amparados. »
PRÓLOGO XLIII

Se asemeja tanto este paso y suce-


dido á lo que Remesal cuenta del trán-
sito de Las Casas y de sus compañeros
los padres Angulo y Minaya por San-
tiago de Guatemala el año de 1531,
que estoy por asegurar que éste es una
imitación de aquél.
No quiero meterme en el laberinto de
rectificaciones que los documentos ci-
tados y otros que por la brevedad no
cito, me sugieren. Me contento con
que el lector, después de fijarse en las
fechas, las compulse con las biografías
compuestas por los Sres. Fabié y Gu-
tiérrez, los cuales, á mi juicio, al tomar
para ellas como señuelo, y seguirla
como guía y baquiano la Crónica de
Remesal, no han reparado lo bastante
en que es modelo de literatura monás-
tica; de esa literatura cultivada, por re-
gla general, en el retiro de una celda,
' con la atención del espíritu fija cons-
tantemente en la mayor gloria de la
Orden y en que sus méritos superen
los de las otras, procediendo en la pía-
XLIV PRÓLOGO

dosa labor por el método de estáticas


contemplaciones, trasportes y arreba-
tos místicos y otras ausencias de la
realidad, que privan de la vista y per-
cepción de las cosas más vulgares y
corrientes en el mundo de los pro-
fanos.
La relación original del lance por
donde se ha sabido del segundo viaje
desgraciado de Las Casas al Perú, di-
fiere en algunos pormenores de la pu-
blicada por Remesal, y voy á trasla-
darla, no por este solo motivo, sino
también por otro de más importancia.
«Yo vide un plático soldado muy
»solenne tahúr, y que según presumía-
nnos iba con otros muchos á robar
»los indios á los reynos del Perú. An-
idando que andábamos perdidos por
»la mar, acordamos de echar suertes
»sobre qué camino tomaríamos, ó para
»ir al Perú donde él y los demás iban,
»porque bullía el oro, allí endereza-
»dos, sino que nos era el tiempo con-
»trario, ó á la provincia de Nicaragua, »
PRÓLOGO XLV

»donde no habia oro, pero podíamos


»más presto y matar la hambre allí
»llegar. Y porque salió la suerte que
»prosiguiésemos el camino del Perú,
»rescibió tanta y tan vehemente ale-
»gría, que comenzó á llorar y derra-
»mar tantas lágrimas como una monja
»ó muy devota beata, y dijo: «Por
»cierto no me parece sino que tengo
»tanto consuelo como si agora acaba-
»ra de comulgar;» y otra cosa no ha-
»cia en todo el día sino jugar á los
»naipesy tan desenfrenadamente como
»los otros. L o s que allí veníamos, que
»deseábamos salir de allí donde quiera
»que la mar nos echara, vista la causa
»de sus lágrimas, reyamos de su gran
»consuelo y devocion.»
En este pasaje, ó por mejor decir,
en que el Padre Remesal afirma que
Las Casas lo consignó en su Historia,
y suponiendo que el Padre se refiere á
la Historia general, funda el Sr. Fabié
su opinion de que llegó á escribirse el
libro IV de ésta; «el cual—son sus pa-
L PRÓLOGO

»labras—aunque hasta el presente no


»ha parecido, de seguro lo dejó escrito
»(Las Casas), pues no puede menos de
»referirse á él Rcmesal, cuando dice
»que Las Casas contó en su Historia
»general los grandes trabajos que pasó
»en la navegación que hizo el año de
»1533 {sic) de Nicaragua al Perú, que
»no pudo tener cumplido efecto, por-
»que le obligaron los temporales á vol-
»ver de arribada al punto de salida (i).»
La deducción es lógica 7 lo sería
mucho más si en vez del adjetivo ge-
neral hubiera aplicado á la Historia el
de apologética, de cuyo capítulo 180
he sacado la copia de más arriba (2).

Pero, entretenido en la castigación de

(1) Vida 7 escritos del F. F. fí. de Las Casas. —


L i b r o primero, cap. VII, al fin.
(2) Apol. historia, etc., f.° 5 7 3 . — M S . c l ó g .
Conviene advertir, que Las Casas trae á cuento
el lance del tahúr, no para hablar de su segundo
viaje al Perú, sino para definir los diferentes
afectos que dan origen á las lágrimas.
PRÓLOGO LI

los descuidos del P. Remesal con vul-


garidades de la historia de la conquis-
ta del Perú .y Tierra Firme, y en epi-
sodios, que, aunque parezcan inoportu-
nos, al cabo han de redundar en el
mejor conocimiento de la vida y suce-
sos del autor de la Apologética, casi
me estoy olvidando de averiguar lo
que hay de cierto en la más importan-
te de las afirmaciones del cronista to-
cantes al viaje de Las Casas de 1531
ó 32, pues en el hecho en que la funda
estriba su causa principal, á saber, la
existencia de la cédula para Pizarro y
Almagro á tanta costa obtenida y que
era urgentísimo notificarles. La cual,
dice el cronista, «está en el primer
tomo de los cuatro que por orden del
rey Prudente se imprimieron del go-
bierno de las Indias para que los oido-
res y jueces las tuviesen ordinarias
para gobernar y sentenciar por ellas
como por leyes llenas de toda razón y
justicia.» En la Bibloteca Pinelo-Barcia
hay un artículo de las Leyes y Orde-
XLVIII PRÓLOGO

nansas nuevas hechas por S. M.para


la gobernación de las Indias, y buen tra-
tamiento dé los indios, que se han de
guardar en el Consejo y Audiencias rea-
les que en ellas residen y por todos
los otros gobernadores, jueces y perso-
nas particulares de ellas. En Madrid,
en casa de Francisco Sánchez.—
Si el P. Remesal se refiere á esta obra,
como parece indicarlo la semejanza
del título á la cita, nada puedo afirmar
ni negar sobre aquel documento, por-
que no la conozco ni sé de nadie que
la haya visto, ni en la Biblioteca se ex-
presa el número de tomos de que se
compone (i); y aunque, como poco

(i) Confirmando el aserto del P . Remesal,


dice el Sr. Fabié que la «La cédula obtenida
p o r L a s Casas, forma parte del primer volumen
d é l a coleccion de Leyes de Indias, obra inmortal,
inspirada en la más elevada sabiduría, etc.» No
sé porque se me antoja que esos elogios van en-
derezados á la llamada ordinariamente Recopila-
ción de leyes de Indias, que el P . Remesal no pudo
conocer, porque murió mucho antes de que se pu-
PRÓLOGO XLIX

antes dejo demostrado, las afirmacio-


nes del Padre dominico no son siempre
exactas, en el caso presente sólo me
corresponde admitir como cierto un
hecho que asegura con terminantes pa-
labras. Pero esto no impedirá que ma-
nifieste mi extrañeza al no hallar siquie-
ra una cédula, carta ó provision dirigi-
da á Pizarro y Almagro en otra colec-
ción legislativa también sobre Indias,
copiosísima,publicada con caracter ofi-
cial, en cuatro tomos, once años despues,
ó sea en el de 1596 (1). Únicamente en

blicase p o r primera vez. Allí, no recuerdo en qué


tomo, porque su número varía con la edición,
se registra una cédula de 2 de agosto de 1 5 3 0 ,
pero englobada y confundida con otras simi-
lares en la L e y primera, tít. II, del lib. VI, sin
que sea posible descubrir á quien iba dirigida.
(1) Libro primero de provisiones, cédulas, capí-
lulos de Ordenanzas, instrucciones y cartas, libradas
y despachadas en diferentes tiempos por Sus Mages-
tades [de los R e y e s Católicos á Felipe II], con
acuerdo de los señores presidentes y de su Consejo
real de las Indias que en sus tiempos ha habido, to-
cantes al buen gobierno de las Indias y administra-
4
L PRÓLOGO

el cuarto, á la sección correspondiente,


titulada: Provisiones, cédulas, capítulos
de las nuevas leyes y de cartas despacha-
das en diferentes tiempos, para que ios
indios sean libres y no esclavos, y pone-
se asimismo la P E R M I S I O N Q U E S E D A B A
E N L A S C O N Q U I S T A S , para que se sepa
y entienda su principio (p. 361), se re-
gistra una provision fecha en Madrid
á 2 de agosto de 1530, «mandando
que no se pueda cautivar ni hacer es-
clavo á ningún indio»; pero es general
para las tres Audiencias, gobernadores,
alcaldes mayores, regidores y demás"
autoridades y justicias y personas par-
ticulares de todas las Indias, islas y
tierra firme del mar océano. Las que

don de la justicia tn ellas. Sacado todo ello de los li-


bros del dicho Consejo por su mandado, para que
se sepa, entienda y tenga noticia de lo que cerca
deilo está proveído despues que se descubrieron las
Indias hasta agora. En Madrid en la Imprenta
Real. M.DXCVI. 4 tomos. H e consultado dos
ejemplares de esta obra.
PRÓLOGO LI

atañen al Peru son muy posteriores al


año de 1530.
¿Se suprimió en esta coleccion cédu-
la tan importante como la mencionada
por Remesal?; y en ese caso, ¿por qué
se dejaron otras casi insignificantes?
En cuanto á la urgencia é impres-
cindidible necesidad de que Las Casas
notificara personalmente la cédula á
los conquistadores del Perú, téngolas
por pura candidez, aunque laudable y
muy propia de un santo varón, alejado
del tráfago mundanal y algo distraído,
como lo era el cronista de Chiapa y
Guatemala. ¿No estaban allí para noti-
ficarla la Audiencia de Santo Domingo
y el gobernador ó alcalde mayor de
Panamá? ¿Cuándo se ha visto, habien-
do autoridades competentes para ejer-
cer una función que les es propia, en-
cargársela á un simple fraile, que en-
tonces no tenia, ni con mucho, la fama
y el prestigio que alcanzó despues?
Tampoco se comprenden las prisas
por que Pizarro y Almagro supiesen
LVI PRÓLOGO

que no habían de hacer esclavos á los


indios de su conquista, cuando en las
capitulaciones del primero con la Em-
peratriz hay una, la última, que dice:
«Con condicion que en la dicha paciíi-
»cacion, conquista y poblacion y tra-
atamiento de los indios en sus personas
bienes, seáis tenudos é obligados de
»guardar en todo é por todo lo conte-
nido en las ordenanzas c instrucciones
»que para esto tenemos fechas é se
»hicieren é vos serán dadas en la
»nuestra carta é provision que vos
»mandaremos dar para la encomienda
»de los dichos indios.» Y entre las di-
chas ordenanzas é instrucciones no
faltarían seguramente las de Valladolid
y 23 de enero de 1513, con las acla-
raciones que se les añadieron, y las
impresas por abril de 1514, que se
mandaron circular y circularon por las
Islas y Tierra Firme (1); y acaso la

(1) E n el tomo 75, f.° 3 1 9 , vlt. de la Col. de


D . J. B. Muñoz, se lee el siguiente apunte de su
LVII
PRÓLOGO

provision de Toledo y 20 de noviem-


bre de 1528.
Pues no digamos de la virtud y efi-
cacia de la notificación é intimación en
Indias á la obediencia de un mandato
real. Esa formalidad, por mucho que
fuera el aparato y alardes con que se
cumpliera, era de escasísima eficacia y
de dudosos resultados. Más que notifi-
carla y obedecerla importaba celar su

mano y letra: «En 22 de abril de 1 5 1 4 , se paga


al librero 56 reales de plata por 56 ejemplares de
molde de las Ordenanzas y declaración del buen
tratamiento de los indios. Diéronse los 50 al li-
cenciado Ibarra, y los 6 á gobernador y oficia-
les de Tierra Firme».
Por otros apuntes del mismo Muñoz (ibid.) y
nota del relator L e ó n Pinelo, consta que el li-
cenciado Hernando Ibarra, juez de la Audiencia
de Grados de Sevilla, fué el primer juez letrado
de la Casa de la Contratación desde junio
de 1 5 1 1 , y pasó á la Española por juez de resi-
dencia y repartidor de indios hácia mayo 6 ju-
nio de 1 5 1 4 . Habia ya fallecido en la villa de
Santo D o m i n g o de la Española en 14 de no-
viembre de ese año.
LVIII
PRÓLOGO

cumplimiento allí donde habia de cum-


plirse y al lado de quien debia cum-
plirla, y estar con el ojo al R e y y á su
Consejo de las Indias, por si al servicio
de S. M. convenía revocarla ó disponer
en otra alg-o que empeciese á su obser-
vancia ó la dificultase.
Y justamente acaeció librarse á los
dos años, en 13 de enero de 1532, en
Medina del Campo, otra cédula general
mandando que no se herrasen indios
aunque fuesen esclavos, con lo que re-
sultaron fallidos, el viaje, la urgencia y
la notificación del P. Las Casas. Y á
mayor abundamiento, á 8 de marzo de
1533, se expidió otra cédula para que
los pobladores del Perú pudiesen com-
prar los esclavos que los caciques tu-
viesen. Y si bien es verdad que S. M.
el Emperador la revocó ó anuló con
otra de Fuensalida á 26 de octubre de
1541, no fué porque juzgara que la ley
era injusta, sino por haberse abusado
de ella, como reza el preámbulo, que
con otros preceptos incluidos en la
PRÓLOGO LV

misma obra, convendría que tuvieran


presente los abolicionistas de ocasion
7 ensalzadores de las leyes de Indias
por sólo el código relativamente mo
derno que las resume y recopila de una
manera deficiente y confusa.
«Don Carlos etc. Por cuanto somos
»informados que á causa de estar per-
»mitido que los españoles que han ido
>á conquistar y poblar la provincia del
»Perú pudiesen rescatar y comprar de
»los caciques y principales y otras per-
»sonas naturales de la dicha tierra los
»indios que le son sujetos y tienen por
»esclavos, ha venido en tanto esceso que
»se han hecho muchos esclavos, á cuya
»causa no son tan bien tratados como
»convenia y son obligados, porque los
»dan trabajos demasiados, etc., etc.»
¿En cuál de estas disposiciones, pre-
gunto y o ahora, se vislúmbrala influen-
cia ó se descubre la sombra de un pre-
cepto soberano anterior á ellas, donde
se consignara, sino el derecho de los
indios á su libertad, por lo menos la
LVI PRÓLOGO

terminante prohibición de esclavizar-


los? El mandato real que llevaba Las
Casas á los conquistadores del Perú,
fué, sin duda, un relámpago de huma-
nidad imperial sin más trueno que el
ruido de los pifaros y atambores de
marras.
Mas, concedamos sin reservas ni ci-
caterías que la famosa cédula existió y
constaba donde el P. Remesal asegura;
aun así nos quedan aquellos dos luga-
res de su historia plagados de errores
tan graves y evidentes, que sobran
para desautorizarlos de todo punto y
convertirlos en falso testimonio del mis-
mo caso que refieren: el viaje del
Apóstol de los indios al Perú de 1 5 3 1 a
32, que es en definitiva á lo que vamos.
Del cual, por resumen de cuanto aquí
llevo escrito en su obsequio y como
abreviada expresión de lo que opino
acerca de su autenticidad, diré (ínte-
rin no se aduzcan más pruebas que
aquellos lugares y las biografías com-
puestas por los Señores Fabié y Gutie-
PRÓLOGO LVII

rrcz) que el cronista dominico, con al-


gunas noticias descabaladas é incom-
pletas y el pasillo náutico del soldado
tahúr,hizo de medio viaje unoy medio.

Los capítulos de la Apologética re-


lativos al Perú, han sido utilizados en
parte, pero relativamente muy peque-
ña, por Kingsborough, Torquemada,
el P. Fr. Alonso Fernandez, y no re-
cuerdo si alguien más. L o que el pri-
mero utilizó va señalado en mis notas.
El segundo dice haber conocido el
manuscrito original de la Apologética
cuando éste se hallaba en el convento
de Santo Domingo de México. Le apro-
vechó en especial para los capítulos
siguientes de su Monarquía India-
na. X V I del lib. I X . — De lo que se
ha podido colegir y hallar del modo
del sacerdocio de los reinos del Perú
y sus ministros;» el que trata de las
Mamacunas, sin olvidar el cuento de
la vieja antigua prometida de Huaina
Cápac: y X V I del lib. XII.—«De al-
LVIII PRÓLOGO

gimas de las leyes que usaban las gen-


tes del Pira, etc.» Ei P. Fernandez
tomó para el cap. 12 del libro de su
Historia del convento de San Esteban
de Salamanca MS., varios pasajes de
los caps. 58, 121 y 126, que corres-
ponden al II y VII de nuestra edi-
ción, incurriendo en dos equivocacio-
nes de que, por lo curiosas, convie-
ne estar advertido. Es la una, que le-
yendo en su original pica por piega,
puso en la punta de una lanza la ima-
gen del Sol con sus rayos que los In-
cas tenían en una pieza del templo de
Cusco. La otra, haber confundido a
los tres primeros españoles que entra -
ron en esta ciudad con tres gruesas
planchas de oro de las que adornaban
aquel monumento (p. 16).
La fecha de la Apologética, ó por
mejor decir, de los capítulos que en-
tresacamos de ella, debe ser el año en
que acabó Las Casas los tres primeros
libros de su Historia ge?ieral, esto es,
el de 1561, si nos atenemos al dato de
PRÓLOGO LXIII

la muerte del R e y Huaina Cápac, que


se lee en el párrafo cuarto de nuestro
capítulo XXIII y 257 del ológrafo,pá-
gina 198; pues según la vulgar y más
aceptada opinion (que en este caso te-
nia que ser la misma de Las Casas ó
del religioso ó seglar que le comunicó
la noticia), el padre de Atauhuállpac fa-
lleció en el año de 1525, al saber de
la primera llegada de Pizarro á las cos-
tas de su imperio; y si dicho capítulo
se escribía «más de treinta y cinco
años» despues de este suceso, claro
está que fué en el de 15&1 ó, á lo más,
en el siguiente.

M . J I M E N E Z D E LA E S P A D A .
ADVIÉRTESE que la correspondencia de los
capítulos de esta edición con los del original
ológrafo es c o m o sigue:

1 C O N EL 5 6 . — I I C. 58.—III C. 6 0 . — I V C. 6 5 . —
Y C . 68.—VI C. 6 9 . — V I I C. 1 2 1 Y 126.—VLII
C . 1 3 1 . — I X C. 1 3 3 . — X C. 1 4 0 . — X I C. 1 4 1 . —
XII C. 182.—XIII C. 194.—XIV C. 248.—
XV C. 2 4 9 . - X V I C. 250.—XVII C. 2 5 1 . —
X V I I I C. 2 5 2 . - X I X C. 2 5 3 . — X X C. 254.—
XXI C. 2 5 5 . - X X I I C. 2 5 6 . - X X I I I C. 2 5 7 . —
XXIV C. 2 5 8 . — X X V C. 2 5 9 . — X X V I C. 260.—
XXVII C. 261.

E R R A T A S P R I N C I P A L E S

l'gs. Línea. DICE LEASE

5 ÚLTIMA manera numere.


.41 4 POLLO POLVO.
93 24 MANTOS MANTAS.
97 10 TEMÍANLE TENÍANLE.
TÉSTE, ASÍ, DENTROI É S T E ASÍ DENTRO
1 , 0 3 D E SF, J DE SÍ.
142 12 Y 13 be-lia bel-la.
150 13 de del.
155 19 ieocrico toccrico.
173 1 PINTADOS PLANTADOS.
216 7 INGNA MGNA [MAÑAJ.
226 3 y de y los de.
DECLARACION preliminar del orden
que se observa en la publicación del
presente tratado, ó parte de la A p o l o -
gética historia correspondiente d los
reinos del Perú.

E
s el mismo que sigue el obispo de
C h i a p a s en casi la totalidad de su
obra, á saber: la aplicación de las teo-
rías de la Política ó República de A r i s t ó -
teles sobre la Ciudad, á todas las socieda-
des, agrupaciones ó poblaciones i n d i a n a s ,
procurando demostrar al propio t i e m p o ,
que poseían en más alto grado que las
europeas y asiáticas, las necesarias c o n -
diciones para que su existencia fuese
firme y p e r m a n e n t e .
Propone su plan L a s C a s a s en los ca-
pítulos 42, 45 y 46, y al llegar á este úl-
t i m o , e n u m e r a con el F i l ó s o f o las seis
condiciones, calidades ó partes requisitas
de la Ciudad ó vida social. Pero antes
conviene c o n o c e r las palabras con que da
principio al capítulo 45.
2 DE LAS ANTIGUAS GENTES

«Y p o r q u e para c o m p l i r c o n las necesi-


d a d e s d e la n a t u r a l e z a humana y que la
vida de los h o m b r e s sea c o m p l i d a y per-
f e c t a m e n t e a y u d a d a y s o c o r r i d a d e la s u -
ficiencia d e las c o s a s q u e , p a r a t o t a l m e n t e
n o s ó l o v i v i r , p e r o b i e n v i v i r , le s o n n e c e -
s a r i a s , n o le b a s t a l a p r i m e r a compañía,
c u y a s p a r t e s es e l h o m b r e y la mujer y
los hijos y las posesiones, q u e llamamos
la e c o n ó m i c a , sino que también ha m e -
nester otras cosas que le causen perfecta
s u f i c i e n c i a y le h a g a n la v i d a s e g u r a , p a -
c í f i c a y q u i e t a ; p o r e n d e , t i e n e el h o m b r e
necesidad d e la s e g u n d a c o m p a ñ í a ó so-
ciedad, q u e es l a p e r f e c t a , cuya parte
toda su c a s a es, y p o r c o n s i g u i e n t e ha
m e n e s t e r d e n e c e s i d a d la s e g u n d a ayuda
de q u e a r r i b a e n el c a p í t u l o 42 hecimos
mención, y e s t a es la c i u d a d ó ayunta-
m i e n t o d e h o m b r e s , q u e se h a c e de mu-
chas casas y de barrios m u c h o s .
» P o r esta c o m p a ñ í a s e g u n d a y m u l t i t u d
junta, que llamamos ciudad, como debe
s e r , s e g ú n el F i l ó s o f o , p o r sí m i s m a s u f i -
c i e n t e , p e r f e c t a , se p r o v e e á t o d a s s u s n e -
cesidades, teniendo todo aquello que ha
menester para la v i d a , y p a r a la buena,
segura y tranquila vida; porque por la
v i v i e n d a e n l a c i u d a d ó m u l t i t u d de v e c i -
n o s g r a n d e , el h o m b r e es a y u d a d o y s o c o -
DEL PERÚ. 3

rrido en d o s m a n e r a s : la p r i m e r a , c u a n t o
á las b i e n e s t e m p o r a l e s y c o r p o r a l e s . . . ; la
segunda, c u a n t o á los b i e n e s m o r a l e s . . .
»Así q u e , v i s t o c ó m o e s t a s n a c i o n e s d e s -
tas Indias s o n bien intelectivas y racio-
nales, p o r r a z ó n d e s a b e r b i e n r e g i r y g o -
b e r n a r sus c a s a s , q u e son los primeros
elementos y principios, ó quizá segundos,
de los a y u n t a m i e n t o s y p o b l a c i o n e s g r a n -
des de h o m b r e s , que llamamos ciudades,
i n q u i r a m o s de a q u í a d e l a n t e si l o s o n p o r
r a z ó n de ser s o c i a l e s y n a t u r a l m e n t e in-
clinados, c o m o todos los h o m b r e s , á vivir
en compañía, y en los ayuntamientos
g r a n d e s , si s a b e n ó sabían, antes que á
ellos viniésemos, regirse ó gobernarse.»
E l c a p í t u l o 46 c o m i e n z a d e e s t e m o d o :
«Manifiéstase, p u e s , y queda clara la
s u f i c i e n c i a y p e r f e c c i ó n de las r e p ú b l i c a s ,
reinos y c o m u n i d a d e s destas g e n t e s c u a n -
to es n e c e s a r i o y c o n v e n i e n t e p a r a e n l a s
cosas temporales vivir á su v o l u n t a d y en
abundancia d é l l a s , y así c o n s e g u i r el fin
ú l t i m o y f e l i c e de la c i u d a d ó v i d a s o c i a l ,
c u a n t o s i n fé y v e r d a d e r o c o g n o s c i m i e n t o
de Dios e n e s t a v i d a se s u e l e alcanzar,
que es la paz y conservación en ella
(como dicho es); y p o r c o n s i g u i e n t e , se
averigua la prudencia y b u e n a razón y
h a b i l i d a d d e s t a s g e n t e s p a r a se s a b e r g o -
4 DE LAS ANTIGUAS GENTES

b e r n a r , p o r seis cosas ó calidades ó par-


t e s , q u e s e g ú n el F i l ó s o f o en el 7.0 ( l i b r o ) ,
c a p í t u l o 8 . ° d e l a Política, se r e q u i e r e n n e -
cesariamente, para que cualquier comu-
nidad, pueblo ó ciudad sea p o r sí sufi-
ciente y se p u e d a m u c h o tiempo susten-
t a r . P o r q u e s e g ú n a l l í d e f i n e ( 1 ) , civitas est
multitudo civium quce ad vitam per se
sufficiens est; y en el s e g u n d o libro, capí-
t u l o 7 . 0 (2) d e a q u e l l a o b r a , d i c e : opportet
fsicj rempublicam quce diuturna esse debet,
velle ut omnes partes civitatis constent at-

(1) Lib. 7. 0 , cap. 8.° Pero Las Casas, ó traducía di-


rectamente del griego, ó copiaba de una versión latina
que desconozco; si no es que citaba de memoria. Por-
que su rival y contemporáneo Juan Gine'sde Sepúlveda,
(Aristotelis de República libri VIII, etc. Parisis
M.D.XLVMJ interpreta el pasaje del Filósofo en estos
términos: civitas multitudo est non quaevis, sed cid
copia suppetit (ut saepe dicimusj ad vitam degendam.
(Por cierto que tomo esta autoridad de un ejemplar,
corregido y preparado por el mismo Sepúlveda para
una inmediata edición, que perteneció á González
Barcia y hoy se halla en la Real Academia de la His-
toria.)
La edición de Paris de todas las obras de Aristóteles
Íl63()),ni está conforme con las palabras de Las Casas
ni con las de Sepúlveda: Civitas enim—traduce,—
multitudo est non forté oblata, sedad vitam degen-
dam suis ipsa bonis contenta.
12) Aquí hay un claro en el original que debe lle-
narse con el núm. 7, siguiendo la división de capítulos
de Sepúlveda, ó con el 9, conforme á la edición de Pa-
DEL PERÚ. 5
que in slato suo permaneant. Sin estas, es
difícil y aun imposible por sí ser suficiente
ni perpétuo tiempo d u r a r en su libertad y
felice estado, c o m o añade A r i s t ó t e l e s .
«Estas son: lo p r i m e r o , los l a b r a d o r e s
que cultiven la tierra y le h a g a n produ-
cir los frutos de que es capaz, y así pro-
vean de m a n t e n i m i e n t o s toda la r e p ú b l i c a
y comunidad ó ciudad. L o s e g u n d o , artí-
fices que ejerciten los oficios c o n v e n i e n -
tes y necesarios á la c o m u n i d a d . L o ter-
cero, h o m b r e s de guerra para que la de-
fiendan de los e n e m i g o s exteriores y para
constreñir los interiores, que, no siendo á
las leyes de la ciudad obedientes, turban
y empecen y empiden la paz y fin de la
república. L o cuarto, ricos h o m b r e s para
sus oportunas comunicaciones y c o n m u -
taciones, y también para proveer con sus
haciendas en las guerras. L o q u i n t o y
p r i n c i p a l , según el F i l ó s o f o , s a c e r d o t e s
para servir y ejercitar el c u l t o divino y
ofrecer sacrificio á los dioses. L o s e x t o ,

ris de 1639. Yo he escogido el primero. El texto de S e -


púlveda es á la letra: Nani ut República conservere-
tur, ut ipsas omnes eius partes salvarti et cumcta in
eodem statu permanere velini, oportet.—Y el de la edi-
ción, París de 1639: Oportet enim e am reipublicam
administrandae formam, quae sit salva futura velie „
omneis civitatis parteis & esse & manera easdem.
6 DE LAS ANTIGUAS GENTES

jueces para la utilidad y justicia de los


v e c i n o s q u e e n t r e sí h i c i e r e n c o n t r a t o s ó
conciertos, si acaeciere tener pleitos y
contención.
» Y p o r q u e t o d a s e s t a s seis c a l i d a d e s q u e
h a c e n la ciudad y a y u n t a m i e n t o de gen-
t e s p a r a v i v i r s o c i a l m e n t e , ser p r o v e í d a y
p o r sí s u f i c i e n t e , p r e s u p o n e haberse ya
l a s g e n t e s a y u n t a d o , y de barrios ó vicos
q u e solían s e r ó v e c i n d a d e s de linajes,
constituido lugares grandes ó pueblos
que llamamos ciudades, veamos (antes
que particularicemos de las susodichas
seis partes ó calidades) si tenían estas
g e n t e s destas Indias las dichas poblacio-
n e s y l u g a r e s g r a n d e s d o n d e se r e q u i r i e s e
p o n e r por obra ó que hobiese los oficios
ó d i s t i n c i ó n d e l a s p a r t e s de la c i u d a d y a
nombradas, para por ellas poder argüir
si t e n í a n p r u d e n c i a y h a b i l i d a d y razón
política con que supiesen como hombres
razonables gobernarse, y del fin que se
pretende por los tales a y u n t a m i e n t o s y
comunidades sociales alcanzado, por m u -
c h o y luengo tiempo pudiesen gozarse.
»Que tuviesen p u e b l o s , lugares grandes,
v i l l a s y ciudades y sus c o m u n i d a d e s c o m o
otras políticas gentes, si l o quisiéremos
p r o b a r , n o será m e n e s t e r t r a e r t e s t i g o s d e l
c i e l o , p o r q u e c u a n t o s d e C a s t i l l a en e s t a s
DEL PERÚ. 7

regiones han venido y vístolas, mayor-


m e n t e lps q u e á los p r i n c i p i o s v i n i m o s , y
hoy vienen á tierras destas donde no alle-
garon españoles cristianos, sin podello
n e g a r , si a l g u n o q u i s i e s e , l o s a b e n . »
Y despues de recorrer las Antillas y las
principales regiones de la América del
N o r t e y las del S u r h a s t a el N u e v o Reino
de G r a n a d a , en lo q u e resta del anterior
capítulo y en los siguientes hasta el 55, á
que da t é r m i n o c o n las p a l a b r a s que por
n o t a t r a n s c r i b i m o s (1), pasa á los reinos
del Perú en e l 56, ó sea el primero de
nuestra edición.

(1) «Y pues estoes ya tan cierto, que en tantos mi-


llares de leguas como en esta relación hemos discurrido
estas gentes tienen sus poblaciones, lugares, villas <£
infinitas ciudades y viven socialmente como hombres
racionales, y en muchos reinos y provincias edificios
notables, y no sólo señalados pero admirables (como
"habernos probado), y así nadie lo puede negar; por esto
no quiero más detenerme contando lo de otras partes
.en particular, sino á referir la grandeza, sotileza y no-
bleza, sumptuosidad y casi monstruosidad (porque así
lo digamos) de los pueblos, comunidades, ciudades y
edificios estupendos en ellas edificados, que en todo lo
poblado del mundo podían ser predicados por singula-
res, que contenían los reinos grandísimos del Perú,
pasarme.»
8 DE LAS ANTIGUAS GENTES

CAPÍTULO I.

De las poblaciones y edificios notables


del antiguo Perú.

PARA dar noticia con e n c a r e c i m i e n t o


c o n d i g n o de las p o b l a c i o n e s y co-
m u n i d a d e s ó a y u n t a m i e n t o s de l a s
gentes de los reinos del P e r ú para v i v i r
s o c i a l m e n t e , que l l a m a m o s villas y c i u -
dades, de cuántas eran, y de edificios ta-
les y tantos c u á n adornadas y s u m p t u o -
s a m e n t e constituidas y edificadas, enri-
quecidas, e n n o b l e c i d a s y prosperadas, sin
a l g u n a duda seria m u c h o t i e m p o necesario,
y n o sé si podría h a l l a r para e x p l i c a r l o
suficientes v o c a b l o s ; y p o r q u e la m u l t i t u d
de los p u e b l o s y ciudades de las r e g i o n e s
que p u d i e r o n ser p o b l a d a s , las cercas dé-
llas, las fortalezas, los t e m p l o s , las C a s a s
R e a l e s , los aposentos de los R e y e s y S e -
ñores, f u e r a y dentro de los l u g a r e s y c i u -
dades; los edificios y p r i m o r de los artifi-
cios de todo lo dicho; los c a m i n o s reales,
las p u e n t e s de los rios g r a n d e s , las acé-
quias para regar sus s e m e n t e r a s y hereda-
des, t o d o c o m o es ni m u c h a parte de su
i n v e n c i ó n , p r i m o r e s , artificio, i n d u s t r i a ,
sotileza, grandeza, h e r m o s u r a ni r i q u e z a
p u e d e ser e x p l i c a d o ; al m e n o s r e f e r i r s e
DEL PERÚ. 9
ha como pudiéremos de todo ello lo q u e
se p u d i e r e n o t i f i c a r , p o n i e n d o á la l e t r a l o
q u e los q u e l o v i e r o n d e nuestra nación
hallaron, experimentaron, encarecieron,
loaron, escribieron y á u n p u e s t o en molde,,
para que á todos constase, manifestaron.
Comienzan estos edificios y p o b l a c i o n e s
notables desde lo postrero del r e i n o de
P o p a y a n y d e los p u e b l o s d e P a s t o , y e n d o
háciala dicha provincia, primera del Perú,
nombrada Q u i t o ó G ü i t o (i). E l postrero
p u e b l o d e l a p r o v i n c i a d e P a s t o se l l a m a
T u c a , y cerca de allí habia u n a fortaleza
c o n s u c a v a , m u y f u e r t e p a r a e n t r e gente,
que no tiene a r t i f i c i o s ni machinas de
h u e g o ni l o m b a r d a s . De allí p o c o adelan-
te, y e n d o hácia Quito ó Güito, están los.
m u y notables a p o s e n t o s q u e se d i c e n de
C a r a n g u e , y estos están en una plaza no
muy grande; son hechos de paredes de
muy polida y hermosa piedra, y piedras
d e l l a s m u y g r a n d e s , q u e p a r e c e ser i m p o -
sible allí ponellas h o m b r e s humanos. Es-
tán asentadas tan juntas y por tanta soti-
leza, y á lo q u e se j u z g a , sin ninguna
mezcla, que no parece sino que todo el
e d i f i c i o es u n a p i e d r a ó e n p i e d r a c a v a d o ,

(i; Las Casas sigue á Francisco de Xerez hasta en


las incorrecciones ortográficas, si es que éstas no fueron
realmente erratas de imprenta.
74 DE LAS ANTIGUAS GENTES

y así s o n P a l a c i o s R e a l e s . D e n t r o destos
a p o s e n t o s está u n e s t a n q u e d e agua, de
piedra m u y polida edificado. H o b o aquí
un templo dedicado a l S o l , de gran ma-
jestad y grandes edificios, según parece
a g o r a p o r las paredes y piedras grandes
q u e se v e e n c a í d a s . P o r d e n t r o , las pare-
d e s e s t a b a n c h a p a d a s d e o r o y p l a t a , y él
e s t a b a l l e n o de g r a n d e s v a s i j a s de o r o y
p l a t a para sus sacrificios, c o m o o t r o s m u -
chos templos que por aquellos reinos se
han visto. Era tenido este templo en
g r a n r e v e r e n c i a y e s t i m a de t o d a s l a s g e n -
t e s de l a c o m a r c a .
D o n d e agora está la ciudad de Quito,
que se l l a m a S a n t F r a n c i s c o , d i g o c i u d a d
de españoles, habia grandes y poderosos y
ricos A p o s e n t o s Reales y templos del S o l
muy señalados, á los cuales la gente lla-
maban Quito.
A d e l a n t e déstos habia otros en u n a po-
b l a c i ó n q u e se l l a m a M u l a h a l ó , y e s t o s n o
d e b í a n ser de l o s m u y g r a n d e s , p u e s t o q u e
h a b i a e n e l l o s g r a n d e s c a s a s de d e p ó s i t o s ,
d o n d e habia todas las provisiones necesa-
rias para la g e n t e de g u e r r a , c o m o a b a j o
será declarado (i)
Despues déstos, adelante h a y u n p u e b l o

(x) En el capítulo 5 y correspondiente al 68 del


manuscrito ológrafo de la Apologética.
DEL PERÚ. 75

llamado T a c u n g a , donde había unos gran-


des y ricos Palacios y Aposentos Reales
t a n p r i n c i p a l e s c o m o l o s de Q u i t o , y q u i z á
más r i c o s , c o m o se p a r e c e ( a u n q u e e s t á n
d e s t r u i d o s a g o r a ) e n l a s p a r e d e s la gran-
deza y r i q u e z a d e l l o s , d o n d e s e v e e n las
señales d o n d e l a s c h a p a s de oro y plata
estaban clavadas y muchas cosas de oro
esculpidas; m a y o r m e n t e habia en las pa-
redes e n c a j a d a s o v e j a s de o r o d e bulto,
c o s a s m u y a d m i r a b l e s . E s t a s r i q u e z a s es-
t a b a n e n el t e m p l o d e l S o l y e n l o s P a l a -
cios R e a l e s . Y en este p u e b l o eran seña-
lados estos edificios y t e m p l o y Casa R e a l
m á s q u e e n a l g u n a s d e las p a r t e s p a s a d a s ,
y se t e n í a n , y así l o e r a n , [ p o r ] m a y o r e s y
más principales.
Adelante hay otros aposentos grandes
y de g r a n d e s e d i f i c i o s , q u e se dicen de
Mocha, que c u a n d o los nuestros los vie-
ron, q u e d a r o n espantados, según su g r a n -
deza y hermosura, aunque derrocados;
pero, porque habían sido edificados tan
fuertes y polidos y por tan sotil artificio,
p o r m u c h o s t i e m p o s a d e l a n t e se cognos-
c e r á por quien los viere, haber sido cosas
memorables.
Más adelante destos de Mocha, están
o t r o s q u e se d i c e n de R i o b a m b a ( i ) .

(i) No proseguiremos en las descripciones de estos


lugares y edificios, porque hasta la de Tomebamba ó
12 DE LAS ANTIGUAS GENTES

CAPÍTULO II.

Donde se describen la ciudad


del Cufco, sus casas, palacios y templosr
y manera de su edificio.

R
EPRESENTAR lo q u e se r e f i e r e p o r l a s
personas q u e lo vieron, y está lo
mismo en las susodichas historias,
d e la c i u d a d R e a l del C u z c o , que era ca-
beza de todos aquellos reinos del Perú,
n i se p u e d e por alguna via encarecer y
tampoco es fácil para ser creido; pero

Tumipampa inclusive, y aún otras de más allá, están


tomadas de la Conquista del Perú, de Francisco de
Xerez, y de la Primera parte de la Crónica del
Perú, de Pedro de Cieza de León. Y si hemos trans-
crito la primera mitad del capítulo de Las Casas, es
para que, comparándola con el texto de Cieza, se vea
de qué modo convertía el buen obispo las sencillas é
ingenuas descripciones de este cronista, en otras tantas
sartas de frases hiperbólicas y encomiásticas hasta rayar
en lo ridículo.
Sin embargo, debemos hacer excepción de un pasaje
de este capítulo 56 del ms. ológrafo, y de otro del 57, en
que continua la materia del anterior. Dice el primero: «Y
porque seria dilatar mucho este tratado enxerido en
esta historia decillos todos [lugares, pueblos] en parti-
cular, por ende, porque sea más abreviado, con referir
solamente el camino que llevaron los españoles cuando
iban entrando en aquellos reinos del Perú [el descrito por
DEL PERÚ. 77

puédese creer, porque todos lo afirman y


testifican de vista; y las cosas que arriba
se h a n r e f e r i d o d e o t r a s c i u d a d e s , e d i f i c i o s
maravillosos y riquezas d é l l a s y de otras
muchas que d e j a m o s de decir, y los teso-
ros q u e p o r ESTAS i s l a s h a n v e n i d o d e a l l á ,
q u e h a b e r n o s v i s t o , é IDO Á C A S T I L L A , y l o
que muchas personas, dignas de dalles
crédito y fé, que poco despues á aquellos
reinos fueron, encarecen que vieron, y los
rastros y vestigios de lo que poco antes
era parecen; hace c o n mucha razón todo
i o q u e se a f i r m a , y m á s q u e se d i g a , c r e í -
ble.

Xerez], y despues otro que hizo Hernando Pizarro cuando


fué por el oro al templo de Xauxa [de Pachacámac], luego
que prendieron al gran Rey Atabalipa, el cual camino
puso por escripto Miguel Estete, que fué por veedor
de aquella jornada, y lo hicieron imprimir en Sala-
manca; quiero aquí ponello como ellos lo anduvie-
ron, aunque, por abreviar, dejo muchos pasos, y así dar
conclusión al presupuesto de los pueblos y lugares y
ciudades questas gentes deste Orbe tenían, por donde
muestran ser sociales y razonables, que arriba en el
capítulo 47 hobe comenzado».
Y el segundo:
«En la primera historia que se imprimió deste camino
que hizo Hernando Pizarro, dice: «Aqueste pueblo de
«Jauja era mayor que Roma. Habia hombres que tenían
«cargo de contar toda esta gente, para saber los queve-
«nian á servir á la gente de guerra. Otros tenían cargo
«de mirar lo que entraba en el pueblo, etc. Otros refie-
14 DE LAS ANTIGUAS GENTES

El circuito desta Ciudad Real, cuenta


u n a historia de las dichas que tenia de
contorno una legua. Las casas eran todas
de piedra pura, m u y bien labradas, y con
sus junturas, que no parecían sino toda
u n a , sin tener m e z c l a n i n g u n a ; todas las
piedras e s c u a d r a d a s , y si e l escuadría no
viene bien conforme á la p i e d r a su c o m -
pañera, echábanle de otra piedra un re-
miendo tan junto y tan polido, que de
p a ñ o no p u d i e r a ser mejor zurcido. Y para
quel edificio fuese más fuerte, hacían en
la u n a piedra de abajo un encaje de dos
palmos de largo y u n o de ancho y el hon-
ren en particular la grandeza y excelencia de esta ciu-
dad de Xauxa, porque lo especularon más de propósito
y con mayor espacio. Dicen que esta ciudad estaba re-
partida en tres grandes partes y tres Señores que 1«
gobernaban: la una llamada Xauxa, la segunda Mari-
cabilca [Marcavillca] y la tercera Laxapalanga [Llacsa-
pallanca], En todas tres habia grandes aposentos y edifi-
*¡os, etc., etc
He de advertir: i.°—Que es muy extraño que Las
Casas tome sus citas de la segunda edición de la obra
de Xerez (Salamanca, 1547) Y n o d e l a primera (Sevi-
lla, 1534); como no sea que la bibliografía de la Ver-
dadera relación de la conquista del Perú y provin-
cia del Cu\co que conocemos esté falta de sus prime-
ras noticias.—2. —Que el texto de la cita del camino de
0

Hernando Pizarro,relativa á Xauxa, tomado quizá de la


edición de Salamanca, no está conforme con su corres-
pondiente de la edición de Sevilla, donde se lee: «Este
pueblo de Jauxa es muy grande, y está en un hermoso
DEL PERÚ. 15

do de u n j e m e , y en la de arriba su m a - .
cho, que encajaba en aquella h e m b r a ; c o n
lo cual, era y es la obra tan fuerte, que
por millares de años durará perpétua. Las,
calles son g r a n d e s , e m p e d r a d a s , p e r o bien,
angostas. Eran grandes y m u c h o s y nota-
bles los a p o s e n t o s y edificios que en esta
ciudad habia de m u c h a s personas princi-
pales y templos; sobre todos eran mara-
villosos y ricos y de gran artificio los.
Aposentos y Palacios Reales. La cobertura
dellos era de m a d e r a y de p a j a , ó de te-
rrados.
P e r o , el t e m p l o del Sol á todos los ya

valle; es tierra muy templada; pasa cerca del pueblo un,


rio muy poderoso; es tierra abundosa; el pueblo está
hecho á la manera de los de España, y las calles bien
trazadas; á vista dél hay otros pueblos subjectos á él; era
mucha la gente de aquel pueblo y desús comarcas, que, al.
parecer de los españoles, se juntaban cada dia en la
plaza principal cien mil personas, y estaban los mer-
cados y calles del pueblo tan llenos de gentes, que
parecía que no faltaba persona. Habia hombres que
tenian cargo de contar toda esta gente, para saber los.
que venian á servir á la gente de guerra. Otros tenian
cargo de mirar lo que entraba en el pueblo».—3.°—
Que esos otros que refieren y dicen, son, en suma, uno
sólo, Cieza de León, de quien Las Casas toma lo que ne-
cesita sin nombrarlo.—Y 4. 0 —Que las historias á que Las
Casas alude en el principio del capítulo que sigue, son la
Relación de Jerez y la Crónica de Cieza; aunque, á mi
ver, debió servirse también de alguna otra, porque hay
cosas que no encuentro en aquellas.
80 DE LAS ANTIGUAS GENTES

dichos en artificio y primor y compli-


mientos ó aposentos y riquezas sobrepu-
jaba. Eran las paredes de piedra muy
bien labrada, y entre piedra y piedra, por
mezcla, estaño y plata, cosa nunca vista
ni j a m á s oida. Estaba todo e n f o r r a d o de
chapería de oro por de dentro, las paredes
y el c i e l o y p a v i m e n t o ó s u e l o . E s t a s c h a -
pas ó piezas de oro eran del t a m a ñ o y de
la h e c h u r a de l o s e s p a l d a r e s d e c u e r o q u e
tienen las s i l l a s d e e s p a l d a s e n q u e n o s
asentamos; de grueso tenían poco menos
de un dedo; é y o vide hartas. Pesaba cada
"una c o n o t r a b i e n q u i n i e n t o s castellanos.
Déstas quitaron los primeros españoles
(que creo que f u e r o n tres que e n v i ó Pi-
z a r r o á traer este o r o , l u e g o q u e p r e n d i ó
al R e y A t a b a l i p a ) ( i ) , s e p t e c i e n t a s , sin m u -
chas otras piezas de otra manera q u e allí
h a b í a . D e s g u a r n e c i e r o n estas p l a n c h a s d e
oro con u n a s barretas de cobre q u e debían
de hallar por allí ó los i n d i o s se las d i e -
ron.

(i) En otra parte he dicho f Tres relacionas de an-


tigüedades peruanas, pág. 3247, que no se sabe de
cierto cuántos ni quiénes fueron los primeros españoles
que entraron en el Cuzco. Francisco de Xerez sólo dice
que fueron tres, sin nombrarlos. Pedro Pizarro, testigo
presencial, como Xerez, que fueron dos: Pedro Bueno
y Pedro Martin de Moguer. Antonio de Herrera, co-
piando á Cieza, escribe que fueron tres: Pedro Moguer,
Zárate y Martin Bueno.
DEL PERÚ. l
7

E r a este t e m p l o muy grande, porque


e r a la m a t r i z d e o t r o s muchos pequeños,
p o r ser e l t e m p l o d e l S o l , á q u i e n los r e -
yes principalmente eran devotos, y dellos
era v e n e r a d o y e n t o d o s sus reinos con
la m a n i f i c e n c i a [ m u n i f i c e n c i a ? ] r e a l d o t a -
das de g r a n d e s r i q u e z a s y t e s o r o s . L o s v a -
sos, c á n t a r o s y t i n a j a s y o t r a s p i e z a s de
diversas f o r m a s , e r a n m i r a b l e s y sin nú-
mero. E r a n t a m b i é n ¡ n u m e r a b l e s los ofi-
ciales de plata y o r o q u e , p r i n c i p a l m e n t e
para servicio deste t e m p l o y vasos del y
para las C a s a s R e a l e s , habia dedicados.
De otros templos desta ciudad sacaron
aquellos tres españoles m u c h a s y g r a n d e s
p i e z a s d e o r o y de p l a t a , y d i j e r o n q u e e n
t o d a s las c a s a s d e l l a h a l l a r o n tanto oro,
q u e e r a c o s a de m a r a v i l l a . E n u n a d e l l a s
h a l l a r o n u n a s i l l a de o r o , d o n d e d i z que
h a c i a n l o s s a c r i f i c i o s , e n l a c u a l se p o d í a n
echar dos hombres, que pesó diez y nue-
ve mili pesos de oro. E n otra muy gran-
de hallaron muchos cántaros de barro
cubiertos de h o j a de oro. V i e r o n asimis-
m o u n a c a s a g r a n d e c u a s i l l e n a de plata,
c o n c á n t a r o s y o t r a s p i e z a s , y v a s o s y ti-
n a j a s grandes, de las cuales y o vide algu-
nas, y en cada una dellas cabrían tres y
cuatro arrobas de agua.
Los templos estaban de la parte de

2
82 DE LAS ANTIGUAS GENTES

O r i e n t e donde salía el S o l , y c u a n t o m á s
les v e n i a d a n d o la s o m b r a del S o l , t e n i a n
m e n o s fino el o r o .
D i j e r o n estos tres españoles que p r i m e -
ro en esta c i u d a d entraron, que las C a s a s
ó P a l a c i o s Reales del R e y C u z c o eran m a -
r a v i l l o s a m e n t e y con gran p r i m o r h e c h o s
en c u a d r a , y que tenian de esquina [á es-
q u i n a ] trecientos y c i n c u e n t a pasos.
L a fortaleza desta c i u d a d , q u e s t a b a en
u n cerro alto, era tan grande y tan f u e r t e
y sobre tales c i m i e n t o s y c o n sus cubos y
defensas (y esta f u é c o m e n z a d a y no aca-
bada por u n o de los r e y e s de aquel reino),
que a f i r m a n los que la v i e r o n y hoy v e n
l o que de ella n o se ha d e r r o c a d o por los
españoles, q u e si se a c a b a r a , f u e r a u n a
de las señaladas f u e r z a s y edificios del
m u n d o (i).

CAPITULO III.

De las acéquias, riegos y labranzas, y


de los pastores y ganados.
E N la N u e v a E s p a ñ a , en m u c h a s y di-
versas p r o v i n c i a s y tierras d é l l a , te-
nían sacados los rios y h e c h a s sus
graciosas acéquias c o n q u e r e g a b a n sus

(I) Siguen las descripciones del Valle de Yucay y for-


taleza y palacios de Tambo [Ollantay Tampu] y ruinas
de Tiaguanaco, todas según Cieza.
DEL PERÚ. 9

tierras. P e r o t o d a s las d e l m u n d o c o n t o d a
la i n d u s t r i a h u m a n a d e b e n c a l l a r y a p r e n -
der de la s o t i l e z a t a n i n g e n i o s a que las
gentes n a t u r a l e s d e l P e r ú , c e r c a d e sacar
los rios y l a s f u e n t e s , p a r a h a c e r las t i e -
rras secas y e s t é r i l e s y q u e nunca dieran
f r u c t o s y las h i c i e r o n fértilísimas, tuvie-
ron (1). N o se p o d r á e n c a r e c e r la m a n e r a
tan i n g e n i o s a q u e p a r a s a c a r d e s ú s m a d r e s
y naturales cursos y caminos grandísimos
rios y p r o v e e r de r e g a d í o s m u c h a s leguas
de t i e r r a y s u s t e n t a r l a s e n f r e s c u r a y f e r -
t i l i d a d t u v i e r o n . V e r las p r e s a s y e d i f i c i o s
de cal y canto (2) p a r a a t a j a r los rios y
traellos por donde y adonde quieren, y
muchas fuentes, que oirlo encarecer á los
que de nosotros lo han visto, es cosa de
maravilla. Primero traían el agua por
acéquias grandes, hechas por m u c h a s le-
guas por sierras y c e r r o s , por laderas y
cabezos y h a l d a s d e s i e r r a s que están en
los v a l l e s , y p o r e l l o s a t r a v i e s a n muchas,
unas por una parte, otras por otra, que
p a r e c e cosa i m p o s i b l e v e n i r p o r l o s l u g a -
res y q u e b r a d a s q u e v i e n e n . T r a í d a s e s t a s

(1) En este período sobra indudablemente y las-


hicieron.
(2) Los antiguos peruanos no conocieron la obra de
mamposteria ni emplearon jamás la cal ni la argamasa
de ninguna manera en la construcción de sus edificios.
20 DE LAS ANTIGUAS GENTES

acéquias grandes á cierto lugar conve-


n i e n t e , de a l l í hacían otras pequeñas y
repartían el a g u a p o r t a l a r t e y s o t i l e z a ,
que todas las heredades alcanzasen délla,
q u e n i u n a g o t a se l e s p e r d í a d e q u e t o -
d o s n o se s i r v i e s e n . Y e s t a es u n a de las
d e l i c a d a s m a n e r a s d e p o l i c í a q u e se c u e n -
t a n destas gentes (conviene á saber), la
c u e n t a y cuidado, orden y arte que tenían
de traer y repartir el agua de los ríos
para regar grandes tierras, que ningunos
de los r o m a n o s lo pudieran m e j o r ni qui-
zá t a n b i e n y c o n t a n t o a r t i f i c i o h a c e r .
Afirman los q u e han visto estas acé-
quias, no creer que en el mundo ha
habido gente ni nación que por partes
tan ásperas ni dificultosas sacasen las
a g u a s de l o s c a u d a l e s r i o s p a r a r e g a r s u s
tierras, c o m o esta gente. A n d a r por aque-
llos llanos donde hay estas acéquias, es i r
por entre unos fresquísimos y deleitables
verjeles, por estar todas siempre verdes y
frescas muchas hierbas y arboledas, y to-
d a s l l e n a s de a v e s q u e l a s r e g o c i j a n .
Pues á quien tantos trabajos y sudores
c o s t a b a n sacar las a g u a s de los rios y ha-
c e r las a c é q u i a s , s i g ú e s e q u e e n l a c u l t u r a
y l a b o r de la t i e r r a eran solícitos y dili-
g e n t í s i m o s . A s í l o a f i r m a n y así e s mani-
fiesto por la m u c h e d u m b r e de las h e r e d a -
DEL PERÚ. 21

des, que allí llaman chácaras, en todos


géneros de comidas que t e n í a n . Y para
que se conozca que tenían maravillosa in-
dustria y eran verdaderos l a b r a d o r e s par-
te de aquellas repúblicas, y que a y u d a b a n
no menos que en otras á que se tuviese
suficiencia de buena policía, considérese
la industria y sotileza siguiente: E n el
valle de C h i l c a , salido del de P a c h a c á m a c ,
donde ni llueve ni pasa rio, ni h a y algu-
na fuente de d o n d e salga frescura ó hu-
midad a l g u n a , finalmente, la tierra es por
esta causa estérilísima; empero, por sola
industria de las gentes de [ella], a b u n d a n
de grandes labranzas y de arboledas y fru-
tas tanto y más que en las tierras fértilí-
simas de regadío. Hacen los indios cier-
tas hoyas (i) en la tierra y en el arena m u y
hondas y anchas, y en ellas ponen sus
granos de m a i z y las otras simientes ó le-
gumbres y lo d e m á s que suelen s e m b r a r
para su c o m i d a , y con cada g r a n o e c h a n
dos ó tres cabezas de sardinas, y con la
humidad de aquéllas, los g r a n o s se morti-
fican y despues crecen y dan tanto f r u t o ,
que á n i n g u n a otra tierra, por fértil q u e
sea, tienen envidia. ¿No es industria y vi-

(T) Llamadas mahamaes. Su descripción la toma Las


Casas de la primera parte de la Crónica de Cieza,
cap. LXXIII.
/

22 DE LAS ANTIGUAS GENTES

v e z a ésta de gente n o (sic) m u y i n g e n i o s a


y más que otra política?
P e s c a n en la m a r , con redes, i n f i n i t a s de
aquellas s a r d i n a s , q u e no s o l a m e n t e de
v i a n d a en a b u n d a n c i a , pero aun de p a n y
frutas diversas por ellas son estas g e n t e s
mantenidas. Y porque, s e g ú n el F i l ó s o f o
en el i.° de las Políticas, cap. 5. 0 , y en e l
libro 6.°, c a p . 4. , la v i d a y e j e r c i c i o
0

de los pastores en m u c h a s cosas es s e m e -


jante á la de los labradores, p o r q u e g u a r -
dar y apascentar los g a n a d o s es c u a s i c u -
rar é c u l t i v a r é usar a g r i c u l t u r a v i v a , y
despues del pueblo que c o n s t a de l a b r a -
dores, el s e g u n d o l u g a r en b o n d a d es el
p u e b l o de los pastores (pastoribus qui cons-
tat populus optimus est post populum qui
constat ex agricolis) (1), por esto será bien
traer en este l u g a r un p o c o de los pasto-
res, que en las tierras destas Indias d o n d e
D i o s quiso proveer de g a n a d o s , los habia.
Y estos s o l a m e n t e hasta h o y s a b e m o s que
en los reinos del Perú los hobiese, p o r q u e

(1) Post agricolas optimus est pastorum populus


& qui ex pecora vivunt.
(Sepiilveda,—lib. 6, cap. 4.)
Secumdum earn mulitudinem quae ex agricolis
constat,populus ille est optimus, in quo sunt pastor es &
qui ex re pecuaria vitam tolerant.
Ed. Paris. 163g.—Ibid.
DEL PERÚ. 23

en ninguna otra tierra ó región sino allí


se han visto ganados domésticos. E n a q u e -
llos reinos hobo inmensidad de o v e j a s ,
y [en] tanto número, que no puede ser
creído. Comunmente había los hatos y
greyes de d o c e y de quince y de veinte
m i l i c a b e z a s (2). E s t a s e r a n d e t r e s ó c u a -
tro especies. U n a especie de o v e j a s l l a m a -
ban los m o r a d o r e s naturales de aquellas
r e g i o n e s llamas, y á los carneros Urcos:
unos son blancos, otros negros, otros par-
dos; m u c h o s son tan g r a n d e s c o m o bestias
a s n a l e s , m a y o r e s a l g o q u e los de C e r d e ñ a .

12) Acerca del número y aprovechamiento de los re-


baños de la tierra, domesticación de aves y uso de la mone-
da en el Perú, dice Las Casas en el cap. 43 de la Apo-
logética, dedicado á la prudencia económica de los in-
dios, esto que sigue:
«En los reinos del Perú, donde proveyó Dios de haber
muchos ganados, allí los domesticaron con grande
industria, y tuvieron grandes y numerosas greyes ó ma-
nadas de ovejas y carneros de diez mili cabezas y quin-
ce mili y más millares. Destos ganados se servían y
aprovechaban de la lana para vestirse, de que hacían
sus mantas muy finas y dellas sus camisas ó manera de
vestidos que usaban; y de llevar con los carneros, por
ser muy grandes, sus cargas de tres y cuatro y cinco
arrobas, y de ir en ellos por los caminos cavalgando, y
al cabo también de comer su carne. Aves que habían
hecho y tenían domésticas, muchas abundaban en mu-
chas partes, como ya parece haberlas ¡levado de acá en
España y aun en Francia. Usaban por moneda cierta
yerba llamada coca.-
24 DE LAS ANTIGUAS GENTES

T i e n e n las piernas m u y g r a n d e s y [son] d e


b a r r i g a m u y a n c h o s ; los p e s c u e z o s cuasi
c o m o d e c a m e l l o s ; las c a b e z a s c o m o l a s o v e -
jas de C a s t i l l a , p o c o más ó m e n o s . L l e v a n
t r e s ó c u a t r o arrobas á cuestas, y otras v e c e s
c a m i n a n los h o m b r e s e n c i m a de ellos. F i -
n a l m e n t e , se servian dellos para traer leña
y otros t r a b a j o s p r o p o r c i o n a d o s , c o m o
n o s o t r o s de nuestras bestias. S o n g r a n d e s
comedores y quieren mucha y grande yer-
ba. E s g a n a d o m u y d o m é s t i c o y q u i e t o .
L a carne dél n o tiene precio en sabor y
s a n i d a d , m e j o r que la de los n u e s t r o s (i).
L a s e g u n d a especie es la que l l a m a b a n
Guanacos, de la figura de los dichos, a u n -
q u e son m a y o r e s a l g o éstos. A n d a n m o n -
teses i n f i n i t o s déllos. y son t a n l i g e r o s ,
que á saltos corren q u e un c a b a l l o p a r e c e
que les pasara a p e n a s .
L a tercera especie h a y , que l l a m a r o n
Vicunias, y son más que otras ligeras y
m e n o r e s que los Guanacos. T a m b i é n son
monteses. Y puesto que la lana de t o d o s

(i) No son grandes comedores, sino, por el contra-


rio, muy sobrios y más que nuestros burros. Su carne
tampoco es sabrosa y más sana que la de los carneros
de nuestra tierra. Los primeros españoles que la co-
mieron, por necesidad, antes de la introducción en ei
Perú de los ganados castellanos, la encontraron fasti-
diosa, dulzona y de poca sustancia.
DEL PERÚ. 25

los de arriba es muy buena, pero la destas


sin comparación es m e j o r y m á s fina.
Es la cuarta especie, á quien n o m b r a r o n
Pacos; y estos son m á s que todos p e q u e -
ños y también d o m é s t i c o s .
Por manera, que c o m o hobiese tan infi-
nito n ú m e r o destas especies de ganados
ovejunos, haber g r a n d e n ú m e r o de pasto-
res necesario era.
U n a cosa me o c u r r e al presente cerca
déllos, q u e n o es chico a r g u m e n t o del
buen g o b i e r n o que en aquellos reinos es-
taba puesto é i n g e n i o s a policia. E s t a es,
provision y c a u t e l a p r u d e n t í s i m a para
que ningún pastor, andando en los despo-
blados c a m p o s apascentando doce y quin-
ce mili o v e j a s , pudiese hacer u n a m e n o s ,
ni una t a j a d a de carne ni un pelo de lana
déllas, fingiendo que los lobos, ó tigres ó
perros la c o m i e r o n , ó que h o b o e n t r e l l a s
morriña. C u a n d o a l g u n o se e n c a r g a b a d e
aquel oficio, t o m a b a por c u e n t a t a n t a s
mili cabezas ó las que e r a n ; éste era obli-
gado á tornallas por cuenta, y si alguna
se perdía, padecía él el riesgo. Si se le
m o r i a , tenia obligación á poner el c u e r a
á una parte y la lana á otra, la c u a l daba
p o r peso y cuenta; y toda la c a r n e , p o r
piezas, lo de dentro y lo de fuera, habia
de salar con sus huesos; p o r m a n e r a , q u e
26 DE LAS ANTIGUAS GENTES

c u a n d o le pedían la cuenta, cuasi t o r n a b a


á r e i n t e g r a r la o v e j a , p o n i e n d o y mos-
t r a n d o pieza por pieza; y así, ni un dedo
d e c a r n e ni otra cosa podia c o m e r ni
a p r o v e c h a r s e el pastor délla sin q u e se
viese; y si algo faltaba de t o d o esto, lo pa-
g a b a de su hacienda; y si mili o v e j a s des-
ta m a n e r a daba m u e r t a s , n o tenia c u l p a
ni p e n a . Si el l o b o ó tigre la l l e v a b a y el
pastor lo alcanzaba y de a c a b a r l a de co-
m e r lo i m p e d i a , era o b l i g a d o á m o s t r a r
los b o c a d o s y dentelladas de la tal bestia,
y lo d e m á s habia de dar salado de la m a -
n e r a d i c h a . P a r e c e n o ser chica orden y
r e c a u d o para evitar las fraudes que c e r c a
d e los g a n a d o s por parte de los pastores
ofrecerse podían.

CAPÍTULO IV.

De los oficiales de todos oficios,


principalmente arquitectos, alarifes, teje'
dores, plateros y mineros.

Y
t r a t e m o s un p o c o en los reinos del
P e r ú c u a n t o á este a r t í c u l o de los
oficiales.
Ser grandes geómetras intellectuales,
q u e l l a m a m o s arquitectos, que t r a c t a n la
y /

DEL PERÚ. 27

obra y o r d e n a n y m a n d a n lo q u e se ha de
hacer, y m a n u a l e s , q u e son los q u e e n la
obra ponen las m a n o s , c r e o q u e t r a e r
muchos t e s t i g o s n o será m u y n e c e s a r i o ,
pues los g r a n d e s y r i c o s y s u m p t u o s o s
edificios de p u e b l o s , y c a s a s , y t e m p l o s y
acéquias de a g u a s , q u e a r r i b a , destos rei-
nos, habernos r e f e r i d o , s o n , n o sólo p r i m í -
simos, p e r o a d m i r a b l e s y e s p a n t a b l e s ;
para e d i f i c a c i ó n de los c u a l e s , m a n i f i e s t o
es no sólo c o n c u r r i r c a n t e r o s ó p i c a p e d r e -
ros, albañiles y a s e n t a d o r e s de a q u e l l a s
piedras, s a c a d o r e s d e l l a s e n l a s c a n t e r a s ,
traedores t a m b i é n d e l l a s á las o b r a s de
muchas l e g u a s , c o r t a d o r e s de m a d e r a ,
traedores d e l l a , c a r p i n t e r o s , l a b r a d o r e s y
asentadores d e l l a , c a l e r o s , h a c e d o r e s de
mezcla, p i n t o r e s y de o t r o s o f i c i a l e s m u -
chas d i f e r e n c i a s . T o d a s e s t a s o b r a s , a u n -
que eran m u y p e r f e c t a s , c o m o se h a v i s t o ,
e m p e r o , lo q u e e x c e d e t o d a i n d u s t r i a é h u -
m a n o i n g e n i o , es la m a r a v i l l a de h a c e l l a s
todas sin h i e r r o y sin h e r r a m i e n t a s , m a s
de c o n u n a s p i e d r a s . Y p o r q u e h a c e p o c o
al c a s o de lo q u e p r o b a r q u e r e m o s r e f e -
r i r p a r t i c u l a r i z a d a m e n t e t o d o s los oficios
q u e estas g e n t e s t e n í a n , s o b r a , s e g ú n c r e o ,
sólo mostrar las obras y edificios hechos,
de los c u a l e s se p u e d e t o m a r c i e r t o y n o
- d u d o s o a r g u m e n t o a b u n d a r en o t r o s m u -

1
28 DE LAS ANTIGUAS GENTES

chos diversos oficios, que particularíza-


nos seria mucho s u p é r f i u o al presente;
con los siguientes dos q u i e r o á esta m a t e -
r i a d e e d i f i c i o s d a r fin y c o n c l u i l l a b r e v e -
mente.
E l u n o es l a s ropas de a l g o d o n y de
lana que hacían y hoy hacen m u y poli-
das, m u y p i n t a d a s de diversas y finas co-
l o r e s . ( E s t a s c o l o r e s h a c e n de c i e r t a s y e r -
bas;) Muchas mantas de q u e h a c e n sus
v e s t i d o s se h a n v i s t o de m u y fina lana y
de diversidad de c o l o r e s , b l a n c o , negro,
verde, azul, amarillo, bien matizadas y
p r o p o r c i o n a d a s , y tan ricas, que parecen
almaizares moriscos. Pero lo que más es
d e a d m i r a c i ó n , q u e h a g a n t a p a c e r í a (.sic)
d e la de F l á n d e s , m u y rica, y no como
aquélla, q u e tiene revés y envés, que de
u n a parte sola suele y puede servir, sino
q u e l a q u e h a c e n t o d a es á d o s h a c e s , t a n
bien hecha y hermosa la una como la
o t r a , d e la cual en Castilla vide algunos
paños que pudieran ponerse y adornar
con ellos los palacios del rey. Muchas
obras destas hacen cada dia, de lana y
algodon, muy primas y muy delgadas y
finas. D e l pelo de u n o s a n i m a l e s q u e son
del tamaño de liebres, hacen también
m u y buenas mantas para cubrirse y para
la c a m a , p o r q u e son m u y blandas, c o m o
DEL PERÚ. 29

seda, y c a l i e n t e s , y p o r e n d e b i e n e s t i m a -
das (1).
E l o t r o o f i c i o es el de l o s p l a t e r o s . D é s -
tos h o b o i n f i n i t o s y hay hoy no pocos,
cuyo ingenio, industria y sotileza que-
rerla e n c a r e c e r p a r e c e , y lo e s , c o s a s u -
pèrflua y á u n i m p o s i b l e . D e b i a b a s t a r lo
que a r r i b a , p u e s t o q u e p o c o , se h a d i c h o ,
y las p i e z a s y o b r a s de o r o y p l a t a q u e s e
han l l e v a d o d e a q u e l l o s r e i n o s á C a s t i l l a ,
de las c u a l e s t e s t i g o s s o n i n f i n i t a s g e n t e s
que las v i e r o n d e s c a r g a r p o r m u c h a s ve-
ces en la c i u d a d de S e v i l l a . T a n t a s n i t a n t a
d i v e r s i d a d de p i e z a s y d e t a l h e c h u r a , i n -
venciones dellas y o t r a s tan primas de
oro y p l a t a y t a n f á c i l m e n t e y c o n tanta
penuria de instrumentos, nunca jamás
los v i v o s ni los m u e r t o s e n t r e a l g u n a s n a -
ciones del mundo se v i e r o n n i oyeron.
Tinajas, cántaros, fuentes, jarros, platos,
escudillas, aves, animales, h o m b r e s , y e r -
b a s y t o d a s las c o s a s p o s i b l e s hacerse de
plata y oro, y otras que n o les sabemos
el n o m b r e sino l l a m a l l e s piezas, y de t o -
das en n ú m e r o infinitas, en aquellos rei-
n o s p o r los n a t u r a l e s v e c i n o s dellos he-

(1) Por el tamaño del animal parece referirse á la


Viscacha; por la extrema blandura del pelo, á la Chin-
chilla. También las hacían de pelo de cierto murcié-
• lago bermejillo íNoctilio leporinus?J.
30 DE LAS ANTIGUAS GENTES

c h a s , c o n l o s o j o s d e l a c a r a se v i e r o n , y
c o n las m a n o s se p a l p a r o n , y por todos
los sentidos (sino f u é el del g u s t o , a u n q u e
no faltó el g u s t o del e n t e n d i m i e n t o ) se
cognoscieron.
D o s c a s a s se d i j o q u e t e n i a el R e y d e l
C u z c o en cierto lugar cerca de allí, q u e
eran todas de oro, y la p a j a c o n que es-
t a b a n cubiertas era de oro. É s t a s n o se
vieron, pero argumento dellas hobo, y
f u é , q u e c o n la r i q u e z a q u e se t r u j o d e l
C u z c o , p r e s o A t a b a l i p a , se t r u j e r o n p a j a s
m a c i z a s c o n s u s e s p i g u e t a s , de la m a n e r a
p r o p r i a c o n t r a h e c h a q u e e n el c a m p o n a -
c e n , todas de oro. Piezas h o b o de asiento,
y creo que f u é silla, q u e pesó ocho a r r o -
bas. Á g u i l a s de plata m u y h e r m o s a m e n t e
hechas, que cabia en su vientre dos cán-
taros de agua. Muchas ollas de oro y
otras de plata, en cada u n a de las cuales
se c o c i e r a u n a v a c a d e s p e d a z a d a . Ovejas
del t a m a ñ o de las naturales de aquella
tierra, con sus pastores q u e las guarda-
ban, tan grandes como hombres, todo
hecho de oro. F u e n t e s grandes con sus
c a ñ o s , c o r r i e n d o a g u a en u n lago hecho
en las m i s m a s fuentes, d o n d e habia mu-
c h a s aves hechas de diversas m a n e r a s , y
h o m b r e s s a c a n d o a g u a de la fuente, t o d o
h e c h o de oro. V a j i l l a s de todas piezas, y
DEL PERÚ. 95

fuentes y candeleras, llenos de f o l l a j e s y


labores admirables, h e c h o s sin i n s t r u m e n -
tos, mas de con dos pedazos de c o b r e y
con dos ó tres piedras, sin otra cosa al-
guna de que se a y u d e n . L a chaquira, que
son unas cuentecitas n o m a y o r e s q u e c a -
bezas de chequitos alfileres y horadadas,
que es joya entre ellos m u y preciada, y
que hay en una sarta infinitas m u y m e n u -
das que apenas se divisan ó pueden v e r ,
es obra sobre todas las que h a c e n p r i m a ,
sotilísima y m u y e x t r a ñ a .
L a b r a n piezas espantables, j u n t a n d o
plata con oro y oro y plata con barro sin
soldadura, que no h a y oficial de los nues-
tros que alcance y que no se espante c ó m o
puedan cosas tan diversas j u n t a r s e ; p o r
manera que h a c e n u n a tinaja que el pié
tiene hecho de barro y el medio della es
de plata y lo alto es de oro; esto, tan
prima y sotilmente asentado ó p e g a d o lo
uno con lo otro, sin estar, c o m o d i j e , sol-
dado, que en sola la color se distinguen
los diversos m e t a l e s (i).

(i) No tanto como eso, pero algo parecido dice A n -


tonio de Herrera sobre estas cariosísimas vasijas, al
referir uno de los episodios de la conquista de Quito por
Belalcázar: «y llegando á un lugar llamado Quioché
[iQuinché] junto á Puritaco halláronse diez
cántaros de fina plata, dos de oro de subida ley, cinco
32 DE LAS ANTIGUAS GENTES

Otro primor tienen aquí grande: que


c o m o v a l l e g á n d o s e la p l a t a h á c i a e l o r o ,
va perdiendo l a c o l o r y t o m a n d o la d e l
o r o , y c o m o e l o r o se v a llegando á la
plata, va perdiendo su color y tomando
l a d e la p l a t a .
Hacen asimismo estampas y cordones
de oro y muchas otras cosas de oro, sin
los vasos. Y destos oficiales hay muchos
tan muchachos, que apenas saben bien
hablar.
El sacar de las m i n a s la p l a t a n o ha
s i d o m e n o s la m a n e r a ingeniosa que lo
questá dellos relatado. E n muchas partes
de aquella tierra donde hay grandes mi-
n e r o s de plata, c o m o es e n el C e r r o de
Potosí (i), y n o era posible por vía h u m a -

de barro esmaltado y entremetido en ellos algún metal


con gran perfección» (Dec. V , lib. V I , cap. V . )
En la selecta y copiosa coleccion de antigüedades
quiteñas del Museo de Bruselas, no he visto ningún v a -
so de esta especie.
En las americanas de nuéstro Museo Arqueológico,
existe alguno que otro con huecos ó calados (por supues-
to vacios) que parecen denunciar la misma labor que
los de Quinché, aunque su procedencia creo ha de ser
de la costa yunca del Perú.
(2) Los antiguos peruanos no conocieron los cria-
deros argentíferos de Potosí. Las minas de donde prin-
cipalmente sacaban la plata por el procedimienjo que
describe Las Casas, copiando á Cieza, llamado de
Iludirás, eran las no menos famosas de Porco.
DEL PERÚ. 33

na con h u e g o e n c e n d i d o y a v i v a d o con f u e -
lles h a c e r c o r r e r el m e t a l , p o r la f o r t a l e z a
dél ó p o r o t r o s e c r e t o n a t u r a l , i n v e n t a r o n
esta m a n e r a y a r t e p a r a l o h a c e r contra
toda su f o r t a l e z a ó s e c r e t a f u e r z a n a t u r a l ,
(conviene á saber): h i c i e r o n c i e r t a s como
m a c e t a s ó v a s o s de b a r r o l l e n o s t o d o s d e
agujeros, c o m o suelen s e r l o s a l b a h a q u e r o s
en E s p a ñ a , p o r d o n d e , c u a n d o l o s r i e g a n ,
se distila el a g u a . C o n e s t o s se s u b e n á l o s
cerros m á s a l t o s ' y h í n c h e n l o s de c a r b ó n , y
e n c i m a del c a r b ó n p o n e n el m e t a l ; v i e n e e l
viento Sur, ó m a r e r o s ó e m b a t e s de dia y
de n o c h e , c u a n d o v i e n t a , y e n t r a p o r a q u e -
l l o s a g u j e r o s y á c a b o de s u r a t o c o r r e p o r
e l l o s el m e t a l ; d e s p u e s de l o c u a l , c o n u n o s
fuelles chiquitos q u e ellos t i e n e n , lo a p u -
ran y afinan y ponen c o n b u e n a i n d u s t r i a
en p e r f e c c i ó n su p l a t a . Y a s í , e n l a s m i n a s
desta e s p e c i e , s i n el v i e n t o , p l a t a n i n g u n a
se p o d r á s a c a r ; y c u a n t o m á s el v i e n t o e s
mayor, mayor es l a c a n t i d a d d e l a p l a t a
q u e se s a c a .
C o s a es de v e r y d e m a r a v i l l a r de n o c h e
c ó m o l o s c e r r o s e s t á n l l e n o s de i n f i n i t a s
luminarias p o r la l u m b r e que resulta y
s a l e p o r l o s a g u j e r o s de a q u e l l a s h o r n i l l a s ,
ó más proprios albahaqueros, c o m o cada
u n o tenga m u c h o s y los indios que á este
oficio vacan sean i n n u m e r a b l e s , y tam-
bién m u c h o s españoles.
3
98 DE LAS ANTIGUAS GENTES

E n las otras m i n a s de plata d o n d e n o


es tan fuerte c o m o a q u e s t o el m e t a l , su
c o m ú n sacar déllos la p l a t a , es h a c i e n d o
un h o r n i l l o de b a r r o , y p o n i e n d o en él su
c a r b ó n y sobre él su metal, s ó p l a n l o y
e n c i é n d e n l o y a v í v a n l o c o n un c a ñ u t o
h u e c o de caña ó de palo, h e c h o para a q u e l
oficio; y este es su m o d o de sacar t a n
inmenso é inaudito p e s o y n ú m e r o c o m o e n
aquellos reinos las gentes n a t u r a l e s déllos
han sacado de p l a t a . E l oro de las m i n a s
p o r otra m a n e r a y arte, a u n q u e con gran-
d í s i m o t r a b a j o , p e r o n o con t a n t o s acha-
ques y dificultades y rodeos, se saca.
Y con esto d a m o s c o n c l u s i ó n á la se-
g u n d a parte de la república por sí sufi-
c i e n t e y bien o r d e n a d a , que, según A r i s t ó -
teles, f u é y es q u e h a y a en ella oficiales,
etc., etc.

CAPÍTULO V.
De la gente mili ar, su educación y
disciplina; armas, provisiones y almacenes
para ellas; táctica y política
en la guerra.

Y
ENDO, pues, por este c a m i n o , y pro-
s i g u i e n d o la materia c o m e n z a d a de
la g e n t e de g u e r r a , e n t r e m o s en la
relación de las gentes del P e r ú , d e j a d o s
otros reinos y provincias.
DEL PERtJ. 35

G r a n d e solía ser la p r o v i s i o n y c u i d a d o
que se tenia d é l l a , p a r a q u e fuesen pro-
veídos todos l o s h o m b r e s de guerra en
aquella t i e r r a . D e a q u í é de o t r o s m u c h o s
a r g u m e n t o s q u e a b a j o se t r a e r á n , p a r e c e
seguirse q u e e n aquellos reinos del P e r ú
habia g e n t e s e ñ a l a d a y d e d i c a d a p a r a s ó l o
la g u e r r a , sin t e n e r n i q u e v a c a s e n á o t r o
n i n g ú n o f i c i o ; y es a s í , s e g ú n a f i r m a n l o s
religiosos q u e p o r m u c h o s a ñ o s de c o n -
v e r s a c i ó n y e x p e r i e n c i a la l e n g u a de a q u e -
lla tierra e s t u d i a r o n y s u p i e r o n y de p r o -
pósito han inquirido las l e y e s y costum-
b r e s y secretos y a n t i g ü e d a d e s d e a q u e l l a s
gentes penetrado (i). T e n í a n , p u e s , ordi-
narias guarniciones y gente de a r m a s q u e
n o e n t e n d i a n en o t r a cosa sino en las
g u e r r a s y estar a p a r e j a d o s p a r a e l l a s . P o r
esto e r a n m u y p r i v i l e g i a d o s y e x e n t o s d e
otros s e r v i c i o s .
E l m o d o q u e se t e n i a e n e l e g i r l o s h o m -
bres para la milicia, era este: E n cada
p u e b l o h a b i a m a e s t r o s de e n s e ñ a r l a m a -
n e r a de p e l e a r y e j e r c i t a r s e e n las a r m a s .

(i) Entre ellos su correligionario y amigo fray


Domingo de Santo Tomás, autor del arte primero y vo-
cabulario que de la lengua quichua se han impreso, y de
quien Cieza de León aprendió muchas cosas acerca de
las costumbres de los yuncas costeños, según declara
en el cap. LXI de la Primera parte de la Crón.del Perú.
36 DE LAS ANTIGUAS GENTES

Estos tenian c a r g o de t o m a r todos los


n i ñ o s de d i e z h a s t a d i e z y o c h o a ñ o s , e n
cierta h o r a ó horas del dia, é dábanles f o r -
m a d e r e ñ i r d e b u r l a s ó d e v e r a s e n t r e sí,
é [ q u e ] se e j e r c i t a s e n c o m o q u i e r a e n l a s
a r m a s ; y los q u e déstos salían de más fuer-
z a s y más valientes, más ligeros y aptos para
l a g u e r r a , y f e r o c e s , a q u e l l o s m a n d a b a el
R e y q u e los s e ñ a l a s e n y f u e s e n dedicados
al ejercicio bélico, y desde adelante c a d a
dia más usasen á pelear de burlas ó de
veras, hasta que fuesen de edad p a r a ser-
virse dellos en las guerras. Mandábales
d a r sueldo conveniente de que comiesen
y se c r i a s e n , y que gozasen de s u s privi-
legios.
T e n i a n otra manera de p r o b a r los ni-
ñ o s y c o g n o s c e r lo q u e despues de g r a n d e s
harían en las peleas. D e s p u e s de l l e g a d o s
á los d i e z y o c h o a ñ o s , p o n í a n l o s delante
d e l c a p i t a n g e n e r a l ó de aquel maestro
que tenia cargo deste ejercicio, y m a n d a b a
á uno que tenia una porra ó alguna otra
arma en la mano, «ven acá, mátame
a q u é l » , [ é ] i b a y a l z a b a la p o r r a c o m o q u e
le quería d a r ; y si el m o z o r e h u í a l a c a r a
de miedo, apartábalo y dejábalo para que
t o d a su v i d a f u e s e l a b r a d o r , y su o f i c i o y
ocupacion fuesen obras serviles; pero al
q u e n o h u í a la cara, dedicábanlo para el
DEL PERÚ. 37

arte militar, mandándole que siempre se


ocupase en ella; y desde l u e g o era h i d a l g o
y gozaba de los militares p r i v i l e g i o s . P o r
estas vias tenian los R e y e s de a q u e l l o s
reinos de señalados h o m b r e s m u c h a s gran-
des guarniciones.
T o d o s los privilegios y e x e n c i o n e s q u e
le gente de g u e r r a de los R e y e s c o n c e d i -
dos t e n i a n , eran á costa del R e y ; y c u a n d o
movia guerra alguna, de sus rentas t o d o s
los gastos y sueldo de la gente pagaba,
porque el p u e b l o en cosa n i n g u n a fuese
gravado. Para provision de lo c u a l , tenian
los R e y e s modo y providencia admirables.
H a b í a n m a n d a d o edificar en los cerros
m u y altos y lugares c ó m o d o s , según la
calidad y disposición de las p r o v i n c i a s ,
muchas casas en renglera y j u n t a s u n a s
con otras, m u y grandes, y éstas eran l o s
depósitos de todas las cosas de provision
que habia en todo el reino, que n i n g u n a
cosa faltaba. U n a s estaban lien as del m¿iz'fó
trigo, pan c o m ú n de la tierra firme destas
Indias, y frísoles, habas, papas, camotes,
xicamas, que todas son raices c o m e s t i b l e s
y buenas, con otras especies déllas. H a b í a
depósitos de sal, de carne seca y curada
al sol sin sal, carne también salada, pes-
cado salado y pescado sin sal, curado al
sol, y otras cecinas; y finalmente, g r a n d í -
38 DE LAS ANTIGUAS GENTES

sima provision y a b u n d a n c i a de c o m i d a ,
c u a n t a se podia h a b e r y habia p o r t o d o el
reino.
H a b i a otros depósitos de o v e j a s y car-
neros v i v o s , así para c o m e r c o m o para
llevar cargas. H a b i a casas y depósitos lle-
nos de lana en gran cantidad, y de m u c h o
algodon c o n sus c a p u l l o s y en pelo, y
t a m b i é n hilado. O t r a s casas llenas de c a -
misetas y mantas hechas de lana fina y
de lindos colores, y de camisetas y m a n -
tas de a l g o d o n . C a s a s llenas de cabuya,
inequen y de pita, q u e ya d i j i m o s ser es-
pecie de lino y de c á ñ a m o ; désta m u c h a
e n pelo y en cerro, y de hilada y torcida,
é infinitas sogas y cabestros déllo h e c h o s .
De i n m e n s a [¿innúmera?] c a n t i d a d de co-
laras (1), que son su c a l z a d o para los pies,
c o m o a l p a r g a t e s , hechos de diversas y lin-
das m a n e r a s . H a b i a depósitos t a m b i é n de
m a n t a s m u y ricas y de naguas, que son
las faldillas ó medias faldillas, y c a m i s a s
riquísimas para solas las grandes señoras.
H a b i a depósitos de gran n ú m e r o de t o l d o s ,
que son c o m o tiendas de c a m p o , para l a
g e n t e de g u e r r a . Infinita cantidad de h o n -

(1) En lengna de Haití; Cactlis, en la mexicana;


uxutas ú ojotas en quichua.
d e l perú. 39

das y piedras hechizas para tirar con ellas;


arcos y flechas y hachas de armas y po-
rras de cobre y de plata, y macanas, que
son llanas, aunque sirven c o m o porras;
rodelas, plumajes; infinita bixa, ques la
color bermeja, conque se u n t a b a n para
se parar horribles y feroces en las batallas;
de manera, que n i n g u n a cosa en aquestos
depósitos de provision faltaba, ni para
guerra ni para paz. L a s porras eran a
manera de estrellas, y pasaba el palo por
medio con un astil cuasi de cuatro pal-
mos, y traíanlas ceñidas al cuerpo del
brazo, y las hachuelas de armas, con otro
hastil de tres palmos, al otro lado, atadas
á la muñeca del brazo. A l g u n a s porras
eran de piedra labrada. Estos v o c a b l o s
votaras, macanas, bixa y maif y maguey
fueron v o c a b l o s D E S T A isla, y n o de l a
T i e r r a F i r m e , oorque por otros v o c a b l o s
allá estas cosas l l a m a n .
L a s causas porque m o v í a n c o m u n m e n t e
sus guerras eran, ó porque a l g u n a provin-
cia de las subjetas se venia á q u e j a r de
o t r a que no era subdita, por alguna i n j u -
ria ó daño della recebido, ó porque a l g u n a
de las subjetas contra el Rey se rebelaba;
y estas eran las causas ordinarias. Otras
h o b o algunas veces por ambición d e j
R e y , q u e r i e n d o dilatar su i m p e r i o y se-
40 DE LAS ANTIGUAS GENTES

ñ o r i o , c o m o h a c e n m u c h o s tiranos en e l
mundo.
A n t i g u a m e n t e , antes que señoreasen
aquellos reinos los R e y e s Ingas, t e n i a n
g u e r r a sobre las aguas y tierras; y p o r
estas causas tenian sus p u e b l o s en c e r r o s
altos y en peñas, y h a c í a n fortalezas d o n d e
s u b í a n su c o m i d a c o n m u c h o t r a b a j o y
p e n a . N o tenian otras a r m a s sino h o n d a s
y unas r o d e l a s . Éstos eran los de las sie-
rras; p e r o los de los L l a n o s , que se lla-
m a n yungas, tenian flechas y u n o s d a r d o s
que tiraban con amiento, y d e b í a n ser
c o m o las tiraderas de E S T A isla.
C u a n d o la p r o v i n c i a era p e q u e ñ a con-
tra la c u a l se d e t e r m i n a b a la g u e r r a , en-
viaba el R e y á un debdo s u y o por capitan
g e n e r a l ; p e r o si era g r a n d e , iba él en p e r -
sona á dar la b a t a l l a .
L a gente de g u e r r a estaba tan bien
m o r i g e r a d a , tan modesta, tan o r d e n a d a y
tan c o n t e n i d a d e n t r o de los límites de la
razón, que c i n c u e n t a m i l i h o m b r e s y m u -
chos más que solian, si era m e n e s t e r , j u n -
tarse, iban por los c a m i n o s reales; y lle-
gando y pasando por los t é r m i n o s de c u a l -
quiera lugar chico ó grande, no entraba
en el p u e b l o h o m b r e a l g u n o dellos, sino
todos se a p o s e n t a b a n en el c a m p o ; y si
c o n v e n i a , por la c o m o d i d a d , e n t r a r en e l
DEL PERÚ. 41

pueblo, estábanse en la plaza sin e n t r a r


en alguna casa; y a u n q u e v i n i e s e n ra-
biando de hambre, n o osaria h o m b r e de
ellos tomar u n p o l l o ni g r a n o de tnai¡, ni
hacer menos á n i n g ú n v e c i n o , contra su
voluntad, un hilo de lana.
L u e g o , los oficiales que para esto allí
el Rey tenia puestos, sacaban las provi-
siones de c o m i d a y b a s t i m e n t o que t e n í a n
ya guisada y a p a r e j a d a , y de todas las
otras cosas que al e j é r c i t o y á cada parti-
cular persona dél eran necesarias. Repar-
tíanse por sus cohortes y capitanías l o s
vestidos, calzados, tiendas y a r m a s y todo
lo d e m á s que les faltaba. H u r t o , a g r a v i o ,
f u e r z a , m a l a palabra á n i n g u n a persona
era dicha ni hecho, ni habia q u i e n nin-
g u n o del ejército se q u e j a s e , p o r q u e ho-
biera gran castigo, y sobre ello habia g r a n
orden y cuidosísimo recaudo. P e r o prin-
cipalmente procedía esta observancia de
ser la gente de su n a t u r a l e z a más que otra
del m u n d o subjectísima y o b e d i e n t í s i m a a
sus R e y e s y S e ñ o r e s , por su innata man-
sedumbre y h u m i l d a d . Y así, aquellos ejér-
citos, tanta era su modestia, su orden, su
regla y la justicia que para con todos
guardaban, que más se podían decir pare-
cer c o n v e n t o de frailes m u y regulados,
no quiero decir que destos soldados, pero
42 DE L A S A N T I G U A S GENTES

q u e ni m u y quietos y h o n e s t o s c i u d a d a -
nos (i).
L a m i s m a provision y en toda a b u n -
d a n c i a de las cosas necesarias h a l l a b a el
e j é r c i t o en c u a l q u i e r a d e s p o b l a d o p o r
d o n d e p a s a b a , p o r q u e en todas partes ha-
bía los grandes depósitos llenos de las
cosas de provision de suso señaladas.
C u a n d o c o m e n z a b a n á pelear, lo p r i -
m e r o era con las hondas, en que eran m u y
diestros y c o n que disparaban infinita pe-
d r e r í a , c o m o entre nosotros d i s p a r a m o s
nuestra artillería, c u a n d o al e j é r c i t o c o n -
t r a r i o puede a l c a n z a r ; despues que m á s
se a c e r c a b a n , peleaban con las flechas; á
la postre venían á las manos y u s a b a n de
las porras y macanas y las otras armas (2).
Si la g e n t e c o n t r a r i a ó c u l p a d a salia á
recibir de paz con h u m i l d a d y satisfacía y
a p l a c a b a de obra ó por p a l a b r a , s i e m p r e
l o s recebian con b e n i g n i d a d , y á los q u e
les hacian g u e r r a solamente peleaban has-
ta subjectarlos. Despues de s u b j e c t o s , to-

( 1 ) A s i el periodo, que no hace sentido. T i e n e


muchas tachas y enmiendas y el autor olvidó, sin duda,
la forma definitiva en que había de quedar. Este caso
no es único sino frecuente en el voluminoso original de
la Apologética.
(2) También se servían de las porras como armas
arrojadizas.
DEL PERÚ. 43

mábanles a l g u n a gente p a r a su s e r v i c i o ,
á manera de e s c l a v o s , los c u a l e s p o c o d i -
firian de libres en los t r a b a j o s q u e los i m -
ponían y en el o r d i n a r i o t r a t a m i e n t o . N o
eran crueles c o n t r a los e n e m i g o s ni se
holgaban de m a t a r ni h a c e r e n e l l o s c r u e l -
dades despues de r e n d i d o s , a n t e s f á c i l -
mente se a p l a c a b a n y p e r d o n a b a n las i n -
jurias r e c e b i d a s , d e s q u e v i a n las v i c t o r i a s
ser c o n c l u i d a s .
T e n í a n c i e r t a m a n e r a de o r d e n de ca-
b a l l e r í a , cuasi c o m o los de la N u e v a E s -
paña, aunque no con tantas cerimonias
n i á tanta costa, p u e s t o q u e , por v e n t u r a ,
de m á s alta g u i s a ; y debía ser para obli-
gar los c a b a l l e r o s á hacer v a l e n t í a s en las
guerras. E s t a era la de los O r e j o n e s , la
c u a l n o podia n i n g u n o t o m a r ni p r o f e s a r
sino los del l i n a j e de los S e ñ o r e s I n g a s , y
con l i c e n c i a y p r i v i l e g i o del R e y . L a s c e -
r i m o n i a s q u e p a r a esto h a c í a n e r a n estas:
e l q u e h a b í a de ser o r e j o n y a r m a d o ca-
b a l l e r o , h a b i a de a y u n a r c u a t r o días sin
c o m e r cosa a l g u n a , y al c a b o d e l l o s , ha-
c í a n l e c o r r e r por u n o s c e r r o s m i r á n d o l o
t o d o el p u e b l o . D e s p u e s m a n d á b a n l e l u c h a r
con otros mancebos, y ejercitado y pro-
bado en ésto, h o r a d á b a n l e las o r e j a s p o r el
c a b o de a b a j o , q u e s lo más b l a n d o déllas.
y m e t í a n l e p o r el a g u j e r o u n p a l i l l o del-
44 DE L A S A N T I G U A S GENTES

gado y pequeño. L u e g o hacíanles más


grandes aquellos agujeros, y más y más,
h a s t a ser t a n g r a n d e s q u e p u e d a n m e t e r
p o r e l l o s u n r o l l e t e de m u c h a s v u e l t a s
c o m o u n a r o de c e d a z o c h e q u i t o c o n q u e
s u e l e n los t a b e r n e r o s c o l a r el v i n o . Si e s
g r a n S e ñ o r el c a b a l l e r o , p ó n e s e l o de o r o
6 de p l a t a . E aína p a r e c e r á n estas o r e j a s
á las de los fanesios, g e n t e s de u n a s i s l a s
q u e e s t á n e n el O c é a n o s e p t e n t r i o n a l ;
los c u a l e s , s e g ú n P l i n i o (lib. 4.®, c a p . 27}
(1), v i v e n d e s n u d o s , p e r o t i e n e n u n a s o r e -
j a s tan g r a n d e s , q u e les c u b r e n t o d o el
cuerpo.
E s t a e r a y es la s u p r e m a h i d a l g u í a , h o n -
ra y c a b a l l e r í a e n t r e ellos, y m a n e r a de
armarlos caballeros ó hacer profesion en
e l l a , d e s p u e s de ser S u p r e m o S e ñ o r e n
a q u e l l a tierra. N i n g u n o p o d i a u s a r d e
esta i n s i g n i a , q u e era t e n e r las o r e j a s t a n
g r a n d e s c o m o d i c h o es, s i n o los del l i n a j e
del S e ñ o r S u p r e m o , ni sin su a u t o r i d a d y
l i c e n c i a , ni sin haber h e c h o l a s c e r i m o -
n i a s y a dichas. H a c i a , e m p e r o , el R e y m e r -
cedes, a u n q u e raras v e c e s , á a l g u n o s se-
ñores g r a n d e s q u e p u d i e s e n h a c e r e s t a s

(i) Las Casas cita equivocadamente el cap. 23. E l


texto de Plinio reza: Fanesiorum... in quibus nudas
alioquin corpora proegrandes ipsorum aures tota
contegant.
DEI- PERÚ. 45

cerimonias y usar de aquel p r i v i l e g i o , tra-


yendo las orejas de aquella m a n e r a .
Despues que los españoles e n t r a r o n en
aquellos reinos, m u c h o s de los S e ñ o r e s
que hay usan y a l i b r e m e n t e de aquella
preeminencia, c o m o falta quien se lo im-
pida; pero en t i e m p o de los R e y e s , nin-
guno lo osara h a c e r .
E n estos actos y c e r i m o n i a s se les po-
nia el n o m b r e c o n que aquellos caballe-
ros para toda su v i d a h a b í a n de quedar,
quitado el que hasta allí habían tenido.
H a b i a c o s t u m b r e entre todas aquellas
gentes de mudar tres v e c e s los nombres:
u n o ponían al niño ó á la niña de cuatro
días nacido, el cual era puesto ab eventu,
(conviéne á saber) por alguna cosa que á
el ó á otros aquel tiempo acaeciese. E l
segundo, en llegando el niño á los o c h o
años, y entonces le tresquilaban los cabe-
llos y poníanle aquel nombre que su pa-
dre ó agüelo habia t e n i d o c u a n d o n i n o .
L a tercera m u t a c i ó n del n o m b r e acos-
t u m b r a b a n hacer á los diez y o c h o anos,
y tresquilábanlo otra v e z , poníanle nombre
c o m u n m e n t e de su padre ó agüelo, y con
este se quedaba, y nunca más se había de
tresquilar; pero á los señores y caballeros
de la dicha caballería, ponían el n o m b r e
c o n que habia de quedar en aquellos actos
46 DE LAS ANTIGUAS GENTES

de la p r o f e s i o n que d i j i m o s , lo cual c o n -
c l u i d o , todos los parientes y a m i g o s ha-
cían m u y señalada y r e g o c i j a d a fiesta de
c o m e r y beber, con bailes y d a n z a s y
todas las m a n e r a s que tenían de alegría
y r e g o c i j o . Y con esto se f e n e c í a n las c e -
r i m o n i a s de a q u e l l a orden y c a b a l l e r i a , y
así q u e d a b a n en g r a n dignidad y estima
de todos, aquestos los caballeros a r m a d o s
así, a u n q u e harto á ménos costa de tra-
b a j o s y penitencia y a y u n o s y v i g i l i a s y
d e v o c i o n y bendiciones sacerdotales, y
t a m b i é n p e l i g r o s , que los c a b a l l e r o s de la
N u e v a E s p a ñ a que p r o f e s a b a n la orden y
c a b a l l e r i a de T e c u i t l i ; y a u n q u e parece
aquesta de los o r e j o n e s de m á s a u t o r i d a d
y d i g n i d a d y e s t i m a , e m p e r o la de los T e -
c u i t l e s c i e r t o más p o m p o s a y más célebre y
a d o r n a d a de c e r i m o n i a s y con m á s p r o -
pios y t r a b a j o s o s actos del c a b a l l e r o q u e
la p r o f e s a b a se m e r e c í a . Y esto, c u a n t o
á la tercera parte de la república bien
o r d e n a d a , que es estar proveída de g e n t e
de g u e r r a , que la h o b o entre aquestas in-
dianas gentes, sufficiat.
DEL PERÚ. 47

CAPÍTULO VI.
De la riqueza de los Señores y particu-
lares.—Comercio y moneda.

L
os R e y e s y gentes del P e r ú asáz ricos

eran y s u f i c i e n t i s i m a m e n t e proveídos
estaban de las cosas necesarias p a r a
las guerras que quisiesen m o v e r contra
otras gentes (como parece por el capitu o
p r e c e d e n t e ) , y pocos R e y e s de mundo
leemos que tal provision para ellas m tal
orden hobiesen tenido; y si de oro y plata
hablamos, pocos ó n i n g u n o de los R e y e s
que se leen fueron tan ricos. S o b r a b a ,
pues, la provision que tan a b u n d a n t e y
cierta y contina y prompta y p e r p e t u a
tenían en aquellos depósitos, parai que
cuanta gente de guerra quisiesen los R e y e s
juntar fuese m u y suficientemente pro-
veída. E r a mirable la industria, orden y
providencia que los R e y e s tenían puesta
en que aquellas alhóndigas y deposites
estuviesen siempre llenos de todas las
cosas necesarias, no sólo para la guerra,
p e r o para otros bienes públicos. E s t o s
depósitos estaban edificados junto a los
C a m i n o s Reales, y & sus trechos y jornadas
convinientes en los despoblados, y otros
48 DE LAS ANTIGUAS GENTES

en las ciudades. C a d a p r o v i n c i a c o m a r -
c a n a era o b l i g a d a , p o r título de t r i b u t o s
para el R e y , á l a b r a r ó hacer labranzas y
s e m e n t e r a s c u a n d o el p a n , ques el g r a n o
del maif, y las otras cosas de m a n t e n i -
m i e n t o de los f r u t o s de la tierra, en cier-
tas t i e r r a s q u e estaban señaladas é se
n o m b r a b a n del R e y é S e ñ o r . C o g i d o s los
f r u t o s , e n c e r r á b a n l o s en aquellos depósi-
tos, que eran u n a s casas m u y g r a n d e s . L o
m i s m o se hacia de las carnes y pescados
en c e c i n a s ; lo m i s m o de las m a n t a s para
vestidos y calzados; lo m i s m o de las ar-
mas y de todas las otras cosas que arriba
se señalaron, p o r q u e todo esto t r i b u t a b a n .
Y estas casas de depósitos y las cosas que
en ellas se metían y g u a r d a b a n , t e n í a n
título del R e y , c o m o quien dijese las A t a -
razanas R e a l e s .
C u a n d o estas provisiones n o se gasta-
b a n , p o r q u e n o había g u e r r a s ó p o r q u e de
las fiestas que los R e y e s hacían (porque de
aquellos depósitos para ellas g a s t a b a n )
s o b r a b a n , y t a m b i é n p o r q u e no se daña
sen, tenían ordenado y m a n d a d o que cada
tres años se renovasen y tornasen á hin-
c h i r de todas las cosas que de antes llenas
estaban. Y lo que para reyes g e n t i l e s y
sin l u m b r e de fé, y aun para reyes cató-
licos y b u e n o s cristianos, es cosa de g r a n -
DEL PERÚ. 49

de e j e m p l o é i m i t a b l e , q u e t e n í a n t a n t o
c u i d a d o de los pobres, q u e cada v e z q u e
los depósitos se r e n o v a b a n , t o d o l o q u e
en estos habia de lo v i e j o , se r e p a r t í a p o r
los pobres, c o m e n z a n d o de las v i u d a s y
huérfanos y o t r a s p e r s o n a s n e c e s i t a d a s .
Esta obra y p r o v i d e n c i a era d i g n a de r e y
prudentísimo, p i í s i m o y d i g n o de r e i n a r
y gozar de sus r e i n o s p o r m u c h o s a ñ o s .
Item de g a n a d o s h a b i a m u c h a s p e r s o -
nas riquísimas, q u e ni los g a n a d e r o s de
Soria ni aun los P a d r e s a n t i g u o s p a r e c e
haber tenido tan g r a n d e s a y u n t a m i e n t o s y
hatos de ovejas, ni en t a n t a s p a r t e s , c o m o
aquéllos tenían.
C u a n t o á los tratos, c o m e r c i o s y c o n -
trataciones, en los reinos del P e r ú t e n í a n
también sus c o m e r c i o s y l u g a r e s s e ñ a -
lados para ellos, d o n d e c o m p r a b a n y
v e n d í a n , y la m o n e d a , ó en l u g a r de
moneda, q u e u s a n , es c i e r t a y e r b a q u e
l l a m a n en su l e n g u a C o c a , q u e es c o m o
h o j a de a r r a y a n , la c u a l , t r a y é n d o l a en
la b o c a , n o sienten h a m b r e ni sed p o r
t o d o el día. Y o la he v i s t o traer c o n t i -
n u a m e n t e (si quizá no es otra) (i) á la
g e n t e de la p r o v i n c i a de C u m a n á y a q u e l l a

( i ) Es otra; probablemente el Erythroxylum hon-


dense, llamada Hayo en muchas partes de Costafirme.

3
50 DE LAS ANTIGUAS GENTES

costa que dicen de P a r i a a b a j o , h a c i a


donde se solian pescar las perlas; la c u a l
les causaba una g r a n d e fealdad, que te-
niendo los dientes de su n a t u r a l e z a m u y
blancos y m u y b u e n o s , se les hacia sobre-
líos una costra gruesa tan n e g r a c o m o si
f u e r a de a z a b a j a [ a z a b a c h e ] . T a m b i é n se
usa traer y e r b a en la b o c a en las p r o v i n -
cias dentro en la tierra que van á P o p a y a n ,
y así debe ser por toda aquella tierra y
reinos ó por m u c h a parte déllos, p u e s t o
que n o sabré decir si es toda u n a la Coca
del Perú y las y e r b a s que por las otras
p r o v i n c i a s traen las naciones déllas en la
b o c a . Si son diversas, deben tener la m i s -
ma v i r t u d , y el fin de traellas debe ser
p o r c o n s e g u i r el m i s m o fruto.

CAPÍTULO VII.
De los dioses, ídolos y fábulas
religiosas.

P R I M E R O que descendamos á la multi-


tud de los dioses, se ha de saber que
antes que el capital e n e m i g o de los
h o m b r e s y usurpador de la reverencia q u e
á la verdadera deidad es debida, c o r r o m -
piese los corazones h u m a n o s , en m u c h a s
partes de la T i e r r a F i r m e tenían c o g n o s -
BEL PERÚ. 51
cimiento particular del v e r d a d e r o Dios,
teniendo creencia que había c r i a d o el
mundo y era señor dél y lo g o b e r n a b a , y
á él acudian con sus sacrificios, culto y
veneración y en sus necesidades. Y en los
reinos del P e r ú le llamaban Viracocha,
que quiere decir C r i a d o r y H a c e d o r y S e -
ñor y Dios de todo (i).
Y para que se tenga noticia de los dio-
ses que aquellas tan infinitas n a c i o n e s te-
nían y adoraban, es de t o m a r por regla
general, que por todo aquello que se sabe
de aquella vastísima T i e r r a F i r m e , al me-
nos desde la Nueva España y atrás m u c h a
tierra de la Florida y de la de C í b o l a , y
adelante hasta los reinos del Perú i n c l u -

(i) ¡Mucho decir es!


Acerca de Viracocha escribe Las Casas en el capí-
tulo 104 de su ológrafo:
«La tercera razón que me movió á detenerme y traer
aquí estos pedazos de fábula [la de Saturno], fué, para
que, si entre los sábios antiguos que por sábios eran
tenidos, se fingieron ficciones que parecían desvarios,
las cuales, empero, tenían sus morales y prudentes s i g -
nificaciones, por las cuales los poetas sapientísimamente
á componerlas se movian, como en el cortamiento de
los miembros del cielo y nacer V e n u s de la sangre y
espuma de la mar, ninguno de los que poco saben se
maraville que aquestas indianas gentes digan que los
españoles fueron espuma de la mar, que los llamen Vi-
racochas, que quiere decir espuma ó grosura de la mar»
como las gentes naturales del Perú dicen, según los e s -
52 DE L A S A N T I G U A S GENTES

s i v e , todos v e n e r a b a n el S o l y e s t i m a b a n
p o r el m a y o r y m á s p o d e r o s o y d i g n o de
los dioses, y á éste d e d i c a b a n el m a y o r y
más sumptuoso y rico y mejor t e m p l o ,
c o m o p a r e c e p o r a q u e l g r a n d í s i m o y ri-
q u í s i m o t e m p l o de la c i u d a d del C u z c o ,
y o t r o s , en el P e r ú . E l c u a l en r i q u e z a s
n u n c a o t r o e n el m u n d o se v i d o , ni en
s u e ñ o s se i m a g i n ó , p o r ser t o d o v e s t i d o
d e d e n t r o , p a r e d e s y el s u e l o , y el c i e l o ó
l o a l t o dél, de c h a p a s de o r o y de p l a t a ,
e n t r e t e g i d a s la plata c o n el o r o , n o p i e z a s
de á dos dedos e n el t a m a ñ o ni d e l g a d a s
c o m o tela de a r a ñ a , sino de á v a r a de m e -
d i r , y de a n c h o de á p a l m o y de dos pal-
m o s , g r u e s a s de á p o c o m e n o s q u e m e d i a
m a n o , y de m e d i a y de u n a a r r o b a de
p e s o . L o s v a s o s del s e r v i c i o del S o l , t i n a -

pañoles que poco del lenguaje saben; pero según la ver-


dad que verdaderamente alcanzan solos los religiosos,
porque la entendían y trabajan de penetrar las lenguas
para convertir á Dios aquellas gentes; Viracocha quiese
decir Criador de todas las cosas, el cual nombre pusie-
ron á los españoles luego que los vieron, creyendo que
venian del cíelo y eran sanctos; pero despues que c o g -
«oscieron sus obras, escarnecen déllos, [por] competílles
tal nombre tanto como al negro Juan Blanco. Porque
ellos tienen sus metáforas y significaciones ddllas; tie-
nen sus teólogos, sus profetas ó adivinos, y no menos
quien sirven de poetas y oradores, y tienen sus cuentos
antiguos y refranes ó proverbios graciosos, que contie-
nen muchos documentos de verdadera y moral filosofía.»
DEL PERÚ. 53
jas y cántaros, de los m i s m o s m e t a l e s , t a n
grandes, q u e , si n o los v i é r a m o s , f u e r a
difícil y casi i m p o s i b l e c r e e r l o ; c a b í a n
á tres y c u a t r o a r r o b a s de a g u a ó de v i n o
ó de otro l i c o r , c o m o arriba más l a r g o e n
el capítulo 2 lo r e f e r i m o s .
E n t r e m o s y a finalmente á t r a t a r y fe-
necer la materia de los dioses en las g r a n -
des regiones y r e i n o s del P e r ú , d o n d e
tanta m u l t i t u d de n a c i o n e s y t a n b i e n or-
denadas y r e g i d a s v i v í a n , y m u y dadas y
e j e r c i t a d a s en la r e l i g i ó n . T o d a s ellas t e -
n í a n sus í d o l o s y dioses artificiados de
piedra y madera, cada pueblo y quizá
c a d a casa y v e c i n o en particular. E n ellos,
s e g ú n se d e c i a , les a p a r e c í a el D e m o n i o
en diversas figuras, c o n v i e n e á saber, q u e
a p a r e c í a á los sacerdotes y h a b l a b a c o n
ellos; p o r q u e n o se tiene el t r a i d o r en t a n
poco, q u e se deje ver de t o d o s .
Dos especies de g e n t e eran más q u e las
otras religiosas y á los dioses más devotas
( c o n v i e n e á saber), las q u e v i v í a n en las.
sierras y las de la c o s t a . L o s serranos,
por lo que t o c a á sus s e m e n t e r a s , las c u a -
les m u c h a s veces se les p e r d í a n , déllas
p o r falta de l l u v i a y déllas por sobra de
n i e v e s ó h i e l o ; los de la costa de la m a r
p o r sus pesquerías. P o r estas n e c e s i d a d e s
tenían sus dioses q u e en a q u e l l a s cosas-
54 DE LAS ANTIGUAS GENTES

p r e s i d i a n , y á e l l o s , c u a n d o les c o n v e n i a ,
c o n sus d e v o c i o n e s y s a c r i f i c i o s a c u d í a n .
T e n í a n para e l l o s sus t e m p l o s en los pi-
c o s de las sierras a l t í s i m a s y a s p e r í s i m a s ,
y en la m a r d e n t r o de a l g u n a s islas. A to-
das las c o s a s q u e les p a r e s c i a t e n e r al-
g u n a c u a l i d a d s e ñ a l a d a m á s q u e las o t r a s ,
c o m o si u n a sierra t e n i a un p i c o ó a l g u n a
p e ñ a q u e d i f e r e n c i a b a de las o t r a s y p a r e -
c í a m e j o r p u e s t a ó de m á s a g r a d a b l e , á
su p a r e c e r , h e c h u r a , ó a l g u n a c o n c a v i d a d ,
c r e í a n t e n e r a l g u n a p a r t i c i p a c i ó n de dei-
d a d , p o r lo c u a l le t e n í a n e s p e c i a l d e v o -
c i ó n y le h a c í a n r e v e r e n c i a y s a c r i f i c i o .
E n a q u e l l o s t i e m p o s se t u v o por d i o s
u n a m u y rica e s m e r a l d a e n la p r o v i n c i a
d e M a n t a , q u e es la q u e a g o r a l l a m a n
P u e r t o V i e j o , la c u a l p o n í a n en p ú b l i c o
a l g u n o s dias y la g e n t e s i m p l e la a d o r a b a .
Y cuando algunos estaban malos, íbanse
á e n c o m e n d a r á la e s m e r a l d a , y l l e v a b a n
o t r a s p i e d r a s e s m e r a l d a s p a r a le o f r e c e r ,
p o r p e r s u a c i o n del s a c e r d o t e , d á n d o l e á
e n t e n d e r , q u e p o r a q u e l l a o f r e n d a la sa-
lud le seria r e s t a u r a d a .
T e n í a n t a m b i é n á los S e ñ o r e s q u e les
h a b í a n bien y j u s t a m e n t e y c o n a m o r y
suavidad gobernado y sido provechosos á
los pueblos, por más que hombres, y
p o c o á p o c o v i n i e r o n á los e s t i m a r p o r
DE.L PERÚ. 55

dioses y á ofrecelles sacrificios y a c u d i r


á ellos, invocándoles en sus necesidades.
Estas y otras cosas tenian en venera-
ción las gentes de aquellas p r o v i n c i a s en
todo el tiempo que precedió al señorio y
reinado de los R e y e s Ingas, m a y o r m e n t e
al primero, que llamaron Pachacuti I n g a ,
que quiere decir «Vuelta del Mundo», por-
que los puso en m u c h a y más polida poli-
cía que la que antes tenian, y por esta
polideza y m e j o r i a les parecia que se v o l -
vía el Mundo de u n lado á otro.
Pero este R e y y sus sucesores, más dis-
creto y verdadero c o n o s c i m i e n t o t u v i e r o n
del verdadero Dios, porque t u v i e r o n que
habia Dios que habia hecho el C i e l o y la
Tierra, y el S o l , y L u n a , y estrellas y á t o d o
el Mundo, al c u a l l l a m a b a n Condicibira-
cocha, que en la l e n g u a del C u z c o s u e n a
«Hacedor del Mundo.» Decían que este
dios estaba en el cabo postrero del M u n -
do, y que desde allí lo m i r a b a , gobernaba
y proveía todo; al cual tenian por Dios y
S e ñ o r , y le ofrecían los principales sacri-
ficios. A f i r m a b a n que tuvo un h i j o m u y
m a l o , antes que criase las cosas, que tenia
por n o m b r e Taguapicaviracocha; y éste
c o n t r a d e c í a al padre en todas las cosas,
porque el padre hacía los h o m b r e s buenos
y él los hacia malos en los cuerpos y en
56 DE LAS ANTIGUAS GENTES

las á n i m a s ; el padre hacía m o n t e s , y él l o s


hacia llanos, y los llanos c o n v e r t í a en m o n -
tes; las fuentes que el padre hacia, él las
secaba; y finalmente, en todo era c o n t r a -
rio al padre; por lo c u a l , el padre, m u y
e n o j a d o , lo l a n z ó en la mar para q u e m a l a
m u e r t e m u r i e s e , pero que n u n c a m u -
rió (i). Parece aquesta ficción ó i m a g i n a -
c i ó n significar la caida d e l p r i m e r Á n g e l
m a l o , hijo de Dios por la c r i a c i ó n , p e r o
m a l o p o r su e l a c i ó n , siempre c o n t r a r i o
de Dios su C r i a d o r . F u é lanzado en la
m a r , según a q u e l l o del Apocalipsi, capí-
t u l o 20: Diabolus tnissus est in stagnnm>
etcétera. D e c í a n t a m b i é n que el S o l era el
p r i n c i p a l criado de Dios, y que es el q u e
habla y significa lo que Dios m a n d a ; y no
iban en esto m u y l é j o s de la verdad, p o r -
que n i n g u n a c r i a t u r a (sacados los á n g e l e s
y los hombres) así representa los a t r i b u -
tos y excelencias de Dios (según S a n Dio-
nisio, 4. 0 de los Divinos nombres), c o m o
el S o l . Y así, c o m o t e n g a y p r o d u z g a t a n
excelentes y diversos e f e c t o s ¿ q u é otra cosa
p a r e c e sino m a n i f e s t a r y p u b l i c a r las e x -

(1) Curioso mito peruano que leo por primera vez.


Tiene el carácter de todos los vestigios de tradiciones
cosmogónicas que todavía recordaban al tiempo de la
conquista los yuncas costeños. L a interpretación n o
puede ser más lastimosa.
DEL PERÚ. 57
I
celencias y operaciones que en estas cosas
criadas obra el C r i a d o r y v e r d a d e r o Dios?
Por lo cual lo servían y h o n r a b a n y o f r e -
cían sacrificios; pero p r i m e r o y princi-
palmente á Conditib ir acocha, H a c e d o r del
Mundo, c o m o á S e ñ o r de todo.
Aquel R e y P a c h a c u t i , c o m o c o m e n z ó á
gobernar aquellos reinos, c o m o f u e r a n
muchos juntos, c o m o se dirá, lo p r i m e r o
en que puso orden fué en las cosas del
cultu divino, y para esto quiso i n f o r m a r s e
de todos los dioses que cada p u e b l o y
provincia y casa tenia; y c u a n d o le venían
á d | r la o b e d i e n c i a , inquiría qué dioses
tenían y o f r e c í a n sacrificio y acudían en
sus necesidades. C a d a u n o le daba cuenta
de su dios, diciendo unos que tenían por
su dios á la m a r , c o m o los pescadores;
otros á las peñas altas, ó sierras ó cerros,
como los labradores y gente serrana; otros
á las aves ó á tales aves; otros á los á r b o -
les ó á maderos que ellos l a b r a b a n ; otros
habia que a d o r a b a n las zorras, ó leones ó
tigres, p o r q u e no les hiciesen daños y por
persuasión de los demonios que en aque-
llas bestias ó en figuras dellas respondían
y hablaban con los sacerdotes. Otros t a m -
bién decían que veneraban á Señores que
habían tenido, porque los habían blanda
y suavemente gobernado; y así poco á
58 DE LAS ANTIGUAS GENTES

p o c o v i n i e r o n en o p i n i o n q u e aquellos
eran más que hombres.
D á n d o l e cada u n o c u e n t a de los dioses
á quien servian y adoraban, dicen que
de m u c h o s de los dioses q u e le r e f e r í a n
se reia y b u r l a b a , d a n d o á e n t e n d e r q u e
a q u e l l a s c o s a s no e r a n d i g n a s de ser d i o -
ses, y así se lo d e c l a r ó d i c i e n d o q u e e r a
e s c a r n i o t e n e r y a d o r a r c o s a s tan b a j a s y
v i l e s p o r d i o s e s , y q u e n o los d e b í a n de
r e v e r e n c i a r ni o f r e c e r s a c r i f i c i o ; p e r o q u e ,
p o r n o d a l l e s p e n a , les d a b a l i c e n c i a q u e
los t u v i e s e n c o m o a n t e s los t e n í a n , si q u i -
s i e r e n , c o n tal c o n d i c i o n q u e s i r v i e s e n y
reverenciasen por sumo y m a y o r dios que
t o d o s los dioses al S o l . P o r q u e , d e c i a é l ,
q u e el S o l e r a la m e j o r c o s a de t o d a s y la
que más bienes y provechos hacia á los
h o m b r e s , p o r l o c u a l los h o m b r e s e r a n
obligados á servirlo y venerarlo más que
o t r a cosa a l g u n a p o r D i o s y S e ñ o r . Y p a r a
i n c l i n a r l o s más á la v e n e r a c i ó n y r e v e -
r e n c i a y a c e p t a c i ó n p o r cosa m á s v e n e -
randa q u e otra, d e s p u e s de Dios, al S o l ,
p o r su m i s m o e j e m p l o d e d i c ó l u e g o las
c a s a s q u e t e n i a e n la c i u d a d del C u z c o de
su padre y a g ü e l o y p r e d e c e s o r e s , d o n d e
al p r e s e n t e , su padre, q u e a u n e r a v i v o , y
él h a b i t a b a n , para t e m p l o del S o l ; de las
c u a l e s se s a l i e r o n y en e l l a s le h i c i e r o n
DEL PERÚ. 59

aquel sotenísimo, riquísimo y a d m i r a b l e


templo, de que arriba en el cap. 2 heci-
mos mención. Estas Casas y Palacios R e a -
les hasta entonces se l l a m a b a n Chumbi-
chuncha, y de allí adelante se l l a m a r o n
Coricancha, que quiere decir «cercado de
oro», porque hizo labrar en muchas piezas
excelentes más y m a y o r e s que las que ha-
bía de piedra m a r a v i l l o s a m e n t e l a b r a d a ,
cercadas de planchas de oro y plata enre-
dedor, y por m e z c l a en a l g u n a s partes se
puso plata, c o m o en el cap. 55 (1) y a se
refirió.
Puso en una pieza m u y rica y señalada
déllas la estatua del S o l , de b u l t o , toda d e
o r o , con el rostro de h o m b r e y los r a y o s
de oro c o m o se pinta entre nosotros. E s t a
sacaban algunas veces al S o l , porque de-
cían que le c o m u n i c a b a el S o l v e r d a d e r o
á aquel de oro su v i r t u d . H a c í a n l e cada
dia dentro de aquella capilla ó pieza rica
grandes sacrificios, c o m o se dirá. M a n d ó
hacer m u c h o n ú m e r o de mazorcas de
viaíf, todas de o r o f i n o , que estaban delante
d e l S o l . T e n i a dentro del mismo t e m p l o
ó del circuito de los edificios una huerta
m e d i a n a , que hoy también vive, t r a y e n d o

(i) N o es el 55, sino el 58 del ológrafo, ó sea 2 de


nuestra edición.
124 DE LAS ANTIGUAS GENTES

la t i e r r a m u y f é r t i l de m u y l é j o s p a r a p l a n -
talla, y para la r e g a r se t r u j o u n a f u e n t e
de l u e n g a d i s t a n c i a p o r c a ñ o s l a b r a d o s
de m a r a v i l l o s o a r t i f i c i o , q u e h o y t a m b i é n
sirve de su o f i c i o en la m i s m a h u e r t a .
E n e s t a h u e r t a se s e m b r a b a c a d a a ñ o
m a í f é otras sementeras para c o m i d a ,
q u e se o f r e c í a t o d o al S o l e n s a c r i f i c i o .
Esta huerta cavaba y sembraba con sus
p r o p i a s m a n o s el m i s m o R e y P a c h a c u t i
I n g a y sus h e r m a n o s y d e u d o s m á s c e r -
c a n o s , y esto e s t i m a b a n p o r g r a n d e h o n o r
y d i g n i d a d , así en el t i e m p o del s e m b r a r
c o m o en el de la c o s e c h a . E n estos d o s
t i e m p o s se h a c í a n g r a n d e s fiestas, c o n v i -
tes, a l e g r i a s y r e g o c i j o s .
P u s o en este t e m p l o , p a r a s e r v i c i o d e l
S o l , g r a n n ú m e r o de m u j e r e s y d o n c e l l a s ,
h i j a s de S e ñ o r e s , u n a s , las m á s p r i n c i p a -
les, c o n s a g r a d a s p a r a m u j e r e s del S o l ;
otras para criadas y sirvientas suyas;
otras para criadas destas mujeres; otras
p a r a c r i a d a s de sus c r i a d a s . S u s m u j e r e s
y c r i a d a s le s e r v i a n h a c i é n d o l e r o p a m u y
rica labrada por maravilla, y vino y las
c o m i d a s q u e le o f r e c í a n . T o d a s e s t a s m u -
j e r e s y c r i a d a s eran d o n c e l l a s v í r g i n e s , y
g u a r d á b a s e c o n t a n t o r i g o r , q u e si se q u e -
b r a n t a r a , se t u v i e r a p o r i n e x p i a b l e d e l i t o ,
y n o se c a s t i g a r a c o n m é n o s q u e c o n c r u -
DEL PERÚ. 61

delísima muerte. A f i r m a n nuestros r e l i g i o -


sos, muy entendidos y expertos en aque-
lla lengua, que muchas veces o y e r o n afir-
mar á los v i e j o s déllos, n u n c a haberse
hallado j a m á s falta en ésto en aquellas
mujeres. E r a inestimable honra y dignidad
ser del número déllas. L l a m á b a n s e Mama-
conas, que en su l e n g u a quiere decir S e ñ o -
ras Madres. P u s o eso m i s m o en aquel t e m -
plo sacerdotes que celebrasen y ejercita-
sen su oficio cerca del c u l t o del S o l . A d o r -
nólo de maravillosos y ricos y grandes va-
sos de oro y plata para servicio del S o l .
F i n a l m e n t e , lo p r o v e y ó en edificios, v a -
sos, ministros varones y mujeres, riquísi-
m a y abundantísimamente, c o m o pruden-
tísimo y religiosísimo, devoto y m a g n á n i -
mo R e y ó S e ñ o r . E n tanto grado se halla
este R e y haber sido estudioso y v i g i l a n t e
cerca del cultu del S o l , tenido cuasi por
Dios, aunque falso Dios, que a f i r m a n los
nuestros que pluguiese al v e r d a d e r o Dios,
q u e , á e j e m p l o de aquel que le ignoraba,
nosotros que por su begnina (.sic) condes-
cendencia le c o g n o s c e m o s , cerca de su ser-
v i c i o fuésemos tan solícitos y devotos co-
m o él lo era para con el S o l , que creia,
y estimando erraba, ser poco menos que
Dios, ó quizá lo igualaba con Dios, aun-
que confesaba haber sido h e c h u r a del ver-
dadero Dios.
126 DE L A S ANTIGUAS GENTES

H i z o e d i c t o p ú b l i c o y u n i v e r s a l en t o d o s
sus r e i n o s y señoríos, m a n d a n d o á t o d o s
los S e ñ o r e s , sus a n t i g u o s s u b j e c t o s , y á
t o d o s los q u e de n u e v o , p o r sus n u e v a s y
f a m a l o a b l e , v e n í a n á se le s u b j e c t a r , q u e
c a d a u n o h i c i e s e en los p u e b l o s de su se-
ñorío y gobernación, conforme á la cali-
dad del p u e b l o , u n t e m p l o al S o l , y l o
a d o r n a s e y p r o v e y e s e de s u f i c i e n t e s e r v i -
c i o , s a c e r d o t e s y o t r o s m i n i s t r o s , á la m a -
n e r a de a q u e l q u e en la c i u d a d del C u z c o él
h a b i a c o n s t i t u i d o ; y q u e p u e s t o q u e les de-
j a b a los dioses a n t i g u o s q u e c a d a u n o t e -
n i a , esto n o era p o r q u e a q u e l l o s f u e s e n
dioses, s i n o p o r c o n d e s c e n d e r c o n e l l o s y
c o n t e n t a r l o s ; por t a n t o , q u e y a q u e se
q u e d a s e n c o n a q u e l l o s , t u v i e s e n p o r prin-
cipal D i o s y S e ñ o r al S o l , y c o m o á t a l l e
e d i f i c a s e n los t e m p l o s y a d o r a s e n y s i r -
v i e s e n . L o c u a l se p u s o así p o r o b r a p o r
t o d a s las t i e r r a s de su S e ñ o r í o , q u e ni
p o c o ni m u c h o era s i n o u n a s m i l y t a n -
tas leguas.
Y así, en cada p r o v i n c i a , a u n q u e h a b i a
templos dedicados á particulares dioses,
s i e m p r e el m á s p r i n c i p a l y s u n t u o s o y d e
m a y o r v e n e r a c i ó n era el d e l S o l , á e j e m -
p l o y s e m e j a n z a del q u e el g r a n R e y c o n s -
t i t u y ó en la c i u d a d R e a l d e l C u z c o al
S o l . D e l c u a l está h o y e n pié la m a y o r
DEL PERÚ. 63

parte de los edificios, a u n q u e n o con la


riqueza y servicio que antes tenia, p o r q u e
allí se hizo un c o n v e n t o de la O r d e n de
Santo D o m i n g o ; pero hay h o y v i v o s a l g u -
nos viejos, que eran de los dedicados al
servicio de aquel t e m p l o , y v i e j a s de las
vírgenes Mamaconas.
Digna cosa es esta de m u c h a c o n s i d e r a -
ción, que un h o m b r e sin fé ni c o g n o s c i -
miento del verdadero Dios, ó al m e n o s n o
parecia que tenia más que los otros, con
sola la l u m b r e de la razón n a t u r a l conos-
ciese que aquellas cosas que los otros es-
t i m a b a n y servían por dioses, no mere-
cían tal reverencia y servicio c o m o se
debe a Dios; é y a que él erraba, escogía
al m e n o s la más excelente de las criaturas
por Dios, entendiendo y confesando táci-
tamente, que la cosa que en las cosas es la
mejor, aquella merecía y merece ser D i o s ;
y cuanto más que, c o m o arriba queda
dicho, expresamente cognoscia que el S o l
era criatura del v e r d a d e r o Dios.
C o n s i d e r e m o s t a m b i é n , que si aquél al-
c a n z a r a fe y c o g n o s c i m i e n t o del verdade-
ro Dios,¿qué fueran los templos, cuáles los
ministros, cuántas las riquezas, las ceri-
monias, los sacrificios que constituyera
por h o n r a del divino nombre y e j e r c i c i o
de la cristiana religión? A l menos, creíble
126 DE L A S ANTIGUAS GENTES

c o s a es, que si no pudiera h a c e r más y


m e j o r e s las cosas, h i c i é r e l a s c o n m a y o r
c e r t i d u m b r e y c o n f i a n z a de la r e m u n e r a -
c i ó n , y m á s í n t i m a y suave d e v o c i o n que
las hacia por el S o l .
C o n esto cierro la m a t e r i a y r e l a c i ó n
d e los dioses de más de tres mil l e g u a s
de tierra déstas nuestras Indias; lo c u a l
basta para c o n j e t u r a r que todas las de-
más n a c i o n e s que h a y , de que a ú n no te-
n e m o s noticia, serán en esto s e m e j a n t e s á
las referidas, p o c o ménos ó p o c o más.

C A P Í T U L O VIII.
D e otros templos famosos que liabia en el
Perú, su forma y edificio.

RESTA, para c o n c l u i r esta materia de


templos, referir en breve lo m u c h o
que habia que tratar de los t e m p l o s
solenísimos y riquísimos más que a l g u n o
pueda con exceso e n c a r e c e r , que t e n í a n
las ciudades y p u e b l o s celebratísimos de
los reinos del P e r ú . Y sólo se o f r e c e decir
de la forma de sus edificios, la c u a l no del
t o d o se m e ha expresado, p o r q u e los pri-
m e r o s que allí e n t r a r o n n o curaron de la
e s p e c u l a r (i).

(I) Afirmación poco ajustada á la verdad.


DEL PERÚ. 65

Dos maneras de t e m p l o s h o b o en a q u e -
llos reinos, que diferian e n la f o r m a : u n a
dedicada á los dioses a n t i g u o s q u e a q u e -
llas gentes, antes que r e i n a s e n los R e y e s
Incas, r e v e r e n c i a b a n por dioses, y o t r a los
templos c o n s a g r a d o s al S o l . Y a q u e d a
dicho a r r i b a , c ó m o , c u a n d o c o m e n z ó á
reinar aquel p r u d e n t í s i m o y r e l i g i o s o R e y
Pachacuti, p r i m e r I n g a , q u i s i e r a q u i t a r
todos los dioses de la t i e r r a , p o r p a r e c e l l e
que n o m e r e c i a n ser dioses, p e r o por no
dar p e n a ni e n t r i s t e c e r á los pueblos, per-
m i t i ó que se q u e d a s e n cada u n o con los
s u y o s , c o n t a n t o que rescibiesen y vene-
rasen al S o l por v e r d a d e r o y p r i n c i p a l í s i -
m o Dios. Y para d i f e r e n c i a r l o de los otros
dioses, o r d e n ó m u c h a s c e r i m o n i a s , s a c r i -
ficios y servicios y ministros s e r v i d o r e s , y
otras cosas c u a n t a s p u d o .
E n t r e a q u e l l a s f u é u n a , c o n v i e n e á sa-
ber: que los t e m p l o s se le e d i f i c a s e n de
otra m a n e r a y en o t r o s l u g a r e s q u e á los
otros dioses (de q u i e n él b u r l a b a ) solían
edificarse. A los otros e d i f i c a b a n los t e m -
plos d e n t r o de los p u e b l o s y en lugares
l l a n o s y b a j o s . T o d o s los aposentos y re-
tretes y p a r t e s déllos e r a n m u y m e n u d o s
y e s c u r í s i m o s , q u e á c u a l q u i e r a que ho-
biese de e n t r a r en ellos, h a b í a p r i m e r o de
se a n g u s t i a r y t e m b l a r l e las c a r n e s . B i e n
7
66 DE L A S ANTIGUAS GENTES

p a r e c í a q u e el q u e allí q u e r í a ser r e v e r e n -
c i a d o , en t i n i e b l a s v i v e y en t i n i e b l a s a n -
da; y á los q u e le s i r v e n , á las t i n i e b l a s
s e m p i t e r n a s n e g o c i a de l l e v a r .
P u e s c o m o el R e y P a c h a c u t i e s t i m a s e de
a q u e l l o s dioses ó q u e e r a n f a l s o s ó q u e
e r a n m a l o s , c o m o en la v e r d a d lo e r a n ,
p o r q u e el D e m o n i o en a l g u n o s a p a r e c í a
y q u e r í a ser a d o r a d o , y t u v i e s e al S o l por
d i o s b u e n o y m e j o r q u e los s u y o s , y , por
c o n s i g u i e n t e , s i e m p r e quisiere de a q u e l l o s
d i f e r e n c i a r l e , m a n d ó h a c e r los t e m p l o s
d e l S o l s i e m p r e en los l u g a r e s m á s e m i -
n e n t e s y a l t o s ; esto es, q u e los m a n d a b a
e d i f i c a r en los c e r r o s q u e las c i u d a d e s
p o r su e m i n e n c i a y a l t u r a s e ñ o r e a b a n ; y
si c e r r o s ó sierras n o h a b i a n a t u r a l e s , p o r
ser la tierra t o d a l l a n a , m a n d a b a h a c e r los
altos de tierra j u n t a m u c h a , q u e se a l l e g a -
ba con industria h u m a n a . E n el cerro ó
sierra n a t u r a l ó h e c h o i n d u s t r i o s a m e n t e
de tierra a q u e l m o g o t e a l t o , la f o r m a del
t e m p l o desta m a n e r a se o r d e n a b a : H a c í a s e
u n a c e r c a de p a r e d m u y g r u e s a y r e d o n d a ,
de c i n c o ó seis e s t a d o s a l t a ; d e n t r o de
aquella y apartada por alguna distancia,
se e d i f i c a b a o t r a , t a m b i é n r e d o n d a , y , se-
gún la p r o p o r c i ó n q u e c o n v e n i a , a l t a ; y
e n a l g u n o s t e m p l o s se h a c i a n c i n c o c e r c a s ,
y la postrera y a era en lo p o s t r e r o del c e -
DEL PERÚ. 67

rro, que era suelo llano ó porque lo alla-


naban. Allí, en aquel suelo, edificaban
cuatro cuartos en cuadra, c o m o los que
tienen en los monasterios los claustros.
Las paredes tienen m u c h a s v e n t a n a s y
m u y grandes por donde entra la luz y es-
tán todas las piezas m u y claras.
Dentro de aquel cuadro ó cuartos esta-
ban los altares, y allí era la Sancta Sancio-
nan del S o l . E s t a b a n cubiertos de su ma-
dera m u y bien labrada, c o m o el que lla-
mamos zaquizamí en nuestra España. T e -
nia el templo dos grandes portadas p o r
donde se entraba, y subian á ellas por dos
escaleras de piedra mucho bien labradas,
cada una de treinta gradas. T o d o lo alto
del zaquizamí estaba cubierto de p l a n -
chas de oro, el suelo y las paredes lo mis-
mo, y muy'pintadas, y en ellas ciertos en-
cajes donde se ponían ovejas de oro y
otras piezas déllo, que se ofrecían al S o l .
A una parte del templo habia cierta pieza '
como oratorio hácia la parte del O r i e n t e
donde nasce el S o l , con una muralla g r a n -
de, y de aquella salía un terrado de anchu-
ra de seis piés, y en la pared habia un en-
caje donde se ponia la imagen grande del
Sol de la manera que nosotros lo pinta-
mos, figurada la cara con sus rayos. E s t a
ponían, cuando el S o l salía, en aquel e n -
68 DE LAS ANTIGUAS GENTES

c a j e las m a ñ a n a s , q u e le diese de cara e l


S o l ; y d e s p u e s de m e d i o d i a p a s a b a n la i m a -
g e n á la c o n t r a r i a p a r t e , e n o t r o e n c a j e ,
p a r a q u e t a m b i é n le d i e s e , c u a n d o se i b a
á p o n e r , el S o l de c a r a .
D e n t r o de las dos c e r c a s q u e p r i m e r o
d i j i m o s , e s t a b a n los a p o s e n t o s de l o s sa-
c e r d o t e s y de las v í r g e n e s c o n s a g r a d a s al
S o l , y de los o t r o s m i n i s t r o s y s e r v i d o r e s
y oficiales del t e m p l o , y o f i c i n a s p a r a l a -
b r a r y g u a r d a r las j o y a s y l a s r o p a s de
l a n a finísima y de a l g o d o n p a r a el S o l , y
p a r a b o d e g a s de los v i n o s y l a s a v e s y
o t r a s cosas v i v a s y n o v i v a s q u e se le o f r e -
cían y sacrificaban, que eran cuasi sin
n ú m e r o . Y estos e r a n a n c h o s y g r a n d e s ,
y así, el n ú m e r o y c i r c u i t o é c a p a c i d a d de
t o d o el t e m p l o y de los a p o s e n t o s y c á m a -
ras ó piezas dél, n o p o d i a ser s i n o m u y
grande; y todo ello era m u y claro por to -
das partes, para diferenciar (como diji-
mos) el t e m p l o del S o l , q u e á t o d a s l a s
c o s a s h a c e c l a r a s , de los t e m p l o s de los
otros dioses, que eran todos oscuros y
tristes y atenebrados.
E s t o p a r e c i ó m u y b i e n c u a n d o los p r i -
m e r o s e s p a ñ o l e s en el P e r ú e n t r a r o n y l l e -
g a r o n á la c i u d a d de P a c h a c a m a , d o n d e
h a l l a r o n el t e m p l o del dios P a c h a c a m a ó
d e m o n i o , q u e así se l l a m a b a , el c u a l es-
DEL PERÚ. 69

taba m u y escuro y h i d i o n d o y m u y c e r r a -
do, á donde tenían u n ídolo de palo h e c h o ,
m u y sucio y n e g r o y a b o m i n a b l e , c o n e l
cual tenia m u c h a g e n t e g r a n d e v o c i o n , y
venian á serville y adoralle de t r e s c i e n t a s
leguas c o n sus v o t o s y p e r e g r i n a c i o n e s y
dones y j o y a s de o r o y p l a t a .
C r e y e r o n los españoles, y así d e b i a ser,
que el D e m o n i o e n t r a b a en aquel í d o l o y
les h a b l a b a . Y h a b í a l e s h e c h o e n t e n d e r
que él era el q u e h a b i a h e c h o la tierra y
criado los m a n t e n i m i e n t o s y t o d o lo q u e
en ella está; y así, P a c h a c a m a q u i e r e d e c i r
en aquella l e n g u a « H a c e d o r de la tierra.»
Y despues que por la ida de los r e l i g i o -
sos y por su p r e d i c a c i ó n , p l u g o á Dios q u e
a l g u n a s g e n t e s de a q u e l l a s se c o n v i r t i e -
sen, hizo mucho del e n o j a d o y f u e s e á l o s
montes ó al I n f i e r n o , q u e s i e m p r e trae á
cuestas, no q u e r i e n d o m u c h o s días v e n i r -
les á hablar. P e r o v i e n d o q u e p o r a q u e l l a
v i a perdía m á s q u e g a n a b a , d e t e r m i n ó
l l e v a r o t r o c a m i n o y a p a r e c i ó á q u i e n so-
l i a , q u e son los sacerdotes, á q u i e n s u e l e
( c o m o q u e d a dicho) p r i m e r o e n g a ñ a r , y
d í j o l e s : « Y o he e s t a d o de v o s o t r o s m u y
e n o j a d o , p o r q u e me h a b é i s d e j a d o y t o -
m a d o el dios de los cristianos; p e r o he
p e r d i d o el e n o j o , p o r q u e y a e s t a m o s c o n -
c e r t a d o s y c o n f e d e r a d o s el dios de l o s

íi «ss:

' - *
134 DE L A S A N T I G U A S GENTES

c r i s t i a n o s y y o q u e nos a d o r é i s y s i r v á i s
á a m b o s , y á mí y á él q u e así se h a g a n o s
place.» P o r q u e se v e a c u á n t a s m a ñ a s y
c a u t e l a s tiene a q u e l m a l a v e n t u r a d o , p a r a
l l e v a r c o n s i g o las á n i m a s . S a b i a b i e n q u e
p o r esta via y c o n esta i n d u s t r i a , n o s ó l o
no perdía nada, pero ganaba m u c h o más;
p o r q u e , b a p t i z á n d o s e la g e n t e y b a p t i -
z a d o s a d o r a n d o los í d o l o s j u n t a m e n t e , á
Dios causaban mayor ofensa y mayores
t o r m e n t o s á los q u e p o r este c a m i n o e n -
g a ñ a b a . Y q u e usase deste n u e v o e n g a ñ o
débese t e n e r por v e r d a d , p o r q u e n u e s t r o s
r e l i g i o s o s por c i e r t o lo a v e r i g u a r o n .
E l t e m p l o del S o l q u e allí h a b i a , e s t a b a
déste s o b r e u n c e r r o h e c h o á m a n o de
adobes y tierra bien alto desviado, con
cinco cercas y maravillosamente labrado,
t o d o m u y p a t e n t e , l l e n o de l u z y c l a r o ,
s e g ú n q u e los R e y e s m a n d a b a n así e d i -
ficarlos. D e la m a t e r i a de q u e t o d o s a q u e -
llos t e m p l o s se h a c í a n , y c u á n p o l i d a , r i c a ,
s u m p t u o s a y a r t i f i c i o s a m e n t e los e d i f i c a -
b a n , en los c a p í t u l o s 2 y 7 q u e d a b i e n
declarado.
135
DEL PERÚ.

C A P Í T U L O IX.
Sobre la riqueza y hacienda de los
templos. — Ganados.

Y
en lo de las riquezas que procedían
de los ganados pertenecientes á los
templos, es tan inmensa la v e n t a j a
que á todas aquellas riquezas que de los
ganados salían hacían los ganados que
los templos de los reinos del P e r ú dedi-
cados al S o l poseían, y también las mu-
chas y grandes heredades y sementeras
d e v i n o y de todas las cosas de manteni-
m i e n t o , para los sacrificios y sustentación
d e los sacerdotes y ministros de los tem-
plos, que duda n i n g u n a tienen los que de
los nuestros de aquello tuvieron a l g u n a
noticia, que no subiesen de más en nú-
mero de un millón 6 cuento de o v e j a s
las que habia consagradas al S o l en aque-
llos templos, cada una de las cuales tiene
más valor en carne y en g r a n d e z a , en
lana y su fineza, que cuatro de las nues-
tras; lo mismo era en las otras heredades
y haciendas. L o s hatos de éstas tenían sus
dehesas muy grandes y m u y complidas,
q u e llamaban moyas, también dedicadas
al S o l , y c o m o cosas sagradas y diputadas
al culto divino, donde pascian; y los pas-
72 DE LAS ANTIGUAS GENTES

tores, c u y o n o m b r e era michi, que l a s


g u a r d a b a n , d i l i g e n t í s i m o s en la g u a r d a y
en la c o n s e r v a c i ó n déllas fidelísimos; y
a u n q u e a n d u v i e s e n sin g u a r d a , n i n g u n o
f u e r a osado á h u r t a r ó hacer m e n o s u n a
ni n i n g u n a , ni aun u n a v e r i j a de lana dé-
llas, que n o c r e y e r a ser l u e g o h u n d i d o
d e b a j o de la tierra. Y esto era harto de
m a r a v i l l a r , por la c r e e n c i a , r e v e r e n c i a y
d e v o c i o n y fidelidad que al S o l , q u e p o r
dios e s t i m a b a n , tenían; lo c u a l es más de
e s t i m a r que los m i l a g r o s que dice T i t o
L i v i o que cerca de los g a n a d o s de la diosa
J u n o hacerse fingian. Q u e t a m b i é n l o s
t e m p l o s del S o l , no u n o sino m u c h o s , y
todos los de las p r o v i n c i a s del P e r ú , al
s e g u n d o de que habla T i t o L i v i o edifica-
do y dedicado á Júpiter en A n t i o c h í a en
magnificencia y riqueza h a y a n e x c e d i d o ,
p a r e c e m u y c l a r o por las m u c h a s , r i c a s ,
a d m i r a b l e s y nuevas cosas que de a q u e -
llos t e m p l o s en los c a p í t u l o s 2 y 7 q u e d a n
referidas.
De aquel de Júpiter dice T i t o L i v i o
que tenia el z a q u i z a m í l a b r a d o de o r o
y las paredes con h o j a s de o r o c u b i e r t a s
ó cerradas, p e r o que h o b i e s e o r o en el pa-
v i m e n t o ó suelo n o dice n a d a . De los t e m -
p l o s del P e r ú sabemos de cierto ser ver-
dad que, n o sólo el z a q u i z a m í y las p a r e -
DEL PERÚ. 73
des estaban c u b i e r t a s y e n f o r r a d a s de o r o ,
pero el suelo sobre q u e se a n d a b a e r a de
oro fino c u b i e r t o y a f o r r a d o . Y es a q u í
de notar, que las l á m i n a s de o r o de q u e
d i c e T i t u L i v i o (sic) q u e e s t a b a n c u b i e r t a s
las paredes de a q u e l t e m p l o de J ú p i t e r ,
significan en latín c o m u n m e n t e h o j a s del-
gadas c o m o las h o j a s de M i l á n ; p e r o l a s
piezas de q u e e s t a b a n c u b i e r t o s a q u e l l o s
t e m p l o s del P e r ú , n o e r a n h o j a s q u e pu-
diera pesar c a d a u n a , c u a n d o más pesara,
diez c a s t e l l a n o s , sino eran p l a n c h a s de
tres p a l m o s de l a r g o y de u n j e m e b u e n o
de a n c h o y de u n d e d o de g r u e s o ó de
a l t o , de la h e c h u r a de los e s p a l d a r e s de
n u e s t r a s sillas de espaldas, q u e cada u n a
pesaba quinientos castellanos, c o m o que-
da d e c l a r a d o .
Y q u é c o m p a r a c i ó n p u e d e h a b e r de la
riqueza y m a g n i f i c e n c i a de a q u e l t e m p l o
que así e n c a r e c e T i t o L i v i o y de t o d o s l o s
d e m á s , q u e f u e r o n , c u a n d o m u c h o s , tres ó
c u a t r o ó c i n c o los q u e h a l l a m o s m u y ce-
lebrados entre los i d ó l a t r a s y gentiles an-
t i g u o s , al t e m p l o de g r a n m a j e s t a d q u e
h a b i a pasada la p r o v i n c i a de Pasto, h a c i a
la de Q u i t o , del c u a l a g o r a se v e e n aún
las señales de p l a n c h a s de oro y plata en
las paredes, d o n d e p a r e c e h a b e r estado
todas c h a p a d a s y c u b i e r t a s de o r o y p í a -
126 DE L A S ANTIGUAS GENTES

t a (i); d o n d e también hobo grandísima


c o p i a de v a s i j a s d e o r o y d e p l a t a p a r a l o s
v i n o s y las o t r a s c o s a s d e l o s s a c r i f i c i o s y
s e r v i c i o s del t e m p l o ? E r a c o s a e n el m u n -
d o n u n c a v i s t a ni o i d a e n t r e l o s a n t i g u o s
gentiles, s e g ú n el n ú m e r o , cantidad, di-
versidad, hechura y grandeza y riqueza
déllas de que estaban todos los templos
del Sol proveidos. De los cuales mucho
n ú m e r o y a d m i r a b l e s p i e z a s en hechura
y g r a n d e z a en ESTA I s l a E s p a ñ o l a vimos;
p e r o m u c h a s m á s y de a d m i r a c i ó n d i g n a s
se v i e r o n p o r t o d o el m u n d o ( p o r q u e así
lo diga) n o u n a , sino m u c h a s n a o s des-
cargar, que iban cargadas déllas, en Se-
villa.
Hicieron los templos destos nuestros
indios á todos cuantos edificaron y tu-
vieron los idólatras antiguos s e ñ a l a d a y
extraña ventaja. L o s t e m p l o s d e la p r o -
v i n c i a del Q u i t o , l o m i s m o . E l t e m p l o d e
l a c i u d a d de T a c u n g a , a d e l a n t e d e l Q u i t o ,
d o n d e allende las chapas ó planchas de

( i ) De este templo dice G . Fernandez de Oviedo,


hablando de la conquista de Quito por Belarcazar: «De
allí pasaron á una cibdad que se dice Caiambe, é á otra
que se dice Carang ue, donde se halló una casa del S o l
chapada de oro é plata por de dentro é de fuera, aunque
pequeña; pero á honor de San Bartolomé fué desollada
presto- (t. I V , pág. 2 3 9 - E d . A c . de la Hist.)
DEL PERÚ. 75

q u e las paredes eran c u b i e r t a s , estaba m u -


c h o n ú m e r o e n c a j a d a s en e l l a s de o v e j a s
y otras figuras de b u l t o , t o d a s de o r o fi-
no. ¿Qué c o m p a r a c i ó n p u e d e h a b e r deste
t e m p l o al de los antiguos? Y el t e m p l o
famosísimo y n u n c a o t r o t a n r i c o j a m á s
imaginado c u a n t o m e n o s o i d o ni v i s t o ,
que estaba en la c i u d a d de T h o m e b a m b a ,
las paredes del c u a l n o sólo eran c h a p a d a s
y cubiertas de oro y e s c u l p i d a s en e l l a s
m u c h a s figuras, p e r o e n c a j a d a s m u c h a s
o v e j a s y c o r d e r o s y aves d i v e r s a s y m a n o -
jos de p a j a s , t o d o de fino o r o ; y en m u -
c h a s partes del t e m p l o , m a y o r m e n t e en
l a s p o r t a d a s y en a l g u n a s piezas señaladas,
n ú m e r o de e s m e r a l d a s y otras piedras de
d i v e r s a s especies preciosas, puestas y a s e n -
tadas, y todo h e c h o y l a b r a d o p o r m a r a -
villoso a r t i f i c i o , a l l e n d e de o t r a s m u c h a s
piezas p i n t a d a s c o n d o n o s o s c o l o r e s , q u e
el oro las i l u s t r a b a y h e r m o s e a b a . P u e s las
t i n a j a s y c á n t a r o s é infinitas otras v a s i j a s
de oro y de plata c o n o t r o m u c h o t e s o r o ,
¿quién lo apreciará? ¿Pues q u é c o m p a r a -
c i ó n se puede h a c e r deste tal t e m p l o á
c u a n t o s en el u n i v e r s o m u n d o se alaban?
B i e n , será, p u e s , que los q u e f u e r e n pru-
d e n t e s j u n t a m e n t e y de b u e n a v o l u n -
tad, c o n c e d a n á este t e m p l o la v e n t a j a ,
y á los q u e lo c o n s t i t u y e r o n j u z g u e n n o
76 DE LAS ANTIGUAS GENTES

p o r de m e n o s j u i c i o y s o t i l e z a de i n g e n i o
q u e á las m á s sotiles y p r u d e n t e s n a c i o -
nes a n t i g u a s é i d ó l a t r a s pasadas; a n t e s
p u e d e n c o l e g i r a r g u m e n t o desto y de m u -
c h í s i m a s o t r a s c o s a s de las y a d i c h a s , p a r a
t e n e r á estas g e n t e s por m á s v i v a s , s o t i l e s ,
prudentes y racionales.
Y aunque aqueste ya encarecido t e m p l o
s o b r e p a r a m o s t r a r la v e n t a j a q u e á t o d o s
los del m u n d o q u e los i n f i e l e s t u v i e r o n
h a c e , c o n s i d é r e s e o t r o q u e á este y l o s
demás sobrepujaba, que tuvo nombre Pa-
c h a c a m a . E s t e f u é d e los m á s a n t i g u o s , y
q u i z á el más q u e t o d o s a n t i g u o de t o d o s
aquellos reinos, y con quien m a y o r de-
v o c i ó n y m á s u n i v e r s a l , á u n a n t e s de la
g o b e r n a c i ó n de los R e y e s I n g u a s (sic) se
tenia. Y a arriba queda dicho que solían
c o n c u r r i r á él las g e n t e s de t r e s c i e n t a s
l e g u a s en r o m e r í a c o n sus v o t o s y c o n sus
d o n e s , c o m o al m a y o r y m á s e s t i m a d o y
único santuario donde creían recebir re-
m i s i ó n de sus p e c a d o s y s a l u d p a r a s u s
á n i m a s . E s t e , a l l e n d e t e n e r la h e c h u r a y
e d i f i c i o s , o r o y plata y vasos r i q u í s i m o s y
t o d o el o r n a t o y a t a v í o q u e el p a s a d o y q u e
los o t r o s , t e n i a m á s d e b a j o d e s í , en a l g u n o s
s o t e r r a ñ o s , g r a n d í s i m o s t e s o r o s , p o r la
i n f i n i d a d de las j o y a s de o r o y p l a t a q u e
de t a n t a s t i e r r a s y de t a n t a s g e n t e s c a d a
DEL PERÚ. 77

dia se le o f r e c í a n ; y p u e s t o que el p a s a d o
y o t r o s m u c h o s e r a n r i q u í s i m o s , p e r o este
á t o d o s e n r i q u e z a s e x c e d í a . De a q u í f u é
o r i g i n a d a la g r a n d e y e x t e n d i d a f a m a q u e
p o r t o d o s a q u e l l o s r e i n o s de las r i q u e z a s
a y u n t a d a s e n este t e m p l o , sobre t o d o s l o s
d e m á s florecía; p o r l o c u a l p r i n c i p a l m e n t e
F r a n c i s c o P i z a r r o e n v i ó á su h e r m a n o
Hernando Pizarro, luégo que entraron en
la t i e r r a , m á s q u e á o t r a p a r t e , p a r a q u e c o -
giese las r i q u e z a s , q u e no h a b í a n s e m b r a d o
ni s u d a d o , q u e h a b i a ( c o m o e l l o s d e c í a n y
e s c r e b i e r o n ) en e s t a m e z q u i t a . Dícese, y
así p o r a l g u n o s se ha e s c r i t o , q u e a u n q u e
H e r n a n d o P i z a r r o h a l l ó y sacó deste t e m -
p l o , y despues dél otros, g r a n s u m a y p e s o
de o r o y plata; p e r o q u e c u a n d o él l l e g ó ,
y a estaba p u e s t o en c o b r o p o r los s a c e r -
dotes y S e ñ o r e s la m a y o r c a n t i d a d de los
tesoros, q u e se cree h a b e r s i d o sin n ú -
m e r o . A l g u n o s d i c e n q u e se a l z a r o n m á s
de c u a t r o c i e n t a s c a r g a s .
P u e s el t e m p l o de V i l c a s , d o n d e h a b i a
la m u y rica figura del S o l , y los A s i e n t o s
R e a l e s en u n a piedra de o n c e pies de l a r g o
y siete de a n c h o , c u b i e r t o s de j o y a s r i q u í -
s i m a s de o r o y de piedras p r e c i o s a s a d o r -
nados, y cuarenta porteros que lo guar-
daban, y cuarenta mil personas por todos
los q u e p a r a el s e r v i c i o del t e m p l o y de
78 DE L A S ANTIGUAS GENTES

los P a l a c i o s R e a l e s e s t a b a n d e p u t a d o s .
I t e m el c e l e b r a t í s i m o y r e a l t e m p l o d e l
C u z c o , C i u d a d R e a l y c a b e z a de a q u e l l o s
reinos y que tanto quisieron noblecer y
a d o r n a r y e n r i q u e c e r los R e y e s I n g a s , e l
c u a l f u é f u n d a d o y a m p l i a d o e n los P a l a -
cios R e a l e s , c o m o a r r i b a q u e d a d i c h o , y
de d o n d e t a n e x t r a ñ a s r i q u e z a s é i n c o m -
p a r a b l e s t e s o r o s se s a c a r o n , c o m o v i m o s ,
de lo c u a l p r i n c i p a l m e n t e se h i n c h ó u n a
c a s a ó sala ó c u a d r a q u e tenia v e i n t e y
c i n c o pies en l a r g o y q u i n c e de a n c h o , y
era tan alta q u e u n h o m b r e a l t o n o l l e -
g a b a á e l l a c o n u n p a l m o , q u e f u é lo q u e
se o f r e c i ó el r e y A t a b a l i p a d a r , c u a n d o l o
p r e n d i e r o n los e s p a ñ o l e s , p o r q u e l o s o l t a -
sen, y de plata diez m i l i n d i o s c a r g a d o s ;
y q u e se h i c i e s e u n c e r c a d o en m e d i o d e
la p l a z a , y q u e lo h i n c h i r i a de t i n a j a s y
c á n t a r o s y o t r o s d i v e r s o s v a s o s de p l a t a ;
y e s t o c u m p l i ó y m u c h o m á s de l o q u e
h a b i a o f r e c i d o ; ¿qué t e m p l o en t o d o e l
O r b e , a u n q u e f u e s e s o ñ a d o ó de i n d u s t r i a
c o m p u e s t o y fingido, se p u d o c o m p a r a r
c o n este? Y n o sólo a q u e s t e t a n e s t u p e n d o
y n u n c a s u f i c i e n t e m e n t e l o a b l e ni e n c a r e -
c i b l e h a b i a solo e n a q u e l l a c i u d a d d e l
C u z c o , pero muchos otros ménos princi-
p a l e s , a u n q u e de o r o y de plata t o l d a d o s
y c u b i e r t o s , y de v a s o s g r a n d e s y chicos-
DEL PERÚ. 79

m u y proveídos y m u y ricos. T a m p o c o , y
a u n m u c h o m e n o s , t u v o a l g u n o de t o d o s
los del m u n d o c u a l i d a d ni c a n t i d a d ni ri-
queza p a r a p o d e r s e c o m p a r a r al t e m p l o
del T a m b o , en el v a l l e de Y u c a y , c u a t r o ó
seis l e g u a s de la c i u d a d del C u z c o , d o n d e
los R e y e s , p o r su t e m p l a n z a y a m e n i d a d ,
lo más del t i e m p o c o n v e r s a b a n ; c u y o e d i -
ficio f u é c o n s t r u i d o de a q u e l l a s m o n s -
truosas y e s p a n t a b l e s p i e d r a s q u e e n el
c a p i t u l o 2 d i m o s r e l a c i ó n ( i ) , las c u a l e s
t e n í a n p o r m e z c l a , á v u e l t a s de c i e r t o be-
t ú n , o r o d e r r e t i d o , de d o n d e los e s p a ñ o -
les h o b i e r o n m u c h o o r o a n t e s q u e los i n -
dios h o b i e s e n d e r r o c a d o m u c h a s p a r t e s de
a q u e l l o s edificios.
Este fué muy rico templo y m u y n o m -
b r a d o y a f a m a d o , y p o r las s e ñ a l e s q u e
en los m u r o s y p a r e d e s y e d i f i c i o s y pie-
dras déllos y o t r o s v e s t i g i o s y r i q u e z a s de
oro y plata q u e dél se h o b o , y la f a m a q u e
t e n i a , y t e n e r l o s R e y e s m á s a f i c i ó n á la
m o r a d a y h a b i t a c i ó n de a q u e l v a l l e , p o r
ser tal la t i e r r a y ser los A p o s e n t o s R e a l e s
allí s u m p t u o s í s i m o s y los R e y e s al S o l
d e v o t í s i m o s , se a r g u y e h a b e r sido este

(i) L a cual suprimimos allí, por corresponder exac-


tamente á la que da C i e i a de León en el cap. x c i v de la.
Primera parte de la Crónica del Perú.
80 DE LAS ANTIGUAS GENTES

t e m p l o m u c h o más que los pasados ó que


los más déllos riquísimo y v e n e r a b i l í s i m o ;
sino que los nuestros n o c u r a r o n de m u -
cho escudriñar estos secretos, c o m o estu-
viesen tan ocupados en a l l e g a r el oro y
plata que p o d í a n , viniese de d o n d e vi-
niese (i).

CAPITULO X.
Del sacerdocio y de los ministros de los
templos y dioses.

D E L sacerdocio y ministros d é l o s t e m -
plos y dioses de los reinos del P e r ú ,
no se ha podido c o l e g i r su c i e r t a
o r d e n , su n ú m e r o y d i s t i n c i ó n , m á s de
q u e habia S u m o S a c e r d o t e , q u e l l a m a b a n
e n su l e n g u a Vilaoma, y otros s a c e r d o t e s
á aquel s u b j e c t o s é i n f e r i o r e s , y á u n esto
n o se sabe decir en p a r t i c u l a r ; los s a c e r d o -
tes que habia dicen que eran c a s a d o s . L a
c a u s a f u é , q u e , c o m o las r i q u e z a s q u e ha-
bia en aquellos reinos f u e r o n las m a y o r e s
q u e j u n t a s se h a l l a r o n en t o d o el m u n -
d o , y éstas, p o r la m a y o r parte, poseián
los templos, y las g u a r d a b a n y conserva-

(i) ¿Y el pobre Cieza de León á quien el señor


Obispo escamotea la mayor parte de los datos en que
funda sus insoportables superlativos?
145
DEL PERÚ.

ban los sacerdotes, c o m o los n u e s t r o s e n -


t r a r o n tan de s ú p i t o y t o d o su p r i n c i p a l
n e g o c i o era r e c o g e r y n o d e j a r p u n t a de
todo a q u e l l o q u e f u e s e y a ú n q u e p a r e -
ciese oro, y lo p r i m e r o q u e los s a c e r d o t e s ,
c u a n d o lo p u d i e r o n h a c e r , p r o c u r a r o n ,
fué trasportallo y ponello en cobro; por
m i e d o de q u e n o los a t o r m e n t a s e n , des-
a p a r e c i e r o n , y así se cuasi e n t e r r ó a q u e l
n o m b r e de s a c e r d o t e . S u c e d i ó la e v e r s i ó n
y el d e s h a c i m i e n t o y a n i c h i l l a c i o n (sic)
intempestiva, celérrima y momentánea
de t o d a su r e p ú b l i c a , q u e los n u e s t r o s e n
m á s b r e v e s dias q u e en n i n g u n a de las
o t r a s r e g i o n e s destas Indias h i c i e r o n c o n
sus m i s m a s que entre sí t u v i e r o n d i s c o r -
dias; y así, c o m o d e s a p a r e c i ó t a n p r e s t o
el s a c e r d o c i o de la m a n e r a q u e se h a r e f e -
rido, n o se ha p o d i d o a l c a n z a r en p a r t i c u -
lar la d i s t i n c i ó n y n ú m e r o de sus i n d i v i -
duos y su o r d e n . P o d r á t a m b i é n h a b e r
c o n c u r i d o a l g u n a i n a d v e r t e n c i a de los
religiosos q u e d e s p u e s s u p i e r o n las len-
guas, los c u a l e s , c o m o p r e g u n t a r o n y es-
c u d r i ñ a r o n m u c h a s o t r a s cosas de la reli-
g i ó n , n o m i r a r o n c o n p r e g u n t a r lo q u e
tocaba á e s t a del s a c e r d o c i o (i). S o l a -

(I) Desde el principio del capítulo hasta este punto,


está publicado en las Antiquities of México de Lord
Kingsborough (t. V I I I , pág. 229).
82 DE L A S ANTIGUAS GENTES

m e n t e n o se ha p o d i d o i g n o r a r , p o r ser
cosa m á s q u e otra s e ñ a l a d a y m u y n o t o r i a ,
la o r d e n q u e e n los t e m p l o s habia de las
monjas.
Éstas, según q u e arriba e n el c a p . 7
se d i j o , e r a n e n c a d a t e m p l o m u c h a s , y
entre ellas habia distinción y orden y
g r a n r e l i g i ó n , c o n s a g r a d a s t o d a s al S o l ; y
o f i c i o t e n i a n de s a c e r d o t e s , p u e s o f r e c í a n
s a c r i f i c i o de muchas cosas que por sus
m a n o s o b r a b a n p a r a el d i v i n o c u l t o y ser-
vicio, principalmente del Sol y quizá
t a m b i é n de o t r o s dioses. D é s t a s , t o d o s u
n e g o c i o e r a o b r a r de sus m a n o s r o p a d e
lana finísima para el templo, teñida de
diversas y m u y vivas y graciosas colores.
H a c í a n del m á s e x c e l e n t e y fino y d e l i c a -
d o v i n o , p a r a o f r e c e r e n s a c r i f i c i o al S o l ,
q u e en la tierra se u s a b a , p o r q u e d i v e r s o s
v i n o s p a r e c e q u e e n t r e l l o s se s o l í a n b e b e r
y usar.
S e r v í a n de n o c h e y de día e n los t e m -
p l o s del S o l c o n g r a n c u i d a d o y s o l i c i t u d ,
y de c r e e r es q u e las c e r i m o n i a s y d e v o -
c i o n e s q u e e j e r c i t a b a n d e b í a n ser m u c h a s
y m u y de n o t a r , p u e s t a n r e l i g i o s o s y d i l i -
g e n t e s y e s m e r a d o s y c u r i o s o s f u e r o n los
R e y e s Ingas cerca del culto divino, ma-
y o r m e n t e del S o l . L o s c u a l e s , en t o d o l o
q u e p e r t e n e c i ó á t o d a especie de g o b e r n a -
DEL PERÚ. 83

cion, en grande m a n e r a (como p o r m u c h o


de lo que queda d i c h o y se dirá p a r e c e ) ,
sobre m u c h o s P r í n c i p e s del m u n d o se se-
ñalaron; y así, n o p u d o ser si n o que f u e -
ron m u c h a s y n o t a b l e s las o c u p a c i o n e s
que para el servicio espiritual que en l o s
templos se había de o b r a r , los R e y e s or-
denaron. P o r q u e t a n t o n ú m e r o de v í r g e -
nes hijas de S e ñ o r e s , que pasaban m u c h a s
veces de d o c i e n t a s , y para el c u l t o d i v i n o
allí a y u n t a d a s , n o h a b í a n de estar o c i o s a s
ni en obras p r o f a n a s ocupadas, l u e g o c r e e r
d e b e m o s que entendían en los sacrificios
y tenían m u c h o s ejercicios espirituales.
De tres en tres años se r e n o v a b a n estas
v í r g e n e s desta manera: quel R e y , si e s t a b a
presente, ó su G o b e r n a d o r y V i r r e y , q u e
se l l a m a b a Tocrico [ Tucuiricuc], en su ab-
sencia, hacíalas presentar ante sí, y de l a s
que y a estaban en edad de casarse, e s c o g í a n
tres, ó c u a t r o ó c i n c o , las más h e r m o s a s y
de m a y o r dignidad, para m u j e r e s del S o l ;
apartaba o t r a s tres ó c u a t r o , las de m a y o r
hermosura, para sí m i s m o el R e y , ó si es-
taba ausente, apartábalas el susodico Toc-
rico ó G o b e r n a d o r ; las demás casábalas
con h i j o s de los S e ñ o r e s , y algunas daba
el R e y á g r a n d e s S e ñ o r e s , sus v a s a l l o s ,
aunque tuviesen otras m u j e r e s , lo c u a l
ellos tenian por m u y g r a n f a v o r y m e r -
84 DE LAS ANTIGUAS GENTES

ced; las que restaban, que n o eran de tan


b u e n o s l i n a j e s , daba l i c e n c i a á sus padres
para que buscasen con q u i e n las quisiesen
casar. C a s a d a s todas las q u e h a b i a para
c a s a r , m a n d a b a e l S e ñ o r á los oficiales
q u e dello tenían c a r g o , que tornase á hin-
chir el n ú m e r o de las vírgines que falta-
ban de diez años arriba, hijas de S e ñ o r e s ,
para que, c o m o las pasadas, en el t e m p l o
se criasen y sirviesen de los oficios en q u e
a q u e l l o s se h a b í a n e j e r c i t a d o .
C o m o arriba en el c a p . 7 se t o c ó ,
g u a r d a b a n estas m o n j a s Mamaconas en
sí, al m e n o s e x t e r i o r m e n t e , tanta casti-
dad, que se cree n o h a b e r h a b i d o perso-
nas en a l g u n a parte del m u n d o que m á s
d i g n a m e n t e puedan de esta v i r t u d ser
alabadas. R e l i g i o s o de los n u e s t r o s alcan-
zó á v e r y baptizar u n a déstas y a bien
v i e j a , que habia sido escogida para m u j e r
d e l rey G u a y n a c a b a , padre de los R e y e s
G u a s c a r y A t a b a l i b a , y p o r q u e m u r i ó el
R e y presto, n o l l e g ó á su t á l a m o , y vi-
v i e n d o ella m u c h o s años despues, j a m á s
q u i s o casarse, y así p e r m a n e c i ó en su vir-
g i n i d a d ; al t i e m p o de c u y a m u e r t e , llo-
rándola un Señor hermano suyo, entre
o t r a s cosas de que la l o a b a ó c a u s a b a n
l á s t i m a , decia: «¡hermana mia, que mueres
v i r g e n á cabo de tantos años!»
DEL PERÚ. 85
Y con esto a c a b a m o s lo que de los m i -
nistros y sacerdotes de los t e m p l o s y d i o -
ses tenian en su religión supersticiosa es-
tas gentes que arriba c o m e n t a m o s .

C A P Í T U L O XI.
De las pensiones y rentas para
sustentación de los sacerdotes y otros
ministros de los templos, reparación de
sus edificios y gastos
del culto.

Y
porque los t e m p l o s y sacerdotes y
m i n i s t r o s de los dioses, que eran
muchos (como parece por lo dicho),
hacían m u c h o s gastos, necesaria cosa e s
dar noticia de qué ó de dónde se m a n t e -
nían y proveían. P a r a sustentación, p u e s ,
de los sacerdotes y otros ministros y para
refecion y reparación de los edificios y
para los otros gastos ordinarios que en los
templos se h a c i a n , h a b í a en los reinos del
Perú (1) p r o v i s i o n e s y réditos propios de
los templos y sacerdotes de aquellos r e i -
nos; y puesto q u e no nos conste m u y en
particular c u á n t a s ni cuáles f u e r o n , pode-

(1) Desde aquí hasta el final del capítulo está publi-


cado en las Antiquities de L o r d Kingsborough, t. VIH,,
pág. 2 3 2 .
86 DE L A S A N T I G U A S GENTES

m o s , e m p e r o , de la g r a n r e l i g i ó n q u e los
R e y e s allí t u v i e r o n y d e v o c i o n á los t e m -
p l o s del S o l , y de la s e ñ a l a d a p r u d e n c i a y
s o l i c i t u d q u e t u v i e r o n en la g o b e r n a c i ó n ,
c o n j e t u r a r q u e n o f u e r o n c u a l e s q u i e r a , si
n o m u y grandes, opulentas y copiosas
m á s q u e en n i n g u n a o t r a p a r t e , c u a n t o
m á s q u e de lo p o c o q u e v i e r o n a ú n l o s
n u e s t r o s , de q u e a r r i b a h e m o s h e c h o al-
g u n a mención, podemos tener por cons-
tante.
T e n í a n , p u e s , l o s t e m p l o s de los r e i n o s
del P e r ú , m a y o r m e n t e los c o n s a g r a d o s al
S o l , g r a n d e s h e r e d a d e s y en las m á s f é r t i -
les y g r u e s a s t i e r r a s p a r a sus t r i g o s ó maíf
é las o t r a s c o s a s de c o m i d a y c o s a s q u e se
h a b í a n de s a c r i f i c a r ; las c u a l e s , p r i m e r o
q u e l a s de los R e y e s se m a n d a b a n l a b r a r
y c u l t i v a r , c u y o c a r g o t e n i a t o d a la c o m u -
n i d a d de la p r o v i n c i a . P a r a la c o s e c h a y
g u a r d a ó e n c e r r a m i e n t o de los f r u t o s , h a -
bia grandes trojes y graneros Reales. De
e s t a s se m a n t e n í a n los s a c e r d o t e s y m i -
n i s t r o s del t e m p l o y s u p l í a n l e s o t r o s g a s -
t o s q u e se h a b í a n de h a c e r .
T e n í a n t a m b i é n g r a n d e s h a t o s de g a n a -
d o s , c a r n e r o s y o v e j a s de t o d a s e s p e c i e s ,
c o m o en el c a p . 9 se r e f i r i ó , p a r a los s a -
c r i f i c i o s q u e se h a c í a n en h o n o r del S o l y
m a n t e n i m i e n t o de los s a c e r d o t e s y m i n i s -
DEL PERÚ. 87

tros y de las m o n j a s y los d e m á s s e r v i d o -


res. Estos g a n a d o s e r a n innumerables
en cada provincia y p u e b l o s , y si se h o -
bieran de v e n d e r , f u e r a n de g r a n d í s i m o
valor.
T o d a s las dichas heredades y g a n a d o s ,
y pastores q u e los g u a r d a b a n , tenían títu-
lo de ser dedicados para s e r v i c i o del S o l ;
y así, se l l a m a b a n las h e r e d a d e s , los g a n a -
dos, las dehesas, los h a t o s , los pastores
del Sol.
Más particularidades de lo que está di-
c h o n o habernos podido a l c a n z a r ; por esta
c u a s i generalidad désto y de lo demás se
p o d r á m u c h o entender y j u z g a r .

CAPÍTULO XII.
De los sacrificios, ritos, adoraciones y
fiestas religiosas.

R
ÉSTANOS de aquí adelante por refe-
rir, para f e n e c e r la m a t e r i a que trae-
mos entre m a n o s , los sacrificios
que las naciones infinitas de los reinos
del Perú o f r e c í a n á D i o s y á sus dioses.
Para c o m i e n z o de lo c u a l , hase de c o n -
siderar que dos estados t u v i e r o n a q u e -
llos reinos p r i n c i p a l e s : u n o f u é antes
que los R e y e s Ingas c o m e n z a s e n á r e i -
n a r , c u a n d o las gentes déllos v i v í a n m á s
88 DE LAS ANTIGUAS GENTES

simple y rudamente, contentándose con


sólo lo natural, sin t a n t a delicadez de
policía como despues introdujeron los
R e y e s I n g a s . E n este t i e m p o p r i m e r o f u e -
ron m u y religiosos para con sus dioses,
los c u a l e s a r r i b a d i j i m o s , h a b l a n d o d é l l o s ,
e r a n los b u e n o s S e ñ o r e s q u e b i e n y amo-
rosamente los habían gobernado, y otros,
en c u y o error la ignorancia é industria
de los m a l o s ángeles los habia precipita-
d o . A éstos s e r v í a n c o n g r a n v i g i l a n c i a , y
en cuanto ellos podían los a g r a d a b a n ó
agradarlos imaginaban, mayormente los
h a b i t a d o r e s de l a s i e r r a y l o s q u e c e r c a d e
la mar moraban. Los primeros, porque
l o s d i o s e s l e s d i e s e n l o s f r u t o s de la t i e r r a ;
y los de la costa, q u e c o m u n m e n t e s u e l e n
ser pescadores, p o r q u e les deparasen bue-
nos lances del pescado y los guardasen de
l o s p e l i g r o s de l a m a r ; p o r l o c u a l t e n í a n
sus templos en ciertas isletas. L a s o f r e n -
das y sacrificios q u e les hacían eran de
o v e j a s , d e p l u m a s p i n t a d a s , d e maíf, de
v i n o , y de r o p a h e c h a de l a n a de muchos
colores, y de t o d a s l a s otras cosas que
ellos tenían entonces por preciosas. Nun-
c a se h a e n t e n d i d o q u e p o r a q u e l l o s t i e m -
p o s se o f r e c i e s e n h o m b r e s .
El otro estado y tiempo fué despues
que comenzaron á señorear y gobernar
DEL PERÚ. 89

los R e y e s Ingas, los cuales en lo t e m p o -


ral y espiritual f u e r o n m u y delicados y
muy proveidos en la orden que d i e r o n en
su policia. Desde a q u e s t e g o b i e r n o déstos
Reyes I n g a s , c o m e n z ó la r e l i g i ó n , así
como t o d o lo d e m á s , á florecer y afinarse
más que en los t i e m p o s a n t i g u o s . F u e r o n ,
pues, los sacrificios destos t i e m p o s pos-
treros en dos m a n e r a s : u n o s generales,
q u e se o f r e c í a n por toda la r e p ú b l i c a y en
su n o m b r e ; o t r o s , p a r t i c u l a r e s , que cada
persona p a r t i c u l a r o f r e c í a por su devo-
ción y s e g ú n sus necesidades.
L o s generales f u e r o n en tres m a n e r a s :
p o r q u e u n o s eran cuasi diarios y c o m u -
nes; otros, en ciertos t i e m p o s del año;
otros en t i e m p o de a l g ú n i n f o r t u n i o y ne-
cesidad de h a m b r e , ó e n f e r m e d a d e s ó
semejantes adversidades. L o s c o m u n e s
eran c o m o h a c i e n d o gracias á los dioses,
p r i n c i p a l m e n t e al S o l , por los b e n e f i c i o s
rescebidos y que se r e c i b í a n cada día; y
éstos eran de cosas c o m u n e s , c o m o de
unos a n i m a l e j o s que parecen g a z a p o s de
conejos, que en la l e n g u a de la isla E s p a -
ñola l l a m a b a n curies (la p e n ú l t i m a sílaba
luenga), y sebo de a n i m a l e s , o v e j a s y car-
neros, uno ó dos déllos. E s t o s sacrificios
se ofrecían en los t e m p l o s principales d e l
Sol cada dia, q u e m a n d o todas a q u e l l a s
90 DE LAS ANTIGUAS GENTES

cosas los sacerdotes que estaban deputa-


dos para ello. T a m b i é n ofrecían de sus
vinos en m u c h a cantidad, y ofrecíanlo
desta m a n e r a : q u e tenían en los templos
una pileta de piedra m u y linda, debajo
de la c u a l h a b i a un s u m i d e r o , d o n d e lo
d e r r a m a b a n y se c o n s u m í a ( i ) .
O t r o s s a c r i f i c i o s se o f r e c í a n e n ciertos
t i e m p o s , u n o s c a d a m e s al p r i n c i p i o que
p a r e c í a la L u n a : e s t o s e r a n d e l a s m i s m a s
cosas, puesto que en mayor cantidad,
c o m o t r e s v e c e s m á s d e l o c o m ú n de c a d a
día. Otros eran más grandes, dos veces en
el a ñ o (conviene á saber), u n a c u a n d o ha-
cían sus s e m e n t e r a s , p o r q u e f u e s e n f é r t i -
l e s y p r ó s p e r a s ; y o t r a c u a n d o las c o g í a n ,
p o r q u e se l a s h a b i a d a d o d e D i o s ó el q u e
e l l o s p e n s a b a n q u e lo e r a .
E s t o s s a c r i f i c i o s e r a n d e las m i s m a s c o -
sas, pero en m u c h o m a y o r cantidad y co-
pia, y de o t r a s cosas particulares, como
d e l a y e r b a coca, que tanto entrellos vale
y es p r e c i o s a . Ofrecíanles también ropa
de lana hecha en vestidos; vestidos de v a -
r o n si fingían el ídolo ser h o m b r e , y de
m u j e r , si l a fingían diosa mujer.

(i) Algunos escritores dicen que la tal pileta era re-


ceptáculo mingitorio ó recipiente urinario; especie de
pila de agua bendita inventada con anticipación por
el Demonio.
DEL PERÚ. 91

T e n í a n otros sacrificios g e n e r a l e s en los


tiempos de g r a n n e c e s i d a d , de h a m b r e ó
mortandad, la c u a l , si era m u y g r a n d e , sa-
crificaban niños y niñas i n o c e n t í s i m a s ,
que no tuviesen p e c a d o a l g u n o ; y éstos
sin los a n i m a l e s y las otras cosas, p o r q u e
tales sacrificios eran más q u e otros c o p i o -
sos, siempre más ó ménos, s e g ú n el i n f o r -
tunio que o c u r r í a era m a y o r ó m e n o r .
T o d o s estos sacrificios e r a n de b i e n e s
de la c o m u n i d a d , y p a r a que siempre ho-
biese provision, habia o v e j a s en g r a n nú-
mero, y otros a n i m a l e s que el R e y habia
m a n d a d o r e c o g e r de todo el r e i n o y de
las ciudades, dedicados y c o n s a g r a d o s á
ésto de m u c h o s años antes. D a b a n t a m -
bién de sus g a n a d o s para estos sacrificios,
por su d e v o c i o n , m u c h a s p e r s o n a s parti-
culares. T o d o l o c u a l se c o n t a b a y se ha-
cia trato ó tratos d é l l o , y con aquel t í t u l o
se g u a r d a b a y b e n e f i c i a b a .
Y a d i j i m o s a r r i b a en el cap. 7, d o n d e
hablamos de los dioses, c ó m o en a q u e l l o s
reinos p r i n c i p a l m e n t e se adoraba Condili-
viracocha, que t e n í a n ser el C r i a d o r del
Mundo y S e ñ o r dél y de todas las cosas; y
que el S o l decían ser el m a y o r y m e j o r
criado s u y o , el c u a l hacia todo lo q u e su
señor Conditiviracocha le m a n d a b a y que
hiciese o r d e n a b a . Y así, todos los sacrifi-
156 DE LAS ANTIGUAS GENTES

cios que h a c í a n , p r i n c i p a l m e n t e al C r i a -
dor y S e ñ o r de las cosas Conditiviracocha
los e n d e r e z a b a n . Á este, pues, en e s p e c i a l ,
tenían c o s t u m b r e de sacrificar cada L u n a
n u e v a , c u a t r o ó cinco h o m b r e s , m u j e r e s
y m a n c e b o s , todos vírgines, que no t u v i e -
sen a l g u n a m a n c h a de p e c a d o . E s t o s sa-
crificaban en dos isletas que h a b i a en dos
l a g u n a s , la una en el C o l l a o , c u y o t e m -
p l o se l l a m ó Titicaca; la o t r a laguna es
en la p r o v i n c i a de los C a r a n g a s (i). A l S o l ,
que era el p r i n c i p a l c r i a d o de Dios C r i a -
dor, h o n r a b a n y sacrificaban grandes sa-
crificios, q u e m á n d o l e o v e j a s , carneros y
sebo, coca y otras cosas m u c h a s , cosas (sic)
q u e se podían q u e m a r ; v i n o (sic) y de lo
m e j o r de sus vinos. O f r e c í a n l e chaquira,
que son u n a s c u e n t a s m u y m e n u d a s c o m o
a l j ó f a r m u y m e n u d o , y a q u e l l a de oro, q u e
es de las más artificiosas y preciosas q u e
ellos h a c e n y en más e s t i m a n . A l g u n a s
veces, dicen, q u e , a u n q u e m u y raro, le
o f r e c í a n a l g ú n h o m b r e . P e r o para m á s dar
á entender, porque es digno de oir é nues-
tros españoles vieron una fiesta que h a c í a n
al S o l , dándole g r a c i a s , m a y o r m e n t e por la
c o s e c h a de los frutos, será bien aquí refe-
rilla.

(i) H o y laguna de A u l l a g a s .
DEL PERÚ. 93

H a b i a un l l a n o á la salida de la c i u d a d
del C u z c o , h á c i a d o n d e sale el S o l , al c u a l
sacaban en a m a n e c i e n d o t o d o s los b u l t o s
de los R e y e s y S e ñ o r e s p a s a d o s q u e esta-
ban en los t e m p l o s de la c i u d a d , q u e e r a n
muchos. L o s m á s d i g n o s y de m a y o r a u t o -
ridad p o n i a n d e b a j o de m u y r i c o s t o l d o s
hechos de p l u m a , p o r m u y l i n d o a r t i f i c i o
h e r m o s o s y l a b r a d o s . Desta t o l d e r í a , de
una b a n d a y de o t r a se f o r m a b a u n a g r a n
c a l l e , q u e t e r n i a u n t i r o b u e n o de h e r r ó n
de t r e i n t a p a s o s de a n c h o . S a l i a el R e y
I n g a c o n m á s de t r e s c i e n t o s S e ñ o r e s , t o d o s
o r e j o n e s c a b a l l e r o s de g r a n n o b l e z a y s a n -
g r e , á los c u a l e s n i n g u n o se a l l e g a b a , p o r
S e ñ o r q u e f u e s e , si era de o t r o l i n a j e . H a -
c í a n dos c o r o s estos S e ñ o r e s , c o m o p r o c e -
s i ó n , en m e d i o de la c a l l e , t a n t o á u n a
c o m o á o t r a parte. E l R e y I n g a t e n i a su
tienda en u n c e r c a d o c o n u n a silla y e s c a -
ñ o de o r o m u y r i c o u n p o c o a p a r t a d o d e
la hila de l o s d o s c o r o s . S a l í a n t o d o s
a q u e l l o s c a b a l l e r o s o r e j o n e s m u y rica-
m e n t e v e s t i d o s c o n m a n t o s , c a m i s e t a s ri-
cas de a r g e n t e r í a y b r a z a l e t e s y p a t e n a s
e n las c a b e z a s , de o r o fino m u y r e l u m -
brante. E l R e y s i e m p r e salia m á s r i c o q u e
todos. S a l i d o s allí, e s t a b a n m u y c a l l a n d o
esperando q u e saliese el Sol, e l c u a l , así
c o m o c o m e n z a b a á salir, c o m e n z a b a n e l l o s
126 DE L A S A N T I G U A S GENTES

á entonar con gran o r d e n y concierto


un canto, m e n e a n d o cada uno déllos un
p i é á m a n e r a de c o m p á s , c o m o n u e s t r o s
c a n t o r e s de c a n t o de ó r g a n o . Y c o m o el
S o l se i b a l e v a n t a n d o , e l l o s e n t o n a b a n
su c a n t o más a l t o , y a l e n t o n a r , l e v a n t á -
base el R e y c o n g r a n d e a u t o r i d a d ( i )
y p o n í a s e en el p r i n c i p i o de t o d o s y e r a el
primero que comenzaba el canto, y como
d e c i a , d e c í a n todos. É y a q u e h a b i a ' e s t a d o
u n p o c o en p i é , v o l v í a s e á su silla y allí es-
t a b a n e g o c i a n d o y d e s p a c h a n d o á los q u e
n e g o c i o s t r a í a n ; y a l g u n a s v e c e s , de r a t o e n
r a t o , íbase á su c o r o (2), y e s t a b a un p o c o
c a n t a n d o y v o l v í a s e á su silla y n e g o c i a b a
y p r o v e í a lo q u e o c u r r í a ser n e c e s a r i o . Y
c u a n t o el S o l se i b a e n c u m b r a n d o h a s t a
el M e d i o d í a , t a n t o l e v a n t a b a n e l l o s las v o -
ces; y de M e d i o d í a a b a j o las iban e l l o s b a -
j a n d o , t e n i e n d o g r a n c u e n t a con lo q u e el
S o l c a m i n a b a ; y así e s t a b a n t o d o s c a n t a n -
d o desde q u e l S o l salia hasta q u e se p o n í a
del t o d o .
E n t o d o este t i e m p o se h a c í a n g r a n d e s
o b l a c i o n e s al S o l . E n u n a p a r t e d o n d e
c e r c a de un á r b o l e s t a b a u n t e r r a p l e n o ,

(1) A q u í repite Las Casas, por incorrección de es-


critura, se levantaba.
(2) Otro tanto hace en este lugar, repitiendo:y esta-
ba á su coro.
DEL PERÚ. 95

estaban unos indios q u e en un gran h u e g o


echaban m u c h a s c a r n e s de o v e j a s d o n d e
las q u e m a b a n y c o n s u m í a n en él. E n
otra parte m a n d a b a el R e y e c h a r m u c h a s
ovejas á la g e n t e pobre que allí estaba
llegada, que a n d u v i e s e n á la rebatiña,
quien más pudiese haber, cosa que causa-
ba mucha alegría y p a s a t i e m p o . A las o c h o
del dia, salian de la ciudad m á s de d o c i e n -
tas m u j e r e s m o z a s , cada una con su c á n -
taro n u e v o grande, que cabia más de arro-
ba y m e d i a , l l e n o s de chicha, que es su
v i n o , e m b a r r a d o s , c o n sus tapaderos, los
cuales todos eran todos nuevos y de u n a
m i s m a f o r m a y manera y con un m i s m o
e m b a r r a m i e n t o . V e n i a n éstas de c i n c o en
cinco con mucha orden y concierto, espe-
rando de t r e c h o en trecho, y o f r e c í a n
aquello al S o l y m u c h o s cestos de la y e r -
ba coca, que ellos tienen por tan pre-
ciosa.
Hacian m u c h a s y diversas c e r i m o n i a s ,
que serian largas de c o n t a r , y baste decir
q u e , á la tarde, c u a n d o el S o l quería po-
nerse, m o s t r a b a n ellos en el canto y en
sus m e n e o s g r a n tristeza por su ausencia,
e n f l a q u e c i e n d o de i n d u s t r i a las voces m u -
cho; é y a c u a n d o del t o d o desaparescia
el Sol de la vista déllos, h a c i a n una g r a n -
de a d m i r a c i ó n , y a l z a d a s ó puestas las
96 DE LAS ANTIGUAS GENTES

m a n o s , lo r e v e r e n c i a b a n c o n p r o f u n d í s i m a
h u m i l d a d . L u e g o a l z a b a n el a p a r a t o p u e s -
to para la fiesta, q u i t á n d o s e la t o l d e r í a ó
tiendas y cada u n o á su casa se i b a , lle-
v a n d o las e s t á t u a s á sus a d o r a t o r i o s . T o d o
esto h i c i e r o n o c h o y n u e v e dias a r r e o c o n
la m e s m a orden é solenidad y a u t o r i d a d
quel primero.
A q u e l l o s bultos ó estátuas que p o n i a n
en los toldos, eran de los R e y e s I n g a s pa-
sados, S e ñ o r e s de la ciudad y reino del
C u z c o ; cada u n o de los cuales t e n i a mu-
chos h o m b r e s de s e r v i c i o , que les estaban
t o d o el dia m o s q u e a n d o con unos v e n t a -
lles de p l u m a de cisnes de spejuelos, m u y
ricos. T e r n i a n t a m b i é n sus m u j e r e s Ma-
maconas en cada toldo doce y q u i n c e , las
m o n j a s y beatas q u e habernos d i c h o .
C o n c l u i d a s todas las fiestas, el ú l t i m o
dia l l e v a b a n m u c h o s a r a d o s de m a n o , los
cuales a n t i g u a m e n t e solían ser de o r o , y
a c a b a d o s los oficios, t o m a b a el R e y u n
arado y c o m e n z a b a á r o m p e r y arar la
tierra, y lo m i s m o h a c í a n todos los otros
S e ñ o r e s , para que de allí adelante por to-
dos sus reinos hiciesen lo m i s m o ; p o r q u e
sin que el R e y hiciese esto, n i n g ú n h o m -
bre había que osase arar la tierra ni t o c a r
en ella, p o r q u e tenían por cierto que n i n -
gún f r u t o daría.
DEL PERÚ. 97

Hacíanle otra m a n e r a de servicio y h o n -


ra: que tenian su i m á g e n ó figura hecha
de bulto de oro t o d a , con su rostro de
h o m b r e , con sus r a y o s a l r e d e d o r , c o m o le
pintamos nosotros. Esta tenian siempre
aposentada en cierta capilla dentro del
templo m u y rica de oro, la cual sacaban
ciertas veces al S o l , porque tenian opi-
nion que le daba virtud el S o l , s a c á n d o l o
á él. T e m í a n l e t a m b i é n hechas m u c h a
cantidad de m a z o r c a s de mahíf (como
arriba d i j i m o s h a b l a n d o de los templos),
todas m a c i z a s de finísimo oro, puestas an-
tes que e n t r a s e n donde estaba el S o l . — E l
S o l escondieron los indios que nunca pa-
reció. Dicen los indios que el Inca que
está alzado lo tiene consigo ( i ) . — N i n g ú n
indio c o m ú n osaba pasar por la calle del
S o l calzado, ni aunque fuese gran S e ñ o r
entraba en las casas del S o l con zapatos.
Y esto todo c u a n t o á los sacrificios gene-
rales y c o m u n e s . ,
C u a n t o á los particulares que cada uno
de su voluntad o f r e c í a sin necesidad y por
su devocion ó según la ocasion que se le
o f r e c í a , era sacarse los pelos de las cejas
y soplábalas hácia el Sol ó hacia el tem-
plo; echar p l u m a s pintadas; echar coca;

i l ) Así era la verdad. V . mis Tres Relaciones de an-


tigüedades peruanas—Dedicatoria.

7
98 DE LAS ANTIGUAS GENTES

q u e m a r sebo y de [sic) los a n i m a l e j o s di-


chos curies. Si la p e r s o n a que o f r e c í a te-
nia más c a u d a l , q u e m a b a o v e j a s ; echar
v i n o de lo que ellos tienen por m e j o r ;
o f r e c e r p e d a c i l l o s de oro y de plata y de
c o b r e , cada u n o del metal que puede y así
la c a n t i d a d .
L o m i s m o era de las c o m u n i d a d e s , que
según cada p u e b l o y l u g a r era p o d e r o s o
en bienes y r i q u e z a s , así más ó m é n o s en
los sacrificios se e s m e r a b a . P a r a c u m p l i -
miento de lo c u a l tenían sus g a n a d o s y h e -
redades y bienes hechas y c o n t r i b u i d a s
[sic] por toda la c o m u n i d a d . Y esto c o n -
f o r m a m u c h o con lo que el Filosofo dice
en el 7. 0 de la Politica, cap. 10, De la ciu-
dad bien ordenada ( c o n v i e n e á saber), que
los s a c r i f i c i o s que se han de o f r e c e r á los
dioses por la c i u d a d , se c o n t r i b u y a n y co-
jan de todos los v e c i n o s , d a n d o c a d a u n o
su parte: prceterea in sacrificiis cultuque
deorum, sumptus comunes esse debeat to-
tius civitatis, etc. Hec Philosophus.
T o d a s las v e c e s que c o m i a n coca, o f r e -
cían coca al S o l , y si se h a l l a b a n j u n t o a l
h u e g o , la echaban en él, por m a n e r a de
a d o r a c i o n ó reverencia, c o m o á c r i a t u r a
de Dios. C a d a v e z que sobian a l g ú n puer-
t o de nieve ó frió, en la c u m b r e t e n í a n
un g r a n m o n t o n de piedras c o m o por al-
DEL PERÚ. 99

tar, y en algunas partes puestas allí m u -


chas ensangrentadas saetas, y allí o f r e c í a n
' de lo que llevaban. A l g u n o s d e j a b a n allí
algunos pedazos de plata, otros, de o r o ,
otros, pelos de las pestañas, otros, de las
cejas, otros, de a l g u n o s cabellos. T i e n e n
por c o s t u m b r e c a m i n a r por allí con g r a n
silencio; p o r q u e dicen que si h a b l a n , se
enojarán los vientos y e c h a r á n m u c h a
nieve y los m a t a r á n .
E l f u n d a m e n t o sobre que f u n d a b a n t o d a
la v e n e r a c i ó n del S o l , era p o r q u e decían
que criaba todas las cosas y que les d a b a
m a d r e . A l a g u a , porque m o j a b a la tierra,
decían que tenia m a d r e , y teníanle h e c h o
cierto bulto. A l h u e g o , y al mat? y á las
otras sementeras decían que tenian ma-
dre, y á las o v e j a s y g a n a d o s . D e l v i n o
decían que la madre era el v i n a g r e . A la
mar decían que tenian madre (síc) y q u e
se llamaba Machimacocha[sic, por Mama-
cocha']. E l oro tenian que eran l á g r i m a s
del S o l c u a n d o el S o l lloraba.
E r a tanta la religión y e j e r c i c i o délla
que aquellas gentes t e n i a n , que si les n a -
cía un h i j o ó tenian a l g u n a prosperidad ó
cosa que les diese p l a c e r , ó habían de c o -
menzar a l g u n a o b r a , p r i m e r o o f r e c í a n sa-
crificios al Sol, por el beneficio r e s c e b i -
do, dándole gracias copiosas.
100 DE LAS ANTIGUAS GENTES

T o d o s los sacrificios dichos que se ha-


c í a n á los ídolos y cosas i n a n i m a d a s , aun-
q u e iban t o d o s enderezados, c o m o se d i j o ,
p r i n c i p a l m e n t e á Conditiviracocha, Cria-
dor de t o d o , t a m b i é n los h a c í a n á los
c u e r p o s muertos de los R e y e s y de otras
notables personas que habían h e c h o a l g u -
nos bienes señalados á las repúblicas; para
lo cual tenían heredades y hatos de g a n a -
dos y servicio de h o m b r e s y m u j e r e s que
las servían, y vasos de plata y oro c o m o lo
tenían y eran servidos c u a n d o eran v i v o s .
H a c í a n una c e r i m o n i a c o m o p e n i t e n c i a
c u a n d o se h a l l a b a n haber o f e n d i d o en al-
g ú n p e c a d o , y esta era, que se i b a n al rio
y se desnudaban y l a v a b a n t o d o . C r e í a n ,
c o m o y a es d i c h o , m u c h a s n a c i o n e s , que
las a g u a s tenían virtud de q u i t a r ó lavar
los pecados; y esta errónea o p i n i o n creo
q u e tenían y tuvieron todas estas i n d i a n a s
n a c i o n e s , pues tan f r e c u e n t e s y espesas
veces se l a v a b a n todos, n o sólo c u a n d o
estaban sanos, pero c u a n d o m u y e n f e r m o s
y c o m o p r i m e r r e m e d i o y ú l t i m o . Y en
ESTA ISLA é islas fué m u y e j e r c i t a d a y
f r e c u e n t a d a esta c e r i m o n i a y uso. S i sen-
tía el pecador que su pecado era g r a n d e ,
t o m a b a por penitencia y r e m e d i o q u e m a r
los vestidos que á la sazón tenia c u a n d o
lo c o m e t i ó .
DEL PERÚ. 101

Y a se dijo a r r i b a , c u a n d o de los s a c e r -
dotes y m o n j a s q u e h a b i a e n a q u e l l o s r e i -
nos del P e r ú , c ó m o o r d i n a r i a y p e r p é t u a -
mente a q u e l l a s t e n i a n c a r g o de h a c e r y
labrar muy rica r o p a y a l h a j a s y h a c e r l o s
vinos y tener p r o v i s i ó n y a b u n d a n c i a d é -
llos, todo para los s a c r i f i c i o s y s e r v i c i o y
cultu del S o l .
Y con todo esto d a m o s fin á la m a t e r i a
de los s a c r i f i c i o s a n t i g u o s de las g e n t e s
idólatras a n t i g u a s y de las m o d e r n a s , q u e
para q u e las c o n v e r t i é s e m o s e n s e ñ á n d o l e s
la vía de s a l v a c i ó n n o s las d e s c u b r i ó Dios:
¡ g r a c i a s á Dios! C r e o q u e p o r l o s u n o s y
p o r los o t r o s ritos y r e l i g i ó n t a n t o s y t a n
i n n u m e r a b l e s h a n sido los q u e h a b e r n o s
recitado, que no puede descubrirse alguna
otra n a c i ó n q u e p o r p o c o s ó p o r m u c h o s
diversos y e x q u i s i t o s q u e sean los q u e á
sus dioses o f r e z c a , q u e n o se p u e d a r e d u c i r
á a l g u n a especie de los d i c h o s , y lo m i s m o
de la q u e m á s c o n c i e r n e á la r e l i g i ó n ó
superstición.
102 DE L A S ANTIGUAS GENTES

CAPITULO XIII.
De la honestidad y recato en la práctica
de sus ritos y cerimonias religiosas.

o p o s t r e r o que resta para c e r r a r esta


p r i n c i p a l y q u i n t a parte de la b i e n
proveida y o r d e n a d a r e p ú b l i c a que
el F i l ó s o f o dice ( c o n v i e n e á saber), del
sacerdocio y sacrificios, es c o n t e j a r fsicj
la r e l i g i ó n de los r e i n o s del P e r ú á las
o t r a s g e n t e s antiguas; de lo cual, p l a c i e n -
d o á Dios, p r o n t o nos e x p e d i r e m o s , por-
q u e , a u n q u e f u e r o n m u y religiosos y devo-
tos, t u v i e r o n m e n o s c e r i m o n i a s , y no m u -
c h o s sacrificios, ni de m u c h a s especies de
cosas de que los f o r m a b a n , ni aun t a n t o
n ú m e r o y diversidad de dioses, c o m o las
gentes de la N u e v a E s p a ñ a ; y en todo
esto déllas f u e r o n los del P e r ú s o b r e p u -
jados.
F u e r o n en su religión y c u l t o , princi-
p a l m e n t e del Sol, m u y solícitos y d i l i g e n -
tes, temerosos, h u m i l d e s , modestos y de-
votos; fueron lo m i s m o discretos, pruden-
tes y honestísimos sobre todo. N o se ha-
llará que en sus fiestas y sacrificios, ni
c e r i m o n i a s , ni en cosa que tocase á su re-
ligión interviniese cosa deshonesta ni des-
o r d e n a d a , ni de burlerías y gasajos, sino
DEL PERÚ. 103

todo bien ordenado y razonable, con m u -


c h o seso y reposo, g r a v e d a d y a u c t o r i d a d
y atención y d u r a c i ó n dispuesto y cele-
brado, etc., etc. (1).

CAPÍTULO XIV.

Del nombre Perú y de cómo


se gobernaban las gentes de él en los
tiempos primeros de su
gentilidad.

Q
UERIENDO c o m e n z a r la r e l a c i ó n de
la g o b e r n a c i ó n que las gentes del
Perú t e n í a n en t i e m p o de su infi-
delidad, y en que las hallaron nuestros
primeros españoles que allí entraron, será
bien primero acordarnos de lo que q u e d a
escripto en los capítulos precedentes de
los edificios, de los t e m p l o s , de la reli-
gión, de los dioses y de l o s sacrificios y
de la gente de guerra y de otras muchas
cosas que quedan e x p l a n a d a s y otras to-
c a d a s , que no podían introducirse y usar-
se y conservarse sin grande prudencia y

(1) Siguen por este estilo exageradísimas aprecia-


ciones y estupendos elogios de las virtudes religiosas
de los antiguos peruanos, que para nada nos sirven, ni
en lo más mínimo aprovechan á la antigua historia del
Perú.
126 DE LAS ANTIGUAS GENTES

s a b i d u r í a n a t u r a l de los g o b e r n a n t e s , y
de los g o b e r n a d o s t a m b i é n , y d i g n a d e
ser á o t r a s m u c h a s n a c i o n e s puesta p o r
d e c h a d o y e j e m p l o de bien y de m u y o r -
d e n a d a s y s u f i c i e n t í s i m a s r e p ú b l i c a s ; lo
c u a l , en la m e m o r i a r e d u c i d o , sin q u e m á s
déllo tratásemos, podría y debria bastar
sin d u d a , p a r a q u e t o d o el m u n d o t u v i e s e
á aquellas gentes por capacísimas y orde-
n a t í s i m a s y e j e r c i t a d a s m u y m u c h o en los
actos del b u e n o y sotil j u i c i o de r a z ó n , y
florecer en todas las tres e s p e c i e s de p r u -
dencia monástica, económica y política,
de q u e a r r i b a e n e l c a p í t u l o 42 y s i g u i e n -
tes (1) á la l a r g a q u e d a e s c r i t o . P e r o t o d a v í a
m á s en p a r t i c u l a r y c o p i o s a m e n t e q u i e r o
r e f e r i r la p e r f e c c i ó n y s u f i c i e n c i a de sus
r e p ú b l i c a s , c u a n t o á la R e a l y ú n i c a g o -
b e r n a c i ó n , s e g ú n q u e y a es p ú b l i c o , n o
s ó l o á r e l i g i o s o s , q u e son los q u e m á s d e -
sas c o s a s de los i n d i o s a n t i g u o s p o r t r a -
b a j a r de saber las l e n g u a s , p a r a l a s p r e d i -
c a r , p e n e t r a n y a l c a n z a n , p e r o á los m i s -
m o s seglares que á aquellos reinos han
p a s a d o ; y d é l l o s t e n g o t a m b i é n p o r es-
c r i t o m u c h o de lo q u e a q u í diré, q u e m e
han dado.
E s , p u e s , de s a b e r , p a r a p r i n c i p i o d e s t a

(1) Del manuscrito de la Apologética.


DEL PERÚ. 105

nuestra relación, q u e este v o c a b l o ó n o m -


bre Perú, por el c u a l los e s p a ñ o l e s l l a m a n
y significan todos aquellos reinos, no es
nombre que los indios jamás conoscieron,
sino q u e , p o r q u e la p r i m e r a v i l l a q u e po-
blaron y llamaron Sant Miguel, fué po-
blada en un v a l l e q u e los indios l l a m a b a n
Piura, la última luegua (sic, p o r luen-
ga) (1), de a l l í se originó nombrar los
españoles todas aquellas grandes tierras y
reinos P e r ú . Y las tierras y r e i n o s q u e los
n u e s t r o s e n t i e n d e n p o r el P e r ú , s o n t o d o
l o q u e se c o m p r e n d e d e s d e la provincia
de Q u i t o , donde f u n d a r o n u n a villa que
d i j e r o n de S a n t F r a n c i s c o y q u e p a r t e lí-
m i t e s y t é r m i n o s c o n la p r o v i n c i a q u e d i -
j i m o s de Pasto, h a s t a la v i l l a de l a P l a t a
c o n l o s s u y o s . E s t a d i s t a n c i a , de largo,
será d e m á s de s e t e c i e n t a s l e g u a s , y de
ancho terná, por lo más, ciento y diez ó
ciento y quince leguas, y por los m é n o s ,
más de c i n c u e n t a . E s t o e s l o q u e llaman
nuestros españoles Perú. Y pues h a b l a m o s
de n o m b r e s , d i g a m o s a q u í c ó m o aquellas
gentes no sólo habían puesto nombres á
cada p r o v i n c i a , p e r o á c a d a p u e b l o , y n o
solamente á c a d a p u e b l o , m á s a u n á c a d a

(1) Esto no es verdad. Se pronuncia Pitíra, acen-


tuando el diptongo.
106 DE LAS ANTIGUAS GENTES

cerro y valle y r i n c ó n d e t o d a la tierra,


q u e a u n n o es m a l i n d i c i o d e t e n e r b u e n a
policia.
Y cuanto á la especie de su gober-
n a c i ó n , es d e s a b e r q u e s i e m p r e f u é d e s d e
su p r i n c i p i o R e a l y de uno, q u e es la
más noble y más natural, como muchas
v e c e s a r r i b a se h a d i c h o ; y e s t a tuvo dos
e s t a d o s , ó se h o b o de d o s m a n e r a s . E l u n o
f u é á los p r i n c i p i o s , que duró, según se
ha podido e x a m i n a r por nuestros religio-
sos, hasta quinientos ó seiscientos años.
T o d o e s t e t i e m p o se g o b e r n a r o n aquellas
naciones por Reyes ó Señores, y estos
e r a n c o m o p a r i e n t e s m a y o r e s y p a d r e s de
familias, de quien se puede conjeturar
que habían todos aquellos procedido;
c u y a jurisdicion y p o d e r í o n o e x c e d í a los
términos de cada p u e b l o ; y estos pueblos,
unos eran mayores y otros menores. Te-
níanles todos gran reverencia y obedien-
cia, y ellos los tractaban y a m a b a n como
á hijos. T e n í a n gran rigor en q u e unos á
otros no hiciesen agravios é injusticias, y
s e ñ a l a d a m e n t e c a s t i g a b a n el h u r t o y f u e r -
za de m u j e r e s y adulterio. Y esta gober-
n a c i ó n es n a t u r a l í s i m a c o m o t r a e Aristó-
t e l e s c u a s i a l p r i n c i p i o de su Política, de
la cual q u e d a en los capítulos de a r r i b a
hecha larga mención.
DEL PERÚ.

Destos Señores y R e y e s pequeños (que


p l u g u i e r a á D i o s así f u e r a n h o y l o s de t o d o
e l m u n d o ) , c a d a u n o t e n i a su m a n e r a d e
gobierno en su p u e b l o , s e g ú n que m e j o r
le p a r e c í a c o n v e n i a a l b i e n p ú b l i c o de s u
c o m u n i d a d ; y así c a d a u n o a b u n d a b a e n su
s e n t i d o , s e g ú n d i c e c i e r t o d e c r e t o de l a s
p r o v i n c i a s ( i ) . T e n i a c a d a p u e b l o su p o l i -
cía; tenían sus c o m e r c i o s y contratacio-
nes, c o m u t a n d o u n a s cosas c o n otras; te-
n í a n sus l e y e s p a r t i c u l a r e s y c o s t u m b r e s ;
su p e s o y m e d i d a y c u e n t a e n t o d o , y l e n g u a
p a r t i c u l a r , p o r l a c u a l e n t r e sí c o m u n i c a n -
d o se e n t e n d í a n . T e n í a n p o c a c o n t r a t a c i ó n
c o n o t r o s p u e b l o s y p r o v i n c i a s , si n o e r a n
éstos m u y propincuos. V i v í a n á los princi-
pios m u y pacíficos pueblos con pueblos,
contentos cada u n o con lo que tenia; des-
pues h o b o entre u n o s pueblos y otros al-
gunas guerras y discordias (porque los
hombres, desde la p r i m e r a q u e l Demonio
tuvo con nosotros, por simples y buenos
de su n a t u r a l e z a q u e s e a n , s i e n d o m u c h o s
y se m u l t i p l i c a n [ d o ] ? m u c h o , n o se p u e -
den e v a d i r q u e algunas veces no rifen),
principalmente sobre aguas y tierras y
términos déllas. De donde vino que hacían
sus p u e b l o s e n l o s c e r r o s m á s a l t o s y e n

(i) No sé lo que quiso decir aquí el Señor Obispo.


108 DE LAS ANTIGUAS GENTES

peñas, donde subían los mantenimientos


y bebida con harto trabajo; y tenían sus
fortalezas m u y fuertes de cantería para
su d e f e n s a , c o m o q u e d a t o c a d o a r r i b a .
Las armas suyas principales eran hon-
d a s ; n o t e n i a n flechas ni a r c o s , m á s de u n a s
c o m o r o d e l a s p a r a se d e f e n d e r d e las p i e -
dras. E s t o era en las g e n t e s de las sierras;
p e r o en los llanos q u e l l a m a b a n yungas,
peleaban algunos con flechas sin yerba;
en otras partes con dardos hechos de u n a s
c a ñ a h e j a s , y e n l u g a r de C a x q u i l l o s , p u n -
t a s d e p a l m a s ó de g ü e s o , y t i r á b a n l o s c o n
amiento, los cuales eran en tirallos muy
diestros y certeros. Por aquellos llanos ó
valles hacían los S e ñ o r e s sus casas en
c e r r o s , y si n o l e s h a b i a , c o n amontonar
m u c h a tierra, los c o m p o n í a n por artificio.
T o d a la t i e r r a q u e d e c i m o s s e r c o m p r e n -
d i d a e n l o q u e l l a m a n el P e r ú , nunca se
supo qué fuese comer carne humana, si
no fué un pedacillo de t i e r r a , e n l a en-
trada, hácia P a n a m á (i). E n toda la c u a l ,

(i) Por más que busco en las relaciones de los tes-


tigos del descubrimiento y conquista del Perú, Jerez,
Estete, P. Pizarro, Molina, etc., y los primeros cronis-
tas, Cieza, Zarate, Oviedo, etc., no hallo ese pedacillo
de tierra ó nido de antropófagos á que Las Casas se re-
fiere sin nombrarlo. Presumo que ha tomado equivo-
cadamente por una comarca septentrional del Perú,
aquella en que halló Francisco Pizarro en su primera
DEL PERÚ. 9

esomismo tuvieron siempre por a b o m i -


nable el vicio nefando de contra n a t u r a ,
excepto en alguna parte de la costa de la
mar, como se dice de Puerto Viejo, que
algunos y no todos c o m e t í a n el tal v i c i o ;
pero no por eso se d e j a b a entre ellos de
tener por cosa vilísima. E n las m o n t a ñ a s ,
algunos a n d a b a n desnudos; en todo lo
demás de toda la tierra, todos a n d a b a n
vestidos.
L a c o s t u m b r e y ley que tenian de su-
ceder en los estados y S e ñ o r í o s , era: que
c u a n d o el S e ñ o r se via v i e j o , y c e r c a n o
p o r naturaleza ó por e n f e r m e d a d á la
m u e r t e , ponia los ojos en el hijo que
p a r a la g o b e r n a c i ó n del p u e b l o y bien de
los subditos le parecía; y sino tenia h i j o
que fuese ya h o m b r e y para regir dis-
puesto, consideraba u n h e r m a n o s u y o ó
otro pariente, el más cercano, si de her-
mano carecía; y finalmente, si n o tenia
p a r i e n t e , n o m b r a b a otra p e r s o n a , q u e ,
consideradas muchas, escogía, que tuviese

exploración ollas en que cocían pies y manos humanas


(ó de monos?), y que nunca perteneció al Imperio perua-
no. Como no sea que aluda á alguna de las comarcas equi-
nociales como Pasao, Coáquez, Atacámez, etc., de la»
cuales sabemos ciertamente que sus naturales eran ca-
ribes, aunque no nos consta que comiesen carne hu-
mana.
174 DE LAS ANTIGUAS GENTES

p r u d e n c i a para regir ó p r o c u r a r la utili-


d a d d e l p u e b l o y á él f u e s e agradecido.
E s t e , a s í , d e n t r o d e sí, e l e g i d o y p o r tal
cognoscido, encomendábale para proba-
11o c o s a s d e l g o b i e r n o . E n v i á b a l o c o n n e -
g o c i o s y para q u e m a n d a s e p o n e r en eje-
c u c i ó n a l g u n o s m a n d a m i e n t o s suyos e n el
pueblo; lo uno, para quel pueblo cognos-
ciese q u e aquel habia [de ser] el sucesor
en el S e ñ o r í o , y ser su Rey é Señor, y
c o m e n z a s e n á t r a c t a r c o n él y á c o b r a l l e
a m o r ; lo o t r o , p a r a q u e él se e j e r c i t a s e y
e n t e n d i e s e l a p r á c t i c a de l o s n e g o c i o s y la
gente, y cobrase buena opinion entre
ellos, haciendo a l g u n o s buenos actos de
g o b e r n a c i ó n , y así s e e n s e ñ a s e á m a n d a r
y g o b e r n a r , t e n i e n d o aún el S e ñ o r vivo,
que le c o r r i g i r i a y enmendaría lo que
errase. Esta era infalible regla y costum-
b r e allí, é a ú n en todas las Indias, según
lo que tenemos entendido: nunca encar-
g a r la gobernación á muchachos, aunque
fuesen sus p r o p i o s h i j o s . T a m p o c o come-
tían gobernación á quien no supiera bien
g o b e r n a r y t u v i e s e a u t o r i d a d c o n el p u e -
b l o . F i n a l m e n t e , la s u c e s i ó n de los S e ñ o -
ríos en a q u e l l o s t i e m p o s , era por elecion
del S e ñ o r de aquella persona que m a y o r
p r o b a b i l i d a d y c o n c e p t o se t e n i a q u e h a -
b í a de g o b e r n a r b i e n y á p r o v e c h o de la
DEL PERÚ.

república, y no por herencia, puesto q u e ,


si se hallaba h i j o ó pariente c e r c a n o del
Señor, si era tal, aquél era preferido á los
demás. Créese h a b e r sido la razón, parte
el amor natural que los h o m b r e s á los hi-
jos y á los que más les toca [tienen]; parte,
porque parece que c u a n t o la persona f u e -
se más c o n j u n t a al S e ñ o r pasado, el pue-
blo le tendrá m a y o r respecto, r e v e r e n c i a
y a m o r . E n a l g u n a s p r o v i n c i a s de los
jyungas que se llaman tallanas, y a l g u -
nos de los guacauilcas [sic, por huanca-
vilcas] ciertas naciones tenían c o s t u m b r e
que no heredaban v a r o n e s , sino m u j e r e s ;
y la Señora se l l a m a b a capullana (i). L o s
yungas son las gentes de L o s L l a n o s .

(.1) Y también lallaponas ó tallapunas.


112 DE LAS ANTIGUAS GENTES

CAPÍTULO XV.

En el cual se prosiguen la gobernación


antigua y costumbres de las gentes del
Perú, (conviene á saber), la diligencia
que tenian en cultivar la tierra, de las
acequias, de los tributos que daban en
aquel tiempo primero á los Señores,
de los casamientos, de las
sepulturas y muchas
cerimonias en ellas
notables (i).

T
ENÍAN estas gentes gran policía y
cuidado en la labor y c u l t u r a de
las heredades, que allá l l a m a n chá-
caras, en todo g é n e r o de c o m i d a . L a b r á -
banlas y c u l t i v á b a n l a s m u c h o bien. T e -
nian lo m i s m o gran policía por la i n d u s -
tria que ponían en sacar las a g u a s de los
ríos para las tierras de r e g a d í o s , p r i m e r o
p o r acéquias principales que s a c a b a n por
los cerros y sierras con a d m i r a b l e artifi-
c i o , que parece imposible v e n i r por las
q u e b r a d a s y alturas por donde v e n í a . C o -
m e n z á b a n l a s de tres y c u a t r o leguas y
m á s de donde sacaban el a g u a . D e s p u e s ,

(i) Este título es de Las Casas.


DEL PERÚ.

de aquellas acequias grandes sacaban


otras pequeñas para regar las heredades,
y en esto t e n i a n m u y delicada y maravi-
llosa orden, y en repartir el a g u a para
que todos gozasen della, que u n a g o t a no
se les p e r d i a .
Los tributos que por aquellos tiempos
daban á los S e ñ o r e s , estos eran, (conviene
á s a b e r ) : q u e se j u n t a b a t o d o el p u e b l o á
edificarles sus casas y hacerles sus s e m e n -
teras y beneficiárselas en sus t i e m p o s , y
hacian de común todas las otras cosas
públicas; y así e r a n m u y pocos y muy
l i v i a n o s los tributos que d a b a n los p u e b l o s
á los R e y e s y Señores. Hacíanles algunos
s e r v i c i o s d e a l g u n a s c o s a s m e n u d a s de c o -
mer, como fructas y otras semejantes.
C u a n d o la c o m u n i d a d se j u n t a b a á h a c e r
cosas q u e p e r t e n e c í a n a l s e r v i c i o y u t i l i -
d a d d e l S e ñ o r ó de la r e p ú b l i c a , el S e ñ o r
los m a n t e n í a .
G u a r d a b a n g r a n d e o r d e n c e r c a de s u s
casamientos: ninguno se c a s a b a con su
h e r m a n a , ni c o n su p r i m a h e r m a n a , n i c o n
s u t i a , ni c o n su s o b r i n a , h i j a de su h e r -
mano ó hermana de s u p a d r e . Teníase
tal abuso por gran delito, porque n o so-
lamente llamaban hermanas, ni madres
ni hijos, á los que verdaderamente lo
e r a n , p e r o á los p r i m o s h e r m a n o s llama-
8
114 DE LAS ANTIGUAS GENTES

ban h e r m a n o s y á los tios padres y á los


sobrinos hijos. Casábanse siempre con sus
iguales: los S e ñ o r e s c o n S e ñ o r a s y los ple-
b e y o s c o n las p l e b e y a s . L a edad de q u e
se c a s a b a n e r a d e s q u e l l e g a b a n y subían
de v e i n t e a ñ o s . C u a n d o se c a s a b a n l o s S e -
ñores que tenían licencia de tener mu-
chas m u j e r e s , con la m u j e r que recibían
por principal, que siempre tenían entre
las demás una déllas por t a l , obraban
ciertas c e r i m o n i a s más q u e con las otras,
e n s e ñ a l d e q u e h a b í a de ser la principal;
y déstas eran c o m e r y b e b e r y hacer cier-
tos bailes y danzas y otras alegrias más
q u e en las o t r a s e s m e r a d a s . C u a n d o h a b i a
entre ambos, marido y m u j e r , igualdad ó
m a y o r í a d e p a r t e d e la m u j e r , s i e m p r e e l
v a r ó n d a b a á l o s p a d r e s d e la m u j e r a l g u -
nos dones, c o m o eran c a n t i d a d de o v e j a s ,
carneros, vasos de plata, ciertas sillas ó
asientos de los en que se s o l í a n asen-
tar (i), y a l g u n a s veces alguna mujer.
T o d o esto d a b a n en r e c o g n o s c i m i e n t o del
b e n e f i c i o q u e p o r d a l l e su h i j a rescibian,
y e n s e ñ a l de l a c o n f i r m a c i ó n d e la per-
pétua confederación, deudo y amistad que
por el tal c a s a m i e n t o e n t r e l l o s se con-
traía. T a m b i é n para que la m i s m a m u j e r

(i) Tiyanas.
I

DB-L PERÚ. 115

cognosciese q u e tenia m a y o r o b l i g a c i ó n á
amar y servir á su m a r i d o , p o r el s e r v i -
cio que por a q u e l l o se h a c i a á sus p a d r e s .
Y puesto q u e , c o m o es d i c h o , se h a c í a n
algunas c e r i m o n i a s p a r a h a c e r d i f e r e n c i a
de la m u j e r q u e se a d m i t i a por p r i n c i p a l ,
pero de tal m a n e r a t o m a b a n a q u e l l a u n a ,
que se c a s a b a n t a m b i é n c o n o t r a s m á s ó
ménos c u a n t o al n ú m e r o , c o n f o r m e á la
cualidad y p o s i b i l i d a d del q u e se c a s a -
ba, n o d e r o g a n d o á la q u e se admitia p o r
p r i n c i p a l ; y esta era c o m u n m e n t e la q u e
era de m á s n o b l e g e n e r a c i ó n y m á s ilus-
tre l i n a j e ; y si a c a e c i a ser a l g u n a s i g u a -
les ó cuasi i g u a l e s , a q u e l l a lo e r a q u e ser-
via á su m a r i d o m e j o r ó era d o t a d a de
a l g u n a s g r a c i a s n a t u r a l e s , c o m o de m a y o r
hermosura y disposición, ó más alegre y
afable, ó tejia más rica ropa, ó guisaba
m e j o r de c o m e r p a r a su m a r i d o , y así e n
lo demás. P o r m a n e r a , q u e s i e m p r e h a b í a
de ser u n a p r i n c i p a l , y esta t e n i a c a r g o y
c u i d a d o de la g u a r d a de las o b r a s y m a n -
darles lo q u e h a b í a n de h a c e r , y con e s t a
tenia el m a r i d o más f r e c u e n t e c o m u n i c a -
ción en lo p ú b l i c o y s e c r e t o , p o r q u e c o n
las demás se h a b i a m á s c o m o c o n c r i a d a s
que c o m o con m u j e r e s i g u a l e s . Y así, los
hijos de aquella p r i n c i p a l e r a n m á s f a v o -
recidos y en t o d o m e j o r a d o s ; y si a l g u n o
180 DE LAS ANTIGUAS GENTES

déllos salía tal que m e r e c i a s u c e d e r en el


Estado y Señorio, era preferido e n él á
los demás. La gente común y vulgar co-
munmente no tenia m á s de una; tratá-
b a n s e a m b o s c o m o h e r m a n o s en las o b r a s
y a m o r , y así se l l a m a b a n e n t r e sí h e r m a -
nos.
E n l a s g e n t e s d e l a s s i e r r a s , el o f i c i o de
l o s varones c o m u n m e n t e era entender en
las cosas del c a m p o , c o m o en las s e m e n -
teras y heredades, y cazas y pesquerías y
•otras s e m e j a n t e s ; y e l d e l a s m u j e r e s e n
criar sus h i j o s , hilar y tejer y hacer ropa
p a r a sí ó s u s m a r i d o s y familia, guardar
y curar y administrar las cosas domés-
ticas y de por casa. Iban también con los
maridos á los ayudar en las labranzas
cuando había necesidad. E n algunas pro-
vincias ó pueblos particulares, aunque
r a r o , tenían costumbre contraria; porque
l a s m u j e r e s salían á ejercitar las obras del
c a m p o , c o m o las l a b r a n z a s , y l o s m a r i d o s
se q u e d a b a n en casa hilando y t e j e n d o y
h a c i e n d o lo d e m á s . Y a u n q u e p a r e c e cos-
tumbre irracional, pero bien hay quien
los e x c u s e délla, pues h o b o a l g u n a s n a c i o -
nes q u e p r i m e r o la u s a r o n , y aun las de
España, según queda declarado atrás. Y
a q u e l l o era sólo en algunas partes de los
serranos: en las g e n t e s de L o s L l a n o s , q u e
DEL PERÚ. 7

llaman yungas, n u n c a la m u j e r se o c u -
paba en las cosas del c a m p o , sino en l a s
de casa; los m a r i d o s en las cosas que re-
quirian salir f u e r a , c o m o q u e d a decla-
rado.
No tenian m o n e d a a l g u n a para c o n t r a -
tar, sino sólo aquello que al principio e n -
seña la razón n a t u r a l , que se llama y es
el d e r e c h o de las gentes, (conviene á sa-
ber): c o m u t a r u n a s cosas por otras, c o m o
ropa por c o m i d a , carne por pan, frutas
por pescado, y así en las d e m á s de q u e
u n a s personas c a r e c í a n y otras abunda-
b a n . E n aquellos tiempos vivian m u y
t e m p l a d a m e n t e c u a n t o al c o m e r y b e b e r
y el apetito de m a n d a r y señorear. C o n -
tentábanse con lo que habia en su tierra
y pueblo. N o hacían pan de mahyf, sino
que lo c o m i a n tostado y c o c i d o , e x c e p t o
en la p r o v i n c i a de Puerto Viejo, que h a -
cían pan déllo. E r a g e n t e m u y partida y
que c o m u n i c a b a y partía con los d e m á s
cuanto c o m i a n , c o m o si f u e r a n e j e r c i t a -
dos en o b r a s de v e r d a d e r a c a r i d a d . Y esto
es en tanto g r a d o y en todas las Indias
común y g e n e r a l (de lo c u a l en otras g e n -
tes p o d r í a m o s dar v e r d a d e r o testimonio^
por lo haber visto m u c h a s veces), q u e , si
están c o m i e n d o , por p o c o que sea lo q u e
tienen, y l l e g a n otros, a u n q u e sean m u -
182 DE LAS ANTIGUAS GENTES

chos, todo lo reparten y todos han déllo


de gustar, aunque n o sea l o q u e á c a d a
uno cupiere sino tanto c o m o una uña, y
porque lo r e s c i b a , si no quisiese, lo han
de forzar.
E r a g r a n d e el c u i d a d o que tenían c e r c a
d e sus e n t i e r r o s y sepolturas y difuntos,
en lo cual eran en gran m a n e r a religiosos,
celando y g u a r d a n d o los c u e r p o s de sus
d i f u n c t o s . L o s yungas, que son las gen-
t e s de L o s L l a n o s , h a c í a n s u s s e p o l t u r a s
g r a n d e s y g ü e c a s en los c a m p o s y arena-
les debajo del arena, donde los enterra-
b a n . E s t a s e r a n de f o r m a d e u n a alberca
c u a d r a d a d e q u i n c e ó v e i n t e p i é s de c u a -
dra y honda de dos estados, unas mayo-
res y otras m e n o r e s , s e g ú n e r a la cuali-
d a d d e l a p e r s o n a q u e se h a b i a d e s e p u l -
tar. E n cada pared de las c u a t r o , p o r la
parte de adentro, hacían una bóveda
donde cupiesen cuatro ó cinco personas,
tan alta c o m o un h o m b r e , con una puerta
pequeñita y angosta. D e n t r o de aquella
bóveda entierran al Señor con algunas
p e r s o n a s q u e él m á s a m a b a y c o n a l g u n o s
servidores que le iban á servir allá, n o
tantas c o m o de a l g u n o s de la N u e v a E s -
paña. Entiérranlas alrededor dél y allí
todas sus j o y a s y vasos y piedras precio-
s a s , y t o r n a n l u e g o á c e r r a r la portezuela
DEL PERÚ. 119

con barro y piedra ó adobes, que parece •


n o h a b e r allí n a d a . H a c e n l o m i s m o á l a s
o t r a s t r e s p a r t e s ó b ó v e d a s , q u e son p a r a
en q u e los h i j o s y n i e t o s se h a n de s e p u l -
tar. Despues hinchen de a r e n a todo el
h o y o , q u e d i j i m o s ser c o m o a l b e r c a c u a -
d r a d a , h a s t a c o n el o t r o s u e l o la e m p a r e -
j a r . O t r a s v e c e s l a c i e g a n de a r e n a h a s t a
el m e d i o , p o r n o t e n e r q u i z á t a n t o t r a -
bajo. L a gente c o m ú n hace sus sepoltu-
ras m a y o r e s ó m e n o r e s , s e g ú n la c a l i d a d
de c a d a u n o , p e r o t o d o s se e n t i e r r a n e n
h u e c o y cubiertos con maderos y barro y
c o m o t i e n e n la p o s i b i l i d a d .
Sepúltanlos á todos e n v u e l t o s en m u -
c h a s m a n t a s , c a d a u n o s e g ú n t i e n e el c a u -
dal, cubiertos los rostros, calzados los
piés, y los h o m b r e s con sus p a ñ o s m e n o -
res. L á v a n l o s p r i m e r o q u e l o s e n v u e l v a n
e n las m a n t a s . E n t i e r r a n c o n l o s h o m b r e s
los i n s t r u m e n t o s c o n que la tierra ó las
otras cosas de sus oficios l a b r a b a n ; con
las m u j e r e s l a s r u e c a s y h u s o s y l o s t e l a -
res y a s p a s c o n q u e t e j i a n y devanaban.
Poníanles comida y bebida para tres ó
cuatro dias, g u i s a d a , y en ellos n o cerra-
b a n las s e p o l t u r a s , p a r e c e que creyendo
que habían menester comer aquel tiempo
q u e d e b i a de durar el c a m i n o que lleva-
ban. Poníanlos e c h a d o s , el rostro hácia
120 DE LAS ANTIGUAS GENTES

arriba, y atábanles con unas cuerdas re-


cias los m u s l o s y l o s b r a z o s j u n t o a l pe-
cho, c o m o nosotros, é cruzados.
D e la m i s m a m a n e r a q u e l o s s e r v í a n e n
la vida era servido despues de muerto
de sus familiares, (conviene á saber), po-
n i e n d o d e l a n t e la s e p u l t u r a c o m i d a y b e -
bida, donde la q u e m a b a n ; désta traian
mucha todos los que lo venían en su
m u e r t e á honrar. R e n o v á b a n l e la r o p a , y
del g a n a d o q u e poseía c u a n d o v i v o , le se-
ñ a l a b a n cierta parte, que t a m b i é n le q u e -
maban. Finalmente, en m u c h a s c o s a s le
s e r v í a n d e s p u e s [ d e ] m u e r t o , c o m o e n la
vida servirle acostumbraban, creyendo
q u e su á n i m a v i v í a e n o t r o m u n d o , aun-
q u e de la presente faltaba. T e n í a n l e g r a n
reverencia, veneración y amor y t e m o r , lo
cual, despues de m u c h o s tiempos, yendo
creciendo, llegaba y se c o n v e r t í a e n i d o -
latría; porque muchas veces acaecia q u e ,
habiendo sido algunos Señores buenos y
para sus pueblos provechosos y déllos
m u y a m a d o s , a c a e c i a (sic) q u e , a n d a n d o e l
t i e m p o , crescia tanto el a m o r y venera-
c i ó n , q u e por dioses los r e p u t a b a n , y c o n
sus ofrendas y sacrificios y plegarias o c u -
rrían á ellos en sus n e c e s i d a d e s , c o m o ó
t a l e s . Y este d i s c u r s o a l p r i n c i p i o l l e v ó e n
el m u n d o p o c o á p o c o , c u a n d o se intro-
DEL PERÚ. 121

dujo estimar los h o m b r e s ser dioses, la


idolatría, c o m o parece por el Libro de la
Sabiduría, cap. 14, donde se asignan délla
algunas causas; y a u n q u e los errores des-
tas g e n t e s , h a c i e n d o de h o m b r e s dioses,
los movian á o f r e c e r l e s dones y sacrifi-
cios, y á los ídolos ropa, m a i z , v i n o , plu-
mas, o v e j a s , o r o y plata y otras cosas pre-
ciosas s u y a s ; pero, que en los t i e m p o s
antiguos, que ofreciesen h o m b r e s , n u n c a
se ha e n t e n d i d o ni sospechado.
D e s p u e s de s e p u l t a d o el c u e r p o , v o l -
víanse todos los que á las obsequias ha-
bían v e n i d o á la casa del d i f u n t o , y allí
c o m i a n y bebian lo que habian traído y
ofrecido los parientes y a m i g o s antes, y si
era S e ñ o r ó persona p r i n c i p a l , j u n t á b a s e
todo el p u e b l o y t a m b i é n p u e b l o s c o m a r -
canos y hacíase g r a n l i m o s n a á los p o b r e s
que c o n c u r r í a n , dándoles de c o m e r y de
beber y t a m b i é n de vestir, al m e n o s á al-
gunos. Á la c o m i d a estaba presente la si-
lla ó asiento en que se solia el S e ñ o r asen-
tar, y si el R e y ó S e ñ o r principal era el
d i f u n t o , habia u n bulto en el m i s m o
asiento, y si no, estaba la r o p a de su ves-
tir. Poníanle t a m b i é n delante la c o m i d a
que si él f u e r a vivo habia de c o m e r . L o s
y e n t e s y v i n i e n t e s que e n t r a b a n y salían,
hacían grande a c a t a m i e n t o al m i s m o
122 DE LAS ANTIGUAS GENTES

a s i e n t o , c o m o si a l l í e s t u v i e r a v i v a la p e r -
sona real. T e n i a cuidado de todo este
o f i c i o f u n e r a l y q u e se c u m p l a y ordene
todo y no falte a l g u n a de las c e r i m o n i a s ,
y d e c ó m o y d ó n d e se h a d e a b r i r la s e p o l -
t u r a y de lo q u e e n e l l a c o n el d i f u n t o se
h a b i a d e s e p u l t a r , el q u e s u c e d í a e n el e s -
t a d o , y él e r a s o l o e l q u e l o s o j o s le c e -
rraba de l a manera que arriba dijimos
que en tiempo de S a n t a L u c i a se acos-
tumbraba por los r o m a n o s ; lo que no
habernos dicho tampoco entre aquestas
g e n t e s v i s t o , ni o í d o ni h a l l a d o ( i ) . E s t e l o
a m o r t a j a b a y hacia todas las otras cosas
principales que hacerse convenia por su
p e r s o n a , y o t r a s q u e e n su p r e s e n c i a se
hiciesen mandaba.
L l o r á b a n l o c i n c o y seis d i a s y á u n d i e z ,
y si e r a el S e ñ o r , c o n c u r r í a t o d o e l pue-
blo á llorallo. Habia mujeres que tenian
e l o f i c i o de e n d e c h a d e r a s , c o m o dejimos
a r r i b a q u e las t e n i a n l o s v a r o n e s ilustres
de Roma (2). É s t a s l l o r a n por todos y
cuentan las perfecciones y virtudes del
d i f u n t o y e l b i e n q u e h i z o a l p u e b l o , la

(1) Así el período que no entendemos. La referencia


es á un capítulo de la Apologética que no hemos co-
piado. porque nada tenia que ver con el Perú, excepto
en esa ligera alusión á la leyenda de Santa Lucia.
(2) Cita que eslá en igual caso que la anterior.
DEL PERÚ. 123
f a l t a q u e p o r su m u e r t e a l b i e n p ú b l i c o y
á su c a s a y d e u d o s h a c e , l l o r a n d o y can-
t a n d o , á la c u a l r e s p o n d e otro gran nú-
m e r o de g e n t e , t a m b i é n l l o r a n d o , al p r o -
pio de lo q u e l a s e n d e c h a d e r a s r e ñ e r e n y
cantan. T o d a s estas endechaderas y ende-
chaderos cantan e s t o e s t a n d o el cuerpo
del d i f u n t o puesto en una plaza ó patio
antes d e s e p u l t a d o ; a n d a n e n r e d e d o r d é l ,
y en a l g u n a s partes t r a e n los l l o r a d o r e s
bordones en las m a n o s , al c u e r p o ceñidas
las m a n t a s . H a y otros que tañen doloro-
samente flautas. D e s p u e s q u e a q u e l l o s es-
tán cansados, asiéntanse y levántanse
otros á llorar y h a c e n o t r o tanto. A s í le
lloran de noche y de dia hasta que a c u e r -
d a n de l o s e p u l t a r . P ó n e n l e c a d a d i a r o p a
y vestidos n u e v o s sobre los que tiene, sin
q u i t a l l e n a d a . A s i m i s m o le s i r v e n d e c o -
mida fresca, q u e m á n d o s e l a delante. Está
á la c a b e c e r a la p r i n c i p a l m u j e r e n amor
y la m a d r e , si la t i e n e , y l a s e g u n d a m u j e r
á los p i é s ; las d e m á s l l o r a n d o b a j o al re-
dedor. D e c u a n d o e n c u a n d o t o d o s l o s l l o -
rantes l e v a n t a b a n u n a h u l l i d o m u y a l t o y
doloroso q u e causaba espanto. De las ove-
jas q u e p a r a la c o m i d a m a t a b a n , l a s a s a -
duras t e n í a n p u e s t a s e n u n o s p a l o s c o l g a -
das d e l a n t e d e l c u e r p o t o d o el t i e m p o q u e
no lo s e p u l t a b a n , l a s c u a l e s m i r a b a n de
124 DE LAS ANTIGUAS GENTES

rato en rato los sacerdotes y adevinos ó


h e c h i c e r o s , y s e g ú n d e l a c o l o r q u e se p a -
raban, mayormente los livianos, decian
el e s t a d o e n q u e el d i f u n t o e n la o t r a v i d a
estaba.
Encima de las sepolturas edificaban
ciertas paredes y c a s a s sin cubierta del
m i s m o t a m a ñ o , y a l l í e c h a b a n la c o m i d a
ordinaria y q u e m a b a n ovejas y sebo y co-
nejos y otras cosas, c o m o por sufragios
q u e , s e g ú n c r e í a n , se c o n s o l a b a n las á n i -
mas. Sus mujeres andábanlos llorando
p o r las h e r e d a d e s y p o r l o s o t r o s l u g a r e s
donde más ellos conversaban, y en algunas
partes traian bordones en las m a n o s . Por
l u t o se t r e s q u i l a n las m u j e r e s y t r a e n u n
paño grande sobre la cabe/a y guardan el
l u t o por lo m e n o s u n a ñ o ; y m u c h a s t r a e n
l u t o t o d a la v i d a .
D e d i v e r s a m a n e r a se h a b í a n l a s g e n t e s
de la S i e r r a en h a c e r las sepolturas y en
l o s e n t i e r r o s y c e r i m o n i a s ; p o r q u e e n al-
gunas provincias déllas hacían por sepol-
turas unas torres altas. E r a n güecas en lo
b a j o déllas, obra de un estado en alto; lo
d e m á s todo era m a c i z o , q u e , ó era lleno
de tierra ó de piedra y c a n t o l a b r a d o , y
todas m u y blanqueadas. E n unas partes
las hacían redondas y en otras cuadradas,
m u y a l t a s y j u n t a s u n a s c o n o t r a s y e n el
DEL PERÚ. 125

campo. A l g u n a s hacían en cerrillos, me-


dia ó u n a l e g u a d e l p u e b l o d e s v i a d a s , q u e
parecían otro pueblo m u y poblado, y cada
u n o t e n i a la s e p o l t u r a de s u abolorio y
linaje. Metían los c u e r p o s en u n o s cueros
de o v e j a s , c e r r a d o s p o r de fuera, señala-
dos l o s o j o s y n a r i c e s ; v í s t e n l e s s u s r o p a s ;
tienen el rostro descubierto de la r o p a ,
a u n q u e c u b i e r t o c o n e l p e l l e j o de l a o v e j a .
P o n e n los c u e r p o s asentados; las puertas
de l a s s e p o l t u r a s t o d a s a l O r i e n t e ; cié-
r r a n l a s c o n p i e d r a y b a r r o p o r e s p a c i o de
u n año; y a que los cuerpos están secos,
l u e g o a b r e n las puertas déllas; y en algu-
nos lugares, donde los vivos duermen
y comen, ponen y tienen los c u e r p o s de
sus d i f u n t o s . No hay mal olor, porque,
allende q u e los m e t e n d e n t r o de a q u e l l o s
cueros y les cosen m u y j u n t o y recio, c o n
el m i s m o f r í o q u e s i e m p r e a l l í hace, tór-
nanse los c u e r p o s c o m o c a r n e m o m i a . L o s
Señores ponían sus c u e r p o s en una pieza
grande y principal de su c a s a , y e n ella
las j o y a s y v a s o s d e su s e r v i c i o y v e s t i d o s
q u e se v e s t í a y p l u m a j e s c o n q u e hacia
sus fiestas; y e l m i s m o s e r v i c i o q u e se le
hacia y tenia siendo v i v o , se le h a c i a y
tenia despues de muerto; porque se le
h a c i a su s e m e n t e r a de mahyf y de las d e -
más c o m i d a s , y su v i n o y guisados de
126 DE LAS ANTIGUAS GENTES

manjares, y poniánsele delante como si


estuviera vivo. De a l l í se repartía entre
s u s c r i a d o s y los q u e le servían c o m o él
lo solía hacer cuando vivía. Las fiestas
que él c e l e b r a b a y bailes y danzas vi-
v i e n d o , se le h a c e n y f e s t e j a n d e s p u e s de
m u e r t o , y t r a e n su c u e r p o e n u n a s a n d a s
p o r la p l a z a y p o r l a s h e r e d a d e s m á s p r i n -
cipales por donde solia él a n d a r . Esto
era cuando eran m u y grandes Señores y
habían sido buenos para sus repúblicas;
y todo lo proporcionaban más ó ménos,
s e g ú n la g r a n d e z a del estado y dignidad
del S e ñ o r era m a y o r ó m e n o r .
Tenían en gran reverencia y usaban y
guardaban exactísima religión con sus
difuntos y sepolturas y entierros, y nin-
guna injuria s e l e s podia c o m e t e r ni que
más sintiesen, que tocarles á sus difuntos
y v i o l a l l e s s u s se p o l t u r a s . Y c e r c a desta
m a t e r i a , d i c e n n u e s t r o s r e l i g i o s o s q u e ha-
bría muchas cosas notables que decir, si
el tiempo diera lugar. Pero las dichas
sobran para entender á cuántas naciones
de las arriba recitadas hicieron ventaja
e n e s t e t a n s e ñ a l a d o i n d i c i o y o b r a de ra-
z ó n ( c o n v i e n e á s a b e r ) , e n t e n e r tan n o t a -
ble c u i d a d o y solicitud de las sepolturas,
entierros y obsequias y honra de s u s di-
f u n c t o s ; y n o sólo á las n a c i o n e s q u e fue-
DEL PERÚ. 127

ron en esto tan n e g l i g e n t e s y cuasi bes-


tiales, pero á m u c h a s de las que c e r c a
déllos fueron solícitas y cuidosas y b i e n
racionales; y t a m b i é n no poca h i c i e r o n
en a l g u n a s p a r t i c u l a r i d a d e s á las de las
(sic) N u e v a E s p a ñ a , c o m o podrán ver los
que las cosas referidas de los unos y de los
otros leyeren y c o n s i d e r a r e n .

CAPÍTULO XVI.
De la gobernación de los Ingas, su origen,
y sucesión hasta Pachacutec.

T
ODO lo que dicho queda en estos dos
c a p í t u l o s precedentes, pertenece al
p r i m e r o y más a n t i g u o estado y
gobierno de R e y e s que en aquellos reinos
del Perú a n t i g u a m e n t e h o b o ; de a q u í
adelante c o n v e r n á decirse l o q u e tocare al
segundo que s u c e d i ó á aquél despues de
buenos q u i n i e n t o s ó seiscientos años. E n
este s e g u n d o estado se c u e n t a t o d o el
tiempo que r e i n a r o n los R e y e s llamados
Ingas, c u y o I m p e r i o y S e ñ o r i o Real d u r ó
hasta que l l e g a r o n nuestros españoles
cristianos. N o he o i d o qué t i e m p o d u r a r i a
este I m p e r i o ni c u á n t o s años. S e g ú n
nuestros r e l i g i o s o s e x p e r t o s en la l e n g u a
de aquellas g e n t e s han podido con dili-
128 DE LAS ANTIGUAS GENTES

g e n c i a i n q u i r i r y e s c u d r i ñ a r las a n t i g ü e -
dades de aquellos tiempos de los más
v i e j o s y m á s s á b i o s á q u i e n v i n o la n o t i -
cia por relación de otros y por sus ro-
mances y cantares de mano en mano,
p o r q u e c a r e c i a n de h i s t o r i a e s c r i p t a c o m o
todas las d e m á s destas Indias, lo q u e m á s
semejanza tiene de verdad, no curando
de lo que algunos escriben, que, no te-
n i e n d o n i s a b i e n d o la l e n g u a , h o b i e r o n l o
que dijeron truncada y c o n f u s a m e n t e y á
pedazos, y por consiguiente no se pudo
s i n o en a l g o y mucho errar, es, sacado
en limpio, lo que aquí parecerá (i).
P a r a dar n o t i c i a del origen de los Re-
y e s I n g a s , p r i m e r o q u i e r o r e f e r i r u n a fá-
bula que cuentan los indios, que parte
p u e d e c o n t e n e r d e f á b u l a y el f u n d a m e n -
to p u d o ser historia, como h a r t o de esta
m e z c l a h o b o entre las g e n t e s a n t i g u a s .
J u n t o c o n la ciudad del C u z c o , cuatro
l e g u a s , está u n p u e b l o m u y a n t i g u o , lla-
m a d o Pacaritango (2), d o n d e h a y ciertas
c u e v a s a n t i g u a s , e n las c u a l e s d i c e n l o s
indios que habitaban tres h e r m a n o s con
otras tres h e r m a n a s s u y a s y m u j e r e s ; los

(1) Hay á continuación un largo período tachado


por el autor. No tiene importancia; es mera corrección
de estilo.
(2) Pacarec ó Pacaric-tampu
DEL PERtí. 129

cuales dicen que los c r i ó allí Dios. L l a -


mábase el m a y o r déllos Ayarudio, el se-
gundo Ayarancha, ¡el tercero Ayarman-
go (1); la m u j e r del p r i m e r o Mamar agua,
la del s e g u n d o Mamacora, la del tercero
Mamaocllo. L a c o n v e r s a c i ó n déllos con
ellas no era c o m o de m a r i d o y m u j e r ,
sino solo c o m o de h e r m a n o s y h e r m a n a s .
Salidos de las cuevas los tres h e r m a n o s
con sus m u j e r e s y h e r m a n a s , para p o b l a r
en el valle d o n d e despues f u é la ciudad
del C u z c o edificada y h o y está en el me-
dio del c a m i n o , á las dos leguas está un
c e r r o l l a m a d o Guaynacauri (2), donde los
dos primeros h e r m a n o s con sus m u j e r e s
desaparecieron y n u n c a despues se supo
qué se hobiesen hecho; por lo cual tuvie-
ron opinion, y dura hasta hoy. que se s u -
bieron al Cielo. De la manera que los ro-
manos tuvieron que de R ó m u l o f u é lo
mismo, y h o b o entrellos persona de g r a n -
de autoridad que a f i r m ó haberle visto él
por sus ojos subir con j u r a m e n t o ; y otras
opiniones v a n a s t u v i e r o n los gentiles des-
ta manera, según que arriba queda escrip-

(1) Tengo por mala la ortografía de estos dos pri-


meros nombres, que deben leerse como en casi todos
los autores, Ayar-uchu y Ayar-auca ó Ayar-sauca.
(2) Huanacauri.

9
194 DE LAS ANTIGUAS GENTES

to (1). P r o v i n o de allí, que aquellas g e n t e s


tuvieron en g r a n r e v e r e n c i a el dicho ce-
rro, en el c u a l edificaron un s o l e m n í s i m o
t e m p l o , del cual hasta hoy d u r a n los edi-
ficios.
E l tercero h e r m a n o m e n o r , l l a m a d o
Ayarmango, con su m u j e r y h e r m a n a
Mamadlo (sicj, dicen que v i n o al C u z c o ,
que estaba y a poblado de alguna g e n t e , y
allí m o r ó con ellos mansa y p a c í f i c a m e n t e .
L o s del p u e b l o le c o b r a r o n m u c h o a m o r ,
por verle persona quieta y p r u d e n t e . E d i -
ficó sus casas en el asiento donde, m u e r t o
él y pasando m u c h o t i e m p o , se c o n s t i t u y ó
aquel riquísimo y a d m i r a b l e t e m p l o d e l
C u z c o , de que y a g r a n d e m e n c i ó n a r r i b a
h e c i m o s (2). P u d o ser que aquellos le d i -
jesen por S e ñ o r y de allí los yngas tener
o r i g e n , y así fundarse la f á b u l a sobre al-
g u n a parte de historia. P e r o lo que pa-
rece á los religiosos que con d i l i g e n c i a tu-
v i e r o n muchas pláticas de propósito sobre
esto con viejos y diversas veces, y e x a m i -
naron y c o l i g e r o n lo que más v e r i s í m i l e
y c o n f o r m e á razón y á verdadera histo-

(1) En capítulos de la Apologética que no nos inte-


resan.
(2) En los caps. 2 y 7.
DEL PERU. I3I

ria era, es esto: q u e debió de v i v i r a l g ú n


Señor ó persona principal en el susodicho
pueblo l l a m a d o Pacaritango, que tuvo los
tres hijos y h i j a s , las cuales quizá n o f u e -
ron hijas sino m u j e r e s de los hijos, y muer-
to él y o y e n d o ellos la f a m a de la fertili-
dad y b u e n a tierra del v a l l e del C u z c o , q u e
distaba de allí ( c o m o se dijo) c u a t r o le-
guas, se quisieron v e n i r con sus m u j e r e s ,
que por la s i m p l i c i d a d de aquel t i e m p o
l l a m a b a n h e r m a n a s (como A b r a h a m lla-
mó h e r m a n a á S a r r a , su m u j e r ) , y con sus
familias á vivir á él; y en el c a m i n o , lle-
gando al cerro dicho de Guaynacauri (sic),
los dos h e r m a n o s m a y o r e s con sus m u j e -
res, ó se m u r i e r o n , ó se apartaron (lo q u e
es más verisímile s e g ú n aquellos tiempos)
á poblar en otra tierra ó p r o v i n c i a ; y con
el poco t r a c t o y c o m u n i c a c i ó n que tenian
entonces u n o s p u e b l o s con o t r o s , n o se
supo más déllos; de donde pudo salir la
fábida y ficion q u e se habian subido al
Cielo.
V e n i d o , p u e s , Ayarmango al C u z c o ,
rescibiéronlo con buena v o l u n t a d y dié-
ronle l u g a r donde hiciese su casa y tierra
para su heredad ó h e r e d a d e s ; despues,
viendo su buena y pacífica c o n v e r s a c i ó n
y cordura, y que parecia ser h o m b r e justo
y de b u e n a g o b e r n a c i ó n , a c o r d a r o n de
196 DE LAS ANTIGUAS GENTES

e l e g i l l e por R e y y S e ñ o r de c o m ú n y uni-
f o r m e c o n s e n t i m i e n t o . T u v o en su m u j e r
un hijo l l a m a d o Cinchiroca Inga, el c u a l
sucedió al padre en la casa y s e ñ o r í o .
T u v o éste por m u j e r u n a S e ñ o r a que lla-
m a r o n Mamacoca, natural é h i j a de un
S e ñ o r de un p u e b l o media legua del C u z -
c o . E n esta h o b o un hijo l l a m a d o Lluchi-
yupangi (i). E s t e f u é tercero inga; el
c u a l casó con otra S e ñ o r a que tenia por
n o m b r e Mamacaguapata, hija de un S e -
ñor de un p u e b l o n o m b r a d o Ornas, tres
l e g u a s del C u z c o . Este t u v o un h i j o en su
m u j e r , que d i j e r o n Indimaytliacápac, que
fué el c u a r t o inga; el cual t o m ó por m u -
jer u n a señora dicha Mamadiancha (2),
h i j a de un S e ñ o r , de un Señor (sic) de un
p u e b l o que se l l a m a b a Sane (3), una l e g u a
del C u z c o . E s t e Indimaythacapac era y a
S e ñ o r de aquellos pueblos de donde e r a n
las m u j e r e s de su padre y a g ü e l o y s u y a .

(1) Lloque ó Lluqui Yupangui.


(2) Mamatanca.—Advierto de nna vez para todas,
que la aproximada ortografía en castellano de los nom-
bres propios de Ingas, Coyas, Auquis, Pallas, Ñus-
tas, etc., es obra más delicada y difícil de lo que parece.
E n igual caso están los matrimonios de los Incas. Estos
l o s admito sin comentarios y según los encuentro en la
Apologética; aquellos los corrijo aproximadamente
por ahora.
(3) Sañu; y el Señor, Su ti/maman.
DEL PERÚ. 33

Este tuvo entre otros un h i j o que n o m b r ó


Capacyupangi [sic), el c u a l , m u e r t o su
padre, sucedió en el S e ñ o r í o y casó c o n
una S e ñ o r a hija del S e ñ o r del p u e b l o
Ayarmacha (1) cerca del C u z c o ; l l a m á -
base la S e ñ o r a Indichigia ; fué aqueste
quinto inga. H o b o aqueste Capacyupangi
un hijo en su m u j e r , que tuvo n o m b r e I n -
garocainga, que sucedió en el e s t a d o á su
padre; casó con una S e ñ o r a hija del S e ñ o r
del pueblo Guayllaca, en el valle de Yu-
cay, l l a m a d a Mamamicay; el c u a l f u é
sexto inga. T u v o un hijo en ella que se l l a -
mó Yaguarguacacingayupangui, el c u a l
sucediendo en el S e ñ o r í o y siendo el sép-
timo inga y t o m a n d o por m u j e r una S e -
ñora l l a m a d a Mamachiguia, hija del S e -
ñor del p u e b l o Ayarmacha c e r c a del
C u z c o , t u v o en ella un h i j o que n o m b r ó
Viracochainga, que sucedió al padre en
el S e ñ o r í o ; casó con una S e ñ o r a l l a m a d a
Miamaruntocaya (2), hija del S e ñ o r del
pueblo de Antha en el v a l l e de Jachija-
guana (3), c u a t r o leguas del C u z c o . É s t e
fué s e ñ a l a d a m e n t e m u y bien quisto de los
suyos, y de quien s o n a b a la f a m a por l o s

(1) Ayarmaca.
(2) Mamaruntucoya.
(3) Xaquij a guana ó Xaxa/iuaman.
134 D E LAS ANTIGUAS GENTES

otros pueblos; de d o n d e , u n c i e r t o S e ñ o r ,
l l a m a d o Pinagua, del p u e b l o de Mohína,
c i n c o l e g u a s del C u z c o , por pura e n v i d i a
m o v i d o , j u n t ó consigo c u a t r o Señores
otros c o m a r c a n o s y v i n o á dalle g u e r r a ;
la c u a l le dieron c e r c a del p u e b l o dicho
Mohína cabe una l a g u n a g r a n d e que allí
h a b í a ; el cual salió v e n c e d o r , s u b j e t a n d o
al e n v i d i o s o Pinagua y á los que t r u j o en
su a y u d a ; de donde quedó por S e ñ o r de
toda aquella provincia. Dicen los indios
que los v e n c i ó por haber sido p r o v o c a d o
y a c o m e t i d o sin razón y j u s t i c i a . E s t e
f u é o c t a v o inga; t u v o hijo en su m u j e r
que l l a m ó Pachaquíiingayupangi (i), el
c u a l fué S e ñ o r despues dél. E n c u y o
t i e m p o y a el n o m b r e de los ingas era m u y
a f a m a d o y estimado por m u c h a s p r o v i n -
cias y habíase m u l t i p l i c a d o en m u c h a
gente su S e ñ o r í o , así por los m u c h o s años
que h a b í a n r e i n a d o , c o m o p o r q u e , c o m o
tenian m u c h a s m u j e r e s , tenían m u c h o s
h i j o s , y así crecieron en gran n ú m e r o .
É s t e t u v o m u c h o s h e r m a n o s , entre los cua-
les fueron tres déllos m u y valerosos. C a s ó
con u n a hija del S e ñ o r de un pueblo lla-
m a d o Chuco, cerca del C u z c o , l l a m a d a

(\) A l margen de letra de Las Casas: «Este fué aquel


Rey excelente de quien maravillas se dicen.»
DEL PERÚ. 35

Mamahanaguarqui. F u é m u y gran S e ñ o r ,
porque señoreó cuasi todo lo que hoy lla-
mamos Perú. C r e s c i ó su S e ñ o r í o para ser
tan grande, por esta m a n e r a :
Hay una p r o v i n c i a p r i n c i p a l , t r e i n t a
leguas del C u z c o , que se llama Anda-
guaylas, de la c u a l eran S e ñ o r e s dos
hombres m u y e s f o r z a d o s y de grande auto-
ridad, h e r m a n o s ; el u n o se l l a m a b a Gua-
rnan guaraca, y el otro Ateos guaraca (i).
Estos, ó con causa justa ó con i n j u s t i c i a ,
tuvieron m u c h a s guerras con otias gentes
com a r c a n a s , y ganáronles, subjectándolos,
sus tierras y p r o v i n c i a s y otras más des-
viadas de las s u y a s , y l l e g a r o n hasta la
provincia que a g o r a se l l a m a de Condesu-
yo, cosa m u y principal y de mucha g e n t e
y poblaciones, y pasaron más adelante á
la de Collassuyo, más grande y de más
gentes y poder. F i n a l m e n t e , viéndose tan
poderosos, n o se c o n t e n t a r o n con seño-
rear t o d o lo que está d;icho, pero preten-
dieron a m p l i a r más su estado y s u b j e c t a r
y señorear los Ingas, R e y e s y Señores del
Cuzco.
C o n este p r o p ó s i t o salieron con m u c h a
gente de g u e r r a , c a m i n o del C u z c o , y ve-
nían s u b j e c t a n d o todas las gentes que se

(i) Astohuaraca.
136 DE LAS ANTIGUAS GENTES

hallaban en las p r o v i n c i a s por d o n d e p a -


saban. L l e g a d o s cerca del C u z c o , Viraco-
chainga, padre deste Pachacutiingayu-
pangi, era y a v i e j o , a u n q u e todavia se-
ñoreaba y m a n d a b a ; pero v i e n d o el g r a n
p o d e r que traían los dos h e r m a n o s , S e ñ o -
res de Andaguayas (sic), y c ó m o casi toda
la tierra les obedecía, por n o podelles re-
sistir, h o b o m i e d o y quísose a b s e n t a r c o n
su casa y gente á ciertas fortalezas q u e
están en el valle de Xaquijaguana, el c u a l
p r o p ó s i t o d i j o á sus hijos y m u j e r e s y
criados y á todo el pueblo; y así se re-
t r u j o c o n toda su casa, h i j o s y m u j e r e s y
los que del p u e b l o le q u i s i e r o n s e g u i r .
F u é s e á una fortaleza questá en el c a b o del
valle d i c h o , l l a m a d a Caquiaxacxaguanay
muy fuerte.
E l Pachacuti, h i j o m e n o r de aqueste
S e ñ o r , que sería hasta de c a t o r c e ó q u i n c e
años, era de más e s f u e r z o y valeroso áni-
m o que los demás, y p r o c u r ó de persuadir
al padre y á la d e m á s gente que no des-
m a n p a r a s e n la c i u d a d , y que no tuviesen
t e m o r , p o r q u e el S o l le habia a p a r e c i d o
u n a n o c h e soñando y le habia d i c h o , q u e
n o se fuese de la ciudad ni tuviese m i e d o
á la gente que v e n i a , porque le ayudaría
para que los venciese á todos, y despues-
lo haría m u y g r a n S e ñ o r . E s t o p e r s u a d i ó
DEL PERÚ. 37

al pueblo, fuese verdad el sueño ó lo fin-


giese, para a n i m a r al padre y á la g e n t e .
F i n a l m e n t e , no pudo con su padre ni her-
manos persuadirles á que esperasen, y así
se f u e r o n á la fortaleza dicha.
C o n todo eso, dos tios s u y o s , h e r m a n o s
de su padre, l l a m a d o s Apomayta y Vica-
quiray, v i e n d o el g r a n á n i m o del m u c h a -
cho, d e t e r m i n a r o n de quedarse c o n él c o n
la más de la gente de la c i u d a d que q u i s o
esperar, y puesta la g e n t e toda en orden
de g u e r r a para se d e f e n d e r , y. sus espias y
corredores de c a m p o , y a que los c o n t r a -
rios l l e g a r o n m e d i o c u a r t o de l e g u a del
C u z c o , en un llano que se hace arriba de
Carmenga, l l a m a d o Qujachilli, salió el
m o z o Pachacuti con sus tios y la g e n t e
que con él habia q u e r i d o q u e d a r , a n i m á n -
dolos con g r a n e s f u e r z o y dándoles cer-
t i d u m b r e de v e n c e r y salir con la v i c t o r i a ,
y a f i r m á n d o l e s quel S o l le habia délla
dado p a l a b r a , y que n o le habia de m e n -
tir. F i n a l m e n t e , l l e g a d o al l l a n o con su
gente, a u n q u e m u c h a m e n o s que la de los
dos h e r m a n o s , y r o m p i e n d o por ellos con
gran ímpetu, c o m o leones, hízoles gran
daño; y a u n q u e de una parte y de la otra
cayeron i n n u m e r a b l e s , p o r q u e duró m u -
cho la batalla, pero dióse tan buena m a ñ a
é industria el b u e n m u c h a c h o Pachaqu-
138 DE L A S ANTIGUAS GENTES

tiingayupangi con sus tíos y con la fé q u e


t u v o que el S o l le habia de a y u d a r , q u e al
cabo desbarató la m u c h e d u m b r e de g e n t e s
que traian los dos h e r m a n o s , y á e l l o s y
á sus capitanes prendió, y á otros m u c h o s
S e ñ o r e s y personas p r i n c i p a l e s , y así que-
dó por él el c a m p o .
D i c e n los indios, que las piedras que h a -
bia p o r aquel llano y c o m a r c a , se torna-
r o n h o m b r e s por m a n d a d o del S o l , para
q u e le a y u d a s e n , por c u m p l i r su palabra.
Habida tan señalada v i c t o r i a , los S e ñ o -
res h e m a n o s presos e n v i a r o n l u e g o sus
m e n s a j e r o s á todos los c a p i t a n e s y gentes
q u e tenian repartidos en diversas g u a r n i -
c i o n e s y partes, m a n d á n d o l e s q u e l u e g o
v i n i e s e n á hacer r e v e r e n c i a y s u b j e c t a r s e
al S e ñ o r Pachaqutiyngayupangi, porquél
merecía reinar por el v a l o r y e s f u e r z o de
su p e r s o n a , y d e n d e adelante lo t u v i e s e n
t o d o s por S e ñ o r . L o s cuales v i n i e r o n lue-
g o , y tras ellos todos los Señores y princi-
pales de las tierras y S e ñ o r í o s que los
dichos dos h e r m a n o s tenian s u b j e c t o s ,
corrieron á dalle g r a c i a s , p o r q u e los ha-
b i a libertado de la tiranía con que los ca-
p i t a n e s de aquéllos y g e n t e s de g u e r r a
los c o m e n z a b a n á o p r e m i r , habiéndolos
c o n t r a justicia s u b j e c t a d o por f u e r z a de
a r m a s , suplicándole que desde adelante
DEL PERÚ. 139

los rescibiese por s u y o s y fuese su S e ñ o r ,


para que los d e f e n d i e s e y tuviese en paz.
L o mismo hicieron m u c h o s de las p r o v i n -
cias lejanas que eran infestados con g u e -
rras injustas de otros, oida y estendido
por m u c h a s r e g i o n e s su g r a n v a l o r y
fama.
S a b i d a por Viracochainga la v i c t o r i a
de su hijo y b i e n a n d a n z a no esperada dél,
al ménos, n o será menester c o n encareci-
miento decir haber rescibido alegria ines-
timable. Diose l u e g o priesa con sus m u -
jeres y h i j o s y toda su casa [á] venirse á la
ciudad del C u z c o , donde grandes fiestas y
solemnes r e g o c i j o s y con m a r a v i l l o s a s c e -
rimonias se c e l e b r a r o n . V i s t o por el v i e j o
la prudencia y e s f u e r z o y valor de su h i j o
Pachaquti, y que con el S o l tenia tan fa-
miliar p r i v a n z a , d e t e r m i n ó de r e n u n -
ciarle el reino y estado quél poseía, c o n
todas las provincias que se le habían ve-
nido á o f r e c e r al m o c h a c h o . E l m o z o
aceptó la r e n u n c i a c i ó n del padre y co-
menzó á g o b e r n a r los reinos c o n t a n t a
prudencia, m a j e s t a d , g r a v e d a d y auctorL-
dad, c o m o si fuera de sesenta años, y c o n
tanto a m o r y acepción de todos los pue-
blos, que por ser t a n alta y tan recta y
tan felice y tan útil á todos los súbditos
la gobernación q u e c o m e n z ó y t u v o , me-
140 DE LAS ANTIGUAS GENTES

recio que le pusiesen aqueste n o m b r e Pa-


chaquti, que q u i e r e decir, «vuelta del
m u n d o » ; p o r q u e p a r e c i ó á los p u e b l o s ,
que por la r e f o r m a c i ó n y n u e v o lustre y
utilidad q u e les habia s u c e d i d o e n t r a n d o
él á g o b e r n a r á todos a q u e l l o s reinos y
p r o v i n c i a s , se habia v u e l t o el m u n d o de
una parte á otra, ó que había r e n o v á d o s e
el m u n d o , ó a p a r e c i d o otro n u e v o m u n d o .
A n t e s se llamaba Pachaquti Ingayupangi,
que quiere decir «vuelta del m u n d o (sic)t>,
y p o r esta hazaña tan señalada, que si f u e -
ra entre cristianos se tuviera p o r m i r a c u -
losa, le a ñ a d i e r o n un s o b r e n o m b r e , y este
f u é Pachaquti capac inga yupangi, que
significa «el R e y q u e v o l v i ó y trastornó el
m u n d o , d i g n o es de ser a m a d o y r e v e r e n -
ciado» (i).

V o l ó esta f a m a por todo aquel m u n d o ,


por la c u a l , m u c h o s S e ñ o r e s de p a r t e s
m u y lejanas, c o m o á otro S a l o m o n la
R e i n a Saba, le vinieron á visitar y h a c e r
r e v e r e n c i a , y darle salud con sus p r e s e n -
tes y dones.

(i) P o c o quichua alcanzaba nuestro Obispo!!


DEL PERÚ. 141

CAPÍTULO XVII.

Que continua el reinado y sucesión


de los Ingas, con los hechos y obras
memorables de Pachacútec.

A
QUÍ ocurre b u e n a m a t e r i a de c o n -
siderar el m o d o por qué los R e y e s
I n g a s que á este Pachacuticapacin-
gayupangisucedieron, fueron tan grandes
Señores y t u v i e r o n tan dilatados reinos
como se dirá. F u é el mismo, (al m e n o s en
cierto tiempo) con q u e los r o m a n o s , según
cuenta S a n A g u s t í n en los libros de la
Ciudad de Dios, a l c a n z a r o n la m o n a r -
quía del m u n d o v i e j o de por a c á , c o n v i e n e
á saber: que puesto que á los p r i n c i p i o s
los r o m a n o s a l g u n a s guerras i n j u s t a s mo-
vieron, ó f u e r o n causa que c o n t r a éllos
otros j u s t a m e n t e las moviesen, c o m o fué
la de los S a b i n o s , por la maldad y e n g a ñ o
que les hicieron, fingiendo ciertas fiestas,
para que fuesen las h i j a s déllos á festeja-
llas á R o m a , y despues alzáronse con ellas,
tomándolas por m u j e r e s contra su v o l u n -
tad, c o m o c u e n t a T i t u l i v i o , libro i . ° de
l a d é c . i . a , y despues de y a ser poderosos
la codicia y a m b i c i ó n de dilatar su Impe-
rio, como t o c a S a n A g u s t í n , lib. i.°, ca-
142 DE LAS ANTIGUAS GENTES

pítulo 31* de la Ciudad de Dios, y e n


otras partes h i c i e r o n h a r t a s injustas g u e -
rras, y d é l l o t a m b i é n testifica P a u l o O r o -
sio y otros m u c h o s h i s t o r i a d o r e s ; pero,
en el t i e m p o del m e d i o , las g u e r r a s i n -
justas q u e a l g u n a s n a c i o n e s contra ellos
m o v i e r o n , f u e r o n causa que ellos, por su
defensión p e l e a n d o , los v e n c i e s e n y s u b -
j e c t a s e n , p o r q u e desde adelante n o pre-
s u m i e s e n a s e l e v a n t a r . A s í lo testifica el
m i s m o s a n c t o , lib. 4. 0 , c a p . 15 o , diciendo:
finiquitas, n. eorurn cum quibus justa be-
lla gesta sunt, regnum adjuvit ut cres-
ceret; y más a b a j o : Alultum. n. ad istam
latitudinem imperii, eam scilicet iniquita-
tem alienam cooperatum vdemus, que fa-
ciebat injuriosos ut essent cum quibus justa
bella gererentur et augeretur imperium.y>
Hec ille. L o s c u a l e s , v e n c i d a s a l g u n a s
batallas de los e n e m i g o s , que sin r a z ó n
m o v i a n guerras c o n t r a ellos, v o l a b a la
f a m a de su v a l e n t í a y e s f u e r z o y b u e n go-
b i e r n o , de donde m u c h o s se les v i n i e r o n
á o f r e c e r por a m i g o s y otros por subjec-
tos, y así f u e r o n m u c h o c r e s c i e n d o c o m o
h i z o éste. Desto hace m e n c i ó n el lib. i.°,
c a p 8.° de los Machabeos, donde se dice
que Judas M a c h a b e o , oidas las nuevas de
las virtudes de los r o m a n o s y su gran es-
f u e r z o , e n v i ó e m b a j a d o r e s para c o n f e d e -
DEL P E R Ú . 143

rarse en amistad con el p u e b l o r o m a n o .


De lo dicho parece c u á n t o más justo y
recto fué el i m p e r i o y reinado y dilata-
ción de la m o n a r q u í a que tuvo este R e y
Pachaquticapacyngayupang i (1), al menos
en todo su t i e m p o , q u e el de los r o m a n o s ;
pues hasta este t i e m p o qué rescibió en sí
el reino, n o se ha visto que sus predeceso-
res lo hubiesen a u g m e n t a d o por injustas
guerras, según lo que habernos podido en-
tender con v e r d a d .
T o r n a n d o á la historia de la e x c e l e n c i a
del Estado R e a l , d i l a t a d o imperio, suave
y felice g o b e r n a c i ó n del R e y Pachaquti,
lo primero en q u e , rescibido el reino en
sí por la r e n u n c i a c i ó n de su padre, se
ocupó, fué en ordenar y proveer las cosas
de la religión, obra digna de Príncipe óp-
timo, prudente y d e v o t o , y que no puede
no ser felice y b i e n a v e n t u r a d o , h a c i e n d o
principio en su g o b e r n a c i ó n de lo d i v i n o ,
ques lo m e j o r ; y cuánto m á s c i e r t o estará
de la felicidad espiritual y t e m p o r a l cuan-
do el P r í n c i p e , h a b i e n d o profesado la ver-
dadera r e l i g i ó n , las cosas c o n c e r n i e n t e s á
ella entre todos sus cuidados t u v i e r e ante
los ojos! E j e m p l o s i n g u l a r i m i t a b l e da este

(1) Conservo y no enmiendo la ortografía de' origi-


nal en ¿ste y en la mayoría de los nombres quichuas.
144 DE LAS ANTIGUAS GENTES

P r í n c i p e infiel, g u i a d o por sola l u m b r e


n a t u r a l , á los R e y e s y E m p e r a d o r e s cató-
licos, c ó m o se deban haber en las cosas
d e Dios, y cuán gratos h a y a n de serle á
quien en tan s o b e r a n o estado los s u b l i m ó ,
pues éste tan agradecido se m o n s t r ó al
S o l , que según su errónea opinion le a y u -
d ó a conseguir tan m a r a v i l l o s a v i c t o r i a ,
y por ella tan t e m p r a n o al E s t a d o R e a l
subió.
E n el cap. 7 q u e d a l a r g a m e n t e d i c h o ,
c ó m o al p r i n c i p i o de su reinado trató de
i n t r o d u c i r en todos sus reinos el c u l t u y
r e l i g i ó n del S o l , y m a n d ó que todos le
c o n s t i t u y e s e n templos en los lugares m á s
e m i n e n t e s , y c ó m o para por su e j e m p l o
a n i m a r l o s , sus P a l a c i o s y Casas R e a l e s ,
d o n d e los R e y e s , sus a n t e c e s o r e s , h a b í a n
m o r a d o , y su padre y él a c t u a l m e n t e ha-
b i t a b a n , saliéndose déllos, los dedicó para
t e m p l o del S o l , el c u a l f u é u n o , y q u i z á
ú n i c o , el más rico de o r o y plata y pro-
v e i d o de servicio que h o b o en el m u n d o ;
y lo adornó de g r a n d e s y a d m i r a b l e s va-
sos de oro y plata y riquezas otras inexti-
m a b l e s (sic), y de aquellas m o n j a s d o n -
c e l l a s , hijas de S e ñ o r e s , para que s i e m p r e
v a c a s e n al servicio y ministerio del S o l ,
c o n otras cosas a d m i r a b l e s que allí refe-
rimos.
DEL PERÚ. 45
O r d e n a d a s las cosas espirituales del cul-
tu divino y todo lo que c o n c e r n í a á la
religión, dióse l u e g o este b u e n o y p r u d e n -
tísimo R e y á ordenar lo que c o n v e n i a á la
gobernación y c o m ú n u t i l i d a d de sus rei-
nos, á polir y á e s m e r a r todas sus repú-
blicas con hermosa y perfecta (cuanto sin
fé de Dios v e r d a d e r o f u é posible) y n u e v a
manera de policía. Esta c o m e n z ó á fun-
dar en su R e a l c i u d a d del Cufco, para que
todos los S e ñ o r e s que le o b e d e c í a n , en sus
ciudades y p u e b l o s , y todos sus g o b e r n a -
dores que en su l u g a r en las provincias y
pueblos grandes p o n i a , t o m a s e n de allí el
e j e m p l o y f o r m a c ó m o habían de o r d e n a r
las repúblicas, polir é las g o b e r n a r . Y
para t e n e r crédito con todas sus gentes y
que las cosas que determinase tuviesen
autoridad, usó desta industria, l l a m á n d o s e
hijo del S o l ; y así se i n t i t u l a b a por este
vocablo Capaynga, que quiere decir «sólo
Señor,» y añidia otro título de q u e más él
gloriaba por gran e x c e l e n c i a , y este era
Indichuri, que significa «hijo del Sol.» Y
así decia quel Sol no tenia otro h i j o ni el
tenia otro padre sino al Sol. Y así, c u a n t o
hacia y o r d e n a b a , decia que lo hacia y
ordenaba y m a n d a b a el Sol. S e m e j a n t e f u é
esta industria, para cobrar con los pueblos
autoridad, á la de N u m a P o m p i l i o , s e g ú n -
146 DE LAS ANTIGUAS GENTES

do R e y de R o m a , que fingió tener por


m u j e r á la n i n f a E g e r i a , y que de n o c h e
tenia con ella sus c o l o q u i o s y c o n v e r s a -
ción, y que de p a r e c e r d é l l a c o n s t i t u i a las
leyes, así las del r e g i m i e n t o t e m p o r a l ,
c o m o las que tocaban á la r e l i g i ó n ; aunque
m á s honesta fué la industria déste que la
de N u m a , l l a m á n d o s e h i j o del S o l .
L o p r i m e r o que cerca desto hizo, f u é
dividir toda la ciudad del Cujeo, que y a
era m u y p o p u l o s a , en dos barrios ó partes
ó bandos. E l u n o y más p r i n c i p a l l l a m ó
Hanancufquo, que quiere decir «la p a r t e
ó barrio ó b a n d o de arriba del O / f c o ; » á la
otra puso n o m b r e Rurincufquo (1), que
significa, «la parte ó barrio de a b a j o del
Cujeo.» E l b a r r i o y parte Hananciqquo,
que era p r i n c i p a l , s u b d i v i d i ó en cinco ba-
rrios ó partes: al u n o y p r i n c i p a l n o m b r ó
Cápac ayllo, que quiere decir «el l i n a j e
del R e y ; » con éste j u n t ó gran m u l t i t u d
de gente y parte de la ciudad, que f u e s e n
de aquel b a n d o ; al segundo l l a m ó Iñaca
panaca; el tercero Cucco panaca; el c u a r t o
Aucayllipanaca (2); el quinto Vicaquirau
panaca; á cada u n o de los cuales señaló
su n ú m e r o grande de g e n t e , y así r e p a r t i ó

(1) Hurin Cu¡co.


(2) Auca ayllipanaca.
DEL PERÚ. 147

por bandos toda la ciudad. Del p r i m e r


barrio ó b a n d o hizo capitan á su h i j o
mayor y que le habia de suceder en el
reino; el segundo y tercero señaló á su
padre y descendientes por la línea tras-
versal; el cuarto á su a g ü e l o y descendien-
tes también p o r l a l í n e a t r a n s v e r s a l ; e l quin-
to á su visagüelo, por la m i s m a línea (1).
A s i m i s m o la parte y b a n d o segundo y
principal de la ciudad que l l a m ó de Ru-
rincu^co, b a r r i o de a b a j o del Cujeo, sub-
dividió en otras cinco partes ó p a r c i a l i d a -
des: á la p r i m e r a l l a m ó Ufcamayta, y
déste hizo capitanes á los descendientes
del segundo h i j o del p r i m e r R e y Inga; á
la segunda n o m b r ó Apomaytha, de la
cual c o n s t i t u y ó capitan y capitanes al
segundo h i j o y descendientes del s e g u n d o
Inga-, á la tercera parcialidad ó b a n d o
puso n o m b r e Haguayni, del cual n o m b r ó
por capitan y c a p i t a n e s al s e g u n d o y
descendientes del tercero Inga; al c u a r t o
barrio n o m b r ó Rauraupanaca, c u y a capi-
tanía e n c o m e n d ó al s e g u n d o hijo y des-
cendientes del c u a r t o Inga; al quinto ba-
rrio llamó Chimapanaca, y dióle por ca-
pitan y capitanes al s e g u n d o hijo y sus
descendientes del q u i n t o Inga.

(1) Parece que falta y descendientes.


212 DE L A S ANTIGUAS GENTES

E s t a orden y división hizo (según c u e n -


t a n los v i e j o s , en quien p e r m a n e c e n las
historias de sus antigüedades) por dos ra-
zones ó para dos efectos: el u n o , , p a r a que
e s t a n d o a s r divididos por sus barrios y
c a p i t a n í a s ó parcialidades, y r e d u c i d o s á
o r d e n , se pudiese tener con toda la gente
y c o m u n i d a d m e j o r y más cierta c u e n t a
y razón, así para las obras públicas que
se hobiesen de hacer, c o m o para los tri-
b u t o s que habian de pagar. L o s e g u n d o ,
para que c o m o h o m b r e s que tenian d i v e r -
sas partes y lugares diversos de la c i u d a d ,
y les e r a n más proprias que las de los
o t r o s , y así estaban c o m o contrapuestos,,
c a d a y c u a n d o que hobiesen de ser llama-
dos para e f e c t u a r cualquiera o b r a , presu-
m i e s e n los de cada barrio ó bando ó p a r -
c i a l i d a d de hacerla mejor que los de la
o t r a , cuasi e m u l a n d o y t e n i e n d o e n v i d i a
v i r t u o s a los unos de los otros, c o m o ve-
m o s entre nosotros en las ciudades ques-
tán repartidas en collaciones, que c u a n d o
son l l a m a d o s los v e c i n o s déllas para g u e -
rra ó para otras obras del bien p ú b l i c o ,
cada una presume de se a v e n t a j a r sobre
la o t r a , así en sacar m e j o r lebrea (sic),
c o m o haciendo lo m e j o r que puede la
p a r t e que le cabe; y esto es harto n a t u r a l .

N o fué c h i c o a r g u m e n t o esta división


DEL PERÚ. 149

y orden que este R e y p u s o , de su g r a n


prudencia, j u i c i o sotil, l a r g o discurso de
razón y a m p l í s i m a c a p a c i d a d . H i z o désto
edito público, m a n d a n d o que todos los
Señores y g o b e r n a d o r e s de t o d o su rei-
nado dividiesen cada provincia en dos
partes principales, y cada una déllas se
subdiviese en otras c i n c o , de la m i s m a
manera que en la c i u d a d del Cujeo h a b i a
hecho y o r d e n a d o . Despues dividió toda
la tierra en otras dos partes, d e b a j o de
términos y v o c a b l o s m á s g e n e r a l e s , con-
viene á saber: de Hanan y Rurin; é m a n d ó
que todos los de la parcialidad de Hanan
que se llamasen hanansaya, que q u i e r e
decir «el b a n d o de los de arriba;» y á to-
dos los de la de Rurin se llamasen rurin-
saya, que quiere decir «el b a n d o de los
de abajo;» c o m o si d i j e r a los a n d a l u c e s ,
por los de A n d a l u c í a , los c a s t e l l a n o s p o r
los de Castilla. Y así, c u a n d o a l g u n a pro-
vincia por m a n d a d o del R e y h a b i a de
hacer alguna obra p ú b l i c a ó c o n t r i b u i r
con tributos ó servicios, todos los de Ha-
nan, c o m o todos los a n d a l u c e s , acudían á
una, y cada parcialidad de aquellos á su
parte por sí, c o m o d i g a m o s cada c i u d a d ;
y de cada c i u d a d , cada b a n d o ó parciali-
dad de las ciudades a c u d í a con lo que le
cabia. L o s de Rurinsaya, c o m o los cas-
150 DE LAS ANTIGUAS GENTES

tellanos, hacían l o m i s m o y acudían de


la manera dicha; l o u n o , p o r q u e hobiese
orden y c o n c i e r t o en todo y se e v i t a s e
c o n f u s i o n ; lo otro, p o r q u e , á porfía los
unos de los otros, cada u n o lo hiciese me-
j o r y se señalase más en la parte que le
cupiese de la o b r a . L o m i s m o era en las
g u e r r a s y fiestas y j u e g o s y sacrificios que
se h a c í a n .

CAPÍTULO XVIII.
Continua la gobernación,
sabias providencias y hechos memorables
de Inga Pachacútic.

Tuvo este R e y Pachacuti otra nota-


ble providencia para perficionar las
policías y repúblicas, y esta f u é que
salió á visitar por su Real persona toda la
tierra y provincias c o m a r c a n a s de su ciu-
d a d del Cujeo, donde p r i n c i p a l m e n t e re-
sidía; en la cual visita m i r ó y c o n s i d e r ó
la disposición de cada provincia y de cada
p u e b l o , y los t é r m i n o s que tenia y los
v e c i n o s déllos; y si hallaba que en a l g u -
nos pueblos n o habia oficiales de a l g u n o s
o f i c i o s y habia necesidad déllos y en el
p u e b l o disposición para habellos, sacaba
de otro p u e b l o donde los habia los que le
DEL PERtJ.

parecía, sin d a ñ o del m i s m o p u e b l o , c o n


sus mujeres y h i j o s y f a m i l i a , y mandá-
balos ir á v i v i r al p u e b l o d o n d e f a l t a b a n
y dallos sus t i e r r a s y s o l a r e s y h a c e r l e s
las casas p a r a q u e allí u s a s e n sus o f i c i o s
como en el o t r o los u s a b a n . O t r a s v e c e s
se t r o c a b a n , y e n d o los de u n p u e b l o á
otro; c o m o , si en éste s o b r a b a n p l a t e r o s y
faltaban l a b r a d o r e s , i b a n déste al o t r o p l a -
teros; y de a q u é l v e n í a n á éste l a b r a d o r e s ,
cuando l a b r a d o r e s p a r a la s u s t e n t a c i ó n d e
aquél, l a b r a d o r e s (sic) le s o b r a b a n . Y así
trocaba las h e r e d a d e s y casas, haciendo
recompensa e n o t r a s c o s a s , si las de los
unos h a c í a n á las de los o t r o s e n valor
ventaja.
C o n s i d e r a b a en esta visita de la t i e r r a ,
si se podia h a c e r a l g u n a s e m i l l a ó á r b o l e s
y frutales q u e n o f r u t i f i c a b a n , ó n o t a n t o ,
en otras p a r t e s , y e r a n e c e s a r i a , y traia de
otra tierra h o m b r e s q u e la s u p i e s e n s e m -
brar y c u l t i v a r y á los n a t u r a l e s de allí lo
enseñasen; á los c u a l e s m a n d a b a g a l a r d o -
nar y r e p a r t i r t i e r r a s y solares p a r a sus
casas y h e r e d a d e s . C o n s i d e r a b a a s i m i s m o
la condicion é i n c l i n a c i o n e s de las g e n t e s ,
y si e n t e n d í a q u e e r a n o r g u l l o s o s ó i n -
quietos, traia de o t r o s p u e b l o s , m a y o r -
mente de los q u e t e n i a más c o g n o s c i d o s y
e x p e r i m e n t a d o s p o r fieles y o b e d i e n t e s ,
152 DE LAS ANTIGUAS GENTES

aprobados y leales, donde mandaba q u e


m o r a s e n y u s a s e n de sus o f i c i o s ó e j e r c i -
c i o s q u e en su n a t u r a l e z a u s a b a n , p a r a
q u e los de allí a p r e n d i e s e n á v i v i r q u i e t o s ,
y para que, entendiendo quel R e y los
m a n d a b a p o n e r allí p o r esta c a u s a , t e -
m i e s e n de h a c e r n o v e d a d e s , c o m o q u i e n
t e n i a c a b e sí las espías y t e s t i g o s q u e h a -
b í a n l u e g o de a v i s a r al S e ñ o r , y p o r c o n -
s i g u i e n t e , de c a u s a r en el p u e b l o i n q u i e t u d
se d e s c u i d a s e n .
E n todas las f r o n t e r a s y l í m i t e s de su
i m p e r i o t r a i a de los m á s e s f o r z a d o s y
b e l i c o s o s de su r e i n o c o n sus m u j e r e s y
casas, m a n d á n d o l e s q u e allí p o b l a s e n y
r o m p i e s e n las tierras p a r a sus l a b r a n z a s ,
dándoles privilegios y exenciones, para
que con mejor gana lo aceptasen. Hacía-
les e d i f i c a r f o r t a l e z a s para su d e f e n s i ó n y
de los p u e b l o s y p r o v i n c i a s c o m a r c a n o s ;
y esto p r i n c i p a l m e n t e se h a c i a en los c o n -
fines de las g e n t e s que v i v í a n e n las m o n -
t a ñ a s , p o r q u e era g e n t e i n d ó m i t a y q u e
salian muchas veces á inquietar y dañar
los p a c í f i c o s , h a c i e n d o saltos. C u a n d o s e n -
tía q u e a l g u n a s g e n t e s de su i m p e r i o e r a n
b u l l i c i o s a s , s a c á b a l o s de a q u e l l a p r o v i n -
cia y d á b a l e s t i e r r a s en o t r a p a r t e d o n d e
n o t u v i e s e n o c a s i o n de b u l l i r ó l e v a n -
t a r s e , c u i d a n d o s i e m p r e q u e el t e m p l e d e
DEL PERÚ. 153

la tierra donde los pasaba fuere al de la


tierra que d e j a b a n s e m e j a n t e (1). E s t o s
que así ponia, y los que m a n d a b a en o t r o s
pueblos, l l a m a b a n mithimaes. Dejábalos
en su vestido y traje y en su l e n g u a ,
puesto que les m a n d a b a que aprendiesen
la natural del p u e b l o . S u b j e c t á b a l o s á la
jurisdicción del S e ñ o r ó g o b e r n a d o r q u e
allí presidia. T e n i a t a m b i é n s i n g u l a r c u i -
dado que los v e c i n o s que de u n a parte á
otra m a n d a b a , f u e s e n á tierra que tuviese
el temple m i s m o y cielo y disposición, ó
muy p r o p i n c u a de a q u e l l a de donde los
traían é m a n d a b a n ; p o r q u e esta es r e g l a
general en todas las Indias, que m u d á n -
dose los indios de tierra c a l l e n t e á fria, ó
de fria á la c a l l e n t e , ó que tenga m u c h a
diferencia en estas c u a l i d a d e s , que han de
perecer de la gente que hace esta m u -
danza la m a y o r parte.
T u v o una diligencia, como Príncipe
prudentísimo, en tener c u e n t a de todos
sus vasallos, c o n v i e n e á saber: el n ú m e r o
de los v i e j o s y v i e j a s , de los de mediana
edad, por sí los m a n c e b o s , los m o c h a c h o s ,
los niños de c u a t r o años a b a j o , de los re-

(I) Este periodo añadió al márgen el autor. Por lo


que ántes y despues de él dice, se ve que sobra ó poco
menos, revelando la prisa y descuido con que escribía
el inquieto é impetuoso obispo de Chiapas.
154 DE L A S A N T I G U A S GENTES

cien nacidos y de c u a t r o hasta diez años;


á otra parte, los de diez hasta diez y o c h o ;
á otra desde allí hasta v e i n t e y c i n c o ; y
en este t i e m p o entendía en m a n d a r que se
casasen. Y t u v o en esto t a n t o c u i d a d o ,
que n o h a b i a persona, chica ni g r a n d e y
de c u a l q u i e r a edad en su reino, que n o
tuviese cuenta délla y n o supiese dónde y
de q u é lugar.
D i v i d i ó y puso esta orden en todas las
provincias, (conviene á saber): que cada
cient indios, que l l a m a b a n padiaca (i),
tenian u n o c o m o j u r a d o ó capitan ó prin-
cipal; y cada mili h o m b r e s ó v e c i n o s , que
l l a m a b a n guaranga, otro; cada p r o v i n -
c i a , que contenia diez mili, que l l a m a b a n
hemo (2), tenia otro; y estos eran sus pro-
pios y n a t u r a l e s S e ñ o r e s que t e n i a n de
antes que fuesen sus vasallos; y sobre la
tal p r o v i n c i a de diez mili v e c i n o s p o n i a
él u n a persona m u y p r i n c i p a l y de a u t o -
ridad, y era u n o de sus deudos, c o m o co-
rregidor ó justicia m a y o r , que se l l a m a b a
tocrico (3), que quiere d e c i r «veedor de
todas las cosas»; porque tenia éste c u e n t a
de ver y entender todo lo que se hacia en

(1) Pachaca.
(2) Unu.
(3) Tucuiricuc.
I>EL PERÚ. 155

toda su provincia y en n o c o n s e n t i r que los


Señores de los pueblos hiciesen a g r a v i o á
los menos principales, ni ellos ni los m e -
nos principales al c o m ú n y personas bajas.
L o s S e ñ o r e s m e n o s p r i n c i p a l e s tenia
cada u n o c a r g o p a r t i c u l a r de sus vasallos,
y tenian la j u r i s d i c c i ó n l i m i t a d a , p o r q u e
no podían matar por a l g ú n d e l i c t o ni ha-
cer otros castigos graves en sus mismos
v a s a l l o s ; s o l a m e n t e c o g n o s c i a n de los
agravios menores, c o m o e r a n r e n c i l l a s li-
vianas, si a c a e c í a n entre u n o s partícula-
lares y o t r o s , c o m p o n i é n d o l o s y d á n d o l e s
algunos castigos moderados. L o s S e ñ o r e s
de mili v e c i n o s e n t e n d í a n en otros n e g o -
cios y causas m a y o r e s , pero nunca ó m u y
raro á muerte c o n d e n a b a n , al m e n o s sin
dar noticia del d e l i c t o y del c a s t i g o que
parecía que se debia dar, al teocrico, q u e
parece tenia oficio y poder c o m o el que
tenia el procónsul é l e g a d o de que hacen
mención las leyes de los E m p e r a d o r e s ,
según parece en el Digesto.
C u a n d o el d e l i c t o era m u y g r a v e , prin-
cipalmente si el d e l i n c u e n t e acaecía ser
algún S e ñ o r , dábase parte al rey Inga,
siendo caso de m u e r t e , y la justicia se
hacia por su m a n d a d o y no sin él.
Iten, en esta c u e n t a no e n t r a b a n sino
los hombres casados, y n o todos, sino de
156 DE L A S A N T I G U A S GENTES

c i n c u e n t a a ñ o s a b a j o , p o r q u e de t o d o s los
q u e de allí s u b i a n n o se h a c i a c a s o p a r a
a l g ú n s e r v i c i o ni t r a b a j o ni g u e r r a ni
otra c o s a de c a u d a l . L o s de v e i n t e y c i n c o
años a b a j o q u e no eran c a s a d o s , c o n t á -
b a n s e por u n a m i s m a c o s a los p a d r e s ó
d e u d o s q u e los t e n i a n en c a r g o y d e b a j o
de c u y o g o b i e r n o e s t a b a n , y todos a q u e -
llos n o e r a n c o n t a d o s s i n o p o r u n a
c a s a (1).
H i z o una p r o v i s i o n a d m i r a b l e , o b r a d e
Príncipe prudentísimo y providentísimo
y pío, d i g n o de i n m o r t a l m e m o r i a y a u n
de v i v i r e t e r n o s años. E s t a fué, q u e c e r c a
de los c a m i n o s r e a l e s , q u e f u e r o n dos m u y
s e ñ a l a d o s , c o m o se dirá, m a n d ó e d i f i c a r
en t o d a s las p r o v i n c i a s en los l u g a r e s a l -
tos y m á s e m i n e n t e s , a l l e n d e sus a p o s e n -
tos q u e allí h a b í a , m u c h a s y g r a n d e s c a -
sas en r e n g l e r a s , u n a s j u n t a s c o n o t r a s ,
p a r a a l h ó n d i g a s y d e p ó s i t o s . S e ñ a l ó tie- *
r r a s y h e r e d a d e s de las m á s f é r t i l e s y m e -
j o r e s d e s p u e s de las q u e m a n d ó s e ñ a l a r
p a r a los s a c r i f i c i o s y s e r v i c i o del S o l , c o n
t í t u l o y n o m b r e de s u y a s , d o n d e se s e m -
b r a b a n t o d a s las c o s a s de c o m e r y m a n -

(1) El lugar de este párrafo parece que debia ser an-


tes de ocuparse en la jurisdicción criminal y atribucio-
nes de los señores naturales y tucuiricucs.
DEL PERÚ. 157

tenimientos que por toda la tierra era p o -


sible hallarse y f r u t i f i c a r . S e m b r a b a estas
tierras y cogia y beneficiaba la c o m u n i -
dad los frutos déllas, y á la cosecha, lle-
vaba cierta poca c a n t i d a d al Cujeo ó á
donde el rey residia, m á s por r e c o g n o s -
cimiento de la superioridad real que n o
por otro respecto. T o d o s los frutos, demás
désto, q u e s o b r a b a n , y eran en grandí-
sima c a n t i d a d , se r e p o n í a n , e n c e r r a b a n y
guardaban en los depósitos y alhóndigas
susodichas g r a n d e s , para c u a n d o fuese me-
nester ó hobiese de pasar gente de gue-
rra, ó c u a n d o q u e r r í a c e l e b r a r a l g u n a s
fiestas y hacer n u e v o s y extraordinarios
sacrificios. H a b i a en aquellos depósitos
infinito mahíj, frísoles, habas, papas,
camotes, xicamas, quínuas, y otros gé-
neros de raíces y semillas que son gran-
des m a n t e n i m i e n t o s . Habia depósitos de
m u c h a cantidad de sal, gran p r o v i s i ó n de
carne al sol seca, otra m u c h a copia de sa-
lada, pescados secos al sol y otros sala-
dos; de axí ó la pimienta que entre todas
las más gentes de las Indias es t e n i d o por
gran parte de m a n t e n i m i e n t o , habia a b u n -
dancia.

Grandes depósitos t a m b i é n de o v e j a s y
carneros v i v o s , así para c o m e r carne fres-
ca, c o m o para llevar las cargas. Infinita
158 DE LAS ANTIGUAS GENTES

copia de lana, m u c h o s m o n t o n e s de a l g o -
don en pelo y hilado, y otro en c a p u l l o s
donde ello se cría, ya secos. S i n n ú m e r o de
camisetas de a l g o d o n y otras de lana, q u e
son los vestidos q u e traen; mantas de las
m u y ricas y de las comunes. Cabuya y
pita, que son diversas especies de c á ñ a m o
ó sirve de c á ñ a m o ; la cabuya es más grue-
sa y la pita más d e l g a d a ; mucha hilada y
torcida, otra en cerros, délla m u c h o nú-
m e r o de sogas y cordeles y cabestros. In-
finita cantidad de cotaras (1), que son el
calzado de los piés, de diversas m a n e r a s
artificiadas, para que se calzasen los Se-
ñores y los de m e n o s calidad y la gente
c o m ú n . H a b i a mantas de las m u y ricas
de lana y pintadas, que solos las vestian
los grandes S e ñ o r e s ; de las naguas, que
son las faldillas que se visten las m u j e r e s ,
m u y ricas para las S e ñ o r a s , y otras c o m u -
nes para las que n o lo son. H a b i a g r a n d e
a b u n d a n c i a d e depósitos de toldos,que son
las tiendas para por el c a m p o en t i e m p o
de g u e r r a ; i n n u m e r a b l e s a r m a s o f e n s i v a s
y defensivas, c o m o infinitos arcos y fle-
chas, hachas de a r m a s y p o r r a s de cobre

(1) Y a apuntamos en la p á g . 38, que Cotara es de la


lengua de la Isla Española; que en la mexicana se dice
Cactli, y en la quichua, Uxuta y por corrupción, Ojota.
DEL PERÚ. 159

y de plata; h o n d a s , y para ellas piedras


infinitísimas; rodelas, barras y picos de
cobre para cortar las sierras y adobar los
caminos; p l u m a j e s y bixa, que es la color
bermeja, y otras colores con que se pin-
tan para se parar feroces y bravos. N o se
podrá e n c a r e c e r c u á n t a provision habia
de todas las cosas dichas y con cuán gran-
de a b u n d a n c i a ; y esto, en todo t i e m p o ,
para paz y p a r a g u e r r a , n u n c a jamás fal-
taba; siempre los depósitos estaban llenos
y proveídos y las cosas susodichas apa-
rejadas.
T e n i a grandes y m u y diligentes y fide-
lísimos m a y o r d o m o s y guardas, con g r a n
recaudo sobre los d i c h o s depósitos, q u e
los m e n e a b a n y l i m p i a b a n , para que no
se corrompiesen.
De tres en tres años tenia cuidado el
Tocrico, que era (como se dijo) el pro-
cónsul ó legado q u e s t a b a en lugar del R e y ,
de visitar todos aquellos depósitos y ha-
cellos renovar. T o d o lo que allí estaba se
repartía por los p o b r e s , c o m e n z a n d o por
las viudas y huérfanos, de los cuales siem-
pre aqueste P r í n c i p e y todos sus suceso-
res tuvieron s i n g u l a r c u i d a d o , c o m o p a -
recerá.
Repartidas por los pobres todas las c o -
sas que allí estaban, t o r n á b a n s e luego á
224 DE LAS ANTIGUAS GENTES

h i n c h i r de n u e v o los d e p ó s i t o s de los bas-


t i m e n t o s y p r o v i s i o n e s c o m o de a n t e s es-
taban. Estas provisiones tenian c a r g o de
t r a e r p o r sus t r i b u t o s las p r o v i n c i a s de
los d e p ó s i t o s m á s c e r c a n a s , c u y o s S e ñ o -
res y s u b d i t o s e s t a b a n o b l i g a d o s á e l l o ;
p o r q u e así e s t a b a n los l u g a r e s d o n d e los
habia proporcionados.
C o m ú n m e n t e , d o n d e se h a c í a n e s t o s
d e p ó s i t o s , c o m o s i e m p r e la t i e r r a y c o -
m a r c a délla e r a fértil é g r a c i o s a , m a n d a b a
e d i f i c a r sus p a l a c i o s reales y los t e m p l o s
d e l S o l , c o m o en el c a p . 7 se d i j o , d o n d e
s e iba en sus t i e m p o s o r d e n a d o s á r e -
c r e a r c o n sus m u j e r e s y c a s a . V e n í a l e s
allí el a g u a , t r a í d a de m u y lejos p o r ata-
nores, á las a l b e r c a s y e s t a n q u e s d o n d e se
l a v a b a n y b a ñ a b a n él y é l l a s ; y e s t o t o d o ,
tan bien l a b r a d o y p o l i d o c o m o se p u d i e r a
e d i f i c a r y polir en G r a n a d a . D o n d e q u i e r a
que habia callentes aguas, tenian notables
e d i f i c i o s de b a ñ o s , d o n d e solo él y s u s
m u j e r e s e n t r a b a n á se l a v a r y b a ñ a r .
F r o n t e r o de las C a s a s R e a l e s m a n d ó e d i -
ficar o t r o s a p o s e n t o s m u y g r a n d e s , c o m o
a r r i b a se r e c i t ó , y q u e t e n i a n c u a t r o c i e n -
t o s piés de l a r g o y c u a r e n t a de a n c h o ,
d o n d e se a p o s e n t a s e la g e n t e de g u e r r a
c u a n d o por allí pasase, p o r n o dar m o l e s -
tia ó e n o j o á los p u e b l o s en a p o s e n t a r l a .
DEL PERÚ.

CAPÍTULO XIX.
De los grandes y maravillosos
caminos que mandó construir Pachacútec,
uno por la Sierra y otro por Los Llanos,
y de los chasquis ó postas.

TRA provision d i g n í s i m a de ser ad-


mirada y e n g r a n d e c i d a con i n m o r -
tales alabanzas hizo este tan p r u -
dente P r í n c i p e y , sin d u d a , en todo el
mundo d i g n o de ser por tal c o g n o s c i d o y
n o m b r a d o , que f u é la de los dos c a m i n o s
que hobo en aquellos sus reinos, los cua-
les parecieran cosa soñada, si los nuestros
españoles n o los v i e r a n y todos, c o m o por
una boca, de l o a l l o s y e n c a r e c e l l o s n u n c a
acabaran; i n d i c i o m a n i f e s t í s i m o t a m b i é n
de la viveza y s o t i l e z a del e x c e l e n t e j u i c i o
de razón de todas aquellas gentes, que tales
obras h a y a n por sus m a n o s artificiado.
Mandó hacer dos c a m i n o s por donde se
fuese á todos los reinos y tierra que seño-
reaba, que c o m e n z a b a n desde cuasi la tier-
ra de Pasto, arriba de la provincia de Qui-
to, hasta las Chalcas (i), que al m é n o s son
ochocientas leguas, y á las p r o v i n c i a s de
Chile llegaba, que h a y mili y tantas l e g u a s

(i) Los Charcas.

ii
226 DE LAS ANTIGUAS GENTES

largas, según todos nuestros e s p a ñ o l e s


afirman y claman.
E l uno iba por la tierra y p r o v i n c i a s de
L o s L l a n o s , c u y a g e n t e y m o r a d o r e s se 11a-
m a n y u n g a s , y el otro por las sierras y al-
tos, que a u n q u e a m b o s son a d m i r a b l e s ,
p e r o este de la Sierra es e s t u p e n d o y e x -
t r a ñ o . R e l i g i o s o s prudentes y letrados di-
cen que estos c a m i n o s eran cosa a d m i r a -
ble y d i v i n a , y discretos seglares a f i r m a n
que ni r o m a n o s ni o t r a s g e n t e s algunas en
los edificios destos c a m i n o s no les hicie-
ron v e n t a j a .
L a s sierras de aquella parte son altísi-
mas y aspérrimas, p o r lo c u a l f u é , para
hacer el c a m i n o que por éstas y entre dos
cordilleras v a , n e c e s a r i o abrir y cortar
sierras espantables y allanallas, y v a l l e s
p r o f u n d o s h i n c h i l l o s y levantallos.
L o más angosto deste c a m i n o alto es tan
a n c h o , que irán c u a t r o y seis de c a b a l l o
c o r r i e n d o por él á las parejas sin los unos
á los otros estorbarse. V a tan l l a n o , que
a u n q u e los que v a n por él á caballo y t o -
dos c a m i n a n t e s se v e e n ir p o r sierras tan
altas y ásperas que les p a r e c e c a m i n a r por
los aires, pero la llanura y edificios y g r a -
cia ó h e r m o s u r a del c a m i n o les causa i m a -
ginar que c a m i n a n por m u y llanos p r a -
dos. V a tan d e r e c h o c o m o si c o n n i v e l y
DEL PERÚ. 163

cuerda fuera trazado. P o r las partes d o n -


de la sierra ó cuesta n o es posible des-
echarse, lleva u n a s escaleras de losas por
las cuestas a b a j o , q u e en un jardin de u n
Rey no p o d r í a tal edificio en fortaleza y
hermosura m e j o r a r s e . P o r las laderas que
pueden los pasos m a l o s desecharse y e n d o
el c a m i n o p o r e l l a s , es cosa m a r a v i l l o s a
la fortaleza q u e lleva de cantería la pared
y reparos y b a l u a r t e s , q u e ni por n i e v e s
ni por a g u a s puede j a m á s d e r r u m b a r s e .
Por la parte de arriba v i e n e n sus acequias
empedradas, y traen sus d e s a g u a d e r o s t a n
ordenados, que c u a n d o llegan al c a m i n o
pasan por d e b a j o del cubiertas sin que res-
ciba n i n g ú n d a ñ o .
Donde acaece h a b e r ciénagas, está t o d o
el c a m i n o en a q u e l l o s pasos m a r a v i l l o s a -
mente e m p e d r a d o .
En m u c h a s p a r t e s deste c a m i n o tiene
paredes de p i e d r a , y en a l g u n a s , m a y o r -
mente de la ciudad del Cujeo adelante
hasta el Estrecho de Magallanes (1) y pro-
vincias de Chile, va señalado en el c a m i -
no la legua y media legua; por manera
que sin r e l o x ni otra c u e n t a a l g u n a s a b e
el caminante donde v a y qué tanto cami_
no ha andado.

(1) L e faltaba bastante para llegar al Estrecho. T e r -


minaba en el T u c u m a n .
164 DE LAS ANTIGUAS GENTES

P a s a b a p o r medio de la ciudad del Cuj-


eo y por m e d i o t a m b i é n de los A p o s e n t o s
R e a l e s que habia, los más c e r c a n o s á seis
l e g u a s y los más lejos á doce. Y en m e d i o
déstos habia otros aposentos m e n o r e s para
p a r a r de tres á tres, ó de c u a t r o á c u a t r o
l e g u a s ; p o r q u e esta era la jornada que ca-
m i n a b a el R e y Inga; y no quería c a m i n a r
m á s , porque no se fatigase la gente de su
s e r v i c i o . Y en m e d i o de a q u e l l o s h a b i a
otros m e n o r e s , llamados cama (1), c o m o
descansaderos, donde bebía él y m a n d a b a
que sus criados descansasen y b e b i e s e n .
T e n i a cada p r o v i n c i a c a r g o de los repa-
ros deste c a m i n o según la parte que cabia
y tocaba á sus t é r m i n o s , en lo c u a l se po-
nía s u m a d i l i g e n c i a .
E l otro c a m i n o era el de los L l a n o s , n o
m é n o s m a r a v i l l o s o que el p r e c e d e n t e de
las sierras. C o m e n z a b a desde Túmbej y
d u r a b a bien septecientas l e g u a s . E s t a b a n
p o r todo él los aposentos, y t e m p l o s , y
depósitos y las casas de las m o n j a s ó
beatas, que l l a m a b a n Mamaconas,que ser-
v í a n al S o l en sus T e m p l o s c o m o en el
c a m i n o de las sierras; y por haber más
a p a r e j o y por ser la tierra más fértil y de
regadío, habia vergeles y casas de p l a c e r ,

(1) Samay.
DEL PERÚ. 65

donde más se r e c r e a b a e l R e y con sus m u -


jeres, q u e p o d i a h a b e r en el de las sierras.
T e n i a de a n c h o b u e n o s c u a r e n t a piés; de
una y de o t r a p a r t e iba c e r c a d o de p a -
redes p o r t o d o s los v a l l e s por la m a y o r
parte, y e n e s p e c i a l , d o s l e g u a s a n t e s de
entrar en él y o t r a s d o s d e s p u e s de s a l i d o
del, iba todo e m p e d r a d o , cosa d i g n a de v e r .
T o d o este c a m i n o p o r a m b o s á dos l a -
dos iba c e r c a d o de a r b o l e d a s f r u c t í f e r a s
puestas t o d a s á m a n o , lo u n o p a r a q u e
hiciesen s o m b r a á los c a m i n a n t e s , y lo
otro para p r o v i s i o n de los p o b r e s q u e n o
llevasen q u é c o m e r . Y s e ñ a l a d a m e n t e l o s
árboles e r a n de u n o s g a r r o b o s c u y a f r u t a
es c o m o n u e s t r a s g a r r o b a s , de q u e h a c e n
cierta m a n e r a de p a n c o n q u e se s u e l e n
m a n t e n e r (1).
A c i e r t o s t r e c h o s , p o r su o r d e n , salian
ciertos c a ñ o s de a g u a p a r a q u e n o f a l t a s e
t a m p o c o el r e f r e s c a r s e y el beber. S a l i a n
por a q u e l l o s l u g a r e s h e r m o s o s c h o r r o s
de f u e n t e s frías, y d o n d e s a l i a n c a l l e n -
tes, h a b i a t a m b i é n b a ñ o s c o m u n e s p a r a
que todos se a p r o v e c h a s e n , y e n t e s y v i -
nientes.

(1) Y una especie de gachas ó poleadas, muy gusto-


sas y alimenticias, llamadas Yupisin. El agarrobo de
las Indias se dice en quichua propiamente Ttacco, y en
yunca costeño Ong, y su fruto Puño.
166 DE LAS ANTIGUAS GENTES

P o r los l u g a r e s q u e h a b i a p i e d r a , iba
este c a m i n o por e n t r e h i l a d a s de p i e d r a ;
d o n d e habia a r e n a l e s q u e c a r e c i a n de p i e
d r a s ni h a b i a p o s i b i l i d a d de s e m b r a r ó po-
n e r a r b o l e d a s ni p a r e d e s , i b a el c a m i n o
p o r e n t r e p i l a r e s h e c h o s de m a d e r a ; p o r
m a n e r a , q u e los q u e q u e r i a n c a m i n a r p o r
a q u e l c a m i n o t a n l u e n g o y de t a n t a s le-
g u a s (porque, c o m o d i j e , i b a y se e s t e n d i a
o c h o c i e n t a s , y a ú n l l e g a b a á m á s de m i l i ) ,
n o t e n i a n e c e s i d a d de p r e g u n t a r p o r lo
q u e estaba a d e l a n t e ni t a m p o c o m i e d o de
p e r d e r l o . ¿ Q u i é n n u n c a tan l u e n g o s c a m i -
n o s ni tan m a r a v i l l o s o s , t a n p r o v e í d o s y
h e c h o s c o n tan g r a n d e a r t i f i c i o v i d o en e l
m u n d o ni o y ó decir? C i e r t o , s e g ú n t o d o s
l o s n u e s t r o s q u e los v i e r o n e n su p r o s -
p e r i d a d y ser de la l i n d e z a y a r t i f i c i o ,
g r a n d e z a , l o n g u r a , a n c h u r a , orden y
p r o v i s i o n , n u n c a c e s a n de c o n t a r m a r a -
villas.
N o es de d e j a r de r e f e r i r c e r c a d e s t o s
caminos ó del caminar por ellos, otra
o r d e n n o m e n o s d i g n a de n a c i ó n p r u d e n -
t í s i m a : esta e r a , q u e de t a l m a n e r a l a s
p r o v i n c i a s de las sierras c o n las de L o s
Llanos estaban compuestas y proporcio-
nadas, combinadas y hermanadas, que
c o r r e s p o n d í a u n a de L o s L l a n o s á o t r a de
l a s s i e r r a s , y u n a de las s i e r r a s á o t r a de
DEL PÉRÚ. 231

Los L l a n o s ; p o r m a n e r a , q u e c u a n d o e l
Rey Inga c a m i n a b a p o r el c a m i n o de la
Sierra y l l e g a b a á sus A p o s e n t o s R e a l e s , se
juntaban t o d o s los S e ñ o r e s de a q u e l l a p r o -
vincia á le s e r v i r é h a c e r r e v e r e n c i a ; y
allí t a m b i é n los de la p r o v i n c i a de Los
L l a n o s q u e á a q u e l l a c o r r e s p o n d í a se ha-
llaban. Y c u a n d o iba c a m i n o p o r el de L o s
Llanos, hallábanse juntos los Señores de
aquella p r o v i n c i a p a r a le r e v e r e n c i a r y
mostrar su o b e d i e n c i a , y d e s c e n d i a n t a m -
bién los S e ñ o r e s de la p r o v i n c i a que á
aquella c o r r e s p o n d í a de las s i e r r a s , y se
hallaban j u n t o s c o n los de L o s L l a n o s .
Esto tenia ordenado el prudentísimo
P r í n c i p e P a c h a c u t i p o r tres r e s p e c t o s , s e -
gún es p ú b l i c a v o z y f a m a : el u n o , p o r q u e ,
viniendo los u n o s á la p r o v i n c i a y c a s a s d e
l o s o t r o s , se t r a c t a s e n , y t r a c t á n d o s e y c o n -
v e r s a n d o j u n t o s en p r e s e n c i a del R e y é
S e ñ o r de t o d o s , n a c i e s e de allí a m a r s e y
hermanarse; lo segundo, porque, cuando
c a m i n a s e p o r el c a m i n o d e las sierras, n o
le faltase de los p e s c a d o s de la m a r y d e
las fructas, y p r o v i s i o n e s y r e g a l o s de L o s
Llanos, c o m o fuesen más fértiles y hobie-
se más c o s a s d e l e i t a b l e s q u e en las s i e r r a s ;
y cuando caminase por L o s L l a n o s , fuese
proveído su p l a t o , y t a m b i é n su g e n t e , de
las cosas q u e h a b i a e n la S i e r r a de q u «
168 DE LAS ANTIGUAS GENTES

c a r e c í a n L o s L l a n o s ; l o tercero, p o r q u e
v i s i t a n d o las p r o v i n c i a s y p u e b l o s del u n
c a m i n o , j u n t a m e n t e v i s i t a b a las g e n t e s
q u e v i v i a n por el o t r o , s a b i e n d o y p e s q u i -
s a n d o lo q u e en e l l o s p a s a b a , las n e c e s i -
dades q u e h a b i a , si a c a e c í a n d e l i c t o s ó p e -
c a d o s , si r e g í a n b i e n los q u e g o b e r n a b a n ,
si se h a c i a n á los q u e p o c o p o d í a n a l g u -
n o s a g r a v i o s , si h a b i a m e m o r i a de a l g u n a s
novedades.
D i s t a b a el u n c a m i n o del o t r o c u a r e n t a
l e g u a s por lo a n c h o .
Eran g r a n d e s las fiestas y regocijos y
a l e g r í a s q u e los S e ñ o r e s de las p r o v i n c i a s
y la g e n t e déllas h a c i a c u a n d o en ella e n -
t r a b a , c o m o era de t o d o s tan e n t r a ñ a b l e -
m e n t e a m a d o y p o r q u e n u n c a salia d é l l a s
sin q u e les h i c i e r e m e r c e d e s , m a y o r m e n t e
á los p o b r e s , de q u i e n tenia él m u y e s p e -
cial cuidado.
R e s t a r e f e r i r otra p e r f e c c i ó n de b i e n
ordenada república no menos notable
q u e c u a l q u i e r a otra p a r t e de s e ñ a l a d a p o -
licía q u e toca á la m a t e r i a destos c a m i n o s .
É s t a s e r a n las p o s t a s q u e t a n l i g e r a s este
R e y é t a n prestas en sus r e i n o s o r d e n a d a s
y p u e s t a s t e n i a , q u e a u n q u e no t e n í a n
c a b a l l o s , ni c a m e l l o s , ni otros a n i m a l e s
q u e para e l l o s i r v i e s e n , la p r u d e n c i a é i n -
d u s t r i a del P r í n c i p e h a l l ó otra m e j o r m a -
DEL PERÚ. 169

ñera déllas y más fácil que las nuestras


y que m u c h o m á s corria. Mandó hacer en
cada legua tres casillas ó chozas j u n t o al
camino mil pasos la una de la otra; y allí
estaban u n mes dos indios, el cual pasa-
do, venian otros dos á estar otro. E l u n o
velaba s i e m p r e de n o c h e y de dia, y el
otro descansaba. P o n i a estos dos indios
el pueblo en c u y o s t é r m i n o s estaban las
chozas.
C u a n d o el R e y quería e n v i a r a l g ú n
mandamiento á a l g ú n pueblo ó p r o v i n c i a ,
6 á los S e ñ o r e s ó gobernadores, ó ellos
respondían á lo que les mandaba ó que-
rían dalle aviso de a l g u n a s cosas de i m -
portancia, decíanla á los indios de la pri-
mera posta. E l u n o dellos, oido lo que se
mandaba y fijado bien en su m e m o r i a ,
corria los mil pasos c u a n t o c o r r e r podia
con toda f u r i a , y l l e g a d o cerca de la otra
posta ó choza, iba dando v o c e s de m a n e r a
que el otro que estaba para ello prestísimo,
habiendo entendido el mensaje, antes ques-
totro llegase, y a se habia partido corrien-
do con la m i s m a presteza y furia; y desta
manera iban de m a n o en m a n o todos los
otros; y a c a e c í a cada dia, que desde Quito
al Cujeo, que son casi q u i n i e n t a s leguas,
iban las n u e v a s de lo que se queria hacer
saber en poco más de tres días, y a l g u n a s
170 DE LAS ANTIGUAS GENTES

v e c e s e n m e n o s . P o r m a n e r a q u e se co-
rrían más de ciento y sesenta leguas entre
d í a y n o c h e , las c u a l e s n o anda una nao
aun con bueno y fresco viento en tres días
naturales; cosa harto difícil, á prima haz,
de creer, pero todos la a f i r m a n , religiosos
y s e g l a r e s . Y si b i e n se c o n s i d e r a q u e i n -
t e r v e n í a n en este c a m i n o m i l y q u i n i e n t o s
hombres corriendo á todo correr, sin
p a r a r , dia y n o c h e , s u c e s i v a m e n t e , p u e s t o s
en paradas y tan ligeros y sin impedi-
m e n t o ni e m b a r a z o s de h a l d a s l a r g a s , s i n o
d e s n u d o s e n c u e r o s , ó e n c i m a de s u s c a r -
n e s u n a m a n t i l l a de a l g o d o n m u y d e l g a d a ,
cuando más, no parecerá imposible.
A q u í es n o d e b e r s e t e n e r p o r maravilla
q u e a q u e s t e R e y I n g a y sus s u c e s o r e s , e s -
t a n d o en Qiiito, comiesen cada dia pes-
c a d o f r e s c o , l l e v a d o de la m a r de Tumbef,
q u e h a y c i e n t o y v e i n t e leguas; y así, por
grandeza de s u e s t a d o t e n í a n los Ingas
c o m e r m a n j a r e s y fructas traídas de muy
l e j a n a s tierras.
P a r a q u e se d i e s e c r é d i t o a l m e n s a j e ó
mensajero, llevaba un cierto palo en la
m a n o , d e un p a l m o ó p a l m o y m e d i o , c o n
ciertas señales, como entre nosotros se
u s a , q u e se da c r é d i t o a i q u e t r a e l a s a r m a s
ó sello del R e y .
L l a m á b a n s e e s t o s c o r r e o s e n su l e n g u a
DEL PÉRÚ. 171

chanquis (1), que quiere decir «el que to-


ma,» porque t o m a b a el m e n s a j e el u n o del
otro.

CAPÍTULO XX.
De los puentes y acequias, templos y
Casa Reales que ordenó Pachacútec; de
los términos y mojones que señaló á cada
provincia, y los tocados y formas de la
cabe ja con que se distinguían unos
de otros los naturales déllas.

PROVEYÓ de m a n d a r este P r í n c i p e , que


en todos los ríos principales, por a m -
bos á dos c a m i n o s reales, m a y o r m e n t e
por el de la Sierra, se hiciesen puentes, los
cuales se hiciesen m a r a v i l l o s o s y de m u c h o
artificio é i n g é n i o . E n lo más a n g o s t o de
los rios, que son caudalosísimos, por don-
de va el c a m i n o r e a l , edificaron de u n a
parte y de otra á la l e n g u a del a g u a , c i e r -
tos pilares de cal y c a n t o ó piedra, m u y
anchos y m u y altos. D e l u n o al otro iban
cinco m a r o m a s tan gruesas c o m o el m u s -
lo, de b e j u c o s , que son c o m o correas de
la manera de las de la y e d r a , puesto que
mejores y m u y más recias. S o b r e ellas te-

(l) Chasquis.
236 DE LAS ANTIGUAS GENTES

j i a n de v a r a s m u y d e l g a d a s un c a ñ i z o t a n
a n c h o c o m o b r a z a y m e d i a . D e n d e los
l a d o s s o b i a n o t r a s s o g a s gruesas t e j i d a s
c o m o red, tan a l t a s c o m o h a s t a los p e c h o s ,
á m a n e r a de b a r a n d a s . E c h a b a n m u c h a
y e r b a c o m o c á ñ a m o y m u y espesa en el
c a ñ i z o , p o r q u e p a s a b a n p o r las p u e n t e s
h o m b r e s y m u j e r e s y n i ñ o s y bestias, l a s
que ellos tenían, c o m o o v e j a s y carneros,
y lo q u e m u c h o m á s es, los e s p a ñ o l e s c o n
sus c a b a l l o s .
H a b i a s i e m p r e dos p u e n t e s j u n t a s , u n a
p o r donde pasasen los h o m b r e s , y o t r a
p a r a las m u j e r e s ; y en m u c h a s p r o v i n c i a s ,
e n e s p e c i a l en las de L o s L l a n o s , h a b i a l o
m i s m o dos c a m i n o s para ir á los l u g a r e s
y p u e b l o s , el u n o de los v a r o n e s y el o t r o
de las m u j e r e s .
E l a r t i f i c i o con q u e s a c a b a n l a s a g u a s
destos p o d e r o s o s rios p o r a c é q u i a s y t r a e -
llas p o r las sierras a l t í s i m a s y r e p a r t i l l a s
y a p r o v e c h a r s e d é l l a s sin q u e se les p e r -
diese g o t a , d i c e n a l g u n o s e s p a ñ o l e s , q u e ,
al p a r e c e r de m u c h o s , p o c o s ó n i n g u n o s
les h i c i e r o n v e n t a j a de los n a s c i d o s . D e s -
c e n d í a n las a g u a s por a q u e l l a s a c é q u i a s
p a r a r e g a r los l l a n o s y v a l l e s d o n d e n u n c a
j a m á s l l u e v e , c o n las c u a l e s r e g a b a n sus
heredades y sementeras, que todos aque-
llos valles no parecian sino unos vergeles
DEL PERÚ. 173

hechos de m a n o , pintados todos de a r b o -


ledas y y e r b a s por las hileras de las ace-
quias, c o m o si f u e r a n cada u n paraíso de
deleites; y tanto los e n c a r e c e n los nues-
tros, que a f i r m a n en todo lo m á s de la
redondez del m u n d o m á s h e r m o s o s ni más
bien labrados y adornados no se figura-
rían.
De los otros edificios de los t e m p l o s y
de sus Casas Reales q u e m a n d ó hacer e n
diversas partes tan s u m p t u o s o s y tan ri-
quísimos, y la fortaleza que hizo ó m a n d ó
hacer en su ciudad R e a l del C u z c o , puesto
que a l g u n o s indios la a t r i b u y e n á su h i j o
Tepa Inga (1), que le sucedió i n m e d i a t a -
mente, asaz q u e d a en los caps. 2 y 7 déllos
dicho.
Mandó que todos los pueblos pusiesen
límites y a m o j o n a s e n sus términos de
ciertas señales ó m o j o n e s pequeños, pero
los de las p r o v i n c i a s los pusiesen m a y o r e s
y más señalados; porque los p u e b l o s de
cada p r o v i n c i a eran cuasi todos una mis-
ma cosa, por estar d e b a j o de un S e ñ o r ;
mas, los de u n a p r o v i n c i a parece (sic) ser
más distinctos y haber otras d i s t i n c i o n e s ,
y así convenia que f u e s e n m a y o r e s .
T e n i a o r d e n a d o por todos sus reinos,

(1) Tupac Inga.


174 DE L A S ANTIGUAS GENTES

que todos los v e c i n o s de cada p r o v i n c i a ,


que eran diez mili v e c i n o s , t r u j e s e n sobre
su cabeza una señal en que fuesen c o g -
noscidos de los de las otras; y así, u n o s
traían u n o s aros de cedazos; otros los c a -
bellos hechos c u e r d a s m u y m e n u d a s y
m u y largas; otros unas trenzaderas n e g r a s
de lana de tres ó c u a t r o vueltas, de a n c h o r
de c u a t r o dedos; otros otras trenzas de
largor de dos ó tres brazas, de a n c h o r de
un dedo, t a m b i é n de l a n a ; otros unas h o n -
*

das de un hilo c o m o de c á ñ a m o ; otros


un gran pedazo de lana hilado, l a r g o c o m o
m a d e j a ; otros unos pedazos m u y l a r g o s
y m u y delgados de u n a toca m u y d e l g a d a
de a l g o d o n , r e v u e l t o s á la cabeza c o m o
a l m a i z a r m o r i s c o . F i n a l m e n t e , no habia
p r o v i n c i a en toda la tierra, con ser i n n u -
merables, que los v e c i n o s de cada una n o
t r u j e s e n su señal en la cabeza, que e n -
t r a n d o en la plaza de la ciudad del Cujeo,
en la c u a l e n t r a b a n por c u a t r o partes,
c o m o en c r u z , y v i é n d o l o s de lejos, n o
cognosciesen de qué p r o v i n c i a eran, sin
que más del t r a j e v i e s e n ; y esto hasta h o y
dura.
A a q u e s t a d i l i g e n c i a destas señales para
cognoscerse las personas de qué p r o v i n -
cias eran, parece poderse a y u n t a r la cos-
t u m b r e a n t i g u a , que t a m b i é n tenia cada
DI,I- PERÚ. 175

provincia, de f o r m a r las m i s m a s c a b e z a s ,
porque fuesen c o g n o s c i d o s los v e c i n o s de
cada una déllas; y así, c u a n d o i n f a n t e s ,
que a c a b a b a n de nascer, y de allí ade-
lante, m i e n t r a s tenían las cabezas m u y
tiernas, les ataban ciertas v e n d a s ó p a ñ o s
con que se las a m o l d a b a n según la f o r m a
que q u e r í a n que tuviesen las cabezas; y
así, unos las f o r m a b a n anchas de frente y
angostas del c o l o d r i l l o ; otros anchas de
colodrillo y angostas de frente; otros al-
tas y e m p i n a d a s , y otros bajas; otros an-
gostas; otros altas y angostas; otros altas
y anchas, y otros de otras maneras; final-
mente, que en las f o r m a s de las cabezas
tenían muchas i n v e n c i o n e s , y n i n g u n a
provincia, al m e n o s de las p r i n c i p a l e s ,
habia que n o tuviese f o r m a diferente de
las otras de cabezas.
L o s S e ñ o r e s t o m a r o n para sí é para
todo su l i n a j e , que se l l a m a b a Ingas, tres
diferencias de c a b e z a s , puesto que des-
pues algunas déllas c o m u n i c a r o n á otros
Señores de algunas p r o v i n c i a s , sin que
fuesen del l i n a j e de los Ingas, por espe-
cial privilegio. L a u n a era que a c o s t u m -
braron á f o r m a r las cabezas que f u e s e n
algo largas, y n o m u c h o , y m u y delgadas
y empinadas en lo alto déllas; y lo que á
mí parece, por haber visto a l g u n o de los
176 DE L A S A N T I G U A S GENTES

S e ñ o r e s del linaje de los Ingas, la f o r m a


déllas era ni m á s ni m é n o s que la de u n
mortero. L a s e g u n d a f u é , q u e a n d a b a n
siempre tresquilados, n o m u y atusados,
sino c o m o tresquilado de t i e m p o de seis
m e s e s . L a tercera, que traían una c i n t a
n e g r a de lana del a n c h o r de un dedo y de
tres ó c u a t r o varas en l a r g o al rededor de
la c a b e z a . Y allende desto, el R e y ó S e ñ o r
s u p r e m o , que antonomatice y por e x c e l e n -
cia l l a m a b a n Inga ó Capac (que significa
E m p e r a d o r y soberano P r í n c i p e ) , traia al
c a b o desta cinta una borla colorada ó de
g r a n a , grande y de fina lana, que le col-
g a b a sobre la frente hasta casi la nariz,
la cual echaba él á un lado c u a n d o q u e r i a
ver; por a u t o r i d a d y m a j e s t a d e c h á b a s e l a
en m e d i o del rostro, porque no le mirase
a l g u n o en él sino c u a n d o él quisiese q u e
le viesen.
DEL PERÚ. 177

C A P Í T U L O X X I (1).
De la universal obediencia y sumisión que
al Inca se tributaba; privilegios y distin-
ciones; educación de los hijos de los nobles;
castigo de los rebeldes; unidad de lengua',
piedad y caridad de Pachacútec;
comia en público en las plajas
como sus vasallos.

F
ué g r a n d e la auctoridad y m a j e s t a d
que este R e y Pachacuti é sus suceso-
res m o s t r a r o n y t u v i e r o n ; y así, to-
dos los S e ñ o r e s s u b j e c t o s s u y o s y súbditos
déllos y los de todos sus r e i n o s los tenían
en grandísima v e n e r a c i ó n y era s u m a la
obediencia y a m o r que les h a b i a n . N i n -
gún Señor y R e y , por g r a n d e y rico y po-
deroso que fuese, p o d í a e n t r a r ni parecer
ante él sino descalzo de sus z a p a t o s , que
llaman uxotas, y con a l g u n a carguilla á
cuestas, la cual t o m a b a antes que l l e g a s e
á la puerta de donde I n g a estaba. L o mis-
mo ningún S e ñ o r se asentaba delante dél
en las sillas b a j a s j u n t o con el suelo que

(1) Al margen y de letra de L a s Casas: «Déjese blan-


co para el sumario;» porque no hay en el texto claro ó
espacio entre el iin del capítulo anterior y el principio
de éste.

12
178 DE LAS ANTIGUAS GENTES

los desta Isla española l l a m a b a n duo-


hos (i), sin su especial m a n d a d o , sino q u e ,
c u a n d o se asentaba, era en el suelo. T a m -
p o c o podia tener silla en su casa ni en
otro l u g a r a l g u n o si él no se la daba y l i -
c e n c i a para que se pudiese en ella asen-
tar.
É l andaba sólo en andas de o r o m a c i z o
todas sobre h o m b r o s de h o m b r e s , y era
gran d i g n i d a d y f a v o r ser u n o de a q u e l l o s
que á cuestas lo l l e v a b a n , y éstos eran en
m u c h o s h o n o r e s y gracias m u y p r i v i l e -
g i a d o s , c o m o agora son los de la b o c a del
E m p e r a d o r . N i n g u n o otro podia tener ni
andar en andas de n i n g ú n metal ni de
otra materia, por g r a n S e ñ o r que f u e s e ,
sin su p a r t i c u l a r l i c e n c i a , y c o n c e d é r s e l e
era s u m o p r i v i l e g i o , y en todos sus r e i n o s
n o h a b i a seis á quien c o n c e d i d o lo h o -
biese, habiendo infinitos g r a n d e s S e ñ o r e s .
Á a l g u n o s S e ñ o r e s de los no m u y g r a n d e s
daba licencia y privilegio que p u d i e s e n
andar en hamacas, en que iban t a m b i é n
á h o m b r o s de hombres, pero iban e c h a d o s
y e n v u e l t o s c o m o si f u e r a n en una l a r g a
h o n d a , p o r q u e de a q u e l l a manera son; n i
p o d i a n ir asentados que los viesen los
c i r c u n s t a n t e s , a u n q u e por la d i s p u s i c i o n

(i) Duhos. E l nombre peruano es tiana ó tiyana.


DEL PERÚ. 7 9

de la hamaca f u e r a posible, p o r q u e era


privilegio ir en h o m b r o s de otros asenta-
dos que se pudiesen v e r . P o r m a n e r a q u e
estas gentes tenian en s u m a r e v e r e n c i a á
sus Reyes y les e r a n obedientísimas y en
gran manera s u b j e c t a s .
Todos los Señores e r a n o b l i g a d o s , p o r
haberlo él así o r d e n a d o y m a n d a d o , de
enviar sus hijos, desque l l e g a b a n á q u i n -
ce años, á la corte, que allí se criasen y
sirviesen al S e ñ o r ; y tenian en el Cujeo
sus casas y s e r v i c i o para que aprendiesen
la lengua g e n e r a l de a q u e l l a ciudad y po-
licía délla, y c ó m o h a b í a n de o b e d e s c e r
al Rey, y así él les t o m a s e a m o r y e x p e r i -
mentase para c u á n t o podían ser por su
prudencia y habilidad, y ellos se desen-
volviesen y aprendiesen c r i a n z a y b u e n a s
costumbres, a n d a n d o en el P a l a c i o R e a l ,
y sobre todo, para tener p r e n d a s de t o d o s
los S e ñ o r e s de sus reinos que le serian
subjectos y n o h a r í a n n o v e d a d . M a y o r -
mente se les e n s e ñ a b a la o b e d i e n c i a y fi-
delidad que al R e y debían tener, p o r q u e
sobre todos los delictos aborrecía el I n g a
los que no obedescian y se r e b e l a b a n , y
estos eran tenidos por l a s gentes proprias
y antiguas y súbditas de I n g a , c o m o los
del Cujeo, en grande o p r o b r i o , y siempre
los vituperaban de p a l a b r a , y los l l a m a -
244 DE L A S A N T I G U A S GENTES

ban abcaes (i), que quiere decir traidores


á su S e ñ o r ; y esta palabra es la más i g n o -
m i n i o s a y de m a y o r a f r e n t a que se puede
d e c i r á h o m b r e de t o d o el Perú; y así, el I n g a
que anda alzado contra los españoles, l l a m a
á los indios de todos aquellos reinos aba-
caes traidores, porque no le quieren o b e -
d e c e r y servir por m i e d o de los españoles.
Y á los que a l g u n a vez se h a b í a n rebela-
d o , este R e y Pachacuti no les d e j a b a tener
a l g ú n g é n e r o de a r m a s , y siempre anda-
b a n abatidos, de todos corridos y v i t u p e -
r a d o s . Y esto es cierto, que ningún h i j o
de S e ñ o r y Principal nascia en aquellos
r e i n o s , q u e n o hobiese gran c u i d a d o con
él su padre sobre que aprendiese la l e n g u a
del Cujeo, y la manera que habia de tener
e n saber obedecer y servir y ser fidelísimo,
así al R e y I n g a , c o m o á sus m a y o r e s ; y
a q u e l que no sabia la l e n g u a del Cujeo ó
para la saber era inhábil, n o le d a b a n j a m á s
S e ñ o r í o por la dicha causa; y aun a g o r a se
v e e n algunos de los S e ñ o r e s , puesto que to-
do está disipado y desordenado despues que
e n t r a m o s en aquellas tierras; (2) el cual

(1) Aucaes. Su propia significación es enemigo,


traidor, rebelde.
(2) A q u í falta algo para hacer sentido, porque L a s
C a s a s mutiló, al copiarlo, el original de este pasaje,
que es del seglar á quien cita en la pág. i 8 3 .
DEL PERÚ.

mandaba á sus hijos que aprendiesen con


diligencia la l e n g u a española, y les ense-
ñaba c ó m o habian de servir é de o b e d e c e r
á los cristianos por la m i s m a c a u s a ; y
esto procedía de la loable c o s t u m b r e q u e
tenian en t i e m p o deste Rey Pachacuti
Inga; y esto testifican así c o m o aquí lo
digo, los m i s m o s seglares.
Cuando morían los padres de los n i ñ o s
generosos que se criaban en la c o r t e , si
eran de edad y para g o b e r n a r sabios, d á -
bales licencia el Inga para que f u e s e n á
heredar los E s t a d o s de sus padres y g o b e r -
nar sus vasallos; pero si para g o b e r n a r l o s
habia c o g n o s c i d o n o ser hábiles, proveía
de Señor ó g o b e r n a d o r c o m o m e j o r le
parecía c o n v e n i r al pueblo; y lo m i s m o
si no eran de edad, para en tanto que l o
fuesen.
T e n i a t a m b i é n Pachacuti Inga esta or-
den: que á los hijos y descendientes de los
que sublimaba, poniéndolos en cargos,
gobernaciones y oficios honrosos, n u n c a
se los quitaba, p u e s t o que los padres hi-
ciesen a l g ú n m a l recaudo, á los cuales s o -
lamente con m u e r t e ó con otra p e n a , se-
gún la calidad del delito, castigase. Y en
esto era harto c o n f o r m e con la divina ley
nuestra: non portabit jilius iniquitatem pa-
tris, etc.
246 DE LAS ANTIGUAS GENTES

T a m b i é n ordenó que todos los R e y e s y


S e ñ o r e s y personas principales de todo su
I m p e r i o hablasen la m i s m a l e n g u a de la
ciudad del Cujeo, c o m o más g e n e r a l ; por-
que decía que así se c o m u n i c a r í a n m e j o r ,
y c o m u n i c á n d o s e las p r o v i n c i a s , e n g e n -
drarseia entréllas a m o r , de d o n d e se se-
guiría tener perpétua paz; y t a m b i é n por-
q u e los que v e n í a n de luengas tierras á
n e g o c i a r con él, no tuviesen de i n t é r p r e -
tes necesidad.
N o sin causa g r a n d e f u é aqueste tan
piadoso P r í n c i p e de todos sus reinos m u y
a m a d o , p o r q u e a u n q u e carecía de l u m b r e
de fe ni tenia noticia de aquel p r e c e p t o
d i v i n o : quod superst date elemosinam; y
a q u e l que refiere S a n t Juan e n su Canó-
nica: Qui habuerit substantiam huius mun-
di, et viderit fratrem suum necesse habe-
ret, et clauserit viscera, e t c . ; n o le f a l -
taba piedad y c o m p a s i o n n a t u r a l de h o m -
bre c o m p a s i v o y h u m a n o para con los
pobres y necesitados, ni p r o v i d e n c i a y
c u i d a d o real de b u e n o y v i r t u o s í s i m o
P r í n c i p e , p r o v e y e n d o á las n e c e s i d a d e s
e x t r e m a s y ordinarias de sus i n d i g e n t e s
v a s a l l o s . T o d o s á una b o c a , indios y re-
ligiosos y s e g l a r e s , nuestros españoles
c r i s t i a n o s a f i r m a n ser este P r í n c i p e a m i -
c í s i m o y avidísimo de p r o v e e r las n e c e s i -
DEL PERÚ.

dades de los p o b r e s . E r a s o l í c i t o , y los


Reyes sus s u c e s o r e s s i e m p r e lo a c o s t u m -
braron, de t e n e r c u e n t a c o n los p o b r e s y
viudas y h u é r f a n o s y s a b e r t o d o s los q u e
habia en sus r e i n o s , a u n q u e e r a n m a y o -
res (porque d i g a las m i s m a s p a l a b r a s q u e
dice u n seglar b u e n o q u e i n q u i r i ó e s t o
bien y nos lo dió p o r escrito) q u e E s p a ñ a
y Francia y A l e m a ñ a .
Tenia ordenado y mandado que todos
los S e ñ o r e s y g o b e r n a d o r e s q u e t e n i a
puestos en las p r o v i n c i a s , t u v i e s e n c u i -
dado de t e n e r c u e n t a y r a z ó n , y e n v i á r -
sela, de c a d a u n o de los p o b r e s , v i u d a s ,
huérfanos y m e n e s t e r o s o s q u e h a b i a en
su p r o v i n c i a , t i e r r a y g o b e r n a c i ó n . R e s -
cibida esta r e l a c i ó n , m a n d a b a q u e se les
proveyese á t o d o s de sus p r o p r i a s r e n t a s
de s u f i c i e n t e l i m o s n a , n o sólo p a r a l a
comida y s u s t e n t a c i ó n o r d i n a r i a , p e r o
para criar los n i ñ o s h u é r f a n o s y casar las
doncellas q u e n o t e n í a n p a d r e ni m a d r e .
Y así, c o n los p o b r e s , por m u c h o s q u e
fuesen, los p u e b l o s de todos a q u e l l o s rei-
nos no r e s c i b i a n v e j a c i ó n ni p e s a d u m b r e
alguna y e s t a b a n d é l l o s d e s c u i d a d o s . Y
para esto t e n i a t a m b i é n o r d e n a d o , q u e
ningún i n d i o p a r t i c u l a r se m o v i e s e á i r
de una p a r t e á o t r a de su p r o v i n c i a ó
pueblo sin s c i e n c i a y l i c e n c i a é m a n d a d o
184 DE LAS ANTIGUAS GENTES

de sus S e ñ o r e s ó g o b e r n a d o r e s y p r i n c i -
pales; y los q u e a q u e s t o q u e b r a n t a b a n y
a n d a b a n d e s m a n d a d o s , eran m u y r i g u r o -
samente castigados. Y especialmente ha-
bía m a n d a d o t e n e r g r a n r i g o r e n q u e n o
hobiese v a g a b u n d o alguno, sino que todos
t u v i e s e n y t r a b a j a s e n p a r a t e n e r de c o m e r
en sus p u e b l o s y r e p ú b l i c a s .
H a c i a o t r a o b r a de b e n i g n i d a d r e a l ,
e j e m p l a r n o sólo de p i a d o s o h u m i l d e P r í n -
c i p e y en g r a n m a n e r a h u m a n o , p e r o de
c a r i t a t i v o R e y é c r i s t i a n o , c o n v i e n e á sa-
ber: que no comia vez alguna que n o
m a n d a s e traer é p u s i e s e á c o m e r c o n s i g o
tres ó c u a t r o p o b r e s m o c h a c h o s ó v i e j o s
de los p r i m e r o s q u e por allí se h a l l a b a n ,
q u e n o se lee m á s de S a n t L u i s R e y de
Francia.
I n t r o d u j o este S e ñ o r o t r a c o s t u m b r e
h a r t o (por ser c o n f o r m e á la s i m p l i c i d a d
de los a n t i g u o s ) l o a b l e . E s t a f u é , q u e
t o d o s c o m i e s e n en las plazas, y p a r a la
i n t r o d u c i r , él f u é q u i e n m e j o r la u s a b a .
E n s a l i e n d o el S o l , él salía de sus p a l a -
cios é í b a s e á la p l a z a ; y si h a c i a f r i ó ,
h a c í a n h u e g o g r a n d e , y si l l o v í a , t e n i a n
u n a g r a n casa c o n f o r m e al p u e b l o d o n d e
se h a l l a b a n . D e s p u e s de h a b e r e s t a d o u n
r a t o p l a t i c a n d o y la h o r a q u e a c o s t u m -
b r a b a n de a l m o r z a r se a l l e g a b a , v e n í a n
del perú. 85

las m u j e r e s de t o d o s l o s q u e a l l í e s t a b a n
con sus c o m i d a s e n s u s o l l i t a s g u i s a d a s , y
sus c a n t a r i l l o s de v i n o á l a s e s p a l d a s ; y si
allí se h a l l a b a el S e ñ o r , p o r su c o m i d a y
servicio comen/aban, y luego servian á
los d e m á s . Á cada uno servia y daba de
comer su mujer, y al S e ñ o r l o mismo,
a u n q u e f u e s e el m i s m o I n g a , le s e r v i a l a
Reina, su principal m u j e r , los primeros
platos y la p r i m e r a v e z d e b e b e r ; l o s d e -
más s e r v i c i o s h a c i a n los c r i a d o s y c r i a d a s .
Á las e s p a l d a s d e c a d a v e c i n o , se p o n i a s u
mujer espaldas c o n él espaldas; de allí le
servia t o d o l o d e m á s , y d e s p u e s d e l pri-
mer p l a t o , comia ella de lo que había
traído en su p l a t o a p a r t a d o , e s t a n d o , c o m o
dije, á las e s p a l d a s .
U n o s á o t r o s se c o n v i d a b a n d e l o que
cada u n o t e n i a , y se l e v a n t a b a n c o n e l l o á
dárselo, así de la b e b i d a c o m o de los m a n -
jares. N u n c a j a m á s b e b í a n sin q u e d e c o -
mer h o b i e s e n a c a b a d o . C o n v i d á b a n s e c o n
el b e b e r , c a d a u n o á su a m i g o , y c u a l q u i e -
ra que c o n v i d a b a a l S e ñ o r , el S e ñ o r l o t o -
m a b a de su m a n o y b e b í a d e b u e n a g a n a .
F e n e c i d o el a l m u e r z o , si e r a d i a d e s u s
fiestas, cantaban y bailaban y estábanse
allí t o d o el d i a h o l g a n d o ; p e r o si e r a d i a
de t r a b a j o , t o d o s se i b a n l u e g o c a d a u n o
á su o f i c i o á t r a b a j a r .
186 de l a s a n t i g u a s gentes

E s t o h a c í a n c a d a día al a l m o r z a r , q u e
e r a su c o m i d a p r i n c i p a l . A la n o c h e , c a d a
u n o c e n a b a e n su c a s a de lo que tenia; y
nunca comían más de dos veces, y la
p r i n c i p a l e r a la de la m a ñ a n a .
Comían t o d o s en e l s u e l o s o b r e unas
esteretas sentados, y diversidad de guisa-
d o s , t o d o s l o s m á s c o n ají ó pimienta de
la verde ó c o l o r a d a , y de cada cosa p o q u i -
t o , p o r q u e t o d o lo q u e a p a r e j a n p a r a s u s
comidas es c u a s i nada. Ninguno ha de
estar mirando á los q u e c o m e n q u e no
c o m a de lo que los otros; p o r q u e , como
y a h e d i c h o a r r i b a , n o h a y g e n e r a c i ó n en
el m u n d o q u e así l o q u e t i e n e c o n l o s q u e
n o t i e n e n r e p a r t a . Y d i c e n de n o s o t r o s l o s
cristianos que somos gente mala, porque
c o m e m o s solos y no convidamos á nadie;
y burlan de nosotros c u a n d o nosotros nos
c o n v i d a m o s parlando, y que ellos convi-
d a n de v e r a s y d e o b r a , n o de p a l a b r a . L o s
cuales, aunque no tengan sino un grano
d e mahíj, lo h a n de p a r t i r c o n l o s q u e e s -
tuvieren delante, todo con abiertas entra-
ñas, forzando de veras á los que r e h u s a n ,
c u a n d o v e e n q u e t i e n e n l o s o t r o s p o c o , to-
mallo.
Son g e n t e e n el c o m e r y beber muy
t e m p l a d a ; y a u n q u e algunos en algunas
fiestas s o l e n í s i m a s y r e g o c i j o s g r a n d e s se
d e l perú.

embeodaban, siempre lo t u v i e r o n por v i -


cio y por malo e m b r i a g a r s e . Y m a y o r m e n -
te la gente noble tenia en poca e s t i m a el
que de vino se c a r g a b a ; p e r o , si n o se e m -
briagaba, al que bebia m u c h o v i n o tenian
por valiente h o m b r e ; y en algunas grandes
fiestas se desafiaban á beber, p o n i e n d o
grandes apuestas con esta c o n d i c i o n : q u e
aunque bebiese m u c h o , si se e m b o r r a c h a -
ba, nunca ganase; p o r q u e d e c i a n , que, es-
tando b o r r a c h o , y a era otro del que habia
apostado, y así, n o le pertenecía ganar
algo.
Dije que c o m e r en la plaza era c o n f o r -
me á la s i m p l i c i d a d a n t i g u a , p o r q u e así
lo dice V a l e r i o M á x i m o , libro 2. 0 , c a p . i . °
de Institutis aniiquis: que a n t i g u a m e n t e ,
cuando la simplicidad en el c o m e r loable
solia ser guardada y a l a b a d a , indicio de
humanidad y de c o n t i n e n c i a , los g r a n d e s
Señores n o t e n i a n por indecente cosa c o -
mer y cenar en p ú b l i c o , a u n q u e t o d o el
pueblo los mirase.
L a razón da V a l e r i o M á x i m o , p o r q u e
(dice é l ) n o solían c o m e r tantos ni ta-
les m a n j a r e s que tuviesen v e r g ü e n z a de
que el p u e b l o por ellos los reprendiese
ó detestase; p o r q u e t e n i a n t a n t o cuida-
do de la t e m p l a n z a , que el más f r e c u e n -
te m a n j a r que c o m e r u s a b a n , eran p u -
188 de l a s a n t i g u a s gentes

chas (i), que se h a c e n de h a r i n a y sal y


agua. Destas puchas dice P l i n i o (lib. i8.°,
cap. 8.°) que n o p o c o t i e m p o por pan
u s a r o n los r o m a n o s .

CAPÍTULO XXII.

De la sujeción, veneración
y reverencia á los Señores de su Imperio
que Pachacútec impuso á sus vasallos, y
entre ellos de los inferiores á los superio-
res, é influencia de esta orden en las cos-
tumbres, y especialmente en la conducta
de la gente de guerra. Causas y rajones
que le movían á declararla y hacerla.
Modo de pelear. Su prudencia
política despues de la paj
ó la victoria.

P uso este S e ñ o r y P r í n c i p e a d m i r a b l e
ley é orden cerca de ia o b e d i e n c i a
q u e se habia de tener á los otros Se-
ñ o r e s , sus i n f e r i o r e s , por sus vasallos, y
gran s u b j e c i o n , á lo c u a l todas aque-
llas gentes tenian y tienen, las que déllas
hay, naturalísima inclinación, y quedó-
les esta o b e d i e n c i a y h u m i l í s i m a sub-
j e c i o n tan plantada y e n t r a ñ a d a , que

(1) Puches, gachas, poleadas, polenta.


I d e l perú. 89

como cosa en sus p r o p i a s raíces natura-


les a s e n t a d a y nacida ó arraigada, di-
ficilísimamente ó nunca se p u e d e , sino
con tanta violencia que venza toda la
fuerza n a t u r a l , desarraigar la o b e d i e n c i a
y reverencia á sus m a y o r e s y considera-
ción de m a y o r i a e n t r e sí m i s m o s u n o s c o n
otros; a s í , n o se l e s p u e d e d e s e n t r a ñ a r n i
por n i n g u n a s i n t e r p o s i c i o n e s ó interpo-
laciones olvidar. Esto parece, porque
acaece c i n c u e n t a y cien personas principa-
les i r j u n t o s , y t i e n e n t a n t o miramiento
en q u e e l m a y o r v a y a d e l a n t e , y l u e g o e l
qués m a y o r d e s p u e s d e ' a q u é l , y l u e g o e l
que p o r s u m a y o r i a d e b e t e n e r el t e r c e r o
l u g a r y así l o s d e m á s , q u e n o h a y proce-
sión de religiosos muy ordenados que
mejor vayan puestos cada uno en su lu-
gar, q u e t o d o s e l l o s se c o m p o n e n y v a n
por la razón y cognoscimiento y respeto
que tienen al m a y o r guiados.
L a m i s m a o r d e n g u a r d a n , sin faltar u n
punto, en el servicio de la c o m i d a y bebi-
da, si c o m e n y b e b e n j u n t o s ; l o m i s m o e n
el h a b l a r y e n el r e s p o n d e r ; y d é s t o h a r t o
habernos v i s t o p o r n u e s t r o s o j o s e n o t r a s
partes d e s t a s I n d i a s .
Semejantemente guardan en todas las
otras cosas de buena crianza y respeto
que se d e b e t e n e r á l o s m a y o r e s ; d e a q u í
190 de l a s a n t i g u a s gentes

es q u e t i e n e n t a n t a r e v e r e n c i a y obedien-
cia á sus S e ñ o r e s , q u e a p e n a s les osan m i -
rar p o r u n m o m e n t o á las caras, q u e lue-
go, a u n q u e le estén h a b l a n d o , n o b a j e n
los ojos.
D e s t a orden y ley puesta por este P r í n -
c i p e t a n p r u d e n t e , y de la n a t u r a l buena
inclinación de t o d a s aquellas naciones,
p r o c e d i ó ser la g e n t e d e g u e r r a t a n m o r i -
g e r a d a , s o l i e n d o s e r a q u e l g é n e r o de h o m -
bres tan viciosos é indisciplinables, que
nunca fueron frailes en sus conventos
m á s o b e d i e n t e s á su p e r l a d o ni m á s q u i e -
tos sin hacer d a ñ o s , q u e aquellos eran á
sus capitanes y d a ñ o ni molestia hiciesen
p o r d o n d e p a s a b a n . E s t o n o es f á b u l a s i n o
v e r d a d de todos los nuestros q u e noticia
tuvieron ocular, ingénuamente confe-
sada.
Cuando caminaban, ninguno se habia
de apartar un dedo del c a m i n o real á nin-
g u n a p a r t e , y a u n q u e la f r u t a d e l o s á r b o l e s
que estaban p o r los c a m i n o s ( c o m o deji-
mos) colgase al c a m i n o sobre las paredes,
n i n g u n o h a b í a q u e o s a r e a l z a r la m a n o á
tomarla, porque no menor pena que la
m u e r t e se les h a b i a d e d a r . Y para esto
habia m u y g r a n d e s r e c a u d o s de g u a r d a s
p a r a v e r si a l g u n o se d e s m a n d a b a , y si l o
h o b i e r a , él ó s u c a p i t a n l o h a b i a n b i e n de
d e l perú.

lastar. Y esto era cosa prodigiosa que


acaecia ir cient mili h o m b r e s j u n t o s de
guerra, que de tan desenfrenada libertad
para hacer m a l suelen usar desque se v e e n
muchos j u n t o s , y q u e fuesen c o n tanta
modestia y tan recogidos y ordenados.
Por los c a m i n o s tenian todas las c o s a s
que habían m e n e s t e r en a b u n d a n c i a ó en
los depósitos principales de que arriba he-
mos h a b l a d o , ó en ciertas casas, que lla-
maban tambos, c o m o mesones, de m á s de
ciento y c i n c u e n t a pasos en l u e n g o , m u y
anchas y espaciosas, l i m p i a s y aderezadas
con muchas puertas y v e n t a n a s (i), p o r -
que estuviesen alegres y claras, llenas de
provisiones para esta g e n t e , á cada j o r n a -
da. E n ellas se daba la ración de c o m i d a
que habia m e n e s t e r cada persona déllos y
á sus m u j e r e s y criados, y de todo lo d e -
más de que tenian n e c e s i d a d , ó de vesti-
dos ó calzados ó de armas; y esto sin b u -
llicio y reñillas fsicj, ni d e s a b r i m i e n t o ni
turbación a l g u n a más que si f u e r a n p a d r e s
y hijos de u n a casa.
Guando llegaban á los p u e b l o s y ciuda-

(I) Lo de las ventanas es muy dudoso; porque los


antiguos peruanos no usaban estos huecos en sus edifi-
cios; sólo tenian nichos ó alhacenas en forma de tra-
pecio por la parte interior de las paredes, que no cala-
ban la mitad del grueso de éstas. Llamábanlas ttokco.
192 de l a s a n t i g u a s gentes

d e s , ó se i b a n d e r e c h o s á las p l a z a s , ó f u e -
r a d é l l o s e n e l c a m p o se a l o j a b a n , y l u e g o
le e r a a l l í t r a í d o t o d o l o n e c e s a r i o . N i t e -
n í a n n e c e s i d a d , ni o c a s i o n p o r e l l a , d e i r
á ^buscar c o s a q u e l e s f a l t a r e , n i osaban
ir á b u s c a l l a , p o r q u e h a b i a g r a n c u i d a d o
y rigor y castigo contra los que hicieran
al contrario; y así estaban los vecinos
a s a z s e g u r o s d e r e c e b i r m o l e s t i a ni algún
a g r a v i o ni q u e c o s a d e s u s c a s a s les f a l -
tase.
L a s c a u s a s d e las g u e r r a s q u e e s t e Se-
ñ o r m o v í a c o m u n m e n t e y l o s q u e le s u c e -
d i e r o n , eran, ó sobre q u e las p r o v i n c i a s d e
s u S e ñ o r i o se v e n í a n á q u e j a r q u e otros
e x t r a ñ o s les h a c i a n a l g u n o s d a ñ o s é i n j u -
riaban, ó porque a l g u n o de los R e y e s ó
p r o v i n c i a s d e l a s q u e le e r a n s u b j e t a s se
le r e b e l a b a , ó t a m b i é n a l g u n a v e z quizá
b u s c a b a n a l g u n o s de los sucesores a c h a -
ques p a r a d i l a t a r su p r i n c i p a d o . Y d e s t o
asaz t e n e m o s e j e m p l o s en m u c h a s nacio-
nes pasadas, y entrellas las de los r o m a -
nos; y pluguiese á Dios que no fuese peor
hoy entre los que nos l l a m a m o s cris-
tianos.
P r i m e r o que otra cosa, c u a n d o h a b i a de
h a c e r a l g u n a g u e r r a , e n v i a b a un m e n s a j e -
r o c o n u n a p o r r a de a r m a s e n la mano,
c o m o rey d a r m a s , ó á u n c a p i t a n c o n al-
d e l perú. ' I193

guna gente á los e n e m i g o s , y aquella p o -


rra llevaba cierta señal R e a l c o l g a d a , lo
cual era señal de a m o n e s t a c i ó n y a m e n a -
za. Con aquella porra era el que la lleva-
ba tan r l c i b i d o y o b e d e c i d o , a c a t a d o y re-
verenciado, c o m o si en persona propia
fuera, y sino, era cierta la v e n g a n z a .
Si el Rey ó provincia contra q u i e n de-
terminaba de se a r m a r era n o m u y árdua
ó muy grande, constituía un deudo s u y o
por capitan g e n e r a l ; pero si era c o s a
grande, i b a con el e j é r c i t o su p e r s o n a
real.
Por cualquier causa que la g u e r r a fuese
movida, cada y c u a n d o que le saliesen de
paz y lo diesen la o b e d i e n c i a , los recebia
con benignidad, t o m a n d o a l g u n a g e n t e
para se servir é dar á los c a p i t a n e s c o m o
por esclavos; p e r o n o era la s e r v i d u m b r e
como la que nosotros u s a m o s con m u c h a s
partes (sic); todo el m e n o s daño q u e se
podia hacer se hacia, p o r h a b e r l o él así
ordenado y m a n d a d o .
Los que s u b j e t a b a de n u e v o m a n d a b a
luego vestir al uso del Cujeo ellos y sus
mujeres, y que hiciesen casas de piedra y
templos al S o l , y se p r o v e y e s e de Amaco-
nas (sic), beatas ó m o n j a s q u e le sirvie-
sen, y del servicio d e m á s ; i t e m , las Casas
Reales y las casas para depósitos, y apo-

i3
194 DE LAS ANTIGUAS GENTES

sentos también p a r a la g e n t e d a r m a s de
la m a n e r a q u e s t á d i c h o a t r á s .
N o j u n t a b a e j é r c i t o q u e n o l o p a g a s e de
sus rentas, servicios y t r i b u t o s , sin que
á los pueblos causase a l g u n a v e j a c i ó n .
L a m a n e r a de pelear era esta: que cer-
c a d a l a u n a b a t a l l a de l a o t r a y c u a n t o l a s
piedras podian llegar, lo primero con que
p e l e a b a n era c o n las h o n d a s , c o m o noso-
tros con la artillería, y en esto eran m u y
diestros, ciertos y certeros como experi-
mentados. L a s piedras que tiraban eran
h e c h i z a s y al p r o p ó s i t o a m a e s t r a d a s . A su
tiempo, cuando estaban más cerca, desar-
m a b a n los flecheros sus arcos. De allí,
acercándose más, peleaban los de las l a n -
zas y rodelas hasta picarse y matarse con
e l l a s . C u a n d o y a p o c o á p o c o se l l e g a b a n
á estar juntos, venían á las m a n o s y p e -
leaban con unas porras que traían ceñidas
y eran de piedras horadadas, y otras de
m e t a l ó cobre á m a n e r a de estrella c o n u n
astil q u e les pasaba p o r m e d i o , cuasi de
cuatro palmos. Con é s t a s se aporreaban
bien y se m a t a b a n . Traían eso mesmo
u n a s h a c h u e l a s p e q u e ñ a s c o m o de a r m a s ,
a l o t r o l a d o , las c u a l e s se a t a b a n á l a s m u -
ñ e c a s c o n c i e r t a s m a n i j a s de c u e r d a c o m o
fiadores, porque no se los soltasen pe-
l e a n d o , con un astil c o m o de tres p a l m o s ,

/
DEL PERÚ. ' I195

y con estas se hacían g r a n d e daño y cortá-


banse las cabezas c o m o c o n u n a espa-
da.
A l tiempo que y a se c o m e n z a b a n á j u n -
tar y herirse con las m a n o s , los orejones,
que eran los caballeros, y que de m o r i r en
las guerras por el R e y Inga y por la p a t r i a ,
como caballeros, h a b í a n h e c h o p r o f e s i o n ,
subíanse l u e g o á t o m a r los altos y las sie-
rras y rebentones ásperos, p o r q u e este era
su principal negocio y o c u p a c i o n en el pe-
lear. Para c o m b a t i r fortalezas y pasos di-
ficultosos y ásperos, t e n í a n u n a s r o d e l a s
(por mejor n o m b r e creo que es l l a m a l l a s
mantas) tejidas de p a l o y a l g o d o n , con
cada una de las cuales se c u b r í a n lo m e -
nos veinte h o m b r e s y de cualesquiera
golpes de piedras y de otras armas se m a m -
paraban. F i n a l m e n t e , a l c a n z a d a la victo-
ria, no eran crueles; antes, despues de v e n -
cidos los contrarios, f á c i l m e n t e se a p l a c a -
ban y perdonaban. T o d o lo m á s désto q u e -
da dicho arriba en el cap. 5 á la l a r g a .
196 DE LAS ANTIGUAS GENTES

CAPÍTULO XXIII

De los contadores mayores que instituyó


este Inga y de sus cargos y atribuciones,
y cómo llevaban sus cuentas y con qué.
De los tributos y distribución de las pro-
visiones de boca almacenadas en los depó-
sitos. Comparación de los Señores y gen-
te de Los Llanos con los de la Sierra, en
sus costumbres, trajes
y género de vida.

P
ROVEYÓ este Rey p r u d e n t í s i m o que
hobiese p o r las p r o v i n c i a s de sus
reinos contadores m a y o r e s en l o s
asientos arriba dichos donde habia gran-
des depósitos. E s t o s tenían tanta c u e n t a y
r a z ó n en todo lo que se sustentaba y gas-
taba y repartía y á quién y c ó m o y c u á n -
d o y por qué causas, que era cosa d i g n a
de toda m e m o r i a y a d m i r a c i ó n . T e n i a n
c u e n t a de todos los que nascian y se mo-
rían y de qué e n f e r m e d a d e s ; c u á n t o s ni-
ñ o s , cuántos muchachos y muchachas,
c u á n t o s viejos y viejas; c u á n t o s se h a b í a n
absentado de cada p r o v i n c i a y p o r qué
c a u s a ; c u á n t o s y de dónde á ella h a b í a n
v e n i d o y t o d o el n ú m e r o de la g e n t e que
había, que u n o solo n o e r r a b a . E s t e con-
DEL PERÚ. ' I97

tador m a y o r tenia en cada p u e b l o un te-


niente y contador m e n o r , que l l a m a b a n
Llactacamayoc, que q u i e r e decir la g u a r -
da del pueblo. E s t o s d a b a n cuenta m u y
por menudo al m a y o r , que h a b i t a b a en el
asiento principal, de t o d a s las cosas q u e á
su cargo estaban, y el m a y o r l u e g o en la
suya lo a s e n t a b a .
Cuando el R e y pasaba con e j é r c i t o ó sin
él, que se gastaba ó distribuia m u c h o , po-
níase por c u e n t a todo el mahij, todas las
comidas, todas las ropas, los c a l z a d o s , las
armas, las hondas, los arcos, las flechas,
las porras, las lanzas, las rodelas, y hasta
las piedras cuántas se daban para tirar con
las hondas; por m a n e r a , que n o se daba
cosa, aunque se diese y repartiese á cient
mili soldados, que no se asentaba y q u e -
daba del c u á n d o y c ó m o y c u á n t o y á
quién, razón y m e m o r i a y r e c u e r d o .
La cuenta de aquellas gentes del P e r ú
no eran pinturas, c o m o la de la N u e v a Es-
paña, y t a m p o c o era c o m o la nuestra,
porque a m b a s f u e r a n h a r t o f á c i l e s , sino
otra más que todas m e m o r a b l e y a d m i r a -
ble. Y eran unos ñudos en u n a s cuerdas
de lana ó a l g o d o n . U n o s cordeles son
blancos, otros negros, otros verdes, otros
amarillos y otros colorados. E n aquellos
hacen unos ñudos, u n o s grandes y o t r o s
262 DE LAS ANTIGUAS GENTES

c h i c o s , c o m o de c o r d o n de S a n t F r a n -
cisco, de u n i d a d e s , decenas, centenas y
millares, por los cuales más f á c i l m e n t e se
entienden que nosotros con nuestras
c u e n t a s de a l g u a r i s m o y de las llanas; y
lo que más de t o d o nos admira, que están
t a n diestros y resolutos en aquellas c u e n -
tas, a u n q u e sean v i e j a s de m u c h o s años,
q u e si agora se les pidiese c u e n t a de los
gastos que se hicieron pasando la g e n t e
de guerra del R e y Guaynacapa, que m u r i ó
m á s há de treinta y c i n c o años, la da-
rían tan verdadera, que un g r a n o de mahíj
n o faltase. T i e n e n destos c o r d o n c i l l o s lle-
n o s de ñudos sus r i m e r o s tan g r a n d e s y
t a n t o s , que tienen casas llenas donde sa-
b e n ó tienen m e m o r i a de sus a n t i g ü e d a -
des. C o s a d i g n í s i m a de oir é de v e r y sa-
b e r más que a d m i r a b l e .
C e r c a de los t r i b u t o s con que las gentes
de sus reinos le s e r v í a n , o r d e n ó este P r í n -
cipe, y despues dél los sucesores s i e m p r e
lo g u a r d a r o n , que el p r i n c i p a l t r i b u t o
fuese aquellas sementeras que están di-
chas en cada provincia. Déllas le l l e v a b a n
los más p r o p i n c u o s a l g u n a c o m i d a d o n d e
él estaba; lo d e m á s se e n c e r r a b a en los
depósitos que para ello eran edificados,
para gastarse en las obras q u e y a se han
dicho. T a m b i é n si venia a l g ú n año estéril,
DEL PERÚ. 199

sacaban de a q u e l l o s d e p ó s i t o s y r e p a r t í a s e
por la c o m u n i d a d . S e r v í a n l e eso m i s m o
con tributos de las d e m á s c o s a s q u e a l c a n -
zaban en sus t i e r r a s y c o n a l g ú n p e s c a d o
que le traían de la m a r y de los r í o s , t o d o
en muy p o c a c a n t i d a d , m á s p o r e l r e c o g -
noscimiento del S e ñ o r í o , q u e p o r el p r o v e -
cho q u e d é l l o h a b í a . Y p o r esta c a u s a ,
nuestros r e l i g i o s o s , e s c u d r i ñ a n d o é s t o ,
han oído á v i e j o s i n d i o s , q u e de c i e r t o s
pueblos q u e h a b i a en los a r e n a l e s e s t é r i -
les, donde p o c a s c o s a s p r o v e c h o s a s se da-
ban, se c o n t e n t a b a este S e ñ o r c o n q u e le
tributasen a l g u n a s l a g a r t i j a s , p o r q u e allí
se c r i a b a n m u c h a s .
L o s R e y e s y g r a n d e s S e ñ o r e s le s e r v í a n
con a l g ú n o r o y p l a t a y c o n v a s o s h e c h o s
déllo, ésto, n o cosa l i m i t a d a , sino lo q u e
á cada S e ñ o r le p a r e c í a ; y n o de t o d a s las
tierras y p r o v i n c i a s , s i n o de solas a q u e l l a s
donde habia m i n a s .
I t e m , e n t o d a s las m i n a s p r i n c i p a l e s
estaban i n d i o s c i e r t a p a r t e del a ñ o q u e le
sacaban o r o , n o m á s de tres ó c u a t r o de
cada p r o v i n c i a , y de a q u e l l a s p r o v i n c i a s
questaban j u n t o con las m i n a s . E s t o s e s -
taban allí c o n sus casas el t i e m p o q u e les
cabia, y d á b a l e s de c o m e r la r e p ú b l i c a
que allí los p o n i a . Y esto era m u y p o c o ;
porque a q u e l l a s g e n t e s y los S e ñ o r e s d é -
200 DE LAS ANTIGUAS GENTES

lias, hizo Dios y la N a t u r a l e z a m u y des-


nudos de cudicia de oro y plata, p o r q u e
de nada les servia para la s u s t e n t a c i ó n
h u m a n a y n a t u r a l , y c o m o de cosa supèr-
flua, y a que lo h a b í a n en tanta c a n t i d a d ,
usaban destos metales para vasos y tazas
para beber y c o m e r , y para las sillas en
que se asentaba el I n g a , y a l g u n a s j o y a s
para se adornar y que para esto era menes-
ter; y p r i n c i p a l m e n t e t o d o lo e m p l e a b a n
en el c u l t o d i v i n o y para el s e r v i c i o y ho-
n o r de Dios v e r d a d e r o , ó de aquello q u e
estimaban por v e r d a d e r o Dios. P a r a e s t o
(ya que f a l t a b a la cudicia de athesorar)
bastaba lo que cada p r o v i n c i a d a b a , q u e
era poco; sino que c o m o eran m u c h a s ,
a l l e g á b a s e m u c h a cantidad. Y n o d a b a
entonces á un R e y tan p o d e r o s o toda una
p r o v i n c i a que tenia diez mili vecinos,,
c u a n t o es lo que agora c o n t r i b u y e un p u e -
b l o de quinientos á u n o de los e s p a ñ o l e s
que l l a m a n c o m e n d e r o (sic); y esto e s
c i e r t o , y así lo afirman los que allí lo han
e x a m i n a d o y a v e r i g u a d o , que son s i e r v o s
de D i o s .
T r i b u t a b a n t a m b i é n a l g u n o s déllos r o p a
de l a n a , y éstos eran los serranos; y l o s
yungas, que son los de L o s L l a n o s , ser-
vían con la hecha de a l g o d o n . Esta era m u y
fina y m u y c u r i o s a , de diversidad de c o -
I DEL PERTJ. 201

lores finísimos, que hacen de ciertas y e r -


bas. Era cosa de ver y digna de a d m i r a r .
Y para la más délla daba el m i s m o S e ñ o r
Inga de sus o v e j a s la l a n a , y el p u e b l o so-
lamente servia con la industria y a r t i f i c i o
de hacella.
N i n g u n o daba t r i b u t o en cosa que en su
tierra no tuviese.
Destas ropas a n d a b a n todas aquellas
gentes v e s t i d o s , por orden y m a n d a m i e n -
to de Inga, este P r í n c i p e (sic), los de la
Sierra las v e s t i d u r a s de l a n a , y los de L o s
Llanos, de a l g o d o n , hechas todas de una
misma h e c h u r a : los h o m b r e s unas c a m i -
setas c o m o c a m i s a s , sin collares, las
mangas hasta los codos, y de l a r g o hasta
poco más de la rodilla, y e n c i m a de las
camisetas unas m a n t a s de dos varas y me-
dia en c u a d r o , y estas se c u b r e n sobre l a s
camisetas c o m o capa. T r a e n todos u n o s
pañicos m e n o r e s c o m o los religiosos de
Sant F r a n c i s c o , e x c e p t o que los serranos
usaban aquellos pañetes desde que eran
de diez y ocho años arriba, y los de L o s
Llanos, los niños cuasi desque nascian.
Las mujeres serranas traían sobre las c a -
misetas unas m a n t a s g r a n d e s hasta en
pies (sic), ceñidas con u n a s cintas grandes
de lana de m u c h a s v u e l t a s y t a n anchas
» como un p a l m o , y presas aquellas m a n t a s
202 DE LAS ANTIGUAS GENTES

c o n u n o s alfileles m u y g r a n d e s , t a n l a r g o s
como un palmo y tan gordos como una
p a j a de t r i g o , sin c a b e z a s , y en l u g a r
déllas, u n a s c o m o h o j a s de n a r a n j o . S o n
estos alfileles de o r o y de p l a t a y de c o b r e ,
s e g ú n el estado y c a l i d a d ó d i g n i d a d de
la p e r s o n a . T a m b i é n a q u e l l a s c i n t a s q u e
d i j e , t r a í a n los S e ñ o r e s de o r o y de plata
m u y primas. E n c i m a destas m a n t a s t r a í a n
c u b i e r t a s u n a s o t r a s (sic) m a n t a s c o m o
m a n t e l l i n a s l a r g a s , q u e c u b r e n los b r a z o s
y hastas (sic) las c o r v a s .
E l t r a j e de las m u j e r e s de L o s L l a n o s
es u n a s a y a l a r g a de hasta la g a r g a n t a
d e l pié. L a s S e ñ o r a s la t r a e n c e ñ i d a , y
e n c i m a désta u n a m a n t e l l i n a c o m o las
de la S i e r r a ; t o d o esto de a l g o d o n ; h á b i t o ,
c i e r t o , h o n e s t í s i m o , p o r q u e s u b e h a s t a el
cuello.
E s t a s n a c i o n e s de L o s L l a n o s t e n í a n e n
g r a n v e n e r a c i ó n á los de las s i e r r a s , así
S e ñ o r e s c o m o s u b d i t o s , así c o m o u n es-
c u d e r o tiene r e s p e c t o á un G r a n d e ; y p o r
el c o n t r a r i o , los de las sierras e s t i m a b a n
e n p o c o á los de L o s L l a n o s ; lo u n o , p o r -
q u e los de las sierras e r a n m á s v a l i e n t e s
h o m b r e s e n las g u e r r a s , q u e d o c i e n t o s
d é l l o s a c o m e t í a n á dos m i l i de L o s L l a n o s ;
l o o t r o , p o r q u e los S e ñ o r e s de las sierras
tenían por m u y regalados y haraganes,
DEL PERÚ. 'I 2 0 3

holgazanes, soberbios y v i c i o s o s á los de


Los L l a n o s , y por eso los tenían en p o c o .
L o s Señores de L o s L l a n o s s e r v í a n s e
con grandes c e r i m o n i a s ; s i e m p r e que ca-
minaban era en hamacas, y lo m i s m o en
ellas llevaban á sus m u j e r e s ; y el m a y o r
Señor se mostraba en llevar m á s h o m b r e s
que llevasen las hamacas, c o m o si u n
Señor entre n o s o t r o s , p a r a m o s t r a r su
grandeza, llevase c o n s i g o m u c h a s literas
para r e m u d a r de una en otra c u a n d o qui-
siese, ó para o s t e n t a c i ó n de su g r a n d e z a .
Y así, había S e ñ o r en L o s L l a n o s que
llevaba en sus c a m i n o s d o c i e n t o s y tre-
cientos h a m a q u e r o s suyos y de sus m u -
jeres.
Mostraban t a m b i é n estos S e ñ o r e s de
Los L l a n o s su autoridad y p o t e n c i a en
que, c u a n d o iban c a m i n o s l a r g o s ó cerca-
nos, l l e v a b a n consigo g r a n taberna; por-
que á d o n d e q u i e r a quel S e ñ o r parase,
mientras allí estuviese, habia de ser beber
de su chicha, ques c o m o c e r v e z a .
M o s t r a b a n en más su a u c t o r i d a d , que
cada vez que salían de su c a s a , l l e v a b a n
tres ó c u a t r o t r o m p e t a s , q u e son c o m o
clarines, y sus truhanes, que les están sola-
ciando m i e n t r a s c o m e n y b e b e n , y dicien-
do gracias. L o m i s m o para sus mujeres n o
faltan truhanes; las cuales a m a n y t i e n e n
204 DE LAS ANTIGUAS GENTES

en m u c h o y son celosísimos déllas, en tan-


to, que n i n g u n o h o m b r e de m u c h o s que te-
nían en su s e r v i c i o , habia de ser sino cas-
trado del todo, raso.
L o s v e c i n o s todos de las sierras era
g e n t e áspera, no n a d a delicada, ni c u r a b a
de regalos, y así, era g u e r r e r a . D o n d e
q u i e r a que iba l l e v a b a sus a r m a s c o n s i g o
y sus toldos ó tiendas, d e b a j o de que dor-
mían ellos y sus m u j e r e s , q u e l l e v a n (sic)
c o n s i g o para que los sirviese, por los
grandes frios y n i e v e s y aguas. L o s S e ñ o -
res y Señoras, por g r a n d e s que f u e s e n ,
tenian por a f r e n t a ir en hamacas y en
h o m b r o s de h o m b r e s ; y así, t a m b i é n c o m o
los subditos, iba á pié, y sus m u j e r e s n o
m e n o s , sino era c u a n d o era m u y v i e j o ó
estaba e n f e r m o , y la S e ñ o r a si estaba pre-
ñada. De sus m u j e r e s , una le lleva (sic)
sus mantas y camisetas; otra la c o m i d a ;
otra la ropa de su c a m a ; dos ó tres p a j e s
le llevan sus a r m a s . P r é c i a n s e de h o m b r e s
dispuestos y feroces. T i e n e n en p o c o á
sus m u j e r e s ; así, que si les c o m e t e n adul-
terio quéllos lo sepan ó b a r r u n t e n , l u e g o
las m a t a n .
C o m e n asentados en sus duhos ó asien-
tos b a j o s , que les llevan siempre de ca-
m i n o , y m u c h o s m a n j a r e s , ó de diversas
m a n e r a s g u i s a d o s , sirviéndoselos sus p r o -
DEL PERÚ. ' I205

prias m u j e r e s , lo que n o h a c e n los S e ñ o -


res de L o s L l a n o s , p o r q u e tienen para ello
sus cocineros y oficiales. C o m e n los de la
Sierra por p a n tnahif en g r a n o tostado, y
cocido, y b e b e n chicha, con otros guisa-
dos y bebidas que sus mujeres les h a c e n .
Y acordémonos que, a n t i g u a m e n t e , por
pan comian pulchas (sic) de harina y a g u a
y sal, no p o c o t i e m p o , los r o m a n o s .
Quiero aquí añadir u n a v i r t u d c o m ú n
á todas aquellas gentes, g r a n d e y a d m i r a -
ble, y esta es, que si una vez p r o m e t e n ó
juran (y creo quel j u r a m e n t o es p o r el
Sol) de g u a r d a r secreto y no decir lo que
se les ha por secreto e n c o m e n d a d o , es-
cusado es sacárselo, a u n q u e les h a g a n pe-
dazos. A r g u m e n t o es esto, que, r e s a b i e n -
do nuestra santa fe, h a c i e n d o j u r a m e n t o ,
temerian de o f e n d e r á Dios en q u e b r a n -
tallo.
206 de l a s a n t i g u a s gentes

CAPÍTULO XXIV.
En el cual se contienen algunas
de las leyes que había este Rey estableci-
do, mayormente la costumbre que tenia
de honrar y solenijar los matrimonios
de sus vasallos; cómo no había mala
mujer alguna; y de la virtuosa
honestidad que las mujeres
guardaban, etc. (i).

P
uso ley é orden aquel R e y Pachacu-
ti en los c a s a m i e n t o s y m a t r i m o n i o s ,
y tenia cuidado de que sus vasallos
se casasen. Y a se d i j o arriba c ó m o de tres
en tres años tenia ordenado que los depósi-
tos se renovasen; así q u i s o que por a q u e l
t i e m p o se renovasen los h o m b r e s t o m a n d o
n u e v o estado. E n a q u e l t i e m p o t o m a b a
cuenta á los c o n t a d o r e s m a y o r e s del n ú -
m e r o de toda la g e n t e de las provincias y
de los que habían nascido en ellas y de l o s
m u e r t o s y de los absentes y de los v e n i -
dos á ellas de n u e v o , y de los solteros y
de los casados. P a r a esto mandaba j u n t a r
toda la g e n t e de cada p u e b l o por sus par-
cialidades ó c o l l a c i o n e s , en grandes pla-

(I) Este título ó sumario es de Las Casas.


DEL PERÚ. ' I207

zas ó casas para ello deputadas, donde


concurrían todos los m a n c e b o s y donce-
llas que habian llegado á edad de se ca-
sar. Salían t a m b i é n allí las que se ha-
bian criado con las Mamaconas en el
templo, las d o n c e l l a s á u n a parte y l o s
mancebos á otra. De las que se h a b i a n
criado [ c o n las] Mamaconas en aquel en-
cerramiento y r e l i g i ó n , escogíanse c u a t r o
ó cinco de las más p r i n c i p a l e s y más her-
mosas para m u j e r e s del S o l , y otras dos
ó tres, si allí estaba el S e ñ o r , las que m á s
le c o n t e n t a b a n , para m u j e r e s suyas; y si
no estaba presente, aquella elección h a c i a
el tocrico, ó p r o c o n s u l y l e g a d o , para e l
Señor. De las otras criadas en el t e m p l o
con las Mamaconas, casábanlas con los
mancebos hijos de los S e ñ o r e s ; a l g u n a s
daba de su m a n o el S e ñ o r á algunos prin-
cipales S e ñ o r e s , por dalles favor, y ellas
no lo rescebian m e n o r . L a s d o n c e l l a s de-
más de todo el p u e b l o y p r o v i n c i a , casá-
banlas c o n los m a n c e b o s de su s u e r t e ,
dando licencia á los padres que tractasen
con quién les placía casarlas. L u e g o allí
se c o n c e r t a b a n y se c o n c l u í a n los casa-
mientos, p o r q u e , antes que allí viniesen,
lo habian tratado y c o n c e r t a d o .
Repartidas por esta vía las doncellas y
para cada m a r i d o c a d a u n a señalada, el
208 DE LAS ANTIGUAS GENTES

S e ñ o r les hacia una plática m u y l a r g a per-


suadiéndolos y e x h o r t á n d o l o s á q u e se
a m a s e n , y los v a r o n e s que hiciesen buen
t r a t a m i e n t o á sus m u j e r e s , y á ellas que
á los m a r i d o s a m a s e n y r e v e r e n c i a s e n y
los sirviesen, para que el S o l los prospe-
rase y hiciese b i e n a v e n t u r a d o s . H e c h a la
e x h o r t a c i ó n , de discreto P r í n c i p e y v i r -
tuoso, m a n d a b a traer ropas y j o y a s y otras
a l h a j a s que les d o n a b a y hacia de m e r -
c e d , en que c o m p l i a oficio de P r í n c i p e hu-
m a n o y R e y m a g n á n i m o . Á otros m a n -
d a b a dar cierto n ú m e r o de o v e j a s y otras
dádivas. A a l g u n o s hijos de S e ñ o r e s q u e
q u e r í a h a c e r más f a v o r y m e r c e d , m a n -
dábales dar sillas y l i c e n c i a para q u e des-
de allí a d e l a n t e en sus casas y S e ñ o r í o s
pudiesen sentarse. A p e r c e b i a y m a n d a b a
l u e g o allí á los que desto tenían oficio y
c a r g o , que tornasen á r e c o g e r las d o n -
cellas de diez años a r r i b a h i j a s de S e ñ o -
res, para que se criasen c o n las Mamaco-
nas ó m o n j a s sirvientas del T e m p l o en
aquella religión y e n c e r r a m i e n t o , en l u g a r
de las que allí e n t o n c e s se h a b í a n sacado
que y a iban casadas.
T o d o esto c o m p l i d o , daba l u e g o licen-
cia que hiciesen allí g r a n d e s fiestas, c a n -
tos y bailes y j u e g o s , las m u j e r e s por sí y
los h o m b r e s á otra parte; y m a n d á b a l e s
DEL PERÚ. 209
sacar de c o m e r y b e b e r á t o d o s l a s c o m i -
das y v i n o s q u e p o r su m a n d a d o les t e -
nían sus o f i c i a l e s a p a r e j a d a s .
Esta s o l e m n i d a d y d i l i g e n c i a de l o s c a -
s a m i e n t o s h a c i a el S e ñ o r y c o n su pre-
sencia l o s f a v o r e c í a y h o n r a b a ; y si él n o
podía ó n o q u e r i a , s i e m p r e l o h a c i a su toe-
rico, p r o c o n s u l ó l e g a d o .
A c a b a d o s los c a s a m i e n t o s en aquel pue-
blo ó c i u d a d , y así t o d a la p r o v i n c i a , p a -
sábase á c e l e b r a r l o m i s m o á o t r a p r o v i n -
cia, y así p o r t o d o e l r e i n o y r e i n o s q u e
tenia, o r d i n a r i a m e n t e sin f a l t a r c a d a tres
años.
C o n esta tan singular diligencia y ad-
mirable r e g i m i e n t o y c u i d a d o de que t o -
dos sus s u b d i t o s y vasallos fuesen todos
c a s a d o s , c o n las c o s t u m b r e s b u e n a s y o r -
den de p o l i c í a q u e h a b i a p l a n t a d o , p r o h i -
bía q u e n o h u b i e s e m a l a s m u j e r e s algu-
nas, p o r q u e ni con tal recaudo y cuasi
divina gobernación de que las hobiese
habia n i n g u n a n e c e s i d a d . D e a q u í es h a -
ber s i d o e n t r e a q u e l l a s g e n t e s t e n i d o p o r
cosa n e f a n d a y a b o m i n a b l e q u e a n d u v i e s e
una m u j e r d e s m a n d a d a e n t o r p e s actos.
Y désto dan t e s t i m o n i o n u e s t r o s e s p a ñ o -
les s e g l a r e s h a b e r v i s t o e s t a t a n s e ñ a l a d a
obra de v i r t u d de la h o n e s t i d a d y c a s t i d a d ,
c u a n d o al p r i n c i p i o , e s t a n d o e n su p r o s -

18
210 DE LAS ANTIGUAS GENTES

peridad aquellos reinos, en ellos entraron.


Y e l l o s m i s m o s t e s t i f i c a n q u e e n la c i u d a d
d e l Cujeo vieron gran n ú m e r o de Seño-
ras m u y p r i n c i p a l e s , q u e t e n i a n sus casas
y sus asientos m u y quietas y asosegadas,
y vivían muy casta y honradamente,
como muy honestas y buenas mujeres,
cada una con quince ó veinte mujeres
q u e tenian de servicio y c o m p a ñ í a en sus
casas, honestas, bien traídas y aderezadas,
y morigeradas. Y cuando salían, con gran-
de autoridad, honestidad y gravedad y
a t a v i o á su u s a n z a . E s t a s s o n p a l a b r a s d e
un buen seglar escripias que lo v i d o y
notó y sobrello dice cosas harto notables;
y añide, que cree haber entonces destas
Señoras principales en la-ciudad del C u z -
c o y e n s u s c o m a r c a s m á s de seis m i l i , s i n
las de servicio q u e con ellas en esta v i d a
honesta y virtuosa moraban, que pasaban
de veinte mili; y todas estas sin g r a n nú-
mero de l a s Mamaconas q u e despues de
h a b e r l o s e s p a ñ o l e s el t e m p l o d e l S o l d e s -
baratado y asolado, vivían siempre, según
solían, en toda honestidad, c o m o monjas
ó beatas. Y D i o s p e r d o n e (dice aquel b u e n
cristiano) á q u i e n de estragarse toda e s t a
tanta y tan loable honestidad y bondad
f u é la causa.

T o r n a n d o á los casamientos, y a queda


DEL PERÚ. ' I211

dicho en q u é g r a d o de c o n s s a n g u i n i d a d se
c a s a b a n , p o r q u e ni c o n h e r m a n a ni con
prima h e r m a n a , n i c o n t i a , ni c o n sobri-
na u s a b a n c a s a r s e , y e l c o n t r a r i o se t e n i a
por m u y malo, f u e s e la p e r s o n a a l t a ó
baja, S e ñ o r ó s u b d i t o ; s o l a m e n t e á l o s I n -
gas, S e ñ o r e s d e l Cujeo y Reyes soberanos
era l í c i t o , p o r r a z ó n d e l a s u c e s i ó n y h e -
rencia d e l E s t a d o ; p o q u e a q u e l que era
hijo de I n g a y d e s u h e r m a n a de Inga,
heredaba c o m o m á s p r o p i n c o y m á s c i e r t o
y esclarecido linaje. A t o d o s los demás
era i l l í c i t o s (sic) y a b o m i n a b l e casarse ó
tener p a r t i c i p a c i ó n en mala parte con
personas d e n t r o d e a q u e l l o s g r a d o s .
L o s a d u l t e r i o s , si e r a n de v o l u n t a d de
ambos, á a m b o s m a t a b a n ; y si e l varón
hacia f u e r z a á la c a s a d a , é l s o l o c o n la
muerte h a c i a p a g o ( i ) .
L o s h u r t o s á s p e r a m e n t e se castigaban;
p o r q u e , p o r el p r i m e r o mataban, si era
cosa (?) n o t a b l e , como aquellos que me-
nos r a z ó n de h u r t a r tenían, por haber
puesto el R e y tanto recaudo y provision,
que los p o b r e s f u e s e n p r o v e í d o s en sus

(i) Este párrafo y los que le siguen hasta la conclu-


sión del capítulo, se han publicado en las Antiquities
of Mexico de Lord Kingsborough (tomo v i n , páginas
148 y i5o(.
212 DE LAS ANTIGUAS GENTES

extremas necesidades, y mandado que no


hobiese vagabundos, y que todos, para
tener lo que hobiesen menester, trabaja-
sen. H u r t i l l o s de p o c o valor y rencillas
livianas y cosas semejantes, los Señores
d e cada p u e b l o y g o b e r n a d o r e s los casti-
gaban con castigos moderados, c o m o ha-
cellos dar con una piedra ciertos golpes
e n l a s e s p a l d a s y l o s (sic) semejantes.
L o s homicidas que m a t a b a n a l g u n o , sin
tener remedio, eran con muerte justi-
ciados.
L o s que mentian eran m u y castigados
s e g ú n l a c a l i d a d de la m e n t i r a ; y c o m u n -
m e n t e á las m u j e r e s q u e m e n t i a n , a u n q u e
fuesen las mentiras livianas, por castigo
tresquilaban.
Á los h e c h i c e r o s y b r u j o s , y q u e en las
mujeres causaban esterilidad ó ligaban
los m a r i d o s , que no pudiesen á sus m u j e -
res llegar, ó que con hechizos mataban,
c o s a s q u e m u c h a s v e c e s se u s a b a n entré-
llos por algunas personas malas, que de-
b í a n t e n e r h e c h o p a c t o c o n el D i a b l o , c r u -
delísimamente las m a t a b a n ; y n o donde
quiera, sino que á aqueste género de de-
l i n c u e n t e s l o s t r a í a n á la c i u d a d d e l Cujeo
para que allí fuesen justiciados, y su
m u e r t e y c a s t i g o m á s p o r e l r e i n o se s o -
nase.
DEL PERÚ. ' I213

L o s delictos que se c o m e t í a n en p e r j u i -
cio de la c o m u n i d a d y otros graves, casti-
gaban los gobernadores ó m a y o r d o m o s
que tenia el R e y Inga en cada p r o v i n c i a ;
pero p o c a s veces c o n d e n a b a n éstos á
muerte sin p a r t i c u l a r c o n s u l t a y m a n d a -
miento s u y o , p o r q u e , c o m o se ha d i c h o ,
cuasi toda la jurisdicion de lo c r i m i n a l , a l
menos de p e n a de m u e r t e , habia para sí
reservado.
L o s contadores m a y o r e s y m e n o r e s te-
nían en las cuentas gran fidelidad, p e r o ,
si en a l g u n a cosa les hallaba m e n t i r o s o s
al t i e m p o de dar las c u e n t a s , l u e g o los
mandaba m a t a r .
Si algún S e ñ o r , deudo del R e y , ó de
sangre R e a l , c o m e t í a c r i m e n a l g u n o d i g -
no de m u e r t e , y por p r i v i l e g i o no lo q u e -
ría matar, c o n d e n á b a l o á cárcel p e r p é t u a ,
y esta era crudelísima cárcel. T e n í a n l a u n
cuarto de legua del Cujeo, y l l a m á b a n l a
Binbilla, donde lo p o n í a n , y hasta que
moría, con triste vida estaba.
T e n i a ley puesta que hobiese por t o d o s
sus reinos peso y medida, porque n i n g u n o
fuese a g r a v i d o ó engañado.
Era t a m b i é n ley que n i n g u n o e n t r a s e
ni saliese puesto el S o l ni ántes que sa-
liese, en la c i u d a d del Cujeo, porque se
supiese y cognosciesen todos los que en
214 DE LAS ANTIGUAS GENTES

la ciudad [ e n t r a b a n , habia?] y de dónde


v e n i a n ó eran.
O t r a s m u c h a s leyes y b u e n a s c o s t u m -
bres se p u e d e n c o l e g i r de la o r d e n y ór-
d e n e s que cerca de la gobernación a r r i b a
en d i v e r s o s capítulos q u e d a n referidas.

CAPÍTULO XXV.
De la elección que Pachacútec
hijo en su hijo Amaro para heredarle; y
cómo tuvo qne revocar este acto soberano
y designar á otro de sus hijos para este
cargo;y de sus últimas disposiciones
y leyes, y de su muerte.

E
STE tan glorioso y v e n t u r o s o R e y Pa-
chacuti Inga, ó Pachacuticapacinga-
yupangui, R e y que v o l v i ó ó trastornó
a q u e l m u n d o , despues de haber m u c h o s
años prudentísima y g l o r i o s a m e n t e h a b e r
(sic) g o b e r n a d o y puesto en todos a q u e l l o s
t a n grandes reinos suyos tan p r o v e c h o s a
y esmer&da policía, llegó á ser m u c h o
v i e j o y á tener m u c h o s hijos y verlos en
s u v i d a m u y h o m b r e s y de m u c h a pru-
d e n c i a y v i r t u d adornados. E l c u a l , v i é n -
dose tan v i e j o y cercano á la m u e r t e , es-
c o j o u n o de sus h i j o s , que tenia por n o m -
279
I DEL PERÚ.

bre Amarotopainga, h o m b r e b i e n sabio y


entendido en las cosas de casa y de m a n -
dar hacer edeficios y labranzas, pero nada
sabio ni aficionado á las cosas de la g u e r r a .
Este fué el tercero hijo suyo, porquel pri-
mero se llamaba Apoyanguiyupangui, y
el segundo Tillcayupangui. Escojo, como
dije, á Amarotopainga, el tercero, para
que le succediese en el u n i v e r s a l i m p e r i o
de sus reinos, el c u a l quiso que gobernase
y mandase m i e n t r a s él vivia; y así m a n d ó
y gobernó cinco ó seis años; dentro de los
cuales el p r u d e n t e v i e j o a c o n s e j a b a é ins-
truía al Amarotopainga lo que le c o n v e n i a
hacer, y c ó m o se habia de haber en la go-
bernación de los reinos, para que hiciese
lo que debia, t e n i e n d o á todos en paz y
justicia, para que fuese a m a d o y estimado
de todos sus súbditos.
E n este t i e m p o c o g n o s c i ó el R e y 'viejo
Pachacuti la poca h a b i l i d a d y discreción
que para g o b e r n a r tantos reinos su h i j o
Amarotopainga tenia, y que su prudencia
para m á s de labranzas y edificios y otras
cosas de casa f a m i l i a r e s [no] se e x t e n d í a ;
lo cual, t a m b i é n los S e ñ o r e s y Grandes
del reino y los p u e b l o s e n t e n d i e n d o , c o -
menzaron á hacer dél poca estima, y prin-
cipalmente los demás hijos de Pachacuti é
hermanos s u y o s , de donde procedió rebe-
216 de l a s antiguas GENTES

larse a l g u n a s p r o v i n c i a s del Collao; y para


reducirlas á su o b e d i e n c i a debida, m a n d ó
el padre al h i j o que fuese c o n sus gentes
de g u e r r a y las subjectase y trújese á su
o b e d i e n c i a . E l c u a l , puesto que contra su
v o l u n t a d , por f u e r z a ó p o r v e r g ü e n z a
h o b o de ir, d o n d e se dió tan m a l a ingna
(.sic) y mostró tan descuidado y tan a j e n o
de h o m b r e p a r a g u e r r a , que sino fuera
p o r el esfuerzo y a n i m o s i d a d é industria
de sus h e r m a n o s , m a y o r m e n t e del c u a r t o
déllos, q u e se l l a m a b a Topaingayupangi,
que se m o s t r ó v a l e r o s o m á s que t o d o s ,
p e r d i e r a la batalla y f u e r a n v e n c i d o s d e
los contrarios.
P o r esta falta y poquedad de Amaroinga
se c o n f i r m ó el padre, y los S e ñ o r e s y p u e -
blos, que aquel n o era d i g n o de s u c e d e r
en el reino, ni para tantos y t a n g r a n d e s
reinos g o b e r n a r .
V u e l t o s , pues, los h e r m a n o s y g e n t e s
de la guerra con su v i c t o r i a , n o habida
por el principal c a p i t a n , ántes e s t u v i e r a n
por perderse todos por su i n c u r i a y floje-
dad, el b u e n v i e j o Pachacuti, en p ú b l i c o
y en secreto i n f o r m a d o de los c a p i t a n e s y
de los demás de todo lo acaecido y de
q u i e n lo habia h e c h o m e j o r ó peor, y
sabida de todo la v e r d a d , c o g n o s c i e n d o
que se habia e n g a ñ a d o en la elección de
DEL PERÚ. ' I217

Amaroinga por su sucesor, y que si moria


quedando por S e ñ o r , perdería los reinos
que él con tantos t r a b a j o s , p r u d e n c i a y
cuidado había a u g m e n t a d o y c o n s e r v a d o
tantos años; y c o g n o s c i d o t a m b i é n la ha-
bilidad, e s f u e r z o y prudencia que el c u a r -
to h i j o , h e r m a n o de m a d r e del dicho Ama-
ro, en aquella guerra habia mostrado, hizo
llamar á todos sus h i j o s y tres h e r m a n o s
suyos y á todos los principales h o m b r e s
de la ciudad; pero n o quiso questuviesen
presentes los S e ñ o r e s de las p r o v i n c i a s c o -
marcanas, sino s o l a m e n t e los n a t u r a l e s
de la ciudad y los d e u d o s , porque Ama-
roinga n o se afrentase por lo que quería
hablarle. L o s cuales t o d o s j u n t o s , Pacha-
cuti les hizo u n a m u y larga y solene p l á -
tica, t r a y é n d o l e s á la m e m o r i a el o r i g e n ,
y esfuerzo, y v a l o r , y p r u d e n c i a y b u e n
gobierno de sus antepasados, en especial
el de su agüelo y padre, y los hechos y
trabajos y hazañas que él m i s m o habia
hecho; y c ó m o , por h a b e r sido tan sabios
y valerosos, h a b í a n sus reinos tanto aug-
mentado, v i n i é n d o l e á s u b j e c t a r tantas y
tan grandes p r o v i n c i a s para que las g o -
bernase y tuviese en paz, c o m o lo h a b i a
hecho, y otras que p o r sus a r m a s é venci-
mientos había él s u b j u z g a d o , t r a y é n d o l e s
y probándoles por diversos e j e m p l o s todo
282 DE L A S ANTIGUAS GENTES

¡o que pretendía platicalles; y p r o s i g u i e n -


do su r a z o n a m i e n t o adelante, les dijo: que
p o r el deseo que s i e m p r e t u v o y al pre-
sente tenia de . c o n s e r v a r él tan g r a n S e -
ñ o r í o que el S o l le habia dado p o r la pri-
m e r a v i c t o r i a que arriba queda d e c l a r a d a ,
y p o r el a m o r que á todos los de sus rei-
nos tenía, [quería] que despues de sus dias
viviesen en justicia y paz, c o n s i d e r a n d o
que era v i e j o y que presto h a b i a de a c a -
barse, habia e s c o g i d o y n o m b r a d o p o r su
sucesor en tantos reinos á Amaroingat
h i j o tercero, n o p o r q u e lo q u i s i e s e m á s
que á los otros ni porque fuese el m a y o r ,
pues h a b i a otros dos que nascieron antes,
sino p a r e c i é n d o l e que c o m o en otras co-
sas le vía p r u d e n t e y bien i n c l i n a d o , t u -
viera t a m b i é n t a l e n t o y capacidad para
que g o b e r n a r a y conservara los reinos q u e
sus padres le habían d e j a d o y él habia
m u c h o , c o m o v i a n , dilatado y a u g m e n t a -
do. P o r este respecto y no p a r t i c u l a r afi-
c i ó n , entre seis h e r m a n o s que eran, lo h a -
b i a elegido á aquel.
L l e g a n d o hasta aquí la p l á t i c a , dicen
que c o m e n z ó á llorar, y l l o r a n d o v u e l v e
la cara y endereza sus palabras á Amaro-
inga, refiriéndole todo lo que habia h e c h o
p o r él, c ó m o le habia h o n r a d o y autori-
z a d o más que á los otros sus h e r m a n o s ,
DEL PERÚ. ' I219

mandando á e l l o s y á toda su c i u d a d real


del Cujeo y á todos sus reinos que lo tu-
viesen por R e y é sucesor s u y o , y que así
quisiera él que p e r m a n e c i e r a ; p e r o que el
Sol no le habia q u e r i d o aceptar, sino que
le sucediese a q u e l que m e j o r supiese g o -
bernar y c o n s e r v a r la orden quél habia
puesto, y p r o c u r a r la defensa y quietud y
paz y c o n s e r v a c i ó n de los p u e b l o s infini-
tos que le habia dado.
Dicho esto, c o m e n z ó l e á p o n e r delante
los defectos que despues que le habia co-
metido la g o b e r n a c i ó n h a b i a h e c h o , en
especial la p o c a industria y orden y re-
caudo que se h a b i a dado en la g u e r r a pa-
sada, y c ó m o , si n o fuera p o r sus h e r m a -
nos, p r i n c i p a l m e n t e por Topaingayu-
pangi, q u e d a r a n todos v e n c i d o s y se per-
diera aquel E s t a d o .
Despues de le h a b e r dicho sus faltas,
volvió l u e g o á e s c u s a l l o , d i c i e n d o que
aquello bien creia él que n o habia sido por
su culpa ni por ser él m a l o , sino porque
el Sol no habia q u e r i d o que él fuese S e -
ñor, pues n o le habia hecho m u y valiente
y más sabio; y por t a n t o , que quería y de-
terminaba y le m a n d a b a que sólo hobiese
.cargo de las cosas p e r t e n e c i e n t e s á la ciu-
dad, y de h a c e r r e f o r m a r los edificios
délla y de los que d e m á s se hobiesen de
220 DE LAS ANTIGUAS GENTES

edificar, y todo lo demás de la casa; y que


c o m o el S o l lo q u e r i a , así lo q u e r i a él y
así se lo e n c a r g a b a y m a n d a b a ; y que n o
entendiese de allí adelante más de tener
aquel c a r g o . Y para esto, c o n s t i t u y ó l o por
c a b e z a y capitan del p r i m e r l i n a j e R e a l ,
l l a m a d o Capac ayllo, de los diez que arri-
ba en el cap. 17 h e c i m o s m e n c i ó n h a b e r
constituido y o r d e n a d o en la c i u d a d , cuan-
do c o m e n z ó á g o b e r n a r .
O í d o t o d o lo que habernos r e c i t a d o , el
h i j o Amaroinga, con grande humildad é
o b e d i e n c i a (como si f u e r a un devoto fraile
que le absolviera del oficio de prior ó
g u a r d i a n su p r o v i n c i a l ) b a j a su cabeza y
d i c e , q u é l es m u y c o n t e n t o de lo que el
S o l habia o r d e n a d o y él, su padre, le m a n -
dada. L e v a n t ó s e y besa la m a n o á su pa-
dre, y l u e g o váse á asentar en su l u g a r .
T o d o esto, dicen los indios que no se cele-
b r a b a sin m u c h a s l á g r i m a s d e l v i e j o R e y
y padre y de los circunstantes. Y cierta-
m e n t e m a t e r i a era y palabras y razones
para que no faltasen en a b u n d a n c i a . ¿Y
q u i é n h a y h o y en el m u n d o de los h i j o s
R e a l e s , que si el R e y , su padre, h a b i é n d o l e
dado el reino y despues, aunque fuese por
sus m u c h a s c u l p a s , para bien de los pue-
blos, para traspasallo á otro h e r m a n o , se
l o quitase, que c o n tanta h u m i l d a d , pa-
DEL PERÚ. 221

ciencia y o b e d i e n c i a lo sufriese y a c e p t a -
se? H o y , c o m o en esto y en otras m u c h a s
particularidades y aun g e n e r a l i d a d e s , n o -
sotros cristianos habernos de ser de aques-
tas indianas g e n t e s juzgados. E s c r i p t o e s t á :
ipsi. n. judices vestri erunt.
C u m p l i d o con la deposición de Amaro-
inga del estado de R e y , é puesto en el de
capitan de los caballeros de sangre R e a l ,
llamó ante sí á Topaingayupangui, su her-
m a n o , y era el h i j o c u a r t o , que era m u y
valeroso y sabio y h a b i l í s i m o y prudentí-
simo para g o b e r n a r , c o m o despues bien
lo m o s t r ó , y d e l a n t e de todos le h i z o otro
maravilloso y eficacísimo razonamiento,
en el c u a l le dió á entender cosas, c i e r t o ,
harto más altas que habia en la política
de Platón ni A r i s t ó t e l e s ni otro p o l í t i c o
estudiado, sino lo que la l u m b r e n a t u r a l ,
que en él estaba bien clara, y la D i v i n a
P r o v i d e n c i a que en aquella silla real y
tan ancha le habia e n t r o n i z a d o le i n f u n -
dió para bien y u t i l i d a d de tan grandes
repúblicas y c o m u n i d a d e s , y él p e n s a b a
que el S o l m a t e r i a l se las d i c t a b a .
D i j o , pues, que el S o l q u e r í a que los
Reyes y S e ñ o r e s que h a b í a n de g o b e r n a r
los pueblos f u e s e n m u y p r u d e n t e s y sa-
bios, y que amasen m u c h o á los b u e n o s y
remediasen á los pobres y c a s t i g a s e n á los
222 DE LAS ANTIGUAS GENTES

d e l i c u e n t e s y h o m b r e s m a l o s , porque así
se lo había o r d e n a d o y m a n d a d o el S o l , y
así lo había h e c h o él y g u a r d a d o s i e m p r e ;
para efecto de lo c u a l habia señalado y
n o m b r a d o á su h e r m a n o Amaroinga, esti-
m a n d o que lo hiciera así; y p u e s t o quél
era b u e n o y a m a b a los b u e n o s y r e m e -
diara los pobres, pero que tenia el c o r a -
z o n m u y b l a n d o y n o castigaba los m a -
los, y por eso no le temian y se le alza-
b a n ; y que pues él tenia buen c o r a z o n
p a r a lo u n o y para lo otro, que fuese h o m -
bre que de tal m a n e r a quisiese bien á los
b u e n o s y hiciese bien á los pobres, q u e
fuese recio y r i g u r o s o para con los des-
o b e d i e n t e s y m a l o s y que hiciesen mal á
o t r o s . Y que tuviese por cierto, que si así
l o c o m p l i a , el S o l le a m a r í a y le f a v o r e -
cería, y los S e ñ o r e s , sus vasallos, y los
p u e b l o s con t o d o el reino lo r e v e r e n c i a -
rían, t e m e r í a n , obedecerían y querrían
m u c h o . Y si no lo hiciese así, supiese q u e
se i n d i g n a r í a c o n t r a [él] el S o l , y que él
le privaría del p r i n c i p a d o , c o m o habia he-
c h o á su h e r m a n o . Y que a u n q u e fuese
m u e r t o , su illapa, que q u i e r e decir su
á n i m a (i), e s t a n d o en la otra v i d a , se lo
quitaría.

(l| Illapa quiere decir rayo.


DEL PERÚ. ' I223

Acabada su e x h o r t a c i ó n y a m e n a z a ,
mandó á todos sus h e r m a n o s y á sus tíos,
hermanos del R e y , é á otros parientes y á
toda la ciudad que estaba presente, q u e
luego allí le alzasen y rescibiesen por su
sucesor y por su R e y . M a n d ó t a m b i é n
llamar todos los S e ñ o r e s y g o b e r n a d o -
res de sus reinos que v i n i e s e n á su corte
para que hiciesen lo m i s m o , dándole la
obediencia. M a n d ó a s i m i s m o al dicho To-
paingayupangui, su sucesor, que c u a n d o
fuese v i e j o , mirase m u c h o en escoger de
sus hijos para que le sucediese, n o el q u e
más él quisiese ó á él se aficionase ó el
mayor, sino el que c o g n o s c i e r e para go-
bernar y bien de los p u e b l o s ser el m e j o r .
Y constituyó que así se guardase adelante
siempre por todos sus succesores. Y de t a l
manera esto se g u a r d ó , que aún se g u a r -
da por los p o c o s S e ñ o r e s que han q u e d a d o
hasta hoy. C e r t i f i c a n nuestros religiosos
haber visto S e ñ o r , que, al t i e m p o de su
muerte, p r e g u n t a d o p o r ellos á q u i é n de
sus hijos quería d e j a r por sucesor del p o c o
Estado que le había q u e d a d o , r e s p o n d i ó :
á fulano quisiera y o d e j a r , porque le q u e -
ria mucho, pero n o es b u e n o para g o b e r -
nar; y por t a n t o , n o q u i e r o dejar sino á
fulano que sé que es para ello m e j o r . Y
así prefirió el bien c o m ú n de todos á su
224 DE L A S ANTIGUAS GENTES

afición particular. Y esto es así v e r d a d ,


p o r q u e el m i s m o siervo de Dios que se
h a l l ó presente m e lo certificó.
E j e m p l o es éste para que se nos diga
a q u e l l o del p r o f e t a : Erubesce Sydon, ait
mare. P o r q u e , cierto, cosa sobre h o m b r e s
ó sobre la naturaleza h u m a n a y arduísima
es que los R e y e s , v i e n d o que sus hijos n o
son para g o b e r n a r ni reinar, m a y o r m e n t e
los que más a m a n , y q u e , n e g a d o su n a t u -
ral deseo y a f i c i ó n , pasen el reino á o t r o .
A s í lo dice el p á r r a f o 3 de la Política, ca-
pítulo II.°: Reges non relinquere filiis suis
si eos videant idoneos non esse: arduum
est et supra naturam humanam. H e c ille.
¿Quién de los R e y e s hoy del m u n d o , aun
de los cristianos, esto hará? Pues e n t r e
estas gentes m e n o s p r e c i a d a s h o b o quien
lo hiciese.
O t r a s m u c h a s o r d e n a n z a s para p e r f e c i o n
de la policía de sus reinos m u y puestas en
r a z ó n hizo este buen P r í n c i p e Pachacuti é
d e j ó m a n d a d a s á su h i j o , que del todo n o
se han p o d i d o e x a m i n a r ni déllas tener
n o t i c i a p a r t i c u l a r , c o m o n o c o n s t e n por
letras de historia, por n o tenerlas, sino
por los v i e j o s de m a n o en m a n o y p o r l o s
cantos y r o m a n c e s que en las fiestas can-
tan bailando, que son sus principales his-
torias. Basten las cosas dichas para j u z g a r
DEL PERÚ. 225

que mucho m á s es lo que era que lo que


habernos podido a v e r i g u a r .
Resta decir una cosa m u y n o t a b l e que
certifican todos los v i e j o s d é l . E s t a es,
que cuando y a era m u y v i e j o , d i j o á sus
hijos que le habia h a b l a d o el S o l y certi-
ficado que su S e ñ o r í o se habia de acabar
muy presto, p o r q u e no habia de h a b e r
más de su l i n a j e de los I n g a s R e y e s sino
otro ó otros dos despues dél; y así acae-
ció, porque no h o b o más de su h i j o 7 o -
painga y su nieto Guainacapac. E s t e muer-
to, quedaron dos h e r m a n o s que al princi-
pio tuvieron gran división entre sí, hasta
que llegamos nosotros que lo posimos
en paz.
Este S e ñ o r v i v i ó a l g u n o s años despues
de haber n o m b r a d o á su h i j o Topainga
por su sucesor, y v i d o la buena y pruden-
te gobernación que usaba en el reino y
reinos que le habia e n c o m e n d a d o ; de don-
de rescibia i n e s t i m a b l e a l e g r í a y c o n s o l a -
cion. Y al c a b o m u r i ó este glorioso R e y
lleno de dias, en g r a n c o n t e n t a m i e n t o y
quietud, v i e n d o que d e j a b a su tan gran
Estado y Señorios, por quien t a n t o se ha-
bia desvelado y t r a b a j a d o , á tan b u e n su-
cesor.

18
226 DE L A S A N T I G U A S GENTES

CAPITULO XXVI.
De las ceremonias que Pachacútec
habia ordenado para sus funerales y de
sus sucesores, y cómo se observaron.
Llantos y lutos.

EJADAS las c e r i m o n i a s q u e del tiem-


po a n t i g u o p r i m e r o de dos que
hobo en aquéllos r e f e r i m o s que se
h a c í a n en los entierros, debia este R e y
tan p r u d e n t e , c o m o en todas las cosas
para p e r f i c i o n a r las repúblicas ordenó
cosas m u y nuevas (por l o cual lo l l a m a -
ron «vuelta del mundo»), añidir t a m b i é n
c e r i m o n i a s y orden n u e v a cerca de las que
debían hacerse en la m u e r t e s u y a y de
sus sucesores, m a y o r m e n t e c u a n t o á lo
que tocaba á la seguridad del r e i n o , p o r -
que en su f a l l e c i m i e n t o n o hobiese a l g ú n
alboroto.
O r d e n ó s e que estando el R e y e n f e r m o ,
lo metiesen en los más secretos a p o s e n t o s
de sus casas, que n o lo viesen sino solos
sus m u j e r e s y hijos y el que lo hubia de
heredar, los m u y privados y el m é d i c o ó
médicos que lo curaban (y éste n u n c a sa-
lía de j u n t o é él.) N i n g u n o de los de fue-
ra e n t r a b a n allá, ni aún los de casa sabían
DEL PERÚ. ' I227

si e m p e o r a b a ó m e j o r a b a . Cuando veen
que v a empeorando, mayor r e c a u d o po-
nen p a r a q u e n o se s e p a . Y a q u e muere,
tiénenlo e n c u b i e r t o u n m e s y nadie sabe
cosa d é l . E n t r e t a n t o , el s u c e s o r e n v i a b a á
las p r o v i n c i a s d e q u e h a b i a mayor sos-
pecha de a l b o r o t o , a v i s a n d o á los g o b e r -
nadores s e c r e t a m e n t e de lo sucedido y
que p u s i e s e n r e c a u d o e n l a q u i e t u d d e l o s
pueblos. E n aqueste t i e m p o m a t a b a n al-
gunas p e r s o n a s d e l a s m á s f a m i l i a r e s , m u -
jeres y c r i a d o s , q u e le h a b i a n d e ir á s e r -
vi-, y e s t o s n o e r a n o t r o s s i n o l o s q u e d e
su v o l u n t a d s o l a m e n t e se a h o r c a b a n para
ir con él á s e r v i r l e , ó los q u e clamaban
pidiendo q u e l o s a h o g a s e n p a r a ir aquel
camino, p o r q u e lo tenian por singular
ventura y f a v o r a b l e p r i v i l e g i o ;
L a v á b a n l e el c u e r p o todo m u y bien y
vestíanle de l o s m e j o r e s y m á s r i c o s v e s t i -
dos y r o p a s q u e él t e n i a y l a s j o y a s y v a s o s
de que m á s se a r r e a b a y s e r v i a , c o n t o d o
lo cual le s e p u l t a b a n y l a s m u j e r e s y c r i a -
dos y a m u e r t o s c e r c a d é l . T o d o e s t o así
hecho, tiénenlo así en su casa, sin que
h o m b r e d e l o s d e f u e r a s e p a q u e es m u e r -
to, c o m o si e s t u v i e s e v i v o .
Pasado el mes, ya que por diligencia
del sucesor e s t a b a p r o v e í d o lo que conve-
nia p a r a la p a z y t r a n q u i l i d a d d e l r e i n o , y
228 DE LAS ANTIGUAS GENTES

q u e y a estaba t o d o s o s e g a d o , c o m e n z a b a n
los h i j o s y h e r m a n o s y más p r o p í n e o s pa-
rientes á m e d i o l l o r a r , fingendo u n dia
q u e está y a m u y m a l o y p r o p í n c o á la
m u e r t e , y o t r o d i a q u e no tiene y a reme-
d i o , y o t r o dia, finalmente, q u e y a es
muerto.
S a c a n en p ú b l i c o sus andas en q u e solia
a n d a r y su silla en q u e se a s e n t a b a y sus
a l h a j a s r i c a s q u e c o n él n o e n t e r r a b a n , y
p o n í a n l a s en un cadahalso a l t o y c o m e n -
z á b a n l o l u e g o todos p l e n a m e n t e á l l o r a r .
D u r a b a el l l o r o c o n g r a n d e s c e r i m o n i a s ,
s o l e n i d a d y a p a r a t o y c o n c i n f o n i a s (,sic)
y t r o m p e t a s con v o c e s g r a n d e s (i). H a b i a
g r a n d e s maestras m u j e r e s e n d e c h a d e r a s ,
q u e c a n t a b a n todas sus v i r t u d e s y haza-
ñas. J u n t á b a n s e t o d o s los S e ñ o r e s de la
tierra y muy grandes gentes á llorallo, y
a y u n a b a n dos dias sin c o m e r ó p o c o ó
n a d a , y al t e r c e r o dia d á b a n l e s o p u l e n t í -
s i m a m e n t e de c o m e r y b e b e r .
P u b l i c a b a n l u e g o , q u e los c r i a d o s y p e r -
s o n a s q u e al d i f u n c t o m u c h o a m a b a n q u e
quisieren ir á servir á su S e ñ o r , f u e s e n de
su libertad. L u e g o , algunas mujeres y
h o m b r e s q u e h a b í a n sido m u y sus servi-
d o r e s y f a m i l i a r e s , se a h o r c a b a n p a r a ir.

(i) L e faltó decir lo que el llanto duraba.


DEL PERÚ. ' I229

á servirle; otros que n o tenian t a n t o áni-


mo para se m a t a r , rogaban á sus a m i g o s
que los ahogasen, por tener por gran h o n r a
y beneficio ir á servirlo. N i n g u n o para
esto forzaban que n o fuese v o l u n t a r i o ;
porque decían, que el que n o iba de su
voluntad allá, n o le serviria de b u e n a
gana ó se huiría p o r no le s e r v i r , y aún
también, p o r q u e los v o l u n t a r i o s y que se
convidaban eran tantos, que de f o r z a l l o s
no habia necesidad.
Duraban estos lloros y obsequias seis y
ocho meses; y las deste Pachacuti duraron
un año. E n todo este t i e m p o daban de
comer á y e n t e s y v i n i e n t e s , a u n q u e f u e s e n
infinitos. H a c í a n m u c h o s y diversos a c t o s
en estos lloros, dignos de ser contados;
pero déjanse por la b r e v e d a d .
El luto que tenian ó se p o n í a n , era v e s -
tirse todos los que traían l u t o de r o p a s
pardas, así las m u j e r e s c o m o los varones.
Los h o m b r e s no se p o n í a n las i n s i g n i a s
de las orejas; ni ellos ni ellas hacían e n
todo un año cosa de alegría, ni se la ponían
de que hobiesen placer.
Eran los S e ñ o r e s m u y llorados, y p u e s t o
que para c o n todos los S e ñ o r e s se g u a r -
daba esta c o s t u m b r e , p r i n c i p a l m e n t e así
en lo tocante á la succesion c o m o en el en-
terramiento y principales c e r i m o n i a s . p e r o
294 DE LAS A N T I G U A S GENTES

todavía en cada p r o v i n c i a y p u e b l o s te-


nían m a n e r a s de llorar y lutos particula-
res y diferentes, los cuales Pachacuti no
les q u i t ó , p o r q u e las c o s t u m b r e s y leyes
buenas y trajes que t e n í a n las p r o v i n c i a s
y pueblos que s o j u z g a b a ó se le d a b a n , eli-
j é n d o l e por S e ñ o r , s i e m p r e se las d e j a b a ;
sólo añidia lo que tocaba á la r e l i g i ó n y
c u l t u del S o l , y t o d o a q u e l l o que sentía
q u e para perfecta república les f a l t a b a . Y
así, g e n e r a l m e n t e c o n v e n i a n en que al Se-
ñor, c u a n d o e n f e r m a b a , lo e n c u b r í a n que
no lo viese nadie sino sus m u j e r e s y hijos y
sus m u y p r i v a d o s ; y éstos habían de estar
sin p e c a d o p ú b l i c o , m a y o r m e n t e c u a n t o
al pecado de deshonestidad.
I t e m , c o m ú n era por todas las p r o v i n -
c i a s llorarlo m u c h o s dias y dar de c o m e r
y beber á costa del S e ñ o r m u e r t o á c u a n -
tos iban y v e n í a n .
I t e m , á todas las provincias era c o m ú n
t o d o s los parientes y a m i g o s traer, c u a n d o
v e n í a n á h o n r a r el d i f u n c t o , de todo lo
q u e en sus casas tenían: unos maif, otros
o v e j a s , otros otras comidas; y presentá-
b a n l o todo delante el d i f u n c t o , que c o n -
m u n m e n t e ponían en el patio de sus c a -
sas, donde lo lloraban. Y si era cosa v i v a
lo que allí habían presentado y o f r e c i d o ,
delante el c u e r p o lo m a t a b a n y sacaban
295
I DEL PERÚ.

el corazon y p o n í a n l o en u n p a l o a l t o .
Y acabado de l l o r a r , q u e l l o r a b a n c u a t r o
ó cinco días más, ó m á s ó m e n o s , se-
gún a c o s t u m b r a b a n , c o n f o r m e á la c a l i -
dad de la p e r s o n a , l l e v á b a n l o á e n t e r r a r
c o m u n m e n t e á las s e p o l t u r a s q u e u s a b a n
tener en el c a m p o , l l e v a n d o sus; a r m a s é
insignias en p a l o s altos c o n g r a n l l o r o y
procesion.
Despues de s e p u l t a d o , v o l v í a n t o d o s á
comer, d o n d e t e n í a n de los b i e n e s del d i -
f u n c t o y de lo q u e h a b í a n t r a í d o ellos,
grandes c o m i d a s a p a r e j a d a s . A l l í se j u n -
taban á c o m e r t o d o s los d e u d o s y t o d o e l
pueblo y c u a n t o s p o b r e s h a b í a y se po-
dían h a l l a r , y si era g r a n S e ñ o r , de o t r o s
pueblos; y p o n í a n la r a c i ó n del m u e r t o
ante su silla ó a s i e n t o d o n d e se solia a s e n -
tar, y allí c o m í a n y b e b í a n t o d o s e n a b u n -
dancia, y de c u a n d o en c u a n d o t o r n a b a n
á llantear.
E n algunas partes, allende lo que arriba
en el c a p í t . 15 d e j a m o s d i c h o , h a c í a n u n
bulto y figura c o n m a n t a s d e b a j o , j u n t o á
la s e p o l t u r a , y v e s t í a n l e las v e s t i d u r a s del
difuncto. C a d a luna nueva encendían un
gran h u e g o d e l a n t e la figura (la c u a l de-
cían q u e r e p r e s e n t a b a su á n i m a ) , y t r a í a n
delante allí t o d o su s e r v i c i o de c o m i d a y
bebida q u e le d a b a n c u a n d o era v i v o , y de
232 DE L A S A N T I G U A S GENTES

la misma m a n e r a le servian. L a parte q u e


les parecía que él solía c o m e r , q u e m a b a n
en aquel h u e g o , diciendo que el h u e g o l o
c o m i a en su l u g a r y se lo daba en el o t r o
m u n d o , donde habia ido á parar. L o de-
más que sobraba comían sus m u j e r e s y
criados y las d e m á s personas que si f u e r a
v i v o c o m i e r a n de su plato.
T o d a s estas m a n e r a s de c e r i m o n i a s se
g u a r d a r o n en la m u e r t e y e n t i e r r o deste
R e y Pachacuti, é f u e r o n más q u e sobre
otro a l g ú n R e y señaladas.

CAPITULO XXVII.
De los Ingas
sucesores de Pachacúiec hasta
Atauhuallpac.

MUERTO y sepultado el R e y Pacha-


cuti é sus obsequias y honras prin-
cipales acabadas, c o m e n z ó á rei-
n a r solo y a sin él su h i j o y succesor Topa-
inga con t a n t a p r u d e n c i a , discreción y
o r d e n , que todo lo b u e n o que su padre
habia en sus reinos de buena y política
g o b e r n a c i ó n e n t a b l a d o , lo sostuvo y l l e v ó
m u y adelante. N i n g u n a cosa perdió d e
c u a n t o S e ñ o r í o y cuán dilatado le d e j ó el
R e y su padre; y a l g u n a s p r o v i n c i a s q u e
DEL PERÚ. ' I233

se le habian rebelado por el descuido de


la gobernación del h e r m a n o Amaro, y
otras que p o r la causa m i s m a p r e s u m i e -
ron de hacer g u e r r a á los súbditos y a m i -
gos suyos, los v e n c i ó y r e d u j o por f u e r z a
de armas; y así e x t e n d i ó su S e ñ o r í o por
las sierras hacia a b a j o de Quito y lo de
Bogotá, que agora l l a m a n el N u e v o R e i n o
de G r a n a d a . L o m i s m o h i z o por la parte
de arriba que á Chile va á p a r a r .
Este Topainga puso gran orden en los
que llamaban Mitimaes, que eran las co-
lonias que pasaban de unas á otras partes,
dando orden que las p r o v i n c i a s que care-
cían de a l g ú n g é n e r o de c o m i d a , por n o
tener tierra dispuesta y a p a r e j a d a , pusie-
sen vecinos en la p r o v i n c i a donde a q u e l l o
abundaba, para que allí lo labrasen y t o -
dos de todo lo que en todas partes había
gozasen; y por esta ocasion y a c h a q u e , las
gentes de unas p r o v i n c i a s c o n las de las
otras c o m u n i c a s e n , y así viviesen en paz.
F o r t i f i c ó las ' g u a r n i c i o n e s que para
guarda de sus reinos su padre tenia en
las fronteras, y puso de n u e v o otras don-
de le pareció que debia ponerlas.
Puso también orden cerca de cosas que
concernían al peso y m e d i d a , y en las
cuentas, y m a n d ó l o g u a r d a r p o r toda la
tierra.
234 D E L A S ANTIGUAS GENTES

M a n d ó sacar acequias para regar los


c a m p o s más de las q u e h a b i a , y r o m p e r y
s e m b r a r nuevas tierras.
E s t e S e ñ o r f u é el p r i m e r o que h a l l ó el
secreto y m a n d ó que se usase y gozase del
p r o v e c h o de la coca, y e r b a que se t u v o y
h o y tiene en tan gran estima; y p o r q u e la
tierra donde la coca se da es calidísima y
por esta causa es m u y e n f e r m a , enten-
diendo que los indios que allí f u e s e n á
c u l t i v a r la coca de n u e v o p a d e c í a n pe-
l i g r o , t u v o u n a gran industria, c o m o
v a r ó n prudentísimo. É s t a f u é , que o r d e -
n ó y m a n d ó que a l g u n o s v e c i n o s natu-
rales de t i e r r a s m u y callentes y á la di-
cha tierra más p r o p i n c u a s , se f u e s e n allí
á v i v i r y que délla le diesen t r i b u t o , co-
m u t a d o (sic) lo que en otras cosas le d a -
ban donde antes v i v í a n ; y de creer es, q u e ,
por animallos á ello, a l g u n a s sueltas de
t r i b u t o s y por a l g ú n t i e m p o les haría. Y
más hizo, que todos aquellos que por todo
su reino se h a b í a n , por sus delictos, con
m u e r t e de justiciar, p o r q u e allí se f u e s e n
á p o b l a r , les otorgaba las vidas. ¿Qué m a -
y o r discreción y prudencia de g o b e r n a r
en tal materia puede ser oída? Y o me
a c u e r d o cuando en los p r i n c i p i o s se tuvie-
ron en p o c o y en nada estas nuestras In-
dias, que de v e n i r á ellas todos h u i a n , los
DEL PERÚ. ' I235

Reyes C a t ó l i c o s m a n d a r o n despachar sus


provisiones por todo el reino de C a s t i l l a ,
las cuales t e n g o y o hoy en este dia, para
que los c o r r e g i d o r e s y otras justicias, los
malhechores dignos de m u e r t e y de g r a -
vísimas penas á ella propincuas, n o los
matasen y diesen las tales penas, sino que
los desterrasen para estas nuestras I n d i a s .
No se hace hoy así en t i e m p o de noso-
tros cristianos en el s e m b r a r y beneficiar
la dicha coca, p o r q u e n o h a y pestilencia
que más gente m a t e que la que m u e r e en
la cultura délla ; p o r q u e sin diferencia
traen de c i n c u e n t a y setenta y más leguas
los indios de tierras f r í g i d í s i m a s á la cali-
dísima para q u e la c u l t i v e n . G r a n v i c i o es
este; t o r n o á decir: Erubesce Sydon, ait
mare, c o m o el p r o f e t a Isaías dice. Q u e
los infieles que g o b i e r n a n t e n g a n t a n t a
industria y p o n g a n tanto cuidado, p o r su
ínteres t e m p o r a l , en no e x p o n e r l a s v i d a s
de los súbditos que g o b i e r n a n en p e l i g r o ,
y que nosotros, que de cristianos nos arrea-
mos, no t e n g a m o s c u e n t a con ello! Ideo
ipsijudices nostri erunt, d i j o el R e d e m p t o r
del mundo, Christo.
Este Topainga fué el d é c i m o rey I n g a ,
y casó con una h e r m a n a s u y a de padre y
de madre, l l a m a d a Mama Ocllo(i); el c u a l

(i) Mama Ocllo.


236 DE LAS ANTIGUAS GENTES

c a s a m i e n t o hizo por m a n d a d o de su padre


Pachacuti, d i c i e n d o que n o podia t o m a r
m á s c o n v e n i e n t e m u j e r para m e j o r c o n -
servar su estado y q u e las g e n t e s le tuvie-
sen m á s a m o r y d e v o c i o n que siendo Se-
ñor por parte de sí m i s m o y por parte de
su m u j e r .
E n ella t u v o m u c h o s hijos, pero tres
f u e r o n los principales. E l m a y o r se l l a m ó
Piditopayupangui (1); el s e g u n d o , Guay-
natopainga; el t e r c e r o , Guaynacapac. Y
a u n q u e los dos f u e r o n los p r i m e r o s h i j o s
s u y o s de su h e r m a n a , e m p e r o p a r e c i é n -
dole que el t e r c e r o , Guaynacapac, mos-
traba más señales de v i r t u d y c o r d u r a y
a u t o r i d a d , c o m e n z ó l o á m i r a r y conside-
rar y en su p e c h o señalallo para su suce-
sor; y al c a b o no se e n g a ñ ó .
F u é v a l e r o s í s i m o v a r ó n este Guaynaca-
pac, que q u i e r e decir m a n c e b o e m p e r a -
dor, p o r q u e lo c o m e n z ó á ser y i m p e r a r
desde bien m u c h a c h o ; y a l g u n a s p r o v i n -
cias que se h a b í a n c o m e n z a d o á rebelar
r e d u j o , y otras f r o n t e r a s que i n q u i e t a b a n
las n a c i o n e s sus vasallos y devotos allanó.
É s t a s eran donde agora están f u n d a d a s
L e ó n de Guánuco y la ciudad de los Cha-
chapoyas, de las cuales t r u j o al Cujeo to-

(1) ¿Piti ó Pihui Tupac Yupangui?


DEL PERÚ.

dos los más principales S e ñ o r e s y de


otras, p o r q u e , estando en su c o r t e , tuviese
todos aquellos estados seguros. E s t o s h a -
cia tractar y servir c o m o S e ñ o r e s , á c a d a
uno según su m a y o r i a y d i g n i d a d .
Este rey Guaynacapac fué undécimo
rey de los I n g a s , y en q u i e n p o d e m o s de-
cir que l o s reyes I n g a s se a c a b a r o n , c o m o
arriba t o c a m o s ; p o r q u e siendo este ya v i e -
jo y estando en las p r o v i n c i a s de Tome-
papa (i), que son en t é r m i n o s de la de
Quito, l l e g ó P i z a r r o con los trece c o m p a -
ñeros que dicen, c u a n d o c o m e n z ó á des-
cubrir aquellos reinos, c o m o en otro lu-
gar, p l a c i e n d o á Dios, se dirá (2). Y ésto
supo l u e g o Guaynacapac y envió á saber
qué quería aquella gente n u e v a ; y v u e l t o s
los m e n s a j e r o s , d i j é r o n l e que v e n í a n á
buscar oro; y dicen que les e n v i ó c i e r t a s
piezas déllo; y c u a n d o l l e g a r o n á la m a r
los que las traían, eran y a p a r t i d o s los
cristianos. Y con la muestra que de o r o
hallaron por aquella costa, se v i n o F r a n -
cisco Pizarro á C a s t i l l a y p i d i ó la gober-

(1) Tumipampa.
(2) N o le plugo. Porque ese otro lugar no puede ser
en otra parte que en la Historia general, c u y o tercero l i -
bro, último de los que se conocen, no l l e g ó ni con m u -
cho á los'años del descubrimiento del Perú.
238 DE L A S A N T I G U A S GENTES

n a c i ó n de la tierra. Y en este tiempo me-


dio m u r i ó Guaynacapac y q u e d ó su Seño-
r í o dividido por su orden y m a n d a d o e n -
tre dos h i j o s s u y o s , el uno l l a m a d o Guas-
car y el otro Atapalipa. A l Guascar dejó
al Cujeo c o n todo lo de a r r i b a , y el Quito
con t o d o l o de a b a j o y sus c o m a r c a s d e j ó
al Atapalipa.
M u e r t o el p a d r e Guaynacapac, hobo
entre los h e r m a n o s g r a n d e s d i f e r e n c i a s ,
no q u e r i e n d o estar Guascar por la orden
y d e t e r m i n a c i ó n del padre, y e n v i a n d o
g e n t e de g u e r r a c o n t r a su h e r m a n o Ata-
palipa:, v e n c i ó l o y p r e n d i ó l o ; pero suelto
de la p r i s i ó n por industria de cierto i n d i o ,
que le dió u n a barreta de cobre p a r a sol-
tarse, rehízose c o n su gente, y e n v í a dos
c a p i t a n e s c o n c u a r e n t a m i l i h o m b r e s de-
l a n t e c o n t r a el Guascar, R'ey del Cujeo, y
él va despues déllos c o n otros tantos; y
.finalmente, l o p r e n d i e r o n los s u y o s y^lo
h i z o m a t a r ; y así q u e d ó por R e y é S e ñ o r
de todos los reinos de su padre Guayna-
capac, y los p u e b l o s le obedecían todos.
Y e n d o este c a m i n o Atapalipa con sus
c u a r e n t a mili h o m b r e s c o n t r a el h e r m a n o
Guascar, l l e g ó F r a n c i s c o Pizarro v u e l t o
de C a s t i l l a c o n la g o b e r n a c i ó n del Perú,
y lo p r e n d i ó y m a t ó en u n a ciudad lla-
m a d a Caxamalca. Y aquí se a c a b ó el fe-
DEL PERÚ. 2 39

lice y g l o r i o s o E s t a d o R e a l de los I n g a s ,
Reyes y S e ñ o r e s u n i v e r s a l e s de los r e i n o s
tan l a r g o s de la t i e r r a q u e l l a m a m o s el
Perú; l a r g a y l a m e n t a b l e y d o l o r o s a h i s t o -
ria y no m e n o s m i s e r a n d a de c o n t a r . Y
lo dicho baste p a r a q u e se t e n g a n o t i c i a
de la o r d e n , p o l i c i a y g o b i e r n o de las re-
públicas q u e t e n i a n l a s g e n t e s indianas
del P e r ú .

FIN
APÉNDICE

Cumpliendo lo que prometimos en el su-


cinto PRÓLOGO de esta edición, vamos á
trasladar seguidamente y por su orden
todos los lugares relativos á materias his-
tóricas del antiguo Perú contenidos en el
manuscrito del seglar á quien cita Las
Casas más ó menos directamente en las
págs. I8Í, 182, I83JR 2 1 0 , y debiera haber
citado en otras muchas partes de su A p o -
logética, como lo demuestran las acotacio-
nes que por capítulos y páginas hacemos
de las coincidencias más evidentes de am-
bos textos. Estas no son siempre literales,
y creo yo que las variantes dependen, unas
veces, de las modificaciones que en el estilo
é intención del manuscrito introdujo Las
Casas por sí y ante sí, ó por conveniencia,
otras, de que el original de que usó y abusó
el Obispo de Chiapas no seria el mistno de

16
242 DE LAS ANTIGUAS GENTES

nuestra publicación, pues la copia de que


nos servimos, la hijo sacar don Juan Bau-
tista Mwíof en Simancas, encabezándola
con esta advertencia: «El original con
este título existe en el legajo 2, de Des-
cripciones y p o b l a c i o n e s - S i m a n c a s - S a l a
de Indias, en 20 hojas de fol. Es un borra-
dor de mala tinta y letra de hacia media-
do del siglo x v i , con borrones y enmien-
das, comido el papel en algunas partes y
manchadas las más hojas, etc.» De donde
infiero que nuestro original pudo ser un
borrador, y un limpio el que leyó Las
Casas.
El título á que Muñof alude, el mismo
que empleó Prescott al citar el ms. en su
H i s t o r i a de la conquista del P e r ú , es el de
C o n q u i s t a y p o b l a c i o n del Perú; pero el
legítimo, el que el autor impuso á su tra-
bajo, consagrándole con el nombre de I h u s ,
es como sigue:
RELACION DE MUCHAS COSAS ACAESCIDAS
EN EL PERÚ, EN SUMA, PARA ENTENDER Á LA
LETRA LA MANERA QUE SE TUVO EN LA CON -
QUISTA Y POBLAZON DESTOS REINOS, Y PARA
ENTENDER CON CUANTO DAÑO Y PERJUICIO SE
HIZO DE TODOS LOS NATURALES UNIVERSAL-
MENTE DÉSTA TIERRA, Y COMO POR LA MALA
COSTUMBRE DE LOS PRIMEROS SE HA CONTI-
NUADO HASTA HOY LA GRAND VEXACION Y
DEL PERÚ. ' I243

DESTRUICION DE LA TIERRA, POR DONDE EVI-


DENTEMENTE PARESCE FALTAN MAS DE LAS
TRES PARTES DE LOS NATURALES DE LA TIE-
RRA, Y SI NUESTRO SEÑOR NO TRAE REMEDIO,
PRESTO SE ACABARÁN LOS MAS DE LOS QUE
QUEDAN; POR MANERA, QUE LO QUE AQUÍ
TRATARÉ, MÁS SK PODRÁ DECIR DESTRUICION
DEL PERÚ, QUE CONQUISTA NI POBLAZON.
Esta tan recalcada destruicion no deja-
ría de ser grata al autor de la B r e v í s i m a
de las Indias, y quijá motivara su simpa-
tías por el documento de que se aprovecha,
inspirado en las mismas ideas que ese li-
belo, aunque no tan favorable á los indios
como la A p o l o g é t i c a .
La R e l a c i ó n que llamaremos de la des-
truicion del P e r ú , por dar gusto á su autor,
se escribía en Lima por los años de mil qui-
nientos cincuenta y tantos, pero más acá
del 1552; fecha que puede servir para cal-
cular con algún acierto la de la A p o l o -
gética.
Dice Muñof en la advertencia que sólo
en parte he copiado, que «el autor de la Re-
lación vió por sus ojos mucho de lo que
refiere», y añade, que, «á su juicio, es al-
gún religioso, de quienes era casi peculiar
el principio Ihus, y abultar los daños de la
conquista.» Al mió también lo es, y hasta
me atreví á nombrarle por indicios vehe-
244 DE LAS ANTIGUAS GENTES

mentísimos suministrados por su misma


Relación, en la D e d i c a t o r i a de mis T r e s
relaciones de antigüedades p e r u a n a s (pa-
ginas XIII y xi v). Pero si Muño{ y yo he-
mos de acertar en nuestras conjeturas, es
necesario que el seglar de Las Casas equi-
valga á secular, ó sea el sacerdote que
vive en el siglo, á distinción del que vive
en clausura; porque el P. Cristóbal de
Molina, á quien atribuí y sigo atribuyen-
do la Destruicion del Perú, era sacerdote
lo menos catorce años antes de escribirla.
Con el título de C o n q u i s t a y p o b l a c i o n
del Perú, publicóse el año de 1873 en la
revista chilena aSud América»; periódico
que sospecho ha de ser en España rarísi-
mo. Yo, al menos, no he visto de él un
número siquiera.
Siguen los extractos de la R e l a c i ó n del
P. Molina con las acotaciones indicadas.

«Y la india más acepta á los españoles


a q u e l l a pensaban que era la m e j o r , aun-
q u e entre estos indios era cosa a b o r r e c i b l e
a n d a r las-mujeres p ú b l i c a m e n t e en t o r p e s
y sucios actos; y desde aquí se vino á usar
entre ellos de haber malas m u j e r e s públi-
cas, y perdían el uso y c o s t u m b r e que
antes t e n i a n de t o m a r m a r i d o s , p o r q u e
n i n g u n a que tuviese b u e n parecer estaba
DEL PERÚ. ' I245

segura con su m a r i d o , p o r q u e de los espa-


ñoles ó de sus yanaconas (1) era m a r a v i -
lla si se escapaba.»

«Llegados los españoles al C u z c o y a p o -


derados en él, hallaron allí u n a c i u d a d
muy populosa y m u y rica de oro y p l a t a ,
ropa y m a n t e n i m i e n t o s , en la c u a l h a b í a
depósitos m u y g r a n d e s de todas las c o s a s
de la tierra en gran a b u n d a n c i a ; g r a n d e z a
de oratorios de sus idolatrías y casa d e l
Sol, con t o d o su servicio de oro y p l a t a ;
en especial hallaron en ella d o c e h o r o n e s
de plata acendrada, que cada u n o seria
del altor de una b u e n a l a n z a , y n o le
abarcarian dos h o m b r e s . Y en u n p u e b l o
hallaron u n a casa de p l a t a , con sus v i g a s
y tablazón bien gruesas.»

«De dos p r o v i n c i a s diré, q u e , c u a n d o


entraron ios españoles en la tierra, c a d a
una tenia f a m a de c u a r e n t a mili indios; la
una era G u a r u a [ H u á u r a ] , d e s d e G u a r m e y ,
que t o m ó A l m a g r o por r e p a r t i m i e n t o ,
por la grand gente que tenia y f a m a de
muy rica; y la otra C h i n c h a , que t o m á
Hernando P i z a r r o , que tenia otros c u a -
renta mili i n d i o s , y h o y dia no h a y en

(1) Criados indios de servicio personal perpètuo;,


casi esclavos.
246 DE LAS ANTIGUAS GENTES

a m b a s provincias cuatro mili indios. Y en


e s t e v a l l e desta ciudad [ L i m a ] habia y en
P a c h a c a m a , c i n c o l e g u a s de aquí, que era
t o d o una cosa, más de v e i n t i c i n c o mili in-
d i o s , y está casi y e r m a , q u e apenas hay
d o s m i l i , p o r la g r a n d d e s t r u i c i o n y tan
c o n t i n u a c o m o h a t e n i d o de tantos ejér-
citos c o m o en ella se h a n formado en
tanto daño y perjuicio de los naturales;
los cuales perescieron p o r u ñ a regla gene-
r a l q u e se h a u s a d o e n e s t o s r e i n o s , y a ú n
c r e o y o que en la m a y o r p a r t e d e las I n -
dias, q u e los indios más c o m a r c a n o s á los
españoles y que mejor sirven, aquellos
son más robados, vejados, muertos y fati-
g a d o s . Y p o r q u e si d e c a d a v a l l e d e los
d e s t a c o s t a , q u e d u r a m á s d e m i l i l e g u a s , se
h o b i e s e de d e c i r l a q u i e b r a y f a l t a d e l o s
naturales y la destruicion de todos los
m á s destos valles, é cuán fértiles y abun-
dosos eran, y creo y o que los más h e r m o -
s o s q u e e n t o d o l o m á s de l a r e d o n d e z [ d e l
M u n d o ] se p u d i e r o n figurar, y m á s bien la-
b r a d o s y de g r a n d e s e d i f i c i o s a b u n d o s o s de
r i q u e z a s de o r o , p l a t a , r o p a y g a n a d o s , a l -
godonales y hermosas labranzas, todas por
sus acéquias echadas á mano, que cada
valle parescia un jardín m u y hermoso y
m u y bien trazado, donde j a m á s , á dicho de
los naturales, el a g u a del cielo e n o j ó , por-
DEL PERÚ. ' I247

q u e n o l l u e v e e n esta t i e r r a d e L o s L l a n o s ,
ni la de la t i e r r a le f a l t ó , p o r q u e en c a d a
valle h a y u n rio perenal que nunca le
falta a g u a , y d o n d e n o lo h a y , hay sus
manantiales con que riegan sus tierras y
huertas, y o t r a s m a n e r a s n u n c a o i d a s c o n
que s i e m b r a n sus semillas y maiz, c o m o
es en a l g u n a s p a r t e s d e s t a s c o s t a s , d o n d e ,
porque n o t i e n e n a g u a ni les l l u e v e , pes-
can u n a s a r d i n i l l a c o m o a n c h o b a s , h e c h a s
sus l a b r a n z a s , y e n c a d a sardinilla que
e n t i e r r a n e n la h e r e d a d , echan dos ó tres
g r a n o s de m a i z , y h a c e m u y g e n t i l m i e s y
cogen muchas sementeras y buenas tres
ó c u a t r o v e c e s e n el a ñ o (1). Y p o r q u e e r a
menester hacer una m u y larga relación,
que n o c u p i e r a e n mucho papel, lo que
se p o d i a de t o d a e s t a c o s t a , [ b a s t e ] c o n
sólo d e c i r q u e d e s d e l a b a h i a d e S a n Ma-
teos, q u e s o n los p r i n c i p i o s d e l a e n t r a d a
destos r e i n o s , d o n d e l o s n a v i o s vienen á
reconoscer, hasta las p r o v i n c i a s de C h i l e ,
que a g o r a se p u e b l a y d e s c u b r e , h a y m á s
de lo q u e t e n g o d i c h o , y la m a y o r parte
poblado, aunque enmedio de cada valle
h a y a r e n a l e s y d e s p o b l a d o s de á d i e z , t r e c e
ó veinte leguas; y u n o h a y , ques el despo-

(1) Esle largo inciso queda en suspenso, pero se


adivina fácilmente el sentido.
248 DE LAS ANTIGUAS GENTES

b l a d o que pasan para ir á C h i l e , q u e tiene


c i e n t l e g u a s de a r e n a l (1) sin h a b e r e n él
c o s a v e r d e , s i n o es d o n d e h a y a l g u n d xa-
qüey de a g u a ó r i a c h u e l o , que son harto
pocos los que h a y en este c a m i n o , que
creo y o que no son seis en las cient le-
guas, y en ellos hay unos c o m o bozos de
y e r b a raida á siete ó o c h o p a s o s al rede-
d o r de d o n d e e s t á e l a g u a . »
- f - P á g . 161 (2) « A n t e s q u e p a s e a d e l a n t e
á d e c l a r a r m á s de la c o n q u i s t a ó c a s i d e s -
t r u i c i o n destos reinos, q u i e r o , para q u e se
e n t i e n d a la g r a n d e z a d é l l o s , t r a e r á la m e -
m o r i a los dos c a m i n o s reales del I n g a q u e
en ella h a y : el u n o q u e pasa p o r esta cos-
ta en todo lo p o b l a d o y despoblado délla
y va hasta c u a r e n t a piés de a n c h o , con sus
tapias cercado por ambas partes lo más
dél, especialmente dos leguas siempre an-
t e s de e n t r a r e n c a d a v a l l e y o t r a s d o s a l
salir, e m p e d r a d o por muchas partes, y
c o n s o m b r a s de m u y b u e n a s a r b o l e d a s , y
a n t i g u a m e n t e l a s m á s de f r u c t a s , s a l v o q u e
a g o r a se han secado y perdido por la
m u e r t e y falta de los naturales; por ma-
nera, quel que quisiere c a m i n a r por toda

(1) El desierto de Atacama.


(2) Todo lo que se incluye en la presente acotacion,
está repartido á trozos por los primeros párrafos del
capítulo X I X .
DEL PERÚ. ' I249

esta costa por esta g r a n d c a l z a d a y c a -


mino, no tiene á donde p e r d e r l o ni q u e
p r e g u n t a r de lo de adelante si se perderá
por falta de c a m i n o .
«Otro c a m i n o h a y de la m i s m a s u e r t e
por la Sierra, q u e d u r a o t r o t a n t o y m á s
queste de la costa y L l a n o s , m u y a d m i r a -
ble, p o r q u e atraviesa grandes sierras y
tierras asperísimas, y t a n bien e c h a d o , q u e
todo se c a m i n a á c a b a l l o , y h a c e e n t e n d e r
á los q u e c a m i n a n por él, que, a u n q u e l a
tierra p o r d o v a n es m u y á s p e r a , ellos
siempre c a m i n a n pié l l a n o y c o n f a c i l i d a d .
De c u a t r o á c u a t r o l e g u a s destos dos c a -
minos, en t o d o lo q u e e l l o s d u r a n , h a b i a
aposentos d e l I n g a , d o n d e los q u e c a m i -
naban se a c o g i a n ; y en a l g u n a s p a r t e s
deste c a m i n o , e s p e c i a l m e n t e desde la ciu-
dad del C u z c o a d e l a n t e , h a c i a (1) el E s t r e -
cho de M a g a l l a n e s y p r o v i n c i a s de C h i l e ,
va señalado en el c a m i n o la m e d i a l e g u a
y la l e g u a ; por m a n e r a , q u e sin r e l o x ni
otra c u e n t a , sabe el h o m b r e á cada paso
á donde vá y lo q u e ha c a m i n a d o .
« A s i m i s m o , en c a d a p u e b l o de todos
los desta tierra, y p r i n c i p a l m e n t e en los
destos dos c a m i n o s reales, h a y ó h a b i a
sus a p o s e n t o s reales del I n g a y del S o l ,

\ (I) Hasta copió L a s Casas, pág. i 6 3 .


314 DE L A S ANTIGUAS GENTES

con todo su s e r v i c i o de indios é indias


para servirle á él y á los S e ñ o r e s y capi-
tanes y m e n s a j e r o s quél e n v i a b a de unas
partes á otras, y aposentos y casas de ora-
torios del S o l , con sus servicios de m u j e -
res, que se l l a m a b a n Mamaconas, que eran
c o m o beatas, que g u a r d a b a n castidad; y
si a l g u n a h a l l a b a n en a l g u n a t o r p e d a d ,
l u e g o la m a t a b a n ; y a s i m i s m o otra m u -
cha de servicio. - § - pág- 184 É s t o s
todos tenian larga c u e n t a con los v a g a -
b u n d o s que a n d a b a n por la t i e r r a , y en
n i n g u n a m a n e r a los p e r m i t i a n , ni malas
m u j e r e s , sino que c a d a u n o viviese en
su R e p ú b l i c a y se ocupase en t r a b a j a r y
g a n a r de c o m e r . - S - p á g . 196 Y cer-
ca desto y de otras policias tenian gran-
dísima o r d e n , y en los t r i b u t o s del I n g a
tan grand c u e n t a , que h a b i a en cada pue-
blo destos y p r o v i n c i a c o n t a d o r e s que
t e n i a n c u e n t a con los t r i b u t o s y c o n lo
que cada indio t r i b u t a b a y servia, de ma-
nera que se repartiese el t r a b a j o y no
sirviese u n o m á s que o t r o . Y h o y dia
d u r a entre ellos esta l o a b l e c o s t u m b r e ,
a u n q u e la m a l a que a g o r a h a y se la hace
infinitas v e c e s p r e v e r t i r . - 3 -
- j - P á g s . 190,191 y 192 « A s i m i s m o tenia
cada p u e b l o destos g r a n d cantidad de de-
pósitos donde recogían el m a i z y todos los
315
I DEL PERÚ.

mantenimientos que tributaban al Inga,


y la r o p a y t e l a r e s d o n d e se t e x i a l a ropa
rica p a r a e l I n g a y c a c i q u e s y la o t r a c o -
m ú n de l a g e n t e d e g u e r r a , c o n muchos
depósitos de lana para ello. T e n i a n depó-
sito de p l u m a s d e c o l o r e s p a r a h a c e r t o l -
dos y c a m i s e t a s r i c a s , y en cada pueblo
déstos p l a z a g r a n d e r e a l , y e n m e d i o d e l l a
u n c u a d r o a l t o d e t e r r a p l e n o c o n su e s c a -
lera, m u y a l t o , d o n d e se s u b i a n e l I n g a y
los S e ñ o r e s á h a b l a r a l p u e b l o , y p a r a v e r
la g e n t e d e g u e r r a c u a n d o h a c í a n s u s r e -
señas y j u n c t a s . A s i m i s m o t e n i a n u n a m u y
loable c o s t u m b r e y d i g n a de n o t a r y tener
e n la m e m o r i a , l a c u a l , si l o s españoles
q u e e n t r a r o n e n la t i e r r a g u a r d a r a n , n o s e
hobiera destruido c o m o lo está; y es, q u e
cuando h a b i a gente de guerra entre ellos,
y caminaban aunque fuesen cient mili
hombres, n o habia n i n g u n o dellos de s a -
lir del c a m i n o r e a l á n i n g u n a p a r t e ni l u -
g a r , a u n q u e la f r u t a y lo q u e h a b i a n de
comer estuviese j u n t o al c a m i n o real por
do p a s a b a n , s o p e n a d e m u e r t e ; p a r a l o
cual tenian m u y g r a n d e s g u a r d a s p a r a ver
el q u e s e d e s m a n d a b a , p o r q u e él ó su c a -
pitan lo h a b i a n de p a g a r , y p a r a e s t o t e -
nian los c a m i n o s p o r t o d o l o q u e d u r a b a n
los p u e b l o s , c o n s u s t a p i a s a l t a s , p a r a q u e
no se p u d i e s e n s a l i r d é l a u n q u e q u i s i e s e n
316 DE LAS ANTIGUAS GENTES

h a c e r d a ñ o ; y a p o s e n t á b a n s e , a c a b a d a de
h a c e r la j o r n a d a de c a d a d i a , e n el p u e b l o
que llegaban, en unos galpones y casas
g r a n d e s q u e p a r a el e f e c t o t e n i a n h e c h a s ,
q u e a l g u n a s , y l a s m á s , h a b i a de c i e n t o y
cincuenta pasos de largo, m u y anchas y
espaciosas, donde en cada una cabia gran
cantidad de gente, m u y bien cubiertas,
limpias y aderezadas, con muchas puer-
tas (i), p o r q u e estuviesen m u y claras y
a p a c i b l e s , y a l l í l e s p r o v e í a n p o r su o r d e n
y c u e n t a á c a d a p e r s o n a su r a c i ó n o r d i n a -
ria á él y á su m u j e r , t a n sin bullicio
c o m o si f u e r a n r e l i g i o s o s ; p o r q u e l a g e n t e
c o m ú n d e s t a t i e r r a e r a la m á s s u b j e t a y
h u m i l d e y d i s c i p l i n a d a q u e c r e o y o q u e se
p u d i e r a h a l l a r e n el m u n d o . »

«Lo cual [las discordias entre los


Pizarros y A l m a g r o en el C u z c o ] dejare-
mos ahora, por tratar alguna cosa de lo
q u e se p u d o a l c a n z a r á s a b e r de las co-
sas d e s t o s indios deste reino durante el
t i e m p o que los españoles andaban en es-
tas cosas que tengo dicho, á lo cual lla-
m a n conquista del Perú, y c o m e n z a r é por
la c i u d a d d e l C u z c o c o m o c a b e z a q u e era
de t o d o este i m p e r i o .
«Esta c i u d a d del C u z c o , á l o q u e d i c e n

(i) Y ventanas, añadió L a s Casas, pág. 191.


DEL PERÚ. ' I253

los c o s m ó g r a f o s , está en 14 grados desta


parte de la L í n e a e q u i n o c i a l , á la parte del
Sur. S u p r i n c i p i o y origen n o se puede
saber, ni su f u n d a c i ó n , p o r q u e los n a t u -
rales délla carescen de letras, a u n q u e tie-
nen una m a n e r a de c o n t a d u r í a por unos
cordeles y ñudos, y h a y entre ellos m u y
grandes c o n t a d o r e s desta c u e n t a , c o m o y a
tengo d i c h o ; p e r o c o m o por esta n o se
puede a l c a n z a r á saber su f u n d a c i ó n ni
quién f u e r o n los p r i m e r o s Señores, lo q u e
entre los naturales délla se trata c o m ú n -
m e n t e , es, que en este asiento del C u z c o
muy a n t i g u a m e n t e habia dos m a n e r a s de
orejones. - § - Págs. 43 y 44 L l a m á b a n s e
orejones, p o r q u e traen las o r e j a s h o r a -
dadas, y m e t e n d e n t r o déllas unas rue-
das hechas de j u n c o s a n c h o s , con q u e
acrescientan la o r e j a , y cada u n a d é l l a s ,
puesta la rosca del j u n c o d e n t r o , la h a c e n
tan ancha c o m o una gran rosca de n a r a n -
ja. L o s Señores y principales traían a q u e -
llas roscas de o r o fino en las orejas. L o s
unos destos o r e j o n e s eran trasquilados y
los otros de cabellos largos, que se l l a m a n
hoy dia Chilques; éstos pelearon los u n o s
con los otros, y los trasquilados s u b j e t a r o n
á los otros en tal m a n e r a , q u e j a m á s alza-
ron cabeza ni habitaron por v e c i n o s de la
ciudad del C u z c o ; y así h a y hoy dia p u e -
254 DE LAS ANTIGUAS GENTES

blos déllos p o r l a s c o m a r c a s de la tierra


del C u z c o ; m a s en la p r o p i a c i u d a d no los
c o n s i n t i e r o n m á s v i v i r , s i n o s o l a m e n t e la
g e n t e c o m ú n d é l l o s p a r a servir en lo q u e
les m a n d a s e n . H e c h o esto, dicen estos ore-
j o n e s q u e la manera que hubieron para
tener S e ñ o r e n t r e sí, f u é q u e d e u n a l a -
g u n a questá sesenta leguas del C u z c o , en
l a t i e r r a d e l C o l l a o , q u e se l l a m a T i t i c a c a ,
salió el p r i n c i p a l d é l l o s , q u e se l l a m a b a
Inga V i r a c o c h a , que era m u y entendido y
s a b i o y d e c i a q u e e r a h i j o d e l S o l , y éste
d i c e n ellos q u e les dió policía de vestidos
y h a c e r c a s a s de p i e d r a , é f u é e l q u e e d i -
ficó e l C u z c o é h i z o c a s a s d e p i e d r a , y la
fortaleza é casa del S o l dejó principia-
d a y se d i ó á c o n q u i s t a r l a s p r o v i n c i a s c o -
m a r c a n a s al C u z c o ; de c u y a f á b u l a i n f e -
rimos los e s p a ñ o l e s , que alguna persona
aportó por aquesta tierra a n t i g u a m e n t e de
las partes de la E u r o p a , A f r i c a ó A s i a , y
les dió la policía c o n f o r m e á lo que en
e l l a s se u s a b a e n aquellos tiempos. Este
Inga V i r a c o c h a , que ellos dicen que fué
el p r i m e r S e ñ o r p r i n c i p a l q u e tuvieron,
en la d e n o m i n a c i ó n del n o m b r e c o n f o r m a
m u c h o con el n o m b r e q u e ellos l l a m a n á
los españoles, p o r q u e á cada español lla-
m a n Viracocha, q u e e n su l e n g u a q u i e r e
decir «grosura ó e s p u m a de l a m a r ; » y
DEL PERÚ. 'I 2 5 5

así, I n g a V i r a c o c h a q u i e r e d a r á e n t e n d e r
que a q u e l S e ñ o r salió de la m a r ; de d o n d e
s a c a m o s q u e a q u e l f u é a l g ú n h o m b r e de
la m a n e r a de n o s o t r o s , c o n b a r b a s y v e s -
tido y q u e c u b r i a sus v e r g ü e n z a s , la c u a l
orden g u a r d a n e l l o s , - § - p á g . 201 p o r -
que t o d o s los n a t u r a l e s de lo p o b l a d o sub-
jeto á este S e ñ o r a n d a n v e s t i d o s e l l o s y
sus m u j e r e s c o n h a r t o r a z o n a b l e v e s t i d o ,
y t o d o s los h o m b r e s , a l i e n d e de las c a m i -
setas y m a n t a s q u e t r a e n , t r a e n sus p a ñ e -
tes, y las m u j e r e s c u b i e r t o s sus p e c h o s , de
manera que por ninguna manera pueden
ser v i s t o s si n o se d e s n u d a s e n .
«Entre estos orejones ó Ingas que v i v e n
en el C u z c o , h a y d e n t r o de la c i u d a d d e l
C u z c o d o s p a r c i a l i d a d e s : la u n a es de los
Ingas q u e v i v e n e n H o r i n C u z c o , q u e s e n
lo b a j o d e l C u z c o , y o t r o s q u e v i v e n e n
A n a n C u z c o , q u e es e n el C u z c o de a r r i -
ba, p o r q u e el C u z c o está s i t i a d o en t i e r r a
y llano; y tiénense entre ellos por m á s
h i d a l g o s y n o b l e s los d e l C u z c o de a r r i -
ba, a u n q u e y a se v a p e r d i e n d o esto t o d o
con la v e n i d a de los e s p a ñ o l e s ; de m a n e r a
que y a son tan u n o s t o d o s , q u e n o se
a c u e r d a n casi c u á l es m á s n o b l e . E s t a c i u -
dad era m u y g r a n d e y m u y p o p u l o s a , de
grandes e d i f i c i o s y c o m a r c a s . C u a n d o los
españoles e n t r a r o n la p r i m e r a v e z en e l l a ,
256 DE LAS ANTIGUAS GENTES

había g r a n c a n t i d a d de g e n t e ; seria p u e b l o
d e m á s de c u a r e n t a m i l i v e c i n o s s o l a m e n -
t e l o q u e t o m a b a la c i u d a d , q u e a r r a b a l e s
y c o m a r c a en derredor del C u z c o , á diez ó
doce leguas, creo yo que habia docientos
m i l i indios, porquesto era lo más p o b l a d o
de todos estos r e i n o s . -«-I—pág. 179 To-
d o s l o s S e ñ o r e s p r i n c i p a l e s de t o d a l a t i e -
r r a t e n i a n e n el C u z c o s u s c a s a s y s e r v i -
cio, y enviaban allí sus hijos é parien-
t e s á q u e a p r e n d i e s e n la l e n g u a general
d e l C u z c o y la p o l i c í a y c ó m o habían de
o b e d e s c e r y s e r v i r a l I n g a ; y es c o s a c i e r -
ta, que n i n g ú n h i j o de S e ñ o r ó principal
n a s c i a en t o d o este reino, q u e n o h o b i e s e
g r a n d c u i d a d o c o n él su p a d r e s o b r e q u e
d e p r e n d i e s e la l e n g u a del C u z c o y la m a -
n e r a q u e h a b i a de t e n e r e n s a b e r o b e d e s -
c e r y s e r v i r , así a l I n g a c o m o á s u s m a y o -
res y principales, y tenian por m u y prin-
c i p a l a f r e n t a n o s a b e r l o ; y el q u e n o l o s a -
b i a y e r a e n e l l o i n h á b i l , n o le d a b a n ja-
m á s señorio. Y aun ahora he visto y o c a -
c i q u e s m o s t r a r á s u s h i j o s la m a n e r a q u e
h a n de t e n e r p a r a s a b e r s e r v i r á l o s c r i s -
t i a n o s , y h a c e r l e s m o s t r a r la l e n g u a e s p a -
ñ o l a p a r a e l e f e c t o ; y e s t o h a s a l i d o de la
antigua y loable costumbre que tenian en
t i e m p o d e l I n g a (1). - j

(1) A este pasaje se refiere la segunda nota de la pá-


gina 180.
DEL PERÚ. 257

- j - P á g s . 43 y 44 « L a o r d e n q u e estos
Ingas tenían en h o r a d a r las o r e j a s á sus
(1) e r a e s t a : q u e t r e s ó c u a t r o m e s e s a n t e s
q u e se l a s h o r a d a s e n , se j u n t a b a n gran
cantidad de m o c h a c h o s de catorce años
arriba, y h a b í a n de partir del C u z c o co-
rriendo con grand grita y r e g o c i j o , y ha-
bían de s u b i r sin d e s c a n s a r unas sierras
altas q u e e s t á n f r o n t e r o d e l C u z c o , d o n d e
tenían grandes adoratorios y idolatrías, y
los q u e p r i m e r o s l l e g a b a n y c o n m á s f u e r -
za y a l i e n t o s u b í a n , e r a n t e n i d o s en m á s
estima y reputación, y desde allí q u e d a b a n
señalados para adelante para las peleas,
por m á s s u e l t o s y m á s p r o v e c h o s o s para
las c o s a s d e g u e r r a ; y a l c a b o d e l o s c u a -
tro m e s e s q u e o r d i n a r i a m e n t e t e n í a n e s t e
ejercicio c o m o militar, les h o r a d a b a n las
orejas, haciendo grandes fiestas y ofres-
ciéndoles sus deudos y parientes oro,
plata y v e s t i d o s y otras muchas cosas,
y eran tenidos y e s t i m a d o s de allí ade-
lante por caballeros y gente principal
en t o d a s l a s p r o v i n c i a s s u b j e t a s al Cuz-
co; - S - pág. 195 y juntamente con
este e j e r c i c i o l e s a m o n e s t a b a n cómo ha-
bían d e s e r v i r a l I n g a y m o r i r p o r él c a d a
vez q u e se les o f r e s c i e s e ; y l a r a z ó n por-

(1) Deba de faltar hijos.—Nota de D. J. B. Muno\•

18
258 DE LAS ANTIGUAS GENTES

que hacian estas c i r i m o n i a s , era p o r q u e


estos orejones peleaban siempre en sie-
rras y tierras ásperas, t o m a n d o los altos
de presto á los enemigos y ganándoles
las f o r t a l e z a s ; y para esto era m e n e s t e r
que fuesen muy sueltos en las cuestas
y reventones aquellos hijos de Señores
que habían de ser caudillos de l o s de-
más, porque, no siendo sueltos para su-
bir u n a sierra corriendo á más correr en
tiempo d e n e c e s i d a d , se p o d r í a n perder
ellos y los indios que llevasen encomen-
d a d o s ; y así, c u a n d o o r d e n a b a n la gente
d e g u e r r a , de c i n c o en c i n c o se p o n í a n en
ó r d e n , y e l u n o d e l o s c i n c o h a b i a d e ser
u n o de aquellos orejones, para que ani-
m a s e á l o s o t r o s ; y de v e i n t e y c i n c o en
veinte y cinco, habia un caudillo y capi-
tan. - f -
«La manera que el I n g a t u v o en conquis-
tar tanta tierra, e r a , q u e , c o m e n z a n d o des-
de el C u z c o , p o c o á p o c o p e l e a n d o con los
comarcanos, los v e n c i e r o n á todos, y pa-
s a n d o a d e l a n t e , - i - p á g . 193 e n ganando
la p r o v i n c i a , l e s m a n d a b a n q u e se v i s t i e -
s e n t o d o s á l a m a n e r a de l o s I n g a s e l l o s y
sus m u j e r e s , é hiciesen casas de piedra y
pueblo en el c a m i n o real con su plaza y
a p o s e n t o s d e l I n g a y s u s c a s a s de Mama-
conas, que eran c o m o beatas del servicio
DLL PERÚ. 2 59
del Sol, de que y a se ha h a b l a d o , y a p o -
sentos para la g e n t e de g u e r r a ; y
hecho esto, cada v e z e n g r u e s a b a el Inga su
ejército para lo de adelante. Y t e n i a n gran-
des depósitos en el C u z c o y en todas sus
provincias de m u n i c i o n e s de g u e r r a , c o n -
viene á saber, de lanzas y rodelas, flechas
y municiones; - i - pág. 195 e s p e c i a l m e n t e
para ganar fortalezas y pasos dificultosos,
tenían unas rodelas tejidas de palos y d e a l -
godon, que se cubría c o n cada una déllas
poco más de veinte h o m b r e s . - S - E l tiem-
po questos Ingas se o c u p a r o n en c o n q u i s -
tar, como n o está por escrito, no se p u e d e
saber, más de que paresció en los edificios
y asiento de la tierra ser cosa m u y anti-
gua este S e ñ o r í o .
Pág. 145 «La m a n e r a del g o b e r n a r
era, que el I n g a , S e ñ o r p r i n c i p a l , se i n t i -
tulaba por este v o c a b l o : Capa Inga, que
quiere decir «solo S e ñ o r , » y tenia otro
nombre de que m á s aún se p r e c i a b a y se
lo llamaban por g r a n e x c e l e n c i a y con
grand acatamiento, q u e era Endichuri [In-
tipchuri], que q u i e r e decir «hijo del Sol,»
porque el I n g a d a b a á entender que era
hijo del S o l , y que el S o l n o tenia otro
hijo ni él tenia otro p a d r e , y con este tí-
tulo se hacia a d o r a r y g o b e r n a b a princi-
palmente en tanto g r a d o , q u e nadie se le
324 DE LAS ANTIGUAS GENTES

a t r e v í a , y su p a l a b r a e r a l e y , y n a d i e o s a b a
i r c o n t r a su p a l a b r a ni v o l u n t a d , q u e si
f u e s e ó p e n s a s e q u e á l a h o r a h a b i a d e ser
confundido, Y l a s fiestas q u e é l h a c i a
a l S o l , d a b a á e n t e n d e r q u e l a s h a c i a á su
padre. A u n q u e hobiese de m a t a r cien mili
indios, no h a b i a n i n g u n o en su r e i n o que
le o s a s e d e c i r q u e n o l o h i c i e s e . A t o d o lo
q u e l I n g a d e c i a le r e s p o n d í a n : ¡Ho Inga!,
c o m o si d i j e s e n : «es m u y bien, Inga;» y
R a d i e s a b i a ni o s a b a s a l i r , a u n q u e fuese
la s e g u n d a p e r s o n a , so p e n a q u e h a b i a de
m o r i r por ello.
- § - P á g . 168 ( i ) « T e n i a p o s t a s e n t o d o
s u i m p e r i o de m e d i a á media legua, que
n o esperaban otra cosa sino su m a n d a d o ;
el cual, en v i n i e n d o á m á s correr, l l e g a b a
á la otra posta, y en muy breve tiempo,
a u n q u e f u e s e n q u i n i e n t a s l e g u a s , se s a b i a
en las más distantes provincias l o q u e el
I n g a m a n d a b a ; y a s í , c u a n d o él enviaba
un mensajero con una porra darmas, en
la cual iba colgada u n a seña suya, era obe-
descido y reverenciado c o m o su propia
persona; —f- y lo m i s m o cualquier capi-
t a n q u e él e n v i a b a á l a s p r o v i n c i a s q u e se
le rebelaban ó no querían s e r v i r p o r la

(I) L o acotado tuvo presente Las Casas al escribir


la última parte del cap. 19, y en el 22, las págs. 192
y 193-
325
I DEL PERÚ.

orden y forma que les había puesto, sin


destruir la provincia por dó p a s a b a n , c o m o
nosotros h a c e m o s .
- 1 - P á g . 183 «Era tanta la orden que te-
nia en todos sus reinos y p r o v i n c i a s , q u e
no consentía h a b e r n i n g ú n indio p o b r e n i
menesteroso, p o r q u e habia orden y f o r -
mas para ello, sin que los p u e b l o s recibie-
sen v e j a c i ó n ni molestia, porque el I n g a
lo suplía de sus t r i b u t o s ; - g ~ - S - p á g i -
na 134 ni se m o v í a n los naturales á an-
darse de unas partes á otras sin m a n d a d o
de sus c a c i q u e s y principales; y los q u e
tomaban d e s m a n d a d o s , c a s t i g á b a n l o s c o n
grand rigor y e j e m p l o , -§*•
Págs. 179 y 180 «Era el Inga y t o d o s
sus subditos e n e m i c í s i m o s en g e n e r a l de
todos los que se le a l z a b a n , y con los q u e
más veces se le habían r e b e l a d o , e s t a b a
peor él y todas sus p r o v i n c i a s , y eran te-
nidos en g r a n d o p r o b i o de todos; y n o l e s
permitía n i n g ú n g é n e r o de a r m a s , y s i e m -
pre los a v i l t a b a n de p a l a b r a y en sus re-
franes, c o m o á los indios del C o l l a o , que
les l l a m a b a n ajnacolla, c o m o quien decía
«el indio del C o l l a o h i e d e ; » y á los traido-
res entre ellos l l a m a b a n aucaes; y esta
palabra es la m á s aviltada de todas c u a n -
tas pueden d e c i r á un i n d i o del P e r ú , q u e
quiere decir «traidor á su Señor;» y así
262 DE LAS ANTIGUAS GENTES

ahora el I n g a que anda alzado (i), llama


á los indios destos reinos, p o r q u e no le
quieren acudir, aucas, y ellos, por respecto
de los cristianos, le llaman á él y á los
que le siguen el m i s m o n o m b r e de Inga
auca. —i—

«La manera de las idolatrías


destos reinos.

- a - P á g . 62 «La m a n e r a de las idola-


trías destos reinos todas p r o c e d í a n de las
q u e h a b i a en la c i u d a d del C u z o , porque,
c o m o t e n g o d i c h o , c u a n d o el I n g a ganaba
u n a p r o v i n c i a , les daba las m a n e r a s de lo
q u e h a b í a n de g u a r d a r en su servicio y lo
que habían de adorar, y los instruían en
los sacrificios .y les m a n d a b a n h a c e r sus
adoratorios y doctarlos y ofrecerles muy
l a r g o con m u y g r a n d s e r v i c i o de m u j e r e s
y h o m b r e s , y estos respectaban y eran
súbditos t o d o s á la casa del S o l del C u z -
co ^ y al c o m o Papa que ellos allí te-
n í a n , y le d a b a n cuenta de los o f r e c i m i e n -
t o s y r i q u e z a s que les daban. E n el C u z c o
h a b i a casas del S o l que eran m u y bien
obradas de c a n t e r í a y cercadas j u n t o á la

(1) Titu CUSÍ Yupangui, y despues de bautizado,-


ilustrísimo señor don Diego de Castro Titu Cusi Y u -
pangui. Era hijo de Mango Inga Yupangui.
DEL PERÚ. ' I263

techumbre de una p l a n c h a de o r o de p a l -
mo y medio de ancho, y lo m i s m o tenian
por de dentro en cada b o h i o ó casa y apo-
s e n t o . - ! - P á g . 90 T e n i a el p r i m e r p a t i o u n a
grand pila de piedra, bien h e c h a , d o n d e
ofrecían c h i c h a , ques u n b r e v a j e hecho de
maíz, á m a n e r a de c e r v e z a , diciendo q u e l
Sol b a j a b a allí á beber. ^ - S - P á g . 97
Tenia u n m a i z a l de o r o c o n sus cañas y
mazorcas, antes que entrasen á donde es-
taba el b u l t o del S o l . E l b u l t o del S o l te-
nian m u y grande de oro, - I - y todo el ser-
vicio desta casa era de plata y o r o ; y t e -
nian doce h o r o n e s de plata b l a n c a que dos
hombres n o abrazarían cada u n o , cuadra-
dos, y eran más altos que u n a buena p i c a ,
donde e c h a b a n el m a í z que h a b í a n de dar
al Sol, según ellos d e c í a n , que comiese y
bebiese. P á g . 97 E s t e S o 1 escondie-
ron los indios de tal m a n e r a , que hasta
hoy no h a p o d i d o haber sido descubierto:
dicen q u e l Inga alzado lo tiene c o n s i g o .
Ningund indio c o m ú n osaba pasar por la
calle del S o l , c a l z a d o , ni n i n g u n o , a u n q u e
fuese S e ñ o r , e n t r a b a en las casas del S o l
con zapatos. T e n i a esta casa más de
cuatro mili personas, h o m b r e s y m u j e r e s ,
de servicio; era riquísima y abundosísima
de ganados, depósitos de todas las cosas
de la gran a b u n d a n c i a que de todas las
264 DE LAS ANTIGUAS GENTES

partes le ofrecian. E n el tiempo que los


cristianos entraron en el C u z c o , era como
Papa ó Grand Sacerdote desta casa y de
todas las demás de todos estos reinos, un
Inga, grand Señor, que se llamaba Vilao-
ma; éste solo se intitulaba en la lengua
de los indios Indivianam [Intipyanan],
que quiere decir «siervo ó esclavo del Sol».
E r a éste la segunda persona del Inga, por-
que el Inga se llamaba H i j o del Sol, y éste,
Esclavo del Sol; á los cuales todos estos
obedecian, al Inga como á solo Señor é
h i j o del Sol, y á este V i l a o m a c o m o solo
siervo ó esclavo del Sol. - I b Págs. 97, 98
y 99 L a orden por donde fundaban sus
huacas, que ellos llamaban á las idolatrías,
era porque decian que todas criaba el Sol,
y que les daba madre, por padre; que mo-
chaban (1) á la T i e r r a , porque decian que
tenia madre, y teníanle hecho un bulto y
susadoratorios; y al fuego decian que tam-
bién tenia madre; y al maíz y á las otras
sementeras, y á las ovejas y ganados de-
cian que tenían madre; y á la chicha, ques
el brevaje que ellos usaban, decian quel
vinagre délla era la madre, y lo reveren-
ciaban yllamaban mama aqua (2),madre del

(1) De muchhani, adorar.


(2) Mama akca.
DEL PERÚ. ' I265

vinagre; y á cada cosa adoraban destas á


su manera y le tenian hecho, c o m o digo,
sus casas, y puesto su servicio muy cum-
plido, y particularmente á la Mar decían
que tenia madre y que se llamaba Masi-
macocha [Mamacocha] (1), que es madre
de la Mar, y le tenían grand respecto; y al
oro asimismo decían que era lágrimas
quel Sol lloraba; y así, cuando hallaban
algund grano grande de oro en las minas,
sacrificábanle y henchíanlo de sangre y
poníanlo en su adoratorio, y decían ques-
tando allí aquella huaca (2) ó lágrima del
Sol, todo el oro de la tierra se vernia á
juntar con él, y que de aquella manera,
los que lo buscaban lo hallarian más fá-
cilmente. —f~
«Desta manera, procediendo por todas,
lo enseñaban á todas las provincias que
conquistaban, y les hacían servir á todas
estas huacas. - g - P á g s . 54, 88 y 120? Y asi-
mismo, todos los Señores de la tierra, do
quiera que estuviesen, se hacían adorar

(1) Una prueba de que Las Casas no conocía el qui-


chua ni el país donde se habla este idioma, es haber
copiado el nombre de Mamacocha en forma equivocada
y semejante á este de Masimacocha, á saber: Machi-
macocha.
(2) Huaccani, en quichua, es llorar; lágrima se dice
hueqque.
266 DE LAS ANTIGUAS GENTES

en vida y en muerte, y despues de muer-


tos cada uno de sus indios y parcialidades,
como por padres de donde los otros ha-
bían procedido, y les hacían cada día casi
ordinariamente sus ofrecimientos, y ente-
rraban con ellos mujeres vivas, diciendo
que las habían menester, para que allá en
la otra vida les sirviesen, y que no era ra-
zón questuviesen ni durmiesen sin com-
pañía y servicio; y cada año les remuda-
ban de ropa y vestuarios, y enterrábanlos
en bóvedas bien hechas, con todo el oro,
plata y ropa que en su vida cada uno ha-
bia poseído. Y esto basta cuanto á las
idolatrías; y porque son tantas y de tantas
maneras, que, para entender las demás,
basta apuntar éstas y entender que en
toda la tierra las hacían estos Ingas y Se-
ñores del C u z c o . Págs. 98 y 99 Y no
dejaré de decir, que todas las veces que
los indios comian alguna cosa, la ofrecen
al Sol; y si se hallan junto al fuego, la
echan en él por manera de adoracion,
con grand reverencia; y cada vez que pa-
san algún puerto de nieve ó frío que en-
c u m b r a , tienen allí por huaca y adoracion
y señal que la hay, un grand monton de
piedras [apachetas], y en muchas partes
puestas muchas saetas ensangrentadas, y
ofrecen allí de lo que llevan; y algunos
DEL PERÚ. ' I267

dejan algunos pedazos de plata, y otros


se tiran de las cejas y pestañas y algunos
cabellos (1) y los ofrecen con grand reve-
rencia; y tienen por costumbre de c a m i -
nar por allí muy calladamente, y no osan
hablar, porque dicen, si hablan, que se
enojarán los vientos y echarán mucha
nieve y los m a t a r á n , - f -
«Por la verdad de Nuestro S e ñ o r , aun-
que la doctrina sagrada de nuestro Dios
no ha abundado hasta agora en estos rei-
nos, muchas cosas déstas se han quitado
á estos naturales y no las osan hacer; y
los más no la saben y a hacer, porque ya
los viejos que las hacian y hechiceros son
casi muertos; y es tanto el miedo que tie-
nen á la religión, que no lo hacen ni se
acuerdan déllo, y si los reprenden los Pa-
dres por ello, responden que muy anti-
guamente, antes quel Inga los ganase,
ellos no tenian aquellos adoratorios ni
sabian qué se era, y que los Ingas se los
hacian tener; pero que ya que ven que
aquello de los Ingas todo era mentira y

(I) Yendo el año de 1874 de Guayaquil á Quito,


entrado ya en la Sierra, vi en los cortes y laderas
del camino unas hornacinas excavadas toscamente y
llenas de cabellos, pedazos de uñas y otros objetos, de-
positados allí por ofrendas; muestras de las supersti-
ciones que aquí se apuntan.
268 DE LAS ANTIGUAS GENTES

todo se deshizo, y que lo que les dicen los


Padres es lo bueno, que no quieren sino
ser hijos de Dios y ser cristianos, y en toda
esta tierra no se ha entendido otra cosa
en contra désto. L a falta está en los pocos
religiosos que hay para la doctrina y en
el poco hervor que los que gobiernan y
los encomenderos y los españoles que por
acá hay ponen en questos pobres se con-
viertan; porque c o m o su codicia es tan
insaciable, que nunca entienden sino en
cómo se harán riquísimos con los traba-
jos excesivos de los indios, así por la tasa
que tienen, como sin ella, ocupándolos
siempre en sus chácaras, minas y granje-
rias, y en cargas y caminos y guardas de
ganados y servicio impersonal (sic), en
tanto grado, ques verdad que no se acuer-
dan de sí mismos, con el cuidado y veja-
ciones que les ponen estas cosas; y plu-
giese [sic) á Nuestro Señor que se ensol-
viese (sic) en esto, con que no se muriesen
y disminuyesen de cada dia. Y no quiero
guardar esto para otro lugar, pues se me
ofrece decirlo aquí, ques tanta la dismi-
nución de los naturales desde que los es-
pañoles entraron en la tierra hasta h o y ,
sin haber en ella mortandad notable, sino
es por causa de guerras y notables traba-
jos, que hay muchos repartimientos que
DEL PERÚ. ' I269

tenian á cinco ó seis mili indios cuando


en los principios se repartió la tierra, y
agora no tienen á doscientos, y los valles
y las tierras donde moraban están vacíos
de hombres y m u y llenos de ganados y
estancias de los españoles, ques argu-
mento que los españoles desta tierra, por
la mayor parte, son más amigos de criar
ganados que hombres. Y o he visto muchos
valles en esta tierra, que por causa de los
ganados ser tantos y tan importunos, re-
traerse los indios á sembrar en los pedre-
gales y arenales inútiles, y poseer los ga-
nados sus mejores aposentos y tierras de
pan cojer. Una de las cosas quel Visorrey
don A n t o n i o de Mendoza apuntó en estos
reinos cuando los vido y entendió que es-
taban llenos de ganados y vacíos de hom-
bres, dijo que se apercibiesen todos de echar
los ganados de los valles y los subiesen á
las sierras, porque él quería que en los
bajos se criasen antes hombres que ga-
nados; y como le llevó Nuestro Señor, esto
cesó y se está la cosa c o m o ántes, y aún
plega á Nuestro Señor no esté peor, lo
cual y o temo harto (1).

(1) Por este pasaje resulta que la presente relación


se escribió durante los años que transcurrieron entre la
muerte del virey Mendoza (1552) y la gobernación del
marqués de Cañete el viejo, que principió en 1555.
334 DE LAS ANTIGUAS GENTES

«Por ser tan confusa la historia destos


naturales destos reinos, no quiero traer
más origen de los Señores déllos de lo que
los antiguos que al tiempo que los espa-
ñoles entraron en la tierra se acordaban
por vista de ojos, porquesto es lo verdade-
ro, pues no alcanzaron letras para más de
lo que la vista les diese á entender. Y es
de saber, que cuando los españoles entra-
ron en el C u z c o , habia indios que se acor-
daban de un Señor Inga que se llamaba
T u p a Inga Y u p a n g u e , el cual fué padre de
G u a i n a c a b a , padre de T a b a l i p a y de Guas-
car y de Mango Inga, y dejó otros mu-
chos, pero questos tres fueron los más
principales y los que los españoles alcan-
zaron (1) á los principios de la tierra á ver.
Este T u p a Inga Y u p a n g u e conquistó por
su persona, según dicen los indios, la ma-
y o r parte destos reinos y fué m u y valero-
so, y hizo y acrecentó los caminos reales
de la Sierra y Llanos, quinientas leguas de
aquella parte del C u z c o . Este conquistó el
Collao, que se le rebeló muchas veces, y
desdel Cuzco hasta las provincias de C h i -
le, que son quinientas l e g u a s , y toda su
avitacion (sic) fué desdel C u z c o hacia el

(1) Aleáronla, decia en el original.—Nota de don


J. B. Muñoz.
DEL PERÚ. 271

Estrecho de Magallanes; y trabajó mucho


y al cabo vino á morir en el C u z c o . Y su-
cedióle su hijo Guainacaba, que en lengua
del Cuzco quiere decir «mancebo rico.»
Este Guainacaba fué tan valeroso y tan
amigable de los suyos, que no solamente
sustentó lo que su padre habia ganado,
pero vino ganando desdel Cuzco hasta la
provincias de Quito y los Pastos. T u v o
grandes guerras en Quito y al cabo los so-
jusgó y dió policia por la orden que y a es
dicha, y hizo gran estrago en los guama-
racenas (1), que es en las provincias de
Ottavalo y C a y a m b e ; y andando ocupado
en esto, dicen los indios de Quito que que-
ría pasar á descubrir las provincias de P o -
payan,y tuvo noticia que no era parte para
ello; y c o m o era tan grand Señor, que te-
nia más de mili leguas de Señorío y le hi-
cieron aquella gente inespunable, y los
suyos acobardaban y no querían ir en
aquella conquista, murió de pesar é ima-
ginación, diciendo que ¿cómo era posible
que siendo el solo hijo del Sol y solo I n g a ,
pudiese haber otro mayor Señor y otras
gentes más fuertes que las suyas y de tal
manera que los suyos no los osasen a c o -
meter? Dicen que alcanzó á tener noticia

(1) Huambracunas.
336 DE LAS ANTIGUAS GENTES

de cómo los españoles llegaron la primera


vez á T ú m b e z ; y dicen que dejó mandado
á sus hijos que no peleasen con los cris-
tianos, y otras cosas que, por no ser de
importancia, no las pongo aquí. A l tiempo
que Guainacaba murió en las provincias
de Quito, tenia dos hijos en quien tenia
puesta toda su esperanza, quel uno era
Guascar, h i j o de su mujer y heredero le-
gítimo, á quien venian de derecho todos
los reinos y señoríos del padre, por ser hijo
de hermana suya, según la costumbre des-
tos Señores del C u z c o , quellos solos se po-
dían casar con sus hermanas, para la pro-
creación de los hijos; y los que eran hijos
del Inga y de hermana del Inga, aquellos
heredaban como más propíneos y de más
esclarecido linaje; y si otros indios algu-
nos, aunque fuesen Señores, tenían á sus
hermanas por mujeres ó llegaban á ellas,
teníanlos por malos. E l otro hijo de Guai-
nacaba era A t a v a l i p a , que era su hijo y de
u n a india natural de las provincias de
Quito, y para con los Ingas no era tenido
en tanto c o m o el que era hijo de Señora
del C u z c o , á quien ellos llaman palla, y
los más preminentes y honrados son los
que son hijos de coya, que este solo nom-
bre tienen las hijas del Inga, y las más
principales déllas eran las hijas de herma-
DEL PERÚ. 273

na y mujeres del Inga. A s í que, Guainaca-


ba, no embargante que su hijo Guascar
era Señor universal, despues de sus días,
destos reinos, quería y deseaba partirlos
y dar la mitad déllos al A t a v a l i p a , la cual
cosa era aborrecible á todos los Incas y
Señores del Cuzco; y tiénese por cierto,
que ántes que muriese Guainacaba, trató
esto con su h i j o Guascar y se lo invió á
rogar al Cuzco, y él no hacia buen rostro
á lo que su padre le rogaba. E n conclu-
sion, Guainacaba dejó á su hijo A t a v a l i p a
lo de Quito y lo demás quedó á G u a s c a r ,
que era Señor del C u z c o . Y aún bien no
le constaba á Guascar de la muerte de su
padre, cuando envía ejército sobre T a v a -
lipa, para que le desposeyesen de lo quel
padre le habia dejado, y mandaba que se
lo llevasen preso al C u z c o , para hacer jus-
ticia dél. Y así fué hecho, que favorecie-
ron para esta guerra tanto é instaron las
provincias de los Cañares, que eran co-
marcanas á las de Q u i t o , que despues
de haber peleado los unos con los otros,
- f - p á g . 238 fué preso Atavalipa por la gen-
te de su hermano Guascar y puesto en pri-
sión; de la cual, metiéndole un principal,
amigo suyo, una barreta de cobre de no-
che, cavó la casa y prisión donde estaba y
se salió y salvó, y dende á poco tiempo

18
274 DE L A S ANTIGUAS GENTES

t o r n ó á a c a u d i l l a r gentes de aquellas de
Quito, que le a m a b a n mucho, por ser
su n a t u r a l , y c o n e j é r c i t o r e v o l v i ó sobre
las p r o v i n c i a s de las C a ñ a r e s , que le h a b i a n
sido c o n t r a r i a s , y d e s t r u y ó l a s y m a t ó la
más de la g e n t e déllas y pasó adelante y
f u é j u n t a n d o gente y e j é r c i t o ; y c o m o las
gentes y p r o v i n c i a s por d o n d e pasaba le
c o n o s c i a n por tan valeroso, a c u d í a n l e y
h o l g a b a n de le servir contra su h e r m a n o
G u a s c a r . Y e n v i ó delante de sí dos capi-
tanes con g r a n d cantidad de g e n t e al C u z -
c o á pelear c o n t r a su h e r m a n o G u a s c a r , y
él iba p o c o á poco con la demás g e n t e con
u n g r u e s o c a m p o , en t i e m p o que los espa-
ñoles c a m i n a b a n por la costa y v e n í a n ha-
cia donde él estaba; el c u a l , c o m o estaba
avisado de su venida., a u n q u e habia y a pa-
sado más de veinte ó treinta leguas de C a -
j a m a l c a , v o l v i ó á verse con los españoles á
C a j a m a l c a , y en el camino,'en la p r o v i n c i a
de G u a m a c h u c o , m a n d ó q u e m a r u n a ¡ma-
ca y idolatría m u y p r i n c i p a l y d o n d e el
D e m o n i o daba respuestas, p o r q u e d i j o allí
á los hechiceros que le s e r v í a n , que A t a -
valipa habia d? ser v e n c i d o de los cristia-
nos, y de esta m o h í n a no d e j ó h e c h i c e r o de
todos los de aquella p r o v i n c i a v i v o que
n o mandase matar; y así fué á C a j a m a l c a ,
d o n d e le p r e n d i e r o n los españoles y le pi-
DEL PERÚ.

dieron por su persona una casa de oro y


plata, el cual se la inchió; y cumplido él
esto, le mataron, c o m o ya hemos dicho.
Dícese que estando preso, le vino nueva
cómo sus capitanes Quisquís y Chiricuchi-
ma,áquien él habia enviado al C u z c o , des-
pues de haber habido grandes batallas con
Guascar, en las cuales á los principios él
fué vencedor y despues con una cautela
que usó con él el capitan general de A t a -
valipa Chiricuchima, fué preso y muerta
mucha parte de su gente; y teniéndole pre-
so el Chiricuchima, con engaño le d i j o
un dia, que él entendía que A t a v a l i p a no
era Señor natural sino él, que él le quería
entregar toda la gente que traía de guerra
y le quería servir contra su hermano T a -
valipa, y que para ello mandase juntar to-
dos los Señores y principales del C u z c o ,
porque en presencia déllos se hiciese aquel
auto; lo cual el Inga Guascar mandó po-
ner luego por obra, y juntados más de dos
mili Señores en la plaza del C u z c o , m a n -
dó el Chiricuchima que diesen en ellos, y
allí los hicieron á todos pedazos, y á las
señoras del C u z c o que pudieron haber,
mataban, y á las que estaban preñadas sa-
caban los hijos por los ijares, porque este
capitan pretendía acabar toda la genera-
ción de los Ingas, porque él y su Señor se-
276 DE LAS ANTIGUAS GENTES

noreasen más l i b r e m e n t e . Y despues que


hobo hecho esto, envió mensajeros á su
Señor A t a v a l i p a , el cual estaba á la sa-
zón (1), y dicen que envió á mandar que
matasen luego á su h e r m a n o Guascar,
porque, si le viesen los cristianos, no le
diesen la vida y le tornasen á restituir en
el señorio del C u z c o ; lo cual c o m o fué he-
cho, sabida la certinidad de ello por el
T a v a l i p a , dicen que se estaban un dia ri-
y e n d o y que le preguntó, mirando en ello,
el gobernador P i z a r r o , de qué se reia; el
cual le dijo: «yo te lo diré, Señor: has de
saber que mi hermano Guascar decia que
habia de beber con mi cabeza; é y o he be-
bido con la suya é y a me han traido su ca-
beza para ese efecto; y tú beberás con la
suya y con la mia; y o pensaba que no bas-
taba todo el mundo para c o m i g o (sic), y
tú con cien españoles me has prendido y
muerto mucha parte de mi gente.»

«Aquel Paulo T u p a [Paullu T á p a c ] her-


mano del Inga, era un indio muy discreto
y sabio y de mucho tomo. F u é con A l m a -
gro á las provincias y descubrimiento de
C h i l e y pasó muchos trabajos en el viaje
y sufriólos con buen ánimo; y vuelto al

(I) Falta preso ó en Caxaviarca.


DEL PERÚ. ' I277

Cuzco, le dieron las casas de Guascar en


que viviese, que eran las más principales
casas del Cuzco, y le dieron un reparti-
miento de dos mili indios en la provincia
de los Cañares, y mandaba el C u z c o y
todos los naturales dél; y murió cristiano
y mandó hacer una capilla, donde se en-
terró, sumptuosa, y servíase de españoles,
y tenia su misa; y por la misma orden ha
quedado su casa y memoria en el C u z c o ,
porque sus hijos se tratan c o m o cristia-
nos y tienen su doctrina evangélica. P o r
la verdad de Nuestro Señor quiero poner
aquí una cosa que hicieron todos los na-
turales del C u z c o el dia de su muerte (1),
por ser cosa notable y de buena disciplina
y ejemplo. C o m o supieron que había espi-
rado, todos los indios de guerra vecinos
del C u z c o , con todas sus armas de flechas
y lanzas y porras, cada uno con lo que
servia en la guerra, se subieron á la casa
del dicho Inga Paulo y la cercaron toda y
se ponían encima de todos los altos y pa-
redes, apoderándose délla, dando grandes
voces y grita. Aliende que todos los mora-
dores del C u z c o lloraban á voz en g r i t o ,

(I) Unos la ponen en m a y o de 1549, otros en l 5 5 i ;


Cieza de L e ó n dice q u t presenció su cabo de año en e i
de l 5 5 o .
278 DE LAS ANTIGUAS GENTES

estos se señalaron más, y allí se estuvie-


ron guardando la casa del dicho Paulo
T u p a hasta que lo enterraron. Y pregun-
tando que p o r q u é habian ocurrido allí
aquellos indios de guerra en aquel tiem-
po que serian hasta cuatrocientos o qui-
nientos, dijeron que era costumbre del
Cuzco, que cuando m o n a el Señor natu-
ral, porque con la alteración de la nove-
dad no se metiese algund tirano en las ca-
sas del Señor y se enseñorease de la mu-
jer é hijos del Señor y los matase y to-
mase y tiranizase la ciudad y el reino,
venian allí á estorbarlo y no se volvían á
sus casas hasta quel hijo del Señor muer-
to quedase señalado por Señor universal
del imperio. E n el entierro deste Señor
lloraba toda la cibdad cristiana é in-
dios.»

.» . p á g . 93 «Acaescieron estas cosas


[insultos y vejaciones á Mango Inga, sa-
queo de su casa y su refugio en la cámara
de A l m a g r o ] en el mes de abril de 1535.
cuando en el valle del C u z c o tenian cos-
tumbre hacer cada año un grand s a c n h -
cio al Sol y á todas las huacas y adora-
torios del C u z c o por ellos y por todas
sus provincias y reinos, las cuales comen-
zó el Inga de hacer y duraron ocho días
DEL PERÚ. 2 79

arreo, d a n d o las gracias al S o l por la co-


secha pasada y suplicándole que en las
sementeras por venir les diese b u e n o s fru-
tos Y a u n q u e esto a b o m i n a b l e y detesta-
ble era, por hacerse estas fiestas y adora-
ciones á la c r i a t u r a , d e j a d o el criador a
quien se habian de h a c e r gracias d e b i d a s ,
es cosa de grand e j e m p l o para e n t e n d e r
las gracias que s o m o s o b l i g a d o s a dar a
Dios v e r d a d e r o , S e ñ o r N u e s t r o , por los
bienes recibidos, de lo cual nos descuida-
mos tanto c u a n t o m á s le d e b e m o s .
«Sacaban en u n l l a n o ques á la salida del
C u z c o hácia do sale el S o l , en a m a n e -
ciendo, todos los b u l t o s de los a d o r a t o n o s
del C u z c o , y los de m á s autoridad p o n í a n
d e b a j o de toldos de p l u m a s m u y ricos y
bien obrados, que p a r e c i a n m u y b i e n ; y
hacian desta t o l d e r i a u n a calle, q u e dis-
taban la u n a tolderia de la otra u n grand
tiro de h e r r ó n , en la c u a l distancia se ha-
cia u n a calle m u y a n c h a ' d e m á s de treinta
pasos, v en esta calle se p o n i a n todos los
Señores y p r i n c i p a l e s del C u z c o sin entre-
venir S e ñ o r a l g u n o de otra g e n e r a c i ó n , y
éstos todos eran o r e j o n e s m u y r i c a m e n t e
vestidos c o n m a n t a s y c a m i s e t a s ricas de
argentería, y b r a z a l e t e s y p a t e n a s en las
cabezas, de oro fino y m u y r e l u m b r a n t e ,
los cuales h a c i a n dos hilas, que cada una
344 DE L A S A N T I G U A S GENTES

tenia más de treinta Señores, y en manera


de procesion, los unos del un coro y los
otros del otro, estaban muy callando y
esperando á que saliese el Sol; y aún no
habia bien salido, cuando así como (sic)co-
menzaban ellos á entonar con gran orden
y concierto su canto, entonándole con
menear cada uno dellos un pié, como
cantores del canto de ó r g a n o ; y como
el Sol iba saliendo, más alto entonaban
su canto. El Inga tenia su tienda en un
cercado con una silla y escaño muy rico
apartado un poco de la hila déstos, y al
entonar, llevantábase con gran autoridad
y poníase en el principio de todos y era el
primero que comenzaba el canto, y como
él hacia, hacían todos; y ya que habia es-
tado un poco, volvíase á sn silla y allí se
estaba negociando con los que venían á
él, y algunas veces de en rato en rato iba
á su coro y estaba un poco y luego se tor-
naba; y así estaban éstos cantando desde
que salia el Sol hasta que se encubría
del todo; y como hasta medio dia el Sol
iba subiendo, ellos iban acrecentando las
voces, y de medio dia abajo las iban men-
guando, tiniendo gran cuenta con lo quel
Sol caminaba; y en todo este tiempo le
hacían grandes ofrecimientos. E n una
parte, en un terrapleno en donde estaba un
DEL PERÚ. ' I281

árbol, estaban indios que en un gran f u e g o


no hacian sino echar carnes y quemarlas
y consumirlas con el fuego, y en una (sic)
mandaba el Inga echar cantidad de ovejas
á los indios comunes y pobres á la reba-
tiña, lo cual era cosa de grande pasatiem-
po. Á las ocho del dia salian del C u z c o
más de doscientas mujeres mozas, cada
una con su cántaro nuevo, grande de más
de arroba y media, daca [de akca] emba-
rrado, con su tapadera, los cuales todos
eran nuevos y con unas mismas tapaderas
nuevas y un mismo embarramiento, y ve-
nían de cinco en cinco y con mucha orden
y concierto, esperando de trecho en tre-
cho. Ofrecían aquéllas al Sol y muchos
cestos de una yerba que ellos comen, que
se llama coca en su lengua, ques la hoja
á manera de arrayan; y tenían otras mu-
chas cerimonias y ofrecimientos que seria
largo de contar; baste que y a cuando á la
tarde el Sol se queria entrar, ellos en el
canto y en las personas mostraban m u y
grand tristeza por su absencia, y enflaque-
cían de industria mucho las voces; y y a
cuando del todo se entraba el S o l , que se
desaparecía á la vista d é l l o s , hacian una
grand admiración, y puestas las manos, le
adoraban con profundísima h u m i l d a d , y
alzaban luego todo el aparato de la fiesta
282 DE LAS ANTIGUAS GENTES

y se quitaba la t o l d e r í a , y cada u n o se iba


á su casa y tornaban a q u e l l o s bultos y re-
liquias pésimas á sus casas y adoratorios;
y así por la misma o r d e n v i n i e r o n ocho ó
n u e v e dias arreo. Y es de saber, que aque-
llos bultos de ídolos que t e n í a n en aque-
llos toldos, eran de los I n g a s pasados que
h a b í a n señoreado e l - C u z c o . C a d a u n o te-
nia allí g r a n d servicio de h o m b r e s que
t o d o el dia los e s t a b a n m o s q u e a n d o con
u n o s aventadores de p l u m a de cisnes des-
p e j u e l o s , y sus m a m a c o n a s , q u e son c o m o
beatas, en cada toldo h a b r í a doce ó q u i n c e .
Pasadas t o d a s las fiestas, en la ú l t i m a ,
l l e v a b a n m u c h o s arados de m a n o , los
cuales a n t i g u a m e n t e e r a n de oro, y h e c h o s
los oficios', t o m a b a el I n g a u n arado y
c o m e n z a b a con él á r o m p e r la tierra, y lo
m i s m o los demás S e ñ o r e s , p a r a que de
allí adelante en todo su señorío hiciesen
lo m i s m o ; y sin que el Inga hiciese esto,
n o habia indio que osase r o m p e r la t i e r r a ,
ni pensaban que p r o d u j e s e si el I n g a n o
la r o m p í a p r i m e r o . Y esto baste c u a n t o á
las fiestas, - f h
- f - P á g s . 209 y 210 «Pasadas estas fiestas
y otras m u c h a s cosas que seria l a r g o pro-
ceso decirlas, p o r q u e l I n g a en este t i e m p o
dió al A d e l a n t a d o [ A l m a g r o ] en ese t i e m p o
(,sic) m u c h a s u m a de oro y u n a h e r m a n a del
DEL PERÚ. ' I283

Inga, que era la más principal señora que


en los reinos habia, la cual se llamaba
Marcachimbo (1), hija de Guainacaba y de
una hermana suya, á quien, si fuera varón,
venia el señorio del Inga; dió al dicho
A l m a g r o un hoyo donde tenia cierta ar-
gentería de plata y oro, que en la fundi-
ción metido y fundido, hecho barras, pesó
veinte y siete mil marcos de plata; y sin
ésto dió á otro capitan de las sobras de

(1) De la embrollada y numerosa generación de Huai-


na Cápac, he sacado en limpio, hasta ahora, que ántes de
casarse legítimamente, tuvo en una palla ó MMÍÍÍÍI, l l a -
mada Rahua O c l l o , á Inti Túpac Cusi Huallpac (alias
Huascar), y en otra úustta, cuyo nombre hallo escrito
de estas cuatro maneras: T o c t o Ocllo C o c a , T u t a Palla,
Túpac Palla y T o c t o Ocllo T ú p a c , á Túpac A t t a u h u a l l -
pac. Q u e casó legítimamente por primera vez con su
hermana carnal la coya Mama Cusi R i m a y , la cual
le hizo padre de Ninan C u y u c h i , legítimo heredero
del imperio, muerto ántes de poder heredarlo. Viudo
de Mama Cusi, pretendió reincidir en el matrimonio
con su segunda hermana carnal Mama C o c a , que le
dió calabazas así c o m o á un viejo que quiso endosarle
en su lugar, y se metió abadesa de las mamacunas; y
despues de tamaño desaire, único en los fastos c o n y u -
gales de los I n c a s , contrajo segundas nupcias legíti-
mas en su hermana menor Mama Cihui Runtu C a y
(ó C o y a de otros). De esta coya, pues la primera murió
muy pronto, debieron ser hijas las dos de Huaina C á -
pac legítimas que el gobernador del Perú, Cristóbal
Vaca de Castro, encontró abandonadas y perdidas y
recogió, bautizó, dotó y casó con dos españoles prin-
cipales y vecinos del C u z c o . Llamábase una de ellas
284 DE LAS ANTIGUAS GENTES

aquel hoyo doce mil castellanos; y ni por


eso esta pobre fué más honrada ni favore-
cida de los españoles, antes fué deshon-
rada muchas veces, porque era muy moza
y de gentil apostura, y se hinchió de bu-
bas hasta al cabo. Despues, en tiempo del
licenciado B a c a de C a s t r o , un español,
vecino del C u z c o , se casó con ella; y en
fin, fué Nuestro Señor servido que m u r i ó
cristiana y fué muy buena m u j e r . Y des-
tas señoras del C u z c o es, cierto, de tener

Khespi ó Khespiyqui, á cuyo poético nombre agre-


gó con el agua bautismal el de Beatriz. Fué su primer
marido Pedro de Bustincia, y el segundo un sastre,
Diego Fernandez. La otra Úustta su hermana, manceba
primero de el almagrista Juan Balsa, desaparecido des-
pues de la batalla de Chúpas y de cuya unión resultaron
por lo menos un hijo y una hija, Juan y Juana Balsa, es
la Marca Chimpu del P. Molina, doña Leonor despues
de cristiana, y á quien con bubas y todo no tuvo incon-
veniente entornar por mujer Francisco Villacastin, fa-
moso pizarrista y muy partidario de Gonzalo Pizarro,
aunque al barruntar la desgracia de este caudillo, se hizo
tejedor, como decia el chusco y justiciero maese de
campo Francisco de Carvajal.
Hermanas carnales de doña Beatriz Khespi y de dona
Leonor Marca Chimpu, fueron, en opinion de algún
autor, la primera mujer (?) de Hernando de Soto, doña
Leonor Tocto Chimpu, y la manceba principal del mar-
qués don Francisco Pizarro, doña Inés Yupanqui,
nusta ó princesa de Huaillas; pero de ésta afirman los
más que su madre fué otra concubina de Huaina Cápac,
por nombre Cúntur Huachu.
De los otros hijos de este soberano nada digo, porque
no hace al objeto de esta nota.
I DEL PERÚ. 285

grand sentimiento el que tuviese alguna


humanidad en el pecho, que en tiempo
de la prosperidad del C u z c o , c u a n d o los
españoles entraron en él, habia grand can-
tidad de señoras que tenían sus casas y
sus asientos m u y quietas y sosegadas, y
vivían muy políticamente y como m u y
buenas mujeres, cada señora acompaña-
da con quince ó veinte que tenia de ser-
vicio en su casa, bien traídas y aderezadas,
y no salían menos désto y con grand ho-
nestidad y gravedad y atavio á su usanza;
y la cantidad destas señoras principales
creo y o que en el... (1) habia más de seis
mili, sin las de servicio, que creo yo que
eran más de veinte mili mujeres, sin las
de servicio y mamaconas, que eran las que
andaban como beatas. Y d e n d e á dos años
casi, no se hallaba en el C u z c o y su tierra
sino cada cual y cual, porque muchas
murieron en la guerra que hubo y las
otras vinieron las más á ser malas muje-
res. Nuestro S e ñ o r perdone á quien fué la
causa désto, y á quien no lo remedia pu-
diendo.»

(1) Está comido el papel.—Nota de D. J. B. Muñoz.


Pero con el texto de L a s Casas puede suplirse lo que
falta, esto es: Cu^co y sus comarcas.
T A B L A DE CAPÍTULOS

Págs.
2—,
D E C L A R A C I Ó N P R E L I M I N A R del orden que
se observa en la publicación del presente tra-
tado, ó parte de la Apologética historia c o -
rrespondiente á los Reinos del Perú I
C A P Í T U L O I . — D e las poblaciones y edificios
notables del antiguo Perú 8
C A P Í T U L O II.—Donde se describen la ciudad
del C u z c o , sus casas, palacios y templos, y
manera de sus edificios H
C A P Í T U L O I I I . — D e las acéquias, riegos y la-
branzas, y de los pastores y ganados 18
C A P Í T U L O I V . — D é l o s oficiales de todos ofi-
cios, principalmente arquitectos, alarifes, teje-
dores, plateros y mineros 26
C A P Í T U L O V . — D e la gente militar; su educa-
ción y disciplina; armas, provisiones y alma-
cenes para ellas; táctica y política en la
guerra 34
C A P Í T U L O V I . — D e la riqueza de los Señores
y particulares.—Comercio y moneda 47
C A P Í T U L O V I I . — D e los dioses, ídolosy fábulas
religiosas 5o
C A P Í T U L O V I I I . — D e otros templos famosos
que había en el Perú, su forma y edificio 64
C A P Í T U L O I X . — S o b r e la riqueza y hacienda
d é l o s templos.—Ganados 7t
C A P Í T U L O X . — D e l sacerdocio y de los minis-
tros de los templos y dioses ko
C A P Í T U L O X I . — D e las pensiones y rentas
para la sustentación de los sacerdotes y otros
288 DE LAS ANTIGUAS GENTES
Págt.

ministros de los templos, reparación de sus


edificios y gastos del culto 85
C A P Í T U L O X I I — D e los sacrificios, ritos, ado-
raciones y fiestas religiosas 87
C A P Í T U L O X I I I — De la honestidad y recato
en la práctica de sus ritos y cerimonias r e -
ligiosas 101

C A P Í T U L O X I V . — D e l nombre Perú y de
cómo se gobernaban las gentes de él en los
tiempos primeros de su gentilidad lo3
C A P Í T U L O X V . — E n el cual se prosiguen la
gobernación a n t i g u a y costumbres de las
gentes del P e r ú , (conviene á saber), la dili-
gencia que tenian en cultivar la tierra de las
acéquias, de los tributos que daban en aquel
tiempo primero á los Señores, de los casa-
mientos, de las sepulturas y muchas c e r i m o -
nias en ellas notables 1 1 2

C A P Í T U L O X V I . — D e la gobernación de los
Ingas, su origen, y sucesión hasta Pacha-
cútec "7
C A P Í T U L O X V I I . — Q u e continúa el reinado y
sucesión de los Ingas, con los hechos y obras
memorables de Pachacútec 14'
C A P Í T U L O X V I I I . — C o n t i n ú a la gobernación,
sabias providencias y hechos memorables del
Inga Pachacútic *5o
C A P Í T U L O X I X . — D e los grandes y m a r a v i -
llosos caminos que mandó construir Pachacú-
tec, uno por la Sierra y otro por L o s Llanos,
y de los chásquis ó postas l6l
C A P Í T U L O X X . — D e los puentes y acéquias,
templos y Casas Reales que ordenó Pachacú-
tec; de los términos y mojones que señaló á
cada provincia, y los tocados y formas de la
cabeza con que se distinguían unos de otros
los naturales déllas '71
DEL PERÚ.

C A P Í T U L O XXI.—De la universal obediencia


y sumisión que al Inga se tributaba; privile-
gios y distinciones; educación de los hijos de
los nobles; castigo de los rebeldes; unidad de
la lengua; piedad y caridad de Pachacútec;
comia en público en las plazas como sus vasa-
llos
C A P Í T U L O X X I I . — D e la sujeción, venera-
ción y reverencia ú los Señores de su Impe-
rio que Pachacútec impuso á sus vasallos, y
entre ellos de los inferiores á los superiores,
é influencia de esta orden en las costumbres,
y especialmente en la conducta de la gente de
guerra. Causas y razones que le movian á
declararla y hacerla. Modo de pelear. Su
prudencia política despues de la paz ó la
victoria
C A P Í T U L O XXIII.—De los contadores mayo-
res que instituyó este Inga y de sus cargos y
atribuciones, y cómo llevaban sus cuentas y
con qué. De los tributos y distribución de las
provisiones de boca almacenadas en los de-
pósitos. Comparación de los Señores y gente
de Los Llanos con las de la Sierra, en sus cos-
tumbres, trajes y género de vida
C A P Í T U L O X X I V . — E n el cual se contienen
algunas de las leyes que había este Rey esta-
blecido, mayormente la costumbre que tenia
de honrar y solenizar los matrimonios de sus
vasallos; cómo no había mala mujer alguna;
y de la virtuosa honestidad que las mujeres
guardaban, etc
C A P Í T U L O X X V . - D e la elección que Pacha-
cútec hizo en su hijo Amaro para heredarle;
y cómo tuvo que revocar este acto soberano
y designar á otro de sus hijos para este cargo;
29O DE LAS ANTIGUAS GENTES

Págs.
y de sus últimas disposiciones y leyes, y de
su muerte 214
C A P Í T U L O X X V I . — D e las ceremonias que
Pachacútec habia ordenado para sus funera-
les y los de sus sucesores, y cómo se observa-
ron. Llantos y lutos 226
C A P Í T U L O XXVII.—De los Ingas sucesores
de Pachacútec hasta Atauhuallpac 2 32

Apéndice 241

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