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COPASO el mecanismo de vigilancia más versátil del siglo 21 en Colombia.

El Comité Paritario es una cúpula de la empresa cuya función es solicitar, coordinar,

fomentar, controlar y hacer seguimiento de todas las actividades de Salud Ocupacional en la

empresa. Para poder realizar sus funciones de forma eficiente, debe entender y manejar

conceptos al interior de la empresa que le son propios, razón por la cual se ha creado este

manual. Constituido por dos documentos: El Componente Administrativo y Componente

Técnico. Estos dos documentos se complementan entre sí, por lo que deben ser consultados

para lograr una mayor comprensión de los temas tratados.

En el caso de Colombia este mecanismo es poco promulgado correctamente, por esta razón

es que se presentan tantos accidentes y enfermedades laborales por la poca detección de

riegos que hay, adicionalmente pienso que la mayoría de trabajadores no se les brinda

implementos de dotación laboral de buena calidad, un ejemplo de ello son los tapa oídos de

silicona, estos en la mayoría de los casos no llegan a ser cómodos y efectivos a la hora de

aislar el ruido, en vez de utilizar tapa oídos de copa ya que estos son ergonómicos y dejan el

oído totalmente hermético ante el ruido. Sin embargo, existen soluciones para mitigar estas

ineficiencias de salud ocupacional en las empresas, haciendo uso de tutelas laborales y

huelgas.

Para finalizar esto pienso que las empresas independientemente de su margen de producción

deben procurar proveerle el mejor equipo de dotación laboral con el fin de proteger a toda

costa la integridad del recurso humano y como decía el papa francisco “Hay que procurar

que haya trabajo digno, y cuidado de la salud para los ciudadanos”.


Déficit de programas en el ámbito de prevención de accidentes escolares.

En la actualidad se han presentado múltiples siniestros que sin duda alguna se hubieron

podido evitar si se conocen y aplican las normas estipuladas por el Ministerio de Educación

y el Código Civil Colombiano en relación con el cuidado de los niños y adolescentes,

teniendo en cuenta que los espacios, elementos y aparatos de juego que se encuentren a su

disposición sean los adecuados; además, que los adultos que los cuiden sean los idóneos para

intervenir.

Por otro lado, me parece indignante que mi colegio no cuente con una sala de enfermería y

un botiquín bien dotado con gasas, vendas, esparadrapo, algodón, alcohol, agua oxigenada,

analgésicos, guantes quirúrgicos y tijeras. Adicionalmente es fundamental que, sobre todo en

las horas de recreo, haya como mínimo 2 personas supervisando a los estudiantes para, de

esta manera, evitar y/o reaccionar adecuadamente ante un accidente o situación de peligro.

Es muy importante, en primera instancia, informar a los padres de familia sobre cualquier

situación de emergencia relacionada con sus hijos y acudir prontamente al servicio de salud;

de igual forma, es fundamental mantener actualizados los datos del seguro médico de todos

los alumnos, así como poseer el documento sobre el cubrimiento del seguro estudiantil; estas

son gestiones que pueden ayudar a prestar una atención oportuna en caso de ser necesario,

sin olvidar que son los padres o acudientes quienes deben autorizar cualquier procedimiento

que el menor necesite en caso de accidente, luego de haber recibido la primera asistencia

médica.

Otro factor para resaltar es la carencia de prevención de desastres naturales que pueden

presentarse, dadas las características geográficas del país; sismos, avalanchas, inundaciones,
deslizamientos, vendavales, entre otras situaciones de riesgo, deben estar previstas dentro de

los planes de prevención y atención a emergencias en los jardines y colegios. Estudiantes,

padres de familia, docentes, directivas y personal administrativo, debe crear una cultura de

prevención de accidentes, desastres y riesgos escolares, ya que es en los colegios o jardines

donde pasan la mayor parte del día los niños y adolescentes; por este motivo deben ser lugares

seguros, que cumplan con las necesidades básicas y en donde, en caso de una eventualidad,

se pueda prevenir y actuar para evitar cualquier accidente escolar.


EL MEDIOCRE Y FRUSTRADO SISTEMA DE PREVENCION DE DESASTRES
COLOMBIANO
Es un proceso que busca modificar o disminuir las condiciones de riesgo existentes y evitar

nuevo riesgo en el territorio a través de “medidas de mitigación y prevención que se

adoptan con antelación para reducir la amenaza, la exposición y disminuir la vulnerabilidad

de las personas, los medios de subsistencia, los bienes, la infraestructura y los recursos

ambientales, para evitar o minimizar los daños y pérdidas en caso de producirse los eventos

físicos peligrosos. La reducción del riesgo la componen la intervención correctiva del

riesgo existente, la intervención prospectiva de nuevo riesgo y la protección financiera.

En Colombia la recurrencia, afectación y pérdidas de personas, bienes, servicios

ecosistémicos, entre otros, originadas por la materialización de fenómenos de origen y

socio naturales son cada vez más fuertes y costosas, no solo para los afectados sino para el

país en general. Si algo le dejó al país fue la tragedia de Mocoa, además de un profundo

sentimiento de dolor, fue la certeza de que la única forma efectiva de mitigar las

consecuencias de las catástrofes naturales es una política pública seria de prevención de

riesgos y adicionalmente proteger la cobertura vegetal de las cuencas de los ríos ya que los

árboles sirven como amortiguadores de la lluvia. “El bosque disipa la energía del diluvio,

absorbe las aguas e impide que las crecientes de los ríos causen daños irreparables en las

cabeceras municipales”.

En la actualidad los escenarios de riesgo en Colombia están creciendo más rápido que las

acciones dirigidas a no generarlos o a mitigarlos. Y dadas las condiciones de

vulnerabilidad, urge de repensar sobre la manera como se está haciendo la gestión del

riesgo en el país, en aras de optimizar el diseño e implementación de medidas estructurales


y no estructurales que conduzcan a una verdadera prevención y reducción del riesgo, y que

construya comunidades y territorios más resiliente, seguros y sostenibles.

Para lograrlo se necesita, por un lado, fortalecer la institucionalidad y los procesos de

conocimiento, investigación e innovación para la reducción del riesgo. Lo que implica

generar más información sobre las amenazas y vulnerabilidades del territorio que permita

una mejor toma de decisiones de su uso y ocupación, diseñar alternativas de adaptación

ante la variabilidad y cambio climáticos y la puesta en marcha de mecanismos de

protección financiera, así como acciones de gestión ambiental y conservación de la

biodiversidad y sus servicios ecosistémicos.

En conclusión, el país debe discutir si necesita nuevas normas para optimizar la gestión del

riesgo o promover la efectiva aplicación de las existentes, con las respectivas consecuencias

penales, fiscales, administrativas y jurídicas a los responsables por su deficiente

implementación.
BIBLIOGRAFIA

https://www.arlsura.com/index.php/component/content/article?id=395%3A-sp-

https://fup.edu.co/copaso/

https://www.unirioja.es/servicios/sprl/pdf/manual_primeros_auxilios.pdf

https://www.apccolombia.gov.co/noticia/colombia-se-prepara-para-prevenir-desastres

http://colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-241977.html

https://www.dinero.com/edicion-impresa/editorial/articulo/riesgo-pais-prevencion-de-desastres-

en-colombia-urge/244527

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