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La rebelión contra las autoridades se dirigía en parte contra el poder de la iglesia, del Rey y
la nobleza. En el siglo XVIII estas instituciones eran mucho más poderosas en Francia que en
Inglaterra, por ejemplo. Los franceses siempre han sido un poco más racionalistas que los
ingleses. Esa diferencia tiene sus raíces en la Edad Media. Cuando los británicos hablan del
“sentido común”, los franceses suelen hablar de la “evidencia”. La expresión inglesa tiene que
ver con la “experiencia común”, y la francesa con “lo evidente”, es decir con la razón.
Racionalismo. Al igual que los humanistas de la Antigüedad, como Sócrates y los estoicos, la
mayor parte de los filósofos de la ilustración tenía una fe inquebrantable en la razón del
hombre. Esto fue tan destacable que muchos llaman a la época francesa de la ilustración
simplemente “Racionalismo”. Las nuevas ciencias naturales habían demostrado que la
naturaleza estaba organizada racionalmente. Los filósofos de la ilustración consideraron su
cometido construir una base también para moral, la religión y la ética, de acuerdo con la razón
inalterable de las personas.
La idea de “ilustrar”. Ahora hacía falta “enseñar” a las grandes capas del pueblo, porque ésta
era la condición previa para una sociedad mejor. Se pensaba que la miseria y la opresión se
debían a la ignorancia y a la superstición, por lo tanto había que tomarse muy en serio la
educación de los niños y del pueblo en general. No es una coincidencia que la pedagogía como
ciencia tenga sus orígenes en la Ilustración. En cuanto se difundieran la razón y los
conocimientos, la humanidad haría grandes progresos. Era sólo cuestión de tiempo, pensaron
los filósofos de la ilustración.
Cristianismo humanizado: de ahí que había que volver a la naturaleza, a nuestro estado
natural, incluso había que convertir la religión en algo natural, lo cual nos lleva a un concepto
humanizado del cristianismo.
Todos estos aspectos deben ser considerados como tendencias a la mejora, ya que en
todos los casos las medidas de gobierno y sus efectos sobre la población, continuaron siendo
extremadamente duras. El iluminismo fue un movimiento muy diverso del cual podemos
señalar como sus principales características las siguientes:
1. creencia en la razón y en la racionalidad humana
2. Utilización del principio de causalidad
4. Los principios y las leyes gobiernan la naturaleza, el hombre y la sociedad
5. Desafían la autoridad y rechazan la tradición
6. Desagrado por el nacionalismo y solidaridad con los intelectuales iluministas.
Entre los principios que confirmaban el nuevo pensamiento del siglo XVIII se
destacaban:
El progreso: los autores del siglo 18 distinguían entre dos tipos de progreso: el material y el
moral. Defendían la idea de la existencia de un progreso científico material: la confianza en el
continuo avance de los conocimientos del ser humano para enfrentar los problemas que
planteaban la naturaleza o la sociedad. Por otro parte, afirmaban su confianza en el continuo
avance espiritual del hombre en la tierra y su capacidad para lograr la serenidad.
La razón: una actitud crítica hacia todo lo que se recibía del pasado. Criticaban a las
autoridades nacionales y los rígidos métodos de investigación. Los estudios científicos fueron
muy importantes en este siglo: se reemplazaron las explicaciones sobrenaturales por las
racionales. Este pensamiento racionalista, que surgió en el siglo XVII con René Descartes,
tuvo su exponente máximo en el siglo XVIII con el filósofo alemán Emanuel Kant, que
proponía al individuo: “atrévete a ser sabio”.
Por otro lado, la filosofía “positiva” de Comte, surge para repudiar la filosofía
“negativa”. Comte creía que la filosofía negativa del iluminismo no era útil. Finalmente, esta
lucha desembocó en la Revolución Francesa y la disolución del viejo orden.
Cuando la tarea principal era la consolidación del nuevo orden burgués-industrial y la creación
de una nueva sociedad verdaderamente orgánica e integrada, la filosofía negativa sólo
conducía a conflicto, división y desorden.
El hombre pierde cada vez más el control del proceso de producción. Sólo con la
pérdida creciente de sus facultades humanas creadoras contribuye el obrero al incremento de
la organización productiva. Si bien nunca podrá abolirse completamente el trabajo, ya que es
el proceso por el cual los hombres producen y reproducen su vida misma, en cambio puede
eliminarse de la experiencia humana el trabajo alienado, la explotación y la opresión.