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REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÒN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES
CATEDRA: BIOÉTICA Y MODELOS DE DESARROLLO
PROFESOR: HORACIO MENDEZ

ENSAYO: El ILUMINISMO Y EL MANANTIAL MARXISTA

Integrante:

Guilarte Ubernys C.I. No. 11.409.623

CARACAS, 25 DE FEBRERO DE 2013


El Iluminismo fue antecedente inmediato de la Revolución francesa. En esta época
tomo consistencia un importante movimiento intelectual europeo: la ilustración o el
iluminismo. Sus representantes aspiraban a imponer la “luz” de la razón frente a la
“oscuridad” del pensamiento dominado por la superstición. Surgió una nueva mentalidad que
cuestionaba las “verdades absolutas” que habían dominado durante mucho tiempo.

El levantamiento contra los poderíos se dirigía en parte contra el poder de la iglesia, del
Rey y la nobleza. Al igual que los humanistas de la Antigüedad, la mayor parte de los filósofos
de la ilustración tenía una fe muy arraigada en la razón del hombre. Esto fue tan importante
que muchos llaman a la época francesa de la ilustración simplemente “Racionalismo”. Las
nuevas ciencias naturales habían demostrado que la naturaleza estaba organizada
racionalmente. Los filósofos de la ilustración consideraron su cometido construir una base
también para moral, la religión y la ética, de acuerdo con la razón inalterable de las personas.

Ahora hacía falta “enseñar” a las grandes capas del pueblo, porque ésta era la
condición previa para una sociedad mejor. Se pensaba que la miseria y la opresión se debían a
la ignorancia y a la superstición, por lo tanto había que tomarse muy en serio la educación del
pueblo en general. En cuanto se difundieran la razón y los conocimientos, la humanidad haría
grandes progresos.

Para los filósofos iluministas la “naturaleza” significaba casi lo mismo que la “razón”,
porque la razón humana proviene de la naturaleza. Había que volver a la naturaleza, a nuestro
estado natural, incluso había que convertir la religión en algo natural, lo cual nos lleva a un
concepto humanizado del cristianismo.

Los filósofos de la ilustración francesa lucharon activamente a favor de lo que


llamaron “derechos naturales”. En primer lugar se trataba de luchar contra la censura y luego a
favor de la libertad de imprenta. Había que garantizar el derecho del individuo a pensar
libremente y a expresar sus ideas. Se luchó en contra de la esclavitud de los negros y a favor
de un trato más humano a los delincuentes. El principio de “inviolabilidad del individuo” fue
finalmente incorporado a la “Declaración de los Derechos Humanos” que fue aprobada por la
Asamblea Nacional Francesa en 1789. Los derechos de la mujer. Una de las que más luchó a
favor de los derechos de las mujeres, durante la Revolución Francesa, fue Olympe de Gouges.
En 1791 hizo pública una declaración sobre los derechos de la mujer, ya que la declaración de
“derechos de los ciudadanos” no contenía ningún artículo sobre los “derechos naturales” de las
mujeres, en donde exigía los mismos derechos de los hombres. Esto la llevó a ser ejecutada en
1793, prohibiéndose además, toda actividad política de la mujer.

El programa del iluminismo consistía en liberar al mundo de la magia. Se proponía,


mediante la ciencia, disolver los mitos y oponerse la imaginación.

La época de desarrollo del iluminismo es la del Absolutismo, también denominado


despotismo ilustrado, que gobernó en Francia, Prusia, Inglaterra y España. Estos sistemas
fueron el resultado de ciertos cambios en la forma de gobernar como estrategia para continuar
manteniendo la dominación de las sociedades. Estos cambios supusieron que durante el siglo
XVIII se comenzara a observar la tendencia a:
 Una mayor humanidad en el trato de los gobernados
 El fomento de la educación popular
 Igualación de los súbditos frente a la ley
 Apertura hacia la libertad religiosa
 Suavizar el derecho penal, limitando el uso de la tortura judicial.

Todos estos aspectos deben ser considerados como tendencias a la mejora, ya que en
todos los casos las medidas de gobierno y sus efectos sobre la población, continuaron siendo
extremadamente duras. El iluminismo fue un movimiento muy diverso del cual podemos
señalar como sus principales características las siguientes:
 Creencia en la razón y en la racionalidad humana
 Utilización del principio de causalidad
 Los principios y las leyes gobiernan la naturaleza, el hombre y la sociedad
 Desafían la autoridad y rechazan la tradición

El iluminismo fue originalmente un movimiento francés y sus integrantes procedían


principalmente de la clase media. Su desarrollo coincide con el ascenso de la burguesía como
clase con poder económico y político.
Entre los principios que confirmaban el nuevo pensamiento del siglo XVIII se
destacaban:

El progreso: los filósofos distinguían entre dos tipos de progreso: el material y el moral.
Defendía la idea de la existencia de un progreso científico material: la confianza en el
continuo avance de los conocimientos del ser humano para enfrentar los problemas que
planteaban la naturaleza o la sociedad. Por otro parte, afirmaban su confianza en el continuo
avance espiritual del hombre en la tierra y su capacidad para lograr la serenidad.

La razón: una actitud crítica hacia todo lo que se recibía del pasado. Criticaban a las
autoridades nacionales y los rígidos métodos de investigación. Los estudios científicos fueron
muy importantes en este siglo: se reemplazaron las explicaciones sobrenaturales por las
racionales.
Por otro lado, la filosofía “positiva” de Comte, surge para repudiar la filosofía
“negativa”. Comte creía que la filosofía negativa del iluminismo no era útil. Finalmente, esta
lucha desembocó en la Revolución Francesa y la disolución del viejo orden.

Cuando la tarea principal era la consolidación del nuevo orden burgués-industrial y la


creación de una nueva sociedad verdaderamente orgánica e integrada, la filosofía negativa sólo
conducía a conflicto, división y desorden.

Los proletarios se movilizaban para luchar por la transformación de la sociedad


existente; en lugar de ubicarse en la nueva sociedad orgánica y ajustarse pacíficamente a ella.

La clase trabajadora debía adecuarse al período presente. El mejoramiento había de


producirse orgánicamente, a medida que la sociedad progresara de manera armoniosa de una
etapa a otra. La revolución era inconcebible. La mejor manera de asegurar el progreso no era
mediante la crítica, el conflicto de clases y la actividad revolucionaria, sino reconciliando las
tendencias y las clases antagónicas, educando a todas las clases de la sociedad, y en particular,
a las clases inferiores, para que ocuparan el lugar que les correspondía en la nueva sociedad
jerárquicamente organizada.

El proceso de alienación comienza cuando el hombre se separa de sus medios de


producción y subsistencia. Los hombres son alienados de su propiedad, y por lo tanto, para
evitar morirse de hambre y convertirse en vagabundos, se ven obligados a vender su fuerza de
trabajo a los empresarios capitalistas. Las dos partes, el capitalista y el trabajador entran en
una relación instrumental, que se basa en intereses antagónicos y condiciones de vida
diferentes.

El obrero comienza a consumir sus energías en la producción de objetos, su fuerza de


trabajo se reduce en mercancías sobre las que no obtiene ningún control, pone su vida en el
objeto; pero ahora su vida ya no le pertenece a él, sino al objeto. Sea cual fuere el producto de
su trabajo, él no lo es. La alienación del obrero con respecto a su producto no solo significa
que su trabajo se convierte en un objeto, una existencia externa, sino también que existe fuera
de él, independientemente, como algo ajeno a él y que se transforma en un poder autónomo
que lo enfrenta; significa que la vida que ha conferido al objeto se le opone como algo hostil y
ajeno.

Su trabajo es una actividad alienante no sólo porque pierde el producto en el que ha


cosificado una parte de sí mismo, sino también porque todo el proceso productivo es externo a
él y a sus necesidades humanas.

La importancia social de la revolución industrial puede medirse por la aparición de


nuevos sectores sociales. En el nivel de la burguesía surgió una nueva categoría de
empresarios, dueños de las maquinarias (los medios de producción) y las fábricas. En cuanto a
los asalariados, se formo una clase de obreros de fábrica, el proletariado, dueña únicamente de
su fuerza de trabajo.

El hombre pierde cada vez más el control del proceso de producción. Sólo con la
pérdida de sus facultades humanas creadoras contribuye el obrero al incremento de la
organización productiva. Si bien nunca podrá abolirse completamente el trabajo, ya que es el
proceso por el cual los hombres producen y reproducen su vida misma, en cambio puede
eliminarse de la experiencia humana el trabajo alienado, la explotación y la opresión.

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