Existen algunos aspectos contextuales que en este momento permiten observar
procesos de cambio en las escuelas a nivel mundial. Por un lado, un aspecto fundamental que viven todos los países es que se valora de forma económica el desarrollo educativo de las naciones (Pont et al, 2009). Se experimenta, según OCDE (2009), un proceso de transformación en las nociones de enseñanza y aprendizaje, las cuales se buscan impulsar a través de diversas acciones. Fullan (2008) señala que, en relación a lo anterior, actualmente existen reformas en todos los niveles educativos. Sin embargo, un aspecto no muy favorable de estas transformaciones es que son distintas y en algunos casos dispersas, pero, a pesar de ello, las escuelas son medidas de la misma forma y con evaluaciones estandarizadas externas que en algunos casos son comunicadas de manera errónea a la población y generan prejuicios.
En ese sentido, el espacio de la escuela es particularmente complejo debido a
que siempre los resultados se someten al escrutinio público. Además de ello, las entidades usan esa información para la toma de decisiones. Todo ello plantea un escenario complejo en el ámbito educativo y de forma destacada se ha visualizado el rol de los directivos, quienes según Pont et al (2009), son un elemento relevante para el fortalecimiento de las escuelas. Es necesario conocer y difundir las buenas prácticas de estos, pues su impacto es fundamental para la escuela (Hopkins, 2008).
Bibliografía:
Fullan, M. (2008). The new meaning of educational change. London: Routledge.
Pont, B., Nusche, D., Moorman, H. (2009). Mejorar el liderazgo escolar. Volumen 1: política y práctica. OCDE
Hopkins, D. (2008). Hacia una Buena Escuela. Experiencia y lecciones. Santiago
de Chile: Fundación Chile.
OCDE (2009). Informe TALIS. La creación de entornos eficaces de enseñanza y