Los Diez Obstáculos Que Impiden El Desarrollo Del Talento

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Los diez obstáculos que

impiden el desarrollo del


talento
El objetivo de este decálogo es ayudar a las personas a identificar
si, por causas externas o internas, se están produciendo obstáculos
en su desarrollo profesional

Te presentamos un listado con diez de las principales barreras que los trabajadores
se pueden encontrar a la hora de intentar desarrollar su talento. El objetivo de este
decálogo es ayudar a las personas a identificar si, por causas externas o internas, se
están produciendo obstáculos en su desarrollo profesional.

Tal y como asegura Alberto Blanco, Director General de Grupo Actual, “Para poder
avanzar y sacar el mejor partido de uno mismo, es importante saber identificar los
posibles problemas que se nos presentan, para así intentar sortearlos o ponerles
solución”.

En muchas ocasiones estos obstáculos vienen de la mano de los encargados de


liderar las empresas, en otras ocasiones vienen de la mano de la propia dinámica y
metodología del grupo de trabajo e incluso, hay veces, que el problema nos lo
generamos nosotros mismos comentan los responsables de Grupo Actual
1.- Jefes que no lideran: En todas las empresas debe haber personas encargadas de
guiar a sus equipos hacia una meta, manteniendo al equipo cohesionado y motivado.
Cuando los jefes dejan de lado su labor de guía, más preocupados por otras
cuestiones como la obtención de resultados a corto plazo o la gestión del detalle,
serán un obstáculo en el desarrollo de su gente.

2.- Ausencia de trabajo en equipo: Sentirse integrado en las dinámicas de trabajo de


una empresa es esencial y beneficioso para la organización y los trabajadores.
Trabajar en equipo ayuda al desarrollo individual pues permite aprender de los demás
y desarrollar habilidades como el trabajo colaborativo. En cuanto alguna de las piezas
de la cadena empieza a trabajar por su cuenta, sin contar con los demás, todo el
trabajo realizado puede caer en saco roto.

3.- Ausencia de objetivos: El establecimiento de metas definidas permite que nuestros


esfuerzos se focalicen y sacar el máximo partido de nuestras competencias y
habilidades. Pero si a la hora de ponernos en marcha no tenemos claro a dónde
pretendemos llegar, será complicado que podamos poner al servicio de la causa
nuestro talento en su totalidad.

4.- Falta de autoconocimiento: El primer paso hacia nuestro desarrollo profesional es


conocer nuestras propias fortalezas, áreas de mejora, preferencias, etc. Sin sistemas
de evaluación de objetivos es muy difícil ayudar a las personas a descubrir su
potencial, ya que quedan a merced de tener un buen jefe que sepa identificar esos
factores y que les proporcione una retroalimentación constructiva.

5.- Trabajar en proyectos inadecuados: A cada persona se le da bien realizar unas


tareas y otras, por el contrario, no. Es muy importante desarrollar la labor profesional
en el proyecto o la faceta que mejor se adecúa a nuestro perfil, competencias y
conocimientos. Si la empresa no ha identificado previamente muy bien las
competencias necesarias para el desempeño de ese puesto, nos arriesgamos a
quedar atrapados por un trabajo que no nos permite sacar lo mejor de nosotros
mismos.

6.- Falta de comunicación: La mala circulación de la información desde los jefes hacia
abajo, así como entre todos los miembros del equipo, es otro de los grandes
bloqueadores de talento. Es necesario saber cómo estamos avanzando en nuestro
trabajo, qué se está haciendo bien y qué aspectos necesitan ser reconducidos, así
como encauzar hacia el camino correcto todos los esfuerzos.

7.- Desconfianza: Una de las variables que favorecen que el talento se desarrollo es
sentirse arropado por el entorno. Un clima laboral enrarecido, en el que perdemos la
confianza hacia el jefe o hacia los compañeros, puede hacer que acabemos perdiendo
también la confianza en nosotros mismos. No es un entorno propicio para el
crecimiento.

8.- No adaptarse a los cambios: Las empresas en la actualidad se encuentran en un


continuo proceso de transformación. Los profesionales trabajan en un entorno de
incertidumbre que es necesario saber gestionar. Creatividad, flexibilidad y tolerancia al
cambio son esenciales. Ser poco flexibles y no estar dispuestos a amoldarnos a las
nuevas exigencias harán que nos quedemos atrás.

9.- Poca autocrítica: Ser críticos con nosotros mismo, tanto para lo bueno como para
lo malo, es necesario en todas las parcelas de nuestra vida. Los profesionales deben
ser más conscientes de sus acciones y del impacto que tienen en sus organizaciones.
El error es necesario para evolucionar, y todavía lo es más saber reponerse de las
equivocaciones y aprender de ellas.

10.- Falta de compromiso con nuestro propio desarrollo: Nosotros mismos podemos
convertirnos en un obstáculo insuperable para nuestro desarrollo profesional. Porque
a menos que tomemos las riendas de nuestra carrera no lograremos llegar muy lejos.
La empresa puede y debe ayudarnos y proporcionar medios para favorecer esa
evolución, pero en ningún caso se le puede trasladar la responsabilidad de hacer
crecer nuestro talento.

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