Está en la página 1de 5

Las fuentes de consulta son recursos que suministran información o conocimiento sobre

un tema determinado. Esta información puede ser requerida por una persona o una institución
y se puede conseguir directamente (como ocurre, por ejemplo, a través de Internet) o con la
ayuda de un profesional experto en el área que se desea investigar.

Así mismo, las fuentes de consulta son objeto de estudio en varias disciplinas tales como la
biblioteconomía y la metodología de la investigación. En ambos casos, las fuentes constituyen
el vehículo para acceder a la información necesaria y al conocimiento general.

Por estos motivos, las fuentes de consulta son determinantes para documentar una
investigación de forma fiable. Sin embargo, durante el proceso de consulta es preciso realizar
varias búsquedas y saber seleccionar -dependiendo del tema a documentar- cual fuente es de
mayor utilidad. A medida que se lleva a cabo la investigación para escribir un trabajo, se
encuentran distintas fuentes de información. Estas diferentes fuentes generalmente se
clasifican en primarias, secundarias y terciarias.

Hoy en día, gracias a la llegada y proliferación de los recursos tecnológicos, se cuenta con
bibliotecas digitales, lo que ha cambiado de forma considerable la manera de realizar las
consultas. Debido a esto, las publicaciones y fuentes electrónicas se han convertido en un
ejercicio primordial para el proceso de investigación.

¿Para qué sirven las fuentes de consulta?

Las fuentes de consulta pueden ser utilizadas por investigadores, profesionales de la


información y por el público en general. Así mismo, sirven para satisfacer todo tipo de demanda
académica o pedagógica y son indispensables como herramientas de trabajo y en los procesos
educativos.

No obstante, son especialmente útiles para el investigador, ya que le permiten conocer las
bases teóricas de su trabajo, así como también los antecedentes o hechos sucedidos en el
pasado y los que continúan vigentes en el presente. Toda esta información le ayuda a elaborar
la hipótesis de su investigación y a explicar los hallazgos.

Cabe destacar que, para que una investigación resulte exitosa, se deben tener en cuenta
algunos aspectos respecto a las fuentes de consulta tales como: dónde consultarlas, si son
accesibles, ventajas, desventajas y si se está capacitado para manejarlas.
Tipos de fuentes de consulta y ejemplos

Existen muchos tipos de fuentes de consulta, por lo que se han clasificado de distintas
maneras. A continuación, se presentan algunas de ellas:

– Clasificación según la originalidad de la información

Dependiendo de su originalidad, las fuentes se han dividido en primarias, secundarias y


terciarias.

Fuentes de consulta primarias

Son las que contienen información única u original, es decir, se trata de una información que no
ha sido interpretada, condensada o evaluada. Generalmente, son creadas por una persona,
grupo o institución que está relacionada directamente con el tema.

Estas fuentes son utilizadas principalmente en los procesos de investigación, sin embargo, una
de las desventajas es que pueden ser afectadas por valoraciones subjetivas y críticas por parte
de quien las consulta.

Por ejemplo: diarios, cartas, autobiografías, objetos de arte, artículos de investigación escritos
por quienes la realizaron, actas de congresos, tesis doctorales, entrevistas, artículos de prensa
escritos por un periodista que presenció el evento, etc.

Fuentes de consulta secundarias

Las fuentes secundarias están constituidas por recopilaciones o resúmenes realizados a partir
de la información suministrada por fuentes primarias u originales. Es decir, surgen cuando la
fuente primaria sufre un proceso de modificación, selección o reorganización con un fin
específico.

Estas fuentes inicialmente facilitan el acceso a las fuentes primarias. De igual forma, al
interpretar y reorganizar los conceptos, son muy utilizadas por los investigadores para
corroborar una información.

Por ejemplo: biografías, historias, monografías, revisión de artículos, libros de texto y cualquier
índice o bibliografía que se use para localizar fuentes primarias.
Fuentes de consulta terciarias

Estas fuentes son producto de una recopilación de datos primarios y fuentes secundarias. No
son muy trabajadas y tienen el riesgo de estar desactualizadas. Por ejemplo: algunos libros y
almanaques, manuales y guías de bases de datos o de referencia.

– Clasificación según su utilización en investigación

En este tipo de clasificación, las fuentes más importantes son:

Artículos, publicados en línea y en forma impresa

Estos artículos son publicados de forma periódica por los investigadores y académicos; en ellos
se documentan los resultados y hallazgos de sus investigaciones. Los artículos cubren temas
importantes y tienen la característica de no ser extensos (es decir, se desarrollan en pocas
páginas).

Dichos artículos, en su mayoría, son evaluados previamente por un grupo de expertos en el


área del tema a publicar. Esta evaluación previa le confiere confiabilidad al trabajo.

Artículos periodísticos y editoriales

Los artículos periodísticos son escritos por un trabajador de la prensa (el cual debe ser
especialista en el área) y se basan en entrevistas directas e investigaciones.

Por otra parte, las editoriales son fuentes de consulta que aportan opiniones subjetivas de un
periódico o revista, sobre un tema específico de actualidad y relevancia.

Libros, publicados en línea y en forma impresa

Los libros que sirven como fuente de consulta suelen ser escritos por especialistas en un tema
determinado. En estos ejemplares, la información no es tan reciente como la publicada en un
artículo, pero generalmente es mucho más amplia.
Sitios web

Estas fuentes de consulta son realizadas y estructuradas por agencias gubernamentales,


organizaciones y empresas. Son muy variadas y comprenden libros, artículos, datos breves,
etc.

De igual forma, las bibliotecas, archivos y museos digitalizan información de interés como
documentos, imágenes, audios, videos y las colocan en sus sitios web.

– Clasificación según su naturaleza física

Según su naturaleza física, las fuentes de consulta se han dividido en dos categorías:
documentales y no documentales.

Fuentes documentales

Estas son las fuentes de consultas registrada en papel u otro material que se puede manejar
físicamente, transportar y preservar a través del tiempo. Estos incluyen manuscritos, materiales
grabados, libros impresos, publicaciones periódicas, fotografías, registros en discos compactos
o en memorias USB (Bus Universal en Serie), etc.

Fuentes no documentales

Las fuentes de consulta no documentales son muy importantes en el proceso de comunicación


y de obtención de información. Este grupo está constituido por las universidades, los
departamentos gubernamentales, las instituciones tecnológicas, centros de datos y de
referencia, seminarios y conferencias.
Referencias

Gallego, J., Juncá M (sf). Fuentes y servicios de información. Recuperado el 28 de enero 2020
de: uoc.edu

Cabrera, (2006). Introducción a las fuentes de información. Recuperado el 28 de enero 2020


de: researchgate.net

Villaseñor, I. (2008). Metodología para la elaboración de guías de fuentes de información.


Recuperado el 30 de enero de 2020 de: scielo.org.mx

También podría gustarte