La estrategia AIEPI es uno de los proyectos más ambiciosos desarrollado por la
OMS/ OPS que está siendo implementado por el ministerio de protección social, con esta estrategia se ha intentado contrarrestar la incidencia y proliferación de las enfermedades prevalentes de la infancia en todos los contextos de la sociedad, tanto a nivel nacional como internacional, las principales actividades promovidas son: capacitaciones al personal de salud y demás personas que se encuentren alrededor de los niños, a partir de 2012 se inició la implementación masiva de la estrategia y se consolida un grupo de 5.500 médicos y enfermeras a nivel del territorio colombiano que se certifican en el manejo de la estrategia, la proyección de los entes gubernamentales buscaba alcanzar a la mayoría de los profesionales de la salud para el año 2015 y aunque no se ha escatimado en esfuerzos esta meta no se logró, esto debido a la imitaciones presentadas al momento de capacitar a los trabajadores de la salud y a la comunidad en general debido a los altos costos en transporte del personal capacitado o en su defecto al momento de las capacitaciones existía poca adherencia por parte de los asistentes a la estrategia, en general debido a sus creencias y costumbres.
Sin embargo la aplicabilidad de la estrategia es respaldada y apoyada por una serie
de políticas públicas que tienen como objetivo gestionar la accesibilidad de las comunidades vulnerables que se encuentran alrededor del conflicto a una atención preventiva y de calidad en sus sitios de origen, potencializando las herramientas y los recursos con los que se cuenta en las comunidades, equipando con insumos y conocimiento básico al personal de salud.
Los principales obstáculos que se han evidenciado en la consecución de este
propósito son la falta de medidas de detección o control de las enfermedades relevantes en el inicio de la infancia por el personal de salud que atiende a las grandes poblaciones de escasos recursos, quienes tienen acceso limitado a la salud, por otro lado la poca formación que reciben los profesionales de la salud en sus procesos educativos y los costos elevados en la capacitación de los mismos pues dicha formación implica costos elevados de casi 1.000 dólares por personas además de la inclemencia de los terrenos y la ubicación de las poblaciones remotas que dificultan el desplazamiento a recibir dicha capacitación.
Otra barrera que dificulta la adaptación de esta estrategia es la cultura y el concepto
que se tiene de salud vs enfermedad, puesto que en nuestro país existe la creencia en algunas personas por no decir en su mayoría que las enfermedades prevalentes pueden ser tratadas desde sus conocimientos o “remedios caseros pasados por sus antepasados” y no acceden a los servicios de salud por ayuda pues son consideradas “sencillas” o “pasajeras”, pero el tratamiento erróneo de las mismas puede y en ocasiones se convierte en el foco de epidemias o la alteración de virus por el mal manejo que les dan y cuando las personas al final deciden movilizarse a los hospitales y/o clínicas ya es demasiado tarde.