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LA CONSPIRACIÓN ELOHIM...
OTRA FORMA DE VER LA BIBLIA Y JEHOVA. LA CONSPIRACIÓN ELOHIM [1]
"Al comienzo era la Singularidad. Era la Nada y era el Todo. Había terminado
un Ciclo y el Absoluto no se encontraba manifestado. Luego, en un
nanosegundo, se manifestó a través de diversas creaciones. Hubo un Big Bang
donde comenzó nuevamente el espacio-tiempo para dar cabida al universo
físico y a los suprauniversos espirituales.
El Absoluto crea entonces a los elohim (o dioses menores), que son los que
continúan la tarea creadora en los distintos universos. Deriva la tarea
principal a 72 elohim.
De El Cielo responde I
Esos seis elohim estaban en contacto telepático con los Ha, seres de Vega V.
Los Ha eran despóticos, crueles, manipuladores. Uno de esos elohim o dioses
menores era el logos de ese planeta. Se llamaba Elyón, que significa Supremo,
y consentía la conducta equivocada de los Ha. Los otros cinco elohim eran
Hashem, Shadai, Quadosh, Ramahan y Adonai.
Salvo este último, todos los demás gozaban como propia las ansias de poder
de la raza Ha. Durante milenios, estos elohim observaban la conducta de los
Ha de la misma forma como nosotros miramos una obra de teatro. A pesar del
plano elevado de los elohim, el ego había hecho presa de algunos de ellos. Y
su espejo físico eran los Ha.
Esta raza desarrolló tempranamente su tecnología y comenzó primero con
exploraciones dentro de su sistema estelar y más tarde con viajes
interestelares. Así fue como llegaron a la Tierra, donde luego se gestó la Gran
Conspiración.
La Biblia contiene varios episodios que hablan sobre la crueldad de los Ha,
supervisados por los elohim. Y Jehová, el logos planetario, permisivo con el
mal, no se opuso a la crueldad de los extraterrestres, aunque no aceptaba el
compartir su "poder" con otros elohim, pues era celoso de sus posesiones.
Algunos escritos prueban que Elyón igual impuso su dominio real en el
planeta Tierra.
Las pruebas están en los escritos bíblicos, pues en el Salmo 82 hay constancia
de una de esas reuniones: "Elyón se yergue en la Asamblea Divina, en medio
de los dioses juzga: ¿Hasta cuando juzgaréis injustamente y a los malvados
mimaréis?... Yo he dicho: ¡Dioses sois, e hijos de Elyón todos vosotros! Sin
embargo, como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes
caeréis" .
Es obvio que los Ha obedecían a Elyón, y allí Jehová no tenía parte. Los
antiguos escritos daban a entender que los "dioses" se corporizaban. En
Génesis 32,25 y ss. Jacob luchó cuerpo a cuerpo contra un ser extraño y éste
reconoció finalmente ser uno de los elohim. Eso atemorizaba más que si dijera
que era un ser de otro mundo.
No cabe duda que Jehová pactó con Elyón, pues los Ha también se pusieron a
su disposición. En Éxodo 33,11 Moisés conversaba en la tienda de la Reunión
cara a cara con Jehová y no cabe duda que un ser de Vega V era el que
caracterizaba a un dios, pues el escrito dice que están frente a frente "como
conversa un hombre con su amigo" .
Con respecto a los Ha, los seres de Vega V, tenían trajes resplandecientes.
Una de las pruebas es que en el Libro de Enoch se habla de unos seres que
normalmente eran tan refulgentes como el fuego, pero que, cuando lo
deseaban, podían adoptar la forma de hombres corrientes. Los elohim se
aprovechaban del temor que inspiraban los Ha a las tribus de aquella época y
se servían de los veganos para someter por el terror a los ignorantes
pobladores del Medio Oriente antiguo.
Es obvio que las armas de los Ha causaban estragos en las filas de los pobres
israelitas que se rebelaban ante Jehová y Moisés, su cómplice.
También había mucha competencia entre todos los elohim y la prueba es que
Jehová era muy celoso y posesivo de "su pueblo". Siempre manifestaba el
temor de que decidieran dejarlo e irse con otros dioses, y los sometía con
amenazas que, llegado el caso, cumplía inexorablemente. Así como en Éxodo
32, 27 no dudó en ordenar la muerte de tres mil hombres, en Deuteronomio 7,
9-10, Jehová le advierte a Moisés: "Has de saber, pues, que Jehová tu Dios
verdadero, el dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a
los que le aman y guardan sus mandamientos, pero que da su merecido en su
propia persona a quién le odia, destruyéndole" . Advirtiéndole luego en
Deuteronomio 8, 19-20: "Pero si llegas a olvidarte de Jehová, tu Dios, si
sigues a otros dioses, si les das culto y te postras ante ellos, yo certifico hoy
ante vosotros que pereceréis. Lo mismo que las naciones que Jehová va
destruyendo a vuestro paso, así pereceréis también vosotros por haber
desoído la voz de Jehová, vuestro Dios" . Es importante aclarar que Jehová
hacía caso omiso del servilismo de Moisés, pues no dudaba en amenazarlo si
notaba que su "poder" se debilitaba. Y así Moisés obedecía en todo al
cruel eloah , bajo el temor de una represalia personal.
Cuando el Altísimo Elyón repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de
Adán, fijó las fronteras de los pueblos, según el número de los hijos de Dios; mas
la porción de Jehová fue su pueblo, Jacob su parte de heredad. (Deuteronomio
32:8-9)
Los Gnósticos, basados en su profundo estudio del Libro del Génesis, exponen a
Jehová como Satanael el Demiurgo, el poder creativo de este caído mundo
material, que es hostil al Ser Supremo. Un Maestro Gnóstico dijo como 72
Elohim creaban a los ángeles, a los arcángeles, potestades y dominaciones. El
mundo, sin embargo, y todo en él, fue construido por siete Elohim particulares, y
el hombre también es obra de los Elohim. Estos 7 Elohim él los describió como
artesanos flojos y rebeldes.
"Cuando el dios menor me creó de la tierra, junto con Eva tu madre, mi espíritu
estaba con el de ella en la gloria de Eón, el Padre verdadero. Ella me enseñó una
palabra de conocimiento del Dios eterno. Y nosotros nos asemejábamos a los
amorosos ángeles, porque éramos espiritualmente más grandes que el dios que
nos había creado.
Los Gnósticos entendieron que existen muchas órdenes diferentes de seres. Sus
escritos refieren numerosas Jerarquías de entidades espirituales, tanto de la Luz
como de la Oscuridad.
"Los platillos voladores son meramente otro marco de referencia que nos provee
de explicaciones aceptables para algunos de estos grotescos eventos. Un
fenómeno invisible está acechándonos constantemente y manipulando nuestras
creencias. Sólo vemos lo que ellos eligen que veamos, y usualmente nosotros
reaccionamos."
Sin embargo, los Gnósticos nunca cesaron de proclamar que el Verdadero Ser del
Hombre no es su cuerpo, y el mundo material definitivamente no es su verdadero
hogar. El hombre es un ser espiritual y su propósito es la realización de su Ser
Superior, esa chispa de luz exiliada (o escondida en lo más profundo) del cuerpo
físico. Su destino es retornar al Reino de la Luz, su verdadero hogar más allá del
plano material.
"Al comienzo era la singularidad, era la nada y era el Todo. Había terminado un Ciclo y
el Absoluto no se encontraba manifestado. Luego, en un nanosegundo, se manifestó a
través de diversas creaciones. Hubo un Big Bang donde comenzó nuevamente el espacio-
tiempo para dar cabida al universo físico y a los supra universos espirituales.
El Absoluto crea entonces a los elohim o dioses menores, que son los que continúan la tarea
creadora en los distintos universos. Deriva la tarea principal a 72 elohim.
Los elohim crean entonces a los distintos seres angélicos (serafines, querubines, tronos,
dominaciones, potestades, virtudes, principados, arcángeles y ángeles), a los elementales de
la naturaleza (gnomos, sílfides, salamandras, ondinas, hadas, ninfas, trasgos, sátiros,
faunos, peris, vestiglos, sirenas, etc.) y a los espíritus, que encarnan en el plano físico para
comenzar su evolución".
Pasaron los milenios y en el planeta Tierra fueron quedando atrás las distintas eras. El ser
humano ya poseía un lenguaje escrito. La historia estaba en sus comienzos. De esos
72 elohim originales, había seis de ellos que pusieron atención en nuestro mundo. Coincidió
con la época en que el eloah Jehová fue nombrado Logos del planeta Tierra.
Esos seis elohim estaban en contacto telepático con los Ha, seres de Vega V. Los Ha eran
despóticos, crueles, manipuladores. Uno de esos elohim o dioses menores era el logos de
ese planeta. Se llamaba Elyón, que significa Supremo, y consentía la conducta equivocada
de los Ha. Los otros cinco elohim eran Hashem, Shadai, Quadosh, Ramahan y Adonai.
Salvo este último, todos los demás gozaban como propia las ansias de poder de la raza Ha.
Si me permiten la expresión, observaban la conducta de los Ha durante milenios, como si
nosotros miráramos una obra de teatro. Era evidente que, a pesar del plano elevado de
los elohim, el ego había hecho presa de algunos de ellos. Y su espejo físico eran los Ha.
Esa raza desarrolló tempranamente su tecnología y comenzó primero con exploraciones
dentro de su sistema estelar y luego, con viajes interestelares.
Así fue como llegaron a la Tierra, donde luego se armó la gran conspiración.
La Biblia tiene varios relatos que cuentan sobre la crueldad de los Ha, supervisados por
los elohim. Y Jehová, el logos planetario, permisivo con el mal, no se opuso a la crueldad
de los extraterrestres, aunque no aceptaba el compartir su "poder" con otros elohim, pues
era celoso de sus posesiones. Algunos escritos prueban que Elyón igual impuso su dominio
real en el planeta Tierra.
Transcribo un dato bíblico, tal cual fue escrito: El Deuteronomio, en su versión más
antigua, dice que "cuando Elyón repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de
Adán, fijó las fronteras de los pueblos según el número de sus habitantes, reservando
para Jehová uno de esos pueblos" (Deuteronomio 32, 8-9). O sea, Jehová, aún siendo logos
planetario, permitía que otros elohim tomaran decisiones sobre la raza humana.
Esos elohim o dioses menores se reunían periódicamente en un lugar llamado "la montaña
de la Asamblea" o "el monte de la Reunión", ubicado en los confines del monte Safón
(Isaías 14,13). Obviamente, los que se reunían no eran los elohim, pues éstos no necesitan
de un lugar físico. Los que conformaban esa Asamblea eran los Ha, la raza extraterrestre
venida de Vega V. Las pruebas están en los escritos bíblicos, pues en el Salmo 82 hay
constancia de una de esas reuniones: "Elyón se yergue en la Asamblea Divina, en medio de
los dioses juzga: ¿Hasta cuando juzgaréis injustamente y a los malvados mimaréis?... Yo he
dicho: ¡Dioses sois, e hijos de Elyón todos vosotros! Sin embargo, como hombres moriréis,
y como cualquiera de los príncipes caeréis".
Es obvio que los Ha obedecían a Elyón, y allí Jehová no tenía parte. Los antiguos escritos
daban a entender que los "dioses" se corporizaban. En Génesis 32,25 y ss Jacob luchó
cuerpo a cuerpo contra un ser extraño y éste reconoció finalmente ser uno de los elohim.
Eso atemorizaba más que si dijera que era un ser de otro mundo.
No cabe duda que Jehová pactó con Elyón, pues los Ha también se pusieron a su
disposición. En Éxodo 33,11 Moisés conversaba en la tienda de la Reunión cara a cara
con Jehová y no cabe duda que un ser de Vega V era el que caracterizaba a un dios, pues el
escrito dice que están frente a frente "como conversa un hombre con su amigo". En
ocasiones, incluso paseaba de incógnito por el campamento, por lo que exigía que todas las
deyecciones de su pueblo estuviesen debidamente enterradas (Deuteronomio 23, 13-15),
como si él fuera un hombre como los otros, sensible a la suciedad. Lo que diferenciaba a
los Ha de los humanos, más que su aspecto físico, era el poder que poseían y que las tribus
apodaban la "Gloria de Jehová".
continua....
"NO SOMOS SERES HUMANOS TENIENDO UNA EXPERIENCIA ESPIRITUAL,
SOMOS SERES ESPIRITUALES TENIENDO UNA EXPERIENCIA HUMANA".
(Teilhard de Chardin)
ruizlalo
Expulsado
8 Octubre 2005
#2
Esa "columna de nube" que se transformaba en columna de fuego durante las noches de
travesía por el desierto y a la que con tanto detalle se refiere el Éxodo, debió tratarse de la
nave estelar de los Ha. La llamada "Gloria de Jehová" tenía "dos caras": una de ellas,
conocida como "el rostro de Jehová", era especialmente peligrosa, pues según cuenta la
Biblia ningún hombre podía verla y sobrevivir. Sin embargo, Moisés logró ver la cara
posterior tras refugiarse en la hendidura de una roca, haciendo caso a los consejos
de Jehová (Éxodo 33,20). Es evidente que "la cara anterior de Jehová" se trataba de la parte
inferior de la nave de los Ha, donde estaban sus motores, ya que cuando la "Gloria" se
situaba sobre la Tienda de la Reunión, Moisés no podía entrar en ella (Éxodo 40, 34-35),
pero cuando "aterrizaba" al lado, no había peligro (Éxodo 33, 9).
Se ignora qué tipo de propulsión empleaba la nave, pero había severas órdenes de que nadie
del pueblo se acercara a las inmediaciones donde ésta operaba (Éxodo 19, 12). Dicha nave
tenía poderoso armamento, pues "era capaz de escupir un fuego que podía abrasar de golpe
a 250 hombres (Números 16, 35) o de destruir ciudades enteras (Génesis 19).
La mayoría de las personas, debido a la desinformación de las religiones tradicionales,
siguen creyendo que Jehová es el Absoluto, pero los escritos demuestran que era un dios
tribal, no universal, y que su mayor obsesión era repoblar su territorio con gente que le
fuera fiel. De esa manera, se aseguraba de que en el futuro no surgiera ningún foco de
"idolatría" a otros dioses, pues consideraba a ese pueblo "de su propiedad personal"
(Deuteronomio 7, 6). ¿Cómo lograba eso? Allí comienza la conspiración de los elohim.
Debía "vaciar" previamente ese territorio de sus anteriores pobladores. Así que Jehová dio
órdenes de conquistarlo. Eso sí... para asegurarse que no habría futuras "contaminaciones"
religiosas, decretó muchas veces la muerte de sus habitantes: "De las ciudades de esos
pueblos que Jehová, tu elohim, te da en herencia, no dejarás viva alma alguna; sino que
consagrarás a completo exterminio al Hitita, al Amorreo, al Cananeo, al Perezeo, al Jivveo
y al Yebuseo, conforme Jehová, tu elohim, te ha ordenado; a fin de que no os enseñen a
imitar todas las abominaciones que han cometido en honor de sus dioses y pequéis
contra Jehová, vuestro elohim" (Deuteronomio 20, 16-18).
Continua...
"NO SOMOS SERES HUMANOS TENIENDO UNA EXPERIENCIA ESPIRITUAL,
SOMOS SERES ESPIRITUALES TENIENDO UNA EXPERIENCIA HUMANA".
(Teilhard de Chardin)
ruizlalo
Expulsado
8 Octubre 2005
#3
O sea, Jehová no quería prisioneros... ni siquiera mujeres o niños, tal era su crueldad. Por
eso tampoco tuvo dudas en aplicar el mismo "remedio" entre los habitantes de su pueblo
cuando éstos sentían que Jehová no era el dios de bondad que ellos esperaban y
comenzaron a adorar de nuevo a sus antiguos dioses: "Así ha dicho Jehová, dios de Israel:
"¡Ponga cada uno su espada al costado! ¡Pasad y repasad por el campamento de puerta en
puerta y matad cada uno al propio hermano, al propio compañero, al propio pariente!"
(Éxodo 32, 27). Esa orden dejó como consecuencia que tres mil hombres fueran víctimas de
tan drástica medida, muriendo a manos de sus seres más queridos.
Con respecto a los Ha, los seres de Vega V, tenían trajes resplandecientes. Una de las
pruebas es que en el Libro de Enoch se habla de unos seres que normalmente eran tan
refulgentes como el fuego pero que, cuando lo deseaban, podían adoptar la forma de
hombres corrientes. Los elohim se aprovechaban del temor que inspiraban los Ha a las
tribus de aquella época y se servían de los veganos para someter por el terror a los
ignorantes pobladores del Medio Oriente antiguo.
Moisés se hizo cómplice de Jehová para provocar asesinatos en masa. Doy el caso de que
cuando Coré se rebeló contra Moisés, éste le ordenó presentarse con 250 de sus hombres,
portando incensarios ante Jehová en la puerta de la Tienda del Encuentro. Cuando todos
acudieron, Moisés dijo: "´En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para hacer todas
estas obras y que no es ocurrencia mía: Si mueren estos hombres como muere cualquier
mortal, alcanzados por la sentencia común a todo hombre, es que Jehová no me ha enviado.
Pero si Jehová obra algo portentoso, si la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les
pertenece, y bajan vivos al Seól (profundidades de la tierra), sabréis que esos hombres ha
rechazado a Jehová´. Y sucedió que nada más terminar de decir estas palabras, se abrió el
suelo debajo de ellos; la tierra abrió su boca y se los tragó, con todas sus familias, así como
a todos los hombres de Coré, con todos sus bienes". (Números 16, 28-32). Añadiéndose
más adelante que "Brotó fuego de Jehová, que devoró a los 250 hombres que habían
ofrecido el incienso" (Números 16, 35). Es obvio que las armas de los Ha causaban estragos
en las filas de los pobres israelitas que se rebelaban ante Jehová y Moisés, su cómplice. Hay
otro detalle de la extrema crueldad: Hubo judíos que se impacientaron ante la larguísima
travesía por el desierto y se lo hicieron saber a Moisés, manifestándole su inquietud. La
reacción de Jehová no fue precisamente "comprensiva": "Envió entonces Jehová contra el
pueblo serpientes abrazadoras que mordían a la muchedumbre; y murió mucha gente de
Israel" (Números 21, 6). Esas "serpientes abrasadoras eran rayos calcinadores provenientes
de las armas de los Ha y provocaron cientos de muertos.
Continua...
"NO SOMOS SERES HUMANOS TENIENDO UNA EXPERIENCIA ESPIRITUAL,
SOMOS SERES ESPIRITUALES TENIENDO UNA EXPERIENCIA HUMANA".
(Teilhard de Chardin)
ruizlalo
Expulsado
8 Octubre 2005
#4
También había mucha competencia entre todos los elohim y la prueba es que Jehová era
muy celoso y posesivo de "su pueblo". Siempre manifestaba el temor de que decidieran
dejarlo e irse con otros dioses, y los sometía con amenazas que, llegado el caso, cumplía
inexorablemente. Así como en Éxodo 32, 27 no dudó en ordenar la muerte de tres mil
hombres, en Deuteronomio 7, 9-10, Jehová le advierte a Moisés: "Has de saber, pues, que
Jehová tu Dios verdadero, el dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones
a los que le aman y guardan sus mandamientos, pero que da su merecido en su propia
persona a quién le odia, destruyéndole". Advirtiéndole luego en Deuteronomio 8, 19-20:
"Pero si llegas a olvidarte de Jehová, tu Dios, si sigues a otros dioses, si les das culto y te
postras ante ellos, yo certifico hoy ante vosotros que pereceréis. Lo mismo que las naciones
que Jehová va destruyendo a vuestro paso, así pereceréis también vosotros por haber
desoído la voz de Jehová, vuestro Dios". Es importante aclarar que Jehová hacía caso
omiso del servilismo de Moisés, pues no dudaba en amenazarlo si notaba que su "poder" se
debilitaba. Y así Moisés obedecía en todo al cruel eloah, bajo el temor de una represalia
personal.
En un capítulo, el pueblo de Israel se estableció en Sittim y muchos de sus hombres se
pusieron a fornicar con las hijas de Moab. Quedaron prendados con las muchachas y se
postraron ante otro de los elohim, que era contactado por ese pueblo. La reacción de Jehová
no se hizo esperar: "Dijo a Moisés. ´Toma a todos los jefes del pueblo y empálalos en
honor de Jehová cara al sol; así cederá el furor de la cólera de Jehová ante Israel´. Dijo
Moisés a los jueces de Israel: ´Matad cada uno a los vuestros que se hayan adherido a Baal
de Peor´" (Números 25, 4-5). El resultado de esos crímenes trajo aparejado una tremenda
peste que asoló a un altísmo porcentaje de personas. En Números 25, 9 se describe: "Los
muertos por la plaga fueron 24.000". Moisés fue el "ejecutor terrenal" de las órdenes de
Jehová y para aquellos que no saben qué es la técnica de empalar, les comento que consiste
en introducir un gran palo por el ano a las personas e insertárselo hasta la boca.
Jehová semejaba un animal cebado en sangre. En Números 31, 2 le dice a Moisés: "Haz
que los israelitas tomen venganza de los madianitas". Así fue que mataron a todos los
varones e "hicieron cautivas a las mujeres de Madián y a sus niños, y saquearon su ganado,
sus rebaños y todos sus bienes. Dieron fuego a todas las ciudades en que habitaban y a
todos sus campamentos" (Números 31, 9-10). Y no conforme con eso, Moisés ordenó matar
"a todos los niños varones y a toda mujer que haya conocido varón" (Números 31,17).
Posteriormente, bajo las órdenes de Moisés, el "pueblo elegido" se repartía el botín, tras los
saqueos. En esa ocasión, parte del botín eran las "32.000 mujeres que no habían dormido
con varón" (Números 31, 28). Los Ha, sin que los remuerda ninguna conciencia,
participaban "en el nombre de Jehová", de una gran tajada: En el texto bíblico se especifica
que a Jehová le correspondieron 675 cabezas de ganado lanar, 72 de vacuno y 61 de asnal,
así como 32 prisioneros (Números 31, 32-40). "El total del oro que reservaron para Jehová,
de parte de los jefes de Millar y de Cien, fue de 16.750 siclos" (Números 31, 52). Aún para
los más escépticos cuesta aceptar que un "dios" precise ganado, dinero y esclavas... salvo
que los supuestos dioses fueran extraterrestres.
Los magnicidios de Jehová, con Moisés y los Ha como cómplices, los pueden hallar en
distintas partes de la Biblia: Al relatar la conquista del reino de Sijón, Moisés comenta
como Jehová le ordenó apoderarse de ese territorio y la batalla que tuvo lugar en Yahás,
confesando: "Nos apoderamos entonces de todas sus ciudades y consagramos al anatema
toda ciudad: hombres, mujeres y niños, sin dejar superviviente" (Deuteronomio 2, 34). Ese
hecho se reiteraría con la conquista del reino de Og, reconociendo el texto bíblico
igualmente que mataron a todos sus habitantes "sin dejar ni un superviviente"
(Deuteronomio 3, 3). El exterminio se repite cuando el pueblo israelita ataca a los
benjaminitas por orden expresa del perverso eloah: "Jehová derrotó a Benjamín ante Israel
y aquel día los israelitas mataron en Benjamín a veinticinco mil cien hombres, todos ellos
armados de espada" (Jueces 20, 35), añadiendo a continuación que después "pasaron a
cuchillo a los varones de la ciudad, al ganado y a todo lo que encontraron" (Jueces 20, 48).
Moisés no era el único cómplice de la crueldad del eloah, pues en otro de los escritos
bíblicos, Samuel le transmite a Saúl por orden de Jehová, en relación a la guerra que
entablaron con los amalecitas: "Ahora vete y castiga a Amalec, consagrándolo al anatema
con todo lo que posee; no tengas compasión de él, mata hombres y mujeres, niños y
lactantes, bueyes y ovejas, camellos y asnos" (I Samuel 15, 3). Saúl obedeció a Samuel y
"capturó vivo a Agag, rey de los amalecitas, y pasó a todo el pueblo a filo de espada en
cumplimiento del anatema" (I Samuel 15, 8).
Uno de los más grandes exterminios fue en la batalla celebrada entre los israelitas
comandados por Asá y Judá, y el millón de etíopes dirigidos por Zeraj, que finalizaría con
la muerte de todos ellos "hasta no quedar uno vivo" (II Crónicas 14, 12).
Quiero destacar de "El libro de Enoch" dos capítulos bastantes ilustrativos. Recordemos
que San Agustín afirmaba que la Iglesia lo rechazaba de su canon, debido a que lo
consideraba muy antiguo y que, sin embargo, fue aceptado por los primeros cristianos,
entre ellos, San Clemente de Alejandría.
Enoch (el que caminó en compañía de los Ha y éstos lo arrebataron al Cielo) nos habla sin
tapujos de la unión entre los veganos y las hijas de los hombres, y completa algunos datos
que se calla el Génesis. En el capítulo VI, versículos 1-8 y capítulo VII, versículos 1-6,
dice: "Así pues, cuando los hijos de los hombres se hubieron multiplicado y les nacieron en
esos días hijas hermosas y bonitas, y los ángeles, hijos de los cielos, las vieron y las
desearon, se dijeron entre ellos: ´Vamos, escojamos mujeres entre los hijos de los hombres
y engendremos hijos´. Entonces, Semyaza, su jefe, les dijo: ´Temo que quizás no queráis
(realmente) cumplir esa obra, y seré, yo solo, responsable de un gran pecado´. Pero los
otros le contestaron: ´Hagamos todos juntos un juramento y prometámonos todos con un
anatema no cambiar de destino, sino ejecutar realmente (ese destino)..."
Final.
#5
ruizlalo dijo:
También había mucha competencia entre todos los elohim y la prueba es que Jehová era
muy celoso y posesivo de "su pueblo". Siempre manifestaba el temor de que decidieran
dejarlo e irse con otros dioses, y los sometía con amenazas que, llegado el caso, cumplía
inexorablemente. Así como en Éxodo 32, 27 no dudó en ordenar la muerte de tres mil
hombres, en Deuteronomio 7, 9-10, Jehová le advierte a Moisés: "Has de saber, pues, que
Jehová tu Dios verdadero, el dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones
a los que le aman y guardan sus mandamientos, pero que da su merecido en su propia
persona a quién le odia, destruyéndole". Advirtiéndole luego en Deuteronomio 8, 19-20:
"Pero si llegas a olvidarte de Jehová, tu Dios, si sigues a otros dioses, si les das culto y te
postras ante ellos, yo certifico hoy ante vosotros que pereceréis. Lo mismo que las naciones
que Jehová va destruyendo a vuestro paso, así pereceréis también vosotros por haber
desoído la voz de Jehová, vuestro Dios". Es importante aclarar que Jehová hacía caso
omiso del servilismo de Moisés, pues no dudaba en amenazarlo si notaba que su "poder" se
debilitaba. Y así Moisés obedecía en todo al cruel eloah, bajo el temor de una represalia
personal.
En un capítulo, el pueblo de Israel se estableció en Sittim y muchos de sus hombres se
pusieron a fornicar con las hijas de Moab. Quedaron prendados con las muchachas y se
postraron ante otro de los elohim, que era contactado por ese pueblo. La reacción de Jehová
no se hizo esperar: "Dijo a Moisés. ´Toma a todos los jefes del pueblo y empálalos en
honor de Jehová cara al sol; así cederá el furor de la cólera de Jehová ante Israel´. Dijo
Moisés a los jueces de Israel: ´Matad cada uno a los vuestros que se hayan adherido a Baal
de Peor´" (Números 25, 4-5). El resultado de esos crímenes trajo aparejado una tremenda
peste que asoló a un altísmo porcentaje de personas. En Números 25, 9 se describe: "Los
muertos por la plaga fueron 24.000". Moisés fue el "ejecutor terrenal" de las órdenes de
Jehová y para aquellos que no saben qué es la técnica de empalar, les comento que consiste
en introducir un gran palo por el ano a las personas e insertárselo hasta la boca.
Jehová semejaba un animal cebado en sangre. En Números 31, 2 le dice a Moisés: "Haz
que los israelitas tomen venganza de los madianitas". Así fue que mataron a todos los
varones e "hicieron cautivas a las mujeres de Madián y a sus niños, y saquearon su ganado,
sus rebaños y todos sus bienes. Dieron fuego a todas las ciudades en que habitaban y a
todos sus campamentos" (Números 31, 9-10). Y no conforme con eso, Moisés ordenó matar
"a todos los niños varones y a toda mujer que haya conocido varón" (Números 31,17).
Posteriormente, bajo las órdenes de Moisés, el "pueblo elegido" se repartía el botín, tras los
saqueos. En esa ocasión, parte del botín eran las "32.000 mujeres que no habían dormido
con varón" (Números 31, 28). Los Ha, sin que los remuerda ninguna conciencia,
participaban "en el nombre de Jehová", de una gran tajada: En el texto bíblico se especifica
que a Jehová le correspondieron 675 cabezas de ganado lanar, 72 de vacuno y 61 de asnal,
así como 32 prisioneros (Números 31, 32-40). "El total del oro que reservaron para Jehová,
de parte de los jefes de Millar y de Cien, fue de 16.750 siclos" (Números 31, 52). Aún para
los más escépticos cuesta aceptar que un "dios" precise ganado, dinero y esclavas... salvo
que los supuestos dioses fueran extraterrestres.
Los magnicidios de Jehová, con Moisés y los Ha como cómplices, los pueden hallar en
distintas partes de la Biblia: Al relatar la conquista del reino de Sijón, Moisés comenta
como Jehová le ordenó apoderarse de ese territorio y la batalla que tuvo lugar en Yahás,
confesando: "Nos apoderamos entonces de todas sus ciudades y consagramos al anatema
toda ciudad: hombres, mujeres y niños, sin dejar superviviente" (Deuteronomio 2, 34). Ese
hecho se reiteraría con la conquista del reino de Og, reconociendo el texto bíblico
igualmente que mataron a todos sus habitantes "sin dejar ni un superviviente"
(Deuteronomio 3, 3). El exterminio se repite cuando el pueblo israelita ataca a los
benjaminitas por orden expresa del perverso eloah: "Jehová derrotó a Benjamín ante Israel
y aquel día los israelitas mataron en Benjamín a veinticinco mil cien hombres, todos ellos
armados de espada" (Jueces 20, 35), añadiendo a continuación que después "pasaron a
cuchillo a los varones de la ciudad, al ganado y a todo lo que encontraron" (Jueces 20, 48).
Moisés no era el único cómplice de la crueldad del eloah, pues en otro de los escritos
bíblicos, Samuel le transmite a Saúl por orden de Jehová, en relación a la guerra que
entablaron con los amalecitas: "Ahora vete y castiga a Amalec, consagrándolo al anatema
con todo lo que posee; no tengas compasión de él, mata hombres y mujeres, niños y
lactantes, bueyes y ovejas, camellos y asnos" (I Samuel 15, 3). Saúl obedeció a Samuel y
"capturó vivo a Agag, rey de los amalecitas, y pasó a todo el pueblo a filo de espada en
cumplimiento del anatema" (I Samuel 15, 8).
Uno de los más grandes exterminios fue en la batalla celebrada entre los israelitas
comandados por Asá y Judá, y el millón de etíopes dirigidos por Zeraj, que finalizaría con
la muerte de todos ellos "hasta no quedar uno vivo" (II Crónicas 14, 12).
Quiero destacar de "El libro de Enoch" dos capítulos bastantes ilustrativos. Recordemos
que San Agustín afirmaba que la Iglesia lo rechazaba de su canon, debido a que lo
consideraba muy antiguo y que, sin embargo, fue aceptado por los primeros cristianos,
entre ellos, San Clemente de Alejandría.
Enoch (el que caminó en compañía de los Ha y éstos lo arrebataron al Cielo) nos habla sin
tapujos de la unión entre los veganos y las hijas de los hombres, y completa algunos datos
que se calla el Génesis. En el capítulo VI, versículos 1-8 y capítulo VII, versículos 1-6,
dice: "Así pues, cuando los hijos de los hombres se hubieron multiplicado y les nacieron en
esos días hijas hermosas y bonitas, y los ángeles, hijos de los cielos, las vieron y las
desearon, se dijeron entre ellos: ´Vamos, escojamos mujeres entre los hijos de los hombres
y engendremos hijos´. Entonces, Semyaza, su jefe, les dijo: ´Temo que quizás no queráis
(realmente) cumplir esa obra, y seré, yo solo, responsable de un gran pecado´. Pero los
otros le contestaron: ´Hagamos todos juntos un juramento y prometámonos todos con un
anatema no cambiar de destino, sino ejecutar realmente (ese destino)..."
Final.
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saludos:
no entiendo nada,................................?????
Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám zojer habrit veneeman bivriló vekaiam bemaamaró.
A
Aleluya Amen
2
9 Octubre 2005
#6
ruizlalo dijo:
Continua...
ruizlalo, me preocupa tu situación, entre los seres y maestros de luz del otro epígrafe y los
dioses Ha que has presentado en este creo que necesitas pedir que Dios opere en tu mente y
te haga entender que nos manda Dios a no saber más de lo que está escrito (en la Biblia).
Saludos Ruizlalo!
w1c2m
ruizlalo
Expulsado
10 Octubre 2005
#8
Dios te acompañe!!!
"NO SOMOS SERES HUMANOS TENIENDO UNA EXPERIENCIA ESPIRITUAL,
SOMOS SERES ESPIRITUALES TENIENDO UNA EXPERIENCIA HUMANA".
(Teilhard de Chardin)
ruizlalo
Expulsado
10 Octubre 2005
#9
w1c2m dijo:
Saludos Ruizlalo!
w1c2m
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Gracias por tus comentarios, te pido que investiges un poco mas, no te creas en todo lo que esta en la biblia... respeto
mucho tus comentarios, ten un dia Bonito!!!!
Aquí te pego esta otra teoria -similar a la tuya- para que me digas si tambien te parece tan
creible como la que nos expusiste. Para mi, amado hermano Ruizlalo, son tan solo teorias
basadas en interpretaciones de trozos de información de aquí-y-de-allá que dependiendo al
autor que los lee es la teoria que se produce. Por ejemplo, si ahora viene alguien y lee tu
material y lo junta con el que te someto abajo, de seguro que tendremos muy pronto aún
otra nueva teoria para confundir más las mentes. De todos modos, aquí la dejo para que la
leas con mucho cuidado y además busques el website:
www.burlingtonnews.net/alienraces.htm