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John Bordley Rawls (Baltimore, 21 de febrero de 1921-Lexington, 24 de

noviembre de 2002) fue un filósofo estadounidense, profesor de filosofía


política en la Universidad Harvard y autor de Teoría de la
justicia (1971), Liberalismo político (1993), The Law of Peoples (1999)
y Justice as Fairness: A Restatement (2001). Su teoría política propone
dos principios sobre los cuales basar la noción de justicia a partir de
una posición original en el espíritu contractualista de los filósofos políticos
clásicos.
Rawls fue reconocido con el Premio Schock para lógica y filosofía y con
la National Humanities Medal de manos del presidente Bill Clinton en
1999, en reconocimiento a «su ayuda a que toda una generación (…)
reviviera su confianza en la democracia».1

Índice
 1Contribución de Rawls a la filosofía política y moral
 2Los Poderes de los Ciudadanos y su Representación
 3Teoría de la justicia
o 3.1El velo de la ignorancia
o 3.2La sociedad multicultural
 4Liberalismo político
 5Las críticas a Rawls
o 5.1Amartya Sen
o 5.2Gerald Cohen
o 5.3Robert Nozick
 6Publicaciones
o 6.1Obras [3]
o 6.2Bibliografía en castellano
o 6.3Artículos
o 6.4Sobre Rawls
 7Véase también
 8Referencias
 9Enlaces externos
Contribución de Rawls a la filosofía política y moral[editar]
Artículo principal: Justicia como equidad (idea)
Rawls es conocido por sus contribuciones a la filosofía política liberal.
Algunas ideas de los trabajos de Rawls han recibido mucha atención:
 La posición original y el velo de la ignorancia.
 El equilibrio reflexivo explica cómo debe de existir un tipo de
equilibrio entre lo que es la creencia que tiene un individuo (de
religión) y las normas que desarrolla el Estado
 El consenso superpuesto.
 La razón pública.
 La justicia como equidad (que consiste básicamente en el
principio de igual libertad, el principio de justa igualdad de
oportunidades y el principio de diferencia).
Muchos filósofos y economistas creen que Rawls hizo una importante
contribución a la filosofía política. Otros, en cambio, encuentran que el
trabajo de Rawls no es convincente y está muy alejado de la praxis
política; pero donde sí hay consenso general es en que la publicación
de Teoría de la Justicia en 1971 conllevó una reactivación de la filosofía
política. La obra de Rawls es multidisciplinar, y ha recibido especial
atención por parte de economistas, politólogos, sociólogos y teólogos.
Por lo demás, Rawls es el único entre los filósofos políticos
contemporáneos que ha sido frecuentemente citado por las Cortes de
los Estados Unidos.
Los Poderes de los Ciudadanos y su Representación[editar]
Artículo principal: Liberalismo Político (libro)
En una sociedad razonable, más sencillamente ilustrada en una
sociedad de iguales en cuanto a los asuntos básicos, todos los
ciudadanos tienen sus propios objetivos racionales que esperan
favorecer, y todos están dispuestos a proponer términos justos que se
espera razonablemente acepten los demás, de manera que todos
puedan beneficiarse y mejorar, según lo que cada cual pueda lograr
por sí mismo. Muchos de nuestros más importantes juicios, se hacen en
condiciones en que no es de esperarse que personas conscientes, en el
pleno uso de la razón, incluso tras una libre discusión, lleguen a la misma
conclusión. Algunos juicios contrarios y razonables pueden ser
verdaderos y otros falsos. Llevar a efecto la plena condición de
conocimiento pública equivale a materializar un mundo social en el que
puede aprenderse el ideal de la ciudadanía y esto puede inculcar un
verdadero deseo de llegar a ser esa clase de persona. Esta función
educadora de la concepción política caracteriza al papel más amplio
al que me he referido. El objetivo de las partes consiste en llegar a un
consenso en cuanto a principios de justicia que permita a los
ciudadanos que representan llegar a ser personas cabales, esto es, con
las características propias para desarrollar y ejercer plenamente sus
poderes morales y perseguir el logro de las determinadas concepciones
del bien que hayan elaborado. Los principios de justicia deben conducir
a implantar un esquema instituciones básicas afín a este objetivo. La
concepción política de la justicia que regula desigualdades sociales y
económicas, cualquiera que sea tal concepción, no puede constituir el
precepto: no puede decirse que deberá darse a las personas según su
virtud política. Además de la capacidad de tener una concepción del
bien, los ciudadanos tienen la capacidad de adquirir concepciones de
justicia e imparcialidad y el deseo de actuar según las exigencias de
estas concepciones. Cuando creen que las instituciones o las prácticas
sociales son justas, o imparciales, están dispuestos y anuentes a hacer su
parte en esos convenios, siempre y cuando tengan una razonable
seguridad de que los demás también harán su parte. Si otras personas
con evidente intención ansían cumplir con su parte en acuerdos justos o
imparciales, los ciudadanos tenderán a adquirir confianza y
confiabilidad en esas personas, esta confianza y confiabilidad se
reforzarán y serán más completas conforme el éxito de los convenios
cooperativos se sostenga en un lapso más largo, y lo mismo es verdad
conforme las instituciones básicas establecidas paraasegurar nuestros
intereses fundamentales (los derechos y las libertades básicas) se vayan
reconociendo más firme y voluntariamente.
Teoría de la justicia[editar]
Artículo principal: Teoría de la justicia (libro)
El prolongado compromiso de John Rawls con la justicia, la equidad y la
desigualdad surgió de su experiencia personal, al haber crecido en
Baltimore, ciudad en la que se padecía la segregación racial y haber
pasado por el ejército. Le urgía encontrar una estructura general de
principios morales dentro de la cual fuera posible emitir juicios morales
individuales.
En Teoría de la justicia Rawls argumenta heurísticamente en favor de
una reconciliación de los principios de libertad e igualdad a través de la
idea de la justicia como equidad. Para la consecución de este fin, es
central su famoso acercamiento al aparentemente insuperable
problema de la justicia distributiva.
Rawls trata de demostrar que los principios de la justicia no se pueden
basar únicamente en la estructura moral de una persona, también en la
manera en que el sentido de la moral de la persona se expresa y se
preserva en las instituciones. Para que exista la justicia, tiene que
considerarsela "equitativa" según determinados principios de igualdad.
Rawls fórmula dos principios fundamentales. El primero afirma que todas
las personas tienen el mismo derecho a las libertades básicas. El
segundo sostiene que "hay que solucionar las desigualdades sociales y
económicas de manera que sea posible tener una esperanza razonable
de que las soluciones favorecen a todos y estén ligadas a cargos y
despachos abiertos para todos". El primer principio, el de libertad, toma
la prioridad sobre el segundo, el de la diferencia. Rawls los justifica al
afirmar que a medida que las condiciones económicas mejoran gracias
al avance de la civilización, crece la importancia de los asuntos
relacionados con la libertad.
Rawls denomina "ventajas amenazadoras" a ciertos privilegios sociales y
económicos, cómo "el poder político de facto, la riqueza o los talentos
naturales", que permiten a ciertas personas obtener más que lo justo. La
desigualdad no puede ser el fundamento de ningún principio de la
justicia. Dado que las desigualdades forman parte de las sociedades,
Rawls concluye que "hay que corregir la arbitrariedad del mundo al
ajustar las circunstancias de la situación contractual inicial".
Al hablar de situación contractual se refiera un contrato social entre las
personas, tanto de unas con otras como todas las instituciones del
Estado, cuida la familia. Pero este contrato social comprende acuerdos
entre los individuos sobre una base desigual.
Para Rawls la clave de esta corrección son las instituciones sociales, que
deberían asegurar que todas las personas tengan igual acceso a ellas y
crear un mecanismo de redistribucion que mejore la situación de todos.
Rawls consideraba que el liberalismo y las democracias liberales son los
sistemas políticos mejor posicionados para asegurar que esta
redistribución sea equitativa. Creía que los sistemas comunistas se
centran demasiado en la igualdad absoluta sin saber con certeza si
lleva a todos el mayor bien. Defendía que es más probable que un
sistema capitalista con instituciones sociales fuertes asegure un sistema
de justicia equitativo.2
De forma medular a este esfuerzo corresponde realizar un recuento de
las circunstancias de la justicia (inspirado en David Hume), y de una
situación de elección justa (más cercana en espíritu a Kant) para las
partes enfrentadas a tales circunstancias y que se encuentren en la
búsqueda de principios de justicia que guíen su conducta. Dichas partes
se enfrentan a una escasez moderada y no son ni naturalmente
altruistas ni puramente egoístas: tienen fines que buscan promover.
El velo de la ignorancia

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