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El perfil de la crisis
Hay características propias de una situación de
transición: sentimientos, vivencias, tentaciones
que acompañan a quienes pasan por una época de
cambio. Podemos reconocer estas características en
la c omunidad de fe que describe el apóstol.
1. El mundo parece derrumbarse. En épocas de
transición, sentimos que el mundo ha cambiado
repentina y radicalmente, está todo desordenado,
‘des-sujetado’. Lo que antes parecía sostenerlo ya
no lo sostiene más. Lo que antes creíamos, ahora
parece no funcionar más.
Por eso, el apóstol elabora el concepto tranquili-
zador de que todo está sujeto a Jesús:
Porque en cuanto le sujetó todas las
cosas [a Jesús], nada dejó que no sea
sujeto a él.
Hebreos 2.8
2. Sentimiento de amargura
[No sea que] …brotando alguna raíz de
amargura, os estorbe, y por ella muchos
sean contaminados.
Hebreos 12.15
Hay momentos en los que pareciera que la vida con-
tradice lo que creemos y esperamos de Dios.
Una pastoral para épocas de crisis | 13
Es posible que estos creyentes a los que escribe
el apóstol rogaran: ‘Señor, que se aplaque la per-
secución. Señor, acuérdate de nosotros; mira todo
lo que hemos dejado por ti…’ Pero la presión no
disminuía.
¿No nos ocurre, a veces, que a pesar de orar todo
nos sale al revés? En épocas como esas, es posible
que cambiemos la esperanza por cinismo. La fe
ya no me responde, la esperanza no me sostiene.
Y si no nos abrimos a la sanidad del Señor, es po-
sible que crezca en nosotros un sentimiento de
amargura.
3. Sentimiento de pérdida. Las etapas de transi-
ción se acompañan de agobiantes sentimientos de
pérdida. Tenemos que dejar atrás cargos, relaciones,
posesiones. Esto provoca una profunda sensación
de vacío, que genera frustración y depresión.
El escritor de la Carta a los Hebreos percibe lo que
están sintiendo, porque les recuerda:
Porque Dios no es injusto para olvidar
vuestra obra y el trabajo de amor que
habéis mostrado hacia su nombre,
habiendo servido a los santos y sirvién-
doles aún.
Hebreos 6.10
Es como si de pronto se hubieran preguntado: ‘Todo
esto, ¿para qué?’ Por eso, el apóstol se esfuerza por
14 | Cómo pastorear y ser pastoreados
asegurarles que sí valió la pena, que Dios no se ol-
vidará lo que hicieron y lo que sacrificaron.
4. Temor a la muerte. El que está en crisis siente
con mucha fuerza la brevedad y la limitación de la
vida. Tiene la sensación de ser esclavo de un devenir
incontrolable. Cuando la crisis es muy aguda, puede
aparecer el temor a la muerte.
La Carta a los Hebreos se dirige a una comunidad
que está oprimida por el temor, particularmente el
temor a la muerte. El escritor sabe que están vivien-
do bajo la amenaza de muerte y sabe que el contexto
pesa sobre la espiritualidad. Es interesante ver cómo
comprende la situación en la que están viviendo y
los pone en contacto con Jesucristo, que también
experimentó la angustia de muerte.
Así que, por cuanto los hijos partici-
paron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo,
y librar a todos los que por temor a la
muerte estaban durante toda la vida
sujetos a servidumbre.
Hebreos 2.14–15
5. Tentación de retroceder a lo conocido y seguro.
El apóstol utiliza casi cinco capítulos para mostrar
que hay un camino mejor que el de los sacrificios de
toros y machos cabríos. ¿Por qué esa insistencia?
Una pastoral para épocas de crisis | 15
La comunidad acomodada del pueblo judío
t radicional parece no haber sufrido persecución,
donde quiera que estuviese radicada, porque nunca
fue una amenaza para el entorno. Quizás los creyen-
tes estaban pensando: ‘Mejor volvamos a aquello
que no provoca riesgo’.
En ocasiones, estamos tentados a retroceder a lo
conocido y seguro… Llega la hora de dejar mi po-
sición o mi función, por ejemplo, pero como tengo
miedo de lo que va a venir o de lo que puede no
venir, retengo el puesto.
La incertidumbre y el temor al vacío me llevan
a quedarme porque así estoy más protegido y
seguro.
Una respuesta pastoral
El apóstol responde con una pastoral que es pro-
fundamente consoladora para el que pasa por una
crisis.
1. Fronteras. En primer lugar, pone contención al
desorden. Les pone fronteras teológicas: