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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA SALUD

SERVICIO AUTONOMO INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIO


“DR. ARNOLDO GABALDON”
POSTGRADO EN EPIDEMIOLOGÍA DE LAS
ENFERMEDADES METAXÉNICAS

ANÁLISIS CRÍTICO DE LA PROBLEMÁTICA DE SALUD PÚBLICA EN EL PAÍS

Facilitador: Prof. Juancarlos Salazar


UC: Epidemiología III

Participante:
Gladys Lewis
C.I. V-12. 678.235

Maracay, 01 junio de 2017


Una definición de los alcances de la “Salud Pública” hace ver que es “el arte y
ciencia de prevenir enfermedades, de prolongar la vida y de promover la eficiencia
física y mental de las poblaciones humanas a través de esfuerzos comunitarios
organizados“. Su implementación es dependiente de la Administración de Programas
de Salud Pública, definida como la aplicación de esos conocimientos a tales fines. El
desarrollo de la Salud Pública como ciencia y arte, ha sido un proceso que ha
evolucionado a muy largo plazo, donde se han integrado disciplinas de diferentes
campos de la ciencia. De los campos de actividad de la ciencia médica más antiguos,
la Epidemiología, trata de explicar las enfermedades epidémicas en poblaciones
humanas, su nombre es tan antiguo que viene de la palabra Epidemia en los escritos
de Hipócrates.

Una Epidemia es comúnmente aceptada como un inesperado incremento en la


prevalencia de una enfermedad que normalmente está más o menos presente de
manera endémica en una comunidad; para entender este inesperado incremento en
la prevalencia de la enfermedad, es necesario entender lo factores y las condiciones
que determinan los niveles interepidémicos de prevalencia y su distribución, en la cual
la enfermedad normalmente se manifiesta en las poblaciones humanas. Estas ideas
nos llevan a definir a la Epidemiología como “el campo de la ciencia médica que
estudia las interrelaciones de variados factores y condiciones, que determinan la
frecuencia y la distribución de un proceso infeccioso, de una enfermedad o estado
fisiológico en una comunidad humana “.

Los principios y métodos que se utilizan para enfrentarla son dependientes de


cual tipo de enfermedad infecciosa está involucrada, ya que cada una tiene sus
propias características epidemiológicas y clínicas, como son identificación de
síntomas, características del agente transmisor y en la manera como se presenta en
las poblaciones humanas en cuanto a: distribución geográfica y estacional, incidencia
en diferentes grupos humanos en función del sexo, edad, raza, ocupación y
prevalencia endémica y epidémica. De la misma manera como hay especificidad en
la manera de enfrentar cada enfermedad infecciosa, también existen
generalizaciones que pueden ser aplicadas en el estudio del comportamiento de todas
las enfermedades infecciosas que ocurren en poblaciones humanas, es así que todas
se consideran desde un punto de vista médico como un problema biológico y en
particular ecológico, donde toda enfermedad infecciosa se reconoce como una
manifestación de parasitismo, en el cual existe una relación natural de permanente
lucha por el alimento entre seres vivientes, que se manifiesta en la forma de
depredación o parasitismo; por el espacio territorial para sobrevivir y para la
reproducción; es en resumen una forma de reacción entre una forma de vida superior
que es invadida por un micro parásito; explicaciones epidemiológicas a todas estas
interrelaciones, pueden ser vistas como relaciones entre huésped y parásito y los
factores ambientales que las modifican; un problema ecológico por un lado y médico
por el otro. Complicaciones a esta simple relación huésped-patógeno pero larga en
términos de tiempos geológicos, surgen cuando se suceden la aparición de nuevos
huéspedes, mutaciones y adaptaciones selectivas.

Como se ha enfrentado históricamente en nuestra región y particularmente en


nuestro país a todo esta problemática de Salud Pública, en cuanto a prevención,
control y erradicación de enfermedades infecciosas transmisibles, es tema álgido por
sus particularidades históricas, ecológicas, culturales, sociales, políticas y
tecnológicas. Llegado el siglo XX, el país experimentaba situaciones extremas en
cuanto a la incidencia de numerosas enfermedades infecciosas en la cual luego de
un largo período de crecimiento poblacional desde tiempos de la colonia, se evidenció
un repentino y notable decrecimiento en la población, se presentó un aumento en las
defunciones y decrecimiento de la natalidad, para la época la capacidad de respuesta
del estado era deficiente y dispersa, falta de recursos era el freno principal. Con el
descubrimiento del recurso petróleo en el país, en el primer decenio del siglo pasado,
dio cabida al advenimiento de Programas de Salud Pública dirigidos a detener,
revertir, neutralizar y eliminar esta situación de salud nacional.

Malaria era desde tiempos de iniciada la república, el problema principal de salud


de la población, y es hacia allí donde se enfocan todos los esfuerzos, políticos,
legales y recursos así como de personal calificado. En 1936 se promulga la Ley de
Defensa contra el Paludismo, como respuesta al reconocimiento endémico de la
enfermedad y su importancia como factor regulador negativo de la población. Se
inician muchas acciones de respuesta al problema, tales como: construcción de obras
de saneamiento del suelo como drenaje y pozos absorbentes para la eliminación de
larvas de Zancudos, protección de viviendas con tele de mosquitero para eliminar los
adultos, la distribución de drogas preventivas y la instrucción obligatoria de la
población. La Ley contemplaba además la capacitación de personal técnico idóneo,
la instrucción pública en las escuelas y se crearon dependencias dedicadas a la
problemática del paludismo como lo fue la División de Malariología y la Escuela de
Expertos Malariólogos, organizaciones que asumirían todo el peso y responsabilidad
de adelantar los Programas de Control y Saneamiento ambiental y que derivarían en
el cumplimiento de una función académica de alto nivel educativo, pionera en el país
ya nivel mundial. Estas acciones dieron como resultado a corto plazo en la década de
los 50, la disminución de la mortalidad y un incremento en la colonización de lo que
antes eran áreas palúdicas. Para los años 60 – 70, se inicia una reversión de este
avance, por la aparición de resistencia a los insecticidas (DDT) por parte de los
vectores y de resistencia a la acción preventiva de los medicamentos.

Llegados los 90, por reducción de recursos, se desmejoró la tradicional capacidad


administrativa del sector, llegándose a la descentralización, alejándose en primera
instancia de la meta original de erradicación de la malaria en el país y en segunda del
control eficiente de la epidemia. Entrado el nuevo siglo, se retoma el esquema
centralizado de la administración, estableciéndose con control absoluto por parte del
estado quien dirige, financia y ejecuta las acciones de control, previo a un proceso de
restructuración que da origen al Ministerio del Poder Popular para la Salud, donde se
crea la Dirección General de Salud Ambiental; se incorpora además un “nuevo
enfoque” la ECOSALUD, que no tiene nada de nuevo, solo un nuevo nombre para
algo ya establecido desde los orígenes y fundamentos de la Epidemiología, que como
ciencia de la medicina preventiva, siempre incluyó los conocimientos de física,
química, biología, ecología, ambiente, etc. por ser de ámbito natural y los aspectos
sociales y económicos por tratarse de comunidades humanas afectadas por ETV
(Enfermedades Transmitidas por Vectores). Además tal dependencia no dispone en
la actualidad de Programas destinados a controlar las principales enfermedades
transmisibles que ocurren en el país, inclusive en el caso de Malaria que es el principal
problema y se ha ido incrementando el número de casos, y ha aumentado su área
geográfica en cuanto a su presencia e infección en conglomerados humanos.

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