Está en la página 1de 1

Distopía 2

Entonces el miedo a la muerte

se sustituyó por otros miedos.

Está vivo todo lo que te rodea. Todo. Las campañas de preservación se salieron de cauce.
La biología se expandió desplazando a lo demás y la medicina alcanzó límites improbables. Todo
se salvó. En un principio, la vida solo le ganó a la muerte, pero luego siguió conquistando terreno.
Ya no existen entidades inanimadas y hace siglos que somos inmortales. Los seres proliferan.
Son caníbales. Se reproducen como gatos. Devoran todo lo que encuentran y destrozan
lo demás. De no ser por el aislamiento, nuestros tímpanos explotarían entre sus gritos
pseudopasionales y sus gemidos metálicos. Fingen todo el tiempo. Creen conducirse
por instinto, pero no lo tienen. Juegan a ser humanos. Juegan, pero ¿cómo podría ser
humano quien solo ve óxido en la lluvia?

Lluvia viva que cae sobre todas las inmundas partículas vivientes del inmundo cuerpo viviente
que acariciás cuando la soledad te pesa.

También podría gustarte