3.1.4.

2 VN223 41
Contenido 3.2 Artes de pesca 47

3.2.1 Redes 48
Introducción 4
3.2.2 Trampas 50

1. Problema de investigación 6 3.2.3 Líneas y anzuelos 51

2. Área de estudio 11 3.2.4 Otras modalidades 52

2.1 Apreciaciones geográficas, geológicas y medioambientales 12 4. Apuntes sobre ictiofauna 54

2.2 Sobre la hidrografía y los recursos naturales 14 5. La Pesca en la historia antigua del valle cálido del río Magdalena 58

3. Canto de pesca 20 6. Conclusiones y reflexiones emergentes 66

3.1 Tecnología lítica 22

Bibliografía 74
3.1.1 Materias primas 24

3.1.2 Procesos de transformación de las materias primas 27

3.1.3 Funcionalidad de los instrumentos 30

3.1.4 Registro deposicional 32

3.1.4.1 VN459 y VN460 34

~1~
Lista de imágenes Imagen 10. Distribución cerámica y áreas de ocupación durante el periodo
de poblamiento 2. VN459 36
Imagen 1. Valle cálido del río Magdalena. Localidad Piedrapintada. Aipe-
Imagen 11. Distribución de pesas líticas VN459 37
Huila 6
Imagen 12. Ubicación de pozos de sondeo VN460 39
Imagen 2. Valle cálido del río Magdalena desde el desierto de la Tatacoa
Villavieja – Huila 10 Imagen 13. Distribución de pesas VN460 40

Imagen 3. Área de estudio del “proyecto arqueológico valle de Neiva” 11 Imagen 14. Vista del sitio VN223 42

Imagen 4. Vegetación xerofítica y subxerofítica. Bosque seco y bosque Imagen 15. Puntos de reconocimiento intensivo VN223 42
muy seco tropical 13
Imagen 16. Distribución cerámica y área de ocupación durante el periodo
Imagen 5. Pesas de utensilios de pesca 20 de poblamiento 1. VN223 43

Imagen 6. Preformas 26 Imagen 17. Distribución cerámica y áreas de ocupación durante el periodo
de poblamiento 2. VN223 44
Imagen 7. Vista de los sitios VN459 y VN460 33
Imagen 18. Distribución de pesas líticas VN223 44
Imagen 8. Ubicación de pozos de sondeo VN459 34

Imagen 19. Sardinas, cucha, bocachico 54

Imagen 9. Distribución cerámica y áreas de ocupación durante el periodo
de poblamiento 1. VN459 35 Imagen 20. Áreas de ocupación periodo de poblamiento 1 (500 a.C - 0) 59

~2~
Imagen 21. Áreas de ocupación periodo de poblamiento 2 (1 d.C – 550 Tabla 8. Promedio de medidas de cada tipo para el sitio VN223 29
d.C) 60
Tabla 9. Número de pesas por tipo para cada sitio 38
Imagen 22. Piedrapintada. Aipe – Huila 73
Tabla 10. Porcentaje de tipos por sitio 41

Tabla 11. Número de tipo de pesas por sitio 45

Lista de tablas
Tabla 12. Porcentaje de cada tipo de pesas por sitio 46

Tabla 1. Flora 16

Tabla 2. Fauna 17
Lista de mosaicos
Tabla 3. Ictiofauna 19
Mosaico 1. Pesas líticas 22
Tabla 4. Número de pesas por tipo en la muestra total de los sitios VN459,
Mosaico 2. Distribución cerámica y áreas de ocupación periodos de
VN460 y VN223 25
poblamiento 1 y 2, sitio VN 460 39
Tabla 5. Porcentaje de incidencia de cada tipo en el total de la muestra de
los sitios VN459, VN460 y VN223 26

Tabla 6. Promedio de medidas de cada tipo para el sitio VN460 28

Tabla 7. Promedio de medidas de cada tipo para el sitio VN459 29

~3~

Introducción.
El agua es fundamento de la vida dentro y fuera de ella. En la historia del
Homo, la relación entre éste y el ambiente acuático ha sido indivisible,
irrastreable en el tiempo a propósito de su perennidad. Tanto así, que la
construcción y expresión de hechos culturales ha sido influenciada de
manera directa, con la naturaleza de la disposición del recurso hídrico en
un territorio habitado. Sus cualidades, ciclos y características han provisto
de insumos el devenir practico, espiritual e histórico de las comunidades en
sus tiempos y la historia propia de las diversas labores de aproximación y
aprovechamiento de los recursos, pone en manifiesto el desenvolvimiento
indisoluble de los grupos humanos y el entorno.
Aún con las bondades del medio, las necesidades emergentes para este
homínido, demandaron el surgimiento de nuevas habilidades tanto
cognitivas como físicas y la progresiva transformación de las mismas.
Siendo así que la fabricación, uso y conservación de herramientas se ha
considerado uno de los referentes principales para la delimitación del
umbral entre la “racionalidad” humana y el “instinto” animal.
~4~
El desenvolvimiento de los grupos humanos y el entorno, esta mediado
por el tipo de necesidades que estos mismos tienen. Aunque la naturaleza
de las necesidades podría distinguirse entre biológicas y culturales, apelar a
la diferenciación a partir de estas categorías resulta problemático, pues las
necesidades biológicas por ejemplo se suplen a partir de prácticas que en sí
mismas generan otras necesidades de índole cultural: materia prima,
utensilios de trabajo, especialización. De esta manera, hablando de los
grupos humanos, las necesidades establecidas y las necesidades emergentes
influyen en el cambio paulatino de las formas de apropiación y
transformación del entorno, lo que se refleja a su vez en el
perfeccionamiento, creación o implementación de tecnologías y técnicas a
veces innovadoras para tal fin. Aquellas dinámicas se ven también
representadas en la transformación progresiva de las formas de
reproducción cultural, a partir de la aparente complejización social y la
racionalización y eficiencia de los modos de producción o apropiación.
Todos estos episodios por sutiles que puedan ser, generan el ambiente
propicio para germinación del cambio social, momento de gran interés
dentro de los estudios arqueológicos que propenden aproximarse a
cuestiones más concretas de índole sociocultural sobre formaciones sociales
antiguas.
 Formación social debe entenderse como un concepto utilizado para
conjugar tres niveles esenciales interdependientes de la vida en
comunidad, constantes en la historia del desarrollo humano: la
modalidad de la economía, la estructura social y la organización
política que se precisa para hacer viable la organización, la
producción y funcionalidad de la sociedad (Sánchez 2018:12)

Así pues, el presente trabajo propende aproximarse al panorama

sociocultural de las comunidades que habitaron la región del norte del
Huila durante el formativo y el clásico regional (600 a.C – 550 d.C), a
partir de la evidencia arqueológica que mediante una cantidad
considerable de pesas líticas para utensilios de pesca de diversa índole,
refleja una relación significativa entre las comunidades referidas y la
vendimia del medio acuático.

~5~
 Imagen 1. Valle cálido del rio Magdalena desde la localidad de Piedrapintada, Aipe - Huila.

campo [recolección superficial, pozos de sondeo], además de la obtención

1. Problema de investigación.
En el conjunto de los vestigios arqueológicos documentados en el
“Proyecto arqueológico valle de Neiva”, es considerable la presencia de
artefactos líticos que han sido relacionados con la actividad de la pesca.
Si atendemos a las cronologías estipuladas en el balance de las labores
arqueológicas desarrolladas (Sánchez 2017), y que son el resultado del análisis
y la reflexión sobre el material cerámico recolectado en las actividades de
de algunas fechas mediante radiocarbono; nos encontramos con vestigios
culturales que corresponden a un periodo de tiempo que se extiende desde
el formativo al tardío. Expresado en tres (3) momentos de poblamiento, el
primero del 600 a.C, al 1.d.C [formativo], el siguiente del 1 d.C al 550 d.C
[clásico regional], y el tercero s. VIII al XVI [tardío] (Sánchez 2017: 32, 79-
82).
Considerando lo anterior, la importante densidad de artefactos líticos
relacionados con la actividad de la pesca, los cuales en términos generales

~6~
corresponden a pesas; demuestran, principalmente para los dos primeros el ámbito de la sociedad comunal y la economía doméstica (Sánchez
periodos de la ocupación, una aparente actividad intensiva enfocada al 2017:85-86, 104).
aprovechamiento de los recursos ictiológicos. Las pesas de utensilios de
Por consiguiente surge la siguiente pregunta ¿Cómo se desenvuelve la
pesca gozan de una diversidad en pesos, tamaños y formas de tallado que
actividad de la pesca en la historia antigua del valle cálido del río
podrían significar una forma de producción compuesta de múltiples
Magdalena y cuáles son sus implicaciones socioeconómicas?
técnicas.
La indagación sobre la actividad de la pesca en esta región se relaciona con
Para la historia precolombina en la región del valle cálido del río
el modo de vida denominado sociedad comunal, el cual se expresa mediante
Magdalena, la evidencia arqueológica podría sugerir, que la actividad
comunidades entendidas como grupos residenciales corporativos tipo linajes, con
intensiva sobre el recurso de la pesca fue fundamental -comparable a la
propiedad comunal sobre la tierra y los recursos y la fuerza de trabajo, con miembros
actividad agrícola-, para la realización social y desarrollo cultural de
que interactúan según los principios de la economía doméstica (Sánchez 2018:11).
comunidades tribales en el periodo formativo y clásico regional del área de
estudio (Sánchez 2017:102). Los alcances de este problema de investigación, no solo incluyen aquellos
concernientes al desarrollo practico de la actividad de la pesca y a la pesca
El interés que conduce este problema de investigación es poder contribuir a
como hecho sociocultural en general, sino que además se alientan a partir
la valoración de la actividad de la pesca y aproximarse a la medición de su
de premisas encausadas al discernimiento sobre el panorama cultural y
influencia en el desarrollo socioeconómico de estas comunidades, en las
social de las comunidades pretéritas, sus formas de realización y
que se evidencia la actividad de grupos humanos sedentarios que ya
reproducción social, las implicaciones ecológicas de su desenvolvimiento.
practicaban la alfarería y contaban con una economía basada en la caza,
recolección y las prácticas agrícolas (Cifuentes 2001; En Sánchez 2010), en Relacionar dicha evidencia arqueológica con grupos humanos en el
contexto del formativo superior y el clásico regional, necesariamente

~7~
contribuye a problematizar las diversas instancias en donde ocurre y sobre
las que influye la vida de las comunidades antiguas, incluida su propia
dinámica y transformación.
Por un lado, la aproximación a la actividad de la pesca es también una
aproximación a los modos de subsistencia. Durante el formativo, estos
grupos humanos se encontraban en un estado de transición hacia el modo
de vida sedentario por lo cual necesariamente debieron apelar a un modo
de subsistencia que les proporcionara las garantías para el establecimiento
permanente en un lugar y el surgimiento consecuente de la sociedad
comunal. En este punto es también importante debatir sobre cómo se llevan
a cabo tales procesos. No es tan sencillo determinar el modo de
subsistencia como causa o consecuencia del modo de vida, al parecer ni los
cuestionamientos ni la evidencia se comportan de esa manera. Lo
importante es comprender los hechos sociales como procesos donde sus
partes -materiales, ideológicas, humanas- se relacionan recíprocamente y
se transforman mutua y constantemente, en muchos casos hacia formas
impremeditadas, bajo condiciones más espontáneas, fortuitas.
Para el área de interés, las comunidades relacionadas al formativo
corresponden a las del periodo de poblamiento I. Para este momento la
~8~
cantidad y distribución del material arqueológico sugiere una elevada
población establecida a partir de un patrón de asentamiento compuesto de
agrupaciones bastante distanciadas una de la otra y que en su totalidad se
encuentran sobre terrenos fértiles pero no inundables próximos a
importantes cuerpos de agua como el río Magdalena y varios de sus
afluentes, tanto a su margen izquierdo como derecho (Sánchez 2017:79).
Por otro lado, la labor de la pesca fue una actividad que aparentemente se
mantuvo constante y relevante desde el formativo hasta el clásico regional.
La evidencia resalta para el clásico regional un aumento demográfico y
consecuentemente un aumento en la cantidad de las áreas de ocupación
que si bien atenuó la separación territorial, fortaleció las agrupaciones e
incluso expandió algunos de los asentamientos (Sánchez 2017:79-81). Las
apreciaciones no solo constatan el aumento demográfico sino además una
aparente aglutinación con propósitos que podrían relacionarse con la necesidad de
defensa, efectividad de los procesos de trabajo y de la organización política
(Sánchez 2017:81).
El estudio sobre la pesca en este caso, es un estudio que conduce
necesariamente a la indagación sobre el cambio social. La prevalencia de
la actividad a través de diferentes momentos en el desenvolvimiento y la
transformación sociocultural de estas comunidades, necesariamente lleva a
pensar, que la labor de la pesca y sus elementos constitutivos contienen
información referente a estas mismas dinámicas.
El conjunto de los vestigios arqueológicos asociados modalidad económica
de la pesca1, se compone de elementos donde cada ejemplar en la
particularidad del tallado infringido, da testimonio de una forma de
producción desarrollada a través de variadas técnicas, que podrían
responder –a propósito de esta propuesta- a la integración de
conocimientos ecológicos y biológicos en un hecho relevante dentro del
desenvolvimiento sociocultural, económico y político de las sociedades
comunales que habitaron antiguamente el norte del Huila.
El desarrollo de diversas técnicas para el desenvolvimiento de una labor de
subsistencia refleja, tanto los conocimientos acumulados alrededor de los
componentes tecnológicos del trabajo -en este caso de la pesca-, como las
dimensiones prácticas, ambientales y ecológicas que determinan este
mismo trabajo. El desarrollo de técnicas especializadas puede adjudicarse
1 En el ámbito de la economía política, un modo de producción se compone de tres partes, una base económica,
una superestructura ideológica y una superestructura jurídico-política. La base económica es precisamente la
dinámica entre las fuerzas productivas (medios de producción, fuerza y objetos de trabajo) y las relaciones de
producción (relaciones sociales en la producción) (Sánchez 2018:8)
~9~
a aspectos como los tipos de afluentes, conocimientos etológicos de las
especies depredadas, la interiorización de las características de los periodos
estacionales, entre otros aspectos a detallar. Consecuencia de esto, se
apuesta por la diversificación de las técnicas de pesca, cuya memoria
prevalece en la pesas de distinta índole.
Sánchez (2018), define para la historia antigua de la región, una economía
basada en la producción agrícola y el aprovechamiento de recursos
silvestres. La evidencia arqueológica demuestra el uso de cultigenos como
el algodón, frijol y maíz, los cuales pudieron haber sido cultivados sobre
las terrazas aluviales próximas al río magdalena, debido a que las
características fecundas de estas áreas podrían haber garantizado la
producción agrícola independientemente del clima o el periodo del año
(Sánchez 2018:84).
Sin embargo, la misma evidencia arqueológica sugiere que es probable que
la producción agrícola no fuera de gran magnitud y diversidad por extensión de
terrenos y volumen de producción (Sánchez 2018: 89) y además no da cuenta
de las técnicas ni tecnologías implementadas para esta misma labor.
Evidencia de esta dualidad, en la naturaleza de los recursos a diario consumidos en
todas las agrupaciones de la región, es la tecnología utilizada: diversos tipos de pesas
para redes y trampas para pesca, afiladores para puntas de proyectil (maderas debieron comprometer la labor y los principios de la reciprocidad tanto generalizada
finas), puntas líticas y azadas (roca) (Sánchez 2017:93-10, 2018:89) (unidad familiar) como la compensada (segmento multifamiliar), en forma
permanente (Sánchez 2018:89); la reflexión sobre la actividad de la pesca es
Mientras tanto, la indagación sobre la actividad de la pesca cuenta con
también una reflexión sobre el desenvolvimiento económico y político de
insumos prometedores para la aproximación a las partes constituyentes de
las formaciones sociales referidas en el ámbito de la sociedad comunal.
la formación social de las referidas comunidades antiguas. Si lo relevante de
este tipo de economía es que los procesos de trabajo para lograr los recursos

Imagen 2. Valle cálido del río Magdalena desde el desierto de la Tatacoa

~ 10 ~
 2. Área de estudio

El “Proyecto arqueológico valle de Neiva” comenzó en el año 2006 bajo la

propuesta de servir como escuela de campo en arqueología para el
aprendizaje de técnicas y el desenvolvimiento de propuestas de
investigación en el marco de la arqueología (Sánchez 2017:9). A medida
que se fueron desarrollando las actividades arqueológicas con un enfoque
general de índole sociocultural, fueron surgiendo interrogantes puntuales
que han servido de insumo a varios trabajos monográficos, incluido el
presente.

Los sitios más relevantes para el presente trabajo se delimitaron en función

de intereses puntuales sobre algunos de los datos advertidos en el registro
arqueológico documentado por el proyecto arqueológico valle de Neiva.
De esta manera, se destacaron aquellos sitios que demostraron evidencia
de elementos líticos aparentemente utilizados en la actividad de la pesca,
tales como pesas de diferente naturaleza.

Imagen 3. Área de estudio del proyecto arqueológico valle de

Neiva. Mapa de Carlos Sánchez

~ 11 ~
Con el fin de realizar un análisis comparativo se eligieron sitios con
presencia de pesas pero con características medioambientales y ecológicas
un poco diferentes entre sí, como por ejemplo el tipo de afluente
adyacente. Uno de los sitios se encuentra cerca al Rio Magdalena y otro
cerca al Rio Villavieja de menor caudal, al margen izquierdo y derecho del
Rio Magdalena respectivamente.
2.1 Apreciaciones geográficas, geológicas y hídrica y a las unidades morfoestructurales que denotan una fuerte
medioambientales.
El área de estudio se encuentra ubicada en el norte del departamento del
Huila, comprendiendo parte de la región geográfica denominada valle
cálido del río Magdalena, más específicamente a la altura de los
municipios de Aipe y Villavieja, en las márgenes izquierda y derecha del
río Magdalena respectivamente.
El terreno, donde prevalece el clima cálido (promedio de 28º C) incluso en
invierno, se encuentra en su mayoría cerca a los 380 msnm, además se
evidencia una precipitación promedio anual de 1100mm correspondiente a
~ 12 ~
ciclos invernales de dos meses, que acontecen dos veces en el año (Sánchez
2017:20).
En el sistema de Holdridge, la mayoría del territorio se clasifica como bs-T
(bosque seco Tropical) y para el sector del “desierto” de la Tatacoa, la
denominación cambia a bms-T (Bosque muy seco Tropical) (Olaya,
Sánchez y Acebedo 2001 Bustos y Narváez 2003. En Sánchez 2017:20).
En esta región, se presenta una orografía generada por diversos factores,
entre ellos las condiciones climáticas, la variedad litológica, la dinámica
actividad tectónica (Sánchez 2017:20). De manera general, los suelos, que
presentan acumulaciones sedimentarias del terciario y cuternario
pertenecen a la denominada Formación Honda (Olaya, Sánchez y
Acebedo 2001. En Sánchez 2017:20), que se distribuye ampliamente en el
Valle Superior del Magdalena, estratigráficamente se pueden apreciar
capas de areniscas, arcillolitas y conglomerados constituidos por guijos de
chert carmelito y negro, cuarzo, rocas volcánicas y metamórficas
(CORTOLIMA). Sobresalen también alta variedad de rocas ígneas,
metamórficas y sedimentarias.
Para ambas bandas del rio, el relieve se compone de terrazas aluviales de
origen cuaternario. Si bien, para el sur del municipio de Villavieja estas
terrazas son interrumpidas por colinas de poca elevación y numerosos cauces
profundos de ríos y quebradas que tributan sus aguas al río Magdalena (U.
Surcolombiana 2006. En Sánchez 2017:21); para el caso del municipio de
Aipe dichas terrazas se encuentran delimitadas por sistemas de lomeríos bajos
con cimas planas extensas, que delimitan drenajes por los que discurre agua solo
durante los períodos invernales (Sánchez 2017:21). Los suelos en general son
poco desarrollados donde se evidencian procesos erosivos fuertes que han
llevado a la pérdida de los primeros horizontes.

Imagen 4.Vegetación xerofítica y subxerofítica. Bosque muy seco tropical

~ 13 ~
Las condiciones ambientales actuales son muy diferentes de aquellas con
las cuales se pudieron haber encontrado los primeros seres humanos en
estos parajes. A principios del Holoceno -10.000 años aproximadamente-,
apelando a condiciones climáticas más benignas la cuales estaban
representada en bosques densos que delimitaban las márgenes de las
fuentes hídricas alrededor de las cimas planas de las terrazas aluviales
(Sánchez 2017:21). Los especímenes más comunes, pudieron haber sido
arboles variados de aproximadamente 30 metros de altura, que albergaban
además alta densidad de fauna. Entre 5000 al 2500 A.C se registra una
variación climática denominada Xerotermal, que favorece la ampliación
de las sabanas y el aumento de la vegetación xerofítica, subxerofitica
(Bustos y Narváez 2003. En Sánchez 2017:22), denotando un paisaje
mucho más parecido al actual, donde abundan también las cactáceas y los
arbustos espinosos. Este último medio ambiente se asemeja a aquel en
donde vivieron las comunidades que interesan a este trabajo, sin embargo
las cualidades ecológicas y la densidad y la variedad de fauna y flora al
parecer fueron más favorables que las actuales.
~ 14 ~
2.2 Hidrografía y recursos naturales.
El principal componente de la hidrografía del área de estudio es el Rio
Yuma (“río amigo”) o Huanca-hayo (“río de las tumbas”)2 , bautizado en
1501 por Rodrigo de Bastidas como rio grande de la Magdalena. Se
encuentra ubicado entre las cordilleras Central y Oriental y ha sido
considerado uno de los ríos más importantes del país, referente geográfico
significativo tanto de tiempos precolombinos, como a partir del
descubrimiento y la conquista; de hecho fue uno de los primeros afluentes
transitados por las expediciones que buscaban adentrarse en la masa
continental del Nuevo Mundo.
La cuenca de este importante afluente termino de estructurarse hacia el
plioceno [6-8 millones de años] con el levantamiento de la cordillera
central. En la parte alta, el cauce del rio se encuentra definido por cañones
estrechos, ya en su parte media se aprecia un rio serpenteante de gran
caudal que recorre el valle entre las cordilleras, el cual después de
encontrarse con el rio Cauca, llega a su parte baja desplegándose por sobre
las sabanas inundables, llenando ciénagas, lagunas y aumentando el
2 Al parecer estos eran algunos de los nombres reconocidos por ciertas comunidades para referirse a dicho
afluente
caudal de otros afluentes pequeños y medianos hasta llegar a su
desembocadura en el mar Caribe. Los paisajes y zonas bioclimáticas
atravesadas por el rio abarcan la zona montañosa, el valle cálido y el valle
fértil, la depresión momposina, las llanuras de desborde y las lagunas
costeras (Banco de Occidente 2003).
El rio Magdalena nace en el suroccidente colombiano a 3685 msnm en la
Laguna de la Magdalena ubicada en el páramo de las papa, en el macizo
colombiano y desemboca en Bocas de Ceniza sobre el mar Caribe. La
extensión del rio es de 1.528km de los cuales 900 son navegables. La Hoya
del Magdalena tiene una superficie equivalente al 24% del territorio
colombiano [257.400 Km²], la anchura máxima del valle se encuentra en la
depresión momposina alcanzando los 70km, además tiene un caudal
promedio de 7.100 m3/s (Banco de Occidente 2003).
En el área de estudio es posible apreciar dos sistemas de drenaje que
confluyen en el centro del valle y tributan sus aguas al Rio Magdalena. El
primero sobre la margen derecha del rio donde los afluentes que tienen sus
cabeceras en la cordillera oriental fluyen hacia el occidente. Los más
relevantes son los ríos Cabrera, Tatacoa, Villavieja, Bateas, fortalecillas y
Venta-Las Lajas. El segundo sistema de drenaje se conforma de los
afluentes que nacen en la ladera oriental de la cordillera central y que
fluyen en dirección occidente-oriente, de los cuales los tres principales
afluentes son los ríos Aipe, Patá y Baché (Sánchez 2017:22).
Los sistemas de drenaje mencionados, dominan la geomorfología del área
de estudio y han terminado por definir tres tipos de terrazas aluviales. T0
que hace referencia a los sitios próximos a los afluentes y que
experimentan episodios de inundación; T1 que corresponde a aquellas
terrazas un poco más elevadas sobre los cauces, propensas a inundaciones
solo en casos de precipitaciones intensas y frecuentes, y por ultimo las
terrazas tipo T2 se hallan elevadas hasta 15 metros por encima de los
cauces, totalmente libres de anegación (Sánchez 2018:27).
El área cuenta con una importante diversidad de fauna y flora, mucha de
ella característica del ecosistema de Bosque seco Tropical y Bosque muy
seco Tropical.

~ 15 ~
Tabla 1. Flora, información de Sánchez 2017:24
Caucho Inga sp
FLORA
Samán Samanea saman
Nombre común Nombre científico
Payandé Anacardium excelsum).
Cactus cuadrangular Acanthocereus tetragonus
Tatamaco Bursera tomentosa
Cactus cabecenegro Melocactus curvispinus
Cují Prosopis juliflora
Cactus caminador o melcocha Opuntia depauperata
Pelá Acacia farnesiana
Cactus arepo u orejón Opuntia schumannii
Mosquero Croton ferrugineus
Cactus cilíndrico articulado Praecereus euchlorus
Matarratón Gliricidia sepium
Cactus cilíndrico ramificado Stenocereus griseus
Palma corozo Acronomia sclerocarpa
Dinde Chlorophora tinctoria
Sangregado Jatropha sp.
Guásimo Guazuma ulmifolia
Pindo Arundo donax
Bilibil Guarea kunthiana

Algarrobo Ceratonia siliqua

~ 16 ~
Tabla 2. Fauna, información tomada de Sánchez 2017:25-26
Chucha Didelphis marsupialis
FAUNA
Armadillo Dasypus novemcintus
Nombre común Nombre científico
Oso hormiguero Tamandua mexicana
Venado Mazama americana, Odocoileus
Conejo sabanero Sylvilagus floridanus
virginianus
Cafuche Tayassu pecari
Zorro perro Cerdocyon thous
Ardilla Sciurus granatensis
Lobo colorado Pseudalopex culpaeus
Murciélagos Artibeus jamaicensis, Eptesicus
Gato pardo o gato montés Herpailurus yagouaroundi
brasiliensis y Myotis nigricans
Oso perezoso Bradypus variegatus
Caimán Caiman crocodilus y Caiman
Zorro mielero Eira barbara sclerops

Nutria Lontra longicaudis Babilla Crocodylus acutus

Cusumbo Nasua nasua Mapaná Bothrops atrox

Comadreja Caluromys lanatus Cascabel Crotalus durissus

~ 17 ~
 Coral Micrurus psyches Gallinazo Coragyps atratus

Iguana Iguana iguana Perdiz Colinus cristatus

Pato careto Anas discors Carpinteros Colaptes punctigula, Melanerpes

rubricapillus, Pincumnus
Pato canadiense Aythya affinis
olivaceus
Alcaraván Burhinus bistriatus
Loro real Amazona ochrocephala
Caica Gallinago gallinago
Perico Brotogeris jugularis
Garzas Ardea cocoi, Bulbulcus ibis,
Butrides striata, Casmerodius
albus, Egretta tula, Pilherodius
En general, el medio ambiente del área de estudio se constituye de diversos
pileatus
paisajes, cuyos componentes ecológicos promueven la noción de una

Martín pescador Ceryle torquita región rica en recursos silvestres y con suelos fértiles de fácil acceso. El
recurso hídrico necesariamente média las relaciones de los seres vivos y en
Gavilán Accipiter bicolor la misma prehistoria e historia de las comunidades en el área, se evidencia

Guaraguao Caracara plancus un desenvolvimiento ligado a las características del medio natural.

~ 18 ~
Tabla 3. Ictiofauna, información tomada de Sánchez 2017:25
Dormilón Saccodon caucae
FAUNA ICTIOLÓGICA
Mojarra amarilla Caquetaia kraussii
Nombre común Nombre cientifico
Capaz Pimelodus grosskopfii
Raya Potamotrygon magdalenae
Nicuro Pimelodus blochii
Mohíno Leporinus muyscorum

Sardinas Argopleura magdalenensis, Astyanax Aparentemente, en épocas pretéritas los recursos naturales, la fauna y la

bimaculatus, Astyanax fasciatus flora eran más abundantes. Actualmente las demandas de la agroindustria,
la deforestación y erosión, la explotación petrolera, las grandes lagunas
Sabaleta Brycon henni
artificiales para la cría de peces, el uso de químicos en el agro, el mal
Sardinata Brycon moorei manejo de aguas negras, los megaproyectos de hidroeléctricas sobre el Rio
Magdalena, el turismo, la ganadería, entre otros tantos factores, han
Dorada Salminus affinis
terminado por deteriorar el medio ambiente de la región hasta tal punto de
Madre de bocachico Cyphocharax magdalenae que se mantienen solo algunos remanente de la exuberancia biodiversa de
algún momento pretérito. Por ejemplo la actividad de la pesca en el área de
Bocachico Prochilodus magdalenae
estudio, que se demuestra en auge para varios periodos de la historia
Cuchas Chaetostoma fischeri, Chaetostoma precolombina y de la historia nacional, hoy es practicada por apenas
milesi algunos pobladores y su labor no representa necesariamente el medio de
sustento para quien la práctica.

~ 19 ~
 3. Canto de pesca

La piedra, sencilla y antigua, fue uno de los primeros recursos utilizados

para la transformación del medio natural, desde la primeras
experimentaciones hasta los instrumentos más elaborados y las industrias
líticas, el uso de la piedra posibilito en muchas maneras tanto la
transformación biológica, como la construcción cultural y el desarrollo
social de lo que nosotros mismos hemos denominado como del género
homo.

Desde las imágenes más humildes de cantos rodados siendo utilizados

para romper semillas, hasta las inusitadas expresiones de monumentalidad
de las grandes civilizaciones históricas, la piedra representa el cimiento
fuerte, el receptáculo del ímpetu creador que deviene en la disposición
revolucionaria del instrumento lítico, ya metamorfoseado y ahora
ideologizado, adscrito culturalmente.

Son los instrumentos líticos, por ejemplo, la evidencia vetusta que Imagen 5. Pesas de utensilios de pesca
posibilita el acercamiento a las sociedades más antiguas, las arcaicas y de

~ 20 ~
cazadores recolectores. Es tal su versatilidad, que aún en sociedades Aunque dentro de la antropología se hayan presentado importantes
denominadas complejas se sigue evidenciando su uso. reflexiones sobre la labor de la pesca, los trabajos arqueológicos
especializados en el tema no representan porcentajes considerables.
La diversa naturaleza de la materia prima, demanda así mismo diversos
Empero, los aportes de la arqueología han contribuido al establecimiento
procesos de intervención y tecnificación de esta intervención. No es lo
de temporalidades relacionadas con evidencia de cultura material asociada
mismo el trabajo infringido sobre un canto rodado de basalto que sobre la
a la pesca y por consiguiente la vinculación de la actividad a formaciones
lidita, tal diferenciación evidencia un conocimiento sobre las cualidades
socioculturales caracterizadas. Si bien no abundan los trabajos
por lo menos físicas de cada elemento, conocimiento que se traduce en una
arqueológicos sobre la pesca específicamente, existen aquellos que
intervención efectuada bajo la intención premeditada de servir para un fin
destinan aunque sea un apartado al esclarecimiento y atendimiento de
en concreto. Ósea, demuestra un desempeño especializado y no
cuestiones sobre las prácticas de subsistencia y los objetos de trabajo.
meramente aleatorio.
Algunos de los trabajos que sugieren el desenvolvimiento de la pesca en un
De esta manera, la pesca es una actividad que atestigua el emprendimiento
sitio arqueológico, terminan por relacionar la presencia de elementos de
del ser humano para la transformación efectiva de los procesos de
cultura material tales como cuchillos, raederas, raspadores entre otros
subsistencia y la satisfacción de necesidades, a partir del reconocimiento
utensilios domésticos a actividades generalizadas de caza y/o pesca. Tal
del entorno y de la acumulación y transmisión del conocimiento
como se vinculan los metates y manos de moler con las prácticas agrícolas,
adquirido, relacionándose directamente con el acontecer de la vida de las
estos elementos se relacionan de manera indirecta con las actividades y no
comunidades que la practican. Por tal motivo, la pesca -en general- ha sido
caracterizan, de manera objetiva, las tecnologías y técnicas especializadas
de interés para muchos investigadores de muy diversos dominios,
para la consecución, en primera instancia, de los recursos aprovechados.
pudiéndose observar multiplicidad de enfoques y aproximaciones.

~ 21 ~
Apelando a las dificultades para la conservación de material orgánico en las materias utilizadas en los mismos. En este caso concreto interesa
contextos arqueológicos, tales como fibras o demás materia potencial para reconocer los procesos de constitución de las pesas líticas y su disposición
la construcción de utensilios de pesca [redes, trampas]; las indagaciones en el registro arqueológico desde una perspectiva que conduzca a vincular
arqueológicas sobre las tecnologías de la pesca han aprovechado las estos datos con el resto de procesos que intervienen en la actividad de la
evidencias materiales que prevalecen, tal es el caso de anzuelos y de pesas pesca. Procesos tales como las técnicas implementadas, la organización del
o lastres de diversa índole. trabajo, las características prácticas de la pesca como forma de apropiación
en el marco de la economía doméstica y dentro de la sociedad comunal.
Las investigaciones arqueológicas enfocadas al estudio de la tecnología
lítica en el ámbito de la labor de la pesca son por mucho escasas y se
circunscriben en contextos del extremo sur americano (Svoboda y Reyes,
3.1 Tecnología lítica.
Torres 2007), para sitios arqueológicos en territorio de Francia (Nougier
1951) y para la Polinesia (Lavondès 1971); y en su mayoría exponen una
evidencia arqueológica compuesta por instrumentos líticos cuyas
características artefactuales coinciden con los reconocidos para el calle
cálido del río Magdalena.

En este punto se reconoce la importancia de la comprensión tecnológica y

de los procesos de transformación de materias primas en herramientas. Tal
interés deviene de la intención de entender de manera integral la actividad
de la pesca, en lo posible desde una impronta primordial como lo sería la Mosaico 1. Pesas líticas

fabricación de los utensilios y aparejos, comenzando por la consecución de

~ 22 ~
 La evidencia de cultura material acogida por las investigaciones
arqueológicas del “Proyecto arqueológico valle de Neiva” demuestra
una importante incidencia de artefactos líticos denominados como
pesas de utensilios de pesca3. Tales hallazgos de dimensiones
novedosas, o por lo menos inadvertidas en otras investigaciones
arqueológicas del ámbito de la pesca, se establecen ávidos de atención
por motivos que se sobreponen a las meras cuestiones artefactuales y de
las cadenas operatorias, no porque estas cuestiones no sean relevantes,
sino porque metodológicamente no competen, a profundidad con las
intenciones del presente trabajo. Aun así, dentro de los lineamientos
para la determinación coherente y argumentada de la información
obtenida de los objetos de investigación, es necesario reconocer tanto
los procesos de transformación de las materias en bruto en
herramientas, como los procesos de trabajo en las cuales son empleadas
estas herramientas.
3 Las pesas en las cueles se enfocan los presentes análisis se conforman por una muestra obtenida de tres sitios
arqueológicos [VN459, VN460, VN223] y que corresponden a aquellas obtenidas a partir del reconocimiento
intensivo de en cada uno. Por tanto la información contenida hace referencia al contexto de los hallazgos
arqueológicos, su disposición en el sitio y su relación con otros datos medioambientales y arqueológicos.
~ 23 ~
Para establecer los lineamientos del análisis tecnológico de las pesas para
pesca se atienden los postulados de Pie y Vila 1991 sobre los métodos en el
estudio de la industria lítica. Los autores sugieren un sistema globalizante de
análisis sobre los elementos líticos que permita abordarlos contextualmente
y a partir de su concepción como herramientas, entiéndase dentro del
complejo cultural que los contiene, sus pautas económicas, ecológicas,
ideológicas, etc4. Los instrumentos están pues englobados dentro de los procesos de
producción, en tanto que están producidos y sirven para producir, es decir para
transformar el medio (Pie, Vila 1991: 273). El análisis de los instrumentos es
el análisis de los procesos de trabajo, subsistencia y formas de vida que
reflejan el desenvolvimiento de las comunidades en el entorno y las
trasformaciones producto de este desenvolvimiento, el cambio social.
4 Si bien en posible para la antropología, a través del método etnográfico obtener datos explícitos sobre las
construcciones ideológicas, políticas, económicas, en fin, ulturales y sus relaciones por ejemplo con los elementos
de cultura material. Corresponde entender que para la arqueología, los alcances metodológicos que definen el
enfoque de las investigaciones se ven delimitados a partir de la valoración objetiva de los objetos de estudio. Esto
quiere decir, que muchas cuestiones no pueden ser abordadas netamente a partir de la pesquisa arqueológica, por
ejemplo las cuestiones ecológicas o los cuestionamientos puntuales sobre las relaciones intergrupales, sobre las
determinaciones subjetivas de los grupos humanos. Para ambos casos caso se presentan dos opciones: eludir las
preguntas de esta índole o recurrir a la integración interdisciplinar de metodologías enfocadas a la resolución de
estos cuestionamientos, muchas de las cuales denotan álgidas discusiones entre los intelectuales sobre el carácter
científico de estos mismos recursos metodológicos [palinología, geología, etnografía, botánica, fenomenología,
entre otras]. La implementación de cada una de estas metodologías responde a los intereses de cada profesional
sobre su objeto de estudio y sobre su problema de investigación y por tanto en cada caso, corresponde al
profesional argumentar y debatir sobre su argumento.
Siendo así, el análisis de la tecnología lítica se determina en cuatro
sentidos: estudio de las materias primas, estudios de los procesos de
fabricación de instrumentos, estudio de la funcionalidad de los
instrumentos y el estudio del registro deposicional conservado (Pie y Vila
1991: 275-276).
Dentro de los análisis sobre los procesos de fabricación y el estudio de la
funcionalidad se tendrán en cuenta dos categorías adicionales que hacen
alusión a la curación5 de los instrumentos, la portabilidad [transporte de
piezas de un lugar a otro] y la versatilidad [piezas multifuncionales]
(Gnecco 2003: 73)
La evidencia arqueológica objeto de estos análisis está representada por
una muestra de pesas de pesca de tres sitios arqueológicos identificados
dentro del “Proyecto arqueológico valle de Neiva”, el VN459 y VN460,
ubicados en la localidad de Canoas próximos al rio Villavieja en el
municipio homónimo y el VN223 que corresponde a una terraza ubicada
en la margen izquierda del río Magdalena en el municipio de Aipe, sobre
5Bamfort 1986 discute sobre los niveles de curación de los artefactos líticos a partir de cuatro variables de cierta
manera independientes, portabilidad, versatilidad, reavivamiento y reciclaje. Ahora bien, aunque la curación
ocurre a nivel de los artefactos, […] su mayor utilidad en términos interpretativos se obtiene a nivel de conjuntos
enteros (Gnecco 2003:73)
~ 24 ~
la vía que del mismo conduce a Neiva. El universo de la muestra de pesas
líticas se compone de las recuperadas mediante las técnicas de recolección
superficial y reconocimiento intensivo.
Las pesas obtenidas mediante el reconocimiento intensivo (429 piezas) han
sido determinadas como la fracción de la muestra sometida al análisis
tecnológico, pues reflejan adicionalmente la distribución espacial de las
mismas en cada uno de los sitios.
3.1.1 Materias primas
Las características geológicas del área de estudio y los fenómenos
relacionados con la formación y transformación de los suelos, contribuyen
a la comprensión de la zona de interés como un paisaje longevo, rico y
variado en cuanto a sus componentes mineralógicos y con procesos
medioambientales y erosivos particulares. Sobresalen la presencia de gran
variedad de rocas de origen volcánico y tectónico tales como las
metamórficas, ígneas y sedimentarias, estas dos últimas corresponden a la
materia prima predominante en las muestras de pesas de pesca.
 Al parecer, la producción de pesas para utensilios de pesca se abastecía de
Tipo I Tipo II Tipo III Tipo IV Tipo V Total materia prima variada en cuanto a su conformación química pero
especializada en cuanto a los atributos físicos de la misma. La materia
31 48 177 152 21 429 prima implementada es posible caracterizarla en cinco tipos o conjuntos
determinados a partir de la cualidad de peso y consecuentemente de
Tabla 4. Número de pesas por tipo en la muestra obtenida sitios VN456, VN460 y VN223 tamaño. Tal caracterización se fundamenta en el atributo determinante en
el propósito principal de los lastres de utensilios de pesas y a partir de la
contemplación de sus variados exponentes, evidenciamos la existencia de
Las pesas de pesca se encuentran constituidas mayoritariamente por cantos
diversas técnicas de apropiación de los recursos ictiológicos.
rodados de rocas ígneas y sedimentarias. La formación de cantos rodados
se encuentra directamente relacionada con las corrientes de agua que Los cinco conjuntos son el tipo I que contempla las pesas entres los 0-9
socavan la roca de la superficie y la corteza terrestre y a medida que gramos, el tipo II de los 10 a los 19 gramos, tipo III de los 20 a los 39
transportan el material lo van puliendo en el lecho del afluente, gramos, tipo IV de 40 a 79 gramos y el tipo V que abarca de 80 gramos en
determinando así unos guijarros de diversos tamaños, pulidos y adelante.
redondeados denominados cantos rodados. Para el área de estudio, que
La cantidad de pesas por tipo (Tabla 4) demuestra la prevalencia de las
goza de una importante red hídrica incluyendo el majestuoso río Grande
pesas Tipo III [20-39gr] y de Tipo IV [40-79]. Si bien estos rangos
de la Magdalena, es muy visible la incidencia de cantos rodados de muy
representan los más amplios dentro de las clasificaciones de los líticos, la
variada naturaleza tanto ígnea como sedimentaria [Basalto, granito, lidita,
mayoría de pesas se encuentran dentro de los 10 primeros pesos para su
sílex] y en menor proporción de origen metamórfico.
respectiva categoría, el rango ampliado en las dos categorías mencionadas
se estableció con el fin de acoger aquellos ejemplares desviados de la media

~ 25 ~
y de establecer los intervalos de forma secuencial sin que existiesen vacíos
entre los conjuntos.

Tipo I Tipo II Tipo III Tipo IV Tipo V Total

7.2% 11.2% 41.3% 35.4% 4.9% 100%

Tabla 5. Porcentaje de incidencia de cada uno de los tipos en el total de la muestra de los
sitios VN 459, VN460 y VN223

Es importante referenciar la gran cantidad de materias primas advertidas

como preformas (Imagen 6) que se encuentran en los sitios de interés, bajo
la figura de cantos rodados aplanados y semiaplanados de diferentes
volúmenes donde el grosor máximo identificado no supera los 2cm y el
grosor mínimo se establece por encima de los 0,7cm. Si colocamos las
pesas en un cuadrilátero determinado por la longitud y la altura máxima Imagen 6. Preformas

de la roca, observamos que predominan dos formas en la materia prima

utilizada, las rocas que podríamos denominar equiláteras y aquellas que

~ 26 ~
tienen dos de sus lados apuestos de la misma longitud, algo así como
rectangulares.
Tal condición conlleva a pensar que la disposición de las materias primas
en el medio no implicaba la implementación de pautas de desplazamiento
para el aprovechamiento por ejemplo de afloraciones de rocas específicas,
tal es el caso de la obsidiana, que aunque fue bien apreciada en las
comunidades que la trabajaron, estas mismas debieron establecer formas
de movilidad y transporte hacia y desde afloramientos ubicados en sitios a
veces equidistantes. En este punto, las pautas sobre portabilidad
demuestran la abundancia de materia prima en el entorno inmediato de los
asentamientos y por tanto denotan una portabilidad fácil, cualidad que
según Bamforth (1986) advierte un bajo nivel de curación de las pesas.
No en tanto y lógicamente, los artefactos hechos con materias primas escasas
serán más curados que aquellos hechos con materias primas más fácilmente
disponibles (Gnecco 2003: 75). Incluso, es tanta la abundancia de materia
prima que bien se requiere tener el ojo calibrado para identificar las pesas
de pesca entre la infinitud de cantos rodados.
En el área de interés la incidencia de estas preformas podría haber
contribuido al mismo desarrollo de las tecnologías de aparejos de pesca
implementados y de las técnicas en particular. Pues posiblemente la
abundante disposición de la materia prima influye en la naturaleza de los
procesos de trasformación del medio. En este punto, los trabajos
concernientes a la elaboración de los implementos de pesca pudieron haber
sido ejecutados de forma eficiente, evidencia de esto podría ser igualmente
la alta densidad de instrumentos líticos asociados a tal actividad.
3.1.2 Procesos de transformación de las materias primas
Las pesas para redes de pesca son consideradas objetos al mismo tiempo
pasivos y activos, debido a que son instrumentos que han sufrido una discreta
adaptación para facilitar su manipulación sin que el volumen se viese realmente
afectado (Prous 2004:30)
Las marcas de transformación de las materias brutas se pueden relacionar
con dos tipos, diferenciados no solo por la disposición del trabajo
infringido sobre la roca, sino además por los procesos implicados en dicho
trabajo. La primera y muy escasa [aproximadamente cuatro ejemplares en
el total de los vestigios arqueológicos] corresponde a un orificio situado

~ 27 ~
hacia uno de los extremos de la roca6. El tamaño de la roca puede ser Las escotaduras se producen por medio de una técnica de piqueteado o
variado pero la forma que predomina es la aplanada o ligeramente martillado que consiste en infligir un gran número de impactos contiguos
aplanada. El tamaño del agujero es proporcional al de la piedra, aun así el sobre la superficie de la roca, de la que se retira la materia en forma de
más pequeño se encuentra cercano a los 5mm de diámetro mientras que el polvo de pequeños fragmentos (Prous 2004:11)7.
más grande se aproxima a los 2cm de diámetro, lo suficiente para amarrar
y asegurar las pesas a los aparejos de pesca.
VN460
Al parecer tal agujero se logra mediante una técnica de perforación muy
PESO(gramos) LONGITUD(cm) ALTURA(cm) ESPESOR(cm)
parecida al pulimentado, donde se utiliza un taladro con enmangue I 6,43 2,26 2,56 0,77
generalmente vegetal, de cabeza activa dura -frecuentemente lítica-, que trabaja con II 15,3 3,1 3,26 1
un movimiento alternante de rotación puntiforme y la ayuda de un abrasivo [arena, III 30,89 4,21 4 1,27
polvo de cuarzo] (Prous 2004:96). Los orificios pueden ser cónicos, bicónicos IV 54,79 5,02 4,8 1,49
V 111,36 5,96 6,1 2,02
o cilíndricos dependiendo del material de la piedra en bruto y el material
de la cabeza del taladro. Tabla 6. Promedio de medidas de cada tipo para el sitio VN460

La segunda forma de transformación de la materia bruta y que

corresponde a más del 99% del total de los hallazgos arqueológicos
corresponde a una escotadura dispuesta en dos lados opuestos de la roca.
6 Para el caso de los sitios atendidos en el presente trabajo, en la muestra de las pesas no se encuentra ningún
ejemplar correspondiente a este tipo. Las pesas advertidas con estas características pertenecen al conjunto de los
vestigios arqueológicos pertenecientes a otros sitios. Sin embargo se hace necesario señalar su existencia dentro
del complejo instrumental enfocado a la pesca.
7 El termino talla es exclusivo para referirse al trabajo sobre una materia prima de roca denominada frágil con la
propiedad de tener una fractura concoidea. La mayoría de estas rocas son silíceas y en general son aquellas que se
fracturan en lascas. Sobre el otro tipo de rocas, las tenaces, que se parten o se rajan con el golpe o la presión, no se
hace referencia al termino talla sino martillado o piqueteado (Prous 2004:11, 33). En este punto se reconoce la
existencia de algunas pesas de pesca cuya materia prima es roca silícea.

~ 28 ~
La línea imaginaria que atraviesa las dos escotaduras y su medida en
centímetros es denominada longitud, la línea paralela a las escotaduras y
que no las atraviesa es considerado la altura. El tamaño mínimo de las
escotaduras equivale a la cuarta parte de la altura de la roca y el máximo
una media parte de la altura. Durante el análisis de las muestras se
identificaron tres orientaciones en la disposición del martillado, una [X] en
la que la longitud es menor que la altura, una segunda [Y] donde la
longitud es mayor que la altura y una última en donde se evidencia una
disposición equilátera [Z].
Al parecer, la incidencia de estas orientaciones tiene que ver con el tipo de
pesa al que corresponde (Tablas 6, 7 y 8). Las pesas tipo I tienen en
promedio una diferencia de 7mm entre la longitud y la altura, lo cual
refiere una orientación X, el mismo tipo de orientación que se percibe para
las pesas de tipo II, excepto para el sitio VN460 donde hay una tendencia a
la orientación Z. Las pesas de tipo III también manifiestan una orientación
Z con una diferencia promedio de 2mm entre la longitud y la altura. Los
ejemplares del tipo IV y V demuestran orientaciones Y y Z en incidencia
más o menos equivalente.

VN459 VN223
PESO(gramos) LONGITUD(cm) ALTURA(cm) ESPESOR(cm) PESO(gramos) LONGITUD(cm) ALTURA(cm) ESPESOR(cm)
I 7,00 2,00 2,84 0,84 I 6,68 2,01 2,84 0,84
II 15,13 3,01 3,46 1,12 II 14,41 2,80 3,53 1,03
III 30,64 4,25 4,15 1,20 III 29,88 4,07 4,09 1,21
IV 52,98 4,91 4,85 1,50 IV 54,89 5,01 4,87 1,75
V 93,67 6,27 5,33 1,95 V 110,50 5,95 6,05 1,85

Tabla 7. Promedio de medidas para los tipos de pesas del sitio VN459 Tabla 8. Promedio de medidas de cada tipo para el sitio VN223

~ 29 ~
3.1.3 Funcionalidad de los instrumentos evidencia que demuestra por un lado, la innovación tecnológica producto
de los conocimientos adquiridos mediante la relación con el medio y la
El análisis de la funcionalidad de los instrumentos consta de la estimación
práctica constante la pesca; y por otro lado la determinación propia de los
sobre si un instrumento ha sido o no utilizado, en qué tipo de actividad y
grupos humanos por transformar sus prácticas en función aparentemente
cómo, incluidas las observaciones sobre la rentabilidad de los procesos de
de la racionalización de los procesos.
consecución de los instrumentos (Pie y Vila 1991:276).
El uso de redes permitió el acaparamiento de diferentes especies que antes
La evidencia más antigua sobre la actividad de la pesca sugiere que esta se
no habían podido ser depredadas, debido a que los métodos primordiales
desenvolvió en un principio con herramientas también implementadas en
como el arco o la flecha no se mostraban competentes. Tipos de peces más
la caza como la lanza, el arco y la flecha, de confección rudimentaria y de
pequeños y más veloces conformaban parte del recurso natural que a partir
uso más bien itinerante en comparación con las técnicas y tecnologías que
de ese momento se disponía para las comunidades. Así, es posible
emergen a posterior; el anzuelo fue la primer tecnología implementada que
comprender como las dinámicas mismas de las artes de pesca y sus
pudo haber suscitado el uso de pesos o lastres, posteriormente uno de los
tecnologías constituyentes influyen de manera aparentemente relevante en
primeros adelantos que se tuvieron en las artes de la pesca primitiva, fue una red con
la determinación cultural de las comunidades que la practicaban de
apariencia de telaraña, en la que se empleaban guijarros con muescas como lastres,
manera regular y para las cuales representaba un modo de subsistencia
pero sin flotadores, aprovechando las pesas que quedaban aprisionadas (Mercado
sobresaliente. Los alcances de la práctica de la pesca y sus
1959:9).
transformaciones pueden reflejarse entonces en los aspectos
La implementación de las pesas en las artes de pesca, representa la socioeconómicos, demográficos, ecológicos y demás.
incidencia de los conocimientos adquiridos durante las actividades de
Comenzando por resaltar la abundancia de materia bruta,
aprovechamiento de los recursos del medio hídrico en el devenir práctico
predominantemente preformas utilizadas en la confección de pesas, el
de las mismas actividades. Esto quiere decir que las pesas hacen parte de la

~ 30 ~
proceso de obtención de las herramientas se muestra rentable.
Adicionalmente la cercanía de los asentamientos a los cuerpos de agua
contribuye a entender el complejo de la labor de la pesca como un proceso
producto del conocimiento y apropiación territorial de las comunidades
del norte del Huila durante el periodo formativo y el clásico regional.
El objetivo principal de las pesas de utensilios de pesca, es precisamente
servir como lastre de los aparejos para su inmersión en el medio acuático y
por consiguiente el óptimo cumplimiento de las labores de apropiación
asociadas a la mencionada labor. Aun así, la función de servir como peso
no se limita únicamente a la dinámica física; la disposición de las pesas
respecto al aparejo, la velocidad de inmersión, la cualidad de resistir o
ceder a la corriente, las características del medio acuático como el caudal o
tipo de ecosistema, la etología de las especies depredadas, son aspectos que
determinan la confección y funcionalidad de los instrumentos.
La intervención que convierte estas materias en herramientas está
representada por escotaduras realizadas con el fin de aumentar la fricción
sobre dos de los bordes de la roca y generar un amarre más firme de las
pesas a los aparejos de pesca. Los elementos utilizados para el amarre
constan generalmente de cuerdas o pitas a base de fibras de diferente
~ 31 ~
material orgánico, que para el caso del norte del Huila no ha sido
identificado en ninguno de los hallazgos arqueológicos, debido a las
cualidades de los suelos y a la problemática de conservación de este tipo de
materiales.
Los cinco tipos de pesas identificados en función de la característica de
peso pueden corresponder a la manifestación de diferentes técnicas de
pesca, esto termina por sugerir un carácter funcional diferenciado para
cada uno de los tipos. Por ejemplo, las redes generalmente tienen una línea
de plomos en la parte inferior que corren paralelos a la línea de flotación […]. La
finalidad de esta línea es mantener la red estirada sobre el fondo, evitando que se
arrugue y el peso de los lastres determina la posición de las redes tanto como su
profundidad (Mercado 1959:13). Además, en el uso de redes el peso de los
lastres se determina en función de la profundidad del afluente o de la
profundidad dispuesta intencionalmente para el aparejo, de tal modo que a
mayor profundidad el lastre será de mayor peso.
La versatilidad de los instrumentos hace alusión a la cualidad
multifuncional de algunas herramientas, esto quiere decir el uso de una
misma herramienta en trabajos diferentes (Bamforth 1986, Shott 1989,
Nelson 1991, en Gnecco 2003: 73-74). Para las pesas líticas, la versatilidad
resulta problemática en tanto que estas pudieron no haber sido utilizadas
en trabajos diferentes a la pesca, más sin embargo, podrían cumplir
patrones de multifuncionalidad dentro de las mismas técnicas de pesca
implementadas.
Debido a que las técnicas de pesca que utilizan pesos son unas muy
puntuales, la multifuncionalidad de las herramientas se limita a las redes,
trampas, líneas, anzuelos e incluso buceo o como ancla de las
embarcaciones. Tal observación ratifica la idea de un bajo nivel de
curación de los instrumentos.
3.1.4 Registro deposicional
Las pesas para pesca analizadas son aquellas que conforman los hallazgos
documentados por medio de las actividades de reconocimiento intensivo
llevadas a cabo en los sitios VN459, VN460 y VN223. Los elementos se
encuentran referenciados en función a su ubicación dentro del área de cada
sitio, por tanto permiten reconstruir la distribución espacial de las pesas y
describir su comportamiento en función de aspectos medioambientales
como por ejemplo la disposición de los afluentes y de aspectos
~ 32 ~
arqueológicos como la disposición de los asentamientos asociados a los
mismos vestigios materiales.
El análisis comparativo entre los sitios atendidos permite comprender la
incidencia de tipos de pesas por sitio y relacionar tal incidencia con
aspectos medioambientales particulares. De hecho, los sitios arqueológicos
señalados se definieron de manera intencional con el propósito de que
presentaran ambientales diferentes, como por ejemplo el tipo de afluente
adyacente. Los sitios VN459 y VN460 se encuentran en la ribera de río
Villavieja y el sitio VN223 en la del río Magdalena. Por tanto el análisis del
registro deposicional se convierte en un análisis comparativo con el
propósito de comprender el desenvolvimiento de la actividad de la pesca
en varios segmentos del complejo cultural que la practicaba.
De antemano es necesario advertir los procesos naturales y antropogénicos
que inciden en la disposición de los materiales culturales de los
yacimientos. Sobre los antropogénicos, en los sitios VN459 y VN460 se
identificaron en las áreas de la ribera del río Villavieja, actividades
agrícolas enfocadas al cultivo de frutales como limón, plátano y cereales
como el arroz (Sánchez 2018:55). Para el conjunto de los sitios, incluido el
VN223, uno de los principales procesos de afectación sobre la disposición
de los yacimientos es la ganadería. El ganado no solo logra desplazar el A este último sitio, el VN223 se agregan las intensas actividades
material cultural, sino que además lo fragmenta llegando incluso a extractivistas del sector de hidrocarburos (Sánchez 2018:50).
desintegrarlo.

Imagen 7. Vista de los sitios VN459 y VN460. Tomada de Sánchez 2018:55

~ 33 ~
El evento natural que fue posible identificar como un factor de alteración
del registro tiene que ver con las inundaciones en el pasado y por
consiguiente con el desplazamiento de material de todo tipo, sea natural o
cultural. Como evidencia de esto, en la localidad de Piedrapintada –donde
hay sitios importantes- se identificó, en el perfil de un barranco y en la
estratigrafía de las excavaciones realizadas, niveles considerables de
acumulación de gravilla y grava. En el sitio VN223 se advierte la
incidencia de este tipo de procesos naturales donde en algún momento del
pasado, el lavado de los suelos contribuyo al leve desplazamiento del
material cultural en función de la inclinación propia del terreno.

3.1.4.1 VN459 y VN460

Estos sitios se encuentran ubicados sobre terrazas aluviales altas en la
margen izquierda del río Villavieja, en la localidad de Canoas, 7
kilómetros al sur del casco urbano del municipio de Villavieja (Sánchez
2018:54). En primera instancia en el sitio el VN459 (Imagen 8) se logró Imagen 8. Ubicación de los pozos de sondeo VN459. Tomado de Sánchez 2018:56
colectar un total de 342 piezas líticas asociadas a la actividad de la pesca,
de las cuales 161 (46%) corresponden a las obtenidas mediante el

~ 34 ~
reconocimiento intensivo llevado a cabo en aproximadamente 6 hectáreas.
Durante el reconocimiento intensivo se realizaron 210 pozos de sondeo
cada 15 metros (Imagen 8) en un área de ocupación prehispánica de
aproximadamente 2,5 hectáreas (Sánchez 2018:55).

El análisis sobre la distribución cerámica de las tipologías identificadas

para cada uno de los periodos permitió delimitar un área de ocupación que
aparentemente se mantuvo constante durante los dos primeros periodos de
poblamiento, pero cuya población se redujo demográficamente hacia el
periodo de poblamiento 2 (Imágenes 9 y 10).

Imagen 9. Distribución cerámica y área de ocupación periodo de poblamiento 1

Tomada de Sánchez 2018:56.

~ 35 ~
 Así pues, teniendo en cuenta el área de ocupación y la posible disposición
de las unidades domésticas, el mapa de distribución y densidad de las
pesas (Imagen 11) demuestra una concentración alta hacia la parte más
próxima al rio, en áreas de baja incidencia cerámica. Esto sugiere que las
actividades relacionadas con la pesca como la deposición de los aparejos y
el manejo del pescado se llevaban a cabo en un área más o menos distante
del lugar de influencia directa de las unidades domésticas.

Imagen 10. Distribución cerámica y área de ocupación periodo de

poblamiento 2

~ 36 ~
 La distribución de las pesas líticas no se observa necesariamente
relacionada con una unidad residencial específica, lo que podría sugerir
que los espacios destinados a las labores afines con la pesca y la deposición
de los aparejos son de interés comunal. Esto a su vez sugiere un
desenvolvimiento colectivo de las labores de pesca y un aprovechamiento
igualitario fundamentado en el modo de producción domestico advertido
para estas formaciones sociales.

A parte de la distribución espacial de las pesas, el registro deposicional

también tiene que ver con las características tecnológicas de las mismas.
En el sitio VN459 se observa una alta incidencia de las pesas tipo III (20-39
gramos) con 73 ejemplares y las de tipo IV (40-79 gramos) con 61. Si bien
estas representan la mayoría de las pesas analizadas en este sitio, los otros
tipos también hacen parte de la indumentaria implementada en este sitio.

Imagen 11. Distribución de las pesas líticas VN459

~ 37 ~
 80 menor proporción a redes lanzadas a las que se asociaban las pesas de
70 menor peso.
III
60 III El sitio VN460 (Imagen 12) se encuentra sobre una terraza al oeste del
IV
50
VN459, allí se realizaron 300 pozos de sondeo distanciados 15 metros
40 IV entre sí, en una extensión de aproximadamente 5 hectáreas, de las cuales el
IV
30 III 30% corresponde al áreas de habitación (Sánchez 2018:58). De un total de
20 175 pesas identificadas, 139 (79%) corresponden a las obtenidas mediante
II
II I
10 V
el reconocimiento intensivo.
I II
I V V
0 En comparación con el sitio VN459, este presenta una constante en la
VN459 VN460 VN223
densidad demográfica durante los dos periodos de poblamiento. Los
Tabla 9. Número de pesas por tipo para cada sitio.
asentamientos se componen por aproximadamente 6 viviendas formando
un circulo con un espacio central de aproximadamente 100 metro de
La incidencia de este tipo de pesas puede estar relacionada con el tipo de
diámetro (Sánchez 2018:58) (Mosaico 2)
afluente adyacente al asentamiento. El río Villavieja es un río que aunque
en épocas antiguas puedo haber sido más caudaloso que en el tiempo
actual, es en general de bajo caudal y poca profundidad a excepción de las
épocas lluviosas donde se presentan crecientes. Al parecer, las técnicas de
pesca más implementadas tienen que ver con anzuelos, líneas de anzuelos,
redes trampa o de arrastre, que utilizaban lastres de mayor peso, y en

~ 38 ~
Imagen 12. Ubicación de los pozos de sondeo VN460. Mosaico 2. Distribución cerámica y áreas de ocupación periodos de poblamiento 1 y
Tomada de Sánchez 2018:59 2 VN460. Tomado de Sánchez 2018: 59

~ 39 ~
Al igual que en el sitio VN459 las pesas se encuentras dispuestas en la
parte externa del asentamiento, en el área próxima al rio Villavieja. Se
puede apreciar una concentración mayor hacia el área contigua a los
lugares de vivienda, y una concentración más discreta dispuesta cerca de
las viviendas identificadas como no contemporáneas (Sánchez 2018:58)
durante cada uno de los periodos de poblamiento. En este sitio las
acumulaciones de pesas se encuentran más próximas de las acumulaciones
de cerámica, por lo que se demuestra una dinámica sociocultural local
poco dispersa espacialmente.

Imagen 13. Distribución de pesas VN460

~ 40 ~
Con respecto al tipo de tecnología que prevalece, en el sitio VN460 se
identifica igualmente una importante incidencia de los tipos III y IV,
debido a las mismas condiciones presentadas en el sitio VN459, como el
tipo de afluente y las técnicas de pesca implementadas. Adicionalmente, el
sitio VN460 presenta la mayor incidencia de pesas tipo V (80+ gramos) de
los sitios señalados incluido el VN223. Debido a que la cercanía con el rio
Villavieja podría haber influido en la disposición de los aparejos de pesca
de lastres de más peso, debido al corto trayecto entre el sitio y el afluente.
De igual manera, la importante diferencia entre los porcentajes de pesas
tipo V para los sitios VN459 y VN460 en comparación con el VN223
puede relacionarse con la práctica de técnicas de pesca especificas en
función de las características del afluente adyacente, al parecer las técnicas
implementadas requerían el uso de lastres de más peso, como por ejemplo
las líneas de anzuelos y las redes trampa. Sin embargo no significa que
estas técnicas sean exclusivas de estos sitios, pues aunque en menor
densidad también se aprecian en el sitio VN223.

VN459 VN460 VN223 3.1.4.2 VN223

I 3,11% 5,04% 14,73%
II 9,94% 7,19% 17,05% El sitio se encuentra ubicado en una terraza alta del río Magdalena, sobre
III 45,34% 46,04% 31,01% la margen izquierda del mismo y consta de un área aproximada de 3,5
IV 37,89% 33,81% 34,11% hectáreas. Allí los suelos han sufrido fuertes episodios erosivos y de lavado
V 3,73% 7,81% 3,10% que han terminado por exponer el material parental de arenisca y por tanto
desplazado el material cultural como cerámica y líticos (Sánchez 2018:51).
Debido a lo anterior, la realización de pozos de sondeo no respondía a los
TOTAL PESAS 161 139 129
intereses de la investigación y por tanto se implementó una metodología
Tabla 10. Porcentajes de los tipos de pesas por sitio que consistía en señalar puntos cada 10 metros y realizar recolección

~ 41 ~
superficial en un área de 4m² delimitada por una cuerda (Sánchez 2018:
51) (Imagen 15)

Imagen 14.Vista del sitio VN223.

Imagen 15. Puntos de reconocimiento intensivo VN223,
Tomada de Sánchez 2018: 51
Tomada de Carlos Sánchez

~ 42 ~
La inclinación del terreno decrece en sentido de la vía Aipe-Neiva, lo que
parece incidir en el desplazamiento de material cultural durante los
procesos erosivos y de lavado de suelos. En este sitio se aprecia durante los
periodos de poblamiento 1 y 2, un área de ocupación ubicada hacia el
centro de la terraza. Para el primer periodo se reconocen una cantidad de
ocho unidades residenciales dispuestas en forma de elipse estrecha.
Aunque para el periodo de poblamiento 2 el tamaño del asentamiento
disminuye, la densidad cerámica aumenta, lo que aparentemente sugiere
un aumento en el número de individuos por unidad residencial (Sánchez
2018: 54) (Imágenes 16 y 17).

Imagen 16. Distribución cerámica y áreas de ocupación periodo de poblamiento 1.

Tomada de Sánchez 2018:53

~ 43 ~
Imagen 17. Distribución cerámica y áreas de ocupación periodo de poblamiento 2.
Tomada de Sánchez 2018:53

Imagen 18. Distribución de pesas VN223

~ 44 ~
Al parecer, en la antigüedad el río Magdalena ocupaba la terraza baja periodos, lo que continua caracterizando la pesca como una labor de
identificada al lado occidental del sitio y por tanto la proximidad entre el interés comunal durante el formativo y el clásico regional. Incluso durante
afluente y el sentamiento era mayor de lo que se percibe actualmente. Al el periodo de poblamiento 2, donde se reducen las dimensiones del
igual que lo advertido para los sitios VN459 y VN460, la distribución de asentamiento, la distribución de las pesas coincide con la disposición de las
pesas líticas se aprecia por fuera del área central del asentamiento y las unidades residenciales identificadas.
mayores concentraciones se disponen en sentido del río Magdalena Con respecto a las características tecnológicas de las pesas líticas, en el
(Imagen 18). La disposición de los sitios para el procesamiento del pescado sitio VN223 se resalta la alta presencia de pesas de tipo I (0-9 gramos) y
y la deposición de los aparejos de pesca sugiere una práctica disciplinada, tipo II (10-19 gramos) en comparación con los otros sitios arqueológicos.
seguramente con aceptación social general, de procesar lo pescado en áreas (Tabla 8)
periféricas del asentamiento, seguramente con el propósito de evitar la proliferación
de insectos y animales que buscan los desechos (Sánchez 2018: 79).
VN459 VN460 VN223
Aun así, es de advertir que los procesos naturales que alteran los suelos I 5 7 19
pudieron haber contribuido al transporte del material en sentido de la II 16 10 22
inclinación del terreno, sin embargo, es posible advertir un patrón de III 73 64 40
IV 61 47 44
comportamiento de los vestigios que responde coherentemente al análisis
V 6 11 4
comparativo con otros sitios contemporáneos que no han sido tan
fuertemente alterados.
TOTAL PESAS 161 139 129
Adicionalmente, la mayor concentración de pesas se encuentra cercana al
área de mayor incidencia de unidades domesticas para cada uno de los Tabla 11. Número de tipo de pesas por sitio.

~ 45 ~
Si bien el sitio presenta una muestra importante de cada tipo de pesas, la Esto demuestra que las técnicas implementadas en la consecución de
frecuente incidencia de los dos primeros tipos podría relacionarse con las recursos del medio hídrico se encuentran necesariamente determinadas por
técnicas de pesca implementadas en el río Magdalena, que aparentemente el tipo de afluente adyacente al área de ocupación. Lo quiere decir que los
se asocian a redes lanzadas que utilizan lastres de menor peso. También es procesos de apropiación son resultado de la reflexión sobre como suplir las
de resaltar el poco número de pesas de los tipos III, IV y V en comparación necesidades de la comunidad a partir de la interiorización de las
con los sitios VN459 y VN460 (Tabla 8 y 9). características medioambientales propias de cada sitio y por tanto cada
segmento demuestra la prevalencia de unas técnicas de pesca acordes al
50,00% medio donde se desenvuelve.
III III
45,00%
Aun así, la presencia de los mismos tipos de pesas para los sitios
40,00% IV
IV IV señalados, demuestra de alguna manera la relación y comunicación entre
35,00%
III
los segmentos de población y por mucho demuestra para las comunidades
30,00%

25,00% antiguas del valle cálido del río Magdalena, que la labor de la pesca fue
20,00% II una actividad económica constante y relevante para el devenir de las
I
15,00% formaciones sociales atendidas.
II
10,00% II V

I V
I
V
Ahora bien, es un equívoco recurrente en las investigaciones arqueológicas
5,00%

0,00%
de hoy en día que se interesan en el formativo pensar que por antonomasia se
VN459 VN460 VN223
trataba de economías fundamentadas en la producción agrícola; para el valle
cálido del rio Magdalena la evidencia sugiere que estamos frente a
Tabla 12. Porcentajes de cada tipo de pesas por sitio.
comunidades que, aunque sedentarias y productoras agrícolas, siempre recurrieron

~ 46 ~
en alta proporción a la apropiación de recursos silvestres, especialmente a la pesca y
caza (Sánchez 2018:78).
Así pues, resaltando la poca evidencia que contribuya a la comprensión de
la dimensión de los procesos de producción agrícola, sugeridos
canónicamente como la base económica de las comunidades identificadas
del formativo y clásico regional; la presencia y densidad de la muestra de
pesas advierte que la pesca no fue necesariamente una actividad
complementaria para la consecución de recursos y si más bien una
actividad relevante que influyo de manera importante
desenvolvimiento socioeconómico y cultural de las comunidades antiguas
del valle de Neiva. Tal relevancia se evidencia en el número se pesas por
sitio y en la especialización en diversas técnicas que posibilitan ampliar el
espectro de las especies depredadas y de los hábitats intervenidos.
3.2 Artes de pesca
La evidencia arqueológica que da cuenta de la actividad de la pesca en las
comunidades del Formativo y Clásico Regional en el norte del Huila, se
constituye en su totalidad por las pesas líticas y algunos restos
ictioarqueológicos recuperados. Los aparejos de pesca como las redes,
trampas o líneas no han sido identificadas en ninguna de las actividades
arqueológicas en ninguno de los sitios intervenidos. Esto debido a que la
materia prima implementada en la confección de los aparejos fue
en el
generalmente de origen orgánico y por tanto, las características medio
ambientales del área de estudio dificultan la óptima conservación de estos
elementos.
Así pues, la aproximación a las posibles artes de pesca implementadas en
la historia antigua del valle de Neiva debe responder a las limitaciones
propias de los yacimientos arqueológicos y por tanto de los
cuestionamientos suscitados por los mismos. De esta manera se propende
por un esbozo general de las artes de pesca cuyos aparejos contemplan el
uso de lastres, como una forma de esclarecer el posible panorama técnico
de las artes de pesca y sus características en el aprovechamiento de
recursos. Esto quiere decir que las artes de pesca a señalar se establecen
~ 47 ~
como una sugerencia para poder comprender, tanto el tipo de especies
depredadas y la magnitud de esta depredación, como el medio donde se
desenvuelven este tipo de técnicas. Esta información se analiza
contemplando la ubicación espacial de los sitios en relación a los tipos de
afluentes y recursos naturales del medio hídrico.
Las artes de pesca advertidas, que utilizan lastres de pesca en el complejo
de sus aparejos son las redes, las trampas, las líneas y anzuelos y algunas
técnicas de buceo, incluso actualmente es posible observar el uso de rocas
amarradas a manera de ancla en las pequeñas embarcaciones ribereñas.
Estas artes de peca se dividen a su vez en activas y pasivas de acuerdo a la
forma de captura, sea que la presa se movilice hacia el instrumento o por el
contrario el instrumento se utilice una persecución dirigida a la presa
(Rodríguez 2017: 26-27). De esta manera dependiendo de los
requerimientos de cada técnica, se asume un tipo de pesa específico.
3.2.1 Redes
La categoría de redes tiene ejemplares en ambas modalidades de pesca, las
técnicas activas y las técnicas pasivas. Así, se entiende que el término red
~ 48 ~
hace referencia al tipo de aparejo y no a una técnica puntual. Las redes son
en su mayoría manufacturadas a partir de fibras de origen vegetal
dispuestas a manera de tejido dando forma a lo que se entendería como
una malla.
Las características de cada tejido y las dimensiones de las mallas dependen
necesariamente de las técnicas para las cuales son planeadas durante su
construcción, o sea son creadas intencionalmente. Esto quiere decir que
existe un trabajo especializado en la confección de las mallas, lo que
conlleva al aumento los niveles de curación de los aparajeros, o en
términos generales, cuestiona la complejidad tecnológica de las
herramientas de trabajo.
El tema de la confección y constitución de las redes de pesca sobrepasa por
mucho los alcances y dimensiones del presente proyecto, sin embargo, vale
la pena resaltar, aunque sea someramente que los procesos técnicos y
tecnológicos implementados en la propia producción de redes constituyen
en sí mismos un universo investigativo. Desde la consecución de las
materias primas, se resalta por ejemplo los tipos de manufactura de las
cuerdas (torsión, trenzado, cuerdas crudas) y los tipos de tejido de las redes
(trenzado, nudos, geometría, dimensión del tejido). Lo anterior para
dimensionar los procesos implicados en el complejo de la labor de la pesca
apelando a la comprensión de la organización sociocultural en reciproca
dinámica con la misma práctica.
Las redes se componen generalmente de tres partes: flotadores o boyas,
malla y pesos. El tamaño de los pesos depende del tipo de red. Por
ejemplo, las redes tipo atarraya, de modalidad activa y de uso individual se
disponen mediante una técnica de lanzado donde el extremo de la red que
tiene los pesos se despliega en el aire formando un círculo perfecto de 2 a 4
metros de diámetro mientras el otro extremo cerrado forma una especie de
cono y desprende una cuerda que se encuentra atada a la muñeca del
pescador (Mercado 1959: 35-36, Rodríguez 2017:30). Para cumplir con las
expectativas funcionales de este aparejo, los lastres implementados deben
ser de bajo peso y se disponen en pequeños conjuntos a lo largo del borde
de la malla para generar varias bolsas (Mercado 1959:35).
No se puede dar por sentado que esta técnica hubiera sido estrictamente
practicada en la historia antigua, sin embargo, la incidencia de las pesas
tipo I (0-9 gramos) y tipo II (10-19) podría sugerir el uso de aparejos de
pesca similares. De ser así las especies depredadas serian la de tamaño
pequeño y tamaño medio como sardinas, sardinatas, mojarras y
~ 49 ~
bocachico, y demostraría una incidencia de su uso ligeramente mayor para
el sitio VN223, lo que sugiere un desenvolvimiento de esta técnica sobre el
río Grande de la Magdalena.
Otra de las redes posiblemente implementadas es aquella comúnmente
entendida como chinchorro. Esta consta de una malla rectangular, donde
en uno de sus lados más largos lleva una línea de flotadores y en el otro
una línea de pesos y cuya técnica activa de implementación colectiva
consiste básicamente en acorralar los peces y provocar el atoramiento de
los peces entre el tejido de la malla o capturarlos en la bolsa que se forma
en la malla (Mercado 1959:15 Rodríguez 2017:30). Dependiendo de la
profundidad deseada, se establecen pesos de mayor o menor tamaño que a
su vez permiten depredar especies tanto del fondo como de la superficie del
afluente. De haber sido implementada una técnica similar al chinchorro
esta hubiera demandado el uso de pesas tipo III (20-39 gramos), IV (40-79
gramos) y V (80+ gramos) de acuerdo a la funcionalidad requerida. Si bien
se reconoce que los tipos de pesas III y IV representan la mayoría de la
muestra para cada uno de los sitios, el VN459 y el VN460 demuestran la
mayor incidencia para esta categoría. Esto aparentemente tiene que ver
con las técnicas implementadas en afluentes de menor caudal. Las especies
depredas igualmente dependen del tamaño del tejido, generalmente La persistencia de la actividad de la pesca durante los dos primeros
corresponden a especies de talla media. periodos de poblamiento, entendidos como Formativo y Clásico Regional

Una red similar al chinchorro, pero de naturaleza pasiva es aquella y que abarcan casi 1.000 años de poblamiento (600 a.C – 550 d.C) donde

conocida como trasmallo o red agallera, que como su nombre lo indica se evidencia un progresivo aumento demográfico, sugiere que la actividad

busca atrapar al pez enredando sus agallas en el tejido, pero a través de de la pesca generó las condiciones fecundas para el establecimiento de las

una malla fija (Rodríguez 2017: 32-33). Si bien es una técnica reconocida comunidades y la generación de las condiciones del cambio social. Lo que

para la pesca en el mar, no se descarta la posibilidad del uso de una técnica necesariamente implica entender la organización alrededor del trabajo de

similar en contextos fluviales, aprovechando la corriente natural de los la pesca como aspecto importante de las formaciones sociales señaladas.

afluentes.

Es necesario resaltar que, si bien las pesas presentan bajos niveles de 3.2.2 Trampas
curación, la confección del resto de la estructura de los aparejos de pesca,
Existen dos tipos de trampas, las fijas y las móviles (Mercado 1959: 47).
como las redes o mallas si demuestra altos niveles de curación en el
Dada las características de cada una las que importan para el presente
producto manufacturado final. Por tanto, la complejidad del conjunto de
trabajo son las de naturaleza móvil debido a que se aproximan más a las
las herramientas implementadas y el reconocimiento de sus características
propiedades funcionales de aparejos con implementación de lastres. Las
funcionales posiciona la labor de la pesca como una actividad
trampas fijas por lo general son estructuras complejas (Rodríguez 2017:30)
especializada que integra múltiples dimensiones de la vida social, tanto
que, si bien pueden utilizar material lítico, este no se implementa para la
ecológicas como socioeconómicas y políticas, en función de la
función de servir como pesos de los aparejos, sino más bien para
organización y racionalización de las mismas formas de apropiación de los
consolidar los cimientos de las estructuras.
recursos silvestres.

~ 50 ~
El tipo de trampa en el que se identifica el uso de lastres se asocia a las a la profundidad necesaria para el buen desenvolvimiento de las faenas de
denominadas nasas. Estas son generalmente confeccionadas a partir de pesca.
material de origen vegetal como bejuco, mimbre, bambú o guadua y su
propósito es principalmente atraer y atrapar o lastimar las presas;
adicionalmente las nasas debieron tener una o varias pesas que permitiría
3.2.3 Líneas y anzuelos
sumergirlas (Rodríguez 2017: 28). En el registro existente sobre anzuelos en contextos arqueológicos, resalta

Las nasas consisten básicamente en una jaula en la que la presa se una amplia variedad de tipos, tanto en su materia prima, como en su

introduce atraída por un cebo y una vez adentro no puede volver atrás. forma y tamaño, lo anterior necesariamente asociado a las especies

Algunas referencias han señalado que las nasas en general, parecen apuntar a depredadas.

un empleo vinculado a capturas de especies de escasa talla (no superiores a los 30-50 Los hallazgos arqueológicos en el área de interés no cuentan con evidencia
cm.), preferentemente de hábitat fluvial o lacustre (Martínez 1992:227). de anzuelos, debido a las características de los suelos y a que los materiales

El uso e implementación de este tipo de técnicas suscita cuestionamientos utilizados en su diseño son, dentro del contexto arqueológico, orgánicos en

adicionales sobre la confección de las propias trampas y sobre las su mayoría. Aun así, el uso de anzuelos y líneas de anzuelos ha sido

dinámicas asociadas a la consecución del cebo, que puede implicar documentado como una técnica de pesca utilizada desde tiempos lejanos

diversas labores de apropiación o producción que incluso podrían implicar por comunidades cuyas prácticas involucran su relación con la apropiación

la ejecución de alguna otra técnica de pesca. de los recursos del medio hídrico. La confección de anzuelos denota
también una especialización en la fabricación de los aparejos de pesca que
En este caso, el tipo de pesas implementadas debió haber sido el de mayor
sugiere necesariamente el establecimiento de unas condiciones
peso dadas los requerimientos funcionales de este tipo de aparejos, que
aparentemente requieren de pocas pesas pero más densas para mantenerse

~ 51 ~
socioeconómicas, políticas y culturales que influyen en la misma
disposición de las actividades de subsistencia.
La pesca por línea o por anzuelo es considerada de modalidad pasiva, o
sea requiere que la presa se desplace hacia el aparejo y lo accione para que
pueda ser efectivo en su labor (Rodríguez 2017: 35). La línea consiste en la
disposición de una línea, en sentido horizontal y cuya materia prima,
generalmente orgánica, puede ser tanto fibras como troncos delgados.
Sobre esa línea se amarran anzuelos dejando entres si una espacio
considerable dependiendo del tamaño del anzuelo y la especie depredada.
En esta técnica el uso de las pesas se enfoca a la manutención de la línea a
la profundidad deseada para la óptima funcionalidad. Generalmente se
utilizan dos pesas de tamaño considerable, una a cada extremo de la línea,
aunque algunas técnicas advertidas sugieren el uso de una pesa por cada
anzuelo que se encuentre en la línea (Rodríguez 2017:35). La pesca con
anzuelo, que actualmente se asociada a la caña y el sedal, pudo haber
constado en la antigüedad de una línea sencilla de fibra orgánica, anzuelo,
peso y carnada.
La diferencia más representativa entre estas dos modalidades de uso de
anzuelo, radica en que la línea se deposita y se deja afirmada en tierra por
~ 52 ~
medio de una cuerda que posibilita su recuperación tiempo después, sin
necesidad de que el pescador permanezca atento al aparejo. De forma
contraria, la técnica de anzuelo sencillo necesariamente requiere la
dedicación y atención completa del pescador. Esta técnica de pesca se
utiliza para depredar las especies de peces que no se pueden atrapar
mediante las redes
3.2.4 Otras modalidades
Se advierten otras dos modalidades de uso de pesas dentro de las
actividades relacionadas con la apropiación de recursos del medio hídrico,
en este caso el medio fluvial.
Una de ellas y que no necesariamente implica una técnica de pesca es el
uso de líticos como pesos o anclas de las propias embarcaciones, un
recurso utilizado hoy en día que deja ver las necesidades emergentes
dentro de la labor de la pesca que sobrepasan las técnicas de depredación,
como por ejemplo la navegación. Dentro del contexto fluvial, estos pesos
sirven para ayudar mantener la embarcación firme ante la corriente natural
del río y para facilitar maniobras de la propia embarcación. Aun así es
preciso resaltar, que no existe evidencia arqueológica de algún tipo de
embarcación o algún signo de implementación de la navegación y aunque
se suele relacionar la pesca con una actividad de navegación, por ejemplo
para contextos de pesca marina sobre la costa ecuatorial manteña, se
reseña para la época de la colonia el uso de simples troncos a manera de
embarcación:
La destreza con que la practican causa no pequeña admiración á los
europeos pues su methodo es echar al agua un palo de balza de dos
a tres tuessas de largo […] lo suficiente para poder soportar el peso
que se le ha de cargar, el qual se reduce á la red que van atravesando
en él un estremo, y sobre el otro se pone un indio de pie derecho
[…]. (Juan y Ulloa, 1990, libro IV, cap.VIII:245. En Gutiérrez 1998:
501)
Por otro lado, el buceo es una técnica de pesca, que bien se podría
entender como de recolección y en cuya actividad se utiliza un peso de
gran tamaño para facilitar la inmersión del pescador.
En del registro arqueológico, se identificaron dos ejemplares de aparentes
pesas con pesos que oscilan entre los 1.420 gramos y 5.000 gramos
~ 53 ~
aproximadamente8, aunque estos dos líticos comparten las mismas
características (forma semitriangular con perforación sobre uno de sus
bordes), las características de lo que se denominarían las marcas
antropogénicas de intervención o de uso se debaten todavía, por no
presentar patrones advertidos en la literatura existente sobre el tema, que
por demás en bien escasa. Los análisis futuros intentaran caracterizar las
marcas de estas rocas como resultado de un proceso natural o
antropogénico, intencional.
La literatura consultada si refiere para épocas prehispánicas la
implementación de técnicas de buceo con indumentaria de pesos líticos,
por ejemplo para el caso del litoral ecuatorial (Gutiérrez 1998:428-430).
Muchas de las referencias que señalan el uso de pesas de buceo coinciden
en la intención recuperadora de la pesa aunque no se ahonda en esta
peculiar característica.
8 Valor a constatar en próximas visitas a campo, pues la magnitud de la pesa no permitió en su momento su
desplazamiento. Aun así quedo registrada fotográfica y espacialmente en el registro de campo del profesor Carlos
Sánchez.
 Con el ánimo de generar un acercamiento a lo que sería el panorama
4. Apuntes sobre ictiofauna.
antiguo de los recursos pesqueros, es importante resaltar los trabajos
realizados por Peña (2011) sobre Pescadores de los raudales del río Magdalena
durante el periodo Formativo Tardío. A la altura del municipio de Honda
(Tolima) y Puerto Bogotá (Cundinamarca), las investigaciones se
realizaron en el yacimiento arqueológico de Arrancaplumas, al sur oriente
de los raudales del río Magdalena (Peña 2011: 295-296). El área de estudio
coincide con la región del valle cálido del río Magdalena o Magdalena
medio como también se le conoce9.

Si bien las investigaciones planteadas por Peña 2011 se circunscriben

espacialmente aproximadamente a 300 kilómetros al norte de los
municipios de Aipe y Villavieja, sus contribuciones se observan en diversos
ámbitos relacionados con el paleoambiente, en especial lo que respecta al
estudio de los recursos faunísticos aprovechados por los grupos humanos que

Imagen 19. Sardinas, cucha, bocachico.
9 El termino Magdalena medio ha sido foco de discusiones (Cadavid 1996, Acuña 2014) que han buscado
delimitar el conjunto de características socioculturales y medioambientales a la que se hace alusión cuando se
hace referencia al Magdalena medio, características que involucran el conflicto armado, los recursos naturales,
paramilitares, guerrillas y demás actores que han confluido en el devenir histórico de esta región. Apelando a
esta complejidad, el termino Magdalena medio que acá se utiliza hace referencia exclusivamente al tramo del
río que representa la transición entre el alto y el bajo Magdalena y que se circunscribe aproximadamente desde
el municipio de Neiva hasta la confluencia de los tres departamentos de Antioquia, Santander y sur de Bolívar.

~ 54 ~
habitaron el lugar entre los siglos V y I a.C., y contribuir al conocimiento de la
explotación del recurso pesquero (Peña 2011: 296-297).
La temporalidad adjudicada a los datos arqueológicos coincide con el
Formativo Tardío advertido para el norte del departamento de Huila, sin el
ánimo de relacionar directamente estas formaciones sociales, lo que resulta
relevante es, por un lado la importancia atribuida a las labores de
aprovechamiento del recurso ictiológico realizadas por las comunidades en
su tiempo y por otro, el desenvolvimiento de dichas labores en el río
Magdalena en su curso por el valle cálido, representando una biota similar
a la del área de estudio en la que se enfoca la presente investigación.
Es preciso advertir, que las investigaciones arqueológicas realizadas por
Peña 2011 en el yacimiento de Arrancaplumas, ubicado sobre una terraza
aluvial del río Magdalena (Peña 2011: 296) terminaron por sugerir el sitio
como un lugar habitado por largas temporadas anuales, por comunidades
cuya principal actividad de subsistencia era la pesca y en menor medida las
prácticas agrícolas, que la evidencia sugiere, se limitaban al cultivo de
maíz, papaya y la recolección de frutos de palma (Peña 2011: 312), al
parecer las temporadas durante las cuales fue habitado el asentamiento de
manera consecutiva se encontraban relacionadas con la subienda de los
~ 55 ~
peces, integrando los ciclos migratorios de la fauna ictiológica a sus
propias dinámicas sociales.
Para el caso del norte del Huila la evidencia arqueológica sugiere una
ocupación continua de la mayoría de asentamientos, obviamente con
disposiciones demográficas y espaciales dinámicas, pero que en general
demuestran un desenvolvimiento territorial definido y constante para el
Formativo y el Clásico Regional, a partir de un modo de producción mixto
entre actividades agrícolas y labores de caza, recolección y al parecer más
relevantes, de pesca.
Siendo así, el interés principal sobre el trabajo de Peña 2011 es la
aproximación a los datos sobre la fauna del río Magdalena -especialmente
peces-, sus características físicas y etológicas, reconociendo que son
resultados que devienen de una reflexión sobre la evidencia
ictioarqueológica. Los datos obtenidos en campo fueron identificados
taxonómicamente mediante un ejercicio comparativo con la colección de
especies actuales del laboratorio de arqueología del Instituto de Ciencias
Naturales de la Universidad Nacional (Peña 2011: 297).
Las especies advertidas fueron el bagre rayado (Pseudoplatystoma
fasciatum), el nicuro (Pimelodus blochii), el capaz (Pimelodus grosskopfii),
el bagre blanco (Surubim cuspiudos), el bagre sapo (Pseudopimelodus
bufonius), la doncella (Ageneiosus pardalis), la antena (Trachelyopterus
insignis), el bocachico (Prochilodus magdalenae), la viejita (Cyphocharax
magdalenae), el mohino (Leporinus muyscorum), la dorada (Brycon
moreim), el rubio (Salminus affinis), la arenca (Triportheus magdalenae) y
el chango (Cynoptamus magdalenae); de las cuales el bagre rayado
(Pseudoplatystoma fasciatum), el nicuro (Pimelodus blochii), el capaz
(Pimelodus grosskopfii) representan la mayoría de la muestra (78% del
número mínimo del total de individuos estimados) (Peña 2011: 304-305).
Las características etológicas de estas tres especies se relaciona
directamente con el ecosistema de raudales específicamente durante la
temporada de subienda, donde se generan cardúmenes o filas de
numerosos especímenes que durante el trayecto contra corriente se
concentran espacios de agua menos corrientosos donde actualmente son
depredados, sugiere el autor, con aparejos de pesca parecidos a la atarraya
o al cóngolo, este último asociado a las técnicas de pesca prehispánicas
suscitadas por el autor (Peña 2011: 306-307). La prevalencia de estas
especies con características cíclicas particulares es el insumo principal en el
que el autor fundamenta la ocupación estacional de los asentamientos.
~ 56 ~
Por otro lado, existen investigaciones que se han enfocado en la evaluación
de la pesca de especies nativas en el alto río Magdalena, departamento del Huila
(Sánchez, León, Reyes 2000). Al advertir que el área de estudio se encuentra
en el límite entre el alto Magdalena y el Magdalena medio, la indagación
sobre las especies nativas de este tramo del río contribuye a la construcción
de un panorama general sobre la ictiofauna. Asi, se han advertido nueve
especies nativas, cuatro de la familia Characidae como el bocachico
(Prochilodus magdalenae, prochilodus reticulatus), la sardinata (Brycon
moorei), rubio (Salminus affinis) y el pataló o jetudo (Ichthyoelephas
longirostris). De la familia Loricaridae, las conocidas chuchas
(Chaetostoma fischeri, spatuloricaria gymnogaster), además de dos
especies referidas anteriormente como el capaz (Pimelodus grosskopfii) y
el bagre sapo o peje (Pseudopimelodus bufonius) (Sánchez et al. 2000: 218-
219).
Los datos anteriores coinciden con la información obtenida durante las
temporadas de campo mediante conversaciones con los locales, donde se
advierte una referencia constante al bocachico como especie relevante de la
pesca artesanal o doméstica . 10
De forma adicional, hacen parte de la fauna ictiológica la raya
(Potamotrygon magdalenae), sardinas (Argopleura magdalenensis,
Astyanax bimaculatus, Astyanax fasciatus), sabaleta (brycon henni),
agujeta (Ctenolucius hujeta), dentón (Hoplias malabaricus), dormilón
(Saccodon caucae), caloche (Eigenmannia virescens), mojarra azul
(Aequidens pulcher), mojarra amarilla (Caquetaia kraussii), cucha
(Chaetostoma milesi), coroncoro (Panaque gibbosus), guabima (Rhamdia
quelen) y gullumbo (Trichomycterus striatus) (Sánchez 2017:25)
Dentro de las características etológicas de las especies señaladas se
encuentran las mencionadas subiendas asociadas al ciclo reproductivo.
Este periodo ha sido identificado generalmente tanto desde la etnohistoria
10
Con la intención de generar una aproximación arqueológica consecuente con su disposición antropológica, es
necesario reconocer la importancia del atendimiento a cuestiones etnográficas dentro del quehacer arqueológico,
que por ejemplo contribuye al entendimiento de la naturaleza de las relaciones entre las comunidades y el
territorio que habitan y los saberes asociados al medio ambiente y los recursos naturales, por mencionar solo un
ámbito entre otros muchos posibles y pertinentes para el aprovechamiento de los insumos etnográficos.
~ 57 ~
como desde las prácticas actuales, como una época de intenso y fructuoso
desenvolvimiento de las faenas de pesca.
Aun así, la existencia de peces no se limita a la temporada de subienda. El
esbozo general de las fauna ictiológica permite reconocer que durante el
resto del ciclo biológico de las especies y preferiblemente en tiempos
pretéritos, el río Magdalena tuvo la propiedad de albergar un mínimo de
fauna constante, que permitió precisamente el aprovechamiento continuo
del recurso pesquero, reconociendo una producción fluctuante de acuerdo
a la temporada delimitada tanto por pautas socioculturales como por las
características medioambientales.
En la actualidad, para el norte del departamento del Huila el panorama es
bien diferente, debido a la degradación medio ambiental y a la existencia
de megaproyectos que alteran la disposición natural del río y sus recursos.
Consecuentemente, la pesca es una actividad secundaria que no representa
el principal modo de sustento para quien la practica y por tanto se limita a
una labor domestica muy especializada, cuyos productos son de consumo
familiar o en algunos casos vendidos a personas específicas, generalmente
conocidas y mediante acuerdos previos.
 5. La pesca en la historia antigua
del valle cálido del río Magdalena.
Para poder señalar las implicaciones de una actividad como la pesca, en
las comunidades que antiguamente habitaron el valle cálido del rio
Magdalena a la altura del norte del Huila, es necesario en primer lugar
remitirse a lo que las investigaciones arqueológicas han sugerido sobre la
conformación sociopolítica, económica, en fin cultural de estas
formaciones sociales. En este orden de ideas, el “Proyecto arqueológico
valle de Neiva” mediante la implementación de la técnica de la
prospección regional sistemática, concluye
~ 58 ~
[…] que el patrón de asentamiento y uso del espacio en los entornos
habitados por las comunidades, durante la historia antigua
prehispánica, consistió en agrupamientos distribuidos en forma
amplia en el paisaje, distanciado entre 5 y 7 km unos de otros, sin
que se aprecien evidencias de jerarquía entre ellos. […] se trataba de
asentamientos extensos en los que habitaban comunidades
numerosas. (Sánchez 2018: 8)
La disposición de las áreas habitadas durante cada uno de los dos primeros
periodos de poblamiento (figura 20 y 21) permiten ver una distribución
particular de los asentamientos que demuestran un aprovechamiento
diferenciado, entre cada uno de los segmentos, de áreas con características
medioambientales y por tanto ecológicas particulares, cuya diferencia
radica principalmente en las formas de incidencia sobre la tierra11. Es de
11 El termino tierra hace referencia a lo característico del ámbito de la naturaleza, el medio ambiente, los recursos
naturales que dinamizan con las comunidades y se entiende principalmente en términos económicos, como objeto
o medio, de trabajo o de producción. Es el insumo original para la germinación tanto biológica como
sociocultural. En este caso, el termino tierra debe entenderse con un significado diferente al de territorio, este
último hace referencia a uno de los cimientos fundamentales de toda entidad política (Sánchez 2017:16), que
apropiado socialmente, constituye el entorno natural y cultural de cada comunidad.
resaltar que para la sociedad comunal la tierra no es de propiedad
particular de una familia, de hecho, en esta sociedad considerada
igualitaria

[…] lo más frecuentes es que estas [tierras] sean del dominio de

grupos corporativos mayores, tales como linajes o pueblos y que los
derechos de la familia se fundamenten en su condición de miembro
del grupo propietario. […] una especie de garantía inalienable de
subsistencia. […] ningún hogar está excluido de los medios de su
propia supervivencia, como no lo está tampoco en la participación
en la mayor estructura social. (Sahlins 1984: 121-122)

Imagen 20. Áreas de ocupación para el periodo de poblamiento I (500a.C - 0).

Tomada de Sánchez (2017:78, 2018:22)

~ 59 ~

Imagen 21. Áreas de ocupación periodo de poblamiento II (1-550 d.C)
. Tomada de Sánchez (2017:80, 2018: 23)
~ 60 ~
La disposición de los asentamientos en relación a los tipos de afluentes
existentes en el territorio demuestra necesariamente una particularidad en
las dinámicas con el medio hídrico. La naturaleza de cada uno de los
afluentes identificados, desde el río Magdalena, hasta sus tributarios y las
características de las cuencas hidrográficas respectivas, terminan por
sugerir un aprovechamiento diferenciado de los recursos naturales del agua
y del paisaje en general.
Esto quiere decir que si por un lado el desenvolvimiento técnico y
tecnológico de las actividades de pesca está determinado por la naturaleza
del afluente contiguo a cada agrupación, por otro lado y muy relevante, la
pesca no necesariamente se presenta como una actividad de igual
relevancia para el total de las áreas de ocupación.
De esta condición deviene el carácter relevante del estudio de la pesca, que
no se centra en enaltecer dicha labor como el trabajo principal de las
comunidades para su tiempo, sino que más bien, evidencia el
desenvolvimiento particular de los procesos productivos como reflejo de la
interacción de los grupos humanos con el entorno, aun cuando esto
signifique la implementación de diversas formas de producción y/o
apropiación por parte de un mismo pueblo que dinamiza a lo largo de un
territorio. Es precisamente la invitación al debate sobre los estatutos
canónicos con los que se pretende abordar de manera general la historia de
los grupos humanos y la historia del poblamiento de América en
particular.
Si bien la pesca se muestra como una labor importante para los
asentamientos identificados en los sitios VN459, VN460 y VN223 en
ambos periodos de poblamiento, el impulso por el esclarecimiento de las
pautas socioeconómicas de la sociedad comunal sugiere el entendimiento
de la pesca como la expresión de una forma de apropiación reflejo de una
economía de naturaleza mixta que promueve el aprovechamiento de
recursos silvestres al mismo tiempo que se lleva a cabo la producción
agrícola.
Esto lo demuestra la evidencia obtenida mediante las labores de
reconocimiento intensivo que sugiere
[…] que en algunas áreas de ocupación las unidades residenciales se
hallaban dispuestas de tal forma que contaban con espacios amplios
a su alrededor, utilizados, posiblemente, en actividades domésticas y
en algunos casos, como huertas caseras, (de manera que tal
~ 61 ~
disposición demuestra la relevancia) económica y política de la
unidad familiar (Sánchez 2018:7).
Así, el área de ocupación corresponde al emplazamiento de una o
más unidades domésticas que conforman un pequeño segmento
social inmerso en una modalidad productiva determinada. […] la
unidad doméstica, correspondía a un pequeño grupo social de
cohabitación, con cohesión basada en el parentesco, cuyos
integrantes cooperaban en los procesos de producción para solventar
las necesidades y lograr su reproducción social. (Sánchez 2017:85-
86)
Es posible vislumbrar que las áreas de ocupación más amplias se
establecen en las terrazas aluviales próximas al rio Magdalena y próximas
también a algunos de sus tributarios principales en ambas márgenes,
siendo las tierras fértiles y el acceso al recurso hídrico las ventajas del
medio. En respuesta a la relevancia que cobran estas áreas de ocupación,
la aproximación a la actividad de pesca se hace a partir del reconocimiento
de la sociedad comunal como aspecto característico de las señalas
formaciones sociales, en el sentido de que como expresión de una forma de
apropiación, se circunscribe en un modo de producción doméstico y por
tanto contribuye al entendimiento del panorama socioeconómico pretérito
de la región.
Lo que se refiere a modo de producción según la economía política es la
conjugación de tres aspectos, una base económica determinada por la
dinámica entre las fuerzas productivas, y las relaciones de producción y las
superestructuras ideológica y jurídico-política que se determinan a partir de
la propia base económica (Sánchez 2018:7). La base económica se
conforma de la relación entre las fuerzas productivas entendidas como
materias primas, la fuerza de trabajo, herramientas, utensilios y las propias
técnicas y conocimientos de uso y trasformación; y las relaciones de
producción conformadas por las relaciones culturalmente establecidas en
tanto objetos o sujetos, consecuencia de un proceso de apropiación social.
En el caso de la pesca, como una modalidad de apropiación de recursos
silvestres dentro del modo de producción domestico asociado a la sociedad
comunal, es importante resaltar las dos instancias en las que es posible y
necesario llevar a cabo los análisis, la tierra como objeto y la tierra como
medio de trabajo.
~ 62 ~
Como se ha advertido anteriormente, el estudio de la pesca en sí mismo es
un estudio sobre los procesos de trabajo que intervienen en dicha
actividad, desde la confección de las partes de los aparejos y ensamblaje de
los mismos, hasta la propia ejecución técnica de los instrumentos dentro de
las faenas de pesca. Por tal motivo es apenas natural la confluencia de
dinámicas particulares entre lo que serían las fuerzas productivas y las
relaciones de producción.
De manera general, la tierra como objeto de trabajo se observa en dos
momentos. Uno cuando se abastece la materia bruta para la confección de
aparejos de pesca, sean materiales orgánicos o piedras y estos se
transforman en materias primas como fibras o plomos para luego
conformar redes, trampas o anzuelos. Y otra, en el mismo proceso de la
pesca donde la tierra como objeto de trabajo se expresa mediante
apropiación de los recursos naturales del medio acuático a partir de
técnicas especializadas.
La tierra como medio de trabajo es posible entenderla a partir de las
relaciones de producción que se desenvuelven alrededor de los aparejos de
pesca. En este caso, la implementación de los instrumentos de pesca
representa para el pescador la tierra como medio de trabajo, debido a la
necesidad ineludible de su utilización y al origen y la naturaleza de sus
propios procesos de constitución (materias brutas, materias primas). Esto
quiere decir que la implementación de estas herramientas de uso
obligatorio para el cometido de las actividades de pesca, representa la
tierra como medio de trabajo. En el ámbito de la confección de los
insumos para los aparejos de pesca, también se aprecia la tierra como
medio de trabajo a través de los mismos objetos utilizados como por
ejemplo los golpeadores, cortadores, etc. Así, es posible observar como
dentro de la actividad de la pesca se establecen diferentes relaciones de
producción, no es lo mismo por ejemplo los aparejos de pesca para el
pescador, que los aparejos de pesca para el artesano que los confecciona.
Esta doble instancia, esta contemplación de la tierra como objeto y medio
de trabajo surge precisamente de la comprensión de que, para las
formaciones sociales canónicamente entendidas como menos complejas,
entre ellas la sociedad comunal, el alcance de sus modos de producción se
enfoca de forma general al trabajo sobre los recursos naturales y a partir de
los mismos, sea este mediante formas de apropiación como la pesca, la
caza y la recolección o formas de producción como la horticultura y las
prácticas agrícolas.
~ 63 ~
Para el caso del norte del departamento del Huila, la evidencia
arqueológica constata la incidencia del uso de la tierra en estas dos
instancias, que no necesariamente se contradicen sino por el contrario
proveen de claridad al momento de analizar la naturaleza de las fuerzas
productivas y relaciones de producción como la base económica del modo
de producción doméstico adjudicado a dichas formaciones sociales.
La economía doméstica se fundamenta principalmente en la unidad
doméstica, entendida como
[…] un pequeño grupo de individuos con funciones recíprocas
permanentes de índole social y económica, que comparte una
vivienda. Es decir, se trata de la unidad social básica de la
producción y el consumo (Netting 1993, Hirth 1992, Santley y Hirth
1992 y Holy 1988), […]. Corresponde a un pequeño grupo de
filiación parental que cohabita en el espacio. Sus miembros
cooperan permanentemente en los procesos de trabajo para
solventar, en primera instancia, las demandas de la unidad y
logrado esto, las del segmento de adscripción inmediata; de aquí que
se diga que la economía de la sociedad comunal sea de carácter
doméstico (Sahlins 2010, Meillassoux 1982). (Sánchez 2018:14)
Entonces, la unidad doméstica es entendida como la fracción política más
pequeña donde acontece, en primera instancia, la reproducción social.
Dentro de la economía imperante para la sociedad comunal, la unidad
doméstica es la institución central de producción para su época (Sahlins
1984:120). Aun así, la naturaleza de las labores de apropiación y
producción es colectiva y se extiende al nivel de cada segmento a partir de
la cooperación y el intercambio entre las unidades domesticas vecinas,
cuyas relaciones se encuentran al mismo tiempo determinadas por el
parentesco [superestructura ideología y jurídico-política] no solo al nivel de
la cooperación multifamiliar sino también dentro de la organización del
trabajo al interior de cada unidad doméstica.
El parentesco ha sido identificado en las sociedades sin Estado como la
institución encargada de materializar y regular las relaciones sociales tanto
de producción como de reproducción. Así, el parentesco juega un papel
determinante en los procesos productivos en tanto define el acceso a la
tierra, administra e interviene en los procesos de trabajo, además se
encarga de la distribución y control del producto del trabajo, tanto del
indispensable como del excedente. Aun así, la naturaleza cerrada de las
relaciones sociales definidas por el parentesco resulta en grupos jerárquicos
~ 64 ~
que por medio de relaciones diferenciadas conlleva al sometimiento de
algunos individuos o familias (Sánchez 2015: 210).
El parentesco es una institución que se establece a nivel general de un
pueblo, esto quiere decir que define la naturaleza de las relaciones sociales
en varias dimensiones. A nivel regional controla el uso y acceso de la tierra
para cada segmento y define a su vez las relaciones entre los segmentos a
lo largo del ter5ritorio; a nivel local determina las relaciones entre
unidades domésticas y entre individuos. De esta manera, para la sociedad
comunal el parentesco se erige como la institución encargada de mediar las
relaciones sociales dentro del modo de producción doméstico y por tanto,
el desenvolvimiento de las actividades económicas, en las que se incluye la
pesca, tuvo como base fundamental la naturaleza de las relaciones de
parentesco en varios sentidos como la especialización en los trabajos, la
participación integrada de miembros específicos de las unidades
domesticas del asentamiento y la propia distribución del producto del
trabajo.
Es de resaltar que los grupos domésticos no son autárquicos, si bien cada
unidad domestica propende por el autoabastecimiento, estas no pueden
abastecerse completamente de manera autónoma. Las relaciones que se
observan entre las unidades domesticas tienen que ver con la circulación
del producto del trabajo, para el acceso y redistribución de recursos; y con
los mismos procesos de trabajo cooperativo que exigen la integración de
los individuos de varias unidades domesticas (Sahlins 1984:120-121,
Sánchez 2018:87). “Forma familiar de producción” no es lo mismo que
“producción familiar” (Sahlins 1984:121).
Se puede decir que la economía doméstica consta de cuatro principios
fundamentales, producción en común sobre una tierra en común, las
relaciones de parentesco determinan las relaciones sociales de producción,
los esfuerzos por satisfacer las necesidades no convergen el maximización
de la producción y el trabajo excedente natural de todo proceso de trabajo
de satisfacción de las necesidades inmediatas es apropiado según las
instituciones establecidas para tal fin en cada formación social
(Meillassoux 1977: 13-14. Sánchez 2017: 103).
De esta manera se comprende que el alcance del modo de producción
domestico es la producción para el consumo cuyo trabajo excedente se
redistribuye mediante trueque con las demás unidades domesticas del
segmento; la idea que preside la producción doméstica es ¨lo que necesitan¨,
prácticamente una ¨producción para el aprovisionamiento¨ (Sahlins 1984: 120-
~ 65 ~
121). Aun así, en cada segmento la comunidad se basta a si misma solo en
lo que concierne a la producción; la reproducción depende, por otro lado,
en la inserción de la comunidad en un conjunto de comunidades
semejantes (Meillassoux 1977:14), reproducción física y social.
La aproximación a los procesos de trabajo en el caso de la pesca,
corresponde a la ejemplificación de las dinámicas de cooperación entre las
familias, dinámicas que sustentan el modo de producción doméstico y que
reflejan las relaciones de producción entre los actores involucrados en la
actividad de la pesca. Si bien, a partir del registro arqueológico es por
mucho ambicioso dar cuenta de la naturaleza de los procesos de trabajo,
sean individuales o cooperativos, es comprensible a nivel de la sociedad
comunal la relevancia colectiva de sea cual sea la categoría inferida para
cada proceso de trabajo.
El ejercicio reflexivo sobre los procesos de apropiación advertidos para la
sociedad comunal en el Formativo y Clásico Regional del norte del Huila,
revela la empresa colectiva para la satisfacción de las necesidades básicas,
en primera instancia, del segmento poblacional que comparte el
asentamiento. Esta empresa colectiva se define dentro del conjunto de las
labores desarrolladas para el buen desenvolvimiento de las dinámicas de
producción y reproducción social. En el caso de la pesca, por ejemplo, la fin, socioculturales, que sustentan y dan orden y sentido a los hechos
participación colectiva debe entenderse primeramente a partir de la pesca sociales, son producidas y reproducidas mediante un ejercicio
como una actividad compleja, cuyo ejercicio supera el simple desarrollo de principalmente colectivo.
las faenas.

De esta manera los diversos actores incluyen a los artesanos que

confeccionan los aparejos en sus respectivas variables, los artesanos que
construyen las embarcaciones, los especialistas en las técnicas de pesca y
sus modalidades incluyendo la navegación o el buceo y las personas que
intervienen sobre el producto de la pesca ya sea en su preparación para el
consumo inmediato o para la conservación.
Por otro lado, el aparente contexto sociocultural de sociedades comunales
durante los denominados Formativo y Clásico regional, sugiere una
redistribución del producto de la pesca entre los miembros del
asentamiento. La forma en que se da esta redistribución se determina en
primera instancia por las relaciones de parentesco establecidas dentro de la
comunidad, y más tardíamente a la organización jerárquica incipiente que
emerge hacia el clásico regional.
Entonces, la cualidad colectiva de las labores de pesca no solo se refleja en
su ámbito practico; las pautas ideológicas, cosmológicas, simbólicas, en
6. Conclusiones y reflexiones
emergentes
Las reflexiones derivadas del análisis de la evidencia arqueológica asociada
a los dos primeros periodos de poblamiento (Formativo y Clásico
Regional), han contribuido al esclarecimiento de ciertos cuestionamientos
sobre el panorama sociocultural de las comunidades que habitaron el norte
del Huila del 600 a.C al 550 d.C.
La aproximación sobre la actividad de la pesca ha terminado por
contribuir al entendimiento de por lo menos dos instancias representativas.
La primera de ellas, el trabajo de la pesca como un hecho social en sí
mismo, demuestra tanto la capacidad cognitiva e intelectual del ser
humano, como la organización social para la trasformación y apropiación
efectiva del entorno; que con el propósito de suplir las necesidades

~ 66 ~
inmediatas de la población, resulta en nuevas prácticas que devienen en la
acumulación histórica y el ejercicio reivindicativo de los conocimientos y
las experiencias.
Las pesas para utensilios de pesca representan tan solo una pieza dentro
del amplio complejo tecnológico que constituyen los aparejos de pesca, así,
cada parte obtiene sentido únicamente dentro del complejo ensamblaje
para la que fue confeccionada. Si bien las pesas encontradas en el valle
cálido del río Magdalena son de baja curación, sencillas en su
manufactura; el complejo de los aparejos de pesca y sus procesos
productivos particulares constituyen una práctica que se sobrepone a las
herramientas de trabajo rudimentarias y en cambio profundiza en los
aspectos técnicos, tecnológicos y medioambientales para la confección de
utensilios de funcionalidad destacada y especializada.
La complejidad intrínseca en los elementos constituyentes de los procesos
de producción y apropiación, sirve de insumo para el cuestionamiento y
debate de aquellos lineamientos canónicos que de forma reiterada definen
escalas de alta o baja complejidad como mecanismo de caracterización a
priori de los grupos humanos. La tendencia a reconocer por ejemplo la
sociedad comunal o las bandas de cazadores recolectores como formas
~ 67 ~
menos complejas de organización, termina por generar un sesgo en el
ejercicio de aproximación al panorama sociocultural del pasado por el que
propende la arqueología.
La otra instancia representativa a la que nos aproxima el entendimiento de
la actividad de la pesca tiene que ver con el esclarecimiento de la
modalidad económica para la sociedad comunal del Formativo y Clásico
Regional en el norte del Huila. Las características del registro
arqueológico, las reflexiones suscitadas dentro del Proyecto arqueológico valle
de Neiva (Sánchez 2017,2018) y el esclarecimiento de la incidencia de la
actividad de la pesca para las comunidades en su momento, apuntan al
desenvolvimiento de una economía mixta durante los dos primeros
periodos de la ocupación.
La economía mixta se refiere a la conjunción de actividades de producción
y de apropiación para la solución efectiva de las necesidades de la
comunidad. En este caso concreto, las actividades de apropiación de
recursos silvestres fueron la caza, la recolección y la pesca; y las
actividades de producción se han relacionado con labores agrícolas
generalmente a nivel de la horticultura. El Formativo ha sido entendido
como un periodo de tiempo extenso, durante el cual tuvieron lugar
importantes transformaciones socioculturales entre las que se destaca la
transición a la sedentarización, el surgimiento de la cerámica y el de una
economía de producción, factores que en conjunción con otros procesos
socioculturales, políticos y económicos, propiciaron transformaciones
paulatinas entendidas como cambio social.
Gran parte de la literatura arqueológica interesada en el Formativo, ha
terminado por sugerir el desarrollo de una economía agrícola como la base
fundamental para el sustento de comunidades en procesos de
sedentarización o incluso la causa misma de la sedentarización;
calificando las demás prácticas económicas, principalmente las que tienen
que ver con el aprovechamiento de recursos silvestres, como labores
complementarias de la producción agrícola. Para el valle cálido del río
Magdalena, la evidencia arqueológica ratifica la idea de una economía
mixta de apropiación y producción, donde las actividades asociadas al
acaparamiento de recursos silvestres no son complementarias, sino por el
contrario, tienen una incidencia importante dentro de los procesos
desarrollados para la satisfacción de las necesidades de la comunidad. La
pesca por ejemplo y la densidad de los vestigios arqueológicos asociados a
la misma, demuestra que dicha actividad fue fundamental, en paralelo con
~ 68 ~
las prácticas agrícolas, para la realización sociocultural de algunos de los
segmentos más representativos de la sociedad comunal en la historia
antigua del norte del Huila.
Por otro lado es necesario tener en cuenta las implicaciones generales de la
producción agrícola u hortícola como se ha identificado para el área de
estudio. La importancia del surgimiento de actividades agrícolas radica en
primera instancia en el fenómeno de la domesticación y de manera seguida
en la complejidad de los conocimientos requeridos para hacer eficiente
tanto el trabajo como la producción, conocimientos que sin duda han
resultado en la hazaña revolucionaria de la agricultura. Sin embargo la
misma naturaleza de los procesos de cultivo debe confrontarnos con el
panorama práctico, no ideológico de este modo de producción circunscrito
en la sociedad comunal del Formativo y Clásico Regional.
Para que una sociedad base su sustento en el producto del trabajo de la
tierra debe por lo menos contemplar mecanismos para la disposición
continua de recursos independientemente del ciclo reproductivo y de
maduración de los cultivos, ciclos que bien pueden medirse en meses y
algunos incluso, en años. Esto quiere decir, que se deben establecer
técnicas y tecnologías para la conservación de parte del producto de la
agricultura, con el fin de que pueda ser aprovechado en épocas de baja
producción. Estos conocimientos no pueden surgir de forma inmediata y
por tanto requieren de un proceso histórico que incluye generaciones y que
conduce a la experimentación y establecimiento de prácticas eficientes que
puedan sustentar de forma permanente el grueso de la población.
Al resultar el medio ambiente favorable para el desenvolvimiento
periódico de formas de apropiación de recursos silvestres, como el caso del
norte del Huila para la temporalidad señalada ¿qué fuerza imperiosa
posicionaría las actividades agrícolas como la base primordial del sustento
de la población?, esto no quiere decir la práctica exclusiva del
acaparamiento de recursos silvestres, sino precisamente el establecimiento
de una economía mixta que incluye las prácticas agrícolas. Es necesario
resaltar, que algunas de las localidades identificadas por medio del
reconocimiento regional se caracterizan por un registro arqueológico que
sugiere actividades agrícolas más intensivas, o sea, las actividades de
subsistencia estaban ligadas con cada segmento y con la disposición de la
biosfera en su área de influencia inmediata.
La económica mixta se puede entender como una modalidad
relativamente estable que se desenvuelve con bienes de múltiple
~ 69 ~
naturaleza, lo que permite el sustento en un momento de declive de alguno
de los bienes de usufructo y además provee de las condiciones fecundas
para el desarrollo de conocimientos y prácticas entre los que se podría
destacar el mismo proceso de producción agrícola. Esto quiere decir, que
mientras los recursos silvestres satisfacen buena parte de las necesidades de
manera regular, se genera el espacio y las posibilidades para el
desenvolvimiento de prácticas agrícolas itinerantes o experimentales en el
ámbito de la sedentarización y de las cuales no dependa la mayor parte del
alimento. Las actividades de apropiación de recursos silvestres en el
ámbito de la economía mixta son un insumo que permite el aprendizaje y
consecuente complejización de los procesos, sirven de combustible para el
cambio social. En pocas palabras, la apropiación de recursos silvestres
aparentemente contribuyo al surgimiento y propició el establecimiento y
transformación de las prácticas agrícolas durante el Formativo y el Clásico
Regional en el norte del Huila.
Las observaciones sobre la relevancia de las labores de apropiación de
recursos silvestres en la sociedad comunal del norte del Huila, encuentran
su fundamento en las formas de desenvolvimiento de estos grupos
humanos con el entorno. En primera medida, las características
medioambientales y las cualidades ecológicas de la región, que para el
pretérito fueron más favorables que las actuales, pudieron ofrecer recursos
importantes para la satisfacción de las necesidades de cada segmento,
apelando a la característica representativa de la economía doméstica, la
producción para el consumo. De esta manera, dentro de la economía mixta el
medio ambiente suministra de manera regular los insumos necesarios para
la subsistencia, ya sea en forma de suelos fértiles o recursos silvestres, para
lograr el sostenimiento de las comunidades establecidas de forma
permanente en un área.
En general, los animales silvestres identificados en el registro arqueológico
como parte de la dieta son el bagre (Pseudoplatystoma fasciatum, Surubim
cuspiudos, Pseudopimelodus bufonius), el bocachico (Prochilodus
magdalenae), el nicuro (Pimelodus blochii), tortuga (Kinosternon
leucostomum), caimán (Crocodylu sp.), venado (Odocoileus virginianus),
pecari (Pecari tajacu), ratón (Sigmodon sp.), conejo (Syluilagus sp.) y
varias especies de aves. Las especies de plantas domesticas identificadas
como cultígenos fueron algodón, fríjol y maíz. (Sánchez 2018: 81-82)
Así, cada segmento parece desenvolver a partir del modo de producción
doméstico, diversas labores de apropiación o producción según lo ameriten
~ 70 ~
las cualidades medioambientales del área de influencia directa. Tales
dinámicas responden a diversos ámbitos de interés para los estudios
arqueológicos en general y para la historia del norte de Huila en particular,
como lo son el territorio, el intercambio y la integración política.
El territorio constituye uno de los cimientos fundamentales de la vida
social y, sin excepción, de toda entidad política, pues él, apropiado
por la comunidad, es el ámbito que suministra o en el que se
producen los recursos fundamentales para la continuidad de la vida
y de la sociedad; […] se trata del factor sine qua non sobre el que vela
y opera la administración y la organización política de una
comunidad. (Sánchez 2017:16)
El territorio por tanto, también hace referencia a la disposición
medioambiental y ecológica de la región donde se desenvuelve la entidad
política. Si como ya dijimos, las características medioambientales influyen
en el devenir práctico de los procesos económicos; los mecanismos
emergentes con que los grupos humanos han respondido a sus
necesidades, son el reflejo de los procesos y las dinámicas de conocimiento
y apropiación del territorio para la producción y la reproducción
sociocultural.
A nivel territorial la integración política consta de la tendencia al
establecimiento de unidades políticas más extensas y complejas que se
definen principalmente por la interacción entre los segmentos de acuerdo a
la modalidad económica, las formas de apropiación social del trabajo y la
naturaleza de las relaciones sociales reguladas principalmente por el
parentesco (Sánchez 2017:18). Si bien en cada segmento la comunidad se
basta a si misma solo en lo que concierne a la producción; la reproducción
depende, por otro lado, en la inserción de la comunidad en un conjunto de
comunidades semejantes (Meillassoux 1977:14), inserción que puede ser
entendida en términos de integración política.
El intercambio representa el movimiento de recursos y servicios que puede
ocurrir a niveles intra e intercomunal (Sánchez 2017:18). La importancia
de este ámbito radica en las características de la economía doméstica, al
entender que aunque las comunidades propenden por el
autoabastecimiento una unidad domestica por sí sola no cuenta con la
fuerza de trabajo suficiente para la consecución del conjunto de los bienes
de consumo requeridos para suplir sus necesidades. Tal disposición
requiere la circulación de bienes y servicios tanto al nivel de los
asentamientos, o sea entre las unidades domésticas, como al nivel regional,
~ 71 ~
entre los segmentos. Al nivel de los asentamientos, la redistribución de los
bienes de consumo se establece a partir de la misma integración de la
fuerza de trabajo proveniente de diversas unidades domésticas, esto quiere
decir, que las unidades domesticas ya se encuentran integradas en
modalidades económicas de realización colectiva al nivel del
asentamiento.
El intercambio a nivel regional se encuentra delimitado por las
características de la integración política, de esta manera se propende por la
redistribución de recursos entre los segmentos que conforman la unidad
política. Las varias fuerzas que condicionan la forma del intercambio son
de índole sociocultural en diversos ámbitos, por un lado las condiciones
medioambientales inhiben el acceso a ciertos recursos, lo que induce a la
circulación de trabajo excedente asociado a la práctica económica
característica de cada segmento. Por otro lado, las comunidades tribales,
como se identifican las atendidas, propenden por la exogamia como forma
de reproducción social y por tanto se establece el intercambio matrimonial
por fuera del asentamiento de acuerdo a las formas de parentesco vigentes.
Adicionalmente, la unidad política requiere de cohesión ideológica
cimentada mediante prácticas religiosas, ceremonias y festividades De forma adicional, si la pesca ha sido advertida como una actividad
(Sánchez 2017:18). importante para la sociedad comunal en la historia antigua del norte del
Huila, el fenómeno climático de la sequía influyo de forma directa en las
Se observa que durante los dos primeros periodos de la ocupación se
cualidades de la vendimia del medio acuático y las labores enfocadas a su
desarrolló una economía mixta con importante incidencia sobre los
aprovechamiento. Por tanto intervino directamente en una de las formas
recursos naturales. Para el final del segundo periodo de poblamiento (550
económicas más representativas de las comunidades en su tiempo. En
d.C) las pesquisas paleoambientales de Van der Hammen (1972)
conjunto con la dificultad de suplir las demandas agrícolas por la
identifican un período climático seco muy fuerte que afectó todo el norte de
disposición del recurso del agua, el fenómeno climático termino por ejercer
Suramérica del 550 al 650 d.C (Sánchez 2017:81). Tal fenómeno climático
fuertes presiones que consecuentemente incidieron en la transformación
coincide con la temporalidad adjudicada al momento de desocupación
total de las dinámicas socioculturales para con el entorno, alcanzando
posterior al periodo identificado como Clásico Regional
incluso lo que se advierte como un periodo de desocupación a partir del
Si realmente el aumento de temperatura fue muy fuerte, 550 d.C.
probablemente afectó la disponibilidad de agua permanente a
En el tercer periodo de poblamiento, que comienza hacia el siglo VIII y
disposición de los pobladores de los asentamientos, acrecentando
llega hasta el momento del contacto, la tipología cerámica identificada
los procesos erosivos de los suelos en toda la región; en
como Magdalena Inciso se asocia con el evento de la empresa
consecuencia, es posible que las comunidades se vieran precisadas a
colonizadora tardía de las comunidades Pijao de filiación caribe que
migrar, seguramente hacia los flancos aledaños de las cordilleras
venían de la vertiente oriental de la cordillera central (Sánchez 2017:82).
Oriental y Central, en busca de condiciones ambientales más
Para el tercer periodo de poblamiento las áreas habitadas se redujeron
benignas. (Sánchez 2017:81)

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sustancialmente, aun cuando la densidad poblacional por segmento la región se ha visto sometida a fuertes episodios de deforestación en
aparentemente aumentó (Sánchez 2017: 82). función de la ganadería, el cultivo extensivo y la construcción de lagos
para la cría de peces como la mojarra, especie invasora. Tales situaciones
Si bien existe una amplia variedad de pesas encontradas a nivel superficial
han afectado tanto la disposición de los vestigios arqueológicos como la
junto a cerámica Magdalena Inciso, las excavaciones en área y el
propia relación de los grupos humanos con el entorno.
reconocimiento intensivo evidencian la presencia de pesas líticas en una
disposición estratigráfica que las relacionan principalmente a los periodos
Formativo y Clásico Regional.

La relación de estos vestigios con el periodo de poblamiento tardío puede

relacionarse primeramente con la naturaleza de los yacimientos
arqueológicos y las condiciones geológicas y medioambientales que
influyen en éstos, como por ejemplo la erosión, el lavado de los suelos y la
misma actividad humada tanto prehispánica como contemporánea. Por
otro lado el trabajo de la pesca pudo haberse reducido representativamente
debido a la forma de producción adjudicada a las comunidades del tercer
periodo de poblamiento que se orientaba principalmente hacia el trabajo y
la producción agrícola.

En la actualidad el panorama es bien diferente. Por un lado, las

características medio ambientales del pretérito solo pueden ser apreciadas Imagen 22. Piedrapintada. Aipe -Huila
en pequeños remanentes que circunscriben los cuerpos de agua, por demás

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