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RQ.íECRETARIA DE CAMARA
recurrido había sostenido la existencia de una “grave contradicción”; pero que ello no
demostraba la existencia de un obrar doloso.
Asimismo, consideró relevante para el caso la explicación brindada por
la recurrente en oportunidad de presentar su descargo -el que obra a fs. 27/28 de las
ya referidas actuaciones administrativas- donde intentó justificarse al explicar que,
con la presentación de declaraciones juradas consignando montos en cero, no había
tenido una intención maliciosa, sino que había tratado de cumplir con todos sus
deberes fiscales a la espera de una mejor liquidez debido a los graves problemas
financieros que estaba atravesando.
Sentado lo expuesto, en el pronunciamiento apelado se entendió que
las consideraciones brindadas por la administración tributaria no justificaban la
aplicación de la sanción del artículo 46 de la ley 11.683, ni la presunción del inciso a)
del artículo 47; sino que correspondía subsumir la conducta en el ilícito descripto en
el artículo 45 de la ley fiscal, por cuanto éste prescribe que “[e]l que omitiere el pago
de impuestos mediante la falta de presentación de declaraciones juradas, o por ser
inexacta las presentadas, será sancionado con una multa graduable entre el cincuenta
por ciento (50%) y el ciento por ciento (100%) del gravamen dejado de pagar, retener
o percibir oportunamente, siempre que no corresponda la aplicación del artículo 46 y
en tanto no exista error excusable (...)”.
Por su parte, el organismo jurisdiccional destacó que había sido el
propio contribuyente el que había manifestado sus intenciones de regularizar la
situación de los períodos en cuestión, motivo por el cual se había ajustado a las
previsiones exigidas por el fisco y rectificado sus declaraciones juradas.
VI.- Que, sin perjuicio de las consideraciones expuestas por el tribunal
a quo, resulta de importancia destacar que la figura descripta en el art. 46 de la ley
11.683, a diferencia de la que se regula en el art. 45 de ese cuerpo legal, no se
configura solamente en la declaración jurada del tributo. En efecto, la descripción allí
contenida es amplia en cuanto abarca toda “declaración engañosa” u “ocultación
maliciosa” que produzca un perjuicio fiscal, de modo que no se requiere para su
configuración que ella se produzca exclusivamente en la declaración determinativa.
Ratifica esa conclusión, las presunciones de defraudación previstas en el artículo
siguiente, incorporado por la ley 23.314, en las que se describen conductas llevadas a
cabo por los contribuyentes independientemente de la declaración jurada, aun cuando
afecten directamente a ella (confr. Sala IV de esta Cámara, Expte. 30.171/99, "Etam
S.A.I.C. -T.F. 14.874-1- c/ D.G.I.", sentencia del 15 de febrero de 2000).
A esta altura debe tenerse en especial consideración que el
contribuyente no invocó causal alguna eximente de responsabilidad, y que sólo se
limitó a justificarse expresando que las presentaciones de declaraciones juradas con
montos en cero, no habían tenido intención maliciosa, sino que, con este accionar,
había intentado cumplir con todos los deberes fiscales a la espera de mejorar su
situación financiera.
De la lectura de ello, puede inferirse claramente que asiste razón al
Fisco nacional cuando en la motivación del acto administrativo cuestionado, explica
V- V.
que la argumentación brindada por la actora no la exime de responsabilidad por
cuanto no puede desconocerse que tuvo actividad en los períodos referidos y que,
posteriormente, rectificó sus declaraciones juradas como consecuencia del
procedimiento de fiscalización llevado a cabo.
A la luz de esta apreciación, resta recordar que, en concreto, aludiendo
a la secuencia que caracteriza al obrar fraudulento que subyace en el artículo 46
anteriormente transcripto, este Tribunal ha expresado que "la configuración del ilícito
tipificado en este precepto requiere a realización de una conducta que debe ir
acompañada de los siguientes tres elementos: 1. la existencia de un ardid o engaño
desplegado por el sujeto activo del ilícito, 2. un error de la víctima del ilícito, 3. la
existencia de una lesión ocasionada al patrimonio del sujeto pasivo del ilícito" (Sala
III de esta Cámara en “Modart SACIF -TF 20295-1- c/DGI” sentencia del 11 de abril
de 2011 y "Kodelja Luis Alberto -TF 24148-1- d DGI", del 7 de mayo de 2008).
Es por ello que, en mérito a las circunstancias acreditadas y con
sustento en lo expuesto en los considerandos que anteceden, corresponde admitir el
recurso interpuesto por el Fisco Nacional y confirmar la multa aplicada en la
resolución N° 2525/11 (DV JNEU), de fecha 30 de noviembre de 2011.
VIL- Que, resta considerar el agravio de la demandada en relación a la
imposición de costas. Así, en punto a la distribución de las mismas, no puede
olvidarse que la excepción contemplada en el artículo 68 del C.P.C.C.N. debe
interpretarse restrictivamente y sobre la base de circunstancias objetivas y muy
fundadas que demuestren la injusticia de aplicar el principio general, pues en caso
contrario se desnaturalizaría el fundamente objetivo del vencimiento para la condena
en costas (esta Sala, en anterior integración, “Elias Miguel Julio c/ E.N. S1GUEP y/u
organismo que lo reemplace si empleo público”, sentencia del 30 de noviembre de
1999).
7.2©
Poder Judicial de la Nación
CAMARA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO FEDERAL-
SALA II
49019/2013 LAGOS MARMOL, JORGE d DIRECCION GENERAL IMPOSITIVA
s/RECURSO DIRECTO DE ORGANISMO EXTERNO
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