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El latín como lengua del Imperio Romano

En el momento de la fundación de Roma, el latín era el habla de una población rural de


pastores, que se encontraba a unos kilómetros del mar; el latín solo ocupaba una isla en medio de
pueblos que hablaban en lenguas algunas emparentadas con el IE (indoeuropeo) y otras no IE.
Pero la expansión de Roma modifico todo eso. En el S IV a. C comienza el poderío Romano; ese
avance puso a Roma en contacto con las ciudades griegas, en esos momento se desarrollo la
primera guerra púnica entre Roma y Cartago que termino con la ventaja de Roma en 241 a.C.
Roma tenía intereses y aliados en Cataluña; en cambio Cartago se había instalado en Hispania del
Sur, las hostilidades comenzaron en 218 a.C considerada la epopeya de Aníbal, para luego ser
derrotado en Zarna en 202 a.C. finalmente Cartago fue reducida y arrasada al finalizar la tercera
guerra púnica en 146 a.C. Al comienzo del S II ya era evidente que el latín se había vuelto la lengua
común de Italia. En el S III d. C comienza el bajo imperio donde domina una anarquía militar, los
Barbaros, Germanos y los Eslavos forzaban muy seguido las fronteras del imperio. Durante el S IV
la situación se calma; pero la maniobra barbara reaparece en el S V. En 410 Alarico toma roma y la
saquea; los vándalos presionaron por Hispania del Norte y en 476 llega el fin del impero Romano
del Occidente que duro hasta la caída de la capital en 1453. Entre los siglos III y VIII d. C se
desarrolla la literatura cristiana y se tradujeron al Latín las obras de los médicos y veterinarios
griegos, esto permitió una especie de renacimiento de la cultura clásica. Con la ruptura de la
unidad política y administrativa del imperio, la desaparición de Roma como centro de cultura
principal, más el desvanecimiento de las instituciones; se genero la diferenciación lingüística. “[…]
La ruptura de la unidad política y administrativa del Imperio (a fines del siglo V) la desaparición de
Roma como centro de cultura principal, la desaparición de las instituciones (la escuela), que
mantenían una norma, refuerzan los factores de diferenciación lingüística […]” Guy Serbat
(1994),”El latín entre las lenguas indoeuropeas” pagina 9.

SONIDO PALATAL Y VELAR

Lo que tienen en común el sonido palatal representado al español por la letra “ñ” y el
sonido velar representado por la “j” es que ambos son generados por la Yod 2 (sonido palatal
semivocalico o semiconsonantico articulado en la parte superior de la cavidad bucal, el paladar) se
presenta cuando en latín aparece la silaba /li/ + una vocal o /ni/ + una vocal.

/li/ > /j/ Sonido velar


/ni/> /ñ/ Sonido palatal nasal.

Por ejemplo:

Meliore > Mejor Mulierem > Mujer

La consonante lateral se velariza /li/ > /j/ la consonante lateral se velariza /li/ > /j/

Caída de la vocal final por relajación. Cae la vocal postónica.

Caída de la
consonante final
por relajación.

En el pasaje de la palabra Latina Meliore a Mejor en español se observan los siguientes


cambios; la caída de la vocal /e/ final por relajación y la velarización de la consonante lateral /l/ a
/j/.

En el pasaje de la palabra Latina Mulierem a Mujer en español se puede contemplar las


siguientes transformaciones; la caída de la consonante final por relajación, la caída de la vocal
postónica y la velarización de la consonante lateral /l/ a /j/.

Somnium > Sueño Seniorem > Señor

Caída de la consonante final por relajación.

Apertura del timbre vocálico. Se palataliza y la Yod produce un


cambio.

Se asimila y aparece la yod 2. Caída de la vocal postónica.

Caída de la consonante final por relajación

En el pasaje de la palabra Latina Somnium a Sueño en español se puede apreciar los


siguientes cambios; la caída de la consonante final por relajación, la apertura del timbre vocálico y
la asimilación que produce la Yod 2 (/mni/ > /ñ/).

En el pasaje de la palabra Latina Seniorem a Señor en español se puede presenciar los


siguientes cambios; la caída de la consonante final /m/ por relajación, la caída de la vocal
postónica y la palatización que genera la presencia de la yod 2 (/ni/ > /ñ/).

SONORIZACION
A veces los sonidos se asimilan a rasgos de las vocales sonoras, ya que las consonantes
sordas se zonifican. La influencia del contexto hace que un rasgo del sonido se modifique, como es
el caso de las guturales, las dentales y las vibrantes; las consonantes por contacto con las vocales
pierden el rasgo sordo y adquieren sonoridad (sonoriza) por lo tanto el sonido labial /p/ pasa a ser
/b/, el sonido dental /t/ pasa a ser /d/ y el sonido gutural /k/ pasa a ser /g/. Esto solo sucede si las
consonantes están en posición intervocálica (entre vocales) o entre una vocal y /r/.

V V

V /r/

Por ejemplo:

Dracone > Dragón

Caída de la vocal final por relajación.

Sonorización de la consonante gutural, oclusiva, intervocálica.

En el paso de la palabra Latina Dracone a Dragón en español podemos ver la caída de la


vocal fina (/e/) por relajación y la sonorización de la consonante, gutural, oclusiva, intervocálica
(/k/ > /g/).

Amica > Amiga

Sonorización de la consonante gutural, oclusiva, intervocálica.

En el paso de la palabra Latina Amica al español Amiga podemos observar la sonorización


de la consonante gutural, oclusiva, intervocálica (/k/ > /g/).

Picare > Pegar

Sonorización de la consonante gutural, oclusiva, intervocálica.

Apertura del timbre vocálico. Caída de la vocal final por relajación.

En el pasaje de la palabra Latina Picare a Pegar en español se pueden observar los


siguientes cambios; la apertura del timbre vocálico (/i/ > /e/), la sonorización de la consonante,
gutural, oclusiva, intervocálica (/k/ > /g/) y la caída de la vocal final por relajación.
Fricare > Fregar

Caída de la vocal postónica.

Sonorización de la consonante gutural, oclusiva, intervocálica.

Apertura del timbre vocálico.

En el pasaje de la palabra Latina Fricare a Fregar en español se perciben los siguientes


cambios; la sonorización de la consonante gutural, oclusiva, intervocálica (/k/ > /g/), la apertura
del timbre vocálico (/i/ > /e/) y la caída de la vocal postónica.

Este fenómeno se relaciona con el principio de regularidad del cambio fonético, ya que
este se puede concebir como un cambio que se da a través del tiempo de una forma tenue (esto
quiere decir que los cambios fonéticos son regulares) y la sonorización se da según la influencia del
contexto; en otras palabras se da a través del tiempo. “[…] Hay bastantes testimonios de que los
sonidos han cambiado en todas las lenguas a través de la historia […]” Paul M. Lloyd, Del Latín al
español, Fonología y morfología históricas de la lengua española, página 19.

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