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Lecciones de Microriego Comunal PDF
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nogub - cosude
Sistematización de experiencias 1
Rodolfo Soriano L.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Índice
Presentación ................................................................................................................. 5
I. Introducción ................................................................................................................ 7
Anexos
Anexo 1: Información básica de los sistemas ...................................................................... 55
Anexo 2: Fichas ejemplo de tres sistemas ............................................................................ 56
Sistematización de experiencias 3
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Presentación
Así, los/as campesinos/as confirman la visión de los técnicos respecto a la importancia del agua
para la agricultura, ya que su disponibilidad y un adecuado manejo puede permitir asegurar, incre-
mentar y/o diversificar la producción. Diversidad de instituciones y proyectos realizan intervencio-
nes en riego y micro riego, y existen diversos textos y aportes sobre el tema.
Sin embargo, aún en casos de buena disponibilidad de agua, la experiencia demuestra que no se
alcanzan los resultados esperados en el diseño. En esta oportunidad, presentamos a los interesados
en micro riego la sistematización de la experiencia del trabajo en comunidades campesinas de
valles interandinos realizado por las instituciones IPTK y ACLO Chuquisaca, con el aporte financie-
ro y técnico de nuestra entidad.
Nuestro colega Rodolfo Soriano López, con amplia y reconocida experiencia en este tema y otros
del desarrollo rural, fue el encargado de sistematizar la experiencia.
Nuestra línea Sistematización de Experiencias busca contribuir a mejorar las distintas intervencio-
nes y recursos que se dirigen a mejorar las condiciones productivas y de vida de la población,
especialmente rural.
Equipo NOGUB
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
I. Introducción
Entre 1990 y 1997, el Programa NOGUB de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación
(COSUDE) apoyó la construcción de 38 sistemas de micro riego, ejecutados por las Organizaciones
no Gubernamentales IPTK (Instituto Politécnico Tomás Katari) y ACLO (Acción Cultural Loyola,
regional Chuquisaca). El IPTK construyó 31 sistemas en los Municipios de Ravelo, Ocurí, y Pocoata
(provincia Chayanta) de Potosí, y ACLO 7 sistemas en los Municipios de Sopachuy (provincia
Tomina) Icla (Zudáñez) y Tarabuco (Yamparáez) de Chuquisaca.
De manera general, todos los sistemas implementados conducen agua por gravedad, con captacio-
nes de vertientes o de pequeños ríos con galerías filtrantes. Además, son relativamente pequeños:
lo planificado en promedio para cada sistema preveía regar una superficie de 30 has, beneficiando
a casi 40 familias de una sola comunidad. En varios casos, se debe hablar más propiamente de
mejoramiento y ampliación, en tanto el agua ya era aprovechada (así sea parcial y rústicamente)
para regar. El costo promedio por sistema (incluyendo los gastos de personal y administración) fue
de alrededor de $us 30.000, con un costo unitario de $us 1.000 por hectárea regada.
En este documento se presentan los resultados del proceso de sistematización de esos sistemas de
micro riego, que ha estado bajo la responsabilidad de Rodolfo Soriano, junto con el equipo NOGUB.
El trabajo de campo y la lectura de los primeros borradores ha contado con la colaboración invalorable
del personal de ACLO (Cleto Romero, Coordinador de Sopachuy; Luis Plaza, Ingeniero Residente;
Jorge Ramos, Jefe del Proyecto Riego) y del IPTK (Hilarión Quispe, Responsable de obras; María
Luz Barriga, Encargada de Monitoreo).
Esta sistematización no hubiera sido posible sin el apoyo decidido de ambas instituciones, y sobre
todo de la disposición, franqueza y claridad de los 265 hombres y 67 mujeres entrevistados en las
38 comunidades y grupos focales.
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Toda sistematización tiene el objetivo de identificar los factores que ayudaron o limitaron la consecu-
ción de logros a diferentes niveles (resultados, efectos e impactos) para obtener lecciones para el
proyecto y otros que trabajan en condiciones semejantes pero también en otros aspectos más generales.
1. A partir de la propuesta inicial del proyecto, precisar cuáles han sido los cambios efectivos que
se han dado a nivel de la población destinataria (positivos o negativos, esperados o no). Requirió
la lectura y análisis de documentos de proyecto, pero sobre todo visitas de campo y entrevistas
con destinatarios/as.
2. Identificar los factores que –a juicio en primera instancia de la población destinataria y después
del personal técnico institucional– ayudaron o limitaron los cambios. Fundamentalmente se
trabajó mediante entrevistas con destinatarios/as y equipos técnicos.
3. Extraer lecciones a futuro, sobre qué y cómo hacer (o no hacer) en el tema de micro riego en
contextos semejantes.
b) Reunión con los equipos institucionales para responder –de manera global– a las pregun-
tas clave. Permitió tener una visión global de la situación e identificar algunos factores
explicativos, desde la visión institucional.
1
c) Recorrido y reuniones en comunidades consultando a hombres y mujeres sus percepcio-
nes sobre los cambios, y las razones que los favorecieron o limitaron, Este fue un paso
central en el proceso de sistematización.
1 El responsable y ambos equipos técnicos trabajaron en una muestra representativa de 12 sistemas, donde en un
proceso se probaron y ajustaron las preguntas clave y los aspectos a observar. Posteriormente, algunos miembros
institucionales visitaron los 26 sistemas restantes.
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d) Talleres internos con los equipos institucionales, después de la visita a los sistemas
implementados por cada institución, para obtener conclusiones más globales que las
recogidas en cada comunidad, y un taller interno final, haciendo énfasis en los “por qué” y
en las lecciones.
f) Análisis y revisión del borrador por parte de los equipos institucionales y miembros del
Equipo NOGUB y de COSUDE en tanto personas que si bien conocían los proyectos, fueron
relativamente externas al proceso.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Es fundamental reiterar que las constataciones salen de la realidad en tanto se ha dado la mayor
importancia a las apreciaciones de los/as campesinos/as como destinatarios/as de los proyectos.
Estas constataciones, causas y lecciones han sido agrupadas en seis grandes partes:
a) Efectos e impactos
b) Eficiencia y eficacia
c) Operación y mantenimiento
d) Cambios en el sistema de cultivos
e) Organización de regantes
f) Otros usos del agua
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La percepción general de los efectos e impactos es positiva, a pesar de las deficiencias encontradas,
destacando lo siguiente:
● Se han obtenido mejores precios por adelanto de siembra, con efectos positivos en el ingreso.
● De manera general, los sistemas de riego “exitosos” han mejorado la cohesión comunal,
dando impulso al grupo para enfrentar otros desafíos. Viceversa, el “fracaso” registrado en
algunos casos, ha repercutido negativamente en la organización y la comunidad.
● El uso del agua que provee el sistema para consumo familiar y/o animal es muy apreciado,
especialmente en caso de no disponer de provisión de agua potable, ya que reduce tiempo y
trabajo para acarreo de agua. En algunas familias, este beneficio es mayor al productivo.
● El agua permite asegurar la producción en tiempos de sequía (total o parcial, como es el caso
de los “veranillos” en la siembra de verano). En años buenos, el efecto del riego es reducido,
e incluso puede ser negativo, por encharcamiento, si se dan fuertes lluvias después de la
aplicación del riego.
● El riego ayuda a incrementar y mejorar la producción, pero sólo en la medida que el/la pro-
ductor/a cuente con otros elementos, como semilla, insumos, buena fertilidad, etc.
2 Estos incrementos son altamente diferenciados: desde sistemas donde el ingreso adicional generado es próximo a
cero hasta sistemas donde llegarían a cerca de $us 1.000 por familia año.
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Lección 1:
Existen condiciones básicas que permiten asegurar el éxito y sostenibilidad
de un sistema de micro riego. La ausencia de una o más de estas condiciones
(algunas estructurales y otras coyunturales) reducirá las expectativas iniciales
de efectos e impacto.
Tanto en la visión campesina como institucional, se encuentran las siguientes condiciones básicas
(especialmente de entorno) para el éxito de un sistema de riego:
3. Accesibilidad:
Existencia y transitabilidad de caminos así como disponibilidad de medios de transporte en
función a los nuevos volúmenes y tiempos de producción.
3 De manera general, se puede afirmar que los grupos de regantes usan, como criterio de cobertura del sistema, la
cantidad de tierras regables en la comunidad antes que el caudal disponible. Un grupo focal señaló que “el agua
debe llegar a todos”: el límite sería el que el turno regrese a la misma parcela más de un mes después del riego
anterior.
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7. Rentabilidad:
Medida como beneficios, económico y/o sociales. Si bien esta variable es el resultado final de la
implementación de un sistema, la experiencia muestra que es fundamental una adecuada y pon-
derada estimación, en la etapa de diseño, de los beneficios que razonablemente se pueden esperar.
Dado que se había recogido una autoevaluación de los usuarios sobre el éxito de cada sistema, en
gabinete se hizo el ejercicio de aplicar una ponderación de estos criterios en 12 comunidades, a fin de
verificar su validez. El cruce de los resultados de la autoevaluación con la ponderación de los criterios
presenta un buen grado de correlación en el conjunto, como se puede apreciar en el siguiente gráfico:
80
Valoración del éxito
60
40
20
0
Milanés Peaña Chimpa Antora Sacabamba Quiscoli Totorani Pata Huayllas Chawarani Horcas Kapac Macha Ilave Baja Quirpe
Macha
sistema
Autoevaluación comunal Según criterios
sobre el éxito
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b) Eficiencia y eficacia
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De manera general, en un tercio de los 38 sistemas el caudal en boca de parcela (y en algunos casos,
incluso en la toma) igualan o superan el caudal definido en diseño. En el conjunto de los sistemas
analizados, se ha observado que el promedio general de los caudales llega a un 60% de lo planificado.
12
10
8
6
4
2
0
91% a 122% 61% a 90% 31% a 60% menos de 30%
Se han encontrado diversas explicaciones, que pueden presentarse de manera aislada o combinadas:
● Existen partes de la infraestructura que de manera recurrente presentan problemas a los
regantes, exigiendo una alta carga económica y en trabajo para el mantenimiento, por lo que
no siempre son resueltas:
◆ Las tomas en ríos o quebradas de torrentera son dañadas (en algunos casos severamente)
por “avenidas” del río con arrastre de piedras de gran tamaño. Pero también las grandes
riadas pueden ocasionar el cambio de curso del río, desviando el agua parcialmente fuera
del alcance de la obra de toma.
◆ Roturas de politubos, especialmente en sifones, por la presión (que puede ser una falla de
diseño) o por taponamientos (léase bajo o ningún mantenimiento).
◆ Deslizamientos de tierra y/o gravilla sobre canales ubicados en taludes de alta pendiente,
que tienen dos efectos posibles: en deslizamientos reducidos con alta velocidad del agua,
se presenta importante erosión (y en casos destrucción) de la solera del canal; en
deslizamientos importantes, taponamiento del canal y rebalse del agua, con lo que el canal
se derrumba por socavamiento.
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◆ Arboles situados en la proximidad de los canales, cuyas raíces presionan y pueden llegar a
destruirlo, u ocasionar su taponamiento por caída excesiva de hojas.
◆ La gran mayoría de los puentes canal registran pérdidas de agua, que en ocasiones son
importantes, especialmente por rajaduras y filtraciones.
● En algunos casos, el caudal obtenido es excesivo para las posibilidades de manejo campesino,
por lo que los propios usuarios hacen un control de caudales. Esto se debe a:
◆ Si se dan reventones de politubos o rebalse de cámaras (que en parte puede deberse a fallas
de diseño).
◆ Si el caudal es tal que los efectos de erosión, tanto en canales de tierra como en parcelas,
son importantes.
● En algunos casos, la falta de claridad inicial sobre los derechos de agua hace que aguas
arriba otros usuarios la utilicen, sea para riego o agua potable. Básicamente es un problema
de normatividad: Los usuarios aseguran tener los derechos (y la población situada aguas
arriba puede aceptar esta afirmación); pero una vez que ésta ve los efectos positivos del
sistema construido, consigue recursos y construye sus tomas sin considerar los efectos
aguas abajo.
En un sentido positivo, se ha observado control de caudales para permitir que fluya agua
hacia comunidades situadas aguas abajo, situación no prevista en el diseño.
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Los datos empíricos muestran que por encima de los 3.300 m.s.n.m difícilmente se puede esperar
un salto significativo de la producción agrícola, por lo menos con los cultivos que se están produ-
ciendo. Tomando el parámetro de porcentaje de tierra con doble cosecha como indicador de la
optimización del sistema agrícola bajo riego, en líneas generales se tiene que a mayor altitud el
porcentaje es menor, como se aprecia en el gráfico:
3,500
m.s.n.m.
3,000
2,500
2,000
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Los casos que se escapan de la tendencia se deben a micro climas: importante altitud sobre el nivel
del mar pero con una configuración de valle protegido; o menor altitud, pero con una configuración
de “pampa” con presencia fuerte de heladas y/o granizadas.
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150%
% de logro
100%
50%
0%
sistemas
Estas reducciones en la superficie, han ocasionado que el costo por hectárea efectivamente regada (en
el período de análisis) resulte, en el promedio general, mucho más alto que lo planteado en diseño.
Se han encontrado las siguientes razones para explicar esta reducción, que pueden presentarse
aisladas o combinadas:
● Insuficiente calidad de diseño por parte de las instituciones, que han llevado a sobredimensionar
superficies, contabilizando superficies que no eran cultivables. Esto puede deberse al hecho
que no se ha incorporado desde el inicio una visión agronómica en el diseño, pero también
por la “necesidad” institucional o de la propia población de “justificar” la rentabilidad de los
sistemas planteados.
● Pero también existen factores sociales que pueden limitar de manera importante la superficie
cultivable a regar:
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◆ Casos de tierras de “patrones”, que si bien fueron considerados en el diseño y para las
que alcanza el caudal, a los que la comunidad no desea dar agua, por temor a “que se
adueñen del agua” o que “después no contribuyan en el mantenimiento”. Es así que
en varios sistemas existe una importante superficie cultivable, generalmente de buena
calidad, que a pesar de estar situada en medio de terrenos regados, se mantiene a
secano.
◆ La organización del uso de la tierra en “mantas” (caso de ayllus) que van rotando, hace
que en determinados años, el área de riego esté, total o parcialmente, en descanso.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Lección 2:
Se debe mejorar la calidad del diseño del proyecto, atendiendo no sólo a los
cálculos de ingeniería civil, sino especialmente a otras dimensiones del
5
desarrollo: cuando sólo se “siembra cemento” los efectos son muy pobres.
5 Expresión recogida en el Cusco, refiriéndose a aquellos proyectos de riego que se limitan al diseño de ingeniería y
construcción de toma y canales.
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Especialmente en los primeros años (alrededor de 3 según las experiencias analizadas) después de
la implementación del sistema de riego, hay una baja utilización de la tierra regable.
● Una de las principales razones mencionadas por los/as campesinos/as es la reducida disponi-
bilidad de recursos (semilla, insumos, mano de obra) para asumir una intensificación impor-
tante de cultivos. Incluso se han encontrado casos en los que una vez implementado el siste-
ma, la familia migra el primer año para conseguir recursos monetarios que le permitan comprar
semilla e insumos para la siguiente campaña agrícola de invierno.
● Otro grupo de razones se encuentra en el temor al riesgo por parte de los/as productores/as.
Este temor no debe entenderse como sinónimo de “no disposición al cambio”, sino como un
conjunto de dudas concretas, pertinentes y esenciales frente a un nuevo sistema de produc-
ción sobre el cual no tienen mayor experiencia: ¿habrá agua suficiente? ¿en qué grado afec-
tarán las heladas o granizadas? ¿habrá mercado y buen precio para la nueva producción? etc.
● La costumbre de dejar los terrenos de cultivo abiertos al pastoreo durante la época de invier-
no hace que los animales ocasionen pérdidas importantes a los cultivos de siembra temprana,
7
a no ser que previamente hayan sido cercados, lo cual es otra exigencia de inversión.
Como se puede observar, estos factores se pueden globalizar en el criterio de existencia de tradi-
ción de riego: quienes ya tienen experiencia, pueden resolver estos problemas (si es que se presen-
tan) de manera mucho más sencilla que los que no la tienen. Al respecto, en el conjunto de los
sistemas analizados se observa una correlación entre la tradición de riego de los usuarios (1=baja;
2=media; 3=alta) y el porcentaje de tierras con doble cosecha, tal como se muestra en el gráfico:
6 Este análisis se complementa con la parte 3.d “Cambio en el sistema de cultivos” que se presenta posteriormente.
7 Al respecto, aunque en otro contexto geográfico, un campesino afirmaba que “se están privatizando los terrenos”
para explicar que los cercos a gran escala para proteger los cultivos de invierno estaban limitando el pastoreo
colectivo.
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100%
80%
60%
40%
20%
0%
1 2 3
tradición de riego
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Lección 3:
La implementación de un sistema de riego tiene efectos en todo el sistema
agrario campesino, y para que se den cambios importantes, se requiere un
proceso que generalmente tarda unos años
Ambos aspectos pueden y deben ser trabajados mediante una reflexión conjunta con los futuros
regantes sobre cuáles serían las medidas necesarias para dar las mejores condiciones a la transfor-
mación productiva de secano a riego.
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Tomando en cuenta sólo los sistemas que tienen efectos positivos sobre la producción y el ingreso,
se aprecia que el número de familias es superior al programado, encontrándose dos explicaciones:
● El hecho de tener una mayor producción (lo que requiere de mayor esfuerzo y mano de obra)
parece llevar a un proceso más acelerado de transferencia de la tierra de padres a hijos.
● Los efectos positivos del riego están ocasionando que más productores traten de incorporarse
al sistema pagando su aporte en efectivo.
Sin embargo, es claro que este incremento de familias al interior de un sistema de riego, implica la
disminución de superficie promedio por familia, y por tanto un impacto menor al esperado en el
ingreso por familia.
8 Si se analiza el conjunto de sistemas, y dadas las deficiencias de caudal y tierras regables que se han mencionado,
sólo se está beneficiando dos tercios de las familias originalmente consideradas.
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c) Operación y mantenimiento
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Existen algunos sistemas en los que no se aplican turnos de riego: son aquellos en los que el eleva-
do caudal por unidad de superficie (entre 1 y 10 lts/seg/ha) hace innecesaria la aplicación de turnos,
y por tanto “cada uno riega cuando necesita”, y aquellos en los que los conflictos internos los
imposibilitan.
● Un orden en función a la ubicación, empezando comúnmente por el usuario que está más
cerca de la toma, y concluyendo con el más lejano.
● En la mayoría de los sistemas, los tiempos de riego se definen por la superficie regable de
cada familia, de acuerdo a dos variantes. La primera es directa: a mayor superficie, mayor
tiempo de riego. La segunda es indirecta: en función a la superficie se definió el número de
jornales que debe aportar cada familia para la construcción del sistema, y este aporte define el
tiempo de derecho al agua.
Sin embargo, la relación entre superficie y tiempo de riego no es exacta: en buena parte de los
casos analizados, se estratificaron las tierras en tres grupos. Las pequeñas (usualmente un
20% de las familias), las medianas (que corresponde a la mayoría de las familias) y las grandes
(el restante 20%). Sobre esta base se determinaron los tiempos de riego: por ejemplo, “parte”,
medio y un día respectivamente, que corresponderían a 2, 4 y 8 horas, y que generalmente se
miden por el movimiento del sol. Este sistema, si bien considera la heterogeneidad antes
mencionada, también es sencillo y no recarga las obligaciones de la organización con un
control estricto del tiempo.
● En los pocos casos en que se hace control por reloj (aplicable a comunidades con tradición de
riego) el tiempo se mide desde el momento que el agua entra a la parcela del usuario, quedan-
do un tiempo “muerto” desde que el anterior dejó de regar hasta el comienzo del siguiente,
que en algunos casos puede ser importante.
● Son pocos los sistemas que riegan las 24 horas: está en función del clima y del grado de
intensidad de los cultivos. Se aplica en comunidades con tradición de riego.
● Se ha observado que el robo de agua es una práctica poco frecuente en este tipo de sistemas
relativamente pequeños. En todo caso, si se presentase sería castigado con la pérdida de un
turno, y la reincidencia reiterada, con la pérdida del turno durante un año.
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Prácticamente en todos los casos analizados, si bien las instituciones propusieron un sistema de
mantenimiento (precisando formas de organización, pago de cuotas, etc) en la práctica, no se adop-
taron muchas de esas recomendaciones, y el mantenimiento se da mediante un sistema abierto y
flexible que no está definido de manera previa, que atiende sólo a las necesidades concretas una vez
que éstas se presentan.
● Además, si bien muchos regantes han sido informados por las instituciones sobre la necesidad
de aportar cuotas para el mantenimiento, prácticamente ninguna organización de regantes la
pone en práctica ex-ante. Se recogen cuotas y aportes una vez que se ha determinado qué es
lo que se requiere, encontrándose las siguientes experiencias:
◆ La mayoría no conoce ex ante las necesidades de material no local, por lo que es preferible
esperar a que se presente la necesidad concreta.
◆ Se recogieron cuotas anticipadas, pero los tesoreros tenían problemas para guardar el
dinero y presentar rendiciones de cuentas. Se decidió suspenderlas y aportar una vez
que se requiera.
◆ Se recogieron cuotas anticipadas de acuerdo a la superficie bajo riego que tenía cada fami-
lia, pero con esto los usuarios consideraban “haber dado todo su aporte” por lo que nadie
quería además dar jornales.
9 Donde apoyan las mujeres con la alimentación, pues los hombres “no las dejan trabajar pues no tienen fuerza” -
excepto que sean jefas de hogar; y los niños, que aunque no tengan fuerza, “tienen que aprender”.
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En muy pocos casos (en los cuales hay una importante tradición de riego) se diferencian volúmenes
de agua según cultivos: en la generalidad se aplica la misma cantidad de agua sin importar el
cultivo. Sin embargo, el hecho que en varios sistemas la disponibilidad de agua sea baja (tanto en
volumen como en la frecuencia con que vuelve el turno) imposibilitaría añadir agua a los cultivos
que así lo requieran. No se ha encontrado ningún campesino que considere reducir la superficie
sembrada para aumentar el caudal por unidad de tierra.
Por otra parte, de manera general se aprecia erosión tanto en los canales dentro de las parcelas (se
ha observado un caso donde el agua pasa a 30 cm por debajo de la superficie del cultivo) como en
las parcelas mismas. Al efecto, hay que considerar lo siguiente:
● Es necesario diferenciar entre regantes con tradición de riego pero con caudales menores a
los obtenidos con el nuevo sistema (y por tanto su problema principal es el manejo de caudales)
de aquellos sin tradición de riego, en cuyo caso el problema de desconocimiento es global
para todas las técnicas de riego.
● La calidad de los suelos existentes en la región, por lo cual la presencia de erosión está en
relación directa con mayores caudales y mayores pendientes.
10
● Muchos de los regantes han sido capacitados en el uso de composturas basadas en prácticas
desarrolladas en Arequipa y Cusco del Perú. Sin embargo, estas composturas, si bien han
sido trabajadas por los propios regantes en concursos de riego, no son aplicadas cotidianamente.
Una de las causas señaladas ha sido que si bien retienen la humedad, facilitan el riego y
eliminan los riesgos de erosión, en la época de lluvias no son adecuadas por el encharcamien-
to y pudrición de los cultivos. Y no tendría sentido preparar las composturas para la siembra
de invierno y deshacerlas para la de verano, considerando la escasez de mano de obra de la
familia campesina.
Esto lleva a la necesidad de analizar opciones que, superando las limitaciones encontradas
especialmente en mano de obra familiar, representen una solución al problema de erosión por
introducción del riego.
En todo caso, además de la necesidad de apoyo institucional en el manejo del riego (mediante
capacitación práctica) las visitas de intercambio de los futuros regantes a otros sistemas similares
se ha mostrado como un instrumento eficiente.
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Lección 4:
Se hace mejor operación y mantenimiento del sistema cuando la obra es
más sencilla técnicamente.
De manera general, todos los/as campesinos/as tienen cierta experiencia en la limpieza de canales
de tierra y arreglo de tomas rústicas. Sin embargo, frente a una infraestructura construida básica-
mente con materiales no locales (cemento, tuberías, llaves) su manejo y la reparación de cualquier
daño difícilmente podrán ser atendidos por los usuarios, a no ser que existan (en principio, o forma-
dos por la institución que implementa el sistema) personas capacitadas en los materiales utilizados.
● En la medida que las soluciones técnicas implementadas sean más complejas, menor será la
posibilidad de operación, mantenimiento y reparación por parte de los usuarios.
● En todos aquellos sistemas en los que los usuarios han realizado reparaciones, se contaba con
un albañil y/o plomero de la comunidad (casi siempre usuario) quien aportó con sus conoci-
mientos técnicos, y que la comunidad contabiliza sólo como jornales de trabajo. Por el con-
trario, los sistemas que no cuentan con personal medianamente calificado, usualmente quedan
11
esperando apoyo institucional externo para encarar esas reparaciones.
Ahora bien, es necesario que en partes complejas de un sistema y/o en comunidades sin tradición
de riego, las instituciones den una orientación específica y práctica (in situ) sobre los requerimientos
de mantenimiento. Por ejemplo, frecuencia recomendada y forma adecuada de limpieza de galerías
filtrantes, o estimación de los recursos no locales requeridos anualmente para un buen manteni-
miento, y/o cómo y dónde adquirir materiales.
11 Aunque también se presentan los casos en los que, dada la baja rentabilidad del sistema (véase Lección 5) los
usuarios continúan esperando subsidios institucionales.
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Lección 5:
La calidad del mantenimiento del sistema está en relación directa con los
beneficios que perciben los regantes.
Viceversa, en aquellos casos donde las “utilidades” del sistema son percibidas como bajas,
hay poco trabajo de mantenimiento.
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Lección 6:
De la forma como los regantes administran el caudal, se puede inferir que
existiría un “caudal óptimo” desde el punto de vista campesino, que estaría
próximo a 0,50 lts/seg/ha.
En el conjunto de sistemas, si se excluyen aquellos que además tienen molino (por lo que la oferta
del agua es excesiva en función al área de riego) el caudal promedio está próximo a 0,50 lts/seg/ha,
lo cual llega a la mitad de lo requerido según recomendaciones técnicas generales. Esta cifra merece
un análisis más profundo para ser ratificada o ajustada. Sin embargo, se han encontrado factores
que –desde la lógica campesina– pondrían en cuestión las recomendaciones técnicas:
• En otros casos, se ha observado que, ante el “exceso de agua” se hace control de caudales por
los propios regantes, para facilitar su manejo y evitar (o minimizar) la erosión en canales
terciarios y parcelas. Es estos casos, dado que no existe más tierra, los/as campesinos/as se
ajustan a la cifra mencionada.
12 Es decir que el agua, aunque no sea suficiente, pueda llegar sin esfuerzos o inversiones adicionales importantes.
13 Se entendería que se refieren a las épocas de cultivo donde todos deben regar.
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En casi todos los casos se han mantenido los cultivos tradicionales, así como las prácticas
14
tecnológicas, intensificándose el cultivo de la papa, incrementando superficies por familia y
adelantando la siembra (misk’a) para obtener mejores precios. Se advierten cambios en las variedades
utilizadas, tanto en papa como en otros cultivos. En algunos casos, debido a la intensificación (“se
cansó la semilla”) pero en general para ajustarse a las nuevas condiciones de cultivo (siembra
15
adelantada, cultivos de ciclo corto, bajo riego) y de mercado.
Sin embargo, el comportamiento de los precios de la papa en los últimos años (cayendo al grado
que no permite cubrir costos) hace dudar a muchos productores sobre si es una alternativa a mediano
y largo plazo; es un tema a profundizar a futuro, ya que la mayoría de los/as productores/as no
visualizan otras opciones.
De manera general, la introducción de nuevos cultivos (cebolla, ajo, frutales) ha sido realizada sólo
por algunas familias, y se los tiene más como experimentación. Algunas razones son:
● Existen casos en los que se han probado otros cultivos, constatando que los precios y condi-
ciones de comercialización en la experiencia comunal concreta no dejaron una utilidad
interesante, por lo que retornan a los cultivos conocidos
14 En tanto es un cultivo con demanda y con un mercado relativamente conocido por los productores: intermediarios,
precios, etc.
15 De manera general, cerca al 90% de la producción de invierno se destina al mercado, al contrario de la siembra de verano.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
d.2 La intensificación agrícola por el riego, tal como se está dando, acelera el
proceso de disminución de la fertilidad.
La intensificación de cultivos bajo riego, dado que se da con el sistema tecnológico “tradicional”
provoca una aceleración en el decremento de la fertilidad de los suelos:
● Dado que la disponibilidad de tierra bajo riego por familia es relativamente baja (0,60 has/
16
familia) los agricultores reducen sustancialmente o eliminan los períodos de descanso.
● Como se vio anteriormente, los agricultores se concentran básicamente en un solo cultivo (la
papa), con todos los riesgos que implica el monocultivo, o mantienen la rotación de cultivos
tradicionales (papa - maíz - trigo o cebada) a un ritmo más acelerado, ya que se incluye la
papa misk’a y se elimina el descanso.
● No todos los productores tienen la posibilidad de adquirir las cantidades necesarias de ferti-
lizante químico (por su costo) o guano (ya que no siempre hay una oferta suficiente en la
región) para reponer la pérdida de fertilidad.
16 Que puede reducirse aún más en caso de distribución de la tierra de padres a hijos (véase 3.b.5).
Sistematización de experiencias 39
Rodolfo Soriano L.
Lección 7:
Los cambios en el sistema de cultivos, una vez que se implementaron los
sistemas de riego, han sido importantes. Sin embargo, estos cambios no llegan
al nivel que se planteaba en los documentos de proyecto, lo que pone en
cuestión los criterios de diseño tanto para el corto como el largo plazo.
El incremento global de la producción y del ingreso (así como en otras actividades económicas del
campesino, como la reducción de la migración temporal) son una muestra de las importantes
transformaciones que se han dado en el sistema de cultivos en concreto, y en el sistema agrario en
general.
• Para que se den estos cambios, para regantes sin experiencia previa en riego, la experiencia
muestra que se requerirían alrededor de 3 años, lo que implica pocos cambios efectivos en el
17
corto plazo.
Sin embargo, y a pesar de lo significativo de los cambios observados, aún se está lejos de llegar a lo
planteado en los documentos de proyecto, lo que implica que las instituciones y diseñadores de
proyecto revisen profundamente los supuestos de los que parten para hacer una propuesta de
transformación productiva de secano a riego.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Lección 8:
Los cambios en el sistema de cultivos después del riego parecen ser resultado
de un proceso de experimentación campesina, donde implícita o explícita-
mente, se consideran como criterios de selección de cultivos los siguientes
aspectos:
4. Acceso a insumos:
Tanto económico como físico (cercanía de proveedores) y de información sobre los insumos de
producción, especialmente la semilla.
18 Que es la lógica inversa a la empleada por muchos técnicos al diseñar el proyecto: no se trata de ver “qué se puede
producir” sino “qué se puede vender”.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
e) La organización de regantes
Sistematización de experiencias 43
Rodolfo Soriano L.
De manera general, se ha encontrado que casi un tercio de los sistemas no cuenta con una organización
(cualquiera sea su denominación) establecida y formalizada. En los dos tercios restantes, si bien
existe algún tipo de organización, las funciones y el nivel de formalización varía notablemente.
Al respecto, parece haber una correlación entre el grado de desarrollo y formalización de la organi-
zación con las necesidades y requerimientos de operación y mantenimiento del sistema:
● Sistemas pequeños (pocos usuarios) y/o donde es suficiente una o dos limpiezas al año, no
tienen mayores requerimientos organizativos.
● Sistemas más grandes y/o más complejos, exigen una mayor funcionalidad a la organización.
Pero también hay correlación entre el desarrollo organizativo y la disponibilidad de agua por
parcela / usuario:
● Cuando el caudal es más que suficiente para atender la demanda (sea que existe molino, pero
también en épocas de preparación de suelos para la siembra de invierno en comunidades con
bajo porcentaje de doble cosecha) la organización prácticamente no tiene rol, y deja que cada
usuario riegue según su necesidad.
● Cuando el caudal es insuficiente para atender todos los requerimientos, la organización “está
obligada” a ejercer mayor control.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Lección 9:
Las propuestas organizativas deben hacerse “a la medida” para cada sistema
específico.
Las propuestas organizativas que se presenten a los regantes deben hacerse considerando la
especificidad de cada sistema, quedando en función a:
• Tradición organizativa en la comunidad: en algunos casos, basta con la cartera de riego del
Sindicato, en otros es necesaria una organización específica.
• Al tamaño del sistema: pocos usuarios tienen requerimientos organizativos mucho menores
(y de más sencillez) que sistemas con muchos usuarios.
• A la cantidad de agua disponible (por superficie y/o familia): el “exceso” de agua permite
una flexibilidad y libertad de riego que no es posible en sistemas donde se debe optimizar la
utilización de la poca agua disponible.
• Al sistema de turnos que se prevea: es más complejo cuando hay turnos reglamentados por
tiempo y/o donde varias secciones riegan a la vez.
Sistematización de experiencias 45
Rodolfo Soriano L.
● Por el contrario, en comunidades con baja o nula tradición de riego (o con alguna tradición,
pero donde el mejoramiento del sistema permitió incrementar significativamente el número
de usuarios nuevos, incluyendo en algunos casos a patrones y residentes) los problemas de
legitimidad se presentan con mayor frecuencia.
Para explicar estos problemas (que en la mayoría de los casos son coyunturales, ya que se dan en
los inicios del proceso de organización o reorganización) se han encontrado los siguientes factores
explicativos:
● Aún existiendo cierta tradición de riego, las normas y mecanismos no resultan aplicables a la
nueva situación, sea por la cantidad de usuarios, volúmenes de agua, manejo de dos o más
canales simultáneamente, etc.
● Casos donde la implementación del sistema no ha contado con el consenso de todos/as los/as
involucrados/as, convirtiéndose el sistema en el centro de los conflictos.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Lección 10:
El grado de legitimidad y consolidación de la organización de regantes está
en relación directa con la “rentabilidad” del sistema percibida por el conjunto
de usuarios/as.
Se ha constatado que en aquellos sistemas donde en la percepción campesina hay una alta
“rentabilidad” del sistema (efectos positivos importantes) sean económicos (mayor porcentaje de
tierras con doble cosecha, y por tanto mayor producción e ingreso, o molino que genera excedentes)
y/o sociales (agua para consumo es importante, servicio de molienda, etc) la organización está más
consolidada que en aquellos donde la “rentabilidad” es baja.
Por una parte, no todos los comunarios tienen tierras en las áreas a ser regadas. En el total de los
sistemas analizados, se tiene que el 54% de las familias de la comunidad no se benefician, por lo
menos de manera directa, con el riego.
Por otra parte, no todos los usuarios tienen la misma superficie de tierra en las áreas a ser regadas.
Y estas diferencias en el recurso tierra, potenciadas por el riego, dan lugar a importantes diferencias
en el potencial de crecimiento económico de las familias. En una muestra de 12 sistemas se ha
observado la siguiente diferenciación: considerando la superficie bajo riego de la familia que tiene
19
menos tierra como 1, la que más tiene llega a 9. En este análisis de relaciones, la proporción
mínima encontrada es de 1 a 3 y la máxima de 1 a 30.
19 Como ejemplo, si la superficie cultivable mínima bajo riego en una comunidad determinada es de 0,10 has, la
mayor es 0,90 has. Si la mínima es de 0,20, la mayor es de 1,80 has
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Lección 11:
La diferenciación que acelera la implementación del sistema de riego, incide
en las relaciones económicas y sociales de la comunidad. Pero estos efectos
normalmente son asumidos y manejados por los propios comunarios.
De manera general, ya existe diferenciación al interior de las comunidades. El riego sólo incrementa
(potencialmente) esta diferenciación, con consecuencias en las relaciones económicas y sociales.
Sin embargo, se ha observado que las comunidades han asumido esta nueva situación, desarrollando
mecanismos para reponer, o por lo menos que no se desestructure, el equilibrio general de la
comunidad:
• Una forma propia de las comunidades de asumir las diferencias por parte de la comunidad (o
por lo menos de los usuarios) es definiendo, en la mayoría de los sistemas, distintas cantidades
de jornales para la construcción, basándose en la superficie regable de cada familia.
• Se han observado casos de alquiler, anticrético o siembra “al partir” a comunarios que si bien
no tienen acceso directo a tierras bajo riego, sí tienen lazos de parentesco o amistad con
aquellos que tienen tierras bajo riego. En algunas comunidades, es necesario que el “alquilante”
haya contribuido previamente con jornales –a pesar de no ser inicialmente destinatario– para
la construcción del sistema. Al respecto, es posible que el aporte “voluntario” de jornales por
parte de no-destinatarios se realice en la perspectiva de acceder en algún momento a tierras
bajo riego.
Sin embargo, también se presentan efectos negativos: se ha observado una comunidad en la que,
dado que el sistema no benefició a todos los sectores, los no beneficiados exigieron al Sindicato
que también se les provea de riego, o en caso de no ser posible, que se les compense con otro tipo
de obras; el resultado es que el Sindicato ha quedado –por lo menos momentáneamente–
desestructurado. En otra comunidad, donde se ha implementado un sistema de riego y un molino, y
se está implementado otro sistema, un sector de la comunidad que no tiene acceso a ninguno de
ellos (por estar relativamente aislado geográficamente) cada vez participa menos de las reuniones
y trabajos comunales.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
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Rodolfo Soriano L.
f.1 El sistema de riego provee además agua para consumo humano (doméstico
y otros) y de animales.
En las comunidades (o partes de ellas) donde no hay sistema de agua potable, la infraestructura de
riego es la forma más accesible y cercana de agua. Y en regiones secas y en época de estiaje, puede
convertirse en la única fuente. Esto implica un beneficio concreto para los/as encargados/as del
20
acarreo del agua, especialmente mujeres y niños.
● En todos los sistemas analizados se ha encontrado que el agua es utilizada para consumo
humano: consumo, aseo personal, lavado de ropa, cocina, limpieza de la casa, etc: “Como el
agua es permanente y limpia, ahora se cocina mejor y el aseo personal se hace de mejor
21
manera”.
● También es importante el uso del agua para consumo animal: “los animales ya no se pierden
por buscar aguadas, van directamente al canal”. Destacan casos de algunas familias que han
construido bebederos próximos al canal, y que se llenan con el agua de riego. Y en un caso, se
ha observado que la comunidad ha construido un baño antisárnico al lado del canal.
● Prácticamente en todos los casos se ha observado que el agua del riego es utilizada para
elaborar adobes. Para el efecto, existe una cierta normatividad de hecho, que no permite este
uso en épocas de alto requerimiento de riego.
20 En una comunidad se expresó que “las mujeres se estaban volviendo flojas” para referirse a que ya no tenían
mucho trabajo para conseguir agua para la casa, en tanto que antes la carga era muy fuerte: varias horas al día.
21 En algunos casos, estos usos son tan importantes que se ha llegado a reglamentar las horas de lavado de ropa: por
ejemplo, sólo en la tarde, para evitar la contaminación del agua que será consumida en la mañana por las familias de
la parte baja.
22 Experiencia de ACLO Chuquisaca, que está siendo sistematizada para su posterior difusión.
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Lección 12:
Los beneficios del agua de riego para consumo humano y animal son
importantes para toda comunidad o grupo de familias que no cuente con
servicio de agua por red. Y en algunos casos especiales, pueden ser más
importantes que el propio riego.
• Se han encontrado algunos casos, en los que los/as comunarios/as han solicitado y trabajado
en la construcción de un sistema (o parte de él) que prácticamente no ha tenido ningún efecto
visible en la producción agrícola. En esos casos, esta lección puede ser un criterio explicati-
vo, ya que se han recogido testimonios que muestran la importancia de otros usos, como el
caso de una familia con reducida cantidad de tierra regable de Chawarani, cuya vivienda está
a un par de metros del canal que lleva 7 lts/seg las 24 horas del día: “Antes de la construcción
del riego, en épocas de estiaje teníamos que ir hasta el río, que estaba seco, excavar, y sacar
y transportar un kilómetro el agua hasta la casa, por lo que sólo disponíamos de un turril de
200 lts para el consumo de toda la semana”.
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Anexos
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ANEXO 1: Información básica sobre los sistemas ejecutados por IPTK y ACLO
Ubicación Año altitud lts/seg flías Superficie c. riego % doble Costo Indicadores generales de logro
No Comunidad Dpto Provincia Municipio construcc m.s.n.m logrado logrado planif. logrado cosecha total $us lts/seg/ha has/flía $us/ha $us/flía
1 Agua y Castilla PTS Chayanta Ravelo 1990 3,700 6.0 8 23 5 0% 20,620 1.20 0.63 4,124 2,577
2 Antora PTS Chayanta Ravelo 1996 3,300 15.0 43 100 55 64% 28,654 0.27 1.28 521 666
3 Antora-Estanque PTS Chayanta Ravelo 1997 3,390 2.8 5 8 7 57% 11,616 0.40 1.40 1,659 2,323
4 Antora-Loma Huasi PTS Chayanta Ravelo 1997 3,550 2.3 33 10 11 55% 16,225 0.21 0.33 1,475 492
5 Antora-Pasto Pampa PTS Chayanta Ravelo 1997 3,400 6.0 13 10 8 50% 12,845 0.75 0.62 1,606 988
6 Antora-Sala Pampa PTS Chayanta Ravelo 1997 3,310 8.6 22 10 16 56% 14,053 0.54 0.73 878 639
7 Antora-Trigo Huasi PTS Chayanta Ravelo 1997 3,120 1.0 8 10 6 58% 17,649 0.17 0.75 2,942 2,206
Sistematización de experiencias
8 Chawarani CHU Zudáñez Icla 1995 2,600 6.0 32 94 16 30% 106,666 0.38 0.50 6,667 3,333
9 Chilliwa PTS Chayanta Ocurí 1991 3,490 4.0 22 12 5 0% 18,087 0.80 0.23 3,617 822
10 Chimpa Antora PTS Chayanta Ravelo 1996 3,400 3.0 53 40 40 60% 41,265 0.08 0.75 1,032 779
11 Corral Mayu PTS Chayanta Ravelo 1992 3,500 2.8 11 20 10 0% 21,553 0.28 0.91 2,155 1,959
12 Horcas CHU Tomina Sopachuy 1993 2,300 110.0 30 68 27 40% 98,852 4.07 0.90 3,661 3,295
13 Huaripampa PTS Chayanta Ocurí 1994 3,750 1.5 20 20 10 0% 28,392 0.15 0.50 2,839 1,420
14 Huayllacucho PTS Chayanta Ravelo 1994 3,550 10.0 10 20 10 0% 36,086 1.00 1.00 3,609 3,609
15 Ilave Baja PTS Chayanta Ocurí 1995 3,550 12.0 40 50 30 20% 39,740 0.40 0.75 1,325 994
Micro riego en comunidades de valles interandinos
16 Janina Baja PTS Chayanta Ocurí 1990 3,600 2.3 10 20 8 0% 25,894 0.29 0.80 3,237 2,589
17 Jatun Cancha Alta PTS Chayanta Ravelo 1996 3,400 1.0 20 20 7 43% 23,370 0.14 0.35 3,339 1,169
18 Jatun Cancha Baja PTS Chayanta Ocurí 1995 3,400 6.5 33 25 8 50% 30,907 0.81 0.24 3,863 937
19 Kapac Macha Macha PTS Chayanta Pocoata 1992 3,350 2.5 40 70 40 5% 21,256 0.06 1.00 531 531
20 Matela Baja CHU Tomina Sopachuy 1997 2,000 48.0 14 21 3 65% 26,439 16.00 0.21 8,813 1,889
21 Milanés baja CHU Tomina Sopachuy 1993 2,100 100.0 18 27 10 90% 69,749 10.00 0.56 6,975 3,875
22 Pajri Cucho PTS Chayanta Ocurí 1993 3,730 2.7 8 15 2 0% 35,048 1.35 0.25 17,524 4,381
23 Pasto Pampa PTS Chayanta Ocurí 1993 3,400 18.0 63 30 22 0% 7,740 0.82 0.35 352 123
24 Pata Huayllas PTS Chayanta Ravelo 1994 3,550 1.5 37 26 12 20% 28,548 0.13 0.32 2,379 772
25 Pata K’asa PTS Chayanta Ravelo 1990 3,150 12.0 15 25 17 47% 23,372 0.71 1.13 1,375 1,558
26 Peaña PTS Chayanta Ocurí 1991 3,300 14.0 45 12 12 65% 25,970 1.17 0.27 2,164 577
27 Pocoata Esquena 4 PTS Chayanta Pocoata 1991 3,450 0.6 18 10 10 30% 12,506 0.06 0.56 1,251 695
28 Quirpe PTS Chayanta Ravelo 1993 3,650 0.7 22 25 2 0% 33,954 0.35 0.09 16,977 1,543
29 Quiscoli CHU Yamparáez Tarabuco 1994 2,900 6.8 45 51 21 50% 79,500 0.32 0.47 3,786 1,767
30 Sacabamba PTS Chayanta Ravelo 1991 3,300 10.8 35 60 30 50% 23,198 0.36 0.86 773 663
31 Sauce Molino CHU Tomina Sopachuy 1997 2,000 50.0 15 26 13 88% 31,981 4.00 0.83 2,558 2,132
32 Sauci Mayu PTS Chayanta Ravelo 1992 3,200 15.0 10 80 10 20% 27,448 1.50 1.00 2,745 2,745
33 Tambillo PTS Chayanta Pocoata 1993 3,550 12.0 12 10 8 25% 24,050 1.50 0.67 3,006 2,004
34 Tawareja PTS Chayanta Ocurí 1990 3,600 2.6 50 45 7 20% 21,238 0.37 0.14 3,034 425
35 Totorani PTS Chayanta Ocurí 1995 3,700 4.5 30 15 13 30% 22,576 0.35 0.43 1,737 753
36 Uray K’asa PTS Chayanta Ravelo 1990 3,150 10.0 25 25 13 38% 22,535 0.77 0.52 1,733 901
37 Yana K’ollpa CHU Yamparáez Tarabuco 1995 3,000 12.8 15 32 2 0% 48,448 6.40 0.13 24,224 3,230
38 Yurubamba PTS Chayanta Ravelo 1994 3,160 1.2 6 20 6 0% 28,247 0.20 1.00 4,708 4,708
Totales 527 936 1,185 532 1,206,277
Promedio 14 25 31 14 35% 31,744 1.54 0.62 4,084 1,739
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a.2 Familias
Se benefician 40 familias (73% de lo planificado en diseño).
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Sistematización de experiencias 57
Rodolfo Soriano L.
g.2 ¿Los beneficios (o eventuales perjuicios) han llegado a cada uno de los integrantes de la comunidad por
igual o de manera diferenciada? ¿Por qué?
No piensan haber ganado mucho con la construcción del sistema.
La relación proporcional entre la superficie de tierra bajo riego de la familia que menos tiene con la que más
tiene es de 1 a 15, tanto en superficie como en número de jornales aportados y tiempo de riego (ambos
definidos en función a la superficie).
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Micro riego en comunidades de valles interandinos
Comunidad: QUIRPE
a.2 Familias
Tienen acceso las 22 familias previstas en el diseño (100% de lo planificado).
2 El caudal debería ser utilizado fundamentalmente para el molino, que tampoco está en funcionamiento, por el reducido caudal
pero sobre todo por que la piedra está lisa y ha suscitado conflictos (ver Efectos).
Sistematización de experiencias 59
Rodolfo Soriano L.
60 NOGUB - COSUDE
Micro riego en comunidades de valles interandinos
g.2 Los beneficios (o eventuales perjuicios) han llegado a cada uno de los integrantes de la comunidad por igual
o de manera diferenciada ¿Por qué?
En el año de visita, no sólo no había ningún beneficio claro, sino que además hay problemas organizativos.
Cuando funcionaba todo el sistema, la relación proporcional entre la superficie de tierra bajo riego de la
familia que menos tiene con la que más tiene es de 1 a 3, tanto en superficie como en número de jornales
aportados (definidos en función a la superficie).
Sistematización de experiencias 61
Rodolfo Soriano L.
Comunidad: MILANES
a.2 Familias
Se están beneficiando 18 familias (150% de lo planificado en diseño). Este incremento se da especialmente
por el alquiler de terrenos bajo riego a no beneficiarios según planificación.
62 NOGUB - COSUDE
Micro riego en comunidades de valles interandinos
Sistematización de experiencias 63
Rodolfo Soriano L.
g.2 ¿Los beneficios (o eventuales perjuicios) han llegado a cada uno de los integrantes de la comunidad por
igual o de manera diferenciada? ¿Por qué?
En producción bajo riego, además de los beneficios directos de los regantes, se benefician otros miembros
de la comunidad al acceder al partir, alquiler u otras formas (si antes regaban 6 familias, ahora lo hacen 22).
En cuanto al molino, que además generó ingresos para montar una tienda de consumo, los socios se bene-
fician con precios rebajados.
La relación proporcional entre la superficie de tierra bajo riego de la familia que menos tiene con la que más
tiene es de 1 a 30. En cuando a jornales, los “colaboradores” (no beneficiarios directos, pero miembros de
la comunidad) aportaron 2 a 5, en tanto que los socios del molino y de riego aportaron 70.
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