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“EL MOVIMIENTO APOSTÓLICO

CONTEMPORÁNEO”

Introducción

En 1996, Peter Wagner, un líder de la Iglesia reconocido a nivel mundial, dio inicio a un nuevo
movimiento llamado, ‘La Nueva Reforma Apostólica’. Wagner describe este movimiento
como, “una obra extraordinaria de Dios a fines del siglo 20, que en manera muy significativa,
está cambiando la forma del cristianismo protestante alrededor del mundo”. Lo compara con la
Reforma Protestante, inaugurada por Lutero.

Es un movimiento fuerte. David Barrett, en ‘World Christian Encyclopedia’ (‘Enciclopedia


Cristiana Mundial’) afirma que existen unas 1,000 redes apostólicas en todo el mundo, que
abarcan unos 100 millones de creyentes.

Sus promotores lo llaman, “La Segunda Era Apostólica”. Afirman que es lo que la Iglesia
necesita urgentemente para enfrentar los Últimos Tiempos:

“La revelación del ministerio apostólico procede directamente del cielo a la tierra.
En estos postreros días los apóstoles están en auge. Ellos están impactando sus
territorios y naciones con la doctrina y el poder apostólico. Esta es la nueva fuerza
conductora que está impulsando a la iglesia. Cuando la Iglesia pierde la Autoridad
Apostólica se hace vulnerable al ataque de Satanás. Por eso es que la Estructura
Apostólica debe ser levantada en las naciones para que a través de la misma, los
pastores y líderes sean enseñados a orar como conviene para atar a los poderes
demoníacos. La estructura falsa y usurpadora de Satán caerá al levantarse el orden
apostólico. (“Ministerio Internacional Reino de Dios”)

El propósito de esta ponencia es evaluar dicho movimiento. Lo haremos por medio de un


análisis bíblico, histórico y pastoral. Nuestra meta es poder contestar la siguiente pregunta,
“¿Es este un movimiento de Dios, para la bendición de la Iglesia (como argumentan sus
promotores), o es un movimiento humano, que está sembrando confusión entre los creyentes
(como afirman sus detractores)?”

Empecemos nuestro estudio con un análisis lingüístico:

1. ETIMOLOGÍA

La palabra, ‘apóstol’, es una transliteración del término griego, ‘apostolos’. Este término viene
del verbo, ‘apostello’, que significa ‘enviar (fuera)’, y se usa en textos como Mat 11:10; 13:41;
etc. Por ende, un ‘apóstol’ es alguien ‘enviado’. A diferencia de un ‘heraldo’ o de un ‘angel’ 1
(quienes son enviados simplemente con un mensaje especifico que deben anunciar), un ‘apostol’
va en representación del que lo envía. Por ende, la palabra ‘apostol’ conlleva cierta autoridad y
delegación de funciones.

1
La palabra, ‘ángel’ (griego, ‘angelos’) también significa ‘mensajero’. Está relacionado con el verbo,
‘angello’, que significa ‘anunciar’. Un ‘angelos’ es alguien que viene con un mensaje de parte de otra
persona. En el Nuevo Testamento, esta palabra se usa casi exclusivamente de seres espirituales, quienes
traen a los seres humanos, mensajes de parte de Dios. Sin embargo, en tres ocasiones se aplica a seres
humanos (Lucas 7:24; 9:52; Sant 2:25).

1
En la Septuaginta2, encontramos los verbos ‘apostello’ y ‘exapostello’ unas 700 veces,
principalmente como traducción del verbo hebreo ‘shalaj’, que significa ‘extender’ o
‘despachar’. Este verbo se usaba para describir la acción de enviar una persona como delegado
o representante oficial, con una misión o encargo específico (p.e. Moisés, Éx 3:10; Isaías, Is
6:8). El equivalente a ‘apostolos’, es ‘shaliaj’ (‘mensajero’ o ‘enviado’). “El shaliaj era una
representación con plenos poderes para actuar. Su función era cumplir fielmente un mandato
que recibía de su señor, debía defender los intereses de su señor como si fuesen los suyos
propios, y se debía identificar completamente con la causa del que le había enviado” 3. Los
rabinos consideraban que figuras como Moisés y Elías eran ‘shaliaj’, porque fueron enviados
por Dios, quien les concedió el poder de hacer milagros, para verificar su autoridad.

2. LA BASE BÍBLICA

En el AT, tenemos varios ejemplos de ‘mensajeros oficiales’ de Dios. Comenzando con el


‘Ángel de Jehová’, y pasando por personajes como Moisés, y todos los profetas. Pero por falta
de tiempo, nos centraremos en la enseñanza del NT, donde la palabra, ‘apóstol’ aparece con
mayor frecuencia. ¿A quiénes se aplica este término? Veamos CINCO usos de esta palabra en
los escritos del NT:

i. De los Doce Apóstoles de Cristo


ii. Del apóstol Pablo
iii. De otros mensajeros
iv. Del don de ser ‘apóstol’
v. De ‘falsos apóstoles’

a. Los Doce Apóstoles

Durante Su ministerio terrenal, el Señor escogió a doce hombres para estar con Él, y para ser
preparados para el trabajo de predicar el evangelio (Marcos 3:14). Mientras estaban con Cristo,
estos hombres eran conocidos como ‘discípulos’ (‘seguidores’); ver Mateo 10:1. Luego,
cuando fueron enviados a la obra, fueron llamados ‘apóstoles’ (Marcos 6:7, 30; comparar Mat
10:2, y Lucas 6:13 y 9:1, 10).

La tarea principal de los apóstoles fue predicar la Palabra. Es cierto que podían hacer señales y
milagros; pero estos cumplían la función de verificar tanto la autenticidad de su condición de
representantes oficiales de Cristo, como la verdad del mensaje que proclamaban. Las señales
fueron para los Apóstoles, lo que fueron para Moisés (Éx 3:12). “La acción acompaña a la
palabra como demostración de que la comisión es auténtica” 4.

Es interesante notar que luego del envío de los Doce, el Señor envió a otros 70 discípulos
(Lucas 10:1). Sin embargo, nunca leemos que a ellos se les aplicó el título de ‘apóstoles’
(aunque el verbo, en v.1 y 3 es ‘apostello’). Estos eran más ‘evangelistas’ que ‘apóstoles’. No
estaban en formación para un ministerio formal, a largo plazo.

2
Esta es la traducción del AT al idioma griego.
3
Jean Carlos Díaz Aguilar, en ‘¿Cuál es el verdadero rostro del apóstol?’, Recursos Teológicos
(http://www.recursosteologicos.org/Documents/apostolo.htm#_ftn2).
4
Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, Kittel, Friedrich y Bromily, eds., p. 77.

2
Aunque los cuatro evangelios ya los identifican como ‘apóstoles’, dos de ellos terminan todavía
empleando el término ‘discípulo’ (Mat 28:16; Juan 21:24). Es recién en el libro de Los Hechos,
que el título de ‘apóstoles’ aparece en forma permanente (ver Hch 1:2, 26; 2:37, 43; etc.). Al
nombrar al que iba a reemplazar a Judas, se habla de desempeñar “este ministerio y apostolado”
(Hch 1:25).

A lo largo de los Hechos, este es el título oficial que ellos llevaron, como los líderes fundadores
de la iglesia (Hch 2:42). ¿Qué nos dice los Hechos acerca de los apóstoles? Veamos dos cosas
fundamentales: el ministerio que desempeñaron los apóstoles, y la autoridad con la cual lo
hicieron.

i. El Ministerio de los Apóstoles

Una lectura del libro de los Hechos indica claramente las tres funciones principales de los
apóstoles:

(a) Dar testimonio de la vida, muerte y resurrección de Cristo (Hch 1:21-22; 2:22ss;
3:11ss; 4:8ss, 33; etc).
(b) Fundar la iglesia sobre la doctrina cristiana (Hch 2:41- 42).
(c) Supervisar el crecimiento de la iglesia, y la buena administración de ella (Hch 6:1-7;
8:1, 14-17; 11:22; etc).

Aunque el libro de los Hechos no lo describe en detalle, luego de la conversión de Saulo de


Tarso, los apóstoles aprovecharon la libertad para predicar más ampliamente (p.e. Tomás se fue
a la India, y es conocido como el “Apóstol de la India”).

Aunque los apóstoles se dedicaron a predicar la Palabra de Dios, también tenían el poder para
hacer señales y milagros (Hch 2:43; 3:1-8; 5:12, 16). En esto, siguieron el modelo de cristo,
como Apóstol del Padre.

ii. La Autoridad de los Apóstoles

Inicialmente, la iglesia en Jerusalén estaba bajo el mando de los apóstoles (Hch 9:27; 11:1).
Ellos tenían autoridad absoluta sobre la Iglesia, tanto en asuntos doctrinales (Hch 2:42), como
en asuntos prácticos (Hch 4:34-35) y pastorales (Hch 6:1-4). Sin embargo, en algún momento
dado, ‘ancianos’ fueron nombrados, quienes compartieron esa autoridad – no solo sobre los
creyentes en Jerusalén, sino sobre la Iglesia en general 5 (ver Hch 15:2, 4, 6, etc.).

No está claro cómo se dio este nombramiento de ‘ancianos’, pero quizá podemos tomar la
acción de Pablo como ejemplo de ello (Hch 14:23). Claramente, la acción de Pablo y Bernabé,
de nombrar ‘ancianos’ sobre las iglesias recientemente formadas, marcó un paso decisivo en la
vida de la Iglesia en general. Hasta ese momento, Pablo y Bernabé tenían autoridad absoluta
sobre las iglesias, por ser los fundadores. Pero a partir de esta fecha, delegaron esa autoridad
a los ‘ancianos’. Algo parecido debe haber ocurrido en Jerusalén, cuando los apóstoles se
dieron cuenta que no iban a quedar permanentemente en Jerusalén, y por ende era necesario
comenzar el proceso de delegar autoridad a otro grupo de líderes, llamados ‘ancianos’.

Al lado de los ‘ancianos’ tenemos la figura de Jacobo, el hermano de Cristo. Él no fue uno de
los apóstoles, sin embargo vino a ser reconocido como el líder de la iglesia en Jerusalén,
reemplazando a Pedro (comparar Hch 11.4-18). En Hch 15 vemos a estas dos figuras

5
Por ser ‘ancianos’ de la Iglesia ‘madre’.

3
compartiendo el liderazgo, sin competencia o usurpación de cargos (Hch 15:7-11, 13-21).
Con esto, podemos comparar lo que Pablo dice en Gál 1:18-19. El último verso pareciera dar a
entender que Jacobo llegó a ser reconocido como uno de los apóstoles. Sin embargo, cuando
escribe su carta, no afirma ser apóstol (Sant 1:1). Por ende, es mejor considerarlo como el
presidente de los ‘ancianos’ en Jerusalén.

Es interesante, y a la vez importante, notar que para el capítulo 21 de Hechos, los ‘ancianos’
habían reemplazado a los apóstoles, como los líderes de la iglesia en Jerusalén, con Jacobo al
frente del conjunto de ‘ancianos’ (Hch 21:18). Fue este grupo de liderazgo que aconsejó al
apóstol Pablo, quien (aun siendo apóstol) accedió a su recomendación (Hch 21:20-26).

b. El Apóstol Pablo

Pablo ocupa un lugar único en el NT, siendo apóstol, pero sin haber integrado el grupo de los
Doce. Se describe a sí mismo como “un abortivo” (1 Cor 15:8); la palabra en griego significa,
‘uno nacido fuera de tiempo’ (en este caso, conlleva la idea de, ‘último’).

Pablo experimentó un llamado personal, por parte de Cristo, quien le encomendó la tarea de
predicar el evangelio entre los gentiles. Por ser llamado en forma sui generis, muchos
cuestionaron su llamamiento. Al defender su apostolado, Pablo indica cuales eran los requisitos
para ser uno de los apóstoles fundacionales de la Iglesia:

i. Haber visto al Señor (1 Cor 9:1; 15:8; comparar Hch 1:24).


ii. Haber recibido revelación personal, directamente de Él (1 Cor 11:23; 15:3; Gál
1:11-12.
iii. Poder hacer señales y prodigios (2 Cor 12:12).

El ‘apostolado’ de Pablo vino directamente del cielo; no fue mediado por los Once (como en el
caso de Matías). Pablo constantemente enfatizaba que era apóstol, “por la voluntad de Dios” (2
Cor 1:1; Efe 1:1; etc); y que su apostolado no vino “de hombres ni por hombre, sino por
Jesucristo y por Dios el Padre…” (Gál 1:1).

c. Otros ‘Apóstoles’

Aparte de estos dos usos principales de la palabra “apóstol”, los autores del NT emplean este
término de otras personas:

i. Del Señor Jesús (Heb 3:1). Él es el ‘enviado’ del Padre; el ‘apóstol’ por excelencia
(como lo fue en el AT, bajo la figura del ‘Ángel de Jehová’).

ii. De Bernabé, juntamente con Pablo, como los ‘mensajeros’ de Dios (Hch 14:4 y
14). Eran ‘enviados’ como misioneros, de la Iglesia en Antioquia.

iii. De ciertos delegados anónimos, quienes acompañaron a Tito en una visita a la


iglesia en Corinto (2 Cor 8:23; comparar v.18 y 22). Aunque la RV usa el término,
“mensajeros”, la palabra en griego es ‘apostolos’. Este uso del término es
interesante porque aparentemente no eran personas de gran autoridad espiritual –
tenían menos peso que Tito. Ellos simplemente estaban yendo con una ofrenda
económica a Jerusalén, como representantes de las iglesias de dónde provenían las
ofrendas.

4
iv. De Epafrodito (Fil 2:25). Él era el “mensajero” (‘apostolos’) de la iglesia en
Filipos, enviado por los creyentes en esa ciudad con una ofrenda para Pablo.

Al evaluar esta evidencia de un ministerio ‘apostólico’ más amplio que el de los Doce (y de
Pablo), debemos notar los siguientes detalles:

(1) El Caso de Bernabé

En Hch 11:22 vemos que Bernabé fue enviado a Antioquia, como representante oficial de los
apóstoles en Jerusalén. No se le otorga el título de ‘apóstol’ (seguramente para no crear una
confusión entre él y los Doce); sin embargo, es interesante notar que el verbo “enviaron” es la
traducción de ‘exapostello’. El uso de este verbo implica que, al ir a Antioquia, Bernabé estaba
yendo como un delegado oficial, en representación de los Doce Apóstoles, con la autoridad
necesaria para evaluar y administrar asuntos en la iglesia, que recién se había formado en esa
ciudad gentil.

NOTA: Es muy probable que Bernabé solo sea un ejemplo de muchos otros ‘apóstoles’, quienes
fueron enviados desde Jerusalén, en representación de los Doce Apóstoles, para
supervisar obras incipientes fuera de Palestina.

Sin embargo, debemos notar que cuando se menciona el liderazgo de la iglesia en Antioquia
(Hch 13:1), Lucas habla de “profetas y maestros” (entre los cuales estaba Bernabé), pero no de
‘apóstoles’6. Esto parece indicar que luego de un tiempo como delegado oficial de los apóstoles
en Jerusalén, Bernabé pasó a ser un miembro más de la iglesia en Antioquía, sin la categoría
oficial de representante de los Doce Apóstoles. Quizá fue nombrado ‘anciano’.

(2) El Caso de Timoteo y Tito

En varias oportunidades, el apóstol Pablo no se abastecía para todo el trabajo que tenía que
hacer, supervisando las diferentes iglesias que se abrieron en relación con su ministerio
apostólico. Por ende, de vez en cuando él enviaba a otros líderes, quienes iban en su lugar, y
con su autoridad, para ordenar asuntos en las congregaciones. Dos ejemplos claros son
Timoteo y Tito. Timoteo fue enviado a Efeso (ver 1 Tim 1:3), y quizá también a Corinto (1 Cor
16:10). Tito fue a Corinto (2 Cor 8:23) y a Creta (Tito 1:5). Aunque nunca son llamados
‘apóstoles’, parece bastante claro que ejercieron una función de esa índole, en representación de
Pablo.

Una vez más, es bastante probable que estos sean solo dos ejemplos, de muchos otros casos
(p.e. Epafras, Col 1:7; 4:12; etc).

(3) El Caso de Otros Delegados Oficiales

Aunque el NT usa la palabra ‘apostolos’ de otros delegados oficiales (2 Cor 8:23), es importante
enfatizar que no hay indicación alguna que ejercieron autoridad sobre las iglesias. Estaba yendo
simplemente como delegados de sus congregaciones, con una misión en particular, y su
‘apostolado’ terminó cuando cumplieron el encargo dado por la iglesia.

d. El Don de ‘Apóstol’
6
Aunque Pablo estaba presente en esa iglesia, y ya había sido llamado por Dios para ser apóstol (Hch
9:15), aun no estaba ejerciendo un ministerio apostólico. Es un caso parecido al del rey David, quien fue
ungido como rey, siendo joven, pero no llegó a ser rey por varios años.

5
Pasemos ahora a considerar el don o el ministerio de ‘apóstol’, tal como Pablo lo menciona en 1
Cor 12:28 y Efe 4:11. En estos casos, el término ‘apóstol’ no se aplica tanto a una persona que
ha sido designada como un ‘enviado oficial’ de alguien (o de alguna iglesia), sino a una persona
que ha recibido un ‘don’ (‘jarisma’, 1 Cor 12:4), un ‘ministerio’ (‘diakonia’, 1 Cor 12:5) y una
‘operación’ (‘energema’, 1 Cor 12:6) de parte de Dios. O como lo expresa Pablo, en 1 Cor 12:7,
ser ‘apóstol’ era una “manifestación del Espíritu” (‘fanerosis’).

Este ‘don’ o ‘ministerio’ viene, no tanto por nombramiento humano, sino como dádiva de
Cristo, a la Iglesia (ver Efe 4:11, donde el verbo, “constituyó” es ‘didomi’, que significa ‘dar’).

La impresión dada es que Dios es el que otorga la habilidad de ser ‘apóstol’, y luego la Iglesia
debe reconocer ese ‘don’ o ‘ministerio’ (al igual que pasa con el ministerio de ‘evangelista’,
‘pastor’ o ‘maestro’). El problema es que Pablo no describe en qué consiste el ministerio de
‘apóstol’.

Al tratar de establecer el contenido de dicho ministerio, debemos tomar en cuenta dos cosas: el
significado de la palabra, y el lugar que ocupa este ministerio en la lista de ministerios
espirituales en la Iglesia.

i. El Significado de la Palabra

Como ya hemos visto, la palabra ‘apóstol’ significa ‘enviado’. Si tomamos esta palabra, en
relación con el uso de este término en Hch 14:4 y 14, diríamos que este don o ministerio
consiste en la habilidad de ser enviado por la iglesia local a predicar el evangelio, con miras a
fundar iglesias en ‘campos blancos’ (comparar 1 Tes 2:6, donde “apóstoles” parece incluir a
Timoteo y a Silvano, quienes juntamente con Pablo fundaron la iglesia en Tesalónica). Un
‘apóstol’ se diferencia de un ‘evangelista’, por ser una persona enviada lejos de la iglesia local –
específicamente a un ‘campo blanco’, con el fin de abrir nuevas obras.

ii. El Orden en la Lista de Ministerios

Tanto en 1 Cor 12, como en Efe 4, el ministerio de ‘apóstol’ encabeza la lista de los ministerios.
En 1 Cor 12:28, Pablo es bastante específico, cuando afirma que Dios ha puesto en la iglesia,
“primeramente apóstoles”. Si entendemos esta palabra como refiriéndose a personas que
tienen la habilidad de ir a ‘campos blancos’ para establecer nuevas obras, es comprensible que
Pablo los haya colocado primero en la lista - son ellos los que dan lugar a una nueva
congregación, en la cual los otros dones y ministerios se irán manifestándose, según la voluntad
de Dios.

NOTA: Aunque ‘apóstol’ es un don espiritual, nunca leemos de un ‘apóstol’ como oficial en la
iglesia (aparte de los Once y Pablo). En el NT, las personas que ejercen autoridad y
liderazgo sobre las congregaciones siempre son llamadas ‘anciano’ u ‘obispo’ (Fil 1:2;
Hch 20:17; 1 Ped 5:1). Aparte de los Doce Apóstoles y Pablo, nunca leemos de un
‘apóstol’, como figura de autoridad sobre una iglesia local.

e. Falsos ‘Apóstoles’ (2 Cor 11:13; Apo 2:2)

Antes de dejar el tema bíblico, debemos tomar en cuenta la existencia de falsos apóstoles.
Pablo los menciona explícitamente, en 2 Cor 11:13. Estos ‘pseudapostolos’ “se disfrazaban
como apóstoles de Cristo”. Evidentemente, no pretendían ser integrantes del grupo de los Doce
Apóstoles, sino que se presentaban como enviados oficiales de la iglesia en Jerusalén (comparar

6
Hch 15:24), y como tal, pretendían ejercer autoridad sobre las iglesias a las cuales llegaban. A
veces llevaban documentos que aparentemente sustentaban su categoría oficial (ver 2 Cor 3:1).

Al parecer, su interés no era ir a predicar el evangelio en ‘campos blancos’, sino ir a donde ya


habían iglesias establecidas, con el afán de ejercer autoridad sobre ellos. Por sus falsas
enseñanzas, Pablo no duda de llamarlos “obreros fraudulentos” y “ministros” de Satanás (1 Cor
11:13-15).

En Apo 2:2, el Señor felicita a la iglesia en Efeso por haber “probado a los que dicen ser
apóstoles, y no lo son”. Una vez más, esto no se trata de personas que pretendían ser Pablo o
uno de los Doce Apóstoles, sino personas supuestamente enviadas oficialmente de algún grupo
autoritativo, con el fin de ejercer autoridad sobre una iglesia local. Al parecer, éste era un
problema bastante común en la Iglesia Primitiva.

RESUMEN

- Para dar inicio a la Iglesia, Cristo nombró Apóstoles: los Doce, más Pablo. Ellos fueron
responsables por la predicación del evangelio, la formulación de la doctrina cristiana, y
el buen ordenamiento de las congregaciones.

- Estos Apóstoles ejercieron autoridad sobre las iglesias que fundaron, por un período de
tiempo.

- Luego de un lapso de tiempo, los Apóstoles nombraron ‘ancianos’ sobre las


congregaciones, a quienes delegaron una medida de autoridad espiritual, bajo la
supremacía de la revelación dada por ellos, en las Escrituras (ver Hch 20:28, 32).

- El ministerio ‘apostólico’ continuó, en la forma de misioneros, enviados a predicar el


evangelio en ‘campos blancos’, con el fin de establecer nuevas congregaciones. Ellos
ejercían cierta autoridad sobre las congregaciones, hasta que ellas alcanzaron la
suficiente madurez para nombrar sus propias autoridades (‘ancianos’).

Habiendo analizado el material bíblico acerca del ministerio ‘apostólico’, pasemos a considerar
como el ministerio ‘apostólico’ se ha desarrollado a lo largo de la historia de la Iglesia.

2. EL MARCO HISTÓRICO

a. La Era de los ‘Padres Apostólicos’

Luego de la época apostólica, el liderazgo de la iglesia pasó a manos de los ‘ancianos’ y


‘obispos’. Como ya hemos visto, este proceso comenzó durante la época apostólica – Pablo
estableció ‘ancianos’ sobre las congregaciones, otorgándolos autoridad espiritual, y los Doce
Apóstoles permitieron el nombramiento de ‘ancianos’ sobre la iglesia en Jerusalén.

Originalmente, los términos ‘ancianos’ y ‘obispos’ eran sinónimos (ver Hch 20:17 y 28). Pero
para el siglo 2 ya se estaba comenzando a usar el término ‘obispo’ para designar al líder de todas
las iglesias en una localidad. El ‘obispo’ era el líder que tenía mayor autoridad sobre las iglesias
en una localidad. Su posición como figura de autoridad sobre las iglesias en una ciudad o
región fue afirmada por la Iglesia, luego del debacle del Montanismo. Aunque Montano
reclamó ser profeta, en realidad ocupó un lugar parecido al de uno de los Doce Apóstoles –

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revelando nuevas doctrinas, y ejerciendo autoridad absoluta sobre sus seguidores, pasando por
alto la figura de los ‘ancianos’. La Iglesia, en su gran mayoría, rechazó los reclamos de
Montano, y afirmó la autoridad de los ‘ancianos’ y ‘obispos’.

El movimiento gnóstico también tuvo un resultado parecido. Antes las afirmaciones de nuevas
doctrinas y enseñanzas, por parte de los líderes gnósticos, la Iglesia promovió el oficio de
‘obispo’, como el defensor de la fe ortodoxa.

Lo importante es observar que frente a estas situaciones difíciles, nunca leemos de ‘apóstoles’
como figuras de autoridad sobre las iglesias. Siempre la figura de autoridad es el ‘obispo’. La
palabra ‘apóstol’ casi nunca se usa en la literatura de la Iglesia Primitiva.

La excepción es un escrito llamado ‘La Didaje’; ésta es conocida como ‘La Enseñanza de los
Apóstoles’, y refleja la situación en la Iglesia a fines del primer siglo, o a comienzos del
segundo. Este escrito menciona a personas llamadas ‘apóstoles’, y los compara con el oficio de
los ‘ancianos’.

Esto es lo que dice la Didaje, con relación a los ‘apóstoles’.

“Con los apóstoles y profetas, obrad de la siguiente manera, de acuerdo con la


enseñanza evangélica: todo apóstol que venga a vosotros, sea recibido como el Señor.
No se detendrá sino un solo día, y, si fuere necesario, otro más. Si se queda tres días, es
un falso profeta. Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo si no es pan hasta su
nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta”.

Esta cita indica claramente que, aunque el ministerio de un ‘apóstol’ era reconocido, no entraba
en competencia con los ‘ancianos’ de la iglesia. Los ‘apóstoles’ merecían ser reconocidos, pero
no podían quedar más de uno o dos días en una iglesia local; tampoco podían pedir apoyo
económico. No indica cual era su ministerio, aparte de que era un ministerio itinerante, en
alguna forma relacionada con el ministerio ‘profético’. Sin embargo, la autoridad espiritual
sobre una congregación radicaba en los ‘ancianos’ residentes, y no en los ‘apóstoles’
ambulatorios.

b. La Iglesia Católica

Con el paso del tiempo, el obispo de Roma reclamó ser el obispo de mayor rango, con autoridad
única sobre todas las iglesias. Para sustentar este reclamo, y sobre la base del supuesto vínculo
entre los Papas de Roma y el apóstol Pedro, la Iglesia Católica habla del Papa como ‘el Sucesor
del Príncipe de los Apóstoles’ (es decir, Pedro). Como tal, tiene la facultad de establecer
doctrina infaliblemente, ejercer autoridad absoluta, etc. En otras palabras, actúa como Pablo o
uno de los Doce Apóstoles.

En otro contexto, la Iglesia Católica a veces habla de algunos misioneros pioneros como
‘apóstoles’. Por ejemplo, Patricio es llamado ‘apóstol a los irlandeses’; Bonifacio, ‘apóstol a los
germanos’.

c. El Movimiento Pentecostal/Carismático

En 1824, Edward Irving, un pastor Presbiteriano, en Inglaterra, comenzó a enseñar la


restauración de los cinco ministerios mencionados en Efe 4:11. Afirmó que la restauración de

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estos ministerios prepararía el camino para el establecimiento del Reino Milenial. Otros grupos
parecidos aparecieron por esas fechas.

En 1832, se formó un movimiento que posteriormente fue llamado, ‘La Comunidad Católica-
Apostólica’. Este nombre se debió a que el movimiento fue dirigido por ‘apóstoles’, nombrados
por supuestas revelaciones espirituales. En 1837, con el afán de juntar a todas las iglesias
cristianas bajo el liderazgo de sus apóstoles, la ‘Comunidad Católica-Apostólica’ lanzó un
documento llamado “Testimonio”. Frente al rechazo de las denominaciones históricas, la
‘Comunidad Católica-Apostólica’ estableció su propia estructura eclesiástica. Un cisma en
Hamburgo, en 1863, por asuntos de interpretación bíblica, resultó en la ruptura del movimiento,
y de esa división nació la ‘Iglesia Nueva Apostólica’ (INA), que existe hasta el día de hoy. En
la actualidad, su ‘apóstol mayor’ es Wilhelm Leber.

Es interesante estudiar la historia de esta iglesia, porque ilustra dos cosas, que podrían darse
dentro del movimiento apostólico actual:

i. Constantes cismas, producto de la pugna por manejar poder y prestigio espiritual.


ii. Errores doctrinales que entraron, por medio de supuestas profecías de los apóstoles.

Por ejemplo, en Navidad de 1951 el apóstol mayor Johann Gottfried Bischoff anunció que
Jesucristo volvería durante su vida. Este anuncio se conoce dentro de la iglesia como el
«mensaje». El ‘apóstol mayor’ lo atribuyó a una revelación directa y personal, con lo cual este
anuncio recibió una autoridad especial y un carácter obligatorio sobre todos los integrantes de
esa iglesia.

Hoy en día, la INA se ha extendido por todo el mundo, y cuenta con 11 millones de miembros,
distribuidos en 64,000 congregaciones, en los 6 continentes. Esta iglesia existe en el Perú, y
cuenta con varias congregaciones a lo largo del territorio peruano. El ‘apóstol mayor’ visitó el
Perú en enero de 2008. Actualmente, el apóstol regional es Richard C. Freund.

A inicios del siglo 20, surgió el movimiento Pentecostal, en el cual se enfatizó el don de
lenguas como una señal del poder apostólico en la Iglesia. Sin embargo, la Iglesia Pentecostal
lanzó la idea de la restauración de los cinco ministerios mencionados en Efe 4:11, que incluye el
ministerio apostólico. Se afirmó que dicha restauración sería acompañada por un nuevo
derramamiento de poder de lo alto, que transformaría la iglesia, y la llevaría a finalizar la Gran
Comisión.

De esta denominación, han surgido muchas iglesias que se llaman ‘Apostolicas’. Este nombre
se debió, no tanto a una restauración del ministerio apostólico, como tal, sino a la idea de volver
a ser la ‘Iglesia Apostólica’, del tiempo de los Hechos.

Por la década de los ’40, apareció otro movimiento llamado ‘La Lluvia Tardía’. Este
movimiento, que afectó muchas iglesias pentecostales, también enfatizó el ministerio quíntuple
de Efe 4, declarando que Dios estaba restaurando estos ministerios en ese tiempo.

Para mediados del siglo 20, el Movimiento Pentecostal se tornó una iglesia ‘tradicional’, y
perdió algo de su ímpetu. Por ende, comenzó a surgir el deseo de un nuevo movimiento. Esto
se dio en la forma del Movimiento Carismático. Ello representa una extensión del movimiento
Pentecostal, pero entre las denominaciones tradicionales (anglicanos, metodistas, bautistas, etc).
También enfatizó los cinco ministerios de Efe 4:11, y predijo un nuevo avivamiento espiritual
que iba a revolucionar la Iglesia, y promover el cumplimiento de la Gran Comisión. Sin

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embargo, este ministerio tampoco puso énfasis sobre el ministerio apostólico; en lugar de ello
hubo un fuerte énfasis sobre la autoridad absoluta de los ‘ancianos’ (a veces promovida o
sustentada por el ministerio ‘profético’).

3. LA SITUACIÓN ACTUAL

El siglo 20 ha sido denominado por alguien como el ‘Big Bang’ del ministerio apostólico. Sin
embargo, en realidad el ‘Big Bang’ se dio recién en la década de los ’90 en adelante. Se está
prediciendo que el siglo 21 podría ser ‘el siglo de los apóstoles’.

Hoy en día abunda la literatura sobre el ministerio apostólico. Para simplificar nuestro análisis,
simplemente comentaremos sobre dos líderes representativos del movimiento apostólico: uno de
los EE.UU., y el otro de América Latina.

a. Peter Wagner

Durantes los ’60, Wagner sirvió como misionero en Bolivia. A inicios de los ’70, estudió y
enseñó iglecrecimiento en Fuller. Inicialmente, Wagner fue bastante ortodoxo y conservador
(anti-pentecostal) en su doctrina, aunque dado más al pragmatismo, que a una búsqueda de una
buena base bíblica y teológica para sus ideas. A mediados de los ’80, Wagner tuvo contacto con
John Wimber, y comenzó a interesarse en el fenómeno de ‘señales y prodigios’, como estrategia
de iglecrecimiento. A mediados de los ’90, Wagner pasó a un nuevo paradigma – ‘La Nueva
Reforma Apostólica’. Este nombre se usó por primera vez en una conferencia dada en el
seminario de Fuller, en 1996.

La conferencia fue ‘Un Simposio Nacional Sobre la Iglesia Pos-Denominacional’. Un análisis


de lo que estaba pasando en el mundo, le llevó a Wagner a estudiar ciertas iglesias
independientes, que estaban experimentando tremendo crecimiento numérico (mayormente en
el África, China y América Latina). Eran parte de la ‘tercera ola’. No las quiso llamar ‘Iglesias
Carismáticas’; prefirió darles el nombre de ‘Nueva Reforma Apostólica’. Vio ciertas
características en ellas – nuevas estructuras, formas de financiar, hacer misiones, evangelismo,
seleccionar y entrenar líderes, formas contemporáneas de adorar a Dios, etc. En todo el mundo,
iglesias de estas características estaba experimentando tremendo crecimiento.

Según Wagner, la característica resaltante de estas iglesias era la autoridad espiritual otorgada
al pastor o a los líderes de la congregación. Esta autoridad no estaba fundamentada en algún
reconocimiento ministerial, o entrenamiento formal, o de una estructura eclesiástica, sino
directamente del Espíritu Santo. Wagner vio en esto un reconocimiento, no solo del don de
‘apóstol’, sino del oficio de ‘apóstol’. Estos nuevos ‘apóstoles’ surgían en las mismas
congregaciones, y eran discipulados dentro de ellas. Su nombramiento como ‘pastor’ no se
debía a un reconocimiento formal u oficial, dentro de alguna estructura eclesiástica (o por medio
de algún comité), sino se basaba en una relación personal. El entrenamiento continuo de estos
líderes no se daba en centros formales educativos teológicos, sino en conferencias, seminarios y
capacitaciones organizados por iglesias.

Los participantes en ese simposio, en 1996, concluyeron que el ministerio de apóstoles y


profetas aun existía en el día de hoy, y que una Nueva Reforma Apostólica revolucionaría la
Iglesia del siglo 21, permitiéndola gozar todo el poder de Dios, para cumplir la Gran Comisión
– tal como ocurrió en la era de los apóstoles.

Wagner describe este movimiento como, “una obra extraordinaria de Dios a fines del siglo 20,
que en manera muy significativa, está cambiando la forma del cristianismo protestante alrededor

10
del mundo”. Lo compara con la Reforma Protestante, inaugurada por Lutero. Este movimiento
o ‘reforma’ está introduciendo nuevas estructuras y nuevas formas de hacer misión en el mundo.
Esto afecta evangelismo, misiones, la plantación de iglesias, el manejo de dinero, formas de
adoración, el uso de poder espiritual para hacer señales y prodigios, etc.

Wagner ha escrito un libro con el título, ‘La Segunda Era Apostólica’. Afirma que esa era
comenzó en 2001. Argumenta que desde el primer siglo, la Iglesia no ha reconocido el
ministerio apostólico (aunque reconoce que se vino dando, en forma informal). Sin embargo,
por fin ahora, la Iglesia está reconociendo dicho ministerio, y esto es algo que va a cambiar
totalmente la dirección de la Iglesia.

Por ser una figura tan importante dentro del movimiento apostólico contemporáneo, veamos
algunas de las ideas principales que Wagner tiene acerca de los ‘apóstoles’.

i. El Concepto de ‘Apóstol’

Wagner afirma que es necesario redescubrir el ministerio apostólico, para dar mayor fuerza a la
Iglesia, y promover su crecimiento a nivel mundial. Su movimiento dice ya tener miles de
apóstoles y profetas. Estos apóstoles brindan nuevas revelaciones.

Wagner provee la siguiente definición de un ‘apóstol’:

“Un apóstol es un líder cristiano, dotado, enseñado, comisionado, y enviado


por Dios con la autoridad de establecer el gobierno fundacional de la iglesia…
por medio de escuchar lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias, y
ordenando las cosas en tal manera que permita el crecimiento y la madurez
de la iglesia”.

Uno de sus seguidores provee el siguiente entendimiento del concepto que Wagner tiene de un
‘apóstol’:

“El don de ‘apóstol’ es la habilidad especial que Dios da a ciertos miembros


del cuerpo de Cristo para asumir el liderazgo general sobre un número de
iglesias (o ministerios), con una autoridad extraordinaria en asuntos
espirituales que es reconocido y apreciado en forma espontánea por aquellas
iglesias (o ministerios)”.

Wagner reconoce que su definición de un ‘apóstol’ excluye tres elementos normalmente


relacionados con el ministerio apostólico: la habilidad de hacer ‘señales y milagros’, el haber
visto a Cristo, y el establecimiento de nuevas iglesias. Wagner excluye estos elementos porque
no los considera como requisitos indispensables en un ‘apóstol’.

ii. El Uso del Título

Wagner reconoce que no todos están contentos con el uso de la palabra ‘apóstol’ como título,
argumentando que lo importante no es el título en sí, sino el ministerio que se desempeña. Sin
embargo, Wagner responde: “Mi análisis es otro. Aunque acepto que la función apostólica es lo
más importante, considero que el uso del título ‘apóstol’ concede mayor poder. En mi opinión,
si el título es usado, habrá mayor unción y mayor beneficio para la iglesia”.

11
iii. El Valor de un ‘Apóstol’

¿Por qué Wagner pone tanto énfasis sobre el ministerio apostólico? Porque afirma que los
apóstoles proveen la base para un liderazgo sólido de la Iglesia. Argumenta que sin este
ministerio, el liderazgo de la Iglesia está severamente limitado. Wagner critica mucho el
liderazgo ‘administrativo’ o de ‘maestros’. Dice que estos limitan el funcionamiento y el
crecimiento de la Iglesia.

El anhelo de Wagner se expresa en las siguientes palabras, pronunciadas a fines del siglo 20:
“los apóstoles traen un gobierno espiritual a los pastores de la ciudad, para que esos pastores
puedan hacer el trabajo que Dios les ha dado en una forma mucho más eficaz. Lo único que los
pastores de la ciudad tienen que hacer es reconocer la existencia de los apóstoles, y estar
dispuestos a reconocer su autoridad. Esto no está ocurriendo mucho todavía. La única forma en
que esto se pueda resolver es si las personas de la ciudad reconocen que el apóstol dará mayor
valor a su propio ministerio. Si esto no ocurre, nada cambiará”.

Para Wagner, esto comenzó a darse en mayores proporciones para el fin del siglo 20. Por ende,
afirmó que el año 2001 marcó el inicio de la ‘Segunda Era Apostólica’.

iv. Esferas de Ministerio

Wagner enfatiza que cada apóstol debe funcionar dentro de la esfera asignada por Dios, y no en
cualquier lugar. Se basa en 2 Cor 10:13-16, donde la palabra “regla” es ‘metron’, que significa
‘una medida’. Wagner lo toma en el sentido geográfico o ministerial, para hablar de una ‘area’ o
‘esfera’ de ministerio.

v. Categorías de ‘Apóstoles’

Wagner reconoce que hay muchas preguntas aun por resolver en cuanto a la terminología, y que
esto se va a ir dando en los siguientes años, a la par que la Iglesia va desarrollando ministerios
apostólicos. Sin embargo, Wagner hace una distinción entre ‘apóstoles verticales’ (los que
tienen autoridad sobre otros, para la toma de decisiones) y ‘apóstoles horizontales’ (los que
trabajan en coordinación con otros, movilizándoles para el desarrollo de ministerios).

Apóstoles Verticales incluyen los siguientes grupos:

Apóstoles Eclesiásticos – tienen autoridad sobre redes de iglesias (p.e. Chuck Smith, Bill
Hybels)7.

Apóstoles Funcionales – tienen autoridad sobre ministerios para-eclesiásticos (p.e. Lorne


Cunningham, sobre JUCUM, y Bill Bright, Cruzada Estudiantil).

Miembros de Equipos Apostólicos – trabajan bajo la autoridad de apóstoles de mayor


experiencia, y están a cargo de ministerios que
representan una extensión del trabajo del apóstol
principal.

Apóstoles Congregacionales – estos son los pastores titulares de mega iglesias (p.e. Rick
Warren).
Apóstoles Horizontales
7
Es importante enfatizar que no todos los líderes mencionados en esta sección aceptarían el uso del título
‘apóstol’, en relación con su ministerio.

12
Estos tienen autoridad o influencia sobre otros líderes, aun cuando no existe una organización o
red formal que los una. Estos se subdividen en las siguientes categorías:

Apóstoles de Convocatoria – tienen la suficiente autoridad para convocar grandes reuniones de


líderes a nivel mundial (líderes académicos, ministerios de
oración mundial, apóstoles mundiales). Wagner se considera uno
de estos apóstoles.

Apóstoles Embajadores – tienen la sabiduría y el don pastoral para poder atender situaciones
que requieren de estos dones.

Apóstoles Mobilisadores – tiene la habilidad de reunir personas para desarrollar ciertos


ministerios (p.e. ‘Promise Keepers’, ministerios de varones, etc).

Apóstoles Territoriales – que tienen autoridad sobre ciertas áreas geográficas (p.e. sobre un
país).

Wagner mismo es un apóstol internacional, trabajando en el área de la movilización para la


intercesión para las misiones. Pero también preside ‘La Coalición Internacional de Apóstoles’,
que cuenta con cientos de apóstoles, y se reúnen cada año en Dallas. Wagner da conferencias en
las que promueve el ministerio apostólico.

b. Rony Chávez

Rony Chávez es el presidente de la Coalición de Apóstoles Latinoamericanos. Está relacionado


con el movimiento dirigido por Peter Wagner.

Veamos algunas de las cosas que Rony Chávez enseña acerca del ministerio apostólico.

Describiendo la importancia de este ministerio en la Iglesia, Chávez afirma lo siguiente:

“El ejercicio de su ministerio es importante en la Iglesia para ejecutar la Palabra de


Dios y remover el gobierno de las tinieblas. Los apóstoles volverán otra vez a fluir
en la iglesia; el Espíritu Santo prepara la "Ola Apostólica" más gigantesca que jamás
hayamos visto. En esa ola mundial, una de las más relevantes cosas que serán desatadas
es, el surgimiento de multitud de apóstoles. Aleluya, lo Apostólico está viniendo y lo
mejor está por llegar. Amén. Dios está estableciendo Su Gobierno y su orden apostólico.
Para ello, los apóstoles son imprescindibles.”

“Su unción es muy particular y es necesaria, por las siguientes razones:

1- El apóstol y su unción traen revelación a la Iglesia (como en los días primeros).


2- Los apóstoles son reformadores, ellos traerán La Reforma Apostólica del Nuevo Milenio.
3- Apóstoles desatan sobre la Iglesia audacia, fe y visión.
4- Apóstoles son reparadores de "la brecha". Su unción tapará literalmente los "huecos" que hay
en el Cuerpo de Cristo, a través de los cuales Satanás se ha colado haciéndonos daño.
5- Apóstoles son "reconstructores".

13
6- Babilonia, que representa a los "falsos sistemas religiosos de los hombres" 8, odia a los
apóstoles y los persigue a muerte. Apóstoles son enemigos de Babilonia y su mensaje perturba y
confronta la religiosidad de la Iglesia.
7- El apóstol y su unción acercan el juicio y la justicia de Dios a la Iglesia y las naciones. Como
verdaderos jueces de Dios, son levantados para traer y establecer "sentencias" y "veredictos" del
Todopoderoso sobre Satán y sus huestes. Ellos traen liberación espiritual al pueblo de Dios.
8- La unción apostólica juzga la brujería.
9- El Apóstol es un pionero espiritual. Como tal trae visión a la Iglesia. Es un ministerio
motivador, es un "precursor espiritual".
Con su unción es capaz de penetrar nuevas áreas y regiones y hacer clara la senda para que otros
continúen. El es, literalmente "un guía".
10- Apóstoles son "Arquitectos espirituales" (peritos constructores). Son ungidos para
"supervisar" la construcción de Dios. A ellos les concierne diseñar, estructurar y formar en la
Iglesia; y si una "Reforma del Espíritu" llega, les toca entonces, rediseñar y reestructurar la
Iglesia. Amén.
11- Apóstoles son fundamentadores. Ellos ponen el fundamento principal en la Casa de Dios
junto a los profetas del Altísimo.
12- Apóstoles son sembradores de Iglesia nuevas.
13- Apóstoles establecen fronteras. Definen con su unción y visión hasta donde penetrará la
Iglesia en su alcance y evangelización.
14- Apóstoles son perseguidos y rechazados. Ellos conocen la Gracia de Dios. Son compasivos.
15- Apóstoles ponen orden. El diablo usa una atmósfera de desorden y confusión dentro de la
Iglesia (envidia, celos, peleas, etc.). Uno de los propósitos del ministerio apostólico es ordenar,
corregir, disciplinar y establecer el respeto a la autoridad espiritual. Ellos son "padres" en la
Casa de Dios. Afirman la autoestima, la identidad y la seguridad personal de los hijos
ministeriales.
16- Apóstoles tienen diversas medidas de unción y brindan cobertura a ministros e iglesias.
Ellos son padres y traen "La Paternidad de Dios a la Iglesia", Su protección.
17- La unción apostólica confirma, establece y fortalece. Su unción bendice a los ministros de
Dios y las iglesias del Señor.
18- Apóstoles establecen doctrina.
19- El apóstol y su unción traen de Dios la impartición de dones, unción y ministerio.
20- La unción del apóstol trae señales y maravillas, necesarias para impactar a los pueblos.
21- Apóstoles llevan al pueblo de Dios a la Guerra, conocen estrategias y armas de guerra
espiritual.
22- Apóstoles ministran a la Iglesia "La llenura del Espíritu Santo".
23- Apóstoles ministran la unción para la oración y el ministerio de la Palabra.
24- Apóstoles son pacientes y resistentes. Ellos llevan a la Iglesia a la obediencia al Señor.
Apóstoles son padres espirituales que bendicen la Obra del Señor Amén.

Chávez reconoce que muchos líderes evangélicos no están contentos con el desarrollo de este
ministerio, y afirma que es porque se sienten amenazados por ello, o porque están cegados por
Satanás, deseando retener su posición de autoridad sobre la iglesia.

“Lo profético y lo apostólico es la respuesta del Señor a los profetas e intercesores


que ha comenzado a incomodar al diablo, a los sistemas religiosos y a las estructuras
de control de autoridad (aún las evangélicas). La Estructura Apostólica que el Espíritu
Santo restaura en el Cuerpo de Cristo ha incomodado ya a la estructura pastoral y
denominacional de muchos lugares, lamentablemente.”

Resumen
8
Esto incluye iglesias evangélicas, que cuestionan el ministerio apostólico, tal como lo define el
movimiento apostólico contemporáneo.

14
El trabajo de estos, y muchísimos otros ‘apóstoles’, ha dado lugar a un enorme movimiento, a
nivel mundial. Ser ‘apóstol’ está de moda. Muchos están dispuestos a pagar dinero, para ser
reconocidos como tal, e integrar redes o fraternidades de apóstoles. Varios ya han surgido:

- IMPACT (‘International Ministries of Prophetic and Apostolic Churches Together’) 9. Esta es


una red global, que funciona bajo el liderazgo del apóstol John Eckhardt. Fue fundada en 1995,
en Chicago, donde Eckhardt estaba pastoreando. Comenzó a reunir alrededor de él, un grupo de
pastores y líderes. Su meta es promover la reforma apostólica en todo el mundo. Este
movimiento abarca ahora 40 países, incluyendo el Perú. Envían equipos apostólicos a
diferentes lugares, para promover este ministerio. El nombre ha sido cuidadosamente escogido,
porque apunta al deseo de impactar al mundo con este movimiento.

- Unión de Comunidades Apostólicas (UCA), que funciona en Europa.

- Alianza Apostólica Global: Una fraternidad de pastores, ministros, iglesias etc., para
promover enseñanza, conferencias, etc.

4. UNA EVALUACIÓN

Indudablemente estamos frente a un movimiento mundial de gran envergadura. Como ya


hemos dicho, hoy en día se calcula que existen unas 1,000 redes apostólicas en todo el mundo,
que abarcan a unos 100 millones de creyentes. Wagner calcula que solo en los EE. UU. Hay
unas 40,000 congregaciones relacionadas con la ‘Nueva Reforma Apostólica’. Este movimiento
está abarcando mucho del Movimiento Carismático, iglesias pentecostales, y todo lo que abarca
la ‘Tercera Ola’.

¿Qué podemos decir a manera de evaluación?

a. Indudablemente existe un deseo en muchos creyentes y líderes de ver algo nuevo en la


Iglesia, y de obedecer a la Palabra de Dios (Efe 4:11). Muchos son sinceros en eso. Quieren
estar abiertos a todo lo que podría ser de Dios. PERO, el peligro es que dichas personas pueden
ser fácilmente engañadas, si no tienen una buena base bíblica e histórica, para evaluar el
movimiento apostólico contemporáneo. La ‘sinceridad’ no garantiza que uno no podría
engañado.

b. Hay mucha ingenuidad en el movimiento. Los promotores dan a entender que el


movimiento apostólico es la ‘divina pomada’, y que con la presencia de ‘apóstoles’ van a
resolver todos los problemas de la Iglesia, soltar un nuevo poder espiritual, que resultará en el
cumplimiento de la Gran Comisión. El problema es que esta clase de afirmación ya se viene
dando desde inicios del siglo 20.

c. El mal uso de las escrituras. Un análisis de la literatura que sale de este movimiento, las
conferencias que ofrecen, y las ponencias dictadas en ellas, indica una tendencia al mal manejo
del texto bíblico. Muchas veces se saca textos de su contexto, o se espiritualiza textos que
deben ser interpretados literalmente, para sustentar sus ideas.

9
‘Ministerio Internacional de Iglesias Proféticas y Apostólicas Unidas’

15
d. El peligro de reemplazar la Biblia con el ministerio profético, dando lugar a nuevas
revelaciones, en vez de promover el estudio de las Escrituras ya dadas por Dios. Quizá esto se
deba, en parte, a la perdida de autoridad que ha sufrido la Biblia, por medio de posturas neo-
evangélicas (en las cuales se rechazan ciertas doctrinas bíblicas), o por una multiplicidad de
interpretaciones, por ‘cristianos’ posmodernos.

e. El problema del orgullo. Los evangelios indican que un problema fuerte entre los apóstoles
fue el orgullo. Cada uno quería ser más importante que el otro. Antes de Pentecostés, había un
espíritu de competencia entre los apóstoles. El peligro es que esto también se va a dar en este
movimiento apostólico.

f. Quizá uno de los mayores problemas de este movimiento apostólico contemporáneo es la


tendencia de reemplazar a los ‘ancianos’ como la autoridad en la Iglesia. En los escritos de
algunos ‘apóstoles’ se nota claramente una tendencia a menospreciar a los ‘ancianos’. Por
ejemplo, en la ponencia: ‘Los Apóstoles Son un Don de Jesús’, Barney Coombs escribe lo
siguiente:

“Raramente encuentro que los ancianos de una iglesia local reconozcan que están
fallando en alimentar al pueblo de Dios con ‘el consejo pleno de Dios’. Aún rara
vez encuentro una iglesia que esté proveyendo un ministerio de calidad en cuanto
a la palabra de una base consistente”

Es alarmante ver cuan fácil los ancianos locales permiten que el nivel de una iglesia
decline al grado que uno ya no pueda sentir la presencia manifiesta del Señor”10.

Ya hemos visto que algo parecido pasó en la Iglesia Primitiva, durante los siglos 2 y 3, cuando
los ‘obispos’ fueron lanzados como los supuestos defensores de la fe. Es cierto que la Iglesia, a
nivel mundial, necesita líderes de gran ‘estatura’ espiritual, que puedan dar dirección e ímpetu a
todo el cuerpo de Cristo. Pero la idea de que cada congregación forzosamente tiene que estar
bajo la autoridad de un ‘apóstol’, simplemente carece de base bíblica. Más bien, un análisis de
los Hechos y de las Epístolas, indican que el movimiento es en la otra dirección – autoridad
pasando de los Apóstoles a los ‘ancianos’ locales.

g. En último lugar debemos alertar a la Iglesia del grave peligro del engaño espiritual que
resulta de este movimiento apostólico. Cuando se comienza a afirmar que las Escrituras no son
suficientes, y que es necesario tener nuevas revelaciones, para establecer las doctrinas que se
deben creer en el siglo 2111, la Iglesia corre el grave riesgo de ser engañada espiritualmente.
Esto es algo que se ha dado a través de los siglos, y es de dudar que el movimiento apostólico
contemporáneo se salve de este peligro. Lejos de promover un gran avivamiento, este
movimiento apostólico podría terminar fomentando una gran apostasía espiritual.

Ps. Alex Donnelly


Trujillo, 2008

10
“Poseyendo la Tierra: Forjando Ejércitos Apostólicos con Unción Davídica”, VII Conferencia
Internacional del Ministerio Quintuple, llevado a cabo del 14 al 17 de setiembre del 2005, en Lima (Perú),
p. 22 y 24.
11
Ver los puntos 1 y 18, en las afirmaciones de Roney Chávez, en las páginas 13 y 14 de este estudio.

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