La evolución del marketing mix de las 4P al marketing mix de las 4C es una clara
evidencia de cambio de comportamiento en el mercado. Hemos pasado de pensar
estrategias de marketing con el objetivo de vender a una nueva estrategia basada en
posicionamiento de marca.
Con ello no queremos decir que el marketing de las 4P esté acabado, ni mucho menos,
simplemente exponemos que el marketing de las 4C se está ganando un sitio en los
mercados, por lo que nos sugiere que debemos adaptar las campañas a los deseos del
usuario.
Para trabajar la primera P nos debemos hacer las siguientes preguntas para poder responder a los aspectos más relevantes
respecto al producto y/o servicio.
Para acertar en el precio del producto o servicio deberíamos tener en cuenta diferentes factores, como los costes de producción,
el margen de beneficio y el precio de la competencia.
Para confeccionar una buena 2P debemos responder a las siguientes preguntas:
Así pues, en primer lugar pensaremos el mensaje que queremos vincular a nuestro producto o
servicio, todo esto antes de escoger las herramientas y los canales promocionales.
También tendremos en cuenta las posibles actividades y/o muestras gratuitas que vamos a regalar a la
sociedad, cómo también que material promocional vamos a necesitar.
A continuación, vamos a hablar del marketing de las 4C, con lo que comprobaremos las diferencias entre el marketing de las 4P.
Con el tiempo y la evolución que ha tenido la comunicación nos hemos vuelto más próximos a los clientes y más experimentales.
Actualmente al cliente le ofrecemos la posibilidad de vivir algo diferente, todo ello lo ha hecho cambiar el nuevo marketing.
Su enfoque está dirigido directamente al cliente final, dejando a un lado el marketing de masas y enfocando todas las acciones al
marketing dirigido a un público específico.
Esta estrategia consigue que podamos mejorar nuestro producto o servicio de manera constante, ya que
con ellos la información fluye más rápido y es más consistente. Esta manera de trabajar hace que el acierto
sea mayor y que tengamos al cliente casi a dentro del proceso de desarrollo generando un beneficio mutuo.
El costo que supone conseguir dichos objetivos reside en la calidad del producto o servicio, pero también en el trato o en la
relación entre ambas partes. Un cliente satisfecho realizará la promoción por ti y sin ningún costo.
Con ello nos referimos el costo que supone conseguir clientes satisfechos, no el precio que va a tener nuestro producto o
servicio.
El objetivo de la tercera C es orientar campañas más interactivas, que consigan un enlace comunicativo entre vendedor y
comprador, invitando a conocer la marca y los productos en concreto.
Nosotros estaremos obligados a conocer los canales por lo que vamos a llevar a cabo nuestra estrategia de comunicación, como
también saber utilizarlos correctamente a nuestro favor.
Tendremos que trabajar en el proceso de compra para ayudar al cliente a hacerlo con la máxima efectividad posible, además de
conseguir que el comprador pueda llegar a disfrutar realizando la compra y pueda comentarlo con su entorno.