Está en la página 1de 5

LOS DESAFIOS DE LA SOCIOLOGIA VISUAL.

RE PENSAR LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA EGEMONIA CULTURAL1.

¿Porqué la sociología, nuestra disciplina, decide confrontarse con los géneros, los
estilos, las estéticas, los formatos y la escritura del documental? ¿Qué es hoy la
Universidad en Europa? ¿Acaso sigue siendo un lugar de producción de imaginarios
hegemónicos? ¿Qué tipo de imaginarios se produce a través de nuestro trabajo en
cuanto sociólogos?

Cuando empezamos a debatir las potencialidades de la sociología visual, tuvimos que


volver de alguna manera al concepto de hegemonía cultural elaborado por Gramsci, es
decir la capacidad de asumir la centralidad de las culturas de los subalternos, estando
dentro de ellas, colaborando a la definición de un sentido común que sea trasgresor de
las relaciones de poder establecidas. La cultura de los subalternos sigue siendo hoy un
campo de batalla, en el cual los intelectuales clásicos – los que se formaron en los
circuitos académicos y en las instituciones de la política del siglo XX (partidos,
organizaciones, sindicatos) – terminan cubriendo un papel marginal.

Como nos enseñó Eric Gandini, director de la película Videocracy – un documental que
acaba por ser un trabajo de investigación sociológica en profundidad – Italia representa
un extraordinario laboratorio político en que la hegemonía gramsciana está en manos de
directores de exitosos formatos de televisión, dueños de medios de comunicación,
anunciantes y editores de periódicos amarillistas que venden millones de copias,
buscadores de actores y personajes televisivos. Estos sujetos constituyen materialmente
el poder político dominante; sus intelectuales orgánicos se encarnan en los cuerpos de
las velinas, de los actores, de los participantes a show televisivos, que han atravesado
exitosamente el cursus honoris desde ‘el Gran Hermano’ a ‘la Isla de los Famosos’.

Es evidente que la construcción de esa hegemonía no es la simple traducción de un


determinismo social y político, en cambio radica en instancias de reconocimiento que
Bauman llama identidades liquidas, instancias capaces de transformar el privado en
público, colaborando a la construcción de un nosotros colectivo – el público mismo –
en el cual reconocerse y a través del cual construir memoria, significado, pertenencia: es
el caso de Ricky, protagonista de la obra de Gandini, que busca en el éxito televiso los
mecanismos de movilidad simbólica que la experiencia del trabajo obrero no le
garantiza.

Entonces si la cultura es un campo de batalla, el capital simbólico del que habla


Bourdieu es la apuesta: el mecanismo para re-diseñar y re-producir las relaciones
sociales y de poder, es decir las formas del capitalismo contemporáneo dentro del cual
todos vivimos. Una apuesta cada vez mas difícil de comprender, definir, transformar, a
través de los lenguajes, los procesos y las formas de acción de las ciencias sociales,
justamente porque ese capital simbólico, junto a las ganancias que garantiza, está
inscrito y acumulado en la dimensión de la imagen, su circulación, su iteración.

1
Texto elaborado en unas jornadas de reflexión a partir de nuestras prácticas de investigación en la
sociología visual. Han participado Luca Queirolo Palmas, Alessandro Diaco, Massimo Cannarella,
Emanuela Abbatecola, Gilberto Marengo, Cristina Oddone. Dipartimento di Studi Antropologici (DISA),
Università di Genova, mayo 2010.

1
Nuestro laboratorio de sociología visual nace a partir de estas reflexiones: la necesidad
de experimentar un conjunto de prácticas de investigación, de producción, cooperación
y revisión epistemológica de las metodologías y las teorías de nuestra labor cotidiana
como investigadores.

LABORATORIO SOCIOLOGIA VISUAL - MANIFIESTO


a partir de la conceptualización de nuestras practicas

1. Comunicar la investigación a través de la forma del documental.


Lo visual como lenguaje de una narración que da forma a un saber producido a
través de los procesos de investigación etnográfica de las ciencias sociales. El
audiovisual permite la circulación de los resultados de la investigación hacia
públicos mas amplios, colocando los objetos culturales producidos por las
ciencias sociales en el terreno que representa hoy el mayor desafío en términos
de hegemonía: la imagen en una sociedad de imágenes. El montaje del
documental corresponde a la escritura del texto sociológico, mientras el proceso
de captación de imágenes/sonido/testimonios representa un momento de
construcción/selección/representación del dato.

2. Representar las ciudades invisibles.


Las relaciones de poder siempre se articulan en términos de régimen de
visibilidad y de invisibilidad. La sociología visual que practicamos apunta a
visibilizar las relaciones de poder y de dominación invisibilizadas – las mismas
dinámicas de dominación que las clases dominantes ocultan bajo un falso
universalismo, interiorizadas por los subalternos a través de una microfísica del
poder construida a través de la violencia simbólica (Pierre Bourdieu). Nuestra
sociología visual quiere garantizar espacios de legitimidad, narración y
circulación de las voces, de los actores y los imaginarios que no tienen acceso a
la esfera de representación pública. Queremos explorar los temas que han sido
objeto de una remoción colectiva, permitir que sujetos sin palabra y sin rostro
tomen voz y cuerpo, existan a través de una pantalla, utilizando los formatos y
los lenguajes que producen y reproducen las culturas populares y subalternas –
de la telenovela a la publicidad – a través de una transgresión permanente del
signo, del contenido, de la orientación.

3. Restituir los resultados como momento para la investigación y la


reflexividad
Relatar y representar utilizando el lenguaje de las imágenes comporta una
relación de proximidad y cercanía con una pluralidad de actores cuyas voces
confluyen, en parte modificadas, en la afirmación de un punto de vista autorial
del sociólogo visual. La devolución a los mismos grupos sociales que han
colaborado activamente a la construcción del documental es un momento
fundamental, no solo en términos de responsabilidad deontológica del autor, sino
también en la misma producción de conocimiento y saber científico: esa
construcción conjunta y negociada habilita un conocimiento más intimo y
directo de las dinámicas de poder y de las representaciones que operan en los
contextos donde se realiza el texto/documental, desde los cuales se establece el

2
punto de vista. La restitución es entonces un dispositivo de la investigación
fundado en la reflexividad de los saberes sociológicos, es decir en la circulación
y en el desafío permanente entre objetos culturales, autores/productores y
comunidad de interpretes. La sociología visual que practicamos busca también
los dispositivos para observar, investigar y tomar en cuenta el campo de las
luchas simbólicas – protagonizadas por los públicos y comunidades de
intérpretes – alrededor de los objetos culturales producidos por nosotros. De esa
manera intentamos aplicar a nuestras practicas la que Pierre Bourdieu llama
sociología de la sociología.

4. Construir la investigación, acción y relación en el campo a través de la


sociología visual
Las técnicas, las herramientas, los lenguajes de la imagen son también técnicas,
herramientas y lenguajes del imaginario. Por esa razón pueden construir puentes
y puntos comunes junto a los sujetos que estructuran y habitan un determinado
campo social. La investigación a través de una cámara de video (en lugar del
simple registro sonoro o de la observación natural) agrega a la relación un
conjunto de ingredientes técnicos y simbólicos que producen consecuencias
relevantes. En primer lugar negociamos con el sujeto la necesidad de su
representación: se construye un hacer que junta investigadores y sujetos en el
campo, elimina la dimensión anónima típica de la investigación cualitativa
tradicional, proyecta los resultados de esa relación hacia la esfera pública: los
sujetos son concientes y cómplices del hecho que su cuerpo está representado, se
transforma en imagen y como imagen circula, mas allá de la palabra o del texto
escrito. Construir y negociar el espacio de esta puesta en escena, responder a las
exigencias técnicas requeridas (audio, luces, encuadres, locaciones, etc.) genera
una burbuja espacio temporal, dentro de la cual se construye la relación entre los
autores/investigadores y los sujetos. Esta burbuja permite compartir con los
sujetos experiencias comunes y espacios de la vida cotidiana, representa un alo
virtuoso para la investigación, a partir de las dinámicas productivas del
documental. La construcción del producto final estará marcada por las huellas de
esa relación participada y negociada: surge una ulterior dimensión de la
investigación, en favor de una comprensión y observación mas intima de las
dimensiones que estructuran un contexto, un mundo, una biografía. Al mismo
tiempo la sociología visual es un proceso de investigación porque genera
relación y coloca el autor/investigador en una posición ventajosa para la
exploración de ciertos mundos sociales y las relativas conexiones. Ser chasqui
de imágenes y palabras, carteros como los antiguos corresponsales del Imperio
Inca, es una de las posiciones en que la sociología visual puede ir mas allá del
relato ex post, y hacerse investigación en el campo, posibilidad de ampliación
del acceso, de la confianza, del reconocimiento del papel del etnógrafo y del
conocimiento científico que somos capaces de producir.

5. Construir un enfoque transdisciplinario a través de grupos de trabajo


híbridos y mestizos.
Los caminos que practicamos necesitan de saberes, habilidades, contribuciones
diferentes desde la sociología. Necesitan contaminarse con el cine, la video-arte,
la antropología, la fotografía, etc. Nuestra acción busca transformar la división
de roles y la organización jerárquica de la producción y de los saberes
producidos, para experimentar la formación de colectivos de investigación-

3
acción-narración visual. Creemos que la fuerza de una sociología visual
transgresora radique en la posibilidad de contaminar saberes y biografías
profesionales, rompiendo las divisiones de roles en las prácticas de investigación
(el entrevistador, el analista, el asistente, el teórico, etc.), así como en las
prácticas del documental (el director, el editor, el productor, etc.). Estamos
buscando un perfil de investigador/creador audiovisual que maneje las
herramientas teóricas y las metodologías para la investigación social, y al mismo
tiempo sea conciente de todas las etapas para la construcción de un texto fílmico,
en términos de enfoque y restitución. Este proceso de hibridación entre saberes
diferentes modifica las relaciones productivas a dentro de los grupos de trabajo y
enriquece la práctica de la investigación, respeto a una segmentación de roles y a
la suma de competencias profesionales distintas, propias de la producción
industrial. Contaminar y construir unidades de investigación/acción/narración
implica necesariamente experimentar nuevas prácticas de trabajo, de formación,
de reflexividad, para convertir a todos los actores involucrados en autores
colectivos. En el fondo estamos afirmando que el medio es el mensaje, y que las
modalidades organizativas de la sociología visual, de cualquier acción científica
en general, determinan la forma y la calidad de los saberes producidos y puestos
en circulación.

6. Garantizar el protagonismo de los actores sociales sujetos de la


investigación.
Consideramos fundamental salir definitivamente del asunto positivista según el
cual se construye normalmente a la imagen y a la práctica del pensamiento
científico: la distancia entre observador y observado y la neutralidad del
observador. Teorizamos en cambio un autor que no sea neutral ni distante, que
haga visibles las condiciones – sociales, políticas, simbólicas, biográficas –
examinando a si mismo a través de la reflexividad sociológica. En esa
perspectiva, invitamos a sostener el protagonismo de todos los sujetos que se
mueven en un campo social, incluyendo a los investigadores que lo exploran; de
esa manera queremos involucrar directamente a los sujetos de la investigación
en la producción de conocimiento y en la representación pública del campo, a
través de la restitución, de las discusiones internas al colectivo autor, en el
acceso a la formación, en el desarrollo de la auto-narración. Concebimos a los
sujetos de la investigación, cuales que sean su estatus social y cultural, como
portadores de conocimiento, de competencias y herramientas para moverse en su
universo. Tomar en cuenta esos saberes y legitimarlos a través del relato permite
la construcción de un dialogo constante con los sujetos de la investigación y
permite que su punto de vista entre a formar parte de la elaboración final.

7. Trasformar las relaciones de poder a través de una sociología pública y


partesana.
La sociología pública, según Burawoy, es en primer lugar “una traducción de
retorno, para hacer llegar de vuelta los saberes a los mismos sujetos de los cuales
provienen, transformando problemas privados en cuestiones públicas”. La
propuesta de la sociología pública es por eso partesana, afirmando la idea que
“la sociología no puede ser ciencia neutral, (…) sino que se trata de una
herramienta que puede ser utilizada no solo por puro conocimiento sino también
para reforzar una autonomía de lo social respeto a lo político y a lo económico.
Abrirse a la sociedad civil significa para la sociología encargarse de todos esos

4
públicos (pobres, criminales, enfermos, mujeres solas, minorías étnicas) víctimas
del neo-liberalismo, no para controlarlos sino para aumentar su poder de auto-
determinación)”. En esta perspectiva la sociología visual que practicamos
expresa un punto de vista radicado en las prácticas de investigación y en los
horizontes de sentido de los autores y, retomando la lección de Gramsci sobre la
hegemonía cultural, quiere intervenir en la transformación de las relaciones
simbólicas, es decir en las relaciones de poder, hoy dominantes.

8. Actuar sobre las condiciones y las formas de la distribución, afirmando el


carácter público de los saberes y de las imágenes producidas.
Los objetos culturales – películas, literatura, música – circulan bajo el signo y el
poder de grandes industrias globales que organizan y desarrollan los imaginarios
de las culturas populares y subalternas. Al mismo tiempo se multiplican las
formas de recepción e interpretación de signos, así como las capacidades de
construir flujos independientes de imaginarios a través de las nuevas tecnologías
y los circuitos alternativos, dentro de los cuales se organizan las comunidades de
productores e interpretes. La sociología visual quiere producir objetos culturales
resistentes, que lleven un saber autónomo sobre temas y sujetos invisibles,
garantizando la máxima circulación a través de cualquier medio: de las
televisoras comerciales a youtube, desde las redes sociales a las comunidades de
piratas electrónicos.

9. Buscar una narración poética y experimental en el relato audiovisual.


No es suficiente poner en fila pedazos de historias para confirmar teorías sobre
los comportamientos sociales de los seres humanos. Es necesaria una poética
que suporte a la narración, la trascienda en algunos casos, y en otros haga
reflexionar sobre detalles y particulares aparentemente irrelevantes. Todo eso
utilizando las muchas posibilidades del lenguaje digital y de los materiales
producidos sobre otros soportes (papel, pintura, grabaciones audio y video,
digital o analógico, fotografías, película super 8).

Es a través de una experimentación constante de las formas, en la ilusión de una


inalcanzable superación del medio que podemos sugerir, estimular o evocar - a
través de la dimensión poética de un relato – las reflexiones o emociones
combinadas en un discurso. Esto no significa enseñar, producir cultura o
información, sino vivir una experiencia que puede ser estética, intelectual,
ilusoria, política, social, intima, etc. tanto para los autores como para los sujetos
de la investigación, hasta para el público en cuanto destinatario final.

La sociología visual puede encargarse de leer el mundo a través de sus


imágenes, puede utilizar las foto-estímulos, puede realizar video documentales,
video-cartas, producir documentales didácticos o creativos, así como películas
para el cine. Para eso necesitamos a los autores, directores, cineastas, directores
de fotografía, montadores, músicos, así como filósofos, sicólogos, antropólogos,
abogados, economista e historiadores… pero sobre todo a los actores sociales y
a ese público huérfano de visiones, en el panorama de la videocrácia imperante,
por lo menos en Italia. El cine es una máquina compleja que necesita un trabajo
en red entre muchos saberes. Todos somos responsables de la desaparición de
una evanescencia subversiva y radical, capaz de escapar a la homologación al
imaginario dominante o servil que nos modela.

También podría gustarte