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Planeacion Exposicion
Planeacion Exposicion
COMPETITIVAS
Grupo 4
Integrantes:
Aray Plaza Edison Tulio
Cabezas Cortes Gilson David
Moreira Tamayo Claudia
Suarez Susana
Verdezoto Solorzano Evelyn
Vinces Alcivar Nancy
EL MODELO DE LA CADENA DE VALOR Y LAS VENTAJAS COMPETITIVAS
La cadena de valor es un modelo teórico que gráfica y permite describir las actividades de
una organización para generar valor al cliente final y a la misma empresa.
Las preguntas que nos hacemos cuando estudiamos esta teoría son:
En base a esta definición se dice que una empresa tiene una ventaja competitiva frente a
otra cuando es capaz de aumentar el margen (ya sea bajando los costos o aumentando las
ventas). Este margen se analiza por supuesto a través de la cadena de valor demichael
porter, concepto que presentó al mundo en su libro de 1985, “ventaja competitiva “.
La cadena de valor despliega el valor total, y consiste en las actividades de valor y del
margen. Aquí se dan algunas definiciones claves para el entendimiento del concepto:
Actividades de valor: son las distintas actividades que realiza una empresa. Se dividen
en dos amplios tipos:
Actividades primarias: las actividades primarias en la cadena de valor son las actividades
implicadas en la creación física del producto, su venta y transferencia al comprador así como
la asistencia posterior a la venta. Se dividen a su vez en las cinco categorías genéricas que
se observan en la imagen.
"la cadena de valor nos permite describir la empresa como una serie de
actividades, procesos u operaciones interrelacionadas, que finalmente explican la forma en
que la empresa genera su margen de utilidad"
Para cada actividad principal, determinar cuáles son las subactividades específicas crean
valor. Hay tres tipos diferentes de sub actividades:
Actividades directas: crean valor por sí mismas. Por ejemplo, en el marketing y las ventas
de la actividad de una editorial, las subactividades directas incluyen hacer llamadas de
ventas a librerías, la publicidad y la venta en línea.
Actividades indirectas: permiten que las actividades directas que se ejecuten sin
problemas. Para ventas y marketing del ejemplo de la editorial, las subactividades indirectas
incluyen la gestión de la fuerza de ventas y mantener los registros de clientes.
Para cada una de las actividades de apoyo como la gestión de recursos humanos, desarrollo
tecnológico y adquisiciones, hay que determinar las subactividades que crean valor dentro
de cada actividad principal. Por ejemplo, considere cómo la gestión de recursos humanos
agrega valor a la logística de entrada, operaciones, logística de salida, y así sucesivamente.
Como en el paso 1, busque las subactividades directas, indirectas y de aseguramiento de la
calidad.
Encuentra las conexiones entre todas las actividades de valor que ha identificado. Esto
tomará tiempo, pero los vínculos son clave para aumentar la ventaja competitiva en el marco
de la cadena de valor. Por ejemplo, hay un vínculo entre el desarrollo de la fuerza de ventas
(una inversión de recursos humanos) y los volúmenes de ventas. Hay otro vínculo entre los
tiempos de respuesta, y para las llamadas de teléfono de servicio de los clientes frustrados
esperando las entregas.
Revise cada una de las subactividades y enlaces que te ha identificado, y piense en cómo
se puede cambiar o mejorar para maximizar el valor que ofrece a los clientes (clientes de
las actividades de apoyo tanto interno como externo).
Algunos consejos para aplicar la cadena de valor
Consejo 1: la cadena de valor de su organización debe reflejar las estrategias del negocio.
Por lo tanto, al momento de decidir cómo mejorar su cadena de valor, debe ser claro en
cuanto las características que lo diferencian de sus competidores o, simplemente, tener una
estructura de costos más baja.
Consejo 2: usted inevitablemente termina con una enorme lista de propuestas de cambios.
Priorice los cambios y enfóquese en los que más impactan al cliente.
Consejo 3: en este artículo se analiza la cadena de valor desde un punto de vista amplio,
es decir estratégico. Por lo que es importante profundizar con más detalle cada uno de los
pasos mencionados anteriormente.
Así pues, nos damos cuenta de que hoy en día es muy importante hacer un esfuerzo
significativo para evaluar las fortalezas y debilidades e identificar los objetivos y estrategias
de cada competidor. Descubrir la importancia que le dan a temas como rentabilidad,
mantener una cuota de mercado, ofrecer un servicio al cliente destacado o invertir en
desarrollo tecnológico nos puede ayudar a conocer con mayor precisión las reacciones que
tomaría dicho competidor ante una acción determinada de cualquier tercero en la industria.
Ahora bien, una vez habiendo evaluado e identificado a los competidores, sus motivaciones,
objetivos, etc., podemos diseñar estrategias específicas de marketing que se traduzcan en
el desarrollo de una o varias ventajas competitivas que provean un valor superior para
nuestro cliente.
Una ventaja competitiva se define como un atributo superior y estratégico que un producto
o marca tiene sobre sus rivales en el marco de su industria de competencia. Es decir, es
aquello en lo que una empresa es mejor que sus competidores y con lo que es capaz de
entregar mayor valor a sus clientes.
Para tener una ventaja competitiva hay muchos caminos, sin embargo hay 3
principales enfoques a través de los cuales podemos desarrollarla con mayor
efectividad:
1. Ser el más barato: implica disminuir lo más posible los costos de producción y distribución
y crear un sistema de provisión de valor eficiente y adecuado, que permita ofrecer productos
de buena calidad, fiables y de fácil acceso a precios inferiores a los de la competencia para
así ganar una mayor cuota de mercado.
3. Adecuar la oferta a tu cliente: enfocando todos los esfuerzos a satisfacer mejor que nadie
a segmentos específicos, en lugar de atender a todo el mercado. Implica segmentar con
precisión un mercado y ajustar los productos o servicios para que satisfagan a las
necesidades de los clientes del segmento.
En los últimos veinte años la tecnología informática ha estado evolucionando de forma tal
que ha permitido automatizar de forma gradual tareas que anteriormente eran relacionadas
tediosamente por operarios u oficinistas. La velocidad en la transformación de las
tecnologías de la información en pocos años produjo no sólo beneficios sino también
modificaciones en la forma y el tiempo de evolución de las organizaciones.
La necesidad de información es tan antigua como el ser humano, quien ha ideado diversos
medios a través del tiempo para comunicarla. De ser inicialmente una simple automatización
de tareas, las tecnologías de la información han evolucionado, proporcionando mejores
métodos de búsqueda y acceso a la información y herramientas para el óptimo manejo de
los recursos.
Durante mucho tiempo, la función de la informática dentro de las empresas fue considerada
como una herramienta para soportar funciones operativas. Actualmente los sistemas de
información son vistos además como áreas de oportunidad para lograr ventajas en el terreno
de los negocios. Son considerados como una herramienta para mejorar la estructura
competitiva del negocio. Los sistemas de información determinan la demanda de
aplicaciones de la organización, y pueden clasificarse de diversas formas:
Los sistemas de información estratégicos pueden ser considerados como el uso de las
Tecnologías de la Información para soportar o dar forma a la estrategia competitiva de
la organización. Los sistemas de información estratégicos ayudan a obtener o mantener
una ventaja competitiva, establecen un enlace entre la organización y su medio
ambiente a fin de lograr la información que se requiere para la formulación,
implementación y seguimiento de las estrategias. Además proveen de un mecanismo
para la planeación y toma de decisiones estratégicas.
Se denomina "impulsos estratégicos" todo aquello que implica la interfase crítica que
relaciona la estrategia de la organización y las Tecnologías de la Información. De
acuerdo a Charles Wiseman, existen cinco categorías de impulsos estratégicos:
La calidad en el servicio ha sido descrita como una forma de actitud, relacionada pero
no igual al concepto de satisfacción, que resulta de la comparación de las expectativas
del cliente con lo que recibe de un servicio determinado. Para lograr que la calidad en
el servicio sea una ventaja competitiva para la organización, se requiere de acciones
definidas y factibles que se apoyen en el uso de las Tecnologías de la Información,
tomando en cuenta las siguientes consideraciones:
Las tecnologías de la información deben estar unidas a los procesos de la organización como
uno de los insumos de control de los mismos. Para la definición de las necesidades de
información y de sistemas, deben identificarse ciertas directrices; así mismo se deben
identificar oportunidades con base en la creación de ventajas competitivas, modificaciones
a la base de la competencia y cambios en la fuerza del mercado.
Una vez identificados los procesos que pueden apoyarse en las tecnologías de la
información, es necesaria la evaluación de los mismos para saber qué tan efectivo es su
funcionamiento, y qué tan factible es el uso de las tecnologías de la información en ellos.
La tecnología permitirá entonces rediseñar los procesos actuales, mediante nuevas y más
modernas técnicas.
Las organizaciones, además de contar con una clara visión del negocio, deberán contar con
una visión global de luso de las tecnologías de la información dentro de la empresa. Esta
visión es necesaria para asegurar que las tecnologías estén efectivamente introducidas
dentro de la organización. Cuando la adquisición de tecnologías de la información está
dirigida a apoyar las estrategias del negocio, se disminuyen los costos y se aceleran los
procesos administrativos, mejorando de esta forma las ganancias y beneficios, obteniendo
mayores niveles de competitividad.
Las tecnologías de la información no van a resolver todo por si solas, pero si proporcionarán
herramientas poderosas para el éxito de cualquier empresa. Para poder sobrevivir en un
mercado altamente competitivo, las organizaciones, alineando las tecnologías de la
información con las estrategias del negocio, podrán desarrollar la capacidad de crear,
competir, innovar, y ser más creativos en sus procesos, productos, y aumentarán las
opciones de proporcionar servicios a sus clientes.