Está en la página 1de 5

Procedimiento laboral. Relación de trabajo. Registración. Fecha de ingreso.

Prueba
testimonial. Valoración de la prueba. Testigo. Razón del dicho. Rechazo de
demanda

Se rechaza la demanda por despido iniciada por la actora, dado que no logró acreditar las
irregularidades registrales denunciadas -incorrecta registración de fecha de ingreso y jornada
laboral-. El tribunal hizo hincapié en la valoración de la prueba testimonial ofrecida, al establecer
que la razón del dicho que contempla el texto del artículo 423 de nuestro Código Procesal es de
suma importancia, puesto que configura el motivo o los motivos en los que el testigo se funda para
contestar en tal o cual sentido a las preguntas que se le formulan, y reviste -como es obvio- decisiva
influencia en la apreciación del testimonio.

Ver correlaciones
En la ciudad de General Pico, provincia de La Pampa, a los diecinueve días del mes de junio del año dos
mil diecinueve, se reúne en ACUERDO la SALA A de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral
y de Minería de la Segunda Circunscripción Judicial para resolver el recurso de apelación interpuesto en los
autos caratulados "MÉNDEZ, Verónica Beatriz C/ QUISPE BAUTISTA, Leonarda S/ DESPIDO INDIRECTO"
(expte. Nº 6424/19 r.C.A.), venidos del Juzgado de Primera Instancia en lo Laboral N° 1 de esta
Circunscripción.

El Dr. Horacio A. COSTANTINO, sorteado para emitir el primer voto, dijo:

1. Verónica Beatriz MÉNDEZ promovió demanda laboral contra Leonarda QUISPE BAUTISTA, por la suma
de $ 558.056,80, con más intereses y costas. Expresó que desde 2013 trabajó para la demandada en la tienda
"El Salvador", situada en la localidad de Rancul. Aseguró que trabajaba de lunes a sábado durante la jornada
completa y los domingos medio día. Dijo que a partir del mes de febrero de 2017 fue registrada con una
jornada de medio día, después de una inspección del Ministerio de Trabajo en la que se vio obligada a
manifestar que era una amiga de su empleadora. El 20 de abril de 2017 intimó a QUISPE a que regularice su
situación y como rechazó su reclamo, se consideró injuriada y despedida (fs. 15/21 v.).

La demandada negó los hechos invocados por la actora y pidió que se rechace la demanda, con costas.
Sostuvo que MÉNDEZ comenzó a trabajar el 6 de febrero de 2017 y que lo hacía durante medio día, conforme
surge de su registración y alta suscripta de conformidad por ella (fs. 49/52 v.).

La causa se abrió a prueba y se produjeron las indicadas en el certificado actuarial de fs. 77/77 v.

Después de clausurado el período probatorio alegaron ambas partes.

Luego de repasar exhaustivamente los testimonios recibidos, la jueza llegó a la conclusión de que la actora
no había acreditado el comienzo de la relación laboral ni la jornada de trabajo, por lo que rechazó la demanda,
con costas (fs. 261/167).

Apeló MÉNDEZ, quien expresó agravios a fs. 279/281 v.. QUISPE contestó a fs. 285/287 v..

2. Agravia a la actora que el a quo haya establecido que la relación laboral comenzó el 6 de febrero de
2017, que no se haya tenido por probado que cumplía una jornada laboral completa y que no se haya
considerado configurada la injuria que sirvió de sustento al despido indirecto.
2.1. La jueza admitió que la relación se registró luego de la inspección realizada por personal del Ministerio
de Trabajo que detectó la presencia de la actora en el lugar de trabajo y que ello le hizo presumir que la
relación ya existía, pero no es menos cierto que ello no prueba que se haya iniciado en el año 2013.

La apelante se queja por el "dispar" valor probatorio adjudicado a las testimoniales. Sin embargo, la
sentenciante se ocupó en cada caso de explicar las razones por las que desconfió de los dichos de los testigos
propuestos por la actora y consideró veraces las versiones de los ofrecidos por la demandada. Para ello tuvo
en cuenta que los primeros no explicaron satisfactoriamente las razones por las que recordaban que MÉNDEZ
comenzó a trabajar en la tienda en el año 2013. En cambio, defendió la verosimilitud de las versiones de los
segundos a partir de un dato objetivo: la testigo Calvi (fs. 214/215), dijo que había sido propietaria de un
inmueble -situado en calle Maipú N° ...- que en agosto de 2014 alquiló a la familia MÉNDEZ; los inquilinos
"pusieron" un almacén, y luego vendió la propiedad a Victoria Vicente Quispe, hija de la demandada, quien
respetó la locación.

En la confesional de fs. 189/190, la actora admitió que vivía desde 2014 en un inmueble situado en calle
Maipú ... (frente al local comercial de la demandada) que alquilaba a Jorgelina Luján Calvi, quien luego lo
vendió a Victoria Vicente Quispe. La escritura de compraventa se hizo efectiva el 28 de septiembre de 2016 y
el dominio se inscribió el 24 de octubre del mismo año (informe del Registro de la Propiedad Inmueble de fs.
224/225).

No pueden quedar dudas, entonces, de que Calvi dijo la verdad, circunstancia que refuerza la versión según
la cual el vínculo entre MÉNDEZ y la hija de la demandada se originó con motivo de la relación locativa que
tenía como objeto dicha vivienda.

La testigo Ortiz (fs. 210/212), que dijo ser inquilina de la hija de la actora y pagaba los alquileres en su
comercio, afirmó que antes del verano de 2017 no había visto a la actora en la tienda "El Salvador", pero sí
que tenía una despensa enfrente del comercio. A la tienda la atendían su dueña y su hija Victoria y a MÉNDEZ
la vio en ella el verano de 2017. Explicó que era cliente del comercio desde hacía varios años y que desde que
su hijo comenzó folclore, en 2017, suele pasar a tomar mates con Victoria.

Daiana E. Salina (fs. 206/208) dijo que era cliente de la tienda y cuando se le preguntó quién la atendía,
respondió que Victoria o su madre. Confirmó que enfrente había un almacén y afirmó que no conocía a la
actora.

Walter Tula (fs. 203/204) expresó que la tienda era atendida por Victoria y su mamá y también por unas
chicas, pero no sabía si eran familiares, amigas o empleadas. Conocía a MÉNDEZ, particularmente porque es
suegra de su primo y tenía un comercio enfrente de la tienda "El Salvador". Vio a la actora en el comercio de
la demandada, pero "sentada", y aseguró que nunca lo atendió. No es cierto que incurriera en contradicciones,
pues, en realidad, dijo que iba siempre, pero más seguido desde que nació su hijo, en abril de 2016.

Como se aprecia, las testimoniales referidas dan cuenta de que la relación no pudo haber comenzado en la
fecha denunciada en la demanda (marzo de 2013).

Paralelamente, los testigos propuestos por MÉNDEZ (143/144, 145/146, 147/148 y 149/150), sostuvieron
que la actora trabajó en el comercio de la demandada, pero no tienen suficiente fuerza de convicción para
sostener la versión de la actora.

Marcelo Tula, afirmó que MÉNDEZ, de quien dijo ser amigo, trabajó en la tienda de la demandada desde
2013, pero no dio razón de sus dichos (fs. 144). Ivana Grosso recordó que concurrió por primera vez al local
comercial de la demandada en 2013, pero no dijo que MÉNDEZ trabajaba ahí desde entonces (fs. 146). María
del Carmen Camargo tampoco explicó cómo sabía que MÉNDEZ trabajaba en la tienda desde 2013 (fs. 147).
Malvina Soledad Alí afirmó que MÉNDEZ empezó a trabajar en la tienda en 2013 y que lo sabía porque vivía
en el campo y se había mudado al pueblo "más o menos" siete años antes y "ya iba a comprar" (fs. 149), lo
que suena más a deducción que a convicción.

Precisar con exactitud la fecha en que el comercio de la actora comenzó a funcionar no es relevante, pues
lo que interesa determinar es la fecha en que comenzó el vínculo laboral.

Al respecto, la sentenciante se atuvo a la fecha que surge de la documental que acredita la inscripción de
la relación. Entendió que su contenido desvirtuaba la mera presunción de que MÉNDEZ trabajaba en el local
de la demandada desde antes de la registración que siguió a la inspección realizada por el Ministerio de Trabajo.
La crítica de la apelante no desmerece la valoración que hizo la jueza de la prueba y los testimonios con
que la sustenta no tienen la contundencia que les adjudica. Como se dijo en la sentencia, "ninguno pudo
señalar de manera más o menos certera el inicio de la relación...". No debe olvidarse, por otra parte, que la
presunción establecida por el art. 55 LCT es iuris tantum y no se ha refutado el argumento que la considera
desvirtuada por los testimonios ofrecidos por la demandada y la documental aludida.

El agravio debe ser desestimado.

2.2. La apelante considera que la jornada completa, que incluiría incluso medio día del domingo, se
encuentra probada con las declaraciones coincidentes de los testigos que ofreciera y el acta de inspección del
Ministerio de Trabajo.

La sentenciante, sin embargo, dijo que los testigos se limitaron a señalar el horario habitual de los
comercios sin señalar con precisión "en qué horarios y partes del día pudieron observar la presencia de Méndez
realizando tareas en beneficio de la demandada" (fs. 265 v.).

El argumento de la jueza no ha sido criticado y es indiscutible, pues "la circunstancia que el comercio tenga
abiertas sus puertas al público en horario comercial no implica la prestación laboral de la actora en toda la
jornada" (fs. 265 v.).

El agravio debe ser rechazado.

2.3. Desestimados los agravios referidos a la fecha de inicio de la relación y a la jornada laboral, el que
pretende convencer de que existió una injuria que tornaba imposible la prosecución de la relación debe correr
la misma suerte.

3. Por las razones expuestas, debe rechazarse el recurso de apelación interpuesto a fs. 275, con costas. Es
mi voto.

El Dr. Mariano C. MARTÍN, sorteado para emitir el segundo voto, dijo:

1. Llegan las presentes actuaciones al suscripto a fin de emitir voto en segundo término. Anticipo que he
de adherir íntegramente a la decisión que propone el Dr. Costantino, a cuya descripción de los hechos y sólidos
argumentos desde aquí me remito. No obstante, a continuación estimo propicio efectuar algunas breves
consideraciones corroborantes de la resolución adoptada por el primer votante.

Al sentenciar, la jueza de primera instancia concluyó, acertadamente y luego de un minucioso examen, que
los testigos arrimados a la causa por Méndez no explicaron satisfactoriamente las razones por las cuales
recordaban que la trabajadora había comenzado a desempeñarse laboralmente en la tienda de la accionada
en el año 2013.

Mi colega de Sala avaló esa inferencia probatoria. Abordó los testimonios en cuestión -además de los
obtenidos por la accionada- y dedujo que carecían de suficiente fuerza de convicción para sostener la versión
de la apelante en lo inherente a la fecha de ingreso por ella denunciada (13/03/2013), temperamento con el
que coincido plenamente.

En este plano, considero no debe soslayarse que los testigos prestaron declaración en estos obrados
durante el mes de marzo del año 2018, es decir habiendo transcurrido cinco años desde el presunto inicio del
vínculo laboral. De modo que, resulta sugestivo que los testigos que situaron el comienzo del contrato de
trabajo en el año 2013, lo hayan hecho sin que ese valioso punto de su relato se encuentre asociado o
relacionado con algún aspecto personal trascendente o significativo del declarante.

Como es sabido, la razón del dicho que contempla el texto del art. 423 de nuestro Cód. Pcsal. es de suma
importancia, puesto que configura el motivo o motivos en que el testigo se funda para contestar en tal o cual
sentido a las preguntas que se le formulan, y reviste, como es obvio, decisiva influencia en la apreciación del
testimonio, pues de acuerdo con la índole de las explicaciones que aquél suministre acerca de cómo y por qué
sabe lo que contesta, estará el juez en condiciones de inferir si el declarante presenció efectivamente los
hechos o los conoce por meras referencias (Lino E. Palacio - Adolfo Alvarado Velloso, Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, t. 8vo., pág. 414, Rubinzal Culzoni).
En un caso como el que nos convoca, para generar convicción en el juzgador, no basta con que el testigo
declare la fecha precisa o el año en que habría comenzado la relación de empleo, sino que además, es menester
que esa respuesta se complemente con datos relevantes que le otorguen verosimilitud a esa concreta
manifestación.

Las reglas de la lógica y las máximas de la experiencia indican que, en la generalidad de los casos, para
cualquier persona resulta una tarea muy dificultosa recordar el año de ocurrencia de algún suceso que no esté
marcado por alguna circunstancia extraordinaria que permita precisar medianamente su época de
acaecimiento. Sobre todo, si no se trata de un hecho personal del requerido, si el mismo se produjo habiendo
transcurrido un tiempo considerable y si su determinación o señalamiento debe realizarse en el marco de una
declaración testimonial en sede judicial.

Si bien sería a todas luces irrazonable exigir al testigo una certeza absoluta en cuanto a la fecha en que
habría dado comienzo la relación laboral -exigencia que no se advierte en el decisorio en crisis-, ello no impide
que en la apreciación -desde luego, de conformidad con el sistema de la sana crítica- de aquellos testimonios
en los que se depone respecto de sucesos que han acontecido mucho años atrás, por las razones que se vienen
exponiendo, la crítica del testimonio deba ser más severa (5908/16 r.C.A.).

Es por ello que, considero, luce adecuada la valoración que de la prueba testimonial se llevó a cabo en el
decisorio apelado.

Por último, estimo que si tal como la recurrente afirma la relación laboral recién se registró -con una
presunta fecha inexacta- cuando estaban por cumplirse cuatro años desde su inicio, resulta llamativo que
durante ese prolongado período no haya logrado reunir otros elementos probatorios, los que podrían haber
enriquecido el escenario de prueba de esta contienda y, consecuentemente, acreditar su versión de los hechos
(fecha de ingreso y extensión de la jornada laboral) con suficiente robustez.

En suma, coincidiendo con los argumentos vertidos en el primer voto al cual adhiero, el recurso de apelación
debe ser rechazado, con costas.

En consecuencia, la SALA A de la Cámara de Apelaciones:

RESUELVE: I) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por el actor a fs. 275, con costas.

II) Regular los honorarios de Alzada de los Dres. Lucas Agustín ROSALES y Ana Mariela BONAVERI en el
...% de los fijados en primera instancia, más el IVA si correspondiera.

Protocolícese, notifíquese y oportunamente devuélvase al juzgado de origen.

Dr. Mariano C. MARTÍN

Juez de Cámara

Dr. Horacio A. COSTANTINO

Juez de Cámara

Dra. María Teresa SALVATIERRA

Secretaria de Cámara Civil

Correlaciones:
Lema, Diego Daniel c/Ñandubaysal SA s/cobro de pesos y entrega de certificación laboral - Cám. Civ. y
Com. Gualeguaychú - Sala II - 04/10/2018 - Cita digital IUSJU034695E

También podría gustarte