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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA

ARGENTINA
FACULTAD DE TEOLOGIA

TEOLOGÍA ESPIRITUAL
Profesorado de Teología

PARCIAL DOMICILIARIO II
ENTREVISTA

Profesora: Azcuy, Virginia


Alumna: Armellin, Agustina

Buenos Aires, Diciembre de 2018


PARCIAL 2: ENTREVISTA SOBRE ESPIRITUALIDAD
Fecha de entrega sugerida: 21 de noviembre/hasta 14 de diciembre
Entrevista tomada a una joven de 23 años, de la capilla San Pedro Claver, perteneciente
a la parroquia Patriarca San José de San Miguel. Vive con sus padres y hermanos, trabaja
en varios colegios como profesora de Educación Física. Actualmente forma parte del
equipo de pastoral de la parroquia, desde muy pequeña asiste por su familia a los grupos
parroquiales y tiene un gran sentido de pertenencia en la comunidad. La entrevista duró
40 minutos y fue realizada en mi casa. La persona, a quien me refiero como “M”, autorizó
que se mencionen estos datos en la entrevista.

1)
Agustina: Bueno, me gustaría que me cuentes tu experiencia espiritual, de fe. ¿Cómo
comenzó, cuál es tu experiencia?

M: Bueno, soy de San Miguel, vivo en un barrio de San Miguel. Desde que nací, desde
que me empezaron a criar pertenezco y soy participe de una capilla de barrio que se llama
San Pedro Claver a la cual pertenezco desde siempre. Actualmente, estando en la parte
de jóvenes, trabajo en la pastoral junto con otras capillas, en la organización, pero si no Apostolado
siempre estoy cumpliendo algún rol como coordinadora o siendo parte de un grupo
misionero, antes o mismo haciendo la catequesis desde chiquita.
Digamos que la fe que hoy por hoy tengo empezó siendo, empezó a crecer o se inculcó Fe
desde una fe que fue trasmitida por parte de mis padres, muy especialmente por parte de Familia
mi mamá y también por algunos integrantes de mi familia pero por lo general fueron
ellos quienes me inculcaron las bases, el conocer quien es Jesús, como rezar, que rezar y Oración
después con el paso del tiempo, fui experimentando y conociendo nuevas formas para
poder acercarme cada vez más a Jesús y que mi relación sea más cercana, con más Relación con Jesús
claridad, darle herramientas para que se vaya dando y creo que en realidad se tiene que
ir renovando eso continuamente porque con saber una formula no te da la solución a nada Renovación
si no que es un medio más que nos ayuda, nos sirve pero que está en cada uno, si lo
aplicamos o no.
2)
A: Vos hablabas de herramientas, y que tu familia te enseño a rezar. ¿Siempre fue igual
tu relación con tu vida de oración o sentís que hubo algunos hitos importantes en tu vida
que te ayudaron a crecer en esto?
M: Si, fue creciendo, en realidad, creciendo mi relación con Dios en el sentido de la fe, Fe
la fe que uno puede llegar a tener a partir de estas herramientas que fui adquiriendo y
que me ayudaron a poder mantenerme firme en los momentos en donde hubieron
altibajos espirituales o altibajos a nivel personal, con conflictos, propios de la familia,
míos, internos, conflictos en el sentido de crecer, de tomar nuevas responsabilidades, y
así un montón de otras situaciones y conflictos, por así decirlo que se van presentando a
medida que uno va creciendo y la fe está ahí para sostener. Y después acompaña, y como
decía recién, está en uno el ir renovándola para que no decaiga pero que tampoco sea un Renovación
sostén simplemente en esos momentos de crisis, sino que, todo lo contrario, uno tiene
que seguir buscando las formas de poder encontrarse con Jesús en el día a día. Relación con Jesús

3)
A: ¿Qué herramientas tenes vos particularmente de hacer oración? Si me queres
compartir un poco de eso.
M: Creo que como herramientas que yo creo que son como dones que Dios me regaló
porque son lo que a mí me permite poder conectarme con Él, creo que por un lado es la
paciencia, por otro lado es la tranquilidad, la positividad, el optimismo, medio trillado
(risas), pero es una característica en mí, personal, que si bien me ayuda en todos los
ámbitos en los que yo me manejo a la hora de entablar mi relación con Dios creo que me Relación
sirven un montón porque en los momentos de crisis me quedo tranquila, cuando me
cuesta sentirlo, cuando me cuesta conectarme con Él o sentir su presencia, el saber
simplemente que Él está a mí eso me deja tranquila. Me gustaría obviamente poder
sentirlo un poco más y poder estar más tranquila aun pero bueno, sé que esta y no pierdo
la fe por no poder sentirlo, no me pongo triste, no me pongo mal ni me tiro abajo ni tiro Fe
abajo mi relación con Dios por eso, son momentos porque claramente, yo no estoy
poniendo los medios para que se pueda dar de otra forma porque capaz estoy con cosas
en la cabeza, cosas que me atraviesan más fuerte, que les doy más entidad porque por
ahí lo requieren ¡pero hasta ahí nomás!. Porque uno tiene que ir equilibrándose con todas
sus cuestiones personales. Pero creo que, principalmente esas características, tal vez
también sean virtudes, no sé, pero que a mí me ayudan principalmente a permanecer. Y
después otras que uno va adquiriendo.
4)
En cuanto a mi manera de rezar, diariamente hoy por hoy no estoy teniendo una forma
muy estable de oración, o algún momento de oración porque no le estoy dando el tiempo Oración
que requiere, pero encuentro mucho a Dios en la contemplación: En poder decir “yo sé
que Él está”, no me quedo con eso. En ese momento que puedo conectar digo: “Bueno Encuentro
yo sé que Vos estas, te pido o te doy gracias”. Calmo un poco mi interior y trato de este
momentito que logré conseguir conectarme, ya sea gracias a la naturaleza, ya sea rezando
un Padre nuestro, ya sea contemplando. Son mis momentitos de oración que tengo en el
día, cuando salgo de dar clases que doy gracias por la oportunidad de trabajar de lo que Gratitud
a uno le gusta, mismo a la hora de trabajar, a la hora de hacer algo siempre me gusta
ofrecer eso que voy a hacer, sobre todo el trabajo, para la construcción de su Reino en el
mundo. Lo que yo pueda hacer, esto que puedo hacer, que me sale o no, lo ofrezco porque
no solo es mío, no es para mí simplemente, sino que yo se lo ofrezco a Dios porque
también es de Dios, mi vida es de Dios. Y no tendría mucho sentido, hay algo que le Entrega
estaría faltando a eso que voy a hacer, no lo hago por hacerlo simplemente, entonces esto
me ayuda mucho a conectarme con Él en mi cotidianeidad, sin tener este espacio de tener
que sentarme o de una hora de oración que no lo estoy teniendo.
5)
A: Hablabas mucho de esto que ibas a trabajar y podías contemplar, encontrar a Dios
y ofrecerte. ¿Cómo crees vos o qué importancia tiene esto de encontrar a Dios en el día
a día o encontrarlo en tu vida laical?
M: Yo creo que lo encuentro a Dios en mi vida laical de esta forma, como tratando de
contemplarlo. Por ejemplo, estoy acá con mis amigos y bueno doy gracias por esto, estoy Gratitud
dando clases, bueno termino de dar clases porque en el momento claramente no me
acuerdo de nada (risas) solamente de dar clases, pero ahí también es “Que lindo todo lo
que me pasó, y la verdad que gracias porque es un regalo enorme”. Estoy con mi familia,
y en un segundo los contemplo a todos, los miro. “Gracias”. Creo que yo lo encuentro
mucho a Dios desde el dar gracias, desde el agradecimiento. Obviamente que desde el
pedir también, pero creo que ahí está la clave conmigo, al menos de sentir su presencia. Encuentro
De decir esta acá, conmigo, no está tan lejos como uno lo piensa a veces o como uno
cree o lo siente ¡No, está acá conmigo, con mis seres queridos, con mi familia y mis
amigos! Esta en el cine cuando terminé de ver una película con mi novio y fue un
momento que nos gustó a los dos y lo disfrutamos, y ¡Qué lindo, gracias! porque para mí
fue un lindo mimo, un regalo de Dios para mi vida, para seguir creciendo con él o cuando
estoy con él doy gracias y cuando estamos mal pido también, pero sobre todo tomándolo
de esta forma. Obviamente a veces no pasa y hay días en que me digo ¡ay cierto Dios…
que mal, hoy no recé a la mañana o no di gracias por estar bien o simplemente por Oración
levantarme! Hay días en que sí, voy con todo el trajín de la rutina y aparece al final del
día una vocecita ¡estoy acá! Y a veces me hace sentir un poco mal, si bien me considero
bastante optimista, hay días en que me digo ¡Pará, tengo que bajar un cambio! porque no
puedo estar tan a mil, haciendo por hacer o porque tengo que cumplir muchas cosas, en
definitiva, es hacer por hacer porque termino haciendo las cosas, y llevando mi vida a
una rutina lo cual no considero que sea así. Entonces ahí me doy cuenta de que tengo que
bajar diez mil revoluciones porque si no me voy a enrollar yo sola y no voy a terminar
bien, como que me alejo de esta imagen que vivo con Dios. Imagen de Dios
6)
A: Tenes una imagen muy paternal, muy cercana de Dios por lo que contas. ¿Reconoces
personas, rostros concretos que te hayan ayudado a reconocer a este Dios? ¿O
experiencias?
M: No me puedo acordar; (piensa) en realidad, personas muchas que fueron quienes me
dieron herramientas a lo largo del tiempo. Así como primera imagen que tengo como “de
encuentro”, y como un poco de herramientas, de decir “acá lo puedo encontrar” fue en
una adoración cuando era muy chica, en una misión, en la misión diocesana, la primera Adoración
a la que yo fuí, que me quede sorprendida al ver a tantos jóvenes que estaban arrodillados Comunidad
y rezando tan fuertemente, entonces fue el primer impulso o herramienta que yo sentí,
de decir acá lo puedo encontrar a este Dios que yo vivo, que yo lo conozco. Que no tiene
rostro, digo, sí por Jesús, pero hay un Dios Padre que esta y acá lo encuentro. Ahí arrancó Encuentro
todo y después, algo muy fuerte, en donde di un salto más grande es con los Ejercicios
Espirituales que fueron hace un par de años ya.
7)
En realidad, fue más cuando empecé a trabajar con los jesuitas, más propiamente. Espiritualidad
Cuando arranqué a ser monitora en el MEJ hace varios años. El MEJ es un movimiento ignaciana
que significa “movimiento eucarístico juvenil”, lo llevan a cabo los jesuitas, es decir
donde hay jesuitas puede que exista este movimiento. Este grupo es para adolescentes
entre 11 y 16 años, es un grupo que está destinado a tener encuentros semanalmente y el
objetivo es acompañar a los adolescentes por todos los cambios que van atravesando en
su propia adolescencia de una forma muy particular, creo yo, depende mucho del carisma
de cada capilla, cada comunidad, pero por lo general siempre es lo mismo. Es generar en
el adolescente preguntas, y cuestionarse que estoy haciendo, que hago, que estoy
haciendo con mi vida, que me está pasando, reconocerse, conocerse, aceptar o no la
realidad de lo que le va pasando a cada uno, para después poder poner en palabras aquello
que voy sintiendo, que en parte ayuda mucho a lo que es el crecimiento del adolescente
y que es propio de la espiritualidad ignaciana. La espiritualidad ignaciana viene de san
Ignacio de Loyola quien fue el que fundó la congregación, el cual escribió una serie de
ejercicios, un libro en donde deja formas de como rezar, deja escrito algunos “tips” de
como yo me puedo acercar a Dios, como puedo llevar mi relación con Dios en mi vida Oración
cotidiana. Creo que eso es lo que más llama la atención, no es simplemente el rezar y el
saber que esta Dios sino como lo puedo llevar a mi vida, y para mí ahí está la clave, como
herramienta para mi es fundamental. Todo esto se aplica al menos a este grupo, en donde
fui muchos años monitora y también, de alguna forma coordinadora del grupo al que Apostolado
pertenezco. Actualmente no estoy más, continúan otros monitores, pero digamos que a
partir de empezar a involucrarme con los jesuitas es cuando yo comienzo a tomar más
noción, más conciencia de mí, lo mismo que hacemos experimentar a los chicos pero Ejercicios espirituales
conmigo misma y luego, con el paso del tiempo con los ejercicios espirituales creo que
ahí también fue una clave importante; y por ultimo con mi comunidad de CVX Comunidad
(comunidad de vida cristiana), sobre todo con la formación que vamos teniendo en la
medida de lo posible que se va dando. Por ahí se me viene a la mente Santiago Suarez,
que es un jesuita que nos acompañó tres años en la CVX y es el que la fundó en mi
capilla. Fundó mi comunidad y una comunidad más y tuvo una mirada muy clara y un
plan bastante claro de cómo llevarnos o qué cosas darnos y que no para ir creciendo como
comunidad y sobre todo a nivel personal. Le dio, creo, muy bien a la tecla para poder
crecer y como tomar nosotros herramientas.
8) Ejercicios espirituales
Otra cosa que me ayudó mucho además de las charlas de formación fueron los ejercicios
espirituales en la vida corriente, creo que ahí di un salto enorme. Me parece que son clave Encuentro
porque es como poder encontrarlo a Jesús en lo diario, en el día a día y con un espacio
ya establecido, con oraciones ya pautadas pero lo que te lleva a rezar esa oración te marca
y te deja un crecimiento. Te deja estas herramientas de las que yo hablo y las que me
ayudan a mí hoy por hoy tomar y saber reconocer mi estado de consolación, de
desolación, cuáles son esas cosas que me hacen “pisar el palito”, diferentes cosas que
uno ya las va adquiriendo y para mí son esenciales, son una muy buena herramienta para Relación con Jesús
poder seguir creciendo e ir haciendo que la relación con Jesús no sea algo simplemente
llano.
9) Comunidad
A: Me compartís que estas en una comunidad, ¿Cuál es la importancia para vos siendo
joven, de decidir vivir tu fe en comunidad?
M: Bueno es muy amplia esta pregunta, pero lo primero que me resuena es porque en
comunidad y no sola. En la comunidad pude encontrar un lugar de contención, no solo
anímico, de saber que están, que puedo contar con ellos, porque en definitiva mucho no
los veo excepto cuando nos encontramos los sábados (risas), sino más bien de contención
espiritual que creo que también es fundamental para llevar una buena vida espiritual el
poder compartir lo que uno va sintiendo, va experimentando, estos momentos de caídas
que uno tiene a nivel espiritual creo que está muy bueno poder compartirlo. Porque
bueno, la comunidad tiene toda una mística, cuando uno cuenta lo que está pasando,
como está no solo a nivel anímico, social sino más a nivel espiritual uno empieza a
detectar ciertas cuestiones, y muchas veces detecta cuestiones de lo que te está pasando
y uno se va dando sus propias respuestas. El poder decir “esto que le está pasando al otro,
me está pasando a mí”, el sentirse contenido desde este lado. (Se queda pensante por un
momento) Siento muchas cosas más pero no se ponerlas en palabras, no solo esto. Creo Vocación
que la CVX también es una vocación. Y por eso no encuentro palabras, porque es algo
más fuerte. Tiene otro interés u otra finalidad, no el simple acompañamiento, porque el
acompañamiento obviamente se encuentra y también se puede encontrar en otros
espacios, pero uno conforma una comunidad de amigos en Jesús, sobre todo, de
acompañamiento, de estar con el otro en lo que necesite, pero también lo tomo como
“esto es lo que yo quiero para mi vida”. Quiero ser cevequiana y quiero ser todo esto que Apostolado
implica ser cevequiana, en realidad, el compromiso, el ser misión en la cotidianeidad,
que lo venía haciendo antes, pero con esto lo voy enmarcando. Esto que yo siento, que
puedo dar, que yo soy, lo puedo ofrecer también en mi comunidad, a la CVX. La CVX
es esto también y es lo más fuerte, es lo que nos empieza a atrapar. Me quedo porque la
CVX tiene algo más grande de fondo.
10)
A: ¿Sentis que este ser tuyo de “ser comunidad” lo podés llevar a la Iglesia en general?
¿Cómo sentís que Dios te está llamando desde este “ser comunidad” a trabajar para
esta iglesia?
M: Me lo pregunte muchas veces, y no me lo sé responder. Pero sé que lo que estoy
haciendo no es en vano, aporto desde mi lugar lo que puedo, lo que me sale hacer y creo
que quizás a la Iglesia ayudo y aporto, a la Iglesia que es cercana mía que es macro
porque puedo hablar de mi capilla, que los conozco a todos y se quiénes son y me
conocen y saben que puedo dar yo. Pero aquel que está en mi trabajo o aquel que es de Apostolado
otra comunidad o algún alumno, por ejemplo, considero que también son Iglesia y donde
estoy puedo aportar a esa iglesia, a la iglesia que no conozco y que es una iglesia más
grande, porque ellos pertenecen a esta Iglesia. Lo veo desde lo cotidiano, esto de que yo
sea cevequiana lo hago, doy lo que puedo a la Iglesia de esta forma. Lo pienso así porque Espiritualidad
de otra forma no se me ocurre… hacer grandes obras. ¡Ojalá! Pero no estaría a mi alcance ignaciana
esa magnitud de obra sino desde lo chiquito, desde lo cotidiano.
11)
A: Si tendrías que definir con una palabra este sentimiento de decir “Yo, desde lo
chiquito, puedo hacer esto” ¿Qué sentís?
M: A mí me da mucha gratitud poder sentir que algo puedo hacer o que puedo ofrecer
algo de mi ante esta iglesia, ante los demás en lo cotidiano, siento que hago algo muy
bueno cada vez que tengo que ofrecer mi trabajo, porque no me ofrezco yo sola, como
que involucro a todos. Digo “yo no sé si el otro cree o no cree, pero lo ofrezco igual”. Oración
Quiero rezar por el otro, quiero que al otro le vaya bien, que el otro pueda crecer. Y desde
la oración puedo hacer esto.
12)
A: ¿Y tu vida sacramental, tiene alguna relación con todo esto? ¿Cómo la vivís?
M: Hoy por hoy, estoy yendo con mayor frecuencia a Misa que por ahí en otros Eucaristía
momentos no lo lograba porque tenía muchas actividades el día anterior y ya el domingo
lo tomaba como día de descanso. Pero ahora, al no tener tantas actividades me estoy
dedicando más al coro de la capilla, yo toco la guitarra y me gusta cantar entonces como Apostolado
tengo este espacio y este tiempo lo estoy ofreciendo de esta forma y por ende estoy yendo
a Misa más seguido y comulgando todos los domingos, este es mi acercamiento. Y quizás
todo aquello que no logro hacer en la semana, de sentarme para rezar, de poder estar a Oración
solas con Jesús o dedicar un espacio a mi espiritualidad lo puedo hacer en este espacio Encuentro
tan fuerte que es la Misa a nivel espiritual. Pero también a veces lo veo contraproducente
porque es querer resolver todo en una hora y no, no puedo, ya sé que no lo puedo hacer,
no tengo que ponerme esos objetivos porque no lo voy a lograr claramente pero sí creo
que si no tuviese la Misa hoy por hoy tendría que buscar algún recurso porque por sí sola
no me puedo valer, por la oración por sí sola, creo que tiene mucho poder pero es
inevitable no comulgar y poder estar más cerquita de Jesús.
13)
A: ¿Sentis que la Eucaristía te lleva hacia los hermanos, podes unir estas dos cosas? Eucaristía
M: A mí me pasa algo en la Misa, que cuando comulgo, obviamente es el momento más
esperado, pero me acerca a lo que estoy sentido, lo que estoy viviendo en ese día, en ese
tiempo. Pero a mí la Misa me trae la imagen de comunidad, entonces no puedo pensar la Comunidad
Misa como Jesús y yo, nada más. No puedo rezarla así, me pasa últimamente, que
seguramente siempre me pasó, pero no me di cuenta antes y es que cada vez que rezo la
Misa, rezo por mucha gente; por todo lo que está pasando, por lo que me está pasando a Oración
mí y por lo que le está pasando al otro. Y sobre todo cuando llega el momento del Padre
nuestro, me es inevitable no pedir por todos los que se me cruzan por el corazón en ese
momento, pedir por mi comunidad, por aquellas personas que participan, por sus
familias, y así como una eterna lista, por todos, por los más pobres, por los que lo Comunidad
necesitan más espiritualmente que a nivel económico, por los difuntos y así un montón
más. Y a mí me resulta la Misa, y obviamente la Eucaristía, como un espacio para rezar
por el otro, lo siento muy fuerte y me emociono mucho cuando tengo que rezar el Padre
nuestro porque ahí es donde yo siento esa conexión y ese pedido es más fervoroso y me
gusta mucho eso. El concepto de comunidad lo amplio a nivel mundial, por el Papa, por
los países en guerra; por lo general no suelo rezar así, pero en la Misa me traspasa, Jesús
en todos lados, Dios en todos lados. No lo puedo ver solo Dios conmigo en ese momento,
sino Dios en todo el mundo, en los que lo aceptan, en los que no, en todos. Me pasa esto
y me gusta poder vivirlo así.
14)
A: Para ir finalizando, vos marcaste la presencia de Dios en todos los ámbitos de tu
vida. Si pudieras definir como es tu vida con Dios o si alguna vez te pusiste a pensar que
hubiera sido si no lo conocías, porque realmente demostras que es una relación cercana.
¿Alguna vez lo pensaste a esto?
M: Lo pensé y creo que hubiese caído en otras creencias (risas) porque sé que por sí sola
no me puedo sostener, entonces si no hubiese conocido a Dios no sé quién me rodearía, Relación
no sé, dependería mucho de mi crecimiento, de mi educación y quizás caería en otras
creencias como el universo o cosas así (risas), porque sé que por mí misma no me podría
valer en algún punto. Pero no lo podría considerar tampoco ahora, si lo pienso hoy digo
no. No puedo entender a la gente que cree en el universo, no entra en mis formas de ver
la vida poder llegar a pensar que mi vida depende de un astro o algo así. No lo puedo
entender. Respeto totalmente a quienes lo creen y a quienes lo consideran como
importante para poder vivir como yo lo hago con Dios, pero en mi caso no lo podría
hacer, no lo puedo imaginar así. Hoy mi vida es completa con Él, sin Él me siento vacía Fe
o todo se hace más difícil, todas las tareas son más complicadas, todo sería una rutina y
creo que es Él el que le da la fuerza, el sentido para que todo marche bien o no, pero si
las cosas no se dan como uno quiere que sea, de todas formas, esta Dios en mi vida. Si
bien yo me planteé esta pregunta y se cuál es la respuesta hay algo que me deja pensando,
un tema que me vengo planteando y que es sobre las imágenes de Dios, que es algo Imágenes de Dios
bastante común que pasa pero que me gustaría poder trabajarlas más, cuál es la imagen
de Dios en mi vida. No lo considero como un Dios severo o de bolsillo, porque nunca lo
viví de esa forma, pero ¿Cómo Dios me mira? o ¿Cómo hoy estoy viviendo esto?
exactamente porque sé que va evolucionando o va cambiando a medida que va pasando Renovación
el tiempo, pero me gustaría erradicar estas inquietudes que a veces tengo, de cómo estoy
rezando, como me estoy comunicando con Él, de qué forma. Quizás me gustaría
planteármelo de nuevo y discernirlo un poco más, pero para crecer, no lo veo como nada
malo. Pero si se me planteo esta duda hace un tiempito y creo que viene de la mano de
esto: ¿Si Dios está en mi vida sería lo mismo si no estuviese?, obviamente que no, pero Relación con Jesús
me gustaría rezarlo aún más.
Decodificación sintética:

Código Ubicación de repeticiones Cantidad


Oración 1; 2; 4; 6; 7; 8; 11; 12; 13 7 menciones
Apostolado 1; 7; 9; 10; 12 5 menciones
Encuentro 4; 5; 6; 7; 9; 12 5 menciones
Comunidad 6; 7; 9; 10; 13 5 menciones
Fe 1; 2; 3; 9; 14 4 menciones
Relación con Jesús 1; 2; 3; 7; 8; 14 3 menciones
Renovación 1; 2; 14 3 menciones
Gratitud 4; 5; 11 2 menciones
Imagen de Dios 5; 6; 14 2 menciones
Espiritualidad 7; 10; 12 2 menciones
Ignaciana
Ejercicios espirituales 6; 7; 8 2 menciones
Eucaristía 12; 13 2 menciones

Lectura interpretativa acerca de la espiritualidad y las prácticas presentes en el


relato de vida:
La fuente para realizar hoy una lectura interpretativa se basa en una fuente viva, que me
interpela, me enseña y plantea interrogantes.

Es notorio que el hilo conductor está concentrado en la “oración”. Y ella se presenta de


diversas maneras a lo largo de la vida espiritual de M, que expresa como: momentos de
adoración, el rezar la Misa, la oración en comunidad y la contemplación.
Sobre este último punto es en donde deseo pararme para analizar desde diferentes ópticas
cómo la contemplación se convirtió en la práctica fundamental en este relato de vida.

La contemplación es el experimentar la presencia viva de la Trinidad en nuestras vidas,


pero para lograr esto es necesario ser conscientes de que es posible tener un encuentro
vivo con Dios, que su presencia invada toda nuestra vida y que Él, si le damos el espacio,
puede entrar en todos nuestros ambientes; como tan bien lo compartía M durante la
entrevista. La conciencia de una relación profunda con Dios es consecuencia del
encuentro diario con Dios y los hermanos.
La oración en medio de las rutinas de trabajo, de amistad, de las relaciones familiares y
los altibajos de la vida del día a día son la manera en que nos es posible ser contemplativos
en la acción, es el estar atentos a la necesidad de Dios que el mundo necesita y desde
donde estamos poder hacer presente su Reino.

“Ignacio es un convencido de que Dios no está ausente de este mundo y que su presencia activa
trabaja siempre y llena todo el universo. Sólo es preciso saber descubrirla mediante una visión
de fe y una mirada de amor a cada cosa. En todo Dios hace signos, pero es necesario tener
sensibilidad… Se refiere a un Dios que está trabajando en todo… Buscar el rostro de Dios en el
corazón de las masas es descubrir en nuestra vida y en nuestro mundo la respuesta a nuestra
oración: Señor, ¿Qué quieres que haga? No en el coro y la liturgia de las horas, sino en la acción
con Dios en el mundo consiste la oración ignaciana” (P. Kolvenbach a Asamblea Mundial de
CVX en Guadalajara, 1990)
Junto con la práctica de la contemplación nos encontramos con la fe compartida en la
comunidad; en este caso especial, la CVX que es el camino especifico para vivir la
espiritualidad ignaciana desde un punto de vista laical. Este modo de vivir la fe interpela
hasta lo más profundo de nuestro ser, nos lleva allí en donde estamos invitados a descubrir
nuestros deseos más profundos y en donde podemos reconocer que estos se unen con el
deseo de Dios para nuestra vida, sin ninguna contraposición. Sin embargo, no hablo de
un movimiento únicamente introspectivo de vivir la espiritualidad ya que el conocerme,
me invita continuamente a abrirme a los demás, a una renovación constante de aquello
que creo, a donde estoy llamada a servir y como me tengo que relacionar con mi prójimo.
Nos encontramos frente a una “práctica espiritual saludable” si me abre hacía el otro y el
Otro, alcanzando una manera original de contemplar al mundo y al hombre; que es posible
de conseguir gracias a los Ejercicios Espirituales y a la participación activa de los
sacramentos.
“La experiencia de Dios debe generar el dinamismo apostólico para cambiar el mundo,
siguiendo al Dios trascendente y encarnado: meditación del rey temporal y Eterno (EE 91-100),
del Nacimiento (EE 110- 17) y de las dos banderas (EE 136- 48). El amor a Dios y el amor al
prójimo convergen y llevan a sintetizar mística y ascética, al servicio de lo apostólico”. (Juan A.
Estrada, Aportación ignaciana a una espiritualidad del mundo, capitulo 5 “La espiritualidad
ignaciana ante el siglo XXI”)

Finalmente, el vivir la fe dentro de una comunidad de vida laical nos interroga


constantemente, siempre nos ilumina para que nuestra fe no quede estanca, sino que por
medio de las dudas y cuestionamientos de los diferentes miembros nos lleva a ir creciendo
en aquello que creemos, reconociendo que la fe es un camino de aprendizaje y crecimiento
que debe realizarse dentro del cuerpo de Cristo que es la Iglesia (Col 1, 24).
El Concilio Vaticano II en Ad Gentes, 21 me invita a reflexionar en los aires nuevos que
cada miembro de la CVX y como este, tantos otros grupos o movimientos laicos, estamos
llamados a regalar a la Iglesia y al mundo de hoy:
“La Iglesia no está verdaderamente fundada, ni vive plenamente, ni es signo perfecto de Cristo
entre las gentes, mientras no exista y trabaje con la jerarquía un laicado propiamente dicho.
Porque el Evangelio no puede penetrar profundamente en la mentalidad, en la vida y en el trabajo
de un pueblo sin la presencia activa de los laicos. Por tanto, desde la fundación de la Iglesia hay
que atender, sobre todo, a la constitución de un laicado cristiano maduro.”
Bibliografía:
 José Luis Caravias sj, “Capítulo IV: Encontrar a Dios en la vida”, en: Laicos en
búsqueda por los caminos de Ignacio, Asunción, 2018, 25-30.
 “Decreto Ad Gentes sobre la actividad misionera de la Iglesia” en: Concilio
Vaticano II, 50 años, Ciudad de Buenos Aires, Ágape Libros, 2013, 302.

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