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Son
leyendas urbanas que tuvieron bastante éxito y que en cierta manera
forjaron el camino actual de la cultura del creepypasta, para las personas
que acostumbren a leerlos quizá no presenten ninguna novedad, pero vale
la pena recordar cómo comenzó todo.
1. La estatua.
Hace algunos años, un matrimonio del Estado de Oklahoma, EE.UU.,
decidió tomarse una noche para matar la rutina. Resolvieron salir a cenar a
la ciudad. Al ser padres de dos hijos y ante las estrictas leyes
estadounidenses con respecto al abandono de menores, ellos llamaron a su
niñera de confianza.
Luego de cinco minutos de ser avisados, la policía encontró los tres cuerpos
de los ocupantes de aquella casa muertos. Nunca se encontró una estatua.
No había rastros de invasión. Ninguna evidencia, salvo las víctimas que
murieron por golpes con un objeto cortante. El caso nunca fue resuelto y se
convirtió en una leyenda urbana.
2. Al borde de la supervivencia.
En Berlín, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el dinero escaseaba, los
suministros se agotaban, y parecía que todo el mundo moría de hambre.
Durante este período, las personas contaron la historia de una joven que
decidió ayudar a un hombre que caminaba a ciegas entre una multitud.
¿Sabes lo que había en la carta que el hombre le dio a la joven? Una nota,
apenas se limitaba a decir: «Esta es la última que mando para ustedes
hoy.»
3. No solo los perros lamen.
Al llegar la noche, cerró todas las puertas y trató de cerrar las ventanas,
pero una se negó a cerrarse. Después de mucha insistencia, la chica se
rindió y dejó la ventana abierta. Se dio un baño y se fue a dormir. Su perro
tomó su sitio de costumbre bajo la cama.
Cuenta la leyenda que se podía ver a un anciano muy triste vagando por las
calles de una pequeña ciudad en el norte de los Estados Unidos. Hacía
mucho que el anciano andaba sin un rumbo, siempre con esa incertidumbre
que por momentos tenemos, de no saber lo que vamos a hacer.
Cierta noche, el anciano caminaba por una calle oscura que finalizaba en
una encrucijada. Sin rumbo, perdido en el medio de la negrura de la noche
que lo rodeaba, comenzó a escuchar una voz, al inició distante e
indistinguible, pero que pronto aumentó y daba la impresión de que se
estaba acercando. En la penumbra, el anciano logró ver la forma de una
mujer, que cantaba sus palabras, y asustadiza se aproximaba en dirección
al anciano diciendo, “¿Cuál es tu tercer deseo?»
– “Ya has tenido tus dos deseos” – tarareo la mujer- “pero tu segundo deseo
fue que yo volviera todo a como era antes de que pidieras tu primer deseo.
Es por eso que no recuerdas nada; porque todo es como era antes de
cualquier deseo.”
– “Está bien” – exclamó el anciano – “Yo no creo en esto, pero no hay nada
de malo en desear. Yo deseo saber quién soy.”
Hoy en día se sabe que aquel anciano cambiaría todo lo que tiene por no
saberlo.
5. Existencia.
En los albores de los años 90, ella se descubrió embarazada, hecho que
confirmó con un análisis sanguíneo luego de las 8 primeras semanas
gestacionales… El embarazo le trajo mucha alegría a ella y a su marido,
pero trajo consigo un temor, un temor de perder ese tesoro que esperaba
debido a las complicaciones naturales de los embarazos de alto riesgo.
Y la pequeña respondió: