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Un equipo de expertos del laboratorio Ysonut ha presentado una serie de recomendaciones que

pueden ayudar de forma natural a prevenir las enfermedades típicas de estas fechas y a
preparar a nuestro cuerpo ante la llegada del invierno.
El doctor Carlos Jarne, postgrado en Micronutrición (Universidad de Borgoña) y en Medicina
Antienvejecimiento (Universidad de Barcelona) y del laboratorio Ysonut refiere que "gracias al
sistema inmunitario, el organismo posee un escudo de defensas naturales para luchar contra los
numerosos ataques bacterianos y virales, pero no siempre se encuentra en plenas facultades, ya
sea por cansancio, estrés, carencias alimentarias o deporte intensivo, entre otros
factores". Cuando comienza la temporada de frío la recurrencia de estados gripales e
inflamaciones de las vías respiratorias es el resultado de un sistema inmunitario
deficiente.

De manera natural hay hábitos de reforzar nuestra propia inmunidad como mantener una
alimentación equilibrada, no fumar, protegerse de la contaminación ambiental, combatir el estrés,
dormir lo suficiente y evitar el sedentarismo, pero sin realizar un exceso de ejercicio físico.
"Caminar seguido durante 45 minutos o una hora cada día es una excelente práctica",
afirma el doctor Jarne.
Lea también: Diez alimentos para prevenir el cáncer.

A continuación, el sitio abc.es propone los siguientes alimentos que ayudarán a enfrentar mejor
la molesta gripe:

1. Consumir alimentos ricos en zinc, hierro y vitaminas C y D, ya que contribuyen al


normal funcionamiento del sistema inmunitario.El zinc se encuentra en cereales integrales,
lecitina de soja, soja, levadura de cerveza, algas, legumbres, setas, nueces de pecán, pescado,
yema de huevo, carne de cordero, hígado, ostras, aves, sardinas o mariscos. Alimentos ricos en
hierro son granos enteros, legumbres secas, hígado, carnes, salmón, atún, ostras y la yema de
huevo, entre otros.

Fuentes alimentarias de vitamina C son el pimiento rojo y verde, tomate, espinacas, coles
de Bruselas, zumos hechos de naranja y limón, kiwi, fresas o melón.
La vitamina D, aunque se encuentra en algunos alimentos (aceites de hígado de pescado como
bacalao, rodaballo, salmón, sardinas, pez gato u otros; leche, huevos...), su principal fuente es
el sol. En función del tipo de piel y sin protección solar, es recomendable tomar el sol entre 10 y
12 minutos al día, suficiente para fabricar la vitamina D que necesitamos, aunque en otoño e
invierno es difícil cumplir con este propósito.

2. En la naturaleza también encontramos principios activos que aumentan la resistencia


frente a estas agresiones. La micronutrición consiste en aportar aquellos nutrientes que puede
ayudarnos a reforzar el sistema inmunitario y hacer frente a la llegada del frío en plena forma.

Por ejemplo, los probióticos son esenciales para una modulación inmunitaria adecuada. "La flora
microbiana de nuestro intestino es esencial para que generemos una inmunidad adecuada, ya
que el intestino contiene el 70 por ciento del conjunto de las células inmunitarias de
nuestro organismo", explica el doctor Carlos Jarne.
3. También hay plantas como la equinácea, el tomillo o el saúco que refuerzan y estimulan
el sistema inmunitario. La equinácea previene infecciones de las vías respiratorias superiores
(nariz, garganta y laringe) y ayuda a reducir la duración y la gravedad de los síntomas de la rinitis
(secreciones nasales, garganta irritada, congestión, dolor de cabeza, escalofríos, entre otros).
El tomillo, por su contenido en antioxidantes, tiene efectos antimicrobianos y
desinfectantes, y es recomendable en caso de tos, bronquitis o dolores de garganta.
El saúco, reconocido por la Organización Mundial de la Salud para el tratamiento de resfriados,
está indicado en el inicio del proceso para combatir la tos y luchar contra la fiebre, gracias a sus
micronutrientes antioxidantes. El própolis, utilizado tradicionalmente en herboristería, es
conocido también como antibiótico natural por sus propiedades antibacterianas,
antivirales y antifúngicas.

Cinco alimentos para fortalecer el


sistema inmunitario
Si la persona sufre de resfriados y gripes con más frecuencia que la normal y quiere
evitar los suplementos vitamínicos, puede consumir ciertos alimentos que fortalecen el
sistema inmunitario para combatir las enfermedades de mejor manera.
"Una dieta balanceada que incluya vegetales, frutas y otros productos naturales es la mejor
manera de proveer al sistema inmunitario con las vitaminas y minerales que lo fortalecen",
dice Emma Williams, de la Fundación Británica de Nutrición.

Moluscos

Estos animales marinos, que pueden estar desnudos o cubiertos por una concha, contienen
zinc, un elemento esencial para las células del sistema inmunitario, según el sitio BBC
Mundo.
Los camarones tienen zinc, elemento esencial para células que responden a las enfermedades.
Según un artículo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos,
cuando en el cuerpo humano existe una deficiencia de este químico, las células T (o linfocitos),
que coordinan la respuesta inmune celular, dejan de funcionar como es debido.

Sin embargo, es importante tener que en cuenta que el exceso de esta sustancia puede
inhibir el mecanismo que defiende al organismo de las enfermedades.

Según el Servicio de Salud Nacional de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), la cantidad
de zinc recomendada diariamente para las mujeres se encuentra entre 4 y 7 miligramos y para
los hombres entre 5 y 9 miligramos.

Yogur

Al igual que otros productos lácteos fermentados, este alimento tiene probióticos, también
conocidos como "bacterias buenas". Los productos lácteos fermentados tienen "bacterias
buenas". Se definen como microorganismos vivos que, cuando se administran en la cantidad
adecuada, son capaces de regular la respuesta inmune, según laOrganización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés).

Los probióticos tienen varios beneficios para los seres humanos, entre ellos la prevención de
resfriados y gripes, o la disminución de la severidad de los síntomas si la enfermedad no
se puede evitar, de acuerdo a un artículo de la Clínica Mayo, en Estados Unidos.
Lea también: Saber elegir los alimentos de la dieta es fundamental para la salud

Según el mismo documento, las "bacterias buenas" también ayudan a prevenir


infecciones vaginales, del tracto urinario y aceleran la recuperación de ciertas infecciones
intestinales, como el síndrome del intestino irritable.
Ajo

En pruebas realizadas en laboratorios, investigadores han comprobado que el ajo tiene


propiedades que permiten combatir las infecciones, las bacterias, los virus y los hongos.
El ajo tiene propiedades que permiten combatir infecciones y virus. Aunque se necesitan
más estudios para determinar los beneficios específicos de esta planta en los seres humanos,
una investigación realizada en países del sur de Europa encontró un vínculo entre la frecuencia
en el consumo de ajo y cebolla y un riesgo menor en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.

Según WebMD, un sitio web estadounidense con información acerca de aspectos relacionados
con la salud, el ajo tiene una variedad de antioxidantes que ataca a los "invasores" del
sistema inmunitario.Uno de sus blancos es el Helicobacter Pylori, asociada con algunas
úlceras y con el cáncer de estómago.
Lea también: Por qué es bueno comer ajo

Cereales

Varios estudios científicos sugieren que la deficiencia de vitamina B6, que se encuentra en la
avena, el germen de trigo y el arroz, disminuye la respuesta del sistema inmunitario.
La vitamina B6 se encuentra en cereales como el trigo y la avena. Un ejemplo de esta situación,
según un artículo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en EE.UU., es la
capacidad que tienen los linfocitos de madurar y transformarse en varios tipos de células
T y B.
Lea también: Dieta busca aprovechar los nutrientes en su estado natural
El suplemento moderado de cantidades que permitan nivelar la deficiencia de vitamina
B6, restaura el funcionamiento del sistema inmunitario.

"Los cereales (la carne, el pescado, las castañas, el queso y el huevo) también tienen selenio,
que además de beneficiar al sistema inmunitario,disminuye enfermedades infecciosas en
ancianos y ayuda a la recuperación de los niños con infecciones en el tracto respiratorio",
explica Williams.
Frutas cítricas

Según un artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., los resfriados de la gente


que consume vitamina C regularmente pueden durar menos tiempo y, además, sus síntomas
suelen ser menos severos.
"En los adultos, la duración se reduce en 8 por ciento y en los niños en 13.6 por ciento.
Diferentes estudios han demostrado que si en los meses de invierno se van a realizar
actividades físicas exigentes o se va a estar expuesto a frío intenso, el consumo de vitamina C
disminuye a la mitad la posibilidad de contraer un resfriado", complementa Williams.
La vitamina C puede ayudar a que la gripe dure menos. Se debe considerar, sin embargo,
que una vez que se tiene la enfermedad, no tiene efectos terapéuticos.

Adicionalmente, la vitamina C es importante para la formación de proteínas que se usan en


la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. También ayuda a la
cicatrización de heridas y a la reparación de cartílagos, huesos y dientes.

Aceite de oliva
Posee importantes efectos antioxidantes que evitan el daño causado por los radicales libres que
pueden dañar el tejido sano, así como disminuir la capacidad de la memoria. Consumir aceite de
oliva, gracias a sus grasas saludables, lleva a que la circulación sanguínea sea correcta y
que todas las células de el organismo funcionen de manera idónea, incluido el cerebro,
según el sitio muyinteresante.es

Agua
Es la responsable de más del 85 por ciento del peso del cerebro, por lo que no se puede
obviar su importancia. Hidratarse de manera adecuada ayuda al crecimiento del volumen
cerebral. Tiene un papel crucial en la salud cerebral.
Aguacate
El aguacate destaca por su alto contenido en vitamina E, pero son muchos los beneficios que
esta fruta ofrece al organismo, concretamente para el cerebro. Posee propiedades antioxidantes
que ayudan a prevenir el envejecimiento y el deterioro precoz de la salud cerebral. Por si esto
fuera poco, también contienen omega 3, esencial para proteger al cerebro del desgaste
prematuro.
Lea también: Regale al cuerpo mucha vitalidad
Tomate
Comer tomates reduce el riesgo de derrame cerebral. El licopeno que contiene ha
demostrado ser un aliado estupendo para la prevención de muchas enfermedades como el
accidente cerebrovascular o ictus. Todo ello gracias a las propiedades antioxidantes del
tomate. El licopeno, está presente tanto en tomate crudo como cocinado, por lo que no
hay ningún inconveniente en introducirlo como más nos guste en la dieta.

Cacao
Consumido con moderación puede aportar un peso positivo a la salud del cerebro, ya que sus
antioxidantes evitan el envejecimiento prematuro del organismo, y permite mejorar el flujo
sanguíneo que llega al cerebro, lo que también favorece el mantenimiento de las habilidades
cognitivas.
Chan
Favorece el funcionamiento de las neuronas y mejora la actividad cerebral. Se trata
además de la mayor fuente de omega 3 que se puede obtener de la naturaleza. Sus propiedades
previenen el envejecimiento de los tejidos, por lo que mantiene intactas las funciones por más
tiempo.
Arándanos
Los arándanos conforman un potente antioxidante. Consumirlos puede mejorar la memoria,
aprendizaje y las funciones cognitivas en general, gracias a un compuesto que contienen
llamado flavonoides, que protegen de los radicales libres. Los arándanos, por tanto, ayudan a
evitar o retrasar enfermedades degenerativas del cerebro, como el alzhéimer.
Pescado
Es una fuente rica en fósforo que ayuda a fortalecer el cerebro, al darle un impulso a la memoria.
Gracias a los ácidos grasos omega 3 que nuestro organismo es incapaz de producir, este
superalimento ayuda a proteger nuestra salud cerebral tanto a la capacidad cognitiva
como la memoria, por lo que se recomienda su consumo periódico, sobre todo, de los pescados
azules (sardinas, salmón, atún, trucha, entre otros).
Frutos secos
Los frutos secos nos aportan muchos minerales y vitaminas, entre ellos, fósforo, magnesio,
potasio, vitaminas del complejo B y vitamina E, todos ellos se convierten en excelentes
herramientas para mantener una buena salud cardiovascular lo que también redunda en nuestra
salud cerebral, ya que si todos los órganos obtienen un correcto aporte tanto de sangre como de
oxígeno, el cerebro también funcionará mucho mejor. Las nueces, por ejemplo, consumidas
de forma habitual, mejoran la memoria de trabajo, es decir, la que permite el
almacenamiento a corto plazo de la información.

Espinacas
Las espinacas, gracias la presencia de minerales, vitaminas, pigmentos y fitonutrientes,
incluyendo potasio, manganeso, zinc, magnesio, hierro y calcio que esta contiene que contienen,
ayudan (sobre todo el potasio) a mantener la conductividad eléctrica del cerebro, así las señales
entre las neuronas se producen de forma más rápida y por tanto, nos hacen pensar de forma
más clara y responder así más velozmente.
Güicoy
Es el alimento antioxidante por excelencia. Su contenido en ácido fólico puede ayudar a
mantener la mente despierta y ágil, mejorar la memoria y también la velocidad a la que el
cerebro procesa la información. De hecho, múltiples estudios han sugerido que una falta de
ácido fólico puede generar trastornos mentales como la depresión.
Brócoli
Un estudio con ratones de laboratorio y publicado en la revista Neuroscience Letters reveló que
estas mejoraron su desempeño cognitivo después de administrarles un compuesto con brocoli,
que puede proteger el cerebro tras una lesión. Sus nutrientes tienen la capacidad de
potenciar la memoria además de preservar la buena salud de nuestro órgano pensante.

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