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MARCO TEORICO

I.- ASPECTOS FILOSOFICOS DE LA PSICOTERAPIA GESTALT

En este apartado hablare de la psicoterapia Gestalt, en términos teóricos inicia en


el año 1955 en Nueva York (Estados Unidos) por el grupo de los 7, liderado por
Frederick S. Perls, recordando que la psicología Gestalt se consolida alrededor del
año 1912 en Alemania, mientras que se encuentra una publicación en la ciudad de
Nueva York 1951 de la psicoterapia Gestalt (Fernàndez, 2016).

La terapia Gestalt consiste en atender a otro ser humano en tal forma que le permita
ser lo que realmente es, “con fundamento en el poder que lo constituye”, según la
frase de Kierkegaard. La terapia Gestalt es una terapia existencialista, que se ocupa
de los problemas provocados por nuestra aversión a aceptar la responsabilidad de
lo que somos y de lo que hacemos. (Baumgardner, 1989). Fritz Perls introduce como
la base de sus propias teorías la idea de “Gestalt”, que sugiere dos cosas
específicas: completo o íntegro, y formación. Se refiere Gestalt como “la unidad
definitiva de experiencias”. La “experiencia” de nosotros mismos es en gran parte
física y, en consecuencia, depende de la percepción de nuestro cuerpo. El propósito
de la psicoterapia es restaurar las partes perdidas de la personalidad y por medio
de ella pueden recuperarse nuestra experiencia y nuestro funcionamiento
rechazados. La terapia Gestalt se ocupa de lo que ocurre entre el organismo y el
medio ambiente, en los niveles biológico y social.

La palabra Gestalt es de origen alemán y fue introducida por primera vez por
Chistian Von Ehrenfels, y se refiere a una entidad especifica o concreta, existente y
organizada, cuyo significado es figura y totalidad, lo que quiere decir que ningún
fenómeno o situación puede ser analizado si no es tomado en cuenta desde su
totalidad que posee un modelo o forma definida. Gestalt como terapia se centra en
el presente del individuo (momento existencial que vive la persona) “el aquí y el
ahora” ya que su requisito principal es que está pasando con el mismo y a su
alrededor. (CCC Grisel, s.f.)

La terapia Gestáltica es una de las fuerzas rebeldes, humanistas y existenciales de


la psicología que buscan detener la avalancha de fuerzas autoderrotantes y
autodestructivas presentes en algunos miembros de nuestra sociedad. Es
“existencial” en un sentido más amplio; todas las escuelas existenciales enfatizan la
experiencia directa, pero la mayoría de ellas tienen algún marco conceptual:
Kierkegaard tenía su teología protestante; Buber su judaísmo; Sastre su comunismo
y Binswanger su psicoanálisis. La terapia Gestalt es completamente ontológica en
el sentido que reconoce tanto la actividad conceptual como la formación biológica
de Gestalten. (Stevens, 1993)

Para Fritz Perls la terapia Gestalt es un principio existencial: ello significa que
nosotros no sólo nos ocupamos de tratar síntomas y estructuras del carácter, sino
que nos ocupamos de toda la existencia del ser humano. La terapia Gestalt y en
general las teorías que se enmarcan dentro de la psicología humanista, ponen de
manifiesto el carácter único y totalizador del ser humano. Esa visión holística del
hombre que Martínez resalta al afirmar que “El ser humano es un sistema de unidad
configurada”, tiene su fundamento más profundo en la filosofía existencialista.
(Velásquez, 2001)

Uno de los filósofos de esta corriente que más relación con Perls y la terapia Gestalt
es Martín Buber; la filosofía dialógica de Buber resalta el carácter único de la
existencia del hombre, pero también llama significativamente la atención sobre la
condición dialógica presente e inherente al ser humano cuando expresa: “Aquel que
experimenta auténticamente la unidad, la experimenta como dualidad”

Esta dualidad o polaridad se manifiesta en la persona a través de dos “tendencias”


que coexisten en todo individuo. Buber les llamó “tendencia orientadora” y
“tendencia realizadora”. La primera hace referencia a la clasificación de las
experiencias en el marco del orden presente y apunta más a la seguridad de lo
establecido, hacia un comportamiento útil y pragmático; la segunda, por su parte,
engendra realidad, lo percibido y lo perceptible están incluidos en ésta; crea la forma
esencial de la existencia. Ambas tendencias son de gran importancia para la vida
del ser humano. En Perls, esta doble tendencia se relaciona no sólo con la
concepción que tiene del hombre como Gestalt, como totalidad construida por
polaridades complementarias, sino también con el proceso de autorregulación
orgásmica y el concepto de homeostasis. Este último no como algo estático sino
dinámico, un continuo fluir, un permanente abrir y cerrar, gestalten. Según él,
holismo y homeostasis son algo así como tendencias innatas del organismo, las
cuales tienen como finalidad posibilitar que éste “se realice a sí mismo tal como es”.
(Velásquez, 2001)

Para Buber, esa relación yo-tú, planteada en su obra “Ich und Du”, posee tres
características fundamentales: la reciprocidad de estar en relación, el estar en
relación como totalidad, como Gestalt, y la inmediatez y el presente de la relación
en el Aquí y el Ahora. Aspectos claramente presentes en los fundamentos de la
terapia Gestalt.

Yo hago lo mío y tú lo tuyo. No estoy en este mundo para llenar tus expectativas. Y
tú no estás en este mundo para llenar las mías. Tú eres tú y yo soy yo. Y si por
casualidad nos encontramos es hermoso. Si no, no puede remediarse. (Velásquez,
2001)

Surge la necesidad de hacer del humanismo una ideología que, sin alejarse de sus
fundamentos filosóficos, se preocupe y ocupe de los diferentes problemas y
fenómenos que las sociedades hoy en día reportan, los cuales se reflejan tanto en
las organizaciones, como en los individuos y en su proceso de humanización.
Ideología a la que debe dotarse de un discurso propio, acorde a la realidad actual,
que sea capaz de traspasar fronteras y generaciones, con el objeto de perpetuar a
la especie humana y resignificar los valores existentes, al tiempo que se rescaten
aquellos que son fundamentales para la humanidad. (www.figura-fondo.com)

Como decía Max Weber, cuando señalaba “lo posible no se alcanzaría una sí, en el
mundo, siempre y sin tregua, no se intentará de nuevo lo imposible”, es que entrego
las siguientes líneas a quienes se han dado a la tarea de ir 2en busca de un mundo
mejor”, como Karl Popper. El humanismo como corriente de pensamiento y
propuesta filosófica, se remonta varios siglos atrás, incluso antes de Cristo,
transitando por diferentes senderos y esgrimiendo siempre la reivindicación de los
seres humanos, al poner especial énfasis en la dignidad, la igualdad y el valor de la
persona, a manera de respuesta ante la opresión y la desigualdad que en cada
momento histórico se ha vivido. Como describe Jan-Paul Sartre, “El existencialismo
es un humanismo”. El hombre es ante todo un proyecto, que se vive subjetivamente,
nada hay en el cielo intangible, y el hombre será, ante todo lo que habrá proyectado
ser. No lo que querrá ser. Pues lo que entendemos ordinariamente por querer es
una decisión consciente; que para la mayoría de nosotros es posterior a lo que el
hombre ha hecho de sí mismo. Yo puedo querer adherirme a un partido, escribir un
libro, casarme; todo esto no es más que la manifestación de una elección más
original, más espontanea de lo que se llama voluntad. Peto si verdaderamente la
existencia precede a la esencia, el hombre es responsable de lo que es.

“El hombre es ante todo una posibilidad. Su posibilidad de ser. De nadie puede
decirse que es sino después de muerto. Mientras viva, un individuo es una
posibilidad en desarrollo, viva, cambie. Y esto se debe a que existir no es otra cosa
que ser un ser posible”.

El existencialismo surge como un movimiento filosófico de los siglos XIX y XX, en


los años posteriores a la segunda guerra mundial y rápidamente se difundió en los
Estados Unidos. Este movimiento nació de la resistencia francesa a la ocupación
nazi y sus principales exponentes fueron Jean Paul Sartre y Albert Camus, Sartre
brillante egresado de la Soborna, se convirtió en un distinguido filósofo, escritor y
periodista político. Camus de origen argentino se hizo famoso como novelista y
ensayista. Ambos fueron distinguidos con el premio nobel de literatura, aunque
Sartre no lo acepto. Al ser un movimiento popular tratado por una variedad de
artistas, escritores, intelectuales, sacerdotes, estudiantes universitarios, personas
de mundo, disidentes y rebeldes de distintas clases, se adoptó el existencialismo
para muchos y variados fines, el hecho de que no haya tenido una corta vida como
sucede con los movimientos de origen popular, sino fue realmente se propago como
una fuerza viable dentro del pensamiento moderno, incluyendo la psicología y la
psiquiatría, puede atribuirse al descubrimiento de que el existencialismo tuvo una
tradición poderosa con importantes antecesores y solidos proponentes
contemporáneos, además de Sartre, la figura a central más notable fue el danés
Soren Kierkegaard (1813-1855), cuyos libros hoy son sagrados para el
existencialismo, le sigue una lista de exponentes famosos que incluye a Nietzsche,
Dostoievsky y Bergson. Entre los autores modernos que se han identificado con el
existencialismo se señalan a Buber, Heidegger, Jaspers, Kafka, Marcel, Tilich, entre
otros.

Jean Paul Sartre (1905-1980), es el principal representante del llamado


existencialismo francés, en su formación y desarrollo Sartre ha contribuido por
medio de obras de carácter filosófico, ensayos y novelas, narraciones y obras
teatrales, algunos de sus puntos de partida se hallan en la fenomenología de
Husserl y otros en Heidegger, Sartre insistió en que el existencialismo es una forma
de humanismo y resalto a la libertad, la elección y la responsabilidad por sus
consecuencias. Sartre fue autor de otra de las obras claves en la historia del
existencialismo, “El ser y la nada” donde menciona que el hombre es lo que se hace
a sí mismo, por lo que ya lleva implícita la responsabilidad de sí mismo, “El ser y la
nada” (1943), nos dice que “Si Dios no existe, por lo menos hay un ser cuya
existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por
ningún concepto y este ser es el hombre, no hay naturaleza humana” por ello que
Fritz Perls anota que “La terapia Gestalt es un principio existencial, que ello significa
que no solo se ocupa de tratar síntomas y estructuras del carácter, sino que se
ocupa de toda la existencia del ser humano”

El existencialismo es un humanismo porque hace posible la vida humana, y porque


hace vivible la vida humana, sobre todo, si asumimos que esta va mucho más allá
de la vida biológica y que se encuentra aparejada a un conjunto de libertades
fundamentales que permiten la trascendencia del ser humano, mediante un proceso
complejo y reivindicador que permite a los hombres y a las mujeres ser ellos
mismos, y poder aspirar a la mejor calidad de vida en donde se da cause a su
integridad para ser cada día mejor.
En la psicoterapia Gestalt está inmersa las actividades del Budismo Zen su
fundador, el príncipe Siddhartha Gautama o Buddha, es decir “El iluminado” , el Zen
emergió desde distintas escuelas budistas y fue registrado en china en el siglo VII,
la palabra “Zen” que viene del sanscrito significa “Meditación” y es la pronunciación
en japonés de la palabra “Chan” que es una degeneración del sanscrito “dhyana-
termino general hindú, empleado para designar la practicas meditativas-, por lo tanto
la escuela zen es realmente la escuela Dhyana” El budismo tiene una larga historia,
ha florecido en oriente durante dos mil quinientos años y en el transcurso de este
periodo han surgido muchas vertientes y escuelas, como en la India, en Japón, en
el Tíbet y en otros lugares en todas ellas se aspira a alcanzar la Iluminación o estado
de Budeidad, del mismo modo todas las enseñanzas y métodos del Zen son sendos
indicadores de la experiencia de la Iluminación y en donde su parte humanista y
espiritual, trascienden al ser humano y que junto con las enseñanzas tibetanas del
“Maha Mudra” y del “Yoga Ati”, la cumbre de la espiritualidad budista, se logra la
grandeza espiritual. (Sangharakshita, 1996)

La aparición central del Zen nos enseña el descubrimiento empírico del núcleo
trascendente de nuestro ser; nos hace sentir el aroma del Ser Divino en nuestra
existencia intramundana. Nos lo enseña de manera analítica, o mediante procesos
deductivos, ni al modo de un sistema metafísico especulativo, sino como un camino
hacia vivencias que, básicamente, están dentro de las posibilidades del hombre
(Dürckheim, 1977).

A través del Zen venimos a sentir que nuestra existencia mundana, desgarrada
entre la vida y la muerte, y cuya forma de conciencia reside nuestra principal tarea
y nuestra gran oportunidad. El Zen nos lleva a la verdad de la vida; nos habla de
una experiencia, sabiduría y adiestramiento para la realidad misma. Habla de esa
tierra en el que deben ahondar todas las raíces de la vida y en el que todos deben
recuperar su autenticidad como seres humanos y recuperarlos del aspecto
mundano.

El Zen como respuesta existencial es un movimiento que nos viene de Oriente a


Occidente, en donde a equilibrar al ser humano con su parte espiritual y sabia, en
donde el fundo es la vida espiritual, iluminativa más profunda que tenemos todos
los seres humanos. Debemos acertar a despojar de su revestimiento oriental,
budista, zénico-oriental, lo auténticamente humano; esos revestimientos tras los
que, para nosotros occidentales, está latente la profunda verdad humana del Zen.
Aun así, solo llegaremos aceptar el mensaje del Zen, si nos esforzamos por
acogerlo no con interés puramente teórico, sino abordándolo con todas las ansias
de nuestra indigencia existencial (Dürckheim, 1977).

Dentro de la vivencia del Zen el ser humano experimenta una conciencia objetiva,
en donde se percibe la realidad como objeto y en todo su comportamiento, se
orienta exclusivamente a lo objetivo. Las exigencias vitales que tiene en cuanto
individuo, deben, en cuanto puramente subjetivas, ceder ante la realidad objetiva.
¿Cómo y donde el ser humano y su núcleo original, lograr y alcanzar la realidad si
no es en el ser humano mismo como sujeto personal? La sabiduría liberadora del
budismo y del Zen es consciente de centrar al ser humano como parte de su realidad
y llevarlo a vivir de forma espiritual. Puesto que la espiritualidad occidental, mucho
más que la oriental, está dominada por la conciencia objetiva y sus normas y
valores, costumbres y creencias.

El Zen ha ido expandiendo las fronteras y lo que se podía considerar como una
doctrina oriental se ha introducido ya en el occidente, ya que si el occidente ha
sentido la miseria que le ha reducido su mentalidad occidental y no ha podido
liberarse de ello con métodos occidentales que, precisamente la provocaron y ya no
se satisface con la fácil salida de la evasión de sí mismo mediante la resignación y
el letargo, deberá prestar atención a aquello que clama desde lo más profundo de
su ser, esto es precisamente lo que enseña el Zen, es decir, si el hombre se acerca
al Zen con una sin prejuicios, pronto experimentará que el Zen no es exclusivamente
oriental, pues experimentará la llamada y el toque interior de la trascendencia, este
el sentido de la práctica del Zen el despertar del hombre.

En la psicoterapia Gestalt la función del terapeuta no es curar o enseñar, sino más


bien, acompañar que la persona descubra por sí misma como se bloquea y
mostrarle el camino para salir de sus atolladeros, el Zen es una filosofía libre por
tanto las técnicas del Zen como las Gestálticas, no están para enseñar, están ahí
para evocar la comprensión del mundo y de uno mismo, la habilidad tanto del
terapeuta gestáltico como del maestro Zen es hacernos regresar a nuestra
experiencia de vivir, para así resolver nuestras dudas.

En la psicoterapia Gestalt se retoma la práctica de la técnica de la meditación


sentada (zazen), donde se permite que los pensamientos vengan y vayan, sin
detenerlos, sin prestar atención a lo que dicen, sino que toda la atención se centra
en la forma que respiramos, así se permanece en constante atención en el “Aquí y
ahora”. En un espacio sencillo, utilizando tapetes y cojines de diferentes tamaños.

El taoísmo nace en China y se basa en el Tao que es la esencia del “Todo”. Se


inicia con la presencia de Li Erh, conocido como Lao Tzu (el viejo filosofo) que vivió
aproximadamente hacía el año 600 a de C. Y más tarde Chuang Tzu desarrollo su
filosofía como una enseñanza metafísica rara y como una protesta ante la magia y
las supersticiones populares, de esta filosofía no se encuentran textos auténticos,
solo unos cuantos fragmentos, anteriores al Tao Te Ching de Lao Tzu y el libro de
Chuan Tzu y el taoísmo clásico tal como es conocido ahora, se basa en esos
escritos.

El Yin y El Yang como parte fundamental de las corrientes del Taoísmo es el logro
del equilibrio y la armonía entre el estas dos fuerzas o conocidos como los dos
grandes poderes, que cubren las capacidades que integran al ser humano,
entendiéndose de la siguiente manera: el Yin es lo físico, lo emocional, cerebral, la
inercia, lo cuadrado; y el Yang es la inteligencia, la energía, lo espiritual, el circulo
(Cooper, 1981).

El taoísmo tradicional o clásico puede ser la más intelectual de las religiones o


filosóficas, pero no hay en él nada unilateral: implica la totalidad del hombre, mental,
emocional y espiritualmente. Como religión, el taoísmo adopta un punto de vista
más cosmológico que teológico. El poder creativo se considera como algo que sale
de la naturaleza, y no como una fuerza exterior que está separada de la cosa que
crea.
Todo lo que está implicado en el concepto del Yin y el Yang viene a decir que es
inseparable, incapaz de mantenerse, salvo en las relaciones entre ellas. Son dos
aspectos del mismo poder, pero en una polaridad distinta de la dualidad absoluta.
Los opuestos tienen una necesidad vital entre sí, al igual que ningún ser humano
puede vivir plenamente sin relacionarse, e intentar hacerlo así significa estancarse
o bordear la enfermedad mental o espiritual. La universalidad de la experiencia de
la identidad personal une a toda la humanidad en un conocimiento del ser y expresa
la inclusión de todo en la vida, de modo que “cuando percibe la existencia
diversificada de los seres enraizados en lo Uno el Yin y el Yang; entonces alcanza
a Brahma” (Cooper, 1981)

El equilibrio y la armonía han de encontrarse primero en la unidad más pequeña, el


individuo; la armonía requiere que cada parte cumpla su función particular en
relación con la totalidad y que la totalidad se comprometa al bien de cada parte. La
armonía no es una respuesta emocional o placentera, aunque el equilibrio
emocional sería imposible sin ella, sino una necesidad universal y controlada por la
mente que es exacta en sus exigencias ante la sociedad.

El taoísmo y Gestalt tiene mucho en común, ambos apuntan al equilibrio de las


fuerzas entre la individuación, el punto cero o el centro, ambos reconocen que con
este centrarse hay una perspectiva mejorada y un darse cuenta aumentando,
ambos creen en el deseo del organismo como oposición a la inteligencia racional,
ambos creen en el estar “Aquí y ahora”.

La Gestalt ayuda al paciente a remover los bloqueos, Fritz Perls veía a la persona
madura como quién no necesita manipular a otros por apoyo, del mismo modo el
taoísta no necesita manipular a los demás, se mantiene independiente y solo.
Asimismo, en terapia Gestalt el darse cuenta es llevado a cabo, el paciente, pues
empezara completar el trabajo sin cerrar su Gestalt. Es decir, darse cuenta, después
acción posteriormente la restauración del equilibrio, igual que el taoísmo un gran
darse cuenta en Gestalt ayuda a la persona a ser centrada y creer en su armonía
con su medio ambiente. El terapeuta Gestalt lleva a cabo la no-acción del Tao, al
dejar que el paciente haga el trabajo, el observa y acompaña al paciente a darse
cuenta, el paciente actúa los diferentes aspectos de su conflicto a través de la
técnica de la “silla vacía”, ayudándose por sí mismo, este es el verdadero sentido
de la actividad taoísta de la no-acción.

El taoísmo y la Gestalt se dirigen a centrarse en lo individual y uniendo las fuerzas


para una armonía equilibrada, el taoísmo va más allá, ya que para los taoístas
“centrarse” y “darse cuenta”, son esenciales y más allá de esto, llega el estado
espiritual de iluminación, que es, la unión con todas las cosas en las cuales el
hombre fluye con el Tao.

El taoísmo es existencial y esencial, existencial: en el sentido de que la realidad solo


puede ser vivida, por lo que la terapia y la especulación ocupa un segundo lugar;
Esencial: en cuanto a que el Tao es la esencia misma a la que conducirá esta
existencia así, que la naturaleza existencial del taoísmo no debe confundirse con el
existencialismo abstracto moderno que se ocupa del pequeño ego, el ser. El
taoísmo se interesa por la naturaleza de las cosas tal como son, por lo supra natural,
el Ser y la experiencia vivida es el punto de partida, en la naturaleza todo es nuevo;
el pasado es tragado y olvidado; solo lo por venir es sagrado. La terapia Gestalt
toma como filosofía de base en su enfoque el momento presente del ser existencial,
esto es, el concepto de “Aquí y ahora”.

II.- FUNDAMENTOS CIENTIFICOS

La psicología de la Gestalt se sitúa en 1912, en Frankfurt, Alemania con Marx


Whertherimer y sus colaboradores Kolher y Kofka quienes desarrollan la teoría de
la Gestalt, la que define afirmando que “todo fenómeno natural debe ser
comprendido como una totalidad y no como la simple suma de sus partes, de tal
manera que el comportamiento de la totalidad no esté determinado por el de sus
elementos individuales, más el contrario los atributos de las partes componentes
quedan definidos por sus relaciones con el sistema como un todo dentro del cual
ellas funcionan, esta totalidad se estructura como una configuración o forma a la
que se le denomina Gestalt. La psicología de la Gestalt señala que en la naturaleza
existen un número finito y limitado de modos posibles de organización, sus formas
ordenadas e inteligibles, hacen que sea posible comprender sus dinamismos
internos.

Pues la psicología de la Gestalt surge en Alemania con las características de una


teoría revolucionaria pues representa una reacción contra el punto de vista
tradicional de la psicología antigua, esto lo saben muy bien tanto Marx Whertheimer
como sus discípulos, que al atacar la posición teórico-científica de explicación de
los fenómenos psicológicos en función de los elementos y sus combinaciones, van
contra los fundamentos de la ciencia que imperaba en ese momento.

Whertheimer ideo el fenómeno del movimiento aparente también llamado phi, que
consiste en que cuando dos estímulos se dan en rápida sucesión y a cierta distancia
entre sí, tienden a aparecer como un solo objeto visual en movimiento
desplazándose desde la región del primer estímulo hacia la del segundo. Este efecto
fundamenta la cinematografía. Así las cosas, los psicólogos de la Gestalt estudiaron
primero las formas visuales y las configuraciones empezando por la percepción,
considerando que toda Gestalt forma una figura, la que se destaca sobre un fondo
y esta composición es la que hace posible la percepción. Esto es, la figura toma sus
características del fondo sobre el cual aparece y el fondo sirve de marco donde la
figura está suspendida y por mismo la determina, más tarde ampliaran sus
investigaciones y conceptos a otros fenómenos psicológicos como el aprendizaje,
la memoria, el pensamiento y la personalidad. De estas investigaciones además de
otras similares realizadas por wertheimer y sus discípulos Kolher y Koffka, nació la
Teoría de la Terapia Gestalt.

Cuando Max Wertherimer (Praga, 1880) inicia la fundamentación de la


Gestaltpsychologie, lo hace apremiado por la necesidad de superar la insatisfacción
que producían las dos tendencias en boga en la psicología de su época. La primera
que era más especulativa, insistía en la “explicación” y se consideraba a sí misma
la única psicología “científica” al prescindir de los conceptos de sentido, significado
y valor. La segunda era la psicología de corte positivista, muy apegada al espíritu
decimonónico, que finalmente se estaba concretizando en el conductismo del
estadounidense Watson. Los psicólogos de la Gestalt (además de Wertheimer, Kurt
Koffka, 1886 y Wolfgang Kôhler,1887) inician una nueva posición con un doble
punto de partida: en primer lugar, consideran que sólo se puede hacer investigación
científica del mundo fenoménico, es decir, de la experiencia ordinaria, del mundo de
la observación común, y no de la observación introspeccioncita.

La psicología Gestaltista se limita a observar y a describir la experiencia del sujeto,


mientras que la observación experimental de la psicóloga naturalista de la época la
manipula y opera sobre ella introduciendo una alteración inadmisible
científicamente. (Fernàndez, 2016)

El movimiento de la fenomenología nace en el siglo XX por Edmund Husserl (1859-


1938), el lema era el de apegarse a las cosas mismas, es decir, una radical fidelidad
a lo dado, a lo que realmente se experimenta, para describir las esencias de las
distintas dimensiones de la realidad, que con este enfoque metodológico podemos
observar.

La fenomenología consiste en la descripción de los datos de la experiencia


inmediata y aspira a comprender los fenómenos antes que a explicarlos, ya que
para esta corriente filosófica los fenómenos son simplemente, las cosas tal y como
se muestran, tal y como se ofrecen a la conciencia, la fenomenología y su método
nacieron para estudiar las realidades como son en sí, como son captadas desde el
marco de referencia interno del sujeto que las vive y las experimenta, esto es, que
lo que se estudia es una realidad cuya esencia depende del modo en el que es
vivida y percibida por el sujeto, una realidad interna y personal, única y propia de
cada ser humano, por lo que no puede aplicarse esquemas conceptuales y métodos
preestablecidos, pues esto destruiría su naturaleza y esencia peculiar, en ocasiones
se les considera a la fenomenología como un método auxiliar de cada ciencia,
puesto que cada ciencia comienza por la observación de la experiencia inmediata.

El énfasis primero de la fenomenología está puesto en el fenómeno mismo, es decir,


en lo que presenta y revela a la propia conciencia y del modo como lo hace, con
toda su creación y particularidad, para Husserl, la fenomenología es la ciencia que
trata de descubrir “Las estructuras esenciales de la conciencia”, debido a ello, el fin
de la fenomenología no es tanto describir un fenómeno singular, cuando descubrir
en el la esencia (Miguel Martínez 1996)

La fenomenología empleada en los trabajos de los psicólogos de la Gestalt, se


aplicó en primer lugar a la investigación de fenómenos tales como los procesos
psicológicos de la percepción, el aprendizaje, la menoría, el pensamiento y la
sensación. En la terapia Gestalt se utiliza partiendo del pensamiento de Husserl, “no
explicamos solo describimos”, el cual incide en la terapia Gestalt en diferentes
niveles, a saber. Desde el método fenomenológico solo se puede trabajar sobre lo
obvio y lo obvio es lo que está presente, esto es, no lo aparente, es decir, no todo
lo obvio se ve, ni todo lo que se ve lo obvio, más bien tendríamos que echar mano
de los cinco sentidos. En terapia Gestalt se trabajará desde lo que es el fenómeno,
ese será el principal objeto de trabajo, la experiencia inmediata, esa existencia es
aquí y ahora y solo se explica de esa manera en este momento, mediante lo obvio
que manifiesta la persona, que es lo que vale para trabajar, “aquí y ahora”, esto
supone que aunque el fenómeno al que hacemos alusión en terapia haya sucedido
hace tiempo, el trabajo se centrará en la vivencia y la existencia de ese fenómeno
en el aquí y ahora, que aun cuando se describan hechos pasados lo que destaca
es que se están describiendo en el presente, en el aquí y en el ahora.

Husserl utilizaba el concepto de “no a la interpretación en la terapia Gestalt, es decir,


se trata de dejar fuera prejuicios, del terapeuta o etiquetas que nos hagan entender
lo que tiene o lo que le pasa al paciente, lo que le pasa al paciente es lo que expresa,
esto significa, como dice Perls el pasar del “Porque al cómo”. Desde el punto de
vista práctico, su aplicabilidad y eficacia, se han demostrado en diferentes campos
tales como el aprendizaje, el estudio de la estructura de la personalidad, toma de
decisiones, áreas patológicas, en general en todos los estudios de las experiencias
vivenciales. Es así como la fenomenología ha influido en la creación de la Terapia
Gestalt.

Se puede afirmar que tanto la filosofía existencialista como la fenomenología


ejercieron mayor influencia en Fritz Perls; que manifestó lo siguiente: “La terapia
Gestalt es un principio existencial: ello significa que nosotros no solo nos ocupamos
de tratar síntomas y estructuras del carácter, sino que nos ocupamos de toda la
existencia del ser humano”. (Velásquez, 2001)

La terapia Gestalt y en general las teorías que se encargan dentro de la psicología


humanista, ponen de manifiesto el carácter único y totalizador del ser humano. Esa
visión holística del hombre que Martínez resalta al afirmar que el “Ser humano es
un sistema de unidad configurada” tiene su fundamento más profundo en la filosofía
existencialista.

Uno de los filósofos de esta corriente que más relación tiene con Perls y la terapia
Gestalt es Martín Buber; pese a que el contacto que tuvieron en Frankfurt fue poco,
la influencia de las ideas de Buber sobre Perls es notoria. La filosofía dialógica de
Buber resalta, entre otros aspectos, el carácter único de la existencia del hombre,
pero también llama significativamente la atención sobre la condición dialógica
presente e inherente al ser humano cuando expresa: “Aquel experimenta
auténticamente la unidad, la experimenta como dualidad”. La dualidad o la polaridad
se manifiesta en la persona a través de dos tendencias que coexisten en todo
individuo. Buber les llamó “tendencias orientadoras y realizadoras. La primera hace
referencia a la clasificación de las experiencias en el marco del orden presente y
apunta más a la seguridad de lo establecido, hacia un comportamiento útil y
pragmático; la segunda, engendra realidad, lo percibido y lo perceptible están
incluidos ésta: crea la forma esencial de la existencia. Ambas tendencias son de
gran importancia para la vida del ser humano.

En Perls, esa doble tendencia se relaciona no sólo con la concepción que tiene del
hombre como Gestalt, como totalidad constituida por polaridades complementarias,
sino también con el proceso de autorregulación orgásmica y el concepto de
homeostasis. Este último no como algo estático sino dinámico, un continuo fluir, un
permanente abrir y cerrar, gestalten, según él holismo y homeostasis son algo así
como tendencias innatas del organismo, las cuales tienen como finalidad posibilitar
que éste se realice a si mismo tal como es.
En este sentido también se relaciona con la fenomenología y se percibe la influencia
de ésta, ya que Husserl habla precisamente de volver a la intuición inmediata de las
ideas mismas y de los actos que producen siempre nuevas ideas, en esencia, es
volver a la experiencia de sí mismo, a la experiencia interna, que nos permite captar
aspectos valiosos de la realidad. Por este motivo para Perls, igual que para otros
psicólogos humanistas, la fenomenología posee un gran valor, ya que ese volver a
las cosas mismas, le permite al ser humano captar de manera más amplia y precisa
la realidad y “Darse cuenta” –hacer conciencia- de su potencial, para así realizarlo.

Además de estos aspectos también es importante destacar la visión de hombre que


tiene la psicología humanista, y dentro de esta la Terapia Gestalt. Esta concepción
del hombre parte de la idea de un ser humano en continuo desarrollo, capaz de
alcanzar metas, autotrascender, influido por el entorno, más no determinado por
éste, con capacidad de elegir y decidir, libre pero responsable dentro de una
coexistencia, puesto que es un ser en relación con otros, tal como lo señala
claramente Heidegger en Ontología fundamental.

Para Buber, esa relación entre Yo-Tu, planteada en su obra Ich und Du, posee tres
características fundamentales: la reciprocidad de estar en relación, el estar en
relación como totalidad, como Gestalt, y la inmediatez y el presente de la relación
en el “Aquí y Ahora”. Aspectos claramente presentes en los fundamentos de la
Terapia Gestalt.

Finalmente, todo lo anterior permite comprender por qué se considera la terapia


Gestalt como una terapia de corte fenomenológico-existencial que, si bien retoma
elementos valiosos de otras teorías, recibe de esta última la mayor influencia. Por
esta razón, es fundamental que los psicólogos y los psicoterapeutas en general, y
más aún, aquellos que se identifican con la psicología humanista, posean una
adecuada formación desde la antropología, la fenomenología y la filosofía
existencial que les permita asumir una visión y una actitud frente a la existencia del
hombre más amplia, integrada, ética y sobre todo más humana. (Velàsquez, 2001)
Zinker (2000, pág. 111, 112, Salama y Villareal, 1989)

Retirada y
Acción
descanso

Contacto
Energía Sensación

Consciencia

Ciclo sano- sin neurosis

Joseph Zinker (2000, pág. 112)


Joseph Zinker (2000, pág. 114)

De la Programación Neuro Lingüística, es hablar del arte y la ciencia de la


excelencia personal, y deriva del estudio de como las mejores personas en distintos
ámbitos obtienen sus sobresalientes resultados. Es un arte, porque cada uno da su
toque único personal y de estilo a lo que esté haciendo, y esto nunca se puede
expresar con palabras o técnicas. Es una ciencia, porque hay un método y un
proceso para descubrir los modelos empleados por individuos sobresalientes en un
campo para obtener resultados sobresalientes. (Seymour, 2007) (pág. 21 y 28)

Es como cambiar paradigmas de vida, mapas trazados por donde se ha caminado


y que el ser humano llega a sentir la necesidad de hacer cambios, que le nacen
desde el fondo de su ser. La PNL, es para los amantes del crecimiento personal y
sobre todo para los curiosos de la vida misma. Estas habilidades en la comunicación
puede aprenderlas cualquiera para mejorar su eficiencia tanto en lo personal como
profesional. PNL motiva el crecimiento en las formas de comunicarse en los
diferentes ámbitos y genera nuevas ideas para que las personas generen nuevos
caminos en sus mapas mentales construidos a través de su vida, y si se atreve a
cambias esos mapas hará creatividad con su ser más profundo. (Seymour, 2007)

PNL es un modelo de cómo las personas estructuran sus experiencias individuales


de la vida. No es más que una manera de pensar y organizar la fantástica y hermosa
complejidad del pensamiento y comunicación humanos. PNL representa una actitud
de la mente y una forma de ser en el mundo que no puede trasladarse de forma
adecuada, que es practica: es un conjunto de modelos, habilidades y técnicas para
pensar y actuar de forma efectiva en el mundo. (Seymour, 2007)(pág. 22)

PNL experimenta de forma directa con los siguientes mapas:

1.- La fotografía nunca es la persona.

2.- El puente no es el viaje.

3.- La partitura musical no es el sonido.

4.- La magia no existe, sólo hay magos y lo que percibe el público. /

Preceptos de los creadores de la PNL, Richard Bandler, John Grinder. Así como las
aportaciones que ampliaron las ideas de PNL, Robert Dilts. (Seymour, 2007)(pág.
23)

Los inicios de la PNL empezó a principios de los años setenta como resultado de la
colaboración entre John Grinder, quien era entonces profesor ayudante de la
lingüística de la Universidad de California en Santa Cruz (1972) y Richard Bandler,
estudiante de psicología en la misma universidad, interesado también en la
psicoterapia, Juntos estudiaron a tres psiquiatras punteros: Fritz Perls, el innovador
psicoterapeuta y creador de la escuela de terapia conocida como Gestalt; Virginia
Satir, la extraordinaria psiquiatra familiar, capaz de resolver difíciles relaciones
familiares que muchos otros terapeutas creían intratables; y Milton Erickson, el
mundialmente famoso hipnoterapeuta. (Seymour, 2007)(pág. 28)

Bandler y Grinder no tenían la intención de iniciar una nueva escuela de terapia,


sino la de identificar los patrones empleados por los mejores psiquiatras y
divulgarlos. No se detuvieron en teorías; elaboraron modelos de terapias que
funcionaban en la práctica y podían enseñarse. Aunque los tres psiquiatras que
estudiaron eran personalidades bien diferentes, los tres empleaban patrones
sorprendentemente similares en lo fundamental. Bandler y Grinder tomaron estos
patrones, los emplearon y construyeron un elegante modelo que puede emplearse
para una comunicación efectiva, cambio personal, aprendizaje acelerado, y por
supuesto, mayor disfrute de la vida. (Seymour, 2007)

Hablar de “Programación Neurolingüística, es entender tres sencillas ideas: La parte


“Neuro” de la PNL recoge la idea fundamental de que todo comportamiento proviene
de nuestros procesos neurológicos de visión, audición, olfato, gusto, tacto y
sentimiento. Tomamos contacto con el mundo mediante los cinco sentidos, damos
“sentido” a la información y actuamos según ello. Nuestra neurología cubre no sólo
los invisibles procesos del pensamiento, sino también nuestras reacciones
fisiológicas visibles frente a las ideas y acontecimientos. El uno es el simple reflejo
del otro en un nivel físico. Cuerpo y cerebro forman una unidad inseparable, un ser
humano. La parte “lingüística” indica que usamos el lenguaje para ordenar nuestros
pensamientos y conducta y para comunicarnos con los demás. La “programación”
se refiere a las maneras que podemos escoger para organizar nuestras ideas y
acciones a fin de producir resultados. (Seymour, 2007)

La PNL trata de la estructura de la experiencia humana subjetiva; cómo


organizamos lo que vemos, oímos y sentimos, y como revisamos y filtramos el
mundo exterior mediante nuestros sentidos. También explora cómo lo describimos
con el lenguaje y cómo reaccionamos, tanto intencionalmente como no, para
producir resultados.

Mapas: no son el territorio que describe. Hacemos caso a aquellos aspectos del
mundo que nos interesan e ignoramos sobre él. “El mapa no es el territorio”

Filtros: son los que ponemos en nuestras percepciones que determinan en qué
clase de mundo vivimos.
Aprender, desaprender y reaprender: Aunque de manera consciente sólo seamos
capaces de tomar una cantidad muy pequeña de la información que nos ofrece el
mundo, advertimos y respondemos a una cantidad mucho mayor sin darnos cuenta.
Nuestra parte consciente es muy limitada y parece ser capaz de seguir un máximo
de siete variables o trozos de información al mismo tiempo (Miller 1956). La frase
“El número mágico de siete, más o menos dos” nos lleva a que trozos de información
no tienen un tamaño fijo, y pueden consistir en cualquier cosa, desde conducir un
coche hasta mirar por el retrovisor. Una forma de aprender es mediante el dominio
consciente de pequeños trozos de comportamiento que, combinándolos en cadenas
más y más largas, se convierten en habituales e inconscientes. Construimos hábitos
y así nos liberamos para poder advertir otras cosas. (Seymour, 2007)

De modo que nuestra parte consciente está limitada a siete, más o menos dos,
trozos de información, ya sea del mundo interior de nuestros pensamientos, ya sea
del mundo exterior. Nuestro inconsciente, por el contrario, lo constituyen todos los
procesos vitales de nuestro cuerpo, todo lo que hemos aprendido, nuestras
experiencias pasadas, y todo lo que podríamos advertir en el momento presente,
aunque no, lo hagamos. El inconsciente es más listo que el consciente. La idea de
ser capaz de tener un mundo infinitamente complejo con una parte consciente que
sólo puede abarcar siete trozos de información a la vez es, por supuesto, ridícula.
(Seymour, 2007)(pág. 34)

La noción de consciente e inconsciente es fundamental en este modelo de cómo


aprendemos. En PNL una cosa es consciente lente cuando nos damos cuenta de
ella en el momento presente, como esta frase lo está ahora. Una cosa será
inconsciente cuando no nos enteramos de ella en el momento presente. Nosotros
ya tenemos habilidades comunicativas de aprendizaje:

1.- Incompetencia inconsciente.

2.- Incompetencia consciente.

3.- Competencia consciente.

4.- Competencia inconsciente.


Desaprender es ir del número 4 al 2.

Reaprender es ir del número 2 al 4 con más opciones.

Seminario de tres minutos: Para tener éxito en la vida tienen que recordar tres
cosas:

1.- Saber lo que se quiere; tener una idea clara. “Objetivo”

2.- Estar alerta y mantener los sentidos abiertos de forma que se den cuenta de lo
que están obteniendo. “Agudeza”

3.- Tener la flexibilidad de ir cambiando su forma de actuar hasta que obtengan lo


que querían. “Flexibilidad”

“Si usted siempre hace lo que ha hecho siempre, siempre obtendrá lo que siempre
ha obtenido. Si lo que está haciendo no funciona, haga otra cosa” (Seymour,
2007)(pág. 38)
SINTONÍA

LENGUAJE DEL CUERPO Y TONALIDAD

PALABRAS

Significado

Sentidos Estado de las


Agudeza
Sensorial Comunicaciones
Uso del Lingüística Y de la cibernética
Educación
Lenguaje
“Gregory Bateson”
Creación de Modelo de
Negocios Estado alterado
Modelos Bandler Vías
Y de “Milton Erickson”
Recursos
Exportaciones Grinder Mode
Salud Estado de
Estados Para la los
Enriquecedores Creación
Terapia familiar
de
Terapia Sintonía
Empresas “Virginia Satir”
Habilidades Estado de
Leyes Para la
Comunicación Neurología Terapia Gestalt

“Fritz Perls”
Comunicación

Cuadro fundamental de PNL


(Seymour, 2007, p. 54)

El Psicodrama de Moreno es hablar del proceso espiritual del ser humano, en


donde están en juego la espontaneidad, la imaginación de la vida que es inagotable
fuente de revelaciones. En el Psicodrama pasa algo mágico que se extiende hasta
invadir la vida cotidiana en donde se es capaz de transformar el mundo. (Blatner,
2005)
Este método tiene como objetivo a la humanidad misma, en donde se examinan los
fundamentos conceptuales de la teoría aplicada en los roles que emergen de una
sociedad con sus creencias, ideas, formas, etc. El Psicodrama constituye algo más
que una psicoterapia. Sus principios abarcan la educación, los negocios, la religión,
el desarrollo comunitario, el hogar y muchos otros ámbitos. Asimismo, la perspectiva
general de los aspectos filosóficos, sociológicos y psicológicos de la totalidad de los
métodos de Moreno. (Blatner, 2005)

Una de las características más relevantes del Psicodrama es una fortaleza


epistemológica, su amplitud de visión y su efectividad metodológica. Proporciona
una mirada sobre el ser humano y sus relaciones, que integra lo humanista-
transpersonal, además de algunos elementos del psicoanálisis. Existe una
cosmovisión cuya principal fuerza es lo transparadigmatico. Dicha cosmovisión
antecede al cuerpo teórico y al método es más que un método, como el mismo
Moreno lo citó. (Jacob Levy Moreno, 1889 Bucarest-1974 EUA) (Psiquiatra-
psicosociólogo) (Reyes, 2005)

Todo instrumento se asocia a una serie creciente de conocimientos sobre su uso, y


la combinación resultante de técnica y principios fundamentales que recibe el
nombre de “praxis” (Blatner, 1992). El Psicodrama es particular implica
conocimientos de psicología y otras ciencias de la conducta, así como el dominio
de los medios adecuados para aplicar esos conocimientos en diferentes
situaciones, y requiere además cualidades sutiles, como gusto artístico, creatividad,
sensibilidad personal y madurez. (Blatner, 2005)

El Psicodrama cambia la forma de pensar de los individuos, a través de actuar sus


situaciones personales, conocen esta parte de ellos que los lleva a reconocer como
han vivido, como perciben y experimentan el mundo de los integrantes de su cultura.
Por ejemplo, las personas que no saben leer o escribir, se dan cuenta que lo pueden
hacer; su conciencia se ha acrecentado (Jaynes 1987).
La creatividad plena supone una interacción más balanceada de imaginación e
intuición en el procesamiento racional y del lenguaje, así como un equilibrio de las
funciones de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. Considerando este
instrumento del Psicodrama que favorece los roles, la inversión de roles, abandono
de roles (pasar de actor a observador de uno mismo), improvisación, maximización,
redramatización y doble (expresión de roles más profundos de sí mismo) amplia un
proceso creativo más armonioso. Después de practicar la dramatización, las
personas comienzan a pensar como actores, autores, directores, productores y
audiencia. El ejercicio de este cambio de perspectiva contribuye al desarrollo de la
capacidad de la autorreflexión, importante componente de la maduración
psicológica. Los beneficios del Psicodrama no se restringen a la resolución de un
problema inmediato, pues también comprenden el desarrollo de habilidades de
flexibilidad mental e interactividad social. (Blatner, 2005)

El Psicodrama no es un instrumento sino un conjunto de instrumentos en cuya


aplicación se sigue un método sistemático por lo tanto se concibe como un
laboratorio científico repleto de sustancias químicas, en donde la actividad de
indagación y experimentación, de prueba y error no tienen el mismo significado que
en la “realidad”, y por lo tanto las personas pueden someterse a prueba respuestas
opcionales de conducta.

“Un físico eminente comento: La ciencia no avanzaría si los científicos no


cometieran todos los errores imaginables…Lo importante es cometer errores lo más
pronto posible y darse cuenta de ello”. (Wheeler, 1981, pág. 26)

Descubrir que actitudes y que conductas ofrecen mejores resultados en situaciones


sociales complejas es la función científica de los métodos psicodramáticos. Quienes
corren el riesgo de asumir este tipo de aprendizaje empírico están protegidos por la
especial condición del Psicodrama, el cual implica apoyo, no rechazo. (Blatner,
2005)

La abundancia de formas dramáticas en la cultura actual, saturada de medios


masivos de comunicación da medida la comprensión de la idea de la dramatización.
“Basta con el escenario”: el solo hecho de imaginar una situación como un juego
despierta el interés por explotar la vida de nuevas maneras (Blatner y Blatner, 1997,
p. xv). Pero en lugar de aplicar el drama por mero entrenamiento o con propósitos
comerciales o políticos, las personas pueden usarlo para trabajar en un común en
el examen y resolución de sus problemas, por diversos que éstos sean. (Blatner,
2005)

También los métodos de la psicoterapia trascendieron el contexto clínico y la


pusieron a disposición de las personas, que en sentido estricto no se hallaban en el
rol de enfermas. Conceptos y técnicas psicoterapéuticos se usaron en empresas y
otras instituciones, se popularizaron entre la generalidad de los lectores y se
difundieron por otros medios. El Psicodrama surgió con fines terapéuticos
específicos, pero después fue adaptado a otras terapias y situaciones inusuales:
parejas, individuos, asesoría psicológica entre otras. (Blatner, 2005)

Los métodos psicodramáticos complementan y profundizan muchas técnicas afines,


como el teatro interactivo, la dramaterapía, la educación vivencial, la renovación
espiritual, los grupos de autoayuda, la detallada consideración de problemas étnicos
o políticos (con el uso de sociodrama), y el desarrollo de habilidades personales y
la empatía. (Blatner, 2005)

El Psicodrama es un “Camino al corazón” no solo es un instrumento, es un medio


para desarrollar la creatividad, la espontaneidad, para la promoción del desarrollo
psicosocial; llevar al individuo a la profunda sensibilidad y solidaridad. Un ejemplo
de ellos es el concepto de “encuentro” de Moreno, el cual invita a las personas a
interesarse a la inversión de roles, hacer el esfuerzo de imaginar cómo serían si
fueran el otro. Esto es empatía, y nada menos que una aplicación de “la regla de
oro” (Bischof, 1966, pág. 15)

El Psicodrama aspira a algo más que la aceptación, para promover el gozo de la


plenitud individual y de los demás. Valora la alegría, el entusiasmo, la exaltación, la
diversión, la vitalidad, la hondura de los sentimientos, la posibilidad de compartir y
también la vinculación de estas emociones con el vasto campo espiritual. El arte de
la psicoterapia y su contribución a realizar exploraciones interpersonales no puede
reducirse a mera técnica, pero al mismo tiempo es más que un arte o un vehículo
espiritual, para la celebración y la aventura. Es algo “sustancioso”, no estéril. Sino
un camino al corazón. A la reconciliación de la persona con lo que ha vivido y que
ha transformado para su bienestar.

La presencia de un espacio escénico se relaciona con trasladarse subjetivamente


a una dimensión espacio-temporal en donde las vivencias y relatos ocurren,
trascendiendo lo plano y retenido y de un relato verbal, a un holograma
tridimensional que permite la realización del aquí y el ahora. Junto a ello nos
encontramos con el poder de lo metafórico, creativo y estérico que se relaciona con
dimensiones del ser humano a través de los cuales puede emerger lo profundo, lo
latente, lo oculto y situarse en un espacio en donde se transforma en manifiesto y
develador. (Reyes, 2005)

El teatro fue una de las actividades que J.L. Moreno desarrollo paralelamente a sus
actividades de psiquiatría. Es así como el caso de una actriz, quien en escena era
capaz de explotar y desarrollar ciertos aspectos del comportamiento que para ella
misma eran inadmisibles en su vida cotidiana. El teatro de la espontaneidad fue el
desencadenamiento de la ilusión. Es el teatro, que no se trata de la recurrencia
eterna de los mismo, sino lo opuesto a ello, autoproducido, lo autocreado, una forma
de descubrir una existencia encadenada, como obra de la propia voluntad. (Reyes,
2005) (pág. 5)

La psicología también es fuerte inspiradora de Moreno, ya que su obra carece en la


cuna del desarrollo psicoanalítico, del cual se observan múltiples influencias por
similitud y por opción. Para Moreno, lo psicológico es una interrelación entre lo
interpsiquico grupal e intrapsíquico individual. Siendo un grupalista en el desarrollo
de su teoría y método, se evidencia de manera insistente y profunda la capacidad
para explorar la psique y el alma humana, particular de cada individuo. Surge como
un modelo de intervención psicoterapéutica, a través del cual se despliega la
posibilidad de emergencias de insospechados aspectos latentes, ocultos, creadores
de la personalidad, lo cuales están a la base de la cura. (Reyes, 2005)
III.- ASPECTOS ESPECIFICOS

El Aquí y el Ahora: La terapia Gestalt evita hablar “acerca de” y pone sus énfasis
en el Aquí y Ahora poniendo de relieve el vivir y el sentir, como una prioridad, en la
terapia Gestalt surge un personaje, el neurótico, es decir desde el punto de vista
gestáltico el neurótico es una persona que tiene un problema continuado. Aquí y
ahora, en el presente, aunque algunas experiencias las haya vivido en el pasado el
los experimenta en el tiempo presente, si en el presente no aprende a vivir sus
problemas a medida que surjan, tampoco será capaz de sobrellevarlos en el futuro.
El objetivo de la terapia gestáltica es darle al paciente los medios para que aprenda
a resolver sus problemas en el presente , es decir que aprenda a darse su propio
apoyo, esto lo logra enfrentándose consigo mismo con sus problemas, dándose
cuenta en todo momento de sí mismo y de sus acciones en todas sus áreas, para
que descubra que es lo que está haciendo él para producirse sus dificultades del
momento y así podrá ayudarse a resolverlas en el presente, en el aquí y ahora, otro
de los objetivos de la terapia Gestalt es afrontar la conciencia del ahora, en un
encuentro interpersonal basado en el Yo-Tu y la relación terapéutica que se da en
el aquí y ahora.

La terapia Gestalt es una terapia vivencial, en la que se le pide al paciente que no


hable de sus traumas, problemas y recuerdos en pasado, sino más bien que re
vivencié sus asuntos inconclusos en el presente, en el aquí y ahora, mientras más
se dé cuenta de sí mismo, más aprenderá acerca de lo que es el mismo, a medida
que se dé cuenta de los modos en que evita su ser ahora, también comenzara a
vivenciar el sí mismo que ha interrumpido, él ahora nos sitúa en el presente y recalca
el hecho de que ninguna experiencia o vivencia es posible a menos que sea en el
presente, es por ello que se insiste al paciente que use la frase “ahora me doy
cuenta”, el utilizar esta frase le da al paciente un sentido de sus propias capacidades
y habilidades para resolver asuntos inconclusos en el aquí y en el ahora.
El Darse Cuenta: Es la capacidad que tiene cada ser humano para percibir lo que
(Isabel del Rosario Stange Espínola, 2014)está ocurriendo en su campo perceptual,
esto es la percepción de lo que se encuentra en su 0propio cuerpo, en su mente y
en sus emociones, el darse cuenta está conectado con la experiencia del presente
y esto se logra tomando conciencia de sí mismo, hay tres posibilidades de darse
cuenta o estar en contacto, se puede estar en contacto con el mundo, se puede
estar en con uno mismo y la tercera se puede estar en contacto con la vida de
fantasía o zona media como también la llamamos, el darse cuenta de uno mismo
es de todo lo que ocurre en el mundo interior y desde ahí se registra todo lo que va
pasando a nivel de sensaciones, emociones, percepciones, etc. También está el
darse cuenta del mundo externo y objetivo que aparece con el contacto sensorial,
donde a través de los sentidos se registran los datos de la realidad externos, lo
subjetivo es siempre darse cuenta y lo objetivo es el contenido de darse cuenta, es
decir tenemos que darnos cuenta de que no nos estamos dando cuenta de nada,
ya que sin el darse cuenta no hay nada, hay un contraste entre lo existente y lo no
existente o la nada, el darse cuenta siempre está conectado con la experiencia del
presente, no es posible darse cuenta del pasado y no podemos darnos cuenta del
futuro, nos damos cuenta de recuerdos, de las anticipaciones y de los planes para
el futuro, y lo hacemos en el aquí y ahora, que es una parte del proceso del darse
cuenta y también tenemos la zona inmediata que tiene que ver con la zona mental
y de la fantasía que comprende las actividades del pensar, imaginar, crear, platicar
e ir al pasado y al futuro. Las preguntas fundamentales del darse cuenta son:
¿Cómo está? ¿Que sientes? ¿En qué parte de tu cuerpo sientes? ¿Qué necesitas?,
etc. Todo esto se ubica siempre en el aquí y ahora.

El darse cuenta decisivo es darse cuenta de la particularidad de cada uno de


nosotros, nos vivenciamos a nosotros mismos como algo único, podemos llamar a
esto alma, personalidad o esencia y también nos damos cuenta de que en todo
momento estamos dándonos cuenta de algo diferente, de modo que siempre
tratamos de captar y descubrir. Por lo que el darse cuenta es el asiento del
autoconocimiento que nos sirve para recordar cosas muy básicas como, que yo no
tengo un cuerpo sino soy un cuerpo, no tengo emociones, yo soy mis emociones y
no es que tenga una forma de pensar, sino que soy mi manera de pensar.

Contacto, es la conciencia de las novedades que se pueden asimilar y la respuesta


hacia ellas y el rechazo de las cosas que no son asimilables, en otras palabras el
contacto es la savia vital/ del crecimiento, el medio de cambiar uno mismo y la
experiencia que uno tiene del mundo, sin embargo no puede existir contacto sin su
contrario que es la separación, ya que la interacción de estos dos polos y su
resultado es lo que nos lleva a establecer contacto a una u otra manera, es decir
aceptando la experiencia o rechazándola de una u otra forma lo que percibimos es
lo que llámanos contacto, el contacto solo puede existir entre seres separados, que
siempre necesitan independencia y siempre se arriesgan a quedar cautivos en la
unión, paradójicamente, nuestro sentido de unión depende de un acrecentado
sentido de separatividad y esta es la función del contacto, a través de éste, cada
persona tiene oportunidad de encontrarse nutriciamente con el mundo exterior. Fritz
Perls nos dice que “el contacto es la apreciación de las diferencias”, a ese contraste,
a esa percepción de las diferencias que debe existir si hemos de experimentar la
calidad de ser otro sin perder la percepción de sí mismo, es decir, “puedo estar
contigo únicamente si estoy seguro de que tú no eres yo, de que existimos como
entes separados el uno del otro”, por lo que, al hacer contacto la función de
encuentro entre el yo y lo que no es el yo, es decir la otra persona, se obtiene la
capacidad de permitirse ser u observador y un observado y esto se transforma en
una relación dinámica que sólo ocurre en la frontera de dos figuras claramente
diferenciadas ambas y es en este sentido de unión y separación donde se
establecen asimismo las fronteras del contacto, esto es, mantener un equilibrio entre
la libertad o la separación por un lado y el acceso a la unión por el otro, respetando
el espacio psíquico dentro del cual cada uno es su propio deño y en el que se
permite convivir y que nadie debe invadir, la disminución de la capacidad de
contacto ata ala hombre a las soledad, hundiéndose en una situación de malestar
personal, creándole pensamientos, hábitos y costumbres que lo conducen a una
relación mortífera con el sí mismo, disco en otras palabras, la frontera del contacto
es el punto en que se experimenta el yo en relación con lo que no es el yo (otra
persona) y a través de este contacto ambos se experimentan más claramente.

Además la terapia Gestalt pone de relieve la importancia de la percepción del cuerpo


y de las emociones para entablar contacto, con esta nueva dimensión surgen
nuevos métodos para descubrir sentimientos que se guardan más allá de la
percepción, esto es como la persona ata su cuerpo, poniendo atención a toda
percepción que tenga en su cuerpo podemos ayudar al paciente a que descubra
sus tensiones musculares y con esto aprenda a dejar su cuerpo en libertad y es
cuando se abre el camino para que ocurra un cambio, así pues, vemos que el
contacto es una condición del proceso terapéutico, puesto que el contacto o la
experiencia, es el ingrediente esencial en el crecimiento y en la vida misma.

Conciencia es una visión de la realidad libre de ideas y juicios y es imposible definir


y asentar lo que revela, es tener conciencia de la vida, de la experiencia tal como
es en este momento, sin juicios o ideas al respecto. En otras palabras, ver y sentir
lo que se está experimentando tal como es y no como se le nombra, esta sencilla
acción de abrir los ojos, produce la transformación más extraordinaria de la
comprensión y la vida y muestra que muchos de nuestros problemas más
desconcertantes son ilusiones. El punto fundamental de partida es que solo un
fenómeno puede ocupar el primer plano y este proceso se da por medio de la
percepción, ahora bien, la conciencia es subjetiva, nos percatamos de nosotros
mismos por medio de nuestro cuerpo y de nuestras emociones, percibiendo lo que
se encuentra fuera de nuestra piel, empleando nuestros sentidos de la vida, el oído,
el tacto, el gusto y el olfato, para llegar a conocer la conducta observable,
conociendo de los demás lo que ellos están dispuestos a permitir que se sepa.

El concepto central de la terapia Gestalt reside en el hecho de que los cambios


terapéuticos se inician cuando tomamos conciencia de nosotros y por nosotros
mismos, es decir que la mayoría de nosotros en algún momento de nuestras vidas
hemos aprendido a evitar tomar conciencia de ciertas partes de nosotros mismos y
de nuestra experiencia, en ocasiones como un esfuerzo por evitar los medios u otros
sentimientos que nos son desagradables, esto lo hacemos no poniendo atención a
los sentimientos desagradables o negando su existencia o evitando estar en
situaciones que pudieran provocarlos, consumiendo un cúmulo de energía sin que
se tenga conciencia de ello, lo que nos lleva a bloquear la toma de conciencia de sí
mismo y paralizando la energía e inhibiendo algunos comportamientos que
normalmente expresaríamos, o sea, cuando bloqueamos nuestra conciencia,
corremos el riesgo de perder partes de nosotros mismos, porque emocionalmente
las estaríamos invalidando, ahora bien, un peso muy importante para lograr el
dominio de nuestra conciencia consiste en entrenarnos para darnos cuenta del
momento en que dejamos de estar conscientes y esto lo hacemos familiarizándonos
con nuestros mecanismos de evitación, es decir, ¿Qué recursos estamos utilizando
para dejar de darnos cuenta?, esto lo podemos llevar a cabo rastreando nuestro
patrón de pensamiento y de esta manera encontrar el momento el cual dejamos de
estar conscientes, ya que existe una diferencia cualitativa entro lo que en realidad
percibimos y lo que pensamos que vemos, esto es, la diferencia que hay entre el
mundo real y el mundo imaginario. No darse cuenta significa estar inconsciente de
lo que está sucediendo en este momento, por lo tanto, este momento es todo lo que
existe, el resto del mundo continúa siendo como acostumbra ser, pero todo lo que
en realidad podemos experimentar está sucediendo en nuestra conciencia en este
preciso instante, en el aquí y ahora, eso es lo que sí es real, siempre y cuando
elijamos estar conscientes de ello.

Las áreas de la conciencia son las siguientes: se dividen en tres áreas o zonas de
la conciencia que es conveniente aprender a diferenciarlas, mismas que a
continuación describo:

1.- La zona extrema: que comprende la conciencia de todo lo que hay en el mundo
externo, de todo lo que “no soy”.

2.- La zona interna: que se refiere a todas las sensaciones que experimento dentro
de mí piel, la cual sirve como una frontera que divide ambas zonas.

3.- La zona media: la conciencia en esta zona es cualitativamente diferente a las


zonas externa e interna, ya que la zona media no está ligada directamente con las
sensaciones, pero es disociada de estas. El pensar, soñar, imaginar, recordar el
pasado y planear el futuro son actividades de la zona media, sin esta zona media
perderíamos la esencia de nuestro sentido humano, no obstante, en nuestra
sociedad, se ha puesto mayor énfasis en las actividades de la zona media y por lo
mismo, se ha restado la importancia de las zonas interna y externa.

Concluyendo, tomar conciencia implica enfocar nuestra atención el tiempo que el


tiempo que sea necesario para tener la capacidad de experimentar completamente
aquello que atrae nuestra atención. El enfoque Gestalt promueve el entrenamiento
de nuestra capacidad al punto en el que podamos reconocer el momento en que
hemos perdido la dirección y por ende nuestra conciencia, también este enfoque
nos permite revisar y reconocer algunas de las generalizaciones que hemos
utilizado como las metáforas verbales y abstracciones que provienen de los
sentimientos de los estados emocionales que pueden conducirnos al error, al poner
atención a nuestra conciencia tenemos la oportunidad de deshacer estas
interpretaciones automáticas y de permanecer conscientes de que , de hecho, solo
una forma de ver el mundo.

Fígura-fondo, otro concepto importante de la terapia gestáltica es el fenómeno de


figura y el fondo descrito hace muchos años por Kofka, Kohler y Whertheimer, éstos
psicólogos gestaltistas hablaron de figura y fondo en relación con el fenómeno de la
percepción y el conocimiento, relacionándolo con percepciones visuales, es decir,
como formamos una figura desde el fondo con nuestros ojos. Fritz Perls extiende
este modelo en relación con todas las funciones del organismo, para aplicarlo a
todas nuestras sensaciones y relacionarlo con nuestra vida emocional, al igual que
con nuestra vida sensible, convirtiéndose así en una de las muchas posibilidades
que tenemos para tomar conciencia, este modelo de figura- fondo consiste en que
centramos nuestra atención en algo en particular que destaca, esto es la figura y
todo lo demás que está en ese medio visual que estamos experimentando es el
fondo y ya una vez que se percibe una figura y es satisfecha la necesidad, surge
otra figura y la anterior se desplaza hacia el fondo, es decir, al enfocar nuestra
atención sobre algo en particular permitimos que una figura emerja desde el fondo,
la figura tiene sentido siempre en relación al fondo y no de manera aislada, ni la
figura en el fondo pueden existir sin el otro, nuestra habilidad para cambiar nuestra
atención de un objeto a otro y descubrir la relación entre cada objeto y entre todas
las piezas y el fondo, nos permite que tenga significado una gran variedad de
percepciones que se encuentran a nuestro alcance, es decir podemos poner
atención a los diferentes fenómenos que suceden en nuestra zona interna y permitir
que se produzcan una sucesión de figura-fondo, cuando más capaces somos de
hacer esto, más habilidad tendremos para hacer que nuestro medio interno tenga
sentido, así tendremos más capacidad para conocer con mayor claridad nuestras
necesidades y nuestros deseos, pues cuando alguien se centra en algo eso se hace
figura, todo lo demás queda como fondo, lo que tenemos que observar es que figura
es la dominante, ya que esto reconoce una necesidad que pide ser satisfecha, el
proceso de figura-fondo siempre sigue esta dinámica, cuando se cierra la figura,
ésta va al fondo y otra ocupa su lugar emergiendo del fondo y cuando de nuevo esta
se cierra, otra vuelve a parecer.

Por otra parte lo que sentimos en el sentido emocional, se manifiesta en lo que


experimentamos en el sentido físico dentro de nuestro cuerpo, ya que cada emoción
lleva consigo una serie de sensaciones corporales, podemos estar “encendidos por
la rabia” “paralizados por el miedo”, temblando de emoción, etc., estas reacciones
son un indicador real de nuestros sentimientos, así que si queremos percibir nuestro
mundo emocional esto lo logramos poniendo atención en las sensaciones de
nuestro cuerpo para permitir que se forme una figura clara, responder a esta figura
y después dejar que otra figura sucesiva surja desde el fondo, ya que si no se
expresan estas emociones se hace crónico en nuestro cuerpo, los terapeutas
Gestaltistas creen que el bloqueo crónico e inconsciente de cualquier cantidad de
energía utilizada para lograr suprimir las emociones no deseadas puede, si se libera,
ser usado de maneras más creativas y más saludables, ya que los bloqueos nos
fijan de tal manera que establecemos formas de reaccionar a los otros más que a
ser flexibles impidiéndonos tener éxito en nuestra vida y poder dirigirla de manera
íntegra.
Asuntos inconclusos, en el enfoque Gestalt el concepto de asuntos inconclusos
es muy importante, no obstante que en el enfoque gestáltico se concentra en
nuestro comportamiento presente, no niega la importancia de nuestro pasado, a lo
largo de nuestra vida particularmente cuando fuimos niños encontramos situaciones
en las que carecíamos de capacidad para expresar alguna parte de nosotros
mismos, por lo que podemos decir que el concepto de asuntos inconclusos son
emociones, sensaciones y percepciones no expresada, particularmente esto
aconteció en la época temprana de nuestras vidas en la que dependíamos de los
padres y en ocasiones no permitían a sus hijos que expresarán sus sentimientos de
manera abierta y más aún, si la exigencia de los padres llevaba implícita una
amenaza de rechazo, el niño es incapaz de rebelarse abiertamente con ellos,
suprimiendo así sus sentimientos y emociones o encontrando formas indirectas para
expresarlos y si estas formas de desaprobación son constantes, la represión se
hace habitual y constante, reprimiéndose partes importantes de nosotros mismos.

Al ir creciendo disminuyen estas manifestaciones de los padres y el miedo a ellos


va reduciendo su intensidad y nos volvemos más expresivos, sin embargo el
mecanismo al que dio origen la represión ya está incubado en nuestro sí mismo y
nos acompaña a la vida adulta, es decir al crecer cambia nuestro contexto pero el
mecanismo nos sigue a la vida adulta y ante situaciones similares aún ya de adulto
reacciona el mecanismo y no la razón y esto hace que tengamos comportamientos
inapropiados que constituyen un estorbo para la comunicación para nosotros y la
gente con la que nos relacionamos, pues ya nuestras reacciones se volvieron
hábitos e interactuamos como lo hacíamos cuando éramos niños reprimiendo
nuestro sí mismo.

La terapia Gestalt se encarga de alentarnos a que nos demos cuenta de cómo


continuamos reprimiéndonos ahora, en lugar de buscar en el pasado para tratar de
descubrir porque aprendemos a comportarnos de esa manera, esto lo hace por
medio de la fantasía en la que imaginariamente terminamos con cosas que no es
posible finalizar en la realidad, dicho en otras palabras, el énfasis en la terapia
Gestalt está en el proceso más que en el contenido, es decir, como están cambiando
las cosas, no ocupamos de lo que eran, por lo que al buscar el crecimiento y el
cambio nos sentimos alentados a poner más atención no al contenido de la
experiencia, sino a la manera que la procesamos, para de esta manera no continuar
atados al pasado añorando lo que pudieron ver sido si no hubiese tenido esos
padres, ya que esta actitud refuerza, en la persona que piensa así que permanezca
en una situación en la que piense que no puede realizar cambios, ,manteniéndose
así atadas a resentimientos a personas que tuvieron que ver en su formación en la
niñez para tener estas excusas para evitar el riesgo de vivir en el presente.

Autorregulación Organísmica, este concepto elaborado por Fritz Perls siguiendo


el pensamiento existencial, se interesa por descubrir la esencia de la unidad de
nuestro ser en el mundo para asumir la responsabilidad por nuestra propia
existencia, para lograr esto nos enfocamos a que nuestro propio organismo se
encarga de regular nuestras funciones y necesidades para identificar con nuestra
propia esencia y nuestro ser en el mundo como una unidad.

En la terapia Gestalt se eliminan las funciones de “lo que debe ser” y de “hablar
acerca de”, para encaminarnos a la experiencia del “saber” por medio de la
existencia de un acontecimiento y de comprender por medio del ser, ahora bien, el
pensamiento existencial declara que “saber” y “ser” son lo mismo y este
pensamiento se encuentra implícito en el concepto de Fritz Perls de la
autorregulación organísmica, la cual incluye principalmente tres fenómenos, a
saber: percepción, aceptamos de lo que existe y surgimiento de la necesidad
dominante, esto es, si eliminamos los conceptos de lo que pudiera ser y la evitación
que surge de nuestras respuestas, nos quedamos con el suceso de nosotros
mismos, es decir, la persona que verdaderamente se regula a sí misma conoce
entonces primero a su propia persona y a los demás, en el nivel de la experiencia;
permite que funcione su ser y el de los demás. La autorregulación organismica
confía nuestro bienestar al cuidado de un ser interno que se esfuerza
inherentemente por ser sano. Fritz Perls, Terapia Gestalt (1978). Como podemos
observar la meta del modelo Gestalt es la del adulto sano, que nos dice al confiar
en nosotros mismos y en nuestro cuerpo de nuestro organismo, para guiarnos
intuitivamente , permitimos que nuestra energía pueda fluir hacia afuera, más allá
de nosotros mismos, esto da como resultado que quedamos en disposición de
involucrarnos de forma creativa para comprometernos con el mundo y así realizar
nuestra auto trascendencia, en contacto con el poder que procede de ser nosotros
mismos, podemos aceptar sin ansiedad y sin angustia la experiencia sensible que
se deriva de la involucración.

Ciclo de la experiencia, según Joseph Zinker en toda persona se opera un ciclo


psicofisiológico, que se relaciona con la satisfacción de necesidades y a veces se
le denomina “ciclo de autorregulación del organismo”, este ciclo se inicia con la
sensación que al estarla experimentando se convierte en conciencia, el individuo es
capaz de ponerle nombre y describir esas sensaciones y se sabe lo que se puede
hacer en relación con ellas, esta toma de conciencia se desplaza al darse cuenta,
es decir que necesito en ese momento y entro en el ciclo de movilizar mi energía y
al hacerlo estoy entrando a la etapa de excitación y me dirijo hacia lo que va a
satisfacer mi necesidad, es decir me pongo en acción, el siguiente punto del ciclo
es el contacto, al ir satisfaciendo mi necesidad me siento completo y cuando ya me
siento plenamente satisfecho, entro en una etapa de retirada o reposo y completo
el ciclo de la satisfacción de mi necesidad, dando al paso al surgimiento de otra
necesidad o figura y empieza al ciclo de nuevo y se vuelve la sensación. Este
movimiento que principia con la sensación y finaliza con el contacto hasta a la
retirada para volver a una nueva sensación, es común en todo organismo saludable,
el ciclo se cumple en forma suave, grata y sin interrupciones, es decir, este ciclo se
repite una y otra vez mientras las gestalten se completen.

La terapia Gestalt se interesa por salvar los bloqueos del ciclo desde la sensación
hasta el contacto que se presentan en la persona, examinando todos los estados
de interrupción desde el ventajoso punto de vista de los mecanismos de defensa,
desarrolla un sistema fenomenológico que permita determinar exactamente donde
se encuentra bloqueada una persona.

Como podemos observar, este movimiento se realiza a través de una serie de


pasos, partiendo de un punto cero que es una situación de reposo, hasta cubrir una
necesidad concreta, para volver de nuevo a la situación de reposo, por lo que a
continuación describo las fases del proceso y son las siguientes:

1.- Sensación: El experimentar aquí y ahora comienza con la sensación. Esto


supone el reconocimiento de un cambio corporal que poco a poco voy sintiendo,
como algo indefinido que todavía no puede ser nombrado y que se manifiesta como
una incomodidad corporal, siento que algo que se empieza a generar y que todavía
no sé qué es. Así la sensación significa una experiencia sensorial del mundo,
cuando la persona inhibe sus sensaciones, estas no pasan a la segunda fase del
ciclo, es decir, no llegan a la toma de conciencia. La s interrupciones o bloqueos
entre la sensación y la conciencia son características de las personas autistas, estas
personas manifiestan resistencias a percibir y de conocer, por otra parte la persona
que bloquea la sensación y le impide el acceso a la conciencia recurre a la defensa
que es la represión, esto es, la persona no permite que a partir de los datos que le
envían los sentidos, haya un surgimiento de conciencia y más aún, entre estas dos
fases se instala la proyección, que en terapia Gestalt se considera como una
resistencia de darse cuenta. Así también existen muchos individuos que padecen
de conciencia y más aún, entre estas dos fases se instala la proyección, que en
terapia Gestalt es considerada como una resistencia a darse cuenta. Así también
existe muchos individuos que padece de conciencia empobrecida, lo cual incluye
desde interpretaciones erróneas hasta ansiedades provocadas por diversos
pensamientos, fantasías y estados sentimentales, en estos casos el terapeuta le
pide al cliente que preste atención a su experiencia sensorial.

Conciencia: Esta es la segunda fase del ciclo y es uno de los elementos esenciales
de la terapia Gestalt, la persona logra identificar sus sensaciones y ponerles
nombre, así como también, por medio de la toma de conciencia el terapeuta Gestalt
logra que la persona avance hacía una mayor conciencia de sí misma, de su cuerpo,
sus sentimientos, su ambiente, aprenda asumir la responsabilidad de su vida; a
tener conciencia de sus necesidades y a desarrollar las destrezas que le permitan
satisfacerlas, sin atropellas a los otros y muchas otras habilidades más hasta que el
individuo aprenda a sumir la responsabilidad de sus acciones y sus consecuencias
y se sienta cómodo en contacto consciente con la vida de su fantasía y su expresión
de ella. Ahora bien, aquella persona que interpone un bloqueo entre conciencia y
movilización de energía, padece de introyección. Este tipo de introyección es común
en muchos intelectuales e individuos obsesivos compulsivos, que son capaces de
comprenderse a sí mismos, pero son incapaces de movilizarse para la acción, con
la mayor frecuencia, la energía es bloqueada por medio a excitarse o sentir fuertes
emociones.

Movilización de energía: cuando se toma conciencia de las sensaciones que se


tiene en el aquí y ahora, se pasa a la tercera fase del ciclo que es la movilización de
energía, ir hacía la satisfacción de mi necesidad para satisfacerla, iniciando
acciones que me lleven a realizarlo es decir darme cuenta de lo que necesito en
este momento, a medida que se desarrolla la toma de conciencia se produce la
excitación, fenómeno que se da debido a la energía que ha movilizado la persona,
es decir soy consciente de un estado de excitación corporal que me va a posibilitar
ponerme en marcha para pasar a la acción.

Entre la movilización de la energía y la acción se sitúa la resistencia conocida como


retroflexión, es decir el individuo que separa su acción de su energía es un
retroflector, se hace así mismo lo que debería hacer al ambiente. Por ejemplo: “se
devora el estómago”, de lo cual resulta una úlcera, alimentándose de sí mismo en
vez de alimentarse de la energía disponible en su ambiente; la retroflexión puede
ser tanto fisiológica, como puede estar formada por el mundo de la fantasía del
individuo. La acción se produce como consecuencia del movimiento.

Acción: Consiste en el inicio del movimiento hacía el objeto que cubre mi


necesidad.

La interrupción del ciclo entre la acción y el contacto es típica de las personas que
manifiestan conductas de histeria y de despersonalización, es decir, personas que
no relacionan sus actividades con su experiencia; personas que al aislar la acción
del contacto posible se ve aislada afectivamente. También cuando hay bloqueo
entre estas dos fases de la resistencia conocida como deflexión, la persona enfoca
alguna otra parte del contexto en que se encuentra y no lo que le hace figura en ese
momento. La persona llamada histérica necesita que la ayuden a adquirir plena
lucidez de pequeños fragmentos de conducta y sus consecuencias, la meta del
terapeuta consiste en ayudar al cliente a localizar su energía interior, prestar
atención a esta e impedir que prorrumpa prematuramente.

Contacto: Supone el encuentro e intercambio con el sí mismo y con los otros, en


esta fase puedo satisfacer mi necesidad, para establecer pleno contacto se requiere
de estar completamente implicado o ensimismo en la experiencia presente que
transcurre en el aquí y en el ahora, el contacto no se limita solamente a una inter
relación de persona, en el contacto se extiende a todas las áreas de nuestra vida
en todas nuestras acciones, es decir, a los alimentos, a la naturaleza, la música,
etc. Es decir, a todo lo que implica el área sensorial y emocional, si este contacto
es activo proporciona una satisfacción en la persona que lo establece.

Cuando hay interrupción entre el contacto y el reposo (la última fase del ciclo), se
sitúa el mecanismo conocido como confluencia interna en la que el individuo no es
capaz de diferenciar sus experiencias, por otra parte, cuando no existe mucho
contacto se está bloqueando en el darse cuenta y cuando existe mucho contacto se
da la unión, esta última fase del contacto integra todas las anteriores. Además, entre
estas dos fases hay un ritmo, en el que se aprende a cómo poner atención a las
propias necesidades, es decir, como actuar para satisfacerlas y luego retirarse y
descansar.

Retirada: es cuando el organismo entra en el reposo de la experiencia vivida, se,


retira, es decir, es la entrada al descanso o reposo después de satisfecha la
necesidad, entonces comienza otro ciclo o Gestalt, que se iniciará con una nueva
sensación.

Aplicando este ciclo de la experiencia el cual es muy valioso para que el terapeuta
acompañe al individuo no solo a descubrir sus bloqueos, sino a completar estos
ciclos y cerrar sus gestalten y así vivirse más completo y madures, establecer
contacto y separarse tienen un ritmo, es decir son patrones rítmicos de la existencia
humana, primero establecer contacto para satisfacer una necesidad y después
retirarse para apreciar el sabor de haber llenado el vacío o la necesidad.
Mecanismo de evitación: El enfoque Gestalt hacía la vida implica el ser quienes
somos, aun si esto significa riesgos, sin embargo con frecuencia evitamos mostrar
realmente quienes somos y cada vez que lo hacemos una parte de nosotros muere,
es solamente a través de tomar conciencia de quienes somos y de nuestra relación
con nuestro medio siempre cambiante que podemos, en forma flexible, ser capaces
de responder a las experiencia que tenemos a cada momento, no obstante, por
costumbre constantemente evitamos ver quiénes somos y que está sucediendo a
nuestro alrededor.

Por naturaleza como seres humanos tenemos la necesidad de expresarnos y


expresar nuestros sentimientos, pues si no lo hacemos y esto se convierte en hábito,
nuestra capacidad para expresarlos va disminuyendo, esto no quiere decir que cada
vez que estemos experimentando algún sentimiento deba expresarlo de inmediato
a veces tal actitud no es la apropiada, sin embargo si por hábito evito expresarme,
estoy negando una parte de mí mismo, ya que esto daría como resultado que con
el tiempo perdiéramos la conciencia de ese sentimiento y eso repercutiría en que
no sería yo mismo y también podría suceder que esta represión de sentimientos se
acumularía y por algún lado pueden buscar salida, ya sea como hostilidad
disfrazada hacía los demás o como actitudes autodestructivas, no obstante, tengo
la libertad de ser sincero conmigo mismo y tomar la elección o no de expresarlos.

La evitación se lleva a cabo en el momento en que una figura normalmente quiere


surgir desde el fondo y algo sucede que lo impide, de esta manera al bloquear
nuestra conciencia para evitar sentimientos, asociarse, aspectos de lo que está
sucediendo, actos desagradables, etc., evitamos que la figura se forme claramente.
Existen varias formas en las que podemos evitar vernos a nosotros mismos y al
mundo en que vivimos, todas estas formas están interrelacionadas, a continuación,
describo los mecanismos de evitación: Proyección, introyección, reflexión, deflexión
y confluencia.

Proyección: es el mecanismo por el medio del cual el individuo evita apropiarse de


su propia realidad, es un fenómeno inconsciente en el que la persona que proyecta
no puede distinguir en forma satisfactoria entre el mundo interior y el exterior, coloca
en el mundo exterior aquellas partes de su propia personalidad con las que se niega
a identificarse, esto es, pone en el exterior partes de ella misma y rechaza algunos
aspectos de sí mismo, adjudicándoselos al ambiente, si este es bastante diverso a
veces tendrá razón, pero la mayor parte del tiempo cometerá errores graves,
renunciara a la parte que le toca en la conducción de la energía y se sentirá
impotente para efectuar un cambio por sí mismo, en otras palabras es un individuo
que no puede aceptar sus propios actos o sentimientos, porque no debería actuar
o sentir así. Fritz Perls en su libro “Yo hambre y agresión”, nos dice que: La persona
que esta inclinada a proyectar, se parece al que está sentado en una casa con
espejos en todas las paredes, donde quiera que vea, pensará que ve al mundo a
través del cristal, mientras que en realidad solo ve reflejos de las partes no
aceptadas de su propia personalidad. Ahora bien, son los sentimientos negativos
los que con mayor frecuencia proyectamos; sin embargo también proyectamos los
positivos y tenemos que volverlos a aceptar antes de que nuestra percepción de
nosotros mismos y de los otros sea clara, ya que el individuo pierde su identidad,
sin embargo no es siempre el mundo exterior el que sirve como pantalla para las
proyecciones, estas pueden darse también dentro de la personalidad, es decir, el
individuo no usa el mecanismo de la proyección únicamente en la relación a sus
quehaceres con el mundo que está afuera de él mismo, también lo usa en sí mismo,
no solo tiene la tendencia de desposeer sus propios impulsos, sino que también
tiene a desposeer aquellas partes de él mismo de donde se originan aquellos
impulsos, les confiere por así decirlo una existencia objetiva fuera de él, de modo
que puede culparlos de sus problemas sin encarar el hecho de que son parte de él
mismo, en lugar de ser un participante activo de su propia vida, el proyector se
convierte en un objeto pasivo, víctima de las circunstancias, en palabras de Perls
“el proyector hace a los otros, lo que les acusa que le están haciendo a él”.

Introyección: Otro mecanismo con el que se interrumpe el ciclo natural de la


formación y destrucción de la Gestalt y que reduce de esta manera nuestra
capacidad para responder al mundo que nos rodea es la “Introyección”, la cual es
el reverso de la proyección, así como la proyección es la tendencia de hacer
responsable a nuestro mundo exterior de lo que se origina en el sí mismo, así
también la introyección es la tendencia hacer del sí mismo (self) responsable de lo
que de hecho es parte del ambiente. Literalmente, la palabra significa “hacer a un
lado” o “poner dentro”, se utiliza para describir el proceso mediante el cual los
valores y las actitudes de alguien más son adoptados sin discriminación, es decir,
incorporamos dentro de nosotros mismos, los valores, argumentos, ideas, patrones,
actitudes, modos de actuar y pensar, que no son verdaderamente nuestros, hemos
corrido el límite entre nosotros y el resto del mundo tan demasiado hacia dentro de
nosotros mismos, que casi no queda nada de nosotros. Fritz Perls, en su libro “ego,
hambre y agresión”, hace una analogía entre nuestro comportamiento psicológico y
la forma en que comemos y digerimos nuestros alimentas, en la introyección se dice
que engullimos comportamientos y actitudes que vemos en el medio que nos rodea
sin primero “masticar” para desestructurarlos, de manera que podemos no digerirlos
ni intégralos adecuadamente; de la misma manera que escudriñamos la comida
antes de comerla, debemos tener cuidado con las actitudes y filosofías que
asumimos, así como podemos vomitar la comida nociva que hemos tragado, ya sea
porque no la toleramos o porque no la hemos masticado adecuadamente, así
debemos estar preparados para vomitar y revalorar ideas y actitudes que ya nos
hemos tragado.

Para Fritz Perls, la inserción del mundo manifiesta tres fases diferentes: Introyección
total, introyección parcial y asimilación, correspondientes a las fases de “chupar”,
“morder” y “masticar”, (estadios pre-dentales, incisivo y molar), detallándolas como:
Introyección total: Para todo el que está en el grupo pre-dental. Comportándose
como si no tuvieran dientes, en este estadio, la persona o material introyectado
permanece intacto, el objeto ha sido tragado ha evadido el contacto con los dientes
agresivos, de la misma manera que un niño pequeño toma el conocimiento del
mundo, absorbiendo todo lo que nos dan sin preguntar, como un niño que bebe su
leche, este proceso es una forma hambrienta de tragar sin discriminación, el niño
pequeño acepta cualquier cosa que no experimenta instantáneamente como nociva,
acepta el alimento en la forma que se lo ofrecen o lo escupe, no puede reelaborar
la sustancia, no tiene dientes, traga confiadamente cualquier alimento que se le
proporciona y lo mismo traga impresiones acerca de la naturaleza de su mundo.
Introyección parcial: corresponde al estadio de morder, desde que el niño mastica
aprende a reestructurar lo que ingiere, pero antes de eso desestructura el alimento,
de esta necesidad inicial de tomar las cosas como vienen o desembarazarse de
ellas cada vez que puede, deriva su notoria necesidad de confiar en el medio, si
este es digno de confianza el material que entra en el organismo infantil (alimento o
trato personal), será nutritivo y saludable, de lo contrario se creara una personalidad
en la que tenga poco contacto con el sí mismo.

Asimilación: Conforme el niño crece, tiene que trabajar más para obtener el
alimento que necesita, masticando y arreglando los bocados antes de tragárselos,
todo lo contrario, a la introyección ya que esto implica desestructuración y
reorganización. Sin embargo, algunas personas nunca aprenden completamente el
comportamiento agresivo que es necesario para la asimilación y continúan
absorbiendo los valores de sus padres y más tarde de otras personas y de los
diferentes sistemas socioculturales a los que pertenecemos y que nos moldean tales
como la sociedad, la escuela, la religión, el contexto social, económico y político,
etc., que nos lanzan en nuestro interior estilos de vida, reglas, costumbres,
principios, prohibiciones, etc., así como absorbieron la leche materna, pasivamente
y sin cuestionar, la desventaja es que se pueden hacer incapaces de responder con
flexibilidad a sus propias necesidades y deseos, es decir, se estacan tratando de
seguir las actitudes de los otros, tratan de actuar como ellos creen que deben actuar
y continuamente se presionan para ser lo que no son.

Por lo que, toda introyección, total o parcial, debe pasar por el molino de los molares
trituradores, para no convertirse en un cuerpo extraño o seguirá siendo un factor
aislado o alterador en nuestro sistema. Es decir, si algunos elementos de dichas
introyecciones son asimilados por el organismo se convierten en la personalidad del
individuo, otros elementos no son digeridos y se convierten en un cuerpo extraño
dentro del organismo, perturbando su funcionamiento.

Retroflexión: La retroflexión es la función por la que el sujeto vuelve contra sí


mismo lo que querría hacerle a otro, o se hace a sí mismo lo que querría que otro
le hiciera, el retroflector abandona cualquier tentativa de influir sobre el medio,
convirtiéndose en una unidad aislada y autosuficiente, reinvirtiendo su energía en
un sistema exclusivamente intrapersonal e imponiendo severas restricciones al
tráfico entre el ambiente y él, condena su universo psíquico y sustituye con la
manipulación de su propio yo lo que considera vanos anhelos de recibir atención
ajena.

Esta resistencia puede desarrollarse cuando somos niños y crecimos en un


ambiente hostil con unos padres muy exigentes e insensibles a los manejos
infantiles, el niño pudo haber crecido en un ambiente que cuando lloraba no
encontraba un regazo donde carrucarse, los halagos y las caricias eran carentes y
así el niño pronto aprende a consolarse y mimarse por sí mismo y a pedir poco a
los demás, cuando va creciendo se va proporcionando sus propios cuidados,
consintiéndose el mismo y atendiéndose amorosamente en sus necesidades, pero
siempre está latente el mensaje de “mis padres no me prestan atención” y esto lo
generaliza no se da la oportunidad de pensar que el que sus padres no le presten
atención no significa que el resto del mundo tampoco lo haga y se ve obligado a
responder a sus creencias creyendo que tienen que atenderse por su cuenta.

Así también el individuo reprime sus impulsos de dirigir hacia alguna otra persona
esos impulsos tiernos u hostiles, sus reacciones fueron anuladas creyendo que no
tenía por qué volcarlos hacía los demás y los vuelca contra sí mismo, sin embargo
la retroflexión no se vuelve un rasgo de carácter mientras no se paralicen de una
manera habitual las energías que se contraponen dentro del individuo, no obstante
lo anterior, la retroflexión puede servir para autor rectificarse y contrarrestar las
limitaciones o contingencias, como cuando estamos a punto de cometer actos que
pueden ser resgosos y nos detenemos ejecutarlos para no correr riesgos que
puedan ponernos en peligro.

Además de lo anterior la retroflexión esta generalmente relacionada con la


introyección en el sentido de que ambas formas de evitación se desarrollan a partir
de nuestra relación con los demás, casi siempre que inhibimos nuestros impulsos o
sentimientos se crea tensión en nuestro cuerpo y estas tensiones se pueden
manifestar generalmente en los músculos que usaríamos para expresar nuestras
reacciones por ejemplo en los brazos y hombros, etc., por lo que se necesita para
deshacer la retroflexión, es volver a la autoconciencia, el individuo debe darse
cuenta, de su forma de sentarse, de abrazar, de rechinar los dientes, etc., cuando
sepa lo que está pasando en su interior, su energía movilizada podrá buscar salida
en la fantasía o en la acción, es decir, podrá imaginar en que regazo le gustaría
sentarse, a quien estrechar en un tierno abrazo, a quién le gustaría morder, a quien
le gustaría aplastar, etc.

Deflexión: Otro mecanismo de evitación es la deflexión que consiste en una


maniobra tendiente a esquivar el contacto directo con otra persona, con esto se
evita el contacto real, por lo general ayuda a evitar una interacción amenazante o
desagradable pretendiendo que algo no sucedió o no existe, hacemos esto de varias
maneras: cambiando el tema, con verborrea, tomando a risa lo que se dice,
tosiendo, haciendo comentarios irrelevantes, hablando sobre alguien en vez de
hablar a alguien, haciendo algo que atraiga la atención de la otra persona, haciendo
chistes, yéndose por la tangente, en fin son muchas las formas con las que el
individuo puede manifestar la deflexión; el deflector no cosecha los frutos de su
actividad para él simplemente no pasa nada. Sin embargo, existen momentos en
que la deflexión es apropiada, el uso consciente de esta forma de evitación puede
ser útil.

Confluencia: Es un mecanismo de evitación consiste en estar siempre de acuerdo


con lo que los otros piensan y dicen, es decir las personas confluentes no ponen
ninguna objeción, no aportan ninguna crítica, todo lo que dicen los demás lo aceptan
y hasta lo hacen suyo y de esta manera entablan relaciones precarias, no se dan
cuenta que dos cuerpos no pueden ocupar al mismo tiempo el mismo lugar y el
mismo espacio, así como tampoco dos individuos no pueden tener la misma
mentalidad, el individuo confluente esta considerablemente disminuido por la razón
de que no establece contacto con su self y no tiene ningún sentido de diferenciación
y de confrontación.

La confluencia es frecuente en algunas parejas cuando aparentemente están de


acuerdo y en realidad están en desacuerdo y no manifiestan con el pretexto de no
discutir o quebrantar una tranquilidad aparente, sin embargo van reprimiendo sus
sentimientos y con esto originándose una gran insatisfacción que más tarde los hará
creer que la vida es insoportable debido a la gran tensión que van acumulando en
su relación, no obstante ello, esto puede ser rectificado y modificado haciendo que
los dos miembros de esa relación se dan cuenta de sus diferencias y semejanzas,
lo que les permitirá establecer el proceso de unión-separación, el uno del otro.

Ahora bien, estas relaciones de confluencia no solo se dan en las parejas, sino que
se extiende a las diversas áreas del individuo, es decir, hay señales de perturbación
n las relaciones de confluencia entre marido y mujer; padre e hijo, patrón y
empleado, en la sociedad, etc., donde se pueden mostrar cooperadoras y
conformes aunque en el fondo estén en desacuerdo y las discrepancias sentidas no
hallan estallado nunca en una disputa franca.

Dos claves en las relaciones confluentes perturbadas son los frecuentes


sentimientos de culpa o de rencor. Esto es, cuando una de las partes advierte que
no ha estado de acuerdo y ha roto la confluencia, se siente obligado a disculparse
o a pagar un precio por esta violación, ni siquiera sabe por qué, pero tiene la
sensación de que no ha estado a la altura de lo que otros esperan y cree que tiene
que reparar o expiar lo que hizo, buscando el castigo o infringiéndoselo ella misma
por la culpa que siente, sometiéndose mansamente al trato áspero, a las
recriminaciones y al distanciamiento; o tal vez se lo imponga a sí misma, mediante
una conducta retroflexiva, rebajándose y humillándose cruelmente o sintiéndose
malvado y despreciable. Es decir, el sentimiento de culpa es una de las grandes
señales de que se ha roto la confluencia.

Por otro lado está la parte contraria, la que se siente víctima, la cual experimenta
una virtuosa resignación y amargo resentimiento, se siente lastimada, ofendida,
traicionada y agraviada, tiene que obtener algo del ofensor y exige que por lo menos
se sienta culpable por lo que ha hecho y que se disculpe y lave la ofensa, sin
embargo, también el sujeto ofendido puede retro flexionar en el intento de exigir una
satisfacción, ya que sus demandas carentes de realismo pueden ser insaciables, se
conduele y se apiada de sí misma, pensando que dura es su vida y que insensible
y desalmado el traidor que la ha herido de ese modo y para hacer más soportable
su situación se convierte en un ser aún más infeliz y digno de lástima, lo cual
naturalmente, aumenta sus resentimientos y sigue dándole vueltas y vueltas al
asunto, en un espiral interminable de quejas y discriminaciones.

Concluyendo la confluencia es un mecanismo que consiste en fundirse en el otro,


para evitar de esta manera llegar al control real, auténtico en ocasiones difícil y que
puede desembocar en la confrontación, en un reconocimiento original de la pareja
en presencia y en un resurgimiento del sí mismo diferenciado al entrar en contacto
con el otro reconocido como diferente de uno. Por lo que podemos resumir que los
antídotos de la confluencia son: el contacto, la diferenciación y la enunciación clara,
el sujeto debe empezar a experimentar las elecciones, necesidades y sentimientos
que son exclusivamente suyos y que no tienen por qué coincidir con los de otras
personas, debe aprender a asumir la responsabilidad de su vida, tomando sus
propias decisiones y aceptando los resultados que estas le traigan sea cual fuere
estos, para así vivirse de una manera más completa estando en contacto con sí
misma y aceptando las diferencias de los otros.

Las formas de evitación descritas anteriormente, generalmente se desarrollan


cuando somos niños y son las secuelas de la niñez, que en ese entonces eran
necesarias e incluso nos ayudaron a sobrevivir en una ambiente que no nos gustaba
y no podíamos cambiar, por eso es que desarrollamos estos mecanismo que si bien
es cierto nos fueron útiles en ese momento (cuando éramos niños), las trasladamos
a la vida adulta y aunque nuestro contexto haya cambiado el mecanismo sigue
vigente en la vida adulta y ya no lo necesitamos, nos estorba, muchas formas de
evitación persisten como hábitos y los hábitos se pueden cambiar, esto lo logramos
cuando los traemos a la conciencia y ponemos atención a la manera en que estos
hábitos inhiben nuestra personalidad para en el mundo presente.

Técnicas utilizadas en la terapia Gestalt son muchas y cubren un amplio espectro


de conductas verbales y no verbales, estructuradas y no estructuradas,
introspectivas e interpersonales, dirigidas hacia dentro y hacia afuera, simbólicas y
no simbólicas, algunas de estas técnicas no son exclusivas de la terapia gestáltica,
así como también quizá también hayan sido adaptadas para integrarlas a una forma
alterna de terapia, sin embargo, una sesión de terapia gestáltica no podría ser
confundida con otra, cada una tiene su propio enfoque y constituye una nueva
Gestalt pues la peculiaridad de la terapia gestáltica reside en un nivel intermedio
donde una actitud da forma al material técnico y genera un nuevo guion a partir de
las posibilidades disponibles, es decir, si la terapia gestáltica práctica, es un cuerpo
sintético de técnicas, esto se debe a que precisamente no está orientada a la técnica
sólo existe una técnica en la medida que precisamente no está orientada a la
técnica, sólo existe una técnica en la medida que muchas partes puedan
cristalizarse en torno a un centro unificado y este centro reúne una sorprendente
variedad de recursos, esto va más allá de las técnicas a que se le hace referencia,
es como una cuestión de actualidad, toma de conciencia y responsabilidad.

Existen dos formas en que las técnicas de la terapia gestáltica pueden ser de ayuda
para la persona se contacte con su experiencia, una formas de vivenciar de detener
la activación, es decir, dejar de cubrir la experiencia, la otra es poner nuestras
energías para movernos rápidamente hacía el contenido de la conciencia en la
forma de una atención intensificada o exageración deliberada, en la terapia
gestáltica se trabaja básicamente con tres técnicas, se les conoce como técnicas
supresivas, expresivas e integrativas y las cuales son interdependientes y son
únicamente las herramientas que ayudan al terapeuta, no son la terapia en sí y es
por lo que son consideradas como la mano derecha del terapeuta.

Técnica supresiva: Buscan suprimir los intentos de evasión del sujeto en el aquí y
ahora, y hacer que experimente lo que no ve, que no desea afrontar, dentro de las
cuales podemos mencionar:

Experimentar nada, intentando que el vacío estéril se convierta en vacío fértil,


naciendo una integración con ese sentimiento de vacío.

Evitar el “Acercamiento”, es “hablar acerca de”, como forma de escape,


sustituyéndolo por el vivenciar.

Detectar “el debeismo”, ya que los “deberías”, son otra forma de evitar lo que se es.
Detectar la manipulación y los juegos de roles, “como sí”, que surgen en la terapia,
el objetivo es mejor vivenciarlos que suprimirlos, las preguntas, las respuestas, pedir
permiso y las demandas, son formas de manipular.

Técnicas expresivas: en estas se busca que el sujeto exteriorice lo interno, es


decir expresar lo no expresado, terminar o complementar la expresión, buscando la
dirección hacia la expresión directa, maximizando la expresión, dando con esto un
contexto no estructurado al sujeto, para que se enfrente a sí mismo y asuma la
responsabilidad, utilizando las indicaciones imaginarias de situaciones
desconocidas, para que afloren los temores y situaciones inconclusas y se pide que
exprese lo que siente, una de las técnicas más usadas es la de “silla vacía”, que
consiste en un juego de roles, donde el sujeto trabaja imaginariamente sus
problemas con otros, también se pueden usar las indicaciones imaginarias para
reconstruir situaciones y revivirlas de manera sana, experimentando todo lo que se
evitó.

Repetición simple: se trata que el sujeto se percate de alguna acción o frase que
pudiera resultar importante, se le dice “repite esa frase nuevamente”, “haz de nuevo
ese gesto”, “observa tu postura”, etc.

Exageración y desarrollo: Es más que la repetición simple, al hacer esto una serie
de veces, el paciente puede descubrir algo nuevo en su acción.

Explicación o traducción: Es una de las técnicas más originales de la terapia


Gestalt, que el terapeuta habitualmente introduce con afirmaciones tales como:
“Ponle palabras a tu movimiento de asentamiento”, “¿Si tus lagrimas pudieran
hablar? ¿Qué dirían?”, “¿Qué le diría tu mano izquierda a tu mano derecha?” Al
hacerlo se le está poniendo al paciente que traduzca en palabras un trozo de
expresión no-verbal, un gesto, una imagen visual, un síntoma físico, etc. Y se le pide
entonces que haga explicito un contenido que sólo era implícito, en otras palabras,
que exprese con palabras sus movimientos, es decir, lo que se hace.
Actuación e identificación: Es lo opuesto a traducir aquí se le da movimiento a un
pensamiento, el paciente debe actuar sus sentimientos y emociones, llevarlas a la
práctica para identificarse con ellas e integrarlas a su personalidad.

Técnicas integrativas: En términos generales, toda técnica expresiva y supresiva


son de algún modo integrativas, sólo que en esta se pone mayor énfasis en la
incorporación de la experiencia, porque expresa, significa traer el percatarse lo que
estaba disociado, presente que el paciente incorpore o reintegre a su personalidad,
las partes alienadas, dentro de las técnicas integrativas podemos mencionar:

1.- El encuentro intrapersonal: El paciente debe mantener un dialogo con diversas


partes de su ser, con esto se pone en contacto con sus sub-sí mismos, indicándole
que represente sus partes en forma alternada y haga hablar a sus personajes entre
sí, por ejemplo, entre el “Yo debería” y “Yo quiero”.

2.- Asimilación de proyecciones: Intenta que el sujeto reconozca las proyecciones


que emite como propias, se le puede pedir que viva lo proyectado como suyo, por
ejemplo: cuando dice se “siente bien” en lugar de “yo me siento en relación a ello”
o “se siente incómodo”, en lugar de “yo me siento desagradado”.

Son muchas y diversas las técnicas utilizadas en terapia Gestalt y cada una se utiliza
según los diferentes casos y conflictos, necesidades y bloqueos que presente el
paciente, así mismo también la psicoterapia Gestalt retoma del psicodrama de
Moreno la técnica de cambio de roles que permite a la persona representar por
medio de la dramatización, o acción algún episodio real, imaginario o guardado en
la memoria y ponerse en el lugar de otro, es una técnica global que integra el cuerpo,
las emociones y el pensamiento.

Sueños: La exploración de los sueños ocupa en lugar especial en la variedad de


técnicas de la psicoterapia Gestalt, según esta en los sueños aparecen las partes
alienadas que tenemos en muestra personalidad, las partes que rechazamos en
nosotros mismos, al revivir los sueños en el presente, logramos integrar en nosotros
mismos esas partes alienadas, así las partes que rechazamos se integran a nuestra
personalidad, lo que nos permite aprovechas su energía, en consecuencia todas las
diferentes partes del sueño son una parte de nosotros mismos, es decir son
fragmentos de nuestra personalidad y solo uniendo las diferentes partes
fragmentadas del sueño se realiza la integración de la personalidad. Fritz Perls
inventó diversas técnicas destinadas a dar inmediatez al relato y a la elaboración de
los sueños, en el enfoque Gestalt los sueños se entienden como proyecciones de
la personalidad del soñante, ante todo se recomienda al soñante que relate el sueño
en primera persona como si estuviera ocurriendo en ese momento y se le ayuda a
representar parte del sueño como aspectos de su propia vida, elaborando así un
hecho presente y no un episodio pasado, ya que para Fritz Perls, cada parte del
sueño es una parte de ti mismo y al representarlas se llega a una identificación total
y esta a su vez contrarresta la alineación, es decir, al representar estos papeles el
paciente descubre que simbolizan su existencia.

Los sueños son como toda experiencia, deben ser experimentadas no explicadas,
el terapeuta a escuchar atentamente en la primera instancia y luego a guiar al
paciente por el sueño para que se detenga en las partes significativas para que las
vivencie, son las gestalten inconclusas, lo que el paciente experimenta o se niega a
experimentar y aunque el sueño puede explorarse solo como proyección, el
terapeuta gestáltico dispone de una serie de alternativas entre las cuales él puede
elegir la que le parezca más eficaz para la elaboración del material onírico, las
elecciones dependerán de la naturaleza particular del paciente, sin embargo, el
sujeto es más que una proyección de varios aspectos del soñante, es una etapa en
la que se activa el contacto, de modo que describa toda su existencia presente, las
técnicas y enfoques disponibles permiten abarcar una considerable diversidad de
estilos y preferencias personales, de ahí la fluidez con que puede moverse el
terapeuta gestaltista en medio de los diversos aspectos de la experiencia
terapéutica.

Por otra parte, los sueños al ser mensajes existenciales, pueden usarse no
únicamente como un medio de explorar la propia naturaleza del sueño y del
soñante, sino también puede usarse como punto de partida para efectuar
descubrimos relativos a las relaciones del paciente como su entorno o para llegar al
reconocimiento de una posición existencial, sea cual fuere el rumbo que siga la
experiencia, el sueño mantendrá un significado relevante para explorar su relación
con los demás o su conciencia de sí mismo o su actitud frente al mundo, quizá
también tenga mayor libertad sin tanta distorsión o auto anulación, así que como
podemos observar la elaboración del sueño puede proseguir sin tener que volver en
ningún momento al sueño en sí, sino más bien tomándolo como un mensaje
existencial sobre la vida de una persona y respondiendo a este mensaje como
podría responder a sus comentarios, a sus movimientos o a sus relatos, en una
palabra a cualquiera de las expresiones que iluminan su existencia.

En síntesis, el soñar es un proceso pasivo, por eso los sueños permanecen


separados de nosotros, como ajenos, sin que utilicemos su energía. Son
experiencias reprimidas, que por motivos diversos no se constituyen en figuras
mientras estamos despiertos, al experimentar los sueños con las técnicas
gestálticas, el rol pasivo se transforma y se convierten en “algo que hacemos”,
pudiendo asumir nuestra responsabilidad en ellos, por ello es que se busca que el
paciente descubra el mensaje implícito en el sueño y por otra parte reincorporar
dicha experiencia enajenada a su propia personalidad.

Las técnicas empleadas en el trabajo de los sueños, son las que se usan en terapia
de grupo o individual; traer el sueño a nuestra realidad, narrando en primera
persona, tal cual sucedió, y centrándose en los elementos que van apareciendo le
corresponde al soñante ser cada elemento de su sueño, representar cada detalle y
sentirlos y de esta forma entenderlos y ver la relación que tienen con su vida.

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