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Alabaré, alabaré,
alabaré a mi Señor. (2)
Tú creaste la risa,
la paz y la dicha, la felicidad.
Tú al darnos la vida,
nos das tus riquezas, tu eterna amistad.
Un largo caminar,
por el desierto bajo el sol,
no podemos avanzar
sin la ayuda del Señor.
Unidos al rezar,
unidos en una canción,
viviremos nuestra fe
con la ayuda del Señor.
Coro Nuestra Señora de Guadalupe Parroquia de Mater Dolorosa
Caminaré en
presencia del Señor
¡Vamos, cantad,
Cantemos en la paz
de mi Señor Jesús!
Y que el amor de Dios
se torne en nuestras vidas, luz.
¡Vamos, alabar…
¡Vamos, adorar…
Te alabamos y te bendecimos,
te adoramos y glorificamos
y nosotros hoy te damos gracias
por tu grande y eterna Gloria.
Te alabamos, te bendecimos,
te adoramos, te glorificamos.
Señor, te alabamos.
Señor, te bendecimos.
Todos te adoramos.
Gracias por tu gloria. (2)
Tú eres el Cordero,
que quitas el pecado.
Ten piedad de nosotros
y escucha nuestra oración. (2)
Tómalo, acéptalo,
por amor transfórmalo en el cuerpo de Jesús.
Bendito seas Señor.
Amar es entregarse,
olvidándose de si,
buscando lo que al otro
pueda hacerle feliz.
Gracias Señor,
por el trigo que da el pan.
De tus hijos el esfuerzo,
para la tierra labrar.
Gracias Señor,
por el fruto de la vid,
que del vino pasará
a ser sangre de Jesús.
Hosanna, hosanna,
hosanna en el Cielo.
Hosanna, hosanna,
hosanna en el Cielo.
Hosanna, hosanna,
hosanna en el Cielo.
Hosanna, hosanna,
hosanna en el Cielo.
Santo es el Señor,
Dios del Universo,
llenos están el Cielo
y la Tierra de su Gloria
de su Gloria, de su Gloria.
Hosanna en el Cielo,
Hosanna al Señor.
Santo, Santo,
Santo es el Señor.
Hosanna en las alturas,
Bendito es el que viene
en Nombre del Señor.
Santo, Santo,
Santo es el Señor. (4)
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo. (2)
Santo, Santo,
Santo es el Señor. (4)
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo. (2)
¡Hosanna! ¡Hosanna!
¡Hosanna! ¡Hosanna!
¡Hosanna en el cielo! (2)
¡Hosanna! ¡Hosanna!...
Santo, Santo,
Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el Cielo y la Tierra,
Hosanna en el Cielo, Hosanna.
Hosanna, Hosanna,
Hosanna en el Cielo. (2)
Hosanna, Hosanna,
Hosanna en el Cielo. (2)
Hosanna, hosanna
hosanna en el Cielo.
Hosanna, hosanna
hosanna en el Cielo.
Hosanna, hosanna
hosanna en el Cielo.
Hosanna, hosanna,
hosanna en las alturas,
hosanna, hosanna
en las alturas.
Hosanna, hosanna…
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros, ten piedad.
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros, ten piedad.
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo.
Danos la paz, dánosla.
Busco en tu rostro,
ardo en deseos de contemplarte;
suelta ya mis cadenas,
hazme sentir tu verdad.
Transfórmame, transfórmame
y quema mis alas,
mi Dios y Señor, conviérteme a ti.
Transfórmame, transfórmame
y reina en mi vida.
que ya no viva yo, que tu vivas en mi,
que tu vivas en mi, que tu vivas en mi.
Transfórmame, transfórmame
y quema mis alas,
mi Dios y Señor, conviérteme a ti.
Transfórmame, transfórmame
y reina en mi vida,
que ya no viva yo, que tú vivas en mí,
que tú vivas en mí, que tú vivas en mi.
Transfórmame, transfórmame.
Si, te conocí
y sentí en mi alma un despertar.
Sí, supe de ti
y en las horas mas oscuras
siempre veo el sol brillar.
No pienses en el mañana…
No era mi intención
hablar de amor, pero ya ves,
me ha traicionado el corazón;
y es que estando Tú por medio
de que puedo hablar,
si eres mi única razón,
Señor, Señor Jesús.
Es una palabra
tan sencilla de decir
y tan difícil de sentir.
Todo mundo ha dicho
yo te quiero alguna vez,
y ha regalado alguna flor.
Señor, Señor Jesús.
Creo en Ti,
no por una imposición, creo en Ti
y al hacerlo me doy cuenta del valor
de creer, aunque a veces es difícil poder ver.
Dónde estas,
en un mundo tan perdido en la maldad,
que parece que no tiene solución,
que se invierte cada día un poco más.
Creo en Ti,
como un niño que no tiene a donde ir,
como un hombre que no tiene porvenir,
que confía solo en Ti al existir.
Y al creer,
se convierte en alabanza más real,
pues no encuentro muestras para darte más
y el creer es mi tributo para Ti.
Creo en Ti,
porque hay algo que lo grita en mi ser.
Creo en Ti, aunque a veces es difícil decidir
como actuar y saber que voy a hacer tu voluntad.
Creo en Ti,
y esa es mi más profunda confesión,
aunque sé que creer no es solamente bendición,
es conciencia que me exige la acción.
Desde la alborada
de mi vida te sentí
sin que tu me hablaras
yo sabia que estabas ahí.
Desde la alborada
de mi vida te sentí
y ahora me consagras
para transformarme en ti.
Es mi amigo Jesús,
es mi amigo mas fiel,
Él es Dios, Él es Rey,
es Amor, es Verdad.
Solo en Él, encontré esa paz que busqué.
Solo en Él, encontré la felicidad.
En su mente ya me tenía
y en el seno de mi madre
Él con sus dedos mi vida tejió,
mi Dios, mi Dios.
Él volteando su rostro a mi
con gran ternura me dijo:
“Emprende tu vuelo final
que yo estaré junto a ti”.
El Señor lo ha jurado
y no se arrepiente:
“Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec”.
Jesús Eucaristía,
Maestro Dios de bondad,
amigo de los pobres,
ven a mi alma ya.
Tu Cuerpo es alimento,
para salud y bien,
de quien tu gracia vive
por siglos y siglos. Amén
Cristo es el Camino,
Cristo es la Verdad,
Cristo es la Vida,
Cristo es mi Vida. (2)
Ven Jesús…
Entra en la presencia
del Señor con gratitud
y alza tu voz con júbilo. (2)
Da gloria y honra
y alabanza al Señor.
¡Oh, Cristo! Hombre sin igual.
Hombre sin igual.
Yo te propongo, Señor,…
Quiero vivir,
entregarte mi vida, la que tú me has dado.
Te quiero servir, con estas m is manos,
con estos mis ojos, con esta mi voz.
Quiero vivir,
entregarte mi vida, la que tú me has dado.
Te quiero servir, con estas mis manos,
con estos mis ojos, con esta mi voz.
Sáname Señor,
hoy quiero vivir,
dame tu amor,
sin Ti no puedo ser feliz.
Sáname Señor,
líbrame del mal,
toca el corazón
para alcanzar la santidad.
Deja tu patria,
deja tu casa y sígueme.
Sigue mis huellas, contigo estoy.
Toma tu alforja,
toma el cayado y sígueme.
Ven a la tierra que te mostraré.
Toma tu pueblo,
por el desierto te llevaré,
por mar adentro, contigo estoy.
Deja tu casa,
deja tu patria y sígueme.
Sigue mis huellas que te mostraré.
Te digo ven, mira hacia el sol,
toma tu amor y sígueme.
Te digo ven, no importa que
no puedas tú, por ti hablaré.
Te digo ven, yo te daré
la tierra y paz de que te hablé.
Te digo ven…
Lo puedes sentir,
tal vez este mismo instante.
Lo puedes sentir,
dentro de tu corazón.
Lo puedes sentir,
por la sonrisa que tienes.
Dios está aquí, Dios está aquí.
La belleza de mi Señor
nunca se agotará.
La hermosura de mi Señor
siempre resplandecerá.
Le llaman Jesús…
Gloria, Gloria,
Gloria, Gloria.
A Jesús, el Señor.
Al Cordero de Dios.
Al Nombre sobre todo nombre.
A Jesús, el Señor.
Al Cordero de Dios.
Al Nombre sobre todo nombre.
Gloria, Gloria,
Gloria, Gloria.
Ya no debemos cultivar
el afán de buscar el propio bien.
No hay un amor más singular
ni mayor que la vida misma dar.
En torno de la mesa
te encontramos, oh Señor,
unidos los hermanos,
comiendo el mismo pan.
Te das en alimento,
que es signo de tu amor.
Nos das la vida, Cristo,
nos das la eternidad.
Gracias te da mi corazón
porque nos haces uno en tu amor.
Todo mi ser es para ti,
yo nada quiero, ya soy feliz.
Coro Nuestra Señora de Guadalupe Parroquia de Mater Dolorosa
Arriba los corazones
Hoy ya sé el camino
y hacia él me dirijo,
por la senda bendita
que representa el Hijo.
Tan alto
que no puedo estar arriba de él.
Tan bajo
que no puedo estar abajo de él.
Tan ancho
que no puedo estar afuera de él.
Grande es el amor de Dios.
Esta el Sí de María…
Como es posible
que yo viva sin Jesús.
Si Él es mi vida,
mi camino y mi luz;
Él me ha librado del pecado
y de la muerte.
Como es posible
que yo viva sin Jesús.
Si tuvieras fe,
como un granito de mostaza,
eso dice el Señor. (2)
Tu tienes un amigo…
Tenemos un amigo…
Yo tengo una Madre, la Madre de Jesús…
Tu tienes una Madre…
Tenemos una Madre…
Bendeciré al Señor…
Yo serviré….
Yo cantaré…
Alabaré…
El mundo es un manicomio
y Jesús es el doctor, (2)
Él nos da la medicina
para el bien del pecador. (2)
Caminarán y no se cansarán,
correrán, no se fatigarán.
Si tu esperas…
Si esperamos…
La Sangre de mi Salvador,
poderosa sangre carmesí,
que derramó allá en la cruz
suficiente ha sido para mi. (2)
Iglesia…
Gente…
Obra…
Señor, sáname,
Señor, sáname,
Señor, sáname con tu poder. (2)
Señor, lléname…
Señor, úngeme…
¡Gloria, Aleluya,
Aleluya, Gloria a Dios. (2)
Se alaba…
Se mueve…
Se vive…
Es el Espíritu, es el Espíritu
es el Espíritu que vive
dentro de mi corazón.
Es el Espíritu, es el Espíritu
es el Espíritu que me llena de amor.
A edificar la Iglesia,
a edificar la Iglesia,
a edificar la Iglesia del Señor.
Yo soy la Iglesia,
tú eres la Iglesia,
somos la Iglesia del Señor.
Corriendo voy…
Saludando voy…
Saltando voy…
Aplaudiendo voy…
Orando voy…
Echó a la mar
los carros del Faraoooooón,
¡eh, eh!
Echo a la mar…
Canta, canta,
cántale una canción. (2)
Las mujeres…
Los hombres…
Los jóvenes…
Los niños…
Los de rojo…
Todos…
Y en mi debilidad,
tú acudes en mi auxilio
para darme nuevas fuerzas
y a mi corazón alivio. (2)
Y su esposa se enojaba,
¿porqué?
Saltaba…
Oraba…
Resucitó - o - o (3)
¡Aleluya - a - a - a - a - a! (2)
¡Al Rey!
En la tierra se canta
y en el cielo se oye. (2)
Vamos todos a alabar al Señor
con panderos y guitarras. (2)
Así, así,
así se alaba a Dios. (2).
Él sana, Él salva,
¡Poderoso es nuestro Dios!
Bautiza, Él viene,
¡Poderoso es nuestro Dios!
El Padre, el Hijo,
¡Poderoso es nuestro Dios!
Espíritu Santo,
¡Poderoso es nuestro Dios!
Él me liberó, me liberó,
Cristo rompió las cadenas,
Él me liberó. (2)
Y cuando pasa,
todo lo transforma:
se va la tristeza,
llega la alegría.
Y cuando pasa,
todo lo transforma:
llega la alegría
para ti y para mi.
Me dicen aleluya…
Yo amo a María…
Yo me sigo enamorando,
me sigo enamorando,
me sigo enamorando de Dios. (2)
¡Levántate dormilón!
No seas como Jonás,
recibe la bendición
que el Señor te quiere dar. (2)
No hay Dios
tan grande como Tú,
no lo hay, no lo hay. (2)
No hay Dios
que haga maravillas,
como las que haces Tú. (2)
No con espadas,
ni con ejércitos,
más con tu Santo Espíritu. (2)
Ya va bajando, va cayendo,
va soplando, va ardiendo.
Es el Espíritu de Dios
que quiere actuar. (2)
Ya va bajando…
Ya va bajando…
Coro Nuestra Señora de Guadalupe Parroquia de Mater Dolorosa
Si en verdad eres salvo
Canto de gozo,
cantaré al Señor un canto de gozo,
le diré por siempre:
Maravilloso, maravilloso,
digno de todo honor. (2)
Y Tú María…
Eres Tú la Mujer
a quien ha elegido el Señor,
para nacer entre sus brazos
y dar al mundo la noticia.
Alégrate, oh Mujer,
mira que Dios viene a ti,
por fin será verdad que el mundo
tendrá el amor y la esperanza.
En Ti se cumple la promesa
de devolvernos la confianza;
Bendita eres Tú, María,
que traes al mundo la justicia.
De tu divino rostro
La belleza al dejar
Permíteme que vuelva
Tus plantas a besar.
En ti niña hermosa
el Verbo se encarnó;
y dejaste de ser niña
y eres Madre de Dios
Madre de Jesús,
que vino a salvarnos:
Gracias doy a ti
por habernos dado a nuestra luz.
Enséñame Señora,
a orar y a ser humilde
a ser mas servicial
y a darme a los demás.
Ya viene amaneciendo,
ya la luz del día nos dio.
Abre tus ojos ¡Oh Madre!
mira que ya amaneció.
Ya viene amaneciendo…
¡Viva María!
¡Viva el Rosario!
¡Viva Santo Domingo,
que lo ha fundado! (2)
Misterios Gozosos
Misterios Dolorosos
Misterios Luminosos
Misterios Gloriosos
María ven,
Oh Madre de la Iglesia,
haz oración
como en Pentecostés.
María ven,
nos urge tu presencia.
Tu intercesión
goza de gran poder.
Es tu oración
fuego vivo de amor.
Es tu oración
el gozo del Señor.
Es tu oración
poder que cambia el agua.
Es tu oración
el vino del Señor.
Coro Nuestra Señora de Guadalupe Parroquia de Mater Dolorosa
El consejo de María
El consejo de María
es obedecer a Dios. (2)
Si se acaba tu alegría
si solo tienes dolor,
haz lo mismo que María
corre a buscar al Señor.
A ti Virgencita, mi Guadalupana,
yo quiero ofrecerte un canto valiente,
que México entero te brinda sonriente.
Yo quiero decirte lo que tú ya sabes,
que México te ama, que nunca está triste,
porque de nombrarte el alma se inflama.
Tu nombre es arrullo y el mundo lo sabe,
eres nuestro orgullo y México es tuyo,
tú guardas la llave.
Qué viva la Reina de los mexicanos,
la que con sus manos sembró rosas bellas
y puso en el cielo millares de estrellas.
Yo sé que en el cielo, escuchas mi canto,
y sé que con celo nos cubre tu manto.
¡Virgencita chula eres un encanto!
Por patria nos diste, este lindo suelo
y lo bendijiste porque era tu anhelo,
tener un santuario cerquita del cielo.
Mi virgen ranchera, mi Virgen morena,
eres nuestra dueña, México es tu tierra
y tú su bandera.
Qué viva la Reina…
¡Como quisiera…!
Salve Regina,
mater misericordiae:
vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus exsules filii Hevae.
Ad te suspiramus, gementes et flentes
in hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra,
illos tuos misericordes oculos
ad nos converte.
Et Iesum,
benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, O pia,
O dulcis Virgo Maria. Amen.
Venimos a ofrecerte
las flores de este suelo,
con cuánto amor y anhelo,
Señora, tú lo ves.
Ahí en el dolor,
en el fragor de mis batallas
ahí tu manto me envuelve,
a Cristo me llevas.
Yo lo resucitaré, Yo lo resucitaré,
Yo lo resucitaré en el día final.
Mientras tú no comas,
el Cuerpo del Hijo del Hombre,
ni bebas de su Sangre, ni bebas de su Sangre,
no tendrás vida en Él.
Yo soy la Resurrección,
Yo soy la Vida,
El que crea en mi,
aunque muriera, tendrá vida eterna
Doce eran los que cenaban y les dio pan a los doce,
doce entonces lo comieron y después,
y después todos los hombres. (2)
Lo celebramos hoy.
Mi Jesús sacramentado
yo te adoro y te bendigo
porque oculto en el Sagrario
te has querido estar conmigo. (2)
Yo te adoro y te bendigo
porque en el pan consagrado
te has querido unir conmigo
mi Jesús sacramentado. (2)
Jesús, hostia inmaculada,
inmolada por bien mío,
que mi alma sea tu morada,
amantísimo Dios mío. (2)
Llenitori, llenitoque,
laus et llubilatsio.
Salus, honor, virtus quoque
sit et benedictsio.
Prochedenti ab utroque
Compar si laudatsio.
Heridos y necesitados
a ti acudimos, Señor.
A cambio de nuestra miseria,
Tú nos das salud y bienestar.
Y renovada la esperanza,
reafirmada nuestra fe,
buscamos vivir la promesa
de Cristo en su Resurrección.
Déjanos disfrutar
eternamente de tu divinidad.
Por el misterio de tu amor,
Tu Cuerpo y Sangre, Señor. (2)
El Sacramento de amor
que el mismo Cristo nos da.
Venid a celebrar…
Venid a celebrar…
Venid a celebrar…
Yahvé es el Rey,
el Rey de la gloria. (5)
Éste es el profeta
Jesús de Nazaret. (2)
¡Hosanna en el cielo!
¡Hosanna en el cielo! (2)
Cristo Jesús,
el cual existía en la forma de Dios,
no exigió tener la gloria debida a su divinidad.
Se anonadó tomando la forma del Siervo de Dios
y se asemejó a todos los hombres en su condición.
Ámense, ámense,
como yo lo he amado. (2)
Esta es la señal
de que son de los míos:
“Que se amen unos a otros,
como yo los he amado.
Un mandamiento nuevo
nos da el Señor:
que nos amemos todos
como El nos amó.
En la vida y en la muerte
Dios nos ama para siempre.
Del amor, fe y esperanza,
el amor es lo más grande.
Cantemos hosanna
al Rey Redentor. (2)
Vamos todos juntos a cantarle
porque Cristo es el Señor.
En la mañana de Resurrección
caminan al sepulcro donde está el Redentor.
Se preguntan al marchar: ¿Quién moverá,
quién abrirá la tumba donde está el Señor?
En la mañana de Resurrección
vivimos la esperanza de un futuro mejor.
Ser testigos del Señor exige cambiar,
exige luchar por un mundo de justicia y paz.
Ésta es la noche
en que sacaste de Egipto
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.
Ésta es la noche
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.
Ésta es la noche
que a todos los que creen en Cristo, por toda la tierra,
los arranca de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
los restituye a la gracia y los agrega a los santos.
Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
Esta es
la noche de la que estaba escrito:
"Será la noche clara como el día,
la noche iluminada por mi gozo".
Sabemos ya
lo que anuncia esta columna de fuego,
que arde en llama viva
para la gloria de Dios.
Ya llegó, ya llegó,
el Espíritu Santo ya llegó. (2)
Sumérgeme
en el río de tu Espíritu.
Necesito refrescar
este seco corazón
sediento de ti.
Apodérate, apodérate,
apodérate de todo mi ser. (2)
Lléname, lléname,
con tu presencia lléname,
lléname,
con tu poder lléname, lléname,
con tu bondad. (2)
Úngeme…
Sáname…
Tócame…
Muéveme…
Sálvame…
Acompáñame, condúceme,
toma mi vida.
Santifícame, transfórmame.
Espíritu Santo, ven.
Resucítame, conviérteme
todos los días.
Glorifícame, renuévame.
Espíritu Santo, ven.
Fortaléceme, consuélame
en mis pesares.
Resplandéceme, libérame.
Espíritu Santo, ven
Sáname, Señor…
Renuévame…
Libérame…
Lléname…
Transfórmame…
Guíame…
Protégeme…
Sálvame…
Bautízame…
¡Alégrate, oh Israel!
¡Vendrá, vendrá Emmanuel!
Recogido tu rebaño,
¿a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino. Belén…
A L A BR IR
¡Entren, santos Peregrinos, ¡Esta noche es de alegría,
reciban este rincón, de gusto y de regocijo,
aunque es pobre la morada, porque hospedamos aquí
se las doy de corazón! a la Madre de Dios Hijo!
Ya dormido en el regazo
de María, el Salvador
va soñando dulcemente
música y cantos de amor.
Tiempo de espera,
tiempo de esperanza.
Es el Señor el que llega
¡Ven a salvarnos, Señor!
Recogido tu rebaño,
¿a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.
Ay del chiquis…
Te conocí y te amé,
te pedí perdón y me escuchaste.
Si te ofendí, perdóname Señor,
pues te amo y no te olvidaré.
En Ti se gozan y se alegran
todos los que te buscan,
repiten sin cesar:
¡Qué grande es nuestro Dios!
Alguien te quiere
y Él es Jesús.
Tu rebaño en Ti confía
y espera tu venida.
Para cuando Cristo venga,
nos reunamos con María.
Amo al Señor
porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.
Misericordia, Señor,
por tu bondad, misericordia. (2)
Atiende y respóndeme,
Señor, Dios mío, da luz a mis ojos.
Voy a gritar
y este mundo me oirá y me seguirá
todo este camino y ayudara
a mostrar como es este grito de amor y de fe.
Voy a pedir
que las estrellas no paren de brillar
que los niños no dejen de sonreír
que los hombre jamás se olviden de agradecer
Ahora si ya entiendo,
porque gracias al Padre y su Homilía
conocí a Jesús en un momento importante de mi vida
y el Señor me dijo: “Mi amor es para ti”.
Y ahora en adelante,
ponle mucha atención a su predicación,
porque él le esta hablando a tu corazón,
porque lo que él te dice, te lo dice por amor.
Tú me amarás, yo te amaré,
alianza eterna entre tú y yo.
Tú me amarás, yo te amaré,
hasta que la muerte nos una más.
Voces de gloria
forman hoy un sonoro cantar.
Júbilo y dicha
son un canto de amor
por la eternidad
El cielo escucha
los ecos desde este altar.
Júbilo y dicha
son un canto de amor
por la eternidad
Tu lugar es a mi lado,
hasta que lo quiera Dios,
hoy sabrán cuanto te amo,
cuando por fin seamos dos.
Hoy te prometo…
No es el último adiós…
Quinceañera,
a las puertas de la Iglesia,
rodeada de damitas,
te encuentras, quinceañera.
Vestidas todas de lujo
como unas florecitas en primavera.
Quinceañera,
rinde tu homenaje al gran Dios supremo
que en el altar te espera.
Quinceañera, serás feliz,
con todas las bendiciones
que el Señor tiene para ti.
Quinceañera,
tus padres muy felices te llevan al altar;
y todos tus amigos,
y todos tus amigos te desean felicidad.
Quinceañera,
tierna flor que se abre
en la primavera,
bello himno de gratitud
que se escucha por vez primera.
Quinceañera,
que consagras este instante
y la vida entera
a la presencia de Dios.
¡Gracias, Señor! ¡Gracias, Señor!
Es tiempo de perdonar
y acordarnos de que el Padre Celestial,
Él perdona a aquel que ha ofendido
y en el Nombre de Jesús perdonarás.
y en el Nombre de Jesús pedir perdón.
Escucha hermano
la canción de la alegría,
el canto alegre
del que espera un nuevo día.
V e n ca nta, sueñ a c anta ndo,
vi ve soñ ando el nuevo so l.
En que lo s hom br es
volver án a ser h erma no s.
Si en tu canto
solo existe la tristeza,
y el llanto amargo
de la soledad completa.
Si es que no encuentras
alegría en esta tierra,
búscala hermano
más allá de las estrellas.
Nueva Vida
Una nueva vida. Tu misma vida.
Una nueva familia, tu misma familia.
Hijos tuyos para siempre.
Por medio del Bautismo renacemos, en
agua que nos salva nos bañamos,
pasamos de la carne y de lo humano, al
mundo de la gracia y de lo eterno.
Surgimos del sepulcro que es el agua,
teñidos en tu sangre redentora.
Contigo incorporados a la Pascua,
vivimos en cristiano hora a hora.
Oh Señor, misericordia,
dame tu amor,
acógeme en tu morada.
Dame tu amor.
¡Cuántas enseñanzas
nos dejan simples hombres,
que dedicaron su vida
por amar y conocer a Jesucristo!
Toca mi debilidad,
toma todo lo que soy;
pongo mi vida en tus manos y mi fe.
Poco a poco llegarás
a inundarme de tu luz;
Tú cambiarás mi pasado: ¡Cantaré!
Bella Dama...
Bella Dama...
Bella Dama...
Te alabamos, te bendecimos,
te adoramos, te glorificamos.
Te damos gracias, Señor, por tu inmensa gloria,
te damos gracias, Señor, Señor,
Dios Rey Celestial, Dios Padre Todopoderoso.
Un himno de alabanza
cantemos al Señor (2).
Hosanna, Hosanna.
Entre candilejas…