La Gravimetría y la Magnetometría son métodos potenciales. Funcionan muy bien a
la hora de cartografiar en planta la geología de una zona. Mediante una buena interpretación se puede aproximar muy bien las características de la fuente que provoca la anomalía. Aunque como métodos potenciales que son, los resultados de la interpretación están indeterminados (las inversiones de los datos tienen infinitas soluciones matemáticas). Esto quiere decir que no podemos determinar la profundidad de la fuente que genera las anomalías directamente, pero si con muy buenas aproximaciones mediante modelados.
En Magnetometría y en Gravimetría la separación de las estaciones o de los perfiles
es desde el primer momento, un factor importante a determinar, puesto que va a restringir la profundidad y la escala de tamaño de las fuentes que provocan anomalías. Por lo que es fundamental hacer un buen estudio previo. Conociendo las características del objeto de estudio y las características del terreno se puede abaratar el coste de las campañas.
Sus aplicaciones más comunes son la búsqueda de cavidades en la Construcción y
Obra Civil, definir estructuras en Arqueología, y como métodos auxiliares en Geología estructural y en Exploración minera.