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OBLIGACIONES:

DERECHOS PERSONALES: OBLIGACIONES

1. OBLIGACION:

CONCEPTO art. 724 CCCN.

ARTICULO 724.- Definición. La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor
tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés lícito y, ante el
incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho interés.

La prestación consistirá en un dar, un hacer o un no hacer.

Derecho creditorio o derecho personal son sinónimos de obligación.

Concepto de Derechos Personales y su diferenciación con los derechos reales.

DIFERENCIAS; TEORIAS MONISTAS

El derecho de las obligaciones, dentro de los derechos en general, forma parte de los llamados
patrimoniales, junto con los derechos reales y los derechos intelectuales.

Se hace necesario puntualizar la diferencia entre el derecho de las obligaciones y los derechos
reales, porque hay autores que pretenden su unificación.

La diferencia fundamental entre ambos derechos reside en que el derecho real es un poder, una
prerrogativa que su titular ejerce directamente sobre la cosa, sin intermediario alguno. En otras
palabras, el titular de un derecho real obtiene el beneficio, el goce de su derecho en forma
inmediata del objeto sometido a su señorío, recta vía, sin necesidad de que para ello medien
actos de ningún sujeto obligado.

"Ejercicio directo de la soberanía humana sobre una cosa", lo ha llamado Windscheid.

De acuerdo a la manera de su ejercicio, pues, en los derechos reales hay solamente dos
elementos: el sujeto titular y el objeto.

En cambio, en los derechos creditorios, el acreedor no ejerce su facultad directamente sobre el


objeto, sino que lo hace a través de la conducta del deudor, vale decir, en forma mediata. Aun en
las obligaciones de dar, el acreedor no puede actuar por sí mismo sobre la cosa debida, sino que
debe reclamar del deudor los actos necesarios para que la prestación le sea cumplida. La
definición de Paulo lo pone de relieve claramente: "la esencia de la obligación no consiste tanto
en hacer nuestra, una cosa o una servidumbre, sino en constreñir a otro que nos dé, haga o no
haga algo".

Se ha dicho por eso que "en los derechos personales el acreedor no tiene derecho más que a un
movimiento psicológico de la voluntad del deudor".

En el derecho de las obligaciones, por lo tanto, aparecen tres elementos –uno más que en los
derechos reales-: el sujeto activo, el objeto y el sujeto pasivo.
Esta nota distintiva fundamental consistente en el modo de ejercicio, si bien es decisiva para
diferenciar los derechos reales sobre cosa propia, de los derechos personales, no lo es tanto en el
caso de ciertos derechos reales sobre bien ajeno, donde no pareciera advertirse el ejercicio
directo del derecho por su titular, y en el caso de algunas figuras del derecho de las obligaciones,
que dan la impresión de que el acreedor obtiene el beneficio, el goce y el disfrute, directamente,
de la cosa. Se ha hecho notar en este orden de ideas que en la hipoteca -derecho real sobre cosa
ajena no aparece claramente el ejercicio directo por parte del titular y, en cambio, en el contrato
de locación -derecho personal- se daría la situación de que el titular obtiene el goce y el beneficio
inmediatamente de la cosa locada. La cuestión es ardua, sin duda y ha dado motivo a largas
discusiones entre los autores.

La crítica hecha a estos planteos, ha dado resultado favorable a la doctrina clásica. En cuanto al
derecho real de hipoteca, ha advertido con razón Alsina Atienza que "la objeción de que no se
ejerce un poder inmediato por el titular, parte de un concepto demasiado materialista, pues la
relación del derecho real es una relación jurídica y no física. El poder del titular de una hipoteca,
es, pues, un poder jurídico sobre la cosa o sobre el valor económico de la misma, que se orienta
hacia la preservación de su función de garantía del crédito y, al menos, con ese alcance, se ejerce
erga omnes".

Hay otras diferencias que distinguen a ambos derechos:

a) El derecho real es un derecho absoluto, en el sentido de que se tiene contra todos: erga onnes.
El derecho personal es relativo, pues se tiene solamente contra el deudor.

b) Los derechos reales surgen exclusivamente de la voluntad del legislador y están limitados a las
figuras creadas por la ley. Los derechos creditorios pueden surgir de la voluntad de las partes y
son ilimitados en su número, porque las partes son libres de crear todo tipo de contratos con tal
que no atenten contra el orden público.

c) Los derechos reales, para su constitución, exigen en principio, tratándose de inmuebles, el


otorgamiento de escritura pública, la tradición y la inscripción en los respectivos registros
inmobiliarios y en materia de muebles, la tradición y en algunos casos la inscripción registral. En
el derecho de las obligaciones no se exige, para su nacimiento, por norma general, formalidad
alguna. Tradición significa entrega de la posesión de la cosa.

d ) Los derechos reales se adquieren por la prescripción. Los derechos personales se extinguen
por la prescripción. Como explicamos en clase, la prescripción adquisitiva es la posibilidad de
apropiarse de una cosa por el transcurso del tiempo (20 años para inmuebles) teniendo en
posesión la cosa el adquirente en forma pacífica, continua y pública. La prescripción extintiva, en
cambio, es la pérdida de un derecho creditorio (u obligación) por el transcurso del tiempo.

e) Los derechos reales se ejercen sobre una cosa existente. Las obligaciones comprenden el
derecho a exigir el cumplimiento de una prestación y pueden, en consecuencia, versar sobre
cosas futuras.

/) Los derechos reales se ejercen por la posesión y la cuasi posesión. Los derechos de crédito no
exigen tales requisitos para su funcionamiento.
g) Los derechos reales acuerdan a sus titulares acciones reipersecutorias y derecho de preferencia
en los casos de quiebra. La acción reipersecutoria importa la posibilidad del titular del derecho
real de recuperar la cosa esté en manos de quien esté. El derecho de preferencia significa que los
derechos reales, en casos de quiebra, prevalecen sobre los derechos creditorios.

Los derechos creditorios, salvo casos especialísimos, no acuerdan a su titular acciones


reipersecutorias y con excepción de la categoría de los acreedores privilegiados, determinados
únicamente por la ley, los acreedores, en caso de quiebra, concurren a prorrata en el cobro de sus
créditos (prorrata quiere decir que concurren sobre el saldo liquidado en la quiebra en proporción
a su crédito).

Teorías monistas. En contra de la posición precedente, que es la clásica, se levantan las teorías
monistas, con sus dos variantes: la que asimila el derecho real al derecho personal, llamada teoría
obligacionista; y la que hace lo mismo con el derecho do las obligaciones con respecto al derecho
real, llamada concepción realista.

a) La tesis obligacionista opina que los derechos reales y los derechos creditorios no difieren
sustancialmente. Ambos resultan de relaciones de obligaciones entre los hombres y, en
consecuencia, su elemento constitutivo es el mismo.

Por lo tanto, hay una sola categoría de derechos, los derechos personales. El derecho real no sería
nada más que una especie de estos; tanto es así que en su estructura se encuentran los mismos
elementos de la obligación: el sujeto activo, que es el titular dol derecho; ol objeto; y ol sujeto
pasivo que vendría a estar constituido por la universalidad de los hombres, obligados a respetar al
titular del mismo en el ejercicio do sus facultades y a abstenerse de todo lo que pueda
perturbarlo. A los derechos reales correspondería, pues, una"obligación pasivamente universal", a
cargo de todos los miembros do la sociedad, que vendría a ser algo así, como una "obligación de
gran envergadura", al decir de Josserand.

La refutación que desde varios sectores se ha hecho a esta teoría, ha puesto a descubierto su
endeblez. La llamada "obligación pasivamente universal" no es, técnicamente hablando, una
obligación sino "el deber general de respetar todos los derechos ajenos que existe no sólo con
relación a los derechos reales, sino también con relación a los derechos personales, a los derechos
intelectuales y a toda clase de derechos, a fin de hacer posible la vida en sociedad".

Mi opinión es que no existen sustancialmente una distinción entre derechos reales y obligaciones.
Los derechos no se ejercen sobre las cosas sino ante las personas. El Derecho, como
enseñábamos, posee la nota de intersubjetividad, por lo que no es lógico hablar de un derecho
que se ejerce sobre una cosa. Sin embargo la distinción entre derechos reales y derechos
personales es útil ya que permite reconocer distintos formas en que el ordenamiento jurídico
dispensa protección a uno y a otro derecho. Pero sustancialmente no hay diferencia, pues en este
tipo de entidades ideales las diferencias no existen naturalmente sino que son delineadas por
quien piensa esas entidades ideales.

b) La tesis monista realista se funda en el derecho que el acreedor tiene de pedir la ejecución
forzada de los bienes del deudor en caso de incumplimiento, derecho que vendría a ser un
verdadero derecho real de garantía, análogo a la prenda. Es decir, un acreedor (titular de un
derecho creditorio) tiene la posibilidad de atacar el patrimonio del deudor y rematarlo para
cobrarse sus deudas, por lo que el derecho creditorio, personal u obligación termina siendo un
derecho sobre los bienes del deudor.

La crítica de este enfoque es la siguiente:

1. La pretendida objetivación de la obligación sólo podría producirse en las obligaciones de dar,


pero no en las de hacer o no hacer, donde las condiciones personales del deudor pueden ser
fundamentales para el cumplimiento.

2. La ejecución forzada de los bienes del deudor, en caso de incumplimiento, no puede


considerarse como una potestad sobre los mismos, pues a ello se llega por medio del embargo o
secuestro, medidas éstas que sí constituyen un derecho real.

3. El patrimonio desempeña una función de garantía, es decir, un papel accesorio en cuanto al


crédito, y la caracterización del crédito debe hacerse sobre lo esencial y no sobre lo accesorio. Si
desaparecieran todos los bienes del deudor y cayera éste en insolvencia, no por eso se extinguiría
la obligación.

4. La facultad de hacer vender los bienes del deudores un elemento muy genérico que no sirve
por sí solo para caracterizar el derecho de acreedor pignoraticio (prendario). La generalidad del
pretendido derecho de prenda sobre el patrimonio del deudor y la ausencia de desposesión de la
cosa, son obstáculos para la concepción realista del derecho personal.

Reitero pues mi posición: la diferenciación no radica en la naturaleza de las obligaciones y los


derechos reales, ya que la naturaleza es construida por los propios pensantes de estos entes
ideales, sino que se funda en razones de utilidad.

Requisitos de la prestación.

ARTICULO 725.- Requisitos. La prestación que constituye el objeto de la obligación debe ser
material y jurídicamente posible, lícita, determinada o determinable, susceptible de valoración
económica y debe corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimonial del acreedor.

Los requisitos del objeto de la obligación son:

a) Debe ser posible.

b) Tiene que ser lícito.

c) Se exige que sea determinado o determinable.

d) Asimismo debe representar interés para el acreedor.

e) Debe ser susceptible de valoración económica.

Nos referimos a los mismos:

a) Posible: El objeto ha de ser material y jurídicamente posible en el momento de formarse la


obligación. No se debe sino aquello que se puede. En derecho deber lo imposible, es un absurdo.
Si la imposibilidad del objeto ocurriera con posterioridad a dicho momento, podría estarse ante
un caso de fuerza mayor, que excusaría el incumplimiento de la prestación, pero ello no impediría
que la obligación en su origen se hubiera formado válidamente. La originaria imposibilidad
material o física no presenta mayores problemas, máxime si lo que se ha prometido es un hecho
notoriamente irrealizable -tocar el ciclo con la mano, siguiendo el ejemplo clásico-; en cuyo caso
es obvio que la obligación es inexistente por falta de objeto, pudiendo incluso dudarse de la
seriedad del acto en el que se la estipuló. H ay que tener en cuenta, sin embargo, que esta clase
de imposibilidad, en épocas de grandes adelantos técnicos y científicos puede dar sorpresas. Hace
cincuenta años el viaje a la luna hubiera sido considerado imposible.

Más complejo es el problema de la imposibilidad jurídica, que algunos autores han negado por
entender que la misma se confunde con la ilicitud. En nuestro derecho positivo no parece dudoso
sin embargo que "imposibilidad jurídica" e "ilicitud" constituyen dos categorías jurídicas distintas.

Y en realidad puede establecerse con precisión la diferencia: hecho jurídicamente imposible es el


que no puede realizarse o llegar a tener existencia válida y eficaz en un determinado
ordenamiento jurídico, por cuanto éste no lo ha p revisto y regulado, al menos como tal; en
cambio el ilícito es un hecho material que la ley reprueba y sanciona, pero que físicamente es
posible. Así, por ejemplo: es imposible jurídicamente crear por contrato o disposición de última
voluntad un derecho real que no exista en nuestro ordenamiento, pues éstos "sólo pueden ser
creados por la ley"; o constituir un derecho real de hipoteca sobre una cosa mueble.

b) Lícito:

Están excluidos de ser objeto de las obligaciones, los bienes públicos del Estado, por ejemplo: el
mar, los ríos y lagos navegables, las islas formadas o que se formen en los mismos, las calles,
plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construida para utilidad o
comodidad común, las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico,
y asimismo el aire, la luz, los animales afectados de enfermedades contagiosas, la vida humana, la
integridad corporal, el honor, estos últimos llamados bienes personalísimos.

Tratándose de un hecho, no tiene que estar prohibido por la ley, ni ser contrario a las buenas
costumbres, ni oponerse a la libertad de las acciones o de la conciencia, ni perjudicar los derechos
de terceros.

Las jurisprudencias nacional y extranjera, han declarado la nulidad de obligaciones por ilicitud de
su objeto, en casos en que aparecían violados los principios precedentemente enunciados. Por
ejemplo:

1. Por afectar a la persona del deudor. Contratos sobre operaciones quirúrgicas peligrosas de
ensayo y sobre espectáculo circenses riesgosos.

2. Por ser contrarios a las buenas costumbres. Contratos sobre trata de blancas, cesión de
clientela profesional, concubinato, bolas de nieve o cadenas de la prosperidad, etc. El corretaje
matrimonial, que primeramente habían sido invalidados por ilicitud do objeto, son actualmente
mejor vistos por la jurisprudencia y se encuentran fallos favorables a su licitud.

3. Por violar la ley. Sociedad para el contrabando y contratos sobre herencias futuras.
c) Determinado o determinable: de la misma manera que ocurre en cuanto a los sujetos, el objeto
debe ser determinado o determinable. Se admite un cierto grado de indeterminación inicial que
debe cesar en el momento del pago. Las obligaciones pueden ser específicas o genéricas en el
momento de quedar constituidas, pero todas ellas son necesariamente específicas en el momento
de su cumplimiento".

La indeterminación inicial permitida es relativa. No puede ser objeto de una obligación una
prestación absolutamente indeterminada, por ejemplo, la obligación de entregar una cosa o la de
entregar un animal, porque una falta de precisión tan extrema daría al deudor la posibilidad de
liberarse, entregando, en el primer supuesto, cualquier cosa; y en el segundo, desde un
protozoario hasta un elefante.

d) Debe satisfacer un interés del acreedor económicamente apreciable.

Anteriormente se discutía si el interés que debía satisfacer podía ser apreciable económicamente
o no. Con la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación se ha impuesto la posición
que sostenía que el interés a satisfacer por la prestación debe ser apreciable económicamente,
sosteniendo que cualquier otro interés está fuera del comercio.

Elementos esenciales.

Enseña Llambías que los elementos de las obligaciones son los "factores irreductibles que hacen a
su existencia misma. Si alguno de ellos falta puede haber otra figura jurídica pero no la
obligación".

No ha sido tarea pacífica para la doctrina la determinación de los elementos de la obligación.


Solamente se ha coincidido en tres de ellos, que han sido considerados fundamentales:

Los sujetos.

El objeto.

La causa o fuente.

A. Sujetos. Requisitos. Un vínculo, relación o situación jurídica, supone la existencia de sujetos


entre los cuales tal vínculo, relación o situación se establezca. El vínculo obligacional requiere, por
lo menos, dos sujetos:

El sujeto activo o acreedor y el sujeto pasivo o deudor. Tanto uno como otro pueden ser
singulares o plurales: un acreedor y un deudor, un acreedor y varios deudores, varios acreedores
y un deudor o varios acreedores y varios deudores.

Se admite, sin discrepancias, que pueden ser sujetos de las obligaciones las personas físicas y las
personas jurídicas. Las personas físicas, vale decir el hombre, "para quien en realidad está
organizado el derecho". Las personas jurídicas que, según los artículos 30 y 32 del código civil, son
entes susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones. También pueden ser sujetos de
las obligaciones las sociedades civiles y comerciales, el concurso civil y comercial, la sociedad
conyugal, el condominio (en algunos casos), las asociaciones profesionales que hubieren obtenido
personería gremial (ley 22.115, art. 27) el consorcio de propietarios de la ley de propiedad
horizontal (ley 13.512), con importantes disidencias, las asociaciones civiles o religiosas siempre
que la constitución y designación de autoridades se acredite por escritura pública o instrumentos
privados de autenticidad certificada por escribano público, y la comunidad hereditaria. Esta
última, sin embargo, ha suscitado discusiones doctriarias y jurisprudenciales, existiendo una
fuerte corriente de opinión que le niega carácter de sujeto de derechos y de obligaciones. Tiende
a prevalecer, no obstante, parecer de quienes le reconocen una cierta personalidad.

También tienen personalidad jurídica las asociaciones mutuales inscriptas (ley 20.321).

Los requisitos que deben reunir los sujetos son: capacidad del sujeto, sujetos distintos y sujetos
determinables.

a) Capacidad del sujeto. Se requiere que el sujeto tenga capacidad de derecho, o sea la capacidad
de goce de un derecho. No es preciso, en cambio, que los sujetos sean capaces de ejercicio, vale
decir, capaces de ejercitar por sí sus derechos, pero faltándoles esta capacidad, tienen que actuar
por intermedio de sus representantes: padres, tutores o curadores.

b) Sujetos distintos. El acreedor y el deudor deben ser personas distintas entre sí: nadie puede ser
acreedor ni deudor de sí mismo. Cuando tal situación ocurre, la obligación se extingue por
confusión. Aparentemente habría una excepción a este principio, en el caso del heredero que ha
aceptado la herencia bajo beneficio de inventario, que cuando es acreedor del causante puede
pagarse a sí mismo y cuando es deudor tiene que pagar lo que adeuda a la sucesión. Sin embargo,
bien examinada esta hipótesis, no es una excepción, pues la aceptación beneficiaría impide que se
confunda el patrimonio del heredero con el del causante de manera entonces que al subsistir los
dos patrimonios distintos, el heredero beneficiario en realidad está actuando separadamente por
cada masa de bienes: la propia y la del causante y en consecuencia, si es acreedor o deudor de
éste no se opera la confusión de las obligaciones. Por eso es que la ley lo autoriza a pagarse, si es
acreedor, y le obliga pagar si es deudor.

c) Sujetos determinados o determinables. Se exige que los sujetos de la obligación sean


determinados o determinables. Cabe un cierto grado de indeterminación que debe cesar en el
momento del pago, en el cual los sujetos deben estar perfectamente individualizados. La
indeterminación puede ser inicial, cuando se constituye el vínculo siendo uno de los sujetos
indeterminados pero determinable en base a ciertas circunstancias preestablecidas; o puede
ocurrir que la obligación se constituya con un acreedor y un deudor ciertos, pero que por estar la
obligación unida a una relación con la cosa y no arraigar en determinada persona, cambie aquélla
incesantemente de sujetos cada vez que en dicha relación aparezca un nuevo titular, tal como
sucede con las obligaciones proter rem, ambulatorias o reales, que van cambiando de deudor a
medida que la cosa va cambiando de titular.

La ley permite también, como situación excepcional, que sea sujeto de la obligación una persona
que no tenga una plena existencia actual, pero con la condición de que llegue a existir. Así los
casos de la fundación y de la persona por nacer.

Las fundaciones pueden recibir bienes por testamento o donación, cuando la institución
hereditaria, el legado o la donación se hagan con el fin de crear la fundación. En tal caso, el sujeto
queda individualizado en el momento en que el Estado confiere la autorización para su
funcionamiento y le aprueba sus estatutos. El efecto de esta autorización se retrotrae al día en
que se instituyó a la fundación como heredero, que será el de la muerte del testador, o el día en
que se instrumentó debidamente la donación, cuando se trata de este tipo de liberalidad.

En cuanto a las personas por nacer pueden recibir bienes por donación o herencia (arts. 19 a 21
del Código Civil y Comercial de la Nación). En estos supuestos, la institución hereditaria, el legado
o la donación, quedan condicionados al nacimiento con vida del por nacer o nascitur.

Otros casos de indeterminación del sujeto son: las obligaciones disyuntas, los títulos al portador,
los documentos a la orden, las obligaciones ambulatorias, las promesas de recompensa, las
ofertas al público, las herencias en suspenso y los seguros a favor de los hijos del asegurado.

B. Objeto: objeto del contrato y objeto de la obligación.

En los regímenes jurídicos es frecuente encontrar una confusión entre el objeto del contrato y el
objeto de la obligación, dándose como objeto del contrato a las prestaciones de dar, hacer o no
hacer, que como hemos de verlo más adelante, según la doctrina que prevalece, constituyen
precisamente, el objeto de las obligaciones.

Los autores han puesto de relieve esta anomalía. Se hace necesario, por lo tanto, intentar precisar
cuál es el objeto do los contratos y cuál el de las obligaciones.

Objeto del contrato. Hay autores que destacan que, en realidad, propiamente hablando un
contrato no tiene objeto, tiene efectos, que consisten en producir obligaciones. Son éstas las que
tienen un objeto, que consiste en la prestación do una cosa material, un hecho o una abstención.

Otros interpretan que el objeto del contrato es la creación de obligaciones con lo que se incurre
en un equívoco entre los efectos y el objeto de este instituto jurídico.

Otros creen que "el contrato tiene por objeto el derecho que las partes han tenido por fin crear al
contratar, en tanto que el objeto de la obligación es la cosa ' o el hecho al cual ese derecho se
aplica".

Los hermanos Mazeaud opinan que "el objeto del contrato es la operación jurídica que las partes
pretenden realizar. Esta operación jurídica se distingue de las prestaciones prometidas que son el
objeto de la obligación". En posición coincidente Barcia López considera que "el objeto del
contrato está constituido no por las obligaciones o prestaciones aisladas o independientes de
cada uno de los contratantes sino por el contenido concreto e integral del acuerdo, apreciado en
la organizada y unitaria realidad de sus efectos y resultados prácticos, directos o indirectos,
inmediatos o remotos, tenidos en cuenta o conocidos al menos por las partes, al celebrarlo".

Objeto de la obligación. La doctrina entendía, inicialmente, que el objeto de la obligación consistía


en la cosa o los servicios debidos.

En posterior evolución se ha comprendido que las cosas o los servicios son el soporte físico del
objeto de la obligación, pero no el objeto mismo. El objeto del nexo obligatorio lo constituye la
prestación, vale decir, el comportamiento, la conducta, la acción o la omisión que debe cumplir el
deudor. Es ésta la tendencia que actualmente prevalece.
C. Causa fuente: Art. 726 del C.C.C.N.:

ARTICULO 726.- Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho idóneo
para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico.

Es preciso distinguir dos acepciones de la palabra causa: la misma se utiliza refiriendo a la fuente
de la cual nace la obligación (así la utilizaremos en este caso), y también se utiliza refiriendo a los
fines perseguidos o motivos de la misma.

El texto de este artículo es similar al que tenía el anterior art. 499 del Código Civil Argentino, pero
mejorado: ARTICULO 499.- No hay obligación sin causa, es decir, sin que sea derivada de uno de
los hechos, o de uno de los actos lícitos o ilícitos, de las relaciones de familia, o de las
relaciones civiles.

La diferencia que existe radica en que el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación no especifica
los hechos que pueden dar origen a una obligación, lo que sí hacía el viejo Código de Vélez
Sarfield. Es que la especificación que traía el viejo código era superficial, pues si bien los hechos
que traía como fuentes de las obligaciones no eran discutibles, nada decía de otros que también
son causa fuente de obligaciones, como el enriquecimiento sin causa o el pago indebido
(cuasicontratos).

Noción de cada fuente.

Contrato

"Hay contrato-dice el artículo 1137 del código civil-, cuando varias personas se ponen de acuerdo
sobre una declaración de voluntad común, destinada a reglar sus derechos". Acuerdo de
voluntades, pues, creador, modificador o extintor de obligaciones. Claro está que el contrato sólo
es fuente de obligaciones cuando las crea o las modifica; no cuando las extingue.

Cuasicontrato

No hay conformidad en la doctrina en la definición de esta discutida figura jurídica. Por lo general
se la caracteriza como el acto voluntario lícito al cual la ley le asigna los mismos efectos que al
contrato, sin que exista acuerdo de voluntades.

Tampoco hay concordancia entre los autores sobre cuáles son los casos que comprende esta
figura, siendo los más indiscutidos: la gestión de negocios y el pago indebido. Se agrega el empleo
útil y la agencia oficiosa.

La técnica de la ley es la de asignar a cada una de las situaciones de cuasicontrato, los efectos del
contrato que le es más semejante. Así, al gestor de negocios la ley lo somete a todas las
obligaciones del mandatario (contrato de mandato). Al pago indebido, lo asimila en cuanto a sus
efectos al contrato de mutuo. El enriquecimiento sin causa se incluye en el llamado pago
indebido.

Delito

Es un acto voluntario ilícito, realizado con la intención de dañar la persona o los derechos de otro.
En nuestro código se legislan los siguientes delitos civiles:
a) Contra las personas: homicidio, heridas u ofensas físicas; privación de libertad individual;
delitos contra la libertad sexual; calumnia o injuria y acusación calumniosa y

b) los delitos contra la propiedad: hurto, estafa, daño.

Cuasidelito

Es el acto voluntario ilícito ejecutado sin intención de dañar, pero que causa un daño a otro por
haberse incurrido en negligencia, imprudencia, impericia, desidia, etcétera. Por ejemplo, el caso
del automovilista imprudente, que a exceso de velocidad embiste a un peatón, ocasionándole
lesiones o la muerte.

La ley

La ley es fuente de obligaciones cuando directamente las crea. Ella es –dice Busso- la norma
eminente, portadora de la voluntad del legislador (art. 36, Const. Nac.). Los autores dan como
ejemplos, la obligación de prestar alimentos entre parientes cuyo grado determina la ley, la
obligación del tutor de rendir cuentas, las obligaciones emergentes de la vecindad, etc.

Enriquecimiento sin causa

Esta figura consiste en todo aumento patrimonial experimentado por un sujeto a expensas del
patrimonio de otro, sin que exista un antecedente legítimo que lo justifique. En doctrina se
consideran dentro de esta fuente a los siguientes casos:

el pago de lo indebido (que, como acabamos de ver, es catalogado por algunos en los
cuasicontratos), la edificación hecha de buena fe y por error en terreno ajeno, las mejoras hechas
en propiedad ajena.

Como se expresa antes, algunos directamente lo incluyen como un cuasicontrato.

La voluntad unilateral

Se la define como el poder de la sola voluntad de la persona, de crear obligaciones a su cargo,


antes de la concurrencia de la aceptación del acreedor. Así, la promesa de recompensa, las
ofertas de contrato, los títulos al portador, las ofertas al público, etc. Con respecto a esta fuente
obligacional hay discrepancias doctrinarias.

El abuso del derecho. Un sector doctrinario lo considera fuente de derecho.

La interpretación de lo que es abuso de derecho difiere según se adopte el enfoque subjetivo u


objetivo del mismo. Para los que se afilian al enfoque subjetivo, hay abuso de derecho cuando se
lo ejercita con el solo propósito de dañar n bien cuando se lo ejerce causando daños v sin obtener
ningún beneficio. Los partidarios de la concepción objetiva, en cambio, consideran que se incurre
en abuso de derecho cuando se lo ejercita de manera antifuncional -en contra de las finalidades
con las que el derecho ha reconocido al derecho. Nuestra ley adopta un enfoque objetivo: se
estima que hay abuso de derecho cuando se lo ejercita en contra de los fines que la ley tuvo en
mira al reconocerlo, o al que exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
costumbres.
“ARTICULO 10.- Abuso del derecho. El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de
una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto.

La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del
ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
costumbres.

El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación
jurídica abusiva y, si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una
indemnización.”

Se ve, pues, sobre todo en la última parte del artículo, que el nuevo código atribuye al abuso del
derecho papel de fuente de obligaciones de reparación o indemnizatorias.

Cabría aclarar que se verifica abuso del derecho cuando alguien ejercita un derecho que tiene,
pero lo hace de un modo que resulta perjudicial, sea porque lo hace en forma contraria a los fines
que el derecho tiene, o en contra de la buena fe, la moral y las buenas costumbres. Por ejemplo,
cuando un supermercadista se aprovecha y no pone productos en la góndola para que se genere
escasez y aumente su precio. Tiene el derecho de disponer de su propiedad (las mercaderías),
pero ejercer el derecho especulativamente no es el fin con el que se concedió el derecho y
contraria la moral y la buena fe.

La sentencia judicial. La sentencia judicial -que Windscheid y el derecho inglés incluyen entre las
fuentes de las obligaciones-, ha despertado en ese sentido una ardua controversia. Si la sentencia
es solamente la aplicación de la ley, como en general es en nuestro derecho de filiación
continental, la sentencia no crea obligaciones, sino que solamente las reconoce. En el derecho
anglosajón o common law, en cambio, la función judicial sí tiene perfil de creación del derecho.
Como situación excepcional tendríamos en nuestro derecho las indemnizaciones de equidad, en
las cuales el juez puede otorgar criteriosamente una indemnización. Tal cosa sucede ante hechos
ilícitos protagonizados por un menor de diez años o un demente, que carecen de voluntad, pero
pueden causar daños que si la situación del incapaz es buena y la de la víctima no, habilitan al juez
a otorgar indemnizaciones de equidad.

Presunción de causa:

ARTICULO 727.- Prueba de la existencia de la obligación. Presunción de fuente legítima. La


existencia de la obligación no se presume. La interpretación respecto de la existencia y extensión
de la obligación es restrictiva. Probada la obligación, se presume que nace de fuente legítima
mientras no se acredite lo contrario.

La existencia de la obligación debe probarse. Pero probada la obligación, se presume que nace
una causa legítima; el que esgrima lo contrario debe probarlo.

Por ejemplo, si en el título de la obligación se dice: “Adeudo a Ticio cien mil pesos que me entregó
en calidad de préstamo y me comprometo a devolverlos el 30 de junio de 1968”. Acá tenemos
probada la existencia de la obligación y también la causa.
Pero puede ocurrir que en el título no se exprese por qué se debe: "Adeudo a Ticio cien mil pesos
moneda nacional, que le pagaré el 30 de junio de 1968". Esta es la situación prevista por el
artículo 727 del código civil y comercial: la obligación está probada, por lo que la causa se
presume que existe mientras el deudor no pruebe lo contrario, lo que podría suceder, por
ejemplo, si el deudor probara que ese compromiso fue obtenido extorsivamente.

Elementos Accidentales.

Los elementos accidentales son los que aparecen en el acto sólo si los agregan las partes; como la
condición, el plazo y el cargo.

La condición es un hecho futuro incierto (que puede suceder o no) y posible (material y
jurídicamente), al que se supedita el nacimiento o la extinción de la obligación.

Por ejemplo, te compraré esa camionera si me adjudican una licitación en la que he participado.

Otro ejemplo: te compro la camioneta, pero la compra quedará sin efecto si no me adjudican la
licitación en la que he participado.

El primer ejemplo es el de una condición suspensiva, pues la obligación nace recién cuando la
condición se cumple.

La condición no puede ser imposible legal o materialmente, ni contraria a la moral. Si eso sucede,
la existencia de una condición de tal característica acarrea la nulidad del acto.

El segundo ejemplo es el de una condición suspensiva, pues el contrato nace válidamente, pero
pierde sus efectos, se extingue, si la condición se cumple.

El plazo es un hecho futuro cierto, al que se supedita el nacimiento o la extinción de la obligación.

Por ejemplo: te compraré la camioneta el 15/03/2017.

Otro ejemplo: te alquilaré la camioneta, pero solamente hasta el 15/03.

El primer ejemplo es de un plazo suspensivo, pues el nacimiento de la obligación se suspende


hasta que se cumpla el hecho en cuestión.

El segundo ejemplo es de un plazo resolutorio, pues el hecho futuro produce la extinción de la


obligación.

Nótese que se trata de hechos futuros ciertos, en tanto su ocurrencia es segura. Podría tratarse
de un hecho futuro cierto, pero que sea incierto el momento en que va a ocurrir.

Por ejemplo: te pagaré una mensualidad hasta el día en que te mueras. Como la muerte es un
hecho seguro, aunque no se sabe cuándo sucederá, estamos ante un plazo válido, pero incierto.
La certeza de que ocurrirá le otorga validez al plazo, pero es un plazo incierto porque no se sabe
cuándo sucederá; lo que sí se sabe es que sucederá.

El plazo puede ser expreso o tácito.


Es expreso cuando las partes lo establecen. Es tácito cuando no lo han establecido, pero se
deduce de la naturaleza de la obligación. Por ejemplo, cuando se contrata un servicio de
seguridad para una feria de productores, va de suyo que el servicio comenzara cuando comience
la feria, y terminará cuando esta termine.

El cargo, carga, o modo, como indistintamente se lo llama, es una figura jurídica que ha dado
lugar a posiciones doctrinadas encontradas. No se está de acuerdo en puntos fundamentales,
como ser, su naturaleza, y su ámbito de aplicación. De ahí parten las dificultades para definirlo.

Dice Van Wetter: "Cargo es la cláusula por la cual se impone una obligación excepcional al
adquirente de un derecho". Otra definición de esta figura es la de Mackeldey: "Entiéndese por
modo toda disposición onerosa por medio de la cual el que quiere mejorar a otro limita su
promesa, exigiendo de él y obligándole a una prestación en cambio de lo que recibe".

Un ejemplo antes de avanzar: una persona dona a otra un inmueble, pero le establece un cargo,
es decir, una obligación accesoria, la de utilizar es inmueble para hacer un hospital.

Ámbito de aplicación. No hay coincidencia en cuanto al ámbito de aplicación de esta modalidad:

1. Una corriente doctrinaria considera que el cargo o modo puede ser impuesto tanto en los actos
jurídicos a título gratuito como en los a título oneroso, aunque reconoce que es más frecuente
encontrarlo en los primeros.

2. Otro sector doctrinario, que constituye la mayoría en los derechos francés e italiano, estima
que esta figura jurídica sólo cabe ser instituida en los actos a título gratuito. Los argumentos que
inspiran a esta tendencia, además de los antecedentes históricos consisten en que fuera de los
actos a título gratuito el modo no tiene sentido, porque en realidad estaría integrando la
contraprestación.

3. Giorgi, en posición intermedia, no concibe al modo más que en las donaciones, o al menos en
aquellos contratos que, a pesar de su nombre de conmutativos, contienen mezcla de liberalidad
(ánimo de beneficiar gratuitamente), verbigracia, una venta por precio inferior al justo.

El cargo es una obligación excepcional, o sea que no se trata de una de las prestaciones exigidas
por la naturaleza del acto jurídico respectivo ni de una prestación normal en el mismo, sino que es
una obligación suplementariamente agregada por la voluntad de los otorgantes. Por ejemplo: si
convenimos con Pedro en venderle nuestra casa con el cargo de que nos pague tal precio, es
evidente que no estamos en verdad ante la modalidad mencionada, a pesar de haber usado su
denominación, pues el pago del precio es lisa y llanamente una prestación esencial del contrato
de compraventa. En cambio, si donamos nuestra casa a Pedro con el cargo de que costee la
educación de Juan, estamos indudablemente ante una donación afectada por la modalidad que
estamos analizando. Encontramos, en efecto, en este último ejemplo, una obligación excepcional
extraña a la naturaleza del contrato, impuesta al adquirente.

Ahora bien, el cargo, en su valor, no debe desnaturalizar el carácter del acto (donación). En tal
caso, no estaríamos ante un cargo, sino ante una verdadera contraprestación.

2. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES: enumeración.


Tema ya visto anteriormente. Nos remitimos a ello.

Clasificación de las obligaciones

A) Criterios

1. Por la naturaleza del vínculo

Se las clasifica en:

i. Civiles. Son las que confieren acción para exigir su cumplimiento en juicio (art. 515, Cód. Civ.)

ii. Naturales. Son las que, fundadas sólo en el Derecho natural y en la equidad, no son ejecutables
pero, una vez cumplidas, lo dado en pago en razón de ellas no es repetible (art. 515, Cód. Civ.).
Ejemplo: una obligación que ha prescripto (prescripción extintiva), es decir, que ha transcurrido ya
el tiempo legal para poder exigirse, es una obligación natural. No puede exigirse, pero si se paga,
no puede exigirse la repetición o devolución de lo pagado.

2. Por el tiempo de cumplimiento de la prestación

Se las clasifica en:

i. De ejecución inmediata y diferida. La ejecución es diferida cuando la obligación se encuentra


postergada en cuanto a su exigibilidad por un plazo inicial pendiente, o en cuanto a su existencia
por una condición suspensiva pendiente. Es inmediata cuando sus efectos no se encuentran
postergados por alguna de dichas modalidades.

ii. De ejecución única y permanente. Son de ejecución única o instantánea cuando el


cumplimiento es efectivizado de una sola vez, y de ejecución permanente o de duración cuando
se prolonga en el tiempo.

Estas últimas comprenden las de ejecución continuada (reiterada en el tiempo sin solución
alguna, ejemplo, permitir al inquilino el goce del inmueble alquilado, en el contrato de locación) y
las periódicas o de tracto sucesivo (en las cuales el cumplimiento va siendo efectivizado de
manera salteada; ejemplo, el pago del canon en el contrato de alquiler).

3. Por las modalidades

Se las clasifica en:

i. Puras. Cuando no están sujetas a ninguna modalidad.

ii. Modales. Cuando están sujetas a alguna modalidad que puede ser: la condición, el plazo o el
cargo;

a. Condicional: cuando la existencia de la obligación depende del acaecimiento de un hecho


futuro e incierto.

b. A plazo: cuando la exigibilidad de la obligación está supeditada al acaecimiento de un hecho


futuro y cierto.
c. Con cargo o modo: cuando al adquiriente de un derecho se le impone una obligación accesoria
y excepcional.

4. Por la prestación

Se las clasifica:

i. De acuerdo con el modo de obrar. En positivas y negativas, según que la prestación debida
consista en una acción o en una omisión.

ii. De acuerdo con la naturaleza. En obligaciones de dar, de hacer y de no hacer:

a. De dar: su prestación consiste en la entrega de una cosa.

b. De hacer: su prestación consiste en la realización de una actividad.

c. De no hacer: su prestación consiste en una abstención.

iii. De acuerdo con la complejidad. Se las clasifica en obligaciones simples o de prestación singular
(una prestación) y compuestas o de prestación plural (varias prestaciones); estas últimas son
subdivididas en conjuntivas y disyuntivas:

a. Conjuntivas: el objeto de la obligación contiene dos o más prestaciones, todas las cuales deben
ser cumplidas por el deudor:

b. Disyuntivas: el objeto de la obligación abarca varias prestaciones, y el deudor cumple


entregando una de ellas; comprenden las obligaciones alternativas y las facultativas:

Alternativas: el deudor debe varias prestaciones independientes y distintas entre sí, y cumple
realizando una de ellas;

Facultativas: el deudor debe una única prestación denominada principal, pero tiene la facultad de
sustituirla por otra denominada accesoria.

iv. De acuerdo con la determinación. Las obligaciones de dar son clasificadas: de dar cosas ciertas;
de dar cosas inciertas y, dentro de éstas, de género, de dar cantidades de cosas y de dar dinero:

a. De dar cosas ciertas: son aquellas en que el objeto debido no es fungible, pues se encuentra
individualizado ab initio, desde el mismo nacimiento de la obligación. La obligación es dar una
cosa específica, por ejemplo, un automóvil marca Ford patente XXX 001.

b. De dar cosas inciertas no fungibles o de género: son “las que versan sobre objetos no
individualizados, que se definen por el género a que pertenecen, con caracteres diferenciales
dentro del mismo género”, los cuales determinan que un individuo no pueda ser sustituido por
otro. Por ejemplo, la obligación de entregar un caballo de carrera, que si bien no se dice
exactamente qué caballo de carrera es, se define por su género (caballo de carrera), y no da lo
mismo un caballo que otro, porque entre los caballos de carrera hay diferencias. Otro ejemplo: la
obligación de entregar 10.000 litros de vino malbeck fino. No da lo mismo cualquier vino, debe ser
malbeck (ese es el género que sirve para identificar la cosa), pero entre los vinos malbeck hay
diferencias, no todos son iguales.
c. De dar cantidades de cosas: son las obligaciones de dar cosas inciertas fungibles –que las unas
puedan ser sustituidas por las otras (art. 2324, Cód. Civ.)- con tal de que conste su número, peso o
medida, y que sea conocida su especie y calidad. Por ejemplo, la obligación de entregar 10.000
litros de vino común blanco escurrido. Esta obligación se satisface entregando esa cantidad de
vino, no importa si es uno hecho con uva de Tupungato o de La Paz, lo importante es la cantidad.

d. De dar dinero: constituyen una especie de las obligaciones de dar cantidades de cosas, y son las
que tienen por objeto el dinero, cuya especie y cantidad se encuentran determinadas desde el
nacimiento de la obligación.

e. Deuda de valor. Es aquella cuyo objeto consiste en un valor absoluto que, a posteriori, será
evaluado en dinero.

v. De dar de acuerdo con la índole del contenido.

Las obligaciones pueden ser de medios o de resultado.

En las de medios, el deudor promete su actividad mediante la cual es obtenible el resultado


esperado por el acreedor, aunque su consecución no está garantizada por el deudor. Ejemplo,
contratan a un contador para hacer una defensa ante una inspección de la AFIP.

En las obligaciones de resultado, el deudor promete un objetivo determinado. Por ejemplo, el


contador se compromete a obtener resultado favorable en una defensa ante una inspección de la
AFIP.

5. Por el sujeto

Las obligaciones pueden ser clasificadas:

de sujeto simple o singular, y

de sujeto compuesto o plural, las que a su vez son subdivididas en las de pluralidad subjetiva
disyuntiva y las de pluralidad subjetiva conjunta:

i. De pluralidad disyuntiva. En estas obligaciones, existe una falsa pluralidad, por cuanto la
elección de uno de los sujetos –activos o pasivos- excluye a los no elegidos. Ejemplo: Pedro o Juan
o José se comprometen a pagarme los estudios.

ii. De pluralidad conjunta. En ellas hay concurrencia de deudores y/o de acreedores. Ejemplo:
Pedro y Juan y José se comprometen a pagarme los estudios.

Las obligaciones conjuntas, teniendo en cuenta la índole de la prestación, pueden ser divisibles e
indivisibles; y teniendo en cuenta la virtualidad del vínculo, pueden ser simplemente
mancomunadas y solidarias:

Divisibles: son las que tienen prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial, pueden ser
fraccionadas, conservando cada una de las partes en que son divididas las cualidades del todo.
Ejemplo: la obligación de entregar tres hectáreas de campo, puede cumplirse parcialmente
(entrego una hectárea ahora, y el resto después). Si estas obligaciones las asumen varios sujetos,
ellos podrán dar cumplimiento entregando una parte cada uno.
Indivisibles: son aquellas cuyas prestaciones sólo pueden ser cumplidas por entero. Ejemplo
entregar un caballo vivo. No puedo entregar hoy una pata y mañana la cabeza. Si esta obligación
las asumen varios sujetos, no podrá uno entregar una parte y otro otra parte, sino que uno sólo
entregará la cosa completa.

Solidarias: son aquellas en las que cualquiera de los acreedores tiene derecho a exigir a cualquiera
de los deudores la totalidad del crédito.

Ejemplo: un trabajador demanda a su patrón (el subcontratista de una obra que pone el yeso en
la misma) y al contratista de la obra (la empresa constructora que hizo la obra y que subcontrató
la colocación del yeso a una tercera persona, el patrón del trabajador del que hablamos. El
trabajador le puede exigir a los dos la totalidad de la obligación, y cualquiera que pague extingue
la obligación, sin perjuicio de poder exigirle la contribución al que no pagó.

Otro ejemplo: la responsabilidad del librador de un pagaré y de los sucesivos endosantes es


solidaria ante el tenedor del pagaré, cuando el firmante no paga. El tenedor del pagaré puede
accionar contra todos los mencionados y exigir el total de la deuda. Cobrando ese total de
cualquiera de ellos, la deuda se extingue. Entre ellos podrán exigirse lo que corresponda: así, si el
que pagó es el que firmó inicialmente (librador) el pagaré, no podrá reclamar a los demás
codeudores solidarios nada. Pero si el que paga es un endosante, podrá reclamarle la devolución
al librador o a cualquiera de los endosantes anteriores a él.

Simplemente mancomunadas: son las obligaciones en las que cada uno de los deudores no está
obligado sino por su parte, y cada uno de los acreedores no tiene sino derecho a su parte.
Ejemplo: demando una deuda del causante de una sucesión a todos los herederos. Estos podrán
ser demandados solamente por una parte de la deuda, la que corresponde a su porción
hereditaria.

La obligación simplemente mancomunada implica, en virtud del título o de la ley, un


fraccionamiento del vínculo, de acuerdo con la pluralidad de sujetos que la integran.

Se distinguen de las solidarias por el fraccionamiento del crédito o de la deuda, por lo cual cada
uno de los sujetos es sólo deudor o acreedor de su parte.

6. Por la interdependencia

Las obligaciones son clasificadas en:

i. Principales: las que tienen vida propia e independiente.

ii. Accesorias: las que tienen la razón de su existencia en la obligación principal. Ejemplo: la
prenda que garantiza un préstamo, es una obligación accesoria al préstamo. Otro ejemplo: una
persona contrae un préstamo (obligación principal), y otra persona garantiza el pago de la deuda
con un contrato de fianza (obligación accesoria).

3. EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES:


Los efectos de las obligaciones son las consecuencias de las mismas. Consisten en la necesidad
jurídica de que se cumpla la obligación. Todos sus efectos –dice Saleilles- se resumen en una
palabra: ejecución.

Las obligaciones se constituyen para ser cumplidas; tienden a su realización, sea voluntariamente
por la parte obligada o por los medios que la ley proporciona para compeler a su cumplimiento.

a) entre las partes,

Las obligaciones solamente tienen efectos entre las partes de las mismas o a sus sucesores, y no
respecto a terceros.

Los sucesores, que pueden ser alcanzados por los efectos de las obligaciones, pueden ser tales a
título universal (herederos) o a título singular (cesionarios de una obligación que han recibido por
cesión de derechos o de deuda).

Se exceptúan aquellos derechos que no pueden transmitirse de ningún modo, como los que son
inherentes a la persona: ejemplo: yo contraté a Paul Mc Cartney para que diera un concierto, y
esa obligación no puede pasarse a nadie: el único que puede hacerlo es esa persona, por la
naturaleza artística de su actividad.

Hay dos excepciones a esto de que las obligaciones alcanzan con sus efectos solamente a las
partes: a) la estipulación a favor de un tercero. Ejemplo: contrato a una empresa que hace
desayunos para que lleve el desayuno a mi esposa el día de su cumpleaños. Yo soy el acreedor, la
empresa que hace desayunos es el deudor, y el tercero favorecido es mi esposa. Ella puede exigir
el cumplimiento de la prestación como tercero que acepta lo que se ha estipulado a su favor. B) la
acción subrogatoria, donde una persona A es acreedora de B en $ 1.000, y B a su vez es acreedora
de C en $ 1.000. Ante el incumplimiento de B, y la inacción de B en exigir a C el cumplimiento de
su obligación, A puede ir directamente contra C y exigir el crédito a su favor, poniéndose en el
lugar de B.

“ARTICULO 739.- Acción subrogatoria. El acreedor de un crédito cierto, exigible o no, puede ejercer
judicialmente los derechos patrimoniales de su deudor, si éste es remiso en hacerlo y esa omisión
afecta el cobro de su acreencia.

El acreedor no goza de preferencia alguna sobre los bienes obtenidos por ese medio.”

“ARTICULO 740.- Citación del deudor. El deudor debe ser citado para que tome intervención en el
juicio respectivo.”

“ARTICULO 741.- Derechos excluidos. Están excluidos de la acción subrogatoria:

a) los derechos y acciones que, por su naturaleza o por disposición de la ley, sólo pueden ser
ejercidos por su titular;

b) los derechos y acciones sustraídos de la garantía colectiva de los acreedores;

c) las meras facultades, excepto que de su ejercicio pueda resultar una mejora en la situación
patrimonial del deudor.”
“ARTICULO 742.- Defensas oponibles. Pueden oponerse al acreedor todas las excepciones y causas
de extinción de su crédito, aun cuando provengan de hechos del deudor posteriores a la demanda,
siempre que éstos no sean en fraude de los derechos del acreedor.”

Buena fe de las partes:

“ARTICULO 729.- Buena fe. Deudor y acreedor deben obrar con cuidado, previsión y según las
exigencias de la buena fe.”

El principio de la buena fe significa que cada uno debe guardar fidelidad a la palabra dada y no
defraudar la confianza o abusar de ella, ya que ésta forma la base indispensable de todas las
relaciones humanas".

b) con relación al acreedor art. 730 CCCN,

“ARTICULO 730.- Efectos con relación al acreedor. La obligación da derecho al acreedor a:

a) emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha obligado;

b) hacérselo procurar por otro a costa del deudor;

c) obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes.

Si el incumplimiento de la obligación, cualquiera sea su fuente, deriva en litigio judicial o arbitral,


la responsabilidad por el pago de las costas, incluidos los honorarios profesionales, de todo tipo,
allí devengados y correspondientes a la primera o única instancia, no debe exceder del veinticinco
por ciento del monto de la sentencia, laudo, transacción o instrumento que ponga fin al diferendo.
Si las regulaciones de honorarios practicadas conforme a las leyes arancelarias o usos locales,
correspondientes a todas las profesiones y especialidades, superan dicho porcentaje, el juez debe
proceder a prorratear los montos entre los beneficiarios. Para el cómputo del porcentaje indicado,
no se debe tener en cuenta el monto de los honorarios de los profesionales que han representado,
patrocinado o asistido a la parte condenada en costas.”

Las costas son los gastos del juicio.

No existe, en cambio, la prisión por deudas: nadie va preso por deber dinero, salvo, por supuesto,
el caso de insolvencia fraudulenta, es decir, cuando alguien fraudulentamente enajena sus bienes
para no pagar a sus acreedores. En este caso la prisión no es por la deuda en sí, sino por la
insolvencia. Hay dos casos excepcionales, que es el delito de incumplimiento de prestaciones
alimentarias y el incumplimiento de deudas impositivas, en determinadas situaciones.

Las obligaciones de hacer no pueden ser obligadas, por lo que el acreedor no tiene la opción del
art. 730 inc. a del Código Civil y Comercial.

Garantía común:

“ARTICULO 743.- Bienes que constituyen la garantía. Los bienes presentes y futuros del deudor
constituyen la garantía común de sus acreedores. El acreedor puede exigir la venta judicial de los
bienes del deudor, pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su crédito. Todos los
acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria, excepto que exista una causa
legal de preferencia.”

“ARTICULO 744.- Bienes excluidos de la garantía común. Quedan excluidos de la garantía prevista
en el artículo 743:

a) las ropas y muebles de uso indispensable del deudor, de su cónyuge o conviviente, y de sus hijos;

b) los instrumentos necesarios para el ejercicio personal de la profesión, arte u oficio del deudor;

c) los sepulcros afectados a su destino, excepto que se reclame su precio de venta, construcción o
reparación;

d) los bienes afectados a cualquier religión reconocida por el Estado;

e) los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las servidumbres prediales, que sólo
pueden ejecutarse en los términos de los artículos 2144, 2157 y 2178;

f) las indemnizaciones que corresponden al deudor por daño moral y por daño material derivado
de lesiones a su integridad psicofísica;

g) la indemnización por alimentos que corresponde al cónyuge, al conviviente y a los hijos con
derecho alimentario, en caso de homicidio;

h) los demás bienes declarados inembargables o excluidos por otras leyes.”

“ARTICULO 745.- Prioridad del primer embargante. El acreedor que obtuvo el embargo de bienes
de su deudor tiene derecho a cobrar su crédito, intereses y costas, con preferencia a otros
acreedores.

Esta prioridad sólo es oponible a los acreedores quirografarios en los procesos individuales.

Si varios acreedores embargan el mismo bien del deudor, el rango entre ellos se determina por la
fecha de la traba de la medida.

Los embargos posteriores deben afectar únicamente el sobrante que quede después de pagados
los créditos que hayan obtenido embargos anteriores.”

Estas prioridades desaparecen en el caso de quiebra.

c) con relación al deudor art. 731 CCCN.

“ARTICULO 731.- Efectos con relación al deudor. El cumplimiento exacto de la obligación confiere
al deudor el derecho a obtener la liberación y el de rechazar las acciones del acreedor.”

4. EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES.

PAGO. (definición, objeto, tiempo, lugar, legitimación activa, prueba, imputación). Art. 865
CCCN.

“ARTICULO 865.- Definición. Pago es el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de


la obligación.”
El objeto del pago debe ser la cosa comprometida, tal cual e íntegramente. El acreedor no está
obligado a recibir pagos parciales ni una cosa diferente a la comprometida:

“ARTICULO 867.- Objeto del pago. El objeto del pago debe reunir los requisitos de identidad,
integridad, puntualidad y localización.”

“ARTICULO 868.- Identidad. El acreedor no está obligado a recibir y el deudor no tiene derecho a
cumplir una prestación distinta a la debida, cualquiera sea su valor.”

“ARTICULO 869.- Integridad. El acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, excepto
disposición legal o convencional en contrario. Si la obligación es en parte líquida y en parte
ilíquida, el deudor puede pagar la parte líquida.”

“ARTICULO 870.- Obligación con intereses. Si la obligación es de dar una suma de dinero con
intereses, el pago sólo es íntegro si incluye el capital más los intereses.”

Tiempo del pago:

“ARTICULO 871.- Tiempo del pago. El pago debe hacerse:

a) si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el momento de su nacimiento;

b) si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de su vencimiento;

c) si el plazo es tácito, en el tiempo en que, según la naturaleza y circunstancias de la obligación,


debe cumplirse;

d) si el plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el juez, a solicitud de cualquiera de las partes,
mediante el procedimiento más breve que prevea la ley local.”

“ARTICULO 872.- Pago anticipado. El pago anterior al vencimiento del plazo no da derecho a exigir
descuentos.”

Lugar de pago:

“ARTICULO 873.- Lugar de pago designado. El lugar de pago puede ser establecido por acuerdo de
las partes, de manera expresa o tácita.”

“ARTICULO 874.- Lugar de pago no designado. Si nada se ha indicado, el lugar de pago es el


domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el acreedor
tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el anterior. Igual opción corresponde al
deudor, cuando el lugar de pago sea el domicilio del acreedor.

Esta regla no se aplica a las obligaciones:

a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra habitualmente;

b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, lugar de pago es


donde debe cumplirse la prestación principal.”

Legitimación activa para el pago (Quién puede pagar y quién puede recibir el pago):
Puede pagar el deudor, obviamente. Pero también hay casos en que puede pagar un tercero.

ARTICULO 879.- Legitimación activa. El deudor tiene el derecho de pagar. Si hay varios deudores,
el derecho de pagar de cada uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes a la
categoría de su obligación.

ARTICULO 880.- Efectos del pago por el deudor. El pago realizado por el deudor que satisface el
interés del acreedor, extingue el crédito y lo libera.

ARTICULO 881.- Ejecución de la prestación por un tercero. La prestación también puede ser
ejecutada por un tercero, excepto que se hayan tenido en cuenta las condiciones especiales del
deudor, o hubiere oposición conjunta del acreedor y del deudor. Tercero interesado es la persona a
quien el incumplimiento del deudor puede causar un menoscabo patrimonial, y puede pagar
contra la oposición individual o conjunta del acreedor y del deudor.

ARTICULO 882.- Efectos que produce la ejecución de la prestación por un tercero. La ejecución de
la prestación por un tercero no extingue el crédito. El tercero tiene acción contra el deudor con los
mismos alcances que:

a) el mandatario que ejecuta la prestación con asentimiento del deudor;

b) el gestor de negocios que obra con ignorancia de éste;

c) quien interpone la acción de enriquecimiento sin causa, si actúa contra la voluntad del deudor.

Puede también ejercitar la acción que nace de la subrogación por ejecución de la prestación por un
tercero.

A quién se le debe pagar:

“ARTICULO 883.- Legitimación para recibir pagos. Tiene efecto extintivo del crédito el pago hecho:

a) al acreedor, o a su cesionario o subrogante; si hay varios acreedores, el derecho al cobro de


cada uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación;

b) a la orden del juez que dispuso el embargo del crédito;

c) al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte;

d) a quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en blanco, excepto


sospecha fundada de no pertenecerle el documento, o de no estar autorizado para el cobro;

e) al acreedor aparente, si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las circunstancias resulta
verosímil el derecho invocado; el pago es válido, aunque después sea vencido en juicio sobre el
derecho que invoca.”

“ARTICULO 884.- Derechos del acreedor contra el tercero. El acreedor tiene derecho a reclamar al
tercero el valor de lo que ha recibido:

a) en el caso del inciso c) del artículo 883, conforme a los términos de la relación interna entre
ambos;
b) en los casos de los incisos d) y e) del artículo 883, conforme a las reglas del pago indebido.”

“ARTICULO 885.- Pago a persona incapaz o con capacidad restringida y a tercero no legitimado.
No es válido el pago realizado a una persona incapaz, ni con capacidad restringida no autorizada
por el juez para recibir pagos, ni a un tercero no autorizado por el acreedor para recibirlo, excepto
que medie ratificación del acreedor.

No obstante, el pago produce efectos en la medida en que el acreedor se ha beneficiado.”

Prueba del pago:

¿Quién debe probar el pago? (Carga de la prueba del pago):

En las obligaciones de dar y de hacer, el deudor que dice haber pagado, debe probar.

En las obligaciones de no hacer, el acreedor que dice que el deudor no ha cumplido con su
obligación de no hacer, debe probar que el deudor ha hecho lo que no debía. Eso porque es casi
imposible probar un hecho negativo. ¿Cómo hace el deudor para probar que no hizo algo? Es más
fácil que el acreedor pruebe que el deudor hizo lo que no debía hacer.

Estas reglas surgen del ARTICULO 894.- “Carga de la prueba. La carga de la prueba incumbe:

a) en las obligaciones de dar y de hacer, sobre quien invoca el pago;

b) en las obligaciones de no hacer, sobre el acreedor que invoca el incumplimiento.”

¿Cómo se prueba el pago?

De cualquier modo. Pero lo mejor es el recibo. Veamos qué dice el Código:

“ARTICULO 895.- Medios de prueba. El pago puede ser probado por cualquier medio excepto que
de la estipulación o de la ley resulte previsto el empleo de uno determinado, o revestido de ciertas
formalidades.”

“ARTICULO 896.- Recibo. El recibo es un instrumento público o privado en el que el acreedor


reconoce haber recibido la prestación debida.”

“ARTICULO 897.- Derecho de exigir el recibo. El cumplimiento de la obligación confiere al deudor


derecho de obtener la constancia de la liberación correspondiente. El acreedor también puede
exigir un recibo que pruebe la recepción.”

“ARTICULO 898.- Inclusión de reservas. El deudor puede incluir reservas de derechos en el recibo y
el acreedor está obligado a consignarlas. La inclusión de estas reservas no perjudica los derechos
de quien extiende el recibo.”

Las reservas son leyendas que el deudor puede incluir en el recibo, como por ejemplo, que paga
en disconformidad.

Presunciones del pago:

Cuando se otorga un recibo de pago, hay cosas que, aunque no se digan, se dan por supuestas:
“ARTICULO 899.- Presunciones relativas al pago. Se presume, excepto prueba en contrario que:

a) si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas correspondientes a la
obligación por la cual fue otorgado;

b) si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, están cancelados los anteriores, sea
que se deba una prestación única de ejecución diferida cuyo cumplimiento se realiza mediante
pagos parciales, o que se trate de prestaciones sucesivas que nacen por el transcurso del tiempo;

c) si se extiende recibo por el pago de la prestación principal, sin los accesorios del crédito, y no se
hace reserva, éstos quedan extinguidos;

d) si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace reserva a su respecto, la


deuda por ese daño está extinguida.”

El caso (a) refiere a que si doy recibo y le pongo que se está pagando el saldo de tal deuda, se da
por sentado que ya se ha pagado antes el resto de la deuda.

El caso (b) refiere a que si recibo el periodo correspondiente a diciembre, ya he recibido antes los
meses anteriores. Si no quiero que tal cosa se dé por supuesta, debo consignar en el recibo que
recibo diciembre pero que se me debe octubre y noviembre, por ejemplo.

El caso (c) refiere a que si recibo la prestación principal, se extinguen también los accesorios. Por
ejemplo, me pagan el capital y lo recibo sin decir nada, estoy dando por cancelados los intereses.
O si recibo el pago del crédito sin decir nada de los gastos de cobranza, estos se tienen por pagos.

El caso (d) refiere a que si doy recibo por lo que se me debía sin colocar nada respecto a los daños
y perjuicios que me ocasionó la demora, ya no puedo reclamarlos después. Ejemplo: Tengo una
empresa de banquetes y comprometo un servicio. Compro la bebida para ese servicio, y no me la
entregan en término. Si la recibo después sin consignar nada, ya no puedo reclamar los daños y
perjuicios, por ejemplo, el mal nombre que me hago en el ámbito comercial con la consecuente la
pérdida de clientela.

Imputación del pago:

El pago se realiza dejando claro qué se está pagando. Lo hace el deudor, que al pagar, hace
constar en el recibo lo que está pagando.

Pero hay reglas para el caso en que no quede bien claro.

“ARTICULO 900.- Imputación por el deudor. Si las obligaciones para con un solo acreedor tienen
por objeto prestaciones de la misma naturaleza, el deudor tiene la facultad de declarar, al tiempo
de hacer el pago, por cuál de ellas debe entenderse que lo hace. La elección debe recaer sobre
deuda líquida y de plazo vencido. Si adeuda capital e intereses, el pago no puede imputarse a la
deuda principal sin consentimiento del acreedor.”

“ARTICULO 901.- Imputación por el acreedor. Si el deudor no imputa el pago, el acreedor se


encuentra facultado a hacerlo en el momento de recibirlo, conforme a estas reglas:

a) debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles;


b) una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la cancelación
parcial de cualquiera de las otras.”

“ARTICULO 902.- Imputación legal. Si el deudor o el acreedor no hacen imputación del pago, se lo
imputa:

a) en primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para el deudor;

b) cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a prorrata.”

“ARTICULO 903.- Pago a cuenta de capital e intereses. Si el pago se hace a cuenta de capital e
intereses y no se precisa su orden, se imputa en primer término a intereses, a no ser que el
acreedor dé recibo por cuenta de capital.”

Mora.

La mora es el retraso culpable en el cumplimiento de una obligación, que debido a su naturaleza o


a requerimiento del acreedor, debe ser satisfecha, siempre que la tardanza no sea obstáculo para
que pueda cumplirse después del vencimiento con interés y utilidad para aquél.

Esto último porque hay obligaciones que, si no se cumplen tempestivamente, ya no hay interés en
que se cumplan más tarde. Por ejemplo si una agencia de turismo se comprometió a llevarte a ver
la final de la Copa Libertadores de América en Buenos Aires un año determinado, el
incumplimiento es obstáculo a que pueda cumplirse luego.

Elementos. Los elementos de la mora del deudor, son los siguientes:

1. El retardo en el cumplimiento de la obligación. Es el elemento material, objetivo.

2. La imputabilidad de ese retardo, o sea que el mismo se deba a dolo o culpa del obligado. Es
éste el elemento subjetivo.

3. En algunos regímenes jurídicos, la constitución en mora, que viene a ser el elemento formal.

Se exige el elemento subjetivo, porque la mora puede ser culpa del deudor o también del
acreedor.

Art. 886 CCCN.

“ARTICULO 886.- Mora del deudor. Principio. Mora automática. Mora del acreedor. La mora del
deudor se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento de la obligación.

El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad con el
artículo 867 y se rehúsa injustificadamente a recibirlo.”

El artículo transcripto también refiere a que no hace falta ninguna formalidad para constituir en
mora al deudor, ya que esta se produce automáticamente, con el sólo transcurso del plazo. Antes,
era necesario lo que se llamaba interpelación, que era ir al domicilio del deudor con un escribano
a exigirle el pago. El escribano dejaba constancia de la negativa de pago.

Ahora existen dos supuesto en los que se debe constituir en mora:


“ARTICULO 887.- Excepciones al principio de la mora automática. La regla de la mora automática
no rige respecto de las obligaciones:

a) sujetas a plazo tácito; si el plazo no está expresamente determinado, pero resulta tácitamente
de la naturaleza y circunstancias de la obligación, en la fecha que conforme a los usos y a la buena
fe, debe cumplirse;

b) sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho; si no hay plazo, el juez a pedido de parte, lo
debe fijar mediante el procedimiento más breve que prevea la ley local, a menos que el acreedor
opte por acumular las acciones de fijación de plazo y de cumplimiento, en cuyo caso el deudor
queda constituido en mora en la fecha indicada por la sentencia para el cumplimiento de la
obligación.

En caso de duda respecto a si el plazo es tácito o indeterminado propiamente dicho, se considera


que es tácito.”

CONSIGNACION (judicial y extrajudicial).

Este instituto sirve para desobligar al deudor cuando no hay posibilidad de recepción voluntaria
del pago por parte del acreedor.

“ARTICULO 904.- Casos en que procede. El pago por consignación procede cuando:

a) el acreedor fue constituido en mora;

b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor;

c) el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa que no le es imputable.”

En el caso de que el acreedor no quiera recibir el pago, el deudor debe ir con un escribano, llevar
el dinero o la cosa que está obligado a entregar, y hacer constar por parte del escribano que el
acreedor no quiere recibir el pago. En eso consiste la constitución en mora extrajudicial del
acreedor.

Luego el deudor debe concurrir al juez, para desobligarse definitivamente:

“ARTICULO 906.- Forma. El pago por consignación se rige por las siguientes reglas:

a) si la prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito a la orden del juez
interviniente, en el banco que dispongan las normas procesales;

b) si se debe una cosa indeterminada a elección del acreedor y éste es moroso en practicar la
elección, una vez vencido el término del emplazamiento judicial hecho al acreedor, el juez autoriza
al deudor a realizarla;

c) si las cosas debidas no pueden ser conservadas o su custodia origina gastos excesivos, el juez
puede autorizar la venta en subasta, y ordenar el depósito del precio que se obtenga.”
“ARTICULO 907.- Efectos. La consignación judicial, no impugnada por el acreedor, o declarada
válida por reunir los requisitos del pago, extingue la deuda desde el día en que se notifica la
demanda.

Si la consignación es defectuosa, y el deudor subsana ulteriormente sus defectos, la extinción de la


deuda se produce desde la fecha de notificación de la sentencia que la admite.”

El deudor puede librarse de concurrir al juez y hacer la consignación judicial detallada


anteriormente, si recurre al procedimiento de consignación extrajudicial:

“ARTICULO 910.- Procedencia y trámite. Sin perjuicio de las disposiciones del Parágrafo 1°, el
deudor de una suma de dinero puede optar por el trámite de consignación extrajudicial. A tal fin,
debe depositar la suma adeudada ante un escribano de registro, a nombre y a disposición del
acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos:

a) notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente, del día, la hora y el lugar en que será
efectuado el depósito;

b) efectuar el depósito de la suma debida con más los intereses devengados hasta el día del
depósito; este depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor por el escribano dentro
de las cuarenta y ocho horas hábiles de realizado; si es imposible practicar la notificación, el
deudor debe consignar judicialmente.”

“ARTICULO 911.- Derechos del acreedor. Una vez notificado del depósito, dentro del quinto día
hábil de notificado, el acreedor tiene derecho a:

a) aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del deudor el pago de los gastos
y honorarios del escribano;

b) rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del acreedor el pago de los
gastos y honorarios del escribano;

c) rechazar el procedimiento y el depósito, o no expedirse. En ambos casos el deudor puede


disponer de la suma depositada para consignarla judicialmente.”

“ARTICULO 912.- Derechos del acreedor que retira el depósito. Si el acreedor retira lo depositado y
rechaza el pago, puede reclamar judicialmente un importe mayor o considerarlo insuficiente o
exigir la repetición de lo pagado por gastos y honorarios por considerar que no se encontraba en
mora, o ambas cosas. En el recibo debe hacer reserva de su derecho, caso contrario se considera
que el pago es liberatorio desde el día del depósito. Para demandar tiene un término de caducidad
de treinta días computados a partir del recibo con reserva.”

“ARTICULO 913.- Impedimentos. No se puede acudir al procedimiento previsto en este Parágrafo si


antes del depósito, el acreedor optó por la resolución del contrato o demandó el cumplimiento de
la obligación.”

SUBROGACION.

Nos remitimos a lo que explicamos más arriba sobre quién está legitimado al pago, y a lo que
dicen los artículos transcriptos 881 y siguientes.
COMPENSACION.

Hay compensación cuando una obligación se extingue porque una persona que le debe a otra una
determinada suma, es acreedora de esa persona con fundamento en otra obligación.

La compensación puede ser total o parcial, según las deudas se correspondan en su monto o no lo
hagan.

“ARTICULO 921.- Definición. La compensación de las obligaciones tiene lugar cuando dos
personas, por derecho propio, reúnen la calidad de acreedor y deudor recíprocamente,
cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda. Extingue con fuerza de pago las dos
deudas, hasta el monto de la menor, desde el tiempo en que ambas obligaciones comenzaron a
coexistir en condiciones de ser compensables.”

“ARTICULO 922.- Especies. La compensación puede ser legal, convencional, facultativa o judicial.”

“ARTICULO 923.- Requisitos de la compensación legal. Para que haya compensación legal:

a) ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar;

b) los objetos comprendidos en las prestaciones deben ser homogéneos entre sí;

c) los créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que resulte afectado el derecho de
terceros.”

“ARTICULO 924.- Efectos. Una vez opuesta, la compensación legal produce sus efectos a partir del
momento en que ambas deudas reciprocas coexisten en condiciones de ser compensadas, aunque
el crédito no sea líquido o sea impugnado por el deudor.”

“ARTICULO 925.- Fianza. El fiador puede oponer la compensación de lo que el acreedor le deba a él
o al deudor principal. Pero éste no puede oponer al acreedor la compensación de su deuda con la
deuda del acreedor al fiador.”

“ARTICULO 926.- Pluralidad de deudas del mismo deudor. Si el deudor tiene varias deudas
compensables con el mismo acreedor, se aplican las reglas de la imputación del pago.”

“ARTICULO 927.- Compensación facultativa. La compensación facultativa actúa por la voluntad de


una sola de las partes cuando ella renuncia a un requisito faltante para la compensación legal que
juega a favor suyo. Produce sus efectos desde el momento en que es comunicada a la otra parte.”

“ARTICULO 928.- Compensación judicial. Cualquiera de las partes tiene derecho a requerir a un
juez la declaración de la compensación que se ha producido. La pretensión puede ser deducida
simultáneamente con las defensas relativas al crédito de la otra parte o, subsidiariamente, para el
caso de que esas defensas no prosperen.”

“ARTICULO 929.- Exclusión convencional. La compensación puede ser excluida


convencionalmente.”

“ARTICULO 930.- Obligaciones no compensables. No son compensables:

a) las deudas por alimentos;


b) las obligaciones de hacer o no hacer;

c) la obligación de pagar daños e intereses por no poderse restituir la cosa de que el propietario o
poseedor legítimo fue despojado;

d) las deudas que el legatario tenga con el causante si los bienes de la herencia son insuficientes
para satisfacer las obligaciones y los legados restantes;

e) las deudas y créditos entre los particulares y el Estado nacional, provincial o municipal, cuando:

i) las deudas de los particulares provienen del remate de bienes pertenecientes a la Nación,
provincia o municipio; de rentas fiscales, contribuciones directas o indirectas o de otros pagos que
deben efectuarse en las aduanas, como los derechos de almacenaje o depósito;

ii) las deudas y créditos pertenecen a distintos ministerios o departamentos;

iii) los créditos de los particulares se hallan comprendidos en la consolidación de acreencias contra
el Estado dispuesta por ley.

f) los créditos y las deudas en el concurso y quiebra, excepto en los alcances en que lo prevé la ley
especial;

g) la deuda del obligado a restituir un depósito irregular.”

CONFUSION.

Empezamos con un ejemplo para tener en vista de qué se trata, y luego vamos a lo que dice el
Código. Soy acreedor de una persona, esa persona muere y yo resulto ser su único heredero. No
hay forma de deberme a mí mismo, por lo que la deuda se extingue.

“ARTICULO 931.- Definición. La obligación se extingue por confusión cuando las calidades de
acreedor y de deudor se reúnen en una misma persona y en un mismo patrimonio.”

“ARTICULO 932.- Efectos. La obligación queda extinguida, total o parcialmente, en proporción a la


parte de la deuda en que se produce la confusión.”

NOVACION.

La novación es la extinción de una deuda por el nacimiento de una nueva. Por ejemplo debo a una
financiera, y voy a arreglar mi deuda sin tener dinero para pagarla, por lo que la financiera me da
un nuevo préstamo para pagar la deuda anterior, con nuevas cuotas, nuevos plazos, y un nuevo
contrato.

“ARTICULO 933.- Definición. La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra
nueva, destinada a reemplazarla.”

“ARTICULO 934.- Voluntad de novar. La voluntad de novar es requisito esencial de la novación. En


caso de duda, se presume que la nueva obligación contraída para cumplir la anterior no causa su
extinción.”
“ARTICULO 940.- Efectos. La novación extingue la obligación originaria con sus accesorios. El
acreedor puede impedir la extinción de las garantías personales o reales del antiguo crédito
mediante reserva; en tal caso, las garantías pasan a la nueva obligación sólo si quien las
constituyó participó en el acuerdo novatorio.”

DACION EN PAGO.

“ARTICULO 942.- Definición. La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta


en pago una prestación diversa de la adeudada.

ARTICULO 943.- Reglas aplicables. La dación en pago se rige por las disposiciones aplicables al
contrato con el que tenga mayor afinidad.

El deudor responde por la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado; estos efectos no hacen
renacer la obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de terceros.”

5. RESPONSABILIDAD CIVIL: Concepto.

Hay obligaciones que nacen de hechos ilícitos, sean delitos (hechos intencionales) o cuasidelitos
(no intencionales pero actuados con negligencia o imprudencia).

Si tales hechos generan daños a la víctima, en las condiciones que estudiaremos a continuación la
ley faculta a la víctima a trasladar tales daños a otras personas, que le deben a esta una
indemnización.

Esto significará volver las cosas al estado inicial, anterior al daño, reparando las consecuencias del
mismo.

Imposibilidad de cumplimiento art. 955 CCCN.

Si la obligación con fuente en hechos lícitos no puede cumplirse útilmente para el acreedor,
también genera el derecho al acreedor de cobrar una indemnización.

“ARTICULO 955.- Definición. La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la


prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue la obligación, sin
responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene debido a causas imputables al deudor, la obligación
modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los daños causados.”

“ARTICULO 956.- Imposibilidad temporaria. La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y


temporaria de la prestación tiene efecto extintivo cuando el plazo es esencial, o cuando su
duración frustra el interés del acreedor de modo irreversible.”

Presupuestos:

Volvemos a la responsabilidad civil que tiene fundamento en los hechos ilícitos. Decíamos que en
determinadas circunstancias, la ley autoriza el traslado de las consecuencias dañosas de un ilícito
a otras personas. Veremos cuáles son esas circunstancias, que se llaman presupuestos de la
responsabilidad civil:

a) antijuridicidad,
Un hecho, para generar obligación de indemnizar, debe ser antijurídico, es decir, contrario al
ordenamiento jurídico visto como un todo.

Se excluyen del concepto de antijurídico aquellos hechos que aparentan ser ilícitos pero están
amparados por una causa de justificación, como los hechos obrados en legítima defensa
propia o de un tercero, el cumplimiento de un deber, el ejercicio de un derecho, y el estado
de necesidad.

Legítima defensa son por ejemplos las heridas infrigidas para evitar o repeler una agresión. Si
bien herir a otro parece ser ilegal, no contraviene el orden jurídico general quien lo hace para
defenderse o defender a otro.

Cumplimiento de un deber es por ejemplo la privación de libertad que realiza un agente de


policía que encuentra a una persona infraganti cometiendo un delito. Privar de su libertad a
otro aparenta ser ilegal, pero si lo hace un policía en ejercicio regular de su función, no hay
antijuridicidad.

Ejercicio de un derecho es por ejemplo el desalojo que provoca una persona respecto a una
propiedad suya que ha sido usurpada. Privar a una familia de su vivienda parece ilegal, pero
no lo es si quien lo hace está defendiendo su derecho de propiedad.

Y estado de necesidad es por ejemplo cuando una persona rompe una puerta para escapar de
un edificio que está en llamas. Aunque romper algo ajeno aparente ser ilegal, no hay
antijuridicidad porque quien obra impelido por un estado de necesidad no contraviene el
orden jurídico globalmente entendido.

b) Factor de atribución

Para que exista deber de indemnizar, la ley debe atribuir a otra persona la obligación de
cargar con los daños causados, lo que se puede dar por diferentes razones.

Una razón es la culpabilidad. A veces la ley atribuye a una persona la obligación de indemnizar
por haber obrado culpablemente, palabra que involucra tanto el obrar doloso (intencional)
como el obrar propiamente culposo (negligencia, imprudencia). Están claras y nos resultan
comprensibles las razones por las que la ley obliga a quien ha obrado con culpa el deber de
reparar, porque es una forma de pensar que traemos desde niños: quien tiene la culpa debe
hacerse responsable de las consecuencias de su obrar. Por ejemplo, en un accidente, quien
condujo con negligencia o imprudencia debe reparar al conductor inocente. Otro ejemplo:
quien estafó a otro debe pagar las consecuencias de su estafa.

Otra razón por la que la ley atribuye a alguien el deber de reparar un daño es el riesgo creado.
Si alguien, para servirse de una cosa, introduce un factor de riesgo a la sociedad, debe hacerse
cargo de los daños que por ese riesgo se causen. Por ejemplo, el dueño de un automóvil debe
reparar, junto con el conductor culpable, los daños que ese automóvil ha causado, aunque no
tenga la culpa, si esos daños se deben al riesgo o vicio del automóvil. El riesgo del automóvil
está en la propia velocidad que desarrolla y el peso del mismo. El vicio del automóvil está en
las roturas que pueda sufrir (ejemplo: se le cortan los frenos), que, si provocan daños, deben
ser reparadas por el dueño.
Para atribuir responsabilidad en la reparación de daños, existe también una razón o factor de
atribución que es el deber de garantía, el cual consiste en que, en determinadas
circunstancias, la ley obliga a algunas personas a garantizar a los demás el resultado de un
proceso y que esas personas no sufran daños. Así, el dueño de un shopping, debe garantizar a
los clientes que no sufran daños cuando van de compras al mismo.

El mismo concepto se maneja en la responsabilidad de los dueños de establecimientos


educativos: estos deben reparar cualquier tipo de daño que se le causen a los alumnos
durante el proceso educativo, solamente porque deben garantizar la indemnidad de los
educandos.

Hay criterio parecido en la ley de defensa al consumidor, en la que se atribuye


responsabilidad a los fabricantes, vendedores y/o mayoristas del producto que causó daño a
los consumidores. No interesa al consumidor discernir quién tuvo la culpa, si es que alguien la
tuvo: quien vendió, quién distribuyó o quien fabricó siempre serán responsables ante el
consumidor, pues deben garantizar que el consumidor no sufra ningún daño.

Finalmente, otro ejemplo de garantía es la ley de espectáculos deportivos, en los que los
organizadores deben garantizar a los espectadores no sufrir ningún daño. No interesa si quien
los causó fue la barra de tal o cual club. El organizador del espectáculo (el club donde se
juega, o la A.F.A. en su caso) deben reparar los daños causados al espectador porque deben
garantizar su indemnidad, es decir, que no sufra ningún daño. Esto no se circunscribe
solamente al estadio sino a sus alrededores, y garantiza no solamente a los espectadores sino
a cualquier tercero que sufra un daño.

Otro factor que la ley utiliza para atribuir responsabilidad de reparar es el principio de
igualdad en las cargas públicas. Si el estado, para hacer una represa, necesita expropiar una
finca, si bien en su actuar no hay nada ilegal, porque persigue una finalidad de bien común,
debe indemnizar a quien pierde su finca, porque no está esta persona obligada a sufrir un
perjuicio especial, sino que el perjuicio que sufre se debe repartir entre todos los miembros
de la sociedad, lo cual se logra con la indemnización que debe pagar el estado (toda la
sociedad) para que los costos de la represa sean pagados por todos y no sufridos solamente
por una persona (el dueño de la finca).

Finalmente, agrego otro factor de atribución de responsabilidad, sin agotar todos los posibles,
en lo que se llama falla o falta en el servicio. Este concepto responsabiliza al estado, que no
puede obrar con culpa, cuando un servicio que le es propio es prestado deficientemente y
esto causa un daño. Por ejemplo cuando la justicia comete un error teniendo encarcelado a
una persona inocente, o cuando un hospital por falta de turnos no puede operar en tiempo y
forma a un paciente, que por esa razón sufre un daño irreparable.

c) relación o nexo de causalidad

Otro requisito para hacer responsable a otro de un hecho, es la relación de causalidad.

Esto significa que entre el hecho de quien supuestamente ha dañado y el daño sufrido por la
víctima, debe haber una conexión causal.
No puede hacerse responsable a otro de un accidente por el sólo hecho de haber pasado por
allí. Debe haber contribuido causalmente al accidente.

Ejemplo: Viene una persona en un automóvil y choca a otro. Una de las personas sufre una
herida leve en una pierna. Es llevada al hospital para que le practiquen puntos de sutura, y en
el hospital utilizan para la sutura una aguja contaminada con HIV y contrae esa enfermedad.
Pregunta: ¿es responsable del HIV el conductor del otro vehículo con el que chocó? El sentido
común dice que no. La razón es porque de una herida leve en una pierna no es normal que
surja un contagio de HIV. Evidentemente hay otro hecho, de relevancia causal suficiente, que
ha interferido en el curso de las cosas para provocar el daño del contagio.

La relación de causalidad selecciona entre todos los acontecimientos condicionantes o


antecedentes de un daño, a aquel que según el normal acontecer de los hechos, ha podido
causar el daño.

Eso sería, en una breve aproximación, la relación de causalidad: que el hecho por el que se
atribuye la responsabilidad a una persona sea la causa del daño.

d) Daño.

Finalmente, para que haya responsabilidad debe haberse causado un daño injustamente, en
el sentido de que la víctima no tiene por qué sufrirlo.

El daño puede ser patrimonial o moral. El primero se divide en daño emergente y lucro
cesante. El daño emergente es el que se causa haciendo perder o disminuir el valor a
elementos del patrimonio de la víctima. Daño emergente es pues lo que se gasta en
remedios para recuperar la salud, la pérdida de valor del automóvil dañado, o el valor que
han insumido las reparaciones que se han debido realizar. El lucro cesante, en cambio,
importa un daño a las ganancias futuras, de las que la víctima se va a ver privada. Por
ejemplo, en caso de que quede una incapacidad a la víctima, hay un daño a la capacidad de
obtener ganancias que debe ser reparado. Finalmente el daño moral es aquél que sufre la
víctima sobre intereses extrapatrimoniales, como los sufrimientos que se padecen por la
muerte de un familiar o por estar privado de la libertad o por la deshonra sufrida.

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