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Bosquejo histórico

Con el Código Procesal Civil y Mercantil lo que se busca al momento de su


creación es una reorganización de los procesos contenciosos contemplados en
el ámbito jurisdiccional del derecho privado. Agrupándolos específicamente en
procesos declarativos y procesos especiales.

En el código menciona criterios para ubicar y distinguir los procesos de índole


declarativa, haciendo incluso ciertas consideraciones para dividirlos en comunes
y abreviados tal como sucedía en el derogado Código de Procedimientos Civiles
donde se hablaba de procedimientos ordinarios y sumarios. Al hablar de
procesos especiales es de hacer notar que el legislador no menciona motivo
alguno de distinción o si quiera un común denominador para clasificar a estos
procesos.

Antecedentes Históricos.

Todo estudio sobre la Protección Jurídica de la Posesión debe


comenzarse dando a conocer, aunque sea a grandes rasgos la Institución
a la cual se protege por medio de las Acciones Posesorias también
llamadas en otras legislaciones “Interdictos Posesorios”.

El antiguo derecho romano formo la teoría de las acciones posesorias (interdictos


posesorios) como capitulo complementario de la protección que se debía dar a
la propiedad. “la protección de la posesión, como exterioridad de la propiedad,
es un complemento necesario de la protección de la propiedad, una facilitación
de la prueba en favor del propietario, la cual aprovecha necesariamente al no
propietario”

“la protección de la posesión es un postulado de la protección de la propiedad,


es el complemento indispensable del sistema de la propiedad de los romanos”

Ya hemos advertido que el derecho romano no dispuso de una teoría general de


las relaciones materiales entre el hombre y las cosas; tan solo fueron conocidas,
reglamentadas y protegidas con acciones, las más intensas de dichas
relaciones, o sea las correspondientes al ejercicio de la propiedad. De la
protección judicial que debía darse a la propiedad, se llegó a la protección judicial
de la posesión.
Una protección judicial de la posesión que se fundamentara en la posesión en
sí, no fue conocida por los juristas romanos o, por lo menos, no alcanzo a ejercer
influencia en aquel sistema. Las acciones posesorias se concedían al
propietario; en consecuencia solo la posesión en nombre propio o posesión de
propietario se protegía judicialmente; no se protegían judicialmente las
agresiones o ataques dirigidos a la posesión en nombre ajeno (o mera
detentación)

El sistema romano conoció dos clases de interdictos posesorios o acciones


posesorias: los interdictos retinendae possessionis y los inerdictos recuperandae
possessionis, dejando a un lado el discutido adipiscendae possessionis.

Los interdictos retinendae y recuperandae tenían por fundamento la existencia


anterior de la posesión en quien ejercía el interdicto. En el primero el poseedor
afirmaba encontrarse poseyendo y pedía ser mantenido en esa posesión contra
las agresiones de terceros que le impedían el ejercicio normal de su poder de
hecho; en el segundo, el poseedor, en virtud de haber sido despojado de la
posesión, pedia ser restablecido en ella. En todo caso, en ambos se partía, como
supuesto esencial, de la existencia de una posesión en el poseedor querellante.

En el interdicto adipiscendae possessionis, el demandante no pretende poseer


actualmente ni haber poseído antes; simplemente pide una posesión que cree
tener derecho a adquirir. Por ejemplo, el heredero pide la posesión de los bienes
que poseía el causante; el comprador exige al vendedor la entrega de la cosa
vendida.

En el derecho moderno las acciones posesorias protegen a la posesión en sí sin


mirar a qué clase de derecho patrimonial corresponde su ejercicio. Las acciones
tenientes a adquirir por primera vez una posesión no se fundamenta en la
posesión, si no en un derecho a obtenerla.1

“En materia de Posesión, dice Butera2, todo es controvertido; su índole,


su génesis, sus fundamentos, sus especies constituyen el tormento más
grande de la historia y de la doctrina. Su tradicional dificultad, dice el
mencionado autor, se ha grabado con el hecho, de que las normas del

1 Zea Valencia, Arturo. “La Posesión” Tercera Edicion, Pag. 258


2 Butera, Antonio. “Código Civil Italiano Comentado “Tomo II, Pág. 357.
Derecho Romano, Germánico, Canónico y del Derecho Consuetudinario
Francés, penetraron en el ordenamiento jurídico moderno sin haber sido
previamente bien coordinados y fusionados entre sí”.

En el Código de Napoleón las disposiciones sobre la Posesión están esparcidas


por diversos Títulos; método que conducía al desmenuzamiento de normas
homogéneas, subordinando incluso, a veces a un criterio especial, como por
ejemplo la Prescripción, aquellas mismas normas que tienen carácter general.
Este Código además de seguir la tendencia Romanista se amplió
considerablemente al mezclarse con instituciones germánicas y principalmente
con el Derecho Canónico, más eficaz en esta materia que en otras.

Las anteriores agregaciones no resultaron de la simple apreciación de los


Juristas, sino del resultado práctico obtenido durante la Edad Media, durante la
cual la Jurisprudencia trato de dar cabida en los Códigos, de las nuevas
necesidades resultantes, aun cuando tuvieron que apartarse de la doctrina
romanista pura. Por la razón apuntada anteriormente es por lo que la Escuela
Histórica, encabezada por Savigny3, consideraron a estas “como sobre
posiciones desgraciadas del tipo romano genuino de posesión”.

Para los profanos, posesión es, generalmente, sinónimo de propiedad; para los
Juristas indica en su sentido más amplio, un estado de hecho y más
especialmente un estado de hecho y de disfrute merecedor de tutela provisional
que en determinadas condiciones puede acabar en estado de derecho. El interés
que mueve ya, esa tutela, no es individual sino social.

El mayor o el menor reconocimiento que ha merecido la posesión como relación


jurídica, ha dado motivo a la diversidad de formas con que se concibe y se
protege la posesión en los diversos derechos antiguos y modernos.

Así podemos decir que el criterio Romano puro, considero poseedor a


cualquiera que tenga un poder de hecho sobre una cosa corpórea, como si fuese
suya, y la intención correspondiente.

3 Savigny, Carlos Federico. “Del Derecho de Posesión” Pág. 5.


En cambio el Derecho Canónico, admite que es poseedor quien quiera que de
hecho ejerza un derecho, o quiere ejercerlo. En el primer caso se da un ejercicio
del derecho de propiedad y en el segundo caso se da la posesión de un derecho.

Ya en el Derecho Germánico, se prescinde de toda aproximación del


estado de hecho con un estado correspondiente de derecho y a la vez de
toda distinción, entre posesión de cosas y posesión de derechos, entre
detentación y posesión de cosas y posesión de derechos, entre
detentación y posesión y considera la posesión como un poder ejercido
sobre la cosa por quien sea independiente económicamente de otros.

Es evidente que existe una tendencia creciente a extender la protección


de la posesión hasta donde sea posible.

Definiciones

Posesión.

 Detentación de una cosa en su poder, para usarla, gozarla, aprovecharla.4


 La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor
o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por sí
mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él. El
poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique serlo. 5
 La posesión es la relación de hecho entre una persona y una cosa, en
virtud de la cual la persona puede cumplir sobre la cosa actos materiales
de uso y transformación, con la voluntad de someterla al derecho real al
cual dichos actos corresponden normalmente6

4 Diccionario jurídico “consultor magno”


5 Código Civil. Art 745
6 ARTEAGA CARVAJAL, JAIME. De los bienes y su dominio. Universidad del Rosario. 1999
Proceso Posesorio

El proceso posesorio es una forma de solucionar provisionalmente y de


momento situaciones apremiantes de hecho, o sea, remediar una
injustificada perturbación o despojo posesorio. En ellos no se discute la
propiedad, ni siquiera la posesión definitiva. Sencillamente mantienen
situaciones posesorias de hecho. Esta es la finalidad de dichos procesos.
En ellos se alegan y discuten dos cosas: el hecho de la posesión y el
despojo o perturbación.

En los procesos posesorios lo que se busca es la rápida decisión judicial


para resolver un conflicto que versa sobre una mera situación de hecho
como es la posesión. Se trata así de pacificar lo antes posible, de dotar
con celeridad de seguridad a quienes están enzarzados en un problema
referido a algo tan cotidiano y tan palpable en el país para el normal y
corriente desenvolvimiento de las relaciones jurídicas.

Naturaleza Jurídica.

Naturaleza jurídica de la posesión

La posesión es un derecho real, los derechos reales se encuentran


regulados a partir del Art. 567 del Código Civil6, que recae sobre las
cosas corporales que se encarga de proteger con acciones la posesión
contra terceros, se dice que la posesión es un derecho real provisional o
presuntivos, porque al poseedor se le presume titular de un determinado
poder jurídico; pero tal poder jurídico puede ceder cuando otra persona
acredita un mejor derecho a poseer.

Naturaleza jurídica del proceso posesorio.

Es de naturaleza sumaria, estos juicios sumarios son los que se tramitan


en forma más rápida con el ordinario y sin las solemnidades de este.
Entre ellos tenemos el juicio verbal que es aquel en que las partes
ventilan sus acciones y excepciones, no por escrito si no de palabra,
aunque escribiéndose sus diligencias.7

Bibliografia

 La Posesión. Zea Valencia, Arturo.


 Código Civil Italiano Comentado. Butera, Antonio.
 Del Derecho de Posesión. Savigny, Carlos Federico.
 Jurídico “consultor magno” Diccionario
 Código Civil.
 De los bienes y su dominio. Arteaga Carvajal, Jaime
 Apuntes sobre derecho procesal civil. Vásquez Sánchez, Juan José.

7Vásquez Sánchez, Juan José. “Apuntes sobre derecho procesal civil”. Primera edición.
Pag.26

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