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La Solicitud de Penas Distintas A La Prisión Cuando El Delito Tenga Prevista Penas Conjuntas o Alternativas
La Solicitud de Penas Distintas A La Prisión Cuando El Delito Tenga Prevista Penas Conjuntas o Alternativas
alternativas.
Con estas manifestaciones de las Alternativas a las penas privativas de libertad, es que se
instaura el Procedimiento Abreviado; con todo ese cumulo de medidas para suavizar el recurso
generalizado a la prisión, estas alternativas van encaminadas en primer lugar a evitar el factor
criminógeno e inadaptador que significa el paso por la cárcel de un número elevado de
delincuentes, por regla general los mas jóvenes y primarios; y en segundo lugar, a reducir la
privación completa de libertad a supuestos muy 147 específicos y casi excepcionales,
contribuyendo en gran medida a disminuir el problema de hacinamiento penitenciario que es
tan grave en El Salvador86 . Definitivamente las alternativas a la prisión ocupan gran atención
en la doctrina, en los organismos internacionales y son incorporados en una variedad de
cuerpos legislativos. Pero a este implemento surge un problema y es el hecho de que la
población reclusa de los diferentes países sigue aumentando87. En cuanto a estas el propósito
se ha venido incorporando en diferentes legislaciones. Para lograr su cumplimiento se requiere
evitar el crecimiento de la red penal, por medio de la estabilización y la reducción de la
población penitenciaria y mediante el desarrollo de alternativas a la prisión . Las alternativas a
la prisión han sido una respuesta criminológica a la crisis fenomenológica y teórica que sufre la
pena de prisión89. En cuanto a su imposición, no cabe duda que la posibilidad de evitar la
prisión sea uno de los factores más importantes que contribuyen a la función resocializadora
que busca el Estado, estas penas persiguen aplacar la aplicación de la prisión mediante una
serie de recursos alternativos que reduzcan la reincidencia del individuo a cometer hechos
delictivos. Para que se dé una admisión de una alternativa a la prisión se deben observar dos
criterio, uno es el criterio objetivo, el cual es marcado por la gravedad del delito que ha sido
cometido, que en harás de la prevención general solo se admitirían las alternativas para los
delitos no graves, por otra parte se debe observar un criterio de carácter subjetivo, el cual se
basa en la peligrosidad que pueda manifestar el sujeto90 . Es de mucho interés denominar a
las penas conjuntas que son las que se aplican unidas. Por lo general, en este caso, la ley
vincula las penas aplicables mediante una conjunción copulativa. La acumulación puede ser
facultativa. Las penas conjuntas encuentran su razón en el resguardo de los distintos intereses
lesionados por el delincuente. Las penas conminadas por la ley son indivisibles o divisibles. Son
indivisibles las penas fijas por su naturaleza (pena de muerte), o por la forma de su imposición
(por ejemplo, un año de prisión o reclusión; mil dólares de multa). Son penas fijas o rígidas.
Son divisibles las penas conminadas por escalas penales determinadas por su mínimo y su
máximo, entre las cuales puede el juez elegir la pena aplicable en el caso, con arreglo a sus
circunstancias objetivas y subjetivas. Estas son penas elásticas o flexibles. La reclusión, la
prisión, la multa y la inhabilitación pueden amenazarse en forma divisible. De conformidad a
todo lo ya mencionado de las penas conjutas, es muy importante recalcar que en nuestra
legislación la pena conjunta, de prisión y multa regulada en el Art. 76 del Código Penal; fue
declarado Inconstitucional por la Honorable Sala de lo Constitucional.
Como se determinado que en los inicios de la humanidad se castigaba a aquellos que infringían
las leyes con penas corporales, pero estas fueron consideradas crueles e inhumanas, es por
ello que nacieron las penas privativas de libertad; aunque dicha solución también ha generado
críticas, ya que aun no se ha logrado reducir la imposición de la pena de prisión para la
comisión de ciertos delitos y para ciertos delincuentes. La solución que se ha manejado en
vista de la crisis que sufre la pena de prisión, es la búsqueda de estrategias diferenciales, las
cuales por una parte pretendan cambiar en lo posible la pena privativa de libertad en una pena
no carcelaria, y por otra reducir su ámbito de aplicación, ofreciendo un elenco de penas o
medidas alternativas, todo ello en caso de penas privativas de libertad de corta duración94. Es
por ello que con la aplicación del Procedimiento Abreviado se persigue la paulatina
minimización del uso de la pena privativa de libertad para dar entrada a un elenco de nuevas
penas: las alternativas a la prisión, para que estas bien actúen como penas principales o bien
como meros sustitutivos de la cárcel. En vista de lo anterior es que doctrinariamente se
reconocen ciertas clases de Penas alternativas a la prisión, las cuales se enumeran en base a
tres criterios fundamentales:
1) El primero de ellos hace referencia por la forma en que estas se asignen: estas hacen énfasis
a la opción que le concede la ley al juez para dejar sin efecto la pena principal impuesta, a
cambio de una pena alternativa según los tipos de delitos, estas se clasifican En cuanto a las
sustitutivas es de considerar que estas son las que se imponen en sustitución de la pena
principal. En tales casos el juez puede optar por mantener la pena de prisión o establecer una
pena diferente establecida por la ley; las complementarias, son sanciones adicionales a la pena
sustitutivas, que pretenden reparar a la víctima, apoyar en el proceso de resocialización, o
lograr algún otro objetivo social, sin menoscabo de la dignidad del sentenciado; y por último
las accesorias pueden ser de naturaleza similar a las sustitutivas o a las complementarias, se
imponen junto con la pena principal, no sustituida, es decir será accesoria aquella que como
tal califique la ley, y que se acompañe de la pena principal aunque sea esta la prisión.
3) otra alternativa dentro de esta clasificación es la prueba o vigilancia judicial: Puede implicar
el cumplimiento de instrucciones, el sometimiento a un programa de rehabilitación de
adicciones, la presentación periódica a un despacho judicial, el recibir supervisión profesional
sobre la forma de vida o desenvolvimiento en libertad y utilización de brazaletes o medios
electrónicos para vigilancia; y en último lugar se establece la confiscación: la cual consiste en la
incautación o comiso de bienes de la persona condenada ya sea para reparar a la víctima o
para que el Estado los utilice en las acciones de prevención del delito que originó la sanción.